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DEFINICIÓN DE ROMANTICISMO

Romanticismo es un término que puede emplearse de distintas maneras.


Puede tratarse de la característica de aquel o aquello que es romántico (que
expresa o comparte sus sentimientos o que es idealista).
Por ejemplo: “El actor volvió a hacer gala de su
romanticismo al enviarle un mensaje de amor a
su esposa a través de la televisión”, “Entiendo
que tu sueño es ser cantante, pero tienes que
dejar de lado el romanticismo y buscar un
trabajo rentado para poder mantenerte”, “Fue
una noche mágica, donde el romanticismo se sintió en el aire y tuvimos la
oportunidad de reencontrarnos como pareja”.
Romanticismo, por otra parte, es un término que se utiliza para nombrar a
un movimiento de la cultura que surgió a finales del siglo XVIII y que se
desarrolló en las primeras décadas del siglo XIX. El romanticismo surgió
en oposición a la ilustración, privilegiando los sentimientos sobre la
razón.
En sus distintas expresiones artísticas y filosóficas, el romanticismo (que
suele escribirse con mayúscula inicial cuando se hace referencia a la época en
la cual fue la tendencia dominante) evidencia una valorización de lo
individual y de la originalidad. El movimiento, por otra parte, destaca
lo subjetivo y lo personal.
Músicos como Ludwig van Beethoven y Richard Wagner, escritores
como Johann Wolfgang von Goethe, Víctor Hugo y Lord Byron y
pintores como Eugène Delacroix y Joseph Mallord William
Turnerestán considerados entre los impulsores y los máximos exponentes
del romanticismo, cuya influencia alcanzó a otras corrientes a lo largo
del siglo XX.
Romanticismo en la literatura
Uno de los cambios más significativos de la prosa lo trajo el surgimiento
del artículo de costumbres, (también denominado cuadro de
costumbres) un subgénero de la literatura costumbrista caracterizado por
las descripciones de tipos populares y de comportamientos, hábitos,
actitudes y valores propios de una región, clase o profesión, generalmente
con un carácter nostálgico o satírico.
Durante el romanticismo literario prevaleció el individuo, y esto aumentó la
popularidad de las autobiografías. Por otro lado, aparecieron la novela
histórica, la leyenda y la novela gótica, y resurgió el interés por géneros
de la Edad Media tales como el romance y la balada. La expresión del
romanticismo se apoyó especialmente en el teatro, el género que más éxito
tuvo. Los poetas, por su parte, buscaron alejarse de las normas del
neoclasicismo.
Romanticismo en la música

Se cree que su origen tuvo lugar en


Alemania, específicamente a través del trabajo de Beethoven y luego de Carl
Maria von Weber y Félix Mendelssohn. El estilo de la música del
romanticismo puede ser descrito como noevelesco e imaginativo, ya que
sus melodías presentan los sentimientos de una forma sobrenatural, que
nos abre las puertas a un reino que hasta entonces no había sido explorado.
Dos elementos predominantes fueron la música programática (la cual
busca despertar en los oyentes imágenes o ideas más allá del terreno
musical, tales como estados de ánimo o sentimientos) y el cromatismo (el
uso de las notas intermedias, también llamadas semitonos, de una escala, lo
cual da lugar a los bemoles y sostenidos). A comienzos del siglo XX, el
romanticismo comenzó a perder fuerza, para dar lugar al impresionismo.
Romanticismo en la pintura
En el ámbito de la pintura, es posible distinguir entre las siguientes tres
etapas:

* prerromanticismo se dio entre 1770 y 1820 e incluyó los movimientos


Rococó y Neoclacisismo. Las obras tenían el objetivo de representar los
sentimientos, dando un espacio importante al misterio;
* apogeo: hasta el año 1850, el romanticismo pictórico vivió su etapa de
esplendor. Apareció una nueva forma de entender el paisaje y se plasmaron
obras que describían momentos de la historia moderna;
* posromanticismo se trata de su decadencia. Hacia 1870, el predominio
del manierismo (un estilo considerado elitista y opuesto al ideal de belleza
clasicista) creció más y más.
10 CARACTERÍSTICAS DEL

ROMANTICISMO
Te explicamos qué fue el romanticismo, el movimiento cultural surgido en
Europa a finales del siglo XVIII, y cuáles fueron sus características
principales.

