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Lengua y Literatura – 1ro 1ra

Escuela Media 25 – Mesa de Febrero Fecha:


Profesor Cristhian Heiderscheid Alumno:

1. ¿Por qué López, el defensor de El último hombre, decide abandonar su puesto habitual aquella noche
definitiva?

2. El padre, de Antonio DalMasetto, es una breve narración autobiográfica donde evoca el recuerdo de su
padre. Resumí brevemente: ¿Quién era ese hombre? ¿Donde nació y vivió? ¿A qué cosas se dedicó?
¿Cómo era la relación entre el narrador y su padre?

3. En el espacio de media carilla máximo, hacé el retrato (es decir, una descripción del personaje con
palabras, como hace DalMasetto en El padre) de algún familiar o alguna persona cercana que haya sido
importante para vos.

4. El cuento Yarará como manguera se detiene justo cuando amanece y los encuentran unos paisanos en un
tractor. ¿Qué imaginás que habrá ocurrido con el Tano al final? ¿Cómo habrá sido la vuelta a casa esa
mañana de Navidad?

5. Según la lengua (la elección de las palabras, las frases hechas, etc) que maneja el narrador de Te digo
más, ¿quién te imaginás que es el narrador, a quién le está contando la historia del gordo Luis y en qué
situación?

6. En Silla en la vereda, Arlt primero hace una descripción del barrio y luego se centra en la escena
habitual del barrio porteño (de esa época) en que las familias se sientan en la vereda a pasar el rato. Cifra
en esta práctica todo un modo de relacionarse entre vecinos.
Releé el fragmento que figura más abajo y explicá por qué dice que la silla es “engrupidora, atrapadora,
sirena de nuestros barrios”.

Bajo un techo de estrellas, diez de la noche, la silla del barrio porteño afirma una modalidad ciudadana.En el
respiro de las fatigas, soportadas durante el día, es la trampa donde muchos quieren caer; silla engrupidora,
atrapadora, sirena de nuestros barrios.
Porque si usted pasaba, pasaba para verla, nada más; pero se detu vo. ¿Quién no se para a saludar? ¿Cómo ser tan
descortés? Y se queda un rato charlando. ¿Qué mal hay en hablar? Y, de pronto, le ofrecen una silla. Usted dice: “No,
no se molesten”. Pero, ¿qué? ya fue volando la “nena” a traerle la silla. Y una vez la silla allí, usted se sienta y sigue
charlando.
Silla engrupidora, silla atrapadora.
Usted se sentó y siguió charlando. ¿Y sabe, amigo, dónde terminan a veces esas conversaciones? En el Registro Civil.
Tenga cuidado con esa silla. Es agarradora, fina. Usted se sienta, y se está bien sentado, sobre todo si al lado se tiene
una pebeta. ¡Y usted que pasaba para saludar! Tenga cuidado. Por ahí se empieza.

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