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LUZ EN EL AMBIENTE

TERRESTRE
CARRERA: Profesorado de Geografía

ESPACIO CURRICULAR: Geografía Ambiental II

PROFESORA: Ada Godoy

MONOGRAFIA: Luz en el Ambiente Terrestre

INTEGRANTES: Graciela Anaquin

AÑO: 2017
INDICE

 Introducción…………………………………………………………….
 Luz: naturaleza y propiedades……………………………………….
 Sol, luz y tierra…………………………………………………………
 Luz y las plantas……………………………………………………….
 Luz y los animales…………………………………………………….
 Conclusión………………………………………………………………
 Bibliografía……………………………………………………………...
INTRODUCCION

El presente trabajo aborda la temática “Luz en el ambiente terrestre”, para lo cual


se ha recurrido a bibliografía afín, sobre la base de responder a interrogantes tales
como ¿Qué es la luz?, ¿la luz ejerce alguna influencia sobre la vida animal-
vegetal? Etc. La importancia ecológica de la luz de gran intensidad,

(…)
LUZ: NATURALEZA Y PROPIEDAD

¿Qué es la luz?

Se llama luz a la parte de la radiación electromagnética que puede ser percibida


por el ojo humano. En física, el término luz es considerado como parte del campo
de las radiaciones conocido como espectro electromagnético, mientras que la
expresión luz visible señala específicamente la radiación en el espectro visible. La
luz, como todas las radiaciones electromagnéticas, está formada por partículas
elementales desprovistas de masa denominadas fotones, cuyas propiedades de
acuerdo con la dualidad onda partícula explican las características de su
comportamiento físico. Se trata de una onda esférica.

ANTECEDENTES HISTORICOS

A principios del siglo XVIII era creencia generalizada que la luz estaba compuesta
de pequeñas partículas. Fenómenos como la reflexión, la refracción y las sombras
de los cuerpos, se podían esperar de torrentes de partículas. 1Isaac
Newton demostró que la refracción estaba provocada por el cambio de velocidad
de la luz al cambiar de medio y trató de explicarlo diciendo que las partículas

1
Isaac Newton fue un físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés.
aumentaban su velocidad al aumentar la densidad del medio. La comunidad
científica, consciente del prestigio de Newton, aceptó su teoría corpuscular.

En la cuneta quedaba la teoría de 2Christian Huygens que en 1678 propuso que la


luz era un fenómeno ondulatorio que se transmitía a través de un medio
llamado éter. Esta teoría quedó olvidada hasta la primera mitad del siglo XIX,
cuando 3Thomas Young solo era capaz de explicar el fenómeno de las
interferencias suponiendo que la luz fuese en realidad una onda. Otros estudios de
la misma época explicaron fenómenos como la difracción y la polarización
teniendo en cuenta la teoría ondulatoria

El golpe final a la teoría corpuscular pareció llegar en 1848, cuando se consiguió


medir la velocidad de la luz en diferentes medios y se encontró que variaba de
forma totalmente opuesta a como lo había supuesto Newton. Debido a esto, casi
todos los científicos aceptaron que la luz tenía una naturaleza ondulatoria. Sin
embargo todavía quedaban algunos puntos por explicar como la propagación de la
luz a través del vacío, ya que todas las ondas conocidas se desplazaban usando
un medio físico, y la luz viajaba incluso más rápido que en el aire o el agua. Se
suponía que este medio era el éter del que hablaba Huygens, pero nadie lo
conseguía encontrar

En 1845, 4Michael Faraday descubrió que el ángulo de polarización de la luz se


podía modificar aplicándole un campo magnético (efecto Faraday), proponiendo
dos años más tarde que la luz era una vibración electromagnética de alta
frecuencia. 5James Clerk Maxwell, inspirado por el trabajo de Faraday, estudió
matemáticamente estas ondas electromagnéticas y se dio cuenta de que siempre
se propagaban a una velocidad constante, que coincidía con la velocidad de la luz,
y de que no necesitaban medio de propagación ya que se auto propagaban. La
confirmación experimental de las teorías de Maxwell eliminó las últimas dudas que
se tenían sobre la naturaleza ondulatoria de la luz.

No obstante, a finales del siglo XIX, se fueron encontrando nuevos efectos que no
se podían explicar suponiendo que la luz fuese una onda, como, por ejemplo,
el efecto fotoeléctrico, esto es, la emisión de electrones de las superficies de
sólidos y líquidos cuando son iluminados. Los trabajos sobre el proceso de
absorción y emisión de energía por parte de la materia solo se podían explicar si
uno asumía que la luz se componía de partículas. Entonces la ciencia llegó a un
punto muy complicado e incomodo: se conocían muchos efectos de la luz, sin
2 Christian Huygens fue un astrónomo, físico y matemático neerlandés .
3
Thomas Young fue un científico inglés. Young es célebre por su experimento de la doble rendija que
mostraba la naturaleza ondulatoria de la luz
4
Michael Faraday, fue un físico y químico británico que estudió el electromagnetismo y la electroquímica.
5
James Clerk Maxwell fue un matemático británico conocido principalmente por haber desarrollado la teoría
electromagnética clásica
embargo, unos solo se podían explicar si se consideraba que la luz era una onda,
y otros solo se podían explicar si la luz era una partícula.
El intento de explicar esta dualidad onda-partícula, impulsó el desarrollo de la
física durante el siglo XX. Otras ciencias, como la biología o la química, se vieron
revolucionadas ante las nuevas teorías sobre la luz y su relación con la materia

NATURALEZA DE LA LUZ

La luz presenta una naturaleza compleja: depende de cómo la observemos se


manifestará como una onda o como una partícula. Estos dos estados no se
excluyen, sino que son complementarios (véase Dualidad onda corpúsculo). Sin
embargo, para obtener un estudio claro y conciso de su naturaleza, podemos
clasificar los distintos fenómenos en los que participa según su interpretación
teórica:

Teoría ondulatoria
considera que la luz es una onda electromagnética, consistente en un campo
eléctrico que varía en el tiempo generando a su vez un campo magnético y
viceversa, ya que los campos eléctricos variables generan campos magnéticos
(ley de Ampère) y los campos magnéticos variables generan campos eléctricos
(ley de Faraday). De esta forma, la onda se autopropaga indefinidamente a través
del espacio, con campos magnéticos y eléctricos generándose continuamente.
Estas ondas electromagnéticas son sinusoidales, con los campos eléctrico y
magnético perpendiculares entre sí y respecto a la dirección de propagación.

