Abordaje de las estructuras neuróticas en psicoterapia psicoanalítica

Ensayo

Alejandra María Guerra Vásquez

Institución Universitaria de Envigado

Facultad de Ciencias Sociales

Programa de Psicología

Envigado

2017
 “La prioridad del trabajo del analista no será develar o descubrir significados, sino

tratar de ayudar al self a experimentar su existencia.”

Nemirovsky

Con base en los postulados de Héctor Fiorini se desea realizar un breve recorrido por los

diversos tipos de terapia que ofrece para el abordaje de las estructuras clínicas en este caso, la

neurosis, él es un médico psiquiatra que ofrece por medio de su trabajo terapéutico un

pensamiento abierto, amplio e íntegro de las concepciones en la psicología, el psicoanálisis y

todas las ciencias y disciplinas que abordan el conocimiento y la profundización de los temas que

conciernen al ser humano, brinda a su vez bases complejas formadas desde la

interdisciplinariedad con la filosofía con el objetivo de la difusión de estas líneas de pensamiento

y el surgimiento de intercambios entre todos los seres humanos que poseen afinidad por la

resonancia, la discusión y el análisis psicológico y crítico para todas las hipótesis planteadas en

los trabajos investigativos puesto que de estas surgen las más amplias confrontaciones, ideas,

similitudes y diferencias que favorecen la creación de un pensamiento estratégico, riguroso y con

mayores logros.

Como se indicó anteriormente Fiorini es un médico psiquiatra egresado de la Universidad

de Buenos Aires en el año de 1962, obteniendo títulos de especialista de la misma universidad en

los años de 1964, fue profesor regular asociado de la facultad de psicología de ésta misma

institución en el año 1986 hasta el año 2003, posteriormente fue director general del centro de

estudios en psicoterapias en el año 1978 hasta la fecha, también ha sido profesor adjunto de la
Universidad de Belgrano desde 1984 hasta 1986 y profesor invitado del Master en Psicoterapias

de la facultad de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid en el año 1994 hasta la

fecha, ha realizado labores de dirección del programa ACIPPIA, Institución de docencia e

investigación clínica en Psicoterapias, Madrid, España, en 1992, Asesor Académico y Docente

de la institución AGORA, Instituto de Intervenciones Psicoanalíticas Focalizadas, Montevideo,

Uruguay en 1990 hasta la fecha, Profesor Invitado de Posgrado en la Facultad de Psicología de la

PUC-RS, Universidad Católica de Rio Grande do Sur, Porto Alegre, Brasil en 1990, Profesor

Invitado del Instituto de Psicoanálisis de New York, USA en 1995, Profesor Invitado de la

Universidad de Salamanca desde 1992 hasta 1994, Facultad de Psicología y docente invitado de

varios colegios de psicólogos en Chile, Argentina, España, Brasil e Italia, teniendo gran

variedad de biografía publicada como El campo teórico y Clínico de las Psicoterapias

Psicoanalíticas. Buenos Aires, Tekné. (1987). Estructuras y Abordajes en Psicoterapias

Psicoanalíticas. Buenos Aires, Nueva Visión (1994) Nuevas Líneas en Psicoterapias

Psicoanalíticas. Madrid, Psimática.(1999) Teoría y Técnica de Psicoterapias. Buenos Aires,

Nueva Visión.19ª (2002) El Psiquismo Creador. Buenos Aires, Nueva Visión (2006) El

Psiquismo Creador. Vitoria, España, Agruparte (2007) entre más otras vez.

Luego de mencionar el amplio currículo de Hector Fiorini, se desea hablar de las

diferentes líneas psicoterapéuticas que el plantea para la amplitud del conocimiento de la

naturaleza humana y la implementación de preguntas de investigación que den lugar a mas

teorías fundamentadas y nuevos modos de intervenir el psiquismo de los sujetos.

 Comenzando con las psicoterapias focales las cuales refieren a un concepto amplio y

abierto del psicoanálisis que ha surgido de la necesidad de adaptar los instrumentos de abordaje

clínico hacia la gran diversidad de motivos de consulta que son presentados diariamente en los

consultorios pero que a su vez son comunes y en ocasiones limitados como los conflictos en las

relaciones interpersonales, somatizaciones de estados de angustia, crisis vocacionales y

tribulaciones de tipo social o sexual (Fiorini, 2007, párr.1).

