EL PROBLEMA DEL FEMICIDIO Y LA EMANCIPACION FEMENINA

INDICE

Introducción………………………………………………………………………… 3

El problema del femicidio…………………………………………………….……. 4

Idea de feminismo……………………………………………..………………….... 5

Conclusión…………………………………………...……………………………... 9

Bibliografía…………………………………………...……………………………. 10

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INTRODUCCION

Creemos vivir en una comunidad civilizada, y no juzgo que este mal pensar eso, pues no es
del todo culpa nuestra, los medios se han encargado de hacernos creer esto y cegar los ojos
de muchos, ocultando realidades que deben salir a la luz. Aun seguimos insertos en una
sociedad cuyas barreras de acceso y desigualdad siguen siendo la mismas que se daban en
la antigüedad, quizá en menor grado y no tan acentuadas como antes, esto debido a los
procesos de emancipación que se han sucedido en el transcurso de la historia, pero las
raíces de la desigualdad son las mismas, y las razones de esto son exactamente iguales que
las de hace cien años. ¿Hemos superado las desigualdades de clase? ¿Se han superado
acaso las discriminaciones entorno a la educación? Y aun más importante, ¿Son mujeres y
hombres iguales hoy en día? Este último punto trae consigo mucha controversia, pues las

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discrepancias de género son tales que acarrean agresiones no dignas a los integrantes de un
género, en especial el femenino. Las muertes de mujeres por parte de hombres cada día se
vuelven más latentes en nuestra sociedad. El hombre está ganando más espacio y se asegura
de someter a la mujer a sus designios, no podemos pasar por alto las múltiples injusticias
que se cometen contra las mujeres ya sea en el ámbito público o personal

¿Es aceptable que cada día se incrementen los índices de maltratos femeninos no solo en
Chile, sino en todo el mundo? Claramente es una situación que debemos revertir, no
podemos aceptar que más mujeres sigan siendo sacrificadas por las injusticias de la
sociedad patriarcal que se ha cimentado en nuestras vidas bajo criterios no congruentes con
nuestros ideales de libertad y emancipación.

EL PROBLEMA DEL FEMICIDIO

Según Mercedes Hernández1 el feminicidio es una violación de los Derechos Humanos de

las mujeres. Un crimen con motivaciones misóginas y sexistas del cual el Estado, como
persona jurídica garante, es responsable por acción u omisión. Se trata de un continuo de
violencias perpetradas por victimarios que pueden situarse desde el entorno conocido de las
víctimas hasta llegar a la despersonalización del crimen de género. Es un crimen de Estado,
sí, pero el feminicidio es también un lenguaje: una pedagogía de la violencia política".
Consciente de que esa explicación puede resultar demasiado larga, ofrece una más corta:
"Feminicidio es un ataque al cuerpo colectivo del Estado a través de los cuerpos
individuales de las mujeres"

1 Actual directora de la asociación de mujeres de Guatemala (AMG)

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La expresión más brutal de discriminación hacia la mujer, es la violencia de género. Es un
problema mucho más amplio y profundo que un hombre matando por celos. Involucra
factores culturales y sociales que hasta el momento dejan una lamentable cifra de mujeres
muertas sólo por su condición de mujer. En nuestro país, las últimas estadísticas señalan
que una de cada tres mujeres ha vivido violencia física, sexual o psicológica por parte de
sus parejas o ex parejas.

Es difícil tratar de justificar el accionar de hombres que son capaces de asesinar o violentar
a una mujer, pero si analizamos las múltiples desigualdades que han surgido entre hombres
y mujeres desde inicios de la historia, quizá con mente frívola podemos entender el porqué
de situaciones como esta. Comprender porque sucede no significa unirnos a la causa, no es
sino para dar de una vez por todas un vuelco a esta terrible situación. Los femicidios más
que asesinatos y violaciones son insultos, privaciones de toda índole, significa ser racista,
significa forzar la maternidad, significa enclaustrar a la mujer a un mundo dictaminado por
orden de unos pocos. El hecho de poner fin a la vida de una de nuestras hermanas no es más
que la máxima expresión de estas múltiples desigualdades, es el hecho en carne viva de que
la lucha de sexos sigue vigente en Chile y todo el mundo.

