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Geoff ELEY, Un mundo que ganar.

Historia de la izquierda en Europa, 1850-2000,


Barcelona, Crítica, 2003
“Introducción”
-Características del desarrollo de los movimientos y las culturas socialistas en Europa a fines del
siglo XIX.
En Gran Bretaña, se nutría la disidencia cultural, que luego de 1900, gracias al auge electoral del
Partido Laborista, floreció, favorecido también por el ensanchamiento del disenso intelectual, la
oleada de militancia industrial, la siembra de los socialismos locales y el crecimiento del
movimiento sufragista. En comparación al resto de Europa, GB tardó mucho en tener un partido
socialista fuerte, pero su amplitud y vitalidad se parecian a las culturas socialistas de otros paises.
A partir de fines de siglo XIX los partidos socialistas de Europa adquirieron popularidad entre las
masas con brio utopico, siendo la pelea contra el capitalismo como la ultima gran batalla del
mundo. El socialismo era la muerte de las tinieblas y el nacimiento de la luz. Este imperativo
socialista era crucial para asu apoyo entre las bases. La politica socialista creo marcos en los
cuales podian cultivarse muchas otras cuasas progresistas.
“Definiendo la izquierda. El socialismo, la democracia y el pueblo”
1. Democracia y sociedad: visiones de un mundo justo
a. Composición social de los movimientos democráticos de la primera mitad del siglo XIX
Durante la primer mitad del siglo XIX, las insurrecciones popukares fueron dominadas por una
democracia radical de pequeños propietarios. Más cerca de la mitad, se sumaron los estudiantes y
trabajados proletarizados a los artesanos, tenderos, pequeños comeciantes, abogados, y otros
profesionales. Experimentaban una primera transicion capitalista, pero perdurando ideologias
populares de la sociedad justa. Se ensancharon las desigualdades entre mercaderes amos y
trabajadores, y grandes partes del campo se proletarizaron.
b. El ideario democrático: sus características y las causas de su transformación hacia la mitad del
siglo XIX.
Sostenia las politicas idealizadas del trabajador domiciliario rural que protestaba, aun no daba enta
de la irreversibilidad del proceso capitalista. Este proceso creaba un entorno muy diferente, uno
industrial. La reorganizacion capitalisa de la economia cambio necesariamente le lugar del
trabajador en la sociedad. Los artesanos fueron perdiendo el control de sus oficios. Una vez que
los artesanos fueron perdiendo la utonomia del taller para acabar intengrandose en estructuras
superiores de produccion capitalista, resulto mucho mas dificil sostener las ideas sociales de
organización a pequeña escala, comunidad local e independencia personal. La democracia paso a
vincularse con dos nuevas exigencias, un analisis economico del capitalismo y un programa
politico para la reorganizacion general de la sociedad. Las ideas socialistas nacen de la union del
cambio socioenconomico y el replantamiento politico (es decir, las nuevas ideas no eran
consecuencia del cambio socioeconomico). Aparecen las ideas de propiedad colecti va y
produccion cooperativa.
2. La democracia socializada
a. Condiciones sociales y políticas para la aparición de las ideas socialistas

b. Características de las ideas socialistas.

El lugar relegado de la mujer en los movimientos socialistas y las causas de su discriminación.

4. El partido y el pueblo
El "blanquismo": a) Momento de su mayor apogeo, b) el modelo insurreccional de lucha política,
c) el papel de los dirigentes revolucionarios, d) el lugar reservado a las masas en el accionar
político.

3. El horizonte generizado de la democracia


5. Socialismo: utópico y revolucionario
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El "socialismo utópico": a) momento de su aparición y de mayor difusión, b) principales
características de su ideología, c) los legados a los movimientos de izquierda posteriores.

6. Hacia el decenio de 1860


a. Ruptura de la izquierda con los movimientos liberales
b. Nacimiento del "constitucionalismo socialista".

Dick GEARY, "El socialismo y el movimiento obrero alemán antes de 1914", en


Movimientos obreros y socialistas en Europa antes de 1914, Madrid, Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, 1992.
1. La socialdemocracia alemana en 1914: partido, red de organizaciones subsidiarias y
movimiento sindical asociado.

2. Procesos de industrialización y urbanización, 1860-1914.

3. Naturaleza de la conexión entre los procesos de industrialización y urbanización, por un lado, y


el desarrollo masivo de las organizaciones obreras después de 1890, por el otro.

4. La organización sindical en el período 1860-1873:


a. continuidades con las asociaciones de artesanos de los '40;
b. creadores e integrantes: trabajadores bien remunerados y cualificados;
c. creciente poder negociador y legislación menos represiva. Naturaleza de los reclamos;
d. causas de arraigo de la ideología socialista

5. A partir de 1870, movimiento obrero de fábrica "moderno". Importancia de los trabajadores


cualificados.

6. Móviles de la organización política o industrial colectiva de los asalariados: defensa del estatus
y obtención de mejoras, tradición organizativa, fuerza de negociación.

7. 1890-1914: expansión del ciclo económico e intensificación del conflicto industrial. Factores
que estimularon el aumento de la afiliación al movimiento sindical y al PSD alemán.

8. Formación de la fuerza de trabajo industrial y nacimiento de la solidaridad de clase.


Dificultades para la organización colectiva a corto plazo, formas individualistas de protesta.

9. La situación económica de los obreros no cualificados y su escasa disposición a participar en


las organizaciones del movimiento obrero.

10. Debilidad de la fuerza de trabajo alemana ante los patrones:


a. circunstancias que favorecieron la organización de los empresarios;
b. estrategias adoptadas por los patrones para vincular a los obreros a sus empleos, facilitar la
acción industrial y dificultar la organización sindical.

11. Situación de las trabajadoras. Factores que dificultaban su organización laboral y política.

12. Peculiaridad de la experiencia de las organizaciones colectivas de la clase obrera en la


Alemania Imperial.

13. Partido Socialdemócrata Alemán:

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a. antecedentes en la década de 1860: partidos políticos con programa socialista y que
apelaban a los trabajadores;
b. conferencia de Gotha de 1875, nacimiento del PSD Alemán;
c. 1878-1890: legislación anti-socialista, "los "años heroicos";
d. programa de Erfurt de 1891: adopción del marxismo. Existencia "semilegal" y
movilización exitosa.

14. Politización y radicalización de las actitudes de la clase trabajadora alemana de 1860 en


adelante. Crecimiento continuo e impotencia política del movimiento socialdemócrata. Factores
que explican este estado de cosas:
a. papel y actitud de la burguesía alemana: debilitamiento del movimiento liberal y creciente
identificación con el Estado;
b. los empresarios;
c. naturaleza del Estado imperial: su vinculación con la elite agraria, carácter discriminatorio
de los sistemas electorales estatales, el Reichstag -elegido por sufragio universal pero
carente de poder efectivo-, legislación represiva.

15. La legislación "excepcional" contra los socialistas. Sus alcances en las esferas política y
sindical. Su influencia en la radicalización de las bases del PSD.

