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PARTE/S: Empresa Provincial de la Energía de Santa Fe

TRIBUNAL: Corte Sup. Just. Nac.


SALA:
FECHA: 22/02/2005

7285 - Bandeira SA
Bandeira SA
; Jurisprudencia in extenso
PARTE/S: Bandeira SA
TRIBUNAL: Cám. Nac. Cont. Adm. Fed.
SALA: V
FECHA: 05/09/2005

Buenos Aires, 5 de setiembre de 2005


El Dr. Otero dice:
VISTOS Y CONSIDERANDO:
I. Que por decisorio de fs. 101/105, el Tribunal Fiscal de la Nación resolvió revocar el acto apelado
en todas sus partes, con costas por su orden atento las particularidades y novedad del tema en
controversia.
Para así resolver, consideró que el contribuyente se encuentra dentro de la exención establecida en
el artículo 3, inciso e), punto 1 de la ley 23349, pues sostuvo que “la vida económica y comercial del
mencionado establecimiento está absolutamente ligada a la vida universitaria, ya sea desde el punto de
vista de los horarios y días de atención, como respecto de los meses de receso que coinciden con el de
la universidad. Asimismo, su infraestructura depende de las instalaciones universitarias, puesto que no
posee baños propios y sus condiciones de aseo y vigilancia también se encuentran alcanzadas, al
provenir de personal contratado por la casa de estudios”.
II. Que contra dicho decisorio, apeló a fs. 114 la Administración Federal de Ingresos Públicos-
Dirección General Impositiva, expresando agravios a fs. 116/119, el que fue contestado por la parte
actora a fs. 122/124.
III. Que ante todo debe precisarse que los jueces no están obligados a seguir a las partes en todas
sus argumentaciones, sino tan sólo pronunciarse en aquellas que estimen conducentes para sustentar
sus conclusiones (conf. esta Sala - “in re” “Werner Tomás c/BCRA s/proceso de conocimiento” -
27/4/1998, entre muchos otros).
IV. Que la recurrente se agravia en cuanto a la interpretación del derecho efectuada por el a quo,
pues considera que desconoce la exigencia de exclusividad que emana de la norma tributaria, lo que
sostiene que indujo a realizar una valoración jurídica de la prueba alejada de la realidad.
Asimismo, se agravia de la imposición de costas en el orden causado.
Al respecto, y previo a entender en la temática planteada en estos actuados, debe señalarse que si
bien los agravios que fundamentan el recurso interpuesto no resultan ser una acabada crítica al
decisorio, y por ende, podría inferirse que no refuta mínimamente los contenidos vertidos por el a quo
en su decisorio, no obstante ello y en virtud de la amplitud de criterio que ha sostenido esta Sala en la
interpretación del artículo 265 del Código de rito, puede estimarse que la queja ha explicitado postulados
mínimos para la consideración de esta Alzada.
V. Que las presentes actuaciones se inician en virtud de la resolución administrativa, mediante la
cual la Administración Federal de Ingresos Públicos determinó de oficio la obligación tributaria de la
firma “Bandeira SA”, inherente al impuesto al valor agregado por los períodos fiscales comprendidos
entre julio de 1996 y febrero de 2001.
VI. Que en primer término, cabe señalar que el artículo 386, CPCC determina que salvo disposición
en contrario: “... los jueces formarán su convicción respecto de la prueba, de conformidad con las reglas
de la sana crítica. No tendrán el deber de expresar en la sentencia la valoración de todas las pruebas
producidas, sino únicamente de las que fueren esenciales y decisivas para el fallo de la causa”.
La libre apreciación de las pruebas reconoce en nuestro ordenamiento el marco legal de la “sana
crítica”, expresión que comprende la necesidad de valorar los distintos medios, explicando las razones
que ha tenido el juez para formar su convicción de ponderar con un sentido crítico la variedad de
pruebas.
La sana crítica se sintetiza en el examen lógico de los distintos medios, la naturaleza de la causa y
las máximas de experiencia, es decir los conocimientos de la vida y de los hombres que posee el juez,
simples directivas, indicaciones o consejos dirigidos al sentenciador y respecto de los cuales éste es
soberano en su interpretación y aplicación. Naturalmente que si es arbitraria o absurda no puede
pretenderse la validez de tal determinación judicial (conf. Fenochietto - Arazi: “Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, comentado y concordado con el Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia
de Buenos Aires” - Ed. Astrea - T. 2 - pág. 356; esta Sala - “in re” “Ayerbe Lázaro c/Ministerio de
Justicia de la Nación” - 26/5/1998; “Martínez, Eliseo David c/Instituto de Servicios Sociales Bancarios” -
16/3/2001).
VII. Que la cuestión debatida en autos gira en torno a resolver si la firma “Bandeira” se encuentra
exceptuada del impuesto al valor agregado, de acuerdo a lo expuesto en el artículo 3, inciso e), apartado
1 de la ley 23349.
Que, dicho artículo establece que “las locaciones y prestaciones de servicios” “efectuados por bares,
restaurantes,... y en general por quienes presten servicios de refrigerios, comidas o bebidas en locales
