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Sobre el conocimiento

y la experiencia de Dios

Elogio del agnosticismo

"¿Oué os parece? Un hombre tenía dos hilos, fue y le di.lo al


primero: 'hijo ve hoy a trabaiar a la viña'. Él respondió 'no quiero'.
Pero luego lo pensó mejor y fue. Di.lo lo mismo al segundo. Y aun-
que respondió: 'voy, señor', luego no fue. ¿Ouién de los dos hizo la
voluntad de su padre?" (Mt 21,28-31.)
"Actuar con el impulso interno de que [Diosl pueda existir... El
ans¡a de que la iniust¡cia que caracter¡za al mundo no permanezca"
(M. Horkheimer).

1.lntroducción: "autor y consumador de la fe" (Heb


"Sólo el amor es digno de fe" 12) nos desconcierta diciendo por dos
veces en los evangelios que "en todo
¿Puede un cristiano "dar razón de lsrael no hay una fe tan grande"; y
su esperanza" (1 Pe 3,15), sin que ello diciéndolo precisamente a propósito
se convierta en una confrontación o de personas que no compartían la fe
una desautorización del ¡nterlocutor? judía: el centurión romano y la mujer
Al menos, debe intentarlo por fuer- cananea (cf. Mt 8; 10).
za, porque la "razón de la fe" de nin- Por esta razón elijo para estas
guna manera incluye el presupuesto páginas eltono de "elogio". Y las intro-
de que quien la da sea "más creyente" duzco con un título de alguien tan po-
o más "sabio" que el otro. Jesús co sospechoso como Urs von Baltha-

. Facultad de Teología de Catalunya

3-8§.rii'.il
il *k-;r;l,p <**F *:gtt*s*ici*'rr-:r;

sar, qu¡en no parecía muy decidido a con frecuencia en los evangelios


tomar en serio el giro antropológico "hacer la voluntad" es la mejor
de la Modernidad. Ouiero notar que el expresión de la fe ("el que cree guar-
título no dice que únicamente el amor dará mis mandatos", etc). Y il "la
viña del Señor" es una expresión ya
es "creíble", lo cual sólo indicaría clásica en la Biblia, para designar la
posibilidad. Balthasar eligió otro sufijo
voluntad de Dios sobre este mundo,
que expresa mucho más /a pertenen- con el que Dios litigará diciéndole:
cia intrínseca del amor a la fe, y que el "esperé justicia y no veo más que
traductor ha intentado reproducir con sangre, igualdad y no hay más que
la expresión castellana "digno de fe"'. gritos de espanto" (ls 5,1ss). Puede
Esto quiere decir que no se da razón equivaler pues a aquello que Jesús
de la fe como se verifica una hipótesis llamaba "reinado de Dios".
teórica (ni aunque luego ésta pueda De ambas observaciones parece
tener sus consecuencias prácticas) seguirse que la fe ha de tener que ver
sino como se da razón de todo lo que con ese "Reinado de Dios". Yéste es
son actitudes existenciales, globales, el punto fundamental de nuestra
de la persona. Eso es lo que quiere lntroducción.
decir que a la fe pertenece intrínseca-
mente el amor: es lo mismo que 2. El Dios en quien se cree
sugiere una etimología hipotética, que
Pero lo dicho en la introducción no
deriva el verbo latino "credere" de la
es un ardid con el que uno elige "el
expresión "cor dare" (entregar el cora-
campo" en que jugar o "las armas"
zón).
del duelo. Es algo fundamental porque
Y si, como dice el refrán, el amor ha deriva del ser mismo de Dios.
de ponerse "más en las obras que en En efecto: Dios no es, no puede ser,
las palabras" se comprende por qué una hipótesis teórica que corresponda
encabezo este escrito con la parábola demostrar a la argumentación huma-
de los dos hijos, de san Mateo. En na. Demostrar implica dominar y
ella, Jesús contrapone una afirma' poner al servicio de uno. Y eso es pre-
ción desmentida por los hechos, a
cisamente lo que el ser del hombre
unos hechos que parecen brotar de
nunca podrá hacer con el Ser de Dios.
una negación expresa.
Esa contraposición de Jesús puede Larazón, portanto, no puede "demos-
ser útil para reflexionar sobre las ttat" a Dios, sólo puede "sospecharlo"
relaciones entre agnosticismo y fe, si y, una vez sospechado, amar o recha-
tenemos en cuenta un par de obser- zar ese atisbo. Parodiando a san Agus-
vaciones: a) Jesús pregunta quién de tín hay que repetir: "si lo demuestras,
los das hizo la voluntad de su Padre: ya no será Dios lo que hayas demos-

1 En concreto: el original alemán no dice "glaubbar" sino "glaubhaft".

ffi"¡3*86
J*** l. **neález Fat¡s re

trado". Con la sola demostración, el plemente que si nos amamos frater-


hombre no "tocaría" a Dios. En cam- nalmente ya hemos conocido a Dios, Y
bio con el amor, aunque sea sólo a un que el que dice amar a Dios y no ama
Dios "sospechado", sí que Le alcanza. a su hermano (no simplemente se
Esto es algo tan fundamental que equivoca, sino que) " es un mentiro-
reclama algunas pruebas so". Ésa es la novedad
bíblicas o teológicas. Por La razón no puede que se ha revelado.
"demostrar" a Dios.
ejemplo: Sólo puede 2.3.- Esa novedad se fun-
2.1.- Los evangelios "sospecharlo" y, damenta en otra repet¡da
señalan que la fe de tras ello, amar o
rechazar ese atisbo.
enseñanza de esta carta:
Jesús no tiene "señales "quien niega al Hijo no
del cielo", sino sólo seña- conoce al Padre" (2,231:
les de la tierra'. Cuando se le Pide en Dios se da una especie de "desdo-
"una señal del cielo" Jesús resPonde blamiento" que es el que permite que
que no habrá más signo que "el de pueda darse a conocer a pesar de su
Jonás". Y el signo de Jonás fue preci- Trascendencia insalvable, y que la car-
samente éste: el pueblo se convirtió ta expresa con la palabra Hijo, tomada
sin esperar a que se cumPlieran las de la experiencia humana. Pero "el
predicciones de Jonás, aunque esto Hijo" no alude sólo a Jesús, sino tam-
habría sido "lo más sabio", visto el bién a este mundo y los hombres vis-
cambio de vida que suponía la conver- tos con los ojos de Dios (cf 3,1 ss). La
sión3. Aquí vuelve a mostrarse la per- encarnación implica la "afiliación" del
tenencia intrínseca entre fe y amor: el mundo o, con lenguaie de Pablo, la
amor no puede ser demostrado Y, si lo "recapitulación" del mundo en ese
fuese, dejaría de ser amor. Esto sirve desdoblamiento constitutivo de Dios y
de analogía (aunque muy pálida) de lo que es la condición de su Posible
que ocurre con Dios. conocimiento. Ése fue al balance de
2.2.- La primera carta de Juan arran- los primeros test¡gos de la fe: que sólo
ca con aquel anuncio estremecedor: conoce al Dios desconocido que se ha
Dios se nos ha manifestado ("hemos manifestado, quien mira al mundo Y a
palpado la Palabra de Vida") y os lo los hombres con los ojos de Dios, es
venimos a explicar (cf. 1 Jn 1,ss). Y des- decir: como hijos de Dios.
pués de tamaña promesa, ¿qué es lo 2.4.- Todo ello hace comPrensible
que enseña de Dios toda la carta? Sim- lo que escribiera K. Barth y he comen-

2 "Yías" las llamaba santo Tomás, y se ha insistido muchas veces en que vías no son demostraciones, aunque lue-
go un cierto fundamental¡smo católico haya querido convert¡rlas en pruebas'
3 Lc 11,29 ss. Como es sabido, la versión de Mateo ha echado mano de la expres¡ón del "tercer día" para convertir
la Resurrección de Jesús en "seña1". No sé si esto podría valer para los test¡gos de la Resurrección, pero para
nosotros, tampoco la Resurrecc¡ón es señal "del cielo" (es decir, demostración apabullante).

