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TEMA I.

LA INGENIERÍA DE SUELOS EN EL DISEÑO DE VÍAS

Los ingenieros de carreteras y geotecnia están interesados en las propiedades básicas


de los suelos, debido a que éstos se usan extensamente en la construcción de vías. Las
propiedades de los suelos son de gran importancia ya que una vía debe desalojar volúmenes
elevados de tránsito con un alto porcentaje de camiones. También tienen mucha importancia
cuando tienen que construirse terraplenes altos y cuando debe incrementarse la resistencia
del suelo que se va a usar como apoyo intermedio para el pavimento vial. Por ello, varias
dependencias del transporte han desarrollado procedimientos detallados para la investigación
de los materiales de los suelos que se usan en la construcción de vías.

En este tema se presenta un resumen del conocimiento actual de las características y


de las propiedades de los suelos, que son importantes para los ingenieros de carreteras y
geotecnia, incluyendo el origen y la formación de los suelos, la identificación de los suelos y los
métodos para el ensayo de los suelos.

Las Características de los Suelos

Las características básicas de un suelo pueden describirse en términos de su origen, su


formación, la granulometría y la forma. Posteriormente se verá que las principales
propiedades de cualquier suelo, están relacionadas principalmente con sus características
básicas.

• El Origen y la Formación de los Suelos

Para propósitos de ingeniería, el suelo se define como el agregado no cementado de


granos minerales y materia orgánica descompuesta (partículas sólidas) junto con el líquido y
aire en los espacios vacíos entre partículas sólidas.

Los granos minerales que forman la fase sólida de una agregado del suelo son el
producto de la meteorización o intemperización y la erosión de la roca. El tamaño de los
granos individuales varía en un amplio intervalo. Muchas de las propiedades físicas del suelo
son dictadas por el tamaño, la forma y la composición química de los granos. Para entender
mejor estos factores, uno debe estar familiarizado con los tipos de roca que forman la corteza
terrestre. Con base en su origen, las rocas se pueden dividir en tres tipos básicos: ígneas,
sedimentarias y metamórficas.

La meteorización o intemperismo es el proceso de descomposición de las rocas por


procesos mecánicos y químicos en fragmentos más pequeños. La meteorización mecánica
puede ser causada por la expansión y la contracción de las rocas a partir de la ganancia y la
pérdida continua de calor, que da lugar a la desintegración final. Con frecuencia el agua se
filtra en los poros y fisuras existentes en las rocas. A medida que la temperatura desciende, el
agua se congela y se expande. Otros agentes físicos que ayudan a desintegrar las rocas son los
glaciares (de hielo), el viento, el agua de los arroyos y ríos y las olas del mar. En la
meteorización química, los minerales de la roca originales se transforman en nuevos minerales
por reacción química.
Después de la meteorización el suelo formado puede permanecer en el lugar (suelo
residual) o ser transportado por agentes naturales como los glaciares, el agua, las corrientes
de aire y la gravedad. Los suelos transportados se pueden clasificar en varios grupos: suelos
glaciales, por gravedad, aluviales o fluviales, lacustres, marinos y eólicos. Además de los suelos
transportados y residuales, hay turbas y suelos orgánicos que se derivan de la descomposición
de los materiales orgánicos.

• Textura de la Superficie

La textura de un suelo puede clasificarse en términos de su apariencia, la cual depende


principalmente de la forma y del tamaño de sus partículas y distribución.

Independientemente de su origen, los tamaños de partículas que conforman el suelo


pueden variar en un amplio intervalo. Los suelos son generalmente llamados: grava, arena,
limo o arcilla, dependiendo del tamaño predominante de las partículas dentro del suelo. Para
describir los suelos por su tamaño de partícula, varias organizaciones han desarrollado límites
de separación de tamaño de suelo.

La siguiente tabla muestra los límites de separación de tamaño de suelo desarrollados


por algunas instituciones:

La distribución del tamaño de las partículas de los suelos /granulometría) puede


determinarse realizando un análisis mecánico de suelos. El análisis mecánico es la
determinación de la gama de tamaños de partículas presentes en un suelo, expresados como
un porcentaje del peso seco total (o masa). Generalmente se utilizan dos métodos para
encontrar la distribución de tamaño de partículas de suelo:

• Análisis de tamiz, para tamaños de partículas mayores de 0.075 mm de diámetro.


• Análisis de hidrómetro para tamaños de partículas más pequeñas que 0.075 mm de
diámetro.
El análisis de tamiz consiste en agitar la muestra de suelo a través de un conjunto de
tamices que tienen aberturas más pequeñas progresivamente. Los tamices son hechos de
malla de alambre forjado con aberturas rectangulares que varían de tamaño desde 127.0 mm
(5”) en la serie más gruesa hasta el número 1000 (0.002mm) en la serie correspondiente a
suelo fino. El tamiz No. 200 (0.075mm) es el tamiz más pequeño en la práctica. Los números
estándar de tamiz y los tamaños de las aberturas se dan en la tabla.

El análisis de hidrómetro se basa en el principio de la sedimentación de los granos del


suelo en agua. Cuando una muestra de suelo se dispersa en agua, las partículas se depositan a
diferentes velocidades, en función de su forma, tamaño y peso. Por simplicidad, se supone que
todas las partículas de suelo son esferas y que la velocidad de las partículas del suelo puede ser
expresada por la ley de Stokes (1850, físico y matemático inglés , 1819-1903), según la cual:
𝜌𝜌𝑠𝑠 − 𝜌𝜌𝑤𝑤 2
𝑣𝑣 = 𝐷𝐷
18𝜂𝜂
v= velocidad
ρ s = densidad de las partículas del suelo
ρ w = densidad del agua
η= viscosidad del fluido

En muchos casos los resultados del análisis de tamiz y del análisis de hidrómetro para
las fracciones más finas de un suelo dado se combinan en un gráfico, como el que se muestra
en la figura.
Los porcentajes de grava, arena, limo, arcilla y partículas de tamaño de arcilla
presentes en un suelo pueden obtenerse a partir de la curva de distribución de tamaño de
partícula.

La forma natural de una partícula de suelo puede ser redonda, angular o plana.
Generalmente esta forma natural es una indicación de la resistencia del suelo, especialmente
para partículas de suelo son más grandes.

En los depósitos de corrientes y de ríos se encuentran partículas redondas que han


estado sujetas a mucho desgaste y por lo tanto, la mayoría son fuertes.

Los suelos con partículas de forma angulosa tienen mayor resistencia a la deformación
que aquellos con partículas redondas, ya que las partículas individuales con forma angulosa
tienden a entrabarse, mientras que las partículas redondas tienden a rodar unas sobre otras.

Las partículas planas y con forma de hojuela o escama no han estado sujetas a una
acción similar y son frágiles. Casi todos los suelos de grano fino tienen partículas planas y con
forma de escama, mientras que los suelos de grano grueso tienen partículas redondas o con
forma angulosa.
Propiedades Básicas de los Suelos en Ingeniería

Los ingenieros deben familiarizarse con aquellas propiedades básicas de los suelos que
influyen en su comportamiento cuando están sujetos a cargas externas. La determinación de
cómo se va a comportar un depósito específico de suelo cuando este sujeto a una carga
externa, es más bien complicada porque los depósitos de suelos pueden tener propiedades
heterogéneas. Los ingenieros siempre deben tener en mente que el comportamiento de
cualquier suelo depende de las condiciones de dicho suelo, en el momento en que está siendo
probado.

• Relaciones de Fase

Generalmente una masa de suelo consta de partículas sólidas de diferentes minerales


con espacios entre éstos. Los espacios pueden estar llenos de aire, agua o ambos. Por lo tanto,
los suelos se consideran como sistemas trifásicos que constan de aire, agua y sólidos.

La figura (a) muestra un elemento de suelo de volumen V y peso W como existe en


estado natural. Para desarrollar las relaciones volumétricas y gravimétricas, separamos las tres
fases (es decir, sólido, agua y aire) como muestra la figura b.

El volumen total de una muestra de suelo dada entonces se expresa como:

V = Vs + V v = V s + Vw + V a

V s = volumen de sólidos de suelo


V v = volumen de vacíos
V w = volumen de agua en los vacíos
V a = volumen de aire en los vacíos

Tenemos dos tipos de relaciones: volumétricas y gravimétricas.


En las relaciones volumétricas tenemos:

La relación de vacíos, o quedad o índice de poros (e) se define como la razón del
volumen de vacíos al volumen de sólidos.

𝑽𝑽𝑽𝑽
𝒆𝒆 =
𝑽𝑽𝑺𝑺

La relación puede variar teóricamente de 0 (V v =0) a ∞ (valor correspondiente a un


espacio vacío). En la práctica no suelen hallarse valores menores de 0.25 (arenas muy
compactas con finos) ni mayores de 15, en el caso de algunas arcillas altamente compresibles.

La porosidad (n) se define como la razón del volumen de vacíos al volumen total.

𝑽𝑽𝑽𝑽
𝒏𝒏 =
𝑽𝑽

Esta relación puede variar de 0 (en un suelo ideal con sólo fase sólida) a 1.0 (espacio
vacío). Los valores reales suelen oscilar entre 0.20 y 0.95.

El grado de saturación (S) se define como la razón del volumen de agua al volumen. El
grado de saturación se expresa comúnmente como un porcentaje.

𝑽𝑽𝑾𝑾
𝑺𝑺 =
𝑽𝑽𝑽𝑽

Varía de 0 (suelo seco) a 100% (suelo totalmente saturado).

La relación entre la relación de vacíos y porosidad se obtiene como:


𝒏𝒏
𝒆𝒆 =
𝟏𝟏 − 𝒏𝒏
𝒆𝒆
𝒏𝒏 =
𝟏𝟏 + 𝒆𝒆

En las relaciones gravimétricas tenemos:

El contenido de humedad (w) se llama también contenido de agua y se define como la


relación del peso de agua entre el peso de sólidos en un volumen dado de suelo.

𝑾𝑾𝑾𝑾
𝒘𝒘 =
𝑾𝑾𝑺𝑺

Varías teóricamente de 0 a ∞. En la naturaleza la humedad de los suelos varía entre


límites muy amplios. En arcillas japonesas se han registrado contenidos de agua de 1,200 -
1,400%, si bien estos valores son excepcionales. En México existen valores de 1,000% en
arcillas procedentes de la región sureste del país.

