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TECNICAS PSICOLOGICAS
Existen diferentes tipos de técnicas en las cuales podemos mencionar: Técnicas Cognitivo
– Conductual Técnicas sistémicas Técnicas de la Gestalt
Es probable que las exposiciones poco graduadas presenten una menor aceptación por parte
del sujeto y también mayor índice de abandonos, aunque posiblemente se alcancen
resultados más rápidos. Por contra, una exposición demasiado graduada puede derivar en
sensación de desánimo personal, viendo el individuo que su progreso es excesivamente
lento. Por ello, parece más eficaz empezar por exponenerse a situaciones de nivel de
ansiedad bajo (las cuales poseen una elevada probabilidad de éxito de afrontamiento) hasta
llegar a aquellas situaciones en que la persona tiende a evitar debido al elevado nivel de
ansiedad que estas le generan (por ejemplo aquellas en las que ha sufrido un ataque de
pánico anteriormente). En el progreso para pasar de las primeras a las segundas se deben
considerar aspectos como la condición médica y psicológica que presente el individuo, el
tiempo del que pueda destinar a la exposición y el grado de habituación de este respecto de
la técnica. Por ello, la jerarquía puede verse modificada a medida que se va avanzando en
su realización, atendiendo también a las sensaciones experimentadas por el sujeto en cada
exposición y a los factores personales o ambientales que influyen en el afrontamiento
aplicado. técnicas de exposición in vivo:
cómo evaluar si la persona posee una buena capacidad para imaginar las situaciones
temidas indicadas por la jerarquía. Sin embargo, la exposición en imaginación puede ser
útil cuando:
1. 2. 3. 4. 5.
Fase 1. Orientación hacia el problema Usted debe reconocer que los problemas son
cotidianos, que forman parte de nuestra vida normal. Unas personas encuentran más
fácilmente soluciones que otras, pero la mayoría de personas buscan soluciones
satisfactorias a sus problemas y no sufren, ni se encuentran desmoralizadas ante los
mismos, porque saben cómo solucionarlos. Lo primero que debe reconocer es que los
problemas existen, que están ahí y de nada sirve escapar de los mismos. Hay que
enfrentarse a ellos, pero de un modo efectivo y sin que causen mayores preocupaciones.
Reflexione sobre lo anterior. Piense en los problemas (tanto en los poco relevantes como en
los muy relevantes) que tiene usted ahora. Cuando tenga clara la existencia cotidiana de los
problemas y los identifique claramente pase a la segunda fase. Fase 2. Definición y
formulación del problema Una vez que reconoce la existencia de los problemas, tenemos
que definir claramente cada uno de ellos. Debe determinar quién, qué, dónde, cuándo, por
qué y cómo de cada problema. Descríbalo claramente y en términos específicos y
concretos. Utilice la información relevante y deseche la irrelevante. Utilice sólo hechos, no
opiniones o creencias. Debe identificar los factores y las circunstancias que hacen de una
situación un problema, sus metas principales y específicas relacionadas con el problema,
subproblemas derivados del problema principal…
Fase 3. Generación de soluciones alternativas. Una vez que tiene claramente definido el
problema y las metas relacionadas con el mismo, pase a generar el mayor número posible
de soluciones alternativas al problema. Ante ese problema, usted debe dejar aparcada su
solución habitual y generar tantas soluciones como le vengan a la mente. Tenga en cuenta
que en esta fase:
El valor de la alternativa: ¿consigo mi meta con ella?, ¿puedo ejecutar esa solución de
modo óptimo? - Las consecuencias personales de esa solución en tiempo, esfuerzo, costes o
ganancias emocionales, de acuerdo con los valores éticos y morales, bienestar físico u otras
consecuencias personales específicas del problema. - Las consecuencias sociales: efectos
sobre la familia, amigos, compañeros de trabajo, vecinos. - Las consecuencias económicas.
- Las consecuencias a corto y largo plazo. - La maximización de los beneficios y la
minimización de los costes.
