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Sobre los Inicios de la

Profesionalización de la Fı́sica en
México
Sobre los Inicios de la
Profesionalización de la Fı́sica en
México

Dr. Francisco Ramos Gómez


Dr. Alejandro Morales Mori
Editores
Diseño de portada
José Refugio Dorantes Velázquez

Formación electrónica
Efraı́n Roberto Garrido Román

ISBN-4125
Impreso en México
Sociedad Mexicana de Fı́sica, A.C., 2◦ piso, Departamento de
Fı́sica, Facultad de Ciencias, Ciudad universitaria, 04510, Ciu-
dad de México. Apartado Postal: 70-348, Delegación Coyoacán,
04510 Ciudad de México. Tel: (+52 55) 5622 4946.
E-mail: smf@ciencias.unam.mx, Página Web: http://www.smf.mx
Primera Edición 2016
Índice general
1. Prólogo 9

2. De la Bohemia al Protagonismo 11

3. Los Artı́fices de la Fı́sica en México 25

4. Notas Sobre la Fı́sica Temprana en México 31

5. El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 43


5.1. La profesión de fı́sica experimental . . . . . . . . . . . . . . . 43
5.2. Las primeras etapas de investigación en fı́sica experimental en
México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
5.3. La diversificación, producto de experiencia y madurez . . . . . 51

6. Simplemente un Estudiante 57

7. Los Departamentos de Fı́sica e Ingenierı́a Fı́sica en la Uni-


versidad de Guanajuato. Historia y Desarrollo 63

8. Fı́sica Después del Amanecer 75


8.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
8.2. El amanecer de la fı́sica en san Luis Potosı́ . . . . . . . . . . . 76
8.3. La transición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
8.4. Fı́sica en la UASLP después del amanecer . . . . . . . . . . . 82
8.5. A manera de conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

9. El Proceso de Descentralización de la Fı́sica Mexicana 87


9.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
9.2. Planta académica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
9.3. Producción y repercusión cientı́ficas . . . . . . . . . . . . . . . 90
9.4. Sistema nacional de investigadores (SNI) . . . . . . . . . . . . 91
9.5. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

10.Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta


a la UAM 95
10.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
10.2. Genealogı́a de los fı́sicos de la UAM . . . . . . . . . . . . . . . 98

7
8 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

10.3. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

11.La Carrera de Fı́sica en la Facultad de Ciencias de la UNAM


Hoy 117

12.Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 121


12.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
12.2. Los primeros años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
12.3. Polı́ticas y proyectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
12.4. Edificios e instalaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
12.5. Los lugares de trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
12.6. Las publicaciones, los trabajos cientı́ficos . . . . . . . . . . . . 129
12.7. Las citas a las publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

13.Medio Siglo de la Fı́sica Mexicana 137


13.1. Hace cincuenta años. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
13.2. Planeación global de la investigación . . . . . . . . . . . . . . 138
13.3. Descentralización de la investigación . . . . . . . . . . . . . . 140
13.4. Acciones globales del Gobierno Federal . . . . . . . . . . . . . 141
13.5. Ciencia excelente pero pequeña . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
Prólogo

Aunque los tratados de la historia de la ciencia en México dan testimonio de


esporádicos trabajos de cientı́ficos mexicanos, a lo largo de la época colonial
hasta la primera mitad del siglo XX, también dejan claro que, en México, la
ciencia -y en particular la fı́sica- nunca tuvo un firme arraigo ni formó parte
central de la cultura mexicana.
Cabrı́a esperar que la ciencia mexicana habrı́a sentado las bases de su
desarrollo durante el siglo XIX, por los esfuerzos del positivista Gabino Ba-
rreda en medio de la influencia de la cultura francesa durante el porfiriato.
Pero no fue ası́. Buena parte de lo construido por Barreda fue derribado por
la mayorı́a de los intelectuales mexicanos que declararon su repudio al posi-
tivismo. Tuvo que llegar la segunda mitad del siglo XX, para que el impacto
de la ciencia en prácticamente todos los órdenes de la vida humana fuera tan
evidente, que ninguna sociedad podı́a ignorarla so pena de quedar marginada
de la civilización.
En México, son contados los que participaron en la fundación de la fı́si-
ca como una actividad profesional. Nombres como Sotero Prieto, Sandoval
Vallarta, Graef, Oyarzábal, Alba Andrade, Moshinsky, entre otros, vienen a
la mente; su influencia fue decisiva para sentar las bases que permitieron a
la siguiente generación de fı́sicos continuar y expandir el desarrollo de esta
ciencia hasta llegar al momento actual.
Un miembro destacado de esa segunda generación es Jorge Flores Valdés.
En ocasión del 75 aniversario de su natalicio, en marzo pasado se organizó
en su honor el simposio “Historia del surgimiento de la fı́sica profesional en
México”. En este simposio, realizado en la Facultad de Ciencias de la UNAM,
destacados fı́sicos mexicanos -varios de ellos discı́pulos de los fundadores-,
compartieron su visión sobre la primera etapa de su vida profesional.
En cada narración los participantes revelan vivencias y puntos de vista,
y destacan lo que a su juicio es destacable. Además del interés histórico, los
relatos ofrecen la posibilidad de compartir con los autores, la emoción de
conocer de primera mano las circunstancias que dieron lugar a la fı́sica como
la profesión que hoy conocemos.
Con el fin de dejar registro de estos valiosos testimonios, el presente libro
incluye las charlas ofrecidas durante el simposio.

9
10 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Junto con los autores de las ponencias, queremos reconocer al Dr. Jorge
Flores Valdés por una fructı́fera vida como investigador, maestro, divulgador
y fundador de instituciones dedicadas profesionalmente a la fı́sica.
Además del esfuerzo de los autores, los editores deseamos también agra-
decer el apoyo de la Sociedad Mexicana de Fı́sica y de la Dirección Gene-
ral de Apoyo al Personal Académico de la UNAM (Proyecto PAPIIT No.
IG1000515), por el apoyo técnico y financiero que hizo posible la publicación
de este libro.

Dr. Francisco Ramos Gómez


Dr. Alejandro Morales Mori
Editores

Enero del 2017.


De la Bohemia al Protagonismo
Mariano Bauer Ephrussia

Debo empezar con un tropiezo. Terminado el bachillerato y habiendo decidido


que la filosofı́a, la medicina y la abogacı́a no eran mi asunto, me inscribı́ en
la Escuela Nacional de Ingenierı́a –hoy Facultad de Ingenierı́a- de la UNAM.
Esta tenı́a su sede en el extraordinario Palacio de Minerı́a en la calle de
Tacuba, a unos pasos de Bellas Artes.
Asistiendo a clases, me percaté de pequeños grupos de estudiantes que se
asomaban para ver si el salón estaba desocupado; o bien que desaparecı́an
por una pequeña puerta al final de un corredor del segundo piso. Curioso, un
dı́a los seguı́. Esa puerta accedı́a a una escalera de caracol que llevaba a un
pequeño salón de clase en la azotea del edificio. Allı́, un entusiasta profesor
hablaba de cosas extraordinarias como los átomos, los rayos cósmicos, y otras
especies. La materia era Temas Selectos de la Fı́sica Moderna, de la carrera

Figura 1: Vista del frente del Palacio de Minerı́a. Calle de Tacuba, Ciudad
de México.
a
Instituto de Fı́sica, UNAM.

11
12 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 2: Magnı́fica escalera en el Palacio de Minerı́a.

de Fı́sica de la Facultad de Ciencias; y el profesor, el extraordinario Juan de


Oyarzábal. Ası́ me tropecé con la Facultad de Ciencias.
En mi descargo debo decir que el desconocer su existencia era compartido
con muchı́sima gente, inclusive dentro de la Universidad misma. Un año más
tarde, ya inscrito en Ciencias, al acompañar a inscribirse a una compañera
de preparatoria que querı́a estudiar biologı́a, la señorita de la ventanilla negó
categóricamente la existencia de “esa Facultad”. Hubo que regresar otro dı́a.
Las carreras de Fı́sica y Matemáticas de la Facultad, ası́ como los institu-
tos correspondientes, estaban alojados en el Palacio de Minerı́a, huéspedes de
los ingenieros. Los institutos disponı́an cada uno de un gran cuarto que alber-
gaba al Director, al o a los investigadores – no eran muchos-, a la secretaria,
a los libros y al mozo con los artı́culos de limpieza.
¿Laboratorios? Un cuarto más donde se encontraban aparatos del siglo
ya antepasado, que era difı́cil hacer funcionar.
Las clases se impartı́an en algún salón desocupado o en los dos construidos
provisionalmente en la azotea – el ya mencionado y otro que me recuerda la
clase de Mecánica con Graef Fernández. Y si todos estaban ocupados, el
grupo se iba a uno de los cafés en la vecindad: el Café Paris, el Café Tacuba,
Sanborn’s,. . .
Ocasionalmente alguna materia se impartı́a en una casa en la calle de Eze-
quiel Montes, a una cuadra del Monumento a la Revolución, que albergaba
la carrera de Biologı́a.
De la Bohemia al Protagonismo 13

Figura 3: Don Juan de Oyarzábal.

Figura 4: Vista interior del Palacio de Minerı́a. Ubicación del Instituto de


Fı́sica y del Laboratorio de Fı́sica.
14 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

¿Seminarios? Uno solo, los viernes, en el Instituto Nacional de la Investi-


gación Cientı́fica, en un edificio inclinado como la torre de Pisa a consecuencia
de un temblor, en la calle de Puente de Alvarado. Presidı́a el Dr. Manuel San-
doval Vallarta; es un seminario cuya tradición perdura hasta la fecha en el
Instituto de Fı́sica.
Anécdotas de esa época –la época bohemia– hay, aunque ya se están
perdiendo. Recuerdo el examen final de termodinámica de mi generación –
éramos dos – que se llevó a cabo en las casa del profesor, Fernando Prie-
to Calderón - quien fue luego director de la Facultad – cenando con un
buen vino. Conocimos en la sobremesa, después del examen, la epopeya de
Oyarzábal. Capitán de fragata de la marina española republicana, refugiado
polı́tico en México, tuvo que cursar la primaria, secundaria y preparatoria
al mismo tiempo que la carrera de fı́sica, dado que no se le reconocieron
sus estudios en España. Al terminar la primaria, sus compañeros y amigos
le ofrecieron una fiesta en la que todos iban vestidos de niño, aunque los
refrescos si iban aderezados adecuada y copiosamente. ¿Cómo terminó? La
discreción se impone.

Figura 5: Café Tacuba interior (arriba izquierda). Café Parı́s (abajo). San-
born’s Casa de los Azulejos (Derecha).
De la Bohemia al Protagonismo 15

Figura 6: Casa albergue de la carrera de biologı́a.

Cabe añadir el caso del experimento de búsqueda de rayos cósmicos ins-


talado en la azotea de Minerı́a que detectó exitosamente. . . el paso de los
tranvı́as por la calle de Tacuba. Lo cual convenció a Marcos Moshinsky de
dedicarse a la fı́sica teórica, para fortuna de todos nosotros.
La época bohemia termina con el traslado a Ciudad Universitaria. Hay
que señalar que Fı́sica y Matemáticas con los respectivos Institutos, arribaron
a CU en 1953, un año antes de la inauguración oficial, alojados provisional-
mente en el edificio destinado a la Facultad de Filosofı́a y Letras. Fuimos los
primeros ocupantes de CU.
En 1954, con la llegada de todas las otras facultades y escuelas, pasamos
al edificio propio de la Facultad de Ciencias – con los extraordinarios murales
de Chávez Morado - y a la Torre de Ciencias, hoy Posgrado de la Facultad
de Arquitectura y Torre de Humanidades II, respectivamente.
En ese momento ocurrió un “choque cultural” al integrarse también la
carrera de Biologı́a, predominantemente femenina, con las otras, entonces
absolutamente masculinas.
La Ciudad Universitaria formaliza el arranque de la profesionalización
de la fı́sica. En la Torre de Ciencias se suman a Fı́sica y Matemáticas los
institutos de Quı́mica, Astronomı́a, Biologı́a, Geofı́sica y la Coordinación de
16 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 7: Manuel Sandoval Vallarta. Instituto Nacional de la Investigación


Cientı́fica.

Figura 8: Marcos Moshinsky y sus alumnos.


De la Bohemia al Protagonismo 17

Figura 9: Facultad de Ciencias en obra y lugar que ocupó mientras se cons-


truı́a el edificio.

Figura 10: Facultad de Ciencias y murales de Chávez Morado. Torre de Cien-


cias -hoy Posgrado de la Facultad de Arquitectura- y Torre de Humanidades
II.
18 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 11: Alumnas de la carrera de biologı́a (1954).

de la Investigación Cientı́fica. Los institutos cuentan ahora con oficina del


director, antesala de secretarias, cubı́culos de investigadores, biblioteca y
también, algo de continuidad bohemia, como el café del Piso 10, sede de
la fı́sica teórica.
Además de los logros en investigación teórica y experimental que se han
dado a través de los años, destacan también acciones “protagónicas” en el
desarrollo de la ciencia en México. Muchas las llevaron a cabo fı́sicos y ma-
temáticos formados en esa época bohemia, que pasaron a ocupar puestos
directivos en la Facultad y en los Institutos. Destaco también la participa-
ción de Leopoldo Garcı́a-Colı́n en la creación de la Escuela Superior de Fı́sica
y Matemáticas del IPN, en los primeros intentos de llevar la fı́sica a provincia
y en la creación de una escuela de fı́sica estadı́stica en México.
A la Torre de Ciencias se suma, en un pabellón anexo al estacionamiento,
el Laboratorio Van de Graaff con un acelerador de dos MeV. Protagonistas
de esta adquisición fueron sin duda Carlos Graef y Alberto Barajas, conven-
ciendo al entonces Rector Nabor Carrillo.

Se puede entonces hacer fı́sica experimental de frontera, que se comple-


menta con la decisión -muy importante- de Fernando Alba y Marcos Mazari,
de diseñar y construir lo más posible el equipo periférico, en vez de comprar.
Esto sigue siendo una de las fortalezas del Instituto de Fı́sica.
De la Bohemia al Protagonismo 19

Figura 12: Café en el 10◦ piso, Torre de Ciencias 1963. De izquerda a derecha:
Tomás Brody, Juan Manuel Lozano y Pier Mello.

Figura 13: Escuela Superior de Fı́sica y Matemátcas IPN. Leopoldo Garcı́a-


Colı́n.
20 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 14: Inauguración del acelerador Van de Graaff 1954. Entre otros:
Nabor Carrillo, Carlos Graef, Adolfo Ruiz Cortı́nez, Alberto Barajas, Carlos
Lazo, Héctor Cruz-Manjarrez y Fernando Alba.

En el evento que nos reúne hoy –“Historia del surgimiento de la fı́sica


profesional en México”-, no se puede dejar de destacar el protagonismo de
quien festeja 75 años de vida: Jorge Flores. Su huella está en muchos pas-
teles: museo de ciencias UNIVERSUM, Sistema Nacional de Investigadores,
Domingos en la Ciencia, sedes foráneas de la UNAM, Consejo Consultivo de
Ciencias, etc. . .
Dado que estos protagonismos serán sin duda destacados en las distintas
presentaciones de hoy, me referiré aquı́ a uno que puede considerarse colateral,
pero donde yo estuve involucrado.
Como Director del Instituto de Fı́sica, Jorge promovió y patrocinó el
primer congreso internacional sobre cuestiones energéticas llevado a cabo en
México, a raı́z de las crisis petroleras de los setenta. Se trató del International
Scientific Forum on Energy en 1981, organizado conjuntamente por el Center
for Theoretical Studies de la Universidad de Miami, el Colegio de México y el
Instituto de Fı́sica de la UNAM. Fue éste el quinto de una serie que durante
años alternó entre Estados Unidos y diversos paı́ses de Europa, inclusive la
URSS, además de México.
De la Bohemia al Protagonismo 21

Figura 15: Jorge Flores y parte de su obra.


22 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México
De la Bohemia al Protagonismo 23

Inaugurado ceremoniosamente en el Museo de Antropologı́a por el Sub-


secretario de Energı́a y Minas, y dedicado a la memoria de Lázaro Cárdenas,
tuvo también un dejo bohemio. En efecto las sesiones se llevaron a cabo en
un hotel céntrico, donde se tenı́a que terminar puntualmente a cierta hora
en la que el local se convertı́a en discoteca o antro, como se les llama ahora.
La secuela de este evento fue la creación del Programa Universitario de
Energı́a en 1982, impulsado también por Jorge. Me tocó dirigirlo por quince
años, con la anuencia de tres rectores. No voy a relatar aquı́ todas las ac-
tividades y logros del PUE en ese lapso. Puedo señalar, como anécdota, lo
siguiente. A raı́z de la reciente discusión sobre reforma energética en la que
estuvo ausente el PUE, alguien me preguntó si anteriormente el Programa
participaba en los debates nacionales. Tuve que contestar que ¡No! En efecto,
no participaba, ¡Era el PUE quien los convocaba! Están los realizados con-
juntamente con El Colegio Nacional gracias al interés de Marcos Moshinsky
y Leopoldo Garcı́a–Colı́n: en 1982 sobre “Planeación Energética en México:
¿Mito o Realidad?”; en 1989 sobre “Energı́a en México: El Arranque del Siglo
XXI”; y en 1996 sobre “Energı́a, Ambiente y Desarrollo Sustentable (El caso
de México)”. Se suma a estos debates nacionales, el Simposio “México: Los
Relevos Energético-Ambientales –Desarrollo económico con energı́a limpia–”
24 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 16: Jorge Flores, Mariano Bauer y Pier Mello.

llevado a cabo en 1992 para conmemorar el X Aniversario del Programa


Universitario de Energı́a de la UNAM.
Termino aquı́ mi participación. Conozco a Jorge Flores desde hace muchos
años en los que he seguido su trayectoria. Lo felicito por sus setenta y cinco
años, y por sus logros en ese lapso. Le deseo también muchos años más. . . de
protagonismo.
Los Artı́fices de la Fı́sica en Méxi-
co
Pier A. Melloa
La fı́sica como profesión es relativamente reciente en México. Sus “Padres
Fundadores” fueron un puñado de cientı́ficos que a mis colegas de genera-
ción y a mı́ nos produjeron un impacto fundamental en nuestra formación
académica. Pero los estudiantes jóvenes de la generación actual no conocen
a esos pioneros más que por sus nombres, y a veces ni siquiera han oı́do de
ellos.
Al invitarme a dar esta charla, la intención de Jorge Flores fue la de
compartir con los jóvenes de esta generación las experiencias que tuve con
esas personas excepcionales, para que no las vean solamente como nombres
que aparecen en la entrada de algunos salones, auditorios y bibliotecas, sino
como seres humanos reales, como los cientı́ficos que nos dieron clase y con-
tribuyeron a la formación de lo que es el ambiente presente de la fı́sica en
México.
En mi presentación voy a tratar de llevar a mis oyentes a un “tour”
a través de una época pasada, presentando algunos aspectos pedagógicos,
cientı́ficos y humanos de esos pioneros, mediante el relato de una serie de
experiencias personales, a veces de carácter anecdótico. Por limitaciones de
tiempo, no voy a poder referirme a todos los artı́fices de la fı́sica en México
que yo quisiera mencionar: hice una selección que espero sea representativa
del mensaje que quiero llevar a este auditorio.
En los albores de esa historia hubo algunos fı́sicos mexicanos que estu-
diaron en el extranjero y realizaron investigaciones fuera de México.
Por ejemplo, Manuel Sandoval Vallarta realizó investigación en fı́sica
teórica a nivel profesional en el Massachusetts Institute of Technology (MIT),
en Estados Unidos, donde fue uno de los pioneros en el estudio de la radia-
ción cósmica. Don Manuel habı́a estudiado en Europa, donde tuvo contacto
con los fı́sicos de la que Robert Oppenheimer llamó la “época heroica” de
la fı́sica de los años 20 y 30. Fue incluso uno de los primeros profesores que
impartieron un curso de mecánica cuántica en MIT. Recuerdo que don Ma-
nuel presumı́a, y con buena razón, de haberle dado clase (probablemente de
esa materia) nada menos que a “Dick” Feynmann, como decı́a él, refiriéndose
a
Instituto de Fı́sica, UNAM.

25
26 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

al famoso Premio Nobel Richard Feynmann. Al regresar a México, don Ma-


nuel ya no realizó investigación activa en forma sistemática, aunque Marcos
Moshinsky contaba que en los años 40 se habı́an hecho algunas mediciones
relacionadas con rayos cósmicos en las instalaciones del edificio de Minerı́a,
que es donde estaba alojado el Instituto de Fı́sica de la UNAM (IFUNAM)
en esos tiempos.
En esa época, don Manuel tuvo una influencia muy importante en el medio
cientı́fico mexicano, promoviendo el apoyo a la investigación cientı́fica. Uno
de sus comentarios frecuentes era: “Hay que crear una tradición cientı́fica en
México. Si no se hace, la actividad cientı́fica nunca va a tener bases sólidas
y un apoyo sólido”. Esta afirmación es completamente correcta.
Don Manuel fundó el primer seminario de fı́sica en México. Es asombroso
que ese seminario siga vigente hasta la fecha: lleva su nombre para no olvidar
que fue él quien lo inició. En el IFUNAM tenemos un salón con el nombre de
Manuel Sandoval Vallarta, donde se llevó a cabo el seminario desde fines de
1976 y hasta hace poco tiempo. Ahora ha aumentado el número de oyentes,
y el seminario tiene lugar en un salón más grande. Don Manuel presidia ese
evento en la Comisión Nacional de Energı́a Nuclear (después Instituto Nacio-
nal de Investigaciones Nucleares), hasta que, después de su fallecimiento, se
trasladó al IFUNAM. Recuerdo que era muy riguroso en todos los aspectos.
Tenı́a un reloj de bolsillo y hacı́a que el seminario empezara en punto, a las
5:45 pm de los viernes. No era muy flexible en la hora de terminación del
seminario. Recuerdo que en una ocasión le ordenó al ponente, que estaba tar-
dando demasiado: “Señor. . . , ¡tiene usted exactamente cinco minutos para
terminar!”.
Era rigurosı́simo con el sistema de unidades que se usaban, ya que era
miembro del Comité que determina el uso de las unidades a nivel internacio-
nal. ¡Ay de aquél que no usara la nomenclatura correcta! Una vez regañó
al ponente por usar la vieja unidad de energı́a que se llamaba BeV, en vez
de GeV. . .
Otro pionero que también estudió en el extranjero, en MIT, fue Carlos
Graef Fernández. A su regreso a México, mucho influyó para obtener el apoyo
oficial para que el IFUNAM tuviera el primer acelerador nuclear en los años
50: el van de Graaff de 2 MeV. Ese fue, de hecho, el inicio de la fı́sica experi-
mental en México. Podemos ver el nombre de Graef en uno de los auditorios
de la Facultad de Ciencias de la UNAM (FCUNAM). Graef fue uno de mis
maestros de la Licenciatura en la FCUNAM. Los que lo conocimos recorda-
Los Artı́fices de la Fı́sica en México 27

mos que tenı́a una simpatı́a increı́ble con sus oyentes, lo que lo hacı́a un gran
divulgador de la ciencia.
A las primeras actividades en la fı́sica nuclear experimental contribu-
yeron, en forma directa y práctica, Marcos Mazari y Fernando Alba: ellos
impulsaron sobre todo la construcción de equipo experimental, fomentando
ası́ el desarrollo tecnológico. Podemos ver el nombre de Mazari en la entrada
del laboratorio del acelerador Peletrón. A Alba también lo recuerdo como
uno de mis maestros de fı́sica nuclear en la licenciatura de la FCUNAM.
Sin dudarlo, dirı́a que el mejor maestro que tuve en la carrera de fı́sico
en la FCUNAM fue don Juan de Oyarzábal. Su actividad principal no fue
la investigación de frontera; pero se destacó por sus facultades excepcionales
como maestro. Me dio la clase que, en esa época, se llamaba “Temas Selectos
de la Fı́sica Contemporánea”. Era una materia excepcionalmente difı́cil de
presentar a los alumnos de primer ingreso. Pero don Juan tenı́a una facultad
excepcional para interesar a sus alumnos en los temas más recientes e intrin-
cados de la fı́sica. Incluso conozco algunos colegas que ingresaron a la carrera
de fı́sica por haber asistido a unas clases de don Juan. La Biblioteca del
IFUNAM está dedicada a su memoria, para que no olvidemos sus aptitudes
excepcionales en la enseñanza de la fı́sica.
La investigación propiamente dicha, a nivel profesional, en fı́sica teórica,
empezó en México gracias a Marcos Moshinsky. Marcos estudió la licenciatu-
ra en fı́sica en México en los años cuarenta y se doctoró, bajo la dirección de
Eugene Wigner, en la Universidad de Princeton que, en palabras de Marcos,
en esa época era la Meca de la fı́sica teórica. Wigner fue un fı́sico teórico
destacadı́simo, recibió el Premio Nobel en Fı́sica e hizo contribuciones a la
mecánica cuántica, la fı́sica atómica, la fı́sica nuclear, la fı́sica del estado
sólido, la teorı́a de los reactores nucleares (formó parte del Proyecto Man-
hattan). Moshinsky fue ası́ uno de los hijos académicos de Wigner. Después
de su doctorado, Marcos decidió regresar a México, donde jugó un papel
fundamental en el desarrollo de la fı́sica matemática y de sus aplicaciones a
la fı́sica nuclear, la fı́sica atómica y la mecánica cuántica. Inmediatamente
después de regresar a México, ya habı́a publicado artı́culos de frontera en la
revista Physical Review. Debió ser muy, muy difı́cil hacer eso en un ambiente
donde no se hacı́a investigación en fı́sica teórica, ¡después de estar en la Meca
de la fı́sica teórica!
A los 40 años de edad, Marcos ya era famoso en el mundo de la fı́sica
teórica. En esa época, y en colaboración con Tomás Brody, publicó unas
tablas de coeficientes, que en nuestra jerga llamamos “Brashinskets”, que
28 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

fueron muy importantes para la realización de cálculos de estructura nuclear:


todos los fı́sicos especialistas en ese tema conocı́an los Brashinskets. Tomás
realizó el cálculo numérico de esas tablas en los años 50, mediante la primera
computadora electrónica que llegó a México: una IBM modelo 650. Ahora
podemos ver el nombre de Tomás Brody asociado al centro de cómputo
del IFUNAM, para conservar la memoria del que fue uno de los pioneros
y promotores del cómputo electrónico en México.
Marcos formó una cantidad impresionante de estudiantes durante su ca-
rrera. Yo tuve la suerte de haber sido su estudiante, tanto en la elaboración
de la tesis de licenciatura como en la de doctorado. Jorge Flores y yo fuimos
ası́ dos de los hijos académicos de Marcos Moshinsky, y nietos académicos de
Eugene Wigner. Creo que su forma de trabajar y de abordar los problemas
me marcó por muchos años de mi vida académica.
Recuerdo que en una ocasión Marcos nos llevó, a Flores y a mı́, casi de
la mano, a dar nuestro primer seminario en el extranjero, cuando éramos
sus tesistas. Eso fue en el lejano 1963. Viajamos juntos a la Universidad de
Austin, en Texas; él dio un seminario de primera calidad, se despidió porque
tenı́a una cita con Wigner en Princeton, y nos dejó solos a dar nuestro primer
seminario en inglés. ¡Fue una experiencia única!
Con el tiempo, varios de nosotros hemos tratado de seguir el ejemplo de
Marcos, especialmente ahora que ya no está con nosotros. El Edificio principal
del IFUNAM está ahora dedicado a su memoria, lo cual es un honor muy
merecido.
Un área muy importante de la fı́sica es la mecánica estadı́stica. Leopoldo
Garcı́a Colı́n fue el artı́fice de la investigación en mecánica estadı́stica teórica
en México. Leopoldo se doctoró en la Universidad de Maryland y, cuando
regresó a México, siempre hizo investigación de gran calidad y formó un gran
número de estudiantes, que siguieron sus pasos. Realizó sus investigaciones
en varias instituciones del Paı́s; cuando falleció, hace apenas unos años, era
investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana de Iztapalapa.
Quiero terminar indicando que un paso fundamental hacia la profesiona-
lización de la investigación cientı́fica en México se dio en 1984, cuando Jorge
Flores y Salvador Malo crearon el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
La evaluación de la investigación por comisiones dictaminadoras serias ha
sido, desde entonces, una presión muy fuerte para producir trabajos de cali-
dad: el nivel de un investigador en el SNI se ha convertido en un parámetro
importante para juzgar la investigación realizada.
Los Artı́fices de la Fı́sica en México 29

Aquı́ termina el relato, necesariamente breve, de los esfuerzos que rea-


lizaron los “Padres Fundadores” de la fı́sica en México para heredarnos el
ambiente cientı́fico del que gozamos los fı́sicos que hacemos investigación en
la época actual.
30 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México
Notas Sobre la Fı́sica Temprana
en México
Luis de la Peñaa
Agradezco al comité organizador de este simposio la invitación a participar en
él, invitación probablemente basada en mis ya muchos años de contacto con
la fı́sica y, más en particular, con Jorge Flores, el también no tan joven fı́sico a
quien se dedica este homenaje. No voy a intentar hacerla de historiador, pues
simplemente mostrarı́a que no lo soy. Me voy a limitar a extraer de mi cabeza
algunos de los detalles que pude conocer en lo relativo a la fı́sica profesional
en México en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo en que nacimos,
sin preocuparme demasiado por su orden cronológico y sin extenderme más
allá del perı́odo inicial.
A Jorge Flores no le tocó la oportunidad de iniciar el desarrollo más tem-
prano de la fı́sica. De haber nacido diez o quince años antes de lo que la suerte
le deparó, estarı́a indudablemente en la lista de los pioneros destacados de
nuestra fı́sica. Le tocó participar, sin embargo, en el desarrollo de nuestra
fı́sica en una subsecuente etapa, cuando esta actividad estaba ya institucio-
nalizada, y lo hizo con singular entusiasmo y éxito, pues se convirtió, como
todos lo sabemos y lo vivimos, en un destacado fı́sico por sı́ mismo, además
de importante impulsor de la fı́sica nacional, director y fundador de institu-
ciones, además de ser quien planteara esa fundamental tabla de salvación del
aparato cientı́fico que resultó ser el SNI, y demás éxitos que todos conocemos
y por los que hoy se le realiza este homenaje. ¡Salud, Jorge!
Me ha tocado la palabra en un turno posterior a la presentación de varios
de mis colegas —doblemente colegas, en lo que se refiere a la fı́sica y a
la juventud acumulada en tantos años—, por lo que buena parte a lo que
habré de referirme ha sido seguramente ya relatado, y quizá por más de un
colega. Pero como no me tocó ser actor inmerso en los hechos aquı́ relatados
y sı́ a algunos de mis colegas aquı́ presentes, mi perspectiva seguramente
resultará un tanto diferente y algún giro de interés podrá tener lo repetido.
Por adelantado mis disculpas por tales repeticiones y empiezo mi bastante
desmemoriada narración.
Ciudad Universitaria estaba en plena construcción en 1952, hace tan solo
poco más de 60 años. En esas épocas y rodeado de máquinas, arquitectos y
a
Instituto de Fı́sica, UNAM.

