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ENFERMEDAD PROFESIONAL. LUMBALGIA. LRT.

Ref. Doctrina Especial para Utsupra. Derecho Laboral. Enfermedad profesional. Lumbalgia. Por M.
Gabriela Arce. Abogada (UBA). SUMARIO: 1. Introducción – 2.Enfermedad preexistente y concausa
agravante - 3. Principio ¨alterum non laedere¨ – 4. Los exámenes médicos- 5. Nexo de causalidad –
6. Responsabilidad del empleador, en el cumplimiento del deber de seguridad – 7.
ConclusiónEtiquetas: #NCCC

Por M. Gabriela Arce. Abogada (UBA).

1. Introducción – 2.Enfermedad preexistente y concausa agravante - 3. Principio ¨alterum non


laedere¨ – 4. Los exámenes médicos- 5. Nexo de causalidad – 6. Responsabilidad del empleador, en
el cumplimiento del deber de seguridad – 7. Conclusión

1. Introducción

En el presente trabajo me referiré y analizaré la enfermedad de la lumbalgia desde diferentes


aspectos: como enfermedad preexistente, u originada en ocasión del trabajo, o como concausa
agravante. Trataré además la responsabilidad del empleador cuando esas dolencias tengan nexo
causal adecuado respecto al cumplimiento de las tareas. Para lo cual será de suma importancia el
principio de deber de seguridad como garantía constitucional, que le compete a la empleadora, y
la relevancia de los exámenes pre ocupacional y periódico para poder determinar la
responsabilidad del empleador.

2. Enfermedad preexistente y concausa agravante

Para ello, estimo pertinente el fallo: “Braggio, Pablo G. C/Avícola Capitán Sarmiento SA Y Otro
S/Accidente - Acción Civil”.

En este caso el actor habría ingresado a laborar, con una patología preexistente detectada en el
examen pre ocupacional una “disminución del espacio L5 SI” y pese a ello siguió efectuando tareas
que no estaba en condiciones de realizar. Irrogándole un significativo esfuerzo físico que le exigían
a su columna y zona lumbar un sobreesfuerzo que causó el daño.

La empleadora Avícola Capitán Sarmiento SA, alega la inexistencia de nexo causal entre las
dolencias reclamadas y la conducta de su parte, puesto sostiene que la labor desempeñada de
ninguna manera se considera como “cosas peligrosas”. Además, manifiesta que la sentencia de
grado omitió considerar que el empleado ingresa a trabajar con una enfermedad preexistente, y
que realizaba sus tareas con la debida protección: faja lumbar y zorras manuales, anulando los
esfuerzos físicos.

A su vez, plantea que le provoca agravio que se la condene solidariamente responsable junto con la
ART, pues si se entendiera la existencia de algún daño producido por la tareas cumplidas por el
actor, debiendo ser la responsabilidad única y excluyente de la ART, en tanto se celebró un contrato
de seguro obligatorio conforme a la normativa prevista por la Ley N° 24.557.

Acreditada la enfermedad preexistente, pasaré a analizar el posterior agravamiento que resulta del
cumplimiento de las tareas:

1. De conformidad con la dolencia hallada en el examen pre ocupacional, es evidente que el


trabajador no se encontraba en condiciones técnicas de realizar las tareas que le fueron
encomendadas, tales fueron de levantamiento de “cosas pesadas” y de constantes movimientos
repetitivos, de hecho esas tareas deberían haber sido desaconsejadas.

Por lo que se puede concluir, que ha habido un agravamiento de la enfermedad producto del
trabajo de esfuerzo contraindicado y a ello se suma, el período de tiempo transcurrido en la
realización de esas tareas. Ya que, como bien se explica en el fallo, la situación no es la misma
desde el inicio de la relación y la que se configuró consecutivamente, al punto tal de que el
accionante tuvo q ser intervenido quirúrgicamente por “hernia de disco en L5-SI”.

2. Es así, que en este caso se puede corroborar que hubo un acrecentamiento de la degeneración
discal por el trabajo de esfuerzo realizado, considerándolo concausa agravante, presentando sus
afecciones una disminución de posibilidades significativa de aprobar un examen pre ocupacional
para dichas tareas y esto es relevante ya que en autos solo surge radiológicamente una
disminución posterior del espacio L5 S1 pero no la existencia de un porcentual de incapacidad.

