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EXPOSICIÓN SOBRE LA DOCTRINA BÍBLICA DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA

Que tal, saludos y bendiciones a todos mis amigos del Facebook. En esta ocasión quiero compartir
con ustedes esta exposición tipo apologética sobre la doctrina bíblica de la inmortalidad del alma
como parte de un debate que tengo con un testigo de Jehová en un grupo de estudio. Esto para
quienes deseen conocer los fundamentos bíblicos acerca de esta doctrina cristiana, mismos que
incluso hasta en algunos círculos “evangélicos” no se dominan o se ignoran por completo. De ahí
que muchos creyentes se dejan llevar por cualquier viento de doctrina, por la astucia de hombres
que emplean con maestría las artimañas del error (Efesios 4:14), por no estar preparados para
presentar defensa de su fe (1 Pedro 3:15-16). De antemano sé que son pocos los que lo leerán y
aún menos los que lo analizarán, pues es evidente que existe mucha pereza por el estudio de las
Escrituras en gran parte de las iglesias cristianas en México, pero lo comparto por amor a las almas
sedientas de instrucción bíblica, y aún para aquellos Testigos de Jehová, a los cuales el Señor les
dará luz y perspicacia para comprender la verdad sobre esta doctrina de las Escrituras. La
información es de mi autoría y se permite la reproducción total o parcial con fines evangelísticos
siempre y cuando no se modifique el contenido de la información. Y sin más preámbulos aquí la
exposición:

Buen día a todos los que siguen de cerca este debate. Es un gusto poder compartir con usted
señor (nombre del Testigo de Jehová) sobre este tema a la luz de las Escrituras. Y bien, antes de
iniciar de lleno con mi exposición inicial, dejo claro que mi objetivo a lo largo de este debate será
probar que las Escrituras enseñan que el alma NO MUERE luego de la muerte física, o primera
muerte, tesis contraria a la posición de los testigos de Jehová que afirman que el alma muere o
deja de existir luego de la muerte física. Por lo cual me será necesario aclarar algunos conceptos,
mismos que estaré manejando en mis disertaciones, y así evitar malos entendidos…Pues bien,
entiendo que el término “alma” en hebreo “nephesh” y en griego “psuche” tiene distintos
significados de acuerdo al contexto, entre los cuales están: “la persona terrenal misma, la vida de
la persona o la persona misma fuera del cuerpo físico”. Y en este debate yo me centraré en ésta
última acepción que es “la persona misma fuera del cuerpo físico”, lo que podría considerarse
como “una parte inmaterial que trasciende la muerte física” y entra en otro estado de la
consciencia. También es necesario aclarar que entiendo la “muerte” como un estado espiritual en
el cual entran las personas luego de la muerte física, donde poseen una forma de consciencia
distinta a la de la vida terrenal. Por lo tanto, la muerte física NO SIGNIFICA ni inexistencia, ni
estado de inconsciencia.

Hago énfasis que mi tesis se centrará en demostrar que las Escrituras enseñan que el alma
sobrevive a la muerte física, esto es, CONTINÚA EXISTIENDO, sin disertar a detalle sobre cuánto
tiempo continúa o si es en un estado de recompensa o de castigo, ya que si logro demostrar la
trascendencia del alma a la primera muerte, con esto destruiré por completo la tesis de los
testigos de Jehová sobre el “alma que muere al extinguirse las funciones biológicas de un cuerpo”.
Por eso será necesario, y por último definir que yo entiendo por “inmortalidad”, lo que es
incorruptible o indestructible por las leyes naturales y espirituales, y por lo tanto “no muere”, en
tanto que “mortalidad” es lo que es corruptible y destructible bajo las leyes naturales y
espirituales. Luego entonces “inmortalidad del alma” es la indestructibilidad del alma (esencia del
ser humano donde radica su personalidad, voluntad, raciocinio, etc) por naturaleza, esto es, bajo
las leyes naturales y espirituales establecidas por Dios. Bien, habiendo aclarado lo anterior, y sin
más preámbulo empiezo con mi EXPOSICIÓN INICIAL:

Primero probaré que las Escrituras, si bien en la mayoría de los textos bíblicos se refieren al alma
como “la totalidad del hombre terrenal”, no obstante también se refieren a ella como “una parte
inmaterial que trasciende a la muerte física”. Vamos a ver un ejemplo: en Génesis 35:18 vemos
que al morir Raquel, la esposa de Isaac se le salió EL ALMA. En el hebreo se usa la palabra
“Nephesh” que significa ALMA que es distinto del espíritu (RUACH) y aunque a veces es
equivalente a “vida”, el texto habla de “salirse algo” y no de “perder algo”, de modo que la vida se
pierde, más no “se sale” por lo que aquí vemos al alma como una esencia INMATERIAL saliendo de
Raquel. Vamos a ver otro ejemplo de alma intangible fuera del cuerpo: En 1 Reyes 17:20-22
nuevamente se usa el término “nephesh”. Elías ruega a Dios que el alma del niño REGRESE. No se
habla del espíritu (ruach) ni tampoco puede entenderse nephesh como “vida” pues la vida NO
REGRESA, la vida se da y se quita. Se pierde o se otorga pero NO SE REGRESA. Es decir, se regresa
A la vida (un estado) pero no se regresa “la vida”.

Bien, una vez mostrado con las Escrituras que se distingue el alma como la esencia inmaterial
personal fuera del cuerpo, ahora voy a demostrar que el alma como esencia inmaterial
transciende la muerte física en un ESTADO DE EXISTENCIA Y CONSCIENCIA.

Veamos el primer ejemplo: En Apocalipsis 20:4 San Juan describe LAS ALMAS de los mártires (los
decapitados) donde se hace una clara distinción entre ambos. Es claro que las personas no solo
son almas sino tienen almas. Además Ap. 6:9-11 muestra que dichas almas están en un estado de
descanso pero bien conscientes. Aquí podemos ver como las almas de los mártires yacen
conscientes (en plenas facultades de pensamientos) debajo del ALTAR CELESTIAL. Apreciamos que
ellos pueden hablar con el Señor y Él les puede responder. También vemos que estas almas son
incorpóreas, por eso se les otorgan túnicas blancas para no estar "desnudos". El hecho que se les
pide que descansen un poco más hasta que se complete el número de sus hermanos significa que
están reposando y aguardando recibir sus cuerpos de gloria. En esto consiste la resurrección, en
ser "levantados" de ese estado y ser glorificados con sus cuerpos.

Nota: Resucitar no significa "volver a vivir" sino ser levantado (sin especificar el estado de la
persona). La primera muerte pues no significa estado de "inconsciencia", mucho menos de
"inexistencia" sino el estado consciente previo al levantamiento (resurrección) y/o glorificación del
cuerpo.

Veamos un segundo ejemplo: en Filipenses 1:21-23 se presenta el dilema paulino sobre su muerte
o permanencia terrenal carece de total sentido ante la errada negación de la inmortalidad del
alma, pues ¿Cuál es la fuerza del dilema? El dilema de Pablo está en decidir si quedarse para seguir
colaborando en la obra –Ó– morir y ESTAR CON CRISTO al instante. Quienes arguyen que Pablo
solo externó “estar con Cristo” como un deseo “futuro” después de la resurrección, pasan por alto
que la gramática griega no permite hacer tal “separación” en el tiempo, pues la acción es
INMEDIATA: “partir Y estar” (gr.αναλυσαι και συν) con Cristo. Si para Pablo las almas al morir
“dejan de existir”, ¿Cómo puede afirmar que al morir estará con Cristo? Luego, los detractores de
la inmortalidad del alma destruyen la fuerza del dilema paulino, pues si él se refería a estar con
Cristo en “la resurrección futura” ¿Cuál era la prisa o la ganancia por morir? No habría ningún
sentido en su dilema, en cuyo caso era mejor quedarse en la obra (glorificando a Dios) que morir y
“desaparecer” hasta la resurrección!”"

