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Los granos minerales que forman la fase sólida de una agregado del suelo son el
producto de la meteorización o intemperización y la erosión de la roca. El tamaño de los
granos individuales varía en un amplio intervalo. Muchas de las propiedades físicas del suelo
son dictadas por el tamaño, la forma y la composición química de los granos. Para entender
mejor estos factores, uno debe estar familiarizado con los tipos de roca que forman la corteza
terrestre. Con base en su origen, las rocas se pueden dividir en tres tipos básicos: ígneas,
sedimentarias y metamórficas.
• Textura de la Superficie
En muchos casos los resultados del análisis de tamiz y del análisis de hidrómetro para
las fracciones más finas de un suelo dado se combinan en un gráfico, como el que se muestra
en la figura.
Los porcentajes de grava, arena, limo, arcilla y partículas de tamaño de arcilla
presentes en un suelo pueden obtenerse a partir de la curva de distribución de tamaño de
partícula.
La forma natural de una partícula de suelo puede ser redonda, angular o plana.
Generalmente esta forma natural es una indicación de la resistencia del suelo, especialmente
para partículas de suelo son más grandes.
Los suelos con partículas de forma angulosa tienen mayor resistencia a la deformación
que aquellos con partículas redondas, ya que las partículas individuales con forma angulosa
tienden a entrabarse, mientras que las partículas redondas tienden a rodar unas sobre otras.
Las partículas planas y con forma de hojuela o escama no han estado sujetas a una
acción similar y son frágiles. Casi todos los suelos de grano fino tienen partículas planas y con
forma de escama, mientras que los suelos de grano grueso tienen partículas redondas o con
forma angulosa.
Propiedades Básicas de los Suelos en Ingeniería
Los ingenieros deben familiarizarse con aquellas propiedades básicas de los suelos que
influyen en su comportamiento cuando están sujetos a cargas externas. La determinación de
cómo se va a comportar un depósito específico de suelo cuando este sujeto a una carga
externa, es más bien complicada porque los depósitos de suelos pueden tener propiedades
heterogéneas. Los ingenieros siempre deben tener en mente que el comportamiento de
cualquier suelo depende de las condiciones de dicho suelo, en el momento en que está siendo
probado.
• Relaciones de Fase
V = Vs + V v = V s + Vw + V a
La relación de vacíos, o quedad o índice de poros (e) se define como la razón del
volumen de vacíos al volumen de sólidos.
𝑽𝑽𝑽𝑽
𝒆𝒆 =
𝑽𝑽𝑺𝑺
La porosidad (n) se define como la razón del volumen de vacíos al volumen total.
𝑽𝑽𝑽𝑽
𝒏𝒏 =
𝑽𝑽
Esta relación puede variar de 0 (en un suelo ideal con sólo fase sólida) a 1.0 (espacio
vacío). Los valores reales suelen oscilar entre 0.20 y 0.95.
El grado de saturación (S) se define como la razón del volumen de agua al volumen. El
grado de saturación se expresa comúnmente como un porcentaje.
𝑽𝑽𝑾𝑾
𝑺𝑺 =
𝑽𝑽𝑽𝑽
𝑾𝑾𝑾𝑾
𝒘𝒘 =
𝑾𝑾𝑺𝑺
En Mecánica de Suelos se relaciona el peso de las distintas fases con sus volúmenes
correspondientes, por medio del concepto de peso específico, es decir, de la relación entre el
peso de la sustancia y su volumen.
El peso específico (ϒ) es el peso de suelo por volumen unitario.
𝑾𝑾
ϒ=
𝑽𝑽
El peso específico se expresa también en términos del peso de sólidos del suelo,
contenido de agua y volumen total. Los ingenieros de suelos llaman a veces el peso específico
como peso especifico húmedo, aparente o natural.
A veces es necesario conocer el peso por volumen unitario de suelo excluida el agua,
denominándose peso específico seco ϒ d . Entonces,
𝑾𝑾𝑺𝑺
ϒ𝒅𝒅 =
𝑽𝑽
El peso específico saturado (ϒ sat ), cuando una masa de suelo está saturado (es decir,
todo el volumen de vacíos está lleno de agua), el peso específico húmedo de un suelo resulta
igual al peso específico saturado (ϒ sat ), entonces ϒ=ϒ sat , si V v =V w.
Y
𝒎𝒎𝒔𝒔
𝝆𝝆𝒅𝒅 =
𝑽𝑽
Los pesos específicos de suelo en N/m3 se obtienen de las densidades en kg/m3 como
ϒ = 𝛒𝛒𝒈𝒈
ϒ𝒅𝒅 = 𝝆𝝆𝒅𝒅 𝒈𝒈
g= aceleración de la gravedad = 9.81 m/s2.