16. La complejidad al interior de la socialdemocracia alemana:


a. radicalismo / reformismo;
b. burocratización;
c. actividades de las organizaciones subsidiarias: reproducción de la cultura burguesa /
refuerzo de la identidad de clase;
d. patriotismo / hostilidad contra el orden político-social.

17. Las organizaciones obreras no socialistas: los católicos, los polacos, los sindicatos "amarillos",
los trabajadores de cuello blanco.

18. Dificultades de la socialdemocracia y de los sindicatos (organizaciones típicas de las ciudades


industriales de la Alemania protestante) para movilizar a los obreros no cualificados, las mujeres
trabajadoras, los sirvientes domésticos y los trabajadores rurales.

19. Razones de la cautela del movimiento obrero socialdemócrata alemán antes de 1914.

Eduardo GRÜNER, La oscuridad y las luces. Capitalismo, cultura y revolución, Buenos


Aires, Edhasa, 2010, pp. 267-287, 291-298, 302-326.

1. ¿En qué consiste la lógica desigual y combinada que opera en las revoluciones?

2. ¿Por qué Grüner califica a la revolución haitiana como una meta-revolución?

3. ¿Qué cambios observa el autor en las formas y fines de las revueltas de esclavos que se
desarrollaron a fines del siglo XVIII respecto a las tradicionales?

4. ¿Cuáles son los sentidos que adquiere la esclavitud en la modernidad?

5. Explique los componentes étnicos-culturales que intervinieron como elementos de cohesión


identitaria en la articulación de las revueltas de esclavos que se dieron en América.

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6. a) Describa las características de los distintos grupos sociales que integraban la sociedad
haitiana.

c) Explique los conflictos sociales que provocaba la estructura económica esclavista en Haití.

b) ¿Cuál fue el rol de esos grupos sociales en la revolución haitiana?

7. ¿En qué medida los reclamos de la sociedad haitiana entraban en contradicción con las
motivaciones económicas sostenidas por los revolucionarios franceses?

8. a) Describa los factores que explican el proceso revolucionario que se dio en Haití a fines del
siglo XVIII, teniendo en cuenta sus aspectos económicos, sociales y culturales que
intervinieron en el mismo.

b) ¿Qué reivindicaciones sostenían los actores sociales que impulsaron el proceso?

c) ¿Qué estrategias elaboraron para su consecución?

9. ¿Cuáles son según Grüner, los significados históricos de la revolución haitiana?

HARVEY, David, “Soñando el cuerpo politico: políticas revolucionarias y planes utópicos


1830-1848”, en París, capital de la modernidad, Madrid, Akal, 2008, pp. 79-118 (Capítulo
II. Soñando el cuerpo político: políticas revolucionarias y planes utópicos, 1830-1848).

La república y la ciudad como cuerpo político.


Representaciones enfrentadas. Lucha de íconos.
Representaciones de la libertad y república enfrentadas en el período.
Representaciones de la ciudad ideal durante el periodo.
Romanticismo y funcionalismo.
Poniendo el mundo al derecho.
a. Utopías románticas y socialistas de las décadas de 1830 y 1840.
Legado político de la revolución francesa.
Legado intelectual y utópico de la revolución. Blanqui, Saint Simon y Fourier.
b. Saint Simón y los Saint simonianos.
Concepción de la revolución de 1789.
Soberanía popular y Organización del gobierno.
Trabajo y productividad.
c. Derivas del pensamiento Saintsimoniano.
Feminismo.
Cristianismo.

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Urbanismo.
Marxismo.
d. Fourier
Concepción de la revolución de 1789.
Organización de la producción y el consumo.
1840 y todo eso.
El pensamiento alternativo. Temas comunes y Debates.
La igualdad.
Asociación.
Comunidad/comunismo.
La organización del trabajo y la actividad laboral.
Caracterización de los diferentes proyectos.
Fourier.
Saint Simón y la productividad.
La autogestión. Perspectiva actual.
La cuestión urbana. ¿Modernidad antes de Haussmann?
Modelos alternativos a la vida urbana.
Fourier.
Los límites de sus proyectos alternativos.
Considérant, Perreymond y Meynadier.
Haussman y su “ruptura radical”.
¿Qué se perdió en 1848?
Las diversas concepciones de la modernidad.
La concepción burguesa.
La polifonía de la república social.
Representaciones de la ciudad: Balzac y Flaubert.
La ciudad como cuerpo político.
Pensar el balance del autor en este punto en relación con la frase de T.J. Clark citada en la
página 79.

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Eric J. HOBSBAWM, Industria e Imperio, Barcelona, Ariel, 1977.
“El origen de la revolución industrial”
1. Diferencias entre la "revolución industrial" inglesa y los demás procesos de crecimiento
europeos entre los siglos XIV y XVIII.

2. Condiciones previas para la revolución industrial presentes o posibles en Inglaterra en el siglo


XVIII.

3. Relación entre obtención de beneficios e innovaciones tecnológicas en una economía de


empresas privadas.

4. El mercado interno y el crecimiento económico:


a. aumento demográfico;
b. transporte, ciudades, minería y ferrocarriles;
c. rol cumplido en relación a las industrias de exportación.

5. El mercado externo y la revolución industrial:


a. dinámica y estabilidad;
b. la industria de algodón.

6. El gobierno británico:
a. la política externa: guerra y colonización;
b. relación entre nuevo tipo de colonialismo y los mercados.

“La revolución industrial”


1. Relaciones entre la manufactura de algodón y el comercio internacional.

2. La tecnología en la fase inicial de la Revolución Industrial:


a. grado de desarrollo requerido;
b. efectos sobre los capitales, conocimientos, organización y planificación requeridos para las
primeras manufacturas de algodón.

3. El "caso Peel" como ejemplo del proceso de constitución de la nueva empresa industrial.

4. Rasgos originales del "nuevo sistema de la producción".

5. Alcances y límites de los efectos de la industria manufacturera sobre el conjunto de la economía


británica (consideración de las industrias pesadas de base -carbón, hierro, acero-).

6. La crisis de los años `30-`40:


a. relaciones entre salarios y descontento social;
b. relaciones entre beneficios e inversiones;
c. relaciones entre producción, costos de producción y mercados;
d. relaciones entre crisis económica, conflictos sociales y efectos políticos.

Eric J. HOBSBAWM, La era del capitalismo (1848-1875), Barcelona, Labor, 1989 (Cap 2.
“El gran «boom»”, Cap 13. “El mundo burgués”).
“El gran «boom»”
1. Principales rasgos del auge económico de mediados del siglo XIX.

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2. Razones por las que la política de la segunda mitad del siglo XIX dejó de ser la "política de la
revolución".

3. Papel jugado por el ferrocarril en esta etapa del capitalismo.

4. Relaciones entre las exportaciones de Gran Bretaña y la industrialización de otros países.

5. Barreras institucionales que trababan el progreso económico. Su abolición.

6. Lugar de la ciencia y de la educación en la economía de los países industriales.

7. Indicadores de la crisis de 1873.

"El mundo burgués"


1. Vinculación de la dualidad materia - espíritu con la mentalidad burguesa.

2. Sexualidad, hipocresía y moral burguesa del siglo XIX:


a. aspectos sociales y económicos;
b. contradicciones entre ideal puritano y realidad del éxito burgués.