Para poder describir una onda electromagnética podemos utilizar los parámetros
habituales de cualquier onda:

 Amplitud (A): Es la longitud máxima respecto a la posición de equilibrio que


alcanza la onda en su desplazamiento.
 Periodo (T): Es el tiempo necesario para el paso de dos máximos o mínimos
sucesivos por un punto fijo en el espacio.
 Frecuencia (ν): Número de oscilaciones del campo por unidad de tiempo. Es
una cantidad inversa al periodo.
 Longitud de onda (λ): Es la distancia lineal entre dos puntos equivalentes de
ondas sucesivas.
 Velocidad de propagación (V): Es la distancia que recorre la onda en una
unidad de tiempo. En el caso de la velocidad de propagación de la luz en el
vacío, se representa con la letra c.
La velocidad, la frecuencia, el periodo y la longitud de onda están relacionados por
las siguientes ecuaciones:

Fenómenos ondulatorios
Algunos de los fenómenos más importantes de la luz se pueden comprender
fácilmente si se considera que tiene un comportamiento ondulatorio.
El principio de superposición de ondas nos permite explicar el fenómeno de
la interferencia: si juntamos en el mismo lugar dos ondas con la misma longitud de
onda y amplitud, si están en fase (las crestas de las ondas coinciden) formarán
una interferencia constructiva y la intensidad de la onda resultante será máxima e
igual a dos veces la amplitud de las ondas que la conforman. Si están desfasadas,
habrá un punto donde el desfase sea máximo (la cresta de la onda coincida
exactamente con un valle) formándose una interferencia destructiva, anulándose
la onda. El experimento de Young, con sus rendijas, nos permite obtener dos
focos de luz de la misma longitud de onda y amplitud, creando un patrón de
interferencias sobre una pantalla.
Las ondas cambian su dirección de propagación al cruzar un obstáculo puntiagudo
o al pasar por una abertura estrecha. Como recoge el principio de Fresnel -
Huygens, cada punto de un frente de ondas es un emisor de un nuevo frente de
ondas que se propagan en todas las direcciones. La suma de todos los nuevos
frentes de ondas hace que la perturbación se siga propagando en la dirección
original. Sin embargo, si por medio de una rendija o de un obstáculo puntiagudo,
se separa uno o unos pocos de los nuevos emisores de ondas, predominará la
nueva dirección de propagación frente a la original.
La difracción de la luz se explica fácilmente si se tiene en cuenta este efecto
exclusivo de las ondas. La refracción, también se puede explicar utilizando
este principio, teniendo en cuenta que los nuevos frentes de onda generados en el
nuevo medio, no se transmitirán con la misma velocidad que en el anterior medio,
generando una distorsión en la dirección de propagación:

Otro fenómeno de la luz fácilmente identificable con su naturaleza ondulatoria es


la polarización. La luz no polarizada está compuesta por ondas que vibran en
todos los ángulos, al llegar a un medio polarizador, solo las ondas que vibran en
un ángulo determinado consiguen atravesar el medio, al poner otro polarizador a
continuación, si el ángulo que deja pasar el medio coincide con el ángulo de
vibración de la onda, la luz pasará íntegra, si no solo una parte pasará hasta llegar
a un ángulo de 90º entre los dos polarizadores, donde no pasará nada de luz.

Este efecto, además, permite demostrar el carácter transversal de la luz (sus


ondas vibran en dirección perpendicular a la dirección de propagación).
El efecto Faraday y el cálculo de la velocidad de la luz, c, a partir de constantes
eléctricas (permisividad) y magnéticas (permeabilidad, ) por parte de la teoría
de Maxwell:

confirman que las ondas de las que está compuesta la luz son de naturaleza
electromagnética. Esta teoría fue capaz, también, de eliminar la principal objeción
a la teoría ondulatoria de la luz, que era encontrar la manera de que las ondas se
trasladasen sin un medio material.

Teoría corpuscular

La teoría corpuscular estudia la luz como si se tratase de un torrente de partículas


sin carga y sin masa llamadas fotones, capaces de transportar todas las formas
de radiación electromagnética. Esta interpretación resurgió debido a que, la luz, en
sus interacciones con la materia, intercambia energía solo en cantidades discretas
(múltiplos de un valor mínimo) de energía denominadas cuantos. Este hecho es
difícil de combinar con la idea de que la energía de la luz se emita en forma de
ondas, pero es fácilmente visualizado en términos de corpúsculos de luz o fotones

Fenómenos corpusculares

Existen tres efectos que demuestran el carácter corpuscular de la luz. Según el


orden histórico, el primer efecto que no se pudo explicar por la concepción
ondulatoria de la luz fue la radiación del cuerpo negro.
Un cuerpo negro es un radiador teóricamente perfecto que absorbe toda la luz que
incide en él y por eso, cuando se calienta se convierte en un emisor ideal
de radiación térmica, que permite estudiar con claridad el proceso de intercambio
de energía entre radiación y materia. La distribución de frecuencias observadas de
la radiación emitida por la caja a una temperatura de la cavidad dada, no se
correspondía con las predicciones teóricas de la física clásica. Para poder
explicarlo, Max Planck, al comienzo del siglo XX, postuló que para ser descrita
correctamente, se tenía que asumir que la luz de frecuencia ν es absorbida por
múltiplos enteros de un cuanto de energía igual a hν, donde h es una constante
física universal llamada Constante de Planck.

