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KURT RICHTER
KURT RICHTER
Verano de 1969.
Steinitz, para separar los verdaderos principios de los falsos,
tuvo que desenterrar con paciencia y reflexivamente, el arte de
Morphy. Y cuando llegó hasta las raíces, habló así al mundo:
Aquí está la idea del Ajedrez; oíd, y no juzguéis precipitadamente,
pues es algo grande, y yo no puedo dominarlo.
l. La red de Ma te
Casos de mate. Formación de la red de mate • .Combinaciones técnicas de mate.
¡Solamente el rey puede ser objeto de mate 1 Este es todo el ABC del
ajedrez. ¿Es que abandonarnos porque quizás hemos perdido una torre? No,
sino porque con el material reducido no podernos a la larga evitar el mate.
Esto no se tiene, por desgracia, en cuenta, con frecuencia y el peligro de
la victoria. ajedrecística en 2 partes (victoria por mate y por agotamiento)
depende en gran parte de ello. ¡El ajedrez no conoce triunfo alguno por
agotamiento 1 Hasta con pocas piezas se puede vencer contra fuerzas supe-
riores, si se logra dar mate al rey enemigo.
Lo que más gusta al aficionado son, por eso, combinaciones de mate que
traen consigo una clara decisión.
Con ellas querernos comenzar nuestro libro.
9
Borod.in En este final, vemos el motivo de
2 mate ejecutado en 2 formas: l. ... ,
AIR1 (las negras debían cambiar sin
dudarlo en 3CR) 2.. D X P+ 11 con 2
variantes de mate: 2. .. . , TxD; 3.
TxT mate, y si 2.... , RXD; 3.
T3T+ seguido de mate. Muy instruc-
tivo.
Sultanbeieff (juega)
(Bruselas, 1943)
10
un ataque de mate sorprendente l. entonces sigue 2 .... , T8T+; 3. R2C,
T X P!, T XC (forzado); 2. R'5R!! y no DBA + : 4. R3C, T X P mate.
dar jaque en seguida con la torre •. Aquí vemos la torre
El movimiento tranquilo es mucho apoyada por otra pieza
más fuerte. Jueguen las negras ahora la blanca; primero, es un
T3A a TlA o defiendan la T3A con peón; siguen alfil y ca-
TlT-lA, las blancas con 2 jaques dan ballo.
el mate arriba descrito. Puesto que el
negro no puede poner en seguridad Raubitschek
la torre debe entregarla y queda con
6
una calidad menos.
Por lo que atañe al tema de la
«jugada tranquila• en la conducción
del ataque, puede ser nuestro próximo
ejemplo convincente. El ejemplo de
mate es nuevamente, en verdad, de
otra clase, pero hay muchas variantes
imaginables.
Sadowsky (juega)
5 Capablanca (juega)
(Jugada en 1907, en Nueva York)
11
Dr. Troger (juega) los casos prácticos son las negras a
menudo quienes lo dan.)
7
Marlow
8
Erust
(Jugada en Stuttgart, 1948)
H. Stoner (juega)
9
12
Si se logra aquí atraer al rey blanco Prof. P . Bohl (juega)
hacia 2TR, podría una pieza pesada 11
negra darle en 8T el golpe de gracia.
Dificulta propia y realmente esta ac-
ción el alfii 4AR; este estorbo es eli-
minado en virtud de numerosos sacri-
ficios: l. ... , TxP+!; 2. AXT,
e6e +! (¡primero arrinconándolo y
ahora liberándolo!); 3. A XC, DlT+;
4. A2T, D X A+! (y ahora elimina-
ción); 5. RxD, TlT+; 6. D5T,
TxD+ mate.
Otra vez el mate proyectado, esta H. von Eblerl
(Jugado en Riga, 1901)
vez realizado por las negras.
Grosdov (juega)
otra cosa? amenaza D7T mate, pero
también C x A y a A4A sigue como
10
más fuerte D4A + ), D7T +; 3. R X D,
A7 A+ seguido de mate. Con el sacri-
ficio de dama el rey se ve «metido•
en el jaque a la descubierta.
Szabados
12
Maister
(Jugado en la URSS, 1954)
13
mate (torre y alfil) lo que hizo. ¡En R .• Kou
vedad una sorprendente maniobra 1 14
T.
13
J. Berger (juega)
(Jugada ea Graz, 1882)
Roma.oov
K. Richter (juega) 15
au¡ado ea Berlía, 1935)
14
Un mate a la descubierta parece Awerbacb
que a nada conduce ya que el alfil 18
está atacado Al, A6A, C X P+ ; 2.
R2C, CxP; no hay nada mejor.
Sin embargo: ¡la torre y su doble
jaque 1 No da mate la torre en 7CR,
sino la T en ICR l. T8C+! (¡jaque
doble!), R X T; 2. TlCR mate. Una
variante típica.
Con mucho son los
más frecuentes las posi-
ciones de mate Torre- GuseY (jue¡a)
Alfil, que se derivan del (Encueutro por equipos, Moscú, 1946)
esquema adjunto. Aquí la práctica
nos pone a disposición nuestra una DxPA+; 6. R4C, D6TD; 7. PSAI,
extensa serie de ejemplos. D x PA; 8. T7C+, etc., 4.... , D2R;
5. TIA, P4C; 6. T5A, P5C. Ahora la
V. Scheve
dama debe defender también la casilla
4CR, oscilando entre ID y 2R y se
17 encuentra impotente contra el avance
del P AD, 7. P5A, DlD; 8. P6A, D2R;
9. P7 A. Las negras abandonaron.
HiUel
19
Marshall (juega)
(Torneo de Montecarlo, 1904)
15
defensa de la TlD. 2•.. ., DXD; 3. de Morphy que igualmente nos lleva
TxT+, RXT; 4. TSR mate. Así ya al mate Torre-Alfil.
tenemos pues el esquema de mate 1. CXP!, PXC; 2. AXP+, CD2D;
arriba citado «en otra versión•. Ello 3. 0-0-0, TID; 4. T X Cl, T X T; S.
fue posible, porque el caballo no TID, D3R; 6. AXT+, CXA; 7.
había jugado todavía. D8C+, CXD; 8. T8D mate. ¡Una clá-
sica y hermosa apertura de todas las
Prof. Becker
líneas para las piezas ejecutoras del
20
mate!
Parecidos •despejes de 1í n e a s•
muestran las posiciones de los diagra-
mas 22 al 24.
22
Grünfeld (juega)
(Torneo de maestros, Viena, 1934)
Duque de Brunswick A.
y conde Isouard
21
23
16
Espec;ialmente efectista es en este no crean, por favor, que con el enro-
caso la realización del mate, porque que todo peligro ha pasado. También
el rey mediante un sacrificio de dama ahí puede el adversario, si no estamos
se ve fo rzado a entrar en un doble alerta, llevar a cabo el mate Torre-
jaque a la descubierta (¡la mayor ale- Alfil. ¡Véase el diagrama adjunto!
gría para quien lo puede dar, pero de- El negro ha dejado penetrar las pie-
primente para quien lo recibe!). zas; su última esperanza es el A5C.
l. C7A+!, CxC; 2. DSD+I, RxD; Pero con l. ASA+, A4T; 2. DXA+I,
3. A5C +, RIR; 4. TSD mate. P x D; 3. T6T mate, también lo ani-
quiló.
Aficionado
24 Trojau.escu
26
Dr. ouan•
25
Weissgerber (juega)
(Campeonato de Alemania, Pyrmont, 1933)
17
(sólo que aquí la dama desempeña el tos. l. . .., T5R! +. La torre se sacrifica
papel de la torre). para permitir el jaque del alfil en 7D.
¡Todo es posible en el ajedrez! Y es- 2. CXT, caso de R3T, pues AlA+,
tamos todavía al comienzo de nuestro etcétera. La infeliz torre en 3C! 2• ... ,
libro.
.. -
A2D+; 3. R4T, T7T+; 4. TJT, TXT
l. DSD+, R2C; 2. TXP+. No mate. ¡La historia antigua, pero eter-
para dar tan sólo con D x .P un mero namente nueva! ...
jaque con la dama, sino para abrir «El ejemplo de mate
camino al P5T 2.... , PXT; 3. P6T+! adjunto. es el sueño pero
¡De esto se trataba! El rey enemigo
~m
mLll también el terror de todo
marcha a su perdición 3... ., RXP; 4. ~ ~ principiante. • La torre
DST+, T2T; 5. DXT mate. Y si no- que da el mate puede también hallarse
sotros pensamos en una torre en lugar en la casilla se y por eso se trata de
de la dama, hemos llegado de nuevo ambos ejemplos de la posición.
al esquema de mate.
«¡Esto ya lo sé! ¡Un mate semejante Flamber¡
no se me escapa más en la partida!>
29
Pero no olvidemos que el curso del
ajedrez es variado y diverso y que
por ello no se puede pensar en todos
los detalles. Hasta un maestro como
Bogoljubow deja escapar un mate pa-
recido. Lo más sencillo es a menudo
en ajedrez lo más difícil.
Bo¡¡;oljubow (juega)
28
Post (juega)
(Torneo de Maestros, Mannheim, 1914)
18
de la torre!). El negro rehusó: l. ... , la torre así como 3, ... , Rl C; 4. C6R!,
D7R. Ahora están ambas torres y el porque ahora se amenaza mate en
caballo atacados, buen consejo pero 8AR (véase el ejemplo de mate). Las
zcaro? ¡Nada de eso! A la torre blanca n egras no pu eden en modo alguno
se le ha metido en la cabeza sacrifi- evitar decisiva p érdida de material.
Todavía 2 posiciones
Henneber¡er
de mate, que muestran
30 el trabajo en común de
torre y cabalio.
Piazzini
32
Treybal üuega)
( l'orneo de Naciones, La Haya, 1928)
19
Sutey hábil! 4. . ., A X T; 5. TBD mate. ¡Ajá!
33 Otro mate torre y caballo, Una cu-
riosa casualidad quiso que la misma
combinación se repitiera en posición
similar 38 años más tarde.
N. N.
35
Sula (juega)
(Encuentro por equipos, Bucarest, 1953)
N. N.
W. H. K. Pollock (juega) 36
(Jugada en 1893, en Buffalo)
2-Q
Aquí penetra poderosamente el A4A nado, decide; casi todas las fuerzas
en la posición negra, mientras el A2R blancas atacan el rey negro, que sólo
está impaciente al acecho. El negro se m íseramente está defendido por el
ha engullido las dos torres del con- peón y la torre.
trario dejando con ello sin protección Todavía un divertido mate de dos
al rey. El castigo (l. DxP+!, PXD; caballos.
2.. A6T mate) no se hace esperar. (38) El rey está en medio del table-
ro tan desgraciadamente rodeado de
Kocbtaria su séquito, que los dos caballos le dan
37 el golpe de gracia. l. DXPT+!, TXD;
2. C6C mate. "Un caballo que haya
penetrado en d6 (o en . . . , dJ) es un
cuerpo extraño muy molesto que en
lo posible debe ser eliminado.•
Couvée
38
Sikorski (juega)
(De una partida jugada en Gleiwitz en 1934,
dando una torre de ventaja)
21
Bogdanowsky el cual volveremos. 2. C7R +, RIA
40 <RlT. C7A mate); 3. C7R-6C+, PXC;
4. C XP mate.
¡Esta es realmente una
curiosa posición de mate
en medio del tablero 1
¡Con tres piezas ligeras!
¡Esto acontece rara vez!
Se trata en realidad del ejemplo final
de una combinación que se repite,
aunque no con demasiada frecuencia,
y que todo aprendiz ha sucumbido a
Gudin (juega)
(París, sobre el 1927) ella.
22
clavado en 3AR. Aquí la captura bargo, para jugador aventajado muy
C X C! es mucho más incómoda. comprensible y sin dificultad alguna.
« ¡Finalmente! Por fin Este mate de la dama con
tenemos que· hablar de el apoyo de la torre . es uno
la dama. Hasta ahora la de los ejemplos de mate más
hemos visto como la corrientes en ajedrez.
quinta rueda del carro, sustituyendo
a la torre o al alfil todo lo más como Bares (juega)
Regensburg
Aquí podían las negras con la bri-
llante jugada l. ... , T8D 1 amenazar
43
la decisión 2. T x D fracasa entonces
por 2. . .. , T X.T mate. Las negras juga-
ron empero l •.. ., D4AR y en verdad,
también ganaron; 2. T8A? (Era algo
mejor 2. D4A, pero no 2. D4C,
TxP+.) 2. .. ., DXP+! Las blancas
abandonaron. De todos modos el des-
preciado brillante movimiento hubiera
podido tener peores consecuencias.
Rnmani (juega)
Mannheim (juega)
(Encuentro lnter-ciudades, 1912) 45
23
Las blancas creyeron que el adver- esquemas de mate, halla tales combi-
sario cambiaría damas, pero llegó una naciones.
diablura: l. .. ., C6D+ 1, con lo cual Con estas consideraciones queremos
después de 2. PxC?, D3A+ aparece- cerrar el capítulo «Mates sencillos•.
ría el mate implacable de la dama. Las En las secciones siguientes presen-
blancas jugaron por eso 2. RID, C X D; taremos, en cambio, todavía bastan-
3. P XC, D X P y abandonaron poco tes otros ejemplos ( 1también senci-
después. Tan sólo quien conoce los llos 1).
K. Rlcbter (Jaep)
46
24
CSR+, RIT; Caso de P3C, pues llamen te C X.T y el blanco gana fácil-
D7 A+, seguido de C X P mate. 3. mente.
C7A+, RIC; 4. CXP+, RIT; 5. En la primera edición de este li-
D8C+, TXD; 6. C7A mate. bro habíamos recomendado como la
En la partida no se presenta siem- mejor respuesta a l. T8A!? l. ... ,
pre el mate ahogado; pero su sola PxC; 2. TxT, DX.PC, con lo que el
amenaza puede conducir a ventaja po- negro devuelve la calidad que tiene y
sicional y hasta material. se dirige a las tablas. Varios aficiona-
dos no hicieron observar un huevo
Kfaarwacer de Colón, que se halla en la posición.
Juegan de un modo no menos elegante
48 a l. T8A!?, l. ... , C6R!; 2. Px.C (for-
zado, pues amenazaba mate en BA y
en 7C), 2. . .. , P X C!; y tras esta sor-
prendente apertura de la columna AR
las negras súbitamente tienen el brazo
de palanca más largo: el mate que
amenazan en BAR obliga a retroceder
a la torre blanca, y da tiempo a las
negras para hacer sentir su ventaja
material.
H. Reyss (juega)
Así pues la combinación empren-
(EilcUenlro social, Rollerdam, 1932) dida con l. T8A!? era un «bluf!. pero
eso naturalmente también ocurre. Y
En esta posición de la partida, por por ello es preciso en cada caso con-
ejemplo, las blancas hicieron la ju- servar la sangre fría y comprobar con
gada desconcertante l. T8A!?, con la precisión toda combinación del adver-
cual vieron que l. . .. , T X T fraca- sario. ¿O quisiera usted sufrir un mate
saba a causa de 2. D x PR+, RlT; 3. ahogado y después hacerse mostrar
C7A+, RlC ( .. . , TxC; 4. DXT+); cómo hubiese podido evitarlo?
4. C6T + siguiendo el mate ahogado. El rey puede todavía sucumbir por
Las negras, fácilmente impresionadas ahogo de otra manera. Ahí van algu-
por el movimiento inesperado del con- nos ejemplos:
trario, contestaron: l •... , T2R? y per-
dieron rápidamente tras este debilita-
miento de la primera línea: 2. D8D!
amenaza mate en 8A; a 2.... , T X D si-
gue 3. TXT+ con mate y a 2.... ,
T21R el blanco puede seguir tornando. En el primer ejemplo se comprende
Por eso: 2. T2R-2A. Pero ahora un que puede estar la dama en lugar del
tercer golpe de maza: 3. C7D! El negro alfil.
no puede todavía tornar la dama; la (49) Las blancas acaban de tomar un
amenaza D X T + seguido de T X T ma- caballo en 4R, creyendo que las ne-
te puede, es cierto, defenderse de ella gras volverían a tomar (l. .. . , A X A)
con P3TR pero entonces viene senci- y después de 2. D x .A hubiese tenido
25
PU!sburr (jae¡al lo rechazó, porque recordando el ejem-
49 plo de Pillsbury, reconoció claramente
que recibiría mate l. . .. , C7A+!; 2.
AXC, DSA+; 3. AlC, D6A mate.
¡El forzado movimiento de obstruc-
ción! Constituye también el motivo
principal del siguiente final.
N. N. (jueaa)
51
N. N.
(De aoa partida amistosa del grao maestro}
26
Sultanbeieff (juega) Worms
52 53
En la octava línea
27
Darga (jue¡a) Dr. Eochrirch
55 57
Lo que puede hacer un gran maes- Aquí tampoco tiene el rey negro
tro, igualmente es factible para el «respiradero• alguno, ya que el peón
joven maestro l. ..., CIA-3R? alejó blanco en 7A y la propia torre en 2R
una protección de la primera línea, la le interceptan el camino. ¿Cómo apro-
otra la eliminó el blanco: 2. DXT+l vecha esto el blanco, ya que al mismo
y el negro abandonó (2. .. . , C X D; 3. tiempo que los accesos a la octava lí-
T8R mate). ¡Una antigua canción! Pero nea están cerrados, el P7A no está
aun teniendo un respiradero son po- defendido? Pues bien; con l. DXT!,
sibles tales casos y similares, prin- P X D se abre la perspectiva a la T2A
cipalmente, cuando el adversario pue- para ir hacia la octava línea, y con
de ficticiamente dar res~iro a su rey. 2. C6C +! se defiende el P7 A, sin
pérdida de tiempo ya tome con el
More! (juega) P2T o con la dama siempre sigue
56 3. TSA + seguido del mate.
Las blancas no vieron esta elegante
maniobra, sino que jugaron l. T3C y
ganaron con ello también finalmente.
(¡Lástima casi hubiésemos dicho!)
U. (juega)
58
H. Johner
(Copa suiza, Neuenburg, 1952)
28
Este caso nos muestra que si bien (59) También este desconcertante
las negras se han proporcionado un ejemplo muestra las posibilidades in-
respiro, no se han dado cuenta que sospechadas del rey de los juegos.
un alfil blanco les quitaba pronto el ¿Qué jugará aquí el blanco? •TX.P!J
aire necesario. • Un alfil que asi se pensará Vd ., querido lector, quizás
infiltra en la posición del enroque, es avizorando el mate que se prepara en
extraordinariamente molesto y debe la octava línea (T x P, T X T, D8T+,
en lo posible ser desalojado.• La octa- o T X P, D x D; T X T+) y ya hemos
va línea no está protegida, y precaria- caído dentro. Es una falta conocida
mente el baluarte en 4R impide la de muchos ajedrecistas, que dedican
catástrofe inmediata. Por otro lado, el todo su aprecio y lógica a sus propios
alfil no puede jugar (a causa de T8R planes «mientras las intenciones del
mate), y en ello se basa el plan de las adversario les merecen poca atención•.
blancas. El negro jugó con cierta lige- Si éste permite una jugada como T X P,
reza l •... , D X PC; a lo que siguió l. no quiere ello significar, que él no la
D6A!, DXPAD?; 3. D7C+I, AXD; ha visto. ¡Puede haber pensado tam-
4. T8R+, AlA; 5. TXA mate. ¡La bién algo sobre ello ! Y éste es aquí
potencia del alfil en 6T! el caso. También e! conductor de las
Los aficionados húngaros hicieron blancas jugó T x P? Esto lo había es-
sin embargo un descubrimiento sor- perado el negro: con l. ... , DXPT+I;
prendente: Las negras debían jugar 2. A XD, TXA+; 3. D2T (forzado),
2... . , D8A!! (en lugar de 2... . , TXD+; 4. RXT vino el negro al
D x PAD). Esta magnífica jugada clava cambio de damas y pudo entonces
la torre en lR, por lo que 3. D7C+ tomar la torre en 7A sin peligro. ¡Re-
no sirve. Si el blanco toma la dama sultado: ganancia de una pieza! No
con el alfil o con la torre, entonces es es todo oro lo que brilla sobre la
posible 3 .... , A x .D y el intento 3. octava línea .
DxA se defiende con 3... . , DxA,
Mindeno
tras lo cual las negras ya no pueden
perder. 60
Mlu Menchlck
59
29
del que hemos hablado al principio. CoUe
Eliskases (juega)
(Torneo de maestros, Liebwerda, 1934)
¡ La camisa de fuerza 1 Quien la ten-
ga, sólo puede revolverse desesperado La situación del blanco es altamen-
en cualquier sentido pero no hay de- te incómoda. ¿Puede todavía salvarse
fensa contra el mate en 8T a menos o emprender un contraataque prome-
en algún caso de pérdida considerable tedor? Después de l. T X P +, P X T;
2. R3T (si P4CR, D5T mate), D4C!;
de material. Se habla en tales casos
3. A5D+, RIA nada ha mejorado.
simplemente de un soslayo de la po- Pero l. A5D+ parece ser lo más justo;
sición del contrario. a R2C contestamos 2. Dx.P+. etc., y
30
a RlA tenemos la jugada sorpren- tarse a los peligros de mate (2. R2A, o
dente 2. T4A+! (PXT, DBT mate). RlC?, D3C+ seguido de DXT. 2.
Así pues, jugó el blanco tranquilo l. RJ.C? D3AI, etc). Siguió una sorpresa
A5D+ y no daba crédito a sus ojos, desagradable 2. C5D+! Una combina-
cuando contestó su adverasrio l. ... , ción denominada de ganancia de tiem-
D2A!! Una jugada semejante puede po. Mediante esa oferta de jaque no
ablandar al hombre más entero. En tiene tiempo el negro para llevar a
lugar de pensar con sangre fría en la ejecución los movimientos de defensa
salvación, las blancas tomaron a toda planeados. Que se pierde el caballo,
prisa la dama. 2. A X D +? y abando- ¿qué mal hay en ello? A 2... . , Px.C;
naron después de 2 .... , RlA! pues no sigue 3. T8C-8R mate! Las negras
se puede evitar el mate en lT. En lu- abandonaron pues el final, también
gar de aquello hubiera 2. TxP+I, después de 2.... , DXC+; 3. TXD,
RlA! ( ... , PxT; Ax.D+ seguido de P X T no tiene esperanza, si bien las
P4CR); 3. P4CR!, DxT; 4. DXP! blancas deben jugar con atención (pero
ofrecido una áspera resistencia. Claro tiene todavía tiempo, con 4. TSTR
que el blanco tiene dos calidades me- de ir en busca del PTR).
nos, pero un fuerte ataque contra el
rey negro sin protección, mientras que Szymanskl (Jue&a)
al suyo por el momento no le puede 64
pasar gran cosa.
Pilnlk (Jue&a)
63
Luczynowla
(Jurada en Poloaia, 1953)
31
La dama «~xcéatñca»
•• Entonces las mujeres SP
convertirán en hienas . .. ''
Las blancas pueden Torre
con P7 A dar un bo- 66
nito mate. Para alcan-
zar la tal posición va-
len la pena todos los
esfuerzos.
S. F . Kostrovicki (juega)
65
Adams (juega)
(Nueva Orleáns, 1920)
32
blanco juega sencillamente 5. T X D 1 ya la amenaza de 7AR, que sólo el
y ahora no es posible TSA +. Después caballo puede arreglar (1. ... , C X A).
de 6. D x .PC la pártida está perdida, «Sí, pues, ¿qué quiere Vd. en resu-
sin salvación para el negro. ¡Una gesta midas cuentas? Tampoco gana · enton-
brillante de la dama blanca 1 ces D x.P! • ¡Un poco de paciencia 1
Las blancas tienen simplemente toda-
Schla&e vía otra flecha en el carcaj, y en ver-
67 dad es 2. D X Al (compárese además
con el movimiento D7A en el núme-
ro 66!). Las negras no pueden acudir
a todas las amenazas.
Kamilochov
68
Wegemund (juep)
(Torneo de Oeynhauseo, 1922)
33
Bauschke Dr. ROdl
69 70
34
El acceso de la torre a la tercera tras está caliente. Después de DST,
línea se demues tra de un modo claro T4A el negro puede todavía defen-
en este ejemplo. l. A X P+ !, ·R X A. derse. 4.... , R X T; 5. D5T+, RIC;
A e X A, viene D X PR + seguido de 6. P6C. Las negras, contra el mate
e6e mate. 2. D5T+, RIC; 3. D7A+, en 7T, no tienen defensa (si, en su
RIT; 4. T3R, PX C. No se ve otra caso la t orre juega, mate en 8T). Se
jugada. 5. T3T+, C2T; 6. D6C, RIC. observa con esto especialmente la pe-
Ta n sólo la más rápida huida puede culiar efectividad del P6e, sobre lo
quizá todavía ayudar. 7. DXC+, R2A; que más tarde volveremos.
8. T3A+, A3A; .9. A5C, D2R. Deses- Pero no siempr e son los sacrificios
peración; no hay salvación de ninguna de alfil en 7T correctos. Ya se dijo
clase 10. A X A, D X A; ll. D5T+, anteriormente. que la no existencia de
R2R; 12. T X D y el blanco ganó con un peón blanco en SR puede hacer
facilidad. peligrar la combinación . Véase:
R. Horn
72
73
35
Tras T x C; D4C+; las blancas, sin ne- VaoconceUo• (juega)
cesidad, obtienen nuevas probabilida- 74
des. 7. CSR+, CXC; 8. D3C+, R2A;
9. PXC, AXP; 10. D4C, RlC; 11.
A6T, T X P y el blanco abandonó. Esto,
dicho sea de paso, como advertencia
para el juego de alegres sactificios.
Ahora tan sólo dos palabras sobre
la mejor manera de protegerse contra
el sacrificio del alfil. aCamo lo más
sencillo está la jugada PJTR! con lo
que escapa el peón a la captura del
Reinbardl
alfil, y quita al mismo al caballo la (Mar del Plata, 1951)
casilla 5CR .• Pero si el punto 2TR
debe ser forzosamente defendido lo DXP+!!, RXD; 3. T4T+ (¡jaque do-
mejor es proceder del modo siguiente: ble!) que conduce al mate.
¿No sabemos t o dos Ciertamente la posición después de
que la defensa más di- l. . .. , P4CR está casi perdida no con
recta es d e s d e 3AR? 2. T4T? (D x Al) pero sí con 2. TBR!
Claro que si, pero en lAR, el caballo (con doble amenaza de mate en 7C y
defensor es mucho más difícil de ata- 7T).
car que en 3AR. Y ya sabemos las Por lo demás el negro puede conso-
preocupaciones que surgen a menudo larse : no había otra salvación .
.:uando la pieza defensora de un punto
importante cae bajo el juego del ad- H. Kühne
versario. Una pequeña desventaja de 75
la situación del caballo en lAR, es la
debilidad del P2AR.
