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Heavy metal

género de música rock

No debe confundirse con heavy metal


tradicional, el primer género de la música
metal.
Heavy metal
Orígenes musicales Blues rock
Hard rock
Rock psicodélico
Orígenes culturales A fines de los años
sesenta en el Reino
Unido y Estados
Unidos.
Instrumentos Voz - guitarra eléctrica
comunes - bajo eléctrico -
batería
Popularidad Alta en los setenta y
más aún en los
ochenta. Declive en la
década posterior
debido al auge del
grunge. Popularidad
moderada en la
actualidad,
principalmente en
Estados Unidos,

Europa Japón y
Europa, Japón y
Latinoamérica.
Subgéneros
ver subgéneros del metal

El heavy metal, o simplemente


metal[1][2][3] —en español traducido
literalmente como «metal pesado»— , es
un género musical que nació a mediados
de los años sesenta y principios de los
setenta en el Reino Unido y en los
Estados Unidos, cuyos orígenes
provienen del blues rock, hard rock y del
rock psicodélico. Se caracteriza
principalmente por sus guitarras fuertes
y distorsionadas, ritmos enfáticos, los
sonidos del bajo y la batería son más
densos de lo habitual y por voces
generalmente agudas.

Hasta el día de hoy no existe un


consenso preciso que defina cuál fue la
primera banda de heavy metal, algunos
mencionan a Led Zeppelin[4] y Deep
Purple, mientras que otros dejan ese
sitial exclusivamente a Black Sabbath.[5]
Por aquel mismo tiempo, a finales de los
años 1960 y principios de los años 1970,
surgieron muchas bandas que si bien no
tuvieron el impacto mediático de las
mencionadas también fueron un aporte
al nacimiento del género como UFO, Blue
Cheer, Wishbone Ash, Budgie y Blue
Öyster Cult, entre otros. Posteriormente
surgieron agrupaciones como Scorpions,
Rainbow, Judas Priest, estos últimos
introdujeron la combinación del doble
bombo con ritmos rápidos en
semicorchea de bajo y guitarra, y
eliminaron las últimas influencias del
blues, y Motörhead, quienes incluyeron
algunos elementos del punk rock,
dándole un nuevo énfasis en la
agresividad y velocidad. En la segunda
mitad de los setenta y en pleno auge del
punk surgió la Nueva ola del heavy metal
británico, liderada por Iron Maiden, Saxon
y Def Leppard, que dio un nuevo valor al
género derivando en el nacimiento de
una posterior subcultura.
Con la llegada de los ochenta
comenzaron a aparecer los primeros
subgéneros del metal; por un lado el
glam metal que lideró las ventas y las
listas musicales de los principales
mercados y por el otro el metal extremo
que provenía de la escena underground.
De este último surgió con una amplia
popularidad el thrash metal liderada por
Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax.
Sin embargo, en la década posterior
dicho éxito comercial decayó ante el
auge de nuevos sonidos alternativos,
principalmente por el grunge.

Actualmente existe una infinidad de


subgéneros, cada uno con
características específicas y con
influencias de otros estilos como la
música clásica, música industrial, funk y
el rap, por ejemplo, que han ampliado la
definición de metal. A su vez, su
popularidad se ha incrementado durante
los últimos años principalmente en
Europa, Estados Unidos, Latinoamérica y
Japón.

Etimología
Hasta el día de hoy el origen exacto de
por qué se usa el término heavy metal en
el ámbito musical es desconocido. Lo
que sí es cierto es que durante varios
siglos dicha frase se empleó en la
química y en la metalurgia, y hace
alusión a algunos elementos químicos
que poseen ciertas características en
común (metal pesado). Uno de los
primeros usos en la cultura popular
ocurrió en 1961, cuando el escritor
estadounidense William Burroughs creó
el personaje Uranian Willy: The Heavy
Metal Kid en su novela The Soft
Machine.[6] En su siguiente obra Nova
Express de 1964, Burroughs volvió a
desarrollar el término para identificar a
una raza de alienígenas de Urano y
también a un tipo de música que
escuchaba una segunda raza; la gente
insecto.[7]
Según el historiador de música Ian
Christe su definición provendría del
lenguaje hippie; heavy sería un sinónimo
de potente o profundo y metal describiría
un estado de ánimo como la pesadez.[8]
En ese sentido la palabra heavy haría
referencia a las bandas que tocaban con
una amplificación mayor a lo que
interpretaba la música popular de
mediados de los sesenta. En cuanto a su
contexto musical las primeras
referencias al heavy metal sería el álbum
debut de Iron Butterfly llamado
precisamente Heavy, y su primer uso en
las líricas de una canción sería en «Born
to Be Wild» de los estadounidenses
Steppenwolf publicado en junio de
1968.[9]

Por otro lado, el primer documento


escrito que utilizó el término para
identificar a un tipo de música rock
apareció en una revisión de la revista
Rolling Stone, cuyo autor fue Barry
Gifford. Dicha revisión se escribió el 11
de mayo de 1968 y trató sobre el disco A
Long Time Comin' de la banda The
Electric Flag donde Gifford comentó:
«Nadie que haya escuchado a Mike
Bloomfield —como cantante o
instrumentista— en los últimos años
esperó algo como esto. Esta es una
nueva música soul, la síntesis del white
soul y el rock heavy metal».[10]

Hasta mediados de 1970 varios críticos


de revistas como la mencionada Rolling
Stone, The Village Voice o Creem
acuñaron la definición downer rock que
en nuestro idioma se definió como un
rock decepcionante, es decir, un tipo de
música que iba en contra de lo que hasta
ese entonces se conocía, como la
música de The Beatles por ejemplo. De
acuerdo a la publicación Classic Rock, el
downer rock giraba en torno al uso
excesivo de metacualona y vino.[11] Sin
embargo, ese término no duró mucho,
siendo reemplazado en su totalidad por
el heavy metal.[12] Cabe mencionar que
durante la primera parte de la década de
los setenta la prensa expresaba que el
hard rock y el heavy metal eran
sinónimos, por ello muchas de las
bandas que hoy se conocen como heavy
metal eran consideradas como hard rock
y viceversa.[13]

Características
Desde un principio el heavy metal se
caracterizó por poseer guitarras fuertes y
distorsionadas, junto a ritmos enfáticos.
Los sonidos del bajo y la batería son más
densos de lo habitual y las voces,
generalmente, agudas.[14] Con el pasar
de los años y con el surgimiento de sus
subgéneros dichas características se
enfatizaron, alteraron u omitieron, e
incluso en ciertas ocasiones se
agregaron nuevos atributos. Según el
periodista Jon Pareles de New York
Times: «En la taxonomía de la música
popular, el heavy metal es la mayor
subespecie del hard rock. Eso si, con
menos síncopa, menos blues, más
talento para el espectáculo y fuerza más
bruta».[15] La típica formación de una
banda consta de un baterista, un bajista,
un guitarrista líder, un guitarrista rítmico
y un cantante que en ocasiones puede
ser instrumentista. También puede incluir
a un teclista para engrosar el sonido en
los conciertos en vivo o en las
producciones de estudio, sin que este
sea necesariamente un miembro activo
de la agrupación.[16]

La guitarra eléctrica y la potencia que


proyecta a través de la amplificación ha
sido históricamente el elemento clave del
género, cuyo sonido proviene de un uso
combinado de altos volúmenes y una
gran distorsión.[17][18] A lo largo de los
años los guitarristas han innovado en las
técnicas y efectos que produce el
instrumento como el tresillo, seisillo,
palm mute, bend, hammer-on, tapping y el
sweep-picking principalmente. Además,
es muy importante el riff, el power chord
y sobre todo el solo que definen a una
canción y al subgénero en la que se
interpreta. También el guitarrista cumple
un rol importante en el heavy metal que
en ocasiones provoca una tensión
amistosa con el vocalista, para definir
quién es el frontman de una
agrupación.[16]

