La Tesis.

Una tesis no es solo un requisito para titularte y convertirte en licenciado. Una tesis representa
todo aquello que has aprendido en la vida universitaria y que puede ser plasmado de una
forma que te enorgullezca y te vuelva parte de una comunidad.

Formalmente la tesis es un trabajo personal y relevante que te permite hacer una aportación
auténtica en el campo profesional en el que te vas a desarrollar el resto de tu vida.

Concéntrate en hacer una tesis que sea práctica y original, pero sobre todo en hacer una tesis
que puedas hacer – que sea tuya – y que te enorgullezca, y que por supuesto te permita
titularte en el tiempo especificado.

Sobre lo que NO es una tesis:

 No es un examen, no es algo que demuestra todo lo que sabes y lo que no sabes.

 No es una monografía, no es necesario hacer una síntesis del conocimiento.
 Tampoco es un resumen ni un artículo de enciclopedia.

Tu tesis es tu contribución al campo de tu disciplina. Es una idea que tu consideraste

interesante y que buscaste explicar, y que en ese proceso de elaboración de tu tesis
encontraste que es válida o no. Recuerda: la respuesta no es tu tesis, es el proceso que te lleva
a encontrar esa respuesta.

Todo comienza con una Pregunta de Investigación, es decir, aquella pregunta que tú
consideras lo suficientemente interesante y relevante como para dedicarle seis meses de tu
vida.

Una tesis no debe absorber el 100% de tu tiempo, por lo que es necesario tener una Agenda
Académica y saber tener control de ella.

Es importante que vayas haciendo una exploración de los recursos que vas a necesitar, y de
los recursos que cuentas y son necesarios para elaborar tu tesis. Aprovecha los recursos de tu
universidad: bibliotecas, bancos de datos, y sobre todo al Tutor.

El mejor tutor es aquel con el que sientes empatía, pero no necesariamente una amistad. Es
una persona a la que respetas como profesional y que tiene la disposición y el tiempo para
ayudarte en tu tesis; con quien se tiene la suficiente empatía para dialogar frecuentemente.
No es necesario que sea un científico reconocido, o el académico con el mayor número de
publicaciones. Tómate el tiempo que necesites (pero no demasiado) para encontrar a tu tutor
perfecto.

Por último, antes de iniciar a hacer tu propia tesis, date el tiempo y gusto de leer dos o tres
tesis recientes de personas de tu área de conocimiento.

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Tipos de Tesis

Antes de seleccionar algún tipo de tesis, es necesario que consultes con tu asesor de tesis y
con el área académica de tu universidad sobre cuales son los tipos de tesis válidos en tu
carrera y en tu campo de conocimiento. Es decir, es necesario que conozcas los requisitos
administrativos para poder presentar un tipo específico de tesis.

Ahora bien, existen tres tipos de tesis:

 Tesis Documental: Es esencialmente aquella cuyos ejercicios teóricos o históricos

permiten tener una perspectiva sobre el campo de conocimiento y hacer una
contribución en el margen; es decir, un paso adicional sobre la secuencia histórica, o
sobre el desarrollo teórico de tu disciplina.
Estas tesis requieren de una bibliografía amplia y un esfuerzo en tiempo; pero sobre
todo, demandan una gran habilidad en síntesis para poder abreviar, sintetizar y
explicar de forma clara, breve y concisa esa perspectiva teórica o histórica que
eventualmente te permite hacer una aportación original adicional a tu campo de
conocimiento.
 Tesis Experimental: Implica la realización de una prueba empírica, pero no
necesariamente 100% matemática. Para realizar este tipo de tesis es necesario que
estés familiarizado y te sientas lo suficientemente seguro de tu dominio de las
diferentes técnicas cuantitativas y cualitativas a las que estás considerando recurrir
para poner a prueba tu hipótesis y buscar una respuesta a tu pregunta de investigación.
 Tesis de Análisis de Caso: Es aquel esfuerzo de investigación que permite desarrollar
una tesis a partir de un análisis de un evento específico, que es particularmente
 interesante y atractivo para realizar una contribución adicional a tu campo de
conocimiento.