31
32 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

una pléyade de trabajadores, empezó a funcionar el acelerador electrostáti-


co van de Graaff del Instituto de Fı́sica, diseñado para acelerar protones o
deuterones hasta energı́as de dos millones de volts (o voltios, para ser más
castizos), adquirido con la muy importante ayuda del arquitecto en jefe Car-
los Lazo a un precio ligeramente mayor que un millón de pesos (de 1950) y en
buena medida gracias a los esfuerzos de varios pioneros de la fı́sica nacional,
en particular Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Graef Fernández y Nabor Ca-
rrillo. Fue instalado en el recientemente construido Laboratorio de Energı́a
Nuclear, pronto renombrado Laboratorio van de Graaff. Este laboratorio fue
la primera obra en ser construida (conjuntamente con la Torre de Ciencias
y la Facultad de Ciencias) y en entrar a funcionar en la Ciudad Universi-
taria. Habı́a prisa, pues el Presidente Miguel Alemán deseaba inaugurar su
magna obra. Ası́, quedó el acelerador instalado y calibrado, listo para iniciar
sus funciones en 1953. Sin embargo, el primer artı́culo de investigación en
fı́sica realizada en México no salió de este acelerador, pues se tituló “Análisis
estadı́stico de rayos cósmicos”, y su autor fue el Dr. Alfredo Baños, entonces
director del Instituto de Fı́sica; estuvo basado en el equipo de detectores y
contadores de rayos cósmicos construido y operado por dos personajes aún
más pioneros, Manuel Perrusquı́a y Fernando Alba Andrade. Ese artı́culo se
publicó en la Revista de Ingenierı́a y Arquitectura, que era lo más cercano a
una revista de fı́sica que existı́a en el paı́s. Apareció en 1940, bastante antes
de que se pensara en el acelerador. Sin embargo, la situación económica y de
operación del Instituto de Fı́sica en la década de los cuarenta fue precaria y
su desarrollo sumamente lento.
Los primeros fı́sicos/ingenieros enviados a formarse en el MIT durante
1951 para el uso del acelerador fueron los entonces jóvenes Fernando Alba
Andrade y Eduardo Dı́az Losada (incidentalmente, comentamos que ambos
aparecen en repetidas ocasiones en las fotografı́as conmemorativas que se ex-
hiben actualmente en el estacionamiento del Instituto de Fı́sica y que ambos
habı́an hecho estudios de ingenierı́a). Fueron ellos quienes se encargaron de
la instalación inicial del acelerador, además de que diseñaron y construyeron
algunos instrumentos complementarios. De paso comento que Eduardo Dı́az
Lozada, a quien conocı́ en el Politécnico, era un excelente maestro, muy es-
timulador. Poco más adelante, en 1954 el entonces muy joven ingeniero civil
Marcos Mazari fue enviado a su vez al MIT para prepararse en el manejo
del acelerador. Por cierto, es de mı́nima justicia señalar que en la operación
cotidiana del van de Graaff, durante muchos años los técnicos especializados
fueron los hermanos Luis, Juan y Francisco Velázquez.
Notas Sobre la Fı́sica Temprana en México 33

Es interesante leer hoy en dı́a la presentación, llamémosla social, que el


Dr. Graef Fernández, director por aquél entonces del Instituto de Fı́sica, hi-
zo del primer acelerador, promoviendo la idea de que el Van de Graaff serı́a
usado para la solución de problemas sociales por sus potenciales aplicacio-
nes, en particular, para la irradiación de semillas como el maı́z y el trigo,
la esterilización de alimentos, tratamientos contra el cáncer e investigaciones
con nuevos materiales que beneficiarı́an a la industria nacional. Todo esto en
respuesta al anunciado proceso de modernización del paı́s emprendido por
el gobierno de Miguel Alemán, para el cual el aumento de la producción
agrı́cola y el fomento de la industria nacional eran fundamentales, asuntos
de principio. Como hubiera sido de esperar aún entonces, ninguna de las
profecı́as de Graef se cumplió en el relativamente corto plazo implicado por
el orador, aunque en efecto, más adelante, con la adecuada conversión del
acelerador a electrones, algún trabajo de interés social inmediato se realizó,
particularmente relacionado, por ejemplo, con la desinfestación del maı́z y la
modificación de materiales poliméricos. Es interesante —y doloroso— com-
parar aquel lenguaje y aquellos planes oficiales con los que se estilan hoy en
dı́a.

Por su parte las historiadoras de la ciencia Gisela Mateos, Adriana Minor


y Valeria Sánchez Michel señalan acertadamente que “El acelerador consti-
tuyó el eje para el desarrollo y la consolidación de la fı́sica nuclear experimen-
tal en el Instituto de Fı́sica de la UNAM y en México. Con éste, se realizaron
múltiples investigaciones que se plasmaron en publicaciones y se generó una
cultura material asociada al instrumento, que implicó la formación de estu-
diantes y de una tradición en el diseño y construcción de instrumentos que,
años más tarde, intervendrı́a en los proyectos emprendidos desde la Comisión
Nacional de Energı́a Nuclear, creada en 1956.” (G. Mateos et al 2012). Sólo
añado que trascendió hacia el resto del desarrollo de la fı́sica experimental en
el paı́s, muy en particular, la fı́sica del estado sólido a partir de la siguiente
década.

El principal resultado de la operación del Laboratorio van de Graaff de


2 Megavolts fue la formación de un nutrido grupo de fı́sicos experimentales.
Por él pasaron, aparte de Alba Andrade y Marcos Mazari, Tomás Brody,
Leopoldo Nieto, Alonso Fernández, Jorge Rickards, Marı́a Esther Ortiz, Ale-
jandra Jaidar, Virgilio Beltrán, Ariel Tejera, Gilberto López, Angel Dacal
y bastantes otros estudiantes que se fueron incorporando en el curso de los
años, la mayorı́a realizando ahı́ su tesis.
34 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Un acelerador de partı́culas no constituye por sı́ mismo un laboratorio


de fı́sica nuclear o de partı́culas elementales. Requiere para su operación
de un vasto número de dispositivos periféricos, en particular de al menos
un espectrógrafo magnético y de sistemas de alto vacı́o. Los pioneros del
Laboratorio van de Graaff, particularmente Alba Andrade y Marcos Mazari,
supieron realizar con alta calidad la tarea de aprender a diseñar y construir
tales requerimientos en el curso de pocos años. De hecho, el laboratorio se
convirtió en un centro de desarrollo de tecnologı́a de precisión de campos
magnéticos, de altos vacı́os y demás necesidades. Ası́, en breve, el impacto
del Laboratorio van de Graaff fue determinante para el desarrollo de la fı́sica
experimental en el paı́s y, quizá más importante, para la generación del primer
amplio grupo pionero que determinó el nacimiento de la fı́sica profesional en
nuestro paı́s.
Desde el punto de vista de su producción cientı́fica, los resultados centrales
del Laboratorio van de Graaff fueron, por un lado, la publicación de una serie
de artı́culos en la Revista Mexicana de Fı́sica y algunos en Nuclear Physics
y en Physical Review (en aquella época habı́a un único Physical Review).
Se trataba ya de primeras contribuciones mexicanas de nivel mundial a la
fı́sica nuclear experimental. Por otro lado, la contribución más importante
derivada de tales trabajos fue la determinación precisa de las masas de varios
núcleos ligeros, aquellos que se encontraban al alcance de un acelerador de
tan baja energı́a como el disponible.
La experiencia exitosa adquirida con el laboratorio van de Graaff del Ins-
tituto de Fı́sica de la UNAM condujo a la instalación en el paı́s de otros
aceleradores. Dos ejemplos notables fueron el acelerador tándem del Centro
Nuclear del Instituto Nacional de Energı́a Nuclear en 1966 (el actual Institu-
to Nacional de Investigaciones Nucleares, ININ), que quedó bajo la dirección
por muchos años de Marcos Mazari y cuyos investigadores habı́an sido for-
mados por el grupo de Mazari y Alba Andrade. Tiempo después, en 1984,
se recibió e instaló en un espacio construido especı́ficamente en el Instituto
de Fı́sica de la UNAM, y también bajo la responsabilidad de Mazari, el ace-
lerador electrostático van de Graaff de 5.5 Megavolts donado al Instituto de
Fı́sica por la Universidad Rice de Houston. Este acelerador ha permitido el
desarrollo de un amplio programa de investigación experimental en fı́sica del
estado sólido y en ciencia de materiales.
De manera paralela se fueron dando los primeros pasos firmes para el
desarrollo de la fı́sica teórica, tema en el que tuvo influencia decisiva el retorno
de Marcos Moshinsky a principios de 1949, es decir, poco antes de la compra
Notas Sobre la Fı́sica Temprana en México 35

del acelerador. Marcos se acababa de doctorar en la Universidad de Princeton,


por aquel entonces uno de los más importantes centros de investigación de la
fı́sica mundial, lo que le dio la oportunidad de llevar cursos y conocer a las
figuras más destacadas de la fı́sica de la primera mitad del siglo pasado. Tan
pronto regresó a México, Moshinsky se dio a la tarea de formar investigadores
en el terreno de la fı́sica nuclear teórica, tema que pronto se convirtió en el
de mayor desarrollo en el paı́s. Entre los primeros estudiantes atraı́dos por
Moshinsky se encontraban Fernando Prieto, Juan Manuel Lozano, Francisco
Medina Nicolau, Alfonso Mondragón, Germinal Cocho, Pier Mello y el propio
homenajeado, Jorge Flores.
Considerando las condiciones, las cosas parecı́an ir a buen paso, pues en
1947 el total de alumnos en los departamentos de fı́sica de la Facultad de
Ciencias (fundada ocho años antes), en ambos niveles, licenciatura y posgra-
do, se acercaba ya a 30. Sin embargo, para 1952, con el van de Graaff ya
en funciones, solo cuatro personas se habı́an graduado en fı́sica; de hecho,
fueron ingenieros, como Marcos Mazari o Dı́az Lozada, quienes conforma-
ron una base sólida para el desarrollo inicial de la fı́sica experimental. Los
primeros estudiantes de fı́sica fueron Fernando Alba y Leopoldo Nieto; los
primeros en obtener su tı́tulo de fı́sico fueron Marcos Moshinsky y Fernando
Alba, quien, por cierto, fue el primero en obtener en el paı́s el doctorado en
fı́sica. La tesis doctoral de Alba Andrade, defendida en 1956, fue la primera
producida en México y como egresado de la Facultad de Ciencias. En ella
discutió los resultados obtenidos con tres reacciones de intercambio de un
neutrón entre isótopos de carbón o de oxı́geno. Los resultados experimen-
tales discutidos en ella habı́an sido previamente publicados en el volumen
4 de la Revista Mexicana de Fı́sica, editada por la Sociedad Mexicana de
Fı́sica, y de la que Moshinsky era su fundador y director, y lo siguió siendo
por más de veinte años. Los autores de aquel artı́culo fueron Alba Andrade,
Tomás Brody, Alonso Fernández, Marcos Mazari, Vinicio Serment y Manuel
Vásquez Barete. Por cierto, el primer presidente de la Sociedad Mexicana de
Fı́sica fue precisamente Graef Fernández, de 1951 a 1963.
En la época en que se iniciaron las actividades del acelerador de 2 Me-
gavolts en Ciudad Universitaria, el paı́s estaba despoblado de cualquier otra
actividad formal en fı́sica. El Instituto de Fı́sica fue durante varios años el
único centro en el que se hacı́a fı́sica de manera profesional a lo largo del
paı́s. En particular, el Instituto Politécnico Nacional contaba por aquel en-
tonces como único centro de investigación, y bastante importante, la Escuela
Nacional de Ciencias Biológicas, ENCB. Fue hasta una década más tarde
36 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

que en el Poli se inició la investigación en ciencias fı́sico-matemáticas y la


formación de cientı́ficos en las áreas respectivas. Este paso se debe a la vi-
sión social del ingeniero (ESIME, 1945) y maestro en ciencias (Universidad
de Harvard, 1949) Eugenio Méndez Docurro, quien fue Director General del
IPN en el periodo 1959-1962. Méndez Docurro ocupó varios otros puestos de
importancia, como Secretario de Comunicaciones y Transportes (1970-1976)
y como Director Fundador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologı́a
(1971-1972). Más adelante regresó a la academia, impartiendo clases hasta
el final de su vida en 2015, a los 92 años de edad.

Méndez Docurro consideraba de importancia capital que el paı́s atendiera


con decisión la formación de cientı́ficos y realizara investigación cientı́fica del
más alto nivel posible. Esto lo condujo a decidir, durante su mandato como
Director General del IPN, la creación de la Escuela Superior de Fı́sica y
Matemáticas y de un Instituto de Altos Estudios en muy variados campos
de la ciencia y la tecnologı́a, el que finalmente constituyó el CINVESTAV.

El decreto de fundación de la ESFM se publicó en marzo de 1961, pero


su funcionamiento cabal se dio hasta 1964. Méndez Docurro encargó la es-
tructuración de los planes de estudio de esta escuela, la que fue construida
en la unidad en Zacatenco, precisamente al lado de la ESIME, por aquel
entonces la escuela superior de mayor nivel académico del IPN en su área, a
dos jóvenes fı́sicos, los doctores Vı́ctor Flores Maldonado y Leopoldo Garcı́a
Colı́n, quien acababa de regresar a la Ciudad de México de la aventura pobla-
na. En esta escuela se forman actualmente, además de fı́sicos y matemáticos
hasta el nivel doctoral, ingenieros matemáticos, un tanto la contraparte de
los ingenieros fı́sicos que estudian en la UAM. Es, naturalmente, también un
centro de investigación en sus áreas. Incidentalmente, es oportuno recordar
que en julio de 1963 se creó el Centro de Cálculo del IPN, hoy uno de los
más desarrollados del paı́s. Recordemos asimismo que el Centro Electrónico
de Cálculo de la UNAM empezó a funcionar en 1958 con una computadora
IBM 650, bajo la dirección del ingeniero Sergio Beltrán (hermano de Virgi-
lio), y resultado del esfuerzo de los doctores Nabor Carrillo (como rector de
la UNAM), Alberto Barajas (como Coordinador del CTIC) y Carlos Graef
(como Director de la Facultad de Ciencias). Un iPhone actual es miles de
veces más poderoso en todos los sentidos que la IBM 650 de bulbos, pero a
pesar de esto con ella se produjeron trabajos de importancia, como la Tabla
de Coeficientes de Acoplamiento de Brody y Moshinsky, ası́ como análisis
sı́smicos de estructuras, trabajos de astronomı́a, de biologı́a, etc.
Notas Sobre la Fı́sica Temprana en México 37

El decreto de creación del Centro de Investigación y de Estudios Avan-


zados, CINVESTAV, se publicó en septiembre de 1962. Este centro estaba
planeado originalmente como el departamento de posgrado del IPN, con fun-
ciones de formación de cientı́ficos y técnicos de alto nivel y de investigación,
por lo que cubrı́a todas las áreas posibles del conocimiento cientı́fico, pero
no en ciencias sociales. Sin embargo adquirió autonomı́a (jurı́dica, adminis-
trativa y presupuestaria) en septiembre de 1982. Para el Politécnico esto ha
significado la necesidad de mantener los estudios de posgrado y las labores de
investigación como tarea de sus escuelas superiores. El CINVESTAV cons-
tituye actualmente un centro de investigación y formación de cientı́ficos de
primera lı́nea y cuenta en la actualidad con siete sedes foráneas; ha man-
tenido con los años una alta incidencia en la formación de cientı́ficos en la
provincia.
Méndez Docurro se preocupó de que el director fundador de su planeada
Escuela de Altos Estudios fuera un investigador de reconocimiento interna-
cional, por lo que invitó para aceptar el puesto al investigador mexicano,
activo durante cosa de veinte años en el MIT, doctor Manuel Cerrillo Val-
divia. Aunque éste aceptó en principio y vino a México a explorar de cerca
la situación y sus posibilidades, finalmente no aceptó la oferta, por lo que el
puesto de director fundador recayó por recomendación del propio Cerrillo,
en las hábiles manos del Dr. Arturo Rosenblueth, quien hasta poco antes
habı́a sido director durante dieciséis años (1944-1960) del Departamento de
Fisiologı́a del Instituto Nacional de Cardiologı́a y tenı́a además amplio reco-
nocimiento como cofundador de la cibernética al lado de Norbert Wiener y
otros destacados investigadores. De hecho, el por aquella época famoso libro
de Wiener Cibernética, o Teorı́a de la comunicación y el control en animales y
la máquina, está dedicado a Rosenblueth. Este talentoso investigador estuvo
al frente del CINVESTAV desde 1961 hasta su muerte, ocurrida en 1970.
Por su parte, Cerrillo fue una importante figura en el Instituto Politécnico
Nacional; egresado de la ESIME (de la EPIME, como se llamaba en su época),
fue director de la misma (1935-1937), Director General del IPN (1939-1940);
hizo varios pero fallidos intentos por crear ahı́ una escuela de posgraduados,
y fue maestro de distinguidos egresados de la ESIME, como Méndez Docu-
rro y Jorge Suárez Dı́az. Este último fue quien dirigió desde la Secretarı́a de
Comunicaciones y Transportes el diseño y la instalación de la red de micro-
ondas del paı́s. Cerrillo realizó en el MIT durante la guerra investigaciones de
carácter reservado sobre el radar submarino; recuerdo muy bien como durante
una breve estancia en México, probablemente en 1960, en ningún momento
38 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

de las conferencias públicas de Cerrillo su acompañante estadounidense se


apartó de él.
Aunque se aleja del hilo de la narración, parece apropiado recordar aquı́
un pequeño párrafo del obituario que el doctor Guillermo Haro pronunciara
durante el traslado de los restos del Dr. Rosenblueth a la Rotonda de las
Personas Ilustres, y que mantiene su actualidad:
“Es claro también que el proceso de desarrollo cientı́fico y técnico en una
paı́s representa, por su propia naturaleza y caracterı́sticas, un fenómeno com-
plejo, indisolublemente ligado ó en sus diferentes estados evolutivos ó a lo
que suceda o deje de suceder en el ambiente social del cual forma parte. Lo
esencial y decisivo será siempre el saber encauzar con acierto el impulso de un
pueblo, induciéndolo a una actitud dinámica, despertando y activando en él
una creciente y noble ambición por el progreso pacı́fico, por una mayor auto-
suficiencia, por un conocimiento más pleno de su realidad y un mejor control
y aprovechamiento de ésta para su propio beneficio. Debemos comprender,
clara y activamente, que la lucha por la producción de bienes y servicios es
básicamente una lucha con la naturaleza y que a ésta se le entiende primero
y se le domina después sólo mediante la ciencia y sus aplicaciones.” (Haro
1973).
El siguiente paso importante para el desarrollo de la fı́sica en la ciudad
capital se dio con la fundación de la Universidad Autónoma Metropolita-
na en 1974, más de diez años después del nacimiento del CINVESTAV. El
impulso fundamental para la creación de la UAM se debió a la visión y el
esfuerzo de un amplio grupo de unamitas, entre quienes destaca el doctor
Guillermo Soberón, por entonces Rector de la UNAM. La UAM, que cuenta
en la actualidad con cinco sedes, pronto se dio a conocer como una entidad
pujante en varios terrenos, en particular su sede en Ixtapalapa en el campo
de la fı́sica.
En cuanto al resto del paı́s las cosas marcharon lentas. El primer intento
sólido para establecer la investigación y la formación de investigadores en
fı́sica fuera de la capital se dio en la Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla, la BUAP. Pero terminó en un desastre parcial y un segundo
impulso se hizo necesario. El primer y exitoso paso se dio en 1950 con la
creación de la Escuela de Fı́sico-Matemáticas, la actual Facultad de Ciencias
Fı́sico-Matemáticas. Esta fue la segunda escuela de fı́sico-matemáticas en
el paı́s, al lado de la Facultad de Ciencias de la UNAM. En el proceso de
fundación de esta escuela destaca el ingeniero Luis Rivera Terrazas, figura
central para el desarrollo de la fı́sica en Puebla. Entre los primeros alumnos
Notas Sobre la Fı́sica Temprana en México 39

de la ECFM de la BUAP figuraron Virgilio Beltrán López, Augusto Moreno


Moreno y Eugenio Ley Koo, quienes salieron al extranjero para continuar
sus estudios superiores. Pocos años más tarde los encontrarı́amos trabajando
como investigadores en la UNAM.
Aunque la Escuela se transformó en Facultad en 1954, su situación se
mantuvo igual y sin mayor avance durante una década, caracterizada por la
carencia de profesores y la oposición abierta a su existencia por un sector
social conservador, que la consideraba “innecesaria a la sociedad poblana”.
Se llegó al extremo en 1955 de que la escuela fuera temporalmente cerrada
y sus maestros y alumnos, incluido el ingeniero RiveraTerrazas, resultaran
expulsados. Esto cambió cuando se dio un intenso movimiento estudiantil,
el llamado Movimiento de Reforma de 1961, que demandaba una serie de
reformas para la modernización académica de la institución y que logró que
se reforzara la planta académica con el ingreso de algunos de sus ex alumnos,
como los ya citados Virgilio Beltrán y Eugenio Ley Koo, a los que se agregaron
algunos profesores invitados por ellos como Leopoldo Garcı́a Colı́n, Eleazar
Brown, Roberto Alexander y Asdrúbal Flores. Con este reforzamiento, la
escuela adquirió rápidamente prestigio, ofreciendo cursos avanzados que eran
atendidos con frecuencia por estudiantes de todo el paı́s.
Sin embargo, a mediados de mayo de 1966 un violento movimiento os-
curantista de contrarreforma condujo a la destrucción y desmantelamiento
de parte del patrimonio de la escuela, a que se les retirara su salario a los
profesores y se les agrediera y amenazara, al grado de que se vieron obligados
a abandonar el Estado de Puebla. En 1967 la escuela volvió a abrir sus puer-
tas y regresó a ella Rivera Terrazas, pero el proceso de reapertura resultó
lento, pues no muchos profesores se animaron a buscar una contratación da-
da la historia reciente. Sin embargo, en el periodo 1972-1973 se realizó una
serie de cambios progresistas en toda la universidad y se creó con ello un am-
biente de modernización académica, generándose nuevas carreras, como la de
electrónica y la de computación. A partir de 1978 se inició ahı́ la realización
de programas de investigación.
A pesar de los esfuerzos exitosos de sus académicos, durante 1972 la si-
tuación de la universidad poblana fue particularmente violenta debido a una
campaña encabezada por el arzobispo de la ciudad; incluso se llegó al asesi-
nato de los jóvenes Joel Arriaga y Enrique Cabrera. Pese a ello, un reducido
conjunto de docentes de la escuela decidió formar un grupo de investigación
en fı́sica de bajas temperaturas. Esto condujo poco más adelante al ingeniero
Rivera Terrazas a fundar en 1974 el Instituto de Ciencias de la Universidad
40 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Autónoma de Puebla (ICUAP), siendo el propio Rivera Terrazas su director


durante 1974-1975, quien en esta última fecha fue electo rector de la BUAP
por dos perı́odos sucesivos (1975-1981). Durante la fundación del ICUAP
el mencionado grupo de bajas temperaturas dio forma al Departamento de
Fı́sica, dedicado inicialmente a la Fı́sica del Estado Sólido, terreno en el que
pronto se destacó la calidad de su trabajo. Rivera Terrazas fue electo Coor-
dinador General de este departamento en 1981, cargo que ocupó hasta su
muerte ocurrida en 1989. En plena estabilidad y productividad, el Instituto,
que lleva el nombre del ingeniero Luis Rivera Terrazas, cuenta actualmente
con una planta de alrededor de 40 doctores.
Algún tiempo después, estimulada por los éxitos obtenidos, la fı́sica em-
pezó a alzar el vuelo en otros sitios de lo que acostumbramos llamar la
provincia, hasta alcanzar en varios estados de la República un vuelo alto
y sostenido, como es el caso, por ejemplo, de Ensenada, Hermosillo y San
Luis Potosı́, además de haber aparecido los Centros del Conacyt, las sedes
foráneas de la UNAM, como las de Cuernavaca, etc. Hubo también varios
intentos que resultaron menos afortunados, casi siempre por falta del apoyo
sostenido indispensable. Pero todo esto corresponde a una etapa que se sale
de los lı́mites de mi narracióni .
Notas Sobre la Fı́sica Temprana en México 41

Bibliografı́a
[i] Los interesados pueden encontrar información completa de instituciones
que practican la fı́sica en la República Mexicana en el Catálogo de Recursos
Humanos citado en la referencia 15.

[1] Un precursor: Manuel Sandoval Vallarta, Marcos Moshinsky, Ciencia Re-


vista de la Academia de la Investigación Cientı́fica (hoy Academia Nacional
de Ciencias), 31:4 (1980) 193.

[2] Manuel Sandoval Vallarta. Homenaje, varios autores (cientı́ficos), Instituto


Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, (1987).

[3] Manuel Sandoval Vallarta, gran promotor de la ciencia en América, Marı́a


de la Paz Ramos Lara, en: Trabajo intelectual, pensamiento y modernidad en
América Latina, Grupo de Trabajo de la Asociación Europea de Historiadores
Latinoamericanos, 319, (2002).

[4] Carlos Graef Fernández, maestro, cientı́fico, organizador y amigo, Fernan-


do Alba Andrade, Boletı́n de la Sociedad Mexicana de Fı́sica, 2 enero-abril
1988

[5] Fernamdo Alba Andrade, E. Adem, J. Miranda y J. Rickards, Instituto


de Fı́sica, UNAM, (2002).

[6] Marcos Mazari, Un puente entre la ingenierı́a y la fı́sica. Coedición del


Instituto de Fı́sica y el Instituto de Ingenierı́a, UNAM, UNAM, (2015).

[7] Marcos Moshinsky: su vida y su obra, A. Menchaca y A. Dacal, Instituto


de Fı́sica, UNAM, (1993).

[8] Entrevista con Luis Rivera Terrazas y otros comentarios sobre él, Crı́tica,
Revista de la Universidad Autónoma de Puebla, primavera de (1989).

[9] Méndez Docurro y la fundación del CINVESTAV, Ismael Ledesma Ma-


teos, Consultatorio, e-consulta.com, septiembre 3, (2015).
42 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

[10] Una vida plena: Jorge Flores, R. Méndez Sánchez, G. Monsivais Galindo,
editores, coedición Instituto de Fı́sica y Instituto de Ciencias Fı́sica, UNAM,
(2014).

[11] Una Modernidad Anunciada: Historia del Van de Graaff de Ciudad Uni-
versitaria, Gisela Mateos, Adriana Minor y Valeria Sánchez Michel, Historia
Mexicana LXII : 1 (2012) 415.

[12] Experiencia mexicana en aceleradores de partı́culas, Marı́a de la Paz


Ramos Lara (coordinadora), Colección Ciencia y Tecnologı́a en la Historia
de México, Coedición CEIICH/UNAM/Siglo XXI, (2004).

[13] La fı́sica en la UNAM, Jorge Flores y Matı́as Moreno, Revista de la


Universidad de México, marzo de (2012).

[14] Oración fúnebre en el acto de reinhumación de los restos del Doctor Ar-
turo Rosenblueth, Guillermo Haro, Memorias de El Colegio Nacional, tomo
VIII, núm. 1, pp. 286-289, El Colegio Nacional, México, (1973).

[15] Catálogo de recursos humanos en fı́sica, Miguel Ángel Pérez Angón,


Sociedad Mexicana de Fı́sica, 2011. Hay una versión iberoamericana (2009-
2010), Lilia Meza Montes y Ma. Luisa Marquina (editores), Sociedad Mexi-
cana de Fı́sica.
El Surgimiento de la Fı́sica Nu-
clear Experimental en México
Jorge Rickardsa

5.1. La profesión de fı́sica experimental


Cuando fui invitado a deliberar sobre la “profesionalización” de la fı́sica,
consulté el diccionario para averiguar qué es “profesionalización”. La palabra
“profesionalización” no estaba, pero la “profesión” se definı́a como “empleo,
facultad u oficio que cada uno tiene y que ejerce públicamente”. O sea, no
dice nada, ası́ que tuve que idear mi propia definición.
Para la investigación en fı́sica experimental la palabra profesión tiene una
connotación diferente a profesiones, como la medicina o la arquitectura, que
frecuentemente van asociadas a un “despacho”. ¿En qué circunstancias, y
con qué condiciones, puede decirse que la fı́sica es una profesión? No conozco
ningún “despacho” en que se ofrezca resolver problemas de fı́sica. La fı́sica
se ejerce casi siempre en un ámbito académico o en organismos oficiales. En
México pocas son las empresas que usan o apoyan la investigación en fı́sica.
Sin embargo, es evidente que nuestras ciencias fı́sicas han alcanzado un grado
de madurez que se manifiesta de muchas maneras, aunque de manera menos
acelerada que en otros paı́ses.
Para la profesionalización, según mi idea, se debe contar con varias con-
diciones básicas. Son los atributos por los cuales en general el público confı́a
en la ciencia. En mi opinión el profesionalismo de la fı́sica implica que el
proyecto tenga:

a) Reconocimiento, que se otorga en primera instancia por la comunidad


cientı́fica, y luego por el público. Incluye el otorgamiento de premios y
distinciones.

b) Calidad, que implica dedicación, exactitud, claridad de objetivos y


probidad.

c) Un lı́der con la capacidad y el conocimiento para guiar y coordinar el


trabajo.
a
Instituto de Fı́sica Universidad Nacional Autónoma de México.

