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Nuestro Código Civil menciona los contratos como una de las cinco clásicas fuentes de las
obligaciones, las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o más
personas, como en los contratos o convenciones, artículo 1437.
El artículo 1438 define a su vez el contrato “o convención”, haciendo sinónimas ambas
expresiones, en conciencia el concepto legal de contrato señala que “contrato o convención es un
acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte
puede ser una o muchas personas.”
Tal confusión es criticada por una parte de la doctrina nacional, puesto que la convención es el
género (acuerdo de voluntades destinado a crear, modificar, transferir o extinguir derechos u
obligaciones) y el contrato una especie de convención (acuerdo de voluntades destinado a crear
derechos y obligaciones), recordándose que todo contrato es una convención, pero no toda
convención es un contrato.
Así, por ejemplo, la resciliación o mutuo disenso, el pago y la tradición son actos jurídicos
bilaterales o convenciones, pero no son contratos, porque extinguen (los tres) y transfieren (la
última) derechos y obligaciones, pero no los crean. Por su parte, la novación es a la vez convención
y contrato, porque modifica y crea obligaciones, es decir, es al mismo tiempo un modo de
extinguir las obligaciones y un contrato.
Características:
1. El contrato es un acto jurídico bilateral o convención que crea derechos y obligaciones. Se
atribuye a la voluntad de las partes un poder soberano para engendrar obligaciones.
2. La voluntad de las partes es, por lo tanto, al mismo tiempo:
- - Fuente de las obligaciones; y
- - Medida de dichas obligaciones, en cuanto ella fija el alcance o extensión de las mismas.
3. La voluntad de las partes contratantes determina así el nacimiento del contrato y sus efectos.
4. Tal concepto de contrato es fruto de la doctrina de la autonomía de la voluntad.Para la
doctrina, este principio fundamental de la autonomía de la voluntad, se descompone,
fundamentalmente, en dos subprincipios:
- El consensualismo
- La libertad contractual.
(*) Ambos subprincipios operan en el momento en que nace el contrato.
Clasificaciones:
Hay que partir distinguiendo entre las legales y las doctrinarias, saber unas 4 (nominados e
innominados, de ejecución instantánea y de tracto sucesivo, de libre discusión y de adhesión,
preparatorios y definitivos).
Clasificaciones legales, las encontramos entre los Artículo 1439 al 1443, saber todas: concepto,
ejemplos e importancias (al menos 2 por cada una).
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Interpretación de los contratos – Artículo 1560
Es determinar el verdadero significado, alcance, sentido o valor de las estipulaciones de un
contrato. El más preguntado es el Artículo 1560 y se recomienda saber unos 2 más.
En tres hipótesis fundamentales tiene lugar la interpretación del contrato:
a. Cuando sus términos son oscuros o ambiguos.
b. Cuando siendo claros sus términos, no se concilian con la naturaleza del contrato o con la
verdadera intención de las partes, que aparece manifiesta; y
c. Cuando relacionando las cláusulas del contrato, surgen dudas acerca del alcance particular de
alguna o algunas de ellas.
De esta forma, cuando no estamos ante ninguna de las tres hipótesis mencionadas, lo que debe
hacer el juez no es interpretar, sino sencillamente aplicar el contrato.
Regla de la Especialidad:
Artículo 1561. “Por generales que sean los términos de un contrato, sólo se aplicarán a la materia
sobre que se ha contratado”.
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Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o dictadas por una de las partes, sea
acreedora o deudora, se interpretarán contra ella, siempre que la ambigüedad provenga de la falta
de una explicación que haya debido darse por ella.
Si el juez no llega a la convicción por otra vía, las cláusulas ambiguas se interpretarán a favor del
deudor, a menos que el contrato haya sido redactado por éste.
2.- Principio de la buena fe,hay que referirse principalmente al Artículo 1546 que señala que los
contratos deben ejecutarse de buena fe y se puede señalar cualquier contrato donde la buena fe
tenga alguna relevancia.
Artículo 1546. Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo
que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la
obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
3.- Principio del consensualismo es un principio particular de la materia contractual que consiste
en que por regla general los contratos son consensuales. Se puede agregar que en Chile la
contratación está ausente de formalismos, que el contrato se entiende perfeccionado por la sola
declaración de voluntad.
4.-Principio de la intangibilidad de los contratos, consiste en que nadie más que las partes puede
alterar el contenido de un contrato (ni el legislador ni el juez ni terceras personas). Tiene contadas
excepciones como en el contrato de arrendamiento el juez puede modificar el monto de la renta si
la cosa arrendada sufre daños y el juez puede determinar que el arriendo continúe pero rebajar la
renta proporcionalmente a los daños; o si las partes en un mutuo pactan un interés superior al
máximo legal se rebaja al interés corriente.
5.- Principio de la legalidad del contrato, referido a que un contrato legalmente celebrado es una
ley para las partes. Quien celebra un contrato debe cumplir con él tal como todos debemos
cumplir con una ley
Artículo 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no puede
ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.
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Esto obedece al principio básico de que en derecho las cosas se deshacen de la misma forma como
se hacen.
Excepcionalmente, la ley contempla casos en que un contrato puede ser dejado sin efecto de
manera unilateral:
- Desahucio en el contrato de arrendamiento,
- La revocación del mandato,
- La renuncia en el mandato.
Actos no resciliables y actos que pueden extinguirse por una sola voluntad:
La regla general del Artículo 1545 que consagra la resciliación, tiene excepciones sin embargo,
desde dos puntos de vista:
Algunos contratos no pueden dejarse sin efecto ni aún por la voluntad de las partes, como ocurre
especialmente en el ámbito del Derecho de Familia: contrato de matrimonio (Artículo 102),
capitulaciones matrimoniales (Artículo 1716, último inciso), pacto de separación total de bienes o
que establece el régimen de participación en los gananciales, si se estipularen en conformidad al
Artículo 1723.
Algunos contratos pueden dejarse sin efecto aún por la sola voluntad de una de las partes: Artículo
2108 (sociedad); Artículo 2163 números 3 y 4 (mandato); Artículo 1951 (arrendamiento); Artículo
1428 (donación).
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- El mandato, en general (concepto, características y principales obligaciones de cada caso).
- Hipoteca, en general
- Fianza, en general
- Comodato, en general
(*) Mutuo, depósito, prenda, transacción, permuta, cesión de derechos, cuasi-contratos casi no se
preguntan.
Contrato de promesa
Doctrinariamente se le define en términos generales, como aquél por el cual las partes se obligan
a celebrar un contrato determinado en cierto plazo o en el evento de cierta condición.
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contrato de promesa genera siempre una acción de naturaleza mueble (artículo 581 del Código
Civil) la acción para exigir el cumplimiento del contrato prometido tiene carácter mueble, aun
cuando lo prometido sea la celebración de una compraventa de inmueble.
En efecto, con tal acción no se reclama la entrega de un bien raíz, sino el cumplimiento de una
obligación de hacer, y los hechos que se deben se reputan muebles (artículo 581 del CC.)
2) Que el contrato prometido no sea de aquellos que las leyes declaren ineficaces.
Vale decir, que el contrato prometido no adolezca de vicios de nulidad. Por eficacia del contrato
prometido debe entenderse, en un sentido amplio, que éste produzca efectos jurídicos, que
establezca un vínculo de derecho entre los contratantes. La ley niega sus efectos a la obligación de
hacer contraída, cuando ella recae sobre un contrato que será carente de causa o de objeto, o que
tendrá un objeto o causa ilícitos.
Esta exigencia es aplicación del principio general de que el objeto de los contratos debe ser lícito.
Así, por ejemplo, no podría prometerse la venta de bienes entre padres e hijos no emancipados o
entre cónyuges no separados judicialmente; también carece de validez una promesa en que una
de las partes se obliga a ejecutar un hecho inmoral o prohibido; o un contrato que contenga una
obligación física o moralmente imposible.
El contrato prometido debe ser eficaz al momento de suscribirse la promesa.
3) Que la promesa contenga un plazo o condición que señale la época de la celebración del
contrato prometido.
No hay en nuestra legislación promesa pura y simple. La ley no permite celebrar una promesa sin
base cierta, como sería, por ejemplo, si una persona se comprometiera a celebrar un contrato sin
decir cuándo se celebrará, sin decir qué día preciso o al menos en qué época o período de tiempo.