El romanticismo desterró el despotismo ilustrado del siglo XVIII.

Romanticismo
El Romanticismo deviene del movimiento romántico tradicionalista surgido en
Europa hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Como movimiento
cultural se opuso a los principios sostenidos por la Ilustracióny el
Neoclasicismo, que le dio el máximo peso a la razón.

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Implicó un giro de 180 grados con respecto a los valores proclamados durante el
siglo precedente: entendiendo que la razón no era suficiente para explicar la dureza
de la realidad, los románticos se refugiaron en los ideales y se centraron
en los sentimientos del ser humano.

Se exaltó el yo individual y la búsqueda de la libertad. Se considera que esto fue el


resultado de la profunda crisis social e ideológica que atravesó Europa durante las
primeras décadas del siglo XIX.

Si bien abarcó todos los campos culturales, es en la pintura y la literaturadonde


mejor se perciben los elementos estéticos que caracterizan al Romanticismo:
escenarios naturales y nocturnos, historias situadas en la Edad media, en el Lejano
Oriente; siempre la naturaleza se presenta con toda su fuerza y todo su dinamismo.

Dentro de los autores del romanticismo encontramos a Alejandro Dumas,


Víctor Hugo, Mariano José de Larra, Esteban Echeverría y José Mármol. También
a pintores como Goya, Delacroix, Géricault o Friedrich.

Otros movimientos literarios:

 Características del Simbolismo


 Características del Parnasianismo

 Características del Modernismo

Características del Romanticismo


Índice
 1. Exaltación del yo individual

 2. Sentimiento de soledad

 3. Exaltación de la imaginación y del sentimiento

 4. Identificación con la naturaleza

 5. Ansia de libertad
 6. Espíritu de rebeldía

 7. Idealismo

 8. Papel de la intuición, imaginación e instinto

 9. La Razón no es suficiente

 10. Evasión

 11. Genio creador

 12. Nueva sensibilidad

1. Exaltación del yo individual


Los ejes de la revolución francesa(libertad, igualdad, fraternidad) fueron las ideas
inspiradoras del Romanticismo, que abogó por la revalorización de la personalidad
individual y desterró el despotismo ilustrado del siglo XVIII.

2. Sentimiento de soledad
El ser romántico se refugia en sí mismo, lo que deviene en aislamiento y soledad.
Siente que la realidad no satisface sus anhelos e ideales, lo que lo lleva a esa
sensación de hondo desengaño y a la necesidad de rebelarse contra lo establecido.

3. Exaltación de la imaginación y del sentimiento


El romántico exalta lo ideal y lo bello, poniéndole alas a los sentimientos
individuales.

4. Identificación con la naturaleza


En el Romanticismo, la naturaleza adquiere un rol destacado, en tanto fuerza vital
por encima de los designios humanos.

5. Ansia de libertad
En tanto reacción en contra el Neoclasicismo, el Romanticismo rescata la libertad
creadora y desplaza del centro de la escena a la razón ordenadora.
6. Espíritu de rebeldía
Las ansias de libertad se materializan en personajes rebeldes y aventureros, que no
acepan los dogmas establecidos.

7. Idealismo
El autor romántico exalta lo ideal y lo bello.

8. Papel de la intuición, imaginación e instinto


En el Romanticismo, la intuición, la imaginación y el instinto pasan a tener un
papel preponderante, dados los evidentes límites de la razón.

9. La Razón no es suficiente
El Romanticismo declara que la razón no puede explicar por completo la realidad,
por eso recurre a otros valores humanos.

10. Evasión
Es típico del autor romántico escapar de la realidad inmediata, que lo abruma y lo
angustia, por eso sus relatos a menudo transcurren en épocas pasadas y lugares
lejanos.

11. Genio creador


El romanticismo considera que la condición de artista es una cualidad innata, no
adquirida.

