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Sistema digestivo

El sistema digestivo es el conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago,


intestino delgado e intestino grueso) encargados del proceso de la digestión.

La digestión es el proceso de transformación de los alimentos para que puedan


ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.

La función que realiza es la de transporte (alimentos), secreción (jugos


digestivos), absorción (nutrientes) y excreción (mediante el proceso de
defecación).

En el proceso de digestión se transforman los glúcidos, lípidos y proteínas en


unidades más sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser
absorbidas y transportadas por la sangre.

.
Órganos fundamentales
Boca
Es una cavidad hueca en la cual se encuentran los dientes, que son los encargados
de triturar el alimento. Los dientes se pueden clasificar en caninos, incisivos,
premolares y molares. En la boca encontramos también la lengua, un músculo
con gran cantidad de papilas gustativas, que ayuda en la masticación y mezcla de
los alimentos, facilitando su tránsito hacia el esófago.
En todo lo anterior participan las glándulas salivales, productoras de un líquido
llamado saliva, que actúa como lubricante, destruye las bacterias ingeridas con
los alimentos e inicia la digestión química de los glúcidos, gracias a la acción de la
enzima llamada amilasa o ptialina, que rompe el almidón en maltosa. La saliva se
encuentra compuesta por un 95% de agua y un 5% de solutos tales como iones de
sodio, potasio, cloruro, bicarbonato, y fosfatos.
El resultado de la masticación es una masa homogénea de alimento llamada bolo,
cuyos componentes ya han comenzado el proceso de fermentación.
Faringe
Es un musculo en forma de tubo que ayuda a respirar y está situado en el cuello y
revestido de membrana mucosa; conecta la nariz y la boca con la tráquea y
el esófago respectivamente, y por ella pasan tanto el aire como los alimentos, por
lo que forma parte del aparato digestivo, así como del respiratorio.
Esófago
Es una parte del tubo digestivo de los seres humanos formada por un tubo
muscular de unos 30 centímetros, que comunica la faringe con el estómago. A
través de este conducto los alimentos son transportados hasta el estómago para
continuar su proceso digestivo.
Estómago
Podría describirse como un reservorio temporal del bolo alimenticio deglutido
hasta que se procede a su tránsito intestinal, una vez bien mezclado en el
estómago. Se ubica en la porción superior de la cavidad abdominal, debajo del
hígado. Su superficie externa es lisa, mientras que la interna presenta numerosos
pliegues que favorecen la mezcla de los alimentos con los jugos digestivos.
Intestino delgado
Es la parte del tubo digestivo que inicia después del estómago y acaba en el ciego
del colon. Se divide en tres porciones: duodeno, yeyuno, e íleon.
a) Duodeno: Es el primer segmento del intestino, mide unos 25 cm de longitud.
Ocupa una posición fija en la cavidad abdominal, sostenido en su lugar por
ligamentos que lo aseguran al hígado y al estómago. Se encarga de la digestión de
los alimentos y de la absorción de los nutrientes. De hecho, es el lugar principal
para la absorción de hierro. Varios de los conductos del páncreas, el hígado y la
vesícula biliar, se abren en el duodeno para facilitar sus funciones principales.

Además de digerir los alimentos, es responsable de regular la velocidad del


vaciado gástrico, así como de la activación de las señales de hambre.
b) Yeyuno: Mide aproximadamente entre 1,5 a 2,5 metros de largo. Se sitúa entre
el Duodeno y el íleon, su función es realizar la absorción de las sustancias de los
alimentos. En este trozo de intestino delgado actúa el jugo intestinal, que degrada
al mínimo los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos.
c) Íleon: El íleon, que es de aproximadamente de unos 7,5 metros de largo, tiene
un diámetro menor que el yeyuno (3 cm el yeyuno, 2 cm el íleon) y tiene una
tonalidad más clara. Su principal función es absorber los nutrientes (vitamina
B12) del quimo, o los alimentos digeridos.

Intestino grueso
Es la penúltima porción del tubo digestivo, formada por el ciego, el colon, el
recto y el canal anal.
a) Ciego: Es la primera porción del intestino grueso. Denominado así por
constituir una especie de fondo de saco donde implanta el apéndice cecal, y en el
cual desemboca el intestino delgado a través del esfínter ileocecal. Realiza
diferentes funciones y aportes al proceso de digestión, ya que este posee
numerosas bacterias que contribuyen a la reducción de algunas sustancias de
difícil absorción por otras estructuras.
b) Colon: Es la parte más grande del intestino grueso y se divide en tres
secciones: colon ascendente, colon transverso y colon descendente.
El colon ascendente, llega hasta el borde del hígado (glándula que produce y
secreta la bilis), en este punto se incurva, formando el colon transverso, que se
extiende horizontalmente hasta las inmediaciones del bazo (órgano linfático
muscular). A partir de aquí se incurva nuevamente hacia abajo, y se
denomina colon descendente. Después describe una curva en forma de s,
recibiendo el nombre de colon sigmoide o sigma.
La principal función del colon es convertir en heces el líquido del intestino
delgado, llamado quimo. Junto con esto, interviene en las siguientes acciones:
- Las bacterias que habitan en él producen vitaminas K y B.
- Crea anticuerpos que protegen el sistema contra posibles enfermedades.
c) Recto: Es el tramo final del intestino grueso. Mide entre 15 y 20
centímetros. Recoge los residuos cuando se ha eliminado la mayor parte del agua
que contienen, y los retiene hasta que son expulsados.
d) Canal anal: De unos 4cm de longitud, revestido de crestas verticales llamadas
columnas anales. En las paredes del canal anal hay dos fuertes capas planas de
músculos llamados esfínteres interno y externo, que actúan como válvulas y que
se relajan durante la defecación.

Ano
Situada en el extremo del aparato digestivo, es por dónde se eliminan los gases y
las heces. Se ubica al lado de los genitales, en la zona perineal.
Las glándulas anexas
Las glándulas anexas, son órganos que segregan los líquidos digestivos capaces
de transformar los alimentos más simples para facilitar su digestión. Estos
líquidos contienen sustancias llamadas enzimas, que son los encargados de
simplificar los alimentos.
Las enzimas son un tipo de proteínas que aceleran la descomposición de los
alimentos en sus componentes más sencillos, los nutrientes.
Las principales glándulas anexas de la digestión son: Son las glándulas salivales,
el páncreas y el hígado.
Glándulas Salivales
Segregan saliva, la que sirve para humedecer los alimentos dentro de la boca y así
facilitar la digestión. Comprenden tres pares de glándulas cuyos conductos
desembocan en el interior de la boca. Un par está situado debajo de la lengua
(glándulas sublinguales), otro debajo de la mandíbula inferior (glándulas
submaxilares) y el tercero delante de las orejas (glándulas parótidas).
Hígado
El hígado es la glándula más grande del cuerpo y tiene varias funciones
importantes:
Elaboración de la bilis (necesaria para la digestión y absorción de las grasas),
función desintoxicante, almacén de vitaminas, etc. Además, es el responsable de
eliminar de la sangre las sustancias tóxicas.
Tiene otro órgano añadido, la vesícula biliar, que es donde se almacena la bilis. La
bilis es vertida al tubo digestivo en el duodeno.
Pesa alrededor de 1,5 kg, es de color rojo oscuro y está situado en la parte superior
derecha de la cavidad abdominal, justo bajo el diafragma.
Páncreas
El páncreas es una glándula con forma de lóbulo grande que tiene la función de
secretar la hormona insulina y un fluido alcalino que ayuda al proceso de
digestión. La insulina es importante en la utilización de azúcar en la sangre y la
carencia de esta hormona produce la diabetes mellitus. El fluido digestivo se
secreta directamente al duodeno, justo debajo del estómago en el tracto digestivo.

