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Id Cendoj: 28079370282010100050
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 28
Nº de Recurso: 432/2008
Nº de Resolución: 54/2010
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: JOSE ZARZUELO DESCALZO
Tipo de Resolución: Sentencia
AUD.PROVINCIAL SECCION N. 28
MADRID
SENTENCIA: 00054/2010
SECCIÓN 28
Teléfono: 91 4931988/89
Fax: 91 4931996
SENTENCIA Nº 54/2010
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Centro de Documentación Judicial
Han sido partes en el recurso como apelantes Don Edmundo y Doña Marcelina , representados por la
Procuradora Doña Flora Toledo Hontiyuelo y asistidos del Letrado Don Alberto Jabonero Corral, siendo
apelada la entidad mercantil CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE BIENES CULTURALES, S.A.,
representada por la Procuradora Doña Paloma Valles Tormo y asistida de la Letrado Doña Gema Marín
Aguinaga.
ANTECEDENTES DE HECHO
SEGUNDO.- Tras seguirse el juicio por sus trámites correspondientes el Juzgado de Primera
Instancia núm. 34 de Madrid dictó sentencia, con fecha 9 de junio de 2005 , cuyo fallo es el siguiente: "
DESESTIMO íntegramente la demanda interpuesta por el Procurador de los Tribunales D. José Joaquín
Núñez Armendáriz, en nombre y representación de D. Edmundo y Dª Marcelina , contra la mercantil
CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE BIENES CULTURALES, S.A., representada por la Procuradora
Dª Paloma Valles Tormo y, en consecuencia, DECLARO la validez de la Junta General Extraordinaria
celebrada por la sociedad demandada el día 4 de diciembre de 2003, por lo que ABSUELVO a la
demandada de los pedimentos contenidos en la demanda. Todo ello con expresa condena en costas a los
actores".
TERCERO.- Publicada y notificada dicha resolución a las partes litigantes, por la representación de
Don Edmundo y Doña Marcelina se interpuso recurso de apelación que, admitido por el mencionado
juzgado y tramitado en legal forma ha dado lugar a la formación del presente rollo ante esta sección de la
Audiencia Provincial de Madrid, se ha seguido con arreglo a los trámites de los de su clase. Con fecha 8 de
julio de 2009 se acordó por la Sala la suspensión del procedimiento en esta instancia por prejudicialidad
penal hasta tanto se dictara Sentencia definitiva en el procedimiento penal seguido por los mismos hechos
y, dictada la Sentencia firme por la Sección 6ª de la Audiencia Provincial de Madrid con fecha 23 de octubre
de 2009 y comunicado a este Tribunal se alzó la suspensión en su día acordada. En fecha 25 de febrero de
2010 se celebró la deliberación, votación y fallo del recurso.
CUARTO.- En la tramitación del presente procedimiento se han observado las prescripciones legales.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
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adoptados en la citada Junta, esto es, la supresión del carácter laboral de la sociedad y la aprobación de
nuevos estatutos y el cese y nombramiento de administradores y, en consecuencia, se declarase la nulidad,
ineficacia e improcedencia de cualesquiera otros acuerdos sociales que posteriormente se hayan adoptado
o puedan ser adoptados por la sociedad demandada y que traigan causa de la nulidad de la citada junta y
de los acuerdos adoptados en la misma, ordenando la cancelación de las inscripciones que de tales
acuerdos se hayan realizado en el Registro Mercantil de Madrid, en el Registro de Sociedades Laborales del
Ministerio de Trabajo o en cualquier otro Registro.
1º.- La ausencia de respuesta por la resolución recurrida a la acusación de deslealtad, fraude de ley y
abuso de derecho.
2º.- La actuación ilícita por venta fraudulenta y desleal de las acciones en autocartera entre los
esposos administradores con carácter previo a la Junta, con negación del derecho de suscripción
proporcional de acciones al resto de los socios y del derecho de información con infracción de los artículos
7.1 y 2 del Código Civil y del artículo 127 y concordantes de la LSA , del artículo 48 del mismo texto legal y
de la normativa reguladora de la autocartera infringiéndose además lo dispuesto en el artículo 8 de los
Estatutos sociales.
3º.- La existencia de desembolso de dividendos pasivos sin previo acuerdo del órgano de
administración y con ocultación a los socios, con vulneración de los artículos relativos a la buena fe y con
abuso de derecho, del derecho de información y de la normativa referente al derecho de voto.