ϒ`= ϒ sat - ϒw
El peso específico o la densidad relativa de sólidos (G s ) se define como la relación
entre el peso específico de un sólido y el peso específico del agua a 4ºC, destilada y sujeta a
una atmósfera de presión.
𝑾𝑾𝒔𝒔
ϒ𝒔𝒔 𝑽𝑽
𝑮𝑮𝒔𝒔 = = 𝒔𝒔
ϒ𝒘𝒘 ϒ𝒘𝒘
Se usa en varios cálculos de la mecánica de suelos. El rango general de los valores del
peso específico de los sólidos de los suelos encontrados en la naturaleza es bastante pequeño.
La densidad relativa de sólidos se determina exactamente en el laboratorio. La siguiente tabla
proporciona algunos valores representativos de suelos.
La mayoría de los minerales tienen una densidad relativa de sólidos que caen dentro
de un rango general de 2.6 a 2.9. la densidad relativa de sólidos de arena ligeramente
coloreada, formada principalmente de cuarzo, se estima aproximadamente igual a 2.65; para
suelos arcillosos y limosos, varía entre 2.6 y 2.9. para fines prácticos, un valor razonable puede
ser supuesto en vez de realizar una prueba.
Límites de Atterberg
Cuando los minerales de arcilla están presentes en el suelo de grano fino, el suelo se
puede remover en presencia de algo de humedad sin que se desmorone. Esta naturaleza
cohesiva se debe al agua adsorbida que rodea a las partículas de arcilla. En 1900, un científico
sueco llamado Albert Mauritz Atterberg desarrolló un método para describir la consistencia de
los suelos de grano fino con diferentes contenidos de humedad. Con un contenido de
humedad muy bajo, el suelo se comporta más como un sólido quebradizo. Cuando el
contenido de humedad es muy alto, el suelo y el agua puede fluir como un líquido. Por lo
tanto, sobre una base arbitraria, dependiendo del contenido de humedad, la naturaleza del
comportamiento del suelo puede ser dividido en cuatro estados básicos: sólido, semisólido,
plástico y líquido. Como se muestra en la figura:
El contenido de humedad, expresado en porcentaje, en el que se lleva a cabo la
transición del estado sólido al estado semisólido se define como el límite de contracción. El
contenido de humedad en el punto de transición del estado semisólido al estado plástico es el
límite plástico, y del estado plástico al estado líquido es el límite líquido. Estos límites son
también conocidos como límites de Atterberg.
La masa de suelo se contrae a medida que este pierde humedad gradualmente. Con la
pérdida continua de humedad se alcanza un estado de equilibrio hasta el punto en el que más
perdida de humedad no dará lugar a ningún cambio de volumen adicional. El contenido de
humedad, en porcentaje, en el que el cambio de volumen de la masa de suelo cesa se define
como Límite de Contracción o LC.
IP= LL - LP
𝑤𝑤 − 𝐿𝐿𝐿𝐿
𝐼𝐼𝐼𝐼 =
𝐿𝐿𝐿𝐿 − 𝐿𝐿𝐿𝐿
Un suelo con in IL menor que cero tendrá una fractura frágil cuando se somete a un
esfuerzo cortante, y un suelo con un IL entre cero y uno estará en el estado plástico. Cuando el
IL es mayor que uno, el suelo estará en un estado de viscosidad líquida si se somete a un
esfuerzo cortante.
Los suelos con un IL mayor que uno se conocen como arcillas movedizas, permanecen
relativamente firmes en estado no perturbado pero se hacen muy inestables y aún pueden
fluir como un líquido si se someten a un esfuerzo cortante.
Permeabilidad
u = Ki
Las arcillas y los suelos de grano fino tienen una permeabilidad muy baja; entonces
difícilmente se presenta flujo de agua en estos suelos. Los suelos de grano grueso, tales como
las gravas y arenas, tienen una permeabilidad elevada, lo que permite que el agua fluya
fácilmente por ellas. Por lo tanto, los suelos con una permeabilidad elevada generalmente son
estables, tanto en estado seco como en estado saturado. Entonces, los suelos de grano grueso
constituyen materiales excelentes para la subrasante. Sin embargo, observe que puede
presentarse la acción capilar en algunos suelos permeables tales como la grava sucia, que
puede causar problemas de estabilidad graves.