Principales enfermedades del sistema digestivo


Gastritis
Sin duda, la gastritis es una de las enfermedades más comunes del sistema
digestivo. La gastritis se define como la hinchazón o inflamación del revestimiento
del estómago, que se presenta con sensación de ardor o dolor en la boca del
estómago. La enfermedad puede durar sólo por un corto tiempo (aguda) o
permanecer durante meses o años (crónica).
Para prevenir la gastritis, evite el uso prolongado de irritantes como el ácido
acetilsalicílico (aspirina), los antiinflamatorios, el consumo de alcohol y siga las
indicaciones de su médico respecto de una dieta saludable y equilibrada para la
gastritis.
Gastroenteritis
La gastroenteritis consiste en la inflamación de la membrana interna del
intestino que puede causar nauseas o vómitos. También se la conoce como gripe
estomacal.
Cáncer colorrectal
Es el tercer tipo de cáncer más común en Estados Unidos. Aparece cuando células
anormales crecen en el colon o en el recto, se agrupan y terminan por formar
tumores. Por eso si se detecta en forma temprana, se trata fácilmente y, a menudo,
se cura. Sin embargo, no se suele detectar en estadios tempranos, por lo que el
tumor acaba por extenderse y el cáncer de cólon o se convierte en la segunda
causa principal de muerte por cáncer en los Estados Unidos.
Úlcera péptica
Es una llaga situada en la pared interna del estómago o del intestino delgado
superior (duodeno). Las úlceras pépticas se producen cuando la capa protectora
del intestino o del estómago se resquebraja. Entonces, los jugos digestivos pueden
dañar el tejido del intestino o del estómago (úlceras duodenales o gástricas,
respectivamente). Las úlceras pépticas tienen ya fácil tratamiento y quienes las
padecen ya no tienen que sufrirlo de por vida.
Cálculos biliares
Los cálculos biliares aparecen en el cuerpo humano a partir del colesterol y de
otras sustancias que se almacenan en la vesícula bilar, encargada de la producción
de la bilis. Pueden ser más pequeños que un grano de arena o tan grandes como
una pelota de golf. La mayoría de los cálculos biliares no causan problemas. Sin
embargo, si obstruyen un conducto, por lo general, deberían tratarse.
Si quieres conocer más sobre estas problemas y cómo tratarlos, no dejes de leer
este artículo sobre problemas del aparato digestivo.
Recomendaciones para prevenir enfermedades del sistema digestivo
Lo importante en este caso es que depende de nosotros mismos tomar ciertas
precauciones para evitar complicaciones en nuestro sistema digestivo. Hay que
tener en cuenta para ello los factores que pueden ser los causantes de un
trastorno intestinal.
Correcta alimentación
Como no podía ser menos, este es uno de los factores más importantes a tener en
cuenta. Una alimentación saludable siempre contribuye a nuestro bienestar en
todos los aspectos. Como ya sabemos hay que evitar en la medida de lo posible
las grasas saturadas y las comidas rápidas, cargadas de azúcares y grasas que
además resultan adictivas. Este tipo de comidas si se quieren consumir es
importante hacerlo muy de vez en cuando, nunca de forma regular, ya que
contribuyen a un deterioro de la salud significativo.
La forma en cómo nos alimentamos tiene una gran influencia en la salud de
nuestro sistema digestivo. Existe una relación estrecha entre a mala
alimentación y las enfermedades relacionadas con el sistema digestivo. Una
correcta alimentación está basada en el consumo de proteínas vegetales,
alimentos con valor nutritivo; como las frutas, las verduras, frutos secos,
legumbres, etc. Una dieta variada que contribuya a nuestro bienestar.
Ejercicio físico
El ejercicio físico es otro de los factores más relevantes para evitar enfermedades
del sistema digestivo. Esto es debido a que la digestión tiene que ver con el
movimiento. El ejercicio físico contribuye a la digestión en
movimiento. Incluso si te sientes pesado después de comer lo más recomendable
no es guardar reposo, a través de una serie de ejercicios y posturas, obtienes una
mejor función digestiva.
Existen muchos factores que nos impiden hacer una buena digestión, ya sea por
comer rápido, por el acohol, las distracciones, comidas pesadas, etc. El ejercicio
ayuda a mejorar la digestión y a evitar complicaciones que nos puedan pasar
factura.
Hábitos de higiene
Un foco de infección importante son nuestras manos, con ellas cogemos muchos
de los alimentos que nos llevamos a la boca. Hay que tener un especial cuidado
con lavar bien las manos y desinfectarlas.
Las bacterias aprovechan esta vía para introducirse en nuestro organismo,
siendo una de las principales fuentes de enfermedades del sistema digestivo.
Algunas bien conocidas como la salmonela y la E. Coli, son las causantes de
diversos trastornos digestivos. Los hábitos de higiene deben ser adecuados. Sobre
todo hay que llevar un especial cuidado con los niños que están aprendiendo a
caminar, y aún no se les ha enseñado ir al baño.
Evitar el estrés y el nerviosismo
Estos factores siempre hay que tenerlos en cuenta cuando hablamos de nuestra
salud. Altos niveles de nerviosismo o estrés pueden ser causantes de muchas
enfermedades digestivas, como úlceras y el síndrome del colon irritable. Para
evitar estas complicaciones es necesario y fundamental el descanso, dormir
adecuadamente, y tomarse un tiempo relajadamente para comer y masticar bien
los alimentos. Los nervios pueden hacer que no estemos absorbiendo bien los
nutrientes de los alimentos, causando así un déficit de hierro, minerales y
vitaminas en nuestro organismo.
Sistema Nervioso
El sistema nervioso, uno de los más complejos e importantes de nuestro
organismo, es un conjunto de órganos y una red de tejidos nerviosos cuya
unidad básica son las neuronas . Las neuronas se disponen dentro de una
armazón con células no nerviosas, las que en conjunto se llaman neuroglia .
El sistema nervioso tiene tres funciones básicas : la sensitiva, la integradora y
la motora.
La función sensitiva le permite reaccionar ante estímulos provenientes tanto
desde el interior del organismo como desde el medio exterior.
Luego, la información sensitiva se analiza, se almacenan algunos aspectos de ésta
y toma decisiones con respecto a la conducta a seguir; esta es la función
integradora .
Por último, puede responder a los estímulos iniciando contracciones musculares
o secreciones glandulares; es la función motora .
Para entender su funcionalidad, el sistema nervioso como un todo puede
subdivirse en dos sistemas: el sistema nervioso central (SNC) y el sistema
nervioso periférico (SNP) .
El SNC está conectado con los receptores sensitivos, los músculos y las glándulas
de las zonas periféricas del organismo a través del SNP.
Este último está formado por los nervios craneales , que nacen en el encéfalo y
los nervios raquídeos o medulares , que nacen en la médula espinal . Una
parte de estos nervios lleva impulsos nerviosos hasta el SNC, mientras que otras
partes transportan los impulsos que salen del SNC.
El componente aferente del SNP son células nerviosas llamadas neuronas
sensitivas o aferentes ( ad = hacia; ferre = llevar). Conducen los impulsos
nerviosos desde los receptores sensitivos de varias partes del organismo hasta el
SNC y acaban en el interior de éste.
El componente eferente son células nerviosas llamadas neuronas motoras o
eferentes ( ex = fuera de; ferre = llevar). Estas se originan en el interior del SNC y
conducen los impulsos nerviosos desde éste a los músculos y las glándulas.
Clasificación anatómica del sistema nervioso
Está formado por dos divisiones
principales:
Sistema nervioso central
Sistema nervioso periférico
El sistema nervioso central está
formado por el encéfalo, que
comprende
el cerebro, cerebelo, la lámina
cuadrigémina (con
los tubérculos cuadrigéminos )
y el tronco del encéfalo o bulbo
raquídeo , y por la médula
espinal .

