06 de febrero 2017. La extinción puede llevarse a cabo sólo después de que haya sido establecida una respuesta o una asociación utilizando condicionamiento pavloviano o instrumental. El objetivo es revertir los efectos de la adquisición, pero raramente se alcanza y en la mayoría resultan imposibles. Fenómenos como la recuperación espontánea, la renovación y el restablecimiento muestran que la extinción no elimina lo que se aprendió de forma original.
El reforzamiento parcial o intermitente permite a los organismos aprender sobre la falta
de recompensa de manera que les sirva para inmunizarse frente a los efectos de la extinción, como demuestra los estudios acerca del momento conductual.
La extinción implica la omisión del EI o reforzador. Por tanto, la extinción en
condicionamiento clásico incluye presentaciones repetidas del estímulo condicionado por solo; la extinción en el condicionamiento instrumental implica no volver a presentar reforzador como una consecuencia de la respuesta instrumental. El resultado es que respuesta condicionada disminuye. La extinción no es lo contrario de la adquisición.
Aunque la extinción produce importantes efectos conductuales y emocionales, no
revierte los efectos de la adquisición. La evidencia de que la extinción no elimina lo que se aprendió originalmente se ha obtenido a través de estudios sobre la renovación espontanea, la renovación, el restablecimiento y los efectos de la devaluación del reforzador.
La renovación se refiere a la recuperación de la ejecución propia de la adquisición que
se da cuando se cambian las claves contextuales que estaban presentes durante la extinción. El cambio puede consistir en una vuelta al contexto de la adquisición original o a un cambio a un contexto “neutral”.
El efecto de la renovación no sólo se ha observado en el condicionamiento pavloviano
del miedo, sino también en el condicionamiento apetitivo del miedo, la inhibición condicionada y en varias situaciones de condicionamiento instrumental. El fenómeno se evidencia no sólo con claves externas contextuales sino con claves contextuales creadas por estados provocados por drogas. También puede darse si el sujeto se retira del contexto de adquisición a uno alternativo que no es el de la adquisición original. Este tipo de renovación no es tan sólido como cuando se reinstaura en el contexto original de adquisición.
Los procedimientos de Evitación aumentan la ocurrencia de la conducta instrumental
mientras que los procedimientos de castigo suprimen la respuesta instrumental. En ambos procedimientos, la conducta desarrollada sirve para minimizar el contacto con el estímulo aversivo. En la evitación realizar una acción específica previene el estimulo aversivo, mientras que en el castigo refrenar dicha acción minimiza el contacto con el estímulo aversivo. Debido a esto, la conducta de evitación a veces se denomina “evitación activa” y el castigo “evitación pasiva”. Ambos términos resaltan el hecho de que tanto la evitación como el castigo implican reducir al mínimo el contacto con el estímulo aversivo.
El castigo ocurre cuando la respuesta instrumental va seguida de un estímulo
aversivo. Este estímulo aversivo puede consistir, en los experimentos de laboratorio, en pequeñas descargas eléctricas o ruidos estridentes. Aplicado a humanos, el castigo es habitual en la sociedad; no sólo sería castigo el físico o penal, también puede ser psicológico.
El castigo es un procedimiento contrario al condicionamiento de recompensa y similar
a la preparación aversiva del condicionamiento clásico. El resultado es, como predice la ley del efecto, la disminución de la conducta.
En ocasiones se ha distinguido entre "castigo positivo" (que consigue en administrar
un estímulo aversivo después de la respuesta) y castigo negativo (que se produce cuando la respuesta impide la presentación de un refuerzo positivo). Sin embargo, es más habitual denominar a este último procedimiento entrenamiento de omisión, y llamar al "castigo positivo" simplemente castigo.
2. NARRA UN BREVE CASO EN DONDE HAYAS MODIFICADO CONDUCTA USANDO
EXTINCIÓN O CONTROL AVERSIVO Y EXPLICA CUÁL DE LOS DOS PREFIERES USAR Y ¿POR QUÉ? A un niño de diez años de edad con condición de autismo, para poder modificar la conducta de autolesionarse, en ocasiones he utilizado el estímulo aversivo donde se le administra en cierta manera una sensación de un poco de dolor para que entienda que autolesionarse hace daño.