τ = c + σtanφ
En los suelos de grano grueso tales como las arenas, la resistencia al esfuerzo cortante
se alcanza principalmente a través de la resistencia interna al deslizamiento, cuando las
partículas se deslizan unas encimas de otras. Por lo tanto, el ángulo de fricción interno es
importante. El valor del ángulo de fricción interno depende de la densidad de la masa de
suelo, de la forma de las partículas individuales del suelo, y de la textura de la superficie. En
general, el ángulo de fricción interno es grande cuando la densidad es alta. En forma similar,
los suelos con partículas rugosas tales como los granos de arena angulosos tendrán un ángulo
grande de fricción interno.
Observe, sin embargo, que aunque las propiedades técnicas de un suelo dado para
usarse en la construcción de carreteras, pueden predecirse confiablemente a partir de su
clasificación, esto no debe considerarse como un sustituto de la investigación detallada de las
propiedades de los suelos. La clasificación de un suelo debe considerarse como un medio para
obtener una idea general de cómo se va a comportar el suelo si se usa como material para
subrasante o subbase.
Los sistemas de clasificación de suelos dividen los suelos en grupos y subgrupos con
base en propiedades ingenieriles comunes como la distribución granulométrica, el límite
líquido y el límite plástico.
De acuerdo con la forma presente de este sistema, los suelos se pueden clasificar
según ocho grupos principales, A-1 a A-8, con base en su distribución granulométrica, límite
líquido e índice de plasticidad. Los suelos listados en los grupos A-1, A-2 y A-3 son materiales
de grano grueso, donde el 35% o menos de las partículas pasan a través del tamiz núm. 200 y
aquellos en los grupos A-4, A-5, A-6 y A-7 son materiales de grano fino, donde los suelos tienen
más de 35% pasa a través del tamiz núm. 200. La turba, el fango y otros suelos altamente
orgánicos se clasifican en el grupo A-8 y se identifican mediante una inspección visual. La
AASHTO ha descrito a este sistema como un medio de determinación de la cantidad relativa de
suelos para usarse en terraplenes, subrasante, sub bases y bases.
1. Tamaño de grano:
2. Plasticidad: el término limoso se aplica cuando las fracciones finas del suelo tienen
un índice de plasticidad de 10 o menos. El término arcilloso se aplica cuando las fracciones
finas tienen un índice de plasticidad de 11 o más.
F 200 = porcentaje que pasa la malla No. 200, expresado como un número entero
LL= Límite Líquido
IP= Índice de Plasticidad
Al calcular el índice de grupo para un suelo que pertenece al grupo A-2-6 o al A-2-7,
sólo se utiliza la ecuación parcial del índice de grupo que se relaciona con el índice de
plasticidad:
El índice de grupo se redondea al número entero más cercano y se escribe al lado del
grupo de suelo entre paréntesis; por ejemplo,
El índice de grupo para suelos que se encuentran en los grupos A-1-a, A-1-b, A-3, A-2-4
y A-2-5 siempre es cero.
En el sistema de la AASHTO, los suelos granulares se ubican en las clases A-1 hasta A-3.
Los suelos A-1 constan de materiales granulares bien graduados, los suelos A-2 contienen
cantidades importantes de limos y arcillas y los suelos A-3 son arenas limpias pero mal
graduadas.
3. No hay límite superior para el índice de grupo. Los valores del índice de grupo, deben ser
utilizados solo para comparar suelos dentro el mismo grupo y no entre grupos diferentes.
4. El índice de grupo de los suelos que pertenecen a los grupos A-1-a, A- 1-b, A-2-4, A-2-5 y A-3
siempre es 0.
5. Al calcular el índice de grupo para suelos que pertenecen a los grupos A-2-6 y A-2-7, utilice
el índice de grupo parcial para IP.
1. Los suelos clasificados como A-1-a, A-1-b, A-2-4, A-2-5 y A-3 pueden usarse
satisfactoriamente como material para subrasante o subbase si se drenan
apropiadamente. Además, estos suelos deben compactarse apropiadamente y cubrirse
con un espesor adecuado de pavimento (base o carpeta de rodamiento o ambos) para
soportar la carga en la superficie.
2. Los materiales clasificados como A-2-6, A-2-7, A-4, A-5, A-6, A-7-5 y A-7-6 van a
requerir una capa de material para sub base si se usan para la subrasante. Si se van a
usar como material para terraplén, debe darse atención especial al diseño del
terraplén. Los A-4 y A-6 pueden usarse para terraplenes si la altura del terraplén es
poca, el proceso de compactación en el campo se controla cuidadosamente y el
terraplén se localiza donde se espera que el contenido de humedad no sobrepase el
valor especificado en la construcción
3. Cuando los suelos están apropiadamente drenados y compactados, disminuye su valor
como material para la subrasante a medida que aumenta el IG.