En Mecánica de Suelos se relaciona el peso de las distintas fases con sus volúmenes
correspondientes, por medio del concepto de peso específico, es decir, de la relación entre el
peso de la sustancia y su volumen.
El peso específico (ϒ) es el peso de suelo por volumen unitario.

𝑾𝑾
ϒ=
𝑽𝑽

El peso específico se expresa también en términos del peso de sólidos del suelo,
contenido de agua y volumen total. Los ingenieros de suelos llaman a veces el peso específico
como peso especifico húmedo, aparente o natural.

A veces es necesario conocer el peso por volumen unitario de suelo excluida el agua,
denominándose peso específico seco ϒ d . Entonces,

𝑾𝑾𝑺𝑺
ϒ𝒅𝒅 =
𝑽𝑽

El peso específico saturado (ϒ sat ), cuando una masa de suelo está saturado (es decir,
todo el volumen de vacíos está lleno de agua), el peso específico húmedo de un suelo resulta
igual al peso específico saturado (ϒ sat ), entonces ϒ=ϒ sat , si V v =V w.

El peso específico se expresa en kilonewton por metro cúbico (KN/m3). Como el


newton es una unidad derivada (son las que se derivan o definen con base en las
unidades fundamentales, o sea metro, kilogramo, segundo), a veces es conveniente
trabajar con densidades (ρ) del suelo. La unidad Si de densidad es kilogramos por metro cúbico
(Kg/m3). Podemos escribir las ecuaciones de densidad:
𝒎𝒎
𝝆𝝆 =
𝑽𝑽

Y
𝒎𝒎𝒔𝒔
𝝆𝝆𝒅𝒅 =
𝑽𝑽

ρ= densidad del suelo (Kg/m3)


ρ d = densidad seca del suelo (Kg/m3)
m= masa total de la muestra de suelo (Kg)
m s = masa de sólidos de suelo en la muestra (Kg)

La unidad de volumen total V es m3.

Los pesos específicos de suelo en N/m3 se obtienen de las densidades en kg/m3 como

ϒ = 𝛒𝛒𝒈𝒈
ϒ𝒅𝒅 = 𝝆𝝆𝒅𝒅 𝒈𝒈
g= aceleración de la gravedad = 9.81 m/s2.

Tenemos también el peso específico o densidad sumergida que es la diferencia entre el


peso específico saturado (densidad saturada) y el peso específico del agua (densidad del agua),
o sea:

ϒ`= ϒ sat - ϒw
El peso específico o la densidad relativa de sólidos (G s ) se define como la relación
entre el peso específico de un sólido y el peso específico del agua a 4ºC, destilada y sujeta a
una atmósfera de presión.

𝑾𝑾𝒔𝒔
ϒ𝒔𝒔 𝑽𝑽
𝑮𝑮𝒔𝒔 = = 𝒔𝒔
ϒ𝒘𝒘 ϒ𝒘𝒘

Se usa en varios cálculos de la mecánica de suelos. El rango general de los valores del
peso específico de los sólidos de los suelos encontrados en la naturaleza es bastante pequeño.
La densidad relativa de sólidos se determina exactamente en el laboratorio. La siguiente tabla
proporciona algunos valores representativos de suelos.

La mayoría de los minerales tienen una densidad relativa de sólidos que caen dentro
de un rango general de 2.6 a 2.9. la densidad relativa de sólidos de arena ligeramente
coloreada, formada principalmente de cuarzo, se estima aproximadamente igual a 2.65; para
suelos arcillosos y limosos, varía entre 2.6 y 2.9. para fines prácticos, un valor razonable puede
ser supuesto en vez de realizar una prueba.

Límites de Atterberg

Cuando los minerales de arcilla están presentes en el suelo de grano fino, el suelo se
puede remover en presencia de algo de humedad sin que se desmorone. Esta naturaleza
cohesiva se debe al agua adsorbida que rodea a las partículas de arcilla. En 1900, un científico
sueco llamado Albert Mauritz Atterberg desarrolló un método para describir la consistencia de
los suelos de grano fino con diferentes contenidos de humedad. Con un contenido de
humedad muy bajo, el suelo se comporta más como un sólido quebradizo. Cuando el
contenido de humedad es muy alto, el suelo y el agua puede fluir como un líquido. Por lo
tanto, sobre una base arbitraria, dependiendo del contenido de humedad, la naturaleza del
comportamiento del suelo puede ser dividido en cuatro estados básicos: sólido, semisólido,
plástico y líquido. Como se muestra en la figura:
El contenido de humedad, expresado en porcentaje, en el que se lleva a cabo la
transición del estado sólido al estado semisólido se define como el límite de contracción. El
contenido de humedad en el punto de transición del estado semisólido al estado plástico es el
límite plástico, y del estado plástico al estado líquido es el límite líquido. Estos límites son
también conocidos como límites de Atterberg.

• Límite Líquido (LL)

El Límite Líquido o LL, se define como el contenido de agua, en porcentaje requerido


para cerrar una distancia de 12.7 mm (1/2 pulgada) a lo largo del fondo de la ranura a los 25
golpes. El dispositivo para determinar el límite líquido, que consiste en una copa de bronce y
una base de hule duro. La copa de bronce se deja caer sobre la base por una leva operada por
una manivela. Para la prueba del límite líquido se coloca una pasta en la copa. Se corta una
ranura en el centro de la pasta de suelo, usando la herramienta de corte estándar. Luego, con
la leva operada por la manivela, se levanta la copa y se deja caer desde una altura de 10 mm.

• Límite Plástico (LP)

El Límite Plástico o LP se define como el contenido de humedad, en porcentaje, en el


que el suelo al enrollarse en hilos de 3.2 mm (1/8``) de diámetro se desmorona. La prueba es
simple y se realiza mediante rodados repetidos por parte de una masa de tierra de tamaño
elipsoidal sobre una placa de vidrio esmerilado.

• Límite de Contracción (LC)

La masa de suelo se contrae a medida que este pierde humedad gradualmente. Con la
pérdida continua de humedad se alcanza un estado de equilibrio hasta el punto en el que más
perdida de humedad no dará lugar a ningún cambio de volumen adicional. El contenido de
humedad, en porcentaje, en el que el cambio de volumen de la masa de suelo cesa se define
como Límite de Contracción o LC.

• Índice Plástico (IP)

El índice de plasticidad (IP) es la diferencia entre el límite líquido y el límite plástico de


un suelo, es el rango del contenido de humedad para el cual el suelo se encuentra en el estado
plástico

IP= LL - LP

• Índice de Liquidez o Fluidez (IL)

Ya que tanto el LL como el LP pueden determinarse solamente en suelos remoldeados,


es muy posibles que los límites determinados no sean aplicables al suelo sin perturbar, ya que
la estructura de las partículas de suelo en el estado no perturbado puede ser diferente de
aquella en el estado perturbado. Por tanto, es posible que un suelo no perturbado, no se
encuentre en estado líquido si su contenido de humedad es de 35 por ciento aun cuando se
haya encontrado que el LL sea de 35 por ciento, por tanto el Índice de Liquidez (IL) se usa para
reflejar las propiedades del suelo natural y se define como:

𝑤𝑤 − 𝐿𝐿𝐿𝐿
𝐼𝐼𝐼𝐼 =
𝐿𝐿𝐿𝐿 − 𝐿𝐿𝐿𝐿

Un suelo con in IL menor que cero tendrá una fractura frágil cuando se somete a un
esfuerzo cortante, y un suelo con un IL entre cero y uno estará en el estado plástico. Cuando el
IL es mayor que uno, el suelo estará en un estado de viscosidad líquida si se somete a un
esfuerzo cortante.

Los suelos con un IL mayor que uno se conocen como arcillas movedizas, permanecen
relativamente firmes en estado no perturbado pero se hacen muy inestables y aún pueden
fluir como un líquido si se someten a un esfuerzo cortante.
Permeabilidad

La permeabilidad de un suelo es la propiedad que describe como fluye el agua a través


del suelo. Generalmente se da en términos del coeficiente de permeabilidad (K), que es la
constante de proporcionalidad de la relación entre la velocidad de flujo y el gradiente
hidráulico entre dos puntos en el suelo. Esta relación fue determinada por primera vez por un
ingeniero francés llamado Darcy y está dada como:

u = Ki

u= velocidad del agua en el suelo


i= gradiente hidráulica = h/L (pérdida de carga h por unidad de longitud L)
K= coeficiente de permeabilidad

El coeficiente de permeabilidad de un suelo puede determinarse en el laboratorio,


realizado ya sea una prueba de carga constante o de carga variable o en el campo mediante
pruebas de bombeo.

Las arcillas y los suelos de grano fino tienen una permeabilidad muy baja; entonces
difícilmente se presenta flujo de agua en estos suelos. Los suelos de grano grueso, tales como
las gravas y arenas, tienen una permeabilidad elevada, lo que permite que el agua fluya
fácilmente por ellas. Por lo tanto, los suelos con una permeabilidad elevada generalmente son
estables, tanto en estado seco como en estado saturado. Entonces, los suelos de grano grueso
constituyen materiales excelentes para la subrasante. Sin embargo, observe que puede
presentarse la acción capilar en algunos suelos permeables tales como la grava sucia, que
puede causar problemas de estabilidad graves.

La capilaridad es el movimiento de la humedad libre, mediante fuerzas capilares a


través de aberturas de diámetro pequeño, en la masa de suelo hacia poros que no están llenos
de agua. Aunque la humedad puede moverse en cualquier dirección, el movimiento en sentido
hacia arriba generalmente causa los problemas más graves, ya que esto puede causar un
debilitamiento o conducir el levantamiento por congelación.

Resistencia al Esfuerzo Cortante

La resistencia al esfuerzo cortante de los suelos es de especial importancia para el


ingeniero de carreteras y geotecnia, debido a que las masas de suelo generalmente fallan
cuando están sometidas al esfuerzo cortante bajo las cargas de la carretera. La resistencia al
esfuerzo cortante de un suelo depende de la cohesión y del ángulo de fricción interna y se
expresa como:

τ = c + σtanφ

τ= resistencia al esfuerzo cortante


c= cohesión
φ= ángulo de fricción interno
σ= esfuerzo normal en el plano de esfuerzo cortante

El grado de importancia ya sea de la cohesión o del ángulo de fricción interna depende


del tipo de suelo. En los suelos de grano fino tales como las arcillas, el componente de
cohesión es el principal contribuyente a la resistencia del esfuerzo cortante. De hecho,
generalmente se supone que el ángulo de fricción interno de las arcillas saturadas es cero, lo
que hace que la resistencia al esfuerzo cortante en cualquier plano de estos suelos sea igual a
la cohesión c. Los factores que afectan a la resistencia al esfuerzo cortante de los suelos
cohesivos incluyen el depósito geológico, el contenido de humedad, las condiciones de drenaje
y la densidad.