Una vez se ha decidido por una solución debe plantearse estas cuestiones: - Con esta
solución, ¿puede cambiar la situación problemática? -¿Necesito más información antes de
pasar a ponerla en práctica? - ¿Qué solución o combinación de soluciones debo elegir para
poner la solución en práctica?
Fase 5. Puesta en práctica y verificación de la solución. Una vez decidida la mejor solución
tiene que ponerla en práctica y verificar si en la vida real es efectivamente la más adecuada.
Puede empezar por ponerla en práctica
Perfil de la persona vulnerable a la depresión Según este modelo las personas deprimidas
tienden a ser perfeccionistas y excesivamente autoexigentes, creándose expectativas y
metas muy elevadas que
tienden a no ser realizables. Por este motivo, no suelen conseguir alcanzarlos, con lo que el
incumplimiento de objetivos provoca que se auto-critiquen y castiguen. El depresivo
tendría pues altas tasas de autocastigo y bajas de reforzamiento, lo que a la larga provoca
una disminución de la emisión de conductas que a su vez retroalimenta la ausencia de
reforzamiento. Se tienden a focalizar en elementos negativos, cosa que provoca que se
acaben evaluando a sí mismos de forma negativa y que el autoconcepto y autoestima se
reduzcan. Es en estos aspectos en los que se va a centrar la terapia de autocontrol de Rehm
con el fin de mejorar el autocontrol y suplir los déficits que inducen la vulnerabilidad al
trastorno depresivo mayor. Estructura de la terapia de autocontrol La terapia de autocontrol
de Rehm se realiza a lo largo de doce sesiones, divididas en tres fases en las que se trabajan
las tres habilidades que permiten el correcto autocontrol y autogestión. 1. Fase de
autoobservación Esta parte de la terapia es fundamentalmente cognitiva. A lo largo de las
sesiones en que se lleva a cabo el terapauta ayuda y entrena al paciente en la toma de
conciencia de la existencia de experiencias positivas y agradables, que el paciente deberá
registrar y intentar asociar al estado de ánimo. A través de esta fase se pretende hacer ver al
paciente aspectos positivos o situaciones agradables y que disminuya la focalización en los
aspectos negativos. 2. Fase de autoevaluación Como hemos mencionado anteriormente, en
la teoría de autocontrol de Rehm los individuos tienden a fijarse objetivos con estándares
muy elevados, en general irrealizables, que acaban provocando sensaciones de impotencia
y frustración. Es por ello que en una segunda fase de la terapia el objetivo va a centrarse en
enseñar al sujeto a fijarse metas más específicas, concretas y realizables de una forma
realista. Con ello se pretende que los individuos lleguen a tener una autoevaluación positiva
de las propias capacidades al poder alcanzar sus objetivos. 3. Fase de autorrefuerzo La
última de las fases de la terapia de autocontrol tiene que ver con el reforzamiento, el cual en
sujetos que padecen depresión tiende a ser insuficiente. El trabajo se centra en entrenar al
paciente en identificar diversos reforzadores que sean importantes para él, así como en
aplicarlos de manera contingente según los objetivos que se marque se vayan cumpliendo.
Efectividad de la técnica Si bien no se trata de una de las terapias más aplicadas debido a la
predilección por otras técnicas también de tipo cognitivo-conductual, la terapia de
autocontrol de Rehm es uno de los tratamientos que han demostrado un elevado nivel de
efectividad, teniendo una eficacia bien establecida. Además, diversos estudios demuestran
que cada uno de los componentes o fases en los que se divide la terapia de autocontrol de
Rehm resulta igual de efectivo por sí solo, siendo algunos de sus elementos aplicados en
diferentes técnicas. Un ejemplo de ello es el programa cognitivo-conductual Action de
Stark y Kendall para la depresión infantil, el cual se basa en la terapia de autocontrol y
resulta eficaz en el tratamiento de las depresiones infantiles y adolescentes.
Posiciones para la relajación. 3 posibles posiciones: 1. Tumbado sobre una cama con los
brazos y las piernas en ángulo y ligeramente separados del cuerpo. 2. En un sillón
reclinable, con soporte para brazos, pies y cabeza. 3. Sentados sobre una silla y
descansando el peso de la mitad superior del cuerpo sobre la región dorsolumbar relajada.