Los tubérculos cuadrigéminos constituyen un centro de reflejos visuales . Los


tubérculos son cuatro y se dividen en dos superiores y dos inferiores. En la región
interior de dichos tubérculos se encuentra la glándula hipófisis , alojada en la
"silla turca" del hueso esfenoides y que controla la actividad del organismo.
Clasificación funcional
Funcionalmente, el sistema nervioso periférico se divide en:
Sistema nervioso somático
Sistema nervioso vegetativo o autónomo .
El sistema nervioso somático está compuesto por:
Nervios espinales , 31 pares de nervios que envían información sensorial (tacto,
dolor) del tronco y las extremidades hacia el sistema nervioso central a través
de la médula espinal .
También envían información de la posición y el estado de la musculatura y las
articulaciones del tronco y las articulaciones para el control de la musculatura
esquelética .
Nervios craneales , 12 pares de nervios que envían información sensorial
procedente del cuello y la cabeza hacia el sistema nervioso central. Reciben
órdenes motoras para el control de la musculatura esquelética del cuello y la
cabeza.
El sistema nervioso vegetativo o autónomo se compone de centros bulbares y
medulares, así como de dos cadenas de 23 ganglios situados a ambos lados de la
médula espinal, y preside las funciones de respiración, circulación, secreciones y
en general todas las propias de la vida de nutrición. Los órganos inervados
funcionan con entera independencia de nuestra voluntad; por esto se les llama
sistema autónomo.
Atendiendo al origen y función de las fibras nerviosas el sistema nervioso
autónomo se divide en dos grandes grupos:
Sistema Nervioso Simpático: sus fibras se originan en la médula dorsolumbar y
su función es descargar energía para satisfacer objetivos vitales.
Sistema Nervioso Parasimpático: sus fibras nacen en los centros bulbares y
sacro e interviene en los procesos de recuperación, se encarga del
almacenamiento y administración de la energía.
Ambos sistemas tienen funciones antagónicas y complementarias.
El nervio más importante del sistema parasimpático se llama neumogástrico y
sale del bulbo raquídeo.
Tejido Nervioso
Los órganos que integran el Sistema Nervioso están formados
fundamentalmente por el tejido nervioso cuyos elementos constitutivos son
las neuronas y células gliales que dan origen a lasustancia gris formada por los
cuerpos neuronales y el neuropilo, y la sustancia blanca , formada por las fibras
nerviosas o axones y sus vainas.
Desde un punto de vista funcional, la sustancia gris forma centros de
procesamiento de la información y en la sustancia blanca se agrupan las vías de
conducción aferentes y eferentes y las vías de comunicación de dichos centros
entre sí.
La información llega a los centros superiores desde la periferia, pasando por una
serie de centros intermedios, y lo mismo sucede con las respuestas que desde los
centros superiores llegan a la periferia atravesando un número variable de
centros de procesamiento.
Neurona
La unidad anatómica y funcional del tejido nervioso es la neurona , célula
altamente especializada cuyas propiedades de excitabilidad y conducción son la
base de las funciones del sistema.
Puede distinguirse en ella un soma o cuerpo celular en el que se hallan los
diversos orgánulos citoplasmáticos: neurosomas (mitocondrias), aparato de
Golgi, grumos de Nissi (ergatoplasma), neurofibrillas, etc. y un núcleo voluminoso.
Del cuerpo celular arrancan dos tipos de prolongaciones, las dendritas y
un axón .
Las dendritas se ramifican en ramas de segundo y tercer orden, cuyo calibre
disminuye a medida que se alejan del cuerpo neuronal.
El axón es único y su calibre generalmente uniforme en toda su longitud, se
ramifica sólo en la proximidad de su terminación.
Existe una gran variabilidad en cuanto al tamaño de las células nerviosas: los
granos del cerebelo miden unas 5 u de diámetro, mientras que las grandes
pirámides de la corteza cerebral miden unas 130 u.
Nervios
Sus elementos constitutivos fundamentales son los axones, que se hallan
rodeados de tejido conectivo.
Los axones conducen impulsos nerviosos desde o hacia el sistema nervioso
central . En el SNC pueden distinguirse neuronas motoras, cuyos axones lo
abandonan para incorporarse a los nervios y alcanzar a los efectores (glándulas,
músculos, otras neuronas) y neuronas sensitivas, ubicadas en los ganglios
espinales, a las que llegan los impulsos de la periferia, que luego continúan para
ingresar en el SNC.
Según esta distinción, se denomina a los axones: motores y sensitivos. La mayoría
de los nervios son mixtos, ya que poseen ambos tipos de axones.
Ganglio
Se denomina ganglio al conjunto de células nerviosas que se encuentran en el
curso de los nervios, es, por lo tanto, masa de sustancia gris.
Los ganglios del sistema neurovegetativo se dividen en cervicales, que son tres;
dorsales, que son generalmente doce; lumbares o abdominales, que son cuatro
pero pueden ser tres o cinco; simpático sacro, que son cuatro y a veces cinco.
Células gliales
La células gliales (o glía) son células del sistema nervioso que se encargan
principalmente de funcionar como soporte para las neuronas. Además,
intervienen de forma activa en el procesamiento cerebral de la información.
De forma estrellada y con numerosas prolongaciones ramificadas, estas células
vienen a ser el "pegamento" del sistema nervioso, porque envuelven al resto de
las estructuras del tejido (neuronas, dendritas, axones, capilares) mediante
delgadas lengüetas que se interdigitan entre ellas, formando una cerrada trama
(la neuroglia).
Además, las glías proporcionan a las neuronas los nutrientes y el oxígeno que
necesitan, separan a unas neuronas de otras, las protegen de patógenos o las
eliminan cuando las neuronas mueren.
Neuroglia
Las neuronas del sistema nervioso central están sostenidas por algunas
variedades de células no excitables que en conjunto se denominan neuroglia
( neuro = nervio; glia = pegamento). Estas células en general son más pequeñas
que las neuronas y las superan en 5 a 10 veces en número (50 por ciento del
volumen del encéfalo y la médula espinal).
Hay cuatro tipos principales de células neurogliales, los astrocitos, los
oligodendrocitos, la microglia y el epéndimo.
Las meninges
Todo el eje encefaloespinal se halla envuelto y defendido por tejido conectivo
fibroso que forma las meninges: la duramadre, la piamadre y la aracnoides.
La duramadre es una cubierta gruesa y resistente que, a nivel del cráneo, está
adherida a la tabla interna de la calota y a nivel medular está rodeada por el
espacio epidural.
Debajo de la duramadre se encuentra la aracnoides, estructurada por un tejido
conectivo dispuesto en forma de una tela de araña.
El conectivo se halla tapizado por el epitelio plano, que por el lado encefálico se
ancla sobre la piamadre, la cual sólo se halla separada del tejido encefálico por
una delgada membrana basal, que apoya sobre prolongaciones gliales.
En la aracnoides circula el líquido cefalorraquídeo y se disponen los vasos
sanguíneos encefálicos.
Acto reflejo y acto voluntario
Se denomina acto reflejo a toda impresión transformada en acción, sin la
intervención de la voluntad ni de la conciencia.
En él intervienen dos corrientes nerviosas: una sensitiva, que va del sentido que
recibe la impresión al centro nervioso (médula espinal) y otra motora, que es
respuesta a la primera, que va del centro nervioso a la glándula o músculo.
Enfermedades del sistema nervioso
Algunas de las enfermedades más relevantes del sistema nervioso son las
siguientes:
Esclerosis
Puede ser múltiple o lateral amiotrófica.
 Múltiple: Se produce cuando los axones de las neuronas van perdiendo de
manera progresiva mielina, una sustancia encargada de trasladar los
impulsos bioeléctricos a través del sistema nervioso. algunos de
sus síntomas son: tensión muscular, dolor, cansancio, debilidad y
alteraciones perceptivas.
 Lateral: Las personas que padecen esta enfermedad sufren el deterioro
progresivo de las células motoras del sistema nervioso. Los músculos dejan
de recibir impulsos nerviosos impidiendo el movimiento voluntario.
También puede afectar a los músculos del corazón y a la respiración.
Demencia
El Alzheimer es una de las enfermedades del sistema nervioso más conocidas.
Cuando se produce esta enfermedad se da una progresiva degradación de las
neuronas y de su funcionamiento habitual. Alzheimer o Parkinson son algunas
de las enfermedades que conllevan el desarrollo de una demencia.
Epilepsia
La epilepsia se produce por una hiperactivación de algunos grupos neuronales.
La epilepsia es una enfermedad que se produce por una hiperactivación de
determinados grupos neuronales. Algunos de sus síntomas son: convulsiones,
descontrol muscular, pérdida de conciencia, debilidad, etc.
Otras enfermedades del sistema nervioso son: meningitis, tumores, derrames
cerebrales, poliomelitis, hemorragias, neuralgias, mononeuropatías,
monoplejia, hemiplejia y tetraplejia, disreflexia autonómica y el Síndrome
de Guillain-Barré.
¿Cómo cuidar el sistema nervioso?
Debido a que las funciones que lleva a cabo el sistema nervioso son tan complejas
e involucran tantos factores, a veces no resulta tan fácil cuidarlo. Esto puede llegar
a ser complicado, más no imposible.
Para cuidar el sistema nervioso hay que tener muy claro que las emociones
intervienen positiva o negativamente en tu salud:
1. Sentimientos que resultan negativos, como la depresión, pueden afectar el
funcionamiento del sistema nervioso, produciendo alteraciones que
generan síntomas como temblores en las manos y mareos, así como
movimientos faciales.
Para gozar de un sistema nervioso saludable es sumamente indispensable tratar
la depresión.
2. Es importante tener pensamientos positivos, ya que nuestro sistema
nervioso se nutre de ellos.
Nuestro sistema nervioso funciona mejor cuando trabajamos en pro de nuestros
pensamientos sean más alegres y optimistas.
De esta forma podemos reaccionar y manejar mejor, las situaciones que generan
estrés, miedo y ansiedad.
3. Para cuidar nuestro sistema nervioso es recomendable ejercitarse
diariamente. Se considera que hacer ejercicio es un excelente
antidepresivo.
Ya que te permite drenar las emociones y aumentar la producción de las llamadas
hormonas del bienestar.
4. Mantener una alimentación saludable también resulta ser muy
importante para cuidar nuestro sistema nervioso. Ya que lo que comemos
puede llegar a influir de manera negativa o positiva en las funciones que
lleva a cabo el sistema nervioso.
Procura incluir en tu alimentación alimentos como vegetales verdes, nueces,
leche, proteínas vegetales, miel de abeja, pescado y alimentos frescos.
5. Evitar el consumo de azúcar resulta realmente importante para cuidar el
sistema nervioso.
Ya que el azúcar tiene la capacidad de alterar sus funciones, ocasionando además
la aparición de factores negativos, como la ansiedad, depresión, estrés, angustia,
miedo, pánico, así como síntomas de desesperación.
Lo mejor en este caso sería sustituir el azúcar por endulzantes naturales.
6. Prestar atención a nuestra rutina y entorno resulta esencial para cuidar
el sistema nervioso.
Cuando estamos rodeados de un ambiente en donde abunda la negatividad, así
como estar siempre viendo noticias negativas o tener baja autoestima hacen que
nuestro sistema nervioso funcione bajo presión.
Estar claros en que debemos evitar las situaciones que nos hacen daño, así como
saber manejar nuestras frustraciones es necesario si deseas gozar de un sistema
nervioso saludable.
7. Aspectos sencillos como mantener el orden también es
imprescindible para cuidar nuestro sistema nervioso. Ya que éste también
se nutre de manera visual.
Por este motivo, resulta útil mantener nuestra casa y oficina arregladas y bonitas.
Se trata de que el cerebro sienta bienestar al encontrarse en este lugar.
8. Por último, se recomienda meditar, ya que el sistema nervioso se nutre de
imágenes y a través de esta práctica se ofrece la posibilidad de introducir
en tu mente imágenes positivas.
Estas logran la sensación de transportarte a otro lugar, en donde te sientes feliz,
confortable y que sin duda serán muy positivas para nuestro sistema nervioso.
El Sistema cardiovascular
Corazón
El corazón es un órgano muscular situado en medio del tórax que posee, tanto en el lado
derecho como en el izquierdo, una cavidad superior (aurícula), que recibe la sangre, y una
cavidad inferior (ventrículo), que la expulsa.
Para asegurarse de que la sangre fluya en una sola dirección, los ventrículos tienen
válvulas.