Nada impide fijar copulativamente una condición y un plazo, o primero la una y para el caso de
que ésta falle, o en su defecto, el otro.
No es necesario que el plazo o la condición establezcan el instante preciso en que el contrato deba
celebrarse, pero sí deben determinar “la época” en que debe perfeccionarse (por ejemplo, antes
que termine el invierno).
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4) Que en la promesa se especifique de tal manera el contrato prometido, que sólo falten para que
sea perfecto, la tradición de la cosa, o las solemnidades que las leyes prescriban.
La compraventa
Definida en el artículo 1793, el que señala que la compraventa es un contrato en que una de las
partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice vender y ésta
comprar. El dinero que el comprador da por la cosa vendida se llama precio.
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7. En General, es de ejecución instantánea: usualmente, las partes cumplirán de inmediato sus
obligaciones, extinguiéndose la relación contractual; pero nada obsta a que se trate de una
compraventa en la que las obligaciones se cumplan dentro de ciertos plazos, y por ende, en tal
caso estaremos ante un contrato de ejecución sucesiva o progresiva. En este último caso, el
incumplimiento que se produzca en cualquier momento, podría originar la resolución del contrato
(al efecto, se indica en un fallo que “tratándose de un contrato de compraventa que puede
cumplirse por partes, por el hecho de haberse consumado respecto de una partida, el comprador
no pierde el derecho de pedir la resolución parcial del resto”).
8. La venta no es enajenación, sino mero título traslaticio de dominio.
El solo contrato genera derechos personales, sirve de antecedente para la posterior transferencia
del dominio (artículo 703 del Código Civil). En consecuencia, si no ha existido tradición en favor del
comprador, éste no adquiere el dominio ni la posesión de la cosa comprada. Según veremos,
podría ocurrir que el vendedor no sea dueño, caso en el cual la entrega de la cosa (que en las
normas posesorias el Código Civil también llama “tradición”, aunque es evidente que no en su
acepción de modo de adquirir) sólo posibilitará al comprador para entrar en posesión.
En síntesis, para que el comprador llegue a adquirir el dominio en virtud de la compraventa, se
requieren dos actos jurídicos consecutivos:
- La compraventa (título) y
- La tradición (modo de adquirir), lo que concuerda con el Derecho Romano bonitario o vulgar,
apartándose del código napoleónico.
Destacamos, la crítica formulada a la definición del artículo 1793, cuando alude a que el vendedor
se obliga “a dar”, debiendo haber dicho el precepto “a dar o a entregar”.
La compraventa es un mero título traslaticio de dominio, es decir, un acto jurídico que por su
naturaleza no transfiere el dominio, sino que confiere al comprador un antecedente que lo habilita
para adquirirlo, ya que, celebrado el contrato, surge para dicho comprador un derecho a exigir del
vendedor que le entregue la cosa; con todo, no puede pretender que lo haga propietario, sino sólo
poseedor.
La frase que emplea el Artículo 1793, “dar una cosa”, no es del todo correcta, siendo preferible
haber empleado la frase “entregar una cosa”.Al emplear el legislador la expresión “dar una cosa”,
pareciera indicar que el vendedor transfiere el dominio de la cosa por el contrato, toda vez que tal
es la obligación de dar; por el contrario, la obligación de entregar no supone transferencia de
dominio y por tanto puede contraerla o asumirla quien no es dueño, puesto que en definitiva
implica sólo pasar la tenencia.
Ahora bien, a la luz del Artículo 1824, la obligación que contrae el vendedor es la de entregar la
cosa y en ningún caso el hacer propietario al comprador. El contrato de compraventa sólo impone
al vendedor la obligación de entregar la cosa, no es hacer dueño al comprador, sino otorgarle la
posesión pacífica de la cosa y si la cosa objeto del contrato es lícita, determinada o determinable,
hubo consentimiento de las partes, el contrato puede formarse válidamente.
Artículo 1824 CC: “Las obligaciones del vendedor se reducen en general a dos:
- La entrega o tradición, y
- El saneamiento de la cosa vendida.
La tradición se sujetará a las reglas dadas en el Título VI del Libro II”.
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- La tradición (modo de adquirir), lo que concuerda con el Derecho Romano bonitario o vulgar,
apartándose del código napoleónico.
Para el Derecho Romano bonitario o vulgar, en la compraventa el vendedor se limita a transferir
solamente la “vacua possessio” o pacífica y útil posesión, mediante la “traditio”.
En consecuencia, si el vendedor es dueño, la entrega constituirá tradición; si no lo es, la entrega
será una tradición aparente, y en derecho sólo será entrega.
Toda tradición es entrega, pero no toda entrega es tradición. Por ello, el Artículo 1548 establece
que la obligación de dar contiene la de entregar la cosa. Por ello también, el Artículo 1824 emplea
acertadamente la frase alternativa “entrega o tradición”.
El consentimiento en las ventas forzadas realizadas en una subasta pública: de acuerdo a las reglas
generales, el consentimiento debe lograrse libre y espontáneamente, exento de vicios. En un caso,
sin embargo, la voluntad del vendedor no se logra libre y espontáneamente: Esto es en las ventas
forzadas por disposición de la justicia
Los gastos de la compraventa:dispone el Artículo 1806 que serán de cargo del vendedor, salvo
pacto en contrario.
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a) Debe ser comerciable y enajenable.
b) Debe ser singular, y determinada o determinable.
c) Debe existir o esperarse que exista.
d) No debe pertenecer al comprador.
El precio
Es el dinero que el comprador se obliga a dar por la cosa, de acuerdo al Artículo 1793.
Concepto de Evicción:
“Privación del todo o parte de la cosa comprada que sufre el comprador a consecuencia de una
sentencia judicial, por causa anterior a la venta”.
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Interpuesta la demanda por el tercero en contra del comprador, nace inmediatamente para el
vendedor la obligación de amparar al comprador en la posesión y goce de la cosa, amparo que se
traduce en la intervención personal y directa del vendedor en el juicio, asumiendo el rol del
demandado.
Mediante la citación de evicción, el vendedor tiene conocimiento de la acción que el tercero ha
entablado contra el comprador, y a partir de dicha citación se hace exigible la obligación del
vendedor de amparar al comprador. La citación de evicción es de tal relevancia, que, si el
comprador la omitiere, el vendedor no será obligado al saneamiento.
En efecto, si el comprador no le hace saber la existencia del juicio, no puede culpársele de que no
haya defendido al comprador. La negligencia, en tal caso, es del último.
Los Vicios Redhibitorios dan al comprador el derecho alternativo de ejercitar la acción redhibitoria
establecida en los Artículo 1857 y 1860:
- Pedir la resolución del contrato.
- Pedir la rebaja del precio: acción quanti minoris.
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- En contra del vendedor de mala fe, el comprador tiene además acción de indemnización de
perjuicios.
Dos son entonces las causales que autorizan al comprador para retener el precio:
1. Si fuere turbado en la posesión de la cosa;
2. Si prueba que existe contra la cosa una acción real de que el vendedor no le haya dado noticia
antes de perfeccionarse el contrato.
Pero ni una ni otra causal permiten al comprador retener para si el precio, debe depositarlo, con
autorización de la justicia, depósito que durará hasta que:
1º El vendedor haga cesar la turbación; o
2º Afiance (caucione) las resultas del juicio.
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3. Tiene derecho el vendedor a exigir que se le restituya la cosa objeto del contrato, y sus
accesorios.
4. Tiene derecho el vendedor a que el comprador le indemnice los deterioros producidos a la
cosa, considerándose al comprador, para estos efectos, como poseedor de mala fe,
OBLIGACION
DACION EN PAGO NOVACION
FACULTATIVA
Deudor se obliga a pagar Deudor se obliga a pagar Deudor se obliga a pagar transfiriendo al acreedor
transfiriendo al acreedor transfiriendo al acreedor una cosa determinada en el plazo de 30 dias,
una cosa determinada en una cosa determinada en el pero antes del vencimiento del plazo el primero le
el plazo de 10 días pero plazo de 30 días, pero ofrece al segundo, satisfacer la obligación,
al vencimiento del plazo, facultándolo, al momento cuando se cuela el plazo, pero con una cosa
el primero le ofrece al de celebrar el contrato, distinta a la originalmente adeudada, a lo que el
segundo una cosa distinta para extinguir su obligación acreedor acepta.
a la originalmente con otra cosa que se En este caso la obligación primitiva se extingue
pactada, a lo que el designa sustituyendo por una nueva obligación.
acreedor acepta Articulo 1505 (*) Antes del vencimiento del plazo
Arrendamiento
El artículo 1915, señala que el arrendamiento es un contrato en que dos partes se obligan
recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un servicio,
y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado”.