3-87 i1,-fl
:-

tado otras veces: a lo largo de su vida, válida) de ese cumplimiento de Su


todo ser humano se ha de enfrentar (si voluntad.
no con Dios) con el hecho no sólo ilu- Pero lo es, por así decir, en el orden
minador sino también transformador de los fundamentos objetivos (los
de que Dios existd. Ese "significado escolásticos decían "in se"). En el
transformador" es el que convierte a orden de los funcionamientos subjeti-
la tierra "en viña del Señor" (ls 5,7): vos, es claro también que, muchas
llamada por lo tanto a producir las veces, una determinada forma de
uvas de la justicia y la igualdad, y no conocimiento o de afirmación, se con-
los agraces de la opresión y del llanto. vierte en una excusa para evitar la
2.5.- En la misma línea de Barth, acción (o incluso para matar en nom-
pero con otra orquestación y con su bre de Dios, como afirma Jn 16, 2.3),
tono provocador, Kierkegaard escribía como si las palabras pudieran sustituir
que Dios no puede ser "objeto" para a las obras.
el hombre, porque es siempre y nece- Se comprenderá también por qué
sariamente sujeto. Por eso hace notar he dicho al comenzar que era peligro-
el danés que es verdad incondicional so plantear en forma de confronta-
aquello que parece más extraño: ción, las relaciones entre agnosticis-
"cuando uno niega a Dios no le infiere mo y fe. Como escribió hace años J.B.
daño alguno sino que se niega a sí Metz, en la relación con el no-creyen-
mismo. Y si se ríe uno de Dios es de sí te, el creyente se relaciona, ante todo,
mismo de quien se ríe"u. con el incrédulo que él lleva dentro.
Todo esto ha sido necesario para Para el creyente en Jesús, Dios es has-
delimitar el tema de mi reflexión. Y si ta tal punto fundamento de libertad,
ése es el Dios de la fe, se comprende- que desaparece ("no existe" en este
rá que esta reflexión sobre el agnosti- sentido) para aquél que quiera libre-
cismo intente vincular la fe con el mente negarle; y es encontrado (qui-
cumplimiento de la voluntad, más que zás aun en el seno de una negación
con la mera afirmación verbal de Dios. verbal) por aquél que quisiera encon-
Y eso aunque el autor está personal- trarle aunque crea no poder".
mente convencido de que el "recono- Espero que todo esto haga com-
cimiento" de Dios es la mejor funda- prensible el carácter dialéctico de las
mentación racional (quizás la única páginas que siguen: por un lado la fe

4 Ver la c¡ta completa en Proyecto de hermano. Visión creyente del hombre, p.394.
5 Ver la cita completa en O. GONZALEZ, La entraña del cristianismo, p.192. Naturalmente, lo dicho en el texto vale
en exclusiva de Dios por su trascendencia y su unicidad irrepetible. Pero eso no impide que pueda tener pequeños
atisbos en la experiencia humana: como el que formula, tambián con su aíre provocador, el viejo Unamuno: "nada
dignodeprobarsepuedeserprobadoni desprobado" (Del sentimientotrág¡codelavida,Madrid 1971,p.33).
6 Y entre paréntesis, la omn¡potencia de D¡os, que hoy nos desazona porque quisiéramos convertirla en omnipo-
tencia fÍsica e ¡ntrahistórica, -como s¡ Dios fuera un ente fÍsico e intrahistórico- en lugar de de.jarla ser "mera"

ffi::i€-ea
re:

está llamada a "dar razón". Por otro habríamos dicho que el problema deci-
lado, ese dar razón ha de evitar lo que sivo de la fe no es "credere Deum"
ocurre en toda argumenta- sino "credere in Deum". Al
ción humana: que tiende a El creyente, ante
no tener el castellano esa
convertirse en una desau- todo, se relaciona distinción de preposicio-
torización del interlocutor, con el incrédulo nes ha sido precisa toda la
que lleva dentro paráfrasis
o una imposición sobre é1. anterior.
Si esto ocurriera, quien Ahora bien: lo de creer "in
quedaría desautorizado no sería el Deum" (moviéndose hacia Dios, con
interlocutor no creyente, sino el mis- la actitud de tender amorosamente a
mo que dice creer en el Dios de Jesús. Él) no es nada fácil, ni para el teísta ni
para el agnóstico. Hay en todo ser
3. Consecuencia: humano actitudes muy fontales que
La fe como actitud de libertad pueden bloquear o frenar ese movi-
miento hacia Dios que es el del amor
Y si Dios es como hemos intentado sobre todas las cosas, tanto si es refe-
decir, se derivan de ahí algunas conse- rido a un Dios afirmado como a un
cuencias importantes sobre la fe y su Dios "hipotét¡co". Ahora luego evoca-
argumentación: el problema decisivo ré alguna. Pero antes quiero extraer
de la fe no es creer en Dios, en el sen- una consecuencia de esta afirmación.
tido de afirmar que existe. El problema 3.2.- Si esto es lo que. he llamado
es "amar a Dios" (caso de que existie- (positivamente) la fe como "actitud de
ra). Y amarlo "con todo el corazón" o libertad", se sigue de ahí -negativa-
"sobre todas las cosas". mente- que nadie puede distinguir
3.1.- Esas actitudes: el amor, la año- entre un ateísmo "de voluntad" y un
ranza, la busca de un Dios hipotético, ateísmo "de necesidad". Por la prime-
pueden encerrar más experiencia cre- ra denominación entiendo un ateísmo
yente de Dios que la afirmación nomi- que tiene quizá mil razones para su
nal o nocional de É1. Y ese amor puede postura pero, en el fondo, lo que le
darse en el seno de un no-saber, de una decide es que no quiere creer en Dios.
cierta a-gnosis. Es probable que, si esa Con la segunda denominación me
búsqueda se da, acabe cumpliéndose refiero a aquél que quiere creer en
el juego de palabras de Jon Sobrino: Dios, porque ama su hipótesis, pero
"ve a Dios quien va a Dios". Es proba- no puede por otro tipo de razones.
ble pero no mecánicamente necesario'. El primero, por muy bien que razo-
Si pudiéramos formular esto en latín ne será siempre un ateo "fundamenta-

omnipotencia meta-fís¡ca, radica en cosas como ésas: en la capacidad para que el hombre no pueda huir de El ni
aunque lo pretenda, y en el poder para crear libertades capaces de negarle.
7 Sobrino no d¡ce que todo el que va a Dios le ve, sino que nadie "le ve" sin "ir" a Ér.

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lista" (y es bueno caer en la cuenta de zón" a Dios (afirmado o hipotético),


que éstos también existen, igual que muchas entrarían en aquella frase del
hemos aprendido a reconocer que no Zaratustra de Nietzsche: "si Dios exis-
sólo algunos musulmanes son funda- tiera no podría soportar no serlo yo".
mentalistas, sino que hay también un Entrarían ahícon tal que no se entien-
fundamentalismo cristiano...). El se- da esa frase como referida sólo a nive-
gundo difícilmente merecerá el nom- les explícitos de expresión de deseos
bre de ateo y casi siempre será más (¡pocos dirán esa frase así de clara!)s,
bien un agnóstico abierto, compatible sino como una radiografía de todo ese
con esa "actitud de libertad" que lla- mundo de nuestro inconsciente, de la
mamos fe. En cambio, cuando se afir- pulsión que nos constituye y cuyas mil
ma rotundamente que la manifestaciones nunca
aceptación de Dios es "el La Iglesia ha sido acabamos de ¡ntegrar
Alzheimer de la intel¡gen- a veces, con su totalmente en el seno de
condusta pública,
cia", esta afirmación cum- gran sembradora nuestro proyecto perso-
ple aquel proverbio ale- de ateísmos nal. La mínima experien-
mán que habla del deseo cia de Dios, el mínimo
como padre del pensamiento ("der acceso a El que puede tener todo ser
Wunsch ist der Vater des Gedankens") humano es precisamente la acepta-
y que el inglés simplifica con lo de ción práctica (y no meramente verbal)
"wishfull thinking"; y revela una vo- de que él no es Dios.
luntad previa de que Dios no exista, Comparemos ahora la frase citada
anterior a la aceptación o rechazo de de Nietzsche con un conocido pensa-
Dios. No es, pues, sólo el creyente el miento de Pascal: "sólo hay dos clases
que puede creer sólo porque lo desea. de personas a las que se podría llamar
También al ateo puede ocurrirle eso8. razonables: las que buscan a Dios de
todo corazón porque aún no le han
4. La increenc¡a encontrado, y las que le sirven de todo
como actitud de libertad corazón porque le han encontrado".
Esta frase decanta lo que, previamen-
4.'l .- "Non serviam". Entre esas te a la fe explícita, hay de "actitud cre-
actitudes fontales previas, que pueden yente o increyente" en uno o en otro.
bloquear el amor "con todo el cora- (Ouiero decir que tanto puede haber