Las cuatro válvulas del corazón son las siguientes:


1. Válvula bicúspide o mitral: Impide que la sangre retorne del ventrículo izquierdo a la
aurícula izquierda.
2. Válvula tricúspide: Impide que la sangre retorne del ventrículo derecho a la aurícula
derecha.
3. Válvula sigmoidea aórtica: Impide que la sangre retorne desde la aorta al ventrículo
izquierdo.
4. Válvula semilunar pulmonar: Impide que la sangre retorne del conducto pulmonar al
ventrículo derecho.
La función primaria del corazón es bombear la sangre a través de todo el sistema vascular
para hacer llegar oxígeno a todo el organismo y, al mismo tiempo, liberarlo de los productos
de desecho (anhídrido carbónico). En concreto, esta función supone recoger la sangre del
organismo, pobre en oxígeno, y bombearla hacia los pulmones, donde se oxigena y libera
el anhídrido carbónico; luego el corazón conduce esta sangre rica en oxígeno hacia todos
los tejidos del organismo.
La función cardiaca
Con cada latido, al tiempo que las cavidades del corazón se relajan, se llenan de sangre
(período llamado diástole) y cuando se contraen, la expelen (período llamado sístole). Las
dos aurículas se relajan y se contraen juntas, al igual que los ventrículos.
La circulación sanguínea en el corazón sucede como sigue. Primero, la sangre pobre en
oxígeno y sobrecargada de anhídrido carbónico proveniente de todo el organismo llega a
la aurícula derecha a través de las dos venas más grandes (las venas cavas superior e
inferior) que confluyen justo antes de llegar al corazón. Cuando la aurícula derecha se
llena, impulsa la sangre hacia el ventrículo derecho; cuando éste se llena, la bombea a
través de la válvula pulmonar hacia las arterias pulmonares para que llegue a los pulmones.
En éstos, la sangre fluye a través de pequeños capilares que rodean los sacos de aire,
absorbiendo oxígeno y liberando anhídrido carbónico, que luego se exhala. La sangre ya
rica en oxígeno circula por las venas pulmonares hasta la aurícula izquierda.

Vasos sanguíneos

El resto del sistema circulatorio (cardiovascular) está compuesto por un sistema ramificado
de arterias, arteriolas, capilares, vénulas y venas. Las arterias, fuertes y flexibles,
transportan la sangre desde el corazón y soportan la mayor presión arterial. Su elasticidad
permite mantener una presión arterial casi constante entre cada latido cardíaco.
Las arterias y arteriolas más pequeñas tienen paredes musculares que ajustan su diámetro
con el fin de aumentar o disminuir el flujo de sangre hacia una zona en particular. Los
capilares son vasos minúsculos, con paredes extremadamente finas, que actúan como
puentes entre las arterias (que llevan la sangre que sale del corazón) y las venas (que la
llevan de vuelta hacia él). Por un lado, los capilares permiten que el oxígeno y las sustancias
nutritivas pasen desde la sangre hacia los tejidos y, por otro, también dejan que los
productos de desecho pasen de los tejidos hacia la sangre.
Los capilares desembocan en las vénulas, que a su vez desembocan en las venas que
llegan al corazón. Debido a que las venas tienen paredes muy finas pero son, por lo
general, más anchas que las arterias, transportan el mismo volumen de sangre pero con
una velocidad menor y con mucha menos presión.

Las enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos del corazón y de los


vasos sanguíneos. Se clasifican en:
 hipertensión arterial (presión alta);
 cardiopatía coronaria (infarto de miocardio);
 enfermedad cerebrovascular (apoplejía);
 enfermedad vascular periférica;
 insuficiencia cardíaca;
 cardiopatía reumática;
 cardiopatía congénita;
 miocardiopatías.

Datos
 Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de defunción en todo el
mundo. Cada año mueren más personas por alguna de estas enfermedades que por
cualquier otra causa.
 Se calcula que en 2012 murieron 17,5 millones de personas por enfermedades
cardiovasculares, lo cual representa el 30% de las defunciones registradas en el
mundo. De esas defunciones, aproximadamente 7,4 millones se debieron a
cardiopatías coronarias, y 6,7 millones a accidentes cerebrovasculares.
 Las enfermedades cardiovasculares afectan en mucha mayor medida a los países
de ingresos bajos y medios: más del 80% de las defunciones por esta causa se
producen en esos países y afectan casi por igual a hombres y mujeres.
 De aquí a 2030, casi 23,6 millones de personas morirán por alguna enfermedad
cardiovascular, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Se
prevé que estas enfermedades sigan siendo la principal causa de muerte.
Prevenir las enfermedades Cardiovasculares

Las causas más importantes de enfermedades cardiovasculares son una dieta malsana, la
inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol. Con un cambio de
hábitos e incorporando nuevas actividades a la rutina diaria pueden reducirse los riesgos
responsables de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular. Descubre esta
información y conoce las alternativas que puedes aplicar para vigilar tu salud cardíaca.

Los efectos de las dietas malsanas y de la inactividad física pueden manifestarse por
aumentos de la tensión arterial, el azúcar y las grasas de la sangre, sobrepeso u obesidad.
Estos “factores de riesgo intermediarios” pueden medirse en los centros de atención
primaria y señalan un aumento del riesgo de sufrir infarto de miocardio, AVC, insuficiencia
cardíaca y otras complicaciones.

Está demostrado que el cese del consumo de tabaco, la reducción de la sal de la dieta, el
consumo de frutas y hortalizas, la actividad física regular y evitar del consumo nocivo de
alcohol reducen el riesgo de ECV. El riesgo cardiovascular también se puede reducir
mediante la prevención o el tratamiento de la hipertensión, la diabetes y la hiperlipidemia.
Las políticas que crean entornos propicios para elegir opciones saludables asequibles son
esenciales para motivar a las personas para que adopten y mantengan comportamientos
saludables.

La OMS ha identificado intervenciones muy costoeficaces para prevenir y controlar las


ECV, cuya aplicación es factible incluso en entornos con escasos recursos.
Es posible reducir el riesgo de ECV realizando actividades físicas de forma regular;
evitando la inhalación activa o pasiva de humo de tabaco; consumiendo una dieta rica en
frutas y verduras; evitando los alimentos con muchas grasas, azúcares y sal, manteniendo
un peso corporal saludable y evitando el consumo nocivo de alcohol.
La forma de prevenir y controlar las ECV es a través de una acción global e integrada:
 Control del tabaco, los impuestos para reducir la ingesta de alimentos ricos en
grasas, azúcares y sal, la creación de vías para peatones y bicicletas con el fin de
fomentar la actividad física, y el suministro de comidas saludables en los
comedores escolares.
 Las estrategias integradas se centran en los principales factores de riesgo
comunes a varias enfermedades crónicas tales como las ECV, la diabetes y el
cáncer: dieta malsana, inactividad física y consumo de tabaco.
Hay varias intervenciones disponibles. Algunas de ellas pueden ser aplicadas incluso por
profesionales sanitarios no médicos en centros cercanos al cliente. Dichas intervenciones
son muy costoeficaces, tienen gran impacto y la OMS las considera prioritarias. Por
ejemplo:
 Practicar actividad física adaptada a las características de cada individuo.
 Evitar sobre peso y la obesidad controlando su alimentación.
 Seguir una dieta en bajo contenido graso de origen animal y rica en frutas y
verduras, legumbres, pescados hortalizas, y realizar análisis de colesterol al
menos 4 veces al año.
 No abusar de las bebidas alcohólicas y dejar de fumar.
 Medir la presión arterial periódicamente.
Ejercicio físico y aparato cardiovascular
La actividad física ayuda al fortalecimiento del corazón, capacitándolo para bombear
sangre a todo el cuerpo con menor esfuerzo. Cualquier persona, de cualquier edad puede
beneficiarse del ejercicio físico diario.
A no ser que se padezcan enfermedades como insuficiencia respiratoria, angina de pecho
o diabetes, se puede empezar a hacer ejercicio en cualquier momento. Y si se producen,
se hará sólo de acuerdo a las recomendaciones del médico.
Beneficios del ejercicio sobre el corazón

 Ayuda a aumentar los niveles relativos de colesterol "bueno" en la sangre.

