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net/publication/263442719
Casas y cosas del campo: hábitat agrícola y estructura social en los territorios
de Edeta y Kelin (siglos V-III a.n.e)
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Tenía mi amado una viña en una ladera fértil. Este panorama se completa, hoy en día, con los datos
La había cercado y despedregado y plantado de vides escogidas; procedentes de intervenciones de urgencia en las actuales
había edificado en medio de ella una torre, comarcas del Camp de Túria (Aljub Nou y Els Clots) y
y hecho también en ella un lagar. Requena-Utiel (Cerro Tocón, La Atalaya, La Cabezuela y
(Isaías 5, 1-2) Casa de Ángel)1, así como excavaciones ordinarias en esta
última zona (Rambla de la Alcantarilla, Solana de Cantos 2 y
El Zoquete) que van a constituir el punto de partida de este
1. Introducción trabajo. Estos lugares, en prospección, son dispersiones de
escaso material arqueológico, en cotas bajas y sin estructuras
La sociedad ibérica nos traslada a un mundo donde el construidas evidentes que, hasta ahora, se incluían dentro del
campo es el marco más amplio como paisaje y como forma rango de “caserío” o “indeterminado” en el territorio edetano
de vida. Paisaje y hábitat rural son, pues, dos actores esen- y como “hábitat” en el de Kelin (Bonet et alii 2007; Mata et
ciales en el proceso de territorialización de la misma. En este alii 2001). En otras áreas se han utilizado desde términos
trabajo vamos a examinar el hábitat rural de los territorios de genéricos como “hábitat disperso”, “hábitat periurbano” o
Edeta y Kelin y sus implicaciones en la estructuración social. “hàbitat de plana” hasta otros más específicos como “cortijo”,
Para ello incorporamos, a los asentamientos ya conocidos, “granja”, “caserío”, “llogarets” o “pagesies”, para catalogarlos,
la documentación obtenida en los últimos años desde dos muestra palpable del estado incipiente de la investigación
escalas de análisis. La más pequeña es la constituida por en este terreno (Garcia Roselló, Pujol 1994; Molas, Sánchez
las evidencias materiales en las casas, como base deter- 1994; García Alfonso 1995-96; Asensio et alii 1998; Morer,
minante de las relaciones sociales. Desde este punto de Rigo 1998; Plana, Martín 2005; Rodríguez et alii 2006). Más
vista, analizaremos el modo en que las Casas, entendidas allá de los nombres, estas evidencias se han convertido en
como instituciones (Gillespie 2000), participan –o no– en una realidad cada vez más destacada de nuestro registro ar-
las transformaciones sociopolíticas y económicas. Por otro queológico y, lejos de ser meros puntos aislados en un mapa,
lado, contextualizaremos los nuevos datos en los modelos nos ofrecen nuevas perspectivas de análisis.
territoriales de Edeta y Kelin. Recordemos que los proyectos
de investigación llevados a cabo sobre la organización de 2. El territorio de Kelin
ambos territorios ya pusieron de manifiesto la existencia
de asentamientos con funcionalidades y organizaciones En las inmediaciones de Kelin observamos desde el
internas diversas (Tossal de Sant Miquel/Edeta, La Seña, El siglo VI hasta los siglos II-I a.n.e. una alta densidad de
Castellet de Bernabé, El Puntal dels Llops o Kelin) y que yacimientos satélites. Para los siglos IV-III a.n.e. se han
algunas casas participaban visiblemente en las actividades documentado 12 en un radio de 5 km. Sus áreas de produc-
productivas, a juzgar por la distribución de los medios de ción teóricas se solapan en algunos casos (fig. 1) y casi todos
producción y elementos de transformación (Bernabeu et se localizan en el curso del río Madre, una de las zonas de
alii 1987; Bonet 1995; Bonet, Mata 2001 y 2002; Mata 1991; mayor potencialidad agrícola, pues en su vega se podrían
Guérin 2003; Mata et alii 2001). practicar cultivos intensivos y/o hortícolas como el mijo,
además de los tradicionales cultivos extensivos de cereales
de invierno. Sólo se ha intervenido en La Atalaya, en el
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Figura 1. Entorno inmediato y área de captación de Kelin: 1) Hoya Redonda; 2) Los Arenales; 3) Caseta del Cura; 4) La Noria; 5) La
Madre; 6) Escuela-Cementerio; 7) El Ardal II; 8) Platero I; 9) PUR-1; 10) PUR-5; 11) Barranco de las Fuentezuelas; 12) Baraja.
