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Los terneros recién nacidos son extremadamente sensibles a las diarreas neonatales, sobre todo
durante sus primeros 28 días de vida. Las bacterias y los virus provocan diarreas porque atacan la
mucosa del intestino del ternero, lo que reduce la absorción de nutrientes esenciales de la leche y
causa deshidratación. Si la enfermedad es grave, el ternero puede morir, aunque incluso los que
sobreviven a los casos más graves tendrán un rendimiento menor durante toda su vida en comparación
con los terneros sanos.
Etiología
Las causas más habituales de diarreas son virus: rotavirus, coronavirus; bacterias: E.
coli K99; Clostridium perfringens tipo C, Salmonella spp. y parásitos (criptosporidios, coccidios).
Por tanto, las medidas de control de los virus, bacterias y parásitos, pueden reducir significativamente
las pérdidas provocadas por las diarreas neonatales, aunque la explotación presente otros problemas.
Los factores que pueden contribuir a la aparición de la enfermedad son:
Calostro de calidad inadecuada.
Calostro en cantidad insuficiente.
Consumo excesivo de leche, que crea un entorno en el que se desarrollan cierto tipo de bacterias, lo
que provoca diarreas intensas.
Parto difícil o manejo inadecuado del parto.
Malas condiciones de higiene.
Tiempo frío y húmedo.
Superpoblación.
Síntomas
Dependiendo de la causa, las diarreas del ternero pueden aparecer en cualquier momento, desde las
primeras horas de vida hasta las primeras cuatro a seis semanas. Las vacas de primer parto suelen
producir menos cantidad de calostro y de menor calidad, por lo que sus terneros presentan un mayor
riesgo de sufrir diarreas. Los síntomas son los siguientes:
Diarrea, a veces con sangre o moco, que puede provocar la muerte en 12-48 horas.
Deshidratación.
Pérdida de peso.
Debilidad.
Retraso en el crecimiento.
Diagnosis
Se puede establecer el diagnóstico a partir de la sintomatología clínica y la epidemiología, pero a
menudo es necesario realizar pruebas complementarias (bacteriología, análisis de heces, necropsias).
Tratamiento
El éxito del tratamiento de las diarreas de los terneros depende de lo rápido que se logre la
rehidratación:
Los productos para rehidratación oral ayudan a recuperar los electrolitos y los nutrientes esenciales.
En los casos de diarrea bacteriana, es recomendable un tratamiento antibiótico por vía oral o parenteral
tan rápido como sea posible.
Prevención
Vacunar a la vaca antes del parto para que su calostro transmita anticuerpos protectores frente a los
virus y bacterias causantes de la diarrea.
o Separar inmediatamente los terneros sanos de sus madres de los terneros enfermos.
o Después del manejo de los animales enfermos, asegurarse de limpiar bien el equipo y las botas y
lavarse cuidadosamente las manos.
Reducir el estrés de las vacas y los terneros.
Para que las condiciones durante el parto sean óptimas, las vacas deberían presentar una puntuación
de condición corporal de 3 o 3,5.
o Ayudar durante el parto según sea necesario, sobre todo a las novillas.
o Mantener a los animales tan limpios y secos como sea posible.
Comprobar que los terneros empiezan a mamar cuanto antes para que obtengan así el calostro
suficiente (10% de su peso durante las primeras 24 h). Se recomienda que no pase más de 6 horas
antes de su primera toma, debido a que es en estos momentos cuando mayor capacidad de absorción
intestinal tiene el animal recién nacido.