En los suelos de grano grueso tales como las arenas, la resistencia al esfuerzo cortante
se alcanza principalmente a través de la resistencia interna al deslizamiento, cuando las
partículas se deslizan unas encimas de otras. Por lo tanto, el ángulo de fricción interno es
importante. El valor del ángulo de fricción interno depende de la densidad de la masa de
suelo, de la forma de las partículas individuales del suelo, y de la textura de la superficie. En
general, el ángulo de fricción interno es grande cuando la densidad es alta. En forma similar,
los suelos con partículas rugosas tales como los granos de arena angulosos tendrán un ángulo
grande de fricción interno.

La resistencia al esfuerzo cortante de un depósito de suelo puede obtenerse en el


laboratorio realizando ya sea la prueba triaxial, la prueba de compresión no confinada, o la
prueba de esfuerzo cortante directo. Estas pruebas pueden realizarse ya sea en el suelo sin
perturbación o en suelos remoldeados. Sin embargo, observe que al usar muestras
remoldeadas , el remoldeo debe representar condiciones similares a las de campo.

La resistencia al esfuerzo cortante in situ de un suelo, también puede obtenerse


directamente realizando ya sea la prueba del suelo por placa de asiento o la prueba de
penetración de cono.
Clasificación de los Suelos para su uso en Carreteras

La clasificación de suelos es un método mediante el cual, los suelos se clasifican


sistemáticamente de acuerdo con sus características probables de ingeniería. Por lo tanto,
sirve como un medio de identificación de los materiales para subbase mas idóneos y de
predicción del comportamiento probable de un suelo, cuando se usa como material para la
subrasante. La clasificación de un suelo dado se determina realizando pruebas relativamente
sencillas en muestras alteradas del suelo; entonces los resultados se correlacionan con la
experiencia de campo.

Observe, sin embargo, que aunque las propiedades técnicas de un suelo dado para
usarse en la construcción de carreteras, pueden predecirse confiablemente a partir de su
clasificación, esto no debe considerarse como un sustituto de la investigación detallada de las
propiedades de los suelos. La clasificación de un suelo debe considerarse como un medio para
obtener una idea general de cómo se va a comportar el suelo si se usa como material para
subrasante o subbase.

Los sistemas de clasificación de suelos dividen los suelos en grupos y subgrupos con
base en propiedades ingenieriles comunes como la distribución granulométrica, el límite
líquido y el límite plástico.

El sistema de clasificación más comúnmente usado para propósitos de carreteras, es la


AASHTO (American Association of State Highway and Transportation Officials), también la
USCS o SUCS (Unified Soil Classification System o Sistema Unificado de Clasificación de Suelos).
El sistema de la AASHTO se emplea principalmente para la clasificación de las capas del
pavimento de una carretera, no se utiliza en la construcción de cimentaciones.

• Sistema de Clasificación de Suelos de la AASHTO

Este sistema de clasificación de suelos fue desarrollado en 1929 como el Sistema de


Clasificación de Administración de Carreteras. Ha sido objeto de varias revisiones, con la actual
versión propuesta por la Comisión de Clasificación de Materiales para los Tipos de Carreteras
Subrasantes y Granulares de la Junta de Investigación de Carreteras en 1945 (Norma ASTM D-
3282; método AASHTO M145).

De acuerdo con la forma presente de este sistema, los suelos se pueden clasificar
según ocho grupos principales, A-1 a A-8, con base en su distribución granulométrica, límite
líquido e índice de plasticidad. Los suelos listados en los grupos A-1, A-2 y A-3 son materiales
de grano grueso, donde el 35% o menos de las partículas pasan a través del tamiz núm. 200 y
aquellos en los grupos A-4, A-5, A-6 y A-7 son materiales de grano fino, donde los suelos tienen
más de 35% pasa a través del tamiz núm. 200. La turba, el fango y otros suelos altamente
orgánicos se clasifican en el grupo A-8 y se identifican mediante una inspección visual. La
AASHTO ha descrito a este sistema como un medio de determinación de la cantidad relativa de
suelos para usarse en terraplenes, subrasante, sub bases y bases.

El sistema de clasificación de la AASHTO (para suelos A-1 a A-7) se presenta en la tabla.


Observe que el grupo A-7 incluye dos tipos de suelos. Para el tipo A-7-5, el índice de plasticidad
del suelo es menor que o igual al límite líquido menos 30. Para el tipo A-7-6, el índice de
plasticidad es mayor que el límite líquido menos 30.

El sistema de clasificación se basa en los siguientes criterios:

1. Tamaño de grano:

Grava: fracción que pasa el tamiz de 75 mm y es retenida en el tamiz núm. 10 (2 mm).


Arena: fracción que pasa el tamiz núm. 10 (2 mm) y es retenida en el tamiz núm. 200 (0.075
mm).
Limo y arcilla: fracción que pasa el tamiz núm. 200

2. Plasticidad: el término limoso se aplica cuando las fracciones finas del suelo tienen
un índice de plasticidad de 10 o menos. El término arcilloso se aplica cuando las fracciones
finas tienen un índice de plasticidad de 11 o más.

3. Si se encuentran cantos y bolos (tamaño mayor a 75 mm), se excluyen de la porción


de la muestra de suelo en el que se hizo la clasificación. Sin embargo, se registra el porcentaje
de este tipo de material.
Para la evaluación cualitativa de la conveniencia de un suelo como material de capa
subrasante de un camino, también se desarrolló un número al que se le refiere como índice de
grupo (IG). Entre mayor sea el valor del índice de grupo para un suelo dado, más deficiente
será el desempeño del suelo como capa subrasante. El IG se determina aproximándolo al
número entero más cercano, debe registrase un valor de cero cuando se obtenga un valor
negativo. Los índices de grupo de los suelos granulares están generalmente comprendidos
entre 0 y 4, los correspondientes a los suelos limosos, entre 8 y 12 y los suelos arcillosos, entre
11 y 20, o más. Un índice de grupo de 20 o mayor indica un material muy deficiente para
utilizarlo como capa subrasante. La fórmula para el índice de grupo es

F 200 = porcentaje que pasa la malla No. 200, expresado como un número entero
LL= Límite Líquido
IP= Índice de Plasticidad

El primer término de la ecuación, es el índice de grupo parcial determinado por el


límite líquido. El segundo término, es el índice de grupo parcial determinado a partir del índice
de plasticidad

Al calcular el índice de grupo para un suelo que pertenece al grupo A-2-6 o al A-2-7,
sólo se utiliza la ecuación parcial del índice de grupo que se relaciona con el índice de
plasticidad:

El índice de grupo se redondea al número entero más cercano y se escribe al lado del
grupo de suelo entre paréntesis; por ejemplo,

El índice de grupo para suelos que se encuentran en los grupos A-1-a, A-1-b, A-3, A-2-4
y A-2-5 siempre es cero.

En el sistema de la AASHTO, los suelos granulares se ubican en las clases A-1 hasta A-3.
Los suelos A-1 constan de materiales granulares bien graduados, los suelos A-2 contienen
cantidades importantes de limos y arcillas y los suelos A-3 son arenas limpias pero mal
graduadas.

La clasificación de los suelos en el sistema de la AASHTO consiste en primer lugar, en la


determinación de la distribución del tamaño de las partículas y de los límites de Atterberg del
suelo y luego en la tabla de izquierda a derecha para encontrar el grupo correcto. El grupo
correcto es el primero de la izquierda que encaje con la distribución del tamaño de las
partículas y con los límites de Atterberg y debe expresarse en términos de la designación de
grupo y del IG. Los ejemplos son el A-2-6 (4) y el A-6 (10).

A continuación se presentan un resumen de las reglas para la determinación del índice


de grupo:

1. Si la ecuación da un valor negativo para IG, se toma como 0.

2. El índice de grupo calculado a partir de la ecuación se redondea al número entero más


próximo (por ejemplo, IG= 3.4 se redondea a 3; IG =3.5 se redondea a 4).

3. No hay límite superior para el índice de grupo. Los valores del índice de grupo, deben ser
utilizados solo para comparar suelos dentro el mismo grupo y no entre grupos diferentes.

4. El índice de grupo de los suelos que pertenecen a los grupos A-1-a, A- 1-b, A-2-4, A-2-5 y A-3
siempre es 0.

5. Al calcular el índice de grupo para suelos que pertenecen a los grupos A-2-6 y A-2-7, utilice
el índice de grupo parcial para IP.

En resumen, un depósito de suelo es adecuado para la construcción de vías cuando:

1. Los suelos clasificados como A-1-a, A-1-b, A-2-4, A-2-5 y A-3 pueden usarse
satisfactoriamente como material para subrasante o subbase si se drenan
apropiadamente. Además, estos suelos deben compactarse apropiadamente y cubrirse
con un espesor adecuado de pavimento (base o carpeta de rodamiento o ambos) para
soportar la carga en la superficie.
2. Los materiales clasificados como A-2-6, A-2-7, A-4, A-5, A-6, A-7-5 y A-7-6 van a
requerir una capa de material para sub base si se usan para la subrasante. Si se van a
usar como material para terraplén, debe darse atención especial al diseño del
terraplén. Los A-4 y A-6 pueden usarse para terraplenes si la altura del terraplén es
poca, el proceso de compactación en el campo se controla cuidadosamente y el
terraplén se localiza donde se espera que el contenido de humedad no sobrepase el
valor especificado en la construcción
3. Cuando los suelos están apropiadamente drenados y compactados, disminuye su valor
como material para la subrasante a medida que aumenta el IG.

El ábaco de la siguiente figura ha sido elaborado en 1978 por la AASHTO. Para


utilizarlo, nótese que en el extremo derecho se encuentra una medida que corresponde al
porcentaje de material que pasa a través del tamiz Nº 200 de la muestra de suelo. Se parte de
un punto de esa medida trazando una línea recta que intercepte a un punto de la medida del
límite líquido que a su vez esta misma línea interceptará a un punto de la medida del índice
parcial de grupo. De igual manera se realizada pero para el índice de plasticidad, obteniendo
así dos valores de índice parcial de grupo (uno para LL y otro para IP). Finalmente el índice de
grupo será la suma de los dos índices parciales de grupo.