Características:
A) Es un contrato bilateral, como expresamente lo indica el artículo 1915, que origina obligaciones
tanto para el arrendador como para el arrendatario. Uno entrega temporalmente una cosa, o
cumple un servicio o ejecuta una obra material, y el otro paga un precio a cambio.
B) se trata de un contrato oneroso, porque reporta utilidad para ambos contratantes, gravándose
recíprocamente.
C) Es un contrato conmutativo, porque las prestaciones de las partes se miran como equivalentes.
Lo que una parte se obliga a entregar o hacer en favor de la otra parte, se mira como equivalente a
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lo que ésta a su vez se obliga a pagar por el goce temporal de la cosa arrendada o por el servicio u
obra que se realizará en su favor.
D) Es principal, porque subsiste por si solo, sin necesidad de otra convención; tampoco es un
contrato destinado a garantizar el cumplimiento de otra convención.
E)Es puro y simple, por regla general. Usualmente, el arrendamiento comienza a producir todos
sus efectos inmediatamente de celebrado, aunque nada obsta a estipular un plazo o una
condición, a que esté supeditado el ejercicio o el nacimiento de los derechos y las obligaciones
emanadas del contrato.
F) Es un contrato típico, pues la ley lo regula exhaustivamente, tanto en el código civil como en
disposiciones especiales.
G)Por regla general, es consensual.
Lo normal es que el arrendamiento se entienda perfecto, por el solo acuerdo de las voluntades,
incluso cuando recae en inmuebles, rigiendo por ende las normas del código de comercio,
concernientes a la formación del consentimiento.
Con todo, el arrendamiento de predios rústicos, es solemne, debiendo constar por escritura
pública o privada, y en el segundo caso, con la presencia de dos testigos, conforme al artículo 5º
del decreto ley número 993, del año 1975.
H)Es un contrato de duración limitada y por regla general de tracto sucesivo.
Cumplido su plazo de vigencia, normalmente se renuevan sus efectos, conforme a lo estipulado
por los contratantes, salvo que medie voluntad en contrario, expresada con la antelación pactada
en el contrato
I) El arrendamiento es un título deMera Tenencia. Quien recibe una cosa en arrendamiento, sólo
tiene sobre ella la calidad de mero tenedor, y por ende reconoce dominio ajeno, sin que, en
principio, pueda llegar a adquirir el dominio por prescripción.
Lo expuesto, salvo, si opera el caso excepcionalísimo contemplado en el artículo 2510 regla 3ª del
Código Civil, única hipótesis en que la mera tenencia podría mudar en posesión y permitir arribar
al dominio vía prescripción adquisitiva, cuando se cumplen los dos requisitos copulativos allí
indicados:
- Que el que se pretende dueño no pueda probar que en los últimos diez años se haya
reconocido expresa o tácitamente su dominio por el que alega la prescripción;
- Que el que alega la prescripción pruebe haber poseído sin violencia, clandestinidad ni
interrupción por el mismo espacio de tiempo.
Importancia fundamental del arrendamiento:
permite que una persona pueda gozar de una cosa
que no puede adquirir.
Clasificación:
a) Arrendamiento de Cosas.
b) Contrato para la confección de una obra material.
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c) Arrendamiento de servicios inmateriales.
d) Arrendamiento de transporte.
Arrendamiento de cosas:
"Es un contrato en que una de las partes se obliga a conceder el goce de una cosa, y la otra a pagar
por éste goce un precio determinado".
Elementos o requisitos:
Tres son los elementos constitutivos del arrendamiento, es decir, elementos de la esencia
particulares, que de faltar, impiden el nacimiento del contrato, o éste degenera en un contrato
diferente:
- La cosa arrendada.
- El precio.
- El consentimiento.
Requisitos específicos:
- Cosa corporal o incorporal.
- Cosa no consumible.
Requisitos Generales:
1. Debe ser real y serio.
2. Debe ser determinado.
3. El precio puede consistir en dinero, y en frutos naturales de la cosa arrendada, y en este
último caso se puede fijar una cantidad determinada o una parte alícuota (este clase se
denomina aparcería, vulgarmente denominada Mediería).
4. El precio puede fijarse a suma alzada (una sola vez), o en forma periódica (Renta).
Efectos del arrendamiento decosas: son los derechos y obligaciones de las partes.
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Formas de la entrega:
- Cosa mueble: Cualquier medio del 684.
- Cosa inmueble: Por la entrega material del inmueble, de modo que permita al arrendatario
gozar de él.
- Créditos: Por la entrega del título.
Tiempo y lugar de la entrega: se aplican las reglas generales de los artículos 1587,1588 y 1589, es
decir:
- La convenida.
- En silencio, inmediatamente después de celebrado el contrato.
Estado en que debe entregarse:debe entregarse en estado de servir para el fin que ha sido
arrendada, siendo de cargo del arrendador las reparaciones de toda índole que sea necesario
efectuar antes de la entrega y que el arrendatario entre a gozar.
Garantía por los vicios de la cosa: es la que tiene el arrendatario por los vicios de la cosa al
momento de la entrega.Si el vicio impide hacer uso de la cosa arrendada, el arrendatario podrá:
a) Pedir la "terminación" del contrato, y aún la rescisión, cuando el arrendador conociera o no el
vicio al tiempo del contrato, o cuando el vicio haya aparecido después, pero sin culpa del
arrendatario (Artículo 1932 inc. 1º).
b) Si el vicio impide parcialmente el uso de la cosa arrendada o esta se destruye parcialmente:
El juez decide:
- Si hay lugar a la terminación del contrato.
- Si hay lugar a una rebaja de la renta (Artículo 1932 inc. 2º).
Si el vicio tiene una causa anterior al contrato: el arrendatario tendrá derecho además, de la
terminación o rebaja del precio, a pedir indemnización de perjuicios, que solo comprende el daño
emergente, pero si el vicio era conocido del arrendador al tiempo del contrato o este debió
preveerlo en razón de su profesión u oficio, también comprenderá el lucro cesante (Artículo 1933)
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a) Por hecho o culpa del arrendador: el arrendatario podrá pedir la terminación del contrato,
con indemnización de perjuicios.
b) Por caso fortuito o fuerza mayor: el arrendatario solo podrá pedir la terminación sin derecho
a indemnización de perjuicios alguna. Lo mismo en el caso de que el arrendatario haya tenido
conocimiento de la imposibilidad de entregar del arrendador.
Pagar el precio o renta:Se trata de una obligación de la esencia del contrato de arrendamiento,
porque de faltar, degeneraría en un contrato de comodato. Establece la obligación el artículo
1942, inciso 1º del Código Civil.
Por cierto, la renta debe pagarse por todo el período de vigencia del contrato, siendo de cargo del
arrendatario probar que éste expiró anticipadamente, por haberlo acordado así las partes. La
determinación del precio se hará según las reglas de la C/V.
Si no existe acuerdo entre las partes en el precio o renta, y se ha procedido a la entrega de la cosa,
se estará en cuanto el precio o renta a lo que determinen los PERITOS, peritaje que será costeado
a prorrata de las partes, salvo que se logre probar por algún medio el precio o renta por alguna de
las partes.
Incumplimiento del pago:el arrendador podrá, sólo respecto de los predios urbanos:
- Pedir la resolución del contrato, más indemnización de perjuicios.
- Exigir el cumplimiento forzado del mismo, también con indemnización de perjuicios.
La indemnización comprende:
- El pago de la renta por el tiempo que falte hasta el día que desahuciando podría haber hecho
terminar el contrato, o que el arriendo hubiera terminado sin desahucio.
- Para liberarse del pago el arrendatario podrá proponer a otra persona idónea que le sustituya
por el tiempo que le falte, prestando fianza u otra caución, todo ello bajo su responsabilidad
(Artículo 1945)
- Usar la cosa según lo convenido, o en su defecto, según la presunta intensión de los
contratantes y el natural destino de la cosa
- Si el uso ordinario de la cosa no puede ser determinado por las partes tocará al juez
determinarlo.
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Incumplimiento de esta obligación:
El arrendador podrá pedir:
- La terminación del contrato más la indemnización de perjuicios.
