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Diccionario Teológico

La Gracia Eficaz según el Calvinismo

De acuerdo con el calvinismo, la gracia eficaz es la doctrina que afirma que todos los

escogidos del Padre vendrán a Jesús en el tiempo de su llamado. “Cuando la trompeta de la

predicación de la Palabra suena, ninguno de los escogidos del Padre se quedara durmiendo en su

tienda, todos responderán al llamado de Dios. Ninguno de los escogidos del Padre se va a perder.

Cristo vino a cumplir la voluntad del Padre, y esa es Su Voluntad: que no se pierda ninguno de

los escogidos”.1

Desde una visión calvinista moderada, por su misma definición la gracia eficaz es

efectiva. En esto se diferencia de ciertos aspectos de la gracia común, porque a éstos se los puede

rechazar o, por lo menos, no reconocerlos como de Dios. Naturalmente que la gracia eficaz no

excluye la necesidad del acto humano de creer. Es, justamente, tarea del Espíritu mover a los

hombres a que crean; en consecuencia, puede decirse que ningún hombre se salva contra su

propia voluntad. No se trata de algo que se realiza aparte de la voluntad humana, pero sí

garantiza un actuar efectivo sobre dicha voluntad, que la mueve sin forzarla.2

La Preservación de Dios en cuanto a la Salvación

Es la doctrina que afirma que los seres humanos, una vez que han recibido el don de la

salvación por medio de un acto libre de fe, no podrán perderlo jamás, no porque ellos sean fieles

en perseverar en la fe y las buenas obras, sino porque Dios es fiel en preservarlos

independientemente de sus obras, e incluso de la persistencia de esa fe que les llevó a ser salvos.

1
El Calvinismo y la Gracia Eficaz, https://iglesiando.com/2009/03/29/el-calvinismo-y-la-gracia-eficaz/
consultado el 13 de julio de 2018.
2
Charles C. Ryrie, El Espíritu Santo (Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 1993), 70.
Esta certeza está basada en que la muerte de Cristo fue eficaz en perdonar nuestros pecados

pasados, presentes y futuros y por lo tanto no se trata de un sacrificio que sea necesario repetir o

complementar, sino que fue hecho una vez y para siempre (Heb 10:12). También en el hecho de

que dicha salvación no depende de la obra de hombres sino de la obra del Dios trino (Ro 8:33-

34; 5:5; Ef 4:30).3

La Perseverancia de los Santos según el Calvinismo

La doctrina de la perseverancia significa que Dios hace posible que el creyente siga

manteniendo la fe el resto de su vida. También significa que el creyente necesita demostrar la

salvación asemejándose más a Cristo. La posición calvinista es clara y directa en este asunto, tal

como lo declara la Confesión de fe de Westminster: “Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el

Amado y ha llamado eficazmente y santificado por su Espíritu, no pueden caer ni total ni

definitivamente del estado de gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin y serán

salvos por toda la eternidad”.

Este punto es coherente con el resto del sistema teológico calvinista. Como Dios ha

elegido a ciertos individuos de entre la masa de los humanos caídos para que reciban la vida

eterna, y aquellos que han sido elegidos necesariamente recibirán esa vida, se deduce que su

salvación debe ser permanente. Si los elegidos en algún momento pudieran perder la salvación,

que Dios les hubiera elegido para la vida eterna no habría sido realmente efectivo. Por tanto, la

doctrina de la elección tal como la entiende Calvino requiere también perseverancia.4

3
Ezequiel Serrato, “La Seguridad Eterna” (presentación en clase, curso Doctrina de la Salvación TH-568 S/
TH-330 S, Grace School of Theology, 13 de julio de 2018).
4
Millard J. Erickson, Teología sistemática. Segunda edición (Barcelona, España: Editorial Clie, 2008),
991-993.
La Perseverancia de los Santos según el Arminianismo

