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CARLOS COSSIO
Prolesor de Filosofia dei Dereelio en ia Universidad de Buenos Aires
Miembro dei Institui International de Philosophie
do Druit et de Sociutogie Suridique
Miembro del Instituto Argentino de Filosofia Jurídica y Social
LA
VALORACIONT JURÍDICA
Y LA
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1
BUENOS AIRES
PALABRAS LIMINARES
1
ÍNDICE
lx
Palabras liminares
CAPITULO 1
1
LTNEASMENTOS DE LA PRESENTE INVESTICACION
CAPITULO II
33
CONSTITSICION DE LA CIENCIA DEL DERECHO
•
XVI 1NDICE
CAPITULO III
da ' rc2(C
.LINEAMIENTOS DE LA PRESENTE INVESTICACIÓN 7
6 VALORACIÓN JURÍDICA Y CIENCIA DEL DEREM°
federal -estudiando Unicamente sus constituciones provin-
terpretaciones de cada uno de ellos. Cuando se hablaba de
cialcs.
deslindar una esfera de legitimidad para cada método, era Antes de abordar la,solución de nuestro problema he-
obvio que semejante deslinde presuponía un principio di- mos de estudiar, entonces, no sói° la valoración jurídica
rector; pero si este principio tiene también fundamento y su juego en la interpretación, sino también la cuestión
objetai, ahora se advierte que el principio no opera como previa de si dia integra y cómo integra la ciencia del De-
una delimitación geográfica (que es geométrica o formal), recho positivo; pues nos interesa la interpretación científica
sino como un deslinde de jurisdicciones equivalentes entre y no otra cosa. Nada mejor para esto que seguir analitica-
las provincias cic un pais federal, donde todas son autóno- mente a la ciencia dei Derecho en su formación histórica,
mas dentro de la jurisdicción federal y donde la propia pues una ciencia, en cuanto creación libre de la cultura,
jurisdicción federal es, además, un objeto común a aquellas no es lo que un investigador quierc que sea, sino lo que
respecto dei territorio nacional en su conjunto. Signiendo realmente es como hecho acaecido en csa cultura_ A tra-
con la comparación, la armonía de los métodos interpreta- vés de su constitución histórica, babrá que aclarar en con-
tivos no se estructura como úna alianza entre Estados sino secnencia la constitución efectiva de Ia ciencia dei Derecho
como un país federá', pues el método objetalmcnte ade-
en nuestros dias.
arado a aguei objeto privilegiado que soporta a todos los Este tema de la formación de la ciencia dei Derecho tf: reiernt
otros objetos resulta, así, con una prelación sobre los otros e °
como t abjeto
métodos para cstructurar el conjunto, pena no para reem- se ex-pone ordin. ariamente sobre un único ejc, cual si con-
sistiera en destacar el concepto dei Derecho por oposición
plazar ninguno de estos en lo que a cada uno le corres-
a la idea dei Derecho (la Justicia). Esta forma dásica de
ponda. Veremos que esta especie de fucro federal le co-
ver las Cosas, que tiene en castellauo dos exposicioncs real-
rresponde por su objeto ai Método dogmático, sin perjuicio
mente magistrales en los libros de LUIS RECASENS Srcims
de que, adernas, algunas provincias se tcngan que orga-
nizar también dogmáticamente y atras no, en razón dei y JOSÉ MEDINA EMAYARRIA. ( 4 ), nos parece, CM Iodo, in-
suficiente para interpretar en su unidad el curso de las ideas.
mismo principio objetai. jurídicas que se abren piso desde KANT y SAvicwr hasta
Ese objeto privilegiado para la interpretación judicial
nuestros dias, pues con aguei enfoque o esquema metó-
de la ley y ai que sói° se puede tratar con el Método dog-
dico no solamente no se ve todo el problema corno un
mático, lo bailamos nosotros en la valoración jurídica. La
solo problema, sino que, adernas, se "nega forzosamente a
valoración jurídica como supraordinación de síntesis me-
disenar falsas °posiciones en razón de la cstrechez dei pro-
tódica es, pues, el principio especial de solución de nues-
pio esquema explicativo adoptado. Tal asi, por cjemplo,
tro problema. la oposición entre logicismo y eticismo, con que se pre-
dei' pen-
Pero aqui encontramos manca a la teoria científica de ro Lins nnesszws siem.; Direccioned contemporditeds
Barcelona. Labor, 1929, cap. 1; JOSÉ MEDINARevista
sar/tinta jurídico.
EDITAVA-
de
Madrid,
la interpretación judicial de la ley, tal como si, en nuestra RÉIA,Lei situación presente de la filosofia juridica.
Derecho Privado, 1935.
metáfora, se estudiara cl derecho político de un Estado
LINEAMIENTOS DE IA PRESENTE IN VESTICAC1ON 9
8 VÁLORACIÓN JURÍDICA Y CIENCIA na DERECHO Sociatogrta,
A esta altura nos parece necesario recalcar que estas :inicia c
senta a la ciencia jurídica - actual, nos parece a nosotros tres coordenadas inciden sobre cl fenómeno positivo dei ideai
juridicos
que resulta artificialmente de haber tendido, como rides Derecho en su teorización. No se trata dei ideal jurídico ni
de la explicación, los problemas dei concepto y de la ides de la sociologia jurídica, sino de la ciencia dei Derecho;
dei Derecho; de modo que no estando evidentemente en son tres territorios independientes e incquiparables que se
el segundo las c:oncepciones positivas de un SANDER o un fundamentan dei siguiente modo: mientras la sociologia
HELLER, había que alojarias en el primero si el esquema jurídica considera el deber ser de la conducta en tanto es
era exacto; y allí apareceu, entonces, en total oposición, un ser y inientras Ia axiología ideal considera el deber ser
y aun como negación, de lo que un KELSEN cnsefia. de la conducta en tanto es un deber ser, la ciencia dei
Pero a nuestro juicio fio basta que SANDER y HELLER Derecho considera el ser de la conducta en tanto es uni
polemicen con KELSEN, para concluir que ambos bandos deber ser. Y sói() con aquella tnple perspectiva que com- Triple
pedi! de ta
se disputam en forma excluyente, la poscsión de un mismo prende la Dogmática jurídica, _ la 1, áctica y la Es- Ciencia
jurídica
terreno. La polémica es un accidentc histórico; lo que in- timativa positiva podremos realizar este programa de po-
teresa es ver qué queda para el acervo humano de la obra
- H s:onarr as—ael tercer territorio. La tarea de ua jurista en
-7:-
constructiva de unos y otros, y si acaso esos saldos positivos nuestra época consiste, precisamente, en trabajar con estos
se concilian estratificados como 'problemas de diversa na- tres elementos clándole a cada uno la participación que le
turaleza, en una misrna unidad teorética. A nuestra manera corresponde por su naturaleza; y la concepciOn actual de
de ver logicisrno y eticismo, así como empirismo y racio- la ciencia del Derecho depende, no tanto de la beligerancia
Batismo, son los ángulos de enfoque de un problema, pero que a cada uno ya se te ha reconocido en los ámbitos es-
no el propio problema que, como objeto cultural, se crea tudiosos , por la fuerza de las circunstancias, sino de la
libremente por el pensamicnto de los juristas en Ja época posición respectiva que cada uno ocupa y dei papel que
seiialada. Este objeto cs la ciencia dei Derecho positivo con cada uno jucga en el objeto unitario que ellos tres recons-
su sentido ontológico de dar cuenta de la rcalidad jurídica. tituyen ai sintetizarsc.
Y es en función de esta unidad objetai que se ha de con- . c"fusi"
Nada más expresivo para apreciar este desubicamiento metorloNgi.
siderar el curso del pensamiento jurídico, sin dejar fuera de la investigación, que Ias obras de los propios juristas ca; eidniPin
de perspectiva Ia aportación de los científicos y sin poner y filósofos cuando trabajan sobre una sola de aquellas co-
en una falsa perspectiva las aportaciones de los filósofos. ordenadas para todo el horizonte dei fenómeno jurídico.
Para ello consideramos que hay que hacer girar el proble- El caso es Indo frecuente porque la Dogmática, la Lógica
ma sobre tres ejes: la Dogmática jurídica, la Lógica ju- y la Estimativa jurídicas se han formado en distintas épocas
rídica y la Estimativa jurídica: la Dogmática jurídica, y obedcciendo a movimientos intelectuales independientes,
erróneamente comparada con la Dogmática teológica, que de modo que en Ia época actual, en que recién Ilegan a
no es fenoménica; la Lógica jurídica falsamente identifi- conjunciOn aquellos tres factores, la mentalidad jurídica
cada con la Lógica dei ser, que no es de la libertad; y•la corrientc está retrasada porque está formada por uno solo
Estimativa jurídica equivocadamente confundida com la de ellos; de ordinario por la Dogmática, que es el más
Estimativa moral, que no sienta jurisprudencia.
11
LINEAIVIIENTOS DF. LA PRESENTE INVESTICACIÓN
10 -VALORACIóN * JURIDICA Y CIENCIA DEL DERECHO
que se puede criticar como lenguaje inadecuado y nada más.
antiga° cri el ()Men de aparición y también el más peli- Pero la cuestión de palabras se hace cuestión de Conceptos
groso en su extralimitación por su espíritu a-crítico. L2 cuando, merced a la locución "eficacia formal", se deslizan
literatura jurídica contemporánea da la impresión de un nociones propias de la eficacia en sentido causal. Y así,
desconcierto: nadie afina su instrumento como el vecino. por la insospecbada ambigiiedad de un concepto, el in-
Los juristas se quejan amargamente de que, en su ciencia, vestigador se encuentra de pronto en un callejón sin salda.
reinan hoy en día la confusión y desorientación intelectua- Pero más útil es tomar ejernplos de nuestro propio me-
les; pero ai parecer olvidan de que sólo mi mínimo de di° científico, con la csperanza de que estas líneas cola-
rigurosa Filosofia dcl Derecho puede poner orden en las boren en su desarrollo. Un distinguido jurista argentino,
ideas; no es otra la misión de la Filosofia. Entre tanto, nos dice en uno de
rnicntras los juristas no tomen la trenza de su ciencia por él doctor ARTURO ACURA ANZORENA,
sus enjundiosos estudios: "El acto jurídico constituye un
sus tres hilos, los veremos empefiarse en el vacío con con- verdadcro organismo. Esta equiparación no es una siraple
ceptos superados, cada vez que ataquen los problemas de figura retórica sino un aserto abonado por la propia cons-
una coordenada con el arsenal que les ha servido para los ): Es claro que a pesar de bui
titución dei acto jurídico" ( 6
de otra. Es cosa bicn sabida en Filosofia que cuando se rotunda afirmación, sólo se trata de una figura retórica;
comete un error metodológico, se entra en un callejón los organismos son de ardeu biológico y nada más; la no-
sin salda. La lógica no suple los datas de la experiencia; ción de organismo pertenece a ese sector de la Lógica dei
y quien eso pretenda Ilega neccsariamente a una impasse. ser. Lo que se ha querido decir es.que el acto jurídico es
Pero tampoco la experiencia suple la estructuración lógica; una estructura. Y sin duda es verdad que todo organismo
y quien eso pretenda Ilega también a una impasse. De la és una estructura, pero toda estructura no es un organis-
misrna manem la valoración no suple la realidad de la cosa ); tal,. por derriplo, no es un organismo la estructura
valorada; pero tampoco la cosa valorada suple la vida de mo ( 7
de ta asetón de
la valoración. (o) Awerno ACURA Amtotfifir4. intprescriptibilidad
'lia Ley", Buenos Aires, 11 de septiembre de 1940,
Util es invocar algunos ejemplos. Ninguna confusión simulatidn absoluto, de
t. 19, p. 872. Programa de una (desafia (tirada aparte
más lamentablc que la de eficacia y validez; eficacia que (1) Fttarreiveo Refino,
la revista "Sor", 'núm. 73). Bitolo. Aires, 1940, ps. 3 a 5: 'Ti concepto
es un concepto de la Lógica dei ser y que induye la tela- de estructura es afta —sio que'con dia coincida— a la consentida argenteis.
venerais antigüedad en la interpretada:, Illosbfica de la rettlidad".-
ción causal, y validez que es un concepto de la Lógica dei ta de un todo concebido conto mero agregado de partes y RÓI° constitutdo
"Entre
deber ser y que incluye la relación imputativa. Una ley por lo realmente existente eu las partes, y nu todo atroo:tarai, bay esta-
diferencia: en el pritnere la totalisación se limita (o se Jorge que se li
respecto de la constitución o una sentencia respecto de la mita) a juntar en un haz los componentes; en el segando, el corecpuesto
novedad respecto a las partes, a cada una
g a
por el testigo, la sana crítica rem . e sobre la posibilidad dei contacto con cl kelsenismo, ha venido a hacer kelsenismo.
objeto (por ejemplo la contradicción entre lo dicho y lo Pero anoto tarnbién que, de heti, propugna una supera-
establecido por otro eonducto, tal la afirrnación de au- ción dei kelsenismo en pro de una ciencia empírica del
sencia de una persona y la presencia de sus impresiones Derecho, en forma absolutamente concordante cOn las
digitales) y sobre la realidad dei objeto que es objeto de ideas que nosotros hemos dcsarrollado en El Substrato filo-
conácimiento, en cuyo caso por eso son decisivas las con- sófico de los Métodos interpretativos (15), porque esta
diciones personales dei testigo (competencia, situación de invalidez a posteriori de la deposición testimonial no es
hecho en que se encontraba, etc.), que tornan su sentido para la sana critica un acto político dei Juez; por el con-
de :Ia propia naturalcza dei objeto sobre cl que se declara trario la sana crítica reclama para ela un fundamento su-
(objetos ideales, naturales y espirituales; y dentro de ellos ministrado por el propio objeto sobre que versa la de-
otras distinciones ontológicas); de modo que la naturaleza claración.
de este objeto es instancia inexcusable dei análisis cientí-
). O dicho con otras palitaras, ceflida estrictamente soluciones teóricas, es insuficiente para concebir en verdad los dates posi-
fico (11 ti vos de la esfera jurldicoprocesal.
eu la ges- (o) CartLoS Casaco, Et substrato filosófico de los métodos inferpre-
q ue ha teuido falires, en "dnrispnidencia Arg entina", Buenos Aires, 3 de junio de 1940,
(n) Sin desconneer Ia importancia ocasional Sana critica,
1_ 71, ser. doct., p. 23, y editado con ampliaciones después en "Universidad.
tación dei pensamiento de Coutuag, la frase atinente a la po-
ue esta frase no debc ser superestimada puas la tercera
gación de los jueces de Publicación de la liniversidad Nacional dei Litoral", Santa Fe, junio de
es claro q está mealha en la obli 1940, núm. 6, iereera parte, ps. 47 a 110; se patine,- Lanauja, e, tirada
ue reclama COUTORX
fundarqsus sentencias (art. 217 dei Código
sición P rOce(iiv0ient0 de Buenos aparte: Santa Fe, 1940. Ver leoubién CARLOS Cossio;to plenited dei orden
gos de de
dar rateia de eu dicho (art. Leis. cap. ,111; Y CARLOS COSSIO,
en la obligación de los testi g eneral do la infrrPrreark;n ludit421 de
i Aires) y miamo
dei Códig0). Peru estoue aerecienta
él ha vistoel&I
valor
problema procesal Lu :centraria criminal In teoria juridica, cap. 151 en "La Lep", Buenos
camprueba q ominante, porque arpa quiere Uns, 20 y 21 de diciembre de 1940, t. 20. set. doei., p. 157.