3. La familia burguesa:
a. estructura, jerarquías y dependencias personales;
b. diferencias y similitudes con la "sociedad" burguesa;
c. alianzas matrimoniales y negocios.

4. Los miembros de la clase burguesa:


a. en el nivel económico;
b. en el nivel político;
c. en el nivel de la sociedad.

5. La conciencia de clase de la burguesía:


a. la aspiración a la nobleza y sus vínculos con la aristocracia;
b. creencias e ideologías;
c. formas de hacer política;
d. ética: de la superioridad moral a la superioridad biológica.

6. Relaciones entre el "desmoronamiento" del virtual monopolio del programa burgués liberal, en
la década del ´70, y la gran depresión económica contemporánea.

Eric J. HOBSBAWM, La era del imperio (1875-1914), Barcelona, Labor, 1989 (“La
economía cambia de ritmo”, “La era del imperio”, “La política de la democracia”,
“Banderas al viento: las naciones y el nacionalismo”).
“La economía cambia de ritmo”
1. Relaciones entre producción y rentabilidad en el contexto de la economía mundial posterior a
1873.

2. La crisis de beneficios:
a. la agricultura: causas de la depresión y salidas;

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b. el mundo de los negocios: entre la deflación y el mantenimiento de los costes de
producción.

3. Salidas de la crisis:
a. políticas monetarias;
b. el proteccionismo. Tensión entre las "economías nacionales" y el "capitalismo global";
c. la concentración económica;
d. la racionalización empresarial;
e. el imperialismo.

4. Depresión y agitación social.

5. 1890 y la "belle epoque":


a. la industrialización de otras regiones del hemisferio norte;
b. masas y consumidores.

6. Características de la economia mundial en la era del imperio:


a. base geográfica más amplia;
b. creciente pluralismo; el lugar del Reino Unido;
c. revolucion tecnológica;
d. transformaciones de la estructura y del funcionamiento de la empresa capitalista;
e. transformaciones del mercado de bienes de consumo;
f. crecimiento del sector terciario;
g. papel del gobierno y del sector público.

“La era del imperio”


1. Caracterice el proceso colonialista entre 1875 y 1914.

2. Explique los términos del debate de la época en torno del imperialismo, y particularmente el
planteo de Lenin.

3. Explique las relaciones entre imperialismo y desarrollo económico: formación de una economía
globlal, desarrollo de los transportes, mercados de materias primas y alimentos.

4. Explique la influencia del imperialismo en las colonias, particularmente la especialización y


vulnerabilidad.

5. Analice los argumentos que explican el imperialismo en términos de exportación de capitalles y


ampliación de mercados.

6. Analice las explicaciones del imperialismo en términos de factores estratégicos (protección,


competencia, prestigio)

7. Analice las explicaciones del imperialismo que lo relacionan con las presiones sociales internas.

8. Explique la posición de las izquierdas frente al imperialismo

9. Exponga cómo funciona el Imperio Británico y qué efectos tiene sobre Gran Bretaña.

10. Qué papel cumplen sus colonias en el crecimiento de los demás países industriales.

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11. Explique el proceso de occidentalización de las élites coloniales.

12. Analice, a través del caso de la India y de su líder Gandhi, las características de los nuevos
movimientos antimperialistas.

13. ¿Por qué el imperialismo estimuló el etnocentrismo y el exotismo? ¿Cómo influyó sobre las
vanguardias culturales?

14. ¿Qué incertidumbres genera el imperialismo?

“La política de la democracia”


1. El proceso de democratización:
a. alcances y límites;
b. inevitabilidad y manipulación;
c. formas de movilización: el partido, la retórica y la hipocresía.

2. Conformación de las "masas":


a. clase obrera;
b. clase media;
c. campesinos.

3. Lealtades políticas:
a. la clase social;
b. la religión;
c. la nación.

4. Los partidos políticos de masas:


a. oganización;
b. papel de la ideología;
c. "Estados potenciales".

5. Los problemas de la democratización:


a. el mantenimiento de la unidad del Estado;
b. la estabilidad económica;
c. la legitimación de la sociedad.

6. Relaciones entre la ineficacia de los parlamentos, el pesimismo de las clases dirigentes y los
desafíos extra-parlamentarios "desde abajo".

7. Nuevas estrategias de la clase dirigente:


a. reformismo social;
b. imperialismo social;
c. nacionalismo.

8. La lucha por los símbolos y los rituales:


a. la publicidad y la escuela pública;
los centros de lealtad alternativos.

“Banderas al viento”
1. La democratización de la política y el surgimiento del nacionalismo

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2. La transformación del nacionalismo:
a. identificación con la derecha política
b. definición de nación en términos étnico-lingüísticos
c. exigencia de estados independientes para todos los grupos que se reconocen como
“naciones”

3. Lealtades simultáneas: la conciencia nacional como inseparable de otras formas de conciencia


social y política.

4. La patria como comunidad real y la nación como comunidad imaginaria

5. El nacionalismo de Estado: una estrategia de doble filo


a. El Estado nacional: la construcción de la nacionalidad y la legitimidad política. La nación
como nueva religión cívica.
b. La escuela primaria: educación de las masas y formación de súbditos y ciudadanos.
Homogeneización lingüística y administrativa.
c. Las nacionalidades excluidas y la resistencia a la lengua e ideología oficiales

6. Los movimientos migratorios masivos y las sociedades receptoras. Asimilación y segregación.


Xenofobia y reacción nacionalista. El despertar de los sentimientos nacionalistas entre los
emigrados y exiliados.

7. La reacción del neotradicionalismo ante el embate de la modernidad.

8. Las distintas capas sociales frente al nacionalismo.

9. Xenofobia, chauvinismo, imperialismo y racismo. El nacionalismo como sustituto de la


revolución y compensación de la inferioridad social.

10. Los límites del nacionalismo de 1870-1914 para interpelar a las masas; su necesaria
integración con elementos reivindicativos económicos y sociales.

11. Función y límites del nacionalismo durante la guerra.

Eric J. HOBSBAWM, Las revoluciones burguesas (“La carrera abierta al talento”) Madrid,
Guadarrama, 1962.
1. Rasgos burgueses e influencias aristocráticas de la sociedad francesa posrevolucionaria.

2. Efectos de la revolución industrial sobre la sociedad.

3. La "clase media" en Gran Bretaña:


a. conciencia de clase;
b. concepción del mundo;
c. moralidad puritana.

4. Las vías de ascenso social abiertas por la "doble revolución" y los recursos necesarios para
emprender cada una de ellas:

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a. la educación;
b. los negocios;
c. el arte;
d. el ejército.