En Chile la tasa de feminicidios es exponencial, cada año se incrementa la suma y esto no

es más que el vivo reflejo de que la sociedad no ha cambiado, y esto no es solo culpa del
hombre, es culpa tanto de mujeres como de hombres, las mujeres aun viven insertas en un
mundo patriarcal, y muchas no se atreven a decirlo y refutar esta situación, por miedo, por
necesidad. Situaciones como esta deben ser abordadas desde arriba, tomando posturas
políticas al respecto e invitando a toda la comunidad a batallar juntos.

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IDEA DE FEMINISMO

Desde antiguo se ha diferenciado a la mujer por su debilidad, en un principio solo física,

mas pronto se le tilda de incapaz mentalmente, no se permitía que las mujeres adquiriesen
cargos públicos, ni mucho menos fuesen líderes.

Mill2 plantea que el hombre posee superioridad física frente a la mujer, cuestión que
proporcionaría las diferencias claves entre ambos sexos, “este régimen proviene de que
desde los primeros días de la sociedad humana, la mujer fue entregada como esclava al
hombre, que tenía interés o capricho en poseerla y a quien no podía resistir ni oponerse
dada la inferioridad de su fuerza muscular”. Mill lo que nos quiere decir con esto es que
existe una superioridad física en la sociedad, incluso cuando en el siglo XIX se aparentaba

2 John Stuart Mill (2003), p 20.

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dejarla atrás como factor de legitimidad. Sin embargo más que la fuerza física existe un
factor fundamental que produce la brecha entre hombres y mujeres, la educación. En la
antigüedad el acceso a la educación era privilegio de los hombres pertenecientes a la clase
aristocrática, las mujeres no podían siquiera osar a tal privilegio, pues el rol de la mujer
estaba limitado a la labor domestica. El hombre alcanzó superioridad en el ámbito
intelectual, la mujer queda reducida a ser acompañante, figura de adorno, que debe estar en
la casa y servir al hombre, es precisamente en este momento en que los sentimientos y
deseos más profundos de la mujer quedan sumergidos en el anonimato y tienen a ser
inexpresivos, esto conlleva a la formación de una sociedad machista.

Mas esta situación trae consigo no solo el problema de una mujer excluida de la sociedad,
sino que un problema aun mayor, “la esclavitud femenina no solo corrompe a la mujer,
también al hombre”3, esto debido a que como la mujer se ve sometida a actuar bajo ciertos
parámetros de conducta y se le obliga a criar a sus hijos bajo esos mismo parámetros,
envestidos de egoísmo y represión. La educación se torna enfermiza, esto conlleva la
creación de varones altaneros, imperiosos y pueriles. Una vez que el producto de esta
creación se transforma en poseedor de una familia, cualquier situación del entorno que lo
frustre, o si se ve ofuscado en el trabajo y resulta ser inferior a otros hombres, este querrá
ser superior y como se ve impedido a lograr su afán de dominio en su campo de
desempeño, cuando llega a su hogar se desahoga con su esposa, pues considera que esta es
inferior a él, de esta manera llena su vacio de superioridad y logra sentirse líder en el
entorno formado por el mismo, cosa que según Mill sería el origen del maltrato femenino.

Bajo esta lógica el hombre se auto considera un ser superior frente a la mujer y como es en
esencia y por su naturaleza prócer se considera a sí mismo como jefe de familia, como
figura protectora, como guía e implanta ciertos parámetros de conducta que serán
globalizados por la sociedad, adquiridos y enseñados a cada una de las personas, hombres y
mujeres. Lo lamentable de esta situación es que las mujeres aceptan y acatan estos
estándares de conducta. ¿Es moralmente correcto imponer y aceptar tales niveles de
desigualdad entre entes de una misma especie?, es necesario recordar que en potencia
hombres y mujeres son todos iguales, las diferencias las establece la sociedad y las

3 John Stuart Mill (2003), p 88.

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autoridades imperantes, pero en capacidades e intelecto somos todos iguales. No es correcto
desvirtuar a una persona por su naturaleza, por algo que escapa de sus manos y va más allá
de la ciencia y el intelecto, de ser así ¿por qué no se discrimina a los hombres por sus
rasgos innatos? ¿Acaso es la fuerza un factor tan decisivo?

