CAST CAST MANUAL DEL DOCENTE

MAREA NEGRA
Vertido en el Golfo de México

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MATERIAL DIDÁCTICO
PARA EDUCACIÓN
SECUNDARIA (de 13 a 16 años)

Este manual va dirigido al profesor para que pueda preparar y realizar la visita a la
exposición «Marea negra. Vertido en el golfo de México».

Se estructura en dos grandes bloques temáticos: «La marea negra del golfo de México»,
donde partiendo de este ejemplo se analiza qué son las mareas negras y sus
consecuencias medioambientales, y «Daniel Beltrá», apartado dedicado al fotógrafo,
a las características de su obra y a cómo tomó las imágenes de la marea negra en el
golfo de México.

El manual va acompañado del dossier del alumno, en el que se plantean una serie de
ejercicios para trabajar los contenidos que se habrán desarrollado a lo largo de la visita y
cuyo objetivo principal es hacer reflexionar al alumno acerca de la problemática del
petróleo y las energías sostenibles y motivar un cambio en sus hábitos y actitudes a fin
de preservar el medio ambiente.

Para que usted pueda preparar la visita en clase le recomendamos los siguientes
materiales de apoyo:

- Sobre las mareas negras y sus consecuencias medioambientales:

http://www.cetmar.org/documentacion/mareas_negras.htm
http://www.andaluciainvestiga.com/espanol/cienciaAnimada/sites/marea/marea.html
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/~29701428/ccnn/flash/petroleo.swf

- Sobre la presencia del petróleo en nuestra vida diaria:

http://www.lavanguardia.com/20110708/54182413402/vivir-sin-petroleo.html

- Sobre Daniel Beltrá:

http://www.danielbeltra.com/
http://www.larepublicacultural.es/articulo.php3?id_article=349

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MAREA NEGRA.
VERTIDO EN EL
GOLFO DE MÉXICO
El objetivo de la exposición es concienciar al público de nuestra
responsabilidad para con el medio ambiente poniendo de
manifiesto los daños irreparables que algunas acciones
humanas pueden ocasionar a la Tierra. Estos daños aparecen
documentados a través de las impactantes fotografías de
Daniel Beltrá, artista español afincado en Seattle y galardonado
con premios tan reconocidos como el World Press Photo y el
Prince Charles y que lleva más de 20 años recorriendo nuestro
planeta para denunciar las catástrofes ecológicas. Las imágenes
de Beltrá son visiones impactantemente bellas de paisajes
impactantemente degradados, cuestionando así nuestra
indiferencia y empujándonos a actuar.

El 22 de abril de 2010, la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, situada a

64 km de las costas de Luisiana y a 1.500 m bajo el mar, estalló y provocó una
catástrofe ecológica conocida como el «Chernóbil petrolero».