Con la ayuda de la profundización de las teorías de Freud, éste autor indica que cada

síntoma ramifica su episteme en varios sectores del psiquismo y de acuerdo a varias

circunstancias y diversas etapas de la evolución del ser humano también existen delimitaciones

zonales tales como: nociones de conflicto nuclear, conflicto central neurótico y temas de

conflicto de relación (Fiorini, 2007, párr.2), donde sus estudios facilitan la perfilación en cuanto

formas de abordaje en terapia con el fin de agrupar diversas situaciones, intervenciones pasadas,

formas de interpretación y otros modos de terapia para exponer casos donde se han obtenido

grandes avances para favorecer los procesos de cambio del paciente. Este modo de terapia

denominado Psicoterapias Focales resulta efectivo para atender los casos de crisis, que son unos

de los más consultados en terapia, desarrollando formas de pensar novedosas para el

afrontamiento de las mismas, requiriendo de la elaboración de planes de intervención

personalizados para cada crisis que pueda presentarse (Fiorini, 2007, párr.4).

Luego el autor muestra un modo de terapia llamado Psicoanálisis Abierto, el cual es

referido de esta manera de acuerdo a “un desarrollo de la teoría y de la práctica clínica del
Psicoanálisis” , un desarrollo que favoreció el ingreso de ideas innovadoras al modo de

realización de la terapia psicoanalítica posterior a la época de Freud (Fiorini, 2007, párr.1). Este

modo de intervención está centrado en “a concepción de los procesos terapéuticos como trabajo

activador sistemático de las capacidades creadoras del paciente y del analista” (Fiorini, 2007,

párr.1). La cual también ahonda en las orientaciones de Jung, las del psicodrama, las de la

Escuela Gestalt, las transpersonales e incluso las de la medicina bioenergética, permitiéndole a

Fiorini preguntarse y trabajar sobre un psiquismo conciso, más no indescifrable, lo que da lugar a

pensarse en todas las situaciones de forma concreta, preguntándose permanentemente por los

impulsos que puede contener un sufrimiento que no son necesariamente negativos, pues el ser

humano tiene toda capacidad de vincular motivaciones positivas y negativas para sobrellevar sus

padecimientos, favoreciendo la creatividad del paciente con ayuda de la dirección del terapeuta

que está abierto a toda problemática social y cultural para solucionar la situación que le aqueja a

la persona que a él acude.

Una de sus líneas más difundidas en la terapia psicoanalítica es la del Psiquismo creador,

debido a que ésta da una mayor profundidad a todo lo referido con las conductas, las ataduras,

los rasgos del carácter y los fantasmas inconscientes y de acuerdo a todo lo que es considerado

normal y patológico, también se deja entrever las capacidades del ser humano para descubrir y

crear nuevas manera de enfrentar su diario vivir, ampliar sus experiencias y fortalecer nuevos

sistemas de relaciones, el autor ha profundizado en este método terapéutico más de 15 años con

el fin de comprender en lo más posible las facultades creativas que habitan en la mente humana,

los combates que surgen de los mismos, el placer de inventar y la fascinación que siente el ser

humano por esto (Fiorini, 2007, párr.1).

 Fiorini (2007) afirma de manera amplia:

Pensamos que la creatividad configura un sistema especial en nuestro psiquismo, como son

especiales sus modos de operar, los procesos que origina, la movilización que exige a cada uno, el

compromiso que establece con su propio devenir. El trabajo silencioso de este sistema (es decir

inconsciente) está también en el centro de muchas ansiedades y crisis, así como en los movimientos

que son propios de cada cambio evolutivo (etapas de la vida adulta, entrada en la adolescencia, vejez,

cambios vocacionales, migraciones) (párr.1).