Resumen y comparación entre la AASHTO y el Sistemas Unificado

Ambos sistemas de clasificación de suelos, AASHTO y Unificado, se basan en la textura


y la plasticidad del suelo. Además, ambos sistemas dividen los suelos en dos categorías
principales: grano grueso y grano fino, separado por el tamiz No. 200.

Según el sistema AASHTO, un suelo se considera de grano fino cuando pasa más del
35% en el tamiz No. 200. Según el sistema Unificado, un suelo se considera de grano fino
cuando más del 50% pasa por el tamiz No. 200. Un suelo de grano grueso que tiene alrededor
del 35% de granos finos se comportarán como un material de grano fino. Esto es porque es
una cantidad suficiente de granos finos para llenar los espacios vacíos entre los granos gruesos
y mantenerlos separados. En este caso, el sistema AASHTO parece ser más apropiado.
En el sistema AASHTO se utiliza el tamiz No. 10 para separar la grava de la arena; en el
sistema Unificado, es el tamiz No. 4. Desde el punto de vista de los límites de tamaño
separados por el suelo, el tamiz No. 10 es el límite superior más aceptado para la arena. Este
límite se utiliza en el hormigón y la autopista tecnología (highway base course technology.)

En el sistema Unificado, los suelos gravosos y arenosos están claramente separados;


en el AASHTO, no lo son. El grupo A-2, en particular, contiene una gran variedad de suelos.
Símbolos como GW, SM, CH, y otros que se utilizan en el sistema Unificado son más
descriptivos de las propiedades del suelo que los símbolos A utilizados en el sistema AASHTO.

La clasificación de los suelos orgánicos, tales como OL, OH y Pt, se proporciona en el


Sistema Unificado. Bajo el sistema AASHTO, no hay lugar para los suelos orgánicos. Las turbas
suelen tener alto contenido de humedad, bajo peso específico de los sólidos del suelo y bajo
peso unitario. La siguiente figura muestra las micrografías electrónicas de barrido de cuatro
muestras de turba recogidas en Wisconsin.

Algunas de las propiedades de las turbas de la figura, se dan en la siguiente tabla.


Liu (1967) comparó los sistemas AASHTO y Unificado. Los resultados de su estudio son
presentados en las siguientes tablas.
Estudios de Suelos para la Construcción de Carreteras

Los estudios de suelos para la construcción de carreteras incluyen la investigación de


las características del suelo en la ruta de la carretera y la identificación de los suelos adecuados
para usarse como materiales para la subase y el relleno. Por lo tanto, los estudios de suelos
normalmente son una parte integral de los estudios de localización preliminar, ya que las
condiciones del suelo pueden afectar significativamente la ubicación de la carretera. Siempre
se desarrolla un estudio detallado de suelos en la ubicación final de la carretera.

El primer paso en cualquier estudio de suelos radica en la recolección de la


información existente sobre las características del suelo del área donde se va a localizar la
carretera. Esta información puede obtenerse de los mapas geológicos y de suelos agrícolas, de
las fotografías áreas existentes y de un examen de las excavaciones y de los cortes existentes
en el camino en el área. La información obtenida de estas fuentes puede usarse para
desarrollar una compresión general de las condiciones del suelo en el área y para identificar
cualesquiera depende de la cantidad de información existente que pueda obtenerse.

El siguiente paso es obtener e investigar suficientes muestras de suelo a lo largo de la


ruta de la carretera, para identificar las fronteras de los diferentes tipos de suelo, de modo que
pueda trazarse un perfil del suelo. Se obtienen muestras de cada tipo de suelo a lo largo de la
localización de la ruta mediante perforaciones con barrena o con pozos de sondeo para las
pruebas de laboratorio. Generalmente se toman muestras a diferentes profundidades hasta
aproximadamente 1.5 metros. En los casos en los que se requiera la localización de rocas, la
profundidad puede incrementarse. Entonces se determinan las propiedades técnicas de las
muestras y se usan para clasificar a los suelos. Es importante que se registren
sistemáticamente las características de los suelos en cada orificio, incluyendo la profundidad,
la ubicación, el espesor, la textura, etc. También es importante anotar la localización del nivel
freático. Entonces se usan estos datos para graficar un perfil detallado del suelo a lo largo de la
carretera.
Métodos Geofísicos de Exploración del Suelo

Varios tipos de técnicas de exploración geofísica permiten efectuar una evaluación


rápida de las características del subsuelo. Estos métodos también permiten una cobertura
rápida de grandes áreas y son menos costosos que la exploración convencional por
perforación. Sin embargo, en muchos casos, la interpretación definitiva de los resultados es
difícil. Por esa razón, las técnicas se deben emplear sólo para trabajos preliminares. Los
perfiles del suelo también pueden obtenerse mediante uno o dos métodos geofísicos de
exploración del suelo, que se conocen como los métodos de resistividad y sísmico.

• Método de la resistividad eléctrica

El método de la resistividad eléctrica se basa en la diferencia de la conductividad


eléctrica o resistividad de los diferentes tipos de suelo. Se produce un campo eléctrico en el
terreno mediante dos electrodos de corriente y se registra entonces la caída de potencial entre
los dos electrodos intermedios o electrodos de potencial.

Entonces se calcula la resistividad aparente del suelo para una profundidad


aproximadamente igual al espaciamiento d. El equipo de resistividad que se usa generalmente
se diseña de modo que la resistividad aparente pueda leerse directamente en el
potenciómetro o geófono.

Los datos del perfil de suelo se obtienen moviendo el electrodo a lo largo del eje
longitudinal de la carretera propuesta sin cambiar el espaciamiento. Entonces se determina la
resistividad aparente a lo largo de la carretera propuesta sin cambiar el espaciamiento.
Entonces se determina la resistividad aparente a lo largo de la carretera, para una profundidad
que sea igual al espaciamiento d. entonces se comparan las resistividades obtenidas con los
valores conocidos para diferentes suelos, mediante la calibración del instrumento con el uso
de materiales localmente expuestos.

La resistividad eléctrica de cualquier material conductor que tiene una longitud L y un


área A de sección transversal se puede definir como:

𝑅𝑅𝑅𝑅
𝜌𝜌 =
𝐿𝐿

R= resistencia eléctrica

Las unidades de la resistividad son ohm-centímetro u ohm-metro. La resistividad de


varios suelos depende de su contenido de humedad y también de la concentración de iones
disueltos en ellos. Las arcillas saturadas tienen una resistividad muy baja; los suelos secos y las
rocas tienen una resistividad alta. El intervalo de resistividad generalmente encontrada en
varios suelos y rocas se da en la tabla.
En el procedimiento más común para medir la resistividad eléctrica de un perfil de
suelo se utilizan cuatro electrodos hincados en el terreno, igualmente separados a lo largo de
una recta. Al procedimiento se le refiere en general como método de Wenner, figura a.

Los dos electrodos exteriores se utilizan para enviar una corriente eléctrica I (suele ser
corriente directa con electrodos de potencial no polarizante) al terreno. La corriente se
encuentra por lo general en el intervalo de 50 a 100 miliamperes. La caída de voltaje, V, se
mide entre los dos electrodos interiores. Si el perfil del suelo es homogéneo, su resistividad
eléctrica es:

2𝜋𝜋𝜋𝜋𝜋𝜋
𝜌𝜌 =
𝐼𝐼

En la mayoría de los casos, el perfil del suelo puede consistir en varios estratos con
resistividades diferentes y la ecuación ρ, producirá la resistividad aparente. Para obtener la
resistividad real de varios estratos y sus espesores, se puede utilizar un método empírico que
comprende efectuar pruebas con varios espaciamientos de los electrodos (es decir, d se
cambia). La suma de las resistividades aparentes, ∑ρ, se traza contra el espaciamiento d, como
se muestra en la figura b.
La gráfica que se obtiene de esta manera tiene segmentos relativamente rectos, cuyas
pendientes dan la resistividad de los estratos individuales. Los espesores de los diversos
estratos se puede estimar como se muestra en la figura b. El sondeo por resistividad es
particularmente útil para ubicar depósitos de grava dentro de un suelo de grano fino.

• Método sísmico o refracción sísmica

Los sondeos por refracción sísmica son útiles para obtener información preliminar
acerca del espesor de los estratos de varios suelos y de la profundidad de la roca o suelo duro
en un emplazamiento.
Los sondeos por refracción se realizan mediante impactos sobre la superficie del
terreno, como en el punto A en la figura a y observando la primera llegada de las
perturbaciones (ondas de esfuerzo) a varios otros puntos (por ejemplo, B, C, D, . . .).

El impacto se puede crear por un golpe de un martinete o por una carga explosiva
pequeña. La primera llegada de las ondas perturbadoras en varios puntos se puede registrar
por geófonos.

El impacto sobre la superficie del terreno crea dos tipos de ondas de esfuerzo: ondas P
(u ondas de compresión planas) y ondas S (u ondas de cortante). Las ondas P viajan más rápido
que las ondas S; de aquí que la primera llegada de las ondas perturbadoras estará relacionada
con las velocidades de las ondas P en varios estratos. La velocidad de las ondas P en un medio
es:

E s = módulo de elasticidad del medio


ϒ= peso específico del medio
g= aceleración debida a la gravedad
μ s = relación de Poisson

Para determinar la velocidad ν, de las ondas P en varios estratos y los espesores de


estos estratos, se utiliza el procedimiento siguiente:

Paso 1. Se obtienen los tiempos de la primera llegada, t 1 , t 2 , t 3 , . . . , en varias distancias x 1 , x 2 ,


x 3 , . . . , desde el punto de impacto.

Paso 2. Se traza una gráfica del tiempo t contra la distancia x. La gráfica se verá como la que se
muestra en la figura b.

Paso 3. Se determinan las pendientes de las rectas ab, bc, cd, . . . :

1
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑎𝑎𝑎𝑎 =
𝜈𝜈1

1
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑏𝑏𝑏𝑏 =
𝜈𝜈2

1
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑐𝑐𝑐𝑐 =
𝜈𝜈3

Aquí, v 1 , v 2 , v 3 , . . . son las velocidades de las ondas P en los estratos I, II, III, . . .,
respectivamente (figura a).

Paso 4. Se determina el espesor del estrato superior:


El valor de x c se puede obtener de la gráfica, como se muestra en la figura b

Paso 5. Se determina el espesor del segundo estrato.

Aquí, T i2 es la intercepción del tiempo de la recta cd en la figura b, prolongada hacia


atrás.