En 1905, Albert Einstein utilizó la teoría cuántica recién desarrollada por Planck
para explicar otro fenómeno no comprendido por la física clásica: el efecto
fotoeléctrico. Este efecto consiste en que cuando un rayo monocromático de
radiación electromagnética ilumina la superficie de un sólido (y, a veces, la de un
líquido), se desprenden electrones en un fenómeno conocido como fotoemisión o
efecto fotoeléctrico externo. Estos electrones poseen una energía cinética que
puede ser medida electrónicamente con un colector con carga negativa conectado
a la superficie emisora. No se podía entender que la emisión de los llamados
"fotoelectrones" fuese inmediata e independiente de la intensidad del rayo. Eran
incluso capaces de salir despedidos con intensidades extremadamente bajas, lo
que excluía la posibilidad de que la superficie acumulase de alguna forma la
energía suficiente para disparar los electrones. Además, el número de electrones
era proporcional a la intensidad del rayo incidente. Einstein demostró que el efecto
fotoeléctrico podía ser explicado asumiendo que la luz incidente estaba formada
de fotones de energía hν, parte de esta energía hν0 se utilizaba para romper las
fuerzas que unían el electrón con la materia, el resto de la energía aparecía como
la energía cinética de los electrones emitidos:

donde m es la masa del electrón, vmáx la velocidad máxima observada, ν es la


frecuencia de la luz iluminante y ν0 es la frecuencia umbral característica del sólido
emisor.
La demostración final fue aportada por Arthur Compton que observó como al hacer
incidir rayos X sobre elementos ligeros, estos se dispersaban con menor energía y
además se desprendían electrones (fenómeno posteriormente denominado en su
honor como efecto Compton). Compton, ayudándose de las teorías anteriores, le
dio una explicación satisfactoria al problema tratando la luz como partículas que
chocan elásticamente con los electrones como dos bolas de billar. El fotón,
corpúsculo de luz, golpea al electrón: el electrón sale disparado con una parte de
la energía del fotón y el fotón refleja su menor energía en su frecuencia. Las
direcciones relativas en las que salen despedidos ambos están de acuerdo con los
cálculos que utilizan la conservación de la energía y el momento.
Otro fenómeno que demuestra la teoría corpuscular es la presión luminosa.

Teorías cuánticas

La necesidad de reconciliar las ecuaciones de Maxwell del campo


electromagnético, que describen el carácter ondulatorio electromagnético de la luz,
con la naturaleza corpuscular de los fotones, ha hecho que aparezcan varías
teorías que están aún lejos de dar un tratamiento unificado satisfactorio. Estas
teorías incorporan por un lado, la teoría de la electrodinámica cuántica,
desarrollada a partir de los artículos de Dirac, Jordan, Heisenberg y Pauli, y por
otro lado la mecánica cuántica de de Broglie, Heisenberg y Schrödinger.

Paul Dirac dio el primer paso con su ecuación de ondas que aportó una síntesis
de las teorías ondulatoria y corpuscular, ya que siendo una ecuación de ondas
electromagnéticas su solución requería ondas cuantizadas, es decir, partículas.
Su ecuación consistía en reescribir las ecuaciones de Maxwell de tal forma que se
pareciesen a las ecuaciones hamiltonianas de la mecánica clásica. A
continuación, utilizando el mismo formalismo que, a través de la introducción del
cuanto de acción hν, transforma las ecuaciones de mecánica clásica en
ecuaciones de mecánica ondulatoria, Dirac obtuvo una nueva ecuación del campo
electromagnético. Las soluciones a esta ecuación requerían ondas cuantizadas,
sujetas al principio de incertidumbre de Heisenberg, cuya superposición
representaban el campo electromagnético. Gracias a esta ecuación podemos
conocer una descripción de la probabilidad de que ocurra una interacción u
observación dada, en una región determinada.
Existen aún muchas dificultades teóricas sin resolverse, sin embargo, la
incorporación de nuevas teorías procedentes de la experimentación con partículas
elementales, así como de teorías sobre el comportamiento de los núcleos
atómicos, nos han permitido obtener una formulación adicional de gran ayuda.
Efectos relativísticos
Sin embargo, existían aún algunas situaciones en las que la luz no se comportaba según
lo esperado por las teorías anteriores.

Luz en movimiento
La primera de estas situaciones inexplicables se producía cuando la luz se emitía,
se transmitía o se recibía por cuerpos o medios en movimiento. Era de esperar,
según la física clásica, que la velocidad en estos casos fuese el resultado de
sumar a la velocidad de la luz, la velocidad del cuerpo o del medio. Sin embargo,
se encontraron varios casos en los que no era así:

En 1818, Augustin Fresnel propuso un experimento para medir la velocidad a la


que la luz atravesaba un líquido en movimiento. Para ello, se haría atravesar a la
luz una columna de un líquido que fluyese a una velocidad v relativa al
observador. Conociendo la velocidad v' a la que se trasmite la luz a través de ese
medio, a través del índice de refracción (n), se calculó que la velocidad total de la
luz en ese fluido sería

Sin embargo, cuando en 1851, el físico francés Hippolyte Fizeau llevó a cabo el
experimento, comprobó que la velocidad a la que la luz atravesaba el líquido en
movimiento no era la calculada sino

es decir, que la velocidad del fluido contaba menos en la velocidad final si la velocidad
con la que atravesaba la luz ese fluido era mayor.
En 1725, James Bradley descubrió que la posición observada de las estrellas en el
firmamento variaba anualmente con respecto a la posición real en un intervalo de 41
segundos de arco. La teoría que propuso para explicarlo fue que esta variación se debía a
la combinación de la velocidad de la tierra al rotar alrededor del sol con la velocidad finita
de la luz. Gracias a esta teoría fue capaz de calcular la velocidad de la luz de una forma
aceptable. Basándose en este efecto, el astrónomo inglés George Airy comparó el ángulo
de aberración en un telescopio antes y después de llenarlo de agua, y descubrió que, en
contra de sus expectativas, no había diferencia en sus mediciones (la luz no variaba de
velocidad a pesar de que el fluido se movía a la velocidad de la tierra).
Teniendo en cuenta este experimento, los físicos estadounidenses Albert
Michelson y Edward Morley propusieron un experimento (véase Experimento de
Michelson y Morley) para medir la velocidad a la que fluía el éter con respecto a la Tierra.
Suponían que el éter se movía en una dirección concreta con una velocidad determinada,
por eso, debido a la translación de la Tierra alrededor del Sol habría épocas del año en el
que tendríamos una componente de esa velocidad a favor y otras épocas en contra, por lo
que supusieron que cuando lo tuviésemos a favor, la velocidad de la luz sería superior y
cuando lo tuviésemos en contra sería inferior. Para ello midieron la velocidad de la luz en
diferentes estaciones del año y observaron que no había ninguna diferencia. Y lo más
curioso: que ni siquiera había diferencias debidas a la propia velocidad de translación de
la Tierra (30 km/s).
En 1905, Albert Einstein dio una explicación satisfactoria con su teoría de la relatividad
especial, en la que, en su segundo postulado propone que la velocidad de la luz
es isótropa, es decir, independiente del movimiento relativo del observador o de la fuente.