¿Qué es el petróleo? La explosión

Como el carbón o el gas natural, el petróleo es un combustible
fósil. La palabra fósil alude a los orígenes de su formación hace
más de 300 millones de años, cuando los restos de plantas y
animales muertos se fueron depositando sobre las capas más
profundas de los océanos para ir formando a lo largo de los
milenios un sedimento que se transformaría en petróleo. La
palabra combustible alude a la energía que se libera durante su
combustión, utilizada por los hombres desde hace 100 años
como fuente principal de sus actividades, a pesar de
que contribuye gravemente al calentamiento global y a la
contaminación del planeta. Por su condición de fósil, la
reserva de petróleo es limitada y por lo tanto está condenada
a desaparecer: en la actualidad ya hemos agotado casi todo el
petróleo del mundo.
¿Qué es una marea
negra?
Se denomina marea negra a la masa oleosa que se crea
cuando se produce un derrame de hidrocarburos en el medio
marino. Se trata de una de las formas de contaminación más
graves, pues no sólo invade el hábitat de numerosas especies
marinas sino que en su dispersión alcanza costas y playas
destruyendo la vida o alterándola gravemente. Paralelamente
se generan grandes inversiones en la limpieza y regeneración
de las zonas afectadas así como en la recuperación de las
actividades económicas de la zona.
Se desconocen las causas concretas de la explosión del
Deepwater Horizon aunque lo más probable es que se debiera
a un aumento inesperado de la presión de salida del petróleo.
Hubo dos explosiones sucesivas. En el momento de la
catástrofe se encontraban en la plataforma 126 personas: 98
fueron evacuadas a salvo, 17 tuvieron que ser atendidas en
centros hospitalarios con heridas de diversa gravedad y 11
desaparecieron. La Guardia Costera estadounidense suspendió
su búsqueda tres días después, dándolos por muertos.
El derrame
El petróleo vertido sobre la superficie del mar se extiende
rápidamente debido a sus propiedades físicas y químicas, así
como por el viento y el oleaje. Se ha comprobado que 1 m3
de petróleo puede llegar a formar en 1 h 30 m una mancha de
100 m de diámetro y 0,1 mm de espesor. La Deepwater Horizon
contenía 2,6 millones de litros de petróleo en su depósito y extraía
cerca de 1,27 millones de litros por día. No se sabe cuánto
crudo salió exactamente del pozo durante las explosiones, ya
que las cifras fueron manipuladas de distintas formas. Se cree
que en la primera explosión fueron vertidos al Atlántico 1.000
barriles de crudo al día y en la segunda explosión 5.000. La
mancha fue ganando extensión: empezó con 11.000 km2 (el
equivalente a la superficie del principado de Asturias) y acabó
ocupando 63.000 km2 (casi el doble de la superficie de
Cataluña), afectando a más de 944 km de litoral. Los estados
más afectados fueron Luisiana, Misisipi, Florida y Alabama.

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Técnicas antiderrame
Los intentos para cerrar la brecha causada por la explosión
duraron tres meses: la empresa British Petroleum (BP) y las
autoridades de EE. UU. se esforzaron en detener la fuga inicial
perforando un pozo de alivio (pozo para controlar otro pozo
en erupción) de 13.000 m de profundidad próximo al foco, al
objeto de inyectar fluidos que contrarrestaran la presión
y así cerrar la salida. Paralelamente, avionetas del ejército
americano lanzaron líquidos «dispersantes» sobre la mancha,
unas sustancias químicas similares a los detergentes que
rompen el petróleo en pequeñas gotas, lo disuelven y facilitan
así la actuación de las bacterias que digieren los hidrocarburos.
Además, diversos colectivos y asociaciones hicieron un
llamamiento para recolectar cabello humano, un absorbente
natural que actúa como una esponja: toneladas de cabello se
colocaron dentro de medias (panties) y se lanzaron al mar.

Pero dichas operaciones no tuvieron éxito y las autoridades

decidieron quemar la mancha negra: una vez confinado
el petróleo dispersado mediante el uso de barreras de
contención en el mar, se procedió a su recolección por
bombeo hacia varias embarcaciones, las cuales lo condujeron
hasta una zona remota en alta mar donde comenzó a
prenderse fuego al vertido. Como en condiciones de fuerte
oleaje resulta muy difícil confinar las manchas, se recurrió a una
última solución, esta vez con éxito: colocar una enorme cámara
de contención metálica sobre el pozo roto en el fondo marino
para intentar contener en su interior el petróleo que estaba
fluyendo y, desde allí, bombearlo a un barco recolector en la
superficie. Hasta ese momento, el derrame había arrojado
5 millones de toneladas de crudo en un lapso de 87 días.