El punto de vista arminiano, contrario al calvinista, sostiene que es posible caer de la

gracia, dicho de otro modo, que una persona puede ser un creyente genuino y aún así,

eventualmente perder la salvación. Los arminianos utilizan dos métodos básicos para formular su

teoría. Primero, se centran en los pasajes didácticos que aparentemente enseñan que es posible

apostatar. Segundo, apuntan hacia los fenómenos históricos, las narraciones bíblicas que hablan

de gente específica que aparentemente recayó. Además de ejemplos bíblicos, señalan también

varios ejemplos extrabíblicos de personas de la historia o procedentes de su experiencia que en

un momento dado dieron la impresión de estar totalmente regenerados y sin embargo después

abandonaron cualquier muestra de fe cristiana.

Finalmente, también plantean varias objeciones prácticas a la idea calvinista de la

perseverancia. Una de ellas es que el punto de vista calvinista está en conflicto con el concepto

de las Escrituras de la libertad humana. Si es cierto que los que están en Cristo perseverarán y no

recaerán, entonces debe ser cierto que no pueden escoger la apostasía. Y si esto es así, no pueden

ser libres. Sin embargo, las Escrituras, señalan los arminianos, describen a los humanos como

seres libres, porque se les anima repetidamente a que escojan a Dios y claramente se les describe

como responsables ante él por sus acciones.5

Glorificación

La etapa final del proceso de salvación se denomina glorificación. La glorificación es un

punto en el que la doctrina de la salvación se superpone a la doctrina de las últimas cosas, porque

mira más allá de esta vida hacia el mundo que ha de venir. La glorificación es multidimensional,

esto es, que implica tanto la escatología individual como la colectiva. Abarca la perfección de la

5
Ibíd., 997-998.
naturaleza espiritual del creyente individual que se produce con la muerte, cuando el cristiano

pasa a estar en presencia del Señor. También implica la perfección de los cuerpos de todos los

creyentes que se produce en el momento de la resurrección en conexión con la segunda venida de

Cristo, e incluso implica la transformación de la creación entera (Ro 8:18-25).6

Expiación Limitada

La expiación limitada es la doctrina que sostiene que el sacrificio de Cristo en la cruz fue

únicamente por los elegidos. La mayoría de los calvinistas creen que el propósito de la venida de

Cristo no fue posibilitar la salvación de todos los humanos, sino hacer que fuera cierta la

salvación de los elegidos. Hay varios elementos en su argumentación. Primero, hay pasajes de

las Escrituras que enseñan que la muerte de Cristo fue “por su pueblo.” De tales pasajes, los

particularistas deducen que Cristo no murió por todos. También deducen el concepto de la

expiación limitada de otras doctrinas como por ejemplo, la de la obra intercesora de Cristo, es

decir, como el Padre siempre escucha al Hijo, no tendría sentido que intercediera por aquellos

que no serían beneficiarios de la redención. En otras palabras, Jesús solamente ora por aquellos

por quienes se sacrifica, y sólo se sacrifica por aquellos por quienes ora.

Por último, los defensores de la expiación limitada, afirman que existe una conexión

lógica entre esta doctrina y la de la elección. El argumento es que hubiera sido un desperdicio y

una falta de presciencia de parte de Dios que Cristo muriese por aquellos que no han sido

elegidos para salvación. Esto, desde la perspectiva calvinista particularista, sería una

contradicción.7

6
Ibíd., 1003.
7
Ibíd., 839-842.
Expiación Ilimitada

En contraste con la posición de la expiación limitada, está la idea de que Dios a través de

la muerte de Cristo quiso hacer que la salvación fuera posible para todos, aunque sólo será

recibida por aquellos que la aceptan de forma individual. Los que mantienen esta teoría se basan

en los pasajes bíblicos en los cuales se habla de la muerte de Cristo o la expiación en términos

universales, en especial aquellos que dicen que Cristo murió por los “pecados del mundo” (p.ej

Jn 1:29; 3:17-17). También apelan a los pasajes en los que parece indicarse que algunos por los

que Cristo murió perecerán (Ro 14:15; 2 Pe 2:1). La tercera clase de pasajes a los que acuden son

aquellos que dicen que el evangelio tiene que ser proclamado universalmente (Mt 24:14; 28:19).