piedemonte de una loma a escasos 200 m al sur de Kelin dante material cerámico y una construcción en su interior
y cuya ocupación es coetánea a este último (siglos VII-I de difícil interpretación, ya que se trata de una excavación
a.n.e.). Las excavaciones tan sólo localizaron un muro de parcial (Vidal et alii 2004). Mejores resultados se obtuvieron
mampostería y algunas manchas de carbón dispersas. La en las dos campañas realizadas en el Cerro Tocón, donde
escasa entidad de estas estructuras, su proximidad a Kelin y se documentaron fosas con material de desecho, muros de
el variado ajuar recuperado (Valcárcel 2004; Vidal et alii 2004) mampostería, un agujero de poste y un horno doméstico
apuntan hacia la existencia de construcciones agrarias y/o (fig. 3, 1). Una superficie menor se pudo excavar en La
artesanales auxiliares, sin función residencial aparente por su Cabezuela y Casa de Ángel (Utiel), pero con resultados
proximidad al núcleo urbano. Los 11 yacimientos restantes similares: algunos tramos de muros en el primero y niveles
pueden interpretarse en el mismo sentido: construcciones de preparación del suelo y una cubeta rellenada con material
dedicadas al almacenamiento, estabulación, refugio, taller, ibérico en el segundo (Moraño, García 2005) (fig. 3, 2). Todos
incluso basureros o campos. No obstante, tampoco podemos estos yacimientos están situados en el límite de la Vega del
descartar que determinados grupos sociales, que no tuvieran Magro, no existe alrededor ningún asentamiento de mayores
cabida en la ciudad, generasen un tipo de hábitat apartado dimensiones y se encuentran bastante próximos entre sí:
pero, a su vez, directamente relacionado con la misma. casi 4 km separan Los Aguachares y Cerro Tocón, y unos 3
A lo largo del valle del Magro, entre las localidades de km hay entre éste último y La Cabezuela-Casa de Ángel,
San Antonio (Requena) y Utiel, se ha podido documentar separados ambos, a su vez, por 400 m (fig. 2). Los objetos,
mejor este tipo de hábitat (fig. 2). Los sondeos realizados en estructuras y equipamientos indican que, a diferencia del
Los Aguachares sacaron a la luz una fosa circular con abun- entorno de Kelin, se trata de lugares de hábitat permanente,
134
Figura 2. Yacimientos de la vega del Magro, citados en el texto.
cerca de las tierras de cultivo y con estructuras auxiliares ara de prensado (Rincón de Herreros)2. Alrededor de ambas
anejas, que estarían habitados por una o varias familias. estructuras se encuentran restos cerámicos que indican, al
Nuestra reciente intervención en el yacimiento de El menos, la frecuentación del lugar o la existencia de una
Zoquete (Requena) ha permitido documentar una cons- bodega necesaria para el proceso de vinificación.