(Para consultar las deducciones detalladas de estas ecuaciones y otra información


relacionada, consulte Introduction to Geophysical Prospecting, Fourth Edition, Milton B.
Dobrin, 1988 y Principles of Soil Dynamics Braja M. Das, 2011).

Las velocidades de las ondas P en varios estratos indican los tipos de suelo o roca que
se encuentran abajo de la superficie del terreno. El intervalo de la velocidad de las ondas P que
por lo general se encuentra en tipos de suelos diferentes y roca a poca profundidad se indica
en la tabla.

Al analizar los resultados de un sondeo por refracción, se debe tener en cuenta dos
limitaciones:

1. Las ecuaciones básicas del sondeo, es decir, las ecuaciones Z 1 y Z 2 , se basan en la suposición
de que la velocidad de las ondas P es tal que v 1 < v 2 < v 3 , . . . .

2. Cuando un suelo está saturado debajo del nivel freático la velocidad de las ondas P puede
ser engañosa. Las ondas P pueden viajar con una velocidad de aproximadamente 1500 m/s a
través del agua. Para suelos secos y sueltos, la velocidad puede ser mucho menor que 1500
m/s. Sin embargo, en una condición saturada, las ondas viajarán a través del agua presente en
los espacios vacíos con una velocidad de aproximadamente 1500 m/s. Si no se ha detectado la
presencia de agua freática, la velocidad de las ondas P se puede interpretar erróneamente e
indicar un material más resistente (por ejemplo, una arenisca) que el real in situ.

En general, las interpretaciones geofísicas siempre se deben verificar con los


resultados obtenidos de sondeos.

Pruebas Especiales de Suelos para Diseño de los Pavimentos.

Además de las pruebas estudiadas hasta este momento, existen algunas pruebas
especiales para suelos, las cuales se realizan algunas veces para determinar la resistencia o el
valor de soporte de un suelo dado, si se usa como material para subrasante o sub base. Los
resultados obtenidos de estas pruebas se usan en forma individual para el diseño de algunos
pavimentos, dependiendo del método de diseño de pavimento que se use. Las pruebas de uso
más común de esta categoría son: Prueba de Placa, CBR (California Bearing Ratio), la prueba
del Estabilómetro de Hveen y Pruebas Triaxiales.

• Prueba de Placa

Se hace para evaluar la capacidad soportante de las subrasantes, las bases y en


ocasiones, los pavimentos completos. Se utiliza tanto en el diseño de pavimentos rígidos como
flexibles.

La prueba consiste en cargar una placa circular, en contacto estrecho con el suelo por
probar, midiendo las deformaciones correspondientes a diferentes cargas. Es frecuente el uso
de placas de 76.2 cm (30 pulgadas) de diámetro o de placas de área igual al contacto de una
llanta. Para impedir la flexión del elemento se colocan encima otras placas de diámetro
decrecientes, que dan al conjunto la rigidez deseada. La carga se transmite con gatos
hidráulicos con reacción dada generalmente con camiones cargados. Las deformaciones de la
placa suelen medirse en cuatro puntos, dos a dos opuestos y dispuestos ortogonalmente, por
medio de extensómetros ligados a un puente, cuyo apoyo se coloca lo suficientemente lejos de
la placa como para poder considerarlo fijo. En la figura aparece esquemáticamente el
conjunto:
Por medio de una prueba de placa puede calcularse el módulo de reacción de una
subrasante dada. Este concepto se define como la presión que ha de transmitir la placa para
producir en el suelo una deformación fijada previamente.

𝑝𝑝 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑘𝑘 = ;
𝛥𝛥 𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙3

Es obvio que el módulo de reacción así definido depende del diámetro de la placa que
se use para calcularlo, a presión constante, el asentamiento de una placa circular crece con el
diámetro de la misma, por lo que si se fija un asentamiento dado, la presión necesaria para
obtenerlo será mayor cuanto más pequeño sea el diámetro de la placa. Esta es la razón por la
que para las aplicaciones prácticas se ha tendido al uso de la placa estándar de 76.2 cm (30
pulg) de diámetro, con lo que se supone que se reproducen satisfactoriamente las áreas
comunes de apoyo de las cargas reales.

A pesar del amplio uso que se ha hecho del concepto módulo de reacción en la
tecnología de los pavimentos, ha de señalarse su falta de significación intrínseca como medida
de cualquier propiedad fundamental de los suelos; su valor estriba más bien en servir como
parámetro de cálculo, al comparar módulos obtenidos de la misma manera en suelos
diferentes.

Este valor interviene en la aplicación de las fórmulas de Westergaard al diseño de


pavimentos rígidos y para su cálculo se presenta un problema, por otra parte muy frecuente
en diseño de pavimentos. Es obvio que el módulo de reacción, como cualquier otro parámetro
de comportamiento de la subrasante, depende de la humedad del suelo. En el laboratorio o en
una prueba de campo debería trabajarse con la humedad que llegue a tener el suelo en el
pavimento, la llamada humedad de equilibrio (en general diferente de la óptima de
compactación), pero ésta no se conoce a priori.

Lo que se hace es trabajar en el laboratorio con alguna humedad que se considera


crítica, algunas instituciones lo hacen con la que corresponde a la saturación, otras como las
del estado de Texas en los USA, con la que resulta de un proceso de curado que se describe
adelante. El punto es delicado e indudablemente uno den el que el criterio del ingeniero
resulta decisivo.

Cuando se usa el criterio de la saturación total como la situación más desfavorable, los
resultados de las pruebas de campo, en condiciones no saturadas, se corrigen con un factor
que depende de la relación de resistencias a la compresión simple en dos muestras del suelo
probado, uno en condición natural y otro saturado.

La carga se aplica a las placas por incrementos. Un nuevo incremento se coloca cuando
la velocidad de deformación bajo el anterior sea del orden de 0.001 cm/min (en realidad 0.002
pulg/min).

• Prueba CBR (California Bearing Ratio o Valor Relativo de Soporte - VRS)

La prueba de CBR que fue desarrollada originalmente en el Estado de California, USA,


para atender a los proyectos viales de aquella entidad federativa, pero pronto su utilización se
hizo general en muchos otros lugares, sobre todo por el sencillo método de diseño de
pavimentos que en ella se funda. La división de Carreteras de California la desarrollo
originalmente antes de la segunda guerra mundial y se usó en el diseño de algunos pavimentos
de carretera, actualmente la prueba se ha modificado y esta estandarizada bajo la designación
AASHTO de T193.

El valor relativo de soporte se obtiene de una prueba de penetración en la cual un


vástago de 19.4 cm2 (3 pulg2) de área se hace penetrar en una muestra de suelo a razón de
0.127 cm/min (0.05 pulg/min); se mide la carga aplicada para penetraciones que varíen en
0.25 cm (0.1 pulg).

El CBR se define como la relación, expresada como porcentaje, entre la presión


necesaria para penetrar los primeros 0.25 cm (0.1 pulg) y la presión para tener la misma
penetración en un material arbitrario, adoptado como patrón, que es una piedra triturada en
la cual se tienen las presiones en el vástago para las penetraciones indicadas en la siguiente
tabla:

Como se dijo, la penetración que se usa para calcular el CBR es la de los primeros 0.25
cm (0.1 pulg); como regla general, el CBR disminuye cuando la penetración en que se hace el
cálculo es mayor, pero a veces si se calcula con la penetración 0.5 cm (0.2 pulg) resulta mayor
que el calculado con la penetración 0.25 cm (0.1 pulg); en tal caso se adopta como CBR el valor
obtenido con la penetración 0.5 cm (0.2 pulg).

La muestra de suelo en que se hace la prueba está confinado en un molde de 15.2 cm


(6 pulg) de diámetro y 20.3 cm (8 pulg) de altura. En el método de prueba original desarrollado
en California, la muestra se preparaba en tres capas varilladas que llenasen el molde; después
el material se presionaba con una carga total de 140 Kg uniformemente, eran preparados
muestras con humedades diferentes, hasta encontrar una en la que los 140 Kg provocaran la
exudación de agua por la base inferior del molde; esta muestra tras un período de saturación
de 4 días, se suponía que representaba las condiciones más desfavorables de humedad
prevalecientes en el futuro pavimento.

En épocas más recientes el US Army Corps of Engineers ha desarrollado un método de


prueba que difiere del original en los procedimientos de preparación de la muestra. Se emplea
ahora un método dinámico de compactación de las muestras, para lo que se usan las pruebas
Proctor estándar, modificada u otra con diferente energía de compactación. Con esto se trata
de reproducir mejor tanto las condiciones de compactación logradas con el equipo de campo,
como el control que de esa compactación se efectúa en el laboratorio.

Con el objeto de reproducir la sobrecarga que en el pavimento real vaya a tener una
determinada capa debido a la capas superiores, cuando se haga la prueba con material de
aquella capa se coloca sobre él una placa con perforación central, cuyo peso comunique a la
muestra una presión equivalente a la sobrecarga que se tendrá en el pavimento; la perforación
central en la placa tiene por objeto permitir el paso del pistón que efectuará la penetración.

Los factores que más afectan los valores obtenidos en la prueba del CBR son la textura
del suelo, su contenido de agua y el peso específico seco. En los suelos friccionantes, la
expansión durante la saturación es despreciable, por lo que el monto de la sobrecarga dada
por la placa perforada que simula el peso de las capas superiores del pavimento no es muy
significativo durante la saturación; sin embargo, este valor de la sobrecarga si influye mucho
en los resultados de la prueba en la etapa de penetración, pues el confinamiento afecta mucho
la resistencia en suelos friccionantes. En suelos arcillosos ocurre precisamente lo opuesto; la
expansión durante la saturación depende mucho de la presión de sobrecarga, mientras que
ésta influye poco en la etapa de penetración.

Generalmente la curva presión - penetración obtenida de una prueba de CBR es lineal


para bajas penetraciones y tiende a hacerse ligeramente curva, con la concavidad hacia abajo,
a penetraciones mayores; en ocasiones, sin embargo, la gráfica resulta curva con concavidad
hacia arriba en un pequeño tramo correspondiente a las penetraciones iníciales; esto ocurre,
sobre todo, cuando el pistón no está exactamente normal a la superficie de la muestra al
iniciarse la prueba, en estas ocasiones es preciso corregir los resultados de la prueba;
desplazando la gráfica hacia la izquierda, de modo que su parte recta, prolongada haciendo
caso omiso de la pequeña curvatura inicial, pase por el origen. Los nuevos valores de CBR así
obtenido se denominan el CBR corregido.