La problemática del asunto hoy en día se ha vuelto más compleja, porque en la actualidad
cualquier hombre culto podría objetar que la razón tiene más validez que la fuerza, mas ese
mismo hombre hace cien años atrás no habría dicho lo mismo y bajo los cimientos de
pensamientos como aquél es como está constituida la sociedad patriarcal de hoy en día. El
derecho a la educación también es un tema que en materia de desigualdad de género está
saldado, mas la problemática del asunto va más allá de si se hayan cumplido las propuestas
emancipadoras de nuestras lideres feministas de la época, sino de cuan arraigadas están en
la sociedad, más aun si se han internalizado en el pensar de la comunidad, si el pensamiento
feminista logra mover corazones y respetar los principios de la humanidad, porque si algo
tenemos que entender es cuando se habla de feminismo también se habla intrínsecamente
de principios de libertad, igualdad, respeto, no solo con las mujeres, sino con toda la
sociedad, porque como se dijo en párrafos anteriores el problema de las diferencias de
género no afecta solo a la mujeres, sino también a los hombres, pues ambos se ven
imposibilitados a ser libres y hacer uso de sus facultades como seres humanos poseedores
de libre albedrio. Siguiendo las palabras de Julieta Paredes4, “esta es una tarea en la que
también participan los hombres” y debe ser tomando como “una acción revolucionaria que
actúa para convertirse en una práctica”5, es decir no sólo debemos quedarnos y
conformarnos con la teoría, la revolución femenina debe establecer raíces dentro de las
instituciones privadas, para así llegar a lo público, debe ser una tarea de cada mujer, debe
ser un feminismo comunitario.

La necesidad de ser aceptada que presentan las mujeres es una cuestión que nos juega muy
en contra, porque una mujer al verse inserta dentro de una sociedad patriarcal, se ve a su
vez en la necesidad de ser admitida por el hombre, por esta razón se somete a los vestigios
que le depara la sociedad y “por estar instituida en lo privado aborrece de lo público” 6, para

4 Julieta Paredes (2010), p 21.

5 Julieta Paredes (2010), p 37.
6 Julieta Kirkwood (1953), p 12.

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que se construya una política femenina debe existir una negación entre lo político y lo
privado, la mujer debe revelarse a los estándares de familia, matrimonio, subordinación que
se le han impuesto y hacer valer sus decisiones y opiniones públicamente dentro de la
sociedad a la que pertenece. Muchas mujeres justifican las injusticias y maltratos que
cometen los esposos contra ellas bajo la lógica de que se merecen el castigo, que deben
seguir con sus hombres porque los aman, que no sabrían que hacer si el marido se va de la
casa o simplemente por temor a la soledad. El matrimonio les otorga falsa seguridad y su
esposo no hace más que incrementar su sufrimiento, se hace creer a las mujeres que estando
bajo el alero de esta institución estarán a salvo, sin saber que el verdadero problema de sus
vidas es aguantar las injusticias que deben vivir cada día en sus propias casas. Millones de
mujeres se dejan violentar no solo física sino que psicológicamente bajo la lógica de este
pensamiento absurdo de dominación masculina, a tal nivel llega este dominio ideológico
machista que ya esta inculcado en la mente de muchas mujeres, cuestión preocupante
porque cada vez más generaciones poseen la idea de patriarcado como una realidad
infranqueable.

El primer paso que se debe dar para lograr una rebelión feminista es luchar contra la
“esclavitud femenina en la vida de pareja”7, el problema sexual es latente hoy en día en la
sociedad en la cual estamos insertos, se debe establecer una nueva moral sobre las
relaciones de pareja, es inaudito que a estas alturas del partido sigamos dejándonos guiar
por parámetros dispuestos por el hombre, incluso la sociedad nos obliga a auto
encarcelarnos en instituciones tales como el matrimonio. El matrimonio no es más que una
idea de posesión absoluta, es un concepto de familia individualista que trae implícito
dominio y propiedad y “la idea de propiedad se extiende mucho más allá del matrimonio
legal (…) es un factor inevitable que penetra hasta la unión amorosa más libre” 8. Esta
concepción de matrimonio no es sino resultado de la sociedad capitalista en la que estamos
insertos, prima la particularidad y el concepto de propiedad a tal extremo de concebir una
institución como el matrimonio, en la cual debiese primar el respeto, la libertad e igualdad
como una patrimonio más del hombre, se figura a la mujer como un bien material, que para

7 John Stuart Mill (1869), p 69.

8 Alexandra Kollandai (2011), p 18.

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adquirirlo se debe proceder ante un contrato solemne y establecer ciertas normas de
conducta al respecto.