El fallecido vocalista Ronnie James Dio en el año


2009.
Por otro lado, y como ya se mencionó
anteriormente, una banda puede tener a
dos guitarristas; uno líder y otro rítmico,
pero hay casos donde es uno solo o en
situaciones específicas pueden ser
incluso tres. Además, en algunas bandas
los guitarristas aplican el término twin-
guitars —guitarras gemelas en nuestro
idioma— donde ambos pueden ser
líderes, tocando simultáneamente un
solo o intercalando su participación
dentro de este. Una de las primeras
bandas que aplicó dicho concepto fue
Wishbone Ash, sin embargo, varios
críticos sitúan a Judas Priest y a
Scorpions —estos últimos durante sus
primeros años— como las agrupaciones
que realzaron y engrosaron dicha
técnica.[19][20]

Otro de los elementos importantes es la


voz que de acuerdo al crítico Simon Frith;
«... el tono [de la voz] es mucho más
importante que las letras de las
canciones».[21] La voz se caracterizó en
un principio por ser aguda, con un gran
uso del vibrato y una amplitud enorme de
octavas. Algunos de los cantantes que
cumplen con dichos factores son Ian
Gillan de Deep Purple, Bruce Dickinson
de Iron Maiden y el fallecido Ronnie
James Dio, por ejemplo. Otra de las
técnicas que se utiliza y que no poseen
todos los cantantes es el falsete, algunos
de ellos tienen un dominio perfecto de
esta técnica sin afectar su voz como por
ejemplo Rob Halford de Judas Priest y
King Diamond. Con el pasar de los años
algunos vocalistas emplearon un tono
más rudo y más alejado a la agudeza
propia del género. Uno de los primeros
fue Lemmy Kilmister de Motörhead, que
incluyó una voz rasposa y que fue un
punto clave en los posteriores cantantes
del thrash metal, death metal y black
metal. Estos se caracterizan por tener
una voz gutural; una técnica que utiliza
sonidos graves, similares a gruñidos y
que en ocasiones provoca una difícil
comprensión de las letras de sus
canciones.[22] A pesar que las voces del
metal son principalmente masculinas, las
mujeres también han incursionado en el
género como es el caso de Kim
McAuliffe de Girlschool y la alemana
Doro, considerada como la «reina del
heavy metal».[23]

Una clásica configuración de batería, en este caso la


de Simon Phillips.

Por su parte, el bajo, los teclados y la


batería cumplen un rol importante en la
sección rítmica. El bajo proporciona una
gama de sonidos bajos que son
cruciales en la música, que varían en
complejidad desde ser solo
acompañamiento rítmico a participar en
la interacción de la guitarra líder y
rítmica.[24] Al igual que los guitarristas, el
bajista puede utilizar algunas técnicas en
las cuerdas como el tapping y el número
de ellas pueden variar desde las cuatro a
seis dependiendo del subgénero que se
interpreta. En ciertas situaciones
también el bajista suele ser el músico
principal de una agrupación como en
Motörhead por ejemplo. En cuanto a la
batería, esta debe crear un ritmo fuerte y
constante basándose en la velocidad,
potencia y precisión. Según los autores
Mick Berry y Jason Gianni: «El baterista
requiere una cantidad excepcional de
resistencia, una velocidad considerable,
una coordinación y una destreza
absoluta para tocar los intrincados
patrones del metal».[25] Una de las
características propias del batería del
metal es la utilización del cymbal choke,
que es tocar los platillos y silenciarlos
rápidamente con la mano.[25] En adición
a ello la configuración del número de
tambores, bombos y platillos es
normalmente mayor a lo que se emplea
en otros tipos de música rock.[24]
Por último, los teclistas pueden engrosar
el sonido de una canción con el órgano,
los sintetizadores y los teclados
propiamente tal. Su sonido proviene
principalmente del rock psicodélico y se
efectúa en su gran mayoría como
acompañamiento rítmico para dar un
ambiente más oscuro.[26] Aun así, hay
casos donde el teclista puede interpretar
solos como por ejemplo Jon Lord en
Deep Purple y Mic Michaeli en Europe.
También otro músico de la banda puede
cumplir dicho rol, como es el caso del
guitarrista Eddie Van Halen de la banda
del mismo nombre. Además, existen
situaciones donde el teclista puede ser
un músico de sesión en las producciones
de estudio o en los conciertos en vivo.

Lenguaje musical
Ritmo y tiempo

Un ejemplo de un típico patrón rítmico usado en el


heavy metal, creado por la guitarra rítmica y la
batería.

rhythm audio
0:00 / 0:00
Según la socióloga enfocada en la
cultura musical, Deena Weinstein, el
ritmo del género es enfático y posee
tensiones deliberadas. Weinstein
observa que los diferentes efectos
sonoros disponibles en los bateristas,
proporcionan un patrón rítmico que
asume una gran complejidad.[24] En
muchas de sus canciones el groove
principal es corto, de dos a tres notas,
que generalmente se componen de
corcheas y semicorcheas. Esta
estructura rítmica principalmente se
acompaña de varios staccatos, hechos
por la técnica del palm mute del
guitarrista rítmico.[27]
La principal característica del ritmo es el
riff que crea el gancho temático de una
canción denominada hook. Esta
estructura también se emplea de manera
más lenta, añadiéndoles redondas y
acordes enteros para así crear una power
ballad.[24] En cuanto a su tempo era
generalmente lento durante sus primeros
años, pero a partir de mediados de los
setenta este aumentó dando origen al
speed metal y posteriormente al power
metal. Los tempos del metal varían desde
la lentitud de una balada (60 pulsaciones
por minuto) a extremadamente rápidos
creados por el blast beat (350
pulsaciones por minuto).[25]
Estructura típica de la
armonía

El heavy metal se basa generalmente en


el riff que es creado a partir de tres
rasgos armónicos principales;
progresiones de la escala modal, tritono
y/o progresiones cromáticas y el uso del
pedal point. El heavy metal tradicional o
también llamado clásico tendió a utilizar
las escalas modales, en especial el
modo eólico y el modo frigio, que en
términos prácticos y para dar un ejemplo
sería (la, si, do, re, mi, fa, sol y la) y (fa, sol
♭, la ♭, si ♭, do, re ♭, mi ♭ y fa)
respectivamente.[28]
El tritono se ha empleado en el metal en
varias progresiones de acordes y que se
define como un intervalo que abarca tres
tonos enteros, por ejemplo do y fa ♯.[1]
Dicha disonancia fue prohibida en la
música eclesiástica medieval, ya que los
monjes consideraban que eran tonos del
diablo a lo que ellos titularon como
diabolus in música, que al español se
traduce como «el diablo en la música».
Desde el principio el género utilizó el
tritono tanto en los riff como en los solos
de guitarra, y debido a ello y durante sus
primeros años, se apodaba como música
diabólica.[29]
Por su parte, el pedal point generalmente
se ha usado como base armónica de
muchas de las canciones del metal. En
simples palabras se puede definir como
un tono bajo sostenido, por la cual se
mueve a través de otros (tonos)
brindando un cambio en la armonía.[30]

Volumen

La necesidad del aumento de volumen


provino de artistas como Cream, Jimmi
Hendrix, The Who y en especial de Blue
Cheer, que en palabras de su vocalista
Dickie Peterson: «Lo único que sabíamos
era que queríamos más poder».[31] Según
el psicólogo Jeffrey Arnett en su libro
Metalhead considera que el volumen de
los conciertos es como «el equivalente
sensorial de la guerra».[32] Por su parte,
la doctora Weinstein aclara que es vital
para cualquier banda de metal y además
argumenta que: «...de la misma manera
que la melodía es el elemento principal
del pop y el ritmo es el foco principal de
la música house; el sonido, timbre y
volumen potente son los puntos claves
del heavy metal».[17]
Yngwie Malmsteen, uno de los principales
exponentes del metal neoclásico.

