You are on page 1of 2

Pasos en el trabajo de polaridades en una silla vacía

Por: Jaime Andrés Erazo Ochoa

Pasos en el trabajo de polaridades en una silla vacía


Gestalt en distintos contextos

1. El terapeuta es capaz de generar un clima de confianza


El terapeuta propicia un clima de confianza en relación a la experiencia que se va a desarrollar, a través de
escuchar al paciente, de mostrarle que no se espera nada en particular, que se valora lo que surja, que no hay
juicios de bueno o malo en su desempeño, que no se sienta exigido, que no será evaluado, etc.

Además de lo señalado, el terapeuta es capaz de comprometer y motivar al paciente con la experiencia que va
a vivir.

2. El terapeuta realiza una conversación con el paciente que facilita la identificación y comprensión de los
aspectos polares que se van a trabajar
El terapeuta realiza una conversación que permite identificar claramente los aspectos polares que quiere
trabajar el paciente, estos deben estar energizados en el presente y deben ser polarmente coherentes entre sí
(“seguro/inseguro; fuerte/débil; deja pasar/intransigente”).

Además, el terapeuta debe buscar la comprensión de la vivencia del paciente en relación a los aspectos
polares (pide ejemplos, descripciones de situaciones cotidianas, hace preguntas, etc).

3. El terapeuta indica al paciente en qué consistirá la Técnica.


El terapeuta explica al paciente cómo se realizará el dialogo y le pide que ubique a cada una de las
polaridades en las sillas, con el objetivo de que ambos tengan clara la posición de cada una, enfatizando que
“cada vez que estés en esta silla serás X polaridad, cada vez que estés en esta otra silla serás Y polaridad.”
Reforzando la importancia de que el paciente integre el cuerpo y la emoción, que requiere de compromiso y
de que se involucre realmente en la experiencia.

4. Inicio de la Experiencia
El Terapeuta le señala al paciente iniciar por la polaridad menos habitual
o menos emergente. Se le pide al paciente que cierre los ojos con el fin de que éste, se conecte tanto con la
dinámica, como con la vivencia que requiere la experiencia y luego le pide que comience a hablar.

El terapeuta facilita entre 5 a 10 min. para que el paciente en “rol de su polaridad menos habitual o menos
emergente”, exprese a través de la guía del terapeuta, cómo es, cuando aparece, en que momentos de la vida,
cómo se relaciona con los demás, como es su relación con el mundo, como se siente, cuál es su postura
corporal, apariencia física, forma de ser, en que momento o situaciones aparece más, etc. Hasta que la logre
vivenciar plenamente.
5. Desarrollo de la experiencia: Dialogo de las polaridades

El terapeuta fomenta el dialogo entre los dos aspectos polares, señala y reitera todas las veces que sea
necesario que sea en primera persona, es decir que se dirija hacia su polaridad.

Así mismo, el terapeuta debe ser capaz de indicar los cambios de silla que faciliten el dialogo entre los
aspectos polares, permitiendo que transite del uno al otro las veces que sea necesario (con una mirada
fenomenológica, sin interpretaciones o juicios). Si evalúa necesario, es capaz de ponerse en uno de los
aspectos polares y energizar el dialogo utilizando el mismo contenido que refiere el paciente (el terapeuta no
pone nada de sí mismo).

De igual forma, el terapeuta es capaz de acompañar el dialogo con una escucha activa que guía de manera
fluida y oportuna los cambios de silla.

Facilitando el desarrollo de un dialogo rico en contenido emocional y corporal; permitiendo que aparezca
claramente el conflicto, la pelea o negación de un polo en relación al otro. El terapeuta No intenta que se
reconcilien rápidamente, primero
facilita que se diferencien lo más posible y más tarde buscará la reconciliación o integración.

6. Cierre de la experiencia
El terapeuta logra que el paciente conozca mejor a sus aspectos polares y pueda sentir a su polaridad menos
emergente o negada como propia de su existencia o parte de sí mismo.

También puede facilitar que el paciente se dé cuenta que su polaridad menos emergente o negada le ofrece
posibilidades, pudiendo reconocer aspectos positivos de ella, ver que le sirve y le aporta a su vida.

El terapeuta además, puede fomentar que el paciente sienta que ambos aspectos polares pueden coexistir;
dándose la posibilidad de valorar y aceptar al aspecto polar menos emergente o negado, aunque no se
integren, reconociendo las situaciones y/o aportes que le ha entregado a la persona, sintiendo cómo este polo
es y ha sido importante; o bien, se da una integración espontánea y natural.

Así mismo, es necesario observar que este proceso tiene un contenido emocional importante, es decir no es un
discurso intelectual o desde el deber ser.

El terapeuta guía el cierre del dialogo, no lo corta bruscamente, (por ejemplo a través de que una polaridad se
despedida de a otra o que sepan que podrán volver a dialogar si lo desean, etc) .

7. Conclusiones y darse cuenta


Una vez finalizado el dialogo, el terapeuta genera preguntas a su paciente para saber cómo se encuentra, cómo
le fue con la experiencia, si surgieron darse cuentas (profundiza en los darse cuenta de su paciente) y deja
posibilidades de desarrollo en el proceso actual; para finalmente, despedirse y cerrar la sesión.

You might also like