Después de todo, afirman, si Cristo murió sólo por los elegidos, ¿cómo podría ofrecérsele

salvación a todos sin que haya cierta dosis de insinceridad o artificialidad? Por último, parece

existir una contradicción entre lo que dice la Biblia sobre el amor de Dios por el mundo y la

creencia de que Cristo no murió por todos ellos.8

Depravación Extensiva (Corruptiva) del Calvinismo Moderado

De acuerdo con el calvinismo radical, no podemos recibir la salvación por medio de un

acto libre de fe, puesto que estamos en un estado tan completamente depravado (en sentido

intensivo) que no tenemos la capacidad de aceptar el regalo de la salvación. En cambio, el

calvinismo moderado, que cree en la depravación total en un sentido extensivo, sostiene que la

imagen de Dios no ha sido completamente borrada de la humanidad caída sino solamente

difuminada. Si bien las personas son incapaces de salvarse a través de sus propias obras, sí son

capaces de recibir la salvación, puesto que, aunque ella no procede de nuestra voluntad (Jn 1:13),

8
Ibíd., 842-844.
se hace realidad por medio de la fe (nuestra), tal como vemos en Ef 2:8. Es decir, mediante el

acto de “recibir” a Cristo (Jn 1:12).9

Expiación Limitada del Calvinismo Moderado

El calvinismo radical afirma que la expiación es limitada en su alcance e insisten en que

Cristo murió sólo por los escogidos. Por su parte, el calvinismo moderado sostiene que tal

limitación de alcance no existe, puesto que Cristo murió por todos (Jn 1:29; 2 Co 5:15; 1 Jn 2:2);

admiten sin embargo, que sí es limitada en su aplicación, haciéndose efectiva sólo en quienes

creen. Sin embargo, aunque sólo serán salvos los que crean, Dios desea que todos lo sean (1 Ti

2:4; 2 Pe 3:9).10

Gracia Irresistible del Calvinismo Moderado

En el calvinismo radical las personas reciben el don de salvación en contra de sus

voluntad. Por naturaleza los elegidos son pecadores, están muertos y eran incapaces de recibir la

salvación cuando Dios se la otorgó en contra de lo que realmente deseaban. Los calvinistas

moderados, por el contrario, están convencidos de que la gracia irresistible de Dios es eficaz en

aquellos que la desean (los escogidos), pero no en quienes no la aceptan. Dios obra de un modo

irresistible y eficaz en los que deciden recibir su gracia. Sin embargo, no fuerza la voluntad de

los que no desean recibirla. Dios es amor, y el amor actúa de manera persuasiva, no coercitiva.

El amor forzado representa una contradicción moral (Mt 23:37).11

9
Norman L. Geisler, Un punto de vista calvinista moderado,
https://gcorpeno.files.wordpress.com/2011/03/calvinista_moderado.pdf consultado el 13 de julio de 2018, 71.
10
Ibíd., 72.
11
Ibíd., 72-73.
BIBLIOGRAFÍA

Erickson, Millard J. Teología Sistemática. Segunda edición. Barcelona, España: Editorial Clie,
2008.

Geisler, Norman L. Un punto de vista calvinista moderado. En


https://gcorpeno.files.wordpress.com/2011/03/calvinista_moderado.pdf

Ryrie, Charles C. El Espíritu Santo. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz, 1993.

Serrato, Ezequiel. “La Seguridad Eterna”. Presentación en clase, curso Doctrina de la Salvación
TH-568 S/ TH-330 S, Grace School of Theology, 13 de julio de 2018.

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