Requiere tiempo, como toda nueva habilidad que se adquiere has de tener paciencia para
dominarla. Puede producir sensaciones extrañas, como sensación de flotar, hormigueos.
Son reacciones normales al estarse soltando los músculos. La frecuencia cardíaca o la
tensión muscular aumentan en algunos casos, pero en la mayoría de ellos es solo una
sensación irreal, se debe simplemente a la mayor conciencia física que se tiene de los
latidos. Es probable que los efectos tarden en aparecer, es normal. El aprendizaje es
progresivo y requiere de práctica. No confundir la práctica con el esfuerzo constante.
Se entrenan tres habilidades básicas que alternan la tensión con la relajación muscular:
Percibir: y distinguir la presencia de tensión en cada uno de los músculos del cuerpo.
Reducir: al máximo la tensión presente en los músculos. Relajar: diferencialmente los
músculos mientras se realizan tareas cotidianas.
Grupo I: Mano, antebrazo y bíceps. Grupo II: Cabeza, cara y cuello. Frente, nariz, ojos,
mandíbula, labio y lengua. Grupo III: Tórax, estómago y región lumbar. Grupo IV: Muslos,
nalgas, pantorrillas y pies.
Una vez estemos cómodos y concentrados, podemos comenzar con los ejercicios de
tensión-relajación: Ejercicios de tensión-relajación 1. Mano y antebrazo dominantes: cierra
el puño y apriétalo fuerte. Siente cómo tu mano, tus dedos y tu antebrazo se tensan. Mantén
la tensión un momento y luego abre la mano poco a poco mientras sueltas la tensión. 2.
Bíceps dominante: empuja el codo contra el brazo del sillón y siente la tensión en el
músculo. Mantenla durante unos segundos y comienza a aflojarlo suavemente. Concéntrate
en la diferencia de sensaciones. 3. Mano y antebrazo no dominantes: (igual que con la
mano y antebrazo dominantes). 4. Bíceps no dominante: (igual que con el bíceps
dominante). 5. Frente: arruga la frente subiéndola hacia arriba (subiendo las cejas). Nota la
tensión sobre el puente de la nariz y alrededor de cada ceja. Mantén la tensión unos
segundos y comienza a relajar muy despacio, tomando conciencia de estas zonas que antes
estaban tensas. Tómate un momento para disfrutar de la sensación de relajación. 6. Parte
superior de las mejillas y nariz: arruga la nariz y siente la tensión en las mejillas, en el
puente y en los orificios de la nariz. Ve relajando gradualmente dejando que la tensión
desaparezca poco a poco. 7. Parte superior de las mejillas y mandíbula: aprieta los dientes y
las muelas como si estuvieras mordiendo algo con mucha fuerza y siente la tensión de los
músculos que están a los lados de la cara y en las sienes. Relaja poco a poco. Ahora adopta
una sonrisa forzada, estira los labios y nota cómo se tensan las mejillas. A continuación
relaja la zona lentamente. 8. Cuello: empuja la barbilla hacia abajo, como si quisieras tocar
el pecho con ella. Aprieta y tensa el cuello y después ve relajando poco a poco mientras
notas la sensación. 9. Pecho, hombros y espalda: haz una inspiración profunda y mantenla
al mismo tiempo que echas los hombros hacia atrás (como intentando que los omóplatos se
junten). Siente la tensión en el pecho, en los hombros y en la parte superior de la espalda. A
continuación, comienza a relajar despacio.
A partir de este momento, es importante mantener un ritmo pausado y regular de
respiración. 10. Abdomen: inspira profundamente y tensa el estómago, poniéndolo tan duro
como puedas. Imagina que te estás preparando para recibir un golpe. Ahora espira y deja
que los músculos se vayan relajando para liberarse de la tensión. 11. Parte superior de la
pierna y muslo dominantes: inspira profundamente y pon el músculo largo de encima de la
pierna en contraposición con los de la parte de atrás. Intenta levantarte del asiento pero sin
llegar a conseguirlo. Mantén la tensión unos segundos y relaja progresivamente. 12.