A mediados de los ochenta el volumen


era tan importante como el espectáculo
mismo para algunos grupos como
Accept, Motörhead y Manowar. Incluso
estos últimos ingresaron al Libro
Guinness de los récords en 1984 como la
«banda más ruidosa del mundo».[33] Sin
embargo, y diez años más tarde,
rompieron su propio récord ya que
durante una presentación en vivo en
Hannover, tocaron a 129.5 decibelios
generados por diez toneladas de
amplificadores.[34] Aun así, el récord no
fue registrado en el libro Guinness luego
que retiraron dicha categoría afirmando
que no alentarán los daños auditivos.

Relación con la música


clásica
Desde un principio el heavy metal ha
tenido una fuerte relación con la música
clásica, que de acuerdo al musicólogo
Robert Walser; «es la mayor influencia
para el género desde sus primeros
años». Él argumenta que los guitarristas
son los más influenciados y que la
adaptación y apropiación de la música
clásica desarrolló el virtuosismo de
dichos músicos.[35] En un artículo escrito
para Grove Music Online, Walser
menciona; «...los años ochenta trajeron
una adaptación generalizada de las
prácticas de acordes de los modelos
europeos del siglo XVIII, especialmente
de Johann Sebastian Bach y de Antonio
Vivaldi».[36] Por su parte, Kurt Bachmann
de la banda Believer opina que; «la
música clásica y el metal son
probablemente los géneros que tiene
más en común en cuanto a sentimiento,
textura y creatividad».[37]
El guitarrista Ritchie Blackmore de Deep
Purple se ha considerado como el primer
interlocutor entre la música clásica y el
heavy metal siendo Concerto for Group
and Orchestra de dicha banda, la primera
producción que unió una orquesta y un
grupo de rock. Posteriormente Jason
Becker, Uli Jon Roth, Marty Friedman,
Eddie Van Halen, Randy Rhoads e Yngwie
Malmsteen dieron un mayor hincapié en
la mezcla de ambos estilos musicales y
llevaron a mediados de los ochenta a la
creación definitiva del subgénero metal
neoclásico.[36] Ya a fines de los noventa y
principios del siglo XXI, diversos grupos
han retomado la relación de su música
con orquestas sinfónicas para
producciones de estudio o conciertos en
vivo como es el caso de Scorpions,
Metallica y Kiss, entre otros.

Temas

Rammstein es uno de los grupos que ha causado


más polémica a nivel mundial por sus letras y su
imagen, Suelen tocar tabúes y temas controvertidos
como el sadomasoquismo, incesto, violación, el
abuso sexual por parte del clero, necrofilia,
canibalismo y los símbolos religiosos.
El contenido temático del heavy metal ha
sido durante mucho tiempo un objeto de
críticas, cuyas opiniones van de que solo
son temas juveniles y banales a que son
defensores del ocultismo y de la
misoginia.[38] Según los críticos David
Hatch y Stephen Millward las bandas del
metal han concentrado sus letras «en la
materia oscura y deprimente, en una
medida sin precedentes hasta ahora para
cualquier forma de música popular».[39]
De acuerdo a ellos el disco Paranoid de
Black Sabbath sería el precursor de las
letras oscuras, cuyas líricas van desde el
trauma personal en «Paranoid» y «Fairies
Wear Boots» a temas de guerras como
en «War Pigs».[39]
Cabe mencionar que los temas que se
tratan en las canciones dependen
exclusivamente de las bandas y del
subgénero que se interpreta. Durante los
años setenta agrupaciones como los
mencionados Black Sabbath, Led
Zeppelin, Deep Purple, Rainbow, Blue
Öyster Cult, Judas Priest, Scorpions y
Kiss entre otros, emplearon en varias de
sus canciones temas como el ocultismo,
violencia, sexo, muerte, fantasía,
alcoholismo, drogadicción y el amor. Con
la llegada de los ochenta y con la
creación de los respectivos subgéneros,
dichos conceptos fueron abordados con
mayor especificación como es el caso
del metal extremo (violación,
aniquilación, suicidio e inquisición, etc),
el glam metal (sexo, orgías, fiestas,
drogas y prostitución) y en la Nueva ola
del heavy metal británico (velocidad,
motocicletas, mitología y ciencia ficción).

A pesar de la diversidad de conceptos


que tratan las bandas, estas no
estuvieron ausentes de problemas
legales. Durante la década de los
ochenta el organismo Parents Music
Resource Center pidió al Congreso de los
Estados Unidos regular los contenidos
de la industria musical, en especial las
canciones de heavy metal.[38] Además,
crearon la lista Filthy Fifteen, las quince
asquerosas en español, que eran
canciones que según ellos debían ser
censuradas y de las cuales nueve son de
agrupaciones del género, entre ellas
«Possessed» de Venom e «Into the
Coven» de Mercyful Fate.[40]

Por último, en algunos países


musulmanes el heavy metal se ha
denunciado como una amenaza a los
valores tradicionales de la religión. En
ciertos estados como Marruecos, Egipto,
Líbano y Malasia, se han dado casos de
músicos y fanáticos del género que han
sido arrestados y encarcelados por tratar,
o según sus legislaciones «defender», los
temas ya mencionados.[41][42]
El heavy metal como
subcultura
La doctora Weinstein argumenta que el
heavy metal ha sobrevivido a muchos
otros géneros del rock, en gran parte
debido a la aparición de una extensa
subcultura mayormente masculina.[43] En
sus propias palabras: «Esta es solo
tolerante con los que siguen sus códigos
de vestimenta, apariencia y de
comportamiento», además; «no solo se
fortalece con ir a un concierto y
compartir ciertos elementos en la moda,
sino también revistas de metal y
últimamente páginas webs».[44] A su vez
define que la escena del heavy metal
establece su propio código de
autenticidad, que pone varias exigencias
a los artistas: «Deben estar
completamente dedicados a su música y
leal a la subcultura que los soporta,
deben ser desinteresados en las radios o
el llamado mainstream y nunca deben
venderse».[45] Además y para algunos
aficionados se suma la oposición a la
autoridad establecida y la separación del
resto de la sociedad.[46]

Para el músico y cineasta Rob Zombie


afirma que el metal es «música de afuera
para niños de afuera».[1] Por su parte,
algunos estudiosos del tema afirman
que: «Existe una tendencia de parte de
los fanáticos de clasificar y rechazar
algunos artistas, y en ciertos casos a
otros seguidores. También es propia de
los fanáticos de considerar poseros a los
que pretenden ser parte de la subcultura,
pero que carecen de autenticidad y
sinceridad».[47]

Apariencia e imagen

Muñequera con pinchos


La imagen y la apariencia juega un papel
importante para algunos artistas, que
incluso van de la mano con las letras y el
sonido. Dicha imagen se expresa en las
carátulas de los discos, logotipos,
escenografías, vestuario y en los vídeos
musicales.[48]