Amor es libertad, no puede ser posible que una instancia que en teoría motiva el amor no
haga sino reprimir la conciencia y libertad individual de cada uno, que en esencia son los
legisladores en materias de carácter íntimo y amoroso. Bajo esta lógica estaría erróneo
concebir el amor como fundamento del matrimonio, pues no es más que un arreglo
económico para entregar protección y estabilidad a una familia (una vez más sale a la luz el
sistema capitalista). A las mujeres se las enseña bajo el fundamento de que nacieron para
contraer matrimonio, formar una familia, cuidar a sus maridos y tener muchos hijos, el
casamiento se torna la finalidad de sus vidas y se vuelve un mecanismo de protección para
su propia estabilidad y la de sus hijos. La sociedad y la religión se han encargado se
cimentar en las creencias de las personas que un hijo concebido al alero del matrimonio es
hijo de Dios y podrá ser beneficiado de la gratitud de la vida, esta no es más que una
mentira del sistema capitalista y patriarcal en el cual estamos insertos. “El casamiento
podrá tener el poder de conducir el caballo a la fuente de agua pero jamás puede obligarlo a
beber”9, ¿El matrimonio protege a los hijos o protege la reputación de la madre ante la
eventualidad de ser madre soltera y sumirse en la vergüenza y descalificación social?,
abramos los ojos, “la mujer es la única persona, además de los hijos que probado ante los
jueces que ha sido víctima de una injusticia, queda entregada al injusto, al reo” 10. El
matrimonio no asegura más que un contrato entre dos personas que bajo la justificación del
amor se someten a una tortura, donde la mujer queda convertida en un absoluto parásito, un
ser que está sometido a otro ser.

El movimiento anticapitalista debe ser considerado en la rebelión feminista, desde antaño

se ha creído que la labor de la mujer en sus hogares no es un trabajo y el único legalmente
válido es el que hace el hombre. Se considera por naturaleza que las labores domesticas
corresponden a la mujer, así como también se le atribuye el cuidado de los niños y la
satisfacción sexual del hombre, en este sentido Silvia Federici11 habla de la sexualidad
como trabajo, donde el rol de la mujer es mucho mayor que el que aparenta.

9 Emma Goldman (1910), p 6.

10 John Stuart Mil (2003), p 21.
11 Silvia Federeci (2013), p 13.

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Económicamente hablando, la mujer es la encargada de criar, cuidar, alimentar y mantener
emocionalmente a uno de los factores de producción más relevantes, el trabajo humano.
Este hombre no rinde bien si su esposa no le da satisfacción sexual, no lo complace o no le
cumple con las labores domésticas, de esta manera la mujer se vuelve esclava de su marido,
el diario vivir se transforma en un capo de batalla y es injusto que no se valore este
tremendo trabajo que hacen las mujeres al entregar su vida a una labor doméstica. Inclusive
aquella mujer que logra independizarse un poco y obtiene un segundo trabajo, no logra
desprenderse del primero y se ve obligada a cumplir con roles dobles, sin que se le
remunere en absoluto. Bajo esta lógico se entiende perfectamente a lo que se refiere Nina
Power12 cuando dice que las mujeres siempre han trabajado, es hora de que ese trabajo sea
reconocido y se valore incluso más que el que realizan los hombres.

Peggy Kornegger13 habla de un feminismo radical, fundado en principios anarquistas, lo

que implica un pensamiento libertario, cuestión que no envuelve solo un cambio, sino que
una transformación total, que las relaciones sujeto objeto que aun existen entre hombres y
mujeres terminen, que no baste solo con la representatividad femenina en cargos públicos,
sino que nos hagamos todas artífices de este proyecto emancipador de la mujer. Una mujer
no quiere otra mujer, lo que buscamos es un cambio en la moralidad de la población, que la
mente de las personas del mundo entero se modifique y oriente al pensamiento libre, que no
solo las mujeres luchemos por nuestra liberación, esta es una guerra de todos.

