Professional Documents
Culture Documents
Una vez que conocemos cuáles son los mecanismos fundamentales del cerebro
que contribuyen a que se produzca y se desarrolle el aprendizaje (Ver: Las
bases del aprendizaje), podemos adentrarnos a analizar cuáles son las
alteraciones que suelen ocurrir en el cerebro de las personas con síndrome de
Down, porque lo lógico es pensar que estas alteraciones serán las responsables
de las dificultades que observamos en el desarrollo y en el aprendizaje. De este
modo ampliamos lo que inicialmente se expuso en la página Qué pasa en el
cerebro.
No está de más recordar, una vez más, que cada persona con síndrome de Down
es diferente, y mostrará dificultades distintas en intensidad y en cualidad de las
de otras personas que también tienen síndrome de Down. Además, como en el
desarrollo del cerebro y en el aprendizaje intervienen no sólo el camino marcado
por el contenido genético propio de cada persona, sino también los múltiples
caminos trazados por el ambiente familiar, social y educativo, es fácil deducir que
el resultado final es enormemente variable y, en muchos aspectos, impredecible.
Pero conforme avanzan los primeros meses de vida, que es la época en que las
neuronas terminan normalmente de crecer y de conectar unas con otras bajo el
impulso impresionante de los estímulos que entran a raudales por los órganos de
los sentidos, es cuando empieza a notarse que el cerebro de los bebés con
síndrome de Down no se desarrolla con la misma intensidad y velocidad. Crece
menos, hay menos neuronas en algunas partes, las neuronas establecen menos
conexiones sinápticas porque presentan alteraciones en las espinas dendríticas
(figura1 A, B y C),
1
CEREBRUM
A B
Como antes he indicado, no todos los niños (pues estamos hablando de lo que
ocurre en los primeros meses y años de vida) van a mostrar alteraciones en los
mismos sitios del cerebro y con la misma intensidad, por lo que habremos de
referirnos a las que se observan con una mayor frecuencia. Y no resulta difícil
comprender que, de acuerdo con el sitio del cerebro en que se manifiesten esas
2
CEREBRUM
- el hipocampo
- el cerebelo
- la corteza cingulada
- la corteza parietal inferior
- la corteza prefrontal
- la circunvolución temporal superior
A B
Hay también otros sitios en los que pueden también existir alteraciones, pero son
más infrecuentes. Es posible que todos estos nombres que acabo de enumerar no
le digan nada porque desconoce cuál es la función que cumplen los sitios que
designan. Conforme vayamos analizando en páginas sucesivas los problemas que
surgen en las primeras etapas del desarrollo, iremos desvelando su función y
comprenderemos lo que va ocurriendo en el desarrollo del niño.
Antes de acabar este apartado, voy a hacer una breve reflexión. He indicado más
arriba que es en los primeros meses y años de la vida del niño cuando sus
neuronas terminan por desarrollarse y establecer sus conexiones, firmes y
estables, bajo el impulso de los estímulos que recibe. El bebé y el niño con
3
CEREBRUM
síndrome de Down, a pesar de que sus neuronas puedan tener problemas para
desarrollarse y establecer sus conexiones, necesitan más que nadie de esos
estímulos, a pesar de que veamos que su desarrollo es más lento. Ése es el
extraordinario valor de la Intervención Temprana, de la que tienen cumplida
información en la página correspondiente; ella es la que aporta estímulos
intensos, constantes, adecuados a las necesidades de cada niño. Porque no se
trata de hacer una estimulación alocada, indiscriminada y agotadora, sino rica en
contenido, bien pensada y dirigida, aprovechando las múltiples oportunidades
que ofrece el entorno familiar.
Bibliografía
http://www.down21.org/salud/genetica/cromosoma21.htm
4
CEREBRUM
Figura 1. Cariotipo de una mujer con síndrome de Down, en el que se aprecian 3 copias
del cromosoma 21.
La presencia de esa tercera copia provoca una sobreexpresión de los genes que
en él se encuentran, y ello crea un desequilibrio en el modo en que los genes
actúan para conseguir el desarrollo y funcionamiento normal de las células y del
organismo humano en su conjunto.
5
CEREBRUM
1. No hay, en principio, una función anómala del gen, o una falta de función; es
decir, la tercera copia del cromosoma 21 no aporta genes anómalos, equivocados,
afuncionales. Existe un exceso de copias de genes normales; pero, a decir verdad,
el incremento de actividad de cada gen normal es más bien modesto: 1,5 veces
más.
6
CEREBRUM
Actualmente se calcula que unos 97 genes de los 360 del cromosoma 21 son
7
CEREBRUM
Pero el mayor inconveniente que presenta la técnica del transgénico es que sólo se
utilizan 1 ó 2 genes para la sobreexpresión, mientras que en el síndrome de Down
la sobreexpresión es de múltiples genes. No es comparable por tanto lo que ocurre
cuando sólo 1 ó 2 genes actúan sobreexpresados en un ambiente en que todos los
demás se expresan de modo normal, que cuando actúan en un ambiente en que
todos los demás o una gran parte de ellos también lo están.
8
CEREBRUM
He aquí algunas de las vías funcionales en las que intervienen varios productos de
genes del cromosoma 21 (Gardiner et al., 2004; Roizen y Patterson, 2003):
-
Procesamiento de ARN: 7 genes
- Vía del proteasoma: 4 genes
- Metabolismo
monocarbonado y metilación: 7 genes
- MAP-quinasa y vía del calcio /
calcineurina: 14 genes
- Factores de transcripción: 14 genes
- Adhesión celular
y unión intercelular: 8 genes
- Generación de energía en mitocondrias y
metabolismo de las especies de oxígeno reactivo: 14 genes
Bibliografía
Galdzicki Z, Siarey RJ. Understanding mental retardation in Down’s syndrome
using trisomy 16 mouse models. Genes, Brain and Behavior 2003; 2: 167-
178.
Gardiner K, Fortna A, Bethel L et al. Mouse models of Down syndrome: how
useful can they be? Comparison of the gene content of human chromosome 21
with orthologous mouse genomic region. Gene 2003a; 318: 137-147.
Gardiner K.
Predicting pathway perturbations in Down syndrome. J Neural Transm 2003b;
(Suppl 67): 21-37.
Gardiner K, Davisson, MT, Crnic LS. Building protein
interactions maps for Down’s syndrome. Briefings in Funct Genomics and
Proteomics 2004; 3: 1-15.
Hattori M, Fujiyama A, Taylor AD et al. The DNA
sequence of human chromosome 21. Nature 2000; 405: 311-319.
Kahlem P,
9
CEREBRUM
Sultan M, Herwig R et al. Transcript level alterations reflect gene dosage effect
across multiple tissues in a mouse model of Down syndrome. Genome Res 2004;
14: 1258-1267.
Lyle R, Gehrig C, Neergard-Henrichsen C, Deutsch S,
Antonarakis SE. Gene expression from the aneuploid chromosome in a trisomy
mouse model of Down syndrome. Genome Res 2004; 14: 1268-1274.
Reeves
RH, Baxter LL, Richtsmeier JT. Too much of a good thing: mechanisms of gene
action in Down syndrome. Trends Genet 2001; 17: 83-88.
Roizen NJ, Patterson
D. Down’s syndrome. Lancet 2003; 361: 1281-1289.
10