5. Efectos de la "doble revolución" sobre los judíos.

6. Causas de que la gran masa de los pueblos del mundo y los "pobres" europeos no pudieron
ajustarse a la nueva sociedad (justificación alrededor de la oposición civilizados-bárbaros).

7. Fundamentos de la afirmación de Hobsbawm de que la sociedad jerárquica se reconstruyó


sobre los cimientos de la igualdad oficial.

Reinhardt KOSELLECK, “La Revolución de Julio y sus consecuencias hasta 1848”, en L.


Bergeron, F. Furet y R. Koselleck, La época de las revoluciones europeas, Historia
Universal Siglo XXI, 26, Madrid, 1976.
1. La ola revolucionaria de las décadas de 1830 y 1840. Repercusiones y extensiones de la
revolución de Julio en Francia. El nuevo mapa político de Europa. Triunfos burgueses y ola
radical-democrática

2. Éxitos y fracasos revolucionarios y su relación con los alineamientos de las grandes potencias
(Inglaterra, Francia, Prusia, Austria, Rusia).

3. Las características y los alcances de la revolución en Francia, Bélgica, Alemania, Suiza, Italia,
Polonia. Los alineamientos de las fuerzas sociales con y contra las sublevaciones revolucionarias.
La ola radical-democrática.

4. Rasgos fundamentales de los jóvenes movimientos nacionales. Rescate de las lenguas no


literarias y la perspectiva internacional del nacionalismo de la primera mitad del siglo XIX.

Dieter LANGEWIESCHE, “Liberalismo y burguesía en Europa”, en FRADERA, J. y J.


MILLÁN (eds.), Las burguesías europeas del siglo XIX. Sociedad civil, política y cultura,
Madrid, Biblioteca Nueva, 2000.

1. Condiciones y modelos de actuación donde surgieron y se desarrollaron los movimientos


liberales.
- Objetivos y política liberales. Metas reformistas; Apuestas por institucionalización de
conflictos; Necesidad del foro de la opinión pública y sus instituciones
- Caso inglés y caso francés.
- Democratización del derecho al voto y relevancia del parlamento. La perspectiva liberal:
sufragio limitado o censitario.

2. Alianzas y enemigos políticos de los liberales.


- Su visión de “ciudadano”.
- Procedencia social de portavoces liberales.

3. Modelos políticos y sociales liberales.


- El “individuo”.
- Concepto de "ciudadano" en relación al de "sociedad" según el liberalismo.

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- Ideales sociales del liberalismo.

Mona OZOUF, “Revolución”, en FURET, François y OZOUF, Mona, Diccionario de la


Revolución Francesa, Madrid, Alianza, 1989.

1) Las concepciones sobre el término Revolución se asocian a determinadas atribuciones de


sentidos a la Historia.
Múltiples significados de Revolución durante el siglo XVIII: a) revolución astronómica; retorno
de lo ya aparecido (periodo); vuelta eterna a formas políticas inventariadas (visión cíclica; orden y
regularidad; pasividad humana; ausencia de novedad); b) Vicisitudes de la existencia humana;
cambios extraordinarios en asuntos públicos; reveses de la fortuna de las naciones. Surgimiento
brusco y violento de la novedad.
Intentos de conciliación o relación entre estos dos polos

Revolución Inglesa de 1688 y Americana de 1787 como retorno y restauración.


Oposición entre Cambios Irreversibles y reproducción de leyes de tendencias cíclicas
(reversibilidad).

2) Revolución francesa vista como gran espectáculo del pueblo.


¿Restauración o instauración? Revolución francesa no como restauración de un orden social
anterior, sino de lo fundamental: los Derechos del Hombre. Desplazamiento hacia principio de
comienzo absoluto, y como acontecimiento único y total. Revolución como liberación decisiva de
todos los momentos históricos, como refundación del cuerpo político y del cuerpo social, y de la
moral.

3) Tensión entre poder constituyente y nuevo orden constituido. El momento de la mayoría


burguesa de 1791: necesidad de “terminar la revolución” (Duport y Barnave); revolución como
excepcionalidad fundante (Condorcet).
El momento Jacobino: revolución frente a enemigos contrarrevolucionarios, y consustancial con
la ilegalidad; necesidad de transformación moral; revolución como proyecto integral inacabable:
revolución permanente. Conformación del par revolución-reacción.

4) Revolución francesa como ejemplar: reproducción y parodia para los revolucionarios (y


reaccionarios) posteriores. Enigma de una revolución convertida en tradición. Revolución como
promesa de igualdad de los hombres. Revolución como símbolo del historicismo y del activismo
individual: contradicción entre la fuerza irresistible de la historia y la intervención humana. Héroe
como figura reconciliadora de ambos polos.

Rolf REICHARDT, La Revolución Francesa y la cultura democrática. La sangre de la


libertad, Madrid, Siglo Veintiuno de España Editores (“La Revolución Francesa como
proceso político”)

1. Situación prerrevolucionaria
a. Las fuerzas políticas y sociales
b. Las prácticas electorales y la expansión de folletos y panfletos
c. Las discusiones sobre la reforma política. Les cahiers de doléances.
d. Los Estados Generales y la composición del Tercer Estado.
e. La corriente patriótica de fondo

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2. La revolución constitucional y la revolución popular
a. Naturaleza y características de la revolución constitucional. Los principios de legitimidad
enfrentados. Los hechos
b. La dinámica política y la gestación de la revolución popular: los rumores políticos, la
reacción monárquica y las jornadas revolucionarias.
c. Los sujetos, los modos de organización y las formas de acción de la revolución popular.
d. Las fuerzas políticas actuantes en el verano de 1789
e. Le Grand Peur. Las significaciones de la noche del 4 de agosto de 1789.
f. La dinámica política: las divisiones políticas en la Asamblea Nacional; la actitud del rey; las
jornadas de octubre.

3. La dialéctica política entre noviembre de 1789 y septiembre de 1791


a. Estado revolucionario e Iglesia (bienes eclesiásticos, constitución civil del clero).
b. El asignado.
c. Clubes políticos y sociedades populares.
d. La política de la monarquía y la contrarrevolución: la fuga de Varennes.
e. Asamblea Nacional y oposición republicana: acciones políticas y conflictos. La petición de
los Cordeleros y la matanza del Campo de Marte.
f. Nuevo estadio en la relación entre revolución constitucional y revolución popular:
características de la dinámica de radicalización y de la división del campo patriota.
g. La sanción de la Constitución. Significaciones.

4. Monarquía parlamentaria y “segunda revolución”


a. Las elecciones a la Legislativa y la nueva composición parlamentaria (tendencias,
integrantes).
b. Movimiento popular: las secciones, la Commune, sociedades populares
c. Factores de agudización de la situación de fondo.
d. La declaración de guerra, los sectores que la apoyan y la movilización de los voluntarios.
e. La política del rey y las jornadas del 20 de junio y del 10 de agosto de 1792. Actores;
significados de la “segunda revolución”.