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CONSECUENCIAS
CONSECUENCIAS
MEDIOAMBIENTALES
Los hidrocarburos representan un peligro para la vida debido
a su toxicidad y a sus efectos físicos sobre el agua, puesto
que impiden el intercambio entre esta última y la atmósfera, así
como la penetración de la luz. Los animales mueren por asfixia
—el petróleo cubre su piel y bloquea el ingreso del aire—,
intoxicación y daños sobre el plumaje. En el golfo de México
anidan muchas especies y las aves zambullidoras, al no dis-
tinguir entre la superficie del agua y la mancha de petróleo, se
sumergieron en el mar y se impregnaron de crudo. Al tratar de
limpiarse las plumas con el pico, ingirieron el crudo y murieron.
El pelícano pardo fue una de las especies más afectadas: se
rescataron unas 8.000 aves, pero otras 6.100 murieron.
Los hidrocarburos disueltos en el agua son absorbidos por los
organismos vivos, se integran en las cadenas alimentarias e
intoxican el ecosistema. Su concentración aumenta conforme
ascendemos en los niveles tróficos: el petróleo altera la fotosínte-
sis del fitoplancton y los hidrocarburos presentes en sus células
se transfieren a los herbívoros y de allí a toda la cadena marina,
de modo que peces, tortugas marinas —cinco de las siete espe-
cies que existen en el mundo anidan en las costas del golfo—,
camarones y cangrejos fueron intoxicados. Una de las espe-
cies marinas más afectadas fue la tortuga marina: aunque los
voluntarios consiguieron salvar unos 28.000 huevos y multitud
de crías, no se conocerán realmente las repercusiones de la
catástrofe hasta que alcancen la edad adulta y vuelvan a las
costas, dentro de 20 años.
El efecto de la marea negra sobre la costa altera su productivi-
dad y biodiversidad. El viento y las olas fragmentan los parches
de petróleo derramado y los convierten en bolas de alquitrán,
las cuales se pegan a las rocas y a la arena de la costa. Por
otro lado, el agua se incorpora al petróleo, dobla el volumen del
agente contaminante y forma una emulsión llamada mousse o
chapapote, la cual se ha amontonado en las costas de
Luisiana, Misisipi, Florida y Alabama.
A veces el remedio es peor que la enfermedad: los intentos por
salvar la situación por parte del hombre resultaron aún más
contaminantes. Los 9 millones de litros de dispersante (llamado
Corexit) que se lanzaron al océano llevaban substancias químicas
tóxicas que causaron más daño que el propio petróleo y
generaron efectos todavía más nefastos para el ecosistema del
golfo. La quema del crudo liberó grandes cantidades de dióxido
de carbono, contaminó la atmósfera y contribuyó al calentamiento
global; el cultivo de ostras se redujo drásticamente, no tanto por el
petróleo en sí sino por las toneladas de agua dulce del Misisipi
que se desviaron al delta para combatir la marea negra. El balan-
ce medioambiental y humano es difícil de definir con cifras,
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puesto que no disponemos de suficientes datos: tanto el
Gobierno de los EE. UU. como BP mantienen en secreto los
resultados de sus investigaciones científicas de cara a la larga
batalla legal que les espera para determinar responsabilidades
financieras.
CONSECUENCIAS
ECONÓMICAS
Según BP, la empresa se ha gastado hasta la fecha 16.000
millones de dólares en limpiar la costa, contratar a los
pescadores locales y ayudar a los ayuntamientos de la zona.
No obstante, como el Gobierno de los EE. UU. decidió ceder
el control de las operaciones a BP, es imposible saber lo que
realmente se ha logrado con este dinero. Los daños previstos
en el sector turístico de las playas de Florida y Cuba ascienden
a millones de dólares.
El golfo de México proporciona el 50 % de la producción de
gambas salvajes, el 35 % de los cangrejos azules y el 40 %
de las ostras de los Estados Unidos. Los barcos con el casco
manchado de petróleo no pueden transportar sus productos
