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Hasta ahora, se creía que los seres humanos habían perdido la capacidad de
percibir el campo magnético terrestre. Ahora, una serie de experimentos
parecen indicar que nuestra especie conserva ese sentido magnético
subconsciente.
Animales como los pájaros tienen sensores que les permiten detectar el campo magnético de la
Tierra y, de esta manera, ubicarse en el espacio en sus largas migraciones.Pixabay
El experimento
Para lograr llegar a este descubrimiento, el equipo construyó una jaula de
Faraday de seis lados, cuyas paredes estaban hechas de aluminio para proteger
la instalación de cualquier tipo de interferencia electromagnética externa.
Además, sus paredes contenían bobinas cuadradas a través de las cuales
pasaban corrientes para producir campos magnéticos de aproximadamente
la misma intensidad que el de la Tierra.
En el video del famoso youtuber Derek Muller del canal Veritasium, se puede
apreciar cómo se coloca una especie de gorro con 64 electrodos que
monitorearan la actividad eléctrica de su cerebro. Específicamente, los
electrodos se encargarán de identificar variaciones en las señales
alfa provenientes de su cabeza a través de un electroencefalograma (EEG).
El objetivo es saber si un campo magnético en rotación puede causar que la
amplitud de las ondas alfa disminuya. Esto sería un claro indicador que su
cerebro es sensible a los campos magnéticos como el de la Tierra.
Los resultados
El equipo recopiló los resultados de 34 participantes adultos y descubrieron
que algunas personas eran más sensibles a los cambios y también dependía si
el campo se rotaba en sentido antihorario y horario o se dejaba fijo. En
algunos casos la amplitud de las ondas alfa decaía hasta en un 50%.
Kirschvink dijo que las respuestas son similares a que el cerebro se “está
volviendo loco”. Además, agregó que significa que los humanos deben ser
capaces de detectar tales cambios, aunque la fuerza de la respuesta varió
enormemente entre los participantes.
Cabe aclarar que el estudio en cuestión no sugiere, de ninguna manera, que los
campos magnéticos tienen una influencia especial en ti: no curan
enfermedades, no te hacen más inteligente ni puedes comunicarte
telepáticamente con alguien.