Según el sistema AASHTO, un suelo se considera de grano fino cuando pasa más del
35% en el tamiz No. 200. Según el sistema Unificado, un suelo se considera de grano fino
cuando más del 50% pasa por el tamiz No. 200. Un suelo de grano grueso que tiene alrededor
del 35% de granos finos se comportarán como un material de grano fino. Esto es porque es
una cantidad suficiente de granos finos para llenar los espacios vacíos entre los granos gruesos
y mantenerlos separados. En este caso, el sistema AASHTO parece ser más apropiado.
En el sistema AASHTO se utiliza el tamiz No. 10 para separar la grava de la arena; en el
sistema Unificado, es el tamiz No. 4. Desde el punto de vista de los límites de tamaño
separados por el suelo, el tamiz No. 10 es el límite superior más aceptado para la arena. Este
límite se utiliza en el hormigón y la autopista tecnología (highway base course technology.)
Los datos del perfil de suelo se obtienen moviendo el electrodo a lo largo del eje
longitudinal de la carretera propuesta sin cambiar el espaciamiento. Entonces se determina la
resistividad aparente a lo largo de la carretera propuesta sin cambiar el espaciamiento.
Entonces se determina la resistividad aparente a lo largo de la carretera, para una profundidad
que sea igual al espaciamiento d. entonces se comparan las resistividades obtenidas con los
valores conocidos para diferentes suelos, mediante la calibración del instrumento con el uso
de materiales localmente expuestos.
𝑅𝑅𝑅𝑅
𝜌𝜌 =
𝐿𝐿
R= resistencia eléctrica
Los dos electrodos exteriores se utilizan para enviar una corriente eléctrica I (suele ser
corriente directa con electrodos de potencial no polarizante) al terreno. La corriente se
encuentra por lo general en el intervalo de 50 a 100 miliamperes. La caída de voltaje, V, se
mide entre los dos electrodos interiores. Si el perfil del suelo es homogéneo, su resistividad
eléctrica es:
2𝜋𝜋𝜋𝜋𝜋𝜋
𝜌𝜌 =
𝐼𝐼
En la mayoría de los casos, el perfil del suelo puede consistir en varios estratos con
resistividades diferentes y la ecuación ρ, producirá la resistividad aparente. Para obtener la
resistividad real de varios estratos y sus espesores, se puede utilizar un método empírico que
comprende efectuar pruebas con varios espaciamientos de los electrodos (es decir, d se
cambia). La suma de las resistividades aparentes, ∑ρ, se traza contra el espaciamiento d, como
se muestra en la figura b.
La gráfica que se obtiene de esta manera tiene segmentos relativamente rectos, cuyas
pendientes dan la resistividad de los estratos individuales. Los espesores de los diversos
estratos se puede estimar como se muestra en la figura b. El sondeo por resistividad es
particularmente útil para ubicar depósitos de grava dentro de un suelo de grano fino.
Los sondeos por refracción sísmica son útiles para obtener información preliminar
acerca del espesor de los estratos de varios suelos y de la profundidad de la roca o suelo duro
en un emplazamiento.
Los sondeos por refracción se realizan mediante impactos sobre la superficie del
terreno, como en el punto A en la figura a y observando la primera llegada de las
perturbaciones (ondas de esfuerzo) a varios otros puntos (por ejemplo, B, C, D, . . .).
El impacto se puede crear por un golpe de un martinete o por una carga explosiva
pequeña. La primera llegada de las ondas perturbadoras en varios puntos se puede registrar
por geófonos.
El impacto sobre la superficie del terreno crea dos tipos de ondas de esfuerzo: ondas P
(u ondas de compresión planas) y ondas S (u ondas de cortante). Las ondas P viajan más rápido
que las ondas S; de aquí que la primera llegada de las ondas perturbadoras estará relacionada
con las velocidades de las ondas P en varios estratos. La velocidad de las ondas P en un medio
es:
Paso 2. Se traza una gráfica del tiempo t contra la distancia x. La gráfica se verá como la que se
muestra en la figura b.
1
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑎𝑎𝑎𝑎 =
𝜈𝜈1
1
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑏𝑏𝑏𝑏 =
𝜈𝜈2
1
𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃𝑃 𝑑𝑑𝑑𝑑 𝑐𝑐𝑐𝑐 =
𝜈𝜈3
Aquí, v 1 , v 2 , v 3 , . . . son las velocidades de las ondas P en los estratos I, II, III, . . .,
respectivamente (figura a).
Las velocidades de las ondas P en varios estratos indican los tipos de suelo o roca que
se encuentran abajo de la superficie del terreno. El intervalo de la velocidad de las ondas P que
por lo general se encuentra en tipos de suelos diferentes y roca a poca profundidad se indica
en la tabla.