a lo largo del río Misisipi porque contaminarían sus aguas, de
modo que hay que lavarlos, lo que ocasiona una demora en el
transporte y distribución. Por todas estas razones, el estado
de Luisiana ha perdido la mitad de su producción y no espera
recuperarse hasta bien entrado el 2012. Los pescadores de la
zona han presentado una demanda colectiva contra la
petrolera British Petroleum solicitando una compensación
mínima de 5 millones de dólares, pero a día de hoy siguen sin
cobrar. Ello no ha impedido que paralelamente el Gobierno
haya concedido diez permisos a compañías denominadas
aptas para perforar el suelo marino del golfo.
CONCLUSIONES
El petróleo es la fuente de energía más importante de la
sociedad actual y está presente en casi todos los productos
que usamos a diario (plásticos, gasolina y medicamentos,
principalmente). Sin embargo, las reservas de petróleo se están
acabando y catástrofes como la marea negra del golfo de
México demuestran su peligrosidad tanto en el ámbito
ecológico como en el económico, social y cultural. La
insostenibilidad económica y ambiental de los combustibles
fósiles pone de manifiesto la urgencia de una economía menos
dependiente de los hidrocarburos, más sostenible y renovable.
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OTROS VERTIDOS
(ordenados de mayor a menor gravedad)
Cuando la plataforma petrolera Deepwater Horizon se hundió
en el golfo de México el 22 de abril de 2010, nadie estaba
preparado para la descomunal catástrofe ecológica que llegó
después. El vertido de petróleo del golfo de México ha
sido la peor catástrofe ambiental en la historia de los EE. UU. y
supera los vertidos de crudo más graves del planeta.
1. Golfo Pérsico/Kuwait
Cuándo: 19 de enero de 1991
Dónde: golfo Pérsico, Kuwait
Cantidad vertida: 12-16 millones de toneladas
El peor vertido de crudo de la historia no fue ningún
accidente, sino intencionado. Durante la Guerra del Golfo,
las fuerzas iraquíes quisieron impedir que las tropas
norteamericanas aterrizaran abriendo las válvulas de una
terminal petrolera y vertiendo crudo desde buques.
El resultado fue una marea negra de más de 10 centímetros
de grueso que se esparció a lo largo y ancho de
6.000 kilómetros cuadrados del golfo Pérsico.
2. Vertido de crudo del golfo de México
Cuándo: 22 de abril de 2010
Dónde: golfo de México
Cantidad vertida: 6,4 millones de toneladas estimadas
El vertido de crudo del golfo de México es oficialmente el
mayor vertido accidental de crudo de la historia. Empezó
cuando una plataforma petrolera situada a menos de dos
kilómetros de la superficie del golfo estalló y provocó una
explosión en las instalaciones de BP Deepwater Horizon,
donde 11 personas perdieron la vida. BP intentó en varias
ocasiones taponar el pozo sin éxito, porque el petróleo siguió
saliendo —posiblemente a un ritmo de hasta 9,46 millones
de litros diarios— hasta que el 15 de julio de 2010 el pozo fue
sellado. El petróleo manó del pozo agrietado durante más de
85 días, inundó casi 1.000 kilómetros de la costa del golfo y
mató cientos de aves y fauna marina. No se conoce aún el
efecto que tendrán a largo plazo el crudo y los 6,88 millones
de litros de dispersante empleados en este frágil ecosistema,
aunque según los expertos la costa del golfo podría quedar
arrasada durante años.
3. El vertido de crudo de la plataforma Ixtoc 1
Cuándo: 3 de junio de 1979
Dónde: golfo de Campeche, Ciudad del Carmen, México
Cantidad vertida: 4,4 millones de toneladas
Como en el caso del vertido de crudo del golfo, en este no
intervino ningún barco, sino un pozo de petróleo próximo
a la costa. Pemex, una compañía petrolera estatal
mexicana, estaba perforando el pozo cuando se
produjo un reventón, el crudo se inflamó y la perforadora
se derrumbó. El petróleo empezó a manar dentro del golfo
de México a un ritmo de entre 10.000 y 30.000 barriles
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diarios, durante casi un año, hasta que los trabajadores