43
44 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

d) La actualización permite estar al tanto de los avances que cientı́ficos


de todo el mundo logran en la disciplina, y ubicar el trabajo en ese
contexto.

e) La facultad de difundir los logros en eventos y en publicaciones, ya


sea en el medio local, nacional o internacional.

f ) Madurez en toma de decisiones y adaptación a cambios, incluyendo


posible cancelación.

g) La superación personal y de grupo va de la mano con el avance cientı́fi-


co, para contender con las innovaciones en la ciencia.

h) Un estrecho vı́nculo con la docencia, lo cual genera nuevos cientı́ficos,


una de las principales misiones de la ciencia.

i) La capacidad de evolucionar, y si es preciso, de crecer y garantizar


permanencia.

j) Versatilidad para poder incursionar en nuevas áreas según van sur-


giendo.

En el caso de proyectos experimentales habrá que considerar además:

k) La necesidad de equipo (adquirido o construido) que cumpla con los


requerimientos del proyecto (costo, idoneidad, intervalo de utilidad, vi-
gencia, facilidad de operación, flexibilidad). La dificultad de reemplazar
equipos vincula al investigador con el equipo por largo tiempo, de ahı́
que se adquiere una gran responsabilidad al iniciar y garantizar la per-
manencia de un proyecto. No se puede soslayar el hecho que la tecnóloga
avanza tan rápido que pronto el equipo se vuelve obsoleto.

l) La importancia de un grupo de trabajo. Es raro un trabajo experi-


mental con un solo autor. Al lı́der que coordina el trabajo lo apoyan
generalmente otros colegas, operadores, ingenieros, técnicos, laborato-
ristas y, lo más importante, estudiantes.

m) Se requiere para el laboratorio un espacio adecuado, con los servicios


necesarios (electricidad continua, agua y drenaje, vacı́o, temperatura
controlada, limpieza, iluminación, aire acondicionado, manejo de gases,
sistemas de seguridad radiológica y convencional, acceso sencillo, etc.).
El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 45

n) Se necesita garantizar la capacidad de sostenerse operativo, no solo


por el costo, sino también por el requerimiento de apoyo técnico sos-
tenido, y apoyo administrativo continuo. El mantenimiento del equipo
puede a la larga ser más costoso que el equipo mismo.

o) Teniendo en cuenta que, por conveniencia o por razones técnicas, los


equipos tienen una vida útil, se tiene que considerar el eventual reem-
plazo o el cierre del laboratorio.

5.2. Las primeras etapas de investigación en


fı́sica experimental en México
Concluida mi aportación a definir “profesionalización”, veamos cuál fue el
proceso respectivo de la fı́sica nuclear experimental mexicana, desde su sur-
gimiento hasta alcanzar la madurez.
Se identifica con claridad el acontecimiento que disparó todo el proceso.
Fue la adquisición del acelerador de iones positivos tipo Van de Graaff de
2 MV por el Instituto de Fı́sica (IF) de la UNAM en 1951. Las circunstancias
de tal adquisición pueden ser consultadas en el excelente trabajo de Adriana
Minor [1]. En resumen, con la labor de Manuel Sandoval Vallarta, Nabor
Carrillo (entonces Coordinador de la Investigación Cientı́fica), Carlos Graef
(Director del Instituto de Fı́sica) y Alberto Barajas (Director de la Facultad
de Ciencias), y con el apoyo del Arq. Carlos Lazo (Gerente de la obra de
Ciudad Universitaria CU), se consiguió la aprobación oficial del gobierno de
Miguel Alemán, y se procedió a la compra (120,000 dls.), como parte de la
obra de construcción de CU. El edificio que albergó el acelerador fue el primer
edificio operativo en CU. Estaba diseñado para que se hicieran estudios con
neutrones. Se “inauguró” en 1952, aunque faltaba mucho por construir en
en CU, para que ocurriera todavı́a dentro del gobierno de Alemán. Los con-
tactos con el Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) y con la empre-
sa High Voltage Engineering Corporation (HVEC) fueron vitales. En MIT
William Buechner, Anthony Sperduto y Harald Enge sostuvieron una cola-
boración con México que duró muchos años. En HVEC fue Dennis Robinson,
el presidente de la compañı́a.
A mi modo de ver, la “profesionalización” de la fı́sica nuclear experi-
mental (FNE) comenzó con dos figuras notables: Fernando Alba y Marcos
Mazari. Los predecesores Sandoval Vallarta, Carrillo, Graef y Barajas fueron
46 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 1: Laboratorio Van de Graaff, primer edificio operativo en CU. (1952).

Figura 2: Acelerador Van de Graaff de 2 MV.


El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 47

los promotores, pero quienes verdaderamente “se ensuciaron las manos” con
el acelerador fueron Alba y Mazari. Aunque algunos otros contemporáneos
participaron esporádicamente (Alonso Fernández, Vinicio Serment, Manuel
Vázquez Barete y Eduardo Dı́az Losada), Alba y Mazari tuvieron la constan-
cia que otros, por diversas circunstancias, no ofrecieron (Alonso Fernández,
después de estudiar en Inglaterra, fue el principal promotor de la fı́sica del
estado sólido en México). Cuando se decidió la compra Alba fue a MIT a tra-
bajar con un equipo semejante, pues no habı́a en México quien conociera el
aparato. Mazari, que habı́a sido estudiante de Carrillo en mecánica de suelos,
fue luego a MIT y midió algunas reacciones nucleares con un espectrógrafo
magnético [2]. Luego adaptó esta técnica en México [3]; las trazas de partı́cu-
las eran grabadas en placas fotográficas, que debı́an leerse con microscopio.
Alba y Mazari formaron un equipo y forjaron una amistad que ha durado
toda la vida y que ha sido el corazón del desarrollo de la FNE. En esta etapa
se publicó el primer trabajo de FNE en México: medidas de secciones de
neutrones usando la reacción 3 H(d,n)4 He [4].
Yo no vivı́ esta época, pues llegué a la recién inaugurada CU como es-
tudiante de la carrera de Fı́sico en 1955 (desde 1943 estudié música en la
UNAM). Mi primer acto “profesional” de fı́sica fue cuando fui invitado por
Augusto Moreno a ser ayudante en la exposición Átomos para la Paz en 1956,
año en que se creó la Comisión Nacional de Energı́a Nuclear (CNEN, ahora
ININ). Al siguiente año fui contratado por el IF, cuyo director era Alba, para
hacer medidas de precipitación radiactiva, pues todavı́a se hacı́an pruebas al
aire de explosiones nucleares en Estados Unidos. Estos resultados se publi-
caron la Revista Mexicana de Fı́sica [5]. Los fondos venı́an de un contrato
con la CNEN; mi supervisor era Tomás Brody. Al mismo tiempo colaboré
como ayudante de laboratorio con Augusto Moreno en los primeros “Cursos
de Radioisótopos”, que se impartieron en el IF, pero patrocinaba la CNEN.
Atraı́do por el laboratorio del acelerador, en 1959 inicié la tesis profesional
nal, dirigida por Marcos Mazari, midiendo niveles de energı́a de 19 F(d,p)20 F
usando el acelerador Van de Graaff de 2 MV y el espectrógrafo magnético
que habı́a construido Mazari [6]. Luego construı́ un segundo espectrógrafo
magnético para monitorear las reacciones [7].
En 1961 asistı́ a la Escuela Latinoamericana de Fı́sica en Buenos Aires,
y luego comencé una estancia de investigación en la Universidad de Rice en
Houston, Texas, para trabajar con el Acelerador Tandem Van de Graaff de
6 MV. Ocasionalmente trabajé con el Acelerador Van de Graaff de 5.5 MV
de la Universidad de Rice, aparato anexo que luego fuera donado al IF. En
48 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 3: Fernando Alba y Marcos Mazari.

1964 se puso la primera piedra del Centro Nuclear de Salazar, uno de cuyos
laboratorios consistı́a de un Acelerador Tandem igual al que yo habı́a usado.
En años subsecuentes participé en el “seminario de mayor altura” en un cerro
del Centro Nuclear de Salazar.
Estos sucesos, si bien los relato como personales, realmente fueron parte
de la historia inicial de la FNE en México. Cada quien desarrolla la tarea que
las circunstancias le presentan. A mı́ me tocó participar en diferentes etapas
como estudiante, como ayudante, y luego como investigador y director.
En 1960 asistı́ con Alba y Mazari a la Conferencia Internacional de Masas
Nucleares, en la Universidad de McMaster en Ontario, donde presentamos
medidas de masas atómicas hechas en México [8]. A raı́z de percatarse de los
trabajos en este congreso, Alba inició un programa de diseño y construcción
de espectrógrafos magnéticos para aplicar la espectroscopı́a de masas. Pedro
Morales estuvo a cargo de este proyecto, que duró muchos años en el IF y
finalmente fue trasladado al Instituto de Geologı́a.
En 1961 se llevó a cabo la Reunión de Verano de la American Physical
Society y la Sociedad Mexicana de Fı́sica. A raı́z del contacto que hice allı́ con
los doctores Tom W. Bonner y Gerald C Phillips de la Universidad de Rice
en Houston, Texas, se generó mi estancia de investigación en esa universidad,
que duró año y medio, en cuyo lapso publiqué medidas de reacciones nucleares
(p,η) y (p,n) [9,10]. A las dos semanas de que llegué, falleció Bonner y quedé
bajo la supervisión de Phillips. Esta relación dio lugar eventualmente a la
El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 49

Figura 4: Jorge Rickards, Fernando Alba y Marcos Mazari (1960).

estancia de José Calvillo y Eduardo Andrade en Rice; éste último obtuvo el


doctorado. El acelerador de 5.5 MV de Rice más tarde fue donado al IF. Al
mismo tiempo trabajé en Rice en el análisis teórico de reacciones de despojo
de 19 F(d,p)20 F hechas en el IF con Ma. Esther Ortiz [11].
Dada la perspectiva de obtener otro acelerador de iones positivos, se de-
cidió transformar el Acelerador Van de Graaff para acelerar electrones en
vez de iones. Esto lo desempeñó el grupo formado por Javier Reyes Luján,
Esbaide Adem, Román Alvarez, Roberto Uribe y Anı́bal de la Piedad, con el
apoyo de Armando López de la Universidad de Guanajuato. Esto abrió nue-
vas áreas de investigación: la irradiación de alimentos [12], la desinfestación
de granos y el tratamiento de polı́meros.
A mi regreso al IF encontré que se habı́a hecho una donación al IF de
un Acelerador Dynamitron de 3 MV y alta corriente (me tocó recibirlo en
la aduana de Laredo el dı́a que asesinaron al Presidente Kennedy). Parecı́a
el escalón natural en el desarrollo de los proyectos de la FNE. Se hizo el
edificio y se construyó el equipo asociado (imanes, sistemas de vacı́o, fuentes
de alimentación). Se hicieron varios experimentos, que fueron publicados. Sin
embargo, varios años de experiencias negativas nos llevaron a la conclusión
50 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

de que el acelerador tenı́a serias fallas de diseño (que la compañı́a Radiation


Dynamics reconoció). Eventualmente, tras un malogrado intento de obtener
un haz de electrones, se decidió dar por terminado el proyecto y cerrar el
laboratorio.
Poco tiempo después (1964) se anunció que la CNEN iniciarı́a la construc-
ción del Centro Nuclear de Salazar. Los aparatos principales en la primera
etapa del Centro serı́an un acelerador Tandem Van de Graaff de 6 MV, igual
al de Rice, y un reactor nuclear de investigación Triga Mark 3. Para aba-
tir costos, se decidió que se adquirirı́a el acelerador Tandem y la fuente de
iones a HVEC, pero los sistemas de vacı́o y los imanes deflector y selector
se construyeron en el IF, dada la experiencia que ya se tenı́a. Esto permitió
reforzar los talleres del IF. Parte del personal se trasladó al Centro Nuclear,
con Mazari, pero yo decidı́ permanecer en el IF, a pesar de que era quien más
experiencia tenı́a con ese tipo de acelerador. Esta fue la época (1966-1970) en
que más tesis de licenciatura dirigı́ (Ghiraldo Murillo, Felipe Jiménez, Ser-
vando de la Cruz, Alberto Barragán, Efrén Pérez Ricárdez, Ignacio Alvarez,
Rafael Velázquez, Jorge Gómez del Campo, Guillermo Fernández de la Gar-
za, Enrique Sansores, Carmen Cisneros, Manuel Flores Bravo, Jorge Lira,
Manuel Guerrero, Alejandro Arriola). Fueron a Salazar José Calvillo, Rafael
Almanza, Gilberto López, Alfonso Martı́nez Baca, Ghiraldo Murillo, Saúl
Romero, Rafael Policroniades, Armando Varela, Francisca Aldape, Roeland
Roos, y más adelante Andrés Sandoval, Arturo Menchaca, Ernesto Belmont,
Eli Aguilera, Marco Fernández, y Jaime Vega.
Es importante reconocer el apoyo que siempre hemos tenido del personal
técnico que se especializó en el manejo de los aceleradores. Sin ellos no habrı́a
Fı́sica Nuclear Experimental en México. En esta etapa trabajaron Luis, Fran-
cisco y Juan Velázquez, Jorge Dorantes y Raúl Alba. En particular, Karim
López ha podido conocer y manejar con eficiencia todos los aceleradores men-
cionados. También ellos formaron nuevos técnicos, que han sido muy valiosos
en el desarrollo de la FNE.
Mi colaboración en el Centro Nuclear era a través de mi estrecha relación
con Mazari, el director del acelerador. Como asesor de la CNEN, todos los
viernes iba con él y Alfonso Mondragón al Centro Nuclear. El suceso más
importante cada semana era el “seminario de mayor altura” organizado por
Marcos Moshinsky arriba de un cerro en donde mandó colocar un pizarrón.
En el laboratorio del acelerador el énfasis era en la construcción de equi-
po, más que en la fı́sica nuclear, vestigio de las épocas en que los cientı́fi-
cos tenı́an que construir su propio equipo, pues casi no habı́a compañı́as
El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 51

que lo hicieran. Se construyeron grandes imanes (deflectores y selectores, un


estéreo-espectrógrafo, un espectrógrafo para medir polarización) y equipo de
alto vacı́o. Algunos de los imanes pronto quedaron en desuso debido a la
disponibilidad de los detectores de barrera superficial, de bajo costo y fácil
manejo, y a la electrónica de pulsos, incluyendo analizadores multicanales y
computadoras.
Traje los primeros detectores de barrera superficial con fuentes de ali-
mentación para el IF como menaje de casa cuando regresé de Rice. También
adquirı́ el primer analizador multicanal transistorizado (de 400 canales) y
equipo de coincidencias. Promovı́ la construcción de cámaras de dispersión
para medir reacciones nucleares o dispersión nuclear muy eficientemente, y
esto abrió la posibilidad de nuevos tipos de experimento. En 1971 presenté
un trabajo en la Reunión de Estudio sobre la Utilización de Aceleradores de
Baja Energı́a en América Latina, Rı́o de Janeiro, organizado por el Centro
Latinoamericano de Fı́sica (CLAF). Allı́ hice contacto con Geoff Dearnaley,
investigador de los Laboratorios de Harwell, Reino Unido, y pionero de la
implantación de iones para modificar metales. Él me invitó a una estancia de
investigación de un total de seis meses, lo que me inició en área de análisis y
modificación de materiales por haces de iones [13].

5.3. La diversificación, producto de experien-


cia y madurez
¿Cuándo concluiré la descripción del “surgimiento”? Me parece, arbitraria-
mente y a pura impresión personal, que los primeros años de los 1970s son
indicados para señalar un parteaguas (aunque parece que fue ayer, han trans-
currido ya 45 años). Sucedieron varios hechos que modificaron el rumbo que
llevaba la FNE. En el IF el acelerador Dynamitron evidentemente serı́a aban-
donado; la investigación mundial en fı́sica nuclear adquirı́a nuevos enfoques,
entraba a otra fase caracterizada por grandes instalaciones (potencialmente
multinacionales). Por nuestro lado, se habı́a acumulado una vasta experiencia
en el manejo de técnicas nucleares. Habı́a que tomar decisiones, y posible-
mente cambiar de rumbo.
En 1971 realicé un viaje a las instalaciones de Oak Ridge National Labo-
ratory (ORNL), sugerido por Alonso Fernández, el recién nombrado Director
del IF. La misión era explorar posibles áreas de colaboración. Pienso que este
viaje marcó en buena parte el rumbo de la siguiente etapa (¿post-surgimiento,
52 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

madurez?) de la FNE, pues se concretaron tres acciones que resultaron tras-


cendentales:

a) Se logró que Jorge Gómez del Campo fuera admitido como visitante
por Paul Stelson, a quien yo habı́a conocido en Rice, para trabajar
en fı́sica nuclear. Gómez del Campo fue a Oak Ridge y se estableció
allı́ permanentemente, donde hizo una carrera cientı́fica destacada. Su
presencia en ORNL dio lugar a que luego otros mexicanos, Angel Dacal
y Marı́a Esther Ortiz entre otros, luego se unieran a la colaboración,
que persiste aún.

b) Se establecieron los vı́nculos para que Carmen Cisneros e Ignacio Álva-


rez trabajaran con Clarence Barnett en colisiones atómicas. Ellos hi-
cieron su trabajo doctoral con Barnett, quien incluso donó equipo al
IF, con el que se inició la investigación en esa área, cuya investigación
y equipo más adelante fuera trasladado al ahora Instituto de Ciencias
Fı́sicas en Cuernavaca.

c) Se aceptó que Federico Garcı́a Santibáñez se asociara al grupo de Tom


Carlson quien trabajaba en espectroscopı́a de electrones. A su regre-
so inició un desarrollo de equipo para tal uso, pero eventualmente se
abandonó cuando Garcı́a Santibáñez se trasladó al ININ.

La investigación importante en fı́sica nuclear se fue reubicando a las gran-


des instalaciones, muchas veces con proyectos multinacionales. En consecuen-
cia muchos laboratorios con aceleradores de energı́a limitada cambiaron de
orientación o cerraron. En el IF aconteció algo equivalente, además de que no
se contaba con una máquina confiable. Con lo que sı́ se contaba era un gru-
po de investigadores con experiencia en técnicas nucleares, y muchos de los
atributos de la “profesionalización” ya mencionados. Se tenı́a apoyo técnico,
instalaciones y servicios, especialmente talleres y laboratorios de alto vacı́o.
Permanecimos en el IF Jorge Rickards, Alejandra Jaidar, Marı́a Esther Ortiz,
Angel Dacal, Eduardo Andrade, Alberto Barragán y Héctor del Castillo.
El Director Fernández secundó mi propuesta de un cambio de área, hacia
el análisis y la modificación de materiales, incluyendo la implantación de
iones, usando técnicas nucleares. La implantación de iones en silicio ya habı́a
revolucionado la producción de circuitos integrados. Para ello me apoyó en
la compra de un nuevo acelerador de iones: un Van de Graaff de HVEC de
700,000 volts (costo: 43,000 dls.). Los fondos se obtuvieron de la venta a
El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 53

la CNEN de un espectrógrafo magnético que habı́a construido Alba, quien


ahora era Director General de la CNEN. La lı́nea de investigación iniciada
con este aparato fue evolucionando y actualmente se desarrolla en un grupo
que emplea el acelerador Pelletron de 3 MV.
A la fecha todos estos grupos han evolucionado y han marcado sus pro-
pios rumbos. La diversificación de actividades, que se llevó a cabo con éxito,
fue para mı́ una indicación de que el grupo original ya habı́a alcanzado cierta
madurez, y estoy ubicando en ella el fin del “surgimiento”. No pretendo que
lo relatado sea una crónica completa, sino sólo un extracto de mis vivencias
de esos tiempos, naturalmente con una fuerte componente personal. Segura-
mente hay muchos personajes no mencionados; para ellos una disculpa.

Referencias
Las referencias seleccionadas son una pequeña fracción, más o menos repre-
sentativa, de los cientos de trabajos, tesis, conferencias, presentaciones en
congresos, etc., que se han generado a partir de la FNE. Como se puede
observar, de manera natural está fuertemente orientada a mis trabajos, pero
esto no es para quitar relevancia al trabajo de mis colegas que se realizó
paralelamente. De la producción de la etapa 1952-1992 Marcela Romero hizo
una recopilación completa [14], que vale la pena consultar.
54 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Bibliografı́a
[1] A. Minor, Instrumentos Cientı́ficos en Movimiento. Historia del Acelerador
Van de Graaff del Instituto de Fı́sica de la UNAM (1950-1963). Tesis de
Maestro en Filosofı́a de la Ciencia, Posgrado en Filosofı́a de la Ciencia,
(UNAM, 2011).

[2] M. Mazari, A. Sperduto, W.W. Buechner, Nuclear Energy Levels in Mn55,


Phys. Rev. 108 (1957) 103.

[3] M. Mazari, Espectrógrafo Magnético para el Estudio de Reacciones Nuclea-


res, Tesis de Licenciatura en Fı́sica, Facultad de Ciencias, (UNAM, 1956).

[4] M. Mazari, F. Alba, V. Serment, Determinación de Secciones Totales con


Neutrones de Energı́as Comprendidas entre 13.0 y 16.2 MeV, Rev. Mex. Fı́s.
1 (1955) 69.

[5] F. Alba, T. Brody, R. Cameras, A. Palacios, J. Rickards, A. Tejera y E.


Velarde, Tercer Informe sobre los Estudios de la Precipitación Radioactiva,
F. Rev. Mex. Fı́s. 7 (1958) 1.

[6] J. Rickards Espectros Nucleares de F20 , O17 y O16 a Partir de Reacciones


(d,p), (d,α) y (p,α) en F19 , Empleando Energı́as Incidentes de 1.8 MeV, Rev.
Mex. Fı́s. 9 (1960) 35.

[7] J. Rickards, M.E. Ortiz de López, M. Mazari, R. Domı́nguez y L. Velázquez


Técnica de Doble Espectrógrafo para el Estudio Experimental de Distribu-
ciones Angulares de Reacciones Nucleares, 4th Interamerican Symposium on
the Peaceful Application of Nuclear Energy, Vol I, (1962) 213.

[8] M. Mazari, R. Domı́nguez, A. Jáidar, J. Rickards, G. López y M.E.O. de


López, Q-Values of Nuclear Reactions in the Light Element Region, Procee-
dings of the International Conference on Nuclidic Masses, Ed. H.E. Duck-
worth, University of Toronto Press, 1960, p. 276.

[9] R. Perry, B. Mainsbridge y J. Rickards, Li7 (p,γ)Be8 Excitation Curve


from 1.5 MeV to 11 MeV, Nucl. Phys. 45 (1963) 586.
El Surgimiento de la Fı́sica Nuclear Experimental en México 55

[10] J. Rickards, B.E. Bonner y G.C. Phillips, Measurement of (p,n) Thres-


holds at Tandem Energies, Nucl. Phys. 86 (1966) 167.

[11] M.E.O. de López, J. Rickards y M. Mazari, Angular Distribution of


the 19 F(d,p)20 F Reaction and Angular Momentum Assignments to Excited
States of 20 F, Nucl. Phys. 51 (1964) 321.

[12] E. Adem, J. Reyes y A. López, Radiation Sterilization of Orange Juice,


Rev. Mex. Fı́s. 19 (1970) 1.

[13] J. Rickards y G. Dearnaley, Ion Implantation and Backscattering from


Oxidized Single Crystal Copper, en Applications of Ion Beams to Metals,
Ed. S.T. Picraux, E.P. Eer Nisse y F.L. Vook, Plenum Press, (1974) p. 101.

[14] M. Romero, Bibliografı́a sobre la Producción Desarrollada en los Acelera-


dores de Partı́culas por los Fı́sicos Experimentales del IFUNAM en Publica-
ciones y Tesis 1952-1992, Tesis de Licenciatura en Biblioteconomı́a, Facultad
de Filosofı́a y Letras, (UNAM, 1995).
56 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México
Simplemente un Estudiante
Iván Ortegaa

Felicito a Jorge Flores por sus 75 años y quisiera agradecer a Alejandro


Morales Mori la invitación a participar en este foro. Cuando Alejandro me
preguntó si querı́a participar con una reflexión de lo que habı́a pasado en
casi medio siglo en la fı́sica en México, le contesté que hace 48 años yo era
simplemente un estudiante y que la mayor diferencia que yo veı́a era en el
ejercicio profesional de la fı́sica. De esta manera Alejandro tomó tanto el
tı́tulo de mi plática como el del foro. En esta plática trataré de explicar lo
que quise decir.
Yo entré a la Facultad de Ciencias de la UNAM, “la Facultad” de aquı́ en
adelante, en 1968. Obviamente esto marca profundamente a mi generación
con el movimiento del 68, una referencia obligada para las comparaciones.
Ya casi son 50 años y no hay cambios dramáticos en la situación del paı́s,
hay cambios claros e importantes pero no modificaciones de fondo. No voy
a elaborar sobre esto y tratando de quitar esta enorme cortina, presentaré
mi testimonio de qué pasó en la fı́sica en México desde el punto de vista de
quien era un simple estudiante.
Primero habrı́a que considerar si este periodo es suficiente para que pase
algo. Casualmente regreso recién de Japón. En Tokyo visité un nuevo museo
que, entre otras cosas, trata de la restauración Meiji. En 1868 se inicia el
proceso para restaurar el poder del emperador sobre el shogunato Tokugawa
y concluye en 1912, un periodo muy parecido al que estamos considerando
pero un siglo antes. La restauración Meiji transformó a Japón de una sociedad
medieval a un estado industrializado. La exportación principal de Japón, la
seda, pasó de una a doce toneladas, la producción de carbón se multiplicó
por 24 y Japón pasó de la fabricación de katanas, de excelente acero, a la
de excelentes aviones. Como podemos ver, existen lapsos en los que las cosas
pueden cambiar dramáticamente ¿Habrá sucedido algo parecido en la fı́sica
en México? Veamos.
Cuando yo entré a la Facultad no éramos más de dos centenas de estu-
diantes y la mayorı́a no tenı́amos una vocación clara. De hecho, en los prime-
ros semestres habı́a una deserción enorme, simplemente porque ni siquiera
la carrera era lo que muchos imaginaban. Los que continuamos lo hicimos
a
Instituto de Ciencias Fı́sicas, UNAM.