36
Szylter De nuevo nos sorprende el contor-
76 no de las posiciones precedentes: la
torre en 1 CR, los peones en 2AR Y
JAR y el altivo caballo que reina en
5AR. ¿Claro que nosotros sacrificare-
mos en 7TR, no es verdad? Pues la
cosa no está de nuevo tan evidente.
Después de l. DXP+, RXD; 2.
TIT+, C5T+; 3. TXC+, R3C; 4.
T6T+, R4C parece que no se puede
seguir adelante. Para hacerlo se debe
Mross (juega) naturalmente calcular de antemano Y
(Berlín, 1935) no confiarse quizás luego : Calssa nos
ayudará. Así pues: 5. C3A + !, C XC;
Todavía tenemos aquí de nuevo la
6. R XC y el 'negro no tiene defensa
torre ICR, que priva de la ruta de
contra A4A mate o A4T mate.
escape al propio rey y el caballo ame-
El rey blanco hasta ha tomado parte
nazador emplazado en SAR. A eso se
activa en el ejemplo de mate, y esto
añade la rígida formación de peones
no es frecuente.
en 2AR y 3AR. Si en 3CR hubiese
... En lugar de dar mate tan linda-
un peón podría con l. D X P + dar ya
mente, jugaron las blancas (segura-
mate (R X D; 2. T3T mate). Pero ahora
mente en un ataque de ceguera ajedre-
las negras sacrifican su caballo y ganan
cística) l. Tl T? y rindieron las armas
para el rey la salida 3C. ¿Pero no se
tras l. ... , CSA +. Su dama está per-
podría continuar? j Efectivamente l
dida. ¡Oh Calssa ... l
•Flanqueado a ambos lados por las
torres enemigas el rey negro debe em- Zukertort
pezar la ruta amarga hacia Canosa y 78
rendirse al enemigo en 6CR. • Así: l.
DXP+l, RXD; 2. T3T+, C5T; 3.
TXC+, R3C; 4. T6T+, R4C; 5.
P4T+, R5C; 6. C3R+, R6C; 7. T3A
mate.
Seeeer
77
Anderssen (juega)
(Torneo de maestros, Barmen, 1869)
37
que T3T +, después de lo cual, el ne- l. DxP+, RxD; 2. T5T+ no coro-
gro puede responder aún D3T. 2 ... , duce aquí al mate, porque la dama en
RIC (DxA; T3T+) 3. A7T+! Las 3D se interpone. ¿Cómo se puede
blancas no dejan tiempo ·al adversario evitar eso? Con l. C6C+! la dama no
para movimientos de . defensa. 3 .. ., puede tomar a causa de D x T + y a
RXA; 4. T3T+, RIC; 5. T8T mate. l. . .. , CXC le sigue 2. DXP+, RXD;
2 peones ligados tan avanzados y pasa- 3. T5T mate. El papel del caballo
dos son cosa rara todavía en el medio sacrificado lo desempeñan en el re-
fuego y constituyen, empero, un arma mate el alfil blanco en 4A y el caballo
peligrosa. negro en 6C!
S alter Wa¡¡ner
79 81
38
K. Schleebaum
82 83
39
Scbories y L. Herrmann (juega) de l. DXP+, RXD; 2. CXA+, R3T
85 no es posible el mate en 7AR, que
acabamos de ver con los colores cam-
biados. El rey debe ser llevado por
otro camino. ¿Pero cómo? En ello hay
que ver claro, antes de sacrificar en
7TR. ¡Y es posible 1 El pobre rey debe
comenzar un largo viaje: 3. C5R-4C+,
R4C; 4. P4T+, R5A; 5. P3C+, R6A;
6. A2R+, R7C; 7. T2T+, R8C; 8.
0-0-0 mate (o 8. R2D mate. Lo que
Aliados realmente sucedió en la partida es
(Partida en consulta, Berlín, 1934)
indiferente y no lo mencionamos).
¡Un ejemplo grotesco! «Todas las
fuerzas combativas del blanco están Palabras finales
reunidas en el flanco de dama, el rey
blanco se encuentra impotente ante el Ya hemos visto bastante de lo que
choque de un grupo importante de las puede acontecer alrededor de 7TR y
fuerzas enemigas.» Así puede uno su- todavía de vez en cuando recordare-
ponerse a un guardameta en el fútbol mos la «endeble casilla 7TR».
que ve venir sobre sí a cuatro delan- Todavía aquí dos pequeñas observa-
teros enemigos, mientras ningún de- "ciones: La dama y el al-
fensor está en las cercanías. ¡El dis- fil, toman por asalto a
paro será gol ! menudo el p u n t o 7TR.
No ha de extrañarnos pues que el ¿Cuál de esas piezas debe
negro dé mate de una manera efectiva apoderarse primero de
con l. ... , DXP+!; 2. RXD, C6A+;
él? Después de D X P+,
3. R3T o RlT, 4. C7A mate.
RlA existe siempre la posibilidad, que
el rey enemigo escape en el último
Sir Thomas
momento.
86
Si el P2AR no está protegido, las
blancas pueden dar mate en cuatro
jugadas : l. AXP+!, RIT; 2. A6C+,
RlC; 3. D7T+, RIA; 4. DXP mate.
«jNo cesar jamás en la persecución del
adversario!"
Damos un sencillo ejemplo del mate
Dama/Alfil (Diagrama 87).
Las negras creyeron con l •.. ., D7R
Ed. l asker (juega) (y amenaza de la torre blanca) tener
(Partida amistosa, Londres, 1913)
tiempo para la buena jugada defensiva
No es tan escasa en esperanza la D7AR; pero las blancas ya pueden
situación en este ejemplo. Después forzar el mate: 2. P X P!, D X T; 3.
40
V. Toth PXPT+, RXP; 4. A4R+, RlC; 5.
87
D5C+. El negro abandona (Rl T; 6.
D6T+, RIC; 7. D7T mate). ¡Bonito
e instructivo 1
La irrupción de la dama enemiga
hacia 7TR no está tan mal cuando
existe un alfil negro en 2CR. Aquí en
la mayoría de los casos
el ataque blanco después
de l. DxP+, RIA no
progresa. ¡El a 1f i 1 en
Engels (juega)
(Torneo internacional, Sao Paulo, 1952) 2CR protege bien!
El Rey de viaje
Blümich
89
J. Foulds
(Jugada en el Club de Ajedrez de
Bradford, 1914)
41
Una batería de torre y alfil (T2A, blanco, cuando jugó C7 A. Si el rey va
A3A) está lista para disparar ¿Cómo hacia lA, C5C decide. 3. P4CR, A5R;
puede entrar en juego? Mientras que 4. C4T mate. Tales modos de mate en
se obliga al rey enemigo a poner en 2AR y 3R son bastante frecuentes.
el campo de tiro, sacándole de su si-
tuación defensiva l. D X P+ !, R X D. N. N. (juega)
Si se niega el rey, con Rl T, a seguir 91
el camino hacia lo desconocido, el
negro después de A4C! (que amenaza
A x C y también A6R) no tiene de-
fensa alguna. 2. A X P+, RJC (R2R,
T7A mate) 3. A7A+, RXP. Todo for-
zado. 4. AlA+, R5C; 5. T4A +, R4C;
6. T4R mate. La batería ha hecho
buen blanco y se ha portado de ma-
nera brillante en la persecución del
enemigo. F. Ekstrom
(Sueda, 19l9)
Feld
90 Las negras jugaron l. . .. , D X C.
«Bueno», dirá Vd., quizás, querido
lector, «de1l_pués de todo lo que he
visto hasta ahora también tenían que
sacrificar la~' blancas ·la dama en 7CR.
Pero después de 2 .... , RXD; 3. T5C+
el rey vuelve a su casa y estoy como
antes». ¡Así pues, nuestro propio peón
en 7TR protege al rey negro 1 y ve-
nimos en conocimiento de cierta arti-
maña; «después de haber sacado al
Dr. Alekbine (juega)
(Partidas a la ciega, Tarnopol, 1916) rey, el poder efectivo de la ton·e en
1 TR se aumenta mediante el sacrificio
Y aquí igualmente se nos presenta del peón 7T», haciendo imposible la
la casilla 2AR como la puerta de retirada del enemigo a 8T. «¡Sí, pero
irrupción para las blancas. Pero ¿qué entonces escapa él pues hacia el otro
sacarán las blancas conduciendo al lado! " Pero allí no irá muy lejos; su
rey negro a 2AR? Deben poner en propio alfil le impide el paso. Com-
juego su fantasía, representarse el es- pruébese: 2. DXP+!, RXD; 3.
quema de mate, en el caso que el P8T:D+, TXD; 4. T5C+, RlA; 5.
rey se dirija hacia 3R. Debe conti- TXT+, ClC; 6. TXC mate.
nuarse engolosinando al rey. Véase: Hablábamos en el diagrama 89 de
l. C7 A!, R X C. Caso de A x .C; pues una batería Torre-Alfil: en el núm. 92
D X P!, y ahora amenaza C6T +, etc., está preparada para el disparo la torre
con mate ahogado que ya conocemos. y el caballo (A2C-C3A). El rey ene-
2. DXP+, RJC. Si RXD viene el migo ya se encuentra en el campo de
bonito mate C5C. Eso lo previó el tiro, pero todavía con una pequeña
42
Rjumin (jue¡¡a) En la posición del ejemplo núm. 93
92 tu vo lugar l. C X PC!, R X C. El con-
trasacrificio C X PD; se contesta con
D X.P! 2. D X P+ !, R2C. ¡Después de
R X D se produce Jluestro esquema 1
3. P6C, DIC. No hay ya salvación. 4.
T XC! La pieza protectora de la casi-
lla 6TR, es eliminada. El negro aban-
dona. Siguen un par de posiCiones en
las cuales el rey ya ha tenido que
peregrinar, y se trata de estrechar bien
el lazo.
Popoff
(Moscú, 1929)
Km oeh
protección de caballería (C3A). Con 94
un audaz golpe de mano desmantela
el negro la defensa · blanca. l. . .. ,
TXC!; 2. AXT, DXA+!; 3. RxD,
CXPD+. ¡Una diana! 4. R4C, AlA+;
5. R4T, C6A mate. De nuevo, como
en el núm. 89, la batería, con lógica
implacable ha aniquilado al adver-
sario por completo.
Un esquema conocido,
que a menudo se encuen- Weenink (juega)
tra empleado en estudios (Torneo de naciones, Londres, 1927)
artísticos. Con frecuencia
Que no se puede ayudar al rey en
el rey negro es sacado
6C, está bien claro. Pero, estimado
al campo del mate por un sacrificio.
amigo ajedrecista, molestémonos en
También en la práctica se presentan
descubrir en tales posiciones el cami-
tales modalidades de mate en ocasio-
no más rápido de la victoria. ¡Ante
nes.
todo no dar jaques porque sí! Pues
Jakobs a veces procuran un refugio más se-
93 guro. Por eso, no jugó aquí el blanco
l. A5T+ porque después de R4A una
persecución inmediata del rey no es
posible; Claro que a la larga, la si-
tuación de las negras también es insos-
tenible. Es mucho mejor el sacrificio
del P A que solamente protegía al ad -
versari o (¡compárese por eso con el
P7T en el ejemplo núm. 911) l.
P5A + !, T X P. La posición encierra
una mu ltitud de mates; en primer
Bluhm (juega)
(Encuentro Wittenberg-Seehausen, 1927) lugar: R2T, P6C mate. - R2A, A5T
43
mate. - RXPA, TlD-lA+, RXP; ·U. L.
DlC mate y si RXPA; TlD-lA+,
R3C; A5T+, etc. 2. A5T+, RXP
(R2T, P6C mate); 3. TlD-lC+, R5A;
4. C2R mate. Con el sacrificio del peón
destruyó el blanco la última esperanza
del contrario de hallar tranquilidad en
4AR.
Parnell
95
Pcincipe Dadian de Mingretia (juega)
(Kiev, 190:Z)
44
especiales permitan un ataque decisi- Drescher
vo. Y esto es aquí, por la desgraciada 98
posición del rey negro en el borde,
posible para el blanco. l. P4C+!,
PXP; al paso. A l. ..., R5T no sigue
2. T X PT +? después de lo cual el
rey negro escapa con 2. . .. , R6C, sino
2. R2T! con amenaza de mate en 6TR;
caso entonces de 2.. .. , P4T, pues 3.
T6TR!, etc. 2. T4T+ 1! La punta des-
concertante. 2•... , PXT. O 2.... ,
RxT; 3. TXP mate. 3. T5C+, DXT;
4. P X D y las blancas logran una nue- Bernardi (juega)
45
Lidelel Ea¡:el
99 101
46
Maroczy (juega) Con ello queremos reivindicar tam-
102 bién al borde, mostrando en el nú-
mero 103 un sacrificio de torre pare-
cido en 4TR con mate en el borde.
K. Richter
103
K. Zambelly
(Partida por correspondencia, 1897 /1898)
47
Las negras acababan de cambiar en l. P4T, D4T; 2. P4C, D6A? ¡El
SAR, porque ellas creyeron que las no se ha dado cuenta 1 3. D6T+!
blancas debían retomar, y ellas ob- ¡Aquí estaba la medula del asunto 1
tendrían entonces un juego ganador ¡Después de A x.D, da mate ASA a
con Dx.P+. En lugar de eso las blan-
causa de los dos movimientos de
cas dieron mate en pocas jugadas a
peones 1 A Rl T (RIC, DSA mate)
su infortunado adversario; la octava
viene empero 4. T8D+I AlC (AXT,
lín~ debilitada, la buena colocación
de las piezas blancas y sobre todas DSA mate); 5. TXA+!, RXT; 6.
estas cosas el importante peón de D8A mate. ¡Una picardía lograda 1
apoyo en SA, permiten un rápido ata-
que: l. D5D+!, RIA (RIT, DST+ ); Vocei
2. D5A + !, RIC, caso de D2R, pues 106
D8A+ seguido de mate. 3. D8AD+.
•Sí, ¿por qué un tal rodeo? El jaque
en la octava línea pudo ya darlo la
dama en 8T.>> «Ciertamente, pero al
mismo tiempo debe la dama dominar
la casilla 6R.» ¡Después de esto viene
la decisión! 3.... , DIA; 4. A7A+!
Con D6R +, Rl T pone al rey en se-
guridad. Ahora debe abandonar la de-
fensa de la dama o tomar el alfil. En
Budrich (juega)
ambos casos el blanco le da el golpe
(Berlín, 1950)
de gracia 4 •... , RXA (RlT, DxD
mate); 5. D6R mate.
Con l. D7 A, T4D; 2. T x C ganaban
también finalmente las blancas, pero
Von Hennig
sólo después de un juego con muchos
105
cambios. R. Teschner ha encontrado,
sin embargo, que la marcha concen-
trada de las piezas blancas hace po-
sible un mate en seis jugadas como
máximo. l. C6A +! sacrificio desen-
mascarando la TlD. l. ..., PX C (caso
de l. ... , DxC pues 2. DSC+, DlA;
TlD x A mate; o l. ... , RlA; 2. D8C
mate). 2. TlDXA+, RIA; 3. T7A+,
RIC; 4. T7A-7R+!, RlA; 5. TXT+,
Jacobson (jaega)
D ID; 6. D7A mate. La peculiar co-
(Torneo de maestros, Gotemburso, 192D)
nexión del sacrificio del caballo en
Aquí vemos a las blancas «aparen- 6A con el jaque de la dama en 8C
temente emprender una invasión de presta a la combinación cierta nota
peones, pero en realidad anidar una picante y hace comprensible que fuera
refinada red de mate,, descubierta tan tarde.
48
Prof. Nae1eU Gue¡a) 2. . .. , T7D+; 3. DXT, TXD mate, el
107 nudo se ha cerrado. En verdad no
perdier on medio punto, como el pro-
fes or Naegeli, sino que jugaren l. ... ,
D x PT y con ello también ganaron
finalmente.
Hay todavía más ejemplos como
éstos: véase también el núm. 109.
Sto!!%
109
Dr. Alekhíne
(Torneo de maestros de Berna, 1932)
B. Koch
110
TrOger .
(Campeonato de Berlín, 1934)
49
l. ... , R4C; 2. D2D+, P5A; 3. T5A, l. .. ., TXT! y después de 2. PXD
etcétera. Según el dicho jocoso, donde dio mate al estupefacto conductor de
un impertinente ve un jaque, hay que las blancas con 2. .. ., T3A +; 3. RIC,
darlo . Que aplicado a este caso se TSR +; 4. R2T, T3T mate.
deduce: que «el maestro perdió la La antigua historia del «engañador,
partida y el impertinente la habría engañado ,.
ganado )) ,
( 110) El negro está perplejo. Obsér- Schlage (juega)
vese que el A3A obra sólo como un 112
peón. Desp ués de l. R3C?, sin embar-
go (algo mejor l. RlA), pudo el negro
«anunciar mate en seis jugadas» que se
desarrolló como sigue: l. ... , T6A + !;
2. RXC, C2R!; 3. P6C, CXP+; 4.
R5C, T3T! con mate inevitable. ¡Las
ju~adas tranquilas 1
C. J. Schroder
111 L.
(Berlín, 1934)
50
.. . , T8T+!; 3. CXT, A7T mate . • ¡Fi- decisión violenta.» Sólo hay que poner
nalmente vieron las blancas lo que un poco de imaginación. Las negras
quería el estúpido alfil! • resolvieron el problema de la posición
(113) El rey negro no es consciente del siguiente modo: l. . .. , T X P+; 2.
de ningún peligro, porque, en caso ne- P X T; Las blancas prefieren un final
cesario, tiene libre la retirada a 3D. con terror, que un terror sin fin . No
«Pues quitémosela», pensaron las blan- aceptando el sac rificio debería per-
cas, y jugaron l. T x A+, P X T. Ahora der finalmente también. Así pues,
se vislumbra un bonito mate en 6R, ¿para qu é prolongar el tormento? 2 •
pero la TlR es un guardián inexora- . . ., D8R +! Para hacer posible este
ble. Nada puede engatusar!e para dejar sacrificio de dama, la torre tuvo que
su puesto. Las blancas miraron pues abrir brecha. El rey cae en un des-
alrededor en pos de otro mate; y en- tructor jaque doble. 3. R X D, C6A +;
tonces les llamó la atención el casi 4. RlD, T8R mate o 4. RlA, C7D
invisible P2AR-P4AR daría mate, mate.
pero el caballo y el peón negro en
5R se oponen a su marcha. Sin em- Canal (juega)
bargo, con 2. C3D+ matan las blan-
115
cas dos pájaros de un tiro; después de
PX C el camino está libre para el
P2AR 3. P4AR mate. Realmente muy
sencillo, ¿no es cierto? ¡No obstante.
hay que dar en ello 1
Rellstab (juega)
114
Kopetzky
(Torneo internacional, Viena, 1952)
51
Donde sólo impera la fuerza bruta .. .
52
Salta inmediatamente a la vista que la torre tiene siempre la misma efecti-
vidad; sus líneas de eficacia deben estar solamente abiertas y no obstruidas
por piezas ni peones. En fuerza combativa parece ser el caballo la pieza más
débil, pero no se olvide la facultad que le es propia para saltar sobre otras
piezas, que la convierte en un peligroso salteador. Todavía algo puede ser
señalado; el alfil está siempre unido a su color, el caballo puede de un modo
fijo cambiar el color de su casilla; todas las piezas restantes pudiendo cam-
biar el color a elección en cada jugada.
El «Salteador»
53
Bogoljubow (juega) Scbuster (juega}
117 118
54
... , DxT; 2. CST+, RZT; 3. C6A+ En el núm. 120 sacrificó el negro
(¡el temido doble!) «Aquí la finalidad su dama, para recuperarla con intere-
del doble es hacer posible una fuerte ses mediante un jaque-doble. Pero no
jugada de ataquen. Las negras contes- como hasta ahora vimos, sino por un
taron l. ·'·• D4C (a DxP; decide jaque a la descubierta que es prepa-
CST +, R2T; T7R +. El rey negro está . rada por la torre y el caballo en la
sin protección en la séptima línea y primera línea, según un esquema co-
esto lo hace patente). Siguió 2. D3R, nocido. ¡Fíjense en esta maniobra 1
P4TR. No es ya posible una defensa l. ... , D X T+ !; 2. R X D; C7D+. Tam-
prometedora 3. D5R +. Abandonan bién TSD+ conduce a recobrar la
(D3A o R2T, T7R +, etc.}. dama pero perdiendo la torre en 8D
El maestro de Stuttgart Th Schuster (R2R, C6C+, R X T, CxD) mientras
que las negras con la siguiente manio-
ha hallado sin embargo que las blancas
bra conservan una torre más 3. RIC,
podían ganar de otro modo: l. C5T +,
TSR +; 4. R2T, CSA +. El caballo lla-
R2T; 2. D7A+! («uno sacrifica la
ma con un tonante «Párate» al rey que
torre, yo la dama con efecto final de
quería ponerse en seguridad por 3. CR.
la misma eficacia»). 2 .... , DxD; 3.
5. RlC, C6C +; 6. R2T, C X D. Se
C6A +, R2C; 4. CBR +, R2T. (Es recupera sin pérdida la dama y el
atrayente, que el rey negro no puede botín (TlAR) queda en poder de las
zafarse del «jaque en molino•). 5. negras.
C X D con ganancia de la TD ya que al
mismo tiempo amenaza todavía 6.
Hans Müller
T7R mate. Claro que las negras pue-
den rehusar el sacrificio 2. D7 A+ con 121
2 ... ., C2D, sólo que también entonces
las blanCq§ con 3. D6D, TlR; 4. C4A
ganan fácilmente. ¡También una solu-
ción pareja! No obstante la jugada
textual es más apremiante.
Nardus (juega)
120
Bogoljubow (juega)
(Triberg, 1934)
55
jugada va. Porque si PXC, las blan- Un tremendo ejemplo para mostrar
cas quieren dar el doble 2. P3AD y una vez más que una combinación
hasta T X P (para resarcirse de la pér- debe ser meditada hasta lo último y no
dida de calidad con peones) no es en- sólo en los objetivos inmediatos. ¿Qui-
tonces ya posible a causa de 3. D7T! zás el contrarío lo ha dejado a propó-
(amenaza mate y la dama sigue corno sito!? Entonces hay que preguntarse:
antes). Por eso las negras contestaron; ¿Por qué?
l. ... , D4A. Era mejor ciertamente, Cerramos el capítulo del «salteador>
con l . . .. , C X C 1 eliminar uno de los con un par de indicaciones del tan
salteadores, pues éstos hacen terribles frecuente doble ataque del caballo que
estragos 2. D X T! Preparando el do- gana la calidad.
ble. 2.... , DXD; 3. C7R+, RlC o
De este modo u otro
RlD; 4. C7RXP+, PXC; 5.
parecido se han perdido
C X P3A + seguido de C X D. Resul-
tado final: ¡calidad y dos peones más! muchas calidades.
122
Swiderski (jue¡a.)
1.
• • ••
~.
MarshaU
(Torneo de Nuremberg, 1906)
56
El alfil, de largo alcance
57
mente el poder de los dos alfiles contra Puede fácilmente producirse una des-
Jos algo torpes caballos. gracia por un jaque de alfil. También
Volvemos a la práctica en que se las clavadas en una de tales diagonales
muestra la actividad del alfil. son extremadamente molestas, y las
más de las veces hasta decisivas. No
Mai (jueca) siempre se tiene tal suerte, como pudo
123 haberla tenido el conductor de las
blancas en la siguiente posición:
Malzaho
124
Komke
(Torneo de verano de la liga berlinesa
de ajedrez, 1931)
58
Dr. M. El rey negro rodeado de peligros, al
125 tiempo las fuerzas principales negras
están reunidas en el flanco de dama.
Pe ro, ¿cómo penetra el blanco en la
posición del rey enemigo? ¿Cómo des-
troza él la aparente muralla de peones
bien colocados 2A, 3 C y 2T? Pues,
el sacrificio de la dama en 6CR se
impone de un modo espontáneo al pro-
saico espectador; en realidad trae con-
sigo la victoria l. D X P+ 1, PT X D;
Dr. Krause (juega)
(Leipzig, 1933) 2. C5C!, y contra P7T no hay nada
por hacer (eventualmente P8T (D)
•Como una pesadilla gravita el A6A mate). Algo más complicada es la si-
sobre la posición negra» ; y de paso tu ació n después de l. ... , PA X D; las
ha obligado a la Tl TR todavía tam- blancas empero, fuerzan también el
bién a ir hacia 2T, donde priva a su mate con 2. T7C+, RlT; 3. C5C
rey de la última casilla de escape. Las (amenaza T7T + seguido de T8T ma-
torres blancas no pueden estar mejor te) 3.... , T X A (finalmente desaparece
emplazadas. De nuevo es la dama
el terrible alfil. Pero ello no ayuda
quien mediante su sacrificio nos con-
más) 4. PX T (amenaza C7A mate)
duce a un remate final, ya no sor-
prendente para nosotros: l. D7R + !, TlAR o AIR; 5. P7A (amenaza TXP
TxD; 2. T8D+, TIR; 3. T8C+!, m ate.; a T x P o A x. P en su caso, sigue
RXT; 4. TXT mate. C x ToA mate).
«En el núm. 126 se presenta algo No menos peligroso es el alfil cuan-
distinto; el alfil dominador en 6A el do él «fisga» en el juego negro des-
peón de bloqueo 6TR y la torre en la de 6T.
séptima línea. •
Chr. Poulseo
Hüboer
126 127
59
Con l. DXC!, aprovecharon las desarrollo, su flanco de rey duramente
blancas brillantemente la posición do- debilitado, el alfil lAD en triste situa-
minante del A6T (l. ... , D xD?; 2. ción. «Especialmente esta última cir-
TBT+ seguido de mate). Pero eso no cunstancia es fatal para las negras.•
fue todo. A la tentativa 1 ... . , TIA; Las blancas fuerz'an el triunfo como
siguió la no menos bella jugada 2. sigue: l. TXAI, DXT. ¡Uno de los
T X P!! que después de 2.... , TID con- defensores está eliminado y el otro
duce, en verdad, a un final prosaico será cambiado! 2. A5C! Una jugada
3. DXD, TXD; 4. T4A, C6A; 5. RIA mortífera. El negro no puede tomar el
y el negro abandonó. La revista «Skak- alfil ya que tiene que defenderse con-
bladet» indica, no en 3. D X PRI (en tra A6AR con DlA. Por la misma
lugar de DxD); por ejemplo, 3.... , causa no puede jugar TIA. Tampoco
DSA+; 4. ClRII (4. AlA?, DXA:+I; huir con la torre y sólo le queda 2.... ,
5. R x D, TlD+; 6. R2R, C6A mate), DIA. Ahora el blanco ha hecho de la
4.... , DxC+; 5. AlA, y ahora falla octava, una línea sin protección. 3.