12. Nueva sensibilidad


Surgen como valores la introspección, la nostalgia y la melancolía

Fuente: https://www.caracteristicas.co/romanticismo/#ixzz5iCJGWhiW
Franz Schubert
(Himmelpfortgrund, actual Austria, 1797 - Viena, 1828) Compositor
austríaco. Nacido en las proximidades de la misma Viena que acogió
a Haydn, Mozart y Beethoven, a menudo se le considera el último gran
representante del estilo clásico que llevaron a su máximo esplendor esos tres
compositores y uno de los primeros en manifestar una subjetividad y un
lirismo inconfundiblemente románticos en su música. El lied para canto y
piano, uno de los géneros paradigmáticos del Romanticismo, encontró en él
a su primer gran representante, cuyas aportaciones serían tomadas como
modelo por todos los músicos posteriores, desde Robert Schumann hasta Hugo
Wolf y Gustav Mahler.

Franz Schubert

Hijo de un modesto maestro de escuela, Schubert aprendió de su padre la


práctica del violín y de su hermano mayor, Ignaz, la del piano, con tan
buenos resultados que en 1808, a los once años de edad, fue admitido en la
capilla imperial de Viena como miembro del coro y alumno del Stadtkonvikt,
institución ésta en la que tuvo como maestro al compositor Antonio Salieri. La
necesidad de componer se reveló en el joven Schubert durante estos años
con inusitada fuerza, y sus primeras piezas fueron interpretadas por la
orquesta de discípulos del Stadtkonvikt, de la que él mismo era violinista.
Tras su salida de este centro en 1813, Schubert, a instancias de su padre,
empezó a trabajar como asistente en la escuela de éste, a pesar del poco
interés demostrado por el músico hacia la labor pedagógica. En estos años
es cuando ven la luz sus primeras obras maestras, como el lied El rey de los
elfos, inspirado en un poema de Goethe, uno de sus escritores más
frecuentados. Después de abandonar sus funciones en la escuela paterna,
Schubert intentó ganarse la vida únicamente con su música, con escaso éxito
en su empresa.
El único campo que podía reportar grandes beneficios a un compositor de la
época era el teatro, la ópera, y aunque éste fue un género que Schubert
abordó con insistencia a lo largo de toda su vida, nunca consiguió destacar
en él, bien fuera por la debilidad de los libretos escogidos o por su propia
falta de aliento dramático. Sus óperas, entre las que merecen citarse Los
amigos de Salamanca, Alfonso y Estrella, La guerra doméstica y Fierabrás, continúan
siendo la faceta menos conocida de su producción.

Si Schubert no consiguió sobresalir en el género dramático, sí lo hizo en el


lied. Un solo dato da constancia de su absoluto dominio en esta forma: sólo
durante los años 1815 y 1816 llegó a componer más de ciento cincuenta
lieder, sin que pueda decirse de ellos que la cantidad vaya en detrimento de
la calidad. Escritos muchos de ellos sobre textos de sus amigos, como Johann
Mayrhofer y Franz von Schober, eran interpretados en reuniones privadas,
conocidas con el elocuente nombre de «schubertiadas», a las que asistía,
entre otros, el barítono Johann Michael Vogl, destinatario de muchas de estas
breves composiciones.

Los ciclos La bella molinera y Viaje de invierno constituyen quizás la cima de su


genio en este campo, a los que hay que sumar títulos como El caminante, La
trucha, A la música, La muerte y la doncella o el celebérrimo Ave Maria. A pesar de la
belleza de estas composiciones y de la buena acogida que encontraron entre
el público, la vida de Schubert discurrió siempre en un estado de gran
precariedad económica, agravada considerablemente a partir de 1824 por
los primeros síntomas de la enfermedad que acabaría prematuramente con
su existencia.
Admirado en un círculo muy restringido, la revalorización del compositor se
llevó a cabo a partir de su muerte: obras inéditas o que sólo se habían
interpretado en el marco familiar empezaron a ser conocidas y publicadas, y
defendidas por músicos como Robert Schumann o Felix Mendelssohn. Es, sobre
todo, el caso de su producción instrumental madura, de sus últimas sonatas
para piano, sus cuartetos de cuerda y sus dos postreras sinfonías, a cuyo
nivel sólo son equiparables las de Beethoven.
Robert Schuman
Político francés impulsor de la integración europea (Luxemburgo, 1886 - Scy-
Chacelles, Lorena 1963). Era abogado en Metz, en la región de Lorena,
perteneciente entonces al Imperio Alemán; e incluso fue movilizado por el
ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial (1914-18). Al terminar la
guerra e integrarse Lorena en la República Francesa, Schuman empezó a
participar activamente en política como diputado (1919), defendiendo ideas
centristas de tipo demócrata-cristiano.