El equipo de prueba estándar CBR se muestra en la Figura.


La prueba se realiza como sigue:

Paso 1. Las muestras alteradas del material del suelo seleccionado se compactan para
diferentes contenidos de humedad, en moldes de 6 pulgadas de altura, con el uso del método
de compactación estándar de AASHTO. La densidad de compactación debe variar desde 95% o
más bajo, hasta 100% o mayor. Entonces se traza la curva de densidad en seco contra
contenido de humedad. Se selecciona la muestra que tenga la densidad en seco más elevada
para la prueba CBR.

Paso 2. La muestra compactada seleccionada, que todavía está en el molde, se sumerge en


agua durante cuatro días para obtener una condición de saturación similar a lo que puede
ocurrir en el campo. Durante este periodo, la muestra se carga con una sobrecarga,
generalmente de 10lb o mayor, que simule el peso estimado del material del recubrimiento
del suelo portante. Se mide cualquier expansión de la muestra de suelo debida al
humedecimiento.

Paso 3. Entonces la muestra se retira del agua y se deja drenar por aproximadamente 15 min.

Paso 4. La muestra, que todavía sustenta el peso de la sobrecarga, se ajusta entonces a la


penetración por el pistón del equipo estándar CBR. Se registran las cargas que causan
diferentes penetraciones en (Lb/pulg2) y se traza una curva de carga-penetración. Entonces se
determina el CBR como:

CBR= (Carga unitaria para una penetración de 0.1 del pistón en el espécimen de prueba
(lb/pulg2))/(Carga unitaria para una penetración de 0.1 en roca resquebrajada estándar
lb/pulg2)).
Generalmente se considera que la carga unitaria de 0.1 pistón en roca resquebrajada
estándar, es igual a 1000 lb/pulg2, lo que hace que la CBR sea igual a:

CBR= ((carga unitaria para una penetración de 0.1 del pistón en la muestra para ensayo)/1000)
X 100.

Los resultados de una prueba completa para determinación del CBR se vacían en una
combinación de tres gráficas, mostrada en la siguiente figura:

En la parte a, de la figura aparecen gráficas resultado de las pruebas de compactación


que realizaron para fabricar las muestras en que se efectuaron pruebas de CBR. Las curvas I, II
y III se obtuvieron en este caso usando energías de compactación decrecientes.

En la parte b, de la misma figura aparecen los resultados típicos de las pruebas de CBR
para las mismas muestras a que se refiere la parte a, nótese que dicho valor no es una
características constante del suelo, sino que depende en forma primordial del contenido de
agua con que se preparó la muestra.

Existe un CBR máximo, el cual corresponde a una humedad por lo menos muy cercana
a la óptima de compactación en la prueba de que se trate y obsérvese también que para suelos
con alta humedad el CBR del suelo compactado con mayor energía específica puede ser menor
que el que se obtiene usando una energía menor; sin embargo el CBR máximo obtenible si es
mayor cuanto mayor sea la energía específica con que se haya compactado la muestra.
En la parte c, se muestra una gráfica de la que pueden extraerse conclusiones de
interés práctico grande. Se han dibujado los valores de CBR corregido contra los pesos
específicos secos de las muestras probados; cada curva dibujada corresponde a pruebas de
penetración en que el suelo tenía la misma humedad de compactación, pero fue compactado
con diferente energía específica y se obtiene fijando una humedad, por ejemplo 14% (curva
marcada en el número 14).

En la parte a, pueden obtenerse los tres pesos específicos que en el caso tratado
corresponden a la humedad 14%, en diferentes energías de compactación; en la parte b,
pueden obtenerse los valores de CBR obtenidos en esos tres casos. Se tienen así tres pesos
específicos y tres valores de CBR obtenidos en tres muestras compactados con 14% humedad,
usando las tres energías específicas que se han manejado; con estos tres pares de valores se
construye la curva 14 en la parte c.

Las curvas de las figuras c, indican que no siempre a mayor peso específico se tienen
mayores valores de CBR. Por ejemplo, en la curva 20 se tienen, de hecho, peores condiciones.
Todo depende del contenido de agua del suelo. Lo anterior proporciona un método de trabajo
práctico. Supóngase que en el campo se va a trabajar con una humedad comprendida entre
14% y 18%, figura a.

Supóngase también que se desea obtener en el campo un peso específico seco


comprendido entre 95% y el 99% del máximo obtenido con la energía I. Estos valores (ver zona
rayada en la figura a) determinan el intervalo de humedades y pesos específicos que deben
exigirse en el campo. Ahora, en la parte c, se ve que para humedades entre 14% y 18% y para
los pesos específicos arriba mencionados, el CBR puede oscilar entre 11% y 26%
aproximadamente; puede también verse lo peligrosos que sería en el campo de que la
humedad subiese de 18%, con lo cual el valor del CBR del suelo se abatiría fuertemente.

Con base en lo anterior podría fijarse un CBR de diseño próximo al límite inferior del
orden de 12% por ejemplo. Con gráficas análogas a las de las figuras, el proyectista puede
entonces adoptar un CBR de diseño lógico, acotar el peso específico seco máximo que ha de
exigirse en el campo y tener un criterio respecto a la gravedad de un error por defecto o
exceso en el control de la humedad de campo.

La principal crítica de la prueba CBR es que no simula correctamente a las fuerzas de


esfuerzo cortante impuestas sobre los materiales de la subbase y de la subrasante, como
sustentan al recubrimiento de la carretera. Por ejemplo, es posible obtener un valor
relativamente alto de la CBR para un suelo que contenga material grueso rugoso o anguloso y
alguna cantidad de arcilla inconveniente, si el material grueso resiste a la penetración del
pistón cuando conserva su solidez en el molde. Sin embargo, cuando este material se usa en la
construcción de carreteras, el desempeño del suelo puede ser deficiente, debido a la
lubricación de la masa de suelo por la arcilla, que reduce la resistencia al esfuerzo cortante de
la masa de suelo.
• Prueba del Estabilómetro de Hveen

En California, USA, Hveem ha desarrollado un aparato, llamado Estabilómetro, que es


básicamente una cámara triaxial que mide la relación entre las presiones verticales
comunicadas a la muestra y las horizontales transmitidas por éste, sin permitir deformación
horizontal. Está formado por un cilindro metálico dentro del cual hay una membrana de hule;
entre el cilindro metálico y la membrana de hule queda un espacio anular que se llena de
aceite para transmitir la presión lateral sobre la muestra. Un esquema del aparato aparece en
la siguiente figura:

Esta prueba se usa para determinar el valor de la resistencia R del suelo a la presión
horizontal obtenida, a imponer un esfuerzo vertical de 160 lb/pulg a una muestra de suelo.
Entonces el valor de R puede usarse para determinar el espesor del pavimento encima del
suelo para sustentar la carga de transito estimada. La prueba se concibió por primera vez en la
década de los 30 y se usó para obtener la estabilidad de muestras de laboratorio y de campo
de pavimentos bituminosos. Actualmente ha sido modificada y se ha adecuado a los materiales
para la subrasante y se designa como T190 de la AASHTO.

El procedimiento consta de tres fases: determinación de la presión de exudado,


determinación de la presión de expansión y determinación del valor de resistencia R (prueba
de Estabilómetro). Con objeto de realizar esta prueba, se preparan cuatro muestras cilíndricas
de 4 pulg de diámetro y 2.5 pulg de altura, para diferentes contenidos de humedad
compactando las muestras de los suelos en moldes de acero. La compactación se obtiene
apisonando o amasando el suelo.

Seguramente uno de los puntos de mayor interés en la técnica de prueba con el


estabilómetro radica en la preparación de la muestra, para cuya tarea Hveem ha desarrollado
un compactador especial que trata de reproducir de un modo más fiel que el usual la acción
del equipo de campo, sobre todo la del rodillo para de cabra y neumático en menor escala.

El compactador mecánico, sin el operador, forma muestras por medio de un verdadero


proceso de amasado, independientemente de la influencia del operador, aun cuando no hay
suficientes publicaciones sobre resultados y conclusiones, que permitan definir la
representatividad del compactador, toda la intuición ingenieril inclina a pensar que este
método de compactación sea el que produzca las muestras más representativas de los suelos a
los que en el campo se aplican métodos de compactación con rodillo para de cabra o rodillo
neumático. Un pisón especial comunica a la muestra una acción de amasado que desplaza las
partículas del suelo, en especial lateralmente. El pisón ejerce una presión de 24.5 Kg/cm2 (350
lb/pulg2), aplicandose 100 veces repartidas en toda la superficie de la muestra.

Presión de exudado

La presión de exudado es el esfuerzo de compresión que hace expulsar el agua de la


muestra compactado. Cada muestra se presiona en el molde de acero mediante la aplicación
de una carga vertical hasta que el agua exude del suelo. La base del equipo de exudación tiene
varios circuitos eléctricos impresos en paralelo (siete celdas fotoeléctricas y un registrador), y
el agua exudada completa al circuito. La presión que haga exudar suficiente agua para activar a
cinco o seis de estos circuitos es la presión exudado.

El departamento de Carreteras de California especifica que el valor de estabilidad


obtenido en el Estabilómetro de Hveem que se utilice para el cálculo del espesor necesario del
pavimento corresponda a un contenido de agua tal de la muestra que dé a este un presión de
exudación de 21 kg/cm2 (300 lb/pulg2); por este motivo es común medir la presión de
exudación en muestras preparadas con contenidos de agua tales que hagan variar este
concepto entre 7 y 56 kg/cm2 (100 y 800 lb/pulg2).

Presión de expansión

Al terminar la prueba del exudado, se coloca una placa perforada de latón de 10.1 cm
de diámetro (4") sobre cada muestra en el molde de acero y se cubre con agua. El dispositivo
consiste en un puente metálico calibrado de tal manera que es conocida para cada flecha del
puente, la presión que se ejerce desde la placa circular.

Entonces las muestras se dejan reposar por un periodo de 16 a 24 horas durante el


cual se mide la expansión del suelo. La prueba se efectúa de tal manera que no se permiten
cambios importantes durante ella en el peso específico del suelo. La presión de expansión se
obtiene como el producto de la constante del resorte de la barra de acero del aparato de
expansión y la expansión mostrada por el medidor de deflexiones. Esta presión indica la carga
y, por lo tanto, el espesor del material que se requiere encima de este suelo, para evitar
cualquier hinchamiento si el suelo se inunda con agua cuando se use como material para la
subrasante.
Valor de cohesiómetro

El cohesiómetro mide la resistencia a la tensión por flexión de una muestra de suelo.


