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El abordaje etnografico
en la investigacién social
Aldo Rubén Ameigeiras
Ahora que poseo el secreto podria enunciarlo de
cien modos distintos y aun contradictorios. No sé
muy bien como decirle que el secreto es precioso y que
ahora la ciencia, nuestra ciencia me parece una mera
frivolidad [...1.el secreto por lo demds no vale lo que
valen los caminos que me condujeron a él. Eos cami-
nos hay que andarlos...
Jorge Luis Borges, «El etnégrafo»
Introduccién*
En el presente capitulo realizaré una aproximacién al abordaje
etnogréfico en la investigacién social, considerando tanto aspectos
epistemolégicos, como tedrico-metodoldgicos, con Ia finalidad de cono-
cer la singularidad de la etnografia en el conjunto de las tradiciones
cualitativas. Una tarea de la que, més allé de las conceptos, las argu-
mentaciones y las definiciones, me interesa poder transmitir y compar-
tir algunas apreciaciones acerca de la experiencia profundamente hu-
* Mi agradecimiento al equipo de trabajo del Centro de Estudios ¢ In-
vestigaciones Laborales (cen) y a mis colegas antropélogos de la Universidad
Nacional de General Sarmiento (uNGs), P. Monsalve, F. Suérez y G. Soprano
por sus valiosos comentarios y aportes.mana de hacer etnografia. Soy consciente al respecto de que hablar de
etnografia implica movilizar una serie de imagenes vinculadas a la
presencia del etnégrafo en el campo, a sus observaciones y registros, a
la manera de interactuar y dialogar con los actores, a la peculiaridad
de sus textos. Una situacién que generalmente conduce, desde la pre-
sencia aventurera del «etnégrafo solitario» en lugares diversos, explo-
rando e intentando describir las llamadas «culturas primitivas» (don-
de el «campo» aparecta lejano, exético y desconocido) hasta la presencia
del etnégrafo actual: un investigador conviviendo en los contextos ru-
rales-urbanos, transitando las barriadas populares de las grandes me-
galépolis, acompafiando a un ciruja* o un cartonero** en su bésqueda
diaria de materiales, asistiendo a un terreiro*** en un templo umban-
da en una barriada popular, o viajando en un tren atestado de gente
que regresa a sus hogares en los suburbios de la gran metrépoli. Dis-
tintas situaciones y posicionamientos vinculados con el ejercicio profe-
sional y la experiencia de hacer etnografia y, tras ellos, una diversidad
de caminos posibles que, més alld de su reconocimiento, demandan el
compromiso de recorrerlos; de alli que, como afirma el personaje del
cuento de Borges, esos caminos...