Al analizar los resultados de un sondeo por refracción, se debe tener en cuenta dos
limitaciones:
1. Las ecuaciones básicas del sondeo, es decir, las ecuaciones Z 1 y Z 2 , se basan en la suposición
de que la velocidad de las ondas P es tal que v 1 < v 2 < v 3 , . . . .
2. Cuando un suelo está saturado debajo del nivel freático la velocidad de las ondas P puede
ser engañosa. Las ondas P pueden viajar con una velocidad de aproximadamente 1500 m/s a
través del agua. Para suelos secos y sueltos, la velocidad puede ser mucho menor que 1500
m/s. Sin embargo, en una condición saturada, las ondas viajarán a través del agua presente en
los espacios vacíos con una velocidad de aproximadamente 1500 m/s. Si no se ha detectado la
presencia de agua freática, la velocidad de las ondas P se puede interpretar erróneamente e
indicar un material más resistente (por ejemplo, una arenisca) que el real in situ.
Además de las pruebas estudiadas hasta este momento, existen algunas pruebas
especiales para suelos, las cuales se realizan algunas veces para determinar la resistencia o el
valor de soporte de un suelo dado, si se usa como material para subrasante o sub base. Los
resultados obtenidos de estas pruebas se usan en forma individual para el diseño de algunos
pavimentos, dependiendo del método de diseño de pavimento que se use. Las pruebas de uso
más común de esta categoría son: Prueba de Placa, CBR (California Bearing Ratio), la prueba
del Estabilómetro de Hveen y Pruebas Triaxiales.
• Prueba de Placa
La prueba consiste en cargar una placa circular, en contacto estrecho con el suelo por
probar, midiendo las deformaciones correspondientes a diferentes cargas. Es frecuente el uso
de placas de 76.2 cm (30 pulgadas) de diámetro o de placas de área igual al contacto de una
llanta. Para impedir la flexión del elemento se colocan encima otras placas de diámetro
decrecientes, que dan al conjunto la rigidez deseada. La carga se transmite con gatos
hidráulicos con reacción dada generalmente con camiones cargados. Las deformaciones de la
placa suelen medirse en cuatro puntos, dos a dos opuestos y dispuestos ortogonalmente, por
medio de extensómetros ligados a un puente, cuyo apoyo se coloca lo suficientemente lejos de
la placa como para poder considerarlo fijo. En la figura aparece esquemáticamente el
conjunto:
Por medio de una prueba de placa puede calcularse el módulo de reacción de una
subrasante dada. Este concepto se define como la presión que ha de transmitir la placa para
producir en el suelo una deformación fijada previamente.
𝑝𝑝 𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓𝑓
𝑘𝑘 = ;
𝛥𝛥 𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙𝑙3
Es obvio que el módulo de reacción así definido depende del diámetro de la placa que
se use para calcularlo, a presión constante, el asentamiento de una placa circular crece con el
diámetro de la misma, por lo que si se fija un asentamiento dado, la presión necesaria para
obtenerlo será mayor cuanto más pequeño sea el diámetro de la placa. Esta es la razón por la
que para las aplicaciones prácticas se ha tendido al uso de la placa estándar de 76.2 cm (30
pulg) de diámetro, con lo que se supone que se reproducen satisfactoriamente las áreas
comunes de apoyo de las cargas reales.
A pesar del amplio uso que se ha hecho del concepto módulo de reacción en la
tecnología de los pavimentos, ha de señalarse su falta de significación intrínseca como medida
de cualquier propiedad fundamental de los suelos; su valor estriba más bien en servir como
parámetro de cálculo, al comparar módulos obtenidos de la misma manera en suelos
diferentes.
Cuando se usa el criterio de la saturación total como la situación más desfavorable, los
resultados de las pruebas de campo, en condiciones no saturadas, se corrigen con un factor
que depende de la relación de resistencias a la compresión simple en dos muestras del suelo
probado, uno en condición natural y otro saturado.
La carga se aplica a las placas por incrementos. Un nuevo incremento se coloca cuando
la velocidad de deformación bajo el anterior sea del orden de 0.001 cm/min (en realidad 0.002
pulg/min).
Como se dijo, la penetración que se usa para calcular el CBR es la de los primeros 0.25
cm (0.1 pulg); como regla general, el CBR disminuye cuando la penetración en que se hace el
cálculo es mayor, pero a veces si se calcula con la penetración 0.5 cm (0.2 pulg) resulta mayor
que el calculado con la penetración 0.25 cm (0.1 pulg); en tal caso se adopta como CBR el valor
obtenido con la penetración 0.5 cm (0.2 pulg).