4º.- La celebración de la Junta General Extraordinaria con apariencia de legalidad pero con fraude de
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ley, mala fe y abuso de derecho por infringir el mecanismo habitual de convocatoria; la falta de notificación
personal al socio; la solicitud de suspensión de convocatoria sin contestar y la celebración de la Junta sin
esperar a los socios que anunciaron su asistencia.
5º.- Infracción de los artículos 48, 112 y 144 de la LSA por vulneración del derecho de información al
no ponerse a disposición de los socios el informe en el domicilio social, no mencionarse su existencia en la
notificación personal realizada y no entregarse después de ser requerido.
Por la parte apelada se formuló oposición al recurso de apelación en los términos que constan en el
correspondiente escrito.
Posteriormente se produce el abandono voluntario de la sociedad por Don Imanol , adquiriéndose sus
acciones por el resto de los socios de forma proporcional e igualitaria, y el abandono por Don Carmelo en
virtud de Sentencia dictada en los autos de Juicio de Cognición núm. 537/88 seguido ante el Juzgado de
Distrito nº 22 de Madrid que dio lugar a que sus acciones de la serie A, equivalentes al 8,5 % del capital
social, fueran adquiridas por la sociedad mediante la Escritura Pública de Compraventa Judicial de Acciones
otorgada con fecha de 13 de julio de 2000 en la que se señalaba que dichas acciones deberían ser
distribuidas a partes iguales entre los socios trabajadores de la empresa, siendo a partir de entonces la
participación accionarial de Don Vicente del 25%, de Don Edmundo del 25%, de Doña Marcelina del 20,75
% y de Doña Dulce del 20,75% restando en autocartera de la sociedad el otro 8,50% y ostentando todos los
partícipes la condición de administradores solidarios.
Con carácter previo a la Junta General Extraordinaria de 4 de diciembre de 2003, cuyos acuerdos son
objeto de impugnación, se procedió por la administradora solidaria Doña Dulce en fecha de 28 de noviembre
de 2003 a la venta de la mitad de las acciones en autocartera a su esposo Don Vicente , accionista a la par
que administrador solidario, que pasó a ostentar como titular el 29,25% del capital, realizándose tal
operación de forma subrepticia y sin comunicar nada de ello a los otros accionistas, y en unión de los
esposos ostentando la titularidad del 50% del capital social y procediendo al desembolso de dividendos
pasivos con fecha de 3 de diciembre de 2003.
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Debe advertirse que no siempre es suficiente para la válida constitución de una Junta con dar
cumplimiento a lo dispuesto en el art. 97.1 de la Ley de Sociedades Anónimas , cuando se altera el sistema
habitual utilizado para notificar a los socios la celebración de la Junta y se sigue el sistema formal con el fin
de ocultar la convocatoria de forma abusiva y con mala fe pues, si bien se pretende observar estrictamente
las disposiciones legales referidas a la publicidad de la convocatoria de las Juntas generales de las
sociedades anónimas, se está pretendiendo en la práctica eludir la realización de su finalidad, cual es el
efectivo conocimiento por los accionistas de la convocatoria.
En el presente caso consta acreditado por la documentación aportada que, con la salvedad de dos
concretas Juntas - la de 29 de junio de 1993 y la de 24 de noviembre de 1993-, la generalidad de las Juntas
celebradas a lo largo de la vida de la sociedad se convocaron mediante comunicación personal entre los
socios, sin ninguna formalidad dadas las relaciones de confianza entre los socios y su escaso número, que
compartían además el lugar de trabajo, celebrándose tales juntas con carácter de universales y así consta
por presentarse las correspondientes certificaciones en las de 22 de junio de 1985, 1 de julio de 1987, 29 de
septiembre de 1987, 30 de junio de 1991, 30 de junio de 1994, 30 de junio de 1995, 1 de diciembre de 1995,
30 de junio de 1996, 30 de junio de 1997, 30 de junio de 1998, 30 de junio de 1999, 20 de junio de 2000, 11
de junio de 2001, 23 de abril de 2002 o 25 de abril de 2003, siendo alterado en este concreto caso ese
sistema habitual de convocatoria por el sistema formal para la Junta cuyos acuerdos son objeto de
impugnación, tratándose por todos los medios de ocultar la realidad de la convocatoria a los dos socios
demandantes, pues no es sino hasta el día anterior al señalado para la celebración de la Junta que se
comunica mediante fax personalmente a Don Edmundo que se va a celebrar pero sin hacer referencia al
derecho de información, sin que en ningún caso se practicara la misma comunicación personal a Doña
Marcelina , solicitando además el Sr. Edmundo el retraso en la celebración que no fue atendido e incluso,
interesándose por vía telefónica en el mismo día de la celebración, por si la reunión se iba a celebrar y ante
la manifestación en sentido positivo, que se esperara brevemente a su asistencia ya que acudía al lugar de
celebración haciéndose caso omiso a tal petición y celebrándose la Junta en apenas siete minutos - 11,13
h. a 11,20 h.- con la única asistencia de los socios que convocaron.