5. .. . , D X.A + ya que el rey blanco se AXT, DXA; 4. A6A, DIA; 5.
escapa por 3AR.
DXD+, RXD; 6. TlD. La clave. El
mate sólo se evita con el sacrificio del
N. N.
alfil. Aquí ha señalado la práctica la
128
efectividad !le ambos alfiles en las
blancas y rlegras. Pero también los
alfiles negros · son capaces, natural-
mente, de tales proezas.
Cabral (jue¡:a)
129
Helling Oueaal
(Berlín, 1924)
60
DxA+), 2.... , C5C+!; 3. PXC, donó. «Este bonito ejemplo muestra
D3T+I; 4. A4T, DXA mate. Para de un modo especial la fuerza de la
que la dama no pudiese cubrir, debía diagonal dominada por la dama y el
ser primero desviada. Entonces el A al{il.n
en 6A, dominó la situación. También en el siguiente ejemplo ve-
mos los mismos protagonistas. Sola-
Müller (Stettin) mente está entre ellos el C3AD.
130
Aluauder (jue¡:a)
131
nlingworth
De nuevo Dama y Alfil en una gran (Torneo de Hastings, 1931)
diagonal, pero esta vez aún defendida
por las negras. Con l. C6A +, P X C; De un modo imprudente jugaron
2. D X PAR, forzaron las blancas la las negras l. ..., P4AR? y abrieron con
apertura de la diagonal, pero las ne- ello la puerta cuidadosamente cerrada
gras pudieron cerrarla una vez más a la posición del rey. Pero ahora el
con 2•. .. , P5D. El blanco, siguiendo blanco desenmascara con 2. C5D! el
lógicamente su propósito, sacrificó to- A2C amenazado mate en 7C, pero al
davía una torre para recuperar el do- mismo tiempo ganancia de la dama
minio de esa importante línea 3. por C X D + y obteniendo por lo me-
TXPI, PXT; 4. AXP, R2T. La huida nos una pieza más (2. . .. , A X D; 3.
inmediata constituye la única espe- C x D+, R2C; 4. AxA+, etc.). Se
ranza de salvación 5. P4CR!I, El negro debía en tales diagonales ocupadas
había contado con 5. D8T +, R3C; 6. por el enemigo colgar un rótulo con
P4CR y luego planeado la sorpren- la inscripción. ¡Cuidado! ¡No tocar!
dente jugad a DxP+.!I 7. RxD, ¡Diagonal!
A3D+; seguido de Tx.D. Pero este (132) Las negras tienen ventaja, to-
cambio de jugadas interfiere sus pro- das las piezas están bien emplazadas.
pósitos; amenaza D8T +, R3C; D8·C En contraposición la dama blanca está
mate. A pesar de tener una torre y muy incómoda; «el ataque• al pobre
caballo de más, no puede el negro, en peón de 2TD carece totalmente de im·
cambio, defenderse, pues también 5. portancia en tales posiciones abiertas.
... , T4R; 6. AxT, DxA; 7. DXD no Las negras utilizaron la hermosa dia-
da esperanza alguna. Por ello aban- gonal, que domina el alfil como sigue:
61
F. Giegold (jueco) Las blancas habían sacrificado, o
132 mejor dicho mal sacrificado una torre,
y luchaban desde hacía tiempo por las
tablas. Su alfil les prestaba magnífico
servicio para ello y les fue, como el
ejemplo indica, tod:¡vía de gran uti·
lidad. Con l. TXA+! le rinde al
blanco toda su eficacia; después de
T X T; 2. D7R + tuvo que contentarse
el negro por el jaque perpetuo con
tablas, 2. . . , RlA; 3. D8R+, R2A.
H. Schatz Pues si hubiese querido tener alguna
(Jugada en el Club de Ajedrez
de Hof, 1928) ocurrencia, yendo con el rey a lC,
hubiese tenido que escoger después
l . .. ., D2T+l; 2. T3T. Si no se pierde de D8D + entre dos clases de mate:
una pieza en 3D. Ahora no promete TlA, D x T mate o R2T, D8T mate.
nada el sacrificio de la dama en 6TR
con (2 .... , D x T+) 3. PXD, T8D+;
Loman
4. R2T, T8T+; 5. R3C, T8C+ no se
obtiene más que tablas. La T4D in- 134
tercepta el paso; sin ella vendría 2. .. . ,
D X T +; 3. Rl C (¡el peón 2C estaría
entonces clavado!) D x P mate. Por
tanto, la torre debe ser apartada. 2•
.. ., T8D+; 3. R2T, T8T+l. «Ahora,
después de R X T, se alcanzaría la an-
tigua posición sin la torre en 4D», y
vendría 3. .. . , DX.T+, etc. Las blan-
cas intentaron pues la huida por 3C
4. R3C, pero no escaparon a su des-
tino: 4.... , D5T+!; 5. TXD+, PXT Dr. Euwe (juega)
mate. (Torneo de Rotterdam, 1923)
62
l. .. ., A X C. Las negras no habían Vemos aquí los dos poderosos al-
creído que el adversario pusiera ahí fi les ne gros que amenazan de un modo
una pieza, por eso todo le es igual. efectivo el ala de rey enemiga. Para
Esto se puede comprender, pues ame- llegar a esa posición, las negras, en
naza no sólo 2. C x P con continuación ver dad, han tenido que ceder la dama,
semejante a la de la partida, sino pero valía la pena: con l. . .. , T8T +;
también 2. D7T+, RlA; 3. C6R+I, 2. CXT, A7T+!!; 3. RXA, TIT+,
Px.C; 4. DxA mate. En realidad, pudieron eliminar la última pieza pro-
todo está terminado: 2. D8T+!, tectora del rey, el C3C.
AXD; 3. TXA mate. ¡Impresionante Si el rey fuese hacia lC, recibe
prolongación de la línea eficaz del mate con T x C de modo conocido.
A2CI El negro creyó refutada la combina-
ción, porque creyó que el rey se en-
Tchigorin (juega)
contraba seguro en 3C. Pero también
135 allí le persigue el destino: 4. R3C,
C4A +; 5. R4A, T5T mate. Las ne-
gras jugaron, en lugar de eso, l. . . . ,
P3C, y la partida terminó finalmente
en tablas. ¡ A 5í se desperdició una vez
más una magnífic a ocasión 1
Con esto queremos terminar el ca-
pítulo del alfil. Nos ha m os trado cuán
peligrosas piezas se n los alfiles en el
medie juego, especialmente en el ata-
Schiffers
(Partida del encuentro jugado en 1897) que al rey.
63
estudiar teniendo a mano los siguien- del libro (La red de mate) que la
tes finales. torre, en toda clase de posiciones de
mate, interviene corno parte principal.
Zehntmayer (137) ¡La torre en la 7• línea 1 Ge-
neralmente es un objetivo principal
136
de la torre «en el final ocupar la 7• lí-
nea» para sujetar al rey en la 1" y no
permitirle salir. Si ello tiene lugar «en
el medio juego• significa esto para el
contrario: «/Atención! Máximo peli-
gro para el rey». Para hacer patente
de un modo enérgico esta advertencia,
tiene a continuación la palabra la
práctica.
En la posición precedente el rey
Andreasoheck (juega) blanco tuvo que emigrar hacia 3D.
(Viena, 1913) Aquí le espera el destino corriente del
«rey viajero»: l . .. ., D5A + !; 2. e X D,
Un caso sencillo, en el cual se pue- Pe X e mate. La torre enemiga en la
de, sin embargo, aprender mucho. Las 2. a línea corta la retirada.
blancas no tomaron en 5C, pues el Una posición de mate semejante
final después de l. R X T, PX T hu- muestra el ej(dnplo siguiente.
biera sido tablas. También l. T8C +, (,'
\
TIC no conduce a nada. Pero la ju- J. W. Roboon (jue¡a)
gada tranquila l. T7C! trae contra lo
previsto el triunfo; pues si la torre 138
atacada juega a lC, sigue 2. T7T ma-
te. Si se salva, yendo lateralmente en
la 5• línea conduce al mate 2. T8C +.
Comprobamos una vez más en esta
ocasión lo que dijimos en la ¡a parte
L. E. Owen (jueca)
137
Alidonado
(Newcastle-on-Tyne, 1891)
64
una falla grave). Pero también al rey Tochecllower (juecal
que ha permanecido resguardado le 140
amenazan graves peligros tan pronto
como una torre enemiga aparece en
la 2a línea (en su caso la 7a).
Mieses
Kortschnol
(Leoingrado, 19Sl)
65
También el ejemplo precedente ra- Riedel
tifica este principio. Las blancas dan
143
primero jaque y también el mate; l.
D6R+, RIT; 2. TXP+!, RXT; 3.
D7R +! y el negro está perd~do, ya
que 3.... , RlC fracasa por 4. T X P +.
Fn caso elemental.
K. Richter
142
Brannatl• (juega)
(Karlsruhe, 1934)
66
Dr. J. Krug (juega) Un asunto divertido pero no en
144 Yerdad, para el perdedor. Las negras
han ciertamente doblado sus dos to-
rres en la columna abierta, pero han
permitido que la dama blanca clavase
una torre, y con ello desvalorizara la
obra. Con l •... , D X T buscó él, si-
guiendo un súbito impulso, eliminar la
clavada. Ya que las torres liberadas
serían igual que potros salvajes a quie-
nes se sueltan las riendas, los cuales
Plass atropellarían seriamente al rey blanco
(Dresde, 1935)
( ... , T x P+; RlT, T8C+; R2T, TlC-
7C mate). Pero ocupado demasiado
¡Las torres en las líneas abiertas!
con sus propios planes había el negro
El rey blanco está protegido sólo por
el PT y casi sucumbe por l. ... , descuidado la amenaza del blanco 2.
TxP+; 2. RxT, D3T+ pero 3. D3T TXP+!, RXT; 3. D5T mate. ¡Una
salva. La dama no sólo está ligada a cruel desilusión!
la casilla 3T, debe vigilar también la «jTriplicación d<"
diagonal 8TD hasta 1TR para preve- l a s figuras pesa-
nirse contra D3A +. Así viene enton- dasf». Dos palabras <;obre la
ces la jugada elegante l. ... , T6T! (l. técnica que conduce a tales
... , TxPA se para con D5D promi-
posiciones. La posición en
soriamente). Las blancas abandonaron
ciernes P X P la ha mante-
después de la jugada textual, pues a
2. D X T sigue D3A+ y a 2. D5D nido el blanco desde hace
tiene lugar eficazmente el sacrificio varias jugadas para poner
de la torre en 7T. Las negras ganaron detrás su artillería pesada.
porque estuvieron luchando con una Esto le da ventaja, pues las
torre más. negras no pueden imitarle, sencilla-
mente porque les falta terreno. Si las
Kunnemann (juega)
blancas cambian demasiado pronto en
145 6CR, el negro puede cambiar una torre
y oponer la otra. Si el negro cambia en
4TR, entonces la presión sobre 7TR
se hace sentir. En el esquema expuesto
el avance de las blancas ha terminado,
sigue ahora P x P y a P X P, el jaque
en 7TR, que las blancas con el sim-
ple doblaje no hubieran podido reali-
zar. Por lo menos alcanza el blanco
la penetración en la séptima fila del
Sternberg
(Berlín, 1935) adversario.
67
Orbach idea es continuar a PR X A con 2.
146 TxT (Tx.T; 3. P6R+) y a PCXA
con 2. T7T+, TXT; 3. TX_T+., RlA;
4. D6T+., RlR; 5. DxP. El sacrificio
del alfil se proponía en un caso abrir
el camino al AJA, en el otro, a la
dama. Las negras replicaron l. . . .,
TXT; 2. TXT, A6A. Ahora a PRXA
seguiría TBT 1, mientras PC X A, se
resolvería como indicamos más arriba.
K. Richter (juega) 3. T7T+, RlA; 4. D6T+., RlR; 5.
(Campeonato de Alemania,
Duisburg, 1929) AXP+., TXA (o RlD, TxA; RxT;
D7T+); 6. T8T+, R2A; 7. D7T+.
Un ejemplo de ello en la práctica. Abandonan. Obsérvese el espacio li-
Las blancas renuncian a la inmediata mitado que las negras tienen a su dis-
T7T + porque se les .p resenta una posición en el ala de dama y cómo
continuación más fuerte l. A X PI La ello les acarrea finalmente la derrota.
El <<imperceptible)) peón
68
sólo como demostración. En la posi- N. N.
ción arriba citada el peón tiene cuatro 147
movimientos: l. ·p x C6T, l. Px.C6A,
l. P3C y l. P4C. ¿Entonces, domina
cuatro casillas? ¡De ninguna manera!
Solamente dos, a saber 3T y 3A. Las
casillas P3C y P4C no las domina,
pues si estuvieran en ellas piezas ene-
. migas, no podría moverse en esa di-
rección. Cualquier otra pieza en el
ajedrez puede jugar hacia otra casilla
ocupada por otra pieza, tomando ésta.
Piotrowski (juega)
Pero no nuestro peón. Hay algo que
(Lemberg, 1926)
todavía le diferencia de las piezas
«mayores • ; ¡para él sólo hay avance,
Con l. DBT+!, RXD; 2. P7C+,
ningún retroceso! Por eso recomien-
RlC; 3. A7T+!, RXA; 4. P8C (D)
dan todos los tratados, y con razón :
mate fuerza el blanco el avance del
Mucho cuidado con el movimiento de
peón y al mismo tiempo el mate. El
los peones. Una mala jugada con una
peón 6C protegía inmediatamente al
pieza, puede en caso de necesidad
rey negro, hasta que su avance hacia
volverse atrás, pero no un movimiento
la octava línea liberó la columna de-
de peón. Pero éste no necesita pre-
cisiva de caballo.
ocuparse pues con la regla de la coro-
nación se le concede una probabilidad
N. N.
decisiva en el juego.
¡v lLJ JL
!:f. El gran momento
148
en la vida de todo
69
Si bien aparece como débil y necesi- columna de torre. 3. .. ., R X D; 4.
tado de protección, permite a las PXP+, R3C; 5. P8C(D)+, R4A; 6.
blancas la combinación decisiva: l. T5T+. Abandonan ¡Casi una brujería!
T8A + !, T X T; 2. D8T +! Desplazando Realmente, eso no sucede a menudo
al rey de la defensa de su torre 2.... , que todo resulte tan bello como aquí.
RXD. O 2.... , R2A: 3. PXT(D)+ y
con dos damas contra una, el blanco N. N.
gana fácilmente. 3. PX T=D mate. 150
¡Muy efectivo!
N. N.
149
K. Richter (joega)
(De una partida con ventaja de torre,
Berlín, 1930)
';j
70
Windfuhr Golombek
151 153
152
PerUs
154
Capablanca (juega)
(De un torneo en
Buenos Aires, 1914)
Schlechler (juega)
(Torneo de maestros, Karlsbad, 1911)
Quien tiene un peón pasado muy
avanzado puede a veces sacrificar
tranquilamente la dama ; él la recupera Esta posi ción se originó después de
igualmente coronando el peón. Aquí, las jugadas l. P4D, P4D; 2. P4AD,
por ejemplo, las blancas continuaron P3AD-; 3. C3AR, A4A; 4. D3C, D3C.
con l. D5R+, P3A; 2. DXT!, DXD; De un peón pasado no se ve ni som-
3. P7 A. El adversario no puede im- bra. ¡Y sin embargo! 5. P X P, D X D.
pedir P8A(D) de ningún modo, que- Jugada falsa. 6. PXD, AXC. Con esto
dando con una torre de menos. se da por satisfecho el negro. Después
71
de 6 .... , PxP: 7. C3A, P3R; 8. N. N .
C5CD, está igualmente en dificulta-
156
des. 7. PXP!; ¡Se vislumbra el peón
pasado ! 7.... , CxP. «Si las negras
hubieran querido salvar el AD jugando
por ejemplo A5R, vendría la descon-
certante (7 . ... , A5R) 8. TXP!!, TXT;
9. P7A! y el peón corona.» ¡Una sa-
lida ingeniosa y original! 8. TXA. Las
blancas han ganado un peón.
73
K. ción de sacrificar la torre en 7T y dar
160 mate con la otra torre en 5T; de
nuevo un mate de piezas pesadas en
columnas abiertas. En ese dilema tu-
vieron las negras todavía una intere-
sante ocurrencia: l. ..., C4C!?; con
lo que amenazó tres piezas blancas.
Está claro que 2; TXT+, OXT no
es aceptable para el blanco, pues
ahora amenaza mate en SR. También
2. O x e, TXT+; 3. R2A, Ole des-
Brüntrup (juega)
tru ye todas las ideas blancas de mate.
(Berlín, 1954) Pero la linda jugada 2. T X P+ !, fuerza
el mate. El caballo no puede al mismo
tiempo ser parapeto contra 2e y pro-
Aufman (juega)
tección para 2T. Las negras abandona-
161 ron; 2.... , ex T lleva a 3. 07C mate,
y 2 . . . , R XO a 3. D5T+l, RlC; 4.
Ox.e+ y 5. 07C mate.
Pfeffer
162
Tschikowani
(Encuentro por equipos, URSS, 1952 ~
74
teniendo en cuenta la superioridad de En el núm. 163 es el consabido
posición, un resultado decepcionante. peón (PT negro) el q1.1e avanza pri-
Pero aquí no fue culpa de Caissa. mero, pero las blancas deben haber
contado con ello, ya que se fija como
EUskases (jue&a)
el • peón del golpe • en 6TR. Siguióse
163
l. .. ., D4T; 2. D2C? El blanco debió
tener a la vista la casilla lD, y jugar
tal vez 2. D2D a 2. .. ., D4R pudo
defenderse con 3. DIAl Con la jugada
errónea del texto, el peón puede cum-
plir su cometido 2. .. ., P6T+!; 3.
RlA, T2A! Desenmascaramiento con
doble ataque. Las blancas abandona-
ron (le amenazaba mate en 8D o
Cabra!
(Mar del Plala, 194!1) TxT).
.t•••
•a •• 11. n
la casi propia puede tan sólo jugar
tomando la pieza que clava; solamen-
te en la clavada impropia puede la
pieza clavada •retirarse•. La dama
Propia casi propia impropill
no puede en ningún caso ser objeto de
En la clavada propia la pieza clava- clavada propia; el caballo y el peón
da no puede en modo alguno jugar; en pueden ser clavados, pero ellos no
75
pueden ser utilizados como piezas de Pero 2. . .. , C XC! •El se ríe de la
clavada. En el caballo se aprecia al clavada.» Pues, después de 3. A X D
mismo tiempo una clara particulari- el negro con 3. . .., A5C + recupera
dad; puede ser objeto de clavada la dama y tiene después de 4. D2D,
propia o impropia, pero nunca de la AXD+; 5. RXA, RXA una pieza
casi propia. Por lo demás, se trata más. Después de este caso desgracia-
siempre de que «en las clavadas propia do, queremos conocer también los
y casi propia la pieza clavada defiende aspectos luminosos de la clavada.
con su cuerpo al rey, y en la impro-
pia, una pieza más débil de fiende Krummhauer
con su cuerpo a otra más fuerte•. En 165
el último caso se debe pensar siempre
que la pieza clavada puede súbita-
mente retirarse y no pensar de este
modo. Bien, esta pieza está clavada
y no puede jugar, según las conocidas
palabras de Morgenstem:
En¡¡lund (jue¡¡a)
166
Heims (juega)
(Sociedad de ajedrez de Magdeburgo, 1915)
76
Las negras están muy mal; defec- Obsérvese en medio de los golpes
tuosamente desarrolladas, además cla- brillantes del blanco el papel tranquilo
vadas y para colmo de desgracias ex- del alfil en 6TR, que constituye la
puestas todavía a fuertes amenazas.
inquebrantable espina dorsal del ata-
Tampoco sirve de gran cosa el mo-
vimiento liberador l. ... , AJA. Las que blanco.
blancas fuerzan un mate en tres ju-
gadas : 2. D X C + !, D X D. Ahora está Thynne
clavada la dama negra, no sirviendo 168
para la defensa de la octava línea J.
T8D+, AIR; 4. TXA mate. Un ejem-
plo notable que demuestra el poder
de la clavada.
K. Richter
167
Abrahams (juega)
(Campeonato de Liverpool, 1932)
77
Scbmitt T X C; 2. D6RI ¡Clavada propia en
169 7A, y casi propia en 7D 1 Las blancas
tienen amenazas tan fuertes que las
negras deben tomar la dama. Con ello
las blancas recuperan la pieza sacri-
fica da y entran en un final ganado.
2. . .. , AXD; 3. TXD·+ , TIA; 4.
AXA+, RlT; 5. T7D. La 7• línea
para la torre ahora ; esto lo conoce-
mos ya, no es nada nuevo para nos-
otros. 5.. .. , TlT; 6. T7AD, P4A; 7.
Mikenas (juega)
A5D y las negras abandonaron la
(Torneo de maestros, Brünn, 1931) lucha sin esperanza.
Erdelyi (Rumania)
Bogmann (Bocbum) (juega)
170
(Encuentro jugado en 1933)
78
MarshaU El blanco hizo como si no se hubiera
172 dado cuenta, y jugó l. TIC. Las ne-
gras prosiguieron con su plan (que
veremos era falso) y jugaron l. . . .,
A XC; 2. D X A, T7 A. Clavada, pero:
3. TIAD!! ¡ Contraclavada 1 Las ne-
gras pierden la T7 A, pues a T X.T si-
gue D X D. La T7 AD produce «la cla-
vada en cruZ» , una vez clavada casi
propia la otra impropia. ¡ Talés clava-
das tienen esas cosas!
Capablanca (juega)
(Torneo de Maestros de Nueva York, 1918) Jacobsen
174
En el 172 las blancas lo habrían pa-
sado mal con l. D x C; quizá calcu-
laba con l. ... , A6C; 2. DxP+ !,
TXD; 3. T8R mate. Pero a l. DXC?
seguum sorprendentemente l.
A7T+I Aparentemente una jugada in-
termedia sin importancia. Pero des-
pués de 2. RIA (si no queda la dama
colgada), A6C!; 3. DXP+, TXD+,
«se ve con claridad qué sentido tenía
H . Olsen (juega)
la cosa». Pues la torre, al tomar, da (Aarhus, 1953)
jaque.
Claro está que Capablanca no se La dama blanca está atacada; sólo
dejó embaucar, sino que jugó l. T2R! que el blanco vio un esquema de mate
y ganó finalmente la partida. en 8D y jugó l. T5R X PD? Las negras
no se desconcertaron (l. . .. , A XD?;
N . N. 2. T x T mate) sino que contestaron
173 con sangre fría l • .. ., DXP+ll; Z.
Capablanca (jue¡a)
175
E. Chatard (juega)
(París, 1906)
79
R X D y sólo ahora 2. . .. , A X D, pues Abue• (juega)
está la torre en SD clavada y perdida. 177
También aquí los contendientes se
acometieron con clavada (en su caso
ligazón) y contraclavada.
(175) Las negras colocan una trampa
a su adversario con l. .. ., C4T. Las
blancas pueden así con 2. D6T, P3C;
3. D XC ganar una pieza, «porque el
peón JC está clavado. Pero, por otro
lado, la misma TIC está clavada» y no
puede abandonar su punto de partida
Blümicb
sin ceder la dama. Esta circunstancia (Campeonato de Alemania, 1929)
es utilizada por las negras con 3 .... ,
D X T! Con lo cual, así como así ganan Las blancas creyeron poder tomar
la calidad. el PSD sin peligro, después de l •... ,
Si se quisiera todavía pruebas de C5R, ya que una de las 2 piezas que
cómo a veces la clavada •impropia•, lo defienden está clavada en la colum-
puede ser impropia e inadecuada, he na AD, ya que deben protegerse las
aquí a continuación dos. negras de D x T, Tx.T, TxT mate.
«Pero. no han tenido en cuenta con
Duras ello el contraataque de las negras .•
176 Después de 2. CXP, AXC; 3. AXA,
viene a pesar de todo 3. . .., C X A!;
pues si 4. DX T, no reciben ma-
te las negras, sino las blancas. 4•. .. ,
CXP+; 5. RlT, CXPA mate o 5.
RIA, D X P mate.
¡Pero, estimado aficionado, no se
deje Vd. influenciar quizá por nues-
tros últimos ejemplos y menosprecie
las clava-:=:!s 1
La mayoría de ellas no se pueden
Fabrni (juega)
destruir sin consecuencias. Esforcé-
(Torneo de maestros, Mannbeim, 1914)
ron'1os, pues, en la partida en evitar
Con l. T X T! se quitaban de encima toda clavada o «desclavar• una pieza
enérgicamente las blancas la clavada; davada tan pronto como podamos.
podían hacerlo, pues después de l. ... , Una de las clavadas más corrientes es
D X D'; tienen a su disposición un bo- la que damos nuevamente.
nito mate con 2. T8C+, R2R; 3.
CXP+.
«Aquí, y en el ejemplo siguiente,
falló la clavada, porque la pieza cla-
vada puede retirarse atacando con
fuerza •.
80
Si el caballo clavado es atacado por P4CR puede el alfil que clava ser apar-
2a vez se amenaza el desmantelamiento tado; pero ello representa en todo
del ala de rey del negro. El modo caso una inconveniente debilidad de la
más sencillo de desclavar el caballo es posición del enroque.
jugando las negras su alfil a 2R. Con Que también en esta clavada son
el otro caballo en 2D se evita el posibles sorprendentes «artísticas des-
cuarteamientd, pero no se levanta la clavadas,. Se ve examinando nuestro
clavada. Mediante P3TR y sobre A5T, diagrama núm. 42.
¡Tampoco una pieza de ataque 1 que vigilar tres piezas: T3R, TIAR y
Este alfil. por ejemplo, P2TR. En esta posición esto es natu-
puede con facilidad pro- ralmente demasiado pedir. Con l.
teger un caballo, pero no, T X P+! aprovechó el blanco la sobre-
como en el segundo carga de la dama negra l. ... , R X T;
ej.;mplo, dos de ellos. es forzado. Ahora se le ofrece a la
Pues si una de las otra torre en la tercera línea jaque
perpetuo del cual no puede escapar
torres toma uno de
el rey negro.
los caballos, debe el
alfil, al retomar, dejar
HeUing
suelto al otro caballo y el negro gana
dos caballos por una torre. En este 179
principio muy sencillo se basan gran
cantidad de combinaciones.
Mühlbaeh
178
Grünfeld (juega)
(Torneo del jubilen de la Sociedad berlinesa
de ajedrez, Berlín, 1928)
81
Gutsche (juega) pués de l. D2A "? supera sus fuerzas,
por cuanto la protectora dama blanca
••••
• •••
••
. .•.
180 • • ••
puede ser desviada; l. ... , DXT+!;
2. AX D, TSD+; 3. DIA, A4A+. Las
blancas abandonaron. Puesto que
~-
••Jt.g.