Un rasgo característico tanto en los


artistas como en los fanáticos —aunque
no en todos los casos— es el pelo largo y
desgreñado que según Weinstein es la
«característica distinguida más crucial
de la moda metal».[49] Adoptado
originalmente de la subcultura hippie, el
cabello de los metaleros por los años
ochenta y noventa «simbolizaba el odio,
la angustia y el desencanto por el
sistema de una generación que no
parece sentirse en casa», según el
periodista Nader Raham. Además,
Raham comenta que el pelo largo dio a la
comunidad metal «el poder que ellos
necesitaban para rebelarse contra nada
en general».[50]

El uniforme clásico de los seguidores a


grandes rasgos consiste en pantalones
jeans, poleras negras, chaquetas de
cuero o jeans, chaleco de parches y
botas militares. Por su parte, las
camisetas son generalmente
estampadas con los logos u otra
representación visual de las bandas
favoritas. Además, pueden incluir
elementos del masoquismo y del
fetichismo sexual como cadenas,
pinchos metálicos, cráneos, cruces y
cuero. En los años ochenta una variedad
de fuentes, desde la música punk y
gótica a las películas de terror, han
influenciado ese aspecto superficial o
visual del metal.[51]

También y en la década de los setenta


muchos artistas comenzaron a utilizar
instrumentos brillantes, coloridos y con
formas peculiares para realzar sus
puestas en escena. Dicho estilo fue muy
importante para las bandas del glam
metal, que tenían pelos largos y teñidos
con un aspecto agresivo y que dio origen
al llamado hair metal. Además poseían
ropa llamativa, incluyendo camisas y
chalecos de leopardo pegadas a la piel,
botas de vaqueros apretados, pantalones
de spandex o cuero y accesorios tales
como cintas y joyas.[52] De igual manera
el maquillaje era importante y que
consistía en delineadores de ojos y
lápices labiales. Por su parte, en Japón e
influenciados por la banda X Japan,
surgió el movimiento llamado visual kei
que incluye muchas bandas que no
necesariamente son metaleras y que dan
importancia a elaborados trajes, estilos
de cabello y maquillaje.[53]
Gestos físicos

Headbanger.

Dentro de la subcultura del heavy metal,


el metalero, heavies u originalmente
denominados metalheads han creado
ciertas posturas físicas que van en
apoyo de la vestimenta, carácter y jerga.
Uno de ellos es el headbanging, que es
agitar la cabeza al ritmo de la música y
que es enfatizado por el pelo largo, y que
fue creada por varios músicos en las
presentaciones en vivo.[54]

Otro de los gestos típicos es la mano


cornuta o también llamada la «mano del
diablo», que consiste en empuñar la
mano pero manteniendo los dedos índice
y meñique estirados. Uno de los primeros
en enfatizar esta postura fue el vocalista
Ronnie James Dio, principalmente
mientras estaba en Black Sabbath y
luego en Dio.[1] Según él es una seña
popular de un pueblo italiano donde vivía
su abuela, a la cual llamaban malocchio y
que servía para ahuyentar a los malos
espíritus. Dicho gesto también se le
atribuye al bajista Gene Simmons de
Kiss, que la realizó en la portada del
álbum Love Gun de 1977, pero que se
diferencia con la anterior por tener el
pulgar también estirado.[55]

También la doctora Weinstein menciona


que el baile no es parte de los metaleros
y que se debe a que el público es
mayoritariamente masculino, y a la
«extrema ideología heterosexual de la
audiencia». Ella distingue dos tipos de
posturas que sustituyen al baile; el
headbanging y el estiramiento del brazo,
que a su vez es un signo de desprecio y
un gesto rítmico.[56] Por último, agrega
que es muy popular entre los fanáticos el
air guitar, que consiste en simular tocar
una guitarra tanto en los conciertos
como cuando se escucha un disco en la
casa.[57]

Historia
Antecedentes: fines de 1950
y mediados de los años
sesenta

La manera de tocar la guitarra en cuanto


a power chord y riff provino de la década
de los cincuenta, principalmente de
guitarristas del blues eléctrico y del
memphis blues como Joe Hill Louis,
Willie Johnson y en especial de Pat
Hare.[58] Este último interpretó una de las
primeras distorsiones en el power chord,
en la canción «Cotton Crop Blues» del
vocalista estadounidense James Cotton
y que data de 1954.[59] Ya a fines de los
cincuenta y principios de los sesenta las
canciones «Rumble» de Link Wray
(1958), «Let's Go Trippin'» (1961) y
«Misirlou» (1962) del guitarrista Dick
Dale, y el cover de «Louie Louie»
realizado por The Kingsmen (1963) son
consideradas como el estándar del
garage rock y con ello una influencia
temprana del heavy metal.[60]

Sin embargo, la influencia directa del


género provino del blues y que tuvo una
gran repercusión en las bandas
británicas de mediados de los sesenta.
Agrupaciones como The Rolling Stones y
The Yardbirds desarrollaron el blues rock
con temas clásicos del blues, pero con
un tempo acelerado. Como consecuencia
de este experimento musical las bandas
británicas desarrollaron un nuevo estilo
de guitarras distorsionadas y fuertes, y
que se convertiría en una de las
características del género.[61] Dentro de
este nuevo sonido la canción «You Really
Got Me» de The Kinks (1964) jugó un
papel importante.[61][62]

El emergente sonido distorsionado de


guitarras fue facilitado por la nueva
generación de amplificadores y pedales
de efectos como el fuzz tone, con el que
experimentaron guitarristas como Dave
Davies (The Kinks), Pete Townshend
(The Who) y Jeff Beck (The
Yardbirds).[63] Por su parte, los estilos de
batería del blues rock, basados en
modelos pequeños y simples, fueron
sustituidos por una técnica más
compleja y sonora para poder
equipararse con el volumen de las
guitarras amplificadas.[64] De manera
similar, los vocalistas modificaron su
técnica e incrementaron su dependencia
con la amplificación, a menudo
consiguiendo voces más estilizadas y
dramáticas.
La combinación de blues rock con el rock
psicodélico formó en gran parte la base
original del heavy metal. Una de las
bandas más importantes en fusionar
estos géneros fueron los británicos
Cream, quienes ejemplificaron el
concepto de power trio que
posteriormente se convertiría en habitual
dentro del metal.[65] Por su parte, sus dos
primeros discos; Fresh Cream de 1966 y
Disraeli Gears de 1967, son vistos como
prototipos esenciales del futuro género.
De igual manera el álbum debut de The
Jimi Hendrix Experience, Are You
Experienced (1967), también logró una
gran influencia principalmente por la
técnica de Hendrix y por su canción
«Purple Haze», que para ciertos críticos
es identificada como el primer hit del
heavy metal.[61]

El metal a finales de los


sesenta y comienzos de los
setenta

Hasta el día de hoy no existe un


consenso claro de parte de los críticos,
para definir cual fue la primera banda del
heavy metal. Muchos de los críticos
estadounidenses dan su apoyo a Led
Zeppelin, mientas que los comentaristas
británicos dan crédito a Black Sabbath y
Deep Purple. También y en otros casos
se nombran a Iron Butterfly, Steppenwolf,
Vanilla Fudge o Blue Cheer como los
pioneros del género.[66]

En lo que si llegan a coincidir es que en


1968 el sonido que se llamaría heavy
metal empezó a crearse. En enero de ese
año los estadounidenses Blue Cheer
publicaron su sencillo «Summertime
Blues» —cover de Eddie Cochran— que se
extrajo de su álbum debut Vincebus
Eruptum y que es considerado como el
primer registro del verdadero heavy
metal.[67] En el mismo mes Steppenwolf
debutó con su álbum homónimo y que
incluyó el sencillo «Born to Be Wild» que
hace alusión a las motocicletas con el
término «heavy metal thunder». Ya en
junio Iron Butterfly lanzó el disco In-A-
Gadda-Da-Vida que contenía el éxito del
mismo nombre y que también se postuló
como una de las primeras grabaciones
del género.