posicIón de COUTURE qyue
193
la doctrina d uema teorético y sus dos
de la prueba mejor q
decir q ue la doutrina dominante, coo su es
LINEATIIENTOS DE LA PRESENTE INVESTIGACáN 19
18 VALORACIÓN JURÍDICA Y CIENCIA DEL DERECII0
antecedente de esta o aludia imputación es el elidia de
Segán todo lo dicho, para la sana critica el valor ju- tales testigos y no la verdad de lo que digam A la inversa,
r ídico de la deposición testimonial depende también de respecto del sistema de la libre convieción, pueden los
la concordancia entre cl objeto que es motivo de la tres testigos deponer con verdad, no obstante lo cual el
dedaración y la representación intelectual dei inismo eu Juez no está obligado por esta verdad; ya sca que esta libre
que consiste la deelaración; es decir que cl valor jurídico apreciación este considerada respeeto ai caso jurídico en
de la deposición testimonial depende en este caso de su su plenitud, de tal manera que el Juez prescinde de la
verdad, no en cuanto pueda estar comprometida por falta verdad testimoniada por tres testigos intachables en mé-
de vcracidad (16 ), sino por error. Con esto el fundamento rito, por ejcmplo, de la equidad, con lo cual el sistema
gnoseológico de la sana critica resulta ser la cientificidad de la libre convicciOn muestra su conesión con la teoria
de la dedaración testimonial, en el sentido de que la general del Derecho apareciendo como la proyeeción par-
representación intelectual que suministra el testigo pueda ticular al caso de la Escuda dei Derecho libre; ya sea que
ser reconstruída y confirmada por las diversas cicncias aquella libre apreciación quede restringida estrictamente
bajo cuyo dominio caen los diversos objetos comprendidos aI planteamiento procesal de donde proviene y entonas,
en la deposición. No importa que por la naturalezá pro- para disfrazar su fundamento voluntarista, se sostcnga una
pia de cada delicia aqudla • confinnación llegue apenas coneepción subjetivista de la verdad, en el sentido de que
ai nivel de la verosimilitud, pues la verosimilitud participa la verdad selo es la coherencia de mi conjunto de concep-
dei sentido de la verdad y lo que a la sana critica interesa tos, de tal manem que la verdad o el error no vienen en la
es, precisamente, la verdad dei conocimicnto para sorne- representación que suministra el testigo sino que se cons-
terse a la realidad afirmaria por el rnismo. tituyen con la apreciación judicial; pero con esto se entra
Con la verdad como .fundamento de la sana crítica en conflicto con los presupuestos de la verdad científica,
queda patente la diferencia entre esta y las concepciones que es una verdad objetiva, es decir la concordancia entre
de la prucba legal y de la libre convieción. Como el De- mi objeto y su representación intelectual, de modo que cl
recho no consiste en enunciar verdades, pues el Derecho Juez sedo puede verificar la verdad o el error dei dicho
simplemente imputa un hecho como consediencia a otro dei testigo, pero no crear la una o cl otro.
beelio como antecedente, pueden tres ébrios consuctu- Por esta causa, dentro de la sana critica, el Juez está
dinarios deponer sobre algo con verdad, y no obstante obligado por la verdad de h declaración testimonial en la
su verdad aguei tipo de ebriedad da un fundamento aprio- medida en que esta verdad eae dentro dei recinto de posi-
ristico para invalidar la declaración; es claro que la co- bilidades condicionado a priori por la ley procesal, de tal
nexión imputativa de la prueba legal puede ser inversa rnanera que el Juez puede independizarse de la declara-
y hacer fe el dicho concordante de tres testigos intachables ciem testimonial selo fundado en el error contenido en
aunque su deelaración contenga error, porque el hecho ella (por lo que no es libre conviceión) y a pesar de que
(") Sobre el dam- de veracidad referido a los litigantes, ver el nu- la declaración se ajuste a todas las condiciones legales (por
veracidad de lae par.
trido estudio de RATHE GftOSSMANN, El dsber de 10 que no es prueba legal)- La doctrina dominante induye
tes litigantes en los
juio-ios eivara, en "-Turisprudeneia Argentina", Buenos
Aires, 1940, t. 71, sec. docL, p. 9.
LINEAMIENTOS DE LA PRESENTE INYESTICACIóN 21
20 VALORACIÓN JURíDICA. Y CIENCIA DEL DERECII0
de Juicios fundados sobre la observación de lo que ocurre
la sana critica en el sistema de la libre convicción, no comárimente" (12 ). Mi la distinción de COUTURE resu-
obstante.que aquella se apoye cn la vcrdad, sin duda por- cita la tradicional distinción entre conocimiento cientifico
en
que la ciencia es una libre creación de la cultura; pero y vulgar, venida tan a menos en Ia Lógica contemporá-
esto hay una confusión, pues la ciencia es un libre pro-
ma (19 ). De esta maneta mando COUTURE concluye dicien-
ducto de la cultura en cl sentido de que tiene una génesis do "frente a la duda que consiste en saber si las regias de la
autónoma y espontánea, independiente respecto de toda sana critica son ciencia o experiencia, debemos concluir
ciencia no es libre en el sentido de la
autoridad; peto. la que son ambas cosas a la vez" ( 21, nosotros creemos que
libre voluntad, pues la ciencia está atada a su objeto, de- cite parcialmente en el sistema de la libre convicción, pues
pendiendo de este cl contenido de las enunciaciones cien- si las máximas de experiencia no son verificables por la
tificas. ciencia, cilas sou ya a su modo libre convicción. Recorde-
Sin embargo, la verdad en cuanto fundamento propio mos la definición de ciencia que da JASPERS, acaso Ia. más
de la sana critica no está sacada a plena luz por et renom- profunda y completa de las que han surgido frente ai pa-
brado proccsalista uruguayo, en los términos que aqui se norama de la ciencia contemporánea: "Consiste la ciencia
ha hecho. Antes por el contrario, las ideas generales que en conocimiento metódico, cuyo contenido es de certeza
maneja COUTURE para elaborir cl tema, lo nevar) a un constrictiva y de validez universal" (21); en consecucncia,
resultado que en buena parte anula la trascendcncia teó- si las máximas de experiencia no son ciencia, carecer' de
-
rica de su propia posieión. No nos referimos, naturalmen aquella constric-ción intelectual que distingue ai cono-
te, a la circunstancia de que COUTURE se circunscribe a la cimiento cientifico de cualquier otro conocimiento y que,
prueba testimonial, siendo que la concepción cientifica a nuestro juicio, constituye el fundamento de la sana cri-
1/), porque
ha de extenderse a toda la teoria de la prueba ( tica. Un ejemplo: "Aunque el legislador no le diga al ma-
Ia limitación ocasional que se imponga un autor en sus gistrado que el demente no puede ser tcstigo, este puede
investigaciones no viene ai caso. Aqui nos referimos a la negar a la mima condusión, ya que una máxima de ex-
circunstancia de que COUTURE quiere concebir la sana periencia ensefia que los dementes dicen frecuentemente
critica con una noción inadecuada de lo que es Ia ciencia despropósitos, y que no existe ninguna garantia de que
eu general. En ejecto, CoutuRE contrapone ciencia y un testigo que ha perdido su sano juicio sai apto para
ri-
experiencia; la primem como una operación mental decir la verdad" (22 ). Pero cabe observar que otro tanto,
garosa que no está caracterizada, pero con fuerza ideal
como la Lógica, a tal punto que a vcces es de esta de lo (ta) E. ContunE. Las regias de ta sana critica en la cagreeiaeión
de Ia prueba testimonie& rev. cit., p. 272, co1.2.
que se habla; y la segunda caracterizada como "el conjunto (lI) EXILE METERSON, Identité et recaia Paria, Alcali, 1926, cap. xr,
(ao) E. J. COUTURE, LU regias de ta sana critica en la ayreciadón
de ta prueba testimunial. rev. cit, p. 273, coL 1.
(1") As', Por ejemrdo, en 'ateria de peritaciones las consecuencias as. ('a) KARL JASPEXS, Esencia y ralar de la ciencia, en "Universiaad.
concluyentes 9 revolucionari Publicación de M Universidad Nacional dei Litoral", Santa Fe, Imprensa
prácticas dei objetieismo científico son
segi1n la naturaleta ontológica de los objetos sobre que verse la peri- de In Universidad, 1939, núm. 5, p. 151.
tación. Ver infra, cap. Mi fv. supra, Palabras liminaresl. este tema en (=) L. J. COOTURE, Lat regias de la sana critica en la apreciacidn
substrato ft2osdfica de los melados interpretatinos, de la prueba teslimonial, rev. dl., p. 273, col. I,
general y en C09910. El
cap. te, ree. cit.
-
1/1"1-intPLO 0120A- KtÁ
hek'
C/eCC.L..4
LINEAMIENTOS DE LA PRESENTE INVESTIGACIÓN 23
nomeno esta motivación objetai, que es propiamente la sana critica,
22 VALORACIÓN JUIdDICA Y CIENCIA DEL
no tiene otro sentido que la oposieión entre la verdad
y cari más autoridad, ensefia la Psicologia, siendo claro el error en tanto cl dicho del testigo es la representación
que, en caso de oposición entre la Psicologia y mi dano- intelectual de aquello a que se refiere su declaración.
dmiento vulgar ai respecto, la sana crítica consiste en to- Tambien es muy ilustrativo el inicio que emite RAFAEL
LCon que fun-
mar partido por la primera. Otro ejemplo: Mus+. sobre cl art. 15 dei Código Civil, que dice: "Los
damento, si no la ciencia, se puede rechazar cl testimonio juecepueden dejar de juzgar bajo el pretexto de silenfl -
concerniente a aparecidos, ángeles o demonios, siendo cia; obseuridad o insuficiencia delas leyes". Tel eMi-
que una tal declaración puede sustentarse no sólo eu un
nente autor c—om— enta: "La simple -feetura dei art. 15 del
conochniento vulgar, sino tambien en concepeiones re- Código Civil advierte que esta disposición, tanto por la
ligiosas muy elaboradas? amplitud dei precepto que contiene, como por consagrar
Es que la distinción entre ciencia y experiencia coloca una regia fundamental, debiera ser disposición constitu-
a COUTURE en un callejón sin salda. Sin duda la oposi- cional, y, como tal, formar parte dei regimen dei Poder
ción es falsa. La lógica y la experiencia conviveu en la judicial; pues se trata de una atribución de ese poder, y ai
), una como fundamento de posibilidad y otra 1,
Ciencia ( 23 decir atribución asignamos un concepto connotativo, es
corno fundamento de realidad; y para comprender esa con- deeir, que la juzgamos como un derecho y como un de-
vivencia nada mejor que tomar nota dei pluralismo lógico
sustentado por la Lógica contemporánea como una de sus ber" (24 ).
Induclablemente el art. 15 dei Código Civil se refiere
aportaciones capitales; pluralismo lógico en euya virtud a algo más que a una atribución dei Poder judicial. Una
cada ciencia particular se estructura con su lógica espe-
L2 distinción atribución es un dato contingente de un órgano dei De-
cífica adecuada a la naturaleza de su objeto. recho; dato constituido merced a la ley, y que así como
en que se cobija Covrrrau le sirve, es cierto, para escapar aparece en ese &gano, pudo aparecer en otro o no estar
ai racionalismo dei derecho judicial, en su pretensión de en ninguno. SM embargo, la obligación de juzgar que tic-.
extraer de la ley la totalidad de lo que contiene la senten- nen los jueces se fundamenta de modo apodíctico: es una
cia; racionalismo judicial que COUTURE comprende en su vcrdad de razón y no una verdad de hecho. Es que aqudla
insuficiencia cor' finísima sensibilidad de jurista; por eso no obligación no es una atribución dei Poder judicial sino un
acepta que la sentencia sea una pura cadena de silogismos. - principio lógico-jurídico constitutivo de todo ordenamiento
Pero para escapar a esto no había que reincidir en cl vo- jurídico positivo, de modo que es clarisimo el vicio con-
luntarismo de la libre apreciación. Quedaba otro caulino: ceptual dei grau profesor rosarino cuando toma como dato
volverse bacia los objetos que son motivo de la declaradón positivo lo que no es un dato positivo sino una condición
testimonial y tomar de ellos cl criterio de apreciación. Y
de la posibilidad de los datos positivos. Por haber tratado
and isole. Nesv York, Harcund,
Chancd, tope
() &
Breco eliARDzs
Company,s. rziricag.
1993. p. 9: "Cada obra de ciência suficientemente (e) RAFAM/ RIELSA, La cuesticht dg
Ia rens/m.1MR~ dei Estado.
importante como para ser recordada assoada de ateimas generaciones, Rosario. Impreata de Ia Universidad Nacional dei Litoral, 1940, p. 6.
sumlnistra algan ejemplo dei estado defectuoso dei arte de sazonar en Cl
tiempo en que fuá escrita: 3( cada paso decisivo en oleadas ha sido una
locción eu lógica".
LINEAMENTOS DE I-A PRESENTE INVESTICACP5N 25
24 VALORACIÓN JUIrlDICA Y CIENCIA DEL DERECHO mujer, no se puede interpretar preseindiendo de esta vi-
venda, una ley argentina que se refiera a las casas de pros-
especialmente este asunto en otro lugar, nos excusamos
aqui de abundar en más consideraeiones, siendo suficiente titución, porque lo contrario significa dar a meros con-
recordar que un desarrollo rigoroso dei punto de vista ceptos el valor de existencia que corresponde a la realidad
aceptado por Man compromete la plenitml hermética unicamente (22 ).
del orden jurídico en la forma tradicional, cs decir, con ir
la artificiosa distinción entre lagunas del Derceho y la-
25 ). Pero dejémonos de ejemplos. Lo cierto es que hoy cn tos errores
gunas de la legislación referidas a la rnisma cosa (
Otro tipo de error metodológico, por su naturaleza de dia entran eu conjunción las trcs corricntes intelectuales
deslumbrante interés para cl jurista, nos ofrece Luis Ir- que han contribuido a formar cl caudal de eso que lla-
IsdiNEZ DE ASHA en su trabajo La prostitución y el deli- toamos la Ciencia dei Derecho positivo. Ya no parece
9, cuando sosticne que no puede haber una casa de posible hacer Ciencia• dei percebo trabajando con uno
to ( 2 solo de esos elementos. En tanto se trabaja en cada uno
prostaución con una sola mujer, argumentando que este
de ellos con adecuación metódica, estimamos el resultado
concepto es tan imposible como cl de cantar un dim de
uno e invocando la experiensia de otros países verificada inobjetable pero incompleto; pero no bico se traslada uno
en una encuesta de la Sociedad de las Naciones del afio cualquiera de aquellos criterios, a las otras dos zonas con-
1934. Pero cl gran penalista olvida, respecto de lo prime- tiguas para - la que es gnoseológicamente iinadecuado, re-
ro, que el concept° de dUo de uno se resuelve en nu juicio sultan errores muy conocidos que nadie quisiera reeditar.