8 En otro lugar he evocado la frase que le dijo a Alfonso Comín un matemát¡co ruso, en su primer encuentro: "Yo
también amo a Dios, aunque no creo en El", y que refleja la verdad existencial que cabe en las consideraciones
anteriores. Yer Creer sólo se puede en Dios, en Dios sólo se puede creer, Santander 1985, p.58.
g Y aun el mismo Nietzsche, al escribirla, no habla de "Dios" sino de "los dioses". Menos l¡terar¡amente pero con
más precisión, formula J.B. Metz: "La ¡dea cristiana de Dios es de suyo una ¡dea práctica. Dios no puede ser pen-
sado sin que este pensamiento afecte y lesione los intereses inmediatos del su.jeto que trata de pensarlo. pensar a
Dios lleva consigo una revisión de las asp¡raciones y los intereses ¡nmed¡atos centrados en nosotros mismos" (La
fe en la historia y la socíedad, Madrid 1979, p. 66).

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re

agnósticos con act¡tud "creyente" Establecido esto, hay que seguir


como puede haber "fieles" con actitud argumentando: ese amor a Dios "de
increyente). Esa frase de Pascal es para todo corazón y sobre todas las cosas"
mí decisiva, aunque luego me haya (aunque sea referido, como hemos
cansado de escribir que el cristianismo dicho, a un Dios hipotético) imposibili-
consiste en que, cuando el hombre ta un agnost¡cismo cerrado. Cuando
intenta volverse hacia Dios con su se ama de veras una hipótesis uno
impulso religioso purificado, es como puede no atreverse a afirmarla por
si Dios le dijera: "no me busques a Mí, miedo a erigir el deseo en verdad,
sino vuelve ese impulso a tus herma- pero no puede negarse a buscar o a
nos, desde Mí". Ambas cosas no me preguntar, o a "acariciar" esa hipóte-
parecen en absoluto incompatibles. sis. Preguntarse por Dios -con feliz
expresión de Carlos Díaz- es "razona-
4.2.- "Non possum". Pero yo tam-
ble". Y sólo algún tipo de voluntad
poco creo que todas las actitudes que
previa puede impedirnos hacer algo
frenan la fe estén en la frase de Nietzs- razonable o no ver esa razonabilidad.
che, pese a la importancia "psicoanalí-
tica" que le concedo. Factores educa- 4.3.- Establecida esa diferencia
cionales pueden llegar a ser casi entre la increencia y la imposibilidad
(que, en la práctica, no puede ser elu-
decisivos en este punto. Como tam-
bién puede ocurrir que alguien, con la cidada por el hombre), añadamos que
mejor voluntad "no le perdone a Dios" un ejemplo de ese agnosticismo cerra-
este mundo injusto y cruello: actitud do puede ser (al menos a nivel de la
quizás ambigua pero quizás respeta- formulación) el que definía Tierno Gal-
ble también. O puede ocurrir que el ván como aquél que no sólo "no
testimonio de la lglesia le haya llevado sabe" sino que ni siquiera pregunta ni
a aquella postura que lsaías y san necesita preguntar. El de aquél que no
Pablo echaban en cara no a los paga- considera que la afirmación de Dios
nos sino a los creyentes: "por vuestra pueda constituir (si Dios existiera) una
causa es blasfemado el nombre de "buena noticia". He dicho que es así
Dios entre las gentes". Vaticano ll ya "a nivel de formulación" porque pare-
avisó de esto, aunque quizás inútil- ce claro que a nivel de intenciones lo
mente. Pues por doloroso que nos que preocupaba a Tierno es la clásica
sea, no tiene sentido ocultar que la obsesión marxista de que el interés
lglesia ha sido a veces, con su conduc- por el más-allá haga olvidar el más-acá
ta pública, una gran sembradora de ("la utopía de la finitud" como la lla-
ateísmos. Estas y otras pueden ser maba él). Pero a nivel de formulacio-
causas también de aquel ateísmo que nes es casi inevitable comparar la de
antes llamaba "de voluntad". llerno Galván con la que acabo de

10 El clásico problema del escándalo del mal del que hablaremos luego'

3-91 ,],Wtr
citar de Carlos Díaz. En el fondo, la a alguien le fuese dado contemplar la
postura de Tierno que é1, con razón, misma Belleza en sí misma, pura, lim-
consideraba novedosa, tiene cierto pia, no manchada por ninguna turbie-
carácter de síntoma (más social que dad humana? ¿Crees que es una vida
personal): es reflejo de una cultura que vacía la del hombre que vuelve ahí su
ha perdido el amor a Dios antes de per- mirada? Y -si hemos de dar crédito al
der la fe en Élo las noticias de É1. cronista-, Sócrates quedó tan impacta-
do por esta explicación que concluye
5. Algunos puntos comunes confesando: "yo afirmo que todos los
hombres tienen el deber de honrar al
Hagamos ahora un pequeño parén- Amor, yo procuro honrar todo lo que a
tesis que puede ser útil. Sin pretensio- él se refiere y, en cuanto puedo, elogio
nes de exhaustividad puede ser bueno la fuerza y el coraje del Amor"'2.
poner un par de ejemplos de esa con- Esto sólo, no sería todavía cristia-
cordancia entre creyente y agnóstico no, pero sería llamada o camino. Ayu-
abierto, que es quizá mayor que sus da a entender lo que puede significar
diferencias y que he definido como e/ amar a Dios sobre todas las cosas,
amor "previo" al Dios posible. Des- aunque se tratara de un Dios hipotéti-
pués marcaré las diferencias. co. Pero el que entre por ahí se encon-
trará con que el paso "de los objetos
5.1.- El eros del Bien de Platón. Es
bellos a las acciones bellas", en un
demasiado conocido lo que Diotima,
mundo tan horrendo como éste, com-
la extranjera de Mantinea, explica a porta precios imprevistos. Es ahí don-
Sócrates en El Banquete platónico.
de puede quebrarse nuestro amor "de
Pero quizá convenga evocarlo: cómo,
todo corazón".
en el camino del amor, uno puede
dejarse conducir y, partiendo de las 5.2.- La praxis de Jesús de Nazaret.
bellezas de este mundo, ir subiendo Jesús, a quien la mera belleza de los
constantemente hasta la Belleza sin lirios del campo parecía llevar tan
más, "como de peldaño en peldaño: fácilmente a Dios (cf Mt 6, 28-30) baja
de un cuerpo hermoso a dos, luego a rápidamente después de esa remonta-
toda la belleza corporal, de ahí a los da: un mercader de perlas, alguien
comportamientos hermosos, después experto en belleza es capaz de vender
a la belleza de la sabiduría"", y acabar todas las que tiene cuando da con la
en "lo que es Bello por símismo". Des- piedra más preciosa; y ésta parece
pués Diotima le pregunta a Sócrates: hallarse en el seno de la relación
¿qué podemos imaginar que pasaría si humana entablada "según Dios"

11 El griego se pone aquícasi melódico o consonántico: sÓmata, epitedeumata, ñathemata


12 Banquete 211c, 212 a.c. Las mayúsculas del Amor son del original griego.

Hffi].s-sz
ffi*r:

("tuve hambre y Me disteis de comer... tud que estoy tratando de elogiar


a Mí me lo hicisteis"). Como he como "agnosticismo abierto" puede
comentado otras veces, lo importante tener la plenitud de sentido y de fun-
de esas frases de Mt 25, no es que damentación que parece reclamar.
digan algo sobre los pobres, o algo Aunque, a la vez, si Dios es como lo
sobre Cristo, sino que revela Jesús, lo que pedi-
dicen algo sobre Dios. A Lo que Dios rá a todo hombre es esa
través de determinadas quiere no es que actitud de a pertu ra,
todos los hombres mucho más que el paso
act¡tudes, el hombre pue- sean cristianos,
de encontrarse con É1, tan- sino que sean hacia la plena fundamen-
to si lo sabe como si no. Y "humanos" tación y la plenitud de
tan radical es ese encuen- sentido de esa actitud, el
tro que él es lo único que decide sobre cual podría estar condicionado por
la suerte definitiva del hombre. vicisitudes que no sé si son histórica-
A este nivel que es el decisivo, y mente superables. Es lo que he formu-
que deriva también de lo que se ha lado otras veces diciendo que hoy, lo
dicho sobre Dios en el apartado 2, que Dios quiere no es que todos los
hombres sean cristianos, sino que
¿quién podrá distinguir entre la fe del
creyente y la del agnóstico que he lla- sean "humanos", con esa humanidad
mado "abierto"? Pero ahora cerremos "según Dios", que late en el fondo de
este paréntesis y demos un paso más cada ser humano.
que -naturalmente- es el que estarán Formulado ahora en negativo: me
esperando quienes me encargaron parece ver una lógica inapelable en
este escrito. que, desaparecida la pregunta a lo
llerno por la Utopía última (o utopía
6. El contenido de la fe metafísica), desaparezca tamb¡én la
como fuente de actitudes creYentes pregunta por la utopía histórica: por el
arreglo de la finitud, tan costoso y tan
Si, pues, tras estas aproximaciones poco fructificante; o que ese arreglo
y semejanzas, se me pregunta dónde vaya a dar a su versión postmoderna
está la diferencia entre un creyente que lo reduce al adorno de "mi pro-
pleno y lo que he calificado de pia" finitud y nada más.
"agnóstico abierto", responderé que, El creyente, pues, no puede dejar
para mí, el contenido de la fe cristiana de ver una personal incoherencia lógi-
es la fuente de la fe como actitudls. ca en el agnóstico que hemos descrito:
Desde mi óptica, sólo si Dios es como el que todavía tiene una utopía global
lo revela Jesús, sólo entonces esa acti- en el horizonte de su propia acción,

13 En la jerga teológica más rancia: la "fides quae" fundamenta o posibil¡ta la "fides qua".

3-934ry
il

sin tenerla en el horizonte del ser. fos cristianos. Es sólo cuando la cultu-
Subrayo que se trata de tener una ver- ra ambiental ha roto del todo con su
dadera utopía, no una mera veleidad o hontanar cristiano, cuando empieza a
deseo egoísta. Y subraYo empaparse de unos
también que se trata de Muchos de quienes valores distintos a los
perdieron la fe del Dios de Jesús. Por
una incoherencia "lógi- fueron educados
ca"tn, como tantas que se en una cultura ahí se puede compren-
producenen nuestras todavía impregnada der la jerga actual que
vidas porque puede de presupuestos habla de cosas como "la
cristianos religión del mercado",
haber razones existencia-
les en el otro lado. Y que, el "monoteísmo del
por tanto, quizás importa poco, quizás mercado" o la "idolatría del merca-
hace aún más auténtico y más Puro el do": quiere decir que todos esos valo-
compromiso del agnóstico, precisa- res tienen su lógica que es algo más
mente por la fragilidad en que lo sus- que una lógica económica: es una
tenta. lógica antropológica que hace muY
Sé que muchos agnósticos abiertos difícilmente perceptible ese "óptimo
de mi edad no aceptan esta lógica, Y humano" que sigue estando Presente
hasta se irritan de que "González Faus en toda persona'5.
dice que sin Dios no Puede haber Ouisiera dejar claro, Por tanto, que
compromiso". Pero ellos tamPoco me objetar esa incoherencia no es un pri-
dan razón de lo que fundamenta su fe vilegio del creyente. En realidad, es la
agnóstica. Y me pregunto si eso no es misma incoherencia que, desde su
debido a que muchos que perdieron la agnosticismo, encuentra en muchos
fe o fueron educados sin ella, habían creyentes el autor de Misioneros en
mamado todavía una cultura que, a los infiernos'6, quien, carente de la fe
pesar de sus incoherencias prácticas, en Dios, no sabe cómo justificar el
estaba aún impregnada de presupues- compromiso de aquellos hombres Y

14 Parec¡da si queréis a aquella que creía ver Lenin en el cristiano que se hacía comunista.
1b Unademisexperienciasmáscercanasenel tratoconnocreyentesesladeunamuchachaquehacetreintaaños
m¡litaba en la JOC. Cuando perdió la fe me decía: "¡no ha cambiado nada!, el amor a los demás sigue s¡endo la
verdad de la v¡da; y ahora me siento más capacitada para é1, porque me he liberado de una lglesia
que siempre
estuvo de parte de los ricos"... Ve¡nte años después, comenzó a decirme: "y ¿yo por qué he de amar a los demás,
que son desagradec¡dos por naturaleza? Bastante tengo con cuidar de mí misma". A lo cual añadía a veces: "¿por
qué han de sér precisamente cristianos la gente que me trata mejor?". A lo que yo respondía: "no t¡ene que ser
necesariamente así; pero si lo es, piensa que ellos están obtigados a tratarte b¡en, y los otros'.. no sé". Hoy_me
dice que, por supuesto, ella cree en Dios, pero fuera de la lglesia. Yo sólo procuro decirle que no se haga un Dios
a su medida.
(Barcelona 1998). La mayo-
76 La obra de V¡cente Romero lleva como subtítulo "Del corazón de Áfr¡ca al Amazonas"
ría de sus reportaies se refieren a traged¡as africanas. Y más allá de la gratitud por explicitar ese testimonio anó-
nimo que casi siempre queda desconocido, merece ser leída por lo que contiene de denuncia de la inaud¡ta cruel-
dad tranquila que rige las decisiones geopolít¡cas de los grandes de este mundo'

ffi*-g¿
re

mujeres: puede encontrarlo bello y es un mal agnóstico. Mientras que de


admirable pero, al no compartir su fe, un cristiano no comprometido es
lo encuentra injustificado (y siempre necesario decir que es un mal cristia-
que los hombres buscamos justifica- not'.
ción, buscamos capacidad de univer- O con otras palabras: el agnóstico,
salizar, más allá del puro decisionismo apelando a esa pseudoevidencia de
subjetivo). ¿Ouién podrá negarle que "no hay más que lo que hay, y eso
razón desde su óptica? Lo único que es todo"", podrá decir que sólo exis-
ocurre es que -justificado o no- ese ten sentidos parciales, metas parcia-
compromiso "está ahí". Como está les, utopías parciales y desconexas. El
también ahí (ahora para el creyente) el creyente sigue preguntando: si es sólo
compromiso y el amor "sobre todas así, ¿por qué esas parcialidades son
las cosas" de muchos no creyentes, a dinámicas? Es decir, ¿por qué parecen
lo que, para un cristiano representa la clamar por lo que Platón calificaba
existencia de Dios o el significado "del como La Belleza Suprema?; o -usando
hecho transformador de que Dios ahora un lenguaje de Nietzsche-, ¿por
existe". qué a veces parecen "pedir eterni-
Pero en cambio, no veo cómo el dad"?'e.
agnóstico comprometido podrá pre-
Y todavía una confirmación: algo de
tender que su compromiso sea de iure esto es lo que reconocía el siemPre
universalizable. Podrá ser bello ("oti agnóstico (y comprometido) M. Hork-
kalon" decían los griegos al no poder heimer, cuando afirmaba que el
dar otra razón de determinadas con- intento de fundamentar el compromi-
ductas). Y en ese encontrarlo hermoso so en una perspectiva terrena Y no en
ya se insinúa un amor "de todo cora- la del más-allá, "se basa en ilusiones
zón". Pero yo no veo cómo pueda ser armoniosas". Para concluir que
exigible a todos, porque los criterios "todo lo que tiene relación con la
de belleza son algo muy subjetivo. O moral se basa en definitiva en la teo-
con otras palabras: de un agnóstico no logía"',. Yo no digo tanto como expli'
comprometido no se podrá decir que caré al final de este artículo: pero es

17 Y entre paréntesis otra vez: pienso que son éstas las razones que llevaron a K. Rahner a acuñar la expresión (dis-
cutible como expresión pero válida en su conten¡do) del "cristiano anónimo". La cual no pretende significar:
"igual que yo aunque él no quiera", sino que pretende decir: "más valioso que yo porque tiene menos armas".
No es cooptadora del de fuera sino interpeladora para el de dentro. Pero lo único universal, para un creyente, es
lo crístico, no lo cristiano.
18 La llamo pseudoevidenc¡a porque da por sentado lo que habría que demostrar, es decir: qué es exactamente "lo
que hay".
19 Por supuesto, el creyente sabe tamb¡én que, en esta t¡erra, sólo hay parcialidades. Pero la aceptac¡ón de eso es
para él una aceptación obediente y esperanzada. Mientras que la del agnóstico habrá de ser una aceptación
"resignada". Oueda por discutir hasta qué punto, y en teoría al menos, la primera de esas dos aceptaciones pue-
de vacunar me¡or contra la tentación de absolutizar esas parc¡alidades, que es la madre de todos los fundamen-
talismos.