Otras producciones que se consideran


como proto-heavy metal, se encuentra el
álbum Truth de The Jeff Beck Group
publicado en agosto de 1968,[68] la
canción «Helter Skelter» de The Beatles y
que salió a la venta en noviembre,[69] y
las canciones «I See You» y «Old Man
Going» del disco S.F. Sorrow de los
británicos The Pretty Things, publicado
en diciembre del mismo año.[70] Además,
algunos críticos han considerado que las
bandas MC5 y The Stooges influyeron
directa y principalmente en la distorsión
del sonido de las posteriores
agrupaciones de punk y más tarde al
heavy metal.[71][72] Por último, algunos
grupos ajenos al futuro género musical,
endurecieron su sonido en ciertas
canciones como es el caso de «Ibiza
Bar» y «The Nile Song» de Pink Floyd
consideradas como las canciones más
pesadas que el grupo alguna vez
creó.[73][74] También el tema «21st
Century Schizoid Man» de King Crimson
fue tildado como proto-heavy metal.[75]
Kiss (con Ace Frehley como guitarra líder), fue una
de las bandas más influyentes para el heavy metal.

Para 1969 Led Zeppelin debutó con su


álbum homónimo que incluyó dos
aspectos cruciales para el emergente
género; guitarras fuertes y
distorsionadas por parte de Jimmy Page
y una voz dramática y con grandes
agudos de parte de Robert Plant.[76] A su
vez y a fines de ese año Ian Gillan y
Ritchie Blackmore renovaron el sonido de
Deep Purple, dejando atrás la
experimentación de estilos de sus
primeros años para asimilar
completamente el hard rock y en buena
medida el heavy metal lo cual plasmaron
en su álbum In Rock. A principios de
1970, Black Sabbath debutó con su
álbum homónimo, cuyas canciones
estaban cargadas de letras oscuras.
Asimismo, el guitarrista Tony Iommi,
luego de sufrir un accidente en su trabajo
que le significó perder la punta de sus
dedos corazón y anular de la mano
derecha, adaptó unas prótesis de goma
en sus dedos y bajó la afinación de la
guitarra con el fin de que las cuerdas
quedaran menos tensas para no
provocarle dolor. De esta manera, creó la
tonalidad característica del género
(C♯).[77]

Aun así, algunos críticos han


considerado que en 1970 se dio un
principal desarrollo a este nuevo género
musical, principalmente por las
producciones Black Sabbath y Paranoid
de Black Sabbath e In Rock de Deep
Purple.[18] En ese mismo año dos bandas
británicas debutaron pero con un sonido
diferente al que posteriormente se
hicieron conocidos; Uriah Heep con Very
'eavy... Very 'umble y UFO con UFO 1. Por
su parte, Wishbone Ash hicieron su debut
con su disco homónimo que contenía las
primeras twin-guitars. Cabe mencionar
que las letras oscuras de Black Sabbath
y Uriah Heep fueron muy importantes
para el desarrollo del metal, a tal punto
que Led Zeppelin asimiló dichos
elementos en su cuarto álbum lanzado
en 1971.[78] Estas mismas líricas oscuras
fueron fundamentales también para el
debut de Budgie en 1971, quienes fueron
uno de los primeros grupos de heavy
metal en nacer como power trio.[79]

Por su parte, los estadounidenses


Bloodrock publicaron su disco
homónimo en marzo del mismo año y
que incluyó riff de metal, letras sádicas y
macabras, y voces bruscas.[80] En
diciembre Sir Lord Baltimore iniciaron su
carrera con Kingdom Come, considerado
como punto clave para el posterior
progreso del metal realizado en los
Estados Unidos. Otras bandas
estadounidenses que se identificaron
con el metal emergente fueron Blue
Öyster Cult (1972), Aerosmith (1973) y
Kiss (1974) que en su momento fue
considerada la banda más extrema de
rock.[81] Mientras que desde Alemania
salieron los exponentes Lucifer's Friend
(1970) y Scorpions con Lonesome Crow
de 1972. También otros grupos se
identificaron con el recién creado heavy
metal, a pesar de poseer más
características del hard rock y del rock
progresivo como es el caso Queen con
su producción homónima de 1973, los
irlandeses Thin Lizzy (1971), los
escoceses Nazareth (1971) y los
australianos AC/DC con High Voltage de
1975.

Mención aparte es para los británicos


Judas Priest que debutaron en 1974 con
Rocka Rolla, y que de acuerdo a Christe:
«... unificaron y amplificaron los duelos
de guitarras de Thin Lizzy, la puesta en
escena de Alice Cooper y las voces
dramáticas de Queen. Por primera vez, el
heavy metal se convirtió en un verdadero
género en sí mismo».[82]

El heavy metal a mediados de


los años setenta
Judas Priest, una de las bandas más representativas
del heavy metal.

Durante los primeros años de la segunda


mitad de los setenta, la popularidad del
metal continuaba en alto en varios países
anglosajones, europeos y en Japón. A su
vez, aparecieron nuevas agrupaciones
como Motörhead y Rainbow, este último
formado luego de la salida de Ritchie
Blackmore de Deep Purple. Para el crítico
Steve Huey de Allmusic considera que
1976 es el año crucial para la evolución
del género gracias a los discos Rising de
Rainbow, Virgin Killer de Scorpions y Sad
Wings of Destiny de Judas Priest.[83]

Las diversas agrupaciones continuaron


agregando nuevos atributos al género
como es el caso de Judas Priest con Sin
After Sin de 1977, que introdujo la
combinación del doble bombo con
ritmos rápidos en semicorchea de bajo y
guitarra, que llegó a definir el género.[84]
También dicha banda junto a Motörhead,
UFO, Scorpions y Rainbow aceleraron el
tempo de sus canciones dando paso al
speed metal. Por último, las giras de
conciertos eran cada vez más extensas y
las presentaciones como tal eran cada
vez eran más elaboradas.[18]

Durante esos años nuevos grupos


comenzaron a aparecer en la escena
underground del Reino Unido como Iron
Maiden, Saxon, Def Leppard y Diamond
Head, entre muchas más. Estas
influenciadas por la mezcla de heavy
metal tradicional y la velocidad de punk
dieron paso a la llamada Nueva ola del
heavy metal británico. Por su parte, en
los Estados Unidos surgieron bandas
como Van Halen, Dokken y Quiet Riot que
en la década posterior obtendrían un
gran éxito en los mercados mundiales.
Sin embargo, durante los últimos años de
la década varias bandas clásicas se
separaron o realizaron hiato como Blue
Cheer, Steppenwolf o Deep Purple por
mencionar algunos. Además, las ventas
del metal disminuyeron drásticamente
por el auge del punk rock, la música
disco y el rock más comercial.[85]

Los años ochenta y el éxito


comercial

Iron Maiden, la banda a la cabeza de la Nueva ola


,
del heavy metal británico.