Las circunstancias expuestas son denotativas de la actitud maliciosa de los socios que acudieron a la
Junta, ya que en todo momento trataron de forma abusiva de impedir que acudieran el resto de los socios,
manteniendo oculta la convocatoria de una Junta que no se realiza por los medios habituales y que se había
realizado con más de dos meses de antelación mediante los referidos anuncios, obviando durante tan largo
período cualquier comunicación personal al resto de los socios a pesar de compartir lugar de trabajo en el
propio domicilio social y únicamente comunicada a uno de los socios demandantes el día anterior al previsto
para la celebración pero sin hacer ninguna referencia a la información sobre los acuerdos a adoptar que, a
pesar de haber hecho constar formalmente en los anuncios, nunca pusieron a disposición de los socios en
el domicilio social.
Constando plenamente demostrados tales elementos fácticos, deviene claramente aplicable al caso la
doctrina contenida en la Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de diciembre de 1.999 que determina
"...Tiene razón la Sala de instancia cuando afirma que la normativa establecida para la convocatoria de las
Juntas de las Sociedades Anónimas tiene carácter de "ius cogens" (en tal sentido cabe citar las Sentencias
de 9 de abril de 1995 y 23 diciembre de 1997, y Resolución D.G. Registros de 20 de febrero 1995 ). Pero no
es aceptable, en cambio, el argumento de dicha Sentencia (recogido en el primer fundamento de esta
resolución) con el que se pretende justificar la aplicación de la doctrina del fraude de ley. La Jurisprudencia
de esta Sala (entre las más recientes Sentencias cabe citar las de 5 abril 1994, 19 mayo y 22 diciembre
1997, 3 febrero y 9 septiembre 1998, 23 enero y 26 febrero 1999 ), dictada a propósito del apartado cuarto
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del artículo 6 del Código Civil , viene exigiendo, para su operatividad, que se actúe bajo el amparo de una
norma legal -la llamada "ley de cobertura"- y la finalidad de obtener un resultado antijurídico, por ser
contrario a otra norma de carácter imperativo o prohibido por el ordenamiento jurídico -norma "eludida" o
"soslayable"-. Y en el caso que se enjuicia faltan ambos requisitos, porque la supuesta norma de cobertura
no sólo crea apariencia de legalidad, sino que da "protección total" (Ss. de 23 de febrero y 30 de junio de
1993 y 23 de enero 1999) al acto realizado, en cuanto que la convocatoria de la Junta de la Sociedad
Anónima se ajusta a su contenido, y falta que el resultado conseguido vulnere una norma prohibitiva, porque
con la observancia del artículo 97 LSA se da preciso cumplimiento a las exigencias legales del caso, y no se
elude o soslaya ningún otro precepto del ordenamiento jurídico, sin que quepa incluir en éste unas prácticas
habituales, comportamientos usuales, o similares, ni siquiera un ordenamiento contractual (Ss. de 3 de
noviembre 1992 y 4 noviembre 1994). Por otra parte no son de aplicación las Sentencias que se mencionan
en la resolución recurrida de 3 de mayo de 1975 y 2 de mayo de 1984 , la primera porque resuelve un
supuesto en que la comunicación o notificación directa de la convocatoria venía exigida por el artículo 23 de
los Estatutos, y la segunda porque se trata de un caso notoriamente distinto, al concurrir una serie de
circunstancias singulares, pues, además de no ser comunicada en forma directa la convocatoria como se
venía haciendo, se trata de una accionista mayoritaria con domicilio en el extranjero y de una Junta
Extraordinaria con la exclusiva finalidad de lograr su eliminación de la sociedad. Las situaciones a que se
refiere ("in genere") la sentencia de instancia encuentran mejor acomodo en el artículo 7 (mala fe y abuso
del derecho) que en el artículo 6.4 (fraude de ley ), ambos del Código Civil, y así incluso parece entenderlo
la propia Sentencia de 2 de mayo de 1984 , antes citada"
CUARTO.- Pero es que además la actuación ilícita de los socios Don Vicente y Doña Dulce en la
venta y adquisición de las acciones correspondientes de la autocartera con carácter previo a la Junta, con
ocultación al resto de los socios, que viene siendo señalada por los recurrentes como fraudulenta y desleal,
con negación del derecho de suscripción proporcional de acciones al resto de los socios, ha sido puesta de
manifiesto y evidenciada por su condena firme por un delito tipificado en el artículo 292 del Código Penal
("La misma pena del artículo anterior se impondrá a los que impusieren o se aprovecharen para sí o para un
tercero , en perjuicio de la sociedad o de alguno de sus socios, de un acuerdo lesivo adoptado por una
mayoría ficticia, obtenida por abuso de firma en blanco, por atribución indebida del derecho de voto a
quienes legalmente carezcan del mismo, por negación ilícita del ejercicio de este derecho a quienes lo