trucción con diversas estancias, que alternan con espacios En la margen derecha de la rambla y a poco más de 2 km
abiertos. Entre los equipamientos y materiales, un horno, al sur, se ha documentado una construcción aislada (Rambla
un posible troje, un molino rotatorio reutilizado, escorias de de la Alcantarilla), en cuyo interior hubo una almazara ex-
forja y material cerámico variado, entre el que destaca un cavada en el suelo y, en el exterior, un lagar de piedra bien
asa de ánfora con marca impresa. Todo ello apunta hacia un conservado y restos de otros dos. Se trata de un edificio de cua-
hábitat permanente, que estaría compuesto, al menos, por tro estancias en su primera fase y cinco en el momento de su
una vivienda ocupada por los campesinos que trabajaban abandono, con un total de 151,33 m2 de superficie construida,
las tierras adyacentes, formada por estancias comunicadas de los cuales eran útiles unos 100. De las cuatro/cinco estan-
a través de patios o zonas abiertas que se utilizaron también cias, dos pudieron estar total o parcialmente descubiertas, lo
como áreas de trabajo (fig. 3, 3). que significa que el espacio techado quedaría reducido a unos
En las ramblas de La Alcantarilla y Los Morenos (Re- 37 m2 útiles (fig. 5). A unos 30 m de la puerta, se encuentra el
quena), encontramos un patrón de asentamiento disperso lagar de piedra más cercano y, entre ambos, restos de muros
asociado a la presencia de lagares y almazaras excavados en que pueden corresponder a otras construcciones similares a
la roca (fig. 4). En la primera se han documentado restos ésta o auxiliares (almacén, casa de aperos).
de 5 lagares, 2 almazaras y 3 lugares de hábitat (fig. 8). El En la orilla izquierda, a unos 360 m, hay otro lagar de
asentamiento más importante es Casa de la Alcantarilla piedra (Solana de las Carbonerillas), desplazado de su lugar
en la cabecera de la rambla; presenta una gran cantidad original y sin material arqueológico asociado; y, a unos 340 m
y variedad de materiales, concentrados en 1,5-2 ha, y una de éste, se encuentra la almazara de Solana de Cantos 2, con
dilatada cronología (siglos VI a.n.e. - I d.n.e.), lo que per-
mite suponer que estuvo habitado de forma permanente 2
Ésta última pudo ser empleada tanto para el prensado del hollejo
por varias familias. En el margen contrario de la rambla, a como para la elaboración de aceite en una posible almazara, aunque
poco más de 1 km, hay un lagar excavado en piedra y un de ser así faltaría otros elementos.
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Figura 3. 1) Agujero de poste y muros del Cerro Tocón; 2) Cubeta de Casa de Ángel (Foto I. Moraño y J. Mª García); 3) Horno doméstico
de El Zoquete; 4) Muros conservados en Els Clots (Foto J. Garibo et alii 2005).
escaso material a su alrededor y una pequeña construcción de los campesinos, cuya residencia permanente estaría en
situada en ladera, muy mal conservada, que sólo puede tra- la Casa de la Alcantarilla, mientras durasen las tareas de
tarse de una casa de campo aislada, posiblemente empleada recolección y procesado. En la zona, existe un asentamiento
como refugio o almacén de aperos3. A diferencia de los laga- más (Solana de Cantos 1) a unos 500 m de la almazara del
res, no es necesario que haya construcciones permanentes mismo nombre, cuya escasa dispersión de materiales parece
alrededor de una almazara ya que, una vez prensadas las indicar que se trataría de otra casería.
aceitunas, el aceite no requiere un tiempo de reposo y puede En la Rambla de Los Morenos el patrón que se perfila
trasladarse directamente al lugar de hábitat. es parecido (fig. 4). En la margen derecha se encuentra una
Estas construcciones, por cercanía y características, casería (Casa Berzosilla) y, a 826 m aguas abajo, el yacimiento
debieron ser complementarias y dependientes del edificio de Los Morenos, con una dispersión de materiales de casi
anteriormente descrito de la Rambla de la Alcantarilla, que 5 ha, muros visibles en algún punto y, a unos 100 m de dis-
clasificamos como “casería”, es decir, una casa de labor tancia, hay restos de carriladas en el camino. Los Morenos
aislada. La ausencia de determinados elementos como sería, al igual que Casa de la Alcantarilla, un asentamiento
hogar, pesas de telar, molino o herramientas nos inclina a donde vivirían permanentemente varias familias, aunque,
considerarlo como un lugar de uso estacional. Su proximi- en este caso, con una cronología limitada a los siglos IV-III
dad a los lagares, la presencia de una almazara, así como la a.n.e. A medio kilómetro aguas abajo, encontramos cuatro
documentación de recipientes cerámicos de mediano y gran lagares excavados en piedra a ambos lados del camino,
tamaño apuntan más hacia un funcionamiento como bodega separados 200 m entre el primero y el último (Solana de las
o almacén, donde el mosto reposaría hasta finalizar el proceso Pilillas) (Pérez Jordà 2000) (fig. 8).