Distorsiones espectrales
Al comparar el espectro de la luz procedente de algunos cuerpos celestes, con los
espectros medidos en el laboratorio de los mismos elementos que los que
contienen esos cuerpos, se observa que no son iguales, ya que las líneas
espectrales procedentes del espacio están desplazadas hacia posiciones de
mayor longitud de onda, es decir, hacia el lado rojo del espectro en lugares de
menor energía.
Se han encontrado dos tipos diferentes de desplazamientos de líneas espectrales:
Desplazamiento nebular
Uno, el más común, llamado desplazamiento nebular es un desplazamiento
sistemático de los espectros procedentes de las estrellas y galaxias. Edwin
Hubble tras estudiar el corrimiento de los espectros de las nebulosas, lo interpretó
como el resultado del efecto Doppler debido a la expansión continua del universo.
Gracias a esto propuso una fórmula capaz de calcular la distancia que nos separa
de un cuerpo determinado analizando el corrimiento de su espectro:
donde Δλ es la diferencia entre las longitudes de onda del espectro del cuerpo y la
esperada, λ es la longitud de onda esperada y d, la distancia en pársecs.
Desplazamiento gravitacional
El otro, mucho más extraño se llama desplazamiento gravitacional o efecto
Einstein, observado en espectros de cuerpos extremadamente densos. El ejemplo
más famoso es el espectro del llamado compañero oscuro de Sirio. La existencia
de este compañero fue predicha por Friedrich Bessel en 1844 basándose en una
perturbación que observó en el movimiento de Sirio, pero debido a su débil
luminosidad, no fue descubierto hasta 1861. Este compañero es una enana
blanca que tiene una masa comparable a la del Sol pero en un radio
aproximadamente cien veces menor, por lo que su densidad es inmensa (61.000
veces la del agua). Al estudiarse su espectro, se observa un desplazamiento de
0,3 Å de la línea ß de la serie Balmer del hidrógeno.

Teoría de la relatividad general


Para que su anterior teoría de la relatividad especial abarcase también los
fenómenos gravitatorios, Albert Einstein, entre 1907 y 1915 desarrolló la teoría de
la relatividad general. Una de las principales conclusiones de esta teoría es que
la gravedad influye en la propagación de la luz, representada en la teoría por
el potencial gravitatorio Φ, descrito por

donde G es la Constante de gravitación universal, M la masa y R la distancia al


objeto que genera el campo gravitatorio.
Einstein encontró que la luz, al pasar por un campo gravitatorio de potencial Φ
sufría una disminución de su velocidad, según la fórmula:
donde c0 es la velocidad de la luz sin campo gravitatorio y c es la velocidad con él.
También se ve modificada la frecuencia de la luz emitida por una fuente en un
campo gravitatorio

lo que explica el desplazamiento gravitacional. Otro ejemplo que confirma


experimentalmente este punto de la teoría son las líneas espectrales del sol, que
están desplazadas hacia el rojo en un valor de dos millonésimas cuando se
comparan con las generadas por los mismos elementos en la Tierra.
Por último, en esta relación entre luz y gravedad, esta teoría predijo que los rayos
de luz al pasar cerca de un cuerpo pesado se desviaban en un ángulo α
determinado por el efecto de su campo gravitatorio, según la relación:

Este punto de la teoría se pudo confirmar experimentalmente estudiando el desvío


de la luz que provocaba el sol. Para comprobarlo, los científicos estudiaron la
posición de las estrellas del área alrededor del sol aprovechando
un eclipse en 1931. Se vio que, como predecía la teoría, estaban desviadas hasta
2,2 segundos de arco comparadas con fotos de la misma área realizadas 6 meses
antes.

Radiación y materia
Al formular su ecuación de ondas para un electrón libre, Paul Dirac predijo que era
posible crear un par de electrones (uno cargado positivamente y otro
negativamente) a partir de un campo electromagnético que vibrase
extremadamente rápido. Esta teoría fue rápidamente confirmada por los
experimentos de Irene Curie y Frédéric Joliot y por los de James Chadwick, Stuart
Blackett y Giuseppe Occhialini al comparar el número de electrones con carga
negativa y el número de electrones con carga positiva (estos últimos
llamados positrones) desprendidos por los rayos γ de alta frecuencia al atravesar
delgadas láminas de plomo y descubrir que se obtenía la misma cantidad de unos
que de los otros.
Pronto se encontraron otras formas de crear pares positrón-electrón y hoy en día
se conocen una gran cantidad de métodos:

 Haciendo chocar dos partículas pesadas.


 Haciendo pasar a un electrón a través del campo de un núcleo atómico.
 La colisión directa de dos electrones.
 La colisión directa de dos fotones en el vacío.
 La acción del campo de un núcleo atómico sobre un rayo γ emitido por el
mismo núcleo.
También ocurre el proceso en sentido contrario: al colisionar un electrón y un
positrón (ellos solos tienden a juntarse, ya que tienen cargas eléctricas opuestas),
ambos se aniquilan convirtiendo toda su masa en energía radiante. Esta radiación
se emite en forma de dos fotones de rayos γ dispersados en la misma dirección,
pero diferente sentido.
Esta relación entre materia-radiación, y viceversa (y sobre todo la conservación de
la energía en esta clase de procesos) está descrita en la famosa ecuación
de Albert Einstein:

enmarcada en la teoría de la relatividad especial y que originalmente formuló así:


Si un cuerpo de masa m desprende una cantidad de energía E en forma de
radiación, su masa disminuye E / c²
Albert Einstein en Zur Elektrodynamik bewegter Körper

Teorías de campo unificado

Actualmente, se busca una teoría que sea capaz de explicar de forma unificada la
relación de la luz, como campo electromagnético, con el resto de las interacciones
fundamentales de la naturaleza. Las primeras teorías intentaron representar el
electromagnetismo y la gravitación como aspectos de la geometría espacio-
tiempo, y aunque existen algunas evidencias experimentales de una conexión
entre el electromagnetismo y la gravitación, solo se han aportado teorías
especulativas.

PROPIEDADES DE LA LUZ

Absorción.
Cuando la luz llega a una superficie u objeto, éste puede absorber toda o parte de
esa luz. En el gráfico de abajo vemos como un objeto negro absorbe toda la luz.
En el primer gráfico de arriba vimos como el pantalón rojo absorbía el verde y el
azul.
La luz que se absorbe se convierte en calor. Es, por esta razón, que en general se
recomienda durante el verano no usar colores oscuros ya que absorben la mayor
parte de la luz y la convierten en calor. Por eso tenemos mas calor si usamos ropa
negra que si usamos ropa blanca (refleja toda la luz).