 Ayuda a prevenir el estancamiento de la sangre en las venas periféricas y con ello evita la
aparición de coágulos de sangre.

 Ayuda a controlar la presión arterial.

 Ayuda a mantener un peso saludable.

 Ayuda a controlar los niveles de glucemia y reduce la incidencia de diabetes mellitus, uno
de los principales factores de enfermedad cardiovascular.

 Reduce la probabilidad de morir en caso de padecer un primer ataque cardíaco y ayuda a


recuperarse si se ha padecido.
El sistema inmunológico
El sistema inmunológico es
la defensa natural del cuerpo
contra las infecciones. Por
medio de una serie de pasos,
su cuerpo combate y
destruye organismos
infecciosos invasores antes
de que causen daño. Cuando
su sistema inmunológico
está funcionando
adecuadamente, le protege
de infecciones que le causan
enfermedad.
Los científicos han
empezado a comprender el
sistema inmunológico. Han podido entender el proceso en detalle. Los
investigadores están generando más información sobre su funcionamiento y qué
pasa cuando no anda bien.
El proceso inmunológico funciona así: un agente infeccioso entra en el cuerpo.
Quizá es un virus de la gripe que entra por la nariz. Quizá es una bacteria que entra
por la sangre cuando se pincha con un clavo. Su sistema inmunológico está
siempre alerta para detectar y atacar al agente infeccioso antes de que cause daño.
Sea cual fuere el agente, el sistema inmunológico lo reconoce como un cuerpo
ajeno. Estos cuerpos externos se llaman antígenos. Y los antígenos deben ser
eliminados.
La primera línea de defensa del cuerpo es un grupo de células llamadas
macrófagos. Estas células circulan por la corriente sanguínea y en los tejidos del
cuerpo, vigilantes de los antígenos.
Cuando un invasor entra, un macrófago rápidamente lo detecta y lo captura
dentro de la célula. Enzimas en el interior del macrófago destruyen al antígeno
procesándolo en pedacitos pequeños llamados péptidos antigénicos. A veces este
proceso por sí solo es suficiente para eliminar al invasor. Sin embargo, en la
mayoría de los casos, otras células del sistema inmunológico deben unirse a la
lucha.
Pero antes de que otras células puedan empezar su trabajo, los péptidos
antigénicos dentro del macrófago se unen a moléculas llamadas antígenos de
leucocitos humanos o HLA. La molécula de HLA unida a al péptido, ahora llamada
complejo antigénico, es liberada del macrófago.
Células llamadas linfocitos de la clase T, pueden entonces reconocer e interactuar
con el complejo péptido antigénico-HLA que se encuentra en la superficie del
macrófago.
Una vez que dicho complejo es reconocido, los linfocitos T envían señales
químicas llamadas citocinas. Estas citocinas atraen más linfocitos T. También
alertan a otros linfocitos, de la clase B, para que produzcan anticuerpos.
Estos anticuerpos se liberan a la circulación sanguínea para encontrar y unir más
antígenos, de tal forma que los invasores no se puedan multiplicar y enfermarle.
En el último paso de este proceso, una célula llamada fagocito se encarga de
remover el antígeno del cuerpo.
Normalmente, el sistema inmunológico se encarga de combatir a los virus,
bacteria o cualquier otro organismo infeccioso que amenace su salud. Pero si
ocurre una falla, el mismo sistema que ha sido diseñado para protegerle, puede
también volverse en su contra.
Cuando el sistema inmunológico no marcha adecuadamente, no puede distinguir
a las células propias de las ajenas. En vez de luchar contra antígenos externos, las
células del sistema inmunológico o los anticuerpos que producen, pueden ir en
contra de sus propias células y tejidos por error.
A este proceso se le conoce como autoinmunidad, y los componentes involucrados
en la ofensiva se llaman linfocitos autorreactivos o autoanticuerpos. Esta
respuesta errónea del sistema inmunológico contribuye a varias enfermedades
autoinmunes, incluyendo varias formas de artritis.

Enfermedades Autoinmunes
Hay muchos ejemplos de enfermedades autoinmunes, tales como el lupus, la
miositis y la artritis reumatoide (AR). La información aquí presentada se enfoca
al sistema inmunológico de una persona con AR.
El sistema inmunológico está hiperactivo en personas con AR. Los linfocitos se
aglomeran en la membrana que cubre las articulaciones afectadas, conduciendo a
la inflamación (hinchazón) que contribuye al daño del cartílago y hueso. Además,
la mayoría de los pacientes con AR también tienen un autoanticuerpo llamado
factor reumatoide.
Los mensajeros químicos entre las células, llamados citocinas, juegan un papel
clave en la inflamación y el daño al cartílago y hueso que ocurre en la AR. Una
citocina llamada factor de necrosis tumoral (FNT) y la interleucina-1 (IL-1)
contribuyen al dolor y la hinchazón que ocurre en las articulaciones inflamadas.
Nadie sabe qué causa las enfermedades autoinmunes, pero probablemente hay
varios factores implicados. Estos pueden incluir virus y factores ambientales,
ciertos compuestos químicos y algunos fármacos. Todos ellos pueden dañar o
cambiar las células del cuerpo. Las hormonas sexuales pueden tomar parte,
porque la mayoría de las enfermedades autoinmunes son más comunes en
mujeres que en hombres. La herencia también puede jugar un papel.
Tratamiento de las Enfermedades Autoinmunes
Se han empleado muchos procedimientos para el tratamiento de las
enfermedades autoinmunes. Para condiciones relacionadas con la artritis, la
inflamación se trata con antiinflamatorios no esteroides (AINE). Ejemplos de
estos AINE incluyen a la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno.
Para la inflamación también se utilizan glucocorticoides, tales como la cortisona y
la prednisona. Además, fármacos llamados antirreumáticos modificadores de la
enfermedad (FARMEs), como el metotrexato, que bloquea inespecíficamente al
sistema inmunológico, juegan un papel importante en muchas enfermedades
autoinmunes.
Sistema excretor
El sistema excretor es el encargado de
eliminar las sustancias tóxicas y los
desechos de nuestro organismo.
El sistema excretor está formado por
el aparato urinario , los pulmones y la
piel. El aparato unitario lo forman los
riñones y las vías urinarias.
Al sistema excretor debe añadirse el
intestino grueso o colon , que acumula
desechos en forma de heces para ser
excretadas por el ano.
Los riñones son dos órganos con
forma de poroto, de color café,
situados a ambos lados del cuerpo por
debajo de la cintura.

A través de la arteria renal, llega a los riñones la sangre cargada de sustancias


tóxicas. Dentro de los riñones, la sangre recorre una extensa red de pequeños
capilares que funcionan como filtros. De esta forma, los desechos que transporta
la sangre quedan retenidos en el riñón y se forma la orina.
La orina es un líquido amarillento compuesto por agua, sales minerales y
sustancias tóxicas para el organismo como la urea y el ácido úrico.
Luego la orina pasa a través de las vías urinarias.
Las vías urinarias están formadas por los uréteres, la vejiga y la uretra.
Los uréteres son dos tubos que salen uno de cada riñón y van a parar a la vejiga
urinaria. Por ellos circula la orina formada en los riñones.

La vejiga urinaria es una bolsa de paredes elásticas que almacena la orina hasta
el momento de la expulsión. Para que la orina no salga continuamente, existe
un músculo llamado esfínter,que cierra la vejiga.
La sangre sale del riñón mediante la vena renal. Ya no contiene urea ni ácido
úrico, pero todavía tiene dióxido de carbono. Por ello pasa a la vena cava y de
ahí al corazón para dirigirse finalmente a los pulmones.
La piel
Cuando hace mucho calor, sudamos para enfriar el cuerpo
y eliminar las sustancias tóxicas. La cantidad de sudor que
excretamos en un día es variable, aunque normalmente la
cantidad aproximada es de medio litro.
El sudor es un líquido claro, de gusto salado, compuesto
por agua y sales minerales. La cantidad y composición del
sudor no siempre es la misma ya que está regulado por el
sistema nervioso.
El sudor se produce en las glándulas sudoríparas , que
están situadas en la piel de todo el cuerpo, especialmente
en la frente, en la palma de las manos, en la planta de los pies, en las axilas...
Luego, sale al exterior a través de unos orificios de la piel llamados poros.

Los pulmones
Su función es poner el oxigeno aspirado, a través de la nariz, en contacto con la
sangre y a través de ella con los tejidos. El dióxido de carbono producido, como
desecho metabólico, se elimina de la sangre en los pulmones y sale al exterior a
través de las fosas nasales o la boca.

El hígado
El hígado participa del sistema excretor ya que sus células hepáticas
representan sistemas químicos complejos que ayudan a la función de todo el
organismo, como la síntesis de proteínas, modificación de la composición de las
grasas, transformación de las proteínas y grasas en carbohidratos y
de productos de desecho nitrogenados como la urea.