Dejando de lado aquellos errores metodológicos mayores
analítico contradictorio, en tanto que el concepto de casa
de prostitución con una sola mujer se rcsuelve en no inicio que consisten en referir ai Derecho categorias gnoseoló-
gicas que le son absolutamente ajenas y limitándonos ai
sintético a posteriori, de modo que no es el razonamiento
sino la experiencia lo que decide sobre su verdad; y ICS- uso indebido de las trcs categorias que, de algún modo,
pecto de lo segundo olvida que no se trata de la experiencia convienen a la expericncia jurídica (por ser triple cl origen
natural, idéntica en todas partes porque la Naturaleza de su integración objetai), resultan seis errores metodo-
lógicos fundamentales posibles (y frecuentes) cn la deu-
está creada y en cuanto tal es la misma en todas partes,
ais- eia dei Derecho, de acuerdo ai siguiente cuadro:
sino de una experiencia cultural que consiste en la
tencia de sentidos o significaciones que crea el espíritu
humano, de modo que si en la República Argentina se ha
tenido la vivencia de casas de prostitución con una sola
(ci) También en este ejetuplo !medo escusar mi brevedad. porque el
orden jurídico y /a interne- asunto ba sido motivo de controversia, extensa y grattsima. eu "La Ley"
pienitied dei t. 20. p. 1 (Los JIMÉNEE DE ASDA, La
tey, especialmente el prefacio y ei capitulo Is y biblio-
() CARLOS COSSIO, dei t y 2 de oetubre dedei1940,20 y 21 de diciembre de 1940, t. 20, see. doce,,
prostitación y cl delito), joridka), y dei
tecida judicial de Ia
pienUuddei orden jurigieo, p. 157 (CARLOS Cessa°, La sentencia criminal y ia teoria
grafia ali!también
Ver citada.LUIS
LEOAS y lekearBui., La Critica de Derecho Tomo- 20, sec. doct., p. 181 (Luts JIMÉNEE os ASDA,
into de vista, eu "Revista 21 do individualizada, Jurisyrudenci0 g interprefffión 4e1 concerto 4.
diciembre de 1940, t.
comentando nuestro m Norma
binaria". Madrid, mano de 1910, ps. 112 a 129. cap. 1, eu progibuz0),
La yrostittición el delito,
(") Lins Jimirsizz DE ASDA,
y 2 de pctpbra de 1940, t. 0. p. t.
Ley", Bugias Aires, 1.?
-;;;ietratt-,-,
exactamente, ante una concepción neutra de esa realidad subordinada a estas dos condiciones: la distinción gnoseo-
de conducta que nos representamos con las normas jurí- lógica entre Moral y Derecho sustentada por KANT ( 8 ),
dicas. floy nos parece irnposible de abordar cl estudio dei y la ontologización de] derecho positivo nevada a cabo por
derecho positivo de distinta manera; y esto no sólo para SAvicim Por lo primero se deslindarcm dos esferas inde-
concebido en su verdadera realidad; no sólo como técnica pendientes para la investigación, sin interfcrencias recipro-
para su ensefianza; sino también por su trascendencia cas que perturbaran el trato de la una con ingredientes
ídico-pragmático, en cuanto
técnica para el pensamiento jur e ¡mamute
toda técnica resulta tanto más eficiente cuanto más se (a ) La influencia kantiana en este ponto fué 'imensa
a invés de lieno. THIRAUT y ITS/SE, y zdeanzi5 a la legislación coa su
apoya en la verdad. Es asi que este pensamiento jurídico- esclarecido discípulo el ministro ZE/LLER: "Mientras el numinisrno tendia
a armonitar la moral y el derecho en Ia condiu finalidad de la terror-
cientifico envuelve hoy cn dia, como una atmosfera, cl Más y de Ia felicidad individual. KANT tendiõ a distinguirias sobre el
fundamento do la libertad interna y externa y tal eriterio de distinción
de todos los especialistas en Derecho,
mundo de ideas - Ne guia constante de los redactores de! Código austríaco" (G. SOLAM,
desde los juristas, pasando por los jueces, hasta los abogados, Individualismo e diritto tricoto, p. 264).
Pern In obra do Kaifm a este respecto tinas que considerarse soli-
pues éstos, no obstante pensar las leyes en funcion de un dariamente con la de sn predecesor TOMASio. Cem todo hay que tener en
monta que la distinción conceptual de TOMASIO es triPartita (Moral,
resultado preconcebido, no han dejado de advertir cuánto Politica y Derecho), y sobre todo, que no se fundamenta en lua catego-
rias del obrar, es decir, en los supuestos estructurales de la conducta,
se multiplican las posibilidades de una argumentación ins- Sino en la meteria de data. Por lo demfm, el análisis kantiano es defee-
trumental 'y circunstancial alando la composición de lugar tomo y por ello el fundamental tema confluirá trabajándoso ininterrum.
pidamento hasta nuestros dias, en que Gioacto Den Vsenuto (EL con-
sobre la realidad jurídica es más sólida y profunda ( 7). Es tento dei derecho. Madrid, Rena, 1914, caps. a y it) lo Rena a solución
definitiva Esta es, a nuestro juicio, en conexión na 10 que so dice en
asi que hoy en dia parece ya irrenunciable la concepción el texto más adelante, la magna significacifai de este filósofo en la his.
cientifica dei derecho positivo; todas las instituciones es- tona dz las ideais jurídicas y en la crescida de la. ciencia dei Dormito,
la que tiene, en diche análisis, la barna infranqueable que asegura
tán concebidas de aquella manda teórica que aspira a de- una de sus fronteras y que Botim como condición de tu existencia. Agre.
gareznos que cualesquiera luesen los defectos dei análisis kantiano y sus
emam que para la sociologia dei saber jurídico de 'mastro lo- consiguientes repercusiones en el repertório de ideas jurídicas que se
7)
( Cporvenir,
mediato
r
es de grau importancia la circunstancia sefialada do iba elaborando, lo eociológicamente importante en este capitulo de la ao-
Que todo el âmbito de quienes se dedicara al estuai° dei Percebo está ciologfa del saber fué que la distinción entre Moral y Derecho se mantuvo
pues eu la sociologia dei saber las viva en la investigación de todos los juristas que trabajaron —y trabajan—
panado por este “clima cientifico",
nuevas ideas estão condicionadas por las ideas ambientas. Y eu cuanto cientificamente.
la cieneta es un libre troando de la cultura, no ha de olvidasse que el Para el cotejo do los adilais de KANT, STAMMLER, Dm, Tecerem y
preces° de producción de una cicacia dei Percebo cursa histáricamente °troe, ver CARLOS COSSIO, Teoria de Ia eondUcta, Cap rV, núm. 86 (priStai-
por la conciencia personal de quienes cultivan ei Percam como ma, ma a publicarse) [acerca de esta obra, ver supra, Palabras liminares].
eioaiento.
CONSTITUC1ÓN DE LA CIENCIA Da DERECII0 41
CIENCIA DEL DERECII0
40 VALORACIÓN JURÍDICA guirse tres hilos conductores para los pensamientos que
espúrios venidos de la otra, pues, evidentemente, mientras vau a integraria esencialmente, segán su esencia se trans-
se siguiera confundiendo Derecho y justieia, es decir, mien- parenta en la filosofia de nuestra época.
tras se creyera que el Derecho era Derecho sólo en la me-
dida en que era justo (posición dei derecho natural), las
La Dogma-
valoraciones morales, a través de Ias valoraciones jurídicas El primero de estos hilos se caracteriza porque trabaja tire jurí-
y por ser solidarias con éstas en todo sistema ético, incidi- con lo que hay de contingente en el fenómeno jurídico. dica
rían en Ias concepciones jurídicas determinando que ai En este sentido su trabajo da frutos definitivos para la in-
Derccho se lo tratara como valoración y no como un ob- vestigación, pues aunque hoy ya no se puede aceptar su
), aunque el objeto fuera justa- presupuesto teorético de que el dato jurídico está consti-
jeto de conocimiento (9
mente una valoración: en lugar de conocerlo se lo tuído Unicamente por ingredientes contingentes, ha de
valoraba. Por lo segundo la investigación jurídica se reconocerse que la elaboración científica de lo contingen-
'lace positiva porque el pensamiento se vuelve bacia los te-jurídico ha de llevarse a cabo de Ia manera encontrada
hechos, en cuanto se comprende que no hay otro derecho por los hombres que dieron vida histórica a este tipo de
fuera del derecho positivo, de modo que el problema con- saber. Nace 'esta problemática en el instante mismo en
siste en captado a este tal cual es, porque el derecho en su que comienza a tratarse sistemáticamente el derecho po-
ser se da totalmente en la experiencia jurídica y esta es la sitivo. Por un lado está la Escuda exegética cuyo empi-
única fuentc de donde se lo puede tomar. rismo gnoseológico la Ileva a no trascender los hechos y,
La ciencia dei Derecho que así comienza a configurarse por lo tanto, a comprender un dato jurídico como una
es, pues, una ciencia empírica, es decir, ciencia dei Dere- identidad con otro hecho; así, en materia de interpreta-
cho positivo, porque trabaja sobre el derecho en cuanto ción, una ley es igual a la intención dei Legislador que la
es fenómeno efectivo, en actitud neutra a toda estimación sancionó. Y simultáneamcnte, por otro lado, están SAVIC-
sobre su intrínseca justicia y moralidad. Es claro que esta en tanto científico, y sus discípulos cuyo racionalismo
ciencia no naci6 de golpe, armada con casco y lanza como gnoseológico (10 ) da nacimiento a la Escuela dogmática
Minerva de la cabeza de Júpiter. Por el contrario, en cuan-
to libre producto de nuestra cultura, constituye un largo (lo) Frente ai Derecho Natural, Sations, en manto fundador de la
Escuda histórica, es sin duda un historicista; pero esto intensa a la
proceso de forrnación c integración donde pueden distin- coneepcien ontológica dei Derecbo In &I problema metafísico ceando se
interroga /que asse de ser es el cer dei Derecho y que es ese ser? Peru
Esta es is criais en que yucen las ide-as jurídicas do Enseje° esta- atara estamos considerando no los problemas metafísicos dei Derecho,
ou se acredita con el limbo sino sus problemas gnoseológicos, es decir, los problemas de la ciencia
lAstira, cuya inutilidad para la tiraria jurSdira ompiriea del Derecho que aparece, en parte ai inenos, a raiz de aquella
de que hasta ahora ninou:ia eentribución lia baia aportado a dicha deu ontologia. Eu este terreno SPSIGNY, por los motivos que espanemos en
cia. Los pensadores escolásticos insisten en considerar el Derecho como el texto, tiene ao concept° racionaiista, no del ser, sino de la ciencia;
una zona cirennscriPta dentro de la órbita moral y, por lo tanto, depen- en este terreno bar conezióri entre Hcao y Strwsr, pero sólo en este
tendo dei pensamiento constitutivo de la Moral tomo la espade dei gê-
Firenze, Lib. Ed. Fiorentina, terreno, como reconoce autorizadamente Sobssi (Storicismo e trino pai-
nero (ver VICTOR CATAREM FürPrOtift morais,Filosofia del detecto. lkjadrid, roto. p. 86. Eu igual sentido, Ittivaro TROVES, Lez experienefa jurídica,
1913, t. 5, p. 621; y VICTOR CATIIREIN, inédito); y en este sentido es unanimemente atentada la conezión dog-
Rens, 1926, p. 272), cosa lo cual no alcansan ni destruyen el andlisis de
nn Dgr. Encorno que fundamenta dos contentos independieutes, sino que mática entre SAVICNIC 7 JRERING.
Do manera paralela, no obstante que el movimiento codificador pro-
ai siquiera se barco cargo dei beato de la ciencia juridica, que hz Batido
sobre expelia separación y que, en manto /sacho, no puede ser discutido.
CONSTITUCIÓN DE LA CIENCIA Da DERECHO 43
VALORACION JURÍDICA Y CIENCIA DEL DERECHO
42 periencia (empirismo científico), para lo cual se vuelve
con las primeras teorias jurídicas sobre alguuas institucio- hacia la intención clel Legislador por medio de Ias fuentes
nes, como en la posesión o en el ejemplo antes recordado dei dato jurídico; la Dogmática, en cambio, crce que no se
de las personas de existcncia ideal y la teoria de la ficción. Ilega ai fenómeno jurídico en si verdad con la mera apre-
Exégesis y Dogmática coinciden en que se ha de trabajar hensión dei dato, sino con la teoria que dá cuenta de aquel
con los datos de la experiencia jurídica a fin de obtener fenómeno (racionalismo científico ) (11) a semejanza de
un conocimiento positivo dei Derecho; pero mientras la lo que hacen las teorias físicas. Así el ser da Derecho está
Exégesis crec que se logra este ainocimiento con estableccr tomado sólo con cl concepto científico; ese ser está dado,
la equivalencia entre un dato jurídico y otro hccho de ex- pues, en la teoria, sin que esto quiera decir que la ciencia
jurídica se pronuncie sobre la naturalcza de ese ser (pro-
viniere de una concepción metafísica racionalista dei Derecho, los exé- blema metafísico dei Derecho), pues la ciencia sólo prc-
getas que trahajaron ya sobra los códigos, soo exponentes de nr, empi-
rismo psicológico en los problemas de
la ciencis. dei Derecho porque oitos supone alguna concepción metafísica del Derecho que
manejaban Ia ler en cuanto hecho y no en enato razón. (Ver ENRIQUE
generale: dei derecho y lis reforma dei Có- autorice un conocimiento positivo del mismo: dentro de
AFTALION, Los principies
digo
Civil, en "Anates de la Pacultad de Ciencias Jurídicas 3. Sociales de este presupuesto condicionante, la. ciencia aspira a dar mi
la Universidad Nacional de La Pinta", t. ti, p. 263; y GIOELE SOLAM.
indiVidWaliaMo a diria, Trinta,
p. 278. Ver tarnbién, más adelante, cap. 11/ sirnple conocimiento dei Derecho que es y tal como es,
supra, Talahras liminares] y COSMO. El substrato filosófico
[consáltese
da los métodos interpretativos, cap. 1, rev. cit.). pero sin trascender a la naturaleza de ese ser.
Eu re_sumen, para la Exégesis el material de la experiencia jurídica Es claro que esta ciencia dogmática da Derecho posi-
se elabora también empiricamente; en tanto que para SATIOsTY dicho
material 61, elabora racionalmente en cl conocimiento, entendiendo, coa tivo es una ciencia de cxperiencia, no una especulación so-
Moo, que lo racional de esta elaboración, porque en verdad la funda-
menta, tratándose dei fenómeno jurídico, consiste en investigaria en eu bre objetosideales. Pero es Una ciencia de experiencia
en
historia: la experiencia jurídica es histórica y no de otro tipo- Pero
uno y otro caso el problema gnoseglógieo dela libre la cnestión sobre racionalizada. segón la fundamentación general de KANT.
la esencia y naturaleza de aquel material de experiencia. Es decir, ala parte de las normas positivas, pero el sentido
"El historicismo como numas método de estudio en el derecho pri-
vado se inicia coa HUM como nueva doctrina general dei Derecho con de estas normas se fila mediante un doble proceso: un
SavrezrY". "A la interpretación escolástica dei pensatniento kantiano.