Una emancipación femenina debe considerar las mujeres de todos los espacios geográficos
y culturales, ya no se pueden permitir las dominaciones de etnia y clase social, la voz de las
mujeres pertenecientes a estos grupos es importante porque no es lo mismo emprender esta
lucha desde el centro emancipador que desde los sitios marginales, pues no son solo las
mujeres empoderadas y poseedoras de buena clase social las que se ven afectadas por el
maltrato masculino, sino que muchas mujeres pertenecientes a etnias y grupos marginales
sufren este padecimiento y no logran alzar su voz porque no se consideran parte de este
grupo de liberación que es el feminismo. Por lo tanto la lucha contra la dominación
masculina no debe pertenecer solo a un número reducido de mujeres, todas y cada una de
ellas debe sentirse identificada con el feminismo. Esta situación es la que lleva a un giro

12 Nina power (2009), p 3.

13 Peggy Kornegger (1975), p 9.

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descolonizador de las teorías feministas, se busca la posibilidad de enfrentar las violencias,
y sobre todo, pensar un mundo donde entren muchos mundos.

Para lograr la emancipación de nuestras mujeres es importante considerar el tiempo y el

espacio, ya no nos podemos dejar enclaustrar por el colonialismo de la época, esta no es
una lucha abstracta, si no se materializan nuestros ideales de independencia jamás
podremos liberar a los millones de mujeres reprimidas que siendo víctimas de abusos por
parte de este sistema patriarcal no logran sobrevivir a la batalla.

CONLUSION

La verdadera lucha feminista no es contra el patriarcado, el capitalismo y el colonialismo

como entes separados, la batalla debe incluir a estos tres aspectos de nuestra realidad, solo
así podremos derribar las imposiciones que se han implantado en la sociedad, el feminismo
no debe ser solo poesía, debe ser práctica, basta ya de más mujeres asesinadas por culpa de
las barbaries causadas por ideas capitalistas y patriarcales, basta ya de la supremacía del
hombre en toda materia de la sociedad.

El pensamiento femenino debe trascender las normas escritas y la simple representación

femenina en los gobiernos, pues se trata mucho más que eso, no logramos nada con crear
leyes integradoras de las mujeres si no se siembran si se practican en el pensamiento de la
humanidad.

~ 11 ~
Las ideas de feminismo deben ser arraigadas no solo en una clase social, deben fundarse en
el pueblo, y provocar trascendencia geográfica, el llamado a la rebelión debe llegar a todo
el mundo, a todas las puertas, pues este no es un llamado individualista. Ya se ha dicho que
los roles del genero afectan a todos por igual ¿O acaso los hombres no se ven reprimidos
por la sociedad? ¿No llevan también ellos un peso en sus espaldas que el patriarcado les
impone? Esto no hace más que demostrar que la realidad nos dice que el capitalismo, la
lucha de géneros y el patriarcado no afectan solo a mujeres. Tanto hombres como mujeres
se han encargado de conformar el machismo como sistema patriarcal, por esta misma razón
la lucha no es individual ni aristocrática, mujeres de todo el mundo deben acercarse al
llamado que propone el feminismo para así terminar con las injusticias que se cometen
contra nuestras hermanas.

La invitación es a crear comunidad en las diversas áreas geográficas. Solo gracias a la idea
de revolución, y movimiento popular podremos ayudar a las miles de mujeres afectadas
por el femicidio, haciéndoles entender lo que ellas valen y son, además de no solo inculcar
esto en las conciencias femeninas, sino también en las masculinas, la rebelión debe ser en
conjunto, pues la lucha contra el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo es una lucha
por la felicidad.

BIBLIOGRAFIA

Mill, John Stuart (2003). La esclavitud femenina. Chile: Editorial del cardo.

Paredes, Julieta. (2010). Hilando fino desde el feminismo comunitario. La paz: Cooperativa
El Rebozo.

Kirkwood, Julieta (1953). El feminismo como negación del autoritarismo. Santiago de

Chile: Flacso.

Kollantai, Alexandra (2011). Las relaciones sexuales y la lucha de clases. Matxingune

taldea.

Goldeman, Emma. (1910). Matrimonio y amor. EE.UU: Marxists Internet Archive.

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Power, Nina (2009). La mujer unidimensional. Paris: Zero Books.

Kornegger, Peggy (1975). Anarquismo: La conexión feminista. EE.UU: La segunda ola.

Hernandez, Mercedez. (2015). Entrevista GEA. [en línea]

<http://www.geaphotowords.com/blog/entrevista-gea-mercedes-hernandez/> [consulta: 23
agosto 2015]

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