Robert Schuman

Durante la ocupación alemana de Francia (1940-44) en el curso de la Segunda


Guerra Mundial, Robert Schuman se retiró de la vida pública y fue deportado
por no colaborar con el Tercer Reich. Volvió a ser diputado en la posguerra
(desde 1945) y adquirió responsabilidades de gobierno como ministro de
Hacienda (1946-47), de Asuntos Exteriores (1948-52) y de Justicia (1955-
56), e incluso primer ministro (1947-48).
Robert Schuman estableció relaciones estrechas con los líderes
democristianos de Alemania (Konrad Adenauer) e Italia (Alcide De Gasperi),
impulsando la idea de una integración europea que garantizara al continente
la paz, la prosperidad y la influencia perdida en la escena internacional. Su
origen fronterizo le ayudó, sin duda, a comprender la importancia de este
proceso de unidad, que puso en marcha mediante el Plan Schuman de 1950
(elaborado en colaboración con Jean Monnet). Dicho plan consistía en poner los
estratégicos sectores del carbón y del acero de Francia y Alemania bajo una
administración conjunta, idea que, aceptada también por Italia, Bélgica,
Holanda y Luxemburgo, dio origen a la CECA (Comunidad Europea del Carbón
y del Acero).

Aquel fue el primer paso para una integración más profunda: aunque su
intento de formar una Comunidad Europea de Defensa fracasó en 1952, la
«Europa de los Seis» acabó afianzando su integración con el Tratado de Roma
(1957), que creó la Comunidad Económica Europea. Convertido en un
símbolo de las aspiraciones a la unidad continental (desde 1955 presidía el
Movimiento Europeo), Robert Schuman fue elegido presidente del primer
Parlamento Europeo (1958-60), al cual perteneció como diputado hasta su
muerte.

Frédéric Chopin
(Fryderyk Franciszek Chopin; Zelazowa Wola, actual Polonia, 1810 - París,
1849) Compositor y pianista polaco. Si el piano es el instrumento romántico
por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin: en
el extremo opuesto del pianismo orquestal de su
contemporáneo Liszt (representante de la faceta más extrovertida y
apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo), el compositor polaco
exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como
sutil, que aún no ha sido igualado.
Frédéric Chopin

Ciertamente son pocos los músicos que, a través de la exploración de los


recursos tímbricos y dinámicos del piano, han hecho «cantar» al instrumento
con la maestría con qué él lo hizo. Y es que el canto constituía precisamente
la base, la esencia, de su estilo como intérprete y como compositor.

Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia, Chopin fue un niño prodigio


que desde los seis años empezó a frecuentar los grandes salones de la
aristocracia y la burguesía polacas, donde suscitó el asombro de los
asistentes gracias a su sorprendente talento. De esa época datan también
sus primeras incursiones en la composición.

Wojciech Zywny fue su primer maestro, al que siguió Jozef Elsner, director
de la Escuela de Música de Varsovia. Sus valiosas enseñanzas proporcionaron
una sólida base teórica y técnica al talento del muchacho, quien desde 1829
emprendió su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en
Viena.

El fracaso de la revolución polaca de 1830 contra el poder ruso provocó su


exilio en Francia, donde muy pronto se dio a conocer como pianista y
compositor, hasta convertirse en el favorito de los grandes salones parisinos.
En ellos conoció a algunos de los mejores compositores de su tiempo,
como Berlioz, Rossini, Luigi Cherubini y Vincenzo Bellini, y también, en 1836, a la
que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la escritora George
Sand.

Por su índole novelesca y lo incompatible de los caracteres de uno y otro, su


relación se ha prestado a infinidad de interpretaciones. Se separaron en
1847. Para entonces Chopin se hallaba gravemente afectado por la
tuberculosis que apenas dos años más tarde lo llevaría a la tumba. En 1848
realizó aún una última gira de conciertos por Inglaterra y Escocia, que se
saldó con un extraordinario éxito.

