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Formulas Alternativas a la Prosecución Penal en los

delitos iniciables a instancia de parte agraviada

En el acto de celebración de la Audiencia de Conciliación (art. 400 COPP) se debe


cumplir con todas las formalidades esenciales de ley, tal como la instrucción a la
parte acusada sobre las fórmulas alternativas a la prosecución del proceso, a
los fines de garantizarle el debido proceso, la tutela judicial efectiva, la finalidad
del proceso, así como las facultades y cargas de las partes, los cuales se
encuentran previstos en los artículos 26 y 49 de la Carta Magna, y 13 y 402 del
Código Orgánico Procesal Penal, respectivamente.

Ahora bien, es conveniente indicar que el artículo 402 del Código Orgánico
Procesal Penal establece una serie de facultades y cargas de las partes en el
procedimiento de los delitos de acción dependiente de instancia de parte, tales
como:
“Artículo 402. Facultades y cargas de las partes. Tres días antes del vencimiento
del plazo fijado para la celebración de la audiencia de conciliación, el acusador y
el acusado o acusada podrán realizar por escrito los actos siguientes:
1. Oponer las excepciones previstas en este Código, las cuales sólo podrán
proponerse en esta oportunidad;
2. Pedir la imposición o revocación de una medida de coerción personal;
3. Proponer acuerdos reparatorios o solicitar la aplicación del procedimiento
por admisión de los hechos.
4. Promover las pruebas que se producirán en el juicio oral, con indicación de su
pertinencia y necesidad” (El resaltado es de esta Sala).
Se observa que, en el procedimiento especial para el enjuiciamiento de los
delitos de instancia privada, el juez en funciones de Juicio, aun cuando su
intervención es mínima por afectar estos delitos bienes jurídicos individuales,
deben ajustar su actuación a las disposiciones previstas para tal fin en el Código
Orgánico Procesal Penal, a fin de garantizar, como se indicó, el debido proceso.
La audiencia de conciliación, es una especie de audiencia preliminar, similar a la
que se celebra en los delitos de acción pública, por lo que al ajustar el contenido
de la anterior disposición al caso bajo estudio, se constata que el juez debe
imponer o instruir a la parte acusada de las medidas Alternativas a la
Prosecución del Proceso (Admisión de Hechos y Acuerdo Reparatorio) ya que en
esta fase el Estado tiene mayor interés en lograr un acuerdo entre las partes, y
en esta audiencia el Juez trata de lograr la finalización del pleito
fundamentalmente a través de dos vías: la primera de ellas consiste en un
reconocimiento de los hechos por parte del ofensor, ello simplificaría el dictado
de la sentencia y la segunda sería una forma de transacción cuyo resultado
sería la finalización de la acción penal emprendida por el ofendido, por lo que si
el Juez de Juicio en los casos de delitos de instancia de parte agraviada omite
instar a las partes a los fines de que concilien, o a la escogencia de una medida
alternativa de prosecución, estaría lesionando severamente el derecho a la
defensa y la garantía de igualdad entre las partes, consagrada en el artículo 12
del Código Orgánico Procesal Penal.

Para reforzar lo anteriormente expuesto, se trae a colación la sentencia N° 566,


de fecha 08 de mayo de 2012, emanada de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, cuya ponencia estuvo a cargo de la Magistrada Carmen
Zuleta de Merchán, en la cual se dejó sentado lo siguiente:
“…A tal efecto, esta Sala observa que la Corte de Apelaciones Accidental del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui –accionada-, al decretar la
nulidad de oficio de la admisión de la acusación privada en la causa seguida
por la ciudadana Lisbeth Pérez Centeno contra el ciudadano Francisco
Caraballo, ajustó su actuación a las previsiones legales previstas en el artículo
376 del Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que dicho órgano
jurisdiccional constató de las actas del expediente que no se le instruyó al
imputado acerca de la admisión de los hechos, ni se le advirtió de las medidas
alternativas de la prosecución del proceso, en el sentido de que tal
advertencia no debe limitarse a la enumeración de las disposiciones legales
que las instituyen, aunado a que la imposición de la posibilidad de admitir los
hechos, es de naturaleza imperativa e interesa al orden público, por lo que su
tutela debe ser procurada aun de oficio y su plena vigencia no puede ser
relajada ni su inobservancia puede ser convalidada por voluntad de las
partes.
…Del contenido del artículo antes transcrito se evidencian las facultades y
cargas procesales que el legislador ha establecido a las partes, una vez fijada
la oportunidad para la celebración de la audiencia de conciliación, en el
procedimiento especial establecido para los delitos de acción de instancia de
parte, encontrándose algunas de estas facultades en el numeral 3, como por
ejemplo la de solicitar el procedimiento por admisión de los hechos, solicitud
que sólo es posible una vez que el juez o jueza en funciones de Juicio haya
impuesto al acusado del mismo; destacándose que esta facultad de la parte en
el juicio penal está íntimamente ligada al debido proceso consagrado en el
artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En este sentido, debe insistirse que las disposiciones legales que establecen el
procedimiento a seguir para la aplicación del procedimiento por admisión de
los hechos son de eminente orden público, de manera que no pueden, bajo
ningún concepto ser inobservadas o modificadas por las partes ni por el juez o
jueza de la causa. Ello se afirma así, por cuanto es la propia Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, la que establece en su artículo 49
numeral 4 el derecho de toda persona a ser juzgada por sus jueces naturales
en las jurisdicciones ordinarias o especiales, con las garantías establecidas en
esta Constitución y en la ley. Asimismo, el artículo 253 del texto constitucional
señala, que corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas
y asuntos sometidos a su competencia mediante los procedimientos que
determinen las leyes…
… Al ser ello así, esta Sala considera que del contenido del fallo objeto de
amparo no se observa la existencia de violación a los derechos
constitucionales denunciados como conculcados, pues fue dictado con apego
al ordenamiento procesal penal relativo al enjuiciamiento de los delitos
dependiente de la parte agraviada, conteste con la jurisprudencia de este
Máximo Tribunal, y bajo la discrecionalidad propia de los jueces de la Corte de
Apelaciones, una vez que verificaron que no se le impuso al acusado del
procedimiento por admisión de los hechos, actuando así sin abuso de poder ni
usurpación de funciones, tal como esta Sala lo ha constatado en el caso de
autos; por lo tanto, no se cumplen los requisitos de procedencia del amparo
constitucional contra decisiones judiciales que establece el artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
evidenciándose así por parte de la accionante su disconformidad con el
juzgamiento efectuado por la Corte de Apelaciones Accidental del Circuito
Judicial Penal del Estado Anzoátegui al resolver el recurso de apelación
interpuesto por la representación judicial del acusado, en consecuencia, esta
Sala declara improcedente in limine litis la tutela constitucional invocada por
el apoderado judicial de la ciudadana Lisbeth del Carmen Pérez Centeno de
Palacios. Así se decide…”.

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