Se supone que dicho valor está relacionado con la resistencia al esfuerzo cortante que
desarrolle la muestra bajo un confinamiento representativo del que tendrá el pavimento. La
prueba se aplica sobre todo a los materiales que formarán las capas superiores de la
estructura.

La muestra se coloca dentro de dos mordazas articuladas, una móvil y otra fija, la
primera está ligada a una barra (palanca de carga), en cuyo extremo se va ejerciendo una
fuerza creciente, hasta la falla de la muestra. El valor del cohesiómetro está dado por la
fórmula:

𝑊𝑊
𝐶𝐶 =
𝐷𝐷(0.20𝐻𝐻 + 0.044𝐻𝐻2

C: valor de cohesiómetro, gr/pulg2


W: peso de los perdigones en el depósito extremo, gr
D: diámetro o ancho de la muestra, pulg
H: altura de la muestra, pulg

Valor de resistencia R

En la figura se muestra un esquema del Estabilómetro de Hveen que se usa en esta


fase de la prueba.
Al terminar la prueba de expansión, la muestra se coloca en un casquillo flexible y se
coloca en el Estabilómetro como se muestra en la figura. Se aplica gradualmente presión
vertical a la muestra a una velocidad de 0.05 pulg/min hasta alcanzar una presión de
160lb/pulg2. Inmediatamente se registra la presión horizontal correspondiente. Para corregir
cualquier distorsión de los resultados debido a la rugosidad de la superficie de la muestra, se
mide la penetración del diagrama flexible dentro de la muestra. Esto se hace al reducir a la
mitad la carga vertical sobre la muestra y también al reducir la presión horizontal hasta 5
lb/pulg, con el uso de una bomba de tipo de tornillo. Entonces se registra el número de vueltas
que requiere la bomba para aumentar la presión horizontal hasta 100lb/pulg2. El valor de
resistencia del suelo está dado como:

100
𝑅𝑅 = 100 −
2.5 𝑃𝑃𝑣𝑣

𝐷𝐷 𝑃𝑃ℎ − 1� + 1

Donde

R= valor de la resistencia
P V = presión vertical (160 lb/pulg2)
P h = presión horizontal para P V de 160 lb/pulg2
D= número de vueltas de la bomba de desplazamiento

Ya en la cámara se aplican a la muestra presiones verticales de 5.6 y 11.2 Kg/cm2 (80 y


160 lb/pulg2) y se mide en el manómetro la presión lateral transmitida al fluido. La prueba se
complementa midiendo la presión de expansión y de exudación de otras muestras del mismo
suelo. La primera se mide saturando una muestra y permitiendo que, al tratar de expandirse,
empuje una vigueta estándar, cuya flecha se mide. La presión de exudación es la requerida
para que el agua empiece a salir de la muestra.

Esta es una prueba triaxial.


• Pruebas Triaxiales

La tecnología de pavimentos ha desarrollado un conjunto de pruebas tipo triaxial en


las que están basados métodos de diseño de pavimentos. En este lugar se mencionan
únicamente en forma superficial, haciendo hincapié, por otra parte, en que desde el punto de
vista teórico poco añaden a los discutido en relación a las pruebas triaxiales para
determinación de la resistencia al esfuerzo cortante en suelos.

Las pruebas se han aplicado a determinar las propiedades de la subrasante y las capas
de pavimento propiamente dichas, incluyendo en algunos casos a las carpetas. En general las
pruebas se asimilan a la rápida de la práctica común de la Mecánica de Suelos. Las tres
principales son las desarrolladas en: Texas, Kansas y California.

Prueba triaxial de Texas

En el Estado de Texas, USA, las autoridades responsables han desarrollado un tipo de


pruebas cuyos fines son obtener las envolventes de resistencia de los suelos en la forma usual.
Dichas envolventes se utilizan en un método específico de diseño desarrollado también en
aquel estado de los USA.

La cámara triaxial usada es un tubo de acero inoxidable con una membrana interior de
hule; entre la membrana y la cámara se introduce aire a presión para dar el esfuerzo de
confinamiento. La cámara es de de tamaño relativamente grande (30.5 cm de altura, por 17.2
cm de diámetro interior), con el objeto de poder probar materiales con abundantes partículas
gruesas, que son usuales en la tecnología de los pavimentos.

Este caso es de interés el método de curado de la muestra con el cual tratan de


reproducirse las condiciones más desfavorables en la vida del pavimento. El material es
compactado en cuatro capas en un cilindro análogo al usado en pruebas de CBR, después
secado en un horno a 60ºC durante 8 h y finalmente dejado en contacto con una fuente de
agua por un tiempo mínimo de 10 días o durante un tiempo, en días, numéricamente igual al
índice plástico del suelo. Durante este período de absorción capilar el suelo está sujeto a una
sobrecarga de 0.07 Kg/cm2 (1 lb/pulg2). De esta manera se suponen reproducidas en el
laboratorio las condiciones más desfavorables de la vida del pavimento.

Prueba Triaxial de Kansas

La prueba hecha en la cámara triaxial desarrollada por el estado de Kansas (USA), es la


base de todo un método de diseño de pavimentos, en uso en aquel estado.

La prueba mide el módulo de deformación de los suelos, definido como la pendiente


de la curva esfuerzo - deformación obtenida. Para obviar problemas de representatividad de la
muestra, la muestra utilizada dentro de la cámara triaxial es grande (unos 10 cm de diámetro).
Las condiciones de humedad más desfavorables para la vida del pavimento se reproducen
saturando la muestra, pero se acepta que esta condición puede resultar conservadora en
exceso, por lo que se introduce un factor corrector, n, función de la precipitación pluvial de la
zona de construcción.
El módulo de deformación se determina en la prueba haciendo uso de una gráfica
Esfuerzo Desviador (σ 1 - σ 3 ) - Deformación y señalando en ella el esfuerzo desviador que se
supone actuará en el pavimento real; el módulo de deformación es el secante correspondiente
a ese punto.

Prueba Triaxial de California

El Departamento de Carreteras de California, USA, desarrolló algunas pruebas


especiales, que sirven para aplicar el método de Hveem, para el cálculo de espesores de
pavimentos flexibles.

• Otras Pruebas

Prueba de Desgaste de Los Ángeles (ASTM C 131, AASHTO T 96 y ASTM C 535)

Una prueba especial, conocida como la Prueba de Desgaste de Los Ángeles, se utiliza
para determinar la calidad abrasiva de los agregados. La máquina de Los Ángeles consiste en
un tambor cilíndrico de acero que gira en posición horizontal. Este cilindro está provisto de una
abertura para introducir la muestra que se desea ensayar y un entrepaño para conseguir el
volteo del material. En la máquina de los Ángeles se introduce una muestra de árido limpio y
lavado con una de las siete granulometrías indicadas por la norma y una carga abrasiva
compuesta de esferas de fundición o de acero, cuyo peso total depende de la granulometría
elegida. Con la muestra y la carga abrasiva en el interior del tambor, se hace girar este a una
velocidad constante y durante un número determinado de vueltas, tras lo que se separa la
muestra, lavando y secando en horno o estufa lo retenido en el.

El resultado del ensayo es la diferencia entre el peso original de la muestra y su peso al


final del ensayo, expresada en tanto por ciento del peso inicial. A este valor numérico se le
denomina coeficiente de desgaste Los Ángeles. La pérdida máxima permitida de peso oscila
entre el 30 y el 60 por ciento, dependiendo de la especificaciones utilizadas; Sin embargo, un
máximo de 40 a 50 por ciento ha demostrado ser generalmente aceptable.

Slake Durability Test (SDT) (ASTM D4644)

La durabilidad es la resistencia que la roca presenta ante los procesos de alteración y


desintegración, propiedad a la que también se alude como alterabilidad, definiéndose en este
caso como la tendencia a la rotura de los componentes o de las estructuras de la roca.

Diversos procesos como la hidratación, disolución, oxidación, etc., cambian las


propiedades del material rocoso. En determinados tipos de rocas, como las volcánicas, lutíticas
o pizarrosas, con contenidos importantes de minerales arcillosos, la exposición al aire o la
presencia de agua degradan de una forma muy importante las propiedades resistentes, de tal
forma que éstas pueden ser sobrevaloradas para usos ingenieriles como excavaciones
superficiales, túneles, terraplenes, etc., si no se consideran su comportamiento a medio plazo,
una vez se ponen en contacto con la atmósfera.

La durabilidad de la roca aumenta con la densidad y se reduce con el contenido en


agua.

La durabilidad se evalúa mediante el ensayo de sequedad - humedad -


desmoronamiento o Slake Durability Test (SDT), que consiste en someter al material,
previamente fragmentado, a ciclos estándar de humedad - sequedad - desmoronamiento de
10 minutos de duración en el laboratorio. En la siguiente figura se muestra el aparato de
ensayo.
Los fragmentos de roca deben ser pesados después de secarlos en el horno, e
introducidos en un tambor con una malla exterior de 2 mm que se llena con agua hasta un
nivel por debajo del eje del tambor. Se rota entonces el tambor un número determinado de
veces. Las muestras que permanecen en el tambor se extraen, se secan al horno y se pesan, y
se vuelve a repetir el ciclo.

El índice de durabilidad, I D , representa el porcentaje de roca, en peso seco, que queda


retenido en el tambor después de uno o dos ciclos de desmoronamiento (I D1 , I D2 ) y puede
variar entre 0% y 100%.

𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠𝑠 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑é𝑠𝑠 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑢𝑢𝑢𝑢𝑢𝑢 𝑜𝑜 𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐𝑐


𝐼𝐼𝐷𝐷 (%) =
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖𝑖 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑙𝑙𝑙𝑙 𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚𝑚

La clasificación estándar se establece en base al valor de I D2 , como se muestra en la


tabla.

En el caso de rocas arcillosas muy débiles en las que se obtienen valores de ID 2


menores del 10% después del segundo ciclo, se recomienda emplear el índice correspondiente
al primer ciclo, I D1 , ver tabla.

Existen otros ensayos de laboratorio para la evaluación de la durabilidad, que


igualmente consisten en simular los procesos de meteorización para debilitar, fracturar y
disgregar la roca mediante ciclos humedad - sequedad, calentamiento - enfriamiento, hielo -
deshielo, desmoronamiento, etc. Los resultados de los ensayos de resistencia también
proporcionan información indirecta y cualitativa sobre la durabilidad de la roca.