Durante la década de los ochenta la


popularidad del metal retornó a los
principales mercados del mundo,
estableciendo un éxito comercial hasta
ese entonces nunca antes visto.[86] Por
un lado, esta nueva oleada de
agrupaciones británicas posicionaron al
género en los top diez de las listas
inglesas con discos como el homónimo
de Iron Maiden y Wheels of Steel de
Saxon, como también por Heaven and
Hell de Black Sabbath, Ace of Spades de
Motörhead y British Steel de Judas
Priest. Incluso el directo No Sleep 'til
Hammersmith de Motörhead llegó hasta
el primer puesto en los UK Albums Chart,
convirtiéndose en el primer álbum del
género en lograr el top 1 en dicha lista.[87]

Esta popularidad también ayudó a otros


artistas musicales como Michael
Schenker Group, Gary Moore, Ozzy
Osbourne y Gillan a situarse en los
primeros puestos en varias listas
europeas. Con un éxito menor en ventas
pero no por ello menos importante
grupos como Diamond Head, Venom,
Praying Mantis, Angel Witch o Blitzkreig
tuvieron una importante influencia en el
desarrollo del heavy metal posterior.[88]

Aun así la escena británica no fue la


única en popularizar el heavy metal, ya
que desde principios y mediados de los
setenta el género ganó una enorme
atención en Alemania. Tanto Scorpions
como Lucifer's Friend elaboraron el hard
rock/heavy metal alemán, que más tarde
continuaron desarrollando Accept,
Running Wild, Axel Rudi Pell, Grave
Digger y Warlock. Por su parte, en los
Estados Unidos surgió una nueva ola de
bandas más underground y en
contraposición al glam metal como
Manilla Road, Alcatrazz y Manowar.
Estos últimos dieron a partir de sus
letras un enfoque filosófico al significado
del metal y al orgullo de ser metalero,
bajo la consigna de que el heavy metal
nunca morirá. Sin embargo, estos no
serían los únicos países en desarrollar el
metal, ya que desde España surgieron
Barón Rojo, Obús, Ángeles del Infierno y
Los Suaves, y también desde Argentina
aparecieron los primeros grupos de
Sudamérica como Riff y V8. Por su parte,
desde Suiza aparecería Krokus y desde
Suecia, Europe.

Entre 1983 y 1984 las ventas de las


bandas del heavy metal aumentaron de
un 8% a un 20% de entre todos los discos
comercializados en los Estados
Unidos.[89] Esta alza también se reflejó
en varios países europeos y Japón, y que
se vio apoyado por los medios de
comunicación entre ellos la naciente
MTV y las revistas profesionales Metal
Hammer y Kerrang!. En 1985 la revista
Billboard declaró: «...el metal ha
ampliado su audiencia; la música metal
ya no es dominio exclusivo de los
adolescentes varones. Dicha audiencia
va desde mujeres (universitarias), pre-
adolescentes y más».[90] Además, el
género fue apoyado por la aparición de
grandes festivales como el Monsters of
Rock, Rock in Rio y sobre todo por el US
Festival de 1983, que durante el día del
heavy metal donde tocaron Van Halen,
Scorpions, Judas Priest, Ozzy Osbourne,
Mötley Crüe, Triumph y Quiet Riot reunió
a más de 375 000 personas,
convirtiéndose en el día más concurrido
de todo el certamen.[91]

W.A.S.P.

La década también vio el auge y la caída


de uno de los subgéneros más
controversiales, el glam metal, que tuvo
su origen en la costa oeste de los
Estados Unidos específicamente en los
clubes y bares del Sunset Strip en Los
Ángeles. Esta nueva oleada de bandas
estaban inspiradas en el heavy metal
tradicional, el hard rock de Van Halen,
Alice Cooper, Kiss y Aerosmith, pero
principalmente en la estética visual del
glam rock de los setenta.[92]

Los primeros grupos comenzaron a


aparecer en la escena estadounidense a
principios de los ochenta como Kix
(1981), Twisted Sister con Under the
Blade de 1982, Mötley Crüe con Too Fast
for Love de 1981, Ratt con Out of the
Cellar de 1984 y W.A.S.P. con su disco
homónimo de 1984. Además, estas
agrupaciones poseían un estilo de vestir
más glamoroso; pantalones y chaqueta
de cuero frecuentemente coloridos,
botas tejanas, pañuelos en la cabeza,
pelo rizado y largo, y uso frecuente de
maquillaje.[52] Este nuevo estilo también
recaló en España donde surgieron
bandas como Sangre Azul, Bella Bestia y
Niágara.

A mediados de los ochenta el glam metal


dominaba las listas musicales, la música
en televisión y los principales circuitos de
conciertos en los Estados Unidos.[93]
Además, una gran cantidad de
agrupaciones siguieron apareciendo
como Poison, Cinderella, Warrant y sobre
todo Bon Jovi, que gracias a su disco
Slippery When Wet se convirtieron en uno
de los grupos glam más vendedores de
aquella década. Sin embargo, el glam
lentamente comenzó su declive durante
los últimos años de la década, debido a
la aparición de nuevas bandas como
Guns N' Roses con un sonido más
cargado al hard rock de los setenta y a
Jane's Addiction identificados como uno
de los primeros exponentes del metal
alternativo.[94]

Nuevos subgéneros del metal:


década de los ochenta,
noventa y años 2000

Durante la década de los ochenta


muchos subgéneros se desarrollaron
lejos de la escena comercial y desde
entonces varios han sido los intentos por
clasificar este mundo del metal
underground, tanto por editores de
Allmusic o Rolling Stone, como también
por el crítico Garry Sharpe-Young. De
acuerdo a Sharpe-Young este circuito
underground se divide en cinco grandes
categorías; doom metal, thrash metal,
death metal, power metal y black
metal.[95]

Doom metal

Actuación de la banda estadounidense Type O


Negative.
Emergió a mediados de los ochenta con
las agrupaciones estadounidenses Saint
Vitus, The Obsessed y Trouble, y por los
suecos Candlemass. Este movimiento a
diferencia de los otros subgéneros utiliza
tempos más lentos y con líricas
influenciadas en los primeros trabajos de
Black Sabbath.[96] A simples rasgos el
doom acentúa la melodía utilizando
ritmos melancólicos y un estado de
ánimo más decaído en relación a las
otras variedades de metal.[97] Además, y
derivados de estas cualidades, surgió a
finales de la década el sludge metal, que
mezcla el doom con el hardcore punk,
cuyas bandas pioneras fueron
Eyehategod y Crowbar.

Según la crítica, en 1991 comienza una


nueva ola de doom metal con la
aparición del disco debut Forest of
Equilibrium de los ingleses Cathedral.[98]
En ese mismo período también apareció
el estilo death/doom de bandas
británicas como Paradise Lost, My Dying
Bride y Anathema que dio origen al metal
gótico europeo, con la característica
principal de los arreglos de doble
vocalistas ejemplificados por los
noruegos Theatre of Tragedy y Tristania y
por los neoyorquinos Type O Negative.[99]
Ya a principios de los noventa e
inspirados en las primeras bandas de
doom y del heavy metal tradicional, los
californianos Kyuss y Sleep encabezaron
el auge del stoner rock, mientras que
desde Seattle la banda Earth ayudó a
desarrollar el drone doom.[100] A fines de
los noventa nacieron las últimas
importantes agrupaciones del género;
Goatsnake con un sonido de
stoner/doom y Sunn O))) quienes
mezclan el doom, drone y metal dark
ambient.[97]

Thrash metal
Metallica, uno de los cuatro grandes del thrash
metal.

Surgió a principios de los ochenta bajo la


influencia del speed metal, de la Nueva
ola del heavy metal británico y la energía
y la agresión del hardcore punk.[101] Este
movimiento comenzó en los Estados
Unidos, principalmente en la bahía de
San Francisco, lo que se conoció como la
Bay Area thrash metal. Su sonido se
caracteriza por ser más rápido y agresivo
al metal clásico y al posterior glam metal,
incrementando la distorsión de las
guitarras y empleando técnicas como el
scratching y el shred.[101] Por su parte,
sus canciones tratan principalmente
sobre temas sociales bajo un lenguaje
violento y visceral.