lograron por fin sellar el pozo.
4. El vertido de crudo del Atlantic Empress
Cuándo: 19 de julio de 1979
Dónde: cerca de la costa de Trinidad y Tobago
Cantidad vertida: 2,8 millones de toneladas
El petrolero griego Atlantic Empress fue sorprendido por
una tormenta tropical cerca de la costa de Trinidad y
Tobago y colisionó con el Aegean Captain. El buque,
dañado, empezó a perder crudo y mientras era remolcado
siguió liberándolo. El 3 de agosto de 1979, la cisterna
finalmente se hundió en aguas profundas, donde el resto
de la carga se solidificó.
5. El vertido de crudo del río Kolva
Cuándo: 6 de agosto de 1983
Dónde: río Kolva, Rusia
Cantidad vertida: 2,6 millones de toneladas
El mantenimiento inapropiado de un oleoducto
desencadenó este enorme vertido de crudo. Hacía ocho
meses que se había producido una fuga, pero un dique
contenía el petróleo, hasta que la repentina llegada del frío
lo derrumbó. Manaron cientos de miles de toneladas de
crudo acumulado, que se esparcieron a lo largo de casi
600.000 metros cuadrados de riachuelos, frágiles
humedales y terrenos pantanosos.
6. El vertido de la explotación petrolera Nowruz
Cuándo: 10 de febrero de 1983
Dónde: golfo Pérsico, Irán
Cantidad vertida: 2,5 millones de toneladas
Este vertido fue el resultado de la colisión de un barco cisterna
contra una plataforma petrolera. La plataforma, debilitada, fue
clausurada y, debido al impacto, se derrumbó y expulsó crudo
al golfo Pérsico. La guerra entre Irán e Irak impidió detener la
fuga con celeridad.
7. El vertido de crudo del Castillo de Bellver
Cuándo: 6 de agosto de 1983
Dónde: bahía de Saldanha, Sudáfrica
Cantidad vertida: 2,4 millones de toneladas
El Castillo de Bellver se incendió a unos 112 kilómetros al
noroeste de Ciudad del Cabo y permaneció a la deriva, a mar
abierto, hasta que se partió en dos a 40 kilómetros de la costa.
La popa del petrolero se hundió con las casi dos toneladas y
media de crudo que transportaba. La parte de proa fue
remolcada y deliberadamente hundida.
8. El vertido de crudo del Amoco Cádiz
Cuándo: 16 de marzo de 1978
Dónde: Portsall, Francia
Cantidad vertida: 2,1 millones de toneladas
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El inmenso Amoco Cádiz se enfrentó a una tormenta de
invierno que averió timón de la embarcación. Pidieron so-
corro y varios barcos respondieron, pero ninguno de ellos
pudo impedir que la nave embarrancara. El 17 de marzo, el
superpetrolero se partió en dos y las más de dos tonela-
das de crudo que transportaba acabaron en el Canal de la
Mancha. Posteriormente, los franceses hundieron el buque.
9. El vertido de crudo del ABT Summer
Cuándo: 28 de mayo de 1991
Dónde: a unas 700 millas marinas de la costa de Angola
Cantidad vertida: 193-306 millones de litros
Este buque explotó cerca de la costa de Angola y liberó al
océano monumentales cantidades de crudo. Murieron
cinco de los 32 miembros de la tripulación que se
encontraba a bordo. Alrededor del petrolero se formó una
inmensa mancha de 128 kilómetros cuadrados que ardió
durante tres días, hasta que el 1 de junio de 1991 el barco
se hundió. Los posteriores intentos de localizar los restos
fueron infructuosos.
10. El vertido de crudo del M/T Haven
Cuándo: 11 de abril de 1991
Dónde: Génova, Italia
Cantidad vertida: 170,3 millones de litros
Este petrolero estalló y se hundió cerca de la costa italiana,
con el resultado de seis personas fallecidas y el vertido al
Mediterráneo, durante 12 años, del resto del petróleo que
transportaba. Se llegó a la conclusión de que el motivo de
la explosión había sido el mal estado del buque; en teoría,
el Haven había sido desguazado después del impacto de
un misil durante la guerra Irán-Irak, pero se puso de nuevo
en circulación.
11. El vertido de crudo del Odyssey
Cuándo: 10 de noviembre de 1988
Dónde: cerca de la costa de Nueva Escocia, Canadá