Por lo que no puede válidamente resolverse, al entender de la magistrada, que en ese caso
concreto la incapacidad del trabajador fuese preexistente al ingreso.
3. En cambio la tesis de la empleadora resulta contrario a lo informado por el perito ingeniero
industrial, en cuanto al estudio del trabajo del actor y la documental los labores del actor
levantando y trasladando pesos, son compatibles técnicamente con las dolencias denunciadas y los
riesgos propio e identificados en la planta de la accionada. Porque como mencione anteriormente
el trabajador no estaba en condiciones de realizar las tareas encomendadas. Conjuntamente a
esto, el actor no contó con un servicio de higiene y seguridad en el trabajo con la antigüedad y
continuidad necesaria, por lo que se incumple con la legislación en materia y riesgos del trabajo.
Asimismo Informa el experto que no pudo comprobarse el cumplimiento de la ART, de la obligación
de asesorar o de denunciar el incumplimiento de lo manifestado precedentemente.

4. En cuanto a lo manifestado por el perito médico de que “no es posible establecer relación con el
trabajo del actor” salvo que resultase probado que el trabajo que realizaba era de esfuerzo, lo que
en tal caso podría ser considerado concausa agravante, esta última circunstancia si pudo ser
confirmada en autos conforme la prueba testimonial y la pericia técnica.

Podemos agregar, que en el caso la empleadora no pudo acreditar la conducta culposa del actor,
en grado tal que resultara suficiente para cortar el nexo de causalidad entre la actividad asignada
por la empleadora (movimientos repetitivos, levantamiento de cargas, transporte manual de
carretones, etc.) y el perjuicio comprobado, ni aparece una supuesta culpa como la causa o
concausa del infortunio.

De igual modo la magistrada manifestó “…es insoslayable tomar en cuenta la doctrina sentada por
la Corte Suprema de Justicia en el caso “Torrillo, Atilio Amadeo y otro c/Gulf Oil Argentina S.A. y
otro” (sentencia del 31-3-2009), donde la mayoría de los miembros del Alto Tribunal estableció
que no existe razón alguna para poner a una ART al margen del régimen de responsabilidad
previsto por el Cód. Civ., por los daños a la persona del trabajador derivados de un accidente o
enfermedad laboral, en el caso en que se demuestren los presupuestos de aquel, que incluyen
tanto el acto ilícito y la imputación, cuanto el nexo causal adecuado (excluyente o no) entre dichos
daños y la omisión o el incumplimiento deficiente por parte de la primera de sus deberes legales
(considerando 8º).”

En concreto, como ya me referí, se revela el incumplimiento de las normas de seguridad e higiene


en el trabajo y en virtud de la doctrina dela CSJN, se admite la condena solidaria, ya que la ART no
invocó, ni acreditó haber efectuado denuncia alguna ante la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo por incumplimiento del empleador a las normas sobre higiene y seguridad en el trabajo.
Como tampoco hay constancia alguna en el expediente de que la ART hubiera efectuado el
asesoramiento correspondiente o que hubiera efectuado una propuesta de capacitación al
personal.
Por lo cual se resolvió condenar solidariamente a la empleadora, ya que al asignarle tareas de peso
contraindicadas de acuerdo a su patología, y a la ART, por no efectuar la denuncia ante la SRT
incumpliendo así las normas de seguridad e higiene. Por lo cual se habilita la vía civil aplicándose el
art. 1113 del cód. Civil.

3. Principio ¨alterum non laedere¨

“Lopez, David c/Mapfre Argentina SA s/Enfermedad Accidente”

En este reciente fallo, La Cámara del Trabajo de Mendoza declaró la inconstitucionalidad del art. 6
de la Ley Nº 24.557, en la cual se consideran enfermedades profesionales aquellas que se
encuentran incluidas en el listado que elaborará y revisará el Poder Ejecutivo Nacional, ya que
pretender la exclusión de una enfermedad profesional por el solo hecho de no estar incluida en un
listado resulta claramente violatorio del principio ¨alterum non laedere¨, de igualdad jurídica, de
los beneficios de la seguridad social, del Dictamen de Convenios A.C.D. 19/2 de la O.I.T. (convenio
42 recomendación 21), Pacto de San José de Costa Rica, declaración Americana de los Derechos
del Hombre y Declaración Universal de Derechos Humanos, al no reparar una incapacidad
producida al trabajador en ocasión de su trabajo.