- Pedir la indemnización dejando subsistir el contrato.
- Cuidar la cosa:
(*) El arrendatario responde de culpa leve, ya que el contrato cede en beneficio de ambos
contratantes.
Obligación de cuidar de la cosa como un buen padre de familia: el arrendatario responde hasta de
la culpa leve.
La hipoteca
Definida legalmente en el artículo 2407 del CC, el que señala que la hipoteca es un derecho real de
prenda, constituido sobre inmuebles que no dejan por eso de permanecer en poder del deudor”.
Esta definición ha sido criticada por nuestra doctrina, porque no proporciona una idea cabal de la
garantía.
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Concepto Doctrinario: “Derecho real que recae sobre un inmueble que permaneciendo en poder
del constituyente, da derecho al acreedor para perseguirlo de manos de quien se encuentre y de
pagarse preferentemente del producto de la subasta”.
Se define como derecho real y no como contrato, porque si bien por lo general tiene ambas
características, no siempre acontece así, ya que puede existir como derecho sin que haya contrato,
como ocurre en el caso de la hipoteca legal que contempla el C.P.C, que opera en la partición de
bienes.
Importancia:
1. De todas las cauciones, tanto reales como personales, ninguna ofrece mayor seguridad al
acreedor que la hipoteca, siendo la principal fuente de crédito.
2. Ello, porque los bienes raíces tienen un valor estable, más o menos elevado, resultando
posible obtener créditos más cuantiosos.
3. También la hipoteca presenta ventajas para el deudor, porque no obstante la constitución del
gravamen, no se ve desposeído del inmueble, pudiendo valerse de él para obtener utilidades.
4. Para que conserve su eficacia, la hipoteca debe gozar de la publicidad general, lo que se
consigue mediante la inscripción en el Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador
de Bienes Raíces.
El contrato de hipoteca:
Aquel en que el deudor o un tercero se obligan con respecto al acreedor a darle el derecho de
hipoteca sobre un inmueble de su propiedad.
Elementos de la hipoteca:
En primer lugar, la hipoteca debe reunir todos los requisitos de un contrato:
a) Capacidad para enajenar;
b) Formalidades; debe perfeccionarse por escritura pública;
c) Cosas susceptibles de hipotecarse; y
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d) Obligaciones que se pueden caucionar con hipoteca; pueden caucionarse con esta garantía
cualesquiera clase de obligaciones, tanto civiles como naturales, presentes o futuras, directas o
indirectas.
Extinción por vía accesoria: La extinción de la obligación principal sólo acarrea la extinción de la
hipoteca cuando ella es total y definitiva.
Total, porque en virtud del principio de la indivisibilidad, no obstante quedar insoluta una ínfima
parte de la deuda, la hipoteca subsiste en su integridad; y definitiva, porque si la extinción de la
obligación queda sin efecto, revive la hipoteca.
Algunos modos de extinguir obligaciones presentan particularidades respecto de la hipoteca.
- El pago: por regla general, hecho el pago se extingue la hipoteca. Pero si el pago lo hace un
tercero que se subroga en los derechos del acreedor, la hipoteca subsiste garantizando el
crédito en manos del tercero.
- La dación en pago: si extingue la obligación principal, también acarrea consigo la extinción de
la hipoteca.
- La novación: extingue la obligación primitiva con todos sus accesorios, entre los cuales se
encontraba la hipoteca; pero nada impide que las partes hagan reserva de las hipotecas, de
acuerdo a los artículos 1642 a 1644 del Código Civil.
Extinción por vía principal:En este caso, la obligación principal continúa vigente, extinguiéndose
sólo la hipoteca. Las causales son las siguientes:
a) Cuando el derecho del constituyente de la hipoteca se extingue por resolución
Opera aquí el principio general del artículo 1491 del Código Civil. La hipoteca se extinguirá, salvo
que el acreedor pueda alegar que desconocía la condición resolutoria, es decir que se encontraba
de buena fe, lo que no podrá invocarse si la condición resolutoria constaba en el título respectivo,
inscrito u otorgado por escritura pública (usualmente, ello constara en la escritura de
compraventa respectiva; de ahí la importancia de los informes de títulos hasta 10 años y de
cerciorarse que los saldos de precios estén pagados).
b) Vencimiento del plazo por el cual se constituyó la hipoteca:
Un ejemplo es la hipoteca constituida por una sociedad anónima, para garantizar deudas ajenas,
caso en el cual, además de obtener la respectiva autorización de la junta extraordinaria de
accionistas (artículo 57 de la Ley de Sociedades Anónimas), debe limitarse la vigencia de la
hipoteca, de manera que caucione obligaciones con un vencimiento máximo, indicado en el
contrato hipotecario.
La prórroga del plazo que el acreedor concede al deudor, para el pago de la obligación, extingue la
hipoteca constituida por un tercero, salvo que dicho garante concurra en la prórroga, aceptándola
(artículo 1649 del Código Civil).
c) Confusión: artículo 2406 del Código Civil.
Se aplica también a la hipoteca este modo de extinguir. Se producirá la confusión, por ejemplo, si
al fallecer el acreedor, le sucede, como su único heredero, su hijo, quien era el deudor de la
obligación garantizada con la hipoteca.
d) Expropiación por causa de utilidad pública.
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Expropiado el inmueble, se extingue también la hipoteca, sin perjuicio del derecho del acreedor
hipotecario sobre el precio de la expropiación.
e) Por renuncia del acreedor hipotecario.
Tal acto se denomina alzamiento de la hipoteca, a través de una escritura pública, del que debe
tomarse nota al margen de la respectiva inscripción hipotecaria, operando la respectiva
cancelación Para que haya verdadera renuncia, el crédito caucionado con la hipoteca no debe
estar pagado, pues si lo estuviera, la hipoteca se entenderá extinguida por vía consecuencial.
El alzamiento de la hipoteca puede ser total o parcial. (artículo 2434, inciso 3º, Código Civil).
La prenda
Definida en el artículo 2384 CC, el que señala que“Por el contrato de empeño o prenda se entrega
una cosa mueble a un acreedor para la seguridad de su crédito. / La cosa entregada se llama
prenda. / El acreedor que la tiene se llama acreedor prendario”.
Definición Doctrinaria: “Por el contrato de empeño o prenda se entrega una cosa mueble a un
acreedor para la seguridad de su crédito, dándole la facultad de venderla y de pagarse
preferentemente con el producto de la venta si el deudor no cumple su obligación”.
Características de la prenda.
a) Es un contrato.
b) Es un contrato unilateral.
c) Es un contrato oneroso o gratuito.
d) Es un contrato real o solemne.
e) Es un contrato accesorio.
f) Es un derecho real.
g) Es un derecho mueble.
h) Da origen a un privilegio.
i) Constituye un principio de enajenación.
j) Es un título de mera tenencia.
21
k) Es indivisible.La acción prendaria se dirige contra aquél que posea en todo o en parte la cosa
empeñada; el deudor, para reclamar la restitución de la prenda, debe pagar íntegramente lo
adeudado, y mientras quede una fracción de ella, por pequeña que sea, el acreedor retiene la
prenda, que en su totalidad le sirve de garantía para el pago del saldo; si uno de los herederos
del deudor ha pagado su parte de la deuda y aún cuando la prenda sea de una cosa divisible,
el precepto citado le niega el derecho a pedir la restitución de la parte de la prenda que a él le
corresponda, mientras los otros herederos por su parte no hayan pagado su cuota en la
deuda.
La fianza, antes que una “obligación accesoria”, es un contrato accesorio, cuyas partes son el
acreedor y el fiador (y no el deudor de la obligación principal, por ende).
Aún más, debemos agregar que la fianzasiemprees un contrato, a pesar de que el artículo 2336
diga que sólo la fianza convencional se constituya por contrato.
En verdad, tanto la fianza legal como la judicial (y por cierto la convencional) se constituyen por
contrato, sin perjuicio que el origen de la obligación de procurarse un fiador sea la convención, la
ley o una resolución judicial.
El concepto legal subraya cual es el efecto propio del contrato: la necesidad en que se pone el
fiador de cumplir con una obligación principal total o parcialmente, en subsidio del deudor
principal.
22
Pero no obstante tratarse de un contrato gratuito, el artículo 2351 establece que el fiador
responde de culpa leve y no sólo de culpa lata, como sería normal considerando que el contrato
no le reporta beneficio alguno.
d) Contrato accesorio.