3-95-iil
.

por una razón expresamente creyen- "lógica" que quizás esté compensada
te. Y también añado que dePende de a niveles existenciales? Porque el cre-
qué moral se trate: la moral del mer- yente soporta otra incoherencia de
cado global no necesita teología ésas, de las que sólo Dios puede dec¡r
hunque se ha labrado una). La moral si hacen la fe inconsistente o, por el
de los misioneros del libro citado de
contrario, la vuelven más probada
V. Romero quizá sí que la necesite.
(¡ojalá!). Me refiero naturalmente al
Ante Dios, ésta será una diferencia escándalo del mal.
mínima. Entre nosotros los hombres,
7.1.- Escándalo. No es posible aquí
un creyente no la ve eliminable. Por
entrar en un problema de tal magni-
eso he dicho que me parecía lógica la
tud. Me limito a repetir ahora el resu-
evolución que ha seguido a f ierno (y a
men que hice en otro lugar del libro de
la generación de los Horkheimer, J.A. Estrada2': ni el escándalo del mal
Camus, Benjamin, Bloch...): su tesis de
logra apagar los indicios que brotan
apoyo a la utopía de la finitud carece
de la vida y del seguimiento de Jesús
de fundamento desde el momento en
de Nazaret (en algún sentido incluso
que desaparece la pregunta por aque-
los aviva: porque el mal no sólo clama
llo que sería el Fundamento de todas por una solución "teórica", explicati-
las utopías.
va, sino, sobre todo, por una solución
"real": por una superación). Ni, por
7. Fundamento con escándalo
otro lado, los indicios creyentes que
Éstas serían para mí las diferencias parecen brotar de la vida y la promesa
entre el agnóstico abierto y el creyen- de Jesús logran borrar el escándalo
te, por encima de la coincidencia fon- del mal.
tal que intenté mostrar en el apartado Si Jesús no hubiera muefto dicien-
5. Ahora quisiera mostrar porqué, do "Dios mío ¿por qué me has aban-
para mí, cristiano, esa "tazón", por la donado?", yo no sé si podría creer hoy
que me siento profundamente empa- en Dios.
pado y convencido, no puede preten- Pero nada de eso quita su fuerza al
der convertirse en una imposición, y escándalo. Y quizás hay que añadir
menos aún en una "victoria". que ese escándalo es mucho maYor
O con otras palabras: ¿por qué he para la tradición judeocristiana. No
hablado sólo de una incoherencia estoy seguro (ni quizá suficientemente

20 Alabúsquedadel sentido,Salamancal9T6,p. l06.Horkheimerpareceintuiral final desuvidalalógicadel pro-


ceso que antes e.¡empl¡fiqué en l'lerno Galván por más cercano a nosotros: sin una Utopía en el ser, no t¡ene sen-
tido pretender utopías en la acción humana. Pero no es un proceso exclusivo de Tierno. Se ha dado respecto de
otros muchos increyentes de los años sesenta cuyos sucesores han ido por otro cam¡no: ¿quién creerá hoy en el
"spero, ergo ero" ("espero luego seré") de Bloch, y en su optimismo de que el hombre acabará llevando todo a
buen término?...
21 La imposible teodicea, Madrid 1997.

ffi¡l-so
ffi,'

informado) pero me parece que el mal tiana (el Dios del deísmo, de los grie-
se convierte en "escándalo casi inso- gos o de determinadas filosofías
poftable" sólo en esta tradición. Otras orientales). Pero un cristiano no. Y
tradiciones religiosas (vg. las de Orien- ello, no porque no haya mucho que
te) o increyentes, no se escandalizan conceder sobre nuestra inconsciente
tanto de é1. Y yo creo que con razón. soberbia occidental y nuestra fatua
Esa razón puedo expresarla con un pretensión de ser más. Sino porque,
recuerdo personal: cuando la tragedia para un cristiano, aquéllos que murie-
de Biescas", Luis Racionero publicó en ron en Biescas no eran meros átomos
El Mundo una columna, en la que des- ínfimos ni meras partículas insignifi-
de una óptica que cabría llamar cantes, sino también sujetos de un
"oriental" o, al menos, claramente crí- valor absoluto. Porque no eran seres
tica con Occidente, defendía a Dios absolutamente carentes de importan-
ante las acusaciones que en aquellos cia, sino imágenes de Dios e hijos de
días parecían dirigirse contra É1. Dios. Porque, a pesar de Su distancia
Siento no tener a mano el texto, infinita, por ellos "Dios no escatimó a
pero creo recordarlo suficientemente su propio Hijo" (Rom 8, 32) según lee-
bien si resumo su argumentación así: mos en los textos fundacionales cris-
pedirle cuentas a Dios es un preten- tianos.
cioso orgullo humano. Dios está tan Y no me parece que eso sea "antro-
por encima de esas cosas que si el pocentrismo" sino más bien "frater-
hombre fuera consciente nocentrismo". Sería lo
de su sitio, habría com- si Jesús n.o hubiera primero si la pregunta
prendido que ta distan- il;:*7*';";i";, se refiriera sólo a mi
cia entre él y Dios es me has abandonado¿ dolor (que curiosamen-
mayor que Ia distancia yo no.sé si pq{ría te es cuando la pregun-
creer hoy en Dios
entre una hormiga y el ta se nos hace mas inso-
hombre... Eso es lo que portable); no lo es, sino
ha olvidado la soberbia del hombre que es lo segundo, cuando la pregun-
occidental. Algo así. ta se refiere al dolor "de los demás".
Debo añadir, por si no la he resu- 7.2.- Olvidos. Sin entrar más en
mido bien, que la argumentación de este tema, añadiré un punto que me
Racionero resultaba bastante contun- parece más olvidado en las discusio-
dente. Sin embargo, recuerdo que su nes actuales. Hace años me atreví a
artículo, queriendo defender a Dios, escribir que, despachada facilonamen-
me dolió. Ouizá pueda hablar así una te la existencia de Satán, acabaría
persona de religiosidad no judeocris- haciéndose más insoportable la pre-

22 Delacual noquieroexcluirahoralasresponsabilidadeshumanas,deciertofalso"progresismo"tecnoeconómi-
co pero que, en este momento, serían sólo un retraso de la pregunta más que una respuesta.

3-97 .,iffi
1il i;i*:+i* t**3 i**¡***ti*i*t'r:;-:

gunta por el mal. Y ello no Porque Yo sospechó cuando accedía "progresis-


crea en la existencia de Satán (cosa tamente" a la Presidencia USA, que
que no sé) ni menos aún porque p¡en- acabaría practicando el terrorismo de
se que Satán es "una exPlicación" en imperio y bombardeando un Pueblo
el sentido de una respuesta: retrasar sólo para apagar sus problemas per-
las preguntas no equivale a solucionar. sonales.
No por esas razones Pues. Pero sí Y si el mal tiene algo de trascen-
porque la afirmación de Satán23 situa- dente, toda explicación ha de fallar por
ba el mal en una esfera hoY demasia- tuerza. Por eso hay una frase bíblica
do olvidada y ya presente en el Nuevo que me ha impactado siemPre, Y es
Testamento: la del "mysterium iniqui- aquella en que el autor del Génesis
(2
tatis" Tes 2,71. Esta escribe que Dios "se arre-
expresión me parece Pro- El mundo que, pintió de haber creado al
fundísima, y más si se tie- a nosotros, nos hombre" (6,6). Eso lo
ne en cuenta lo que Para cuestiona a Dios escribe el mismo autor
no es el que El
el Nuevo Testamento sig- hizo sino algo que que, sólo cinco caPítulos
nifica la palabra misterio: Él m¡smo abomina antes había escrito que
toda la acción bondadosa Dios vio cuanto había
de Dios sobre el mundo. hecho y era "muy bueno". Es decir: el
Pues bien, paralelamente a eso mundo que, a nosotros, nos cuestiona
"hay como un misterio de que el mal a Dios, no es el que Él rrizo sino algo
es mayor que la culPa humana, Posee que Dios abomina.
un 'plus' extrínseco al hombre." El Esto no resuelve el escándalo Y
hombre está sometido a unas fuerzas suscita nuevas preguntas. Pero son
de mal que son superiores a él Y que elementos que pueden situarlo y que
tan sólo son inferiores a Dios"2n. Ese el cristianismo ha considerado decisi-
carácter quasi-trascendente se refleia vos la veces explicándolos deficiente-
en la impresionante dinámica acumu- mente), a la hora de encarar el escán-
lativa que posee el mal, que nos nega- dalo del mal. Lo que Pasa es que es
mos a reconocerle, y que hace que el muy duro de tragar Para nuestra
mal siempre dé "más-de-sí" (Para Modernidad. Porque deltexto sobre el
decirlo parodiando una clásica expre- juicio final de Mateo 25 l"a Mí me lo
sión de Zubiri). Es algo que encontra- hicisteis") estamos hoy dispuestos a
mos activo en casi todas las tragedias aceptar con cierta simpatía su formu-
de la historia, desde Hitler a los Gran- lación positiva (cuando disteis de
des Lagos y a W. Clinton, quien nunca comer o de beber etc.). Pero el hombre

23 Como, en otro sentido, la del "pecado" original o degradac¡ón or¡g¡nal'


24 Así escribí hace muchos años en "Jesús y los demonios. lntroducción cristológica a
la lucha por la.¡ustic¡a". En la obra en colaborac¡ón, Fe Y iusticia, Salamanca 1981,
pp.70-71.

G.3-ga
G:i.

moderno se niega radicalmente a tus pequeñas afirmaciones (¡dinámi-


aceptar su formulación negativa, que cas!, decíamos antes) de sentido y de
también forma parte del evangelio: bondad, porque no eres capaz de
cuando practicabais la tortura o el sacar la consecuencia última del
terrorismo, cuando emprendíais gue- escándalo de un mal sin solución: que
rras injustas, cuando implantabais no hay ni razones para buscar una
total¡tar¡smos en nombre de la "segu- salida, ni otra salida que la resigna-
ridad nacional", cuando fabricabais ción". llerno Galván me parece aquí
armas, cuando sembrasteis de minas lúcido porque, aun confesándose no
el planeta, cuando sometíais niños a creyente, con quien de veras se irrita
esclavitud económica o sexual, cuan- no es con los cristianos sino con
do mandabais multitudes al Paro o Nietzsche, porque la suya le parece
pagabais salarios legales de hambre, una pretensión de "algo más bastan-
cuando agredíais a poblaciones indí- te". La formulación de llerno parece
genas para esquilmar sus tierras expresamente retorcida para marcar
(siempre "en nombre del Progreso", lo disparatado del proyecto de Nietzs-
por supuestol..." d Mí me lo hicisteis". che. La pregunta que parece plantear
Esto no hay hoy quien lo acePte así, la posteridad es si el anhelo del viejo
por más que sea el abc del cristianis- profesor de una "utopía de la finitud"
mo. no es también una pretensión de
Y sin embargo, retomando lo que "algo más bastante".
acabo de decir sobre el Génesis, pue- La filosofía (o una parte de ella) se
de trazarse el siguiente paralelo: el ha planteado por eso la pregunta por
mismo hombre que en el s. XVlll veía la necesaria "recuperación de las vícti'
el mundo que iba a crear y le parecía mas", como una condición de posibili-
"muy bueno", es el que, en el s. XX. dad de todo pensamiento que no se
comenzó (con la llamada Dialéctica de decapite a sí mismo. Permítaseme
la llustraciónl, a arrepentirse de haber añadir que los hechos cristianos
creado ese mundo. Es un paralelismo entroncan precisamente con ese
en el que pienso con frecuencia. "anhelo imposible de que el verdugo
no acabe triunfando sobre la víctima"
8. Una consecuencia olvidada (M. Horkheimer). Y W. Benjamín lo for-
A pesar de esos atenuantes, el muló muy bien con aquello de que la
esperanza sólo nos ha sido dada Por
escándalo es tan grave que, si no tiene
solución, deja sin respuesta todas las los desesperados. Es curioso cómo
demás pretensiones humanas. Y don- esos agnósticos abiertos entendieron
de el no creyente objeta al creyente: esto mejor que muchos creyentes. Es
"tú crees porque si no, no podrías otra de las razones de mi elogio.
soportar el escándalo", éste Puede No puedo pues, en este punto, sino
objetar al no creyente: "tú mantienes citar lo que escribí en otra ocasión:

3-99'r:
il Cl+g¡i+ d*i eg**sticis*e:

"Cuando, como creYente, te puedes incluir a todos los creYen-


metes un poco en este infierno de tes) que los pobres de la tierra nos
los miserables, te abres sólo un quitan el derecho a cualquier pleni-
poquito a su interpelación, y llegas tud; y si Yo me atrevo a esqerar otra
a sentir un cariño que no es comPa- vida para mí, es porque creo que la
sión sino incondicionalidad Por hay para los pobres. Ellos me la
ellos (y sobre todo si esto ocurre darán y por ellos me la dará Dios"'u.
con el tiempo suficiente para que se Y aclaro que esta renuncia a la Ple-
quemen todos esos estúPidos Pro-
nitud para mí, por razones de estr¡cta
tagonismos con que a veces acudi'
mos ahí), entonces se te vuelve evi-
justicia hacia las víctimas, no contradi-
dente que, o hay un Dios que sea ce lo que antes af¡rmé sobre el carác-
"su Vindicador", como gusta decir ter "dinámico" de todas las parcialida-
ta Biblia, y otra vida que les devuel- des humanas (de sentido, de justicia,
va la razón que nosotros les hemos
quitado, o ya no haY ninguna Posi-
de realización ...), como señal de la
ble seguridad, ninguna, Por más existencia de una Plenitud. Por reto-
que quien predique esa seguridad mar un ejemplo mil veces Puesto: que
sea el mismo papa". existan el hambre o la sed, no sign¡fi-
"Esto se ha convertido en la Pri' ca que se vaya a comer y a beber, pero
mera de mis seguridades, base sí que el comer y el beber no son una
necesaria para todas las demás, Y pretensión absurda y carente de senti-
condicionamiento Último de todas
las demás convicciones Posibles, do.
las cuales deian de ser tales en la
medida en que se alejen de ésta".
9. Volviendo al PrinciPio
"Auizás me digas que éste es el
argumento proyectivo que me has
Y ahora que he intentado marcar
refutado siempre: nuestra vida es y
los puntos de coincidencia de discre-
mortal, nuestros amores imPertec' pancia, es hora de volver a lo que hace
tos, nuestros saberes, sent¡dos Y de hilo conductor de esta reflexión,
prog resos i ncom pletos, n uestra i us- que t¡ene un doble eje: el del elogio, y
ticia manca... y postulamos una Ple'
el de la invitación al agnóstico.
nitud porque no la tenemos. Parece
lo mismo, pero algo cambia: aquí 9.1.- Elogio. La existencia de tantas
yo no postulo nada Para mí. No es víctimas y de tanto mal, en un mundo
mi vida, ni mi amor, ni mi saber lo marcado también por tanta belleza
que está en iuego. Los Pobres de la
sobrecogedora Y tantas Promesas
tierra me han enseñado que Dios
sería absolutamente iusto si hubiera evanescentes, hace comprens¡ble un
otra vida sólo para ellos Pero no agnosticismo que "ama de todo cora-
para mí. Yo he de aceptar (y en mí zon" la hipótesis de la reivindicación