Un tercer ejemplo: En 2 Corintios 5:6-8 se presenta la tésis y antítesis paulina sobre la vida en el
cuerpo y la vida fuera del cuerpo: Tesis: Al estar presentes en el cuerpo (vida terrena) estamos
ausentes del Señor (vida celestial) / Antítesis: Al salir del cuerpo (vida terrena) estamos presentes
al Señor (vida celestial). La construcción gramatical de este caso es muy similar al dilema Paulino
de Filipenses 3:23, aquí en 2 Corintios 5:8 se usan los verbos εκδημήσαι (salir o estar ausente) y
ενδημήσαι (morar o estar presente). Aquí desde el texto griego apreciamos con más claridad la
antítesis Paulina por las palabras que se usan: ekdemesai y endomesai ambos expresados en
tiempo Aoristo, modo infinitivo y voz activa. Esto nos da una gran claridad de la idea que Pablo
está externando pues cuando dice que preferimos salir [ekdemesai] del cuerpo aunque el verbo
aoristo en este texto no especifica el tiempo de dicha acción, se deduce que ésta es INMEDIATA
pues ¿quién se pone aquí a discutir que esta salida del cuerpo no es inmediata tras la muerte?
¡Nadie! ¿Por qué pues nuestros detractores gruñen cuando se dice "Y estar presentes [endomesai]
al Señor" como algo inmediato puesto que el tiempo, modo y voz del verbo es la misma que se
emplea para "salir" del cuerpo? La figura que Pablo emplea es muy clara: presenta a alguien
saliendo de una morada y luego entrando en otra.

Aquí cabe aclarar que no se afirma que entraremos en nuestro cuerpo glorificado "de inmediato"
tras la muerte. Lo que se afirma es que al morir estaremos al instante ausentes del cuerpo
(terrestre) pero PRESENTES al Señor.

Un cuarto ejemplo: en Apocalipsis 19:20 se afirma que la bestia y el falso profeta son arrojados
VIVOS al lago de fuego, pero Luego, 1000 AÑOS DESPUÉS, según Apocalipsis 20:10 la bestia y el
falso profeta TODAVÍA ESTÁN vivos, lo cual es una prueba más de la inmortalidad del alma.
Un quinto ejemplo: Ya en el tiempo de Jesús, la historia del rico y lázaro es otro ejemplo de que el
alma sigue consciente tras la muerte (Lucas 16:19-31). Aclaro: no estoy apelando a la literalidad de
todos los detalles del relato sino al hecho que al morir, tanto el rico como Lázaro siguen
conscientes de su realidad, lo cual es algo que todo judío contemporáneo de Jesús sabía: que, tras
la muerte, el alma sigue viviendo, que Dios juzga a los seres humanos y que mientras los salvos
disfrutan de su cercanía para con Dios, los injustos reciben su merecido castigo, un castigo que es
consciente y que implica tormento y angustia. La historia resultaba tan evidente que ni los propios
discípulos de Jesús, que tantas veces tuvieron que pedir aclaraciones sobre el significado de una
parábola, en este caso no necesitaron hacerlo, por lo cual ¿No lo hubieran hecho si,
efectivamente, la creencia en la inmortalidad del alma y en el castigo consciente hubieran sido
doctrinas contrarias a la enseñanza de Jesús?

Aunado a lo anterior citaré un sexto ejemplo bíblico a favor de la inmortalidad del alma: En Mateo
10:28 Jesucristo dijo “No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, que El ALMA NO PUEDEN
MATARLA; temed más bien a aquel que puede perder el alma y el cuerpo en la Gehenna" (Nácar-
Colunga)…lo cual muestra que las personas pueden matar nuestro cuerpo pero NO nuestra alma...
Pues solo Dios PUEDE perder o destruir tanto el cuerpo como el alma en el gehenna... ¿Cómo
puedes explicar este texto bajo tu teología del alma que muere y deja de existir tras la muerte
física? Pues aún bajo el típico subterfugio de los TJ de querer cambiar el sentido del término alma
por "vida" implicaría que "el alma-vida" SOBREVIVE a la muerte física del cuerpo pues ambos
sabemos que la Gehenna es el lago de fuego.

Sobre la declaración de que sólo Dios "puede" perder tanto el cuerpo como el alma en el gehenna,
solo expresa la prerrogativa divina de poder hacerlo en cuanto a FACULTAD y POSIBILIDAD pero no
habla de HECHO... Aun así, bajo el supuesto (sin conceder) que Dios destruya las almas en el lago
de fuego, este mero supuesto no replica que el alma-vida sobreviva a la muerte física para ser
reservada para el lago de fuego!

Finalmente y como séptimo ejemplo, menciono que en Nuevo Testamento repetidamente se


comprara a la muerte física con UN SUEÑO (Cf. Jn 11:11-14; 1 Cor 15:51), y sin embargo
científicamente se sabe que en ninguna de las 5 fases del sueño estamos inconscientes, lo cual es
otra prueba positiva de que el alma luego de la muerte física existe en otro estado de la
consciencia.

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