57
58 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

porque nos gustaba estudiar fı́sica, pero no tenı́amos una idea clara de cuál
serı́a nuestro ejercicio profesional. No sé si ahora si exista mayor claridad
vocacional, pero lo que sı́ existe es una mayor conciencia de la dificultad del
desarrollo profesional. La carrera fue muy agradable. Una Facultad básica-
mente amistosa, sin gran presión o competencia y una riqueza de actividades
en Ciudad Universitaria. Una enseñanza básicamente teórica, no tenı́amos
la menor esperanza, o preocupación, de que los experimentos funcionasen y,
por supuesto, no se formaba la conciencia de que la fı́sica es una disciplina
intrı́nsecamente empı́rica. Estaba muy orientada hacia la Fı́sica Matemática,
sobre todo a las diversas mecánicas.
Nuestros maestros eran en su mayorı́a buenos maestros. Es decir sabı́an
fı́sica, disfrutaban de la fı́sica, la apreciaban y trasmitı́an este disfrute, pe-
ro no producı́an fı́sica de manera regular. Por supuesto esta caracterı́stica
no incluı́a a todos, pero estoy hablando de la generalidad, y esto será ası́
a lo largo de la plática. Esta caracterı́stica incluı́a grandes maestros, y mi
favorito fue sin duda Don Juan de Oyarzábal con quien tomé una buena
cantidad de materias. Ciertamente al final de la carrera el panorama cam-
biaba, los maestros eran profesionales más completos, en el sentido de que
también producı́an fı́sica de forma regular. Para realizar la tesis me incor-
poré al departamento de Fı́sica Teórica del Instituto de Fı́sica, trabajando
con Octavio Novaro y compartiendo cubı́culo con Manuel Berrondo, un lugar
en que ciertamente existı́a un ejercicio profesional de la fı́sica. En términos
generales ¿qué pensábamos los estudiantes entonces acerca del ejercicio pro-
fesional de la fı́sica? Lo más importante era que se podı́a realizar, aunque
no en todas las áreas. Habı́a una discusión amplia entre la fı́sica teórica y la
experimental, una diferencia que aparecı́a por una dificultad, mucho mayor
entonces que ahora, de desarrollar fı́sica experimental, pero también existı́a
una distinción totalmente espuria, que afortunadamente ha ido desparecien-
do. La fı́sica estaba fuertemente localizada en la Cd. de México, en la UNAM
y el Cinvestav. Y existı́a la idea -sobre todo por parte del Cinvestav, aunque
no exclusivamente ahı́-, de que se tenı́a un nivel de investigación mayor en
este último. Después de muchos años me he acercado bastante al Cinvestav,
al que aprecio y donde tengo excelentes amigos, pero también permanentes
discusiones. Una de las cuales es que, a mi parecer, esas diferencias ya no
existen entre dichas instituciones, ni con otras en el paı́s. Debo decir que
ellos no están de acuerdo y les concedo el beneficio de la duda.
En 1973 salı́ a continuar mis estudios a Oxford y posteriormente a Edim-
burgo, siempre en la búsqueda de hacer biofı́sica. Por supuesto una duda
Simplemente un Estudiante 59

natural en esos momentos era si sabı́a la suficiente fı́sica que requerirı́a para
el posgrado. He de contar que la primera semana de cursos en Oxford fue
terrible, no entendı́a mucho de las lectures y para media semana ya habı́a
acumulado como 40 libros que se habı́an mencionado como relevantes a los
cursos. La angustia terminó cuando los compañeros me dijeron que ellos tam-
poco entendı́an y lo de los libros era puro show off. Sı́ habı́a una diferencia, la
tradición, que persiste en la Facultad, de presentar un gran detalle en los cur-
sos y normalmente no desviarse del programa. La formación que uno recibı́a
era muy adecuada y creo que ahora lo es más, como constaté durante una
visita a Oxford, en 2008 por parte de Cinvestav, donde nos entrevistamos
con 26 estudiantes de la Facultad que en esos momentos desarrollaban sus
estudios de posgrado.
Durante mi estancia en Oxford, mi vecino en una casona vieja de la uni-
versidad era un coreano, Ke San Lee. Conversábamos bastante sobre nuestros
paı́ses porque estaba de moda compararlos como equivalentes en su nivel de
subdesarrollo, todavı́a no se usaban términos polı́ticamente correctos. Los dos
paı́ses tenı́an gobiernos dictatoriales y por tanto podı́an fácilmente embarcar-
se en programas de desarrollo. Era claro que habı́a diferencias substanciales,
como serı́a evidente 42 años después. En México las escuelas de fı́sica se con-
taban con los dedos y Corea tenı́a cerca de 300. En Corea la investigación
era muy dirigida. Mi amigo no concluyó el doctorado porque lo llamaron
después de la maestrı́a -por supuesto en estado sólido- para incorporarse a
un proyecto con la industria. Corea forjaba su desarrollo en ciencia básica,
ciencia aplicada, desarrollo tecnológico y la construcción de empresas de alta
tecnologı́a, todo en paralelo. Nosotros tenı́amos un paradigma, que aún se
usa, desarrollar la ciencia básica y formar recursos para consolidar una planta
que posteriormente habrı́a de impactar el desarrollo.
Concluı́ mis años de estudiante en 1978, diez años después de ingresar
a la Facultad, y regresé al IFUNAM, que en esos momentos tenı́a a Jorge
Flores como Director. La contratación fue relativamente fácil, comparada
con la gran dificultad que tienen ahora los jóvenes investigadores. No es que
contrataran a cualquier tonto, pero casi.
Me entreviste con Jorge a los pocos dı́as de mi contratación y me dijo
claramente lo que tenı́a que hacer. Dar clases, publicar, tener estudiantes
y obtener proyectos. El ejercicio profesional estaba claramente definido y,
además, -muy importante- habı́a que tener relevancia internacional. Durante
las décadas siguientes he hecho precisamente eso, aunque recientemente y
60 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

por primera vez, no me aprobaron proyectos en Conacyt, lo que tiene que


ver con un aumento en la competencia, que trataré más adelante.
A los dos años de mi regreso me sumé a la descentralización de la fı́sica.
Esto es al traslado de investigadores de la Cd. de México a unidades en
los estados de la república. Básicamente por parte de dos instituciones: la
UNAM y el Cinvestav. Esto, aunado al esfuerzo enorme que realizaban grupos
establecidos en provincia llevarı́a a un cambio importante en la fı́sica en
México: la diversidad, geográfica y de instituciones. Aquı́ hay que considerar
la aparición de otras instituciones como la UAM en la Cd. de México y los
Centros Conacyt en la república, inicialmente con una orientación distinta
a las instituciones educativas, aunque después sumaron también esfuerzos
docentes. Esta diversidad dio lugar a mayor diferenciación por la aparición
de más áreas, distintos enfoques y, ciertamente, mayor solidez.
¿Qué es lo que más ha cambiado? Me parece claro que para un joven recién
doctorado la respuesta es inmediata: la dificultad de encontrar un trabajo en
que pueda realizar su ejercicio profesional. Para aquellos que nos ha tocado
estar del lado de quienes analizan las solicitudes de trabajo, es muy claro
que los currı́cula que presentan ahora los aspirantes son extraordinarios, hay
una diferencia mayúscula en la experiencia, la productividad y el desarrollo
profesional, comparado con el que nosotros tenı́amos al ingresar. Entonces,
ahora hay mayor exigencia y mayor competencia para obtener una plaza, pero
también mayor facilidad para hacer investigación. En 1978 veı́amos muchas
áreas que no se podı́an estudiar en México, porque involucraban equipos de-
masiado costosos, e inclusive habı́a limitaciones del cómputo al que podı́amos
tener acceso. Ahora existen programas, como el de Laboratorios Nacionales
del Conacyt, que permiten la adquisición de equipo costoso y además existe
la posibilidad de participación remota en otros laboratorios del mundo.
A pesar de los buenos currı́cula de los aspirantes de ahora, no estamos
siendo capaces de atraer a los jóvenes muy brillantes. Mi último intento de
convencer a un brillante joven mexicano, terminó en que le ofrecieran una
plaza definitiva en el Instituto Paul Scherer en Suiza a los 33 años. Para tener
esta capacidad de convocatoria tenemos que pasar de contar con individuos
sobresalientes, a tener departamentos o instituciones sobresalientes. Por su-
puesto no creo que la solución sea no dejar ir a los jóvenes brillantes y tratar
de retenerlos contratándolos antes. Que bueno que salen y se desarrollan más
y tienen oportunidades mayores. Los que tenemos que mejorar somos noso-
tros, tenemos que incrementar nuestra calidad a nivel internacional para ser
competitivos.
Simplemente un Estudiante 61

Qué otras cosas nos faltan, pues varias. Tenemos muy poco impacto en
el desarrollo nacional, y esto es crı́tico. Hemos estado pregonando esta ca-
racterı́stica de la ciencia actual para justificar la demanda de aumento en el
gasto en investigación, y no se nota este impacto. Creo que hay que olvidar
el paradigma del desarrollo de investigación básica como una condición sine
qua non para llegar eventualmente -¿cuantas décadas después?- al desarrollo
tecnológico. Creo que el ejemplo de Corea muestra lo contrario y, además,
este paradigma ya se convirtió en la historia de Pedrito y el Lobo en las
instancias del Estado mexicano ¿Qué hay que hacer al respecto? Por su-
puesto no las polı́ticas erradas que en ocasiones ha tomado el Conacyt, tal
vez impulsado por la frustración, de reducir apoyos a la ciencia básica con
la esperanza de que los investigadores salten hacia la ciencia aplicada, esto
nunca va a suceder. Sı́ se requiere un cambio de perspectiva en la comunidad,
olvidar el ejercicio casi talibánico de la pureza de la investigación y estar más
dispuestos a visualizar posibles aplicaciones. Recuerdo una discusión en un
congreso en Beijing alrededor de un Premio Nobel americano que habı́a desa-
rrollado investigación sobre ARN, investigación que ya habı́a sido utilizada
para generar varios fármacos. Él insistı́a en que su investigación habı́a sido
motivada por ciencia básica y no la búsqueda de aplicación. La contraparte
china nomás no entendı́a, por supuesto que si lo que haces se puede desa-
rrollar en aplicaciones, pues mucho mejor, es puro sentido común. Tal vez
requerimos más sentido común, en su versión china.
Pero también hay un problema de infraestructura. Hace 50 años en una
universidad ultra pura como Oxford, que estaba orgullosa de no tener una
escuela de negocios, se discutı́a si la Universidad deberı́a involucrarse ella
misma en desarrollo tecnológico. Esta discusión es cosa pasada. Oxford es
propietaria de ISIS, no el estado islámico sino una organización para la trans-
ferencia de tecnologı́a. ISIS tiene una gran pericia para transferir tecnologı́a y
en 2014 le generó a la Universidad montos equivalentes al presupuesto federal
de la UNAM. En México no tenemos organizaciones de esta envergadura, sino
unos cuantos investigadores-emprendedores y cientos de patentes guardadas
en escritorios universitarios. Tenemos ya un retraso de 50 años, es tiempo de
ponernos al corriente.
¿Qué otra cosa nos falta en Fı́sica? Grandes proyectos, es decir el desa-
rrollo, puesta en operación y uso de grandes equipos. Esto se da sobre todo
en altas energı́as experimentales y ha generado un ejercicio profesional dis-
tinto; se requieren de cientos de fı́sicos alrededor de un problema (aunque no
entiendo por qué los cientos tienen que aparecer en las publicaciones, al rato
62 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

va a aparecer el peluquero del Profesor, como en los créditos de cualquier


pelı́cula). El desarrollo de este tipo de investigación es necesario para com-
pletar el impacto de la fı́sica y su aprecio por parte del estado. Ser capaces
de gestionar recursos para un gran equipo, mantenerlo funcionando, actuali-
zarlo y extender su servicio más allá de la academia. Por supuesto esto hay
que lograrlo con un gasto adicional al gasto regular en ciencia, si no veremos
la extinción de la fı́sica en México. Sé que existe el proyecto de construir un
sincrotrón en México, pero creo que hasta ahora no se ha concretado.
Los dos puntos anteriores son importantes, porque amplı́an el espectro de
actividad profesional de los fı́sicos, que en estos momentos es extremadamen-
te estrecho en el paı́s. Hay que hacer esfuerzos conscientes y constantes por
ampliarlo, como por ejemplo el desarrollo del área de fı́sica médica impul-
sado por Marı́a Esther Brandan. Habrá que ver si la nueva carrera de fı́sica
biomédica en la Facultad de Ciencias de la UNAM genera automáticamente
nuevos espacios. Hay otras alternativas que no utilizamos. Recientemente en
plática con una exalumna en Parı́s, me contaba que ha sido contratada para
coordinar un proyecto europeo de todas las estaciones marinas de la comu-
nidad. Tiene que coordinar la logı́stica del proyecto y buscar la relación con
la industria, y una condición para obtener la plaza era haber desarrollado
investigación cientı́fica. Ciertamente la enorme burocracia de la Unión Euro-
pea genera muchos trabajos, pero también alternativas interesantes para el
ejercicio cientı́fico.
En este momento parece que existe una contradicción con mi tesis original,
de que el ejercicio profesional de la fı́sica requiere de hacer investigación, pero
hay algo que me incomoda de la opción contraria. Un profesor de piano puede
enseñar a un estudiante a utilizar el instrumento, pero para enseñarlo a hacer
música, el maestro debe hacer música en el piano. Creo que es lo mismo, el
ejercicio profesional de la fı́sica requiere que se toque fı́sica, aunque sean un
poco.
¿Hemos avanzado en estos 50 años? Ciertamente, aunque no comparados
con la restauración Meiji, ni con el desarrollo coreano. Hay mucho camino por
recorrer y debemos apresurar el paso. Esto es fácil decirlo porque quienes de-
ben apresurarse son quienes nos siguen. Espero que en 50 años un estudiante
de la Facultad -ojalá y todavı́a se pueda enfatizar “la Facultad”-, reflexione
sobre el estado de una fı́sica en México tan buena como la mejor del mundo
y con benevolencia recuerde estas discusiones que le parecerán bizantinas.
Los Departamentos de Fı́sica e
Ingenierı́a Fı́sica en la Universi-
dad de Guanajuato. Historia y
Desarrollo
Octavio Obregóna

Fui invitado al festejo en honor de Jorge Flores en su Aniversario número 70.


Agradezco a Jorge y colaboradores la invitación que nuevamente me hacen
a la celebración del 75 Aniversario.
Iniciaré mi charla recordando, aunque de manera incompleta, algunos
aspectos del nacimiento de la fı́sica en nuestro paı́s hasta 1952.
Hasta 1910, profesores con amplio conocimiento en matemáticas y fı́sica
impartı́an cursos en la Escuela Militar de Ingenierı́a. Evidencia de ello es un
libro de mecánica analı́tica editado por esta escuela, tan avanzado como el
mejor de esos tiempos (Mecánica analı́tica, de Eduardo Prado, 1898). Entre
1912 y 1916, surge una figura clave en el desarrollo de la fı́sica en México,
Sotero Prieto, maestro de matemáticas de la Escuela Nacional Preparatoria.
En esa época estaban, además otros maestros en fı́sica, Juan Mancilla Rı́os y,
en cosmologı́a, José de las Fuentes. Marcos Moshinsky solı́a recordar también
a uno de sus maestros, Teodoro Velázquez.
Los dos primeros personajes fueron de gran influencia para don Ma-
nuel Sandoval Vallarta, figura central en el desarrollo de la fı́sica en nuestro
paı́s. Don Manuel estudió fı́sica en el Instituto Tecnológico de Massachussets
(MIT) y fue profesor de tiempo completo en este Instituto hasta 1946. Fue
el primer fı́sico mexicano reconocido internacionalmente, en particular en el
campo de rayos cósmicos. De 1933 a 1936, don Manuel escribió nueve artı́cu-
los en relatividad. Menciono dos de ellos: “Unified field theory of electricity
and gravitation”, publicado en Nature en coautorı́a con Norbert Wiener; y
“The spherically symmetrical field in the unified field theory”, en Physical
Review con Nathan Rosen.
a
Departamento de Fı́sica División de Ciencias e Ingenierı́as Campus León Universidad
de Guanajuato.

63
64 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

En 1930, dos jóvenes estudiantes de ingenierı́a, Carlos Graef y Alberto


Barajas, tomaban la decisión de abandonar sus carreras para estudiar fı́sica
y matemáticas, respectivamente. Estos dos jóvenes fueron influenciados por
Sotero Prieto, su profesor.
Graef y Barajas merecen un tratamiento especial. La comunidad ma-
temática ha publicado unas interesantes memorias de Alberto Barajas y
existen varios artı́culos y documentos sobre Carlos Graef. Estos junto con
las notas que él hacia sobre su investigación, docencia, divulgación y otros
aspectos, serán en breve puestos en la Red gracias a que sus hijos Alicia y
Carlos me hicieron el honor de donarme los cuadernos donde Carlos Graef
escribı́a sus notas.
Hasta 1953, la nueva Escuela de Ciencias y el nuevo Instituto de Fı́sica
de la UNAM no tenı́an sus propias oficinas. Los pocos estudiantes de fı́sica
se reunı́an con sus profesores en el Palacio de Minerı́a, que hospedaba a la
Escuela Nacional de Ingenierı́a. El Instituto de Fı́sica estaba situado en el
primer piso del Palacio de Minerı́a, ası́ como una modesta Escuela de Fı́sica.
En 1953, la Escuela fue la primera en mudarse a las nuevas instalaciones en
Ciudad Universitaria.
Por otra parte, y en un contexto más general, gracias a la energı́a de
diversos cientı́ficos entusiastas y promotores, para 1910 se habı́an fundado
en México diversas organizaciones cientı́ficas, entre ellas:

Sociedad Mexicana de Geografı́a y Estadı́stica (1833).


Sociedad Quı́mica (1849).
Observatorio Astronómico Nacional (1863).
Sociedad Mexicana de Historia Natural (1868).
Academia Nacional de Medicina (1873).
Sociedad Cientı́fica “Antonio Alzate” (1884).
Sociedad Astronómica de México (1900).
Hospital General (1905).
Servicio Sismológico Nacional (1910).
Jorge Flores ha sido de esos promotores con particular entusiasmo y
energı́a; ha fundado e impulsado diversas instituciones, sociedades y pro-
gramas. Me gusta ilustrar esta positiva actitud contando que en 1983, Jorge
me invita a impartir una plática de divulgación en el Museo de la Comisión
Los Departamentos de Fı́sica e Ingenierı́a Fı́sica en la Universidad. . . 65

Federal de Electricidad. Como seguramente también a muchos otros colegas,


me sorprendió muy gratamente. Se trataba de un fin de semana y Jorge,
que era el Subsecretario de Educación Superior e Investigación Cientı́fica, se
encargó de anunciar la plática a los que visitaban el museo; asistió, hizo pre-
guntas y al final comentamos sobre mi presentación y me dio, como excelente
divulgador que siempre ha sido, algunos valiosos consejos.
A principios de 1992, fui invitado a dirigir el entonces Instituto de Fı́sica
de la Universidad de Guanajuato, IFUG. Clicerio Avilez† quien fundó el
Instituto oficialmente el 1◦ de marzo de 1986, falleció el 10 de marzo de
1991 y se buscaba un Director. Clicerio habı́a ya iniciado una maestrı́a y
doctorado con muy pocos investigadores además de él mismo. Por desgracia,
a su fallecimiento estos investigadores se trasladaron a otras instituciones
y sólo quedó uno de ellos, además de cuatro estudiantes de maestrı́a. Al
final de este relato resaltaré el desarrollo del IFUG, convertido hoy en dos
departamentos de la División de Ciencias e Ingenierı́as del Campus León de
la Universidad de Guanajuato.
Deseo primero destacar la decisiva influencia y participación de Jorge
Flores en la fundación del IFUG. En los años 80, Jorge era el Director del
Instituto de Fı́sica de la UNAM (IFUNAM) y llamó a su oficina a los enton-
ces integrantes del grupo de Partı́culas Elementales: Matı́as Moreno, Clicerio
Avilez, Germinal Cocho y Laurence Jacobs, y les dijo: “. . . hay que hacer ex-
perimentos”. A Germinal Cocho no le entusiasmó la idea y Laurence Jacobs
regresó pronto a Estados Unidos. Matı́as y Clicerio sı́ se entusiasmaron y
siguieron varias reuniones con Jorge y con Leon Lederman, con quien Jorge
estableció una excelente relación y a quien pocos años más tarde le otorgarı́an
el Premio Nobel. Lederman fue un gran promotor y apoyó a varios grupos
en Latinoamérica para que colaboraran en experimentos en FERMILAB, en
Batavia, Illinois, institución de la que Lederman fue Director. Más tarde,
Matı́as Moreno decidió regresar a su cubı́culo a continuar con sus cálculos
teóricos. Por su lado, Clicerio tomó con pasión y seriedad la fı́sica experimen-
tal de partı́culas en la que se formó inicialmente durante una estancia en la
Universidad de Columbia. Pocos años después, siendo Jorge ya Subsecreta-
rio, apoyó de manera decidida y entusiasta la fundación del IFUG en León,
Guanajuato, con Clicerio como director. El esfuerzo inicia formalmente en
marzo de 1986 (en varias visitas a León, Leon Lederman bromeaba sobre la
coincidencia de su nombre y el de la ciudad donde se ubica el IFUG).
Sé que Jorge promovió también la creación del Centro de Nanociencias
y Nanotecnologı́a en Ensenada, cuya historia y desarrollo fue referida -en el
66 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

cumpleaños 70 de Jorge- por Ernesto Cota. Jorge también promueve y funda


el ahora Instituto de Ciencias Fı́sicas en Cuernavaca; Luis Mochán contó en
la misma ocasión algunos aspectos de su desarrollo. Ahı́ mismo Magdaleno
Medina refirió cómo Jorge también estuvo presente en el apoyo y cuidado del
desarrollo del Instituto de Fı́sica de la Universidad Autónoma de San Luis
Potosı́.
Antes de relatar el desarrollo del IFUG desde que llegué en marzo de
1992, quiero mencionar que aproximadamente un año y medio previos a esta
fecha, se nombró una comisión por parte de las instituciones que apoyaban al
IFUG. Por parte de la UNAM fue designado Ignacio Renero† , el CONACYT
nombró a Augusto Garcı́a† y la Secretarı́a de Educación Pública (SEP) a
mı́. Hicimos nuestro diagnóstico y lo entregamos en primer lugar al propio
Clicerio; después nos entrevistamos con el entonces Rector de la Universidad
de Guanajuato, Dr. Santiago Hernández Ornelas† , hombre inteligente y des-
tacado médico. Aunque estimaba, reconocı́a y apoyaba el trabajo de Clicerio,
esta relación no debe haber sido siempre tersa, con un Clicerio trabajador
y entusiasta, pero -como lo conocimos- impulsivo, y un Rector de tempera-
mento fuerte. Quizá la principal recomendación que aquella comisión hizo
sobre el IFUG fue que, si bien debı́a continuarse el esfuerzo de construir los
proyectos de fı́sica experimental de partı́culas, se planeara también contar
con grupos de investigación en otras áreas.
También preceden a mi arribo al IFUG varios esfuerzos de colegas, par-
ticularmente del Instituto de Fı́sica de la UNAM (IFUNAM), que quiero
reconocer. Al fallecer Clicerio, José Sarukhán, Rector de la UNAM, llama
a mi tocayo Octavio Novaro, entonces director del IFUNAM y le pide que
rescate al IFUG; no dudo que Jorge haya expresado al Rector su preocu-
pación por el IFUG. Estoy también seguro de que Octavio hubiera tomado
esta labor aún sin la petición del Rector. Octavio hace todos los esfuerzos
con la Universidad de Guanajuato y las otras instituciones mencionadas para
que el proyecto del IFUG continúe; fue activamente apoyado Angel Dacal†
(entonces secretario del IFUNAM) y Matı́as Moreno interviene y muestra su
preocupación e interés.
Para suceder a Clicerio, se consideraron varios candidatos a la dirección
del IFUG, algunos de ellos decidieron finalmente no participar. Yo acepté
y me trasladé a León como director del IFUG con el apoyo de la Universi-
dad Autónoma Metropolitana durante los primeros años, particularmente de
Gustavo Chapela y de Luis Mier y Terán, quienes ocupaban los puestos de
Rector General y Rector del Campus Iztapalapa, respectivamente. Quien me
Los Departamentos de Fı́sica e Ingenierı́a Fı́sica en la Universidad. . . 67

designa y apoya decididamente en todas mis propuestas y esfuerzos es Juan


Carlos Romero Hicks quien poco antes de mi arribo habı́a iniciado su gestión
como Rector de la Universidad de Guanajuato; después fue Gobernador de
Guanajuato, director del CONACyT y es hoy Senador de la República. Oc-
tavio Novaro y José Sarukhán se mantuvieron pendientes del desarrollo del
IFUG durante los primeros años; ası́ como Daniel Reséndiz, Subsecretario
en la SEP, y su asesor, Fernando del Rı́o. Un apoyo de otra ı́ndole recibı́ a
mi llegada de Daniel Malacara (fundador del Centro de Investigaciones en
Óptica, CIO), quien me orientó en la ciudad de León, donde él es un recono-
cido y apreciado ciudadano. También Arturo Ramı́rez (fundador del Centro
de Investigaciones en Matemáticas, CIMAT) nos apoyó de manera similar en
Guanajuato.

Llegamos tres doctores al IFUG, donde habı́a sólo un doctor y cuatro


estudiantes de maestrı́a. Al final de mi periodo como director habı́a vein-
te investigadores en fı́sica y ocho en astronomı́a. Este grupo de astrónomos
surgió unos años después de nuestro arribo y se consideró conveniente que es-
tuvieran, al menos los primeros años, en el mismo instituto, el IFUG. En este
esfuerzo contamos con el apoyo de Arcadio Poveda y José de la Herrán. El
grupo de Astronomı́a es ahora un departamento independiente en la Ciudad
de Guanajuato. Actualmente en León, somos la División de Ciencias Bási-
cas e Ingenierı́a del Campus León de la Universidad de Guanajuato. En esta
División, con una excepción todos los profesores son miembros del Sistema
Nacional de Investigadores. Contamos con cuatro licenciaturas: fı́sica, inge-
nierı́a fı́sica, ingenierı́a biomédica e ingenierı́a quı́mica Sustentable. Además,
la maestrı́a y doctorado en fı́sica tienen el Nivel Internacional en el Padrón
del CONACyT. La distribución de profesores y alumnos de la División se
muestra en las Tablas I, II y III. En el Anexo 1 se incluyen a los miembros
del personal académico que han recibido distinciones importantes.
68 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Tabla I. Distribución de profesores en la División de Ciencias Básicas e Ingenierı́a del Campus León de la
Universidad de Guanajuato.

Profesores adscritos al Departamento de Fı́sica 20

Cuerpos académicos:
1) Espectroscopı́a de Hadrones y Fı́sica más allá del modelo estándar. 5
2) Gravitación y Fı́sica Matemática. 7
3) En proceso de consolidación y/o plazas temporales 8

Profesores adscritos al Departamento de Ingenierı́a Fı́sica 19

Cuerpos académicos:
1) Fı́sica Médica e Instrumentación Biomédica. 5
2) Mecánica Estadı́stica. 7
3) En proceso de consolidación y/o plazas temporales 7

Profesores adscritos al Departamento de Ingenierı́as Quı́mica, Electrónica y Biomédica 14

Cuerpos académicos:
1) Ingenierı́a Biomédica. 5
2) Quı́mica e Ingenierı́a Quı́mica. 6
3) En proceso de consolidación y/o plazas temporales 3

Nota: 30 profesores en total apoyan al posgrado; 70 de ellos son niveles II,III y emérito del SNI.

Tabla II. Profesores del IFUG en el Sistema Nacional de Investigadores.

TOTAL DE PROFESORES EN EL SISTEMA NACIONAL DE INVESTIGADORES 50

Candidatos 13
Nivel I 15
Nivel II 15
Nivel III 6

Tabla III. Estudiantes inscritos en los programas de licenciatura y posgrado del IFUG.

TOTAL DE ESTUDIANTES ADSCRITOS A LOS PROGRAMAS


DE LICENCIATURA Y POSGRADO 476

Desgloce:
Estudiantes de Licenciatura Fı́sica. 91
Estudiantes de Licenciatura en Ingenierı́a Fı́sica. 98
Estudiantes de Licenciatura en Ingenierı́a Biomédica. 124
Estudiantes de Licenciatura en Ingenierı́a Quı́mica Sustentable. 86
Estudiantes de Maestrı́a en Fı́sica.
Nota: 10 % en estancia de investigación y 20 % extranjeros 33
Estudiantes de Maestrı́a en Ciencias Aplicadas. 14
Estudiantes de Doctorado en Fı́sica.
Nota: 50 % en estancia de investigación y 10 % extranjeros 30
Los Departamentos de Fı́sica e Ingenierı́a Fı́sica en la Universidad. . . 69

Enseguida unas fotografı́as sobre el IFUG hasta hace unos años


(Figs. 1-5). La primera corresponde a la inauguración de un simposio in-
ternacional y aparecen Jorge Flores y Clicerio Avilez. En la segunda Jorge
está con José Luis Lucio y Gustavo López, entonces Director del IFUG, en
la celebración de los 25 años. En esa ocasión (tercera fotografı́a) nos acom-
pañaron dos Premios Nobel: Charles Townes y el amigo de siempre del IFUG,
Leon Lederman. Se muestran también algunas imágenes del IFUG; y una del
autor acompañado de estudiantes de posgrado.
Para terminar, quiero recordar brevemente al maestro de Jorge Flores,
Marcos Moshinsky, quien nos visitó varias veces. En una de las primeras visi-
tas me manifestó su agradecimiento porque el seminario del IFUG llevara su
nombre. Le aclaré que habı́a sido Clicerio quien habı́a designado al seminario
con su nombre y que a mi llegada yo habı́a respetado esta decisión, dado el
aprecio y gran prestigio de los que él gozaba y, también, en memoria de Clice-
rio. En su última visita, Marcos impartió el seminario de los viernes “Marcos
Moshinsky” (como siempre a las 12:00 hrs.) y no satisfecho con su exitosa
interacción con los “muchachos”, pidió continuar el seminario a las 5:00 pm.
Sobra decir que tenı́amos una asistencia poco usual con su presencia.

Figura 1: Inauguración de un Simposio Internacional organizado por el


IFUAG. Aparecen Jorge Flores y Clicerio Avilés.
70 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

La energı́a y entusiasmo de Marcos caracterizan también a Jorge. Muchos


esfuerzos de diversos colegas fueron y serán necesarios para lograr que el
IFUG (ahora División) continúe siendo un lugar de investigación y formación
de recursos humanos de alto nivel.
Sin la visión y apoyo de Jorge esta historia no podrı́a haberse contado.
Quiero terminar agradeciéndole haber tenido esta iniciativa, felicitarlo por
su trayectoria como promotor de la ciencia, por su labor como divulgador y,
desde luego, como cientı́fico. FELICIDADES JORGE!

Figura 2: Jorge Flores con José Luis Lucio y Gustavo López, entonces Direc-
tor del IFUG, en la celebración de los 25 años del IFUG.
Los Departamentos de Fı́sica e Ingenierı́a Fı́sica en la Universidad. . . 71

Figura 3: Dos premios Nobel en la celebración de los 25 años del IFUG:


Charles Townes y el amigo de siempre del IFUG, Leon Lederman.
72 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 4: Vistas del Instituto de Fı́sica de la Universidad de Guanajuato hace


algunos años.
Los Departamentos de Fı́sica e Ingenierı́a Fı́sica en la Universidad. . . 73

Figura 5: Octavio Obregón y estudiantes de posgrado.

Anexo 1
Algunos académicos de la División de Ciencias Básicas e Ingenierı́a del Cam-
pus León de la Universidad de Guanajuato, que han recibido distinciones
importantes
DR. RAMON CASTAÑEDA PRIEGO

Alexander von Humboldt research fellowship 2015.


Beca de Investigación Marcos Moshinsky 2014.

DR. JOSE LUIS LUCIO

Alexander Von Humboldt Fellow, Alexander Humboldt Foundation,


1987.
Premio TWAS, Academia de Investigación.Cientı́fica (ahora Academia
Mexicana de Ciencias), 1994.
Premio de Investigación Cientı́fica, investigadores jóvenes, en el área
de Ciencias Exactas, AMC, 1995.
Associate Member of the ICTP (1998-2008) Trieste, Italia.
74 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

DR. GUSTAVO NIZ

Regular Associate en el Abdus Salam International Centre for Theore-


tical Physics, Trieste, Italia (Ene. 2014- Dic. 2019.

DR. OCTAVIO OBREGON

Premio Nacional de Ciencias 1999.


Premio Nacional a la Investigación Socio Humanı́stica, Cientı́fica y Tec-
nológica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosı́, 2011.
Doctor Honoris Causa, UAM, 2012.
Premio al Desarrollo de la Fı́sica, Sociedad Mexicana de Fı́sica, 25 de
septiembre 2012.
Premio Crónica en Ciencia y Tecnologı́a 2015.
Doctor Honoris Causa, BUAP, 2015.

