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EVALUACIÓN INICIAL:
FORMACIÓN INTELECTUAL
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-Analizo el siguiente texto sobre el pensamiento de Raimon Panikkar y lo represento en un
mapa conceptual.
La intuición cosmoteándrica
La intuición cosmoteándrica es la intuición, totalmente integrada, del tejido sin costuras de
la realidad entera… el conocimiento indiviso de la totalidad:
“No hay tres realidades: Dios, el Hombre y el Mundo; pero tampoco hay una, o Dios, u
Hombre o Mundo. La realidad es cosmoteándrica. Es nuestra forma de mirar lo que hace
que la realidad nos aparezca a veces bajo un aspecto y a veces bajo otro. Dios, Hombre y
Mundo están, por así decirlo, en una íntima y constitutiva colaboración para construir la
Realidad, para hacer avanzar la historia, para continuar la creación” (La Trinidad. Una
experiencia humana primordial).
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estas dimensiones intrínsecamente unidas aventaja a la otra, de modo que no tiene sentido
afirmar que Cristo es más divino que humano o más mundano que celeste. El velo de la
separación ha sido rasgado y la integración de la realidad comienza con la redención del
hombre” (Culto y secularización. Apuntes para una antropología litúrgica, Madrid 1979). 1
FORMACIÓN PSICOMOTRIZ
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http://raimon-panikkar.org/spagnolo/gloss-cosmoteandrica.html
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GUÍA ERE GRADO SÉPTIMO. PRIMER PERÍODO. IEM. MANUELA AYALA DE GAITÁN.
EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA: LA FAMILIA
ENFOQUE ANTROPOLÓGICO
EVALUACIÓN INICIAL:
FORMACIÓN INTELECTUAL
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y ataque. Freud la expresa reiteradas veces y con énfasis. Así, en carta al pastor Pfister,
psicoanalista y amigo suyo, le escribe a propósito de la inminente publicación de su estudio
El porvenir de una ilusión: "Trata el folleto - fácil es adivinarlo- de mi actitud de total repulsa
en materia de religión, y esta en todas las formas que se presenta, incluso las degradadas"
(cit. Por Plé, 1969,133).
Suyas también son las siguientes afirmaciones: "A los nazis no los temo. El enemigo es la
religión y la Iglesia Católica". "Me considero uno de los más peligrosos enemigos de la
religión, pero ellos ni siquiera parecen sospecharlo" (Carta a M. Bonaparte, 21.04.1926: cit.
por Jesus , diciembre de 1992, p. 23).
Para Freud la religión es un no-valor; su elemento formal es una ficción; es
fundamentalmente una neurosis obsesiva. La equiparación de la religión a una neurosis
obsesiva aparece a menudo, y cada vez más acentuada, desde Tótem y tabú hasta El
porvenir de una ilusión (Dalbiez,1987).
A lo dicho cabe añadir que, según Freud, la religión es una paranoia, un delirio colectivo.
Acusa además a la religión de rebajar los valores de la vida y de la inteligencia y, por lo
tanto, de mantener a los hombres en un infantilismo psíquico. Opina, en efecto, que la
religión prohíbe pensar y además lucha contra la ciencia, por el miedo que le tiene. Por eso
Freud no vacila en afirmar: "Estamos convencidos de que es conveniente dar totalmente de
lado a la parte de verdad que pueda haber en la religión" (cit. por Plé, 1969, 138, n. 27).
Educación religiosa de Freud
Con respecto al clima espiritual de la familia Freud, Jones declara que fue absolutamente
laico. Pero tal afirmación debe ser matizada. Jacob -así se llamaba el padre de Freud- era
un judío liberal, que había abandonado las prácticas religiosas, probablemente a raíz de su
emigración a Viena. Pero su indiferencia religiosa era práctica, no teórica. Jacob poseía, en
efecto, un profundo sentido religioso, mezclado como sucede a todo judío, con la conciencia
de pertenecer al pueblo elegido por Dios. Prueba palmaria de esto es la dedicatoria escrita
por él en una biblia que le obsequió a su hijo Sigmund cuando este cumplió los 35 años. Le
dice:"Mi querido hijo: fue después de cumplir tus 6 años de edad cuando el espíritu de Dios
te habló así:
'Lee en mi libro; en él verás abrirse para ti fuentes de conocimientos'. Has tenido en el libro
la visión del todopoderoso; con buena voluntad has escuchado, has obrado y has tratado
de volar alto sobre las alas del Espíritu Santo. Desde entonces he conservado la misma
biblia. Ahora, en el día que cumples 35 años, la he sacado de su escondite para enviártela
en señal de cariño de tu anciano padre" (cit. por García Cabero, 1976, 305).