Pantorrilla dominante: inspira profundamente y haz que los dedos del pie miren hacia
arriba. Debes sentir la tensión y después haz volver el pie a su posición original mientras
espiras y dejas escapar la tensión. 13. Pie dominante: inspira y estira la punta del pie,
girándolo hacia dentro y curvando al mismo tiempo los dedos, pero no tenses demasiado,
ya que te podrías hacer daño. A continuación relaja los músculos y nota la ausencia de
tensión. 14. Parte superior de la pierna y muslo no dominantes: (igual que con los
dominantes). 15. Pantorrilla no dominante: (igual q con la dominante). 16. Pie no
dominante: (igual que con el dominante). A medida que vamos relajando músculos, hemos
de mantener ese estado de relajación. Es muy importante que esos músculos sobre los que
ya hemos trabajado no vuelvan a tensarse. El objetivo es que podamos mantener los
músculos relajados sin necesidad de tensarlos previamente, sino evocando mentalmente las
sensaciones que antes hemos experimentado. Cuando acabemos los ejercicios
permanecemos un par de minutos disfrutando del estado de relajación completa, centrando
nuestra atención en las sensaciones agradables y placenteras.
TECNICAS SISTEMICAS
REENMARCAMIENTO Esta técnica se aplica muy en especial para darle una connotación
ingenua o inocua de algún miembro de la familia que, hasta ese entonces era visto como
malévola. Por ejemplo si la esposa casi no es comunicativa y se encierra en si misma
cuando su esposo le increpa algo, el terapeuta puede reenmarcar la conducta de ella en
términos positivos, tal como ella ha hecho esto porque ama mucho a su marido y no ha
querido herirlo. Al redirigir sus energías ala cambio y menos a la critica mutua, las familias
pueden concentrarse mejor en logra una homeostasis más funcional.
LA VARITA MAGICA Se puede utilizar esta técnica con las familias que acuden a
consulta acompañadas de niños pequeños. Cuando la familia llega, luego de la presentación
y del encuadre, en lugar de que el terapeuta se dirija a los padres, se puede dirigir a los
niños presentes y entregarles una varita mágica, con la cual pueden pedir tres deseos sobre
cosas que les gustaría que cambien en su familia. Como varita mágica se puede usar un
trozo de madera, ya sea con el color mismo de la madera o pintándolo. También se puede
buscar en las tiendas de artículos para las fiestas de niños. Esta técnica se aplica al inicio de
la consulta con los niños, no requiere de preparación particular y solo toma unos quince
minutos realizarla. Luego, se trabaja el resto de tiempo con los elementos que han surgido
durante su ejecución. La técnica de la varita mágica es, por un lado, una forma de comenzar
el proceso incluyendo a los niños desde el inicio, dándoles un tiempo y un espacio
necesario para permitir que expresen lo que están viviendo en la familia; y por otro lado, es
una manera de ayudarlos a que se conviertan en los protagonistas positivos de la consulta,
cuando a menudo, sucede que las personas acuden a pedir ayuda, porque uno o varios niños
son las “ovejas negras” de la familia.
Los padres son alentados a simular que están necesitados de ayuda y protección del niño.
Definir con claridad el problema y establecer objetivos específicos. Conceptualizar el
problema considerando que el niño, a través de sus síntomas, está protegiendo a uno o
ambos conyugues o algún otro familiar. Se plantea una intervención en forma de una
directiva que los padres tienen que impartir al niño: tener el problema, simular ayudar a los
padres. La directiva primero es practicada en sesión y luego cumplida en el hogar. En la
sesión siguiente, se requiere un informe sobre el cumplimiento de la directiva y la terapeuta
continua prescribiendo la misma directiva. A medida que sobreviene un cambio y
desaparece la conducta problemática el terapeuta abandona la cuestión del síntoma y
empieza a abordar otros problemas de la misma o de otra manera o termina la terapia
atribuyendo la mejoría de los padres.
Esta técnica es recomendada para padres e hijos con un vínculo básico de amor y solicitud
benévola. En situaciones de abuso y violencia debe ser utilizada con precaución ya que el
juego puede convertirse en una amenaza para la víctima.