La finalidad de la fianza es procurar al acreedor una garantía, lo que obviamente supone la
existencia de una obligación principal. Así, la suerte de la fianza estará absolutamente vinculada a
la suerte de la obligación principal.
Pueden señalarse las siguientes consecuencias de la accesoriedad de la fianza:
1. Extinguida la obligación principal, se extingue también la fianza. Así, si la obligación principal
fuere nula, también lo será la obligación accesoria. Excepcionalmente, no ocurrirá lo anterior
cuando la obligación principal es nula por incapacidad relativa del deudor principal, porque el
fiador no puede oponer al acreedor las excepciones personales de que goza el deudor
principal, entre las que se encuentra la incapacidad de obligarse.
2. El fiador tiene la facultad para oponer al acreedor todas las excepciones que deriven de la
obligación principal (artículo 2354): en otras palabras, lo que puede oponer el fiador al
acreedor son las excepciones reales, pero no las personales del deudor.
3. La obligación del fiador no puede ser más gravosa que la obligación principal (artículo 2344):
lo que sí puede ocurrir es que el fiador se obligue por menos, no sólo respecto a la cuantía de
la obligación, sino también en cuanto al tiempo, lugar, modalidades de pago, cláusula penal,
etc,
e) Es Contrato patrimonial.
Se consagra este carácter (innecesariamente y por razones históricas, como apunta Somarriva), en
el artículo 2352, al decir que los derechos y las obligaciones de los fiadores son transmisibles a sus
herederos.
f) No es un contrato condicional.
Podría creerse que la fianza es condicional, y que la condición consiste en que el deudor no cumpla
con lo pactado. Sin embargo, el fiador contrae su obligación directa e inmediatamente, de manera
que nos encontramos ante un contrato puro y simple.
Con todo, nada impide estipular una modalidad, como un plazo o una condición que afecten la
exigibilidad, nacimiento o extinción de la fianza, pues todos los actos patrimoniales aceptan
modalidades (artículo 2340). Además, cada vez que la obligación principal esté sujeta a
modalidades, la fianza también lo estará.
Clases de fianza:
a) Fianza convencional, legal o judicial.
b) Fianza personal, hipotecaria o prendaria.
c) Fianza limitada e ilimitada.
d) Fianza simple y solidaria.
23
Cuatro defensas o excepciones puede oponer el fiador al acreedor:
b.1) beneficio de excusión;
b.2) beneficio de división;
b.3) excepción de subrogación;
b.4) excepciones reales o personales.
Beneficio de Excusión:Es una facultad según la cual el fiador puede exigir al acreedor que antes de
proceder en su contra, persiga la deuda en los bienes del deudor principal (artículo 2357).
Beneficio de división: Opera el beneficio de división, cuando existe pluralidad de fiadores (artículo
2367). Se entiende por tal el derecho que tiene cada uno de los varios fiadores, para exigir al
acreedor que la deuda se divida en partes iguales y por ende que le reciba sólo la cuota que al
primero corresponda en la obligación.
Excepción de subrogación: Consiste en la facultad del fiador, para exigir que se rebaje de la
demanda del acreedor todo lo que el fiador podría haber obtenido del deudor principal o de los
otros fiadores por medio de la subrogación legal o que se declare extinguida la fianza en todo o en
parte, cuando el acreedor ha puesto al fiador en el caso de no poder subrogarse en sus acciones
contra el deudor principal o los otros fiadores, o cuando el acreedor por hecho o culpa suya, ha
perdido las acciones en que el fiador tenía derecho de subrogarse (artículos 2355 y 2381 número
2).
Excepciones reales o personales:
El fiador puede oponer al acreedor tanto las excepciones reales que emanan de la obligación,
como las excepciones personales suyas (Artículo 2354).
Son excepciones reales o comunes las inherentes a la obligación, es decir las que resultan de su
naturaleza; ellas dicen relación exclusivamente con el vínculo jurídico mismo, con prescindencia
absoluta de las personas que lo han contraído. Se dicen reales, porque guardan relación con la
cosa, en este caso, la obligación; y se llaman comunes, porque pueden ser opuestas por cualquier
persona, por cualquier deudor solidario y por el fiador.
Son excepciones personales las que competen a uno o más deudores en atención a ciertas y
determinadas circunstancias o la situación especial en que estos se hallan. Como no dicen relación
con la obligación misma sino con ciertas circunstancias personales, sólo puede oponerlas la
persona a quien favorecen.
24
Ambos son derechos reales, indivisibles, en
consecuencia, nacen acciones reales que
pueden ejercerse sobre todo el bien, y de
manos de quien quiera que lo detente.
Se grava todo el bien en su totalidad, podrá
CLASE DE DERECHOS recuperarse solo si se ha pagado la totalidad
del crédito
Si el deudor fallece dejando varios herederos
solo podrían reclamar el bien si todos han
pagado su cuota, cubriendo la totalidad de la
deuda
Contrato solemne, Contrato real, se Contrato consensual,
que debe ser perfecciona por la por regla general, se
PERFECCIONAMIENTO
otorgado por escritura entrega perfecciona por el solo
publica acuerdo de las partes
No hay Hay desplazamiento
desplazamiento del del bien, éste queda en
bien, este continua en manos del acreedor,
TENENCIA DE LA manos del quien debe restituirlo
COSA constituyente o una vez que se ha
deudor satisfecho el crédito,
intereses y gastos de
conservación
Por regla general se Bien mueble
trata de inmuebles,
OBJETO DEL
excepción de naves o
CONTRATO
aeronaves con más
de 50 toneladas
Garantiza todo tipo de No garantiza Garantiza todo tipo de
obligaciones obligaciones futuras por obligaciones
el principio de
especialidad de la
GARANTÍA
prenda, en virtud de la
cual, la prenda supone
una obligación principal
a la que accede
Admite clausula No admite cláusula de
general de hipoteca, garantía general
con ello todas las prendaria.
obligaciones Excepción: la prenda
presentes y futuras tacita, en relación a la
entre las mismas facultad de retención
partes estarán del acreedor, donde
CLAUSULA DE garantizadas con una pese a haberse pagado
GARANTÍA misma hipoteca el total del crédito que
la prenda garantizaba,
el acreedor prendario
va a poder retener la
cosa prendada si
subsisten obligaciones
que no se han
extinguido, siempre que
25
dichas obligaciones
reúnan los siguientes
requisitos:
- Que sean ciertos y
líquidos
- Que los vínculos
jurídicos se hayan
contraído con
posterioridad a la
obligación
garantizada con la
prenda
- Que los créditos se
hayan hecho
exigibles ante el
pago de la
obligación
caucionada por la
prenda
REQUISITOS DE Se requiere tener capacidad de disposición y de enajenación
CONSTITUCION
El mandato
Definido legalmente en el artículo 2116 CC, el que señala que“el mandato es un contrato en que
una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta
y riesgo de la primera”.
En principio, todos los actos jurídicos pueden ejecutarse mediante mandatarios, salvo que la ley
disponga lo contrario, como acontece:
- La facultad de testar es indelegable. El otorgamiento del testamento es un acto
personalísimo; Artículo 1004.
- A propósito del albaceazgo, cuando el artículo 1280, inciso 1º, establece que es indelegable, a
menos que el testador lo haya autorizado;
- Con la estipulación de las capitulaciones matrimoniales, que deben convenir personalmente
los esposos, aunque fueren incapaces (artículo 1721), sin perjuicio que en este último caso,
requieren los novios ser autorizados por quienes están llamados a prestar el asenso para el
matrimonio de los menores adultos mayores de 16 años;
- En la ratificación ante un Oficial del Registro Civil, del matrimonio celebrado ante un Ministro
de culto (artículo 15, inciso 2°, Ley de Registro Civil, en relación al artículo 20 de la Ley de
Matrimonio Civil).
26
Que el negocio no interese sólo al mandatario:usualmente, el mandato se celebra en exclusivo
interés del mandante:
Artículo 2120. Habrá “verdadero mandato”:
- Si el negocio es de mutuo interés del mandante y del mandatario;
- Si el negocio es de interés del mandante y de un tercero;
- Si el negocio interesa sólo al mandante; y
- Si el negocio es de interés de un tercero, exclusivamente.
En el último caso, agrega el artículo 2120 que si el mandante obra sin autorización del tercero, se
producirá entre ambos el cuasicontrato de agencia oficiosa.