Doctrinariamente se ha señalado, que las enfermedades profesionales son patologías adquiridas


por el trabajador dentro del ambiente laboral, por la acción de un agente hostil o por las
características y modalidad de la tarea realizada, que a través de una evolución generalmente
lenta, produce un daño psíquico o físico en su salud y lo incapacita para cumplir con el trabajo
habitual. (De Diego, “Manual de Riesgos de Trabajo”, Ed. Abeledo Perrot, Pág. 20).

Lopez se desempeñaba como oficial de la construcción en Salin SA desde el 2011, previo a su


ingreso se le efectuó un minucioso examen médico pre ocupacional en el cual se demostró que se
encontraba en perfectas condiciones de salud.

Mientras realizaba sus tareas, el 5 de Noviembre de 2012 levantando un motor siente un tirón en
la cintura que lo paraliza por completo. Lo asiste la ART quienes le diagnosticaron tras realizarle RX,
RMI de columna lumbosacra e indicarle fisioterapia y reposo, que padecía lumbalgia, otorgándole
el alta sin incapacidad por tratarse de una afección inculpable.

Ante la persistencia del dolor se dirige a MAFRE y ante la indiferencia de los médicos de la ART
consulta con un especialista, quien en fecha 29 de abril de 2013, constata que padece dolor en
zona de columna lumbosacra con entumecimiento y hormigueo en ambos miembros inferiores.
Con limitación de la movilidad en flexión 10º extensión 25º rotación 10º e inclinación 20º.
Maniobra de lasegue positiva. Y estima una incapacidad del 20%.
No obstante haber sido la empleadora declarada rebelde, el Tribunal determina que las
conclusiones de los peritos médicos laboral y psicólogo resultan claramente que las patologías que
presenta el actor tienen relación directa con el accidente narrado en autos y como consecuencia
directa del infortunio padecido le ha originado una incapacidad total y permanente según la
médica del 38,5% y psicóloga 23%, que da una capacidad restante del 52,64 %.

Por lo que se resolvió declarar la inconstitucionalidad del art. 6 de la Ley Nº 24.557, y condenar a la
Aseguradora de Riesgos de Trabajo MAPFRE ARGENTINA ART S.A.

4. Los exámenes médicos

Si bien todos los exámenes médicos son importantes, considero relevantes en primer lugar los
exámenes pre ocupacionales, que como bien sabemos son obligatorios y a responsabilidad del
empleador, sin perjuicio de la posibilidad de que se convenga con la ART la realización de los
mismos. Asimismo son de suma utilidad para deslindar eventuales responsabilidades futuras, pues
permiten detectar patologías preexistentes al inicio de la relación, para aquellos trabajos en los
que eventualmente estén aquellos agentes de riesgos (Decreto N° 658/96).

Y en segundo lugar, los exámenes periódicos, ya que tienen por función la detección temprana de
las afecciones producidas por el trabajo o los agentes de riesgos relacionadas con motivo de sus
tareas, con la propósito de evitar o acotar las consecuencias del desarrollo de enfermedades
profesionales. Asimismo ayudan en el diagnóstico de enfermedades inculpables. Siendo obligatorio
en aquellas tareas en las que exista exposición a agentes de riesgo, y están a cargo de las
aseguradoras de riesgos del trabajo cuando existe exposición a agentes de riesgo, y en cabeza del
empleador cuando tal exposición no se verifique.

5. Nexo de causalidad

Para poder analizar este concepto, opté por el caso “Paez, Jorge F. c/Prevención ART SA
s/Enfermedad Accidente”.