-~- ••
~.i·
,
\• •.\t>
N. N .
n
también con l. D7C? era posible una
brillante respuesta (A4A! ! ) hubiera
debido el blanco en la posición del
ejemplo levantar la desgraciada de-
pendencia de la TIA quizá con l.
TlAR.
82
ficado como Torre deja escapar tal núm. 182!). ¡No hay brujería en el
maniobra. Pero, en primer lugar, se ajedrez; se trata de cosas naturales 1
trata aquí de un juego de simultáneas Las negras deben abandonar; no les
en el cual el origen de los errores es es posible, como fácilmente se obser-
múltiple, y en segundo término, todo va, escapar al mate.
el mundo puede ver o no ver, según El e3AR está en el núm. 184 ante
le plazca a eaissa. la tarea ambiciosa pero no realizable
pa ra él, de estar a la vez en 3 sitios:
Hülzl 2TR, 4D (como se ve en seguida)
183 y 2D (como se verá algo más tarde),
l. ex PD! ¡Un rayo desde el cielo
sereno! Si el negro torna con l. ... ,
Pxe (exe?, DxP mate), pues 2.
C xA !, y no es factible DxC a causa
de 3. A X P+ , RlT; 4. A5A+ ganando
la dama. ¡ 4D, 2D y 2TR, ningún ca-
ballo tiene piernas tan largas! Las
negras intentaron aún l. ... , P3e (para
defenderse de la amenaza ex C+. se-
Eliskases (juega) guido de D X P mate) pero perdieron
(Austria, 1931) rápidamente: 2. eXA+, DXC; 3.
Axe, TXA; 4. TXT, PexT; 5. A5C.
También en esta posición están las Las negras abandonaron; la clavada
piezas negras sobrecargadas pero aquí decide. ¡Una irrupción lograda 1
el blanco saca partido de ello. «La El conocimiento de estas combina-
dama negra debe mantener vigilancia ciones puede emplearse bien en el me-
sobre la T 1D así como sobre la ca- dio juego.
silla JAR» (contra D6A+) y la TlD
está atada a la primera línea (si no Dr. Aitken (juega)
D8A mate). Así tiene explicación clara 185
la jugada diabólica de las blancas l.
T5D!! (compárese con l. T6D! en el
Dr. Vidmar
184
Golombek
(Torneo zonal, Munich, 1954)
83
3. C7R + 1 «La doble sujeción de las C. v. Bardeleben
piezas negras es digna de atención. • 187
La TlR está ligada a la TlA y el C4D
debe vigilar la dama indefensa. Des-
pués de 3.... , TXC; 4. DXT+, R2C;
5. D6T las blancas ganaron la calidad
y a más finalmente la partida.
CapabiiiJlca
186
W. Steinltz (juega)
(Torneo de Hastings, 1895)
84
Dr. A.lekhille PilloburJ (jue¡a)
188 189
Esta posición nos muestra un movi- dama?, ¿qué contestaría usted? qU!za
miento parecido y bonito de la torre. diga usted: «No, pues con l. ..., DXP?
Las blancas jugaron D4R, hubieran (lo que se hizo) las blancas dan mate
también podido jugar l. P6A, pues el con 2. D8D + !, etc.» La cosa no es
negro no p o dí a contestar l. .. ., tampoco tan sencilla; para el mate se
D X P A? a causa de 2. T7R! Ahora interpone la dama en 8AR! Pero re-
no sirve T X.T por P X D y tampoco conociendo que la dama negra está
R X T a causa de D4R + seguido de sujeta a la casilla lAR nos caen las
P X D. Y si intenta el negro 2.... , escamas de los ojos: 2. T2R! es la
P3A para huir de la amenaza Tl x P +, jugada precisa.
la torre obtiene un nuevo botín con Con esto, estamos de nuevo al fin
2•. . ., TXPC!! ¡Todas, jugadas muy de un capítulo y podemos, mirando
elegantes de torre 1 Tampoco es reali- atrás, afirmar que las diversas relacio-
zable RxT a causa de D4C+ seguido nes de las piezas que hemos conocido
de PxD. tienen mucho de común con las cla-
•Reconocidas pues las relaciones vadas. Queremos finalmente sacar de
hay que aprovecharlas, es decir, hay esto una enseñanza general: «a ser
que hallar las ideas combinatorias. • posible no emplear una pieza más
(189) Ahora, estimado amigo ajedre- potente para la defensa de una más
cista, si alguien le preguntase: ¿Pue- débil». La suma de la efectividad de
den las negras tomar el peón con la las piezas sufriría con ello.
85
mismo objetivo•: la eficacia de la Saccoai (Italia)
pieza protectora es separada del punto 191
vital.
Ya hemos visto con distinto motivo
varias combinaciones de esta clase
pero, sin embargo, queremos consi-
derar aquí todavía algunas posiciones
características.
•Eliminación de la pieza protectora
mediante sacrificio.•
Süchtia& (jue¡a)
192
Johner (juega)
(Torneo del jubileo de la Sociedad
berlinesa de ajedrez, 1928)
86
Kohnleia l. .. ., D X A! es comprensible sin
193 posteriores aclaraciones. Las palabras
de Ben Akiba. ¡Todo ya existió, que
realmente no son muy aplicables al
ajedrez, nos vienen, sin embargo, de
vez en cuando a la mente 1
195
Alekhine (juega)
(Torneo principal de Düsseldorf, 1908)
87
Carls «De vez en cuando también protege
196 bien un peón por su propiedad de to-
mar al paso», Esta importante posibi-
lidad avalora muchas combinaciones.
En la posición anterior, no se dieron
cuenta las negras de todo el alcance
de la última jugada del blanco T8TR-
8CR y contestaron l. . . ., P6C. Bien
protege el PST ahora contra 2. A7C+,
R4T; 3. P4C+, pues él tomaría al
paso; pero 2. DxP+!!, elimina el
Schuster (juega) peón protector y fuerza el mate: 2• .. .,
(Congreso de !a liga ajedrecística de Frisia
del Este, Oldenburgo, 1914) AX D·; 3. A7C+, R4T; 4. P4C mate.
Una maniobra original.
en esta posición. Las blancas jugaron
l. A XC?, que se demostró fue un Gy¡¡li (juega)
error. Después de l. ... , P XC!; 2. A5R
198
parecía realmente que todo estaba en
orden pues el P2TR estaba suficiente-
mente defendido. Tampoco después de
2• ... , T X P; 3. T X T no sospechaba el
blanco todavía nada malo, sólo enton-
ces llegó la diablura con 3 ... ., D4T+;
4. P3AD (si 4. D2D pues P x P + !), 4 .
. . ., D X A+!!, «eliminaron las negras
el alfil protector en SR» y recuperaron
su dama con 5. P X D, P X PT. Resul-
tado: ¡una pieza de más! ¡Compárese Grob
(De un encuentro social en Baden, 1932)
con la posición muy semejante en el
núm. 154!
El rey blanco en medio del tablero,
esto no augura un buen fin. Las negras
Szukszta (juega)
jugaron D8R y ganaron finalmente.
197 Tambi én así, pero hubieran ya aquí
podido anunciar un mate en 4 j,u gadas.
Ellas debieron tan sólo haber reflexio-
nado del siguiente modo: «P4T daría
mate inmediatarnente. si el peón pro-
tector en SC no tomara a/ paso». ¿No
puede el peón ser eliminado de algún
modo? Quizá con l. ... , TXP+? y és-
te era el movimient o preciso. El blanco
no puede crear un sustituto con P X P
porque D4T mate decide. Sólo 2. A X T
Pytlakowski
(Varsovia, 1952) vale todavía, ya que el rey obtiene la
88
casilla de escape 4A. Pero después de al C3AR. 2. ... , D XC+ 1 Y mate a la
2•... , P4T+; 3. R4A, D8A+ es mate: siguiente jugada.
4. T2D, D X T • . ¡De este caldero de
brujería no hay modo de escapar! Desviación de la pieza protectora
Morphy (jue¡:a)
Dr. Alekhil:ae
199 200
El aficionado que hasta ahora nos El rey blanco está apretujado entre
ha seguido con atención reconoce en dama y torre, y observado por la dama
seguida el P6T, el del «golpe en la negra. Un jaque de alfil le daría el
nuca» como la gran ventaja que tienen golpe de gracia. ¿Cómo hacerlo? Des-
las negras en esta posición. El blanco pués de l. ... , C6D +; 2. A XC!, A5C+
la aumentó todavía con l. RlT, en todavía tienen el blanco la defensa 3.
Jugar de alejarse en lo posible del P3A (PD X P; 4. D4T+ ). Así pues, pri-
peón con RlA y apoyar a la torre mero debe ser desviado el A4A que
TlR en la vigilancia de la primera protege la casilla 3D : l. ..., A X PI;
línea. Ahora vino un final rápido : l. 2. AXA, C6D+; 3. DXC pues PXC
TlRI Ataca la pieza protectora del conduce inexorablemente al mate con
C3A. Se observa, además, que el ca- A5C+. 3 ... ., PXD; y las negras ga-
ballo, que según las reglas generales naron.
de la posición está aquí mal emplaza-
Klpke (jue&a)
do, en realidad es el que permite la
combinación; sin él podría el blanco 201
tomar la torre con jaque. Sacamos de
aquí la enseñanza que el juego del
ajedrez es contrario a cualquier es-
quema y que seriamente no se puede
dar sistema alguno que pueda aprehen-
der todos los casos. Las blancas huye-
ron con la dama hacia lD: 2. DlD
¡pero nadie puede servir a dos amos! ,
como nuestro capítulo anterior enun-
ciaba. La dama no puede acoger bajo K.
sus alas al mismo tiempo a la TlR y (Berlín, 1932)
89
Las negras han perdido la calidad N. N.
(¿o sacrificado? ¡quién lo sabe 1), 203
tienen en cambio un caballo y torre
muy fuertes en .la séptima línea. Al
mismo tiempo el rey blanco no tiene
respiradero alguno. ¿Qué hay pues de
más natural que quitarle al contrario
la defensa de la primera línea? De
inmediato l. .. ., D X D no es útil,
pues la dama está bien protegida por
la T3R. Pero no por la TlR, pues ésta
no puede abandonar la primera línea. Dr. Munk (juega)
Así pues, la T3R debe ser eliminada (Kassel, 1914)
o apartada. l. ... , C6T+! cumple ese
fin; RlA fracasa por TXP mate, RlT Un ejemplo particularmente bello
por CXP+, y P X C por DXPA+ se- e instructivo. La torre blanca arde en
guido de D X PT mate. 2. T XC es deseos de dar mate en 7T, pero está
obligado, por tanto, pero ahora des- en su camino el P2CR, que protege al
pués de 2.... , D X D la dama blanca contrario. ¿Cómo se le puede obligar
está perdida, pues la TlR no es pro- a apartarse, dejando libre el camino
tección para ella. a la torre? Mediante la combinación
desconcertahte: l. C7 A+, R2T; 2.
Dr. Adam (juega)
DXP+!, PXD; 3. C5C+, RIT; 4.
T7T + mate. Con la ayuda de un sa-
202 crificio de dama y un jaque doble
realizó el blanco sus deseos.
Paul Johner
204
Demeuiescu
(Partida por correspondencia, 1934)
90
l. P3TR +, R6C lo mismo la casilla Lovea
IR (AIR mate) como también 3A 205
(T3A mate) están protegidas respecti-
vamente por TlR y A2C. Con l. A4R!
se posesiona el blanco del punto de
cruce de ambas piezas desconectán-
dolas. Ya tome con torre o con alfil
siempre una pieza obstruye a la otra
y viene uno de los dos mates 2.
P3TR+, R6C; 3. T3A o AIR mate.
"Aquí no se trata propiamente de
desviación alguna sino de una obs-
trucción forzada.» Una combinación Stoltz (juega)
que entra más en el terreno del pro- (De un torneo finlandés, 1933)
blema, y que en la práctica es re gu-
larmente poco corriente. 3. D X A+. Los precedentes sacrificios
También en el núm. 205 las negras de cabaltos han tenido por objeto ha-
se ven obligadas a obstru irse una cer posible el ataque de la dama
pieza protectora a saber la dama 4TD blanca. 3 ... ., R3R; 4. D4C+, R2A;
que protege al A4T. Después de l. 5. D5A +, RlR; 6. D6R, D4AD (algo
C5D!, PX C; pierde igualmente la mejor era DlD); 7. P4D! ¡Apertura de
dama negra el dominio de la casilla línea para el alfil! 7• .. ., P X P; 8. A5C!
4R, así que sigue 2. C5R+l, PXC; Abandonan.
La pieza desamparada
Hemos visto en una serie de posi- protección?, ¿no se origina aquí una
ciones, cómo el adversario ha luchado cla vad a. una suj eción? ¡No! ¡quien
con éxito contra la pieza protectora y nada arriesga, nada gana! Sin embar-
cómo ha despojado a la pieza necesi- go, cada m ovimiento que realicemos
tada de apoyo de éste. De ello no es debe ser según eso analizado con pre-
responsable el hecho de protección, cisión, si él n o concede al contrario
sino que han debido existir con· ante- demasiadas posibilidades que éste pue-
rioridad faltas graves que han permi- de en su caso aprovechar con una sor-
tido al contrario romper una defensa prendente combinación. Pues "atre-
creada con esfuerzo. verse» no significa jugarlo todo a una
En general, debe prevalecer el prin- carta . Esto puede todo lo más llevarse
cipio de no dejar ninguna pieza sin a cabo cuand o la pérdida de la partida
defensa, si es posible. Claro está que no permita emplear ningún otro medio.
esto no puede realizarse en todos los Damos a continuación cierto núme-
casos, pues quien persigue un fin de- ro de combinaciones sacadas de la
terminado es imposible que en cada práctica, que muestran de manera
jugada se pregunte con temor: ¿se indudable los peligros que amenazan
queda tal o cual pieza sin la suficiente a las piezas que se hallan sin defensa.
91
Groper de 4AR. Por ello intenta DlD, pero
206 se debilitó tanto por la pérdida del
peón que pronto tuvo que abandonar.
Moritz
208
Pantzke (juega)
(Campeonato de la Federación berUnesa
de ajedrez, Berlín, 1929)
UUrich
209
MarshaU (juega)
(Chicago, 1926)
92
Todas las piezas negras en la pri- pías todos los puntos de sostén y ayu-
mera línea, sólo la dama indefensa da que una posición encierra.
en 2D. Sobre ella se dirigen las mi-
radas del blanco y de nuevo es una Dresler
pieza con su jaque a la descubierta 211
quien abre a la dama blanca contra
la enemiga, la línea de ataque: l.
C6C+!, PAXC; 2. TXP+, RXT; 3.
D3T+, C3T; 4. PXP+. ¡Esta vez es
un peón! 4.... , RXP; 5. DXD y el
blanco ganó.
Schories (jue¡a)
210
Lle (juega)
(De una partida por correspondencia
en torneo nórdico, 193:Z)
93
El último movimiento de las negras resistir a la seducción de apoderarse
A2D x PT aseguraba notoriamente la de la dama enemiga con T X P +?
ganancia. Pero ahí tenía el blanco to- Después de 2. C X T? T XC+ (no en
davía un golpe brillante: l. P5R! que seguida DXD?; 3. T4T+!, etc.); 3.
cayó como un mazazo, ~o vale A X P R2A, T7C+ hubiera mantenido su
por 2. D x P + , tampoco P x .P a causa derecho después de 2. PX T!!, sin em-
de 2. D x A+ ni DxP por 2. TlT-lR. bargo, fue él quien sucumbió, pues
Siguió l. ... , AXA+; 2. RIC, AXT? 2. . :., DXD; 3. T4T+! conduce al
Impulsado por la igualdad, omite el mate. Las negras abandonaron por ello
negro la mayor posibilidad que con- la partida. Así alcanzó el blanco con
sistía en 2.... , DxP (¡ahora factible!); la clavada preparada un rápido de-
3. TlT-lR! (3. TlA-lR?, T7R! Ahora, senlace, mientras de otro modo hubie-
en cambio fracasa 3.... , T7R por 4. ra debido jugar un largo final, cuyo
DxA+ ), 3.... , AXT. 3. DXA+. Las resultado no era en manera alguna tan
negras abandonaron. Se dieron cuenta seguro.
demasiado tarde que su dama está «Sí, jaqueando-eliminando a la da-
perdida, ya que no pueden soslayar el ma, se debe tener suerte», decía la
jaque a la descubierta del PSR (3 .... , Srta. Keller en una disertación por
RlR; 4. D8T+, R2D; 5. P6R+ o radio. ¿Solamente con jaque a la dama?
4 .... , R2R; 5. PxP+, etc.). Tras esta pequeña digresión volve-
Se observa que el conocimiento de mos de nue,~o al tema.
tales combinaciones pone en manos
del jugador un arma peligrosa. Pero, N. N.
también aquí hay un «pero», como en 214
casi todas las experiencias ajedrecís-
ticas. Muchas veces no se trata de un
error del contrario, sino de una tram-
pa ante nosotros. No queremos dejar
de presentarles un ejemplo de esta
clase que sirve de prevención.
Kraus
213
Bogoljubow (juega)
(Sesión de simultáneas, Zoppot, 1935)
94
combinación. El ataque a la dama en muestran de manera clara y sencilla
3R impide tomar con el alfil 2. . . ., cómo sacar partido de ello. l. T XC!
D X D ¡él quiere cambiar, pero las La casilla 4AR, debe quedar libre
blancas tienen otros planes! 3. para el alfil. l. . .. , PXT; 2. A4A, R2A;
TXA+!!, DXT; 4. TXD mate. ¡Un 3. C4A, TlR (o T3D). Las blancas
bonito mate de las charreteras! * cambian ahora , o una jugada más
tarde en 6R y ganan el final de peones
Grob en el cual, prácticamente tienen un
215 peón más (¡el peón negro doblado en
la columna de CD no tiene más valor
que el blanco aislado en la de torre!).
¡El juego del ajedrez no es realmente
tan difícil!
Ullrich (jue¡a)
216
Ahues (juega)
(Torneo de maestros, Nauheim, 1935)
Marache
214 Karstens
(Torneo principal, Swinemünde, 1932)
a
Aquí desentona en seguida el A3D,
que se encuentra indefenso en medio
del tablero. Al mismo tiempo el C4R,
al tomar aquél dirige un ataque en
gran escala a casi todo el ejército
enemigo . ¡Y, con todo ello, juega el
negro! ¿Quién podría resistir la ten-
tación de hacerse con tan preciado
Morphy (juega)
botín? Pero meditemos antes: ¿debe-
(Nueva York, 1857) mos confiar en un error semejante por
parte del contrario, sin más ni más,
pueden serlo por la situación de las
como el que representa el abandono
piezas, las torres.
del alfil? ¿Quizás ha pensado ya con
«El caballo JR está indefenso y se esto, no es cierto? ¡De vez en cuando
encuentra además en una diagonal nuestro compañero hace también una
abierta contra su rey.» Las blancas buena jugada! Las negras, sin embar-
go, no se hicieron estas reflexiones
• El verdadero mate de las charreteras es el
que se da en la posición final del núm. 214 a , y tomaron sin inconveniente el alfil;
95
l. ... , C x A, y hubo una gran excla- bito de eficacia, y en segundo lugar
mación en la sala del torneo cuando está desprovisto, como veremos en
su adversario dio la vuelta enteramen- seguida del apoyo necesario. Con la
te al juego con 2. D6A!! Las negras inesperada jugada l • . .. , P6D!! las ne-
no pueden escapar al mate. gras ganan una pi.eza: ya con 2. P X P,
No fue pues el indefenso A3D quien A x C; 3. D XA, D5D+ o aún con 2.
perdió la partida, sino la indefensa P x A, PxC; 3. DXP, D5D+ no pue-
TlR de las negras. de el A4T escapar a su destino. «Pero
esto es dificil de encontrar» dice qui-
Von Henning (juega)
zás usted y piensa que las uvas del
217 ajedrez están muy altas. ¡Pero sólo
paciencia! Con mucha práctica y to-
da vía más confianza en sí mismo re-
conocerá usted también que las be-
llezas del ajedrez no son ninguna
ciencia sino que son asequibles a
todos.
Con esto terminamos las considera-
ciones sobre las piezas desamparadas
pero nos remitimos todavía al capítulo
Dr. Taube de ataques .,1a la descubierta, el cual
(Enoueutro Hamburgo-Kiel, en Niendorf; 1934)
contiene ca1;1tidad de posiciones que
El A4T está desgraciadamente si- igualmente hubieran podido tener ca-
tuado; en primer lugar no tiene ám- bida aquí.
La pieza cercada
96
Lazard (juega) Ciertamente que no es siempre malo
218 colocar un caballo en 2D o en su caso
7D. Pero numerosas experiencias pre-
sentan tal posición o ubicación del
caballo como dudosa. La casilla na-
tural de desarrollo es 3AD para ambas
partes.
KeUer (juega)
220
Gibaud
(París, 1935)
Dr. T arras eh
Dr. Meyer
219 (Torneo de entrenamiento,
Stadtprozelten, 1936)
97
Kirchhammer (juega) En esta posición vemos una cadena
22! de peones blancos que prenetran por
todas partes en la posición enemiga
arrebatando a las piezas adversarias
importantes casillas. El A2D y el C2A
están por esa razón especialmente es-
tt·echados, y en la columna CD, la
única contrachance para las piezas pe-
sadas negras, no puede prosperar, pues
el P3C está bien protegido. Las blan-
cas rompieron la posición defensiva
Krause del adversario con un doble sacrificio
(Campeonato de la República Democrática
Alemana, Binz, 1952) de pieza: l. TXPA!, PXT; 2. CXPR!
Una vez más se demuestra, que el rey
que en ajedrez no es bueno lo que se merece un lugarcito tranquilo en el
conoce demasiado. Esto es natural- medio juego, y no debe ser empleado
mente un sofisma que quiere dar a como pieza protectora. 2. . .. , C4C.
entender solamente que el saber no Con R XC ; 3. D3A + es obligado el
se debe aplicar de un modo rutinario. rey negro a penetrar en campo blanco,
lo que supone la pérdida inmediata,
Winter
pues R3D,;,• falla a causa de 4. P5R
222 mate. Las negras sacrifican por eso el
caballo, para ·dar a su rey la casilla de
escape 2AD, : y parar igualmente las
amenazas C x A+ así como D3A. 3.
P X C, R X C. Ahora creen poder to-
mar, pero también este camino lleva
a la ruina 4. D3A +, R3D. Si R x PR,
A3A+, etc. 5. D3C+. Un impre-
visto jaque lateral. 5. . .. , P4R; 6.
PAXP+ a.p., R2R; 7. PXA. Aban-
Noteboom (juega)
(Partida jugada en 1929) donan .
98
Pues la fuer~a del ataque a la descu- tentaron 2 . .. ., TXP+, para poder
bierta radica en que dos piezas dirigen jugar después de D X T?, T X e y si 3.
al mismo tiempo ·a taques sobre las po- R X T?, D x D + . Las blancas, sin em-
siciones enemigas y en la «simultanei- bargo, contestaron 3. RIT!, tras lo
dad" está precisamente su fuerza. Así cual no le quedó a las negras nada
sucede a menudo y no es por eso sor- que seguir con su política de fuerza
prendente si en un ataque a la des- 3 . ... , TSC+. Después de 4. RXT,
cubierta ambas piezas participan: la D3C+; 5. T3C se acabó el carbón y
que descubre y la descubierta. «El tuvieron que abandonar.
fundam ento interno es naturalmente
que el adversario con una jugada sólo de Freitas
puede tomar una pieza y por tanto ,
224
únicamente puede defenderse de una
de ambas amenazas., Y en esto se
diferencia del doble ataque de una
pieza, el cual desaparece tan pronto
como se toma la pieza. La efectividad
del ataque a la descubierta todavía
aumenta, si una de las dos piezas da
jaque, y su fue rza es aniquiladora en
el jaque doble, en verdad, el movi-
miento de ataque más fuerte.
Engels (juega)
(Sao Pauto, 1952)
Ataques a la descubierta sin dar jaque
Stüber (juega) Si la maniobra anterior era elemen-
tal, no lo es menos ésta. Ya en muchas
223 partidas dio ventaja al blanco el po-
sible ataque a la descubierta l. C5D!
que a l. ... , D x D gana una pieza con
la jugada intermedia 2. e X A+ . Aquí
parece como si las negras pudieran
confiarse; si l. ... , DxD; 2. e x A+,
Rl T; 3. Tl T X D ¿no recupera la pieza
con TlAD-IR? Pero aparece otra pun-
ta 4. P5R! y el blanco mantiene su
pieza de más ya que el e3AR no puede
W. Koch jugar mas que para ser capturado o
(Campeonato de Berlín, 1930) cambiado por el e7R.
Las negras reconocieron y jugaron
Si l. ... , T X P? viene 2. CSD! un l. ... , DlD (tampoco daba esperanzas
característico ataque a la descubierta. AlD ; 2. D x D, A x D; 3. e?R+ se-
Amenaza caballo o dama toma dama, guido de e X T) si bien abandonaron
pero también TSR +. Fácilmente se despu és de 2. A6C, DIR; 3. e7A,
comprueba que las negras no pueden Txe; 4. AXT la lucha a la larga
tomar ninguna de ambas piezas. In- perdida.
99
¡Algo para anotar en encuentros co- dial, a su adversario el campeón a la
rrientes! sazón Alekhine. l. C7 A! no era en ver-
dad fácil de ver como jugada ganadora.
Leonhardt
226
Schories (juega)
(Campeonato de Alemania, Pyrmond, 1933)
Dr. Euwe (juega)
«El P6A tiene un poder enteramen- (Torneo de maestros, Zürich, 1934)
en lugar de alejar la TlR tan lejos gana con ata'q ue directo al rey: 2.
como posible y rápidamente del al- D5T+, R2R (con RlC cae la torre y
cance del peón. Y ciertamente la hor- las blancas tienen la calidad de más);
100
Ahues Una posición que ya ha efectuado
227 bien sus dos vueltas al mundo. Pre-
senta un ejemplo penetrante del ata-
que a la descubierta. Lo curioso del
caso es que las negras abandonaron
desesperadas por la clavada del ASO,
mientras que podían haber ganado con
l. . , A8C!!
Para la técnica del ataque a la des-
cubierta son especialmente instructi-
vas las 2 posiciones que siguen.
Rellstab (juega)
(Torneo de los cuatro maestros, Berlín, 1930) Formanek
228
Blau (juega)
(Encuentro de naciones por correspondencia,
Suiza-España, 1954)
von Popiel
(Torneo de Montecarlo, 1!102)
l. A7C!! Las negras abandonaron.