Carta a un am¡go agnóst¡co. Cuadernos "Cristianismo y Justicia" 39, p 22. Sobre el


tema de los pobres "como intercesores" para la salvación de los demás, tan central
en la primit¡va tradición cristiana, véanse algunos de los textos recogidos en vicarios
de Cristo. Los pobres en ta teología y la espir¡tual¡dad cr¡stianas, Madrid 1991'

re,+1oo
Jo*é l. **::¿*rl*¿ Fere* re

de las víctimas (que es en definitiva la esperar" que exige el lenguaje en este


única manera de reivindicar la belle- terreno, y que las prisas nos impiden
za). Más aún: que lucha desde sus poner a veces.
mínimas e impotentes posibilidades O, formulando con una hipótesis más
por hacer real algo de esa reivindica- narrativa e irónica: ¿y si la historia
ción pero, precisamente por la herida (por lo que hace al escándalo del
que le producen las víctimas, no se mal) terminara más o menos como el
atreve a afirmar y se mantiene conte- libro de Job? ¿Y si Dios, alfinal, diie-
nido. ra por ej. a Saramago: "has hablado
La contención por respeto a las víc- bien de mí" (aunque también le
timas, es algo muy distinto de la cerra- reprendiera un poco por haber habla-
zón, y aquí se diferencian bien los dos do de cosas que no podía saber),
mientras que a todos los detractores
tipos de agnosticismo de que hablaba
eclesiásticos de Saramago (los que le
antes: porque el mismo respeto a las
llamaron comunista recalcitrante y
víctimas que mantiene "contenida" a
negaron por ello la valía de su pre-
la esperanza, la obliga a mantenerse mio Nóbel), les dijera como a Elifaz y
" abierla" . Más aún, y esto es parte de
a Elihud y demás: "estoy indignado
mi elogio: la contención puede ser porque habéis hablado muy mal de
más fina que la afirmación la cual, Mí. M¡ siervo Saramago hará oración
cuando es total, como creo que lo es por vosotros para que no se os impu-
en mi caso, obliga a preguntarse si no te vuestra culpa?""...
lo será porque me he despreocupado Naturalmente no sabemos si la histo-
de las víctimas. ria acabará así. Pero sí podemos
Ello es quizá lo que me obliga a decir que esa hipótesis es totalmente
comentar así las siguientes palabras coherente con el Dios que se reveló
en Jesucristo.
de un amigo: "en el cristianismo hay
muchas moradas. Es de esperar que Entiendo pues que quien ha pala-
no falte un modesto cuar- deado algo del Dios de
to trastero para los que ¿Y si la historia (en Jesús, no puede pensar
nunca logramos sacudir- cuanto al escándalo de otro modo.
del mall terminara
nos la duda"'6. Un cristia- más o menos como
no sólo puede decir eso a e! libro de Job? 9.2.- lnvitación. Tras este
quien habla así: querido elogio, entiendo también
Manolo, más que un cuarto trastero, que se me podría preguntar si, con
quizá será la primera "su¡te". Con este modo de plantear, no estoy tole-
todos los quizás, y todos los "es de rando el descompromiso del agnósti-

Zo u. fRat¡Ó, A vueltas con la relig¡ón, Estella 1998, p. 383.


27 cf . Job 42,7.8

3-101.:,.
'ffi

co respecto a la cuestión de Dios. Es cosas, más que porque le llevan allí


una pregunta a la que yo sólo puedo indicios muy razonables (de ahí la
responder que quizá sí, pero no nece- conveniencia de que la fe sea probada
sariamente. Y dejar que luego sea y no fácil, para acrisolar motivacio-
cada cual quien se responda a esa nes).
cuestión. El que no pueda creer habrá de
Con todo, quisiera declarar primero contar siempre con la pregunta de si
que no es una pregunta ociosa. Cuan- no se habrá perdido la vida más plena,
do se trata de una cuestión vital no o la aventura amorosa más promete-
siempre es más sensato ni más audaz dora que podía imaginar, por miedo a
quedarse instalado en el "empate". "hacer el ridículo" declarándose... Es
lmaginemos a alguien profunda y una pregunta que ya la lanzó hace
verdaderamente enamorado de una siglos el viejo Platón, a propósito del
mujer. lmaginemos que se limita a más-allá: "vale la pena correr el riesgo
decir: "por un lado hay claros indi- de creer que es así. Porque es un ríes-
cios de que ella me quiere; por otro go hermoso"".
lado esos indicios podrían ser leídos
de otro modo, y también hay indicios 10. 'Si Dios (no) existiera"
en contra". lmaginemos que, desde
ese empate racional, el amante no Para terminar, creo que tenemos
busca nunca declarar su amor para
ahora trazado el marco más adecuado
ver si sería posible "convivirlo"...
para discutir una frase que, en más de
¿Sería esta actitud la más grande
humanamenteVt. ¿No resulta razona- una ocasión, ha podido separar a cris-
ble y humano aceptar una prudente tianos y agnósticos. Me refiero al cele-
esperanza? Y he aquí que el agnósti- bre "argumento" de Dostoievsky: "si
co que ama, se convertiría entonces Dios no existe todo esta permitido",
en el agnóstico esperanzado. que hace poco volvió a acariciar el
Seguramente no es posible decir agnóstico L. Kolakowski, utilizándolo
más. Lo que siga pertenecerá a la bio- como título de un libro suyo y susci-
grafía irrepetible de cada uno. El cre- tando las inevitables susceptibilidades.
yente habrá de contar siempre con la 10.1.- Traté un poquito más el tema
pregunta de sí no será que él cree por- en otro lugar30. Ahora sólo quisiera
que le gustaría que fuesen así las añadir que, en mi opinión, pocas afir-

28 El ejemplo, aunque otra vez pálido, me resulta válido porque en todo gran amor, por
auténtico que sea, hay siempre mil formulaciones inexactas, sólo aproximadas o ideali-
zantes. Pero a través de ellas. lo que se v¡ve en un gran amor verdadero, es auténtico.
29 Fedón 114,d. "Kalós gar o kíndynos": es uno de esos textos griegos afortunados, que
conocen hasta los analfabetos en Platón como yo.
30 "Sabiduría la¡ca y paradoia cristiana". En la obra en colaboración De la fe a la utopía
socral Santander 1996, sobre todo pp.21-38.

ffi!,t-toz
Jes¿i; i. ü+n3-e§*r i:*¿;+ G.,'

maciones necesitan tanto como ésta existiera no habría verdadera belleza".


de aquella metodología escolástica de Pero sabe muy bien que la belleza está
los "distingos". Y que éstos Pueden ahí accesible y perceptible a todos,
ayudar a evitar heridas innecesarias. creyentes o no creyentes, como lo está
Para comenzar, si no estoy mal infor- también la ética3'. Por tanto, la frase
mado, Kolakowski como Ya he dicho significa sólo que, a la experiencia de
no es creyente. Ouizá pues su ¡ntento, Dios le es intrínseca esa conexión
más que un canto a cierta heterono- entre lo que es absolutamente absolu-
mía trasnochada es un canto a la per- to y lo cabría llamar "relativamente
plejidad. Más aún: Dostoievski no absoluto". Pero sólo la experiencia de
pone su frase en labios del creyente la conexión, no la de la realidad de eso
Alioscha, sino en labios del ateo lván. relativamente absoluto3'?. :

Y esto me Parece fundamental. lván Puede que ahí se sitúe el punto últi-
Karamazov está tan convencido de mo de la discusión entre la fe en Dios
que no todo está permitido que, preci- y un cierto agnostic¡smo' El creyente
samente por eso, rechaza a Dios ante tenderá siempre a decir: si Dios no
el sufrimiento de los inocentes: en el existiera no habría nada' El no creyen-
fondo estaría queriendo decir que ¡ni te parte de que, de hecho, "haY algo
siquiera a Dios le está todo permitidol en lugar de nada". Pero no Por eso
La frase, por tanto, no quiere decir que afirma a Dios, ni acoge la conexión
el que no cree en Dios no Pueda ser de que establece el creyente, aunque sí
hecho profundamente ético (y quizás puede comprenderla. Y la Prueba de
más que el creyente, como he intenta- que puede comprenderla, es que la
do decir en este escrito). frase de Dostoyevski no
Ésta sería una óPtica El no creyente siemPre se diferencia mucho de
se preguntará, como las del célebre loco de
válida para el no creyen- hizo Platón, si vale la
te. Pero ahora intente- pena correr el riesgo
Nietzsche (quien seguía
mos situarnos en la de creer, puesto que siendo ateo): expresio-
óptica del creYente. Y nes como "vaciar el
es un riesgo hermoso
traslademos la afirma- mar" , "borrar el hori-
ción a otro campo menos polémico zonte", "desprender a la tierra de la
que
que el de la ética: la belleza, a la cadena de su sol" o no saber si "hay
también he aludido en este escrito. todavía un arriba y un abajo""' vienen
Quien crea en Dios no podrá menos a decir lo mismo que Kolakowski' Esto
de decir con seguridad: "si Dios no es lo que hace que la increencia no

