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Introducción

En la década de 1960, investigadores norteamericanos ampliaron los horizontes de la historia al


incorporar las fuentes orales como documentos históricos relevantes. Esta metodología nos
permitirá rescatar para la historia local a: actores anónimos y en esferas mucho más diversificadas
de la historia humana, su interés no solo son los actores políticos, también lo son las fuerzas
contestatarias de la oposición de los movimientos sociales.
Irrumpen así, en el sacro templo de la historia, personajes anónimos: trabajadores, peones,
artesanos, oficinistas, militantes, amas de casa, empleadas, prostitutas, campesinos, domésticas. Sus
vidas son lazos de unión entre el entonces y el hoy. Sus experiencias se convierten en fuentes de
reflexión y reconstrucción del pasado cercano.
La Historia contada por sus protagonistas implica: conversaciones, largas búsquedas, los mitos, las
leyendas,historias cotidianas, entre otros.
Son relatos descarnados de observadores curiosos y, al mismo tiempo, actores de la Historia local.
Pertenecen a esos grupos humanos que, viviendo su vida cotidiana, construyen inconscientemente la
historia. Todas sus remembranzas son cantera inagotable de revelaciones que, entre respetuosas y
burlescas, permiten visualizar síntomas de animosidad general hacia prácticas sociales y políticas
que empañaron sus vidas. Escuchar estas historias nos ayuda a comprender como el tiempo
neutraliza emociones, sentires y, hasta las rutinas dolorosas, adquieren otro significado. También a
interpretar: silencios, pausas, tonalidad de las voces, rupturas del lenguaje y hasta la mímica con las
que enfatizan y reafirman sus relatos.
Todos los protagonistas recuerdan, ilustran y afianzan realidades de una época determinada. Ellos
pertenecen a diferentes grupos socio-económicos e ideológicos. Todos o casi todos muestran, con
singular claridad, las agudas aristas sobre las que vivieron en contacto con los poderes de turno, las
inconscientes barreras mantenidas por prejuicios, mentalidades y costumbres aceptadas en
determinado momento y hoy criticadas y hasta repudiadas.
La historia local

La historia local es un pedacito de una comunidad específica, que colinda con otras comunidades,
en un conglomerado heterogéneo, que forma a su vez una parroquia, un municipio, varios
municipios, un estado, varios estados, un país y así sucesivamente se repite en cada rincón del
mundo.
La Historia local o microhistoria, como la llaman algunos autores, es la ciencia de lo particular
anterior a cualquier síntesis. Se define como el estudio integral de la vida de un grupo o de una
comunidad. Y es, así mismo, la base firme donde parte la historia regional o nacional, es decir, el
núcleo de la gran historia.

El por qué de la historia local


La tradición de los pueblos que involucra:leyendas, mitos, costumbres, supersticiones, folclore y la
magia natural que atemoriza fortalece a sus habitantes viene a ser la memoria que guarda con celo
las huellas del pasado"…
La Microhistoria o Historia Local, tiene como propósito estudiar la vida cotidiana de un
ser en su propio medio, para hablar y considerar al hombre normal común y corriente
que ha sido desplazado y olvidado por la historia universal y nacional.
Esta historia general, solo privilegia y normalmente destaca la vida de héroes de la
patria, o de hombres sobresalientes en actividades científicas, artísticas y culturales en
un espacio y tiempo determinado, dejando de lado los modos de proceder, de actuar, de
ser, hacer y convivir de grupos sociales.

Se vale del uso de varios géneros literarios


En toda comunidad se evidencia la multiplicidad de géneros literarios en la tradición oral. Se
aprecian las poesías, los refranes, los cuentos, las leyendas, los relatos, los mitos; todos y cada uno
bien explícitos y diferenciados.
El rescate de la historia
oral de los pueblos está encaminada a lograr un conocimiento más detallado de las
vivencias personales, de grupo o local. Con ello se pretende obtener un conocimiento
integral de la sociedad contemporánea y, en especial, lograr que la investigación se
relacione de manera directa con su entorno y con los sujetos sociales que lo determinan.
Conclusión

El conocimiento de la Historia Local constituye una premisa para el quehacer cotidiano de los seres
humanos, es una herramienta que permite adentrarnos en nuestras raíces, tradiciones, y modos de
actuar que nos hacen ser únicos.

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