de vinificación. Además, pudo servir de hábitat estacional Siguiendo por este camino, unos 2 km hacia el S, se llega
hasta la Solana de Cantos 1, lo que hace palpable, sin duda,
3
En la comarca todavía es posible ver construcciones de este tipo la comunicación y relación directa entre las dos ramblas que
llamadas "casillas". compartían una misma actividad económica. En ambas, los
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Figura 4. Distribución del poblamiento en las ramblas de La Alcantarilla y Los Morenos (siglos IV-III a.n.e.).
suelos son espesos pero muy pedregosos, con capacidad obstante, este yacimiento continuó ocupado durante los
agrícola limitada (Rubio et alii 1995 y 1996), por lo que son siglos II-I a.n.e. como demuestran las cerámicas recogidas
zonas apropiadas para el cultivo de frutales, mientras que en superficie (Bonet et alii 2007).
los cereales, con necesidad de suelos más exigentes, se El hecho de que apenas haya restos constructivos en
plantarían en las zonas llanas de la comarca, donde existe las concentraciones de materiales cerámicos indica que
una mayor densidad de yacimientos. estamos ante pequeñas construcciones cercanas a las tierras
de labor como corrales o caserías, y ubicadas alrededor de
3. El territorio de Edeta las aldeas como Torre Seca y La Monravana o, incluso, en
torno a la ciudad de Edeta (Bonet et alii 2007) (fig. 6, 3).
El panorama que ofrece el territorio edetano es La entidad y organización interna de estos sitios difieren
distinto. En los últimos años en la comarca del Camp de de los asentamientos ya conocidos –aldeas, fincas rurales o
Túria se han documentado 10 nuevos yacimientos de caseríos–, que están delimitados por un recinto o muralla
cronología ibérica, todos de escasa entidad y ubicados en y que aglutinan a varias familias. Además, ocupan suelos
el llano agrícola; pero sólo el sondeo realizado en Els Clots de capacidades medias y sus áreas de captación inmediata
documentó estructuras de los siglos IV-III a.n.e. (Garibo –1 km– son coincidentes con las de las aldeas y fincas co-
et alii 2005 a y b) (fig. 6, 3). Se trata de dos muros de doble etáneas. Por ejemplo, la proximidad de La Foia, Rascanya
paramento que se unen perpendicularmente, aunque y El Cabèçol a Edeta (fig. 6, 2) nos lleva a plantear que se
apenas conservan 40 cm de altura (fig. 3, 4); también se trata de estructuras vinculadas a la explotación del campo
halló en superficie, asociado a esta fase de ocupación, por residentes de la propia ciudad. Recordemos que en los
un molino rotatorio. Por otra parte, en Aljub Nou, apa- espacios domésticos de Edeta se documentan equipamientos
recieron dos habitaciones sin conexión aparente y áreas para la transformación de productos alimenticios (molino,
de combustión datables a finales del siglo III a.n.e.4. No horno, lagar) (Bonet, Mata 1997), por lo que debemos
reconsiderar la relación entre los núcleos principales y el
4
Comunicación personal de Mª Isabel Moraño y José Mª García campo en la medida en que todos están implicados en la
Fuertes. explotación de la tierra.
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mejores rendimientos en Kelin, como los trigos desnudos y
el mijo; mientras que en la zona edetana son más frecuentes
las especies de menor exigencia, como la cebada y los trigos
vestidos, cuyo índice de productividad es mayor en suelos
pobres. Más allá de estas particularidades, nos encontramos
mayoritariamente ante un sistema de agricultura extensiva
con un cierto equilibrio entre cereales y frutales.
Este esquema se diferencia del observado en Cataluña,
donde el peso de los cereales supera el 70% (Pérez Jordà et
alii 2007). Aquí el registro carpológico marca una orientación
diferente de la producción agrícola que también se ve refle-
jada en las estructuras de almacenamiento documentadas.