Mandatario y mandante sean capaces. Diferente es la capacidad de uno y otro, exigida por la ley:
Respecto del mandante, la ley no ha dado reglas especiales, aplicándose en consecuencia las
normas generales en materia de capacidad. Tal capacidad, se ha dicho, sería aquella necesaria
para celebrar y ejecutar el acto jurídico al que se refiere el mandato, considerando que
jurídicamente es el mandante quien contrata, aunque lo haga a través de otra persona: Artículo
1448. ha de ser, entonces, plenamente capaz. Aún más, en algunos casos, no basta con poseer
capacidad de ejercicio, por ejemplo, será nulo el mandato conferido a un tercero, con el fin de que
celebre un contrato de compraventa con el cónyuge del mandante (no habiendo entre ellos
separación judicial).
Habrá que atender entonces, también, a las reglas especiales de capacidad propias del contrato de
que se trate. Sin embargo, no debemos olvidar los postulados de la doctrina de la representación-
modalidad del acto jurídico, en el marco de la cual se afirma que es la voluntad del mandatario la
que interesa, sin perjuicio de que los efectos del acto jurídico se radiquen en el mandante.
Respecto del Mandatario, debemos distinguir dos situaciones:
1º Para que una persona pueda actuar como mandatario de otra de manera que obligue a ésta y a
los terceros a cumplir las obligaciones que de su actuación emanen, no es necesario que sea
plenamente capaz: Artículo 2128, primera parte, admite que el mandatario sea un menor adulto.
La razón de esta disposición radica, a juicio de algunos, en que el mandatario no actúa por sí
mismo, sino en representación de su mandante, y es la capacidad de éste la que debe tomarse en
cuenta en la celebración del acto jurídico. Sin embargo, tal fundamento resulta discutible, a la luz
de los aludidos postulados de la doctrina de la representación-modalidad del acto jurídico.
En todo caso, nunca puede constituirse en mandatario a un absolutamente incapaz, porque carece
de voluntad; y porque la ley no admite la ratificación de sus actos.
¿Podría quedar comprendido el disipador interdicto en el artículo 2128?
Pareciera que no, pues el precepto sólo alude al menor adulto, y no a los relativamente incapaces,
en general. En las normas del pago, artículo 1581, el Código contempla otro caso que demuestra
que puede actuar válidamente como mandatario un incapaz: “Puede ser diputado para el cobro y
recibir válidamente el pago, cualquiera persona a quien el acreedor cometa este encargo, aunque
al tiempo de conferírsele no tenga la administración de sus bienes ni sea capaz de tenerla.”
27
2º Distinta es la situación en las relaciones jurídicas entre el mandante y el mandatario o entre
éste y terceros: Artículo 2128, segunda parte. Rigen aquí las reglas generales de la capacidad y de
los actos de los menores (se aplicará, por ende, el artículo 1688 del Código Civil).
Es un contrato generalmente consensual: El mandato, por regla general, se perfecciona por el solo
consentimiento de las partes, sin necesidad de formalidad alguna, artículos 2123 y 2124.
Como todo contrato es el producto de dos voluntades, una que ofrece la celebración del contrato
y otra que la acepta, en el mandato deben intervenir también esas dos voluntades; una vez hecha
por el mandante la oferta para que en su nombre se realice un negocio jurídico, es necesario que
el mandatario acepte por su parte ese encargo. Dicha aceptación puede ser expresa o tácita.
Es aceptación expresa, aquella que se presta en términos explícitos que no dejan lugar a dudas
acerca del hecho de haberse producido.
Es aceptación tácita la que consiste en la ejecución de cualquier acto que revela que por parte del
mandatario hay intención de celebrar el contrato, de aceptar el encargo que se le hace. En
general, hay aceptación tácita en todo acto que efectúe el mandatario en ejecución del mandato
(artículo 2124).
También puede haber aceptación tácita de parte del mandante, al señalar la ley que el encargo
objeto del mandato puede hacerse “aún por la aquiescencia tácita de una persona a la gestión de
sus negocios por otra”(artículo 2123). En este caso, una persona toma conocimiento que otro
realizará una gestión a nombre de la primera, y sin formular una declaración expresa de voluntad,
acepta sin embargo que éste siga adelante. En cambio, si la persona interesada no hubiese tenido
conocimiento de lo que otra haría a su nombre, podríamos estar ante una agencia oficiosa.
Con todo, a pesar de haber aceptado el mandato, sea por el mandatario o por el mandante,
cualquiera de las partes puede, de manera unilateral, poner fin al contrato: el mandatario podrá
retractarse: Artículo 2124, inciso 3º. Se explica lo anterior, considerando que una de las causales
de expiración del contrato de mandato es la renuncia del mandatario, de conformidad a lo
dispuesto en el artículo 2163 Nº 4.
La renuncia podrá o no acarrear responsabilidad al mandatario: quedará exento mientras el
mandante pueda ejecutar por sí mismo el negocio o encomendárselo a otra persona.
En caso contrario, responderá en los términos previstos en el Artículo 2167. El mandante, por su
parte, podrá revocar en cualquier tiempo el mandato.
También es una causal de extinción del contrato la revocación del mandante, artículos 2163
número 3.
Excepcionalmente, el silencio puede constituir manifestación de voluntad, en términos de
aceptar el mandato: Artículo 2125: “Las personas que por su profesión u oficio se encargan de
negocios ajenos, están obligadas a declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que
una persona ausente les hace; y transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como
aceptación. / Aun cuando se excusen del encargo, deberán tomar las providencias conservativas
urgentes que requiera el negocio que se les encomienda.”
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Mandato solemne:
Excepcionalmente, el mandato es solemne, por expresa disposición de la ley.
Tal ocurre con:
1º El mandato judicial: conforme al artículo 6 del Código de Procedimiento Civil, debe constituirse
por escritura pública; por un acta extendida ante el juez y suscrita por todos los otorgantes; o por
declaración escrita del mandante y autorizada por el secretario del tribunal que esté conociendo
de la causa.
2º El mandato para contraer matrimonio:Artículo 15, inciso 1º, Ley de Registro Civil; el mandato
debe constar por escritura pública, según lo dispone el Artículo 103 del CC. Se trata de un mandato
nominado, como es obvio.
3º El mandato conferido por la mujer casada en sociedad conyugal, para que su marido realice
determinados actos jurídicos: artículos 1749 y 1754. El mandato deberá ser especial y conferido
por escritura pública.
4º El mandato conferido por el cónyuge no propietario para enajenar o gravar bienes afectados
como familiares (artículo 142 del Código Civil): debe ser especial y conferido por escritura privada
o por escritura pública, si el acto exige tal solemnidad.
5º El mandato conferido para autorizar al cónyuge a constituir cauciones personales, habiendo
régimen de participación en los gananciales (artículo 1792-3). Las solemnidades son las mismas
que las prescritas para los bienes familiares.
6º El mandato conferido para reconocer un hijo, debe otorgarse por escritura pública, en la que
especialmente se confiera la aludida facultad (artículo 190 en relación al artículo 187 del Código
Civil).
¿Debe ser solemne el mandato conferido para ejecutar o celebrar un contrato de tal naturaleza?
La doctrina y jurisprudencia, se ha planteado si el mandato por el cual se confía la ejecución o
celebración de un acto jurídico solemne, debe tener también igual naturaleza. En otras palabras,
se ha sostenido que si el acto jurídico que se encarga realizar es solemne, el mandato también
debe serlo. Se planteó el tema, a propósito del mandato para vender inmuebles, en cuanto a si
también debía otorgarse el mandato por escritura pública, al igual que el contrato de compraventa
encargado.
Así ha concluido la generalidad de la doctrina y la jurisprudencia, argumentándose:
- Si la ley exige que en determinados contratos el consentimiento sea dado por escritura
pública, en la misma forma debe ser extendido el mandato, ya que es en el momento de
otorgarse éste, en el cual el mandante, futuro vendedor o comprador, presta su
consentimiento.
- Si bien el mandato es usualmente consensual, de acuerdo al Artículo 2123, el mismo precepto
señala que se exceptúa el caso en que debe constar el mandato por instrumento auténtico, y
en tal evento, no valdrá la escritura privada.
Hay críticas a esta línea adoptada en esta materia por la doctrina y la jurisprudencia.
29
- La costumbre;
- Finalmente por el juez, aplicando la equidad natural, artículo 2117, inciso 2º del Código Civil
en relación con el artículo 170 número 5 del Código de Procedimiento Civil.