Reflexión
La reflexión es cuando la luz llega a un objeto y rebota o refleja, en parte o en su
totalidad, de ese objeto. La luz puede ser reflejada de manera especular (directa)
o difusa.

1.Reflexión especular: se produce cuando la luz refleja de una superficie lisa o


pulida como, por ejemplo, un espejo. La luz va a reflejar en el mismo ángulo en el
cual incide o llega a esa superficie (Ley de reflexión).

2. Reflexión difusa: se produce cuando la luz llega a una superficie u objeto que
tiene textura como, por ejemplo, una pared con textura.

Una reflexión difusa va a producir una luz más suave que una reflexión directa.
También va a generar menos contraste en la escena, sombras más claras y una
transición más suave entre luces y sombras.
Una reflexión directa va a producir una luz más intensa, mayor contraste y
sombras más oscuras y bien definidas.
Como dijimos anteriormente el blanco refleja, teóricamente, toda la luz. Una
superficie de color va a reflejar su propio color y va a absorber el resto. Por
ejemplo, un objeto verde va a reflejar el verde y va a absorber el rojo y el azul.

Transmisión.
La transmisión ocurre cuando la luz atraviesa una superficie u objeto. Hay 3 tipos
de transmisión: directa, difusa o selectiva.

1. Transmisión directa: es cuando la luz atraviesa un objeto y no se producen


cambios de dirección o calidad de esa luz. Por ejemplo, un vidrio o el aire.
2. Transmisión difusa: se produce cuando la luz pasa a través de un objeto
transparente o semi-transparente con textura. Por ejemplo, un vidrio esmerilado o
un papel manteca. La luz en vez de ir en una sola dirección es desviada en
muchas direcciones. La luz que es transmitida de manera difusa va a ser más
suave, va a tener menos contraste, va a ser menos intensa, va a generar sombras
más claras y una transición más suave entre luz y sombra que la luz directa .
INFLUENCIA DE LA INTENSIDADDE LA LUZ

La importación ecológica de la luz de gran intensidad. Una fuerte proporción de


ultravioleta disminuye la tasa de consumo de oxigeno de los acuáticos. Los
insectos de alta montaña tienden a ser más oscuros a medida que aumenta la
altitud. Esta pigmentación esta en relación con diversos factores, tales como la
nieve y la humedad elevada, al mismo tiempo que permite una mayor absorción
de las radiaciones y una elevación debla temperatura del cuerpo .

Las condiciones de temperatura y la luminosidad que presiden el despegue de


los imagos del Efeméride Oligoneuriella renana. Se necesita una temperatura del
aire igual o superior a los15° C par que la actividad de vuelos se abundante.
También existen por la mañana condiciones favorable de luz y temperatura y, sin
embargo, nunca se ha observado ninguno esta parte del día. Algún ritmo interno
se superpone indudablemente a los actores del medio; además, las variaciones
de intensidad de algunas radiaciones, como la luz roja, pueden jugar cierto papel.

En los vegetales se les puede clasificar en plantas de sombra y plantas de sol.


A las primeras se les llama unbrofilas , y se encuentran, por ejemplo, entre el
sotobosque ( Oxéalas acetosilla y Aspérula o dorada) o en las grietas de las rocas
(helechos, musgos). Las segundas son las heliófilas, frecuente en las
comunidades vegetales abiertas: estepas, monte bajo ( romero, helianthemum) y
campos cultivados. La intensidad luminosa actúa igualmente sobre la intensidad
de la fotosíntesis y juega el papel de factor limitante. La apertura de claros en las
copas de los arboles permite a la luz llegar directamente hasta la planta y esta
reacciona produciendo tallos erectos y con flores. Cardamina impatiens y Lunaria
rediviva son dos especies esciofilas que pueden desarrollarse perfectamente en
en localidad umbrosas con solo 1/9 de la radiación potencial incidente.

En los bosques de robles de Rusia Central existe una sin usía de geófitos de
primavera con un periodo d crecimiento muy corto que corresponde al lapso de
durante el que el subsuelo del bosque está recibiendo un flujo de luz
suficientemente intenso, es decir, durante el tiempo que va desde la fusión dela
nieve acumulada en el suelo hasta la filiación de los árboles. Estas plantas son,
por ejemplo, Anemone rapunculoides, Socilla Siberia, Corydalis sólida,
Ramunculus ficaria y Gaguea lútea, que ceden en seguida el protagonismo a la
sinusia de especies escofias de largo periodo de vegetación durante el verano,
entre las que se encuentran Aegopodium poagraria, Carex pilosa, Asarum
europaeum, Asperula, odorata, y Stellaria hollostea. A de Esta ultimas especies
se desarrolló cuando la iluminación bajo el bosque ha disminuido hasta el 1.5 por
100 d su valor normal.
Las plantas de primavera están adaptadas a través de numerosos caracteres a las
condiciones del medio ymuy en particular a la temperatura y a la iluminación.
Podemos citar, ´por ejemplo: 1) El desplazamiento del ciclo anual en función del
rigor del clima. Así, en Ranúnculos ficaria, el periodo de actividad en Rusia Central
se extiende desde mediados de abril hasta principios de julio, mientras que resulta
se de comienzos de febrero a mediados de junio en Inglaterra.
La luz y las plantas

Todos los seres vivos ya sean humanos, animales y plantas necesitan energía
para sus procesos vitales. Así como el ser humano necesita de una buena
alimentación, además de vitaminas para obtener energía, las plantas verdes
utilizan la energía del SOL para subsistir.

Algunos de los procesos estrechamente relacionados con la luz de sol –forma de


energía- son la fotosíntesis, la germinación, y por ende el crecimiento o desarrollo
de las plantas.
Fotosíntesis:

La fotosíntesis es el proceso de elaboración de los alimentos por parte de las


plantas. Los árboles y las plantas usan la fotosíntesis para alimentarse, crecer y
desarrollarse.

Para realizar la fotosíntesis, las plantas necesitan de la clorofila, que es una


sustancia de color verde que tienen en las hojas. Es la encargada de absorber la
luz adecuada para realizar este proceso. A su vez, la clorofila es responsable del
característico color verde de las plantas.