DR. ARTURO UREÑA LOPEZ

Premio Weizmann, AMC, 2002.


Beca de Investigación Marcos Moshinsky 2014.
Premio de Investigación en el área de Ciencias Exactas, AMC, 2014.
Fı́sica Después del Amanecer
Alfonso Lastras Martı́neza

8.1. Introducción
Primeramente, quisiera expresar mi agradecimiento a los organizadores de
este simposio “Historia del surgimiento de la fı́sica profesional en México”,
celebrado en honor del Dr. Jorge Flores Valdés, por su amable invitación
para participar en el mismo. Sin bien son múltiples las aportaciones del Dr.
Flores Valdés al desarrollo de la fı́sica en México, entre éstas destaca de
manera prominente su papel, como Subsecretario de Educación Pública, en
la creación en 1984 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el cual
constituyó un punto de inflexión en el desarrollo de la ciencia en México.
Como recordamos, la crisis económica que sufrı́a el paı́s en la primera
mitad de la década de los años 80 obstaculizaba seriamente el desarrollo de
la ciencia en nuestro paı́s. En particular, los salarios que se pagaban a los
investigadores en universidades y centros de investigación no eran competiti-
vos y eran frecuentes los casos de investigadores que dividı́an su tiempo entre
dos o más trabajos con el fin de hacerse de un salario decoroso. La creación
del SNI contribuyó de manera decisiva a revertir esta situación y con esto
a la profesionalización de la investigación y la enseñanza de la ciencia en
México; en particular a la profesionalización de la fı́sica, que es el tópico de
este simposio.
La precaria situación salarial que vivı́amos los investigadores en la prime-
ra mitad de las década de los años ochenta está retratada de manera precisa
por un hecho del que fui testigo en marzo de 1983, en la cúspide de la cri-
sis económica. En esa época, trabajaba como profesor en el Departamento
de Fı́sica del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del
Instituto Politécnico Nacional, y asistı́ con un grupo de colegas del mismo
departamento al tradicional “March Meeting” de la “American Physical So-
ciety”, que en esa ocasión se celebró en la ciudad de Los Ángeles, California.
No pudiendo costear el viaje por avión hasta la sede del congreso por lo li-
mitado de nuestro presupuesto, decidimos volar hasta Tijuana y ahı́ alquilar
un automóvil para transportarnos por tierra hasta nuestro destino. Una vez
en Los Ángeles, tuvimos que buscar en el centro de la ciudad un alojamien-
a
Instituto de Investigación en Comunicación Óptica Universidad Autónoma de San
Luis Potosı́.

75
76 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

to acorde con nuestras posibilidades; alojamiento que, huelga decir, resultó


bastante modesto.
Al dı́a siguiente, al estar inscribiéndonos para el congreso, el Dr. Feliciano
Sánchez Sinencio, quien a la sazón encabezaba el grupo de fı́sica del estado
sólido del Departamento de Fı́sica del CINVESTAV, tuvo la ocurrencia de
marcar la casilla de “Desempleado” en la ficha de inscripción. Ante la mirada
entre extrañada y reprobatoria de la encargada de procesar la ficha, el Dr.
Sánchez Sinencio le hizo saber que no se habı́a equivocado al marcar la casilla,
pues su salario como profesor –unos cuatrocientos dólares– era equivalente a
lo que recibı́a un desempleado en los Estados Unidos.
Ciertamente, dadas las condiciones salariales que prevalecı́an en las insti-
tuciones de investigación en México en la primera mitad de la década de los
años ochenta, la creación del SNI constituyó un paso decisivo en el camino
hacia la profesionalización de la fı́sica en México.
En este artı́culo quisiera referirme a la ruta que ha seguido la fı́sica en la
Universidad Autónoma de San Luis Potosı́ (UASLP), a partir de sus inicios
en la década de los años cincuenta y hasta la época actual. Debo señalar
que si bien fui testigo de algunos de los acontecimientos aquı́ relatados, no
fue ası́ en todos los casos. En aquellos en los que me falta una experiencia
directa consulté personalmente con algunos de los que sı́ vivieron los acon-
tecimientos de manera personal. Consulté, asimismo, fuentes documentales,
particularmente el libro Fı́sica al amanecer de Candelario Pérez Rosales [1],
que contiene abundante información relativa a los orı́genes de la fı́sica en la
UASLP.

8.2. El amanecer de la fı́sica en san Luis Po-


tosı́
La historia comienza en el verano de 1954 en Purdue University, en el estado
de Indiana, Estados Unidos, con Gustavo del Gastillo y Gama y Candela-
rio Pérez Rosales como protagonistas. A la sazón, del Castillo acababa de
recibir de Purdue University un grado doctoral en fı́sica. Candelario Pérez,
por su lado, era estudiante de licenciatura en fı́sica en la misma universidad.
Mientras hacı́a arreglos para regresar a México, del Castillo, juntamente con
Candelario Pérez, concibió la idea de crear una escuela de fı́sica en la univer-
sidad potosina [2]. Hay que señalar que, tanto del Castillo como Candelario
Pérez, tenı́an ligas con la UASLP: el primero habı́a obtenido un grado de
Fı́sica Después del Amanecer 77

licenciatura en quı́mica, mientras que el segundo era egresado de su escuela


preparatoria.
No mucho tiempo después de su regreso a México, de manera especı́fica
en el mes de diciembre de 1955, Gustavo del Castillo logró que el Consejo
Directivo de la UASLP creara la Escuela de Fı́sica. Este logro fue el resultado
de meses de gestiones, tanto ante autoridades de la UASLP como de otras
instancias en la Ciudad de México; estas últimas con el objeto de conseguir
el apoyo económico necesario que la Universidad no podı́a proporcionarle.
De manera particular, dado que la UASLP no tenı́a la posibilidad de adju-
dicarle un salario decoroso como investigador, del Castillo hubo de recurrir
a PEMEX que lo contrató como asesor en asuntos de energı́a atómica y
lo comisionó para trabajar en la UASLP en el desarrollo de un centro de
investigaciones nucleares [3].
Una vez instalado en San Luis Potosı́ y con la Escuela de Fı́sica aprobada
por el Consejo Universitario, del Castillo urgió a Candelario Pérez Rosales,
quien en esos momentos terminaba sus estudios de licenciatura en fı́sica en
Purdue, para que regresara a México a la brevedad posible con el fin de
ayudarlo en la apertura de la Escuela de Fı́sica. Candelario Pérez aceptó
el planteamiento de del Castillo y pocos meses después de su creación, de
manera precisa el 5 de marzo de 1956, la Escuela de Fı́sica inició cursos con
nueve estudiantes y con Gustavo del Castillo y Candelario Pérez como profe-
sores de fı́sica y matemáticas, en forma respectiva. Como lo relata Candelario
Pérez en Fı́sica al amanecer, el periódico El Sol de San Luis informó sobre el
suceso con el encabezado a ocho columnas: “Desde hoy San Luis formará sus
propios fı́sicos. La nueva facultad nace con los mejores auspicios. El progreso
de México requiere de un gran número de fı́sicos” [4].
Aparte de la creación de la Escuela de Fı́sica, el proyecto de Gustavo
del Castillo incluı́a un proyecto de investigación experimental en el área de
los rayos cósmicos. Como parte de este proyecto, con el apoyo de PEMEX
y del Instituto Nacional de la Investigación Cientı́fica (INIC), del Castillo
se dio a la tarea de construir una cámara de niebla para el estudio de las
partı́culas generadas por interacción de los rayos cósmicos con una placa de
plomo. Gustavo del Castillo, quien era un constructor notable de instrumen-
tos cientı́ficos y habı́a adquirido experiencia con este tipo de instrumentación
durante su estancia doctoral en Purdue, construyó y puso en funcionamiento
la cámara de niebla en un tiempo récord de un año y cuatro meses.
En un artı́culo publicado en 1957 en el número inaugural de la revista
Acta Cientı́fica Potosina, Gustavo del Castillo resume su trabajo: “El pre-
78 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Foto 1. El Sol de San Luis, 5 de marzo de 1956.


Fı́sica Después del Amanecer 79

Foto 2. Cámara de niebla construida en la UASLP por Gustavo del Castillo


(1956) .

sente reporte describe las pruebas preliminares de la Cámara de Wilson y del


sistema de control automático que se ha construido en el Departamento de
Fı́sica de esta Universidad, dentro del proyecto de investigación de Interac-
ciones Nucleares de Alta Energı́a. Puesto que el equipo que aquı́ se describe
ha estado trabajando satisfactoriamente durante un periodo de cinco meses,
creemos conveniente reportar las actividades de este laboratorio” [5].
En su libro Fı́sica al amanecer, Candelario Pérez nos describe la opera-
ción del instrumento: “Era impresionante contemplar en acción ese incansa-
ble autómata que fotografiaba, dı́a y noche, trayectorias de partı́culas que
eran producto de la radiación cósmica. En medio de una densa y sofocante
oscuridad, salpicada por el parpadeo de los focos indicadores del control au-
tomático, se escuchaba la explosión estruendosa que producı́a el aire al salir
repentinamente de la cámara de expansión; luego, un destello cegador ilumi-
naba el interior de la cámara de niebla, al tiempo que la cámara fotográfica
registraba los eventos nucleares; después se oı́a el corrimiento de la pelı́cula
fotográfica y la cámara quedaba en espera del siguiente disparo”.
De manera desafortunada, la cámara de niebla construida por Gustavo de
Castillo no produjo resultados de investigación, fundamentalmente por dos
razones; por un lado, en la segunda mitad de la década de los años cincuenta
este tipo de instrumentos entró en desuso por la aparición de los aceleradores
de partı́culas, mientras que, por el otro, la UASLP no estaba todavı́a suficien-
80 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

temente madura para alojar proyectos de investigación competitivos; entre


otras cosas, por la falta de plazas de tiempo completo para investigadores.
Ası́, mediando el año 1959, desanimado por la poca respuesta que encon-
traba en la UASLP para el desarrollo de sus proyectos, del Castillo decidió
emigrar a los Estados Unidos, apenas tres años después de haber fundado la
Escuela de Fı́sica, convencido de que su iniciativa habı́a fracasado.
La escuela quedó entonces en manos de Candelario Pérez, quien en-
frentó condiciones extremadamente difı́ciles, incluyendo una precaria situa-
ción económica personal [6]. Se mantuvo, no obstante, a la cabeza de la
Escuela de Fı́sica gracias al apoyo de Guillermo Haro, quien le consiguió una
compensación salarial por parte del INIC para sobrevivir como investigador
en la UASLP. Al perder esta ayuda, su situación económica se hizo insos-
tenible y en 1966 decidió emigrar a la Ciudad de México para incorporarse
como investigador al entonces naciente Instituto Mexicano del Petróleo. Se
cerró ası́ una primera etapa del desarrollo de la fı́sica en San Luis Potosı́, que
tuvo aspectos brillantes y dos promotores fuera de serie quienes, sin embargo,
posiblemente se adelantaron a su tiempo.

8.3. La transición
A la salida de Candelario Pérez de la UASLP, la Escuela de Fı́sica quedó
a cargo de Juan Fernando Cárdenas Rivero. A partir de aquı́ se inicia una
segunda etapa de transición, en el camino hacia la profesionalización de la
fı́sica en la UASLP. El inicio de esta etapa –que me tocó vivir como estu-
diante– fue complicada y llena de obstáculos, entre otras cosas por la falta
de profesores para impartir los cursos del programa y la poca orientación que
como estudiantes recibı́amos sobre los tópicos de la fı́sica a lo que habı́a que
dar una mayor atención.
Ası́ las cosas, llegó 1971 que constituyó un año de especial significado en el
desarrollo de la fı́sica en la UASLP. A partir de ese año se inició un éxodo de
egresados de la Escuela de Fı́sica hacia el CINVESTAV para obtener grados
de maestrı́a o doctorado. Muchos de estos egresados, una vez doctorados –en
el CINVESTAV o en alguna otra institución de México o del extranjero–
regresaron a la UASLP y fueron factor importante en la consolidación y
profesionalización de la fı́sica en la Universidad. Con relación a esto último,
es menester mencionar al Dr. Francisco Mejı́a Lira, quien se reincorporó a la
Escuela de Fı́sica de la UASLP en 1975 después de una estancia doctoral en el
Fı́sica Después del Amanecer 81

CIVESTAV. Igualmente, habrı́a que mencionar al Dr. Jesús Urı́as Hermosillo


quien, si bien no es egresado de la UASLP, se incorporó a la Escuela de Fı́sica
en el año de 1976 después de doctorarse en el extranjero. Ambos, Mejı́a y
Urı́as fueron actores importantes en el proceso para establecer una tradición
de investigación en fı́sica en la UASLP.

En lo personal, 1971 marcó el inicio de un periodo de ausencia de la


UASLP que se prolongó por más de una década. Ese año me trasladé a
la Ciudad de México con el objeto de buscar opciones que me permitieran
avanzar en mi formación profesional. Meses antes me habı́a contactado con
Candelario Pérez en busca de una oportunidad para trabajar en el Instituto
Mexicano de Petróleo (IMP) y al mismo tiempo continuar con estudios de
posgrado en la Ciudad de México. Para mi fortuna, Candelario Pérez me
ofreció un puesto en su laboratorio y en enero de 1971 me incorporé al IMP.

En paralelo con el éxodo hacia el CINVESTAV y a otros centros académi-


cos en México y el extranjero, en la UASLP se desarrolló en la década de los
años setenta un proyecto para el establecimiento de un programa de maestrı́a
en fı́sica con el apoyo de la UNAM, siendo el Dr. Jorge Flores uno de sus
impulsores más decididos. El programa se centró en el Instituto de Fı́sica,
que a la sazón era dirigido por Juan Fernando Cárdenas Rivero. El programa
de maestrı́a fue apoyado por la Organización de Estados Americanos y en
esto el Dr. Jorge Flores jugó también un papel central.

El programa de maestrı́a en fı́sica tuvo sus primeros cuatro graduados


en el año 1978, lo que coincidió con la creación de las primeras plazas de
investigador a tiempo completo en la UASLP. Esto ocurrió en el tiempo en el
que el Dr. Ariel Valladares Clemente fungı́a como Jefe de la División de Altos
Estudios de la UASLP. Estas primeras plazas fueron otorgadas a los recién
graduados del programa de maestrı́a en fı́sica y con esto, el Instituto de Fı́sica
de la UASLP inició una ruta de crecimiento que incluyó la incorporación a
su planta académica de los doctores Francisco Mejı́a y Jesús Urı́as en 1978.

Se cierra ası́ una segunda etapa de transición hacia la profesionalización de


la fı́sica en la UASLP, la cual podrı́a concebirse como una etapa de incubación
en la que se formaron los especialistas, en diversas ramas de la fı́sica, que
posteriormente se incorporarı́an a la UASLP como investigadores.
82 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

8.4. Fı́sica en la UASLP después del amane-


cer
Camino hacia la consolidación
Mi interacción con la UASLP se reanudó en 1983. En ese año, siendo profesor
del Departamento de Fı́sica del CINVESTAV, se me comisionó por un dı́a a
la semana con el objeto de iniciar un proyecto de investigación en el Instituto
de Fı́sica de la UASLP en el área de la fı́sica de materiales semiconductores.
En uno de mis viajes semanales a la UASLP me pude enterar, por boca del
Dr. Francisco Mejı́a Lira, de una oferta de la Subsecretarı́a de Educación
Pública, entonces a cargo del Dr. Jorge Flores, para crear un programa de
doctorado en fı́sica en la UASLP. Tanto del Dr. Mejı́a como el Dr. Jesús
Urı́as consideraron que esta era una espléndida oportunidad para avanzar
en el desarrollo de la fı́sica en la UASLP. Ambos se pusieron ası́ a trabajar
en el proyecto correspondiente –con mi modesta colaboración en la parte
relativa a la investigación experimental– mismo que fue aprobado por el
Consejo Directivo Universitario en el verano de 1983 y posteriormente por la
Subsecretarı́a de Educación, que en una primera etapa aprobó dos plazas de
profesores de tiempo completo para atender al programa doctoral.
El compromiso original con la Subsecretarı́a de Educación fue graduar al
primer doctor en un espacio de cinco años. En este respecto se superaron las
expectativas y el primer graduado, el Dr. Pedro Villaseñor González, bajo la
dirección de Jesús Urı́as, se produjo en 1986, a sólo tres años del inicio pro-
grama. Cabe la pena apuntar que el grado doctoral concedido por la UASLP
al Dr. Villaseñor fue el primero otorgado en el paı́s por una universidad fuera
del área metropolitana de la Ciudad de México. Cabe igualmente señalar que
el Dr. Pedro Villaseñor al momento de graduarse era –y siguió siéndolo hasta
retirarse en el año 2011– investigador del Instituto de Fı́sica de la UASLP.

Consolidación plena
Si bien la creación de los puestos de investigador en la UASLP en 1978
constituyó un paso importante para la profesionalización de la fı́sica en esta
universidad, dicha creación no fue suficiente para que esta se diera de manera
plena. Para esto hubo que esperar a la fundación del SNI en 1984. Una vez
que esto ocurrió, la fı́sica en la UASLP creció de manera acelerada a partir
del núcleo original del Instituto de Fı́sica. Ası́, en 1990 se creó el Instituto de
Fı́sica Después del Amanecer 83

Tabla I. Evolución de número de miembros del SNI en la UASLP.

Investigación en Comunicación Óptica (IICO) y en 2009 la Coordinación para


la Investigación y la Aplicación de la Ciencia y la Tecnologı́a (CIACyT). Por
su lado, la Escuela de Fı́sica fue convertida en Facultad de Ciencias e inició,
igualmente, la construcción de grupos de investigación propios. El número
de investigadores en la UASLP en el área de la fı́sica creció de este modo en
forma acelerada hasta alcanzar 58 en la actualidad, repartidos entre los tres
institutos de investigación y la Facultad de Ciencias.

En cuanto a la calidad de la investigación en fı́sica llevada a cabo en la


UASLP, un parámetro para medirla es el número de investigadores que son
miembros del SNI, lo mismo que su distribución en los diferentes niveles del
sistema. Según la Secretarı́a de Investigación y Posgrado de la UASLP, 87
investigadores de la UASLP son en la actualidad miembros del SNI en el área
I con la siguiente distribución: 17 Nivel III, 14 Nivel II, 39 Nivel I y 17 Nivel
Candidato. Otro parámetro que indica la calidad de la investigación en fı́sica
en la UASLP son las numerosas distinciones recibidas por sus investigadores,
que incluyen dos premios nacionales de ciencias otorgados a los doctores José
Luis Morán López y Magdaleno Medina Noyola. Con relación al impacto de
la investigación en fı́sica realizada en la UASLP, el QS University Rankings:
84 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Latin America 2015, sitúa a la UASLP en octavo lugar en América Latina y


en segundo lugar en México en cuanto a citas por artı́culo.
Los tópicos de investigación en fı́sica cultivados en la UASLP se diver-
sificaron considerablemente a lo largo de las tres últimas décadas. Entre las
áreas de mayor desarrollo se encuentran la fı́sica y la tecnologı́a de los ma-
teriales, lo mismo que la óptica. En consonancia con esto último, la UASLP
cuenta con una sólida infraestructura de laboratorios en dichas áreas, que en
algunos casos incluye equipo único en el paı́s.

8.5. A manera de conclusión


No ha sido el propósito de esta presentación ofrecer una información deta-
llada sobre la evolución de la fı́sica en la UASLP ni sobre su estado actual,
lo que excederı́a los lı́mites de este artı́culo. Por el contrario, nuestra inten-
ción fue la de presentar un panorama sucinto de su desarrollo y paulatina
profesionalización a lo largo de las últimas seis décadas, hasta llegar a su
consolidación actual.
El desarrollo de la fı́sica en la UASLP es interesante, en primera instancia,
porque se dio en una universidad de provincia en México, que hasta fechas
recientes contó solamente con presupuestos en extremo modestos. Sin olvidar
que la UASLP tiene una historia de más de 150 años y que en sus inicios y
hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX tenı́a una estructura que no
fue diseñada para que florecieran la investigación y los estudios de posgrado.
A lo largo de los más de treinta y cinco años, en dos épocas, que he estado
ligado a la UASLP he sido testigo de cómo ésta se transformó, en el curso
de una cuantas décadas, de una institución en la que aun una máquina de
escribir eléctrica era un lujo difı́cil de alcanzar, en una institución que cuen-
ta en la actualidad con instalaciones de investigación de gran sofisticación.
Igualmente, aprovechando las oportunidades que ofrecieron los cambios de
polı́tica cientı́fica en el paı́s, hemos visto cómo la UASLP se transformó de
una institución en la que aquel que pretendı́a hacer investigación tenı́a que
empezar por conseguir su salario de fuentes externas, en una institución en
la que, si bien no es sencillo conseguir una plaza de investigador, no resulta
ésta una misión imposible.
El desarrollo de la fı́sica en la UASLP ha estado lleno de circunstancias
que de no haberse dado podrı́an haberlo frustrado y, de hecho, la Escuela de
Fı́sica estuvo a punto de desaparecer en más de una ocasión. ¿Existirı́a la
Fı́sica Después del Amanecer 85

fı́sica en la UASLP de no haber tenido Gustavo del Castillo la iniciativa de


fundar una escuela de fı́sica en una universidad poco preparada para alojarla?
No podemos saberlo y en realidad resulta ociosa la pregunta. Habrı́amos
mejor de reconocer la labor de todos aquellos que hicieron posible la fı́sica
en San Luis Potosı́. Y, ciertamente, en este respecto Jorge Flores es uno de
los más destacados.
86 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Bibliografı́a
[1] Fı́sica al amanecer, Candelario Pérez Rosales, Editorial Universitaria Po-
tosina, segunda edición (1999).
[2] Ibid., p. 41.

[3] Ibid., p. 44.

[4] Ibid., p. 46.

[5] Gustavo del Castillo, Pruebas preliminares de la operación de la cámara


de Wilson y del equipo automático de control, Acta Cientı́fica Potosina, Vol.
1, No. 1 (1957) p. 91.

[6] Ref. 1.
El Proceso de Descentralización
de la Fı́sica Mexicana
Berenice Cepeda Zettera , Xochitl Flores Vargasa ,
Miguel Ángel Pérez Angónb ,

9.1. Introducción
La comunidad de fı́sicos mexicanos es una de las más estudiadas en nuestro
paı́s. Cuando Jorge Flores tenı́a el cargo de subsecretario de educación su-
perior universitaria, a principios de la década de 1980, organizó un simposio
sobre la situación de los programas de licenciatura y posgrado en nuestra es-
pecialidad. Algunas de las contribuciones presentadas en ese simposio fueron
publicadas en la revista del Conacyt “Ciencia y Desarrollo” [1,2]. Poco des-
pués, una vez que se instaló el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en
1984, Salvador Malo, como director del SNI, empezó a publicar una serie de
artı́culos con información estadı́stica sobre los diferentes gremios cientı́ficos
representados en este sistema [3]. Por otra parte, en la Sociedad Mexicana
de Fı́sica (SMF) se instaló en 1986 una nueva mesa directiva, encabezada
por Rubén Barrera, que impulsó la renovación de sus diferentes reuniones
académicas y de sus publicaciones, entre ellas la Revista Mexicana de Fı́si-
ca [4]. Además, creó dos nuevas publicaciones que ayudaron a mejorar la
comunicación entre los miembros de la SMF y a recabar información es-
tadı́stica sobre nuestra comunidad: el Boletı́n de la Sociedad Mexicana de
Fı́sica (BSMF) [5] y el Catálogo de Programas y Recursos Humanos en Fı́sica
(CPRHF) [6], que posteriormente se transformó en el Catálogo Iberoameri-
cano de Programas y Recursos Humanos en Fı́sica.
Estas publicaciones siguen vigentes y, en particular, el BSMF ha publica-
do una serie de análisis sobre diferentes aspectos de nuestra comunidad [7].
El presente artı́culo incluye información que hemos recabado en el Atlas
de la Ciencia Mexicana (ACM) [8] sobre el proceso que ha experimentado el
gremio de fı́sicos mexicanos en los últimos treinta años y que se caracteriza
a
Doctorado en Desarrollo Cientı́fico y Tecnológico para la Sociedad, Cinvestav-
IPN, Apdo. postal 14-740, 7000 Ciudad de México. e-mail: bcepeda@cinvestav.mx; xflo-
resv@cinvestav.mx
b
Departamento de Fı́sica, Cinvestav-IPN, Apdo. Postal 14-740, 07000 Ciudad de Méxi-
co. e-mail: mperez@fis.cinvestav.mx

87
88 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

principalmente por una profunda descentralización. La presentación estará


dividida en tres partes: planta académica (Sec. 2), producción e impacto
cientı́ficos registrados en revistas de corriente principal (Sec. 3) y el Siste-
ma Nacional de Investigadores (Sec. 4). En la Sec. 5 se presentan algunas
conclusiones.

9.2. Planta académica


A partir de 1987 empezamos a recabar información estadı́stica sobre la planta
de investigadores y profesores asociados a los diferentes programas de licen-
ciatura y posgrado, en el área de las ciencias fı́sicas, por medio del Catálogo
de Programas y Recursos Humanos en Fı́sica. En la Tabla I se muestra el
número de investigadores con doctorado registrados cada año a partir de
1987. Como se puede apreciar, el incremento de la planta académica fue del
orden del 10 % anual en los primeros años pero en años recientes este incre-
mento es solo del orden del 5 %. De paso también se puede observar que el
porcentaje del género femenino no ha pasado del 15 % en el transcurso de
los años [8,9], y es el más bajo dentro de las 10 áreas del conocimiento que
registra el Atlas de la Ciencia Mexicana (ACM) [8].
En la Tabla II se incluyen los indicadores sobre la planta académica que
apuntan claramente hacia un proceso de descentralización de la fı́sica me-
xicana: porcentaje de investigadores con doctorado ubicados en la Ciudad
de México, ası́ como los investigadores adscritos a las dependencias de la
UNAM. Además se incluye la evolución del número de investigadores activos
que se han formado en los programas de doctorado de las instituciones mexi-
canas. Todo ello soporta la tendencia de un proceso de descentralización de
los fı́sicos mexicanos. Según los datos generados por el Atlas del Ciencia Me-
xicana 2014, solo los gremios de agrociencias e ingenierı́as tienen un proceso
de descentralización más acentuado que el gremio de fı́sicos mexicanos [8].
El número de programas de posgrado en fı́sica ubicados fuera del área
metropolitana de la Ciudad de México también soporta esta tendencia des-
centralizadora: de los 30 programas de doctorado en esta área del conoci-
miento, solo 7 están ubicados en la CDMX [9] y, además, los miembros del
SNI adscritos a instituciones fuera de la CDMX es del 63 % [9]. Es interesante
verificar que el número de programas de doctorado en fı́sica se estabilizó a
partir de 2002 y solo 3 de los 35 programas se abrieron en años recientes:
El Proceso de Descentralización de la Fı́sica Mexicana 89

Tabla I. Evolución de la planta de profesores e investigadores ads-


critos a las instituciones mexicanas entre 1987-2013 en el área de
ciencias fı́sicas. Entre paréntesis se indican los números correspon-
dientes al género femenino. (ACM).

Tabla II. Indicadores sobre la descentralización de la fı́sica Mexicana


(porcentajes, 1987-2013).
90 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

fisicoquı́mica de la Unidad Mérida del Cinvestav, nanociencias del CNyN-


UNAM, y ciencia de materiales del IPICyT.
En la Tabla III se incluye la evolución del número de investigadores en
fı́sica por disciplina a partir de 1987. Es interesante resaltar que las cuatro
disciplinas más cultivadas en nuestro gremio (materia condensada, óptica, as-
tronomı́a y fisicomatemática) cubren más del 50 % de los 2000 fı́sicos activos
en investigación. En particular, sorprende que la óptica y la astronomı́a sean
dos de las áreas más cultivadas en nuestro paı́s. De acuerdo con la tendencia
registrada en el ACM, esta circunstancia se debe al impulso que les han dado
varios Centros Conacyt.

Tabla III. Distribución por especialidad de los investigadores con


doctorado en el área de las Ciencias Fı́sicas (2002-2013, ACM).

9.3. Producción y repercusión cientı́ficas


El gremio de los fı́sicos mexicanos también es uno de los que profesionalizó
más rápidamente la actividad de investigación en nuestro medio. Esta afir-
mación se puede documentar con un dato sobre la evolución de su producción
cientı́fica en revistas de corriente principal: en 1980 los fı́sicos publicábamos
El Proceso de Descentralización de la Fı́sica Mexicana 91

solo un tercio de la producción cientı́fica de los médicos y la mitad de los


biólogos mexicanos, pero para 2010-2013 nuestra producción de artı́culos es
similar a la producción de estos dos gremios [8].
En la Tabla II se puede observar también la evolución de la producción de
artı́culos originales por parte de los fı́sicos mexicanos entre 1987 y 2013. Se
aprecia una clara tendencia de descentralización de esta producción. Además,
el impacto (número de citas generadas por los artı́culos publicados) también
ha tenido una clara tendencia hacia la descentralización. Podemos observar
que los porcentajes de citas son mayores de los respectivos porcentajes de
artı́culos debido a que el número de investigadores con el Nivel III del SNI es
mayor en las instituciones de la CDMX que en los otros estados del paı́s [8].
De manera natural, los investigadores con mayor antigüedad (Nivel III) acu-
mulan un mayor número de citas que los investigadores más jóvenes.