Tanto las tesis Experimentales como las de Análisis de Caso suelen desarrollarse con un alto
contenido mixto, es decir, tanto de análisis cualitativo como de herramientas cuantitativas.

De entre todas, la mejor tesis es aquella que te permite hacer un esfuerzo de síntesis y
demostrar el uso justo del dominio que tienes de las diferentes herramientas de tu profesión.

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Comenzando a Hacer la Tesis

Si vas empezando o vas por la mitad de tu carrera, un buen tip para iniciar desde ya a hacer
tu tesis es el siguiente. Pregúntate cuál es el tema o cuáles son los temas que más te interesan,
que no requieren un estrés para que tú los abordes. Qué es aquello en lo cual empiezas ya a
investigar por el gusto y que te es tan interesante que no tienen que presionarte tus maestros
para que leas o te involucres en él.

Así que de entrada, ve encontrando esos dos o tres temas que te interesan y que te van a ser
que generen preguntas que no necesariamente tienes respuestas fáciles o inmediatas, que
pueden ser la simiente de tu tesis.

Es importante que comiences a considerar que la elaboración de tu tesis puede empezar a

tener la importancia de una clase adicional, que encuentres dos o tres horas al día o dos o tres
veces a la semana, el tiempo necesario para ir elaborando tu tesis. Bajo ninguna circunstancia
dejes que la tesis sea lo único que hagas.

Una tesis sencilla consta de seis partes:

1. La introducción – Presentación de la relevancia del tema.

2. Marco Teórico – Concepto y elementos teóricos con los que vas a abordar la
resolución o tu pregunta de investigación.
3. Marco Metodológico en donde explicar cuáles son las herramientas, las metodologías
y los enfoques académicos que estás utilizando. Suele necesitarse una Prueba
Empírica.
4. Desarrollo de la Prueba Empírica y donde se colocaran las conclusiones.
 5. Bibliografía.
6. Anexos (no tan importante).

Es recomendado tener también una Hoja Metodológica que contenga la pregunta de

investigación, el tema a desarrollar y el capitulado básico que explique de forma sencilla y
clara estos seis elementos preliminares. Esta será tu guía durante el desarrollo del proceso de
tu tesis.

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Delimitación del Tema.

Para poder acotar el tema, tienes que pensar primero que nada en el área de conocimiento en
el que se va a insertar.

También tienes que pensar en la viabilidad económica, es decir los recursos que tú tienes que
invertir para poderlo realizar. Y algo muy importante, un cronograma, el tiempo que te va a
llevar realizar tu trabajo de tesis. Otro elemento importante es considerar la unidad de análisis
(población), ya sea por rango de edad o por ubicación geográfica. Por último, debes
considerar el contexto social en que se inserta el tema de tesis.

Piensa en aquellas prácticas, investigaciones, materias que te gustaron de tu carrera, y que

realizaste algún trabajo que te motivó mucho a indagar o resolver cierta problemática. Y tal
vez, dejaste pendiente alguna línea o alguna pregunta que no pudiste contestar y de ahí podrás
derivar el tema de tesis. También es útil revisar o recordar aquellas materias en las que tu
desempeño fue mucho mejor, porque quiere decir que te podría mantener motivado a lo largo
de todo el trabajo de investigación, para realizar un tema relacionado con esas materias.

Con el fin de acotar tu tesis, debes abordar la profundidad de conocimiento (que tan lejos o
delimitada irá tu tesis), especificar la población mediante una delimitación geográfica-
temporal, la viabilidad del tema según los aspectos económicos y la disponibilidad de la
información, y por último el tiempo que te tomará la búsqueda de referencias, el tiempo de
trabajo de campo, el análisis de la información recabada y finalmente la redacción del
manuscrito final.
Para delimitar tu tema puedes hacer una lluvia de ideas; considera marcar cuáles serían las
fuentes que podrías utilizar, y empezar a ver la viabilidad económica sobre los recursos que
requieres para poderla realizar.