La obra de Chopin
Excepto los dos juveniles conciertos para piano y alguna otra obra
concertante (Fantasía sobre aires polacos Op. 13, Krakowiak Op. 14) o camerística
(Sonata para violoncelo y piano), toda la producción de Chopin está dirigida a su
instrumento musical, el piano, del que fue un virtuoso incomparable. Sin
embargo, su música dista de ser un mero vehículo de lucimiento para este
mismo virtuosismo: en sus composiciones hay mucho de la tradición clásica,
de Mozart y Beethoven, y también algo de Bach, lo que confiere a sus obras una
envergadura técnica y formal que no se encuentra en otros compositores
contemporáneos, más afectos a la estética de salón.

Johannes Brahms
(Hamburgo, 1833 - Viena, 1897) Compositor alemán. En una época en que
la división entre partidarios y detractores de Richard Wagner llegó a su grado
más alto, la figura de Brahms encarnó para muchos de sus contemporáneos
el ideal de una música continuadora de la tradición clásica y de la primera
generación romántica, opuesta a los excesos y las megalomanías
wagnerianos.
Johannes Brahms

No por ello cabe considerarlo un músico conservador: como bien demostró


en las primeras décadas del siglo XX un compositor como Arnold Schönberg, la
obra del maestro de Hamburgo se situaba mucho más allá de la mera
continuación de unos modelos y unas formas dados, para presentarse
cargada de posibilidades de futuro. Su original concepción de la variación,
por ejemplo, sería asimilada provechosamente por los músicos de la Segunda
Escuela de Viena.
Respetado en su tiempo como uno de los más grandes compositores y
considerado a la misma altura que Bach y Beethoven, con los que forma las tres
míticas «B» de la historia de la música, Brahms nació en el seno de una
modesta familia en la que el padre se ganaba la vida tocando en tabernas y
cervecerías. Músico precoz, el pequeño Johannes empezó pronto a
acompañar a su progenitor al violín interpretando música de baile y las
melodías entonces de moda.

Al mismo tiempo estudiaba teoría musical y piano, primero con Otto Cossel
y más tarde con Eduard Marxsen, un gran profesor que supo ver en su joven
alumno un talento excepcional, mucho antes de que éste escribiera su Opus
1. Marxsen le proporcionó una rigurosa formación técnica basada en los
clásicos, inculcándole también la pasión por el trabajo disciplinado, algo que
Brahms conservó toda su vida: a diferencia de algunos de sus
contemporáneos que explotaron la idea del artista llevado del arrebato de la
inspiración y del genio, el creador del Réquiem alemán dio siempre prioridad
especial a la disciplina, el orden y la mesura.

Excelente pianista, se presentó en público el 21 de septiembre de 1848 en


su ciudad natal con gran éxito, pese a que, más que la interpretación, su
verdadera vocación era la composición. En el arduo camino que siguió hasta
alcanzar tal meta, Marxsen constituyó un primer eslabón, pero el segundo y
quizá más importante fue Robert Schumann. Tras una corta estancia en Weimar,
ciudad en la que conoció a Franz Liszt, Brahms se trasladó a Düsseldorf, donde
entabló contacto con Schumann, quien quedó sorprendido ante las
innegables dotes del joven artista. La amistad entre ambos, así como entre
el compositor y la esposa del autor de Manfred, se mantuvo durante toda su
vida.
Siguiendo los pasos de Beethoven, en 1869 Brahms fijó su residencia en
Viena, capital musical de Europa desde los tiempos de Mozart y Joseph Haydn.
Allí se consolidó su personal estilo, que, desde unos iniciales planteamientos
influidos por la lectura de los grandes de la literatura romántica alemana y
cercanos a la estética de Schumann, derivó hacia un posicionamiento más
clásico que buscaba sus modelos en la tradición de los clásicos vieneses y en
la pureza y austeridad de Bach.
Brahms, que al principio de su carrera se había centrado casi exclusivamente
en la producción pianística, abordó entonces las grandes formas
instrumentales, como sinfonías, cuartetos y quintetos, obras todas ellas
reveladoras de un profundo conocimiento de la construcción formal. A
diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, y al igual que su rival, Anton
Bruckner, fue partidario de la música abstracta y nunca abordó ni el poema
sinfónico ni la ópera o el drama musical. Donde se advierte más claramente
su inspiración romántica es en sus numerosas colecciones de lieder. En el
resto de su producción, de una gran austeridad y nobleza de expresión,
eludió siempre cualquier confesión personal.

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