5. Girondinos vs. Montañeses


a. Las matanzas de septiembre.
b. La Convención: nueva composición, división por tendencias de los nuevos diputados
(Gironda, Montaña, Llanura).
c. La declaración de la República. Los temas de enfrentamiento entre girondinos y
montañeses. El poder fuera de la Convención.
d. El debate sobre el destino del rey. Los símbolos del poder. Consecuencias de la ejecución.
e. La movilización popular, la reacción girondina, la guerra, la Vendeé y la deriva hacia la
política del Terror.
f. El Terror: características, instituciones. Consecuencias políticas.
g. Las jornadas revolucionarias del 31 de mayo al 2 de junio de 1793. Sujetos partícipes y
consecuencias políticas.

6. De la democracia de base al terror legal


a. Los sans-culottes. Formas de acción y de organización. Demandas sociales y políticas.
b. Los grupos de la burguesía revolucionaria radical que aspiran a representarlos (enragés,
herbertistas, etc.)
c. Los portavoces de los sans-culottes y la Convención jacobina. Nuevas medidas del Terror;
persecución de las sociedades populares y disolución de las sociedades de mujeres. De la
preponderancia del movimiento popular a la dictadura jacobina: Comité de Salud Pública,
decretos de Ventoso, ley de Pradial, la guillotina de la oposición.
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d. Disciplinamiento del movimiento popular y giro del 9 de Termidor.

7. Aburguesamiento de la revolución
a. El ideal del regreso a la revolución constitucional de 1789: la continuación de la política de
Terror. Acciones políticas y legales contra el movimiento seccionario y popular.
b. Los estertores de la revolución popular: los conflictos de abril y mayo de 1795 y la
conspiración de los iguales de Babeuf de 1796.
c. La nueva Constitución termidoreana. La tolerancia de la revancha restauradora y la deriva
hacia el golpe de Estado del 18 Brumario de 1799.

José SAZBÓN, “Género e ideologías. A propósito de las mujeres en la Revolución Fran-


cesa”, en Seis estudios sobre la Revolución Francesa, La Plata, Al Margen, 2005.
1) Caracterización del lugar que ocupan los estudios de género en la historiografía francesa.
2) Relevancia del análisis de la participación femenina en la Revolución Francesa para Sazbón
(vínculo con las ideas de Marx y Engels).
3) De qué manera intervienen las mujeres en la revolución francesa. Avances y límites.
4) Relación problemática entre clase, ideología y género. Ejemplos de encuentros y
desencuentros.
5) Rol que Rousseau le asigna a la ciudadana francesa y su influencia en el jacobinismo.
6) Postura de Condorcet. Influencias.

SEWELL, Jr, William H., “La revolución de 1848”, en Trabajo y revolución en Francia. El
lenguaje del movimiento obrero desde el Antiguo Régimen hasta 1848, Madrid, Taurus, 1992,
pp. 335-375.

1. La insurrección de febrero de 1848. Gobierno provisional: composición y declaraciones. La


República.

2. Los trabajadores y el decreto del “derecho al trabajo”. Los “Talleres Nacionales”: su


significación para los trabajadores.

3. La organización del trabajo como derecho. La “Comisión de gobierno para los trabajadores”.
La revolución de 1848 como revolución “social”.

4. Las innovaciones conceptuales y retóricas de la década de 1830 en los escritos y discursos


obreros de 1848. El trabajo como actividad humana esencial: implicancias políticas y sociales. El
doble fundamento de la República, según los trabajadores. La ideología socialista de los obreros
de 1848.

5. La Comisión de Luxembourg. La jornada del 17 de marzo y manifestaciones posteriores. Las


ideas obreras sobre la Comisión de Luxembourg. Las concepciones de Louis Blanc. El apoyo y la
presión sobre la Comisión: clubes políticos y movimiento obrero. La iniciativa en las
corporaciones obreras.

6. Las corporaciones obreras como pequeñas republicas: características principales.


Continuidades y discontinuidades con la tradición gremial artesana; cambios en la coyuntura de

14
1848. La acción de las corporaciones obreras y el rol asignado a la Comisión de Luxembourg en
los convenios y disputas laborales. La actitud patronal.

7. Las ideas obreras sobre las asociaciones: del control del oficio a la abolición de patrones y
oficiales. La propiedad colectiva del oficio.

8. Los resultados electorales de abril de 1848. El protagonismo callejero de los obreros y las
diferencias entre 1848 y la sans-culotterie de 1789-94. La versión obrera de la República y su
relación con el socialismo.

9. El Paris de los obreros de 1848 y Francia. Universalismo abstracto de las formulaciones obreras
de la revolución y el estilo romántico de 1848. La mirada conservadora sobre las consecuencias
revolucionarias de las propuestas obreras, la disolución de los Talleres Nacionales y la Comisión
de Luxembourg, la insurrección obrera de junio y la represión. La lucha obrera después de junio
de 1848.