Los silos y, con más problemas de valoración, los graneros
elevados, indican una capacidad de producción y generación
de excedentes cerealícolas que no se detectan en nuestras
zonas de estudio, donde la importancia de la arboricultura
queda reflejada tanto en el registro carpológico como en la
abundancia de lagares y almazaras. En nuestra opinión, se
trata de equipamientos que constituyen uno de los principa-
les generadores de riqueza –y por tanto de desigualdad– en
estas sociedades.
Para ello es necesario valorar las capacidades productivas
de las estructuras y su función en los respectivos contextos.
No hemos encontrado manera alguna de realizar una esti-
mación para las almazaras, aunque la ausencia de molinos
para molturar las aceitunas implicaría una producción poco
destacada. En cambio, la capacidad de los lagares se puede
Figura 5. Planta de la casería de la Rambla de la Alcantarilla durante
inferir a partir del volumen de las cubas de recogida del
su primera fase constructiva.
mosto (Gómez Bellard et alii 1993; Pérez Jordà 2000) (fig. 8).
Como se puede apreciar, se trata de estructuras de pequeño
4. Tierra, casas y desigualdad: tamaño, a excepción de la del Dpt. 3 de La Monravana, la E
apuntes para el debate 2 de Solana de las Pilillas y la de Rincón de Herreros, que
sí presentan unas capacidades comparables a otros grandes
En la zona edetana el hábitat disperso es escaso y no lagares, como los documentados en la Illeta dels Banyets (El
parece responder a asentamientos estables, siendo mucho Campello) (Pérez Jordá 2000; Olcina 2005, 154-156).
más frecuentes las agrupaciones definidas por un recinto o El segundo problema es definir cómo se gestionan estas
muralla. En Kelin, por su parte, el patrón de asentamiento estructuras. En el territorio edetano están siempre en casas,
responde a un modelo intercalar que combina núcleos de en el interior de los poblados. Por ejemplo, el lagar del Dpt.
hábitat concentrado con áreas donde las viviendas apare- 15 de Edeta es propiedad de una de las familias aristocráticas
cen aisladas. Esta diversidad podría implicar regímenes de del asentamiento, sin descartar que otras familias pudieran
propiedad y organización de explotación diferentes. Para utilizarla a cambio de un pago (Bonet, Mata 1997; Pérez
abordar estas cuestiones partiremos, en primer lugar, del Jordà et alii 1999). La almazara de El Castellet de Bernabé no
análisis de las producciones agrarias, que en ambos territo- está dentro de la casa aristocrática; no obstante, la propiedad
rios son muy similares si consideramos las frecuencias de también correspondería a la familia que ocupa dicha casa y
los tres grupos de cultivos detectados (fig. 7)5. No obstante, que, a su vez, sería la propietaria de las plantaciones de olivos
si observamos los cultivos por separado existen algunas di- (Guérin 2003). Las estructuras de La Monravana y de La Seña
ferencias que relacionamos con las características edáficas están en el interior de espacios que no han sido acabados de
de cada territorio. excavar. Pero, por lo que sabemos de Edeta y El Castellet de
En general, los suelos del entorno de Kelin son más pro- Bernabé, también corresponderían a casas de rango.
fundos y de mejor calidad que los de El Castellet de Bernabé. Como hemos visto, las producciones máximas que se
Esto explicaría el cultivo de cereales más exigentes pero con obtienen en las estructuras de transformación edetanas
son francamente pequeñas. Ello nos lleva a plantear que
la producción de vino y aceite sería reducida y quedaría en
5
En este trabajo nos centramos en las posibilidades de
almacenamiento y transformación de estos tres cultivos como
manos de las familias que habitaron estas casas. Sin duda,
base para incrementar riqueza, pero somos conscientes de que los sirvieron como instrumentos de poder e intercambio, al
recursos explotados no se limitan a éstos, y que otras actividades obtener un producto relativamente restringido dentro de
como la apicultura, la caza, la explotación minera o la artesanía este ámbito territorial, puesto que ni todas las casas ni todos
pudieron haber sido utilizados del mismo modo. los poblados tienen estas estructuras.