tengan reconocido por la ley, o por cualquier otro medio o procedimiento semejante, y sin perjuicio de
castigar el hecho como corresponde si constituyese otro delito"), estando en todo caso vinculado este
Tribunal por lo que se declara en los hechos probados de la sentencia penal condenatoria a la vista de la
prevalencia que el art. 10.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial otorga a la jurisdicción penal respecto del
resto de las jurisdicciones en este concreto aspecto, lo que constituye un principio fundamental tradicional
que tiene reflejo en las leyes y evita el riesgo de que una resolución de otro orden jurisdiccional pueda partir
de hechos que contraríen los hechos probados de una sentencia penal condenatoria, o de una sentencia
penal absolutoria que declare la inexistencia del hecho enjuiciado, tal y como ya se ha puesto de relieve en
diversas ocasiones por este Tribunal como por ejemplo en el auto de 17 de julio de 2009 entre otros.
Tales hechos probados, recogidos en la Sentencia del Juzgado de lo Penal nº 15 de Madrid de fecha
30 de Diciembre de 2008 y confirmados por la Sentencia de la Sección 6ª de esta Audiencia Provincial de
23 de octubre de 2009 , señalan por lo que aquí interesa:
"Los acusados, Vicente y Dulce , mayores de edad, y sin antecedentes penales, ambos socios y
administradores solidarios de la mercantil "Conservación y Restauración de Bines Culturales, S.A,
transformada en sociedad anónima laboral el 21 de julio de 1987, procedieron, en fecha 28 de noviembre de
2003, el primero actuando en su propio nombre y derecho como adquirente y la segunda como transmitente
en su calidad de administradora solidaria y representante de la entidad Coresal, Sociedad Anónima Laboral,
a otorgar Póliza de Compraventa de acciones en virtud de la cual, Vicente adquiriría 170 acciones
nominativas de la Serie A de las 340 que pertenecían a la auto cartera de la sociedad, representativas de un
4'255 del capital social, todo ello con el propósito de asumir indebidamente el control societario y sin
comunicar tal operación a los restantes socios y administradores solidarios. Tal adquisición, que
conscientemente contravenía las previsiones del artículo 8 de los Estatutos sociales, plenamente conocidos
por los acusados, que establece que la participación de los socios trabajadores en el capital social no podrá
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ser inferior al 50%, ni cada socio podrá ostentar más del 25% del capital social", alteró, sin consentimiento ni
conocimiento de los otros dos socios titulares del capital social y también administradores solidarios, las
proporciones de titularidad de acciones, pasando el acusado Vicente , socio trabajador, a aumentar su
participación del 25% al 29'25% de los derechos de voto de la sociedad, obteniendo así los acusados, la
posición mayoritaria en los órganos de decisión de CORESAL, que precisaban para llevar a cabo el plan
previamente concebido de asumir las riendas de la sociedad.
Así las cosas, los acusados, utilizando la nueva ilegitima mayoría, y con la adición del capital social
de la coacusada Dulce (20'75% del capital social, constitutivas del 21 '67 de los derechos de voto),
procedieron a la celebración de Junta General Extraordinaria en fecha 4 de diciembre de 2003, convocada
por el método de su publicación en el BORME en fecha 29 de septiembre de 2003, y comunicada al socio y
administrador solidario D. Edmundo el día anterior a su celebración, 3 de diciembre de 2003, vía fax, en la
que, con abuso de su posición dominante adoptaron la trascendente decisión de suprimir el carácter laboral
de la sociedad, la modificación radical de los Estatutos Sociales y el cese de D. Edmundo y Doña Marcelina
como administradores solidarios, pasando los acusados con su mayoría a convertirse en administradores
solidarios exclusivos de la sociedad así transformada. Pese a la advertencia cursada en la misma mañana
de celebración de la Junta por parte del socio D. Edmundo , solicitando su retraso para asistir, la Junta
siguió su curso sin presencia de éste y de Doña Marcelina , En fecha 3 de diciembre de 2003, los acusados,
sin comunicarlo tampoco a sus socios, desembolsaron dividendos pasivos, pendientes con la finalidad de
llegar a la Junta con el capital social íntegramente desembolsado y poder votar sin restricciones. Solo con
posterioridad a tal Junta y a requerimiento expreso de los administradores cesados, fueron estos informados
tanto de la compraventa de acciones de auto cartera como de la existencia previa de informe fechado en
septiembre de 2003 , que versaba sobre la transformación societaria pretendida, sin que con anterioridad a
la celebración de junta fuesen los Sres. Edmundo y Marcelina advertidos de tales intenciones, ni de la
compraventa que había sido articulada en fecha 28 de noviembre de 2003.