Algunos temas sobre los que éste médico profundiza son: los procesos creadores, el

trabajo de pensamiento y el tipo de pensamiento involucrado (Fiorini, 2007, párr.2), pues afirma

que para afrontar las ataduras, angustias y fantasmas que posee el ser humano, todo lo vital debe

ponerse en marcha y algo vital es la capacidad de creación del ser humano, pues en ella también

están las cualidades de evolución y movimiento lo que permitirá comprender las potencialidades

del ser humano y sus niveles de activación provenientes la mayoría de las veces de sus reclamos

y angustias.

Por último, el Pensamiento de complejidad, una de sus teorías que se destaca por no

prestar mucha atención a las limitaciones sugeridas por la razón científica (Fiorini, 2007, párr.1).

El autor trabajó de la mano de varios fundamentos filosóficos de Nietzche, Foucault, Deleuzze y

Guatari ya que sus planteamiento abrieron las puertas al mundo de la complejidad, sin olvidar las
ciencias básicas de la física y la química que también facilitaron la apertura de nuevas

extensiones de pensamiento, haciendo uso de los modelos artísticos puesto que ellos atan los

elementos de lo incompleto, produciendo saberes diferentes y novedosos.

Fiorini (1988) indica que el terapeuta debe poseer un comportamiento de “presencia

estructurante”, planteando que el encuentro del analista con el paciente debe ser frente a frente,

descartando la utilización del diván (Bicego, Calleri y Galainena, 2012, p.109). A través de esta

presencia del terapeuta, se da paso a una nueva facultad que favorece el desarrollo de las

funciones psíquicas que no pudieron transformarse en el pasado, puedan hacerlo ahora,

centrando el interes en los términos básicos de: concepto, diagnóstico y tratamiento (Bicego,

Calleri y Galainena, 2012, p.109).

De acuerdo con el abordaje de las estructuras, Fiorini (1988) afirma que “estas requieren

no un solo sentido del timing (organización o previsión para ejecutar acciones) que va vinculado

al paciente sino también una capacidad de holding (sociedad), un sentido del tacto muy

particular…” debido a que alguna de estas estructuras u organizaciones son consideradas

elementos de defensa del paciente y no pueden ser intervenidas o movilizadas (Bicego, Calleri y

Galainena, 2012, p.113). El analista debe poseer tal sutileza con las organizaciones o estructuras

del paciente y las formas de realizar el vínculo con el mismo.

 La existencia de una de las herramientas que posee el mayor fundamento teórico es

denominada “interpretación” porque el autor hace alusión a que el analista debe llegar en todo

momento hacia este instrumento creando de forma gradual una forma de ingresar al psiquismo

del paciente y así poder trabajar de manera eficaz en el desarrollo de la terapia (Fiorini, 1988,

citado por Bicego, Calleri y Galainena, 2012, p.114).

Para realizar un ingreso cauteloso al psiquismo del paciente, el autor en mención destaca

la modalidad de “presencia” debido a la facultad que tiene ésta para obtener un contacto con el

paciente, para tener una recepción adecuada de la problemática de quien asiste a consulta y

concentrar toda la atención ante el motivo que manifiesta la persona.

Fiorini (1988) habla de cuatro (4) tipos de métodos fundamentales para el proceso

terapéutico: (1) Intervención vincular: “crear activamente desde el terapeuta a través de la unión

con el paciente.” (2) Discriminación: “tiende a poner palabras, introduciendo un orden, un

modelo de proceso secundario de pensamiento.” (3) Confrontación: “posibilidad de confrontar al

paciente con una imagen, realizar un paisaje de indicios de conductas diversas a un trabajo de

nivel de la imagen.” (4) Interpretación: “instrumento que muestra el complejo de estructuras,

espacios, límites y mecanismos.” (Bicego, Calleri y Galainena, 2012, p.114).

Puede decirse que este modo de terapia fundamentado por Fiorini resulta de los nuevos

trastornos que se encuentran en la contemporaneidad y también del deseo de no burocratizar la

técnica psicoanalítica, sino conferirla de más flexibilidad y hacerla instrumento para nuevos

cuestionamientos.

Toda situación que se encuentre en terapia debe tomarse como un ámbito o espacio donde

se encuentran diferentes causas y circunstancias y estas se van configurando conforme avance la

terapia (Fiorini, 1996, citado por Flores, 2015, p.6).