El proceso completo de la alimentación de las plantas consiste básicamente en:

a- Absorción: Las raíces de las plantas crecen hacia donde hay agua. Las raíces
absorben el agua y los minerales de la tierra.
b- Circulación: Con el agua y los minerales absorbidos por las raíces hasta las
hojas a través del tallo.
c- Fotosíntesis: Se realiza en las hojas, que se orientan hacia la luz. La clorofila de
las hojas atrapa la luz del Sol. A partir de la luz del Sol y el dióxido de carbono, se
transforma la savia bruta en savia elaborada, que constituye el alimento de la
planta. Además la planta produce oxígeno que es expulsado por las hojas.
d- Respiración: Las plantas, al igual que los animales, tomando oxígeno y
expulsando dióxido de carbono. El proceso se produce sobre todo en las hojas y el
los tallos verdes. La respiración la hacen tanto de día como por la noche, en la
que, ante la falta de luz, las plantas realizan solamente la función de respiración
La fotosíntesis exige pues la presencia de gas carbónico, agua y energía en forma
de luz.

El dióxido de carbono está bien mezclado con los demás componentes de la


atmósfera, presenta proporciones relativamente similares en todo su volumen y no
constituye por ello un factor de diferenciación espacial (aunque las variaciones de
su contenido a lo largo del tiempo influyen en la productividad vegetal del conjunto
de la biosfera). En la práctica, puede por tanto considerarse como una constante.

El agua implicada en la fotosíntesis es la contenida en el interior de las células


vegetales y para una misma especie tampoco varía significativamente entre unas
regiones de la Tierra y otras (aunque su desigual disponibilidad a lo largo del año
puede determinar el ritmo vital de los vegetales como se verá más adelante).

Sin embargo, la energía lumínica que reciben los vegetales varía mucho: hay
plantas que se encuentran expuestas al sol mientras que otras permanecen
siempre en penumbra del mismo modo que, dentro de una misma planta, unas
partes se encuentran más iluminadas que otras. Por otra parte, las horas de luz
varían estacionalmente de acuerdo con factores cósmicos que pueden
considerarse como constantes (la duración del día y de la noche varían tanto más
cuanto más elevada sea la latitud pero lo hacen de manera regular de un año a
otro) lo que tiene una gran influencia en los vegetales que solo pueden
fotosintetizar durante las horas diurnas.

Grosso modo, puede considerarse que la energía solar que incide sobre las
plantas proporciona luz y calor. Sin embargo, del total de luz que incide sobre la
superficie de las hojas, sólo una mínima proporción resulta útil a la fotosíntesis ya
que

 cerca del 20% se refleja (es el albedo),

 10% atraviesa las hojas,

 20% se difunde en forma de calor

 48% es absorbido y transformado en calor que, a su vez, será utilizado para la


transpiración.

Ello hace que la energía precisa a la fotosíntesis proceda de tan sólo el 1 o el 2%


del total de la luz incidente.

Esta reducida proporción es aún menor en los medios subacuáticos ya que el


agua detiene eficazmente la radiación solar y a 50 metros de profundidad la
oscuridad es casi total.

En general, la actividad fotosintética es una función logarítmica de la intensidad de


la luz: cuanto mayor es la iluminación, más eficaz es la fotosíntesis y más
rápidamente puede desarrollarse la planta. Sin embargo, este incremento de la
productividad tiene un límite y, alcanzado un determinado umbral, el aumento de
la luz deja de ser útil o incluso puede perjudicar a la planta.

Las razones que explican este “techo” de productividad no son suficientemente


conocidas aunque es probable que esté controlado por varios hechos más o
menos encadenados:

 Cierre de los estomas para evitar que el exceso de evaporación seque la hoja.

 Aceleración excesiva de la respiración debida al calentamiento de la hoja.


 Oxidación de la clorofila.
 A largo plazo, daños producidos por el exceso de radiación UV .

Todas las plantas necesitan luz y la escasez de ésta puede impedir la presencia de las especies más exigentes. Eso

es lo que ocurre en el interior de los bosques más espesos cuyos sotobosques son por ello muy pobres.

Foto: bosque patagónico en el Chaltén, Argentina.

No obstante, esta eficacia varía mucho de unas especies a otras ya que cada una de ellas ha
evolucionado en un entorno distinto buscando siempre obtener el máximo rendimiento y
desarrollando para ello el tipo de hoja más adecuado al ambiente en el que vive. Ello permite hacer
una primera diferenciación entre especies “heliófilas” (o amantes de la luz) y “esciófilas” (o plantas
de sombra) o incluso, en un mismo individuo, entre hojas de sol y hojas de sombra.
Plantas heliófilas

Son aquellas cuyos rendimientos óptimos se producen bajo una luz intensa. La
mayor parte de las hierbas pertenecen a esta categoría pero también numerosos
matorrales y árboles en sus etapas adultas.

En el interior del bosque suele haber pocas hierbas porque la mayoría de la luz es
interceptada por los árboles y aquellas son incapaces de vivir en penumbra. Sin
embargo, si se produce un claro que permita a la luz llegar hasta el suelo, hacen
inmediatamente su aparición los llantenes, zarzas, helechos, Rumex, Artemisia,
Epilobium u otras herbáceas (que se eclipsarán de nuevo en cuanto el crecimiento
de los árboles vuelva a reducir la iluminación).

Las plantas pioneras, las primeras que se instalan en un lugar, suelen ser
heliófilas tanto si son herbáceas como si se trata de matorrales o árboles. Es el
caso del pino albar (Pinus sylvestris), el abedul (Betula spp), el avellano (Corylus
avellana), etc.

Las plantas heliófilas obtienen sus mejores rendimientos bajo iluminaciones intensas aunque un exceso de luz es

perjudicial y puede causar graves daños a las células de los vegetales. Por eso, en los lugares más expuestos las

plantas reducen su tamaño, se vuelven muy leñosas y protegen sus hojas de diversas maneras (en este caso con

una pelusilla blanca que permite reflejar parte de la luz).


Foto: desierto de Kara Kum (Turkmenistán).

Plantas esciófilas

Son las que prosperan en lugares sombreados y constituyen por ello el


sotobosque de formaciones cerradas. En los bosques de Europa Occidental
destacan el rusco (Ruscus aculeatus), la anémona del bosque (Anemone
nemorosa), los jacintos... En algunos casos, estas plantas necesitan luz en las
primeras fases de su desarrollo por lo que florecen muy tempranamente gracias a
las reservas que acumularon durante el otoño anterior antes de que los árboles del
bosque caducifolio recuperen sus hojas.