Reno oponía la interpretación critica que era la única verdaders". "He-
proceso formal de comparación,..abstracción, clasificación
M/, antiguo admirador y secuaz declarado de KANT, fné casi el único en y generalización que busca en alas una coherencia siste-
reaccionar contra aemejante interpretación dei kantismo, que ',espetinho
en el derecho privado los alatoeis& tradicionales de estudio". "Tal fina- mática absoluta (lógica pura), a diferencia de la coheren-
lidad explica la lucha sostenida per liem de tin lado contra los Inana-
turalistas y los pseudo-kantianos y dei otro contra los práeticos y los
cia relativa dei individuo pensante (lógica psicologista),
jurisprudentes cultos, no menos que los esfuerzos hecbos Por dl Para en nuestro caso da Legislador cuyos pensamientos pite-
',Manhas eu obra de reforma dei derecho positivo coo el kantiszno rec.
temente entendido" (SOLAM. S loricismo e diritto privato.
pS. 11, 15 y 17). den ser contradictorios, que sustenta a la Erégesis; y por
TIUSIO reclamó expresamente la atención de los lentores sobre un pasaje
de KANT peco conocido tendiente a demostrar que nuestro conocireiento e diritto privai°, p. 278: "Eu
en todas las ciencias no matemáticas no puede tener otra limite que la (”) GIO.ELE SOLAM, individualisra0
aio prijner perlodo el trabajo cometido por los intérpretes alrededor dei
experiencia; y en concordancia coa esto el historicismo gnoseológico com. Código francês se reduce a los esfuerzos hechos para conocer penes
prendi& que la experiencia jurídica está en su historia. "Comprendió Troco, en evidencia la voluntad dei Legislador, o seu fué dirigido a fijar el
lo que hoy se reconoce universalmente, que la impensada 7 el signifi- sentido exacto de los textos, el alcance preciso de Ias normas jurídicas.
cado dei kantismo estaba sobre todo en ia onera selueión dei problema Y parece na real progreso ceando a la exégesis del Código sigue un
de todas las ciencias sin excluir las jurídicas"
cognoscitivo, presupuestodiritto trabajo de sistematización 7 de desarrollo lógico de los principios me-
privo/O, p. 16). Pero la estendera y el
(Sol", Storicismo e diante la safio juris. Ahora se asiste ai esfnerzo puramente lógico de
sentido miamo de la Meneia eras racionales. Todas estas exigencias eu-
de SAMONT, un complimiento !Levar no, principio a atuí consecuencias extremas".
cuentran en ci tratado sobre La posesión
definitivo en Ia esfera teórica dei Derecho.
CONISFITUCION DE LA CIENCIA DEI. DERECHO 45
44 VALORACION JURIDICA Y CIENCIA DEI. DERECII0 zonas del pensamiento filosófico, la peripecia esceptica
oiro proceso material en cuya virtud la raán escogc de las resultá ai final de cuentas más un acicate que un obstácu-
múltiplas significacioncs que pueden caber en cada norma lo; y la cieneia dei Derecho positivo prosiguió su curso
-
positiva, aquella significación que responda sistemática hasta Ilegar a feliz término en la constitución de esta pro-
mente a la realidad, en lugar de atenerse a la significación
objeto que carece de los requisitos necesarios para permitir una eleveis
que tuvo cn cuenta el Legislador, como hace la Ezegesis. y que el conocimiento sobre él no es un commirniento cientifico.
de Ptdrós (Paris, Les Hellen Le.
Lo cicio es que las teorias jurídicas, a partir de SA- Tiuszattieo dite, en La República
ttres, 1932), p. 338-c: "La Sustida no es otra cosa que el interés del mas
HEISE, fuene". Sobre al pensamiento filosófico-jurídico de los sofistas, se puede
wervy y de sus predecesores contemporáneos (I luco, ver en castellano, can grata provecho, EDUARDO GARCIA MAYNEZ, El
dereeho
etc), principian a multiplicarse y propalarse pro- em Ia época de Sdcrates. México, Jus, 1939, sin minguas eluda
THIBAUT, notara
et major trabajo escrito en nuestro idioma por su ,precisa información
digiosamente corno obra de los juristas, en su esfuerzo por y su autentico sentido dei problema. Paris, Garnier Unos., t. 1, p. 73: "En co-
concebir el dereclio positivo en su verdad. Al comienzo lá. ms IdoNvoiCate, Ensayos.
sas terrenales ninam' opinión ha3-, por extraordinaria peregrina que soa,
se refieren a instituciones aisladas dei cintai jurídico, paro que Ia costumbre no haya implantado como ley alli donde buena le ha
de esta premisa que hay que entender las tono-
poco a poco se amplian los horizontes y una sola teoria parecido". Es en fundei, aquelln
cidas Bases de MONTA1GNE cuando se preguota "¡quê bondad es
im.
que al oiro lado de urt tio resulta un crinten I". Para todo esto es
más general se puede hacer cargo de problemas que antes portanto el cap. nu del libro 1, sobre la lucras de la costumbre. Pero
por cierto, más Miá da la esfera moral:
estaban repartidos entre varias más limitadas. Así se nega el escepticismo MoNmeiGNE ua,
de burlo
"Duende yo me de mi gata, Lquién sabe si mi gata se burla do
quien da un toque definitivo so-
Constr.- a RODOLFO VON DIERINC mi más que yo de eller (op. cit., t. 1, p. 389).
FRIRDRICII VON Locou: "Es andes° que la recta remiu jurídica haya
Mn ju- bre lo que es una construcción jurídica en cuanto eonoci- sido alpina vez conotida por elguien; frente a toda opinión podrã
siem.
y cuya obra luzo ver de una vez
rídica
miento dogmático (12s)
pra oponerse algo. Mora bien, aquello que es dados°, dificilmente poesia
latroducción a la ciencia
constituir una Mentia" (citado por RADDRUCH,
para siempre el alcance ilimitado que podia adquirir este dei ~eche. p. 249).
Por el contrario, los argumentos principales de VON ICIRCBMANN se
tipo de conocimiento científico. Por esa época ya la Dog- apoyan eu la circunstancia de que la mataria dei Derecbo varia incesante-
mática se ha extendido a todas las ciencias jurídicas y ha mente, a diferencia de la Natoraleza que está dada de una vez para
sieurpre; de aht su famosa frase 'Ires palabras reetificadoras dei Le-
impuesto su tono ai pensannento cientifico aunquc sin gislador bastem para eonvertir una biblioteca em basura". Segiin VON
la Sueis.
Etecirstass, para decido con la frase de PAOANO, el objeto de
poder eliminar del todo a la Ezegesis, cosa que hemos de deacia orio es lo permanente y absoluto, sino lo casual y arbitrado"
we
tcner en menta en nuestras. conclusiones. Pero recordare- tarattere seienlifico delta acicata dal djriLlo, en
(Actrotim BACANO, II
"Itivista Internacional° di Filosofia dei Diritto", 1921, t. 1. p. 264).
mos que esta consolidación paulatina de la ciencia dei De- Para noticias sobre ui
"episottio VON KIRCHMANN", el andar comentaria y
exposición Inas completa eu nuestro idioma, es el de Luís RECASIINS
recho no fue sin vicisitudcs; tuvo tambien su momento Idoso/ia dei dereeho. Barcelona, Boseh, 1936,
SICNES, eia Estudioa de
esceptico; vorv KutcrimANrv, en efecto, negó la posibilidad ps. 18 a 28, que recomendamos.
El error de vote FitacrisasS se ha rectificada en el ponto que corres.
), aunque aqui, como en atras Tratado de filosofia
de sernejante ciencia (13 pondia hacerlo, desde STAMMLER (ver &rasara
Madrid, Reus, 1930, p. 8. u. 9). Pero como nosatros hemos
dei &recito.
r sobre et isento en los capítulos Etudes, para sacar la recta
de volve e la
consente/mia, desde ya destacamos la exartitud y La importancia d
Tiesprit etat droit rena-eia. Paris, Maresq, 1887,
(m) R,. VON JHERING, observación de Vos Fsmointaits: la Naturaleza está ereada de una vez
11 dirigia come rriazione, Termo, Isti-
t. na. p. 50. Ter RENATO TREMES, para alentarei adio sus apariencias fenoménicas variam; en cambio el
mcperien-
tuto Giuridico della It. Universitl, 1934, ri, 53. Percebo, en tanto Espírita_ se eras de continuo; aquala es lana
t) No hay que confundir el escepticismo que va desde los sofistas eia inrariable eu tanto que data es una experientia variable. Pero esto
(5
y CARNEADES hasta IdONTAIGNE y VON T,OGAU, caia ri eseepticismo original no basta parti concluir que de la segunda no quens nua cienele, Porque
VON KIRCILMANN. Arma es no escepticismo jurfdieMasiológico Y dato en seinejaale cOnclusión se presupone que el único tipo de Mentia ',inibia
de
un escepticismo jurídico.cientlfita. El primem sostiene que nada IlaY grui
sea justo de por st o que habiendolo, no se lo parede conotar. El segundo es el de Ia Mentia natural.
que es ou
00 se refiere a la justicia sino ai dereche positivo, diciendo
-
CONSTITUCIóN DE LA CIENCIA DEL DEREM) 47
46 VALORACIóN JUltf.DICA Y CIENCIA DEL DERECIIO agrupamiento selectivo presupuesto en la labor del eien-
tamanca de lo contingente-jurídico que estamos tratan- tifico. Este criterio es el concept° del Derecho en cuanto
mero concepto, es decir en cuanto universal-lógico que
!
\ do (14 ).
Esto ocurre cuando se peticiona por una teoria gene- caracteriza suficientemente y en forma neutral todo dere-
Teoria
general def ral dei Derecho. La significación fundamental de VON cio habido y por habcr en su calidad de ser derecho y na-
»trecho
JELERING consiste en que sus investigacrones sobre la cons- da más.
trucción jurídica (") hicieron ver que todas las figuras STANIMLER no solamente advicrte que cl concept° dei
jurídicas empíricas pueden reducirse a construcciones ju- Derecho es racional y apriorístico; advierte adernas que no
rídicas y, con ello, que eualquicr trozo de la experiencia es ni puede ser contenido de la experiencia jurídica, sino
ti
jurídica puede ser Ilcvado aia teorización. Desde aqui, es forma de la misma. Por lo primero supera definitivamente
decir desde la posibilidad de construir teorias jurídicas el empirismo filosófico de que padecia la investigación
para cualquier institución, a la petición de una teoria úni- cientifica, legitimamente empírica en la investigación de
ca para toda esa experiencia jurídica susceptible de ser los contenidos jurídicos. Pues si la teoria general dei De-
teorizada fragmentariamente en todas sus partes, no me- recho fuera a lograrse por la generalización de los conte-
dia más que un paso. A este paso lo reclamarán BERGEHOM, nidos de experiencia, nunca estaria lograda: los contenidos
BIERLING y Mmucci. con su petición de una teoria general de experiencia sou siernpre reemplazados por otros con-
del Derecho, común a todas las disciplinas especiales y tenidos, de diodo que la verdad inferida de aquellos puede
fundamentante de estas. Pero la dirección en que co- no contener a la vcrdad de estos, con lo coal falta a la
rrespondia dar el paso la serial() STANTMLER cuando advier- teória jurídica nu punto de apoyo y la obra de los juristas
te que el concept° dei Derecho, en cuanto terna central se resuelve en ui regres° ai infinito de teorias sobre teorias
de esta teoria general, no puede ser empírico y contingente cada vez más generales, sin poder detenerse jamás en esta
sino ácional y apriorístico respecto de los datos positivos. progresiva generalización: las nuevas experiencias cons-
pues para calificar de jurídico a un dato y para apartar los tantemente pueden obligar a una generalización más vasta
datos jurídicos dei conjunto de datos que brinda ia expe- porque las nuevas experiencias también han de ser conce-
riencia social, hay que disponer previamente de un criterio bidas; en cuyo caso la teoria general dei Derecho depende
que permita aquella calificación y que baga posible aqucl de la historia igual que cl Derecho positivo, con lo cual,
ciertamente, ya no seria tal teoria general porque nunca
ue la investigacidn de lo coa.
(H) No queremos decir, por cierto, q ue la ciencia juzidica estaria totalmente integrada en sentido sistemático ni po-
entedurldico Ilegara a su fin en el sentido de q
se paralisa porque lia resuelto todos sus problemas y ya nada time que
ting dría ser formulada. Es claro que para poner termino a esta
investigar. Esta investigación es el coutenido de la ciencia y en esto
enio
sentido su desarrollo es indefinido por el doble motivo de q ue el ing cadena indefinida de teorias cada vez más generales, hay
I bumano puede siempre descobrir nuevos pontos de vista eonceptuales y
speriencia jurídica constantemente se enriquece con 'movas que fiegar, corno única solución, a .un tope que no sea
de q ue Ia e ueremos decir es que se alcali-
instituciones que hiay q ue concebir. Lo que q producto de la generalización empírica; es decir, a un con-
zan los limites dei âmbito eu que esta investigación se mueve en eu
desarrollo indefinido, coa lo coal la ciencia termina por verse, a ese cept° racional o puro del Dereeho como núcleo de su teo-
respeelo, en toda su amplitud
7 en su especifica identidad, quedando
por elle definitivamente constituida como ciencia. III, Intreduccidn, esp. ria general.
(In JERRING, L'esprit dia
droit remela, t.
p. 50 7 as.
rit --
4
Uva en h conducta; es dccir, tomamos dos momerd tegorias supremas ( 25 ). Pero la teleología no se contra-
una conducta y afirmamos (juicio) que dado el prii_ . mo; por el contrario,
pone a la causalidad, sino ai mecanieis
debc ser el segundo, dejando que la libertad se abra di la teleologia se mueve dentro de la causalidad (") y ambas
a su moera para "negar del primem al segundo. Toda te' sou Lógica dei. ser. Lo comprueba la vida animal que es
...
ria de la conducta "exige una nueva cópula lógica teleológica y que pertenece ai ser. Lo importante es dite-
deber ser como cópula lógica, esto es corno enlace o tela-
ción entre el sujeto y el predicado de los juicios es, en el p) Cosmo. Teoria de ia conduto a, núm. 12.
(22): (31) Coam), 2'eoría de Ia conduaa, núm. 8_ Ya desde 1936 estas -ideas
fondo, cl .verdadero problema de la normatividad" sobre la normatividad fueron colmadas por ENRIQUE It. AIRAL1637 y
FERNANDO afiteis 01.ANO, quienes, coa los tres primaras capítulos a la
"Mientras en la lógica dd ser la relación copulativa esta-
vista (inéditos) de auestra Teoria de ta rondada, Ias aprovecharen cor-
blece una referencia y un enunciado, en la lógica dei dcber dialmente en el apretado resumen contenido en su Introduccidn tal dereaão,
' Vs. 141 a 156, especialmente ps. 144 y 145. Ia obra de Arraarbat y
ser la relación copulativa cstablece una referencia y una GARCIA OLAPo vic? la luz en cl primer semestre lei afio 1937, impe-cota
atubino y Salvador. Desde inmediatamente desuses de esta publicación
imputación, La cópula lógica ha sido desarticulada en dos -vimos oportunidad de conversar largamente sobre el tema, annque eu
funciones primarias, la referencial y la enunciativa; pero ma privada, en los círculos estudiosos interesados est estas cosas de
aos Aires, Montevideo, Era Perda y Toeumán.
esto es así en la lógica dei ser; en la lógica dei deber ser '=) Sn'ammãss,, Traindo de filosofia dei dereeho. p. 73, y R Kinn
hay que hablar de la función referencial y de la imputativa. Toe, Lógica de ta tibertad. Madrid, Beitrán, 1910, p. 38_
R NATORP, Pedagogia social. Madrid, La Leetura, o, 55; E.