Sistema excretor como regulador


Cuando hablamos de excreción, siempre pensamos en la eliminación de productos
de desecho. Esta sin embargo, es sólo una de sus funciones.
La excreción es además, un sistema regulador del medio interno; es decir,
determina la cantidad de agua y de sales que hay en el organismo en cada
momento, y expulsa el exceso de ellas de modo que se mantenga constante la
composición química y el volumen del medio interno (homeostasis). Así es como
los organismos vivos aseguran su supervivencia frente a las variaciones
ambientales.
Se puede decir, que la excreción llevada a cabo por los aparatos excretores implica
varios procesos:
- La excreción de los productos de desecho del metabolismo celular.
- La osmorregulación o regulación de la presión osmótica.
- La ionoregulación o regulación de los iones del medio interno.
Enfermedades más comunes del sistema urinario y excretor
Nefritis
La nefritis consiste en la inflamación de uno o ambos riñones. Se ocasiona por la
inflamación de diferentes tejidos del riñón como el glomérulo, los túbulos o el
tejido intersticial que rodea a estos órganos.
Suele estar asociada a diferentes clases de enfermedades autoinmunes. De hecho,
la Nefritis lúpica es una condición potencialmente grave en sí misma.
Esto se debe a que en ella el sistema autoinmune del cuerpo ataca los tejidos de
los órganos y las células del cuerpo, produciendo dolor y daños permanentes en
diferentes partes del cuerpo.
Sus síntomas pueden caracterizarse por la presencia de orina maloliente, dolor en
la parte baja del abdomen y sangre en la orina.
Suele ser tratado con antibióticos, pero en aquellos casos en que la enfermedad es
ocasionada por lupus, los esteroides también pueden ser utilizados.
Nefrosis
La nefrosis o síndrome nefrótico es la inflamación de los nefrones, es decir, la
unidad básica de estructura y funcionamiento de los riñones. Existen nefrosis
leves y poco sintomáticas, pero en algunos casos pueden hacerse complejas y
destruir los riñones completamente.
Es ocasionada por la nefropatía membranosa, trastornos del sistema
inmunológico, problemas genéticos, malfuncionamiento renal, reacciones
adversas a medicamentos o por infecciones como hepatitis, mononucleosis o
faringitis estreptocócica.
Esta enfermedad presenta hinchazón, proteína en la sangre, altos niveles de
colesterol y de triglicéridos. Entre sus síntomas se presentan hinchazón en la cara,
el abdomen, el brazo y las piernas, orina espumosa, aumento de peso asociado a
la retención de líquidos y pérdida de apetito.
El tratamiento de la nefrosis consiste en atacar los trastornos que la causan.
Igualmente, es necesario cambiar la dieta del paciente, por lo tanto, los niveles de
colesterol y triglicéridos son controlados.
Piedras en los riñones
Las piedras en los riñones son depósitos de calcio que se pueden ver en los
nefrones. Estas suelen variar de tamaño y también pueden bajar a las vías
urinarias causando dolor extremo. Por otra parte, también pueden infectarse
ocasionando mayores complicaciones.
La causa principal de esta enfermedad es el cambio de los niveles de sales y
minerales presentes en la orina. Esto puede ocasionar coagulación y aumentar el
tamaño de las piedras. Sin embargo, también puede ser una condición hereditaria.
Sus principales síntomas son vómitos, náuseas, dolor al orinar, micción frecuente,
fiebre, escalofríos, orina maloliente, presencia de sangre en la orina y dolor agudo
en la espalda.
El tratamiento de las piedras en los riñones consiste principalmente en el
consumo de grandes cantidades de líquidos para expulsarlas a través de la orina.
Por otra parte, este mecanismo suele estar acompañado de analgésicos para
calmar el dolor en el paciente.
Reflujo vesicoureteral
El reflujo vesicoureteral ocurre cuando la orina fluye de la vejiga hacia los
uréteres. Esta es una enfermedad que se presenta con mayor frecuencia en los
niños y con el avance de la edad se observa la reducción de la misma.
La causa de esta condición es la válvula defectuosa entre los uréteres y la vejiga,
un defecto que puede estar presente desde antes del nacimiento. Sin embargo,
también está causada por el bloqueo en el sistema urinario o el mal
funcionamiento del mismo.
Sus principales síntomas son: dolor y sensación de ardor al orinar, dolor en el
abdomen, aumento de frecuencia en la orina, pequeñas cantidades de orina y
fiebre.
El tratamiento para esta enfermedad varía según su origen. Cuando está
ocasionado por la falla en la válvula, se repara con cirugía. En aquellos casos en
que la causa es la infección del tracto urinario, puede tratarse eficazmente con
medicamentos.
Cistitis
La cistitis se refiere a la inflamación de la vejiga. La mayoría de las ocasiones esta
se ocasiona por una infección bacteriana y se le considera como una infección del
tracto urinario.
Sin embargo, también puede presentarse por una reacción adversa a
medicamentos, un uso continuado del catéter para el tratamiento de otras
enfermedades, otras enfermedades subyacentes o como consecuencia de la
radioterapia.
Sus principales síntomas con la dificultad al orinar, orina maloliente, dolor
abdominal, orina turbia y sangre en la orina.
El tratamiento de esta enfermedad consiste usualmente en antibióticos para
atacar a las bacterias que ocasionan la infección.
Sin embargo, también se debe eliminar las demás causas que ocasionaron la
inflamación en caso de que las haya.
Cáncer de vejiga
El cáncer de vejiga ocurre cuando crecen incontroladamente las células de la
vejiga hasta producirse un tumor.
Las causas del cáncer no son claras, sin embargo, pueden citarse una serie de
factores que aumentan el riesgo de padecerlo en algún momento. Estos incluyen:
tabaquismo, radiación, infección parasitaria y exposición a sustancias
carcinógenas.
Sus síntomas consisten en: dolor al orinar, dolor de espalda, dolor en la región
pélvica, necesidad frecuente de orinar sin presencia de orina, micción frecuente y
sangre en la orina.
El tratamiento del cáncer de vejiga es similar al de otros cánceres que se producen
en diferentes partes del cuerpo.
Incluye radioterapia, quimioterapia y cirugías. Esta secuencia se determina según
cada caso y no existe un tratamiento estándar aplicable a todos los pacientes.
Ureteritis
La ureteritis es la inflamación de las uretras, es decir, los tubos que transportan
la orina desde la vejiga al exterior del cuerpo.
Al ser una parte del cuerpo tan expuesta a los elementos exteriores, la posibilidad
de infección es mayor que la de otros órganos del sistema.
La causa de esta infección usualmente está asociada a enfermedades de
transmisión sexual como gonorrea o clamidia.
Sus principales síntomas suelen ser dolor muy agudo al orinar, picazón en los
genitales, dolor incluso sin orinar, dificultad en el inicio de la micción, necesidad
frecuente de orinar, sangre en la orina o el semen y dolor en las relaciones
sexuales.
El tratamiento de la ureteritis es principalmente antibiótico. Sin embargo, el
microorganismo exacto que ocasiona cada enfermedad es desconocido, por lo
tanto se usa un amplio espectro de antibióticos para el tratamiento.