En el caso de los árboles la exigencia de sombra suele limitarse a las primeras


fases de su desarrollo. Luego, las copas se expondrán al sol y, a su vez,
generarán la sombra necesaria a la descendencia. Ejemplos típicos son el haya
(Fagus sylvatica), el arce (Acer spp), el tilo (Tilia cordata), el tejo (Taxus baccata)...
No obstante, todos ellos suelen conservar hojas de sol en las ramas altas y de
sombra en las bajas.

En cualquier caso, todas las plantas necesitan luz y por debajo de un determinado
umbral muy pocas consiguen sobrevivir. Este es uno de los factores que explican
la pobreza de ciertos sotobosques: al suelo de un robledal denso no llega más del
10% de la luz pero se han registrado valores próximos al 1% bajo un bosque de
alerces y del 0,1% en la pluvisilva ecuatorial.

Las hojas adaptadas a un medio sombreado son generalmente más delgadas y


anchas que las habitualmente expuestas al sol. En ellas además el "balance de
asimilación"(1) suele ser negativo: la planta absorbe más oxígeno en su
respiración del que libera por fotosíntesis.

Las hojas de las esciófilas aprovechan mucho mejor las débiles iluminaciones que
las de las heliófilas: en un fresno (Fraxinus excelsior) las hojas de sombra
presentan un balance de asimilación positivo a partir de 200 lux mientras que en
las de luz no es positivo hasta los 700.

De la misma manera, este balance aumenta hasta los 20.000 lux en las hojas de
sombra (manteniéndose después estable) mientras que aumenta hasta los 60.000
en las de luz. El rendimiento óptimo se corresponde con el medio en el que se
sitúan habitualmente unos y otros tipos de hojas.

Los hongos y algunos animales pueden vivir en la oscuridad, por ejemplo en cuevas, aunque al no ser capaces de

sintetizar materia orgánica necesitan disponer de recursos nutritivos procedentes de otros lugares. Los animales

típicamente cavernícolas (“troglobios”) se han adaptado a la oscuridad total y suelen ser ciegos y carecer de

pigmentos.

Foto: Amanita muscaria, hongo característico del bosque oceánico en el Saja (Cantabria, España) y “jameíto”

(Munidopsis polymorpha), pequeño cangrejo ciego y albino que vive en los tubos de lava de Lanzarote (Canarias-

España).

El fotoperiodo

La duración de los días y de las noches varía a lo largo del año en toda la tierra de
forma proporcional a la latitud y de acuerdo con el ritmo de las estaciones. Estas
variaciones son nulas o insignificantes en las proximidades del Ecuador, donde el
día y la noche duran siempre 12 horas pero resultan máximas en las regiones
polares donde el sol no se pone durante el verano mientras que en invierno la
oscuridad es permanente.

Este hecho implica que a lo largo del año el número de horas útiles para el
desarrollo de la fotosíntesis permanece invariable en el Ecuador pero fluctúa
enormemente en las regiones de latitudes altas. Las plantas han tenido que
adaptarse a esta variación en el tiempo diario de exposición, el llamado
“fotoperiodo”, sincronizando sus ciclos vitales gracias a él.

Las horas de iluminación solar varían de manera distinta a lo largo del año dependiendo de la latitud.
En función de esta adaptación al fotoperiodo, las plantas pueden clasificarse en
cuatro grandes grupos:

 Plantas "de días cortos": son propias de los trópicos y no florecen más que con
periodos de iluminación próximos a las 12 horas. Cuando se plantan en
regiones de latitudes altas crecen exageradamente durante el verano gracias a
la larga duración del día (lo que puede resultar muy rentable en caso de
cultivo) pero son incapaces de florecer hasta el otoño, cuando día y noche se
igualan. Ejemplos de especies que muestran este comportamiento son la caña
de azúcar, el crisantemo, la dalia y ciertas variedades de tabaco.

 Plantas “de días largos”: son las que necesitan más de 12 horas diarias de
iluminación para poder florecer. Suelen abundar en latitudes superiores a los
40º. La iluminación insuficiente suprime la floración de estas plantas e inhibe
su normal desarrollo lo que les permite concentrar su actividad en verano, la
estación más favorable.

 Plantas de fotoperiodo intermedio, a medio camino entre las dos anteriores y


características de las latitudes medias, incluyen, por ejemplo, la mayor parte de
los cereales cultivados.

 Plantas indiferentes, en las que el fotoperiodo no parece ejercer ninguna


influencia. En este grupo se suelen incluir también aquellas capaces de iniciar
su desarrollo, o incluso de florecer, a oscuras gracias a las reservas contenidas
en sus raíces como ocurre en el caso de algunos jacintos y narcisos.

En todos los casos, la puesta en marcha o la inhibición de algún mecanismo


regulado por la luz parece realizarse a través de la síntesis de hormonas en las
hojas. El fotoperiodo actúa como un "reloj biológico" que permite a los seres vivos
iniciar la reproducción o desarrollarse en el momento más oportuno del año
(limitando el riesgo de fracasos) y ello tanto en el caso de los vegetales como en el
de los animales donde migraciones periódicas, hibernación, celo u otras pautas de
comportamiento suelen estar reguladas por el fotoperiodo. Aparentemente los
humanos estamos bastante “liberados” de este reloj biológico, cada vez más
suplantado por otro de tipo cultural. Sin embargo, las horas de sueño (así como la
dificultad para conciliarlo), la incidencia de enfermedades mentales, las apetencias
alimentarias y otros hechos parecen mostrar cierta estacionalidad y pueden
interpretarse como "residuos" de ciclos biológicos anuales

Los animales y la luz

En los animales la adaptación a la luz se manifiesta en los órganos de los


sentidos, estructurados especialmente para captarla, como los ojos. Por ejemplo,
los animales que viven en un ambiente con poca luz o son de actividad nocturna
poseen ojos más grandes (lechuzas, felinos, etc.). En plena oscuridad se reducen
o desaparecen los órganos captadores de luz, como en el caso de los peces de
los fondos marinos, de los habitantes de cuevas (peces cavernícolas), y de los
parásitos internos (lombrices, tenias).
La luz influye también en la actividad fisiológica de los animales. Algunas especies
son activas de día (muchas aves, hormigas y muchísimas otras), otras de noche
(lechuzas, muchos murciélagos, felinos), y otras en el crepúsculo o al amanecer.
En este caso, la cantidad de luz ejerce una influencia estimulante o frenadora de la
actividad

Animales diurnos

El término diurnos hace referencia a aquel animal que está activo durante el día y
descansa durante la noche

Ojos diurnos

Existen dos tipos de receptores en la retina: conos y bastones. Los conos permiten
la visión de colores y suelen ofrecer mejor resolución de imagen, pero necesitan
más luz para funcionar. Por el contrario, los bastones funcionan bien con poca luz,
pero no ofrecen información de colores, y normalmente dan una resolución de
imagen más pobre. Los ojos diurnos poseen ambos tipos de receptores, pero en la
zona central de la retina se concentran los conos. Con esta abundancia (relativa)
de conos, sacrificamos sensibilidad de luz (o sea, funcionaremos peor en la
oscuridad) a cambio de tener una resolución de imagen mejor.