101
Creemos que estas posiciones sin como mal menor A X P +. Pero el
otras aclaraciones son comprensibles. blanco reconoció que D X P +, RlA,
Estúdienlas bien y capten su idea fun- D8T mate, sería decididamente más
damental. fuerte que la simple captura del peón
Llegamos ahora a los ataques a la A X P +. Así pues, el A3D estorba, se
descubierta, en los cuales la pieza que interpone en el camino. La retirada
descubre, abre el camino a otra que 2. A4A! se muestra corno lo preciso;
está en ruta. Un lector atento objetará ahora amenaza D X P.+, etc., pero
quizás, que «apertura de espacio» se igualmente está atacada la dama ne-
gra. No hay modo de salvarse.
encuentra también en ejemplos ante-
riores.
Freymann
Ciertamente, pero ahora tenemos
ante nosotros posiciones en las cuales 232
sería posible un mate inmediato si una
pieza propia no obstruyese, como
aguafiestas, la línea de la pieza que
da mate. Una pieza semejante domina
todo el tablero y cómo perjudica a su
bando si se pierde; por su retirada, la
pieza que queda libre, da mate. El
motivo aquí descrito representa un
arma incisiva en la lucha combina-
toria. Lowenfisch (juega)
(Leningrado, 1925)
Schmítt
La posición apartada de la dama
231 negra promete al ataque blanco en el
flanco de rey un completo éxito. Las
blancas continuaron en primer térmi-
no en plan de sacrificio: l. A X P,
PXA; 2.• TXP+, R2C y ahora podría
dar mate en 6C si no .. . si no estuviera
el A4R en la misma diagonal. El debe
pues ceder el paso a la dama, y lo
hace del mejor modo posible 3. A7C!!
Las negras abandonaron, pues sólo
K. Richter (juega) entregando la dama se salvaría su
(Congreso de Berlín, 1928) rey.
(233) Las negras juegan y debieron
Con l. C4R-5C amenazó el blanco ahora cerrar la diagonal 1AD-6TR. Pe-
A XP+, pero también A4R. Las ne- ro no vieron peligro alguno y jugaron
gras se defendieron de la última ame- l •... , A2R? Si no estuviese ahora el
naza con l. ... , C3D y permitieron A3R podría el blanco dar mate con 2.
102
Dr. E. Meyer (juega) Examinamos en primer lugar posi-
233 ciones en las cuales sucede que la
pieza liberada por la retirada, da
jaque.
lng. Koutny
234
Deschauer
(Campeonato de Alemania por correspondencia,
19S2/S3)
103
encerrar al rey en un jaque mortal a flanco de rey blanco desarrollado de-
la c;lescu bierta (R x D ; 2. C7 A+, fectuosamente; todo ello no presagia
R5C; 3. C6T mate). Las negras pudie- nada favorable para el blanco. Con l.
ron con l. ... , R2C evitarlo, pero si- ... , C5D! («el ansia por el jaque a la
guió ahora simplemente 2. D7T +, descubierta! ") alcanzó el negro la
RIA; 3. DXC y el blanco ganó. Se ape rtur a de las líneas que le dan el
debe jugar no sólo «bellamente" sino triunfo, ya que 2. PX C es forzado
también poder ganar con «brutalidad•. (DlC, D x PA). Ahora la T7D puede
dar un jaque a la descubierta, pero
Dr. En gel (juega)
¿dónde debe jugar? El «botín más
235 suculento para engullirse (2.
T7C +) no es recomendable, pues el
blanco tiene la fuerte réplica 3. A4C 11
Es mucho mejor 2•... , T7T+ atacan-
do la Tl T. Ahora ya no sirve más al
blanco 3. A4C, pues después de 3.. .. ,
DxA+; 4. DxD, TxT+ seguido de
5.... , P x D, las negras han ganado
una torre. Como ocurre con frecuen-
cia en el ajedrez, lo más pequeño es
J. Lange mejor.
(Leipzig, 1949)
Nos contentamos con estos ejem-
plos, pues en ocasiones anteriores he-
l. ... , D2AR? (R l T 1) demuestra ser
mos visto ya. muchos jaques a la des-
después de 2. T7R!! un error decisivo:
cubierta.
2 .... , DxD: 3. TxP+, RlT; 4.
T5C + conduce al mate. El jaque a la Queremos dedicar algún espacio
descubierta es decisivo; en este caso más a Jos ataques a la descubierta,
una maniobra elemental. «en los que la pieza que se mueve da
jaque".
Colle (jOega)
Schories
236
237
Siimjsch
(Torneo de maestros de Frankfurt, Roe!< (Walle rfangen) juega)
a. M., 1930) (Simultáneas, Saarlcuis, 1931)
El rey blanco en medio del tablero, Con l. C6A +! el caballo hizo sitio
la torre enemiga en la 2a línea, el a la dama (y fundamento a la torre);
104
l. ..., P XC es forzado. Pero ahora, L. Sohmid
con 2. TIC+ , el rey enemigo es ero- 239
pujado hacia lT (R2A, D5T mate) y
con 3. D X T establecemos una ventaja
material (pues 3... ., T x D falla a cau-
sa de 4. T x T mate y también 3 . .. . ,
D6A +; 4. T2C, DXT+; 5. R X D,
T X D; 6. T X T + deja al blanco con
ventaja decisiva).
La última jugada de las negras,
P4AR fue el error q ue costó la par-
tida. Ellas menfJspreciaron el ataque a Gligori< (juega)
la descubierta. (Torneo de Navidad, Hastings, 1951)
105
con inexactitud y obtuvo solamente dama sacrificada "mediante retirada
tablas. A pesar de todo . un episodio de la T5A dando jaque », Lo mejor era
característico para el tema. todavía 3. RID, pero después de
(240) A veces se puede encerrar al TXA+; 4. TXT, AXD el negro tie-
rey en un jaque a la descubierta, me- ne 2 piezas menores por una torre y
diante un sacrificio preparatorio: l. ..., gana fácilmente.
TxP+!; 2. RxT, D3T+; 3. RIC, (242) Las blancas, con 1. A2A, echa-
A X A+, forzando una vez más la ga- ron un cebo (P2TR) a su adversario,
nancia de dama; sigue 4 . ... , D X D. que éste realmente tomó: l. . .. ,
l. ... , D X PT? Ahora se demuestra,
Meck (jue¡a) por qué las blancas habían entregado
241 el peón: 2. T8C+, R2D; 3. T8D+! ¡La
clave! A R2A o R X T sigue retirada
del A2A con jaque (A6C+ ) y las ne-
gras pierden su dama, y si el rey va a
3R recibe mate con T6D. El peón es-
taba, pues, envenenado. Por eso, pues,
el primer mov imiento de las blancas,
que de manera tan ostensible ponía a
disposición el peón, debió desconcer-
tar al contrario.
Fackler
Y llegami:ls ahora al punto cimero
(Basilea, 1933) del ataque á la descubierta, que es
«el jaque dobÚ». Para el rey digno
Las blancas están mal desarrolladas, de lástima, que es atacado ahí simul-
las piezas negras han penetrado en su táneamente por 2 piezas enemigas,
posición, y su rey yace inseguro. Las sólo hay una salvación; la huida lo
negras lograron mediante una bonita más velozmente posible.
combinación a la descubierta, ventaja
material: l • . . ., DXC!; 2. DXD, Winter
A X P+ y adonde quiera que el rey 243
blanco vaya, las negras recuperan su
Wechsler
242
Tylor (juega)
(Torneo de Navidad, Hastings, 1933)
106
gamente desilusionado: con l. D7T+, Manhall
RIA; 2. D8T+, R2R; 3. C5A+l, 245
PXC; 4. ASA mate, «llevó a r(lh" , ,
blanco un bonito mate con doble ja-
que». Aun cuando tales combinacio-
nes son fáciles de hallar, no dejan casi
nunca de producir su efecto en el
otro jugador.
N. N.
244
Johnston (juega)
(Chicago, 1899)
107
con l. ... , CXP+; 2. RlR, TSD+; Benzinger
Hochstrasser
247
108
adjudicado, por sus contemporáneos que atacan la dama blanca. No po-
entusiasmados, el título honorífico de dían jugar DXA a causa de 4. T4A+!,
•La combinación diabólica•. Es real- RlD; 5. D8T+, R2R; 6. DXTlC, con
mente muy bella y no ha perdido nada ataque devastador. Pero ahora viene
de su atractivo. un segundo, y esta vez inesperado sa-
En primer término un sacrificio de crificio de torre. 4. T7C + !!, para llevar
ruptura, para atacar con la dama al a cabo la amenaza del jaque doble
muy amenazado rey negro. l. T X PC!, sobre el rey negro. 4.... , R X T. T X T
PXT; 2. D7T+, CID. Con RlD, el entregaría en seguida la dama. 5.
blanco tiene diversas continuaciones ASA+! La agudeza de toda la com-
fuertes, por ejemplo: 2. ... , RlD; 3. binación: con un jaque doble el
D8T+, R2R (R2A, D7C+ !); 4. blanco intercepta la línea de defensa
D7C+, T2A; 5. P6A+, etc. 3. de la TIC a la DIC, y si ahora las
A XC!, DIC. Las negras buscan huii negras juegan Rl T o R X A, el blanco
del jaque a la descubierta, al tiempo toma la dama y gana fácilmente.
Una Glosa
«Yo lo sé~
109
Quien primero llega, muele primero.
Las blancas juegan, las negras juegan. Las blancas juegan, las negras juegan.
Este es el reloj del ajedrez, que funciona siempre igual. Una jugada es
como otra, ¿puede hablarse, por lo tanto, de fuerza y efectividad de las
jugadas? A fin de cuentas, es la pieza la que obra, y no el movimiento reali-
zado por ella. ¿O tal vez? ¿No hablamos de golpes o «jugadas maestras», y
pensamos en buenas jugadas, y en jugadas «de chambón•, significando ju-
gadas defectuosas? Nosotros reconocemos que: la pieza no obra tan sólo
por su propia vitalidad, sino por el movimiento que un jugador realiza con
ella, o amenaza realizar. Y ya hemos contemplado en lo examinado hasta
ahora, una gran cantidad de jugadas fuertes, bellas y de elegante factura,
pero también, por el <:ontrario, hemos trabado conocimiento con las débiles,
falsas e •impertinentes» jugadas.
No se trata aquí de eso. Queremos aquí tan sólo indicar que pueden
haber también combinaciones, quitándole al adversario' el tiempo para realizar
acertadas jugadas defensivas, o mediante interrupción sorpresiva de la serie
corriente y esperada de jugadas, dejarle <:on un palmo de· narices. Además
no olvidemos que el derecho de jugar es también obligación de jugar y puede
llegar a ser el «zugzwang». Verdaderamente este último es especialmente
efectivo en el final, mientras que en el medio juego, las desventajas que
pueden surgir de la obligación de jugar, raras veces se hacen patentes.
110
tablas. De cómo en el final a veces N imzowitsch (juega)
se traspasa la obligación de jugar al 250
adversario nos da
una idea clara la
posición adjunta:
con l. R4D? el
b 1a neo perdería,
pues después de
l. . .. , R6C debe-
ría abandonar la defensa del P3A.
Pero con l. RSD 1 él gana, pues tras
Dr. Alekhine
l. . . . , R6C; 2. R4D! el blanco ha (Torneo de maestros, San Remo, 1930)
ganado el tiempo decisivo: el adver-
sario tiene que jugar y está obligado Las negras se encuentran en mortal
a abandonar el PSA. Con un caballo «Zugzwang », como el último movi-
no se puede ganar un tiempo cierta- miento del blanco (P4TR 1) lo demos-
tró muy bellamente. Aparte las juga-
mente: si en la posición
das de peones, que pronto se agotarán,
adyacente, por ejemplo,
no pueden mo ver pieza alguna sin per-
. juega el blanco, no hay der algo (así, por ejemplo, a l. ... ,
manera de apartar al rey DlR vendría 2. PSC!).
negro de las casillas 7A El dive rtido episodio siguiente tuvo
y 8A, por muchas vueltas que dé el lugar en una partida con ventaja, al-
caballo en rededor suyo, y eso sucede reded or de fin del siglo.
porque el caballo debe cambiar de
color en cada jugada, lo que hace N . N. (juega)
111
dió: Lo siento mucho, pero recibirá muele primero» . Si bien, pues, cual-
Vd. mate. Casi increíble, pero el mi- quier combinación puede servir de
lagro tuvo efecto gracias al «Zugz- ejemplo para esto, deben seguir toda-
wang». Sacrifique el negro la dama vía cierto número de posiciones que
o no, se verá por fin obligado a jugar pondrían en claro este principio.
el PCQ, entonces es tomado p·or el En el n.0 252, parece hasta estar
peón blanco de torre, que transforma amenazado el blanco, pues si juega la
y da mate. dama atacada en 4TR, desampara a
Pero, como se ha dicho, tales posi- la torre en 6AR. Pero el blanco dis-
ciones son «raras• en el medio juego. pone del tiempo y lo aprovecha así:
l. T6A X PC:tJ, P X T; 2. D7R +, D2A.
Entendemos por «ganancia d e tiempo•
Si no sería mate, como se ve fácil-
en el medio juego algo dis tinto: «a
mente. 3. T X P +! ¡Sin dar tiempo
sab er, el arte de privar d el tiem po al
al adversario para reponerse! 3 • ... ,
contrario para realizar una buena ju-
R X T; 4. C5R +! ganando la dama.
gada d e de fensa o de ataque ». ¡Que-
remos dictar nosotros las normas del Capablanca (juega)
asunto!
Pero ¿no es éste el significado de 253
toda combinación? Lo es, efectivamen-
te ; toda combinación aspira a ganar
tiempos, toda combinación tiene, pues,
por objetivo estar el primero en deter-
minado punto con determinada pieza,
antes qu,e el adversario tenga ocasión
de lanzar tamb ién hacia allí sus fuer-
zas, o en su caso, salvar sus piezas
amenazadas mediante una jugada de
retirada. Tiempo, tiempo, significa en Bogoljubow
el medio juego: «quien llega primero, (Torneo de maestros, Nueva York, 1924)
112
Kortschmar (jueca) partida tuvo lugar (tras el último
254 movimiento l. A5D-7A) l. ... , TlAR?;
2. D5T, P3T. (Se amenazaba una vez
más el sacrificio de dama en 7TR) 3.
D6C, D3D; 4. ASD, T2D; S. A4R y
las negras abandonaron. «Nadie lo vio,
salvo el Sr. Keidanski• así se dijo más
tarde en la prensa ajedrecística de
entonces «que Rubinstein mediante
l. ... , D7T+!!; 2. RXD, A3D+ podía
igualar el juego•. Pues tampoco con
Kotow
3. T5R, T x T 11 logran nada práctico
(Encuentro por equipos, Tula, 1951) las blancas, pues su dama no puede
escapar al jaque a la descubierta. Algo
Las negras no quisieron enzarzarse así como un problema, ciertamente,
en l. ... , P4D; 2. A3D, A X P; 3. no en vano el Sr. Keidanski era com-
AXP+, RlT, y jugaron en lugar de positor de problemas . ..
esto l. . .., D7 A? para encadenar el
A2R en su sitio (2. A3D?, T8R + ). Gumprich (juega)
¿Pero si el alfil escapa dando jaque?
Esto nos lleva a la ganancia de tiempo 256
2.. DXP+!, RXD; 3. A3D+, RlC;
4. T X D y las blancas ganaron el
final.
Recordamos ahora la siguiente cé-
lebre posición de partida, en la cual
no se vio una combinación si-
milar.
Rubinoteiu (jue¡a)
255 H.
(Berlín, 1931)
113
N. N . Steneber¡
257 258
Las blancas tienen una posición de De nuevo una posición del maestro
ataque prometedora, pero las negras Ahues, quien domina de modo espe-
amenazan D x.PC; y en último término cial el arte de imponer el tiempo en
también TI T liberándose mientras que posiciones ricas en combinaciones.
el blanco no ha enrocado todavía y Una ojeada sobre el tablero nos ha-
tienen la otra torre en reserva. Sólo ce ver inmediatamente la ventaja posi-
que el blanco no deja al contrario cional del blanco, posición del rey de-
tiempo alguno para efectivas medidas bilitaq~, alfiles blancos operando a
de defensa, con l. T7T+! desencade- distanc¡,a. Pero sería erróneo golpear
na el ataque; siguió l. .. ., RlC (R X T: de inmec;iiato: con l. A XC, A X A;
2. D5T + seguido de 3. C X PC!, etc.) 2. D7T +, R2A! no se consigue nada.
2. D4C! Las blancas hábilmente han Las blancas, por ello, buscaron refor-
impedido lo mismo D X PC como TlT zar el ataque que abría una línea a su
y tienen preparada una linda combi- torre l. P4R, PXP; 2. AXP, D4T.
nación contra la captura del P4D. 2. Caso de C X A, pues D X PC mate. La
.. ., D X PD. Puesto que R X.T falla por jugada textual tiende a impedir T7D
la amenaza D4T, como ya vimos, no pues vendría D8R +.. Pero desplaza
hay salvación alguna. 3. C XPC!! ¡Un
la dama negra. 3. P3C, TID. El negro
bonito ataque a la descubierta! 3. . .. ,
busca la simplificación por el cambio
DX D; 4. C7R mate. ¡De nuevo la co-
de torres aLas blancas, sin embargo,
lumna abierta de torre y la importan-
no se preocupan por su torre solitaria,
cia de la séptima fila !
y aprovechan el tiempo para traer la
El Dr. Staudte ha hallado que las
blancas pueden ganar también con l.
decisión.» 4. AXC!!, TXT+. Si AxA
D5Tl, Px.D (l. ... , TlT; 2. CxPR+!); puede hacerse 5. T7D! pues T X T? no
2. CxPT+., RlC; 3. C6A+, DXC; sirve a causa de 6. D8R mate. 5. R2C,
4. PC X D o también primero A7T +. AlA: O 5. AxA, D8R mate. 6. AXP!
El ataque de mate de las blancas debe Persecución despiadada del adversario
decidir siempre. Así. pues, otra solu- en franca huida. 6. .. ., A X A; 7.
ción; una prueba por ello de cuán D X PR +! ¡Ay! Ahora la dama negra
potente es para el blanco la apertura falta en 3C! 7.... , RlA. Caso de RlT,
de la columna de torre. pues D8R +, AlA; D X A mate. 8.
114
A6C y las negras no pueden defender Schlomer (juega)
las dos casillas de mate (2A y lR). 260
259
Rosengarten
(Solingen, 1934)
115
gras conquistaron el tiempo, para rea- Behreno (jue¡:a)
lizar su ataque de mate» antes que el 263
blanco pudieta llevar a cabo el suyo.
A 3. RIC siguió TSD+ y mate a la
siguiente.
Hemos conocido un caso especial-
mente típico.
Mlkenao
262
Hennin¡:
(Campeonato de Klel, 1934)
116
2. TXT, RXT; 3. D2C+ pero con ción nos lo proporciona el final si-
3•... , C6C + 1 e las negras se aseguran guiente, ciertamente, y por desgracia
el tiempo para salvar la T6T». Después sólo en el análisis.
de 4. A XC, T3T el negro conserva la
calidad. La combinación era, p u e s, Muth
falsa. 266
Dr. Laskcr
265
L. Schmid (juega)
(Copa Caissa, 1950)
117
Shaínswith (juega) brar el desconcierto en las filas ene-
267 migas. El blanco forzó el mate de la
manera siguiente: 1. D XC, P X D; 2.
AXPR+, RIT; 3. C6C+. uAquí te-
nemos de nuevo un jaque a la descu-
bierta», que mediante el «abrir y
cerrar» constante (igual que el vaivén
del molino) ugana tiempo tras tiempo
y priva al contrario por completo de
su libertad de acción. . 3 .... , R2T; 4.
CXT+, RIT; 5. C6C+, R2.T. Casi
Reshewsky es de de lamentar que el activo caba-
(Torneo internacional, Nueva York, 19Sl) llo en su paseo no pueda recolectar
todavía más «frutos maduros•. ¡Pero
C6C, pues la torre lAR de las blancas un objetivo más alto le atrae: el rey
no pueden trasladarse a JAR, a causa enemigo! 6. C5R+, RIT; 7. C7A
de la horquilla ... , P4R-5R. Y, no mate.
obstante, siguió 3. T3AR!, P5R? El Y aquí además un caso parecido:
negro piensa sin duda, que el gran
maestro ha cometido una falta burda. Weissinger (juega)
En realidad, sin embargo, se sirve
269
Reshewsky de la afilada arma del ja-
que a la descubierta 4. T XC!, P X D;
5. TXP+; RIT; 6. TXPA+. El vai-
vén del molino es utilizado en primer
término, para eliminar el PA, para
que no haya lugar a PJA. 6.... , RlC;
7. T7C+, RIT; 8. T3C+. Las negras
abandonaron.
Fletcher
Niener
268 (Karlsruhe, 1944)
118
terial o posición? Sucede también, na- N. N.
turalmente, que en posición igualada 271
el jaque perpetuo confirma ya sola-
mente las claras tablas, pero esto no
es ninguna prueba en contrario. Una
combinación no muy ra-
ra en el medio juego, es
la de quebrar la posición
d e 1 enroque, mediante
sacrificio y luego dar ja-
que perpetuo con la dama cono en la
posición adjunta. Esto se hace natu-
ralmente sólo en el caso que la conti- R. Hoffers (juega)
(Partida jugada en 1860)
nuación del ataque no promete ~xito
alguno. De vez en cuando se llevan
a efecto combinaciones muy compli- El blanco ataca con l. T5A la dama
cadas para llegar a un jaque perpetuo. negra, pero las negras no se preocupan
Damos a continuación algunos rema- por ello, sino que jugaron l •.. ., C5C!
tes sorprendentes. En primer lugar un Ahora el buen consejo era precioso
tema frecuente. para el blanco, pues ¿cómo defenderse
de D x P mate al mismo tiempo que
Vlk de T X T mate? Súbitamente tuvo una
270 idea luminosa: 2. DSC + !! La inten-
ción es la siguiente: si toma la dama
con la torre, queda eliminado el mate
en lAR y el blanco puede tomar sin
recelo la dama negra. Si toma la dama
con el rey, el blanco cambia la torre
con jaque y puede igualmente cobrar
la dama. «jVna combinación típica de
ganancia de tiempo! • Sólo que las
negras se dieron cuenta del propósito
Held (juega) y contestaron 2. .. . , R3C pero después
(Halle, 1952) de 3. D6R+ tuvo (como se ve fácil-
mente) que volver atrás 3.... , R2T
Con l. T XC? (en lugar qmza de y el blanco repitió el burlesco juego:
l. C4C o l. C X PA) se permite un 4. DSC +! ¡Jaque perpetuo!
j a q u e continuo elemental: l. ¡En ajedrez no hay pues nada im-
TST+!; 2. RXT, D8A+; 3. R2T, posible! También el Dr. Krejcik pudo
D5A+, «etc.», ¡al infinito! Así le su-
en una ocasión, efectuar un jaque con-
cede con frecuencia al jugador de
tinuo sorprendente y parecido (272).
ajedrez cuando toma algo precipitada-
mente. Las negras habían sacrificado una
Un jaque continuo característico se torre y creían ganar ahora con l .... ,
desprende de la posición núm. 271. P x P. Pero el blanco tiene de modo
119
Beadh>er (juep) obtuvo tablas por jaque continuo,
272 como se puede comprobar fácilmente.
S&orojewoki (jueca)
274
Dr. Krejcik
Uugada eu el dub de ajedrez de Vieua, 1912)
120
Opocensky Parece como si las blancas, no obs-
275 tante su pieza de más, debieran per-
der, ya que su dama debe defender el
mate en 2CR. Pero l. T5C! parece
cambiar la dirección de la flecha; pero
toda vía no han terminado las sorpre-
sas: l. ... , TlR! amenaza mate en SR
y la torre sigue colgada en 5C. 2.
TIC, TICR!; 3. T5C! Repetición fo:-
zada de jugadas. ¡Tablas! Un caso pa-
recido al de antes.
Dr. Vidmar (juega)
Otro modo diverso y muy radical
(Torneo de maestros de Sliac, 1932) de privar al ad versario del tiempo para
continuar el ataque, o hacer valer su
Tenemos aquí una posición en la superioridad, es
cual ambos contendientes repitieron
tres veces las jugadas y tuvieron que «El ahogo.
hacerlo' así: Las blancas para no per- El ahogo interrumpe la serie de
der rápidamente, y las negras porque jugadas automáticamente y de manera
no quisieron correr el riesgo de la definiti va. El que sufre el ahogo no
pérdida. l. RIT! Amenazaba TX.A+!; puede cumplir su obligación de jugar,
R x T, TSD mate. l. ... , D7R! Las ne- y por consiguiente tampoco el contra-
gras no quieren permitir al adversario rio puede decir la última palabra. La
llegar a P3T seguido de R2T, pues los partida, puesto que ninguno puede
dos alfiles serían demasiado fuertes. jugar, se interrumpe con empate. Se
2. RIC. Forzado. 2. ... , D6R; 3. RIT, comprende claramente que el medio
D7R. Tablas. ¡Una repetición de juga- juego rara vez ofrece ocasiones de
das no corriente! Las negras arreba- ahogo. Y, por tanto, éste es más un
taron con sus repetidas amenazas el medio de ayuda para la defensa en el
tiempo al blanco para hacer valer su final. Que ocasionalmente son posibles
superioridad material. aLe faltó al combinaciones de ahogo en el medio
blanco el importante tiempo PJTR.» juego, lo veremos más tarde.
Spen&ler Kruschwitz
276 277
121
(277) Un caso sencíllo. Después de D7 A+, Rl T ) hubiera ganado con
l. P7C'? (lo correcto era primero cam- facilidad.
biar a 4C) no fue corta la sorpresa del (279 ) Las blancas están rodeadas, y
blanco, cuando su contrario forzó el debieron perder. El modo m ás sencillo
ahogo: l. ... , P6C+!; 2. DXP, de ganar el negro es con: l. . . . ,
DSC+!; 3. RXD. ¡Ahogado! T8T+.!; 2. A x T, DSC+; 3. DxD,
P x D + seguido de 4. . .. , P6C, etc.
Gunther (ju~ga)
El escogió, sin embargo, otra solución:
278 l. .. ., DXA+(?); 2. DXD, T6T que
parece, a primera vista, muy seduc-
t ora. Siguió empero, 3. R4T!!, T X D;
¡y el blanco es tá ahogado! Segura-
mente para alegría de los mirones.
Atkin
280
Giertz
(Partida por oorrespondencia, 1943)
122
Dr. Nagy oportunidad a su adversario para for-
281 zar el ahogo: 2•... , TXP+; 3. RXT,
D3R + !; 4. D x D y el negro está aho-
gado. El «ahogo» ha sido a menudo
acusado como una modalidad injusta
del ajedrez. ¿Por qué? Porque los
jugadores se enfadan por el hecho de
que con patente superioridad material
no podían ganar al lograr el adversa-
rio el ahogo y, por ende, el empate.