La cópula siempre refiere un término a otro término, pero .eilosoiia detta pratica, Seri. Latem, 1923, pa 220; Mornas
mientras la función enunciativa significa que lo que se Elhics, London. Allen & Vania, 1932, t. 1, p. 2711 t an, p, 73;
y La logique da jugements de ralear, Paris, fa~ 1927,
ps. Si y 31.
de los arbitrios individuales; coo lo ccal se patentiza la mo Meneia dei Dereclio va definitivamente tarada por la Lógica dei aer,
-representar la con- adennis de su empirismo gaoseoldgico de miam- El Irmano de la Ju-
risprudencia sociológica ha sido general porque la validez normativa
lógica dei ser porque la norma deja de —que es un deber ser lógico— no emana de los betbos seciales eu man-
ducta dei individuo a ella sornetido y ad.ciniere un ser aparte to simples boches. La Jorisprwleneia
sociológica ha servido de experien-
por aparte, como Cia para poner al descubierto este hiato mut ser Y deber ser, que que-
y propiot es una ardeu, es algo que a
una estatua o una música, y que no pi_.e.tide ser identificada
--geir-aasca
-- •
.,c -za
,,t,gr,=ajamoui~r—rün,„ —
CONSTITUCIDN DE IA CIENCIA DEL »Farol° 61
60 VALORACIÓN JURIDICA. Y CIENCIA DEL DERECHO ciencia sobre es base; para alio requiere captar heebos
para quedarse en los flechas, aunque estos hechos scan
decir que la norma jurídica es solidaridad. Eu esto bay
cl error, como veremos más adelante, de restringir la valo- flechas valiosos. co.:7 0:.
El descubrimienio de la Lógica jurídica es el mérito La
a la solidaridad; se podría haber dial° tam- cepte
ración .
jurídica C—srtcl(ErsEir descure
bién que la norrna jurídica es orden o es justicia. Feto sin. par de M ralr
salvando este error, la postura es correcta y neutral: se coniu lllll onsparable-a-la-rle-Arus-r~s-T
--si-puederterordarscias nom res e
acata un hecho positiVo que es valioso pelo cuyo valor no . .ser; a
decide en b teorización científica porque no es el conte- -boa cc-~,--entre pocos otros, como antecedentes
facasados de la petición de un método jurídico que re-
nido de la afirmación, aunque vaya contenido en dla. Sói°
solviera los problemas dei Derecho en puros términos ju-
que can esto la norma jurídica no aparece como un deber
rídicos. Para la Teoria pura del Derecho, según nosotros
ser, cual corresponde ai carácter valioso dei hecho que ella
la interpretamos, la norma jurídica simplemente representa
representa. Y aqui se adviate entonces que en este becho
conceptualmente una acción humana en su verdadera
ha de dsentratiarse la estructura lógica (y por lo tanto
esencia, esto es en su libertad y en su facticidad. Por ciem-
neutra) que permita pensaria cientcamente; y que esa
no es exacto que cl Estado ordene no matar y, eu su
estructura no está dada por la Lógica dei ser porque Sta
defecto, encarcelar a quien mata. La norma no c-ontiene
sólo con contenidos estimativos puede aludir ai deber ser.
mando ninguno; la norma simplcmente dice que dado el
El único caulino que queda es que exista una Lógica dei
hecho de la libertad civil de una pasma, debe ser el he-
deber ser que trate con un deber ser lógico tan neutro a
cho de no matar, y que dado el hecho de matar clebe ser
los contenidos estimativos, como - el ser lógico lo es res- carcelación. Feto cl objeto así represen-
pecto de los' contenidos de la Naturaleza sobre cuya exis- el hecho de su en
tado es la conducta humana. La norma en cuanto objeto
tencia nada presupone y en nada se pronuncia. O dicho
es un concept°, es decir, un objeto lógico y no un objeto
con aras palabras, asi como la ciencia de la Naturaleza, ese
real; el objeto real representado intelectualmente por
que investiga la realidad de ciertos hechos, usa una Lógica
concepto es cierta conducta humana. Y en esto no hay
neutra respecto de la existencia que se investiga, así tam- el concepto "mann-
bién el Derecho requiere una Lógica neutra respecto- de ninguna diferencia de situaciOn COTI
fero", que es un objeto lógico para la Lógica del ser, pelo
lo que El investiga, que son valoraciones existentes o Im-
que es una representación intelectual para el naturalista
chos valiosos. Y supera la dificultad solo una Lógica dei
que, por su intermcdio, trata con su contendo objetivo
deber ser que sea respecto dei hecho valioso lo que es la
Lógica dei ser respecto dei hecho físico. Acabamos de ver, y con la reilidacl animal así calificada.
Aunque en forma más concreta y efectiva hemos de
en efecto, que la Lógica del ser no puede reunir en una
adelaute sobre este tópico de que las normas
misma proposición, a una norma entendida como dato volver más.
jurídicas no contienen mandato de ninguna especie, la
jurídico y a un valor (coal la solidaridad) entendido como
gravitación de esta errada concepción es tan general en la
hecho; uno u atro pierden fatalmente su colida' de hechos
ciencia del Derecho que desde ya se nos impone examinar
y quedan como valores. Y como la ciencia dei Derecho
es una ciencia de experiencia, no puede constituirse como
CONSTITUCIÓN DE LA CIENCIA »EL DERECHO 63
62 VALORACIÓN JURÍDICA Y CIENCIA DEL DERECHO norma jurídica, por ejemplo una ley, en manto acto dei
- Poder legislativo, está completa despires de su sanción y
más de cerca el problema, aunque sin rebasar los elemen promulgación; y sin acudir ai fácil expediente de las fic-
tos de inicio que hemos alcanzado hasta ahora. La ardeu ciones con el que los juristas acosturnbran cerrar los ojos
es un acto social, y por lo tanto real, que alguien emite a las dificultades científicas, no se concibe que la ley sea
para insertar su sentido de mando en la vida anímica).-de - una orden cuando se refiere a las generacione3 futuras, a
30 ); la exista
otro, aunque este no cumpla lo ordenado ( las personas por nacer, etc., o alando se estatuye la inva-
cia de la orden no depende de su cumplirniento, pero si . lidez de la ignorancia dei Dcrecho, caso este que por su
depende tanto de quieta la emite como de la existencia de magnitud e importancia no puede ser esquivado en el
alguien que perciba su sentido sin esto último no hay análisis de este limito, tanto en lo que jaquea sin remedio
orden ninguna y por eso Robinson Crusoe no hubiera la opinión tradicional, cuanto en lo que contradice b tesis
podido dar ordenes. Una ordem pues, no está completa de REINACH en aquel punto en que nosotros tambien la
sin el sujeto que la recibe y dia es una especifica concsión objetamos: que la norma sea un objeto real (acto social)
psíquica de sentido entre dos individuos. Ahora bien, una y no un objeto lógico (concepto) (31). Como no quere-
fundamentos aprieristicos
dei derecho mos que en esta cuestion se incorra eu desorientacán o
cind.(n) ADOLFO Itrartacti, LOA
Barcelona. Beach, 1934, p. 49: "Todas eitos sou actos sociales equívoco por Ia fuerza de una paradoja, seanos permitido
que, en Ia ejecu ciou mism a, se emiten Por d que los ejecUta E dor para insistir un pOco. Siendo la orden esa rclación rea —I dc con-
insertáreelos eu su vida anímica" ; p. 45: "La orden se da en diret.
ci ou ai otro, se manif iesta, penetre en el otro y lo es escudai la teu- ducta en que un sentido de mando parte de una con-
dencia de ser percibid a por otro" ; p. 171: "La coo fusión más Ire-
cliente y funesta nos parece existir entre orden y determinado:ri (norma) - cien. eia para insertarsc en otra conciencia y provocar en
Parece a primera vista cOrn Pletamente evidente que las proposiciooes dei
derecho soa nona as que dieta el legislador ; y que :lidar normas sig-
esta un comportarniento lleno de ese sentido, es claro q-ue
nifica dar ordenes, mandamien tos 4- prohibiciones que se dirigen a los ' esc hecho, en cuanto conducta jurídica, puede ser repre-
sujetos de la comua idad juridiea o también a los &garros ejecutivos. Ya
no rege iere mayor desarrollo lo injustificado de adoptar semejante pos- sentado norrnativamente; tal, por ejemplo, en la relación
tura alojada de la realidad. En verdad Ias determinada:les (normas) de
de dependencia jerárquica entre dos funcionarias o dos
modo soueOnSidera
(ordenes". que el vocablo "norma" es equivoco y usa el
REINACE
ningón militares en que la orden en tanto conducta cubre la nor-
vocablo "deterMinacifin"; JUA.N L1,aBiTAS Da AZEVEDO, en Bit/ética y
(La Plata, Espasa-Calpe. 1940), dite "disposicián't. ma jurídica secundaria de la situación jurídico-normativa.
Nosotrosda
arraie% derecho el viejo vocable "normal en el sentido lógico abso-
preferimos Pero no es esta la situación de la ley, no solo porque la
latamente inequiv
Agregar° Mos oco denuestra
que BistsEN.
disidencia coa Rau: non y sus seguidores, ley estructuralmente es la clisyuncion normativa primaria
consiste en que para Rein: Agit ia "determin enjoa" es también un acto
3,
social y requiere una persona que la perciba, aunque quede concluid a co- y secundaria, sino tambien porque la ley no representa
mo acto sin presuponer otra persona que ejecute lo dispuesto. Para nos- ninguna interferencia de conducta entre el Legislador y
representativo de cinta coo -
norma es na concept°
Otros
da da,euporo
cambio hl
ell a no es un acto social integrante de ningun a realidad; por el súbdito (una de las cuales podría ser acaso la orden,
eco apoYe Inertemente nuestra tesis la objeción do Bornalt contra 12E4-
Nialr coando hace ver coar: inexacto es decir que las "determinaciOnes"- como sucede en la dependencia jerárquica, si el Legisla-
no tengan referencia alguns a Ia conducta humana, utilizando los Pro
pios ejemplos coa los que Bre; aCir erre Mostrar la verdad de su aserto
dor fuera un ser real y no la personificación de un momento
(ver REINACli, op. cit., p. 172, nota dei [reductor ) .
La diferencia entre Ital,”CR y nosotros amaine eu (Pia Para REI-
TraOlf la norma es un objeto real (acto social), mientr as que para nos- a
(at) Ver supra, nota 30.
otros es un objeto lógico ( eoncePto)::una y la neeesaria
referencia dereferencia al
cumplimiento
es
conducta
en y por lahumana que contiene,
conducta, sino una rei no
erencia de represe e-tecida de êsta.
•
rtfl
flQJL U.1"-ces--k
la USO jurídica.
CONSTITUCIÓN DE LA .CIENCIA Da DERECIM 69
68 VALORACIÓN JURIDICA Y CIENCIA DEL DERECII0
permiten explicar los fenómenos más complejos por los
La Estima- Con esto Ilegamos ai tercer estrato constitutivo de la más simples. Lã experiencia jurídica también es experien-
tiva ju- ciencia dei Derecho, también de wcientisimo planteamiento cia natural, según la crcencia dominante; y el Derecho es
rídica
por obra de la filosofia de los Valores; reciente hasta el un hecho más eu> Naturaleza.
extremo de que el tema en materia propiamente jurídica Con esta concepción metafísica en cuya virtud el hom-
sólo ha sido ligeramente rozado y acaso sean estas líneas brc —y con el todo lo especificamente humano— no era
su investigación más extensa. Nos referimos a la Estima- nada más que el último eslabón de la escala zoológica,
tiva jurídica. Y aun lo nuestro va a estar circunscripto, en los datos de la experiencia jurídica habrían de aparecer
más_de un respecto, por el tema de la intcrpretación judi- también como un conglomerado de dato& substancial-
cial que guia este trabajo. mente uniformes entre sí; todo lo que corno experiencia
Si la ciencia dei Derecho positivo es una ciencia de jurídica quedaba contenido en los esquemas conceptuales
experiencia, es decir busca la verdad de esta experiencia del jurista, era de una misma naturaleza y calidad. Y como
jurídica y verifica y comprueba sus teorizaciones en la mis- en este contenido lo primem que resalta es s-u contingen-
ma experiencia que asi concibe, es claro que el intcrés de cia histórica —pues así como una norma dispone algo,
dicha ciencia recae mi los datos que suministra aquella pudo haber dispuesto otra cosa—, la experiencia jurídica
experiencia y no eu lu estruturas lógicas con que los sis- fue entendida de modo contingente, haciendosela sinó-
tematiza, por mucho que semejantes estructuras sean ne- nimo de contingente, en oposición a lo necesario de sus
cesarias para aguei trabajo y por mucho que no se pueda estructuras lógicas, tal como era corriente haccr en atros
dar un paso rigorosamente científico ai margen de tales domínios dei conocimiento. Ni el propio STAMMLER es-
estruturas. Aquella dirección dei interés científico no pasó capó a esta identificación entre lo material, empírico y
inadvertida a la Dogmática, desde Skviezry en adelante; contingente y entre lo formal, racional y necesario en el
y por eso la Dogmática trabajó sobre los datos de la expe-
Derecho.
riência jurídica, a pesar de que le era patente la oposición La tape-
Pero boy en dia, superado el positivismo, con el mo- risada
entre estructura lógica y contenido empírico, entre razón vimiento de la filosofia de la Cultura que culmina con estimativa
y hecho, a diferencia de la Escuda exegética que supone RICEERT, Drunwv y SCHELER y con la metafísica existen-
una lógica psicologista y no una lógica pura, como hemos cial de HEIDECCER que da el yiraje de máxima significación,
visto. es una verdad de ordcn comón que la experiencia jurídica,
Pero °mui() que, precisamente en el momento en que por ser precisamente experiencia humana, no es una ex-
El /udu?.
aipi° rix la Dogmática se constituye definitivamente con JHERINC,
lisnw del
periencia natural, es decir neutra ai valor, sino una expe-
el clima filosófico de Occidente está constituido por el riencia estimativa, valiosa. Con esto se plantea -Ia cues-
positivismo. A esta luz se entiende que toda la experiencia tión• de saber si las identificaciones entre empírico y con-
es una experiencia natural; late por todas partes un mo- tingente por un lado, y racional y necesario por oh-o, váli-
nismo naturalista que no quiere ver diferencias de calidad das en el dominio de la Naturalcza segán la fundamenta-
entre los fenómenos, sino simples diferencias de grado que
70 VALORACIÓN JURÍDICA Y CIENCIA DEL DEREC110
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ANÁLISE DE LA VALOR/XI/SN JURÍDICA .81
80 VALOR/1C~ JURÍDICA Y CIENCIA DEL DEREC110
mismos; "para la experiencia psíquica los hechos se traus-
sa para que los argentinos se comporten de determinada forrnan en valores" ( 7 ); "una conducta sin valor ontoló-
manera, esto no quiere decir que la ley los compele a su obe- gicamente no puede se?' ( 8); de tal manera que la ex-
diencia porque la ley no manda nada; quiere decir simple- periencia jurídica, siendo ella conducta efectiva y no otra
mente que la ley puede inducirlos a obrar de determinada cosa, es una experiencia estimativa, es decir, una experien-
manera si la idea dei Legislador cursa en el complejo so- cia que se constituye con preferencias (9), porque la con-
ciológico de los individuos; pero los induzca o no, la ley ducta vale en razón de la valoración que ela contiene y
como tal en ambos casos tiene representada la conducta que se transparenta también en la norma que la representa.
de los individuos y en esta representación está el problema Como está dicho, se trata de un valor de conducta;
dei Derecho. No es diferente, sino en sus modalidades, el
no de otros valores como pueden ser el valor estético o el
caso dei Legislador respecto de la constitución positiva; valor científico, que no hacen a la conducta ni valiosa ni
ni cl caso dei Juez respecto de la ley, caso este Ultimo que
desvaliosa porque no se refieren a da. Y dentro de los va-
pronto hemos de analizar cont rnayor detención, peto cuya lores de conducta nosotros nos limitamos ai valor jurídico
completa visión no ha de hacerse patente hasta que no ata-
porque nos atenemos Unicamente a la experiencia jurídica.
quemos el racionalismo con que los juristas conciben el
Derecho. Ni tampo° es diferente el caso del Constitu- Asi, pues, una ley adernas de la estructura cozi que se
yente frente a la norma fundamental originaria "Obedece constituye y además de las determinaciones que °aliene,
ai Legislador originario", pires cl carácter metafórico de contiene representada una valoración jurídica. Durante ma-
esta enunciación se advicrte pensando que se trata de una cho tiempo y acaso desde la época de PrrÁcoass, se ha
orden que nadie ha dado ni puede dar, en mérito del al- identificado la valoración jurídica con la Justicia (10). A
cance gnoscológico de la misma; su más exacta formulación esta concepción se opuso otra, tan antigua como la anterior
seda decir: "Dado el hecho de ser legislador originado, pero sin duda menos esplendorosa, que identificaba la va-
debe ser lo que él quiera"; y esto tan solo pone en eviden- loración jurídica con el Orden; así dice la oda de PINDARO,
cia la naturaleza voluntarista dei Derecho en el problema que CALICLES invoca en favor de su tesis, "La ley, reina dei
mundo, de los hombres y de los dioses, justifica la fuerm
que por ahora nos concierne.
que gobierna todo con su mano soberana" ("). La verdad
El contenido 39 ) Pero además de aquella forma lógica y de aque- Atraso STERN, La phdosophie des edens& Paris, Ilerman y Cie,
estimativo; lios contenidos contingentes, Ia norma de nucstro ejem- 1936, t. 1, p. 6.
