| | Javiera Palma
Agentes de A.S.C.0.
rNCapitulo I
‘Niscabla duda’ae que eran Sererviliza>
do debido a que hablaba. Sin embargo, quien
no tuviese la fortuna de oirlo decir palabras
pensaria que se trataba de un extraiio animal
salido de las profundidades de los Himalayas.
Esta criatura escapaba desesperadamente de
una turba de hombres con lanzas y redes que
intentaban atraparla. El corpulento y excep-
cional ser estaba cubierto de pelos blancos y
su cabello y barba, ademas de su enorme altu-
ray fisico, lo hacian parecer un oso polar.
Los hombres de la aldea lo habian visto an-
tes y lo Hamaban, el Abominable Hombre de
las Nieves. Con el tiempo, se convirtié en una
leyenda que trascendié al pequefio pueblito
de los Himalayas y se extendié por todo el
mundo. Muchos se aventuraron por obtener
una fotograffa o alguna evidencia. Incluso mu-
chos canales de televisién querian obtener una
entrevista o al menos una toma.Desde el momento en que se ofrecié la re-
compensa por su cabeza, la vida de este ser se
habfa tornado realmente dura. Sin embargo, ni
los canales de televisi6n, ni los hombres de la
aldea, ni los amables monjes de los templos es-
condidos, nadie en el mundo sospechaba que él
NO era el Abominable Hombre de las Nieves.
La criatura ni siquiera se hallaba cerca de la ve-
cindad de lo abominable; por el contrario, era
uno de los seres mas amables de la Tierra. De
hecho, sus compafieros lo llamaban el AHNF 0
el Amigable Hombre de la Nariz Fria solo para
molestarlo por su parecido con la bestia a la
que todos perseguian. Esta bondadosa criatura
no era mas que otro miembro de AS.C.O.
Pero eso no viene al caso en este momento,
porque los hombres de la aldea se le van acer-
cando y saben que “el abominable” va camino
hacia su propia perdicién: el valle montafioso
se cierra delante suyo y no tendra escapatoria.
ELAHNF logra adelantarsele a la turba que lo
persigue y en un acto propio del mayor ilusio-
nista, desaparece por completo ante sus ojos.
Los hombres de la aldea solo pueden expli-
car este prodigio como la magia de la bestia
que impide que la atrapen. Desgraciadamente,
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ni los espiritus ni la magia lograron proteger
al AHNF de la tecnologia; su carrera matuti-
na habia quedado grabada para la posteridad,
con efectos insospechados para él, AS.C.O. y
una muchachita ajena a todo aquel alboroto al
otro extremo del mundo.
Mil metros bajo tierra, el AHNF termina su
largo periplo después de descender por un ex-
tenso tunel hasta detenerse en un colchén de
aire que amortigua su caida. Una vez con los
pies en el suelo, el AHNF se sacude y sonrie.
Se encuentra a salvo. Siempre es bienvenido
bajar por uno de los ttineles luego de la ins-
pecci6n matutina de los niveles de nieve y de
la toma de muestras para chequear la conta-
minacion de la Tierra.
El AHMF tiene que ingresar la informacion
a la terminal en Iinea con la computadora
maestra, que recopila y analiza los datos entre-
gados desde los distintos rincones de la Tierra.
EL AHNF se encuentra en una de las miles de
sedes secretas de A.S.C.O., construidas para
salvaguardar la identidad e integridad de sus
miembros mientras realizan una de sus tantas
misiones. Adentro, la iluminacién esta dada
por varias ventanas solares que se empinan