Tanto en los accidentes de trabajo como en las enfermedades profesionales, sean incluidas en el
listado o acreditadas, se sustentan en una adecuada acreditación del nexo causal, existente entre
un instrumento idóneo para producir un daño de origen físico, biológico, o químico y las
consecuencias dañosas sufridas por el empleado.
En este caso, el actor se desempeñó como chofer del Ministerio de Hacienda de la Provincia
durante 30 años, explica que las tareas desarrolladas fueron en vehículos y sumado a las
vibraciones, se afectó su región lumbar. Para acreditarlo ofrece el certificado médico que
diagnostica una lumbociatalgia bilateral asignándole una incapacidad parcial y definitiva del 25%.

Entiende que de todo ello surge claramente que las dolencias sufridas son consecuencia directa del
trabajo que le ha generado su incapacidad laboral actual, por lo que responsabiliza a la ART al pago
de las prestaciones de la LRT. Asimismo el dictamen médico diagnostica una patología en la
columna lumbosacra, que se vincula a las tareas desarrolladas por Paez.

Quiero destacar, el minucioso análisis del nexo causal entre las tareas realizadas y las dolencias
denunciadas y acreditadas, esgrimidas por la jueza Dra. Laura Lorente en el fallo mencionando, en
el cual manifiesta que “A tales efectos y avocada a construir ese nexo causal que habilita a definir la
dolencia como enfermedad profesional, a los términos de la ley (art. 6 inc. 2 de la LRT), no puedo
dejar de convocar en este examen a la reciente modificación operada en el Baremo Legal (Dec
658/96 y 659/96) mediante el dictado del Decreto N° 49/14 (BO 14/01/14), destinado
precisamente a enlistar –entre otras- este tipo de enfermedades de la columna vertebral. De su
texto no sólo rescato la descripción y su graduación sino los agentes de riesgo que deben
verificarse según la nueva normativa: ‘posiciones forzadas y gestos repetitivos de la columna
vertebral lumbosacra que en su desarrollo requieren levantar, trasladar, mover o empujar objetos
pesados…’. El período durante el cual las tareas descriptas deben ser ejecutadas no debe ser
inferior a tres (3) años cumplidos en forma continuada o discontinua mediante desempeño en
jornada habitual completa definida legal o convencionalmente”.

Es decir, que con la Ley 26.773 y los decretos expresados ut supra reafirman y mejoran el sistema a
través de la inclusión como agentes de riesgo a las posiciones forzadas, y gestos repetitivos de la
columna lumbosacra. Además la vigencia de este decreto y su aplicación ha permitido evitar los
reiterados planteos de inconstitucionalidad del art. 6 ap. 2 de la LRT.

Es así que no hay duda, de que podamos considerar como enfermedades profesionales a las que se
originen en el trabajo, en sus condiciones o medios, quedando abierta la facultad puede incluir
dentro de las afecciones laborales a todo tipo de dolencias.

6. Responsabilidad del empleador, en el cumplimiento del deber de seguridad

“Pavón, Ramón O. c/Club Harrods Gath & Chaves y Otro s/Accidente - Acción Civil”
Este fallo en mi opinión es interesante, porque se analiza detalladamente el nexo causal entre la
lumbalgia sufrida por el trabajador y las tareas de mantenimiento realizadas por este. Asimismo,
hace referencia al incumplimiento del deber de seguridad de la empleadora, al tener pleno
conocimiento de los fuertes dolores de espalda y de cintura que padecía el actor que le impedían
realizar las tareas, pero que igualmente debió realizar.

Por ello manifiesta la Cámara, que para configurar la responsabilidad por un daño no es necesario
que la cosa que lo produce sea la causa exclusiva del perjuicio, “… es suficiente que haya sido uno
de los factores que contribuyeron a producir el resultado dañoso, basta la determinación de la
existencia de un vínculo de causalidad adecuado, aunque existan otros factores que también
presenten una relación de antecedente-consecuente con ese daño, circunstancia ésta que podría
tener incidencia en cuanto a la extensión de responsabilidad del dueño o guardián de la cosa que
fue el factor concausal del resultado perjudicial”.…”.

Entre las conclusiones más relevantes el perito médico designado de oficio, señaló en sus
conclusiones que el empleado portaba una patología de base de tipo congénito y/o degenerativo,
además que el trabajador presentaba una limitación de la movilidad de la columna lumbar
secundaria a la fijación realizada para la resolución de su patología de base y que si bien las tareas
desarrolladas no eran causalmente responsables de la patología de base de su columna pueden
con causalmente agudizarla. Concluyendo que el actor no presentaba incapacidad laboral
vinculable causalmente con el accidente de marras.