Con el objeto de reproducir la sobrecarga que en el pavimento real vaya a tener una
determinada capa debido a la capas superiores, cuando se haga la prueba con material de
aquella capa se coloca sobre él una placa con perforación central, cuyo peso comunique a la
muestra una presión equivalente a la sobrecarga que se tendrá en el pavimento; la perforación
central en la placa tiene por objeto permitir el paso del pistón que efectuará la penetración.
Los factores que más afectan los valores obtenidos en la prueba del CBR son la textura
del suelo, su contenido de agua y el peso específico seco. En los suelos friccionantes, la
expansión durante la saturación es despreciable, por lo que el monto de la sobrecarga dada
por la placa perforada que simula el peso de las capas superiores del pavimento no es muy
significativo durante la saturación; sin embargo, este valor de la sobrecarga si influye mucho
en los resultados de la prueba en la etapa de penetración, pues el confinamiento afecta mucho
la resistencia en suelos friccionantes. En suelos arcillosos ocurre precisamente lo opuesto; la
expansión durante la saturación depende mucho de la presión de sobrecarga, mientras que
ésta influye poco en la etapa de penetración.
Paso 1. Las muestras alteradas del material del suelo seleccionado se compactan para
diferentes contenidos de humedad, en moldes de 6 pulgadas de altura, con el uso del método
de compactación estándar de AASHTO. La densidad de compactación debe variar desde 95% o
más bajo, hasta 100% o mayor. Entonces se traza la curva de densidad en seco contra
contenido de humedad. Se selecciona la muestra que tenga la densidad en seco más elevada
para la prueba CBR.
Paso 3. Entonces la muestra se retira del agua y se deja drenar por aproximadamente 15 min.
CBR= (Carga unitaria para una penetración de 0.1 del pistón en el espécimen de prueba
(lb/pulg2))/(Carga unitaria para una penetración de 0.1 en roca resquebrajada estándar
lb/pulg2)).
Generalmente se considera que la carga unitaria de 0.1 pistón en roca resquebrajada
estándar, es igual a 1000 lb/pulg2, lo que hace que la CBR sea igual a:
CBR= ((carga unitaria para una penetración de 0.1 del pistón en la muestra para ensayo)/1000)
X 100.
Los resultados de una prueba completa para determinación del CBR se vacían en una
combinación de tres gráficas, mostrada en la siguiente figura:
En la parte b, de la misma figura aparecen los resultados típicos de las pruebas de CBR
para las mismas muestras a que se refiere la parte a, nótese que dicho valor no es una
características constante del suelo, sino que depende en forma primordial del contenido de
agua con que se preparó la muestra.
Existe un CBR máximo, el cual corresponde a una humedad por lo menos muy cercana
a la óptima de compactación en la prueba de que se trate y obsérvese también que para suelos
con alta humedad el CBR del suelo compactado con mayor energía específica puede ser menor
que el que se obtiene usando una energía menor; sin embargo el CBR máximo obtenible si es
mayor cuanto mayor sea la energía específica con que se haya compactado la muestra.
En la parte c, se muestra una gráfica de la que pueden extraerse conclusiones de
interés práctico grande. Se han dibujado los valores de CBR corregido contra los pesos
específicos secos de las muestras probados; cada curva dibujada corresponde a pruebas de
penetración en que el suelo tenía la misma humedad de compactación, pero fue compactado
con diferente energía específica y se obtiene fijando una humedad, por ejemplo 14% (curva
marcada en el número 14).
En la parte a, pueden obtenerse los tres pesos específicos que en el caso tratado
corresponden a la humedad 14%, en diferentes energías de compactación; en la parte b,
pueden obtenerse los valores de CBR obtenidos en esos tres casos. Se tienen así tres pesos
específicos y tres valores de CBR obtenidos en tres muestras compactados con 14% humedad,
usando las tres energías específicas que se han manejado; con estos tres pares de valores se
construye la curva 14 en la parte c.
Las curvas de las figuras c, indican que no siempre a mayor peso específico se tienen
mayores valores de CBR. Por ejemplo, en la curva 20 se tienen, de hecho, peores condiciones.
Todo depende del contenido de agua del suelo. Lo anterior proporciona un método de trabajo
práctico. Supóngase que en el campo se va a trabajar con una humedad comprendida entre
14% y 18%, figura a.
Con base en lo anterior podría fijarse un CBR de diseño próximo al límite inferior del
orden de 12% por ejemplo. Con gráficas análogas a las de las figuras, el proyectista puede
entonces adoptar un CBR de diseño lógico, acotar el peso específico seco máximo que ha de
exigirse en el campo y tener un criterio respecto a la gravedad de un error por defecto o
exceso en el control de la humedad de campo.
Esta prueba se usa para determinar el valor de la resistencia R del suelo a la presión
horizontal obtenida, a imponer un esfuerzo vertical de 160 lb/pulg a una muestra de suelo.