9.4. Sistema nacional de investigadores (SNI)


Estudios recientes han confirmado que la creación del SNI fue un factor
determinante en el incremento de la producción cientı́fica mexicana, y por
supuesto también para la producción de los fı́sicos mexicanos [10]. Cuando
Jorge Flores propuso la creación del SNI como subsecretario de la SEP, tenı́a
en mente detener la emigración de cientı́ficos mexicanos debido a la crisis por
la atravesaba el paı́s en la década de 1980. La idea funcionó y no solo detu-
vo el éxodo de cientı́ficos, sino que ayudó a atraer investigadores mexicanos
radicados en el extranjero y también a un buen número de colegas extranje-
ros. Desgraciadamente, este proceso se ha detenido en años recientes y ahora
podemos documentar una diáspora cientı́fica mexicana que tiene interés en
incorporarse a las instituciones nacionales pero que no es posible por falta
de recursos [11].
También se ha documentado que el SNI ha incorporado a los investiga-
dores mexicanos más activos [12] y que el porcentaje de fı́sicos mexicanos
activos en investigación con registro en el SNI rebasa el 90 % [8]. Otro as-
pecto asociado a la descentralización de la fı́sica mexicana está identificado
con el grado de consolidación de grupos de investigadores en varias entidades
federativas; además de los grupos ubicados en la Ciudad de México (CDMX,
con más de 700 investigadores), las siguientes entidades cuentan con gru-
pos muy activos en investigación y en la formación de nuevos investigadores:
Puebla (189), Guanajuato (140), Baja California (102), Morelos (82), Es-
92 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

tado de México (65), Jalisco (61), Michoacán (58), San Luis Potosı́ (56) y
Sonora (50).
Creemos que hay un aspecto donde la actividad de los miembros del SNI
podrı́a ser mejorada: la generación de patentes tanto en los registros nacio-
nales como los internacionales. Estudios recientes sobre este tema indican
que es muy bajo el porcentaje de miembros del SNI que han generado este
tipo de patentes [14]. Los procesos de evaluación académica, tanto del SNI
como de la mayorı́a de las instituciones mexicanas, valoran muy poco esta
actividad y quizás sea el momento de darle mayor importancia.

9.5. Conclusiones
Además de sus actividades asociadas a la administración académica, Jorge
Flores también ha tenido una actividad cientı́fica muy destacada. En el ACM
hemos llevado un registro de los artı́culos de investigación original, publica-
dos en revistas de corriente principal y por investigadores adscritos a insti-
tuciones mexicanas, que han recibido por lo menos cien citas en los ı́ndices
internacionales. Jorge Flores tiene el mérito de haber publicado un artı́culo
con más de 1,400 citas [13], lo cual es un fenómeno realmente extraordinario
en nuestro medio [8].
La visión que tuvo Jorge Flores en 1983-1984 para convencer a nuestros
polı́ticos ubicados en la SEP y la Secretaria de Hacienda, ha rendido sufi-
cientes frutos tan solo con la creación del SNI. Pero también ha tenido una
actividad determinante en la creación de nuevos grupos de investigación fuera
de la CDMX y con ello ha contribuido al acelerado proceso de descentraliza-
ción de la fı́sica mexicana. En perspectiva, quizás serı́a conveniente impulsar
un proceso de descentralización similar para el SNI, con la incorporación
de la evaluación académica en cada institución de manera que los estı́mulos
económicos asociados a cada nivel académico fueran incorporados directa-
mente a los tabuladores de cada institución. Este proceso podrı́a influir en la
aceleración de un proceso de jubilación razonable para muchos investigadores
en los niveles II y III del SNI, lo que a su vez podrı́a influir en la renovación
de nuestra planta académica.

Agradecimientos
Agradecemos el apoyo del CONACyT y la SECITI-DF para la creación de
las bases de datos del Atlas de la Ciencia Mexicana.
El Proceso de Descentralización de la Fı́sica Mexicana 93

Bibliografı́a
[1] A. Garcı́a y M.A. Pérez Angón, Ciencia y Desarrollo Núm. 50, (1983) p.
60.

[2] F. del Rio et al., Ciencia y Desarrollo, Núm. especial, (abril de 1987) p.
69.

[3] Salvador Malo, Ciencia y Desarrollo, Núm. 75, (1987) p. 87 .

[4] M. Moreno, Bol. Soc. Mex. Fı́s. 2 (1988) 3.

[5] M.A. Pérez Angón, Bol. Soc. Mex. Fı́s. 1 (1987) 1.

[6] M.A. Pérez Angón et al., Catalogo de Programas y Recursos Humanos en


Fı́sica 1987 (SMF, México, 1987).

[7] H. Navarro y A. Pérez, Bol. Soc. Mex. Fı́s. 1 (1987) 3; Ibid. 5 (1991) 86;
F. Collazo-Reyes et al., Bol. Soc. Mex. Fı́s. 24 (2010) 227.

[8] M.A. Pérez Angón et al., Atlas de la Ciencia Mexicana, http://www.atlas


delacienciamexicana.org.mx (2014).

[9] L.E. Contreras Gomez et al., Interciencia 40 (2015) 525; M.A. Perez
Angon y G. Torres-Vega, Interciencia 23 (1998) 163.

[10] M.E. Luna-Morales, Interciencia 37 (2012) 736.

[11] R. Marmolejo-Leyva, M.A. Perez-Angon, J.M. Russell, PLOS ONE 10


(2015) e0126720.

[12] C. Gonzalez-Brambila y F. Veloso, Research Policy 36 (2007) 1035.

[13] T.A. Brody, J. Flores, P.A. Mello, J.B. French, Rev. Mod. Phys. 53
(1981) 385.

[14] G. Millan-Quintero y N.I. Meza Rodriguez, Interciencia 40 (2015) 840;


B. Cepeda-Zetter, C. Gonzalez-Brambila, M.A. Perez-Angon, en revision edi-
torial (Interciencia).
94 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México
Una Genealogı́a de Fı́sicos Me-
xicanos de Sandoval Vallarta a
la UAM
Fernando del Rı́oa
A Jorge Flores Valdés, en su 75◦ aniversario

10.1. Introducción
Con frecuencia se habla y discute sobre los inicios de la fı́sica como activi-
dad profesional en México. Si bien hay antecedentes que se remontan al siglo
XVIII y que salpican el XIX, fue al final de la primera mitad del siglo XX
que se establecieron las primera instituciones dedicadas a formar e investigar
en fı́sica. La historia de estas instituciones es de gran importancia, pero otro
aspecto, no menos importante, concierne a los individuos que desempeñaron
diversos roles en esa misma historia. Al respecto se suelen discutir cuestiones
como cuáles fueros los papeles que ellos jugaron, como quién fue alumno de
quién, o como quién es más importante que quién. Este trabajo es consecuen-
cia de ese tipo de discusiones . Sabemos que la filiación es de importancia legal
y social, ası́ que no sorprenderá que la filiación académica –fulano estudió
con perengano; es decir, es su hijo académico— tenga también importancia
en la microhistoria de las disciplinas cientı́ficas.
La preocupación por el pasado es muy extendida; una razón que la justi-
fica fue enunciada por Erwin Schrödingeri :
“. . . dado que el curso de los sucesos naturales ha estado gobernado por
regularidades hasta el presente, cualquier especie animal que no aprovechase
las ventajas de guiar su comportamiento por la experiencia pasada no podrı́a
haber sobrevivido. . . el mero hecho que hayamos sobrevivido para formular
la pregunta ya indica la respuesta.”
La idea de una genealogı́a o filiación académica surge de la similitud de la
relación padre/madre → hijo con la relación maestro → discı́pulo (aprendiz)
y está ı́ntimamente ligada a la idea paralela de tradición. A menudo se men-
a
Laboratorio de Termodinámica, Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa
Av. San Rafael Atlixco 186, Iztapalapa 09349, Cd de México, México.

95
96 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

ciona la importancia de establecer una tradición para cimentar una cultura


cientı́fica sólida, y en este sentido el análisis de las filiaciones académicas ayu-
da a vislumbrar cómo se va fortaleciendo una tradición. Aunque la pregunta
capital para nosotros es ¿cómo se inicia una tradición cientı́fica, ahı́ donde
no la habı́a?
Veremos en lo que sigue cómo la tradición se inicia con la práctica del ofi-
cio cientı́fico, en nuestro caso, con el oficio de investigar en fı́sica. En nuestro
tiempo, este inicio surge de pies de origen foráneo, provenientes de lugares
que ya cuentan con una tradición. Sin embargo, el sı́mil jardinero nos hace
ver que, para que prenda el injerto se requiere de un medio fértil para crecer,
reproducirse y formar linajes.
En esto de la reproducción social vienen a ser de gran utilidad las ideas
introducidas por el gran antropólogo Claude Lévi Strauss, creador de la an-
tropologı́a estructural. En su libro Les structures élémentaires de la parenté,
Lévi Strauss demuestra, entre otras muchas cosas, que la estructura mı́nima
reproducible dentro de una sociedad no está formada, como con ingenuidad
se suele pensar, por la llamada familia nuclear, formada por los padres y los
hijos. El argumento muy simplificado es que, además de sus genes, los padres
deben formar a sus hijos para que puedan vivir con armonı́a dentro de la
sociedad. Y esta formación comprende dos aspectos fundamentales: por una
parte aprender las reglas que es indispensable seguir dentro de la sociedad,
y por la otra, desarrollar los valores afectivos que es necesario desplegar pa-
ra una vida sana. Esto lleva a que, de forma natural, en cada sociedad el
padre y la madre se repartan las funciones de transmitirles a sus hijos esas
dos componentes esenciales. Lévi Strauss hace un maravilloso desarrollo de
la teorı́a, en el mejor sentido de la palabra, que incluye las complicaciones
introducidas por la necesidad, para el hijo o hija, de desarrollar una identidad
sexual también sana. Su conclusión es que no basta la pareja padre-madre
para transmitir toda la información social y personal necesaria, sino que en
todas las sociedades intervienen siempre otros personajes (un tı́o o una tı́a,
el padrino o la madrina, el abuelo o la abuela).
En la filiación académica que nos ocupa, puede uno identificar una si-
tuación semejante. El aprendizaje de las reglas del oficio de investigar, suele
darse durante la realización de la tesis doctoral bajo la asesorı́a o dirección de
un investigador, más joven o más viejo, pero ya establecido (es decir, con pro-
ducción cientı́fica independiente que lo acredite). Normalmente, la selección
del asesor por parte del estudiante es totalmente libre, dentro de la oferta de
tutores académicos de la institución que se trate, aunque el asesor prospec-
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 97

tivo también tiene libertad de aceptar, o no, al tutelado. Pero obviamente,


pese a su extraordinaria importancia, no es esta toda la asesorı́a o dirección
que requiere el aprendiz de investigador. De hecho hay varios puntos que es
indispensable tomar en cuenta, como la asesorı́a acerca de qué institución
elegir para hacer el doctorado, de cuáles son los campos de mayor interés
y de cuáles pueden ser buenos asesores doctorales. Por otra parte, también
hay que tomar en cuenta el factor motivacional, el cual suele ser de mucha
importancia cuando todavı́a no se ha institucionalizado la investigación.
Para establecer la genealogı́a que presentaremos en la sección siguiente
hemos tomado como criterio básico de filiación la asesorı́a de tesis doctoral
de un maestro a un aprendiz de investigador. Sin embargo, para dar cabida
a más de un modo de dar asesorı́a, hemos considerado también la dirección
de una tesis de licenciatura o maestrı́a, la colaboración en un primer artı́culo
de investigación y la existencia de una influencia patente y aceptada por
ambos. En algún caso, no se registra asesor de tesis doctoral porque hay
quien no reconoce haber recibido ninguna asesorı́a efectiva por parte del
asesor nominal.
Un linaje académico se entiende aquı́ como el conjunto de ascendientes y
descendientes académicos de un fı́sico o una fı́sica. En el artı́culo se cubren
los linajes de todos los fı́sicos que son profesores en el Departamento de
Fı́sica de la Universidad Autónoma Metropolitana, UAM, en Iztapalapa. Sin
embargo y salvo un par de excepciones, los linajes sólo se rastrean hacia el
pasado hasta el primer ancestro académico de fuera de México. Se incluyen
también algunos de los que fueron profesores en la misma institución y que
tuvieron descendencia académica en ella o dejaron una huella clara. Esto
permite conectar con el primer y principal linaje de fı́sicos de México, que se
inició con Manuel Sandoval Vallarta. El gran número de fı́sicos profesionales
en el paı́s, hoy en dı́a, impide presentar, por su complejidad, los linajes que
corresponden a otras instituciones.
El meollo del artı́culo se encuentra en 20 figuras que se acompañan. En
las figuras, la filiación se denota mediante lı́neas con flechas que apuntan en
la dirección del asesorado. Una lı́nea continua significa la dirección de tesis
doctoral; una lı́nea de trazos largos significa la dirección de tesis de licencia-
tura o maestrı́a, o un primer artı́culo; una lı́nea de trazos cortos significa una
influencia importante no cubierta por los otros dos vı́nculos.
En una última sección se presentan varias conclusiones del análisis.
98 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

10.2. Genealogı́a de los fı́sicos de la UAM


Manuel Sandoval Vallarta (1899-1977) fue sin duda alguna el primer fı́sico
profesional mexicano y, según muchos, el más destacado. Sus contribuciones
cientı́ficas, primero como profesor en el Massachusetts Institute of Techno-
logy, MIT, y después en la Ciudad de México, fueron reconocidas internacio-
nalmente. Varias personas influyeron en la formación de Sandoval Vallarta
como fı́sico. Primero cabe destacar la figura de Sotero Prieto (1884-1935),
matemático, quien fue profesor de Sandoval Vallarta en la Escuela Nacional
Preparatoria de la Ciudad de México, y quien mantuvo una importante acti-
vidad académica mediante la docencia y la discusión de temas cientı́ficos de
avanzada en diversos seminarios y en la Sociedad Cientı́fica Antonio Alzate.
Ası́ es como Prieto no sólo contribuyó a formar la vocación cientı́fica de San-
doval Vallarta, sino que abonó como pocos la cultura cientı́fica en el paı́s, lo
cual iba a culminar alrededor del año 1939 con la fundación del Instituto de
Fı́sica de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, entre otros
centros de esta institución [1,2].
Sandoval Vallarta completó su formación en el MIT, donde obtuvo su
doctorado; sus tutores fueron H.B. Wilson en fı́sica y Vannevard Bush (1890-
1974) en ingenierı́a eléctrica. [Nota: No le ha sido posible al autor encontrar
más información sobre el profesor Wilson.] Sandoval Vallarta gustaba decir
que él era “segunda generación después de Gibbs” el gran fı́sico estadou-
nidense; sin embargo, no se ha podido localizar en la historia del MIT al
alumno de Gibbs que fue maestro de Sandoval Vallarta.
Ası́ dio comienzo el primer linaje de los fı́sicos en México. Fue necesaria la
conjunción de Sotero Prieto y de los fı́sicos del MIT para formar y consolidar
la carrera de Sandoval Vallarta; iban a pasar varios decenios antes de que
aparecieran otros pies de linaje independientes [Véase la Fig. 1].
Los hijos académicos de Sandoval Vallarta que aparecen en esta historia son
tres: Alfredo Baños (1905-1994), Carlos Graef (1911-1988) y Marcos Mos-
hinsky (1921-2009). A los dos primeros, Sandoval Vallarta les dirigió la tesis
doctoral en el MIT. Baños es personaje central y vı́ctima de uno de los epi-
sodios más grises de la historia de la fı́sica en México. Fue el primer director
del Instituto de Fı́sica de la UNAM, pero no tuvo buena recepción en el paı́s
y emigró a los Ángeles, EUA, en donde hizo una brillante carrera y llegó a
ser profesor emérito. Graef habı́a sido alumno de Sotero Prieto en la Escuela
Nacional de Ingenieros y de él aprendió, como Sandoval Vallarta 20 años an-
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 99

Figura 1:

tes, el aprecio y el gusto por la fı́sica. Durante su estancia en el MIT, Graef


estableció relación con George D Birkhof, profesor en Harvard, con quien
profundizó su interés por las teorı́as gravitatorias. Graef iba a mantener viva
la llama que recibió de Sotero Prieto; fue un gran maestro, promotor de la
ciencia y encantador de jóvenes generaciones [Véase la Fig. 2]. El mismo Car-
los Graef iba a establecer una lı́nea de contacto con la UAM en Iztapalapa,
donde fue el primer director de la División de Ciencias Básicas e Ingenierı́a,
ya en 1974. Ahı́ y entonces, el autor tuvo la oportunidad de colaborar con
Graef como su Secretario Académico [Véase la Fig. 3].
Moshinsky, el tercer hijo académico de Sandoval Vallarta mencionado
aquı́, hizo bajo éste su tesis de licenciatura y después se dirigió a la Uni-
versidad de Princeton, donde realizó su tesis doctoral bajo la dirección de
Eugene P. Wigner (1902-1995). Una influencia importante en la carrera de
Moshinsky fue Solomon Lefshetz (1884-1972), quien además de ser profesor
en Princeton hacı́a frecuentes viajes a la Ciudad de México. Por la época en
que Moshinsky comienza su labor en la UNAM de regreso de Princeton, apa-
rece en escena un personaje especial, Alejandro Medina (1920-1972), quien
llegó a la UNAM a principios de los años 50 procedente de la Universidad de
100 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 2:

Figura 3:
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 101

Chicago, donde realizó una estancia y aprendió fı́sica; no obstante, no hay


disponible información sobre algún grado que hubiese obtenido ni con quién
trabajó en Chicago. Medina representa un nuevo pie de linaje académico,
paralelo al que se inició con Sandoval Vallarta, y en este trabajo vamos a
toparnos con varios de sus descendientes académicos [Véase la Fig. 4].
Nos movemos ahora a una tercera generación, dentro del linaje más an-
tiguo, para encontrarnos con Fernando Alba Andrade, quien hizo su tesis
de licenciatura bajo Carlos Graef y su tesis de doctorado sobre aceleradores
con William Buechner (1914-1985), en el MIT, con quien Graef habı́a esta-
blecido buenas relaciones. Buechner habı́a sido colaborador de R.J. van de
Graff (1901-1967). Alba Andrade fue el primer fı́sico recibido de la Facultad
de Ciencias de la UNAM, y también el primero en obtener el doctorado en
fı́sica. También por los buenos oficios de Graef, Octavio Cano Corona se puso
en contacto con Bertram E Warren (1902-1991), también profesor del MIT,
con quien comenzó su trabajo en cristalografı́a. Cano Corona habı́a hecho
su tesis de licenciatura bajo la dirección de Marcos Moshinsky y prosiguió
su doctorado con Raymond Pepinsky, gran cristalografista, en la Universi-
dad del Estado de Pensilvania (1912-1993). Los laboratorios Van de Graaf
y cristalografı́a, establecidos por Alba Andrade y Cano Corona, fueron los
primeros centros de fı́sica experimental en México, salvo los trabajos anterio-
res con rayos cósmicos dirigidos por Sandoval Vallarta. Cano Corona apunta
a otra lı́nea de conexión con la UAM Iztapalapa, ya que fue profesor de su
departamento de fı́sica por varios años. [Véase la Fig. 5].
Continuamos ahora con un personaje de la cuarta generación (después de
MSV): Alonso Fernández González (1927-2014). Alonso Fernández se formó
como ingeniero en la Escuela Superior de Ingenierı́a Mecánica y Eléctrica, y
al terminar se incorporó a los estudios de posgrado en la UNAM, donde tuvo
contacto con Carlos Graef y Fernando Alba Andrade. Alonso Fernández fue
director del Instituto de Fı́sica de la UNAM, después de Alba, e iba a ser
después el primer rector y fundador de la UAM Iztapalapa, a dónde invitó a
Carlos Graef como director de división. Eduardo Muñoz Picone (1937-2013)
hizo su tesis doctoral con Alonso Fernández e iba a influir en la UAM-I a
través de uno de sus propios discı́pulos, Julio Rubio Oca. Muñoz Picone fue
también un gran encantador de jóvenes cientı́ficos y tuvo innumerables segui-
dores. Alumnos de tesis de Alonso Fernández fueron dos fı́sicos, Sergio Reyes
Luján y Héctor Riveros Rotgé. Este tuvo contacto con la UAM Iztapalapa en
su inicio, cuando ayudó a formular excelentes programas docentes de fı́sica
experimental. Sergio Reyes no sólo acompañó a Alonso Fernández, cuando
102 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 4:

Figura 5:
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 103

fue rector de la Unidad Iztapalapa, como secretario de ésta, sino que llegó
a ser rector general de la misma casa de estudios. [Véase Fig. 6.] Al autor
le tocó acompañar a Alonso Fernández y Sergio Reyes Luján casi desde el
inicio de la UAM-I [Véase Fig. 7].
La lı́nea que pasa por Alonso Fernández fue continuada por Julio Ru-
bio Oca. Formado en el Instituto de Fı́sica de la UNAM bajo asesorı́a, en
maestrı́a y doctorado, de Eduardo Muñoz Picone. Rubio fundó un grupo de
investigación en la UAM-I y llegó a ser rector de la Unidad Iztapalapa y
después rector general de esa universidad. En la UAM, y con Rubio, hicieron
su tesis doctoral Juan Azorı́n Nieto, Antonio Muñoz Flores, Ulises Caldiño
G y Gerardo Muñoz H; Rebeca Sosa F, del mismo grupo, hizo su tesis de
maestrı́a con Rubio y la doctoral con Muñoz Flores [Véase Fig. 8].
Volvemos atrás varias generaciones para retomar la lı́nea de Carlos Graef,
quien le dirigió la tesis de licenciatura a Octavio Obregón Dı́az. Obregón se
doctoró en la Universidad de Constanza con Heinz Dehnen y ya en la UAM
fundó un grupo sobre gravitación y cosmologı́a. Obregón dirigió la tesis de
maestrı́a de Octavio Pimentel Rico y Guillermo Covarrubias (ya finado),
quienes hicieron su doctorado, el primero con Leonard Parker en la Univer-

Figura 6:
104 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 7:

Figura 8:
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 105

sidad de Wisconsin y el segundo con William Bowen Bonnor (1920-2015) en


el Queen Elizabeth College de Londres. Pimentel dirigió las tesis de maestrı́a
de Alfredo Macı́as Álvarez, de Abel Camacho Quintana y de Hugo Morales
Técotl. Los dos primeros se doctoraron en la Universidad de Constanza bajo
la dirección de Heinz Dehnen, mientras que Morales lo hizo en Trieste di-
rigido por George Ellis. [Véanse Figs. 9 y 10]. En esta última figura hemos
incluido, aunque pertenece a otra área de investigación, a José Luis Jiménez,
quien reconoce como mentor a Tomás Brody (1922-1988) en el IF-UNAM.
En este mismo grupo de investigación se presentan linajes distintos a los
mencionados arriba. Primero aparece la lı́nea de Ekkehart Nowotny, quien
se habı́a formado con Heinz Dehnen en Constanza y quien dirigió la tesis
doctoral de Pablo Chauvet Alducı́n. Este dirigió a su vez la tesis doctoral
de Noemı́ Nuñez. Después fue la presencia de Ekkehard Mielke, provenien-
te de la Universidad de Kiel, donde trabajó bajo Erich Bagge. Después se
incorporó Román Linares, quien se formó en la UNAM bajo la batuta de
Juan David Vergara y Luis Fernando Urrutia. Urrutia, doctorado con Ju-
lian Schwinger (1918-1994) en la Universidad de California en Los Ángeles,
también fue profesor por un tiempo en la UAM. De más reciente incorpora-
ción es Marco Maceda, formado en México bajo la influencia de Peter Hess
y H Quevedo, UNAM, y doctorado con John Madore en la Universidad de
Parı́s-Orsay [Véase Fig. 11].

Figura 9:
106 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 10:

Figura 11:
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 107

En este punto retrocedemos en el tiempo para retomar el linaje iniciado


por Alejandro Medina. Él dirigió la tesis de licenciatura de Juan de Oyarzábal
(1913-1977), quien fue profesor en la UAM por varios años antes de su muerte.
Oyarzábal habı́a dirigido la tesis de licenciatura de Eliezer Braun G., quien
a su vez estudió el doctorado bajo Peter Mazur (1922-2001) en la Universi-
dad de Leiden. Leopoldo Garcı́a Colı́n Scherer (1930-2012), quien se doctoró
con Elliot Montroll (1916-1983) en la Universidad de Maryland era también
discı́pulo de tesis de licenciatura de Alejandro Medina. Garcı́a Colı́n fue el
primer jefe del departamento de fı́sica de la UAM-I y habı́a dirigido la tesis de
licenciatura de Eduardo Piña Garza, quien se doctoró en la Universidad Li-
bre de Bruselas con Radu Balescu (1932-2006). Garcı́a Colı́n también asesoró
la tesis de licenciatura de Salvador Godoy, quien fue algún tiempo profesor
en la UAM-I y dirigió a su vez la tesis, también de licenciatura, de Eleuterio
Castaño; este realizó su doctorado con G Kirchenau, en la Universidad de
Nueva York en Búfalo [Véase Fig. 12].
Al pasar a una generación más joven, pero dentro del mismo linaje, de-
bemos anotar que Eduardo Piña dirigió la tesis doctoral de Lidia Jiménez.
Además, bajo Garcı́a Colı́n se doctoraron e integraron como profesores en la
UAM los siguientes fı́sicos: Sara MT de la Selva, Rosa Marı́a Velasco, Fran-

Figura 12:
108 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

cisco Uribe, Leonardo Dagdug, José Luis del Rı́o C., Armando Pérez G. y
Marco A. Nuñez [Véase Fig. 13]. Otro asesorado por Garcı́a Colı́n, Roberto
Alexander Katz, hizo su doctorado en la Universidad de Manchester con
Sam Edwards (1928-2015). Alexander dirigió las tesis de maestrı́a de Ángel
Manzur y Roberto Olayo G., ambos profesores de la UAM, quienes hicieron
su doctorado respectivamente con I McIntyre, en la universidad de Ohio, y
W.G. Miller, en la universidad de Minnesota. Alexander también dirigió la
tesis doctoral de Humberto Vázquez y Raúl Montiel, y Olayo dirigió la de
Juan Morales. Recientemente, a este grupo se incorporó Roberto Olayo V.,
quien realizó su tesis doctoral con C. Rinaldi en la universidad de Puerto
Rico [Véase Fig. 14].
A un linaje nuevo pertenece Manuel Fernández Guasti, quien antes de re-
incorporarse a la UAM hizo el doctorado bajo la asesorı́a de Alan Corney, en
la universidad de Oxford. Estudiante de maestrı́a de Fernández Guasti, José
Luis Hernández P. realizó su tesis doctoral con R.E. Palmer en el Imperial
College. Podemos añadir aquı́ que Emmanuel Haro Poniatowski publicó su
primer artı́culo con Fernando del Rı́o y después se doctoró en la universidad
de Parı́s V.I. con M. Balkanski. Un nuevo pie de linaje en esta área de inves-
tigación es el de Michel Picquart, quien hizo su doctorado en la Universidad

Figura 13:
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 109

Figura 14:

René Descartes bajo Madeleine Jaffrain. Cito además a un joven miembro


del primer linaje, Moisés Martinez Mares, profesor en la UAM, hizo su tesis
doctoral con Pier Achille Mello, quien a su vez fue asesorado en su doctorado
por Marcos Moshinsky [Véase Fig. 15].
Pasamos ahora a un nuevo linaje, al que pertenece el autor. El pie del
linaje en México fue Augusto Moreno y Moreno (1920-2006); especializado
en la aplicación de radioisótopos, estudió fı́sica en la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, antes de unirse a la UNAM. Con Moreno hizo la tesis de
licenciatura Virgilio Beltrán López (1932-2000), quien obtuvo su doctorado
sobre el tema del magnetismo nuclear con Vernon W. Hughes (1921-2003) en
la universidad de Yale. Beltrán dirigió la tesis de licenciatura de Fernando
del Rı́o en la UNAM. Del Rı́o obtuvo después su doctorado en la universidad
de California en Berkeley, asesorado por Hugh DeWitt (1930-2013), quien
fue discı́pulo, en Cornell, de Philip Morrison (1915-2005) a su vez discı́pulo
de Robert L. Oppenheimer (1904-1987). Esto se incluye para señalar que el
autor es tercera generación después de Oppenheimer [Véase Fig. 16].
Al continuar con la misma lı́nea encontramos a Esteban Martina Bogget-
to, quien realizó las tesis de licenciatura y maestrı́a bajo Fernando del Rı́o;
su asesor doctoral fue John M. Deutch en el MIT. Con el mismo del Rı́o
obtuvieron su doctorado Dolores Ayala V., Luis Mier y Terán C., Enrique
Fernández Fassnacht y Ana Laura Benavides. Mier y Terán y Fernández
110 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 15:

Figura 16:
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 111

Fassnacht llegaron a ser rectores generales de la UAM, y el segundo, direc-


tor del Instituto Politécnico Nacional. Martı́n L. Chávez también realizó su
licenciatura y maestrı́a con del Rı́o. Por otra parte, Marcelo Lozada Cassou
publicó su primer artı́culo de investigación con del Rı́o. Todos ellos son o
fueron profesores en la UAM [Véase Fig. 17].
Otra derivación del mismo linaje se dio con Francisco Guzmán López
Figueroa, quien hizo su tesis de licenciatura con Fernando del Rı́o, y la de
doctorado con Ian A McLure en la universidad de Sheffield. Guzmán dirigió
la tesis de maestrı́a de Andrés Estrada Alexanders, quien hizo su trabajo
doctoral con la asesorı́a de Martin Trusler, del Imperial College de Londres.
Orlando Guzmán López también fue asesorado en su maestrı́a y doctorado
por del Rı́o. Estrada Alexanders y Guzmán López son profesores en la UAM,
mientras que Francisco Guzmán L.F. lo fue por muchos años. En este punto
aparece un linaje distinto, en la persona de Gustavo A. Chapela Castañares,
quien obtuvo su doctorado bajo la dirección de Sir John S. Rowlinson en el
Imperial College, y también fue rector general de la UAM [Véase Fig. 18].
En el mismo grupo de investigación aparecen miembros de tres nuevos
linajes. Por una parte Enrique Dı́az Herrera, doctorado en la Universidad

Figura 17:
112 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 18:

Libre de Berlı́n con Frank Fortsmann, dirigió los estudios de doctorado de


Antonio Moren Razo, quien hizo una estancia posdoctoral con Juan de Pablo,
en la Universidad de Chicago. Por otra parte está Pedro Dı́az Leyva, quien
se doctoró con José Luis Arauz Lara en la Universidad Autónoma de San
Luis Potosı́ e hizo un posdoctorado con Exkhard Bartsch en la universidad
de Friburgo, Alemania [Véase Fig. 19].
Por último, reencontramos la huella de tres linajes. El de Marcos Mos-
hinsnky tiene una nueva conexión con la UAM a través de su discı́pulo Octa-
vio Novaro Peñaloza, quien junto con Alejandro Palma es director de tesis de
licenciatura de Norberto Aquino. Del linaje de Augusto Moreno se despren-
de en el nivel de licenciatura Eugenio Ley Koo, quien después hizo su tesis
doctoral con E Konopinski en Indiana. Ley Koo a su vez dirigió el trabajo de
doctorado de Salvador Cruz Jiménez, y éste el del mismo Norberto Aquino.
Tanto Aquino como Cruz son profesores en la UAM-I. Una conexión más
nos remonta a la lı́nea que viene de Alejandro Medina, Juan de Oyarzábal y
Eliézer Braun, ya que el último dirigió la tesis de maestrı́a de Emilio Cortés,
quien se doctoró bajo la dirección de Katja Lindenberg en la universidad de
California en San Diego. El mismo Braun dirigió la tesis doctoral de Antonio
Aguilar Aguilar. Éste y Cortés son también profesores de la UAM-I [Véase
Fig. 20].
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 113

Figura 19:

Figura 20:
114 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

10.3. Conclusiones
Después de analizar los linajes académicos a los que pertenecen quienes son
o han sido profesores (de tiempo completo y definitivos) del departamento de
fı́sica de la UAM Iztapalapa, encontramos que uno de ellos es el primer linaje
académico de la fı́sica en México, iniciado por Manuel Sandoval Vallarta
desde la primera mitad del siglo XX. En muchos casos de filiación académica
que se establecieron, se reconoce la mı́nima estructura reproducible, en el
sentido extendido de Levi-Strauss: en la formación de un nuevo investigador
siempre participan al menos dos asesores; uno de ellos transmite al joven los
saberes asociados al ejercicio de la investigación, normalmente como asesor
de trabajo doctoral, mientras que el otro se encarga de infundir el entusiasmo
por la investigación y el conocimiento de la disciplina. Como excepción una
misma persona cumple ambos papeles, y no es infrecuente que aparezcan más
de dos asesores académicos, aunque estos casos no han sido registrados aquı́.
La estructura descrita se hace patente, sobre todo, al inicio del cultivo
profesional de la fı́sica en México. Conforme han pasado las generaciones y
se han institucionalizado la formación y la actividad de los fı́sicos en México,
sin embargo, la estructura mı́nima es menos aparente, aunque al interrogar a
los interesados, casi siempre se reconoce la dualidad de roles en los asesores
académicos. Debido a que un fı́sico, si goza de buena salud, puede estar activo
durante muchos decenios, es frecuente que forme nuevos fı́sicos durante todo
ese tiempo, lo que hace que al correr del tiempo las generaciones se traslapen
e inclusive que su cuenta pierda sentido.
Es claro también que la genealogı́a de los fı́sicos aquı́ descrita queda es-
tructurada en linajes, y que estos mantienen su identidad durante bastante
tiempo, inclusive cuando los investigadores cambian de institución. Los lina-
jes más fuertes parecen funcionar como escuelas, aunque faltarı́a un estudio
de las lı́neas y modos de investigación para confirmarlo. Al no ser ya tan evi-
dente, en las nuevas generaciones, la identificación de un primer asesor local,
parece que en los tiempos recientes aparecen con más facilidad nuevos pies
de linaje. No obstante, en opinión del autor es muy improbable que un joven
salga a doctorarse al extranjero sin haber gozado de algún tipo de asesorı́a y
de estı́mulo por parte de alguno o algunos de sus profesores.
Para concluir incluyo dos observaciones. La primera, positiva, es que entre
los asesores extranjeros de muchos de los fı́sicos aquı́ mencionados aparecen
fı́sicos muy distinguidos en el mundo. La segunda, negativa, es la poca pre-
sencia de representantes del sexo femenino; la actividad de la fı́sica en México
Una Genealogı́a de Fı́sicos Mexicanos de Sandoval Vallarta a la UAM 115

está dominada por el sexo masculino, y eso es un grave defecto, aunque hay
que admitir que el problema parece ser mundial.
116 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Bibliografı́a
[i] Este escrito tiene como antecedente la plática preparada por el autor y el
Dr. Jorge Flores Valdés, que fue presentada alrededor de 1990 en el Instituto
de Fı́sica de la UNAM y en 2007 en el Departamento de Fı́sica de la UAM
Iztapalapa.

[1] E. Schrödinger, Science and the Human Temperament, James Murphy y


W.H. Johnston, Trad, Nueva York, Norton, 1935.

[2] C. Levi Strauss, Les structures elémentaires de la parenté, Presses univer-


sitaires de France, Parı́s,1949. Existe traducción al español: Las estructuras
elementales del parentesco, Grupo Planeta (GBS), 1981.

[3] A. Mondragón, Revista Ciencias 53 (1999) 32-39.

[4] M.P. Ramos Lara, Rev. Mex. Fı́s. E 51 137-164.


La Carrera de Fı́sica en la Fa-
cultad de Ciencias de la UNAM
Hoy
Alicia Zarzosaa

En la Facultad de Ciencias de la UNAM, de acuerdo con nuestros registros,


en el periodo escolar (2015-2016) ingresaron 380 jóvenes a la carrera de Fı́sica
y la población escolar total de la licenciatura para este ciclo alcanzó los 1722
alumnos. Este es el mayor número de alumnos inscritos en la historia de esta
licenciatura, cuya evolución histórica se muestra en la Fig. 1.
Además, si mis cuentas no fallan, a la fecha se han otorgado alrededor de
3860 tı́tulos de fı́sico ya sea por examen profesional, o por otras modalidades
de titulación (ver Fig. 2).

Figura 1: Evolución histórica de la matrı́cula de la carrera de fı́sica en la Fa-


cultad de Ciencias de la UNAM. Fuente: División de Estudios Profesionales,
Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México.

a
Facultad de Ciencias

117
118 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 2: Exámenes profesionales de la carrera de fı́sica realizados de 1948


a 2015. Fuentes: División de Estudios Profesionales, Facultad de Ciencias,
UNAM. Informe de Trabajo de la Dra. Ana Marı́a Cetto. Cuaderno de In-
formación Estadı́stica Básica. Población Escolar 1980-2003. DGAE. Egreso y
Exámenes Profesionales 1990-2004. DGAE. Dirección General de Planeación
– SIDEU.

La gran mayorı́a de los profesionales de la fı́sica se ha desenvuelto en el


ámbito educativo. Muchos otros los han hecho en la industria, en los sectores
de salud y financiero, en empresas privadas y también en dependencias gu-
bernamentales. ¡Hay fı́sicos en todas partes! Estoy segura de que todos ellos
han cumplido o están cumpliendo su compromiso con la sociedad.
Un fı́sico es un profesional y, de acuerdo con el Diccionario de la Real
Academia Española, un profesional es quien practica habitualmente una acti-
vidad, incluso delictiva, de la cual vive; es la persona que ejerce su profesión
con relevante capacidad y aplicación. Un profesional ejerce con derecho a
retribución.
Estamos aquı́ reunidos para conversar sobre la historia del surgimiento
de la profesionalización de la fı́sica en México. Regresando al diccionario, me
llamó la atención que la palabra profesionalizar tiene dos acepciones: en la
primera, profesionalizar es “dar carácter de profesión a una actividad”, lo que
va acorde a lo que ya referimos sobre un profesional como comúnmente se le
conoce; pero la segunda acepción es “convertir a un aficionado en profesional”
y ésta es la que nos viene como anillo al dedo.
La Carrera de Fı́sica en la Facultad de Ciencias de la UNAM Hoy 119

Estoy plenamente convencida de que aún hoy, para quienes nos dedicamos
a la fı́sica, ésta, más que una afición, es un deleite, una satisfacción plena.
Como lo indica la definición, hacemos fı́sica de manera habitual, pero además
seguimos estudiándola para comprenderla mejor, nos mantenemos actualiza-
dos en lo que respecta a sus avances, vivimos con ella y para ella y, ¿por
qué no?, vivimos de ella. Por supuesto que recibimos una retribución por
ejercerla, pero no me estoy refiriendo a la remuneración económica, sino a la
recompensa interna, ésa que nos llena de placer y nos motiva a continuar.
En 1935, en lo que se considera la antigua Facultad de Ciencias, lo que
fue la Escuela Nacional de Fı́sica y Matemáticas, se creó el Departamento de
Fı́sica y Matemáticas. Fue ahı́ donde la primera generación de fı́sicos inició
sus estudios en 1937. El 1◦ de febrero de 1938 se fundó el Instituto de Fı́sica
y me atrevo a pensar que, aunque tres años antes de que naciera el doctor
Jorge Flores Valdés —por quien por cierto estamos hoy aquı́ reunidos—, la
inauguración del Instituto fue en su honor, pues fue justo en la fecha de su
onomástico. Finalmente, en menos de un año, por iniciativa y gestiones del
ingeniero Ricardo Monges López, el 1◦ de enero de 1939 se creó la Facultad
de Ciencias de nuestra Universidad Nacional.
Digamos que, en paralelo, se ofrecı́a a los egresados un ambiente laboral
enmarcado por ciertos estándares de calidad que requerı́an personal especia-
lizado, instrumentos, lı́neas de investigación. A la par, la profesionalización
con la institucionalización.
Apenas alcanzó lo que en aquella época era la mayorı́a de edad, 21 años, el
doctor Flores empezó a dar ejemplos de cómo ser un universitario en toda la
extensión de la palabra: un excelente profesor, un investigador fuera de serie y
un extraordinario divulgador, de tal manera que en todas y cada una de estas
tareas sustantivas, amén de su participación académico administrativa en la
institución, rebasó todas las expectativas. Fue tal su alcance que se percató
de las necesidades de una nación en desarrollo que requerı́a y requiere de los
fı́sicos, por lo que con iniciativas y liderazgo, con organización y gestión, ha
contribuido al desarrollo de la investigación cientı́fica en nuestro paı́s.
La fı́sica se extendió y se especializó. En al menos 15 dependencias de
esta casa de estudios una buena parte de sus plantas académicas están cons-
tituidas por fı́sicos y a lo largo y ancho del paı́s se han abierto instituciones
en las que los fı́sicos enseñan, investigan y están creando ciencia, tecnologı́a
y cultura cientı́fica.
La historia es larga, hay que hablar del antes y del después, y mucha
gente ha sido partı́cipe de esta aventura de la que hoy aprenderemos mucho.
120 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Lo veo como una orquesta que ha sido dirigida por diferentes maestros, entre
los que evidentemente figura el doctor Jorge Flores Valdés, pero, en todo
caso, él fue, es, primer violı́n. Hoy nos enteramos de detalles y anécdotas de
la aventura de haber hecho de la fı́sica una profesión y de esto nos plati-
carán algunos miembros de esta gran orquesta. De entre los aquı́ presentes,
casi todos pertenecen a la UNAM, son egresados de esta Facultad, ¡nuestros
profesores!, pero también nos acompañan fı́sicos que se formaron en otras
prestigiadas instituciones. A ellos nos unimos en este justo homenaje al Dr.
Jorge Flores Valdés.
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sti-
cas
Salvador Maloa

12.1. Introducción

Participar en el Simposio sobre la historia del surgimiento de la fı́sica pro-


fesional en México, celebrado en honor de Jorge Flores Valdés (JFV), me
da la oportunidad de mencionar algunos aspectos de la educación superior
y ciencia mexicanas que son a menudo asumidos como consecuencia natural
del despertar y desarrollo nacionales. Al mencionarlos, quiero transmitir que
mucho de lo ocurrido no serı́a parte de nuestra historia si no hubiéramos con-
tado con la visión y acción de personas como Jorge Flores, que los hicieron
posibles.

La Tabla I presenta algunas de las actividades, polı́ticas y proyectos de


JFV. No pretende ser exhaustiva y estoy seguro que, aun cuando esquemática,
él la habrı́a construido de manera diferente, pero yo he querido resaltar las
actividades que vivı́ y en las que participé.

Jorge y yo fuimos compañeros en la secundaria, la preparatoria y la licen-


ciatura, nos separamos unos años para realizar el doctorado y nos volvimos
a encontrar en los años 70. A partir de entonces, nuestra vida personal, fami-
liar y profesional se ha entrecruzado muchas veces y, con ello, incrementado
nuestra amistad.

a
Dirección General de Educación Superior Universitaria/SEP. e-mail: salva-
dor.malo@nube.sep.gob.mx

121
122 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Tabla I. Algunas de las actividades, polı́ticas y proyectos de Jorge Flores Valdés.

AÑOS PRINCIPAL POLÍTICAS Y ESTADÍSTICAS


ACTIVIDAD PROYECTOS

Tı́tulo, grado, Edad


distinción, premio
1952- Secundaria
1957 Preparatoria
1958- Licenciatura 1962 Licenciatura 21
1961
1962- Doctorado
1967 Post doctorado 1965 Doctorado 24
1968- Instituto de Revista Fı́sica/Naturaleza 1970 Profesor visitante 29
1973 Fı́sica, UNAM. Revista Mexicana de Fı́sica 1972 Premio de la AIC 31
Sociedad Mexicana de Fı́sica
Programa Nacional de 32
1974- Director del Instituto Ciencia y Tecnologı́a 1973 Presidente SMF 35
1982 de Fı́sica, UNAM Academia de la Investigación 1976 Presidente AMC
Cientı́fica/Mexicana de Ciencias
Programa Nacional para la
Educación Superior, PRONAES 42
1983- Subsecretario de Educación Sistema Nacional de
1985 Superior e Investigación Investigadores La Ciencia
Cientı́fica, SEP desde México
Los domingos en la ciencia
1992 Premio Kalinga,
UNESCO 51
1989- Director General de Comunicación UNIVERSUM 1994, Premio Nacional
1999 de la Ciencia, UNAM Museo de la Luz Ciencias 53
1998 Investigador
Emérito 57
UNAM
2000- Dirección del Centro/Instituto Sociedad Mexicana para
2010 de Ciencias Fı́sicas, UNAM la Divulgación de la Ciencia
2010- Coordinador General del Consejo Hacia dónde va la
2016 Consultivo de Ciencias de la Ciencia en México 2012 Investigador
Presidencia de la República Emérito SNI 61

Las negritas indican actividades que JFV y yo hemos compartido o colaborado.

12.2. Los primeros años


Estudiante destacado, JFV concluyó sus estudios rápidamente, obteniendo
su licenciatura a los 21 años de edad y su doctorado a los 24. Ello era no sólo
poco usual, sino incluso extraordinario. Hay que recordar que en esos años
–fines de los años 50 y principios de los 60– eran pocos los que estudiaban una
licenciatura, más pocos los que la terminaban, poquı́simos los que iniciaban
un doctorado e insólitos los que lo obtenı́an. La creación del CONACyT,
con sus programas de becas y apoyos para el posgrado, estaba aún distante
y mucho más lejos la creación del Sistema Nacional de Investigadores y su
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 123

impulso a los doctorados. Ası́, JFV fue el fı́sico número 41 y el doctor en


fı́sica número 7 en la historia de México.
Tras una estancia postdoctoral en la Universidad de Princeton, JFV re-
gresó al Instituto de Fı́sica de la UNAM (IFUNAM) y prosiguió su actividad
de investigación con su rapidez acostumbrada, lo que le valió alcanzar pronto
el nivel de Profesor Titular “C” -el más alto en esa universidad-, ser Profesor
Visitante en la Universidad de Parı́s (Orsay) y obtener, a los 31 años de edad,
el Premio de la Academia de la Investigación Cientı́fica (ahora Mexicana de
Ciencias).
Se dedicó también, con igual intensidad, a la promoción de la fı́sica y de
la ciencia, responsabilizándose de la Revista Mexicana de Fı́sica, fundando y
participando en el Comité Editorial de la Revista Fı́sica (luego Naturaleza),
asumiendo la presidencia de la Sociedad Mexicana de Fı́sica a los 32 años y
de la Academia Mexicana de Ciencias a los 35.
Podrı́a contar múltiples anécdotas de esos años, cuando Jorge y yo reto-
mamos nuestra amistad e iniciamos nuestra colaboración; años de entusiastas
esfuerzos por desarrollar la investigación, el posgrado, el interés por la ciencia
en México. El CONACyT estaba en su infancia, habı́a una veintena de uni-
versidades y eran una cuantas las instituciones que se ocupaban de realizar
investigación cientı́fica. En materia de educación y ciencia casi todo parecı́a
“estar por hacerse” y Jorge era uno de los que más interés y capacidad mos-
traba para emprender las tareas que se requerı́an.
Sin embargo, sólo me ocuparé de algunas de las polı́ticas y proyectos en
que JFV y yo participamos, y al hacerlo, buscaré hacerlo de forma tal que
contribuya al tema de este Simposio, esto es, a la historia del surgimiento
de la fı́sica profesional en México. Me referiré por ello a los temas, datos y
estadı́sticas propios a la profesionalización de la fı́sica: la formación formal y
sistemática en esa disciplina, las condiciones e instalaciones para el trabajo
de investigación en ella y los productos de ese trabajo, las publicaciones
cientı́ficas que contribuyen al avance de la fı́sica.

12.3. Polı́ticas y proyectos


La Sociedad Mexicana de Fı́sica y la Academia de la Investigación Cientı́fica
fueron algunos de los primeras oportunidades para que JFV mostrase sus
ideas en torno al impulso de los estudios de posgrado, la descentralización de
124 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

la investigación cientı́fica y la divulgación de la ciencia, pero pronto jugó un


papel aún más directo en el desarrollo de la fı́sica mexicana.

12.4. Edificios e instalaciones


Habiendo estudiado en la espléndida Facultad de Ciencias de la UNAM,
localizada entonces en el centro del campus inicial de Ciudad Universitaria
(CU) y a unos pasos de la torre que, entre otros, albergaba a los institutos
de astronomı́a, fı́sica y matemáticas, nos costaba trabajo imaginarnos cuán
difı́cil habrı́a sido estudiar y trabajar en el Palacio de Minerı́a. Nos asombraba
asimismo el nivel cientı́fico alcanzado por algunos de nuestros maestros ası́
como la visión, liderazgo y capacidad de otros para lograr la construcción de
CU, sus escuelas, facultades e institutos.
La transformación de la educación superior y de la ciencia mexicanas
ocurridas en los últimos cincuenta años son igualmente significativas, y si
bien es cierto que el número de personas que lo hicieron posible es más
grande y diverso que el que logró la construcción de CU –ası́ como la puesta
en marcha ahı́ de la Facultad de Ciencias y del IFUNAM–, JFV está entre
ellas.
Cuando voy al actual IFUNAM, al museo UNIVERSUM, ambos en CU, o
visito los institutos de la UNAM en Cuernavaca y Ensenada, no puedo hacerlo
sin pensar en el rol decisivo que JFV tuvo en la creación y desarrollo de
ellos; en la transformación del 10◦ piso de la antigua Torre de Ciencias en los
tres institutos antes mencionados. Incluso me parece increı́ble que el actual
edificio del IFUNAM –el “castillo de Jorge”, como le llamaban algunos en su
etapa de construcción para acentuar tanto su (en ese entonces) impresionante
tamaño y la complejidad de sus instalaciones como la fuerza de JFV para
lograrlo– tenga ya tantos años albergando a ese instituto como la suma de
los años que pasó en Minerı́a y en su lugar original en CU. Este edificio
representa sin duda una de las primeras señales de la profesionalización de
la fı́sica en México.
Con frecuencia también pienso en JFV cuando visito las oficinas de CO-
NACyT o algunas de las universidades públicas de nuestro paı́s. Esto último
no obedece al papel de JFV como edificador–literalmente, de planificador,
proyectista y constructor de edificios e instalaciones de gran diversidad y
complejidad–, sino a su influencia como generador de polı́ticas y proyectos
para el desarrollo de la educación y la ciencia en México.
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 125

2.4.1 La formación de los fı́sicos


Ya mencioné algunos de las primeras oportunidades que supo aprovechar
JFV para generar proyectos y polı́ticas para el desarrollo de la ciencia y no
hablaré de la más conocida de ellas –el Sistema Nacional de Investigadores–
por cuanto ya en otras ocasiones Jorge y yo nos hemos referido a su creación
e impacto. No obstante, no puedo dejar de recordar el Programa Nacional
de Educación Superior.
El PRONAES, elaborado e impulsado por JFV en 1983 cuando fue Sub-
secretario de Educación Superior e Investigación Cientı́fica de la SEP, fue el
primero en su tipo, estableciendo lineamientos y criterios para el desarrollo
de universidades con posgrado e investigación acompañados de fondos con
recursos asignables mediante evaluación y concurso.
Con variaciones, consecuencia del desarrollo de las universidades y el paı́s,
este tipo de criterios y apoyos continúan hasta el presente, pero esa no era
la situación en los tiempos en que JFV fue designado Subsecretario de Edu-
cación Superior e Investigación Cientı́fica en la SEP.
Hoy, cuando México cuenta con más de 4 millones de estudiantes en el
sistema de educación superior, cuando son cientos de miles los que estudian
un posgrado y decenas de miles los que están inscritos en un programa de
doctorado (ver la Tabla II) es natural que se considere éste como el estado
normal del sistema educativo nacional. Sin embargo, ello no fue siempre ası́.
La Fig. 1 muestra el crecimiento de la educación superior de la UNAM
que, en la primera mitad del Siglo XX, concentraba a la mayor parte de la
matrı́cula de ese nivel en el paı́s. Es fácil apreciar en ella cinco etapas de
crecimiento: una de 1925 a 1935, al concluir la Revolución; otra, de 1935 a
1948; una más, de 1948 a 1968, periodo en el que JFV y yo nos formamos;

Tabla II. Número de estudiantes en educación superior por nivel de estudios cada cinco años 2000-2001 a 2015-2016.
Fuente: DGESU, SEP, con base en datos de los Formatos 911.

AÑO PREGRADO1 POSGRADO2 DOCTORADO TOTAL


Estudiantes % Estudiantes % Estudiantes % Estudiantes

2000-2001 1 718 066 93 129 242 7 9 176 0.5 1 847 308

2005-2006 2 440 973 93 172 493 6.6 14 974 0.6 2 613 466

2010-2011 3 071 811 92.4 251 003 7.6 26,578 0.8 3 322 814

2015-20163 3 914 134 92.3 328 414 7.7 38 770 0.9 4 242 549
1
Incluye Técnico Superior Universitario, Profesional Asociado y Licenciatura.
2
Incluye Especialidad, Maestrı́a y Doctorado.
3
Preliminares.
126 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 1: Evolución del número de estudiantes de licenciatura y de posgra-


do en la UNAM 1924–2002. Fuente: Series Históricas, Población Escolar
UNAM: Estadı́sticas 1980-2003

otra, de extraordinario crecimiento, de 1968 a 1978 y, finalmente, una de


estabilidad, de 1978 en adelante. En esa misma gráfica se puede apreciar el
nacimiento del posgrado en la UNAM y en el paı́s.
La Tabla III muestra el número de tı́tulos de licenciatura y grados de
maestrı́a y doctorado otorgados en fı́sica por las instituciones mexicanas,
con base en la información proporcionada por las personas que pertenecı́an
al Sistema Nacional de Investigadores en 1988 [1]. Si bien la tabla no incluye
los tı́tulos y grados de quienes no eran parte del SNI en ese año, ni distingue
los casos en que una misma persona se cuenta más de una vez, se puede
apreciar que la formación de fı́sicos al nivel de licenciatura se torna regular
en la década de los años 70, y aquella a nivel de maestrı́a diez años más tarde.
Los doctorados en fı́sica en México eran pocos y esencialmente concentrados
en la UNAM. De ahı́ la importancia de la iniciativa tomada por JFV en 1983
para impulsar los estudios de posgrado y las actividades de investigación
cientı́fica en las universidades públicas del paı́s.
Las caracterı́sticas que mejor representan la profesionalización de la acti-
vidad cientı́fica –la formación a nivel de doctorado y la realización continua
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 127

Tabla III. Número de tı́tulos y grados otorgados en fı́sica, por decenio, a personas integrantes del Sistema
Nacional de Investigadores en 1988.

DECENIO ≤ 1940 41-50 51-60 61-70 71-80

TÍTULO y GRADOS L M D L M D L M D L M D L M D

INSTITUCIONES
UNAM 1 1 1 9 1 2 7 11 4 124 71 39
CINVESTAV 2 1 22 6
IPN 2 10 3 34 16
BUAP 2 1 17 2
UASLP 11
UAM 5 4
INAOE 9
UNISON 1 2
UANL 3
ITESM 3 2
UMSNH 2
OTRAS 2 11 7
TOTAL 1 - - 1 3 - 13 1 2 95 16 5 211 124 52

de investigación–, requerirı́an más tiempo para tornarse constantes y exten-


derse fuera de la UNAM y de la Ciudad de México. Según los datos del SNI,
en 1988, dos de cada tres de los casi 2 mil doctores trabajando en México
habı́an obtenido su doctorado en el extranjero [2] y, más especı́ficamente,
es hasta 1990 cuando el total de los doctorados otorgados en México en las
áreas de ingenierı́a y ciencias naturales alcanza un número superior a cien:
114 [3].

12.5. Los lugares de trabajo


De acuerdo con la Encuesta sobre las actividades cientı́ficas y técnicas que
realizan investigación y desarrollo experimental [4], México contaba, en 1974
–año en que JFV es electo Director del IFUNAM– con 367 investigadores
en el área de las ciencias exactas: 306 en algún centro de enseñanza superior
público, 10 en alguno privado y otros 51 en organismos descentralizados. Esto
es, la investigación en fı́sica se llevaba a cabo en la UNAM y, en mucho menor
medida, en unas cuantas instituciones de educación superior más –el Insti-
tuto Politécnico Nacional, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados,
la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,. . . – y en otros pocos orga-
nismos: el Instituto Nacional de Energı́a (ahora de Investigación) Nuclear, el
Instituto Mexicano del Petróleo,. . .
128 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Para 1988, de acuerdo con la información del SNI antes mencionada, ya


habı́a investigadores en fı́sica en 18 instituciones. Aun cuando el IFUNAM
(DF) seguı́a concentrando al mayor número de ellos, otras instituciones con-
taban ya con números importantes: Universidad Autónoma Metropolitana,
UAM, 48; Centro de Investigación y Estudios Avanzados, CINVESTAV DF,
44; y Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP, 40. Para ese año,
el número de investigadores en fı́sica trabajando fuera del Distrito Federal
era menor al de los que lo hacı́an ahı́ en todos los campos a excepción del de
Óptica (Tabla IV).
Aunque en 2016 el lugar de trabajo para los fı́sicos sigue concentrado
en torno a siete instituciones –UNAM, CINVESTAV, IPN, BUAP, UAM,
INAOE, CICESE– en donde trabaja más del 50 % de ellos, la concentración
en la capital del paı́s es mucho menor.
El Atlas de la Ciencia Mexicana muestra [5], que, ya en 2009, habı́a nue-
ve campos en los que trabajaban al menos 50 fı́sicos. En orden descendente:
Materiales y materia condensada, Óptica, Gravitación y fı́sico matemáticas,
Astronomı́a y astrofı́sica, Fı́sica estadı́stica, Partı́culas y campos, Fı́sica nu-
clear, Fı́sica atómica y molecular, y Fisicoquı́mica.
Por otro lado, la Tabla V muestra que existen ahora más de 700 cuerpos
académicos en ciencias naturales y exactas ubicados en algunas de las univer-

Tabla IV. Distribución de investigadores en fı́sica según campo y entidad federativa de su lugar de trabajo 1988.
Fuente: S. Malo y G. Garza, Los fı́sicos, Ciencia y Desarrollo, Vol. XIV, núm 83, noviembre-diciembre,
pág. 148, 1988

DF NoDF BC COA MEX GTO MICH MOR NL PUE QRO SLP SIN SON VER YUC ZAC

Estado sólido 68 46 6 1 1 2 1 22 4 3 5 1
Astronomı́a 37 17 10 1 5 1
Fı́sica Atómica 22 17 1 3 10 2 1
Óptica 4 28 8 8 9 1 2
Fı́sica Nuclear 22 9 1 5 2 1
Mecánica Estadı́stica 24 2 1 1
Fı́sica Teórica 15 8 1 2 1 4
Fı́sica Térmica 9 4 1 2 1
Partı́culas Elementales 11 2 1 1
Biofı́sica 8 3 1 1 1
Fı́sica de Fluidos 8 1 1
Mecánica Cuántica 2 4 2 1 1
Fı́sica del Espacio 4 1 1
Plasmas 3 2 2
Otras 7 3 2 1
Sin especificar 23 12 2 1 1 1 1 3 2 1
Total 273 157 29 2 13 11 4 23 45 1 7 4 11 1 6 7
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 129

Tabla V. Cuerpos académicos en fı́sica por nivel de desarrollo y año distintos a UNAM, IPN y CINVESTAV
2002 a 2014. Fuente: DGESU/SUP-SEP

AÑO 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014

En Formación 36 282 396 422 350 320 314 216 201 209 209 204 2015
En Desarrollo 70 78 108 101 165 171 183 203 214 220 236 243 265
Consolidados 23 28 36 55 97 114 139 165 179 202 220 235 248
total 129 388 540 578 612 605 636 584 594 631 665 682 728

sidades e instituciones públicas de educación superior distintas a la UNAM,


el IPN o el CINVESTAV. Es fácil observar cómo, año con año, van disminu-
yendo los que están En Formación hasta que, en 2003, ese número es similar
a los que están En Desarrollo o Consolidados. Es entonces cuando es posible
afirmar que la investigación en esas áreas ya está profesionalizada en México.
Especı́ficamente en el campo de la fı́sica, la Tabla VI muestra que el paı́s
cuenta con 109 cuerpos académicos en las diversas universidades públicas ahı́
señaladas, y que son adicionales a los que existen en la UNAM, el IPN, el
CINVESTAV y otros centros de investigación y posgrado no considerados en
esta tabla.
Las cifras anteriores hacen evidente que ya contamos con una comunidad
cientı́fica profesional. Serı́a sin embargo erróneo suponer que hemos alcan-
zado el nivel cientı́fico adecuado, en número y calidad, para competir en el
mundo globalizado en que nos encontramos. La comparación con otras regio-
nes y paı́ses, Tabla VII, muestra que estamos lejos de contar con el número
de cientı́ficos que un paı́s de nuestro tamaño requiere para competir inter-
nacionalmente; que nuestra comunidad cientı́fica es diez veces menor que la
que serı́a deseable tener.