Cantidad vertida: 154 millones de litros
Este gran vertido de crudo se produjo a unas 700 millas
marinas de la costa de Terranova. 154 millones de litros de
petróleo fueron a parar al océano.
12. El vertido de crudo del Sea Star
Cuándo: 19 de diciembre de 1972
Dónde: golfo de Omán
Cantidad vertida: 133,6 millones de litros
El superpetrolero de Corea del Sur Sea Star chocó con un
petrolero brasileño, el Horta Barbosa, cerca de la costa de
Omán la mañana del 19 de diciembre de 1972. Debido a la
colisión ambos barcos ardieron y la tripulación los abandonó.
El fuego del Horta Barbosa se extinguió al cabo de un día,
pero el Sea Star se hundió en el golfo el 24 de diciembre,
después de una serie de explosiones.
7 Fuentes: Greenpeace, Elperiodico.com, Elmundo.es.
13. El vertido de crudo del Torrey Canyon
Cuándo: 18 de marzo de 1967
Dónde: islas Scilly, Gran Bretaña
Cantidad vertida: 94-136 millones de litros
El Torrey Canyon fue uno de los primeros grandes superpe-
troleros, así como el origen de uno de los primeros vertidos
de petróleo importantes. Aunque en un principio el barco
fue construido para transportar 60.000 toneladas, se amplió
su capacidad hasta las 120.000 toneladas, que son las que
llevaba cuando colisionó contra un arrecife cerca de la costa
de Cornwall. El vertido generó una marea negra de más de
400 kilómetros cuadrados, que contaminó 290 kilómetros
de costa. Más de 15.000 aves marinas y un elevadísimo
número de animales acuáticos perdieron la vida antes de
Real utilizaron detergentes tóxicos con disolventes para
intentar dispersar el petróleo, pero la actuación no dio muy
buenos resultados y ocasionó un gran daño ambiental.
Entonces se decidió prender fuego en el océano y quemar
el crudo por medio de bombas.
14. El vertido de crudo del Prestige
Cuándo: 13 de noviembre de 2002
Dónde: Galicia, España
Cantidad vertida: 75 millones de litros
Un viejo petrolero con bandera de Bahamas que transpor-
taba fuel de Letonia a Gibraltar fue a morir frente a las cos-
tas gallegas un día de tormenta de 2002. Lo que empezó
como una incidencia más del temporal que azotó España
en noviembre de 2002 terminó convirtiéndose en la mayor
catástrofe económica y ecológica sufrida en España. Un
derramó sobre las costas de Galicia y el Cantábrico, desde
las islas Cíes hasta Bretaña y el litoral meridional del Reino
Unido, alrededor de 75 millones de litros.
15. El vertido de crudo de la plataforma
Gannet Alpha de Shell en el mar del Norte
Cuándo: 10 de agosto de 2011
Dónde: mar del Norte, a 180 kilómetros de la ciudad
escocesa de Aberdeen
Cantidad vertida: casi 2 millones de litros
El derrame ocurrió el 10 de agosto de 2011 en una plata-
forma marítima a 180 kilómetros de la ciudad escocesa de
Aberdeen, ocupó un área de 37 kilómetros cuadrados en
una zona con una alta presencia de aves y aún sigue activo.
El pasado 16 de agosto, la petrolera Royal Dutch Shell,
propiedad del Estado holandés, admitió que la tubería rota
en el mar del Norte sigue vertiendo petróleo al agua y que
el percance es el peor registrado en la zona desde el 2000.
Ese día, Shell no precisaba cuándo preveía que iba a poder
frenar el vertido y calculaba que ya habían llegado al mar
unas 216 toneladas de crudo, equivalentes a 1.300 barriles.
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la mirada
fotográfica
Daniel Beltrá (Madrid, 1964) estudió biología pero decidió dedicarse a la fotografía para
documentar durante más de 20 años la destrucción del medio ambiente por parte del hombre. La suya es
una obra comprometida que denuncia nuestros actos a través de un recurso estético ingenioso y
desafiante que le ha valido el reconocimiento internacional: sus fotografías presentan visiones
impactantemente bellas de paisajes impactantemente degradados, creando así una contradicción entre forma
visual y contenido que cuestiona nuestra indiferencia y pretende inspirar acciones que cambien estas realidades.