CARLOS COSSIO, Teoría de Ia conducta, Inint. 12. Ver tambidn
plo es la representación de un valor. Eu efecto, la con- mussmr; ~sof fa 2p Sdatileión, p. 107. Madrid, 1929, ed. Revista de Pe,
ducta representada, que es una conducta concretada por dagogía.
(v) MANUEL GARCIA MORENTE, iectioneS preliminares de filosofia.
los elementos contingentes, es, en algón grado, un orden; p. 414: "No hay Coas alguna ante la cual no adoptemos una posición
positiva o negativa, una posición de preferencia".
también es cierta justicia o distribución, amen de otras co- (aO) GIORCIO Deb Vegetou, La judicia, Madrid, Gdneora, 1923,
sas que luego revistaremos. Es así que la norma contiene p. 30. Como es sabido esta posicidu culmina con Asas-nYrates.
representados el valor orden, el valor justicia y otros valo- ( 0 ) PLATÓN, Geergias. Paris, Les Penes Lustres, 1935, p 484-la;
miamo autor, La Republique, p. 339-a, donde Trastmaco sostiene que Ia
res porque la conducta de por si es una valoración de los
i,
82 VALORACIÓN JURIDICA Y CIENCIA. DEL - DERECFIC ANÁLISIS DE LÀ VALOILACIÓN JURIDICA 83
es que hoy eomprendemos que la valoración jurídica no Procediendo a un análisis de la valoración jurídica, nos- eu
, otros encontramos en dla la siguiente serie de valores:
zitin
se reduce a fórmulas tan simples ("); en rigor, la valora
ciou jurídica es compleja porque no se trata de um único
valor, sino de un plexo valorativo que nos plantea en pri- Justicia
mer término d problema terminológico de su designa- Solidaridad
ción, porque los diversos miembros dei mismo no son
Paz
independientes entre si, sino, ai revés, ticnen una íntima
trabazón que los agrupa. De acuerdo con las ideas que Poder
se han abierto caulino en nuestra época y desde las enates Seguridad
vamos a enfocar la cuestión de fondo, nosotros creernoS Orden
que la designación más adecuada es simplemente la de va-
loración jurídica, que alude correctamente a lo específico Todos estos valores a que nos estamos refiriendo sou y eu
y a lo complejo del asunto (13). las valora. ciones reales y efectivas existentes en una meie- "sinvida d
clad humana en un determinado momento; no nos refe-
justicia es el jatares dal más Inerte. Para todo csto ver
. EDUARDO GARCIA rimos ai ideal de cada uno de esos valores con los que tra-
derecho natural en te época de SócroLes, ya citado. ta la axiologia pura, por mucho que ese ideal, de una u
MAYNEZ,Ei
(")
Magistral por todo concept° es, a este respecto, el estudio de
da droit, en "Annuaire de l'Institut Inter- otra manera, contribuya a formar el valor positivo. Por
GUSTAV RADBRVelf, Li but
national de PhilosoPhie da Droit et do Sociologia Juridique", Paris, Sina', ejemplo, no nos referimos ai ideal de Justicia, sino a la
1938, L MI, p. 43. estimación o preferencia que constituye la justicia aeepta-
(In lis tradicién Baniste se inclina por la Iocución "Bisa condiu"-
(ver GEORGES Itmeken, L'institution. Paris, Plammarion, '1933, P. 63; 30 da y que se traduce en una determinada distribueión. De
eu "Annuaire de l'Institut Internai°.
SEPFL
nal deDELOS,
Les bule da atou,
Philosophie de Droit et de Sociologia juridique, t. li', p. 29; y.
la inisma manem no nos referimos ai ideal de Solidaridad,
Buenos Aires, Cursos do
Tiras D. CASARES, La justicia s
ai derecho. sino a la estimación aceptada que setiala en qué medida
los demás soportan lo que le sucede a cada cual. y asi para
Cultura Católica. 1935, p. 114). Paro el concept° de Bica comida en SANTO
TOMÁS es un nido de equivocas; asi existe perplejidad en saber si el Bisa
comina es lo de la comuuidad en manto todo o lo multa a sus miem-
bros individnales (ver CONSTANTINO FERNÁNDEZ ALVAR, notas a) Tratruia
los ohos valores de la serie apuntada, nos referimos {mi-
de ta ley, de SANTO TOMÁS DE AqUINO, Barcelona, Labor, 1936, p. 141); camente a los valores positivos, es decir, a las preferencias
para no referimos a aquella identificación dei Bien cometi con la debeatitud
ta teu,
que bate explicitamente SANTO TOMÁS DE MOINO (Tratado iOU aceptadas por cl cuerpo colectivo (11).
p. 21). San ai imerges' de todo clerecho positivo y, por eSo miamo, tan
tilizable para el enfoque científico dei Defletiu; o a aquella otra en que Adernas, todos los valores de la serie, si bien sou valores "atrai-
un "Wien comua de la naturaleza"
el filósofo medioeval nos habla
p. 76),
de
tan ai 'margeia de la conceocióti cientifica de la de conducta, lo son solo de conducta bilateral, como co- dadt:1,:teer
(Fritado de ta leu,
Naburaleza coa Su Mecanismo causal y au 'neutralidad para"los valores-
, la Wu- rresponde que ocurra para que puedan ser valores jurídicos,
Paro sua depurada de sus exuberanclas a nu sentido uni
&Mn "Hien contém" parece más propia de la Politica que dei Derecho. ya que cl concepto lógico dei Derecho ineluye aquella bi-
de la condado, núm. 28).
(Sobre esto ver CARLOS COSSIO, Teor(a
También peca por falta do preeisión cientifica la locución "utilidad
coma", tan trecuente en el lenguaje vulgar, porque arrastra la confie (u) Asi, por ejemplo, el profesor FAUSTINO J. LEC4.9 puede deeir
Porque
sión entra lu útil (valor técnico) y lo utilitario (valor ético) de In con aguda sensibilidad en Los constituyentes de 2553 (Buenos Aires,
sólo después de la oposición entre Técnica y Elite está el lugar
minis. 33 y 36). Boletin de la Biblioteca dei Congreso Nacional. 1911), p. 7: "Las caule
Teoria de Ia toldada., titucionee soa almoce, eu algún sentido, tratados de pez".
jurídico. (Ver CARLOS COSMO,
ANÁLISIS DE LÃ VALORACIóN J URIDICA 85
84 VALORACIÓN JURIDICA Y CIENCIA DEL DERECHO
El hecho de que todos los valores jurídicos sean valores La arrie
como Mexo
1 ateralidad ( 9 . Es deeir que la conducta valiosa no está de conclucta bilateral, hacc posible que ellos se agrupen
constituída por la conducta de una sola pasona sino por la en un plexo axiológico. Fero adcmás liaremos notar, ana-
conducta de una pluralidad de personas, pues lo que se lizando la estratificaciOn efectiva de dicho plexo, que los
valora es la interferencia intersubjctiva de sus acciones. valores de la serie que hemos dado están jerarquizados en-
Por ejemplo, la Justicia se da en la conducta de dos per- tre si en la prelación que sciiala la serie, por la doble rela-
sanas consideradas esas conductas como una unidacl; no eión siguiente que lia descubierto HART MA NN con valor
importa que el beneficiado de la acción justa sea una sola general para cada plexo estimativo (17). Desde abajo }m-
de esas personas; esto es otro asunto; lo que queremos de- eia arriba pasamOs de valores menos valiosos a valores más
cir es que la justicia no aparece en la conducta aislada de valiosos: indudablemente vale más la Justicia que el Ou-
una u atua de Ias personas de nuestro ejemplo, sino en la deu, en el sentido de que a la intrínseca calidad de la pri-
conducta de ambas consideradas en unidad desde que mera le conferimos rnayor dignidad y jerarquia espiritual
sus conductas se han puesto en contacto y han interferido que a la intrínseca ciliciai del segundo. Eu cambio procc-
entre si. De la misma manem, la Solidaridad, la Paz, cl diendo desde arriba bacia abajo, pasamos de valores fun-
Poder, la Seguridad y el Orden se dan en la interferencia dados a valores fundantes, es decir, que los valores de in-
de dos conductas por lo menos, pero no en cada una de ferior tango sou, a pesar de ello, más fuertes que los Va-
esas conductas aisladamente consideradas. Es así que el lores de tango superior por lo que estos no pueden darse
respeto a la personalidad humana no entra, a nuestro jui- si aquéllos le cierran ci camino: mi valor superior no pue-
) porque aguei es un va- de ser rcalidad cii contra de su inferior, pero, a la inversa,
cio, en la valoración jurídica (16
lor de conducta unilateral, es dccir, que ese respeto se da puede existir un valor inferior negado por su superior.
en una sola conducta por más que los beneficiarias scan Nuestra serie constituye un plexo porque sus diversos
atras personas, lo mismo que ocurre con cl amor ai pró- miembros están unidos por la doble y opuesta relación dei
limo; cl Derecho selo puede establecer cierta dependencia rango y cl fundamento material. Y es precisamente esa
entre dos personas, pero no el respeto de una a otra. Por relación el hilo que contribuYe a esclarecer los miembros
lo demás es claro que intercsa ai ideal de Justicia la forma de la sede, mies si consideramos aisladamente selo el Or-
en que se constituye aquella dcpendencia; y que coando den la Justicia, como es caso frecuente que se haga, es
en esta hay una situacien de equivalcncia entre ambas tanta la diferencia que media entre dias que ai pronto
personas, encontramos que la Justicia, en su esfera, corre apareceu como opuestos, configurando dos conccpciones
en perfect° paralelismo con el respeto de la personalidad estimativas antagónicas dei Derecho. Pero el antagonismo
humana que cl ideal racional de la moral reclama en la suya. desaparece interpolando entre el Orden y ia Justicia otros
valores interrnedios que Ileven del uno ai otro y cuya ínti-
vau, destaca
caps. VT1 y ma conexión en un plexo valorativo este dada por la ley
(1s) GIOROID Dgr. VECCE10, en La jugicia, y el coucepto del Derecho.
bisa esta correspondeneia entre Ia Justicia
Feio lo mismo ha de decirse de todos los otros valores jurldicoa
sociedad y
(II) Eu contra, LUIS RECASÉNS SICHES, Vida humana, (17 ) NICOLA1 HARTILINN, Et/tias, t. 11, ps. 51 y
cap. mi, que a nosotros nos parece importante para el ideal
acredito,
jurídico, pero no para la nalararitin jurídica.
ANÁLISIS DE LA VALORACIÓN JURIDICA 87
86 VALORACIÓN JUEíDICA Y CIENCIA DEL DERECII0
.cumplimiento más alto que el logrado por el valor
dei Tango y el fundamento material, pues la interpolación
fundante. •
en ningún caso puede ser arbitraria o caprichosa.
Surge ibera una observación muy importante. Si la
Nosotros no podemos decir si la valoración jurídica
valoración jurídica fuera uno solo de sus miembros, por
queda exhausta con los seis valores sei-ralados, porque en ejemplo la justicia positiva, él coincidiria coo el Dereche
última instancia la afirmación de un valor depende de una positivo y se podría hablar de uno u otro como de dos
intuición ya que el valor es un dato primado; y la intui- sinónimos. Pero los diversos valores de la valoración jurí-
ción tiene siempre uri campo abierto ante si. Nuestra serie dica son diferentes entre si, como lo comprueba el hecho
no podria ser, pues, deductiva. Pero si nos parece evidente de que en un régirnen jurídico dado uno de ellos puede
que la serie forma parte de la valoración jurídica y la esbo- concordar con su valor ideal y otro, ai mismo tiempo, dis-
za bastante completamente porque entre sus diversos miem- cordar con cl suyo; por ejemplo, puede baba un orden
bros se da la ley dei Tango y el fundamento. Eu cfecto, no valioso peio que sea injusto. Esto nos permite decir que,
puede existir seguridad si el orden vigente la excluye, pero juzgados desde el ideal, los diversos valores de la valora-
puede no ocurrir semejante exchisión; lo primem es cl caso ción jurídica son corno las diversas perspectivas anológicas
de un ardeu muy laxo o inestable; tal el orden jurídico que cabe tener de ese fenómeno de conducta que llamamos
liberal llegó a ser inseguro en las condiciones de postguerra Derecho positivo, tal como cuando se mira un valle desde
de 1919, no obstante que como orden era el mismo. De todas sus montafias circundantes. Pero somo la realidad
igual manera no puede existir poder si la seguridad vigentt es ese fenómeno de condueta —realidad valiosa según sa-
lo excluye, pero puede no acudir tal exclusión; lo primero bemos—, se comprende que todas y cada una de sus par-
fué el caso del Estado liberal fintes de la época victoriana, tes caen bajo todas las perspectivas: cada figura jurídica,
que tenia poco poder pero había niucha seguridad. Asi- pues, contiene todas las direcciones de la valoración ju-
10 no puede existir paz si cl poder vigente la excluye, rídica. Esto mismo hace comprender dos cosas dei Más
mim- Li, totalit
peio puede no ocurrir sernejantc cosa; aquello es caso &c- alto intcrés para la teoria de la interpretación. Eu prima rio y to c
crente en los gobicrnos despóticos. Lo mismo la solidaridad lugar, que la valoración jurídica es totalitaria eu cl sentido mún de
voloracidn
se ha de dar dentro de la paz; y la justicia dentro de la de que toma a todas las figuras jurídicas positivas y de que Nridica
solidaridad, en la misma relación que hemos saialado. Es no hay ninguna que se escape a dia o le sca ajena. Es sa-
claro que esta relación es real y no ideal, en cl sentido de bido que todas las figuras jurídicas se remiten las unas a
que una alta realización de un miembro de la serie no rc- las otras porque están estructuradas y jerarquizadas como
quiere una previa realización igualmente alta de los prece- una totalidad piramidal por esa estructura lógico-jurídica
dentes; basta que éstos, como positivamente son, scan abier- que se Dama orden jurídico 11 ordenamiento jurídipo (").
tos para los subsiguientes, porque en caso contrario uno Podemos decir, en consecuencia, que la estructura lógica
precedente desaloja ai subsiguiente desde que es más fuerte.