Entonces el valor de R puede usarse para determinar el espesor del pavimento encima del
suelo para sustentar la carga de transito estimada. La prueba se concibió por primera vez en la
década de los 30 y se usó para obtener la estabilidad de muestras de laboratorio y de campo
de pavimentos bituminosos. Actualmente ha sido modificada y se ha adecuado a los materiales
para la subrasante y se designa como T190 de la AASHTO.
Presión de exudado
Presión de expansión
Al terminar la prueba del exudado, se coloca una placa perforada de latón de 10.1 cm
de diámetro (4") sobre cada muestra en el molde de acero y se cubre con agua. El dispositivo
consiste en un puente metálico calibrado de tal manera que es conocida para cada flecha del
puente, la presión que se ejerce desde la placa circular.
La muestra se coloca dentro de dos mordazas articuladas, una móvil y otra fija, la
primera está ligada a una barra (palanca de carga), en cuyo extremo se va ejerciendo una
fuerza creciente, hasta la falla de la muestra. El valor del cohesiómetro está dado por la
fórmula:
𝑊𝑊
𝐶𝐶 =
𝐷𝐷(0.20𝐻𝐻 + 0.044𝐻𝐻2
Valor de resistencia R
100
𝑅𝑅 = 100 −
2.5 𝑃𝑃𝑣𝑣
�
𝐷𝐷 𝑃𝑃ℎ − 1� + 1
Donde
R= valor de la resistencia
P V = presión vertical (160 lb/pulg2)
P h = presión horizontal para P V de 160 lb/pulg2
D= número de vueltas de la bomba de desplazamiento
Las pruebas se han aplicado a determinar las propiedades de la subrasante y las capas
de pavimento propiamente dichas, incluyendo en algunos casos a las carpetas. En general las
pruebas se asimilan a la rápida de la práctica común de la Mecánica de Suelos. Las tres
principales son las desarrolladas en: Texas, Kansas y California.
La cámara triaxial usada es un tubo de acero inoxidable con una membrana interior de
hule; entre la membrana y la cámara se introduce aire a presión para dar el esfuerzo de
confinamiento. La cámara es de de tamaño relativamente grande (30.5 cm de altura, por 17.2
cm de diámetro interior), con el objeto de poder probar materiales con abundantes partículas
gruesas, que son usuales en la tecnología de los pavimentos.
• Otras Pruebas
Una prueba especial, conocida como la Prueba de Desgaste de Los Ángeles, se utiliza
para determinar la calidad abrasiva de los agregados. La máquina de Los Ángeles consiste en
un tambor cilíndrico de acero que gira en posición horizontal. Este cilindro está provisto de una
abertura para introducir la muestra que se desea ensayar y un entrepaño para conseguir el
volteo del material. En la máquina de los Ángeles se introduce una muestra de árido limpio y
lavado con una de las siete granulometrías indicadas por la norma y una carga abrasiva
compuesta de esferas de fundición o de acero, cuyo peso total depende de la granulometría
elegida. Con la muestra y la carga abrasiva en el interior del tambor, se hace girar este a una
velocidad constante y durante un número determinado de vueltas, tras lo que se separa la
muestra, lavando y secando en horno o estufa lo retenido en el.
Prueba de Solidez
La solidez se define como la capacidad del agregado para resistir la ruptura debido a
congelación y descongelación.
En agregado fino, el requisito de solidez suele darse en términos del máximo permitido
de pérdida en el material después de cinco ciclos alternos de mojado y secado en la prueba de
solidez. Por lo general, se especifica una pérdida máxima de 10 por ciento de peso.
Agregado fino: sulfato de sodio - pérdida máxima = 10% ; sulfato de magnesio - pérdida
máxima = 15%.
Agregado grueso: sulfato de sodio - pérdida máxima = 12% ; sulfato de magnesio - pérdida
máxima = 18%.
Es importante señalar que los sulfatos no atacan al asfalto, pero que pueden ocasionar
problemas durante la pavimentación asfáltica en forma de ``ampollado`` de la capa de
imprimación cuando la base granular ha sido humedecido con aguas conteniendo sulfatos o en
presencia de un nivel freático superficial con elevado contenido de sulfatos. Para que se
manifieste el ataque por sulfatos es necesaria la presencia de agua. Esto quiere, decir que un
suelo con contenidos elevados de sulfatos no atacara al concreto mientras este seco y así
mismo, un suelo con bajo contenido de sulfatos podrá atacar al concreto, se dé una migración
permanente de humedad cargada de sulfatos hacia la cara expuesta del pavimento.