También consta que su madre, judía ella también, era, sin duda alguna, creyente. En casa
la lectura de la biblia era un hecho cotidiano. Sigmund Freud estaba familiarizado con ella.
El mismo asegura en su Presentación autobiográfica: "Mi temprano ahondamiento en la
historia bíblica apenas hube aprendido el arte de leer tuvo, como lo advertí mucho después,
un efecto duradero sobre la orientación de mi interés (= apetito de saber, pero dirigido antes
a la condición humana que a los objetos naturales)" (O.C., XX, 8).
En los escritos de Freud llama la atención la cantidad de referencias bíblicas. Son casi
400, con 86 citas del texto, de las que 22 corresponden al Nuevo Testamento (Domínguez
Morano, 1991).
Otro detalle no desdeñable para el análisis que estamos haciendo, es que Freud tuvo una
niñera católica, a la que se aficionó y que en sus paseos por Freiberg lo llevaba a los oficios
religiosos. De regreso a casa, el muy precoz Sigmund contaba lo que había oído en las
diversas iglesias sobre el "buen Dios".2
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http://www.juan23.edu.ar/institucional/rector/publicaciones/pdf/Psicologia_Freud.pdf
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FORMACIÓN PSICOMOTRIZ
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GUÍA ERE. GRADO OCTAVO. PRIMER PERÍODO. IEM. MANUELA AYALA DE GAITÁN.
EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA: EL COMPROMISO
ENFOQUE ANTROPOLÓGICO
COMPETENCIA: SABER INTERPRETAR LA REALIDAD SOCIOCULTURAL
EVALUACIÓN INICIAL:
- Busco noticias relacionadas con las problemáticas de tribus urbanas, barras bravas
y pandillas.
- Redacto una interpretación del siguiente mapa conceptual:
FORMACIÓN INTELECTUAL
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-Si los tiburones fueran hombres -preguntó al señor K. la hija pequeña de su patrona-, ¿se
portarían mejor con los pececitos?
-Claro que sí -respondió el señor K.-. Si los tiburones fueran hombres, harían construir en
el mar cajas enormes para los pececitos, con toda clase de alimentos en su interior, tanto
plantas como materias animales. Se preocuparían de que las cajas tuvieran siempre agua
fresca y adoptarían todo tipo de medidas sanitarias. Si, por ejemplo, un pececito se
lastimase una aleta, en seguida se la vendarían de modo que el pececito no se les muriera
prematuramente a los tiburones.
Para que los pececitos no se pusieran tristes habría, de cuando en cuando, grandes fiestas
acuáticas, pues los pececitos alegres tienen mejor sabor que los tristes. También habría
escuelas en el interior de las cajas. En esas escuelas se enseñaría a los pececitos a entrar
en las fauces de los tiburones. Estos necesitarían tener nociones de geografía para mejor
localizar a los grandes tiburones, que andan por ahí holgazaneando. Lo principal sería,
naturalmente, la formación moral de los pececitos. Se les enseñaría que no hay nada más
grande ni más hermoso para un pececito que sacrificarse con alegría; también se les
enseñaría a tener fe en los tiburones, y a creerles cuando les dijesen que ellos ya se ocupan
de forjarles un hermoso porvenir. Se les daría a entender que ese porvenir que se les
auguraba sólo estaría asegurado si aprendían a obedecer. Los pececillos deberían
guardarse bien de las bajas pasiones, así como de cualquier inclinación materialista,
egoísta o marxista. Si algún pececillo mostrase semejantes tendencias, sus compañeros
deberían comunicarlo inmediatamente a los tiburones.