Estenosis uretral
La estenosis uretral consiste en el estrechamiento de la uretra ocasionado por la
cicatrización dentro de ella. Este fenómeno bloquea el paso de la orina hacia el
exterior y se presenta de forma más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Esta enfermedad puede ser causada por la infección del tracto urinario y las
lesiones ocasionadas por la fractura de pelvis.
Sus principales consisten en dolor al orinar, reducción del flujo de orina, retención
de orina en la vejiga, necesidad de más tiempo para orinar, sensación de nunca
vaciar la vejiga y sangre en la orina.
El tratamiento de la estenosis consiste en un proceso de corte y eliminación a
través de un láser. En casos graves, usualmente es necesario hacer una
reconstrucción de la zona afectada, mientras que en casos leves la zona se cura de
forma natural.
Uremia
La uremia consiste en la acumulación de sustancias tóxicas en el flujo sanguíneo
como resultado de la falta de un riñón que realice la función de procesar y
expulsar los desechos a través de la orina.
Por lo tanto, esta enfermedad puede estar ocasionada por cualquier condición que
disminuya la función renal. Es el caso de condiciones médicas como la enfermedad
brillante, la hipertensión crónica y la diabetes mellitus.
Por otra parte, también puede estar ocasionada por enfermedades que dificulten
la correcta expulsión de la orina. Por ejemplo, los cálculos urinarios o el
agrandamiento de las glándulas prostáticas pueden ser causantes de la uremia.
Los síntomas principales de la uremia son la fatiga y pérdida de concentración
mental. Además, puede presentarse picazón, espasmos musculares, piel seca,
amarillenta y escamosa. La boca tiene un sabor metálico y el aliento tiene un olor
distintivo.
En las etapas más graves de la uremia, la acumulación de productos de desecho
dentro del flujo sanguíneo y en los tejidos, puede causar un amplio conjunto de
efectos.
Entre ellos se encuentra el edema, hipertensión, convulsiones, insuficiencia
cardíaca e incluso la muerte.
El tratamiento de esta enfermedad se basa en la identificación y la eliminación de
la enfermedad o la causa subyacente que la produce.
En el caso de los pacientes que están esperando un trasplante de riñón, se
combate a través de la aplicación de diálisis.
Prostatitis
La prostatitis consiste en la inflamación de la próstata. Existen cuatro tipos
diferentes de prostatitis: prostatitis bacteriana aguda, prostatitis bacteriana
crónica, prostatitis crónica y prostatitis asintomática.
Cada una de estas condiciones tiene causas y síntomas diferentes. La prostatitis
bacteriana aguda es causada por bacterias mientras que la prostatitis bacteriana
crónica puede ser ocasionada por diferentes infecciones.
Por su parte, la prostatitis crónica comparte muchos de los síntomas de la
prostatitis bacteriana aguda, sin embargo, no es ocasionada por bacterias.
Finalmente, la prostatitis asintomática se caracteriza precisamente por no tener
síntomas y sólo puede detectarse a través de una prueba de sangre.
Los síntomas de todas las prostatitis difieren entre sí, sin embargo, existen
algunos que son más comunes: dolor al orinar, dolor al eyacular, dolor de espalda,
dolor de recto y sangre en el semen son algunas de ellas.
Anhidrosis
La anhidrosis o hiperhidrosis ocurre cuando el cuerpo humano no puede sudar
con normalidad, por lo tanto, no puede expulsar sus toxinas de forma normal.
Cuando el cuerpo no transpira, no puede regular su temperatura y esto puede
provocar un golpe de calor que eventualmente puede llegar a ser mortal.
Sus causas pueden ser muy diversas. Entre ellas se encuentran algunas lesiones
de la piel, ciertas enfermedades como la diabetes o las reacciones adversas a
algunos medicamentos. Por este motivo suele ser difícil diagnosticarla e
identificar qué la ocasiona.
La anhidrosis presenta síntomas como mareos, calambres musculares, debilidad,
enrojecimiento y sensación de calor.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que la falta de transpiración puede
presentarse de forma aislada en una sola zona del cuerpo o de forma generalizada.
Cuando la anhidrosis afecta sólo una zona del cuerpo no debe ser motivo de
preocupación. En estos casos las toxinas suelen ser evacuadas a través del sudor
de otras zonas, lo cual permite que ocurra la regulación de la temperatura de
forma casi normal.
Sin embargo, cuando existe anhidrosis generalizada, se puede poner en riesgo la
vida. En estos casos el tratamiento consiste en detectar y atacar la causa de la
enfermedad. Sin embargo, también se suele recurrir a recursos externos para
bajar la temperatura del cuerpo.
Hepatitis
El hígado es un órgano que cumple una función fundamental en el procesamiento
de toxinas dentro del organismo. Por esta razón, aunque no sea propiamente un
órgano excretor, se considera como una parte clave de este sistema.
La hepatitis consiste en la inflamación del hígado que generalmente está
ocasionada por una infección de tipo viral.
Sin embargo, en otras ocasiones también puede ser causada por condiciones
congénitas, reacciones a medicamentos o el consumo excesivo de ciertas
sustancias como el alcohol.
Entre los síntomas de la hepatitis se puede encontrar malestar general, cansancio,
falta de concentración, fiebres hasta de 39º, dolor muscular, cefalea y síntomas
digestivos como falta de apetito, náuseas, vómitos y diarreas.
Cuando la enfermedad avanza, se presentan síntomas que dan cuenta de las fallas
en el procesamiento de toxinas.
Por ejemplo, se puede presentar ictericia, que consiste en la pigmentación
amarillenta de la piel y las mucosas, al igual que orina y heces de color oscuro.
Como prevenir las enfermedades del sistema excretor
Las medidas con las que debemos cuidar el sistema excretor a fin de que funcione
normalmente son:
- Beber abundante agua diariamente, ya que la misma permite la disolución y el
arrastre de los materiales de desecho hasta los riñones y, una vez allí, su
eliminación a través de la orina.
- Disminuir el consumo de sal contenida en los alimentos.
- Mantener la higiene de los genitales, pues la falta de una limpieza adecuada
favorece la aparición de infecciones urinarias.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- No retener la orina durante mucho tiempo, eliminarla cuando se sienta la
necesidad.
La falta de cuidados o el contacto con microbios, como bacterias u hongos, puede
provocar la aparición de ciertas patologías en el sistema excretor. Algunas de las
más frecuentes son: infecciones urinarias, cálculos renales, insuficiencia renal.

Aparato Reproductor Masculino


El aparato reproductor es el único sistema del cuerpo humano que está
destinado exclusivamente a asegurar la continuidad de la especie humana.
Por eso, los aparatos
reproductores masculino
y femenino están
perfectamente diseñados
para trabajar de forma
conjunta en el proceso
reproductivo humano que
consiste en la fecundación
de un óvulo (aparato
reproductor femenino) con
un
espermatozoide (aparato
reproductor masculino).
El proceso reproductivo consiste en la fecundación de un óvulo con un
espermatozoide.
Los genitales internos y externos, las hormonas y las glándulas de los dos sistemas
reproductivos desempeñan una labor decisiva para que comience ese proceso,
dando pie al desarrollo del feto para que pueda culminar con el nacimiento de un
nuevo lactante.
Partes del aparato reproductor masculino
El sistema reproductor masculino está formado por órganos genitales
internos y externos cuya función es crear, almacenar y conducir a los
espermatozoides para la reproducción del ser humano.
Órganos genitales internos
LOS TESTÍCULOS
Los testículos, los órganos principales del sistema reproductor masculino,
son glándulas reproductoras que están fuera de la cavidad de este sistema
alojados dentro de la bolsa escrotal o escroto.
Su importancia reside en que son los responsables de producir
espermatozoides (de 1oo a 200 millones cada día) para la reproducción y
liberar la testosterona (hormona sexual masculina) hacia el riego sanguíneo para
el correcto funcionamiento morfológico, metabólico y psíquico del hombre.
EL EPIDÍDIMO
El epidídimo es una estructura situada en la parte posterosuperior (posición
posterior y superior) de los testículos. Tiene forma de tubo que, como si de un
intestino minúsculo se tratase, al estirarlo podría alcanzar hasta los 6 metros.
Al epidídimo llegan los espermatozoides creados en los testículos, aquí
maduran y se almacenan hasta que son liberados por los conductos
deferentes.
LOS CONDUCTOS DEFERENTES
Los conductos deferentes son 2 conductos de unos 45 cm situados detrás del
epídimo que permiten que los espermatozoides sean expulsados.
Estos conductos se unen y pasan por la uretra, conducto que expulsa el semen y
la orina a través del pene.
También conocidos como vasos deferentes, son los que se intervienen en una
vasectomía para que los espermatozoides no viajen al exterior y así, evitar la
reproducción humana.
LAS VESÍCULAS SEMINALES
Los espermatozoides necesitan de en un fluido nutritivo que les permita
permanecer “vivos” durante el tiempo suficiente como para poder llegar al óvulo
y fecundarlo.
Ese fluido es el semen que contiene los espermatozoides, nutrientes como la
fructosa y otros fluidos de las glándulas reproductoras masculinas y encimas
como proteínas, ácido cítrico o potasio.
EL CONDUCTO EYACULADOR
Las vesículas seminales se unen a los conductos deferentes y forman el
denominado conducto eyaculador, que va a través de la próstata y desemboca
en la uretra para permitir el paso de semen hasta fuera del cuerpo masculino,
proceso comúnmente conocido como eyaculación.
LAS GLÁNDULAS DE COWPER O GLÁNDULAS BULBOURETRALES
Son dos glándulas situadas detrás de la próstata y segregan el líquido pre-
seminal, cuyas funciones son lubricar el pene para facilitar su introducción en la
vagina y eliminar la orina de la uretra para limpiarla de su acidez.
El líquido pre-seminal puede contener espermatozoides, pero no son aptos
para la reproducción ya que este líquido no contiene los mismos nutrientes que
el semen.
LA PRÓSTATA
La próstata está situada entre la vejiga y la uretra, ejerce presión sobre los
conductos eyaculadores para expulsar el semen desde la uretra hasta el
pene, y presionar la salida de la vejiga para evitar que el pis salga mientras se
mantiene relaciones sexuales.
Por ello si se agranda o inflama trae problemas de próstata que dificultarán la
micción y la eyaculación.
LA URETRA
La uretra es un conducto que va desde la vejiga hasta el pene, cuyo papel es
conducir el semen desde el conducto eyaculador y la orina desde la vejiga, hasta
el pene para que puedan ser expulsados.
Es el único órgano que comparten el sistema urinario y el sistema reproductor en
el cuerpo humano.
Órganos de los genitales externos
EL ESCROTO
El escroto es la bolsa donde están situados los testículos, localizada fuera del
sistema reproductor masculino. Está formado por 6 capas: la túnica vaginal, la
túnica fibrosa, el músculo cremáster, la fascia de Cooper, el dartos y la piel.
Su función principal es mantener la temperatura entre uno y dos grados
inferior a la corporal que es de 37º, es decir, entre los 35º y 36º puesto que es la
ideal para producir, conservar y madurar los espermatozoides.
Esto es posible gracias a el dartos, la penúltima capa del escroto, que
acerca y aleja los testículos al abdomen para proporcionarles más o menos
temperatura.
EL PENE
El pene es el último órgano que interviene en los sistemas reproductor y urinario,
ya que es el encargado de excretar la orina y el semen mediante la micción y la
eyaculación respectivamente.
Está formado por músculos, arterias, nervios… que se contraen y llenan de
sangre con la excitación sexual, provocando la erección que permitirá su
introducción en la vagina para facilitar las relaciones sexuales.
El aparato reproductor masculino tiene la función de crear, almacenar y
conducir a los espermatozoides al óvulo femenino.