Otro planteamiento de Fiorini (1973) trata de la activación de las funciones yoicas donde

se tiene en cuenta las partes sanas de la persona que asiste a consulta, incluyendo también las

partes patológicas, pese a que esta parte tiende a complicar el establecimient de un posible

diagnóstico, se debe considerar en todo momento las habilidades y el ojo clínico del terapeuta

(Jiménez y Castaño, 2016, p.19).

Éste terapeuta ofrece un tipo de trabajo técnico denominado Psicología del foco el cual

alude como “una organización compleja de la cual aquellos criterios recortarían fragmentos”. Es

un ente unificador cuyo objetivo organiza un campo común tanto diagnóstico como terapéutico

(Fiorini, 2002, p.1).

Lo anteriormente indicado, está enfocado hacia un punto “nodal” de la problemática

detectada del paciente, los primeros apuntes se obtienen a través de psicoterapias breves para

lograr una focalización y así seleccionar los puntos más importantes para realizar una
intervención precisa (Fiorini, 2002, p.1). La focalización está dirigida por la preponderancia de

una motivación que organiza diversas actividades con el propósito de resolver ciertas

problemáticas denominadas “prioritarias” como lo son: el motivo de consulta, los episodios de

crisis y los obstáculos presentados para la solución de la situación, por lo tanto la circunstancia

que condujo al paciente a la consulta se convierte en el eje motivacional y facilitador de la

terapia (Fiorini, 2002, p.1).

Alexander y Thomas (1965) consideran:

Es importante que el terapeuta describa primero que es exactamente lo que desea el paciente. Éste es
quien debe suministrar el incentivo para que lo haya que lograrse en el tratamiento y por mas celo
reformador que haya por parte del terapeuta todo será inútil a menos que pueda aprovechar para su
uso terapéutico algún fuerte motivo del paciente. Se deduce que aquel que debe hacer frente al
paciente primero en su propio terreno, aceptando provisoriamente sus puntos de vista sobre el
problema y solo con ulterioridad después de orientarse sobre los motivos reales del paciente, tratar
de utilizar estos motivos para fomentar los objetivos que puedan parecer de posible realización
(Citado por Fiorini, 2002, p.1).

Puede indicarse a modo de conclusión que la forma operativa de la focalización dirige a

intervenir sobre las asociaciones del paciente, éstas guiadas de manera planeada e intencional,

más que en la propia asociación libre, si en el proceso psicoterapéutico, el paciente manifiesta

dificultad para asociar de forma libre, puede ser concebido por parte del profesional como una

forma de resistencia o huida de las facultades exploratorias que le son inherentes pero que

pueden se guiadas por el analista, es entendible, que para el autor en mención, todo pensamiento

rígido impide la flexibilidad del tratamiento en cuanto el abordaje de las diversas estructuras

clínicas.
Bibliografía.

Bicego, M., Calleri, V., y Galainena, M. Abordaje psicoanalítico de los trastornos del

narcisismo: especificidades y modificaciones técnicas. De Revista Tesis. Recuperado de:

https://revistas.unc.edu.ar/index.php/tesis/article/view/2876

Fiorini, H. (2002). El concepto de foco. De Hectorfiorini.com. Recuperado de:

http://www.hectorfiorini.com.ar/tyt.pdf

Fiorini, H. (2007). Página web de Héctor Fiorini. De Hectorfiorini.com. Recuperado de:

http://www.hectorfiorini.com.ar

Flores, M. (2015). Aspectos que emergen en una terapia psicoanalítica con pacientes con

trastorno límite de la personalidad. De Udelar.edu. Recuperado de:

https://www.colibri.udelar.edu.uy/bitstream/123456789/7996/1/Flores%2c%20Mar%C3%ADa%

20Jos%C3%A9.pdf
Jiménez, P., y Cataño, M. (2016). Impacto del abordaje psicodinámico en relación al consumo de

drogas. De Universidad San Buenaventura. Recuperado de:

http://bibliotecadigital.usb.edu.co/bitstream/10819/3646/3/Impacto_Abordaje_Psicodin%C3%A

1mica_Jimenez_2016.pdf