William H. SEWELL, Jr, "Los artesanos, los obreros de las fábricas y la formación de la
clase obrera francesa" en Historia Social, Valencia, No 12, Invierno de 1992.
1. La industrialización francesa en el siglo XlX: tipo de organización de la producción
predominante, crecimiento demográfico, urbanización, composición de la mano de obra, renta per
cápita. Consecuencias de esta vía de industrialización.
Las características fundamentales de la industrialización francesa fueron las siguientes: un
comienzo gradual y temprano, un predominio continuado de la producción artesanal, un
crecimiento relativamente lento de la industria en las fábricas y unos índices bajos de crecimiento
demográfico.
Francia nunca experimentó un despegue entendido como un súbito impulso de la producción que
inicia el crecimiento industrial. La productividad creciente que resultó de la mecanización y el uso
de la energía de vapor fue añadido a una base en expansión constituida por la producción
industrial artesana.
Gran parte del crecimiento industrial del siglo XIX siguió centrándose en la artesanía: los
franceses siguieron dominando el mercado en cuanto a ciertos artículos de lujo. En vez de
competir directamente con los productores de fábricas británicos, Francia seguía explotando su
ventaja comparativa en productos de alta calidad que requerían un trabajo altamente
especializado. Además de las industrias artesanales que producían para el mercado internacional,
las industrias artesanales proveedoras de la población nacional siguieron prosperando. Como en
todos los demás países durante la primera mitad del siglo XIX, la industria de las fábricas era de
alcance bastante limitado y la vivienda, la ropa, los alimentos y la mayoría de los bienes de
consumo seguían produciéndose a mano.
Análisis históricos sugirieron un “estancamiento de la economía francesa en comparación con
Gran Bretaña”. Sin embargo, Sewell sostiene que solamente fue diferente y una de las razones era
en la forma del bajo índice de crecimiento demográfico de la población francesa; causada por los
índices de crecimiento demográfico moderado en comparación con el de Gran Bretaña que
aumento el triple. Gracias a lo anterior, fue posible en Francia mantener índices de crecimiento
impresionantes en la renta per cápita sin el extraordinario desarrollo de la industria de fábricas que
ocurrió en Gran Bretaña. En Francia una proporción mucho mayor de la población se componía
de campesinos que sólo participan parcialmente en los intercambios monetarios y el territorio
nacional quedaba dividido en varios mercados regionales parcialmente integrados, tanto para los
artículos como para el trabajo. Estas circunstancias limitaron las posibilidades de la producción de
las fábricas en Francia e hicieron que fuera racional desde el punto de vista económico la
inversión de gran parte del capital nacional en agricultura e industria artesanal.
15
Este modelo de industrialización tuvo dos importantes consecuencias para la formación de la clase
obrera francesa. La primera fue una continuidad relativa en la experiencia urbana de los obreros.
Debido a los bajos índices globales del aumento de la población, las ciudades francesas crecieron
mucho menos rápidamente durante las primeras etapas de la industrialización que las ciudades
británicas, alemanas o americanas.
Las ciudades británicas también eran notablemente diferentes de las ciudades francesas en cuanto
a su modo de vida.
La mayoría de las grandes ciudades del siglo XIX británico era esencialmente productos de la
Revolución Industrial y la industria en fábricas y sus características urbanísticas y culturales
reflejaban este hecho. En Francia casi todas las ciudades importantes tenían una larga y orgullosa
tradición urbana y la mayoría crecían gradualmente, de tal modo que retuvieron gran parte de su
forma tradicional espacial y cultural a lo largo del siglo XIX. Excepto en algunos casos
importantes, la segregación de clase y la separación radical entre hogar y trabajo producida en las
nuevas ciudades industriales de Gran Bretaña era mucho menos pronunciadas en las ciudades
francesas. La segunda consecuencia importante del modelo francés de industrialización en la
formación de las clases en Francia fue que los artesanos, y no los trabajadores de las fábricas
siguieron siendo durante mucho tiempo, la gran mayoría de los trabajadores industriales franceses.
Incluso en 1879, la población industrial empleada en la industria a pequeña escala era e doble que
la empleada en la industria a gran escala.
2. Orígenes del desarrollo capitalista en Francia:
a. el putting-out system;
b. dinámica del capitalismo industrial .
El capitalismo empezó a transformar la artesanía mucho antes de la introducción de las
innovaciones tecnológicas inglesas a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Las primeras
artesanías que sintieron sus efectos fueron las textiles de la lana y el lino. En los siglos XVI y
XVII los comerciantes capitalistas que dominaban la industria textil empezaron a instalar
máquinas de hilar y tejer en las familias rurales que trabajaban en sus propias casas y que
normalmente combinaban estas actividades industriales con el cultivo de una minúscula parcela.
Los tejedores rurales, no sólo aceptaban salarios más bajos que los tejedores de los gremios
urbanos (al ser agricultores a media jornada podían permitirse trabajar por menos dinero), sino
que además estaban dispuestos a fabricar los tejidos más ligeros, de calidad más baja y más
baratos, los cuales constituían el principal sector del crecimiento de la industria textil.
La industria textil putting-out – en la cual la fabricación era rural y doméstica, pero la
coordinación y control estaban a manos de capitalistas urbanos que operaban en un mercado
interregional o internacional – era el sector más avanzado de la economía capitalista en los siglos
XVII y XVIII. La introducción de las fábricas de hilar y tejer en la primera mitad del siglo XIX no
supuso el comienzo del capitalismo industrial en Francia, sino más bien la llegada de una nueva
etapa en la explotación de una industria que ya había sido capitalista durante al menos dos siglos.
3. Las diferentes experiencias de los trabajadores y la “comprensión” de la explotación.
La diferencia crucial entre los trabajadores artesanos y los trabajadores de las fabricas residía en el
modo en que comprendían su trabajo; la tendencia de los artesanos a la acción por la conciencia
de clase era en gran medida la consecuencia de una comprensión social de su trabajo que deriva
del sistema corporativo o gremial de las ciudades medievales y del principio de la Edad Moderna.
En cambio la relativa inactividad de los obreros de las fabricas –por lo menos los obreros en la
fábricas textiles- surgió de un concepto menos social, más individualizado de las relaciones de
producción. Estos diferentes conceptos del trabajo nacieron de las historias distintas del
capitalismo en la industria textil y en la artesanía urbana.
La conciencia de clase surgió en Francia como una transformación del concepto corporativo del
trabajo de los artesanos bajo el impacto doble del desarrollo capitalista y política revolucionaria.
Para descubrir cómo los artesanos tomaron conciencia de su pertenencia a la clase obrera, se debe
examinar su herencia cultural e institucional corporativa y determinar cómo esta herencia se
transformó en un movimiento obrero de conciencia de clase durante las transformaciones políticas
del siglo XIX.
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4. El sistema de corporaciones de oficio del Antiguo Régimen:
a. características de la producción corporativa;
b. las corporaciones de oficio de comunidad moral. Conflictividad y coerción.
Los artesanos urbanos del Antiguo Régimen consideraban que su labor era social, tanto en el
sentido de que era y debía ser formada por los reglamentos colectivos como en el sentido de que
los hombres que trabajaban en el mismo oficio formaban una comunidad moral solidaria. Este
concepto del trabajo como algo social no estaba, sin embargo, dotado de una conciencia de clase.
En primer lugar, incluía tanto a los trabajadores asalariados como a los maestros en una única –
aunque a menudo cuestionada- comunidad industrial. En segundo lugar, no extendía los
reglamentos o sentimientos comunitarios más allá de los límites del oficio.
El sentido de que todos los trabajadores asalariados eran hermanos, miembros de una sola clase
solidaria, estaba totalmente ausente de los oficios artesanales del Antiguo Régimen. Tuvo que
llegar la nueva sociedad creada por la Revolución Francesa para que surgiera la conciencia de
clase.
5. Los efectos de la Revolución Francesa en las industrias artesanales. La reorganización de los
trabajadores. Diferencias y similitudes entre las nuevas confraternidades corporativas y las
corporaciones del Antiguo Régimen.
La Revolución Francesa causó una transformación de gran alcance en el orden social. En términos
de teoría política Francia fue transformada: de ser una sociedad compuesta por órganos
corporativos privilegiados unidos por su subordinación común a la corona, a ser na colección de
ciudadanos individuales, unidos por un contrato social basado en sus derechos naturales y que
garantizaba su igualdad ante la ley. El Régimen de reglamentación corporativa fue sustituido por
un régimen de “libertad industrial”. Al mismo tiempo, la propiedad privada fue elevada a la
categoría de “derecho natural, inalienable y derecho sagrado” por la Declaración de los Derechos
del Hombre y del Ciudadano.
Estos cambios no transformaron inmediatamente a los maestros artesanos. Más probable resulta
que continuaran actuando como antes de la Revolución, siguiendo las prácticas habituales del
oficio y basando sus decisiones en lo que consideraban bueno para el oficio y para su interés
propio.
En consecuencia, aunque la mayoría de los maestros en el sector artesanal siguieron actuando de
manera tradicional, fue imposible evitar que una minoría más agresiva introdujera innovaciones
que recortaban los costes e intensificaban la explotación del trabajador. Esto tuvo dos
consecuencias importantes. Primero, tendió a reducir salarios y a causar condiciones de trabajo
deterioradas, incluso entre los empleados de maestros que no habían innovado nada. En segundo
lugar, dentro del oficio, causó una heterogeneidad creciente de las condiciones de trabajo, de los
salarios, de la calidad y precio del producto y de las relaciones patrón-empleado.
No es sorprendente, pues, que estos cambios en los oficios artesanales dieran lugar rápidamente a
intentos de volver a unir a la comunidad artesanal y restaurar alguna medida de control
corporativa sobre el proceso productivo. Sin embargo, a finales de la década de 1820,
prácticamente todos los oficios cualificados de las mayores ciudades francesas tenían algún tipo
de organización corporativa de trabajadores que resistía activamente frente a la explotación.
El movimiento corporativo de los trabajadores de la Restauración difería en importantes aspectos
del sistema corporativo del Antiguo Régimen. Estaba dominado por los trabajadores en vez de los
obreros y estaba en oposición más que en armonía con la ley y los principios aplicados por la
autoridad pública. El movimiento conservó las formas, el lenguaje y la visión de las corporaciones
de obreros especializados con tan sólo unos cambios menores. Solamente cuando el estilo de los
movimientos de los trabajadores se extendió y adopto las forma, el lenguaje y la visión de la
Revolución Francesa, empezó el movimiento corporativo de los trabajadores a tener conciencia
de clase.
La transformación de la estructura institucional de la sociedad provocada por la Revolución
Francesa fue acompañada por el desarrollo de un nuevo lenguaje o discurso político que
estableció los términos en que todo tipo de protestas públicas podrían expresarse: un lenguaje de
ciudadanos individuales, derechos naturales, soberanía popular y contrato social.
17
6. La Revolución de 1830:
a. el discurso revolucionario y el nacimiento de la conciencia de clase; apropiación y
resignificación de los términos del lenguaje revolucionario por los trabajadores;
b. significados de la idea de asociación; luchas de los trabajadores y formación de la
conciencia de clase.
En 1830, cuando Carlos X, intentó suprimir las libertades garantizadas en la Carta, el resulto fue
una insurrección popular y el establecimiento de una monarquía orleanista más liberal. Fue en las
luchas sociales y políticas tras la revolución de julio de 1830 cuando los artesanos de París, Lyon
y otras ciudades francesas transformaron su concepto corporativo del trabajo en conciencia de
clase.
Así, los trabajadores adoptaron, pero también modificaron y elaboraron, el lenguaje liberal de la
Revolución Francesa. La conciencia de clase, en otras palabras, fue una versión transformada del
discurso liberal.
Una minoría culta de trabajadores se apropió rápidamente del lenguaje revolucionario, modificado
para subrayar el nivel moral y político de los trabajadores. Los trabajadores, al comienzo de la
década de 1830, dieron un paso más y declararon que el trabajo manual por sí mismo mantenía a
toda la sociedad. De ahí se deducía que los trabajadores, ya que hacían todo el trabajo útil, eran
en realidad el pueblo soberano. Los burgueses eran “nuevos aristócratas” disfrazados que
empleaban su “privilegio” de la propiedad para mantener a los trabajadores en “servidumbre” o
“esclavos” industriales. Esto transformaba el gobierno constitucional burgués badado en un
privilegio de la propiedad en una tiranía “feudal” opresiva y justificaba los esfuerzos de los
trabajadores por conquistar su “emancipación”, incluso por medio de la revolución, si era
necesario.
El gran problema planteado, el según el discruso revolucionario, era que la sociedad estaba
compuesta por ciudadanos indivudales libres, no por órganos corporativos suprapersonales, y los
intentos de imponer reglamentaciones colectivas a una industria parecía así una violación de la
libertad del individuo. Los trabajadores solucionaron este problema durante 1831, ’32 y ’83
elaborando la idea de “asociación” si era necesario, que llegó a ser el principal eslogan del
movimiento obrero de esos años. Una de las medidas fue rebautizar sus organizaciones
corporativas con nombres que designaban un tipo de sociedad y las transformaron en asociaciones
democráticas voluntarias basadas en el humanitarismo seglar en vez de las corporaciones
exclusivas cuya solidaridad se basaba en el lenguaje religioso del Antiguo Régimen. De este
modo, sus demandas de una regulación colectiva se hacían compatibles con el discurso
revolucionario.
La idea de asociación también se desarrolló en otra dirección distinta: fue el principio de la década
del 1830 cuando los trabajadores y socialistas desarrollaron la idea de las asociaciones de
productores o las cooperativas de productores. El concepto básico suponía que los trabajadores
establecieran talleres “asociativos” en los que serían copropietarios de los medios de producción.
La noción de asociaciones de productores se basaba en la ambigüedad del discurso liberal. Por
medios puramente pacíficos u legales, los trabajadores podrían aspirar a suplantar la propiedad
privada por la propiedad asociativa algún día, transformando así toda la sociedad.
La innovación final de estos años fue la extensión del lenguaje de la asociación para abarcar no
sólo a los trabajadores de un oficio dado, sino a trabajadores de todos los oficios. Fue bajo la
forma de “asociación de todos los oficios” como apareció por primera vez en Francia una clase
obrera solidaria y unida. En otras palabras, como segundo significado de asociación –cooperativas
de trabajadores- fue absorbido y subordinado al primero –asociaciones corporativas establecidas
para imponer un control colectivo sobre el oficio.
Con el entusiasmo de un movimiento huelguista animado por las asociaciones, súbitamente
muchos trabajadores comprendieron que el espíritu de asociación debería abarcar a todos los
trabajadores y que esto podría realizarse asociando sus sociedades de un único oficio en una gran
“asociación de todos los oficios”