(m) Ver CMILOS CoeMO, La plenitud dei ordem jurídico y Ia ater-
El precedente es, pues, fundamento axiológico material, pretooián judicia! de Lu ley, cap. ri, para la discuMen completa de este
pero no razón de ser del subsiguicnte; y este puede tener ponto en especial.
1
Freb-
-aum,
VALORACIÓN JURÍDICA Y CIENCIA DEL DERECHO Más sorprendente es la nota de necesidad que hemos
90
asignado a este contenido estimativo. Desde nuestro 'ân-
siempre se resuelve por la totalidad del orden jurídico y
todo el peso de una gulo la conducta humana siempre es valoración jurídica
no por una sola de sus partes, tal COIRO [así como desde otros ângulos siempre es valoración téc-
esfera gravita sobre la superficie en que yace, aunque sca
nica, moral, política, religiosa o de decoro (")], en el sen-
uno solo el punto por el que toma contacto. tido, por ejemplo, en que cl color y la extensión son co-
SI/ cardeter Feio a esta altura de nuestro discurso podemos advertir
material y otra cuestión aún más importante que las precedentes para sas diferentes pero absolutamente inseparables (").
neteearia inseparabilidad entre la valoración jurídica y la conducta
nuestro propósito: en la experiencia jurídica, la valoración
humana se funda en la ontologia de esta. No vamos a tra-
jurídica se ofrece con la doble característica de ser un con-
tar ahora este asunto, pero si vamos a destacar con un
tenido necesario dentro de la estructura normativa y junto
ejemplo la necesidad de la valoración jurídica en cuanto
con las deterrninaciones contingentes.
Eu efecto, se intuye sin ninguna dificultad que la va- contenido representado en la norma.
loración jurídica está en la conducta como la propia mate- La verdad es que Ktawr estnvo a punto de advertir
ria de ésta; por ejemplo, el orden o la justicia que resultan cuestión tan importante. Se olvida con frecuencia que este
con el hecho de que los argentinos scan mayorcs de edad autor dividió los imperativos dei obrar en problemáticos,
a los 22 anos, son una realidad de conducta y no la geo- asertóricos y apodícticos, distinción que hace interferir con
metria de una mera conducta posible; en tal sentido, como la famosa división entre imperativos hipotéticos y categó-
todo lo que es real y existente, ese orden o esa justicia son ricos, que todo el mundo recuerda. Sólo los imperativos
una materia y no una forma, y se identifican con la con- categóricos son apodícticos, según él; pero ha quedado en
ducta en cuestión. En esto, estos valores positivos no se la bruma que dentro de los imperativos hipotéticos se con-
diferencian de los otros valores, según lo concibe en general jugan los imperativos problemáticos y asertóricos. Buscar
la axiología contemporánea, como contenidos y no como la felicidad es el imperativo asertórico porque "es lícito
fomias. Y desde este angulo el contenido contingente de presentarlo como necesario... para un propósito que po-
la norma, que vulgarmente es considerado como aguai° demos suponer de seguro y a priori en todo hombre, por-
que la norma dispone (es decir, en nuestro ejemplo, las que pertenece a su esencia" co. ) A nuestro juicio ICANT
referencias a "22", ai "afio solar", al "hombre psieo-fisico
de.), re- (10) CARLOS COSSIO, Teoria de la coaduna, mima_ 33, 36 y 39
normal", a las "manifestaciones de su voluntad", [acerca de esta obra, ver- supra. Palabras liminares].
sólo una concreción particular de la valoración jurí- (5l) Husselib, Investigaciones Moiras, investigacidn ar, cap. 1, es.
sulta tuella este punto de modo insuperable. Ferra Sentei," eu Contento ef
dica. Pues si bica Ia valoración jurídica aparece en segundo (edicien de la Biblioteca dei Instituto
forma, fundamentaied dei d,erecho
plano y las detcrminaciones contingentes en primero, ya Arg
entino de Filosofia Juridica y Social. Buenos Aires, Lesada, 1941),
Segunda parte, cap. lo utiliza coo bondara en el problema jurídico.
que estas saltan a la vista y únicamente por un esfuerzo Introdezecidn
También to reeuerda brevemente EDUARDO GARCIA Baena", Nosogna ufi-
p. 217.
de rdlexión se advieste que con dias hay nu orden o una ai estadia dei &trecho. México, Ponta, 1940,direecien.,
1.
tilamos la investigación husseriniana en eira
justicia, no es menos cierto que esas determinaciones com (21) ICANT, Fundamentacidn de /a metaffeica de Ia costumbre. lia-
tingentes sólo condetan un orden y una justicia particu- drid, Calai', 1921, p. 58.
lares.
~LUIS DE LA VALORACIÓN JURÍDICA 93
CEENCIA DEL DERECHO
92 VimonAciórr junínrcA Y
der, alguna paz, alguna soliclaridad y alguna justicia (n).
ha planteado mal estos problemas que conciemen a las De todo esto resulta que la valoración jurídica es un
categorias de la conducta, porque se guió artificialmente elemento originado o primado dei objeto representado en
por el esquematismo propio de la Lógica formal; además toda norma jurídica. O como hemos dicho más arriba, en
nosotros -no discutiremos el tema kantiano porque perte- la experiencia jurídica resulta haber un contenido cosi
nece a la. valoración moral. Pero queda en pie la observa- fáctica necesidad fundado en la naturaleza de la conducta
ción fundamental de" un contenido estimativo asertórico, humana. Este elemento estimativo primado ha sido rc-
el cual es constante porque, fundado en la naturaleza hu- conoeido inequivocamente por Ascom, como lo comprueba
es decir
mana, tiene necesidad táctica —no apodíctica—; el hecho de que el, con expresión desorientada, lo liame
que hay un tipo de contenidos que está presente siempre "derecho natural" y "norma natural" (24) sólo porque
que este en juego la naturaleza humana; y como con el está originariamente en la naturaleza dd dato jurídico. Tam-
Derccho positivo nos referimos necesatiamente a la con- 22).
ducta humana, resulta baber, con fáctica necesidad, un hien GURVITCH reconoce algo muy semejante (
Comparando ahora las tres eines de elementos consti- SillOpsis
contenido fundado en la naturaleza humana y represen- tutivos de la experiencia jurídica, por sus caracteres de for- 'et e;riditn;
tado tarnbién en la norma." y cunteniclo por un lado, y de necesidad y contingen-
- Este es el problema de la valoración jurídica y de su eia por otro, resulta que el primer binomio no coincide con
necesidad de hecho. Por ejemplo, toda norma es un orden; el segundo, como se aprecia en cl siguiente tuadro:
o más exactamente, puesto que la norma sólo es una repre-
sentación conceptual, toda conducta que está determinada EXPERIF.NCIA JURÍDICA
y particularizada, cualesqulera sean la detemiinación y
particularización, es un orden porque en ese caso ya no Elementos Componentes lógicos
i como la ausencia radical dei orden. formates -d
puede haber algo as Elementos necesarios
Lo único que puede °curtir, variando las dctenninaciones
.
y particularizaciones, es que el nuevo orden resultante sea Componentes estimativos
más o menos valioso que el anterior, en cuyo caso el orden Elementos
materiales Componentes dogmáticos Elementos contingentes
menos valioso nos parece un desorden; pero dc ninguna ma-
neta cabe hablar de una conducta determinada y particula- (m) A propósito de Ia serie que integra ia vsloracidn jurídica y dei
completo a toda noción de ar-
rizada, que sea extrairia por - lugar que asiguamos a cada, uno de los valores integrantes, recordaremos
aqui que el orden como valor más dementai dei Derecho, no ha pesado
); la conducta, pues, siempre es algún orden por- inadvertido. Ari HrettRiCit HSartFÃsOKOT. en Revarceidn y
ciencia dei de-
deu ( 22 nego, parte penerat. Madrid, Revista de Derecho Privado, 19325 detten-
que siempre se determina de alguna manera. Y dei mismo vuelve toda una teoria para distinguir entre normas de ordem v normas
modo la conducta siempre es alguna seguridad, algún p0- jurídicas. Hemos criticado esta distineién en El concept° puro às revolu-
ción, p. 135, n. 25, pues es claro que las normas de orden tambien ro
soo
BEROSON, en Vévoletion eréatrice. Paris, Alceu 1921, p. 239, normas juridicas; per0 Cs importante enanto aguei autor dite sob cl
p)
haco un estadia fundamental de Is noción de orden y el sin sentido que está caracter &ementai y primaria dei ardeu.
nitras. 14, Is, 13, 19,
implicito en la nimbam de desordem entendida como la ausencia absoluta (24) MAX ÀSCOLI. L'interretazime delle leggi,
de todo ordem Murutis inutandis nosotros nos referimos ai ordem de la 20, 22, 29 y especialmente 33.
conducta c.a cunuto valor juridico. También aguei estadia SITVO para (29 GEORCES CrURVITCTI, L'experienee juridique et ta plilosopkie
mostrar ai ordem como base dei plexo artológice-juridico.
AN ÁLISIS DE LA VALORACIÓN JURÍDICA 95
plícito que lo substituyamos por nuestra estimacion, corno tículos dei Código Civil que hemos tomado ,de ejemplo,
hace subrepticiamente la primem tesis. Lo mismo podemos Ia 'cuantificación "22" tiene mi valor que no se ha dado
decir respecto de los atros valores de la valoración jurídica. a "21"; lo mismo la medida de tiempo que limamos "afio
Las consecuencMs de una y atra tesis Ias veremos más solar", cl "individuo humano", etc. Si "22" tiene aqui un
adelante. Pero desde ya anticiparemos que la concepción innegable valor jurídico, la cuestión está eu saber qué le
teleológica eu maya virtud se concibe a la valoración jurí- da este valor: éla conducta humana o la norma? Si norma
dica, total o parcialmente, como cl fin dei. Derecho, hace y conducta no sou objetos reales diversos porque la norma
de la valoración jurídica algo estéril para la interpretación sólo es la representación conceptual de la conducta, eu-
científica de la ley y conduce ai intelectualismo de las con- tolices la dificultad no existe; solo se habita duplicado la
cepciones interpretativas. Lo primero, porque la valoración misma pregunta formulándola de dos rnaneras. Pero si
es cl momento vivo de la interpretación; ella es el momento norma y conducta son diversos objetos reales (aunque de
. de vida humana viviente eu cuanto el Derecho es precisa- realidad cultural, se entiende), aquélla ima orden existente
mente vida humana viviente, de modo que si se la quicre y esta un hecho estimativo, entonces tiene sentido pre-
trasponer ai Derecho como su finalidad, ai Derecho se lo guntarsc: 2722 afios" vale porque lo manda la norma o por-
troncha de la vida: ni la estructura lógica ni las determi- que los argentinos se comportan de determinada manera
naciones contingentes de una norma jurídica sou vida hu- frente a los individuos de 22 afios?
. mana viviente; sólo lo es su valoración. Y lo segundo, es Resolviendo esta pregunta se ha de ver eu definitiva si
decir el intelectualismo de las concepcioncs interpretati- una norma es la representación conceptual de una acción,
vas, porque reclucido d Derecho a estructuras lógicas y a es decir, un objeto lógico aunque de la Lógica dei dcbcr
determinaciones contingentes —que sou, éstas, meros ob- ser; o si es un objeto real, de realidad cultural, diverso de
jetos ideales, naturales o espirituales—, esto se redime a la conducta humana. Pero para contestar aquella pregunta
rin esquernatismo de posibilidades, rígido como las fi- es necesario aclarar qué valor es el que se le ha conferido
gmas geométricas y corno los puntos que dentro de dias ai objeto "22 afios", que en si sólo es un objeto matemáti-
se acatarem sólo criando uno de los objetos ideales refe- co-astronómico y por lo tanto neutro a todo valor.
Eu la hipótesis de que norma y conducta scan objetos
ridos fuera a su vez una acción humana, corno eu el caso
reales diversos, caben tres soluciones a nuestra pregunta: o
de la buena te, de la ingratitud o de cosas semejantes, sólo
"22 afies" recibe tu valor de la norma; o lo recibe de la
entonces el esqucmatismo se sentiria sacudido porque en-
conducta; o lo recibo simultaneamente de una y otra por-
traria otra vez eu contacto con la vida humana viviente.
que acumula dos valoracioncs cada una con su propio
Descchada así la concepción teleológica entre Derecho
valor.
y valoración jurídica cl tema central que nos preocupa Nosotros desecharemos la tesis de que "22 afios" recibe
se plantea, eu toda su amplitud y trasccnclencia, de la si- su valor exclusivamente de la norma, porque es evidente
suiente manera:
é3
ad3iniCIL, Etfi,;:s
Iir
- -
1
mi_100,5,
ANALULS DE LA VALORAWISN JURhMCA 103
,
JURÍDICA. Y CIENCIA DEL DEREM:
102 VALORACIÓN cosas que le correspondan, de acucrdo a la naturaleza obje-
chio jurídin. Es decir —y con esto anticipamos Cosas que tal de las rnismas.
veremos eu detalle más adelante— que ni la gramática ni Y bien, si la valoración jurídica está eu Ia interpretación
la exégesis sou aptas para Captar la valoración jurídica por- judicial de modo originario y primado porque dia es vida
que ésta es vida viviente, eu tanto que las palabras escritas vivientc, ¡que papel juega eu la interpretación?
y las iludias intencionales dejadas por la vida a su paso, A este problema fundamental se lo ve cri todo su es- legislado
Derecho
y
sólo sou productos de la vida, pero no vida. La gramática plendor extrayéndolo dcl cotejo entre cl derecho escrito cantis
&nano
y la exégesis pueden ser adectradas para tratar ciertos as- el derecho consuetudinario, cuando, con e_xactitnd, se
y
pectos de las determinadones contingentes de la ley, pero elogia eu el primero una certidumbre de que carece el se-
no para tratar la valoración jurídica ni trincho menos para gundo. Pero la certidumbre es un valor de conocimiento,
aprenda. Por paradojal que parezca, la valoración jurídica no un valor de conducta; lo que se elogia, entorroes, es que
se entrega al pensamiento sólo desde el ángulo dogmático, el derecho escrito determina un conocimiento más deito
que es consubstanciai ai Derecho, porque la Dogmática que cl derecho consuctudinario. Los autores no aluden a
es la breación racional de la ciencia dei Derecho que el derecho escrito es más seguro, estable o fijo (que
jyurídica . sou valores de conducta) porque la legislación puede pecar
el Derecho em cuanto conducta tiene la racionalidad vi-
viente de la conducta que de aguei modo queda represen- defectuosamente a estos respectos. Tampoco aluden a un
31 ). Esta meio. conocimiento más fácil, porque notoriamente dos leyes
tada eu la Sucia y eu el conocimiento (
nalidad viviente de Ia conducta, es decir, esta razón hu- incongruentes ocasionan un conocimiento muy difícil. Ala-
mana que forma parte de la vida, distingue radicalmente den ai conocimiento eierto; a la seguridad dei conocimiento,
la Dogmática jurídica de la Dogmática teológica que opera no a la seguridad dei Derecho. Pero ésobre qué versa esta
sobre productos de la vida: Y es de esta manem que el certidumbre que da el derecho escrito? He aqui la
método dogmático de interpretación ocupa un puesto pro- cuestión.
minente eu la teoria de la interpretación; el Puesto dei Los valores tienen diversas dimensiones, para emplear
meridiano que fija el cango de los otros métodos, sin per- cl giro ya consagrado; por ejernplo, su tango, su fuerza, su
inicio de la competencia particular que le toque eu las calidad y su cantidad.