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Figura 6. 1) Poblamiento rural en el territorio de Edeta. 2) Entorno inmediato y área de captación de Edeta: 2.- Cabèçol; 3.- Rascanya; 4.-
La Foia. 3) Yacimientos ibéricos en el llano de Casinos (nuevos y ya conocidos); 5.- Corral de Pomer; 6.- PCRC-1; 7.- Aljub de la Sarsa;
8.- PCRC-3; 9.- La Perica; 10.- Lastras del tío Perico; 11.- PCRC-6B; 12.- La Cúa; 13.- Ermita de Sant Roc; 14.- PCRC-14; 15.- PCRC-17;
16.- PCRC-15; 17.- PCRC-18; 18.- PCRC-23; 19.- PCRC-20; 20.- PCRC-22; 21.- La Monravana-SE (colmenar).
Figura 7. Distribución porcentual de los tres grupos de cultivo en Figura 8. Capacidades de los lagares de Edeta y Kelin.
los territorios de Edeta y Kelin.
La situación en el territorio de Kelin es otra. Por un lado, La existencia de almazaras y/o lagares aislados y al
los lagares y las almazaras tienen una capacidad de produc- aire libre está documentada en el mundo griego clásico y
ción sensiblemente mayor. Por otro, se encuentran siempre helenístico (Brun 2004; Vandermersch 1994) y en la costa
en el exterior de las casas, a excepción de la almazara de la sirio-palestina durante el Bronce Final y la Edad del Hierro
Rambla de la Alcantarilla (fig. 5), pero ello no tiene por qué (Frankel 1999; Zamora 2000), de modo que no parece ha-
implicar un sistema de uso diferenciado respecto a Edeta, ber una respuesta única para explicar la ubicación de estas
ya que proponemos que en todos los casos se utilizaron por estructuras en el interior o en el exterior de las casas. En
los propietarios de los campos adyacentes. nuestros casos el patrón de asentamiento puede explicar
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estas diferencias: en la zona edetana se da un poblamiento mientos que, hasta ahora, habían pasado desapercibidas por
concentrado y las familias comparten el entorno inmediato, su precariedad constructiva como casas de labor o de aperos,
lo que implica que las estructuras se ubiquen en el interior caserías, bodegas o equipamientos adyacentes a los campos.
de las casas. En la zona de Kelin la distribución en granjas, La comparación entre ambos territorios nos ha permi-
posiblemente monofamiliares y de carácter más disperso, tido, por un lado, advertir paralelismos en las producciones
facilita que se sitúen en el exterior. agrícolas y en el modo en que almazaras y lagares participa-
La cuestión pendiente es, entonces, qué factores deter- ron en la obtención de un producto agrícola susceptible de
minan la elección de un patrón concentrado o disperso. En ser almacenado e intercambiado y, como tal, fue uno de los
algunos casos, se ha querido relacionar la distribución del marcadores de la desigualdad social. Por otro lado, más allá de
poblamiento con el modelo de explotación agrario. Algunos las similitudes, también somos conscientes que ambas áreas
autores han vinculado la dispersión del hábitat a procesos de muestran matices en la gestión y acceso a estos productos
intensificación agrícola (Halstead 1987), mientras que otros porque los equipamientos, sencillamente, están vinculados a
lo han hecho con una necesidad de mayor atención a los estrategias de gestión de las Casas o familias que persiguieron
campos de vides y olivos (Hanson 1999; Jameson 2000). la creación y el mantenimiento de estatus, riqueza o poder. Sin
Los procesos de concentración o de dispersión del embargo, este análisis es inseparable de otras escalas, como la
hábitat durante la Edad del Hierro se han rastreado en la ordenación territorial, el modelo de hábitat y la organización
península Ibérica desde las fases iniciales, aunque siguen una interna de los poblados. Explorar más estas diferencias y su
evolución diferente. Estos procesos no responden estricta- relación con decisiones políticas, sociales o económicas a
mente ni a condicionantes físicos ni a tradiciones culturales, diferentes escalas es objeto de futuros trabajos.