Para poder realizar este ensayo se necesitan dos porciones de muestra de unos 120 gr
cada una que pase por el tamiz #4, las diferentes operaciones que realizamos las realizamos
con una diferencia de 2 o 3 minutos entre la primera y la segunda muestra en la probeta.
Cada una de estas muestras se sitúa en una probeta en la cual previamente hemos
añadido solución desfloculante. Una vez hemos introducido la muestra en las probetas y
hemos eliminado la burbujas que se formaron al verter el suelo, dejamos reposar cada probeta
10 minutos, luego de este procedimiento tapamos la probeta y la agitamos manteniéndola
horizontal haciendo unos 90 ciclos en unos 30 segundos, para a continuación de este paso
tomamos la probeta y con una varilla acanalada introducimos más líquido desfloculante por el
fondo de la muestra para poner en suspensión las partículas más finas.
Después dejamos reposar cada probeta 20 minutos y medimos en cada una la altura
con respecto a la base de la misma a la que llegan los finos y también la altura a la que llegan
los gruesos.
Entonces así podemos obtener el valor del equivalente de arena, y dividimos para cada
probeta la altura de los gruesos entre la altura de los finos y lo multiplicamos por 100 de
manera que obtenemos un valor para cada probeta, y para que el ensayo resultante se
considere válido el resultado obtenido para cada probeta no puede diferir en más del 2%.
Esta prueba de equivalente de arena tiene como objetivo principal el determinar la
calidad que tiene un suelo que se va emplear en las capas de un pavimento, esta calidad es
desde el punto de vista de su contenido de finos indeseables de naturaleza plástica. Este
método cuantifica el volumen total de material no plástico deseable en la muestra, fracción
gruesa, denominando su proporción volumétrica como equivalente de arena.
En los agregados finos naturales a veces se presentan impurezas orgánicas, las cuales
disminuyen la hidratación del cemento y el desarrollo consecuente de la resistencia del
hormigón. Normalmente, esas impurezas se evitan por medio del despeje adecuado del
depósito, para eliminar por completo la tierra vegetal, y un enérgico lavado de la arena. La
detección del contenido orgánico en la arena se lleva a cabo con facilidad por medio de la
prueba colorimétrica con hidróxido de sodio. Algunas impurezas en la arena pueden dar
indicación de un elevado contenido orgánico pero, en realidad, no ser dañino.
El Instituto del Asfalto estipula entre 25 a 35 como valor mínimo del ensayo
Equivalente de Arena para subbase y base respectivamente.
En general deben existir tres condiciones para que ocurra una acción de heladas que
sea severa:
1. La temperatura ambiente debe ser menor que la de congelación durante varios días.
2. El nivel freático debe ser suficientemente elevado como para que haya agua capilar
disponible para el nivel de penetración de la helada.
3. El suelo debe ser susceptible a la acción de las heladas.
La tercera condición requiere que el material del suelo sea de una calidad tal, que
puedan de desarrollarse presiones capilares relativamente altas, pero que al mismo tiempo se
restrinja el flujo del agua por los poros. Por lo tanto, los suelos granulares no son susceptibles
a la acción de las heladas porque tienen un coeficiente de permeabilidad relativamente alto.
Los suelos arcillosos tampoco son altamente susceptibles a la acción de las heladas debido a
que tienen una permeabilidad muy baja, por lo que no puede fluir suficiente agua durante un
periodo de heladas como para permitir la formación de lentes de hielo. Sin embargo, los suelos
de arcilla arenosa o limosa o los suelos arcillosos agrietados cerca de la superficie, pueden ser
susceptibles a la acción de las heladas. Los suelos limosos son los más susceptibles a la acción
de las heladas. Se ha determinado que el tamaño de 0.02 mm es el tamaño critico de grano
para la susceptibilidad de las heladas. Por ejemplo, las gravas con un 5% de partículas de 0.02
mm son generalmente susceptibles a la acción de las heladas, mientras que son susceptibles
los suelos bien graduados con solamente 3% por peso de su material más fino que 0.02 mm y
los suelos bastante uniformes deben contener cuando menos 10% de partículas de 0.02 mm
para que sean susceptibles a las heladas. Los suelos con menos de 1% de su material más fino
que el tamaño crítico, rara vez son afectados por la acción de las heladas.
Las medidas acostumbradas que se toman para evitar la acción de las heladas,
incluyen la remoción de los suelos susceptibles a las heladas hasta la profundidad de nivel de
penetración de la helada y su reemplazo con material de grava, el abatimiento del nivel
freático mediante la construcción de instalaciones adecuadas de drenaje, el uso de
membranas impermeables o de aditivos químicos y la restricción del tráfico de camiones en
algunos caminos durante el deshielo de primavera.