Si los tiburones fueran hombres, se harían naturalmente la guerra entre sí para conquistar
cajas y pececillos ajenos. Además, cada tiburón obligaría a sus propios pececillos a
combatir en esas guerras. Cada tiburón enseñaría a sus pececillos que entre ellos y los
pececillos de otros tiburones existe una enorme diferencia. Si bien todos los pececillos son
mudos, proclamarían, lo cierto es que callan en idiomas muy distintos y por eso jamás
logran entenderse. A cada pececillo que matase en una guerra a un par de pececillos
enemigos, de esos que callan en otro idioma, se les concedería una medalla al coraje y se
le otorgaría además el titulo de héroe. Si los tiburones fueran hombres, tendrían también su
arte. Habría hermosos cuadros en los que se representarían los dientes de los tiburones en
colores maravillosos, y sus fauces como puros jardines de recreo en los que da gusto
retozar. Los teatros del fondo del mar mostrarían a heroicos pececillos entrando
entusiasmados en las fauces de los tiburones, y la música sería tan bella que, a sus sones,
arrullados por los pensamientos más deliciosos, como en un ensueño, los pececillos se
precipitarían en tropel, precedidos por la banda, dentro de esas fauces. Habría asimismo
una religión, si los tiburones fueran hombres. Esa religión enseñaría que la verdadera vida
comienza para los pececillos en el estómago de los tiburones. Además, si los tiburones
fueran hombres, los pececillos dejarían de ser todos iguales como lo son ahora. Algunos
ocuparían ciertos cargos, lo que los colocaría por encima de los demás. A aquellos
pececillos que fueran un poco más grandes se les permitiría incluso tragarse a los más
pequeños. Los tiburones verían esta práctica con agrado, pues les proporcionaría mayores
bocados. Los pececillos más gordos, que serían los que ocupasen ciertos puestos, se
encargarían de mantener el orden entre los demás pececillos, y se harían maestros u
oficiales, ingenieros especializados en la construcción de cajas, etc. En una palabra: habría
por fin en el mar una cultura si los tiburones fueran hombres.3
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http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/mundo/brecht_peces.php
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FORMACIÓN PSICOMOTRIZ
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GUÍA ERE. GRADO NOVENO. PRIMER PERÍODO. IEM. MANUELA AYALA DE GAITÁN.
EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA: LA MORAL
ENFOQUE ANTROPOLÓGICO
EVALUACIÓN INICIAL:
FORMACIÓN INTELECTUAL
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-Investigo sobre la ética del discurso en Jürgen Habermas y represento su pensamiento en
un diagrama de espina de pescado (causa-efecto).
-Analizo el siguiente texto de Friedrich Schleiermacher y lo represento en un mapa
conceptual o en una espina de pescado (diagrama de causa-efecto).
-Investigo sobre la crítica que hace Nietzsche a Schleiermacher como “vendedor de velos”
-Investigo la biografía de Jürgen Habermas y de Friedrich Schleiermacher (de éste último
averiguo las características de su ateísmo)
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Según Schleiermacher, la metafísica y la moral ven al hombre como el centro del universo
y de todas sus relaciones, el cual constituye la condición de todo ser y causa de todo devenir,
así, el hombre no se concibe como parte del universo. Mientras que la religión busca ver al
hombre como un ser particular y finito dentro del Todo o Universo, que es manifestación o
huella de lo infinito. De este modo el hombre es sagrado y constituye una parte del Universo
Infinito. Para Schleiermacher, Dios es un elemento de la religión. Dios no es necesario para
que haya religión, ya que esta que no es dependiente de él, tener religión significa intuir el
universo, y sobre el modo como lo intuís. De esta manera, Schleiermacher no descarta la
posibilidad de un ateismo religioso.
FORMACIÓN PSICOMOTRIZ
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http://elnuevoagora.blogspot.com.co/2008/05/la-religion-en-schleiermacher.html
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GUÍA ERE. GRADO DÉCIMO. PRIMER PERÍODO. IEM. MANUELA AYALA DE GAITÁN.
EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA: PROYECTO DE VIDA
ENFOQUE ANTROPOLÓGICO
EVALUACIÓN INICIAL:
FORMACIÓN INTELECTUAL
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Las tres transformaciones de Nietzsche: Camello, León y Niño. Lectura de Nietzsche
en Así habló Zaratustra - De las transformaciones.
Nietzsche dedica en el libro Así habló Zaratustra un par de páginas a la descripción de las
tres transformaciones del hombre, la primera en camello, después león y al fin niño. En este
artículo el discurso del gran Zaratustra se adentra en la problematica de la libertad
individual: ¿piensa el hombre? y ¿quién piensa por el hombre?, preguntas que se formulan
acompañadas de la prosa y la agresividad del martillo.
Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se
transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa y ser
señor en su propio desierto. Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo
de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria. ¿Quién
es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? «Tú debes»
se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice «yo quiero». «Tú debes» le cierra el
paso, brilla como el oro, es un animal escamoso, y en cada una de sus escamas brilla
áureamente «¡Tú debes!». Valores milenarios brillan en esas escamas, y el más poderoso
de todos los dragones habla así: «todos los valores de las cosas - brillan en mí». «Todos
los valores han sido ya creados, y yo soy - todos los valores creados. ¡En verdad, no debe
seguir habiendo ningún “Yo quiero!”» Así habla el dragón. Hermanos míos, ¿para qué se
precisa que haya el león en el espíritu? ¿Por qué no basta la bestia de carga, que renuncia
a todo y es respetuosa? Crear valores nuevos - tampoco el león es aún capaz de hacerlo:
mas crearse libertad para un nuevo crear - eso sí es capaz de hacerlo el poder del león.
Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso
el león. Tomarse el derecho de nuevos valores - ése es el tomar más horrible para un
espíritu de carga y respetuoso. En verdad, eso es para él robar, y cosa propia de un animal
de rapiña. En otro tiempo el espíritu amó el «Tú debes» como su cosa más santa: ahora
tiene que encontrar ilusión y capricho incluso en lo más santo, de modo que robe el quedar
libre de su amor: para ese robo se precisa el león.
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Tentador, para el cristiano- es el que sube a la montaña para inducir a Jesús a pecar.
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Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha
podido hacer? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es
el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un
primer movimiento, un santo decir sí. Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa
un santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora
su mundo.
FORMACIÓN PSICOMOTRIZ
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«La Vaca Multicolor» traducción de la ciudad Kalmasadalmyra, visitada por Buda en sus peregrinaciones.
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http://www.microfilosofia.com/2011/10/las-tres-transformaciones-de-nietzsche.html
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GUÍA ERE. GRADO ONCE. PRIMER PERÍODO. IEM. MANUELA AYALA DE GAITÁN.
EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA: CONSTRUCTORES DE NUEVA HUMANIDAD
ENFOQUE ANTROPOLÓGICO
EVALUACIÓN INICIAL:
FORMACIÓN INTELECTUAL
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EL TRABAJO ENAJENADO (Karl Marx). MANUSCRITOS ECONOMICOS Y
FILOSOFICOS DE 1844
Cuando preguntamos, por tanto, cuál es la relación esencial del trabajo, preguntamos por
la relación entre el trabajador y la producción.
Hasta ahora hemos considerado el extrañamiento, la enajenación del trabajador, sólo en
un aspecto, concretamente en su relación con el producto de su trabajo. Pero el
extrañamiento no se muestra sólo en el resultado, sino en el acto de la producción, dentro
de la actividad productiva misma. ¿Cómo podría el trabajador enfrentarse con el producto
de su actividad como con algo extraño si en el acto mismo de la producción no se hiciese
ya ajeno a sí mismo? El producto no es más que el resumen de la actividad, de la producción.
Por tanto, si el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma ha de ser la
enajenación activa, la enajenación de la actividad; la actividad de la enajenación. En el
extrañamiento del producto del trabajo no hace más que resumirse el extrañamiento, la
enajenación en la actividad del trabajo mismo.
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo?
Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser;
en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino
desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo
y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el
trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo.
Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción
de una necesidad, sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del
trabajo. Su carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como
no existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste.
El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio,
de ascetismo. En último término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo
en que éste no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se
pertenece a sí mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía
humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente
de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del
trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.
De esto resulta que el hombre (el trabajador) sólo se siente libre en sus funciones animales,
en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en aquello que toca a la habitación y al atavío,
y en cambio en sus funciones humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en
lo humano y lo humano en lo animal.
Comer, beber y engendrar, etc., son realmente también auténticas funciones humanas.
Pero en la abstracción que las separa del ámbito restante de la actividad humana y las
convierte en un único y último son animales.
Hemos considerado el acto de la enajenación de la actividad humana práctica, del trabajo,
en dos aspectos: 1) la relación del trabajador con el producto del trabajo como con un objeto
ajeno y que lo domina. Esta relación es, al mismo tiempo, la relación con el mundo exterior
sensible, con los objetos naturales, como con un mundo extraño para él y que se le enfrenta
con hostilidad; 2) la relación del trabajo con el acto de la producción dentro del trabajo. Esta
relación es la relación del trabajador con su propia actividad, como con una actividad
extraña, que no le pertenece, la acción como pasión, la fuerza como impotencia, la
generación como castración, la propia energía física y espiritual del trabajador, su vida
personal (pues qué es la vida sino actividad) como una actividad que no le pertenece,
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independiente de él, dirigida contra él. La enajenación respecto de si mismo como, en el
primer caso, la enajenación respecto de la cosa.8
FORMACIÓN PSICOMOTRIZ
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http://pendientedemigracion.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/44mp/1.htm
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