ya que se suceden en los mismos territorios como muestran
los casos en Andalucía y Extremadura (Duque 2007; Ferrer Bibliografía
et alii 2007; Rodríguez et alii 2007; Ruiz Rodríguez et alii
2007). Tampoco la orientación agraria explica esta diversi- ASENSIO, D., BELARTE, C., SANMARTÍ, J., SAN-
dad, pues el poblamiento disperso se da indistintamente en TACANA, J.:
zonas básicamente cerealícolas como la catalana y en áreas 1998. “Paisatges ibèrics. Tipus d’assentaments i formes
con una importante arboricultura como el País Valenciano d’ocupació del territori a la costa central de Catalunya du-
y Extremadura. Por el momento, con los registros carpoló- rant el període ibèric ple”, Los Iberos, príncipes de Occidente,
gicos disponibles, resulta difícil definir la orientación de las Saguntum, Extra 1, València, 373-385.
producciones agrarias en el Guadalquivir y tampoco parecen
tener una base sólida las propuestas de un modelo agrario BERNABEU, J., BONET, H., MATA, C.:
intensivo para el área central contestana (Grau 2007). 1987. “Hipótesis sobre la organización del territorio
Pensamos que son los factores políticos y socio-eco- edetano en Epoca Ibérica Plena: el ejemplo del territorio
nómicos los motivos para explicar los modelos de hábitat de Edeta / Llíria”, Iberos. I Jornadas sobre el Mundo Ibérico
concentrados o dispersos. Volviendo a nuestras zonas de (Jaén, 1985), Jaén, 137-156.
estudio, la explotación agraria se hace desde asentamientos
agrupados en Edeta y desde granjas monofamiliares disper- BONET, H.:
sas en Kelin, y con ambos sistemas es compatible el modelo 1995. El Tossal de Sant Miquel de Llíria. La antigua Edeta
de explotación agraria extensiva. y su territorio, València.
La orientación hacia la arboricultura necesita de un
control sobre la propiedad de la tierra que asegure el disfrute BONET, H.; MATA, C.:
de la inversión realizada en la plantación y el cuidado de 1997. “Lugares de culto edetanos: propuesta de defi-
cultivos de rendimiento aplazado. En el caso edetano las nición”, Quaderns de Prehistòria i Arqueologia de Castelló, 18,
plantaciones están en manos de una parte de la población, la Castelló, 115-146.
de más alto rango, pero producen volúmenes pequeños. Una 2001. “Organización del territorio y poblamiento en el
parte del territorio de Kelin muestra una especialización en país Valenciano entre los siglos VII al II a.C.”, Bibliotheca
la producción de vino y aceite de mayor volumen, de modo Archaeologica Hispana, 8, Madrid, 175-186.
que en gran parte son comercializados, redistribuidos o inter- 2002. El Puntal dels Llops. Un fortín edetano, Trabajos Va-
cambiados. Dado que el asentamiento que la explota (Casa rios del Servicio de Investigación Prehistórica, 99, València.
de la Alcantarilla) no es grande, podría haber sido habitado
por un grupo familiar que realiza una inversión, prospera y BONET, H., MATA, C., MORENO, A.:
se integra en las redes de intercambio territoriales. 2007. “Paisaje y hábitat rural en el territorio edetano
durante el ibérico pleno (siglos IV- III a.C.)”, Arqueología
5. A modo de síntesis de la Tierra. Paisajes rurales de la protohistoria peninsular,
Cáceres, 247-275.
En este trabajo hemos examinado las estructuras socia-
les de los territorios de Edeta y Kelin a partir del estudio del BRUN, J. P.:
hábitat agrario. Al incorporar en el análisis las novedades en 2004. Archéologie du vin et de l’huile. De la Préhistoire à
la documentación, hemos reconocido categorías de asenta- l’époque Hellénistique, Ed. Errance, Paris.
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