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7. Ideas socialistas y tradición republicana. Relaciones.
La crisis de 1833 supuso no solo la creación de un nuevo y poderoso sentido de conciencia de
clase entre artesanos que trabajaban en diferentes oficios, sino también los primeros pasos hacia
una alianza política entre el republicanismo radical y el socialismo.
Una vez llevadas a cabo todas las huelgas, el gobierno contraatacó con enorme fuerza. En la
primavera de 1834, promulgó una nueva ley que restringía gravemente el derecho de asociación,
ilegalizando la Sociedad de los Derechos del Hombre y la mayor parte de las organizaciones que
los trabajadores habían construido.
Como demostraría la revolución de 1848, el socialismo había ganado gran número de seguidores
entre la clase obrera a finales de la década 1840. En parte se trataba de obreros que se convertían
en militantes de una u otra de las escuelas socialistas. Pero por muy importantes que fueran las
escuelas socialistas en el desarrollo y difusión de las ideas socialistas, nunca podrían haber hecho
el socialismo el movimiento de masas que a ser en 1848. Las escuelas socialistas tenían dos
debilidades cruciales. En primer lugar, eran sectarias y dogmáticas, más preocupadas por ser
teóricamente correctas que por atraer a una audiencia amplia. En segundo lugar, rechazaban la
acción política como medio para construir el socialismo.
La creación de un socialismo explícitamente republicano se asocia sobre todo con el nombre de
Luis Blanc, también llamado Blanqui por los insurrectos. El socialismo republicano se basaba en
dos ideas esenciales. Primero, el socialismo era una conclusión necesaria de la Revolución
Francesa. Las libertades legales y políticas ganadas en la primera Revolución Francesa debían ser
en ese momento completadas por reformas sociales y económicas que liberaran a los trabajadores
de la tiranía de la riqueza y del egoísmo y establecieran una libertad y una igualdad que además de
formales fueran reales. Y en segundo, esto no podría conseguirse sin una revolución política y el
establecimiento de una forma de gobierno democrática y republicana. En 1848 no había una
alternativa radical no socialista que quisiera también atraerse la lealtad política de los obreros:
cualquier republicano burgués que quisiera conseguir adeptos de la clase obrera no tenía más
remedio que adoptar un programa socialista.
8. Las asociaciones obreras en la revolución de 1848: fines económicos, sociales y políticos.
Las asociaciones corporativas de trabajadores de 1848 eran pequeñas republicas, constituidas
prácticamente en todas las industrias de la capital, basadas en el sufragio universal del oficio,
dirigidas por representantes y delegados elegidos y reguladas por constituciones escritas, que a
menudo iban precedidas por unas declaraciones de derechos en miniatura.
Sus fines eran al mismo tiempo económicos, sociales y políticos. En lo económico, las
asociaciones de trabajadores aseguraban el control de todos los aspectos de la producción y el
intercambio. Los trabajadores negociaban convenios con los maestros que fijaban salarios,
horarios y condiciones de trabajo uniformes para toda la industria. Estos convenios
frecuentemente eran firmados en ceremonias solemnes ante la Comisión de Luxemburgo. Los
convenios con los maestros restablecían una regulación práctica colectiva de los oficios a corto
plazo; al mismo tiempo, los trabajadores ponían en marcha esquemas para la producción asociada
que estaban destinadas a resolver los problemas permanentemente transformando la propiedad
privada en propiedad asociada. En el ámbito social, las asociaciones de trabajadores ampliaron las
provisiones usuales de ayuda mutua para los enfermos y heridos, para las viudas y huérfanos, para
los trabajadores en huelga y para los funerales. En 1848 las asociaciones de trabajadores llegaron
a ser actores políticos. Las asociaciones de trabajadores estaban destinadas a ser las unidades
constituyentes de una nueva “república democrática y social” basada de la soberanía del trabajo.
El movimiento obrero de la primavera de 1848, que a su vez se basaba en los avances
organizativos y conceptuales de principios de los años ’30, estableció la pauta para el movimiento
francés obrero y socialista durante y más allá de la Comuna.
9. El desarrollo de las fábricas en la industria textil en Francia:
a. situación de los trabajadores; relaciones de producción;
b. formas de lucha y conciencia.