Como tenemos abundancia de luz no necesitamos tener una retina (y por tanto un
ojo) muy grande; la luz llegará correctamente.

Animales nocturnos

En biología la nocturnidad se refiere al ciclo de comportamiento, en que el animal


es más activo durante la noche que durante el día

Ojos nocturnos

Primeramente, con luz escasa, los conos apenas funcionan, así que estos
animales tienen muy pocos conos, o simplemente ninguno. La práctica totalidad
de la retina está tapizada de bastones, una célula que es capaz de estimularse
con muy poca luz. El sistema neuronal de la retina está adaptado a percibir el
máximo número de estímulos aun sacrificando resolución de imagen, así que se
suelen concentrar varios bastones que dependen de una sola fibra nerviosa. Es
decir, queda un “pixel más grande”, perdemos resolución, pero ese pixel se
activará con muy poca luz, sólo con que uno de los bastones del grupo sea
estimulado.
Por otra parte, tenemos que recoger el máximo número posible de rayos de luz.
Como hay muy poca, nos interesa que sean ojos grandes. Así, los animales
nocturnos tienen los ojos proporcionalmente más grandes con relación al tamaño
del cráneo. Un ejemplo de ojos proporcionalmente grandes: este pequeño primate
llamado lemur:

Vemos que la cuenca del ojo (que se llama órbita) ocupa un espacio muy grande en
comparación con otras estructuras (el hueco que hay para ambos ojos es de un tamaño
similar al que hay para el cerebro).

Hay otros muchos ejemplo, como la lechuza:

En resumen: ojos grandes, con córneas grandes y pupilas grandes


La bioespeleología es la rama de la biología que estudia la vida en los ambiente
hipogeos, (hipo=debajo, geo=tierra); lugares con escasez o ausencia total de luz,
con humedad constante y con escasez de oxígeno.

Los seres vivos más curiosos que habitan en cuevas son los animales, en otras
épocas considerados animales mágicos hoy son estudiados por la ciencia con
verdadero interés por sus adaptaciones a la vida en la oscuridad y su morfología.
En una cueva y dependiendo de la vinculación con ella se distinguen tres clases
de animales:

Troglobita: Son los animales que viven toda su vida en el interior de la cueva, a
menudo en oscuridad total. El grillo de las cuevas o algunas especies de peces
pertenecen a este grupo. Sus adaptaciones morfológicas son numerosas y todas
relacionadas con la ausencia de luz; no necesitan ver así que son ciegos igual que
otros animales que viven bajo tierra como el topo, no tienen pigmentación, tienen
aspecto transparente ya que no necesitan protegerse de los rayos del sol.
Además, en el caso de insectos, las alas son muy pequeñas o están soldadas al
cuerpo y tienen más aumentados en tamaño los órganos sensoriales.

Troglófilo: Animales que viven en las grutas pero que se pueden encontrar
también en el exterior. Escorpiones, gusanos y varias especies de insectos
pertenecen a este grupo. Estas especies pasan largas temporadas en el interior
de la cueva y pueden pasar su tiempo de letargo en ellas, se pueden reproducir
dentro de la cueva y se alimentan de animales que proceden del exterior aunque
en ocasiones salen de la gruta para alimentarse.

Trogloxeno: Animales que pasan parte de su ciclo vital en las cuevas pero que las
abandonan para buscar alimento. Los mosquitos y arañas forman parte de este
grupo, aunque los animales trogloxenos más conocidos son los murciélagos
CONCLUSION

Al comenzar el presente trabajos nos hemos planteado una serie de interrogantes


de entre las cuales quizás las más importantes de ellas haya sido aquella que se
preguntaba sobres la influencia que ejercía la luz sobre los seres vivos.

Habida cuenta de la información recolectada podemos decir a modo de conclusión


que resulta innegable la influencia que la luz ejerce sobre la vida animal y vegetal
siendo esta ultima la que resulta más evidente puesto que desde jóvenes se nos
ha familiarizado con los procesos fotosintéticos a partir de los cuales las plantas
verdes fabrican su propio alimento (plantas autótrofas) en indirectamente como los
animales se beneficiaban de esta a través de la cadena alimenticia o cadena
trófica, siendo las plantas el primer eslabón de la cadena. No obstante la luz
influencia de manera directa a los animales constituyendo una reguladora de su
comportamientos es así que tenemos animales que son más activos durante el día
(animales diurnos) ,es decir, desarrollan sus actividades vitales, otros que son más
activos durante la noche (animales nocturnos); también tenemos animales e
insectos que viven bajo la superficie en cuevas o grietas en ausencia total de luz,
muchos de los cuales carecen de ojos y de pigmentación ya que no necesitan ver
en el caso de los primeros y en el de los segundos de pigmentación.
Bibliografía

 http://revistas.um.es/analesumciencias/article/viewFile/102821/97751
 https://es.wikipedia.org/wiki/Luz
 http://www.aulafacil.com/cursos/l7576/aficiones/fotografia/fotografia-
iii-la-luz/propiedades-de-la-luz-absorcion-reflexion-y-transmision
 https://www.youtube.com/watch?v=O1yu-ScC95M
 https://www.jardineriaon.com/por-que-las-plantas-siguen-la-luz.html
 http://ocw.unican.es/ciencias-sociales-y-
juridicas/biogeografia/materiales/tema-2/2.1.1-la-luz
 http://redaragon.elperiodicodearagon.com/turismo/naturaleza/grutas_y
_cuevas/1005_guia.asp

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