12.6. Las publicaciones, los trabajos cientı́fi-


cos
Sin duda, más que la constante formación de investigadores y la dotación
a ellos de lugares e instalaciones de trabajo, lo que determina la madurez
y pujanza cientı́fica de una comunidad es el número y la calidad de sus
investigaciones.
Con el advenimiento de las computadoras, su uso se extendió a la cuan-
tificación y análisis de frecuencias de los miles de artı́culos cientı́ficos que se
producı́an en el mundo en cientos o miles de revistas especializadas. El pio-
nero en este nuevo campo de estudio –la bibliometrı́a o ciencia de la ciencia–
130 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Tabla VI. Cuerpos académicos en fı́sica en universidades públicas distintas a la UNAM,


el CINVESTAV y el IPN, 2015. Fuente: DGESU/SUP-SEP

INSTITUCIÓN TOTAL CAs CONSOLIDADOS EN DESARROLLO EN FORMACIÓN

BUA PUEBLA 14 9 4 1
UABJ OAXACA 2 2
UA BAJA CALIFORNIA 4 1 2 1
UA CHIAPAS 1 1
UA CHIHUAHUA 1 1
UA CIUDAD JUÁREZ 2 1 1
UA COAHUILA 1 1
UA NUEVO LEÓN 8 3 3 2
UA SAN LUIS POTOSÍ 8 6 2
UA SINALOA 2 3
UA ZACATECAS 5 3 1 1
UA DEL CARMEN 1 1
UA ESTADO DE MÉXICO 2 1 1
UA ESTADO DE MORELOS 2 2
UAM ATZCAPOTZALCO 2 1 1
UAM CUAJIMALPA 3 2 1
UAM IZTAPALAPA 11 6 5
U DE COLIMA 1 1
U DE GUADALAJARA 11 3 4 4
U DE GUANAJUATO 4 4
U SONORA 13 6 5 2
UJA DE TABASCO 1 1
U MICHOACANA DE SNH 7 6 1
U VERACRUZANA 1 1
U DEL MAR 1 1
TES DE JOCOTITLÁN 1 1
TOTAL 109 52 33 24

fue Derek J. De Solla Price, quién utilizando el International Directory of


Research and Development Scientists y el Current Contents de 1967 generó
el primer listado o ranking cientı́fico de paı́ses [6].
La Tabla VII muestra los resultados obtenidos a partir de cuantificar el
paı́s de origen de los trabajos publicados en un año dado, 1967: En 14 paı́ses se
encontraba el 90 %, en otros 26 (uno de ellos México) estaba otro 9 %; en otros
39, un 0.9 % más. Esto es, 40 paı́ses representaban el 99 % de la producción
cientı́fica mundial. Si bien es cierto que no todos los investigadores publican
cada año por lo que la cifra real de investigadores en cada paı́s puede ser dos
o más veces mayor que la indicada en esta tabla, lo cierto es que el número de
trabajos publicados sı́ es el indicadoi al igual que lo es la relación mostrada
entre paı́ses.
Es pertinente hacer notar que en el año en que JFV estaba en su postdoc-
torado, México ocupaba el lugar 34 en cuanto a producción cientı́fica, pero
la distancia respecto a los principales paı́ses era muy grande. Ası́, el número
total de trabajos publicados en 1967 por los cientı́ficos mexicanos de todos
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 131

Tabla VII. Número de autores cientı́ficos por paı́s de origen en 1967. Fuente: Derek J. de Solla Price, Little
Science, Big Science. . . and Beyond

Pais Número % Acum Pais Número % Acum Pais Número % Acum

1 EEUU 52,125 41.4 % 15 Escocia 1,332 ↓ 10 % 29 Rep. Árabe Unida 293


2 Reino Unido 11,186 16 polonia 1,305 30 Yugoslavia 288
3 U. Soviética 10,505 17 Israel 1,125 31 España 277
4 Alemania 8,398 18 Hungrı́a 1,039 32 Nueva Zelandia 253
5 Francia 6,862 19 Bélgica 924 33 Brasil 206
6 Japón 5,202 20 Dinamarca 728 34 Irlanda del Norte 201
7 Canadá 3,997 21 Austria 646 35 Irlanda 156
8 India 2,882 22 Rumania 557 36 México 152
9 Italia 2,733 23 Finlandia 447 37 Grecia 147
10 Australia 2,038 24 Noruega 432 38 Chile 113
11 Suiza 1,767 25 Gale 384 39 Nigeria 97
12 Checoslovaquia 1,718 26 Bulgaria 376 40 Venezuela 82 ↑ 99 %
13 Suecia 1,650 27 Sudáfrica 338
14 Holanda 1,412 ↑ 90 % 28 Argentina 299 TOTAL MUNDIAL 126,055 100 %

los campos del saber era sólo 152. Este número representaba: un tercio del
uno por ciento del número que publicó Estados Unidos; la décima parte de lo
que publicaron Suiza, Checoeslovaquia, Suecia u Holanda; casi la mitad de
lo que publicaron Argentina (299) y España (277), y menos que Brasil (206).
Las cifras comparables más recientes, Tabla VIII, provienen del informe de
la UNESCO sobre el estado de la ciencia en el mundo presentado a principios
de 2016 [7]. Con base en él, se puede afirmar que México publica hoy 75 veces
más que lo que publicó en 1967 y sus publicaciones significan ya 3.5 % de
las de Estados Unidos, que sigue siendo el principal productor de artı́culos
cientı́ficos en el mundo. En cuanto a número de publicaciones México ocupa
ahora el lugar 26 en el ranking mundial.
Sin embargo, al tomar en cuenta el tamaño de nuestra población pode-
mos apreciar que nos queda mucho por avanzar: tenemos la décima parte
del número de cientı́ficos por millón de habitantes que tienen los Estados
Unidos y 35 veces menos que los que tiene Suiza, el paı́s con más número de
cientı́ficos por millón de habitantes de los 40 más productivos listados en la
tabla. En suma, México ya cuenta en la ciencia internacional, pero nuestra
productividad no corresponde a la de las naciones que ocupan la delantera
en esta actividad.

12.7. Las citas a las publicaciones


A lo largo de este trabajo he mostrado diversas estadı́sticas que ilustran el
desarrollo de México en educación superior, y en actividad y producción cien-
132 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Tabla VIII. Publicaciones cientı́ficas por paı́s en 2014. Fuente: UNESCO Science
Report Towards 2030, Table S8. Páginas 777-779, UNESCO, 2015

No. Pais Publicaciones No. Pais Publicaciones

total Por millón de Orden Total Por millón de Orden


habitantes habitantes

1 EEUU 321,846 998 21 21 Bélgica 17,208 1,634 9


2 China 256,834 184 334 22 Dinamarca 14,820 2,628 2
3 Alemania 91,631 1,109 16 23 Austria 13,108 1,537 11
4 Reino Unido 89,429 1,385 14 24 Portugal 11,855 1,117 15
5 Japón 73,128 576 26 25 Israle 11,196 1,431 12
6 Francia 65,086 1,007 19 26 México 11,147 90 37
7 Italia 57,472 941 22 27 Araia Saudita 10,898 371 27
8 canadá 54,631 1,538 10 28 Finlandia 10,758 1,976 5
9 India 53,733 42 38 29 Rep. Checa 10,781 1,004 20
10 Corea del Sur 50,258 1,015 18 30 Singapur 10,553 1,913 7
11 España 49,247 1,046 17 31 Noruega 10,070 1,978 4
12 Australia 46,639 1,974 6 32 Grecia 9,427 847 23
13 Brasil 37,228 184 33 33 Sudáfrica 9,309 175 35
14 Holanda 31,823 1,894 8 3 Argentina 7,885 89 33
15 Rusia 29,099 204 32 35 Egipto 8,428 101 36
16 Irán 25,588 326 29 36 Paquistán 6,778 37 39
17 Suiza 25,308 3,102 1 37 Rumania 6,651 307 31
18 Turquı́a 23,596 311 30 38 Irlanda 6,576 1,406 13
19 Polonia 23,498 615 24 39 Chile 6,224 350 28
20 Suecia 21,854 2,269 3 40 Hungrı́a 6,059 610 25

tı́fica, destacando lo relativo al campo de la fı́sica y el papel que tuvo JFV


en ese desarrollo.
Deseo concluir este trabajo refiriéndome a la actividad de investigación
del propio JFV. Después de todo, ella es la más cercana a su corazón y la
motivación para su actuar en las distintas facetas que he mencionado.
En la ciencia, la publicación cientı́fica es un requerimiento no una muestra
de la importancia o calidad de un trabajo; lo que realmente importa es el
impacto que cada trabajo tiene en el avance, el progreso, la transformación
de la ciencia. Aunque difı́cil de medir, se reconoce que el número de veces
que se menciona o cita un artı́culo cientı́fico es una estimación de su impacto.
Es por ello que el número de citas que recibe cada uno de los millones de
artı́culos que se publican en el mundo es motivo de seguimiento y análisis
cuidadosos.
La Tabla IX presenta el análisis de más de un millón de artı́culos cientı́fi-
cos publicados en revistas relacionadas con la Fı́sica de Altas Energı́as,
señalando el número de ellos según el total de citas que ha recibido has-
ta el momento en que se hace la consulta. Como es comprensible, el análisis
señala que conforme más alto es el número de citas recibidas, menor es el
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 133

Tabla IX. Frecuencia de citas recibidas por 1,138,092 artı́culos publicados y citados en revistas de Fı́sica
Teórica. Fuente: Construida por el autor a partir de la base de datos de publicaciones relacionadas con la Fı́sica
de Altas Energı́as INSPIRE HEP <https://inspirehep.net>aa

Número de citas Número de Número de artı́culos


a un artı́culo artı́culos en con al menos ese Autores Tı́tulo del artı́culo
el intervalo número de citas

Más de 10,000 1 1 J.M. Maidacena The Large N limit of superconformal field


theories and supergravity, Advanced Theoretical
and Mathematical Physics, 2 (1998) 231-252
9,000 a 9,999 2 3 S. Weinberg A Model of Leptons, Physical Review Letters, 19
S. Perlmutter (1967) 1264-1266. Measurements of Omega and
Lambda from 42 high redshift supernovae,
Astrophysics Journal 517 (1999) 565-586.
8,000 a 8,999 2 5
7,000 a 7,999 4 9
6,000 a 6,999 5 14
5,000 a 5,999 15 29
4,000 a 4,999 15 44
3,000 a 3,999 32 86
2,000 a 2,999 110 196
1,000 a 1,999 554 750
750 a 999 537 1,287
500 a 749 1,373 2,660
250 a 499 5,890 8,550 Brody, Flores, Random-matrix physics: spectrum and
French, Mello, strength fluctuations, Reviews of Modern
Pandey, Wong Physics 53 (1981) 385-479
100 a 249 25,229 33,779
50 a 99 46,102 79,881
25 a 49 78,507 158,388
15 a 24 75,604 233,992
10 a 14 65,890 299,882
5 a 9 115,679 415,561
1 a 4 243,410 658,971
Sin citas 479,121 1,138,092

número de artı́culos que están en esa condición. De hecho, más del 40 % de


los artı́culos no han sido citados una sola vez y otro 20 % de ellos ha recibido
entre una y cuatro citas. Es también por estos números que se considera que
un trabajo altamente citado es aquel que cruza el “umbral” de 50 citas.
Es conveniente, además, señalar que la tabla se refiere a lo que se conoce
como citas internas, esto es, citas que se hacen dentro de las revistas especia-
lizadas propias al campo de trabajo del artı́culo citado. La revista Physical
Review, tal vez la más importante en el área de la fı́sica, señala que las citas
totales son generalmente 3 a 5 veces superiores a las internas [9].
Es en ese contexto que destaca el trabajo Random-matrix physics: spec-
trum and strength fluctuations, publicado por JFV y co-autores en la revista
Reviews of Modern Physics en 1981. Este trabajo, con 342 citas internas [10]
134 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

y 1,997 citas totales [11], es uno de los trabajos cientı́ficos mexicanos más
citados y está en buena compañı́a. El mejor ejemplo de esto último es que el
trabajo más citado del maestro de JFV –el conocido y ya fallecido cientı́fico
Marcos Moshinsky– tiene 64 citas internas y 512 citas totales [12].
Polı́ticas, Proyectos y Estadı́sticas 135

Bibliografı́a
[i] Aunque el Current Contents, que sirvió de base para este trabajo, daba
preferencia al inglés respecto de otros idiomas y a ciertas revistas frente a
otras, subsecuentes estudios han dado validez a lo presentado originalmente
por D.J. de Solla Price.

[1] S. Malo y G. Garza, Los Fı́sicos, Ciencia y Desarrollo, Vol. XIV, número
83, noviembre-diciembre, (1988) pág. 143-153.

[2] S. Malo, Ventajas de la universidad pública para el posgrado, OMNIA, VI


Congreso Nacional de Posgrado, Año 7, Número especial, Diciembre de 1991
págs. 16-28.

[3] Graduados de programas de doctorado por campo. Número por Año/


Ciencias Naturales e Ingenierı́as, Encuesta de Graduados de Doctorado, CO-
NACyT, 2000.

[4] Plan Indicativo de Ciencia y Tecnologı́a 1976, Anexo 1, Cuadro 5, Página


297, consultado el 4 de mayo de 2016 en http://www.conacyt.mx/siicyt/ind
ex.php/estadisticas/publicaciones/programa-especial-de-ciencia-tecnolog
ia-e-innovacion-peciti/plan-indicativo-de-ciencia-y-tecnologia-1976/1763-
anexo1-1976/file

[5] Atlas de la Ciencia Mexicana, Pérez Angón, Miguel Ángel (coord.) (2012)
Atlas de la ciencia mexicana 2012. Bilingual Edition. Volumen I, México,
AMC, ACM, CONACyT, UNAM, CINVESTAV, CIMAT, 115 págs. Consul-
tado el 12 de mayo en http://laisumedu.org/showBib.php?idBiblio=10409
&cates=Ciencia %2C+tecnolog %EDa+e+innovaci %F3n&idSubCat=16
7&subcates=3.+Informes+de+ciencia %2C+tecnolog %EDa+e+innovaci
%F3n&ssc=30&m=mail1&p=mail1
136 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

[6] J. Derek de Solla Price, Little Science, Big Science. . . and Beyond, Co-
lumbia University Press (1986) Pág. 146.

[7] UNESCO Science Report Towards 2030, UNESCO, 2015.

[8] http://www.InspireHep

[9] Sidney Redner, Citation Statistics from 110 Years of Physical Review,
Physics Today, June 2005, pp 49-54.

[10] InspireHep, consultado el 16 de mayo de 2016 en https://inspirehep.net/


search?ln=en&p=Randommatrix+physics %3A+spectrum+and+streng
th+fluctuations %2C+Reviews+of+Modern+Physics+53+ %281981 %2
9+385479+&of=hb&action search=Search&sf=earliestdate&so=d

[11] Google Scholar, consultado el 16 de mayo de 2016.

[12] Mismas que las dos anteriores referencias.


Medio Siglo de la Fı́sica Mexica-
na
Jorge Flores Valdésa

13.1. Hace cincuenta años. . .


México llegó tarde a la ciencia, en particular muy tarde a la fı́sica. Hace
cincuenta años se hacı́a investigación cientı́fica en algunos institutos de sa-
lud, como el Instituto Nacional de Cardiologı́a y el de Nutrición. Se trabajaba
también en la Escuela Superior de Ciencias Biológicas del Instituto Politécni-
co Nacional. La Universidad Nacional Autónoma de México contaba ya con
9 institutos, entre ellos el Instituto de Fı́sica.
La ciencia propiamente dicha se establece en la UNAM en 1929 cuando
a esta institución se le otorga la autonomı́a. Se adscriben a la Universidad
el Observatorio Astronómico Nacional, el Instituto de Estudios Médicos y
Biológicos y el Instituto de Estudios Geológicos, antecesores de los institutos
de Astronomı́a, Biologı́a y Geologı́a, respectivamente.
Antes de mudarse en 1954 a la nueva Ciudad Universitaria (CU), los ins-
titutos de la UNAM estaban desperdigados por diversos rumbos de la Ciudad
de México. El Instituto de Fı́sica, fundado en 1938, se alojaba en un rincón
del Palacio de Minerı́a, entonces sede de la Escuela Nacional de Ingenieros.
En el Palacio se impartı́a también la carrera de fı́sica de la Facultad de Cien-
cias, cuyo primer titulado fue Don Fernando Alba Andrade, quien se recibió
como maestro en fı́sica en 1943.
En 1952 se adquirió el acelerador nuclear Van de Graaff y se instaló ese
año en la CU, de la cual fue el primer habitante. Poco después, la fı́sica se
concentra en CU. También a principios de los años cincuenta, y gracias a
la visión del Dr. Nabor Carrillo, se establecen por fin las plazas de tiempo
completo para investigadores de la UNAM. Se inicia ası́ la ciencia profesional
mexicana y los profesores dejan de ser ruleteros.
Además de este acelerador, en los años cincuenta se contaba en México
solamente con otro aparato grande, la cámara Schmidt del Observatorio de
Tonantzintla. Con estos dos aparatos se hicieron importantes trabajos tanto
en fı́sica nuclear como en astronomı́a. En ese tiempo se inicia la fı́sica teórica
de alta calidad, con el regreso a México de Marcos Moshinsky, quien se vol-
a
Instituto de Fı́sica, UNAM.

137
138 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

vió famoso gracias a su amor por el oscilador armónico. En 1960, junto con
Tomás Brody, publicó las tablas de paréntesis de transformación, que permi-
tirı́an realizar cálculos de estructura nuclear que antes no eran posibles. En
otras ramas de la ciencia, se hacı́a buena investigación clı́nica y el Institu-
to de Quı́mica de la UNAM en colaboración con la empresa Syntex realizó
trascendentes estudios en sı́ntesis orgánica. La ciencia mexicana comienza a
adquirir ı́mpetu.
En la década de los sesentas se fundan dos centros nacionales de investi-
gación, en buena medida en fı́sica: la Comisión Nacional de Energı́a Nuclear
(CNEN) y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
En 1966, la CNEN establece el Centro Nuclear Nacional en Salazar, Es-
tado de México. El Centro cuenta con dos grandes equipos experimentales,
un acelerador nuclear tándem y un reactor nuclear de investigación. En 1970
se cambia el nombre de la Comisión y se convierte en el Instituto Nacional
de Energı́a Nuclear (INEN). Surgen entonces problemas laborales y muchos
investigadores abandonan el Centro Nuclear. Con ello, el proyecto más am-
bicioso de la fı́sica mexicana en el Siglo XX ¡falló!
Ya que no se estableció, como en Francia y en Brasil, que la investigación
petrolera recibiera un porcentaje fijo de las ventas de energéticos, el presu-
puesto anual del IMP ha estado siempre sujeto a los vaivenes sexenales y al
arbitrio de PEMEX. A pesar de ello, se han realizado significativos trabajos
en fisicoquı́mica y se han obtenido varias patentes. Sin embargo, las acciones
del IMP han sido insuficientes, como lo mostró el reciente debate sobre la
reforma de Petróleos Mexicanos.
Al inicio de la década de los sesenta se crea el Centro de Investigación
y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional. Este
Centro tiene departamentos en varias ramas de la ciencia, en particular, un
departamento de fı́sica de muy buena calidad. El Cinvestav ha adquirido gran
madurez y es el segundo centro de investigación más importante en el paı́s.

13.2. Planeación global de la investigación


Durante el gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho se crea en 1945
la Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investigación Cientı́fica, que se
convierte en el Instituto Nacional de la Investigación Cientı́fica (INIC) en
1950. Ese año inicia también su operación el Instituto Nacional de Bellas
Artes. Al INBA se le otorga un Palacio y al INIC unas pequeñas oficinas.
Medio Siglo de la Fı́sica Mexicana 139

Don Manuel Sandoval Vallarta, el primer fı́sico profesional mexicano, fue


también el primer director de la Comisión Impulsora y Coordinadora de
la Investigación Cientı́fica. El Dr. Sandoval Vallarta provenı́a del Instituto
Tecnológico de Massachusetts donde habı́a realizado un trabajo trascendental
sobre el origen de los rayos cósmicos. Don Manuel fijó los estándares de
calidad para la fı́sica mexicana, que luego se permearon a otras ramas de la
ciencia. En particular, hacı́a llegar esta polı́tica de calidad en su seminario
que ocurrı́a todos los viernes por la tarde. Marcos Moshinsky, quien realizó
su tesis profesional con Don Manuel, continuó con la tradición del seminario
de los viernes, que está por cumplir 70 años en el Instituto de Fı́sica.
En 1959 por primera vez se juntan cientı́ficos de diversas especialidades
para formar una asociación que promoviera la ciencia mexicana. Se funda ası́
la Academia de la Investigación Cientı́fica, hoy Academia Mexicana de Cien-
cias. Desde 1961 otorga el Premio de Ciencias para cientı́ficos de menos de 40
años, que por lo general entrega el presidente de la República, lo que permite
a la comunidad presentar sus puntos de vista sobre el apoyo gubernamental
a la ciencia. Hoy la Academia realiza múltiples actividades: Domingos en la
Ciencia, Olimpiadas, La Ciencia en tu Escuela y Computación para Todos los
Niños, entre otros programas. Es posible decir que representa legı́timamente
la opinión de sus 2,500 miembros.
Durante más de una década, el Instituto Nacional de la Investigación
Cientı́fica se redujo a otorgar complementos de sueldo a investigadores uni-
versitarios, sin apoyar proyectos de investigación. Es hasta 1962 cuando por
fin se establece un programa de becas de posgrado, programa que hasta enton-
ces estaba asociado al ¡Banco de México! Al final del gobierno del presidente
Dı́az Ordaz se solicita a este Instituto y a la Academia de la Investigación
Cientı́fica un proyecto para crear el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologı́a
(CONACyT).
Por fin, el gobierno mexicano decide hacer algo más trascendente por
la ciencia. A sugerencia de la Organización de Estados Americanos, crea el
CONACYT con las siguientes funciones:

Planear la ciencia y la tecnologı́a.

Otorgar miles de becas de posgrado.

Apoyar proyectos de investigación.

Fundar centros cientı́ficos.


140 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Financiar revistas sobre ciencia.

Establecer convenios internacionales.

Aunque el CONACYT ha realizado satisfactoriamente sus acciones, éstas


no han bastado pues el lugar que México ocupa en el ámbito cientı́fico inter-
nacional es muy inferior al que le corresponderı́a de acuerdo a su capacidad
económica.

13.3. Descentralización de la investigación


Hasta la creación del CONACYT la ciencia y la fı́sica mexicanas se concen-
traban en la capital de la República. En el Consejo se comprendió que ésta
era una situación inconveniente e insostenible. Se inició la formación, en di-
versos estados de México, de nuevos centros de investigación con vocación
temática bien definida. Hasta el presente se investiga en fı́sica y en la ciencia
de materiales en los siguientes centros CONACYT:

Centro de Investigación en Óptica (CIO), en León.

Centro de Investigación Cientı́fica de Yucatán (CICY), en Mérida.

Centro de Investigación Cientı́fica y Estudios Superiores de Ensenada


(CICESE).

Instituto Nacional de Astrofı́sica, Óptica y Electrónica (INAOE), en


Tonantzintla.

Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV), en Chihuahua.

Instituto Potosino de Investigación en Ciencia y Tecnologı́a (IPICyT),


en San Luis Potosı́.

Se han fundado 27 centros públicos de investigación, aunque ninguno de


ellos en lo que va del Siglo XXI.
A la descentralización cientı́fica han contribuido también de manera efi-
ciente la Secretarı́a de Educación Pública (SEP), la UNAM y el Cinvestav.
Por fin, a finales de los años setenta, la SEP reconoce que la ciencia es
substancial para la educación. Empezó ası́ un ambicioso proyecto para insta-
lar la investigación en las universidades estatales, ajenas hasta ese momento
Medio Siglo de la Fı́sica Mexicana 141

a la ciencia y a los estudios de posgrado. En algunas universidades se habı́an


ya hecho algunos intentos para establecer la investigación. Destacan los casos
de las universidades de San Luis Potosı́ en medicina y de Puebla en fı́sica.
Sin embargo, no se habı́a tenido mucho éxito. En particular, el caso de la
fı́sica poblana es lamentable.
Hoy se realiza investigación cientı́fica en casi todas las universidades es-
tatales. Se tienen departamentos de fı́sica de muy buena calidad en al menos
diez universidades estatales. La producción cientı́fica es mayor en los esta-
dos del centro. Por citar un dato, en el perı́odo 1997-2006 el 67.8 % de los
artı́culos de investigación cientı́fica se produjeron en la Ciudad de México y
en los estados de México, Puebla y Morelos. Contrasta esta situación con la
existente en 1960, cuando el 100 % de estas publicaciones se realizaban en el
Distrito Federal.
Por su parte, la UNAM ha colaborado a la descentralización de la ciencia
estableciendo sedes en Cuernavaca, Querétaro, Morelia, Ensenada y León.
En el Campus Morelos se cuenta ya con dos institutos de muy buena calidad
relacionados con la fı́sica. Por otro lado, el Cinvestav también ha establecido
7 subsedes en los estados de la República. En particular, en la Unidad Mérida
se realiza muy buena investigación en fı́sica.

13.4. Acciones globales del Gobierno Federal

Entre la fundación de la Comisión Impulsora y Coordinadora de la Investi-


gación Cientı́fica y la creación del CONACYT transcurrieron 30 años. Luego
pasó otra década para que la SEP reconociera que la ciencia es trascendental
para la educación. Las acciones generales del gobierno mexicano para impul-
sar el nuevo conocimiento, han sido pocas y muy espaciadas en el tiempo.
Un importante esfuerzo se dio hace 30 largos años con el establecimiento del
Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
El SNI representa toda una historia de éxito. En 1984 el gobierno federal
lo establece y se nombran en la primera promoción a 1,396 miembros. En
2015 se tienen 23,316 investigadores nacionales. Como se ve en la Fig. 1,
elaborada con datos proporcionados por el CONACyT, el efecto del Sistema
ha sido notable, con un considerable aumento en el número de publicaciones
en revistas indizadas.
142 Sobre los Inicios de la Profesionalización de la Fı́sica en México

Figura 1: Evolución temporal del número de publicaciones cientı́ficas, donde


se muestran los efectos de la creación del CONACYT y del SNI.

Desde un punto de vista cualitativo, el SNI ha sido también crucial, pues


se evalúa el trabajo de los investigadores con criterios generales, independien-
tes de las instituciones de investigación. Esto ha contribuido definitivamente
a mejorar la calidad del trabajo cientı́fico, sobre todo en aquellas instituciones
de reciente creación.
Después de tres décadas el gobierno federal da ¡por fin! dos pasos para
incrementar la ciencia mexicana. Por un lado, se crean las Cátedras CO-
NACYT para Jóvenes Investigadores y, por el otro, el Consejo Consultivo de
Ciencias de la Presidencia de la República lleva a cabo el programa “Hacia
Dónde Va la Ciencia en México”.
En 2014 el CONACYT abrió las convocatorias para 574 Cátedras y al año
siguiente 250 más. Concursaron para acceder a esas Cátedras más de 3,000
investigadores jóvenes ya doctorados. Este proceso contribuirá de manera
importante a la renovación de la planta académica mexicana. En particular,
el efecto de este programa será significativo para instituciones localizadas
fuera del área metropolitana de la Ciudad de México. Se espera que este
programa continúe en los próximos años y que incluso puedan integrarse a
él investigadores de otros paı́ses latinoamericanos. Es necesario que en los
Medio Siglo de la Fı́sica Mexicana 143

centros que reciben catedráticos CONACYT se busque contratar a investi-


gadores con niveles II o III del SNI, para reforzar el trabajo de los jóvenes
investigadores.
El Consejo Consultivo de Ciencias organizó 96 mesas redondas en 2014 y
publicó 18 libros en 2015. El objetivo de este programa es identificar los nichos
de la ciencia mexicana, en particular de la fı́sica. Tenemos ahora ideas precisas
en muchos campos de la ciencia sobre las prioridades de la investigación en
México.

13.5. Ciencia excelente pero pequeña


Desde que empezó la ciencia profesional en México, hace medio siglo, la
comunidad cientı́fica ha crecido y en muchos casos es de muy alta calidad.
Se han obtenido resultados muy interesantes en fı́sica teórica, en astronomı́a,
bioquı́mica, neurociencias y en ciencia de materiales. En la Tabla I se presenta
la comparación de algunos indicadores entre 1958 y 2014, lo que muestra de
manera cuantitativa lo que aquı́ expresamos.
A manera de conclusión, se puede decir que la fı́sica profesional llegó
muy tarde a México, pero que en su medio siglo de vida sus indicadores se
han multiplicado por factores que van de 150 hasta 400. Sin embargo, la
comunidad de fı́sicos que merece y requiere nuestro paı́s deberı́a ser al menos
10 veces mayor que la actual.

Tabla I. Algunos indicadores de la ciencia mexicana.

1958 2014

Número de doctores ∼ 100 30,000


Graduados de doctorado <5 3,000
Facultades de Ciencias 2 ∼ 30
Artı́culos publicados ∼ 30 15,000
Citas a los artı́culos ∼ 50 45,000

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