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El carácter sumamente diferente de sus paros demuestra que los artesanos y los operarios de las
fábricas textiles vivían en mundos distintos en las décadas de 1830 y 1840. Hubo que esperar al
último cuarto del siglo XIX para que se fusionaran genuinamente en un movimiento laboral
común.
Más que una masa explotada y disgregada, cuyos vínculos primordiales con la familia y la
comunidad fueron disueltos en la fábrica y que fueron así preparados para la lección de
solidaridad inscrita en las condiciones materiales de la vida en las fábricas, los trabajadores de las
primer fábricas textiles siguieron viviendo de su trabajo como unidades familiares independientes
implicadas en una red de relaciones comerciales.
Descendientes de tejedores e hiladores semicampesinos, alejados de la influencia de los valores
corporativos y las formas organizativas que impregnaban a los oficios especializados urbanos, no
compartían con los artesanos su sentido del oficio y del trabajo profundamente social y
corporativo como centro de la comunidad moral. Por tanto, entendían solo a medias el mensaje de
los artesanos respecto a la asociación y la fraternidad de todos los trabajadores. Aunque los
artesanos consideraban que su mensaje era válido universalmente, el estilo corporativo que lo
impregnaba significaba que en realidad atraía principalmente a otros artesanos. Fue al llegar el
segundo gran estallido de agitación y organización socialista, en las décadas que siguieron a la
Comuna, cuando los trabajadores de las fábricas y artesanos se integraron en un movimiento
laboral común dotado de una conciencia de clase.
E. P. THOMPSON, La formación histórica de la clase obrera inglesa (“Prefacio” y
“Explotación”), Madrid, Laia, 1977.
Prefacio
1. Implicancias de la utilización de los términos "formación" y "clase".
2. Definición de clase propuesta por el autor:
a. relación histórica,
b. experiencia,
c. conciencia,
d. identidad de intereses y antagonismo.
3. Críticas que el autor realiza a otros usos del término "clase":
a. "hombres que se encuentran en una determinada relación con los medios de producción",
b. "una construcción teórica perjudicial".
4. Fundamentos de la afirmación de que la clase obrera se formó en Inglaterra entre 1780 y 1832.
Causas de esa elección.

La formación es un proceso activo que se refiere tanto a la acción como al acondicionamiento.


Por clase, entiende un fenómeno histórico que unifica una serie de sucesos dispares y
aparentemente desconectados. Se trata de un fenómeno histórico, algo que tiene lugar de hecho
en las relaciones humanas. La conciencia de clase es la forma en que se expresan estas
experiencias en términos culturales: tradiciones, sistemas de valores, ideas y formas
institucionales. Nunca surge exactamente de la misma forma.
La clase es una relación: el problema es cómo este individuo llego a tener ese “papel social” y
cómo la organización social determinada llegó a existir. La clase la definen los hombres mientras
viven su propia historia y, al fin y al cabo, esta es su única definición.
Para comprender a la clase debemos verla como una formación social y cultural que surge de
procesos que solo pueden estudiarse mientras se resuelven por sí mismos a lo largo de un período
histórico considerable.
Al seleccionar los temas a tratar, el autor es consciente de que escribe en contra de ortodoxias
dominantes. Argumenta que éstas tienden a oscurecer la acción de los obreros y que interpretan la
historia bajo la luz de las preocupaciones posteriores y no como de hecho ocurrieron.

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Teniendo en cuenta que la clase es una formación tanto cultural como económica, ha sido
cauteloso en cuanto a generalizar más allá de la experiencia inglesa.
Explotación
1. Elementos principales de las nuevas relaciones sociales en Inglaterra a fines del XVIII y
comienzos del XIX.

1. Causas de la inexistencia de una correspondencia automática “entre la dinámica del


crecimiento económico y la dinámica de la vida social o cultural”.

3. Motivos que llevan al autor a definir el período 1790-1830 como de formación de la “clase
obrera”.

4. Influencia respectiva del contexto político y de la máquina de vapor en la conformación de la


conciencia de clase y de las instituciones obreras.

5. Modalidades de la percepción por parte de los trabajadores de las relaciones de explotación en


la experiencia de la Revolución Industrial. Relación de esas percepciones con las
reivindicaciones planteadas.

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