-propios o ajenos- o fuera de ellos. Quedan exceptuadas las efectuadas en... establecimientos de
enseñanza -oficiales o privados reconocidos por el Estado- en tanto sean de uso exclusivo para el
personal, pacientes o acompañantes o, en su caso, para el alumnado...”.
Que la norma en cuestión exceptúa del impuesto al valor agregado siempre que los servicios sean
prestados en establecimientos de enseñanza y sean de uso exclusivo para el personal y los alumnos.
Al respecto, cabe señalar que del contrato de locación agregado en las actuaciones administrativas
(ver fs. 25/37), surge que la Universidad Católica Argentina otorgó a la firma “Bandeira SA” la concesión
de un espacio dentro del predio de la Sede ubicada en Puerto Madero, para ser destinado a la prestación
de servicios de bar, restaurante y kiosco.
Que, según las constancias agregadas a fs. 64/67, el citado local no tiene acceso directo desde la
calle, no posee baños propios y resulta vigilado y aseado por personal contratado por la Universidad,
quien se reserva el derecho de admisión, además, presta servicios en los días y horarios que se
corresponde con los que la facultad establece, permaneciendo cerrado en la época de receso de la
misma, sábados, domingos y feriados.
Que en cuanto a los requisitos establecidos por el artículo en cuestión, cabe señalar que teniendo en
cuenta que la firma “Bandeira SA” se encuentra ubicada dentro del establecimiento de enseñanza y toda
vez que su actividad comercial esta totalmente relacionada con los días y horarios de la Universidad, de
los recesos de la misma, dependiendo asimismo de su infraestructura (condiciones de aseo y vigilancia;
no posee baños propios), corresponde presumir que quienes concurren a dicho bar se encuentra
desarrollando tareas en el establecimiento.
Que, además, y tal como señala el Tribunal Fiscal en su decisorio “tampoco resulta en el caso
concluyente, en lo que respecta a la pérdida de exención, el hecho de que terceros no alumnos ni
personal de la facultad puedan ocasionalmente consumir en el bar, cuando el contexto de la realidad
negocial del mismo está indudablemente pensado y regido para asistir con exclusividad el
funcionamiento universitario, máxime cuando, en el caso análogo de los establecimientos sanitarios, el
legislador previó, incluso, la existencia de servicios a ‘acompañantes’ en el marco de la exención. Una
prudente exégesis normativa no puede hacer del término ‘exclusivo’ un irrazonable requisito
matemático, entendido en el sentido de cero o nulas prestaciones a terceros, puesto que como bien lo
observa el juez penal (fs. 86 ‘in fine’), un requisito de tales características es de imposible aplicación en
la práctica (cualquier sujeto que ha estudiado en alguna facultad como por ejemplo la Universidad de
Buenos Aires conoce la posibilidad de que un tercero extraño a la casa de estudios consuma en su bar,
ya que ingresa sin restricciones, sin que por tales operaciones aisladas y ocasionales, en el marco de su
actividad empresarial delimitada por su ubicación y estrechamente enlazada al establecimiento, sea
razonable privar al prestador de su exención)”.
Que, por último cabe agregar que la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa “Madoni y
Moretti SCA” sostuvo que “las normas que estatuyen beneficios de carácter fiscal no deben interpretarse
con el alcance más restringido que el texto admite, sino, antes bien, en forma tal que el propósito de la
ley se cumpla de acuerdo con los principios de una razonable y discreta interpretación, lo que vale tanto
como admitir que las exenciones tributarias pueden resultar del indudable propósito de la norma y de su
necesaria implicancia” (Fallos: 308:2554).
Que la cuestión debatida en autos fue analizada debidamente por el Tribunal Fiscal, y para decidir
como lo hizo efectuó un minucioso concreto análisis de la prueba producida y de los hechos de la causa,
sin que las argumentaciones de la demandada logren conmover las conclusiones a las que el a quo ha
arribado, debiendo tener por válidas las conclusiones sobre los hechos probados (artículo 1180 del
CAd.).
VIII. Que, respecto a los agravios en cuanto a la imposición de costas, cabe señalar que en atención
a la naturaleza compleja de la cuestión, corresponde confirmar la misma, imponiendo las de esta
instancia también en el orden causado.
Por las razones invocadas, corresponde confirmar el pronunciamiento recurrido. Las costas de esta
instancia se imponen en el orden causado.
Así voto.
El señor juez de Cámara Dr. Pablo Gallegos Fedriani se adhiere al voto precedente.
Se deja constancia que se encuentra vacante el cargo de uno de los vocales de esta Sala (artículo
109 del RJN).
Por !o expuesto,
SE RESUELVE:
Confirmar el pronunciamiento recurrido. Las costas de esta instancia se imponen en el orden
causado.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
Pablo Gallegos Fedriani - Luis C. Otero

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