Megadeth.

Este subgénero fue popularizado por los


llamados Big Four of thrash metal:
Metallica, Slayer, Megadeth, y
Anthrax.[102] De igual manera desde
Alemania las agrupaciones Kreator,
Sodom, Destruction y Tankard jugaron un
papel central al llevar este género a
Europa, dando inicio así al thrash metal
alemán. Aparte de Alemania y de la
costa oeste de los Estados Unidos,
surgieron desde Nueva Jersey, Overkill, y
desde Brasil, Sepultura, que también
tuvieron gran participación en el auge del
género.[103]

A pesar que nació desde la escena


underground, el thrash logró un gran éxito
comercial a principios de los noventa.
Artistas como Metallica y Megadeth
posicionaron varios de sus discos en los
primeros lugares de la lista Billboard 200
y con ventas millonarias que se vio
reflejada en varias certificaciones
discográficas.[104] Con un éxito menor en
ventas, las bandas Anthrax y Slayer
lograron posicionar algunos de sus
trabajos en los top diez en varias listas
mundiales. Otras agrupaciones que
lograron un éxito relativo durante aquella
época fueron los ya mencionados
Overkill y Sepultura, como también
Testament y Exodus.

Desde la mitad de los noventas su


popularidad decayó ante los cambios de
sonido que muchas agrupaciones
hicieron y también por el auge de nuevos
sonidos como el grunge.[103] Sin
embargo, el thrash metal volvió a cobrar
fuerzas a mediados de los años 2000
con la aparición de nuevos artistas como
Violator, Evile, Warbringer, Municipal
Waste y Suicidal Angels entre muchas
otras, y por el retorno de varias de sus
bandas clásicas.

Death metal

Cannibal Corpse en un concierto


Este movimiento extremo surgió a
mediados de los ochenta derivado de la
evolución del thrash, que de acuerdo a
MTV News: «La música de Slayer fue el
responsable directo del nacimiento del
death metal».[105] Nacido tanto en
Norteamérica como en Europa, desde un
principio enfatizó varios elementos de la
blasfemia, el satanismo, la violencia y la
destrucción, acompañados de una
música agresiva y rápida y con cambios
constantes en su tempo.[106] Sus
características principales son sus voces
sombrías, profundas y rasposas —
denominada voz gutural—, guitarras
distorsionadas y una gran velocidad en la
percusión.[107]
Sus principales mentores son los
estadounidenses Death y Possessed,
considerados también como los
creadores del nombre de este subgénero
debido a la maqueta Death by Metal
(1984) y a la canción «Death Metal» del
disco Seven Churches (1985)
respectivamente.[106] La escena death
metal se llevó a cabo en los ochenta en
Florida con las bandas Death, Obituary,
Morbid Angel y Deicide, mientras que en
el Reino Unido fue liderada por Napalm
Death, Extreme Noise Terror y Carcass. A
principios de los noventa nació una
nueva oleada de bandas en
Escandinavia, las cuales terminaron de
definir este nuevo estilo.[106]
Por último, y durante las últimas décadas
ha sufrido varias innovaciones en su
sonido, que dieron paso a nuevos
subgéneros y fusiones como el death
metal melódico, death metal progresivo,
brutal death metal, slam death metal,
death n roll, deathcore y deathgrind, entre
otros.

Black metal

Grabación del videoclip «Carving a Giant» de la


banda noruega Gorgoroth.
Es un subgénero que al igual que el death
metal deriva del thrash, por ello son muy
parecidos en cuanto a agresividad,
potencia y el ambiente oscuro que
proyecta. Sin embargo, enfatizan la
mezcla de las voces agudas, llamadas
shriek, con las voces graves casi
guturales, un amplio manejo del tremolo,
una producción lo-fi y el uso del corpse
paint.[108] También la temática satánica
es común en sus canciones, aunque
muchas agrupaciones toman inspiración
del antiguo paganismo generando un
retorno a los valores del
precristianismo.[108] Además, numerosas
bandas también mezclan sus sonidos
con otros estilos como el folk, la música
clásica, la música electrónica y el avant-
garde.[107]

La primera ola del black metal surgió a


principios de los ochenta en Europa,
liderados por los británicos Venom, los
daneses Mercyful Fate, los suizos
Hellhammer y Celtic Frost y por los
suecos Bathory. Más tarde los noruegos
Mayhem y Burzum encabezaron la
segunda oleada.[109] Por último y a
principios de la década siguiente
comenzaron a aparecer nuevas bandas
provenientes de Alemania, Francia y
Polonia.[110]
A principios de los noventa algunos
grupos de la escena black metal
escandinava fueron asociados con la
violencia, en especial los integrantes de
Mayhem y Burzum quienes se les
acusaba de quemar iglesias, lo que la
prensa denominó el Inner circle.[111] Al
respecto Gaahl, exvocalista de Gorgoroth
mencionó: «El black metal nunca tuvo la
intención de llegar a un público...
(Nosotros) teníamos un enemigo en
común que era, por supuesto, el
cristianismo, el socialismo y todo lo que
la democracia significa».[112] En 1993 la
violencia de sus músicos llegó hasta la
prensa mundial, cuando Varg Vikernes
líder de Burzum asesinó al guitarrista
Euronymous de Mayhem.[112]

En 1996 cuando muchos pensaron que el


género se estaba estancando,[113]
muchos grupos clave, incluidos Burzum y
Beherit, evolucionaron hacia un sonido
más ambiental llamado dark ambient,
mientras que el black metal sinfónico fue
explorado por los suecos Tiamat y los
suizos Samael.[114] Ya a fines de los
noventa y principios de los 2000 las
agrupaciones Cradle of Filth y Dimmu
Borgir acercaron el black metal al circuito
comercial.[115][116]

Power metal
Helloween durante un concierto en 1987 con su
formación clásica.

El power metal nació como una reacción


a la dureza del metal extremo, siendo su
influencia clave el speed metal. Su
principal característica son sus letras
que van desde historias y hechos
medievales a la fantasía y en ocasiones
a la mitología.[117] A pesar de ser un
estilo underground en Norteamérica,
goza hasta el día de hoy de una gran
popularidad en Europa, Japón y en
Sudamérica.

Surgió a mediados de los ochenta con la


aparición de la banda alemana
Helloween, que estableció a partir de sus
primeros álbumes una combinación de
riff rápidos con el shred, un enfoque
melódico y unas «voces agudas limpias»
de la mano de Michael Kiske con
influencias de Judas Priest y Iron
Maiden.[118] Otras bandas de la llamada
primera oleada son los suecos
HammerFall, los ingleses DragonForce y
los estadounidenses Iced Earth quienes
adoptaron la rapidez de la Nueva ola del
heavy metal británico con las letras
épicas de Rainbow y Dio.[119] A su vez,
otros grupos como Kamelot, Nightwish,
Stratovarius, Sonata Arctica y Rhapsody
of Fire comenzaron a emplear los
teclados y órganos que dieron paso al
power metal sinfónico.

Durante la década de los noventa el


movimiento generó una gran popularidad
en Europa con la aparición de nuevas
agrupaciones como Blind Guardian,
Gamma Ray y Edguy por citar algunas.
Además, el subgénero llegó a los
circuitos de conciertos con gran éxito en
Sudamérica, de donde nacieron los
brasileños Angra y los argentinos Rata
Blanca.[120]
Como muchos de los subgéneros del
metal, varios grupos le otorgaron nuevos
atributos que dieron paso a algunas
subdivisiones. La más importante de
ellas es el metal progresivo, que mezcla
la rapidez del power con la complejidad
compositiva del rock progresivo en
especial de Rush y King Crimson. Este
nuevo estilo surgió en los Estados
Unidos liderada por Queensrÿche,
Crimson Glory, Fates Warning y por
Dream Theater.[121]

Los años noventa y nuevas


tendencias
 

Soundgarden.