A pesar del requerimiento reiterado de los otros socios, D. Edmundo y Doña Marcelina , los acusados
se negaron en sucesivas ocasiones (1 de marzo de 2004, 8 de marzo de 2004) a que Doña Marcelina ,
socia trabajadora de la sociedad, suscribiese el porcentaje igualitario de acciones de auto cartera que le
correspondían, cediendo finalmente a vender a D. Edmundo mediante Escritura Publica de Compraventa de
fecha 1 de junio de 2004 las 140 acciones que restaban en auto cartera.".
Por lo expuesto, y sin necesidad de abundar más en los motivos de impugnación formulados en la
demanda, el recurso ha de ser estimado en el extremo antes referido y, consiguientemente, la sentencia ha
de ser revocada para estimar el primer pedimento subsidiario de la demanda, al no poder ser objeto de
nulidad la propia Junta sino los acuerdos en ella adoptados, declarar la nulidad de los acuerdos adoptados
en la junta general extraordinaria de 4 de diciembre de 2003, relativos a la supresión del carácter laboral de
la sociedad y la aprobación de nuevos estatutos y el cese y nombramiento de administradores, declarando
la nulidad, ineficacia e improcedencia de cualesquiera otros acuerdos sociales que posteriormente se hayan
adoptado por la sociedad demandada y que traigan causa de los anulados.
QUINTO.- De conformidad con lo dispuesto en los artículos 122.2 y 3 y 144 de la Ley de Sociedades
Anónimas , dada la naturaleza de los acuerdos cuya nulidad se declara, procede remitir la pertinente
comunicación al Registro Mercantil para que se practiquen los correspondientes asientos cancelatorios.
SEXTO.- La estimación del recurso de apelación determina, en materia de costas, que: 1º) las
derivadas de la primera instancia procede imponerlas a la sociedad demandada, según se establece en el
núm. 1º del artículo 394 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, puesto que como tiene declarado la Sala 1ª del
Tribunal Supremo (entre otras, sentencias de 29 de octubre de 1992 y 15 de marzo de 1997 ), la estimación
de la petición subsidiaria formulada en la demanda supone el vencimiento de la parte demandada que
justifica su condena en costas; y 2º) no proceda efectuar expresa imposición de las derivadas de esta
alzada, a tenor de la regla prevista en el núm. 2 del artículo 398 de la Ley de Enjuiciamiento Civil , que
prevé que no se condenará en las costas del recurso a ninguno de los litigantes en caso de estimación total
o parcial del mismo.
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FALLO
1.- Estimar el recurso de apelación interpuesto por la representación de Don Edmundo y de Doña
Marcelina contra la sentencia dictada el 9 de junio de 2005 por el Juzgado de Primera Instancia núm. 34 de
Madrid en el procedimiento ordinario núm. 41/04 del que este rollo dimana.
2.1.- Estimamos plenamente la demanda promovida por Don Edmundo y de Doña Marcelina frente a
la entidad mercantil CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE BIENES CULTURALES, S.A.
2.2.- Declaramos la nulidad de los acuerdos adoptados por la junta general de la sociedad
demandada celebrada el 4 de diciembre de 2003 relativos a la supresión del carácter laboral de la sociedad,
la aprobación de nuevos estatutos y al cese y nombramiento de administradores, mandando remitir la
pertinente comunicación al Registro Mercantil para que se practiquen los correspondientes asientos
cancelatorios.
3.- No hacemos expresa imposición de las costas derivadas del recurso de apelación.
Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos los Ilustrísimos Señores
Magistrados integrantes de este Tribunal.
PUBLICACION.- Dada y pronunciada fue la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la
firman y leída por el Ilmo. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo la Secretario
certifico.