Beltrá ha ganado premios tan importantes como el World Press Photo (WPP), el Sony World Photography y
el Prince Charles y ha colaborado en expediciones de Greenpeace al Amazonas, al Ártico y a la Patagonia,
entre otros destinos. Desde el año 2001 reside en Washington (EE. UU.).

La fotografía pectador y por ende le lleva a interrogarse con mayor facilidad

conservacionista
Una mañana de 1989, el joven estudiante de biología Daniel Beltrá
se disponía a salir de su casa en Madrid para asistir a las clases
en la Universidad Complutense, cuando oyó una noticia en la
radio que informaba sobre una explosión. Inmediatamente cogió
su cámara y se encaminó hacia el lugar del suceso: así inició su
carrera como fotoperiodista, que habría de llevarlo a trabajar para
la agencia EFE hasta el año 1992 y posteriormente para la agencia
Gamma en Francia. Pero su compromiso para con el medio
ambiente lo llevó a abandonar paulatinamente el fotoperiodismo
para transformarse en un «fotógrafo conservacionista». Tal como
la propia expresión indica, este tipo de fotografía va dirigida a
«conservar» el medio ambiente a través de unas imágenes cuyo
objetivo es interpelar al espectador y hacer que se comprometa
con su planeta y lo preserve. Como todos los fotógrafos
conservacionistas, Beltrá trabaja junto a científicos, periodistas
u organizaciones ecologistas como Greenpeace, con quien ha
documentado expediciones por el Ártico, la Patagonia, el
Amazonas y el Congo, entre muchas otras, con el fin de alertar al
público sobre el calentamiento global, el deshielo polar o la
deforestación, entre otros desastres medioambientales. Se entiende
así que Beltrá tuviera especial interés en fotografiar la marea negra
del golfo de México, conocida como el «Chernóbil petrolero».
La fotografía como
herramienta de
sobre su contenido. El componente informativo de la imagen es
el tercer nivell necesario para convertirla en un potente
documento visual.
Las imágenes que consiguen emocionar, interrogar e informar
son herramientas eficaces para acercar al público temáticas
poco conocidas, ampliando así su punto de vista y
conocimiento del mundo.
Las imágenes de Daniel Beltrá lo consiguen.
Su alto componente estético atrae al público por su belleza y
espectacularidad. Los colores que componen estos paisajes
aéreos recuerdan a una posible obra pictórica o un cuadro
abstracto y despiertan así nuestra curiosidad. El color poco
habitual del mar llama la atención. Acercándose, el público
se adentra en un universo visual sorprendente y conmovedor,
ya que la belleza de los paisajes se contrapone al carácter
dramático de la situación.
Además, el punto de vista cenital del mar nos sitúa en un
ángulo de visión poco habitual y nos moviliza en todos los
aspectos.
Por último, las imágenes de la exposición en su conjunto
forman un documento extenso y rigurosamente elaborado
sobre el desastre provocado por el vertido. A través de las
vistas aéreas pero también de las escenas en tierra, el
espectador descubre diferentes formas de luchar contra
el petróleo, a la vez que aprehende la magnitud del desastre y
las consecuencias directas sobre el medio ambiente.