Pero, ¿no es el ahogo un agudo reto
Walter (juega) a los materialistas en el ajedrez, que
(Torneo de maestros, Raab, 1924)
creen que cuantas más piezas arreba-
Las blancas tienen ciertamente la ten al contrario más fácil es el triunfo,
calidad de menos, pero a cambio tres y más garantizado se encuentra éste?
peones. Con un juego cuidadoso, tiene «iEl ahogo da mate a los materia-
perspectivas de triunfo. Pero jugó l. listas!»
DSA+, DIR; 2. DXP? (era mejor Hasta aquí, sobre el concepto del
D5A +) y dio con ello una bonita tiempo en el medio juego.
123
taba directamente el A2C). Es funda- Luudin (juega)
R. Elstner
283
Stoltz
(Estocolmo, 1935)
124
•oa Heaaic ficio de caballo tiene por fin bloquear
286 el P2A para que las negras no puedan
salvarse con P4AR. Pero el negro
jugó primero l. . .. , e X PI y con ello
refutó la combinación del adversario.
Después de 2. P X e, vino P X T pues
ahora el negro tiene para 3. C6A +,
AXC; 4. DXP la defensa AX.P+
seguido de P4A. La fuerte jugada in-
termedia da pues a las negras el tiem-
po, para «desbloquean el P2A sin
Wagner (juega) pérdida temporal.
(Kiel, 11114) Las blancas se dieron cuenta de la
combinación, no sacrificaron en con-
Las n e g ras esperaban inmediata-
secuencia el caballo y hubieran tenido
mente l. DxP+, R3D; 2. C4R+, que perder la partida con calidad me-
R3A y si bien entonces su situación
nos. Sólo que como las negras no
deja de ser de color de rosa, puede jugaron de cara al triunfo, las blancas
todavía, sin embargo, vivir algún tiem- pudieron t o d a v í a alzarse con el
po. Pero el blanco hizo la jugada in-
triunfo.
termedia l. P5ADI y sólo cuando l.
... , DXP (forzado, pues amenazaba Stoltz (juega)
mate en 7A) vino 2. DXP+, R3D;
288
2. e4R +, esta vez ganando la dama.
Así de paso se muestra la jugada in-
termedia como maniobra combina-
toria.
Wegemuod (juega)
287
Pire
(Torneo de maestros, Praga, 1931)
125
que escoger entre la pérdida de la N. N.
dama, la torre o el caballo. 290
¡ Enrocar! ¡ Enrocar a tiempo ! ,
nunca se repetirá lo bastante esta ad-
vertencia.
N. N. (juega)
289
Ahues (juega)
(De una partida anüstosa, jugada hace
años en Berlín)
126
El jaque intermedio es por ello Colle {juega)
especialmente temido. 293
Aquí jugaron las negras sin presen-
tir nada l. ... , D4C+ y estuvieron
contentas de, finalmente, cambiar las
damas. No le pasó por la cabeza que
las blancas pudieran jugar otra cosa
que D X D+. Y tanto mayor fue su
terror cuando el blanco cogió el ca-
ballo y asestó un jaque intermedio
en 4C. 2. C4C+!! Después de PXC; 3.
TIT+ la dama negra está perdida.
Dr. Tartakower
{Torneo de maestros, San Remo, 1930)
Helling (juega)
127
dan con l •.. . , A7T+ un jaque inter- importancia capital. Esto debe ser
medio, para apartar el rey. Después aclarado con algunos ejemplos de la
+
de 2. R X A (RlA, D3A 1) siguió práctica.
ahora,2•... , DXD; 3. TXD, P7R! y el
Raamussea.
peón corona.
296
295
Halvorsen (juega)
(Torneo nórdico, Niendorf, 1934)
Desconotidos los nombres de los jugadores
(juega el blanco) Aquí jugó el blanco l . A7T+, y es-
(Frankfurt a. M., 1950) peraba después de l. ... , RlT obtener
ventaja material con 2. DXA, pero
Las blancas tienen el esquema de
ahora las negras defendieron la TlAR
mate en la ga línea en cabeza, y ju-
con 2. . .._,; A2D. Como el blanco tiene
garon l. D X T(?) para si P X D con
2 piezas 'colgadas, tuvo que confor-
2. T8D + forzar el mate. ¡Y las negras
marse con ·,la ganancia de un peón
rindieron las armas! Entonces el jaque
(3. A X PR, R X A, etc.). En lugar de
intermedio l. ... , D8R + ! ! ; 2. T X D
l. A7T + hubiera empero l. D X A,
y sólo entonces P X D hubiese elimi-
P x A (la diferencia: se compromete
nado el peligro de mate, y las negras se
sólo una pieza blanca, y con A2D pue-
aseguraban un mejor final. La amenaza
de retirarse el A4A y el blanco con-
de mate era, pues, sólo un bluff. Las
serva la ventaja de la pieza!), y luego
jugadas intermedias son, pues, como
de 2. A7T+ ha ganado la calidad y
hemos visto, un campo muy propicio
afianzado con más seguridad el final.
para combinaciones; y sobre todo
ejercen una acción desmoralizadora Marohall
sobre el contrario, el cual la mayoría 297
de las veces no lo espera en absoluto.
Otra especialidad de la sucesión de
jugadas son la inversión o trasposi-
ción de jugadas en cuanto ejercen una
influencia decisiva sobre la combina-
ción. Aun cuando se tenga una idea
precisa y parezca indiferente el orden
y sucesión de las jugadas en su eje-
cución, se debe no obstante primer o
comprobarlo una vez más. Pues a me-
Alexander (juega)
nudo la inversión de jugadas es de (Torneo de maestros, Cambridge, 1928)
128
Así como en el n. 0 296, las blancas Siimioch
salieron bastante bien del apuro, en 298
el diagrama n.o 297 la inversión de
jugadas tuvo más serias consecuen-
cias. Las blancas concibieron el plan
preciso para conmover un bello doble
sacrificio la posición defensiva del con-
trario. El escogió para ello las jugadas
siguientes: l. T4A, PX T; 2. e4T, con
la intención después de P XC con
P X P abrir la columna CR y amenazar
un mate imparable. El sacrificio de ca- Grünfeld (juega)
ballo era necesario, pues a 2. P X P el (Torneo de maestros, Baden-Baden, 1925)
negro hubiera tenido la defensa P XC
Por el contrario la trasposición l.
que protege la casilla lCR. Pero las
P7D+ !, R2A (la diferencia: el rey no
negras dieron después de 2. C4T pri-
puede ir hacia 2C, pues el PD amenaza
mero el «jaque intermedio• 2. . .. ,
siempre entrar con jaque y las negras
P6A+!; impidiendo así la apertura de
no ganan tiempo alguno para C4AI),
la columna CR. Después de 3. C X P
y ahora 2. T8R! gana fácilmente.
no puede ciertamente jugar 3. . .. ,
PxC (a causa de 4. CSC!, PXC; Juegan ne¡rao
5. P6A! ), pero con 3•... , D2T! man- 298a
tiene prometedoras posibilidades de
defensa. Las blancas intentaron aún
4. ese, P A X C; 5. P6A, pero después
de C3R; 6. AXe, PXA su ataque fue
rechazado . • Con la sencilla inversión
l. e4T!, PXC; y sólo ahora 2. T4A!,
P X T; 3. P X P hubiese el blanco evi-
tado el jaque intermedio en 6AR, y
podido ganar sin esfuerzo,.
Un semejante trágico destino encon-
Nombres de los jugadores, desconocidos.
tró el conductor de las piezas blancas augado en un torneo juvenil inglés, 1950)
en el n. 0 298.
Las negras vieron que la combina-
El blanco estaba tan seguro de su
ción l. TXA+?; 2. DXT,
triunfo que jugó despreocupado l.
DXPT+, era errónea, pues 3. R6CI
T8R+, R2C!; 2. P7D, pero después defiende la dama. Por ello jugaron
de 2•... , T7C+; 3. RlT, e4A! expe- l. ... , R3D? y más tarde perdieron la
rimentó una cruel desilusión. ¿Cómo partida. Pero desde el punto de vista
debe evitar el mate en 6C? Pero tuvo psicológico es interesante que el negro
todavía suerte en la desgracia; con no tuvo en cuenta en su combinación
4. T8C + !, R2T! (las negras no pue- la sucesión invertida de movimientos.
den, a causa de P8D (D)+, ni tornar l. ... , DXPT+I; 2. DXD, TXA+;
la torre ni jugar R2A); 5. T8T+I y 3. R6C, TXD, que habría decidido
alcanzó justamente jaque continuo. inmediatamente 1
129
IV. De la A hasta la Z
Al considerar las combinaciones en ajedrez se puede caer en el peligro
de examinar cientos y miles, y perder el hilo de la cuestión. Esta sección
debe ofrecer por eso una vez más una pequeña ojea<la'_c?obre las variadísimas
posibilidades de nuestro hermoso juego. Que mucha's cÓsas conocidas se re-
petirán, ¿qué importa eso? Se grabarán tanto más fuertemente con facilidad,
y el subconsciente ajedrecístico se enriquece con una serie de ejemplos
típicos.
¡Ahora bien! ; ¡no confiemos sólo en la memoria 1 U na pequeña diferencia
en la posición puede crear hipótesis enteramente diversas. Lo hemos luego
demostrado repetidas veces. Los persas dicen que el ajedrez era «el juego
de las mil preocupaciones». Tienen razón, pero igualmente se podría afirtnar
que es «el juego de las mil alegrías•. Depende que sea el que pierde o el
que gana. Pero puede también suceder que un vencido goce con una com-
binación bella del contrario. Ante todo, lo importante es el amor a Caissa.
Desviaciones
Las piezas ligadas son impotentes y pueden ser desviadas por medios
drásticos.
299 300 301
Kempff
130
Movimientos «dando paso»
Los esquemas que juego más a gusto son Jos de e descubierta•, dijo una
vez un aficionado.
303 . Desviación 304. Posición
302. Inesperado penetrante a retaguardia
Thormann, (jue¡a DID?) , V3Jl Steenis Rossollmo Oue¡¡;a)
Analogías
Las •analogías• ofrecen comparaciones instructivas, aunque uAnálogo•
no es forzosamente «igual».
Las negras obtuvieron hubieran podido, igual que l. ... , P5R! ganó una
~on C7A+; RlC, C6T+ en esta partida (l. T7AR!) pieza. Compruebe Vd. có-
tablas. En Jugar de eso ganar con l. ... , T7AR! mo.
131
306 b 307 a 307 b
Dr. Bobodevici (jue¡a) La.urine (jue¡a) Olafsson (jue¡a)
¿¡Bromas de Abril!?
¡Dios nos guarde! Tratamos de cosas s.erias.
308 309
N. N.
Izquierda:
Las blancas juegan
y ganan.
Derecha:
Las negras juegan y
fuerzan el mate.
1Increíble,
pero cierto 1
Ahues (juega) Nomhre del jugador desconocido,
(Dresden, 1907) según Kayser, Alkmar, 1953.
dama está detrás del caballo, y cuan- 305 a - 307 b. Ver texto de los
do éste juega dando jaque, se pierde diagramas.
la dama blanca; el meollo del asunto. 308. Una ligera ojeada a la posición
Las blancas abandonaron (3. RlC, y, el juicio es: ¡ganan negras! Pero
C6A+, y si 3. RlT, D8AR+ en úl- el blanco tiene una sorprendente com-
timo caso, ganando sólo la calidad. binación de mate a su disposición: l.
¡Pero esto ya es bastante!). A3T!, TXT; 2. D6T+!!, RXD; 3.
132
Sacrificios de dama
Los sacrificios de dama no representan nada para el saciado jugador de
ajedrez, que se regodea más con el bloqueo de un peón.
Ataques dobles
«Los ataques dobles• pesan mucho en ajedrez; ¡pesan precisamente el
doble!
313 314 315
W. E. Kunertb Sehifferdecker
13}
Desilusiones
¿ ¡Tablas 1? ¡Pérdida 1 ; ¿ ¡Ganancia 1? ¡Tablas 1 Esos son los caprichos
de Caissa.
317
IJrailovicl Ouec•>
Izquierda:
Las negras ofrecie-
ron tablas. ¿Hubiera
Vd. aceptado?
Derecha:
El negro quiso ga-
nar con l. ... , P6A.
¿Prosperó su
intento?
Raaeneocu
{Bucarest, 195~)
poder jugar 3. PXT(D) y mate. 2•... , conduce por 3. T3T+, R4C; 4. T3C+
C2C. Entonces se debe «simplemente• al mate. 3. A X P+! La punta. 3• . . .,
ganar. 3. DXD, T8A+. Solamente se RXA. O TXA; 4. T3T+. 4. T3C+!,
retrasa la coronación del peón. 4. RXC. La alternativa: 4 .... , RIA;
AXT, PXD; S. A3T. También 5. P6C, 5. T8C mate. 5. T6C mate. ¡Bella po-
amenazando ASC ganaba; por ejem- sición de mate con el mínimo material!
plo, 5.... , P3TD; 6. AXPI S• ... , 313. Un «tloble jaque doble~ es raro
RlC; 6. A6R + 1, las negras abandona- en una partida, pero aquí conduce a
ron (6 .... , CXA; 7. P8R(D)+. 6.... , un mate digno de verse: l. D X P + 1,
RlT; 7. A7A, etc.). Muy elegante. C X D; 2. A6A +! ¡Primer jaque do-
311. l. D X Cl es fácil de ver, por- ble! 2•. .. , R3T. Si RIA; 3. T8D
que después de l. ... , P x D; 2. Ax P+ mate. 3. A7C +! ¡Segundo jaque do-
se presenta un conocido esquema de ble! 3•... , R4T; 4. T6T mate. Un
mate. Pero el negro contestó: l. ... , admirable «carrouseh.
PSR+; ¿y ahora qué? 2. RIT7 lleva 314. El A7R es «el que lo estropea•;
al mate con D X P. Pero todavía 2. si no estuviese, las blancas darían ma-
R2C! da la victoria al blanco, ya que te con D X P +. l. A8D! es la jugada
la obstrucción de la columna de CR clave, con la cual el blanco amenaza,
es sólo pasajera. 2.... , P3T. Caso de no sólo DxP+, sino también DxT.
2.... , P'xD; pues 3. AXP-!-, RlC; ¡Verdaderamente un notable doble
4. Rl T + igual que en la partida. ataque! (Según «El Ajedrez por co-
3. DXPT+!, PXD; 4. A6A+, RlC; rrespondencia>.)
S. RlT+. Las negras abandonaron. 31S. También aquí se ve el modo
Las blancas calcularon bien. excelente como las negras crean 2 de-
312. l. D7T + l encierra al rey ne- bilidades en el campo blanco. A l.
gro .en un jaque doble, y en una P6D? (lo córrecto es P X P 1) el negro
indestructible red de mate: l. . .. , no jugó DSC+, con lo cual el rey
RXD; 2. C6A+, RlT. Si 2.... , RXA blanco huye por 2D, sino que creó
134
Relámpagos mentales
Brilla un relámpago e ilumina la •oscura lucha », como muchos jugadores
llaman al juego de combinación.
319 320
P..:lalau Dr.Baa
135
Manjares apetitosos
Cuando los malos espíritus quieran engañarte, no les sigas.
Ratoneras
Aquí se ve cómo tres damas caen en una emboscada.
327 328
Tholllptoll Naldorf
136
Observaciones sobre el borde
En el borde del tablero tienen lugar muchas tragedias.
s~maa~n o-·>
(Moscú, 1!149)
Louchraa (jae¡a)
(Victoria, 1916)
D r. E . Cortlever (jne¡. blaaca1)
íHolauda, 1941)
325. Con A x.P las blancas echaron mos: l. D8C+ !?, l. C5A! ganaba fá-
el alfil como golosina. Que T3 XA ? cilmente l . . .., R2A? Pues ahora las
fracasaba por T.x T seguido eventual- negras podían defenderse mejor con
mente de D8R +, lo vieron las negras. l. .. , TlD (2. C6D+, Dxel); 2.
Pero creyeron que podían tomar con D X T, TID; 3. D7T, A4A « . . . ganando
la otra torre, pero cayeron como la dama », pensó el negro. Pero no
víctimas en un conocido mate de aho- había en absoluto visto la contracom-
binación siguiente 4. e se+!, PA XC;
go. l. . .., TIA XA?; 2. D8R + , TIA;
5. T7R +. Así, de cuando en cuando,
3. DXT+I, TXD; 4. TXT mate.
se ve uno preso en sus propias redes.
326. Las negras han ofrecido como 327. l. A3T. Amable invitación para
cebo la TITR, porque esperan atrapar tomar el P4T. l. . .. , D X PT? Acep-
la dama enemiga. Pero eso fue una tado. 2. A2CI ¡Ay de mil La ratonera
vez más la golosina que el blanco se cerró . . . el negro abandonó.
lanzó al negro. Véanlo ustedes mis- 328. Hasta los grandes maestros
137
Puntos de intersección
Muy conocidos en problemas, raros en la partida, pero siempre gustan.
336 337
M andel I.esandrowitsch (jue&a)
Izquierda
El blanco, sin fi-
jarse, juega
T5A-1A.
Derecha
Igualmente ha ju-
gado despreocupa-
do D2C-4C.
Y el negro!?
Hallbauer (juega) Jurgschat
(Berlín, 1952) (Berlín, 1948)
138
Momentos de pánico
Maniobras impulsivas al primer pánico hacen perder medio punto y a ve-
ces uno.
338 339
Fiad Pfeiffer (jue¡¡a)
Izquierda
El negro se espan-
tó, sin motivo
de l. ASA.
Derecha
El blanco, conten-
to con tablas, que
le ofrecieron.
Pero ...
Teschner (jnega) Siimisch
(Doberan, 1948) (Campeonato de Alemania,
Bad Pyrmont, 1949)
te). 3•.. ., P3C mate! ¡Un bonito mate esto sólo con 2. DSA+, TIC; 3.
de clavada! DXT+, RXD; 4. TXA pero también
334. Un ejemplo parecido, pero aquí así perdieron rápidamente 4•. . .,
la jugada P6A es de fuerza decisiva. D5R+; 5. T2C+, RIA; 6. AIC, D6A;
l. P6A!, R2T. Para impedir R6C, que 7. A2A, D6TD, etc. «Original» dicen
por ejemplo, l. ... , PXP habría ga- bien los amigos de problemas a la
nado. También l. ... , D X P no ofrece idea generadora.
promesa alguna. Con la jugada tex- 337. Aquí hubiera la jugada de in-
tual, las negras tienen todavía un tersección l. ... , C4A-6C+!! decidido
arranque original que el blanco con- con elegancia, por ejemplo: 2. A XC,
testa de manera no menos original. DxD, y si 2. Tx C, C7A+, etc. Las
2. P7A, D4R+(!); 3. P5C! (3. DxD?, negras jugaron, sin embargo, y no
P3C mate!), 3.... , DXD; 4. P8A(C)+! con inenos belleza l. .. ., C X A(!); 2.
¡El contraataque! 4.... , RIC; 5. C X D DXC (2. DxD?, C7A mate!) 2.... ,
y el negro abandonó. DXC+; 3. T2C, PXP; 4. PXP (for-
335. Después de l. T5R!! se vio el zado), 4.... , C7A+; 5. RIC, C6T+;
rey negro aprisionado en el borde, 6. RIT, D8A + y el blanco abandonó.
enredado en una inextricable red de También una solución; no obstante,
mate (¡por favor, compruébelo!) Tan lógicamente l. ... , C4A-6C+ pudiera
sólo la jugada inútil l. .. ., T4C pudo merecer la preferencia.
proporcionarle un momento pequeño 338. La jugada que desenmascara
de respiro. l. ASA!? produjo en el negro tal pá-
336.• Después de l. TIA? siguió a nico, que jugó l. ... , T X A? y después
modo de problema la jugada de cruce de 2. T8T+! fue puesto mate (2 .... ,
l. ..., A7 A!! para ganar, si con 2. AX.T; 3. D6T). Lo correcto era, sin
T X A con D8C mate y si 2. A X.A con embargo, la inaprensible l. .. ., AXT!;
D5R +. Las blancas pudieron parar 2. D6T, A3A! bien se ve que las ne-
139
Escapadas de caballo
Quien no aprecia el caballo, no conoce el ajedrez.
340 341 342
Ktllua Woocl lkoAttela
Prolongaciones
¿Cómo se puede prolongar la efectividad de una pieza? He aquí alguno¡
atisbos.
343 344 345
Nlelsb
gras no pueden tomar por el momento Samisch respira aliviado. El cree, que
el ASA, pero el blanco no puede tam- 'u adversario tiene tablas por jaque
poco reforzar el ataque. Y el blanco perpetuo, . porque el rey blanco no
con l. ... , RXA; 2. T8T+, AXT; puede ocupar la· casilla lT(?). Enton-
3. TxA+, R2C; 4. D6T+, R3A hasta ces las negra~ aprovechando el mo-
está en dificultad. mento psicolócico v:m y ofrecen ta·
33!J. El control <ie tiempo ya pasó, y blu. Samisch todavía lajo la impre-
140
Transformaciones
Desaparece una dama, una nueva surge; el usual truco del peón.
346 347
H. Io•t Oaeta) Staldi (jue¡¡a)
En la izquierda se
salvó el negro por
una combinación
de metamorfosis.
En la derecha, sin
embargo la idea se-
mejante del blan-
co se demostró
como bluff.
N. N. Ronú
(Giauchau, l!IS2) (Camp. de Italia, Trieste, 11154)
141
Jugadas intermedias
¡Con éstas se deja uno engañar bien, pero de vez en cuando también se
gana!
348 349 350
Th. Sc:Joaotcr Home Oueaal Kaako (jaep)
sus rayos X hacia el caballo negro: gada textual sigue la segunda clave de
2. TXC+I Siguió aún 2.... , R3A; la sorprendente combinación. 2. . .. ,
3. DXP+, R4A; 4. T7A+, DXT; DXPC!! El blanco abandonó 3. TXD,
5. DXD+, AJA; 6. P4C+, R4R; 7. T X D no tien·~ ya esperanzas.
A2C +, PSD; 8. P4A +, y las negras 347. Y aquí abandonaron las negras
abandonaron. Confiando en el posible ( 1con torre de m~s!) trastornadas por
aument9 de eficacia de la dama re- el sacrificio de dama en 7T. Pero tu-
nunció el blanco a retomar en 3A. vieron que permitir que Napolitano
También una jugada intermedia. les dijese que con la flemática l. ...,
3.46, Las blancas amenazan DSA + R X D; 2. P8A(D)+, R3C!; 3. T7C +
seguido de DSAR mate; en cambio (3. D XT, TBA+ ; 4. R2'l, D5A+,
no sirve l. ... , TX.D; porque 2. etcétera). 3•. . ., R3T!! hubiesen po-
PSC(D) + conduce al mismo mate. dido ganar. La dama blanca está de
Pudo bien el negro jugar l. ..., R2C, tal modo, que un jaque a la descu-
pero entonces el blanco con 2. D x T, bierta de la (T7C) no da nada.
A X D; 3. PSC(D) le obliga al jaque 348. La dama blanca está atacada,
continuo con D5R+; 4. R3T, D4A+ ; pero con la jugada intermedia l. C3A
5. R2C, et.;. Entonces tuvo el negro creyó el blanco poder iniciar un con-
el weciso arranque de llevar la DBR traataque favorable. Pero con gran
hacia 8TR con tiempo (y una pequeña sorpresa , las negras contestaron, sin
treta) de entrar en BCD, para poder embargo, con una jugada intermedia:
tomar la dama blanca l .... , D8TR+II; l .... , A6C+I Siguió 2. RlT. Si 2.
2. R3T. 2. R X D, PBC(D)+; 3. R2C, R XA, pues D3C+; 3. R2T, TXDI
T x D y se realizó la idea esbozada. y la T2C está clavada; con 3. R3A
Las blancas pudieron jugar bieiJ 4. vendría primero un posterior jaque in-
P8C(D)+, DXD; 5. CxD, pero que- termedio en 4T. Un lindo mate pro-
u:;ban con un final perdido. A la ju- dúcese con 2. RlC, TxD; 3. CxD,
142
TBD 1 mate. 2. . .. , D6AI! El u movi- 2.... , AXC+! Abandonan, pues la
miento intermedio• culminante. Caso dama blanca queda indefensa.
ahora de 3. DxT, pues DBA+; 4. 350. Fundamental es también este
TIC, DxP+ seguido de mate. Un remate. Después de l. . .. , A7A; 2.
fino ejemplo. T2D'? (algo mejor 2. A2D) no conduce
349. Ya hemos hecho resaltar que a nada 2.... , DSR+, a causa de 3.
una pieza defensora puede ser eli- ClC. Pero el jaque intermedio 2.... ,
minada mediante una inesperada ju- D5T+! obliga al rey blanco a ir pri-
gada intermedia. Aquí tenemos otra mero hacia lC (3. RlC) y ahora da
vez un ejemplo penetrante. La última mate con 3.... , D8R!
jugada de las blancas l. C4D7 la cas- La técnica de las j u g a d a s inter-
tiga el negro con l. ... , C6A + !; 2. medias es un elemento básico de la
PXC? Con 2. RlT, CxC! por lo me- lucha ajedrecística, esto nunca será
nos el blanco sólo pierde una pieza. bastante repetido.
Los maestros
143
Las más grandes ideas pueden
producir admiración o risa.
Todo el mundo conoce cómo se debe
hacer, pero nadie puede hacerlo.
(Grillparzer)
V. Deticiencias humanas
Un coloquio final sobre faltas y errores al combinar
. . . ¡Pero nadie puede hacerlo 1 Pa- Después (considere usted esto bien)
labra dura para un ajedrecista. Pero se ve como muy comprensible, lo que
el autor de este librito confía que, era antes un libro con siete sellos.
finalmente, •podrá hacer mucho». Se- O, como Fr. Rückert expresaba esto:
gún el Dr. Tartakower, los siete males • ¡Lo más inesperado, cuando aparece,
hereditarios del ajedrez son: super- se ve finalmente como si no pudiera
ficialidad, voracidad, temor, inconse- ser de otro modo 1•
cuencia, despilfarro .de tiempo, cerra-
Pero en ,~! ajedrez no se hace nada
zón y espíritu pacífico. Consideren
sin falta, y !19 crea usted que, en cam-
ustedes por favor, los ejemplos pre-
bio, no la habría cometido usted. Son-
sentados ahora bajo este especial pun-
ría comprensivamente sobre los ye-
to de vista y busquen ustedes mismos
cómo evitar esas faltas. El peor gu- rros que hacen los otros. Pues: •Se
sano: « ¡El pensamiento asesino de la puede desear llegar a viejo para ser
duda!», decía Heinrich Reine. Quien más benóvolo. N o veo cometer falta
no confía en sus propias jugadas, haría alguna, que yo no hubiera también
mejor en abandonar en seguida; asi- cometido• (Goethe).
mismo quien sólo cuenta consigo. Se Y para terminar, un consejo pica-
debe en cada caso tener en cuenta el resco: ¡Si usted hace faltas, por favor,
plan del contrario, bu~car el funda- no realice dos veces la misma, sino
mento de sus intenciones, anticipársele mejor una nueva 1
y sólo entonces planear lo propio. ¡Y
lo que es más importante: ¡reconocer
las oportunidades que se presenten y El empate en todo torneo
aprovecharlas!