TECNICAS DE LA GESTALT
Escoge doce palabras y escribe una narración de algo que te sucedió en tu vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración sobre algo que quisieras que sucediera en tu
vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración sobre algo que creas de la vida de Loretta (de
tu terapeuta).
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje algún momento triste de tu vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje algún momento divertido de tu
vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje algún momento difícil de tu vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje algún momento angustioso de tu
vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje algún momento importante de tu
vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje el peor momento de tu vida.
Escoge doce palabras y escribe una narración que refleje el mejor momento de tu vida.
Y así sucesivamente, de acuerdo a lo que cada uno quiera trabajar. En el caso con los
adolescentes no siempre soy yo la que doy las consignas, sino que algunas veces les dejo a
ellos la posibilidad de elegir en qué vamos a utilizar las doce palabras.
LA PARED DE LAS DENUNCIAS Sabemos que una de las funciones de los adolescentes
en la sociedad es denunciar todo lo que hasta ese momento se considera rígido, falto de
autenticidad, retrogrado, etc. Es por esto que hago el ejercicio de “la pared de las
denuncias”. Materiales: folios de papel y rotuladores de diferentes colores. Consigna:
Vamos a trabajar la pared de las denuncias. Como sabes, en este ejercicio tienes la
oportunidad de escribir en el folio como si fuese una pared. Imagínate que el folio es una
pared en blanco donde tienes la oportunidad de poner todas las denuncias que quieras,
como hacen los jóvenes en las paredes de las calles. En primer lugar vamos a trabajar la
pared de las denuncias a la sociedad a la cual tú perteneces. Recuerda que es importante
que trates de poner todas las palabras que de algún modo denuncien cosas del mundo o del
entorno en el que vives con los que no estés de acuerdo. Ahora vamos a hacer la “pared de
las denuncias
A tu escuela. De igual modo, piensa bien en las palabras que vas a utilizar para poner lo que
denunciarías de tu vida de estudiante. Puede tener que ver con los profesores, con el
sistema educativo, con el colegio o instituto, con lo que tú quieras.
Luego, en otro folio, vamos a “hacer la pared de las denuncias” de tu familia. Te pido lo
mismo, que pienses que e denuncias harías de tu familia. No te preocupes porque esas
denuncias pueden ir cambiando a lo largo de la terapia. Pon las que tú creas convenientes
ahora.
En otro folio haremos las denuncias a tu entorno social, tus amigos, tu pareja, enemigos y
conocidos.
Y, por último, haremos “la pared de las denuncias” a tu vida en general. Qué te gustaría que
estuviese grabado en palabras en esa pared de lo que sientes que has vivido injustamente o
que te ha hecho pasarlas “canutas”.
Luego que el paciente ha hecho estas hojas de denuncias, iremos trabajando pared por
pared (folio por folio). Por ejemplo qué es lo que siente al ver esas pintadas, si quitaría o
agregaría algo, qué cree que sentiría o pensaría su familia o el colegio o los amigos si
vieran esas pintadas.
PINTANDO MI VIDA Pintando mi pasado: Vas a cerrar un momento tus ojos y a empezar
a respirar. Poco a poco dale un sitio en tu cuerpo a tu respiración, que llegue cada vez a más
sitios de todo tu cuerpo, tanto por dentro como por fuera, y que poco a poco sientas que vas
dejando que las cosas fluyan. Cuando estés lista me avisas. Pintando mi presente: Ahora
vamos a hacer lo mismo pero con tu presente (se puede hacer en la misma sesión o en la
siguiente). “Vamos a empezar como la vez anterior. Cierra tus ojos y empieza a respirar de
modo tranquilo, cada vez más profundamente, dejando que todo se vaya deslizando al
suelo, tus pensamientos, sensaciones que no te gusten o interfieran en tu relajación. Cuando
estés lista quiero que pienses en tu presente, en lo que consideres que es tu presente.
Cuando ya lo tengas, abre los ojos y dibuja con las témperas encima de la cartulina que has
escogido para tu presente