Alice In Chains.

La llegada de los noventa renovó en gran


medida la denominada época dorada del
heavy metal. Por un lado el glam metal
comenzó a perder popularidad en los
principales mercados del mundo ante el
nacimiento del grunge, liderado por
bandas como Nirvana, Alice in Chains ,
Pearl Jam y Soundgarden.[122] Esta
nueva ola de grupos estaban
influenciadas por el heavy metal, pero
rechazaban los excesos de muchas
agrupaciones de los ochenta, como la
imagen ostentosa y los virtuosos solos
de guitarra.[123][124] Además, la incursión
del thrash en las listas musicales y la
eclosión del llamado groove metal fueron
puntos importantes de esta renovación
musical.[125]

Liderada por Perry Farrell, la banda


Jane's Addiction encabezó un nuevo
estilo musical llamado metal
alternativo,[126] que junto con el grunge
comandaron en gran parte las listas
musicales, las ventas discográficas y los
conciertos en vivo durante los primeros
años de los noventa. Aun así, las bandas
Pantera, White Zombie y Sepultura con
un sonido más agresivo tuvieron gran
repercusión en los Estados Unidos,
mientras que Aerosmith y Guns N' Roses
fueron uno de los pocos grupos que se
mantuvieron viables comercialmente.
También la aparición del festival
Lollapalooza sirvió como una enorme
oportunidad para que nuevas bandas se
hicieran conocidas.[127]

De igual manera esta nueva década trajo


consigo nuevas tendencias, donde las
bandas emergentes fusionaron diversos
géneros musicales con el metal, creando
así nuevos subgéneros. Agrupaciones
como Faith No More mezclaron el rock
alternativo con el funk, punk, metal y hip
hop. Por su parte bandas como Primus,
Red Hot Chili Peppers y Rage Against the
Machine combinaron elementos del funk
con el metal alternativo, dando paso al
llamado funk metal.[128] A su vez, la
mezcla del metal con los sonidos
electrónicos de sintetizadores, samplers
y teclados dieron como resultado al
metal industrial, liderada mayormente
por Rammstein, Ministry, Fear Factory y
Nine Inch Nails.[129] Otra de las fusiones
surgidas a principios de la década fue el
rap metal, que enfatizaba la potencia y
sonido del metal con la complejidad
rítmica y lingüística del rapeo.[130]

Por último y a fines de los noventa nació


en los Estados Unidos el nu metal, que
combinaba los elementos del metal
alternativo con el hip hop y que gracias a
festivales como el Ozzfest lograron
cautivar a la nueva generación de
metaleros.[131] Aun así, este nuevo estilo
no ha sido reconocido por los seguidores
del heavy metal, quienes lo tildan como
posero.[132] Sin embargo, este subgénero
logró durante los primeros años de la
década siguiente una gran aceptación en
los mercados mundiales, donde
agrupaciones como Limp Bizkit, Slipknot,
Deftones, Papa Roach, Linkin Park y
KoRn lograron vender millones de copias.
Pero a partir de 2005 el movimiento
comenzó a decaer; por un lado grupos
como Linkin Park y Disturbed cambiaron
su estilo e imagen acercándose al metal
alternativo y por el otro grupos como
KoRn, Limp Bizkit y Maximum the
Hormone siguieron teniendo éxito con el
nu metal aunque en menor escala.[133]

En 1999, la revista Billboard anunciaba


que había más de 500 radios en los
Estados Unidos especializadas en
música metal, cerca de tres veces más
que hace diez años.[134] Estas nuevas
emisoras reactivaron el heavy metal
tradicional que durante la década estuvo
ensombrecido por las bandas
emergentes, donde muchas de ellas se
separaron o lanzaron álbumes alejados
de su sonido clásico, con diversas
críticas tanto de sus seguidores como de
la prensa.

Años 2000 y el retorno del


metal clásico

Lordi, ganadores del Festival de la Canción de


Eurovisión de 2006.
La llegada del nuevo milenio trajo
consigo un retorno del metal clásico
principalmente en Europa, Latinoamérica
y Japón. Muchas de las agrupaciones
que se separaron volvieron a lanzar
nuevos trabajos de estudio, muchos de
ellos con su alineación clásica de los
ochenta por ejemplo, Iron Maiden con
Brave New World, Judas Priest con Angel
of Retribution o Manowar con Warriors Of
The World. A su vez en Escandinavia
comenzó una nueva generación de
bandas con gran éxito en los mercados,
mientras que países como Bélgica,
Países Bajos y sobre todo Alemania se
convirtieron en los mercados más
importantes para el género en
Europa.[135]

Muchas de las agrupaciones que


nacieron en los noventa dentro del
circuito underground como por ejemplo
Blind Guardian, Nightwish, Children of
Bodom, In Flames, HammerFall o The
Haunted comenzaron a tener un gran
éxito en los mercados europeos, con
miles de ventas y participaciones en los
principales festivales del viejo
continente.[136] Además, algunos críticos
utilizaron el término retrometal que ha
sido aplicado a principios y mediados de
los años 2000 a grupos como los
británicos The Darkness.[137] y los
australianos Wolfmother.[138] Dicha
expresión también alude a las nuevas
bandas que reviven el sonido del hard
rock y del heavy metal de los ochenta
como por ejemplo Steel Panther, Stone
Gods, Hardcore Superstar, The Answer y
Airbourne.

Sin embargo y durante los primeros años


de la década surgió el último subgénero
de importancia hasta el día de hoy el
metalcore, considerado como un híbrido
entre el metal extremo y el hardcore
punk.[139] Sus raíces provienen desde
mediados de los ochenta con la escena
crossover thrash de grupos como
Suicidal Tendencies, Dirty Rotten
Imbeciles y Stormtroopers of Death.[136]
Durante los noventa se mantuvo como
un fenómeno underground lideradas por
las agrupaciones Earth Crisis, Hogan's
Heroes, Converge, Hatebreed y Shai
Hulud, pero con la llegada de los 2000
algunos grupos han logrado posicionarse
en los primeros puestos de las listas
musicales, entre ellos Killswitch Engage
con The End of Heartache y Shadows Fall
con The War Within.[140][141] Al igual que
todos los subgéneros, muchas de sus
bandas les han atribuido nuevos sonidos
dando paso a una serie de subdivisiones
como el grindcore, deathcore y el
metalcore melódico por mencionar
algunas.
Por último y desde mediados de la
década anterior comenzó en los Estados
Unidos una nueva generación de bandas,
que la prensa denominó Nueva ola de
heavy metal americano y que está
integrado por diversos estilos entre ellos
el metal alternativo, groove metal, nu
metal y el metal progresivo por
ejemplo.[142] Algunas de sus
agrupaciones como Machine Head,
Mastodon, Lamb of God, Black Label
Society o Avenged Sevenfold han tenido
un gran éxito comercial en los últimos
años e incluso han liderado varios de los
festivales más importantes del mundo.

Véase también
Metalero
Heavy metal en español

Referencias
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Headbanger’s Journey» (en inglés y
español). Canadá: Warner Home Video.
2. Christe, 2003, p. 29.
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4. Waksman, Steve (2001). Instruments of
Desire: the Electric Guitar and the Shaping
of Musical Experience . Cambridge,
Massachusetts: Harvard University Press.
ISBN 978-0-674-00547-1.
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