Teniendo en cuenta este dictamen, la Jueza de grado consideró que no se acredito el nexo causal
adecuado entre la incapacidad del actor y el accidente denunciado en autos.

En cambio, para la Cámara, especialmente el voto del Dr. Oscar Zas sostuvo, luego de un análisis
exhaustivo expuso que las consecuencias de los esfuerzos inadecuados, son las hernias, problemas
de columna, y las lumbalgias, entre otras.

Respecto de los hechos, el actor cumplía tareas de mantenimiento para la demandada haciendo
labores de albañilería, pintura, plomería y gasista y para ello debía cargar objetos ciertamente
pesados como por ejemplo mesas y bancos del sector quinchos del club accionado. Describe que
en momentos de levantar uno de esos elementos para acomodarlo sintió un tirón en la espalda
que lo dejó inmovilizado con mucho dolor y sin poder realizar ningún movimiento.
El evento dañoso laboral sufrido por el actor encuadra en el subsistema de responsabilidad civil
previsto en el art. 1.113, párr. 2º, C. Civ., contra Club Harrods Gath & Chaves, guardiana de la cosa
riesgosa.

Como bien señala el doctor Vaccari en el Plenario 266: “…Si bien no todas las cosas tienen vicio,
podría decirse que todas son riesgosas. Toda cosa, por inerte que sea, puede volverse peligrosa
según las circunstancias. Ello depende de las cadenas concausales que convergen en el evento
dañoso…”.

Acreditadas pues, las condiciones de labor diarias, particularmente la exigencia de esfuerzos, y


teniendo en cuenta lo señalado por los peritos médico e ingeniero, en cuanto a que el
levantamiento de los bancos de cemento y de otros objetos pesados que tuvo que hacer el actor
tuvo incidencia directa sobre la zona afectada y que en consecuencia obró como agravante y
detonante de la dolencia de base que ya tenía el sr. Pavón. conforme a ello, la Cámara concluyó
que existe una relación causal entre la lumbalgia post esfuerzo diagnosticada y el factor laboral.

Es conveniente exponer las siguientes conclusiones a las que arribó junto con el Dr. Moisés Meik:
“Respecto del problema de la predisposición orgánica, cabe recordar las palabras de Orgaz: “Con
mucha frecuencia el daño experimentado por la víctima en su capacidad de trabajo, no proviene
exclusivamente de la lesión corporal que ha sufrido por la acción antijurídica, sino por la
concurrencia de “predisposiciones orgánicas” que se revelan en esa oportunidad: por ejemplo, la
lesión, por sí misma no grave, adquiere esta importancia a causa de una tuberculosis ósea que
padecía el lesionado y que estaba latente; o de una diabetes conocida o no por la víctima; o de
factores hereditarios o congénitos; etc.”...“En consecuencia, hay conexión causal entre un acto y un
resultado, cuando ese acto ha contribuido de hecho a producir un resultado –es decir, ha sido una
de las condiciones “sine qua non” de él- y, además debía normalmente producirlo, conforme al
orden natural y ordinario de las cosas (conf. art. 901 Cód. Civ.)”.

Es decir, la incapacidad del actor es una consecuencia mediata que, en razón de la carga de
previsibilidad señalada, recae enteramente en el ámbito de responsabilidad del empleador.

En el mismo sentido se pronuncia Goldenberg, al sostener que “es menester computar la


previsibilidad de las circunstancias concausales; por lo tanto, si ellas eran conocidas o cognoscibles
para el autor del daño, éste habrá de soportar la agravación sobreviviente por efecto del obrar de
aquéllas, aunque se aparten del curso natural y ordinario de las cosas”.

En fin, la predisposición orgánica del trabajador para contraer enfermedades no desplaza ni


interrumpe el nexo de causalidad, y es el empleador quien debe resarcirlo íntegramente, por
tratarse de consecuencias mediatas previsibles. En este contexto, estando la demandada en
conocimiento de los fuertes dolores de espalda o cintura que padecía el actor que le impedían
levantar peso y que igualmente debió hacer, se incumplió de tal modo con el deber genérico de
seguridad (conf. lo establecido en la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo), como también de
otorgarle “tareas adecuadas” a su recalificación (arts. y 75 L.C.T. –t.o.-).