«La diosa oportunidad tiene los ca- Esto es en verdad algo exagerado,
bellos en la frente, detrás de la cabeza pero es sorprendente, pues, la relativa
es calva; si se la apresa en la parte frecuencia de las combinaciones de
delantera, se la puede retener; pero tablas. Así se llegó también en el en-
si se la deja escapar, ni el mismo Jú- cuentro URSS-Yugoslavia, hasta entre
piter está en situación de atraparla» grandes maestros, a un uempate en-
(Fedro. Año 40 d. C.). gañoso». La posición era:
144
IYkov Pateroou (juep)
351 352
145
¡ •Tres contra uno• en final de da- D7D+ 1, y si 6. RlR, P7D+, etc.);
mas, no hay duda que ganan blancas 1 6... ., D5D+! Tablas.
Pero, no después de l. P4A??, pues· ¡Vaya una ta blería 1
ahora el negro con l • .. ., D5C+I; 2.
R6T, D4C+! (realmente aquí ya bas- Movimientos «falsos»
taba con 2 . .. . , D5T+; 3. D5T, D3A+,
«Falsos • son entre los movimientos
etcétera, para tablas) fuerza un bonito
aquellos en contraposición a los bue-
empate.
nos. Según las reglas, son ciertamente
De manera divertida se tuvo que (y por desgracia) en general admisibles.
enfrentar Lengyel poco después con « ¡Si fuera la mitad de fácil el hecho
otro final de damas, con la misma di- que el pensamiento, tendríamos un
ferencia de material. mundo lleno de obras maestras! " Pero
eso sería nuevamente aburrido. Por
Lengyel eso nos recreamos con las faltas de
354 «los otros » a pesar de Schopenhauer.
¡Sentir envidia es humano; gozar
la alegría del daño, diabólico 1 •
Matanovic (juega)
(Encuentro Yugoslavia..Hungría,
Budapesl, 1964)
146
que un pequeño paso. Las blancas Jenik (jne&a)
abandonaron, puesto que para defen- 357
derse del mate debe entregar la dama,
lo que les dejaría sin posibilidad al-
guna.
356
K. H. Boese
(Partida por correspondencia, 1962 / 63)
El engañador engañado
147
El último movimiento blanco C3A- gro cayó realmente dentro, y después
5CR inició una combinación errónea de l. . . ., AXP; 2. C4T! de lo alto del
l ...., AXA; 2. CXPA? (con jugadas cielo; él tiene, pues, que perder una
intermedias se puede engañar bien, pieza, juegue como quiera. Lleno de
pero esta vez se trata de un engaño ira continuó con 2•... , C6C y perdió
propio!), 2 • .. ., D3C? (¡Caramba! ¿Por ahora las dos en seguida 3. D X A+
qué no sencillamente 2. . .. , A X D; y el negro abandonó. No mueva Vd.
3. CXD, TXC con pieza de más para por favor, la cabeza, porque el negro la
el negro? Porque tendría lugar no 3. perdió; quizás le suceda alguna vez
CXD??, sino 3. C6D!! mate). 3. a Vd. (No 1? ¡Tanto mejor!)
D X A, 0-0; 4. P6D, T XC; 5. D4A
y el blanco ganó finalmente.
En cambio, de modo inesperado, ccCeguera ajedrecística»
después de l. . . . , AXA; 2. CXPA
el enroque corto 2 .... , 0-0!! hubiese era ya en tiempos de Tarrasch
dejado con ventaja material a las ne- una enfermedad muy extendida. Tam-
gras, como Vd. puede comprobar fácil- poco los maestros actuales están in-
mente (3. CXD, TXT+, etc.) ¡Ah!, munes contra ella.
dijo un aficionado a quien mostrába-
mos la posición, uVd. no puede en- Un error craso
rocar•, indicando el caballo en 7A.
Se ve una vez más el deficiente co- " Lengyel (juega)
nocimiento de las reglas. 360
La doble pérdida
Gat
359
Darga
(Torneo internacional, Amsterdam, 1964)
148
golpe mortal, se resignó a su destino la dama a causa de T8R mate y 2.
y rindió las armas. El vio solamente TlD fracasa sen e ill a m ente por
2. TXT, A X P+; 3. R2C(??), TXT + , T X T+; 3. R x T, DBA+; 4. R2D,
quedando el negro con alfil de más; D X T , etc. No cabe duda que Porath
pero ninguno de ambos jugadores re- con este ingenioso remate de juego
marcó que al rey blanco (después de se hi zo not ori o en los textos didác-
2. T X T, AXP+) también le queda ticos y tratad os.
aún la casilla 3R a su disposición!
Entonces hubiera el blanco tenido la La horquilla del caballo
calidad de más y ganado fácilmente. Benko (jue¡a)
El gran maestro Bronstein explica 362
este caso singular como sigue: «Como
nada menos que dos torres negras ha-
bía en la columna de rey, no le pasó
al blanco la idea que él, un poco más
tarde, pudiera ir con su rey hacia 3R.
Si Darga, en cambio, hubiera ya ju-
gado TXT y esperado AXP+, en-
tonces no se le hubiera, seguramente,
escapado esta posibilidad•.
Tal
El gran maestro sorprendido (Torneo lnterzonal, Amsterdam, 1964)
Porath (jue¡a)
En lugar de ofrecer con l. ..., C2D!
361
una larga y no enteramente despro-
vista de promesas, resistencia, aceptó
Benko (participante en dos torneos de
candidatos) el regalo de las Danaides
l. ... , D X P?? para después de 2.
T8D +! mirar algo preocupado den-
tro; si 2... . , R X. T pues 3. CxPA+
seguido de C X D. Y la tentativa 2•
. . ., R2R; 3. T X T, D XC terminó
después de 4. D2D mortal igualmente.
Gli¡oric
(Torneo lnterzonal, Amsterdam, 1964) Las negras abandonaron. «<ndocti dis-
cant, et ament meninisse periti» (los
El gran maestro Gligoric héroe de indoctos pueden aprender, y los ex-
mil batallas, tuvo que pagar tributo pertos deleitarse con el recuerdo -
a los caprichos de la diosa del ajedrez. Ch. J. F. H énau lt). Parece, no obstan-
Su último movimiento D5AD-5AR(??) te, que los «entendidos» tienen toda-
fue un grave error, que fue nueva- vía mucho que aprender, cuando tales
mente castigado con una brillante errores de bulto suceden hasta en un
combinación básica: l. ... , D7C!l y torneo para el campeonato mundial.
Gligoric, a quien desapaciblemente Pero, ¿cómo dicen los árabes? «¡Todo
se le hace patente la ruda realidad, se sab io se equivoca, y todo caballo de
entregó derrotar;lo. No se puede tomar clase tropieza! »
149
~spués de 60 años ~spués de 47 años
cayó dentro un gran maestro
Un movimiento parecido. ¡ Compá-
moderno, como el Dr. Tarrasch en
rese con éste, el error de Marco en 1912 (véase núm. 219).
cierto modo «siempre presente• en
el núm. 228 del año 1902! En la po- Resohewsky
Aaron (juqa)
363
Fischer (juega)
(Campeonato de EE. UU., Nueva York, 1959)
150
Porebsld (juega) por así decirlo, gratis al adversario
365 la anhelada apertura de líneas. (Las
negras debieron en lugar de eso jugar
A1D y amenazar el desarrollo me-
diante P5A.) Vino, naturalmente, 2.
P x P, P XP; 3. C6T tras lo cual, pron-
to se amenazará mate mediante T8CD;
3.... , AlD; 4. TlT-IC, A2A;. 5. T2C,
P4D; 6. TlA-lCD! (¡con renovada
amenaza!), 6.... , A3R; 7. C5AI, A2D;
8. A6T+, RlD ; 9. ASCR+, C2R;
Bednarsld 10. T8C+, AxT; 11. T x A+, R2A;
(Polonia, 1963) 12. A4AR mate. Así sucede, cuando
se le abren al contrario las puertas de
Aquí debilitaron las negras su bien
par en par.
protegida posición del enroque con la
jugada ligera l .... , C2R??; si bien no
El admirable cerebro ajedrecístico
se reconoce a primera vista, como
puede aprovecharse el blanco. Este, Bajo este prometedor enunciado
no obstante, tuvo una brillante idea: hace el gran maestro A. Kotov, en la
2. T X PT!!, P X T; 3. D7T!l que ame- revista australiana «Chess World»,
nazaba de modo inapelable A X P + unas consideraciones muy interesantes
(3 .... , A4C no sería defensa alguna, sobre el proceso mental en el ajedrez.
porque seguiría A X A y las negras no Entresacamos un instructivo ejemplo.
pueden retomar por la indefensión de El problema más difícil para el ju-
la dama). Siguió 3. . .. , TID-IR y el gador consiste en la disciplina y el
resto, sin comentario, fue: 4. A x. P +, control de su cerebro. Todos los juga-
R1D; 5. D8C+I, C1A; 6. AxC. R2R dores hacen fa! tas, pero los grandes
(caso de A x A pues TlD+ ); 7. TlD, maestros con menos frecuencia que,
R1A; 8. D6D+., R1C; 9. AxA, CxA; por ejemplo, los espectadores. La com-
10. DxC, TIC; 11. D4D y el negro prensión del gran maestro está más
abandonó.
disciplinada; trabaja con más exacti-
Un craso error parecido, si es posi-
ble todavía mayor, aconteció en un Kotov
torneo en Augsburgo, 1963 : Zimmer-
366
mann-Mitzel (blancas R2D, T1 TD,
TlAR, A4AD, A3R, C4CD. Peones
en 4TD, 5CD, 3AD, 4D, 3CR y 4TR.
Negras R1AD, TlAR, TlTR, A2D,
AJAR, C3CR. Peones en 2TD, 2CD,
2AD, 3D, 4AR, SCR y 4TR). Los ob-
jetivos están claramente expuestos :
Las blancas atacan en el ala de dama,
las negras en el de rey. Por eso se
presenta como tan ilógica la jugada
Stoltz (juega)
del negro l. ... , P3A7? que ofrece (Eoto~olmo, 1952)
151
tud y rapidez, resultado de un entre- hacerse siempre las mismas reflexio-
namiento especial. ¿Cómo debe traba- nes. Un buen consejo dio el maestro
jar el cerebro ajedrecístico? Seguida- ruso B. Blumenfeld a los ajedrecistas:
mente consideraremos de qué manera «Cuando terminen ustedes sus cálcu-
p e e u 1 i a r se desenvuelve el pensa- los, y se hayan decidido por una ju-
miento. gada, contemplen ustedes entonces el
En la posición anterior comenzaron tablero durante un minuto con los
las reflexiones de las blancas con el ojos de un principiante. No se ame-
conocimiento que en primer término naza quizá perder la dama, o puede el
existían dos posibilidades: l. C3C y contrario hasta dar mate en una o dos
l. D3R . «Después de l. C3C» así pen- jugadas y así sucesivamente. Esta es
saba el blanco «mi adversario contes- una regla muy importante, y todo
tará l. . , P5T (2. C5T, D4C) y mi gran maestro la sigue.» Ya el Dr.
posición no es buena». Así pues, el Tarrasch por lo demás, había expre-
blanco probó con l. D3R. Pero ahora sado esto de un modo semejante con
pensó nu evamente que luego, después la afirmación lapidaria " ... el jugador
de D xD; 2. C x D, P5D los peones de torneo debe estar sentado sobre las
negros llegarían a ser peligrosos. ¿Qué manos ».
hacer? Nuevamente empezó a probar Aquí surge aún, empero, algo dis-
las consecuencias de l. C3C y le desa- tinto: oponerse a una jugada-impacto
gradaron como antes. Luego intentó del contrario con la necesaria sangre
mentalmente reconciliarse con l. D3R fría (en pent amiento).
y así oscilaba entre estos dos polos
Dr. Winiwarter (juega)
varias veces sin decidirse. De repente
movió a su rey; habían transcurrido 367
40 minutos, y el control de tiempo
se acercaba. Entonces tuvo una nueva
idea: l. D X PT y estuvo muy con-
tento, pues esta jugada parecía, gracias
a su actividad (¡El P7CD peligra con
jaquel) ser la mejor y sin pensarlo
más la llevó a cabo. Pero siguió l. ... ,
P7 A!; 2. A2C (¡el jaque en 7C sería
después de T2C una estocada en el
vacío!) 2.... , D6A!! y las blancas tu- Olsommer
(Bad Pyrmont, 1963)
vieron que rendir las armas (si ahora
3. D x P+, pues RlT). Aquí, por decirlo así, el negro está
Las blancas cometieron dos errores terminando su ataque, y las blancas
mentales; en primer lugar, jugaron creen llegar a la meta, pues las negras
D X P demasi ado precipitado, sin es- no pueden parar la amenaza en 2AR
tudiar los recursos del adversario. con TIA (a causa de A x P+!!, T.x A,
Pero , a continuación (y ahí tropiezan TSD + ). Con no escasa consternación
muchos jugadores) menospreció fun- del blanco encontraron las negras to-
damentalmente el pri ncipio de exami- davía una jugada l . .. ., T3R(I) con-
nar cada variación sólo una vez y no tando con 2. Ax.T??, D7C mate. Esto
152
lo vieron ciertamente las blancas, pero Jor¡¡ (jue¡a)
quiso ahora acudir lo antes posible en 368
ayuda del punto maltrecho 2C, y jugó
en el segundo de pánico 2. D3A??, lo
que permitió a las negras una magní-
fica jugada de apertura: 2.. .. , A7C!!
Esto amenaza D8T mate, mientras con
3. DXA, 3•. . ., TSR+ fuerza el mate.
Cruelmente arrancadas de sus sueños
de triunfo, las blancas abandonaron.
Debieron (después de 1.. .. , T3R) dar
jaque con la dama, huyendo de la
L. Schmid
amenaza (2. D8D+, R2C) y entonces (Simultáneas, Bamber¡¡, 1962)
con 3. TlD 1 asegurar la primera línea
atacando al mismo tiempo el alfil. En- gigante Lothar Schmid. Pero lo hizo
tonces las negras no hubieran reali- en fals o, jugó .. . , D2C ?? y fue así en
zado cómodamente su plan. No siem- el último momento todavía pues ven-
pre está indicada la «superdefensa• cido po r "Polifemo ». En lugar de eso,
de Nimzowitsch. hubiera l. .. ., P4A! ofrecido buenas
perspectivas de triunfo, ya que no es
posible 2. P x P? a causa de D x .P. Con
Los viajes descaminados de Odiseo l. .. ., D2C? ganó sorprendentemente
2. A7T!! una jugada muy bonita de la
Todo jugador de ajedrez es una es- que el "gigante» estaba orgulloso. Las
pecie de Odiseo·; él tiene que librar negras abandonaron, ya que el jaque
combate con los ciconios, pelear con- amenazador en 8C sólo se puede de-
tra vientos contrarios, resistir a la fender con 2. . .. , D X A, tras lo cual,
encantadora Circe ( ¡ Caissa 1) evitar da mate 3. D8A+. Un insignificante
Scila y tampoco caer en Caribdis, "enano >> hubiese en cambio también
librarse de las redes de la hermosa con 2. AST ganado.( .. . , DlT; 3. A7A).
Calipso, y finalmente no sucumbir al Conforme. ¡Eso fue realmente un via-
canto de las dulces Sirenas. Pero ¿no je descaminado 1 (Quién, sin embargo,
es quizá pedir mucho de los jugadores quiere decidir cuál de los gigantes era
de ajedrez? Nosotros quedamos en Odisea, ¡lo dejamos al lector que
algún sitio cogidos, quiere decir, que tengo gusto en ello 1) Parecida aven-
como remate somos muertos por el tura tiene que sobrellevar el negro
gigante de un solo ojo: Polifemo. En también en el segundo ejemplo.
este sentido serían dignos de consi- (269) De nuevo se encuentra Ulises
derar también los dos siguientes fina- en su propia balsa; pero mientras en la
les con sus bruscos cambios de victo- leyenda griega, pierde a sus camaradas,
ria (o tablas) a derrota. per o él solo supera todos los contra-
(368) David dio muerte con la hon- tiempos del viaje aquí zozobra en el
da a Goliat. Ahora también aquí (Da- momento decisivo. Comienza con la
vid) Jorg ya había tensado la honda y magnífica jugada l. T7R!!, que me-
con ese fin lanzado una «piedra» al recía un mejor destino; (la idea es,
153
Prameshuber Las blancas abandonaron (8. D3C,
369 D4A+; y si 8. R4T, TXP+, etc.).
¡Fue un triste retorno de Ulises 1
N. N.
a l. ... , Tx.T seguir con 2. D6A!!,
DxD; 3. T8A+ y mate en seguida. 370
Es fundamental aquí, que la inversión
no procede 2. T8A +??, TIR y ahora
3. D6A, pues luego el negro hace
girar el venablo con 3.. . . , T8D+; 4.
R2C, D5R +, y da a su vez mate 1).
Las negras hallaron la brillante parada
l. ... , TIAD!! tras lo cual, el blanco
no tiene nada mejor que retirarse con
Dr. Tarrasch (juega)
2. TlR. (¡Pues 2. T x D? lleva a un
(Partida con ventaja jugada en 1926)
ingenioso esquema de mate, que está
formado principalmente por los peones Las blancas ganaron, puesto que
negros 6R y 5CR; 2. .. ., TxT+; 3. condujeron al adversario a una clavada
R2C, T7D + ; 4. R3C, T8CR mate!) latente de la cual éste (por lo menos
según las interpretaciones hasta hoy
Siguió 2.... , D3A; 3. T7R X PR. (Se-
generales) no podía salir con vida:
gún estudios de H. Heemsoth !as l. T X A!, T X T; 2. P3C!, P5A (tam-
blancas podían aquí llegar a tablas poco es mejor PSC); 3. P4C! y el ne-
con 3. DxD, TxD; 4. T7RxPR, gro debe finalmente dejar correr la
T3R; 5. Tx T, Px.T; 6. TxP.) 3 •. . ., torre, después de lo cual, naturalmen-
D5D; 4. R2C, T3R; 5. TXT, PXT; te gana fácil.
¡El pobre N. N.! (por lo demás,
6. DXP, T7A+; 7. R3T7? (con apu-
muchos opinan que la abreviatura
ros de tiempo no pudo gobernar la
vendría del nombre latino nescio, el
balsa y s·e estrelló contra los escollos. nombre que desconozco. Pero los his-
En cambio, después de R 1T! la cosa toriadores dicen que el concepto pro-
no estaba aún decidida), 7•... , D6D+! cede del antiguo derecho romano y
154
que con uN. N.» = numerius negidius, P8T(D). Mató ambas moscas de un
se indicaba el acusado que no quería manotazo con l. A X PT, T X A pero
pagar. Ahora bien, en nuestro caso a la larga no pudo sostener más la
podría estar «N. N.» doblemente con- part ida.
tento de permanecer desconocido con Despu és resu ltó que según el lema:
el velo del anonimato; en primer lu- el contraataque es la mejor defensa,
gar porque perdió según el modo ad- las blancas con l. T7D!, P8T(D); 2.
mitido por los tratados, y en segundo T x P + pudieron obtener sorprenden-
porque también según ese procedi- temente tablas, ya que al negro no le
miento ¡pudo obtener tablas! ¡Esto fue posible escapar al jaque continuo.
lo encontró en 1963, es decir, después Y con ello llegarno s a la verdadera
de 37 años! el aficionado sueco. A . punta de tod o el asunto; en una in-
Tapper (Upsala) ; él juega simplemente te resante publicaci ón de la posición
a l. T x A, TxT: 2. P3C, pues 2.... , en la revi sta "Schach " escribieron una
R3C! 1; 3. A x T, R4T!! y las blancas retahíla de lectores (¡entre ellos tam-
no están en situación de impedir R5C bi én un maestro de Alemania del sur!)
junto con P5A tras de lo cual el que l. T7D fracasa por AlA 1; 2.
último peón blanco desaparece. Esto T x P +, Rl C! (¡pues en cierto modo
pasó en su tiempo desapercibido hasta la antiforrna del contraataque!), pues
a los grandes maestros Tarrasch y
el blanco no puede evitar la pérdida
Nimzowitsch (que acogió la posición
de material. Pero todos ellos menos-
en su obra «Mi sistema») y más tarde
precian, no obsta nte, la fuerza del
a muchos «falsificadores».
mecanismo de descubierta que des-
Sobre todo suceden errores colec-
pués de 3. ASD 1 ! lleva al neg ro final-
tivos, más frecuentes de lo que se
piensa. Examinen, por favor, el si- mente por la calle de la amargura:
guiente y notable caso. 3. ... , PBT(D) fracasa por 4. T7TD+,
etcétera. ¡Ya, las jugadas tranquilas 1
Panzer
371
Ejemplos contradictorios
155
Ublmlmn (juega) de tales contradicciones entre la teoría
372 y el hecho nos escribió en una ocasión
un aficionado algo incomodado: • ¡A
menudo cuesta pensar, entretanto, se
escribe también sin hacerlo! • Este
dicho de Guillermo Busch debía indi-
car bien cuán relativos son todos los
principios en ajedrez, y que los escri-
tores rígidos están bastante a menudo
en pugna con la realidad en ajedrez.
¡Afortunadamente, es así, siempre
Miidler aún no se puede pasar en ajedrez sin
(Ascbersleben, 1963) el sano entendimiento humano l) Así
pues, tuvo lugar l ... ., TSD+?; 2.
l •... , TSR+; 2. R2T, TST+I! Las R2C, T8CD; 3. TXP, TXP; y ahora
blancas abandonaron (3. CxT, DxPC las negras habían contado sólo con 4.
mate) 3. Rx.T, D6T+; 4. RlC, DxPC A6T, P3AR! ; que les libraban de
mate) Compárese además con la po- todas las preocupaciones. En lugar de
sición 132 y otras afines combina- esto cayeron en el mar de la desespe-
ciones. ración pues el blanco hizo rodar con
El próximo ejemplo prueba una vez 4. P6AR!! «una piedra ante la puerta•.
más que la táctica en ajedrez desborda Las negras abandonaron acto seguido,
a la estrategia. porque vieron la diabólica idea: 4.... ,
AxPAR; 5. A6Tl y contra T8T+
J anczek (jue¡a)
seguido de mate no hay antídoto po-
373 sible. Así fue el agujero de respiración
P3CR ilusorio y el •sustitutivo• P3AR
descartado ; en esta forma, sin duda,
un motivo especial!
Pequeñas tragedias
. . . o tragicomedias caracterizan la
insuficiencia humana.
Melepe¡yi
(HUn&ria, 1961) Lo improbable . ..
156
Sokolov T X T? DBT + 1). A ello pudo el blanco
374 sencillamente contrarrestar e o n l.
TlAR 1 y obtener probable final de
tablas, ya que la columna de dama por
la posición abierta del rey negro no
ofrece especial importancia. Las blan-
cas quisieron, no obstante, mantener
la columna D a todo trance y jugaron
•elegantemente• l. D4CR?? lo que,
empero, liga a ambas piezas pesadas
del blanco y lleva a continuación al
Tomovic (juega) inmediato desastre: l. ... , D5RI! ya
(Bel¡¡rado, 1961) a
que junto D x .D amenaza ante todo
D X P A+ y las blancas sin poder jugar
permaneció la columna AR ahora co- ni torre ni dama, abandonaron.
mo antes inaccesible a la . torre, y se- En relación a tales «maldades• leí-
gundo: todavía favoreció el blanco el mos en una ocasión un chiste, en que
movimiento del rey negro: l. . .. , el perdedor dijo a su contrario con
R7 A! Ahora vio el blanco su error y suave reproche; "¿Así juega usted con
buscó (¡demasiado tarde!) llegar desde un buen conocido!?» Ahora bien, con-
abajo; 2. TSR, a lo que siguió con sideraciones amistosas no se tienen en
aire de problema. 2.... , TST+!!; 3. cuenta en el ajedrez. ¿Qué hubiera él
A X T, CSA mate. Por así decirlo una dicho a la siguiente «brutal inso-
•hora luminosa• en la vida del aje- lencia•?
drecista que muchos sueñan y pocos
alcanzan.
Increíble .. .
El propio engaño
Damjanovic
NavarowtkJ 376
375
Trifunovic (juega)
Skezely (jue¡a) (Campeonato de Yugoslavia, 1964)
(Hun¡ría, 1964)
En vista de la debilidad ... , 5AR
Las negras acababan de jugar T7C- pudo el blanco abrigar algunas espe-
7D( 1) especulando así con la defec- ranzas de tablas; pero no después de
tuosa ventilación del contrario (l. l. R2R?? (Un error sorprendente, pero
157
comprensible, pues las blancas no que- Falso brillo de la clavada
rían verse arrinconadas en la primera
línea con T7C +. ¡Pero en la actual si- Ciertamente las clavadas siguieron,
tuación debieron aceptar el trato 1) l. como ya repetidas veces hemos hecho
... , T X A+! Ahora vio el blanco la constar, altamente molestas; pero de
desgracia: 2. P x.T, ASC+ 1 seguido vez en cuando pueden mostrarse como
de A X T. ¡En esta horquilla del alfil los huevos del cuco.
entró directamente con el movimiento
del rey 1 Las blancas abandonaron en N. N.
seguida.
378
. . . ¡pero cierto!
WaUis
E. Starck (juega)
377
(Kjihlungsborn, 1962)
158
H. Glauoer fo. La posición de su rey en el borde
379 le jugó una broma pesada en el cálcu-
lo. Las blancas jugaron a saber l.
P4A!, TXP+; 2. R2A, TSR; 3.
PSC+!, PXP; 4. PTXP+, R4T; 5.
R3C! y ceden a las negras, consentir
en la r-epetición de jugadas o ir a su
propio mate. Para desgracia suya el
negro escogió (aunque sin proponérse-
lo) el segundo o último de esos ca-
minos. S. . .. , T6R +; 6. R2A, TIR;
G. Iberg (juega) 7. R3C, TlTR?? Así, el mate está
(Campeonato juvenil de Suiza, 1962) preservado. ¡Arriba, sí! ¡Pero no
abajo! Para amarga desilusión de las
En ese momento pudieron las blan- negras siguió una notable maniobra
cas del modo más sencillo deshacer de la torre blanca: 8. T7R!, A6D; 9.
la amenaza de clavada como pompa TIR!, A5R; 10. T2R! Después de estos
de jabón: l. D X P+!! (Desviación del elegantes movimientos de torre las ne-
alfil que clava, de modo que ahora gras están "vis a vis de ríen• y aban-
también la dama en 3D está "en pe- donaron. ¡Una pequeña tragicomedia 1
ligro! Un motivo elemental), l. ... , En la fase previa del campeonato de
AXD; 2. AXA+, seguido de 3. TXD Hungría, 1961 se originó una «des-
y las blancas con superioridad ma-
gracia• semejante.
terial ejercen presión.