31 Aunque ésta quizás menos por lo que saramago llamaría "la ceguera de los que ven".
sólo
32 Me permito tomar de Zubiri la expresión "relat¡vamente absoluto" aunque él Ia dice
de ia persona humana. pero resulta más clara que aquello otro de Tomás de Aquino:
"nih¡l est adeo contingens qui in se al¡quid necesarlum habeat" (1, q' 86,3' c)'

3-103' lffi
!,

pueda dejar de ser "otro tipo de fe" timas de esta historia. Ambas cosas
distinta de la fe en Dios, y tan necesi- (porque además, una puede ser garan-
tada de purificación como todas las tía de la mejor calidad de la otra). Aquí
fest'. está ese significado "del hecho trans-
10.2.- Es ante la constatación de formador de que Dios existe", del que
esta necesidad de purificación cuando hemos hablado al comienzo. Y, si esto
el creyente (que tiene que agradecer a es así, es posible que ese amor "de
muchos increyentes tantas purificacio- todo corazón" (que hace de hilo con-
nes de su fe), puede atreverse ahora a ductor de este escrito), se convierta en
invertir la pregunta: ¿y si Dios existie- una de esas historias de amor silen-
ra? Sobre todo ante ese agnóstico ciosamente "vivido", que a lo mejor
abierto cuyo perfil ha intentado esbo- acaban por explotar algún día dando
zar este escrito. materia incluso para el duo sublime de
En este contexto, el creyente podrá alguna ópera...
reasumir el sabio consejo de Pascal a Una rápida palabra sobre cada una
los que dicen que les gustaría poder de estas dos tareas, para terminar.
creer en Dios: ¿qué ha- a) Bajar a la profundidad
rías si creyeras que Dios Las tareas del interior de cada cual y de
existe? Pues eso hazlo creyente en nuestro todas las cosas. Habría
mundo se pueden que pedir a todo ser
ya ahora. Con tal que concretar en !a
esa respuesta no signifi- oración y la lucha humano que, paciente-
que meramente prácti- por la justicia, mente, gratuitamente, sin
cas externas o rituales comprometido esperar nada a cambio,
con las víctimas
como "ve a Misa, etc". de la historia dedique al menos un
Mejor se concreta la res- cuarto de hora cada día a
puesta de Pascal en las contemplar y admirar
que Bonhoeffer señalaba como tareas todas esas chispas fugaces e incone-
del creyente en nuestro mundo: la ora- xas, cuya misma desconexión y fuga-
ción y la Iucha por la justicia',. cidad hace que nos puedan pasar
Y esto, formulado de modo más desapercibidas. Oue luego de pala-
precisivamente teísta significaría por dearlas y dejarse poseer ante ellas por
ejemplo: baja a la profundidad interior el asombro y no por la avidez, se pre-
de tu ser, y comprométete con las víc- gunte si no le hablarán de algo, si no

La preciosa incoherencia de Nietzsche, que después de haber atacado a la compasión, en su ¡ntento por recons-
truir unos valores sin Dios, acaba volviéndose loco de un ataque de compasión... ¡hacia un animal herido!..., o la
incoherencia tantas veces c¡tada de Freud cuando (después de haberse cargado el mandamiento cristiano del
amor), reconoce que sin saber porqué nunca habÍa dejado de acoger a los m¡l pesados que acudían a su consul-
torio..., son dos e.jemplos de cómo los valores ét¡cos están en las cosas, aun para aquéllos que niegan su razón
teórica.
Resistencia y sumisión, Salamanca 1977 , p. 210.

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serán una señal, y de qué. lncluso, si tuyo, en el sentido más fuerte del tér-
alguna vez le viene sugerido, que dé mino. En él te saldría al encuentro
entrada en esa contemplación a la Dios. Pues bien, y aquí viene el conse-
hipótesis Dios, como factor unificador jo de Pascal: trátalo como si eso fuera
de ese "puzzle" inconexo que es la verdad. lntenta tratar así a todos los
realidad y que somos cada uno de hombres, aunque te parezca imposi-
nosotros. Nada más. Pero nada ble...
menos. Sin esperar milagros, pero Quisiera aclarar que ambas prácti-
sabiendo que alguna vez se han pro- cas no son fáciles: bajar hasta el fondo
ducido. Y que hay casos como el de la de la profundidad humana puede com-
"estrictamente atea" Madeleine portar de entrada cierta sensación de
Debrel (1904-64) que parecen estar ahí miedo o de amenaza, porque lo prime-
para testificarlo: "desde la primera vez ro que se percibe en esos niveles es
recé de rodillas, por miedo todavía al una desproporción enorme, entre lo
idealismo. Lo hice aquel día y muchos que allí se atisba de absoluto y la
otros días y sin reloj. Luego, con la lec- inmensa pequeñez propia. Aunque
tura y la reflexión encontré a Dios, luego esa desproporción pueda resol-
pero mediante la oración pensé que verse en otro at¡sbo de comunión y de
era Dios quien me encontraba, y que paz. Y tomar en serio el devolver su
es la verdad viviente, y que se le pue- propia dignidad a las víctimas de la
de amar como se ama a una perso- injusticia, acabará por no traer más
na "tu, que inquietudes, conflictividades, sos-
Pero nadie piense que estamos pechas de los bienestantes y hasta una
ante una regla general. No las hay cierta victimización propia. Aunque
cuando hablamos de Dios. Estamos luego resulte que tampoco es eso
sólo ante un "signo". Porque ya he todo'
dicho que a Dios se le puede amar aun
r. .,e *
sin haberlo encontrado y sin saberlo.
b) La lucha por la justicia. Por muy En conclusión:
clamorosas que puedan ser las razo-
nes ét¡cas para esa lucha, no hablo ¿Oué pasa si Dios se ha revelado
ahora de esas razones, sino de la ver- diciendo: "Misericordia quiero y no
tiente teologalde la lucha por la justi- religión"? ¿Ouién queda más cerca de
cia. Es decir: si Dios existiese, el ese Dios así revelado? Personalmente
"olro" con el que te encuentras sería nadie de nosotros puede responder.
lmagen Suya, hijo Suyo y hermano Pero teór¡camente hay que decir que

Ver la cita en Sal Terrae, oct. 1998, p.749. También Ch. de Foucauld, antes de
su conversión, se pasó tiempo yendo a una iglesia y mus¡tando: "Dios mío, si
existes, haz que te conozca".

3-105:1'.W
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queda más cerca de Dios la misericor- actuar en consecuencia. Y que en la


dia. Ella es la que hace que el Dios afirmación de ese Fundamento conflu-
siempre más lejano sea también un yen, como en unos ejes de coordena-
Dios siempre más cercano: cercano das, estos cuatro puntos: una razón
para el que recibe la misericordia y que siempre busca rnás fundamenta-
cercano en aquél que necesita de ella. ción, junto a unos hechos (los de Jesús
Por eso no encuentro mejor mane- con todo lo que incluyen) que tienen
ra de acabar que repetir lo que ya he carácter de invitación global. Y -en el
dicho en otras varias ocasiones: cuan- otro eje de coordenadas- unos signos
do un cristiano escucha la estrofa de (que antaño se ponían mucho más en
Atahualpa Yupanki ("hay cosas en los milagros y sucesos extraordinarios,
este mundo - más importantes que y hoy se descubren más en los testi-
Dios - que un hombre no escupa san- monios de experiencias místicas o
gre - 'pa' que otros vivan mejor"), es experiencias espirituales) los cuales,
su misma fe la que le obliga a pensar pese a su carácter particular, parecen
que algo de eso es lo que le dice Dios tener una fuerza convincente impre-
al hombre al revelársele. sionante cuando se producen. Y el sig-
Sólo luego de eso, podrá y deberá no que es la comunidad de creyentes
testimoniar el creyente que, para é1, que, pese a las horas tan bajas de la
Dios es la mejor Garantía y el mejor institución eclesial, mantiene niveles
Fundamento para poder pensar así y de testimonio dignos de atención.

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