Al ser remunerado el mandato, se agrava la responsabilidad del mandatario: responde siempre de
culpa leve, pero en términos más estrictos si es remunerado, artículo 2129. Algunos sostienen que
la ley hace responder de culpa levísima al mandatario remunerado, pero la mayoría de la doctrina
estima que responde siempre de culpa leve, aunque en términos más estrictos.
Por lo demás, no parece razonable que se sostenga que el mandatario remunerado responderá de
culpa levísima, considerando que el contrato cede en favor de ambos contratantes. Por ende, y
conforme al Artículo 1547, 1º, debe responder siempre de culpa leve.
Como contrapartida, si el mandatario manifestó repugnancia al encargo y en cierto modo se
hubiere visto forzado a aceptarlo, será menos estricta su responsabilidad. Seguiremos en todo
caso en el ámbito de la culpa leve.
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Clases de mandato:
Atendiendo a la extensión con que se ha conferido el mandato, este puede ser general o especial -
artículo 2130.
Mandato general:es el que se otorga al mandatario para todos los negocios del mandante, aunque
se indiquen algunas excepciones determinadas.
El verdadero mandato general no contiene enumeración de facultades, y por eso mismo, es
general. Se contiene en una foja. Conferido en esta forma, el mandato no otorga al mandatario
otras facultades que las que enumera el Artículo 2132.
De los términos de este artículo, se desprende que el mandato general otorga al mandatario la
facultad de administrar los negocios del mandante dentro del giro ordinario.
La enumeración que al efecto hace de los actos administrativos el citado artículo, es sólo por vía
ejemplar, lo que implica que cualquier otro acto de administración que no se mencione en dicho
precepto, podrá también ser ejecutado válidamente por el mandatario general (por ejemplo,
aceptar donaciones).
Mandato especial:es aquél que comprende uno o más negocios especialmente determinados.
Como en el mandato pueden indicarse todos los actos jurídicos que una persona puede ejecutar,
es posible en la práctica que el poder especial llegue a ser más amplio que uno general.
Cabe señalar que según la parte final del Artículo 2132, se requiere poder especial para la
ejecución de todos los actos que salgan de los límites del giro ordinario de los negocios del
mandante.
El mandato especial admite una subclasificación, en dos categorías que hemos denominado
simplemente especial y especialísimo.
El primero opera, por ejemplo, cuando se confiere mandato para que el mandatario pueda
administrar todos los inmuebles que pertenezcan al mandante, sin que ellos sean singularizados;
el segundo, por ejemplo, cuando en el mismo caso, el mandato recae en un determinado
inmueble.
Esta clasificación es importante, en definitiva, para saber qué tipo de negocios jurídicos puede
ejecutar legítimamente el mandatario.
Atendiendo a las facultades conferidas al mandatario, el mandato puede ser definido o indefinido.
El mandato será indefinido, cuando el mandante no precisa al mandatario las facultades
conferidas. Por ejemplo, se confiere mandato para que el mandatario administre un negocio del
mandante, pero sin indicarle con qué facultades goza.
El mandato será definido, cuando se precise cuáles son las facultades o atribuciones del
mandatario. Por ejemplo, un mandato para vender un determinado bien del mandante.
Obligaciones del mandante:Las obligaciones del mandante pueden nacer conjuntamente con el
contrato o emanar de actos posteriores, derivados de la ejecución del mandato, artículo 2158, son
tales obligaciones:
a) Obligación de cumplir las obligaciones contraídas por el mandatario.
b) Obligación de proveer al mandatario de lo necesario para la ejecución del mandato:
c) Obligación de reembolsar al mandatario los gastos razonables causados por la ejecución del
mandato:
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d) Obligación de pagar al mandatario la remuneración estipulada o usual:
e) Obligación de pagar al mandatario las anticipaciones de dinero, más los intereses corrientes
devengados, que hubiere aportado éste al ejecutar su cometido
f) Obligación de indemnizar al mandatario de las pérdidas en que haya incurrido sin culpa y por
causa del mandato
Concepto de revocación:
Se llama revocación el acto jurídico unilateral por el cual el mandante hace saber a su mandatario
su deseo de poner término al mandato. La facultad de revocar es de la esencia del mandato, y el
mandante puede hacer uso de ella a su arbitrio, en cualquier momento (Artículo 2165). Se explica
esta facultad, atendido el carácter de contrato intuito personae, contrato de confianza, que
distingue al mandato.
- Por la renuncia del mandatario. Consiste en un acto jurídico unilateral, mediante el cual el
mandatario, comunica al mandante su intención de no continuar ejecutando el encargo.
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- Es una facultad del mandatario, correlativa de la que tiene el mandante de revocar el
mandato.
- Por la muerte del mandante o del mandatario.
- Por la declaración de quiebra o la insolvencia del mandante o del mandatario.
- Por la interdicción del mandante o del mandatario.
- Por la cesación de las funciones del mandante si el mandato ha sido dado en ejercicio de ellas.
El depósito
Definido legalmente en el artículo 2211 CC, señalando que“es un contrato en que se confía una
cosa corporal a una persona que se encarga de guardarla y de restituirla en especie.
La cosa depositada se llama también depósito.”
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Clasificación del depósito - Artículo 2214,
a) Depósito propiamente tal. Este, a su vez, puede asumir dos formas:
Voluntario: la elección del depositario depende de la libre voluntad del depositante;
Necesario: la elección del depositario es impuesta por las circunstancias.
b) El secuestro. También puede asumir dos formas:
Convencional: se constituye por acuerdo de las partes;
Judicial: se constituye por decreto del juez.
El comodato
Definido legalmente en el artículo 2174 CC, el que señala que“el comodato o préstamo de uso es
un contrato en que una de las partes entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz,
para que haga uso de ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.”
Concepto doctrinario:“El comodato o préstamo de uso es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra gratuitamente una especie, mueble o raíz, no fungible, para que haga uso de
ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso o cumplido que sea el
plazo o condición estipulados.
Este contrato no se perfecciona sino por la tradición de la cosa.”
Características:
- Es un contrato real. Se perfecciona con la entrega de la cosa prestada. El contrato de
comodato origina una obligación de restituir, y obviamente no se puede concebir tal
obligación sin haber recibido el comodatario previamente la cosa.
- En el inciso 2º, la ley usa impropiamente la expresión “tradición” en circunstancia que debió
decir “entrega”. En efecto, mal puede haber tradición, si el comodato no es un título
traslaticio de dominio.
- La entrega de la cosa puede ser material o ficta.
- Es un contrato unilateral. Sólo genera obligaciones para una de las partes contratantes, el
comodatario, que se obliga a restituir la cosa prestada.
- El comodante no contrae ninguna obligación. Cabe consignar que la entrega de la cosa no es
una obligación, sino que un requisito del contrato. Antes de la entrega no hay contrato; una
vez efectuada la entrega, surgen las obligaciones del contrato, exclusivamente para el
comodatario.
- Es un contrato gratuito. Así como decíamos que el único obligado es el comodatario, la
situación se invierte tratándose del beneficio que se obtiene del contrato. Solamente se grava
el comodante a favor del comodatario, o dicho en otros términos, el contrato sólo reporta
utilidad para el comodatario. La gratuidad es de la esencia del comodato; si faltare, el
contrato degeneraría en otro diferente: arrendamiento.
- Es un título de mera tenencia. El comodatario es un mero tenedor (artículo 2176). El
comodante no sólo conserva sus derechos en la cosa, sino que también la posesión.
Excepcionalmente, el comodatario podría ganar el dominio por prescripción adquisitiva, en el
caso previsto en el artículo 2510, regla tercera.
- Es un contrato principal.El comodato subsiste por si mismo, sin necesidad de otra convención.
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b) La cosa prestada puede ser mueble o inmueble, pero siempre debe tratarse de una especie o
cuerpo cierto.
Obligaciones del comodatario: los efectos del contrato de comodato debemos examinarlos en
primer lugar en el comodatario, pues sólo él contrae obligaciones, las que fundamentalmente son
tres:
1. Obligación de conservar la cosa.
2. Obligación de usar la cosa en los términos convenidos o de acuerdo a su uso ordinario.
3. Obligación de restituir la cosa dada en comodato.
Casos en los cuales el comodante puede exigir la restitución antes del tiempo estipulado:
a) Por la muerte del comodatario, por regla general. Sin embargo, cuando la cosa se prestó para
un servicio particular que no puede diferirse o suspenderse, los herederos del comodatario
no estarán obligados a restituir la cosa prestada sino una vez realizado el servicio
b) Si sobreviene al comodante una necesidad imprevista y urgente de la cosa, debe tratarse de
una necesidad que razonablemente las partes no previeron al contratar
c) Si ha terminado o no tiene lugar el servicio para el cual se prestó la cosa
d) Si el comodatario hace un uso indebido de la cosa.