380
159
mate con l. ... , R3C??; (¡para caer en un par de piezas pesadas no se piense
otro mucho más bonito 1) 2.• TSC+, en el peligro de mate.
R4A; 3. C3C+!, A.X C; 4. T5CR mate.
¡También aquí tuvieron los mirones
gran alegría l Martin Beheim-Schwarz- Respeto ante el gran maestro
bach tiene razón e u a n d o en el
uKnaurs», libro de ajedrez, expresa el Pocos jugadores conocidos no creen
agradecimiento del vencedor para con a menudo en su suerte de hallarse
el perdedor que sale del corazón en frente a una «eminencia• en plan ga-
los momentos cálidos, puesto que el nador y husmear alguna trampa dia-
adversario hace aquella jugada ya sea bólica de su renombrado adversario.
incorrecta, errónea, paralizadora o
simplemente atrevida, que hace posi- Rodrigues (juega)
ble su combinación. 383
En el centro
Berzi.n (juega)
382
O ' Kelly
(Campeonato abierto de Sudáfríc:a,
Wilderney, 1962)
160
Uhlmann En Jugar de esto ... ,
384
No .altisonante., sino .tranquila,
Kampfhenkel (juega)
385
Ofstad
(Torneo zonal, Halle, 1963)
161
Pawlenko (jueca) das entre lo justo y lo falso refuerzan
386 la capacidad crítica en ajedrez.
Peligros en el borde
Kramer
388
Ts~hukaiew
(Riga, 1963)
162
Osterburg Las blancas no ti·enen jaque y el negro
389 amenaza junto con el avance del PT
también aún D X T +! D X D, P7T!,
seguido de TSC. No obstante, su ad-
versario Griffth al ser interrogado
dio por respuesta, que «él claramente
debe ganar». ¡Un caso curioso 1 Pero
las blancas tenían razón, pues él a
l .... , RlC halló la respuesta de pro-
blema 2. T3A!!, que da vuelta al juego.
Si ahora 2.... , P7T, pues 3. DxP+,
Gehler (juega) R2T; 4. D5A+, RlC; 5. DSAR+,
(Stassfurt, 1962) R2T; 6. T3T +, R3C; 7. D6D +, R4C;
8. D6T +, R4A; 9. T x .P con ganancia
tan sólo la «débacle» 3. P3C+!, R6T; fácil. Las negras intentaron todavía
4. D3A!! tras lo cual el negro tuvo la (l. . . . , RlC: 2. T3A!) 2.• ... , DSC+;
elección entre pérdida de dama, mate 3. R2T, D4A; pero ahora cayó pronto
o abandonar la partida. Se decidió por el precioso PT y ello significaba igual-
lo último. ¡Un caso combinatorio es- mente la pérdida rápida 4. T X P, T7C;
pecialmente bello e instructivo! 5. D7T+, RIA; 6. T3AR! y Wolpert
abandonó. ¡No sucede a menudo que
ambos jugadores esperen ganar una
U no tenía razón
partida aplazada!
En el campeonato de Sudáfrica,
1963 Wolpert quedó medio punto tras Un «embusterO ))
los vencedores Kirby y van der Mey-
den, porque perdió la última partida Cuando alguien hace una combina-
contra Griffith. Esta partida quedó ción, que después resulta incorrecta,
aplazada en la siguiente posición: entonces ha «mentido». ¡Muchas veces
sin saberlo! Un caso divertido. de esta
Wolpert (j uega) clase tuvo lugar en el campeonato
390 inglés de 1962.
Hindle (juega)
391
Griffiths
163
rPoor Hindle (pobre Hindle, pen- respuesta diabólica 2.... , A2D!! Pues-
saba el maestro inglés Ritson-Morry, to que ahora 3. TX.T+, TxT; 4.
cuando contempló la posición, pues A X A fracasa por T8R mate (ob-
las negras están totalmente perdidas. sérvese aquí el •papel de gañán•
¡Pero Hindle ganó! Y lo hizo así: del C2A 1) las blancas tuvieron que
l .... , D7D+; 2. D2R??, DXD+; 3. renunciar de mal grado a la calidad
A X D, A6Rll (amenaza T7A+, lo que y jugar 3. A4R, T3R; 4. TID, A3A;
no se puede parar); 4. A3A, P5R!; 5. 5. AXA, TXA; 6. T7D, T4A; 7. C4R,
A X P, T7A+ y el negro ganó con T4TD, etc., tras lo cual el triunfo no
facilidad. •Hindle el embustero• dijo es dudoso para las negras. "¡Una par-
Ritson-Morry_ al estupefacto ganador. tida con una valiosa agudeza táctica 1•
Pues éste no había observado hasta observa el Dr. Paul Troger justamente
entonces que todo era Bluff, a l. ... , en su peña ajedrecística de Augsburgo.
D7D + sólo necesitaba el blanco jugar Especialmente en el juego de si-
2. R3 T!, y las negras no tenían nada multáneas, el progreso -de la fuerza
que hacer, pues no era factible 2 ... . , media de los jóvenes es notoriamente
D X A; a causa de 3. D8T + seguido incómodo para el simultaneador. Drás-
de mate. ticas sorpresas pueden surgir. Así le
pasó al maestro Gereben en una par-
Agudeza drástica tida de simultáneas en Austria, 1962,
MaueJ contra un adversario de 12 años ( 1)
392 la siguiente' catástrofe. Gereben contra
Kamarov L . P4D, P4D; 2. C3AR,
C3AR; 3. P4A, P3R; 4. C3A, CD2D;
5. A5C, A2Ri 6. P3R, 0-{}; 7. P X P,
P X P; 8. A3D, TlR; 9. 0-0, P3A; 10.
D2A, C1A; 11. C5R, C5C. (Todo
segün los patrones establecidos. ¡Los
jóvenes conocen la teoría!). 12. A X A,
D xA; 13. C x C, AxC; 14. TlT-1C(?).
(El blanco afloja las riendas o menos-
Achatz precia al hombrecito. C2R 1 seguido
(Auesburgo, 1961) del traslado del caballo al desampara-
do flanco de rey, caso de no cambiarlo
Se debe en los tiempos actuales, en
las negras, estaba indicado). 14. .. .,
que la juventud ajedrecística conoce
D4C; 15. Rl T (aún podía hacerse
la estrategia, agradecer las ocurrencias
tácticas de los jugadores jóvenes. La C2R, el blanco demora demasiado la
posición arriba mencionada tuvo lu- jugada) 15 ... . , T3R!; 16. C2R (¡ahora
gar en una partida de torneo entre demasiado tarde!), 16.... , T3T!; 17.
jóvenes talentosos en Augsburgo. Las C4A (el sistema defensivo intentado
blancas creyeron poderse permitir la es brillantemente refutado por las
jugada l. A X P?? porque después de negras), 17.... , D5T; 18. P3TR,
l . . . ., A X T; 2. T X A se vislumbra la P4CR! ; 19. P3C, A6A+ ; 20. R2T,
recuperación de la calidad, y así se D x_PT + !! (¡un remate magnífico!);
ganaría un peón. Pero no vieron la 21. C x D, P5C! Las blancas abando-
164
naron. El mate es inevitable. ¡Tales "¡Las huellas aterrorizan!»
recuerdos de juventud no los olvida
«Las huellas aterrorizan» (según
tan fácilmente ~1 aficionado! una fábula de Esopo), apartan a la
astuta zorra de la guarida del león
Diabólico movimiento solapado enfermo porque se da cuenta que
¡Un respiradero para el rey! Pero, muchas huellas llevan a ella, pero
¿se puede con ello, ciertamente, estar ninguna sale de la misma. «Descon-
tranquilo? ¡De ningún modo! fianza» debe ser una cualidad especial
del ajedrecista.
Cholmov
Ziuu
393
394
Bagirov (juega)
(29 Campeonato de las Repúblicas Soviéticas, Schmidt (juega)
Baku, 1961) (Rubia, 1963)
165
Pietzsch se puede sostener); 8. T3A, P5T; 9.
395 T3R, PXP+; 10. TXP, T5T; ll. R3R,
R2.R; 12. R3D, P4AR; 13. T3R +,
T5R; 14. TXT+, PAXT+; 15. R3R,
R3A; 16. R4A, R X P; 17. R4C, P4T;
18. P4T, P4C; 19. P3CD, PXP; 20.
PXP, R2A; 21. RJC, R2R! Las blan-
cas se rindieron porque el negro gana
la oposición y penetra decisivamente
con el rey. Se ve qué importancia
grande tiene en ajedrez el principio
Fuchs (juega) de elección al tomar en situaciones
(Dresden, 1964) tácticas. En este respecto también es
Al casi perdido C7R querían las muy instructivo el remate siguiente:
blancas crearle en seguida una posi-
Bozdo¡hína (juega)
bilidad de retirada y por ello jugaron
l. P5A? con el fin de asegurar la po- 396
sesión de la casilla 6CR. (Lo correcto
era, sin embargo l. C5T! para evitar
mecánicamente . .. , P4TR. El negro se
hubiese visto ante difíciles problemas).
Siguió l. .. ., P4TR! que buscaba con
astucia apartar a la dama en 4CR, de
la casilla 6CR, mientras las negras
tenían todavía en cartera PST. Pero,
las blancas no creyeron aún nada ma-
O no
lo, sino que jugaron conforme a su (XXV Campeonato de Rumania, 1963)
plan 2. C6C +? (¡las «huellas» eran
demasiado claras!) ya que él contaba El objetivo es para las negras ir
sólo con 2. ... , A X C?; 3. P X A lo que con la torre hacia 3T y dar mate.
realmente hubiese sido placentero pa- Dos procedimientos se les ofrecen:
ra el blanco. En lugar de esto: 2.... , inmediatamente Tl-3R, o primero
DX C!! (¡Este golpe fuera de programa T XC y luego T3R; ¡pero en la elec-
cambia el curso del juego!); 3. D X D, ción fallaron las negras! Y jugaron
AXD; 4. PXA, AXC! (¡un ingenioso así; l. ... , TXC?? Las blancas, empe-
movimiento intermedio que refuerza ro, se opusieron inteligentemente; 2.
aún las posibilidades de las negras TXP!!, TXT; 3. TXT y ganaron, ya
en el final! ); 5. PXA, TXT; 6. TXT, que la torre T4A se encuentra en una
TIR; 7. R2A? (Solamente e o n 7. ratonera, de la que no saldrá más.
TXT+, R x T ; 8. R2Tl existían aún ¡Realmente chusco!
pequeñas perspectivas de tablas), 7. En cambio, la maniobra directa l.
. .., T5R! (Ahora debían las blancas .. . , TlR-3R!; 2. CxT, TXC hubiera
cambiar la torre en 5R, lo que funda- decidido, ya q u e las blancas sólo
mentalmente sería desfavorable. Por pueden defenderse del mate que ame-
ello, evitan el cambio, pero el final no naza con la desesperada 3. TXPA.
166
. . . como uno obre así será tratado idea se cruza el adversario con elegan-
(Schiller). cia.) 6. . .., T X T; 7. D6A +, T2C; 8.
Muy interesante, en lo que se refiere TSD+, TXT; 9. DXT+, AIR!! (Este
al «tormento de la elección», es tam- postrer sacrificio del alfil aparta a la
bién el ejemplo siguiente. dama blanca de su vaivén de tablas.)
Schweda
10. DXA+, TIC y el negro ganó fá-
cilmente.
397
En cambio hubiera l. P6A + !, RIR
en conexión con la triplicación 2.
D2D!! (¡Defendiendo y atacando!) en-
cerrado el rey negro en una red de
mate. Las blancas no escogieron esta
continuación pero creyeron que las
negras podían liberarse con 2. . .. ,
DXP+; 3. DXD, AXD; 4. RXA.
Pero entonces proporciona la amenaza
imparable T3R seguido de T X P mate,
Teipelke (juega) a las blancas por lo menos un final
(Bruoswick, 1961)
enteramente superior. (Las negras de-
Las blancas habían sacrificado una bían jugar TI T).
pieza, para obtener esta posición de También vale esto en ajedrez:
ataque, pero debe ahora prestar aten- «¡Quien se eleva al Sí, ve a sus pies
ción a las contraamenazas D X P y el Pero! »
D8R, ambas con mate. Para jugadas
de ataque tranquilas no hay tiempo. La omitida barrera
Como jaques tenemos DSC + o P6A +. Bonue
167
traba para él en consideración y era ajedrez, ya que los constantes cambios
poco, habida cuenta de los peones en el acaecer de la lucha, no permiten
pasados, avanzados y unidos. Así esas realizaciones dogmáticas. Com-
pues, jugó l. D5C(?) y tuvo, sin em- páres·e y téngase en cuenta aquí, ade-
bargo, . que contentarse con tablas, más los ejemplos dados en la pág. 91
gracias a una ·inteligente maniobra de y siguientes. Podemos presentar aquí
su adversario: l. .. . , D5A!!; 2. TIC, un caso de valor didáctico de la XV
D6R!!; 3. TIA, D5AR! con repetición Olimpiada de Ajedrez.
de jugadas (3. DlA aquí en lugar de Los alfiles blancos están colocados
TIA, no sirve para nada; 3. ... , T X D; con desgracia; el A2C es, en primer
4. T x T, D7R!, etc.). Eventuales jaques término, sólo un peón de calidad que
de la dama blanca no cambiarían las ve su camino obstaculizado a derecha
cosas. e izquierda por sus propias huestes.
Pero, ¿cómo debe pues en la posi- Y el A3C se encuentra con base mo-
ción del ejemplo ganar, ya que con vediza; ningún peón le puede defen-
otros movimientos debe perder la der. No le saca de apuros la jugada
torre? Y precisamente ahí está oculto l. TIA?? Indicado estaba quizá l.
el triunfo: l. D3A!!, D X D; 2. P XD, A2T o cualquier otro movimiento.
T X T +; 3. R2C y los peones pasados Después de la jugada textual la dama
y ligados ganan contra la torre que negra va a buscar con una impresio-
se ve impedida de una defensa eficaz nante maniobra uno de los alfiles
por la barrera del peón 3A. ¡Un ver- blancos 1:•• .. .,
D3A! (amenaza mate
dadero huevo de Colón que como en ?CR, as'í ·que, el blanco no puede
todos los hallazgos parecidos se ven, hacer nada p~r los alfiles); 2. P3A,
naturalmente después, y ante el ta- D4C! y lo que pasó fue: 3. A4T,
blero tan difícil es descubrirlos! D X A2C. Las blancas abandonaron. Lo
cual, era claro ...
Piezas indefensas • • •
... son a menudo la causa de la Con ello, hemos llegado al fin. No
derrota. Claro está que el cuadro obstante las muchas faltas errores y
ideal : todas las piezas defendidas por desilusiones, permanecen los verda-
peones, no se realiza en la partida de deros aficionados fieles al rey de los
juegos, tal vez en el sentido de aquel
Bobby Fischer taxista neoyorkino, que en su coche
había emplazado un rótulo (aquí en
399
traducción española). «jPor favor, no
me pregunte sobre los resultados de
baseball. Soy ajedrecista 1•
Virgilio, que vivió hace más de
2.000 años, no lo era, pues entonces no
había el juego todavía. Pero queremos
unas hermosas palabras de sus églogas
hacerlas nuestras, y ponerlas como
fin y remate de este libro:
«Dios nos ha creado este pasa-
Rivera (juega)
(XV Olimpiada de Ajedrez, Varna, 1962) tiempo.•
168
INDICE DE JUGADORES
por diagramas
169
Cholmow 393 Frydman 184
Christoph 300 Fuchs 395
Cohen 359
Colle 61, 236. 293 Gat 359
Collett 321 Gehler 389
Cortlever 332 Geir 307 b
Couvée 38 Gereben 26
Cranston 84 Gibaud 218
Cruusberg 345 Gibbs 391
Giegold 132
Dake 84 Giertz 278
Damjanovic 3 76 Gladwin 327
Darga 55 Glauser 379
Davidson 116 G!igoric 239, 361
Dean 377 Golombek !53, 185
Demetriescu 202 Griffi ths 390
de Rooi 388 Grob 133, 198, 215
Deschauer 233 Grodner 324
Deutschmann 69 Grohe 178
Donner 329 Grópner 206
Drescher 98 Grosdov 10
Dresga 194 Grünfeld 20, 81, 179, 287, 298
Dresler 211 Gudin 40
Dr. Dünhaupt 314 Gudju 242
Dunkelblum 285 Gumprich 1, 256
Duras 25, 176 Günther 278
Gusev 18 ,,
Ehlert 11 Gutsche 180
Ekstri:im 91 Gygli 198 .
Eliskases 62, 163, 183
Elstner 283 Hahnke 142
Engel 101 Haida 22
Dr. Engel 235 Hallbauer 336
Engels 87, 167, 224. 273, 312 Halvorsen 296
Engert 291 H a ndke 316
Englund 166 Harms 124
Erdelyi 170 Harrison 331
Erbis 299 Dr. Hartlaub 42
Erichsen 111 Havasi 191
Ernst 7 Hayden 16
Dr. Eschrich 57 Heims 164
Dr. Euwe 54, 116, 117, 134, 226 Heinicke 195
Heintz 8
Fackler 241 Heinze 277
Fahrni 176 Held 270
Feld 90 Helling 128, 179, 292
Fincke 73 Henneberger 30, 62
Fischer 364, 399 von Hennig 105, 217, 259, 286
Fiad 301, 338 Henning 263
Fleischmann 148 Herland 139
Fletcher 268 Dr. Herrmann 31 O
Formanek 229 Herzog von Braunschweig 21
Foulds 88 Hindle 391
Franz 306 a Hjorth 323
de Freitas 224 Hillel 19
Freymann 232 Hochstrasser 247
Friedmann 352 Hoffers 271
170
Hoffmann 3 58 Kostrovickv 65
von Holzhausen 219 Kotow 254, 366
Holzl 183 Kotrc 149
Hooper 333 Koutny 234
Horn 73 Kramer 388
Horne 349 Kraus 213
Horowitz 279 Krause 125, 221
Hottes 358 Dr. Krejcik 272
Hromadka 113 Kretschmer 181
Hübner 126 Krug 144
Hult 321 Krüger 104
Krummhauer 165
Kruschwitz 277
Iberg 379 Kühn 340
Illingworth 131 Kühne 75
Israilovici 317 Kunerth 314
Ivkov 351 Kunnemann 58, 145
Kunze 325
Jacob 329 Kupchik 207
Jacobsen 174
Jakobs 93 Dr. Lachmann 130
Jakobson 105 Landsberger 44
Janczek 373 Lange 235
Jenik 357 Ed. Lasker 86
John 50 Em. Lasker 265
Johner 56, 190, 204 Laurine 307 a
J ohnston 245 Lazard 59, 218
Jbrg 368 Lee 264, 387
J ost 346 Lemaire 343
Jurgschat 337 Lengyel 353, 354, 355, 360
Just 371 Lenz 164
Leonhardr 225
Lewerenz 344
Kahn 310 Lexandrowitsch 165, 337
Kamischow 68 Lidelel 99
Kampfhenkel 385 Lie 211
Kanko 350 Loikanen 356
Karstens 216 Loman 134
Kayser 309 Longhran 331
Keffler lOO Lo~¿n 205
Keller 220 Lowenfisch 23 2
Kempff 299 Luczyno•vicz 64
Kipke 201, 238 Dr. Lunau 5
Kirchhammer 221 Lundin 284, 305 a, 323
Klaarwater 48 Lusch 311
Kmoch 94 Lutikow 240
B. Koch 108, 110
W. Koch 223
Kochtaria 37 Machate 259
Kohnlein 193 Mackenzie 24, 95
Kliem 311 Madler 372
Kieninger 273 Mai 123
Komke 123 Maister 10
Kopetzky 115 Malzahn 124
Korn 369 Mande! 336
Kortschmar 254 Mannheim 43
Kortschnoj 140 Marache 214 a
Koss 14 Marco 79, 228
171
Marlow 8 Parnell 95
Maroczy 102 Paterson 352
Marshall 17, 122, 172, 175, 186, 207, Pavey 279
245, 297 Pawlenko 386
Mason 249 Perlis 154, 251
Matanovic 3 54 Pertisch 162
Maugg 392 Pfeffer 162
Meck 241 Pfeiffer 33 9
Meleghegyi 373 Piazzini 32
Dr. Meyer 220, 233 Pietzsch 395
Mieses 97 Pillsbury 49, 189
Mikenas 169, 262 Pilnik 63
Mindeno 60 Pilskalnieti 382
Miss Menchik 59 Piotrowski 147
Molinari 129 Pire 288
Moritz 208 Plass 144
Morphy 21, 200, 214 a Platz 212
de Moura 230 Pollock 34
Mross 76 von Popiel 228
Mühlbach 178 Popoff 92
Mühring 326 Porebski 365
Müller 75, 121, 130, 171 Pora th 361
Dr. Munk 203 Portisch 3 53
Musiol 335 Posr 29, 35
Muth 266, 300 Poulsen 127
Prameshuber 369
Prins 52
Naegeli 107 Prinz von Mingrelien 23, 37, 96
Dr. Nagy 281 Pylakowski 197
Najdorf 328
Nardus 120
Navarowsky 375 Rasmussen 296
Newman 341 Raubitschek 6
Niesslbek 340 Rautanen 350
Nielsen 109, 127, 156, 345 Regensburg 43
Niener 269 Reicher 274, 306 b
Nimzowitsch 250 Reinhardt 74
Noteboom 222 Rellstab 27, 114, 119, 209, 227, 261
Nürnberg 155 Reschewsky 54, 267, 328. 364
van Nüss 291 Reyss 48
K. Richter 13, 46, 72, 80, 103, 126,
Ofstad 384 133, 142, 146, 150, 167, 208, 231,
O'Kelly 383 283, 294
Olafsson 307 b Riedel 143
Dr. Olland 25 Rivera 399
Olsen 174 Rjumin 92
Olsommer 367 Robson 138
Opocensky 113, 199, 275 Rock 237
Orbach 146 Dr. Rodl 70, 89
Osterburg 389 Rodríguez 383
Otto 396 Rogmann 171
Ovenden 16 Romani 45
Owen 41, 137 Romanow 15
Romi 347
Rosengarten 260
Pachman 319 Rossolimo 304
Pantzke 206 Rowner 68
Panzer 371 Rubinstein 255, 305 b
172
Rusenescu 317 Stüber 223
Rywosch 137 Süchting 192
Sultan Khan 28, 157
Suta 33
Sacconi 191 Sutey 33
Sacharow 387 Swiderski 122
Sadowsky 5 Szabados 12
Saila 318 Szabó 320, 326
Salter 79 Szekely 375
Salvioli 244 Szilagyi 303
Samisch 50, 101, 236, 298, 315, 339 Dr. Szi1y 381
Sandifort 1 S8 Szukczta 197
Sauberli 380 Szyfter 76
Saunders 252 Szymanski 64
Schatz 132
Schettler 77
von Schewe 17 Tal 362
Schifferdecker 315 Talla ntyre 99
Schiffers 13 S Dr. Tarrasch 219, 370
Schlage 67, 112, 190, 292 Dr. Tartakower 188, 293
Sch1echter 154 Dr. Taube 195, 217
Schleebaum 83 Taverner 324
Schli:imer 260 Teipelke 397
L. Schmid 239, 266, 368 Teschner 301, 338
Schmidt 394 Thal 385
Schmitt 169, 231 Thibaut 343
Schneider 57 Thomas 349
Schories 85, 88, 210, 225, 237 Thompson 327
Schri:ider 111, 159 Thomsen 141
Schu1z 344 Thormann 302
Schuster 118, 196, 348 Thorsen 141
Schweda 397 Thynne 168
Seeger 77 Tolusch 262
Semga1is 213 Tomovic 374
Shainswit 267 Torre 66 , 182, 265
Showalter 189 von Toth 87
Sikorski 39 Dr. Treybal 30
Simagin 330 Trifunovic 212, 363, 376
Sir Thomas 86 Dr. Tri:iger 7, 108
Dr. Skalicka 22 Trojanescu 26
Smyslow 305 a Tschechower 140, 240
Sokolov 374 Tschigorin 135, 264, 305 b
Soultanbeieff 2, 52 Tschikowani 61
Spengler 276 Tschukajew 386
Speyer 38 Tura1aw 15
Spielmann 255 Tylor 243
Stahlberg 322 Tyroler 3l
Sta1di 347
Starck 378
van Steenis 303, 316 Udovcic 12
Steinbrecher 248 Uhlmann 372, 384
Steinitz 187 Ullrich 209, 216, 276
Steneberg 258
Sternberg 145 Varadi 355
Stoltz 109, 205, 284, 288, 366 Vasconcellos 74
Stoner 9 Dr. Vidmar 184, 275
Storch 325 Villegas 152
Stotojewski 274 Vlk 270
173
Voiculescu 282 Winiwarter 367
Vogel 106 Winter 222, 243, 252
Wischniakow 41
Wachtel 335 Witkowski 313
Wade 63 Wolpert 390
Wagner 81, 119, 286 Wood 341
Wallis 377 Worms 53
Walter 281
Weber 151
Yates 4, 157
Wechsler 242
Weenink 94
Wegemund 67, 287 Zambelly 102
Weissgerber 27 Zehntmayer 136
Weissinger 269 Zinn 394
Werle 307 a Zirngibl 3{)6 a
Werlinski 246 Zost 104
Westerinen 356 Zuckertort 78
Winawer 249 Zuidema 398
Windfuhr 151 Zwetcoff 319
174
INDICE DE TEMAS
Por páginas
175
IV. DE LA A HASTA LA Z . . ... . .. ... . 130
Desviaciones . . . . . . . . . . . . . .. 130
Movimientos «dando paso» .. . 131
Analogías .. . ... ... . .. ..... . 131
¿¡Bromas de Abril 1? . . . •. . . . . . . . . . . . .. 132
Sacrificios de dama . . . . . . . . . . . . . .. 133
Ataques dobles . . . . . . . . . . . . . .. 133
Desilusiones . . . . . . . . . . . . . .. 134
Relámpagos mentales . . . . . . . .. 135
Manjares apetitosos . . . . .. 136
Ratoneras .. ... . . .. . .... ... . 136
Observaciones sobre el borde 137
Puntos de intersección . . . . . . 138
Momentos de páni.co . . . . . . . 139
Escapadas de caballo . . . . . . 140
Prolongaciones . . . . . . . . . . . . . .. 140
Transformaciones . . . . . . . .. 141
Jugadas intermedias . ....... .. .. . . . 142
176
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