Prueba de Solidez

La solidez se define como la capacidad del agregado para resistir la ruptura debido a
congelación y descongelación.

En agregado grueso, esta propiedad se puede determinar en el laboratorio tamizando


una muestra del agregado grueso a través del tamiz No. 4, y luego sumergir la porción retenida
en el tamiz en agua. La muestra se congela en el agua durante 2 horas y se descongela durante
media hora. Esta alternación de congelación y descongelación se repite entre 20 y 50 veces. La
muestra se seca y tamiza de nuevo para determinar el cambio en el tamaño de partícula. Se
puede usar sulfato de sodio o magnesio en lugar de agua.

En agregado fino, el requisito de solidez suele darse en términos del máximo permitido
de pérdida en el material después de cinco ciclos alternos de mojado y secado en la prueba de
solidez. Por lo general, se especifica una pérdida máxima de 10 por ciento de peso.

Durabilidad al Sulfato de Sodio y Sulfato de Magnesio (ASTM C 88 y AASHTO T 104)

Es el porcentaje de pérdida de material en una mezcla de agregados durante el ensayo


de durabilidad de los áridos sometidos al ataque con sulfato de sodio o sulfato de magnesio.
Este ensayo estima la resistencia del agregado al deterioro por acción de los agentes
climáticos durante la vida útil de la obra. Puede aplicarse tanto en agregado grueso como fino.
El ensayo se realiza exponiendo una muestra de agregado a ciclos alternativos de baño de
inmersión en una solución de sulfato de sodio o magnesio y secado en horno. Una inmersión y
un secado se consideran un ciclo de durabilidad. Durante la fase de secado, las sales precipitan
en los vacíos del agregado. En la reinmersión las sales se rehidratan y ejercen fuerzas de
expansión internas que simulan las fuerzas de expansión del agua congelada. El resultado del
ensayo es el porcentaje total de pérdida de peso sobre varios tamices para un número
requerido de ciclos. Los valores máximos de pérdida son apro6imadamente de 10 a 20 para
cinco ciclos de inmersión - secado.

Agregado fino: sulfato de sodio - pérdida máxima = 10% ; sulfato de magnesio - pérdida
máxima = 15%.

Agregado grueso: sulfato de sodio - pérdida máxima = 12% ; sulfato de magnesio - pérdida
máxima = 18%.

Es importante señalar que los sulfatos no atacan al asfalto, pero que pueden ocasionar
problemas durante la pavimentación asfáltica en forma de ``ampollado`` de la capa de
imprimación cuando la base granular ha sido humedecido con aguas conteniendo sulfatos o en
presencia de un nivel freático superficial con elevado contenido de sulfatos. Para que se
manifieste el ataque por sulfatos es necesaria la presencia de agua. Esto quiere, decir que un
suelo con contenidos elevados de sulfatos no atacara al concreto mientras este seco y así
mismo, un suelo con bajo contenido de sulfatos podrá atacar al concreto, se dé una migración
permanente de humedad cargada de sulfatos hacia la cara expuesta del pavimento.

La forma de ataque consiste en la reacción de los sulfatos de calcio (yeso y aguas


selenitosas), de magnesio y/o de sodio con la cal libre resultante del proceso de hidratación
del concreto. La primera manifestación visual del fenómeno, para contenidos bajos de sulfatos
es la aparición de manchas blanquecinas. Al aumentar la concentración de sulfatos se forma
primero una ``pelusa`` que luego de paso a cristales de sulfoaluminato de calcio hidratado con
características expansivas, los cuales producen el deterioro paulatino e irreversible del
concreto.

El medio más efectivo de incrementar la resistencia al ataque por sulfatos consiste en


reducir la relación del agua al total de los materiales cementantes.

Equivalente de Arena (ASTM D 2419 ; AASHTO T 176)

La prueba de laboratorio llamada equivalente de arena (EA) se define como el cociente


multiplicado por 100 de la altura de la parte arenosa sedimentaria y de la altura total de finos
floculados depositados en dicha probeta en el laboratorio.

Para poder realizar este ensayo se necesitan dos porciones de muestra de unos 120 gr
cada una que pase por el tamiz #4, las diferentes operaciones que realizamos las realizamos
con una diferencia de 2 o 3 minutos entre la primera y la segunda muestra en la probeta.

Cada una de estas muestras se sitúa en una probeta en la cual previamente hemos
añadido solución desfloculante. Una vez hemos introducido la muestra en las probetas y
hemos eliminado la burbujas que se formaron al verter el suelo, dejamos reposar cada probeta
10 minutos, luego de este procedimiento tapamos la probeta y la agitamos manteniéndola
horizontal haciendo unos 90 ciclos en unos 30 segundos, para a continuación de este paso
tomamos la probeta y con una varilla acanalada introducimos más líquido desfloculante por el
fondo de la muestra para poner en suspensión las partículas más finas.

Después dejamos reposar cada probeta 20 minutos y medimos en cada una la altura
con respecto a la base de la misma a la que llegan los finos y también la altura a la que llegan
los gruesos.

Entonces así podemos obtener el valor del equivalente de arena, y dividimos para cada
probeta la altura de los gruesos entre la altura de los finos y lo multiplicamos por 100 de
manera que obtenemos un valor para cada probeta, y para que el ensayo resultante se
considere válido el resultado obtenido para cada probeta no puede diferir en más del 2%.
Esta prueba de equivalente de arena tiene como objetivo principal el determinar la
calidad que tiene un suelo que se va emplear en las capas de un pavimento, esta calidad es
desde el punto de vista de su contenido de finos indeseables de naturaleza plástica. Este
método cuantifica el volumen total de material no plástico deseable en la muestra, fracción
gruesa, denominando su proporción volumétrica como equivalente de arena.

Debido a que una buena cimentación de un camino necesita la menor cantidad de


finos posible, sobre todo de arcillas, que son los materiales que en contacto con el agua causan
un gran daño al pavimento.

Las partículas de agregado, con un recubrimiento de arcilla pueden disminuir la


adherencia con la pasta de cemento. Los materiales semejantes a la arcilla, ya sea que se
encuentren como recubrimiento de los agregados o estén dispersos como en las rocas de
piedra caliza arcillosa, son objetables ya que entonces el volumen de la roca responde a los
cambios en el contenido de humedad. La contracción y el hinchamiento de estas sustancias
causaran agrietamiento perjudicial en el hormigón.

En los agregados finos naturales a veces se presentan impurezas orgánicas, las cuales
disminuyen la hidratación del cemento y el desarrollo consecuente de la resistencia del
hormigón. Normalmente, esas impurezas se evitan por medio del despeje adecuado del
depósito, para eliminar por completo la tierra vegetal, y un enérgico lavado de la arena. La
detección del contenido orgánico en la arena se lleva a cabo con facilidad por medio de la
prueba colorimétrica con hidróxido de sodio. Algunas impurezas en la arena pueden dar
indicación de un elevado contenido orgánico pero, en realidad, no ser dañino.

El Instituto del Asfalto estipula entre 25 a 35 como valor mínimo del ensayo
Equivalente de Arena para subbase y base respectivamente.

La Acción de las Heladas en los Suelos

Cuando la temperatura ambiente desciende por debajo del punto de congelamiento


durante varios días, es muy probable que se congele el agua en los poros del suelo. Ya que el
volumen del agua aumenta aproximadamente 10% cuando se congela, el primer problema es
el aumento de volumen del suelo. El segundo problema es que el congelamiento puede causar
la formación en el suelo de lentes y cristales de hielo que tienen varios centímetros de
espesor. Estos dos problemas pueden conducir al hinchamiento de la subrasante
(levantamiento por congelación), que puede resultar en un importante daño estructural del
pavimento.

Además, los lentes de hielo se derriten durante la primavera (deshielo de primavera),


lo que conduce a un considerable aumento del contenido de agua. Este aumento de agua
reduce significativamente la resistencia del suelo, causando un daño estructural al pavimento
de la carretera que se conoce como “resquebrajamiento de primavera”

En general deben existir tres condiciones para que ocurra una acción de heladas que
sea severa:

1. La temperatura ambiente debe ser menor que la de congelación durante varios días.
2. El nivel freático debe ser suficientemente elevado como para que haya agua capilar
disponible para el nivel de penetración de la helada.
3. El suelo debe ser susceptible a la acción de las heladas.

La primera condición es un fenómeno natural que los humanos no pueden controlar.


Por lo tanto, la acción de las heladas va a ser más común en las regiones frías que en las
cálidas, si todas las demás condiciones son las mismas. La segunda condición requiere que el
nivel freático este dentro de la altura del ascenso capilar, de modo que se alimente agua
continuamente a los lentes de hielo crecimiento.

La tercera condición requiere que el material del suelo sea de una calidad tal, que
puedan de desarrollarse presiones capilares relativamente altas, pero que al mismo tiempo se
restrinja el flujo del agua por los poros. Por lo tanto, los suelos granulares no son susceptibles
a la acción de las heladas porque tienen un coeficiente de permeabilidad relativamente alto.
Los suelos arcillosos tampoco son altamente susceptibles a la acción de las heladas debido a
que tienen una permeabilidad muy baja, por lo que no puede fluir suficiente agua durante un
periodo de heladas como para permitir la formación de lentes de hielo. Sin embargo, los suelos
de arcilla arenosa o limosa o los suelos arcillosos agrietados cerca de la superficie, pueden ser
susceptibles a la acción de las heladas. Los suelos limosos son los más susceptibles a la acción
de las heladas. Se ha determinado que el tamaño de 0.02 mm es el tamaño critico de grano
para la susceptibilidad de las heladas. Por ejemplo, las gravas con un 5% de partículas de 0.02
mm son generalmente susceptibles a la acción de las heladas, mientras que son susceptibles
los suelos bien graduados con solamente 3% por peso de su material más fino que 0.02 mm y
los suelos bastante uniformes deben contener cuando menos 10% de partículas de 0.02 mm
para que sean susceptibles a las heladas. Los suelos con menos de 1% de su material más fino
que el tamaño crítico, rara vez son afectados por la acción de las heladas.

Las medidas acostumbradas que se toman para evitar la acción de las heladas,
incluyen la remoción de los suelos susceptibles a las heladas hasta la profundidad de nivel de
penetración de la helada y su reemplazo con material de grava, el abatimiento del nivel
freático mediante la construcción de instalaciones adecuadas de drenaje, el uso de
membranas impermeables o de aditivos químicos y la restricción del tráfico de camiones en
algunos caminos durante el deshielo de primavera.

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