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- Obligación del comodante de pagar las expensas de conservación de la cosa.
- Obligación de indemnizar los perjuicios que se le pueden ocasionar al comodatario, por la
mala calidad o condición de la cosa prestada.
El precario: en las tres hipótesis de comodato precario, hay contrato de comodato, con la
salvedad que el comodante puede pedir en cualquier tiempo la restitución de la cosa.
Distinta es la hipótesis de precario, establecida en el Artículo 2195, 2º. En ella, nos encontramos
sencillamente ante un individuo que tiene la tenencia de una cosa ajena, sin mediar título, sin
haber celebrado ningún contrato, de comodato o cualquiera otro, que lo faculte para retener la
cosa.
Como se indica en una sentencia de la Corte Pedro Aguirre Cerda, de 27 de noviembre de 1986, el
comodato o préstamo de uso es un contrato, o sea, un acuerdo de voluntades que liga
jurídicamente a las partes, en la forma establecida en el Artículo 1438 del CC. En cambio, lo que
para la ley constituye también precario, conforme al Artículo 2195, inciso 2º del mismo Código, es
una simple situación de hecho, con absoluta ausencia de todo vínculo jurídico entre dueño y
tenedor de la cosa, una tenencia meramente sufrida, permitida, tolerada o ignorada, sin
fundamento, apoyo o título jurídicamente relevante. En esta última hipótesis se trata entonces de
una situación radicalmente opuesta al comodato, desde el momento que supone, como requisito
esencial, la ausencia de contrato.
El mutuo
Definido legalmente por el artículo 2196 CC, el que señala que “el mutuo o préstamo de consumo
es un contrato en que una de las partes entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con
cargo de restituir otras tantas del mismo género y calidad.”
Cabe precisar sin embargo, que el mutuo recae usualmente sobre cosas consumibles antes que
sobre cosas fungibles. De ahí que se hable de un “préstamo de consumo”.
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Debe tratarse de cosas muebles, y usualmente, de cosas consumibles y fungibles. Son
consumibles, aquellas que se destruyen con su primer uso.
(*) Son fungibles aquellas cosas que objetiva o subjetivamente pueden ser reemplazadas por
otras. La fungibilidad puede responder por ende a la naturaleza de las cosas o a la voluntad de las
partes.
Es un contrato principal.
El mutuo no requiere de ningún otro contrato para producir sus efectos, y por el contrario, suele
ocurrir que junto a él, las partes celebren un contrato accesorio, con el fin de asegurar el
cumplimiento del primero.
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Partes contratantes en el mutuo:
a) Mutuante.
Debe ser capaz de enajenar:
Si estamos ante un título traslaticio de dominio, es lógico que el tradente tenga la facultad para
disponer de la cosa. Si el mutuante no tiene capacidad de enajenar, el contrato adolece de un vicio
de nulidad (artículo 2202, inciso 1º).
Lo anterior guarda armonía con lo dispuesto en los artículos 670 (definición de tradición), 1464
(objeto ilícito en la enajenación) y 1575 (en el pago).
Debe ser dueño de la cosa dada en mutuo: si el mutuante no es dueño, el contrato y la tradición
son válidos, pero esta última no producirá su efecto natural, cual es de transferir el dominio, y el
mutuario no se hará, por tanto, dueño de la cosa dada en mutuo.
Además, el dueño podrá interponer la acción reivindicatoria, pues para él, el mutuo le es
inoponible (artículo 2202, inciso 1º).
La reivindicación de las especies será posible “mientras conste su identidad”, es decir, mientras no
se hayan confundido con otras cosas de la misma especie.
Si desaparece la identidad, cabe distinguir según si quien recibió las cosas estaba de buena fe o de
mala fe (artículo 2202, inciso 2º):
El mutuario recibió de buena fe: será obligado al pago sólo después de expirar el término previsto
en el artículo 2200, esto es, transcurridos diez días posteriores a la entrega; además, sólo deberá
pagar los intereses estipulados (por ende, si nada se estipuló, no se pagarán);
El mutuario recibió de mala fe: será obligado al pago inmediato; y con el máximum de intereses
que la ley permite estipular.
Entendemos que estará de buena fe el mutuario, cuando desconocía la circunstancia de ser ajenas
al mutuante las cosas entregadas, y de mala fe si sabía que las cosas no le pertenecían al
mutuante.
b) Mutuario.
La ley sólo le exige que sea capaz de obligarse, conforme a las reglas generales. Si no lo es, el
contrato será nulo.
Clases de mutuo:
Mutuo de cosa consumible y fungible que no sea dinero:
a) Aspectos generales.
Se le aplican las normas del Código Civil.
El único obligado es el mutuario, quien debe restituir igual cantidad de las cosas, del mismo
género y calidad (artículos 2196, 2198 y 2205).
Si no es posible restituir cosas de la misma naturaleza, el mutuario restituirá lo que valgan en el
tiempo y lugar en que haya debido hacerse el pago (artículo 2198).
Este contrato es por naturaleza gratuito. Para pagar intereses, sea en dinero o en otras cosas
fungibles, deberá mediar pacto expreso de las partes
Época de la restitución:
Puede ser fijada por las partes o en el silencio de ellas, por la ley. En el primer caso, habrá que
atender al contrato. En el segundo caso, la ley suple la voluntad de las partes, estableciendo que
sólo se puede exigir la restitución al cabo de 10 días, contados desde la entrega (artículo 2200).
Podríamos afirmar que se trata de un plazo dentro del cual el mutuario puede consumir las cosas.
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Forma de hacer la restitución:
Se deberá restituir igual cantidad de cosas del mismo género y calidad, sin atender al precio de la
cosa al tiempo de la restitución, el cual puede haber variado.
Si no se puede llevar a cabo la restitución en los términos señalados, el acreedor podrá exigir al
mutuario que pague lo que valgan las cosas en el tiempo y lugar en que ha debido hacerse el pago.
Igual que acontece en el comodato y en el depósito, eventualmente pueden nacer obligaciones
para el mutuante, siendo responsable de los perjuicios que se ocasionen al mutuario:
- Por la mala calidad; o
- Por los vicios ocultos de la cosa prestada.
Mutuo y arrendamiento:
- El mutuario se hace dueño de la cosa recibida. El arrendatario nunca deja de ser mero
tenedor.
- La obligación del mutuario es de género. La obligación del arrendatario consiste en devolver
la misma cosa dada en arrendamiento.
- En el mutuo, el riesgo es del mutuario, pues la pérdida de la cosa no lo exonera de su
obligación de restituir, ya que el género no perece. En el arrendamiento, el riesgo recae en el
arrendador.
- El mutuo es un contrato real, por regla general. El arrendamiento es un contrato consensual,
por regla general.
La transacción
Definido legalmente en el artículo 2446 CC, el que señala que “la transacción es un contrato en
que las partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual.
No es transacción el acto que sólo consiste en la renuncia de un derecho que no se disputa.”
Elementos constitutivos de la transacción:
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- Existencia de un derecho dudoso,
- Que las partes se hagan concesiones reciprocas.
Características de la transacción:
- Es un contrato consensual: para perfeccionarse no requiere solemnidad alguna, sino que el
solo acuerdo de voluntades
- Es un contrato bilateral: por cuanto impone obligaciones a ambas partes, como efecto de la
reciprocidad de las concesiones.
- Es un contrato oneroso: pues grava a ambas partes, la una en beneficio de la otra
- Puede o no ser título traslaticio de dominio,artículo 703, ultimo inciso. Si la transacción se
limita a reconocer o declarar derechos preexistentes, no forma nuevo título, pero en cuanto
transfiere la propiedad de un objeto no disputado, constituye un título nuevo.
- El contrato será conmutativo o aleatorio, dependiendo de la prestación a que se obliguen los
contratantes.
Es un contrato intuito personae: por ende, puede anularse por error en la persona, a pesar de ser
onerosos, lo que constituye una excepción a la regla general
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