En definitiva, el Tribunal considera que la demandada debe responder íntegramente por la


minusvalía resultante, pues no le parece que se esté ante un caso en que se haya determinado la
existencia previa de una incapacidad de determinado porcentaje por razones ajenas a las labores,
sobre la cual haya actuado como agregado otra derivada de un infortunio laboral, sino que por las
características del sub examine fueron episodios concretos que desencadenaron toda una serie de
consecuencias.

Por ello resolvió: revocar la sentencia de primera instancia y condenar en forma solidaria a Club
Harrods Gath & Chaves y a CNA ART SA., al pago dela indemnización por accidente de trabajo.

7. Conclusión

Atento a lo expuesto, considero que al momento de tratar una enfermedad profesional u


accidente, deberían primar ante todo los principios a los hice reiteradamente mención: el deber de
seguridad Art. 75 LCT efectuándose las remisiones a las normas que debe cumplir, caso contrario
se configura un incumplimiento del negocio jurídico laboral habido entre las partes, que puede
provocar un daño al trabajador y en virtud del principio "alterum nom laedere", debiendo ser
reparado en su integridad. Estas obligaciones son las de observar las normas legales sobre higiene
y seguridad en el trabajo.-

Asimismo como fue señalado, es de suma importancia que el empleador cumpla con sus
obligaciones frente al empleado, respecto a los exámenes médicos, ya que estos permiten detectar
enfermedades del trabajador y posibilitar su temprano tratamiento, redundando en el beneficio
del trabajador. Asimismo permiten, en especial el pre ocupacional acreditar enfermedades
preexistentes, pues uno de sus deberes es la de determinar la aptitud del postulante, detectando
las patologías preexistentes al ingreso. Como también de poner los medios idóneos para su
evitación.

Por último, con fines a proteger al trabajador, es importante no desamparar al trabajador ante un
accidente o enfermedad producida en ocasión o por medio del trabajo. Analizando detalladamente
la relación de causalidad entre el accidente sufrido en el ámbito laboral, o la concadena de eventos
perjudiciales, los daños ocasionados, el examen pre ocupacional, y las tareas asignadas. Ya que,
considero que estos conceptos están íntimamente relacionados, para así preservar la integridad
psicofísica del trabajador, deber que es inherente al contrato que vincula a las partes.

Bibliografía

● “Autor: Babugia, Marinés- Enfermedades profesionales. Comentario al fallo "Paez, Jorge F.


c/Prevención ART SA s/Enfermedad Accidente”. Publicación: Revista de Derecho del Trabajo de
Cuyo- Número 2 - Diciembre 2014- Fecha: 29-12-2014 – Cita: IJ-LXXV-544

• “Braggio, Pablo G. C/Avícola Capitán Sarmiento SA Y Otro S/Accidente - Acción Civil”


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo - Sala V, Fecha:30-12-2010-Cita: IJ-XLII-958

• “Lopez, David c/Mapfre Argentina SA s/Enfermedad Accidente”. Tribunal: Cámara del


Trabajo de Mendoza - Cám. 3ª del Trabajo- Fecha: 04-02-2015-Cita: IJ-LXXVII-571

• “Paez, Jorge F. c/Prevención ART SA s/Enfermedad Accidente” Tribunal: Cámara del Trabajo
de Mendoza - Cám. 6ª del Trabajo - Fecha:04-04-2014 - Cita: IJ-LXXV-546

• “Pavón, Ramón O. c/Club Harrods Gath & Chaves y Otro s/Accidente - Acción Civil”
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo - Sala V - Fecha: 10-05-2010 - Cita: J-XXXIX-
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• Los Exámenes Médicos Obligatorios en el Marco del Contrato de Trabajo. Por: Ahuad,
Ernesto J. - Publicación: Revista “Laboral” - Sociedad Argentina de Derecho Laboral - Fecha: 30-
09-2008 / Cita:IJ-XXXI-98

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