concienciación social Gracias al reportaje de Daniel Beltrá, el público tiene la

oportunidad de tomar conciencia sobre lo ocurrido en el golfo
La fotografía tiene un gran poder de comunicación y de México y entender la complejidad de tal fenómeno.
concienciación del público si consigue aunar de forma
armoniosa su fondo y su forma. Es decir, una imagen bien
compuesta gráficamente se hace más atractiva para el es-

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Las fotografías del

golfo de México
Daniel Beltrá pasó dos meses en el golfo de México por encargo de
Greenpeace para tomar imágenes del derrame de petróleo y difundir
así los efectos de este desastre ecológico entre la opinión pública.
Beltrá combatió la censura mediática impuesta a periodistas y
científicos, a los que les fue denegado el acceso a las zonas
públicas con el objeto de intentar impedir que documentaran la
enorme magnitud del vertido.

La especialidad de Beltrá es la fotografía aérea y por lo tanto su

primera intención era la de fotografiar la marea negra desde el aire y
tomar también alguna imagen desde la costa. Esta tarea no fue fácil,
debido a las restricciones de la policía local y a la dificultad para
obtener permisos de vuelo. Las autoridades aéreas de la zona
imponían unas fuertes restricciones horarias y obligaban a volar a
3.000 pies de altura (1 km).

Beltrá estuvo dos meses en el golfo y pasó 14 días sobrevolando

la catástrofe para capturar imágenes de la marea negra desde una
avioneta alquilada a una empresa local. Disparar desde un avión no
es fácil: al contrario que desde un helicóptero, el fotógrafo tiene una
sola oportunidad para hacer la foto, ya que pasa por encima del
objetivo en movimiento y muy rápido. Beltrá comenta que no sabía
qué «formas» le esperarían al día siguiente, tan rápido cambiaban las
manchas de petróleo debido al oleaje. Recalca que no estaba
haciendo «una obra de arte», sino documentando y denunciando lo
que allí ocurría, pero los efectos del petróleo sobre el mar, una vez
colocado en su cámara un polarizador para evitar reflejos, resultaron
ser como un cuadro abstracto.

Obtenidas con una cámara digital y diferentes tipos de teleobjetivos

muy especializados, las imágenes aéreas reflejan la destrucción
causada por el accidente. Su mirada resalta la paradójica belleza de
la marea negra y conciencia al espectador acerca de la magnitud de
la tragedia, y es que, en palabras del propio Beltrá, «es en la belleza
y en la complejidad de la naturaleza donde encuentro mi inspiración.
Deseo que mis instantáneas insuflen un mayor respeto hacia la
conservación del planeta. Ocultos entre estas imágenes se encuentra
la realidad del estado de nuestro medio ambiente y el legado que
estamos dejando para las generaciones venideras».

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adaptado a los nuevos contenidos curriculares de la Cómo tramitar una reserva:
Unesco, mediante el cual las escuelas pueden trabajar, con Se pueden efectuar las reservas contactando con la recepción
herramientas innovadoras e interactivas, temas como el dise- del centro, a través del teléfono 93 366 12 12 o el correo elec-
ño, la sostenibilidad, la arquitectura y la innovación. trónico info.barcelonagallery@roca.net

El Roca Barcelona Gallery también ofrece visitas guiadas a las Para más información:
distintas exposiciones temporales y materiales pedagógicos www.rocabarcelonagallery.com
adaptados a cada una de ellas. Desde su inauguración, el
espacio ha acogido exposiciones tan variadas como «El baño.
Una retrospectiva histórica»; «Aral. El mar perdido»,
comisariada por Ia cineasta Isabel Coixet; «Construyendo
la ciudad», una selección de los proyectos ganadores del
premio Mies van der Rohe; «Objetos que han cambiado el
mundo», una muestra de objetos y piezas que han tenido un
gran impacto en nuestra sociedad, y «20 trajes: Diálogos
entre moda y literatura», una muestra de trajes creados por
diseñadores españoles e inspirados en una selección de obras
literarias de los mejores autores hispanoamericanos y rusos.

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