Aparato Reproductor Femenino


El sistema reproductor femenino es
el responsable de crear óvulos, recibir
espermatozoides para que los fecunden
y crear el entorno idóneo para que, de
esa fecundación, se desarrolle un
embrión y así culminar con el objetivo
principal del aparato
reproductor: perpetuar la raza
humana.

Órganos genitales internos


OVARIOS
Los ovarios son el órgano más importante del aparato reproductor
femenino, porque son los encargados de crear los óvulos que son las células
reproductivas que, fecundados, darán pie a una nueva vida.
En los ovarios maduran los ovocitos hasta convertirse en óvulos, que viajan a
través de los oviductos o trompas de falopio hasta el útero.
TROMPAS DE FALOPIO
Fueron descubiertas por Gabriele Fallopio en el siglo XVI, de ahí su nombre, y son
primordiales puesto que facilitan el camino de los espermatozoides para
fecundar el óvulo, y aporta líquidos con los nutrientes necesarios para que, si
éste es fecundado, se forme el cigoto.
Básicamente son el conducto que comunican los ovarios con el útero, por
donde se traslada el óvulo, que si no es fecundado se descompone y da pie a la
menstruación.
ÚTERO O MATRIZ
El útero es el receptor del óvulo, que si está fecundado, se implantará en sus
paredes (también conocidas como endometrio) donde se desarrollan la placenta,
las glándulas y los vasos sanguíneos que ayudarán a la correcta formación del
cigoto y a alimentar al feto mientras se desarrolla.

CÉRVIX O CUELLO UTERINO


El cérvix está entre el útero y la vagina, su misión es permitir el paso de los
espermatozoides hasta las trompas de falopio y la salida de la sangre durante
la menstruación.
Es un órgano compuesto de fibras y músculos que normalmente mide 4 cm de
longitud, pero que puede alcanzar los 10cm dilatándose durante el parto para
ayudar a que salga el bebé.
Órganos genitales externos
VAGINA
La vagina es el órgano que conecta el interior de los genitales internos
femeninos con el exterior, recubierto de membranas que protege el resto de
órganos de infecciones y agentes externos que puedan dañarlos.
Es el orificio por el que se excreta la menstruación y por el el que sale el bebé
en el parto, además está protegido por el himen desde el nacimiento de la mujer,
una membrana protectora que suele romperse por actividades deportivas, con la
penetración del pene o por el uso de tampones.
VULVA
Es el órgano del sistema reproductor femenino más externo que comprende
el monte de Venus, los labios internos y externos, el clítoris y el vestíbulo vulvar
donde empieza la vagina.
Ofrece protección a todo el aparato reproductor limpiando los líquidos de la
vagina y lubricación al estimular su sistema nervioso para facilitar la entrada del
pene en el coito.
El sistema reproductor con los aparatos reproductores masculino y
femenino son los encargados del proceso reproductivo humano.

Enfermedades Del Aparato Reproductor Femenino


El aparato reproductor de las mujeres se compone por las trompas de Falopio,
vagina, cérvix, ovarios y la vulva. Su objetivo es la reproducción, de ahí que las
enfermedades puedan acabar en infertilidad. Por eso debes hacer todo lo posible
para solucionar estos casos lo antes posible. A continuación, te mostramos 4
enfermedades del aparato reproductor femenino.
Endometriosis
Esta enfermedad ocurre con bastante regularidad en las mujeres con edades entre
los 30 y 45 años. Afecta al endometrio, que es el tejido que envuelve al útero y que
se puede extender hacia otros órganos de la zona pélvida. La complicación llega
en realidad cuando el endometrio reacciona ante las hormonas del periodo y
sangra. Notarás un fuerte dolor en la zona abdominal.
Enfermedad pélvica inflamatoria
Esta dolencia suele aparecer sobre todo en mujeres jóvenes, con edades entre los
15 y 25 años. Se trata de la inflamación de los órganos reproductores a
consecuencia de una infección de carácter sexual. Para identificar esta
enfermedad, sus principales síntomas suelen ser el cansancio, molestias durante
el acto sexual, dolor en la pelvis y fiebre.
Cáncer de ovarios
El cáncer de ovarios se produce sobre todo entre la población femenina de entre
50 y 70 años. Suele desarrollarse en uno o en los dos ovarios. Sus principales
síntomas son la inflamación abdominal por culpa de la retención de líquidos,
ganas de orinar a todas horas, sangrados y molestias en la parte inferior del
abdomen. Mucha gente acaba falleciendo porque la enfermedad sólo se detecta
cuando se encuentra en un estado muy avanzado.
Quistes ováricos
Se trata de la concentración de fluidos en reducidas bolsas en los ovarios. Aunque
no haya motivos para alarmarse con los quistes ováricos, nunca hay que relajarse.
Su crecimiento puede llegar hasta los seis centímetros. Las mujeres afectadas
notarán dolor en el acto sexual, molestias abdominales y alteraciones en el
periodo.

Enfermedades Del Aparato Reproductor Masculino


Los genitales masculinos pueden verse afectados por diferentes tipos de
afecciones. Entre las más comunes están las lesiones provocadas por golpes
(principalmente en testículos y pene), enfermedades de transmisión sexual e
infecciones en las vías urinarias.
– Varicocele: inflamación en el escroto causada por venas varicosas que
obstruyen el flujo normal de sangre. No es nociva, pero en algunos casos puede
dañar los testículos o disminuir la producción de espermatozoides.
– Hidrocele: acumulación de líquido en el escroto debido a que el tubo por el que
descienden los testículos desde el abdomen hasta el escroto no se cierra
completamente, provocando que el líquido peritoneal pase por el tubo. Esto hace
que se inflame y duela.
– Cáncer de testículo: es un trastorno provocado por el desarrollo de células
malignas en los tejidos de uno o ambos testículos. Entre sus principales causas
están criptorquidia (testículos no descendidos), exposición a productos químicos,
virus papiloma, entre otras.
– Epididimitis: inflamación del epidídimo causada, principalmente, por una
infección bacteriana, que afecta al tracto urinario, uretra y próstata.
– Orquitis: inflamación de uno o ambos testículos provocada, principalmente, por
infecciones virales o bacteriales.
Afecciones de la próstata
– Prostatitis: inflamación de la próstata causada por una infección que empieza
en el tracto urinario. Existen dos tipos: leve (puede pasar inadvertida) y aguda
(dolor en la base del pene, escalofríos y fiebre).
– Cáncer de próstata: formación de células malignas en la glándula prostática.
No existe una causa exacta, pero se dice que puede ser un factor de riesgo la
historia familiar, alimentarse con una gran cantidad de grasa o tener un alto nivel
de testosterona.
Enfermedades de transmisión sexual
– Herpes genital: afección que provoca la aparición de ampollas en los genitales
producto del virus del herpes simple VHS-1 (se trasmite por la boca) y VHS-2
(infectado por vía sexual).
– Granuloma inguinal: infección provocada por la bacteria Calymmtobacterium
granulomatis, que causa una infl amación crónica del pene y testículos por la
aparición de un nódulo.
– Chancroide: infección causada por la bacteria Haemophilus ducreyi, que forma
úlceras genitales, las que se rompen a los pocos días.

Como prevenir enfermedades del Sistema reproductor Masculino


y Femenino.
El aparato reproductor, ya sea el femenino como el masculino comparte la función
vital de la reproducción con otra función vital que es la de excreción.
El aparato reproductor sirve para excretar la orina.
La uretra de la mujer es el tubo por el que sale al exterior la orina.
La uretra en el hombre sirve tanto para que salga el semen como para que salga
la orina, nunca juntos.
Por formar parte del aparato excretor y este aparato es el encargado de retirar del
cuerpo las sustancias de desecho (la basura), hay que extremar las medidas
higiénicas.
Hay que lavarse bien y diariamente las partes exteriores del aparato reproductor
para evitar restos orgánicos y olores.
La mujer durante el embarazo está compartiendo su sangre con la del bebé por
eso todo lo que lleve su sangre irá también al bebé.
No deberá tomar alcohol, drogas o fumar ya que lo compartirá con el niño.

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