Dei Tango y de la fuerza ya hemos hablado miando (li-
(m) Esta rest;tución de la Tetéu a la vida humana, que ta nega. mos la serie graduada de la valoración jurídica; as la justi-
do el historicismo. ya ha sido sugerida por nosotros para otro problema.
Al baldar dei ideal de justicia hemos dieho: "Tomando partido en la- cia es más eminente, pero más débil, que el orden; y esta
polémica metafísica para superar el historicismo, pero no para descono doble relación de jerarquia no está eu nuestras manos al-
erto, hagamos valer cl argumento de que rambien la rara es un valor
c
histórico minguo su sentido es la gentias& y la universalidad, de mo- teraria. La calidad es la nota diferencial de un valor; así
do que invocando todo lo que invoca el historicismo, la razón reclama
su puesto eu el curso de la vida can los miamos &recites que los atros como el rojo es una calidad de color diferente dei azul,
valores, de tal maneta que destonocerla eu su sentido es mutilar mole-
virla que el historicismo pretende salvar intacta de ultrajes; asl vuel-
asi difieren por su calidad dos valores, por ejemplo, la
ve ,lo yerenne ai seno de lo transito-10 eia desconocer que lo primero
lia reza y el amor; no de otra manera difieren entre si los di-
são aparece eu lo segundo, eual vistumbraba Platón cuandu deeia que
el Tienspo lies tina flerta imitación mova de la eternidada" la ley,
(Cabos versos valores de la valoración jurídica. Por Ultimo, Ia can-
y la interPretacidet judicial de
plenitud dei ordeu jurídico
COSSIO, ha
p. 161).
ANÁLISIS DE LA VALORACIÓN JURID/CA 105
'V
CIENCIA DEI. DERECII0 gicos ajenos y espúrios a la ciencia dei Derecho (la socie
_
104 VALORACIÓN JuaIDIGÀ
tidad también es dimensión aio-lógica, pues puede baba clad COMO ente diverso de sus 1-Membros, etc.); y con lo
segundo se bierc gravemente la posibilidacl de una teoria
más o menos justicia, más o menos belleza, etc.; pero so-
bre este punto destacaremos el detalle importantísimo de general dei Derecho.
Veamos este asunto desde nuestro ángulo para Ilegar
que la cantidad axiológica no es de naturalcza matemática
32 ). desde aqui a la respuesta de la pregunta fundamental que
porque no es susceptible de ser medida ( tenernos pendientc, pues de acuerdo a nuestro plantea-
-Ahora bien, nuestra concepeión de la experieneia ju-
miento la norma es, por igual, mera representaeión de una
rídica y su enfoque central de que la norma sólo es una
conducta tanto en cl derecho legislado como en cl derecho
representación conceptual de la conducta en tanto conduc-
consuetudinario, consisticndo la diferencia, en uno y oiro
ta, permite llevar hasta sus Ultimas consecuencias una
verdad ya advertida por la ciencia dei Derecho: la de la caso, en la simple circunstancia modal de que la norma
identidad fundamental entre el derecho escrito y cl derecho consuetudinaria representa un comportamiento directo y
espontáneo, en tanto que la norma legislada uno que es
consuetudinario. Ambos son igualmente derecho y el De-
recho en ambos manifiesta una misma escncia; las dife- reflexivo y autoconscient c.
ejemplo sencillo de la vida diaria nos aclarará esta
rencias afectan Unicamente a ciertas modalidades y acci- Un
dentes. Feto para que esta identidacl fundamental entre distinción. Yo quiero un libro y para adquirido, ai saiur
uno y otro clerecho funcione, en nuestro tema, dentro de de mi oficina, voy a comprado en la librería. Claro está
la concepción cientifica tradicional, ésta tiene que con- que en esto, puesto que se trata de una actitucl consciente,
cebir la norma consuetudinaria como una ardeu mítica, tengo la representación de lo querido (el libro), pero no
es decir, corno una orden que nadie ha dado porque se neeesito tener la representación de mi querer efectivo
ICCIIITC a la ficción de que la sociedad (en lugar dei Par- (todo lo que bago para procuránnelo) que integra aque-
lamento), en cuanto ente distinto de sus miernbros, pies- lla actitud consciente. Este querer —que es conducta— es
cribe a estos un comportarniento. Eu caso contrario hay directo y espontáneo, sin que la falta de su propia repre-
que decir que la norma consuetodinaria, a diferencia de sentación comprometa para nada cl carácter de consciente
la legislada, es un coneepto representativo de una con- que tiene el acto que se realiza con dl, como es obvio. Pero
ducta efectiva; cai lo cual se destruye la identidad esencial nada impide que en un acto de conocimiento ulterior que
entre los derechos consuetudinario y legislado porque se verse sobre mi querer, yo me lo represente por reflexión.
afirma una diferencia ontológica entre las normas jurí- Abora bien, esta última representación conceptual puede
dicas de uno y otro: aquéllas corno couceptos y estas corno constituirse siguiendo dos caminos: es una nanación si
ordenes. Eu este punto, pues, la concepción tradicional os- me represento mi querer con la Lógica dei ser; pero, en
cila entre una ficción (la orden :mítica) y la invención de cambio, si me lo represento con la Lógica dei deber ser,
una diferencia ilusoria (la norma-concepto y la norma- es una norma, porque la representación consiste cntonces
mandato); con lo prima° se pide ayuda a temas socioló- en imputar ai prima acto de mi comportamiento, el Ul-
timo acto como habiendo debido ser; y asi diria "dada la
y GAssit, i
Quí soft loa valores!, en ''Revista do
p) Josi Owrzoi
°acidente% Madrid, octubre de 1923, t. it p. 62,
ANÁLISIS DE LA VALORACIÓN JintfiDICA 107
()
106 VALORACIÓN JURIDICA Y CIENCIÁ DEL DEREM pues mando la norma ha negado a ser (y el ser de h nor-
ma como concepto es su ser en la conciencia y nada más),
conclusión de mi trabajo, debió ser la adquisición dei li-
la conducta dei caso ya estaba conclusa y efectuada.
bro"; siendo de notar que con frases como esta, con la
cópula deber ser, aludimos a nucstra conducta cuando Es claro que adernas de la diferencia seaalada, en e1
queremos excusarnos frente a otra obligación; por ejemplo, sentido de que en nuestro ejernplo hemos utilizado un
para explicar un retardo diremos 'fui a comprar este libro", concept° hl-putativo individual y de que, en cambio, las
pero para excusar cl rnismo retardo diremos "debía comprar normas legisladas y consuetudinarias son conceptos ia-pu-
este libro". Esta constitución a posteriori de la represen-- tativos genenles, habría que destacar otra diferencia: las
tación normativa à el caso de las normas consuetudina normas legisladas y las consuetudinarias sou normas jurídi-
rias, con la salvedad de que en el ejemplo se trata de una cas y, en tal sentido, tienen una estructura lógica disyuntiva
en
norma individualizada y nuestro análisis está dirigido a que coordina una sanción con el bacer positivo (33),
las normas generales. Se verá pronto qué otra cosa que- tanto que a la acción de ir a la librería Ia hemos utilizado
remos ilustrar con esa diferencia, que no afecta la cuestión como ejemplo al margen de toda modalidad (técnica, ruo-
ralo jurídica); para veda en su aspecto jurídico deberlarnos
principal. de haberla concebido con estructura disyuntiva coordi-
Pero indudablemente tambien puedo tener la rnisma
). Pero todos estos de-
representación conceptual de mi querer, antes de ir a la nada a la conducta dei librero (34
libreria; diria entonces, en tieinpo presente, "dada la con- talles no nos interesan por ahora; aqui lo único que que-
clusión de mi trabajo, ache ser la adquisición del libro". ríamos destacar es que la norma es un concept& que re-
Mi no sitio lo querido (el libro), sino tambien el querer presenta la conducta y no una orden que la provoca o
(mi conducta) sou lo consciente de mi comportamto; causa, habiendo obtenido una prueba irrefragable de esto
este es, en consecuencia, reflexivo y autoconsciente. Es con el caso en que scmejante causación resulta una impo-
el caso de las normas legisladas, con la misma salvedad sibilidad; es decir, ciando se trata de una norma individua-
lizada referente a la conducta directa y espontánea. Esta
precedente. situación de evidencia quisimos destacar cuando elegi-
Con todo —y esto es lo importante— es obvia la iden-
tidad substancial de ambas situaciones, sca que piense mos para el ejemplo, una norma individual, no obstante
mi querer antes o despues de comprar el libro; identidad Ver infra, cap. vrtr [sobre esta remisihn, coas_ supra. Palabras
de situaciones en cuanto la norma dei cjemplo es mera re-
liminares].Para las estructuras modeles dei conorimieuto normativo, edemas
presentación de mi conducta como libertad y no orden u VIII de ta presente obra, ver COss10.
obligación de ninguna especie: la norma no determina ni de lo que diremos en cl
eonducta, capítulo
núm. 37. Sio eluda hay una Inerte dificulta& que
inguna rnanera; simplemente Teoria
presentan la
de los ['echos, para concebir una conducta particular, sobre todo
constituye mi conducta de n si es ,juridien, al margen dei enfoque reflexivo; Irra en esto bay que
la espeja o representa en su libertad. Y esta desconexión quedaras coa la meneia y poner entre parêntesis lodo el resto, como re.
iii.
[Andou, Mien 2b Unwin, 1931, .121-2111.
De
eomienda ITUssettr,, Idem.
entre la norma y la constitución de la conducta se hace otra manern, para acePtar nuestra tes, adio queda el caulina demostre-
Que timo en la coa.
tive da neeptarla por Ias consecueneias provechosas
patente hasta la evidencia en cl práner caso, alando el eepridn teártea del Derecho, en conoto la limpia & difieultades y ton.
comportamiento es directo, porque entonces resulta una iradicciones.
imposibilidad semejante influencia constitutiva o causal,
ANÁLISIS DE LA VALORACIÓN JURÍDICA 109
108 VimomscióN juafrack Y CIENCIA Da DERECII0
tencia. Esta posición eminente en que está el Jaez en ei
que nuestra investigación se dirige a normas gcnerales. derecho consuetudinario, es gcneralmente admitida; 7 por
Pero la siturición asi revelada dc que la norma nada alinde eso Ira podido decir MAYER que "cl Derecho consuetudi-
ai comportanliento, sino simplemente lo representa, es la natio no es posible sin la práctim judicial (o administra-
que realmente se da en toda norma, sca general o indivi- tiva). Mientras a justicia no se manificsta en un sentido
dualizada, sea legislada o consuetudinaria, como verifica u otp ,a ta con ue lo ha a hecho una sola vez—,
una reducción cidética del ponto y como corrobora cl s la la encontrado o no
es otalme te 'Dele
hecho de que, desde este ângulo, desaparecen las dificul- reconocuniento jurídico ( 35
tades teoréticas con que se enfrenta la ciencia dei Dereeho ara entender a fondo este aspecto de nuestro proble- cr wraZi
en esta materia..Y frente a elo no tiene importancia que es necesario ver en qué posición están el Legislador, repensada!
pensada "4
los juristas sigan diciendo que la ley manda algo o que la el Juez dei derecho consuctudinano y el Juez dei dereduk,---
ley impera en los súbditos y jueces, siempre que con estas legisladore wec oe a norma pucs respccto de la '—
expresiones no se equivoque el sentido de los pensamien- sentencia no hay problema: ambos jueces están en la mis-
tos; es decir, sicmpre que en estas expresiones este vivo su ma posición y ambos erean de la rnisma rnanera una norma
mero sentido metafórico y elas sólo sean la comodidad individualizada. Nosotros diremos que cl Legislador crea
pragmática de allanarsc ai lenguaje común, tal como ha- la norma general, el Juez dei derecho consuetudinario la
cemos criando seguimos cliciendo que "ha saldo o se lia el rue—z der derecho
puesto cl sol". es pensar d pensamiento pensado antes por
Ahora bien, la circunstancia de que la norma en tanto otro; no es pensar cl lirismo algo que otro pensó. El Juez
concepto es pensada a poster'iori de la conducta, en el de- dei derecho legislado actim, pues, sobre el pensamiento de]
melro consuetudinario, porque la conducta es directa y Legislador. Y como todo pcnsamiento es pensamiento de
espontânea, en tanto que en el derecho legislado es pensada algo, veremos más adelante que para la Escuda exegética JR
a priori de la conducta porque esta es reflexiva y auto- ei pensamiento del Legislador es lo pensado por él en su j
consciente, es una circunstancia decisiva para entender contingenenfistúrica, en tanto que la Escuda dogmática,
aquela certidumbrc que favorece ai derecho legislado. Eu con el mismo pensamiento del Lsgislador, ljeSelalriC
efeeto, en el derecho consuetndinario Ia norma general se -
posibilidad de Pensar otrossos_. -""
constituye en la sentencia del Juez; lo que existe de ante- Crear la norma, en cambio, es tcner em la conciencia el
mano es el comportamiento ya estructurado imputativa- concept° normativo, pero con prescindencia de la intui-
mente de cierta manera, poro la representación conceptual
de este comportamiento general o costumbre no existe (.") MAS Elia se MAYER. Filosofia dei dereeho. Barcelona. Labor,
1937, p. 130. Y GIOELE SOLARI, baldando de Is fornecido dei derecho
hasta la sentencia judicial; por eso la doctrina tradicional p. 323, dite: "Tales usos y
inglês en Individualismo e diritto prirato,
dice que, en el derecho consuetudinario, cl Juez sói° re- tosto ulbres xna vez consagrados en las sentencias de los ..riitelini-
llrlrneren as itleffintirmiés
rian ?Veria .labltiarrila
conoce o se atienc a la costumbre, indicando con esto que ormes con vaiar para todos los casos anilogos... La forronción dei dere-
la obra- si no exclusi-
la páctica o usos (la conducta) ya existen como frecho cho privado cual se desenvolvia desde siglas por
va, eia duda preponderante y decisiva dei Poder indiciar.
y que en la sentencia solo se toma conochniento de esta exis-
ANiLiSIDE LA VALORACIÓN JURÍDICA 11 1
0
110 VALORACIÓN JURÍDICA Y CIENCLA, DEL DERECII categoria de juicios indefinidos con un predicado negativo
íi (S es P, 5 no es P, y S es no P) (37 ); y aunque la diferen-
ción dei objeto representado (la conducta); de modo que cia de matiz entre los juicios negativos e indefinidos es
se puede aear una norma legal tanto antes como después generalmente reconocrda, es lo cierto que la apcaTeita-
36 ), sicmpre que en
de que exista el objeto representado ( lantiana no ha tenido trascendencia porque como dice
ej su constitución se haya prescindido de la intuición corres- LALANDE, KANT no supo sacar de dia otro provecho que
_ES__$
-lace que una r I-lla al,
pondiente. Esta prescindencia 1 la simetria de sus cuadros esquemáticos: Pero ,en la esfera
en tanto concept°, no ueda ser calificaa con la antino- kLdekeinel cientifico encuentra corrobo-
cacion proviene
sa
rque esta c . e Ia ica--5---
mia de normailegal rada por los hcchos la categoria de los juicios indefinidos
de Ia intincion que verifica el concepto. L2 porque se trata de una expenencia cambiante con líber-
es verdaderaius_stadawl_el_çpntiFoicle_gnepuak
tad; asi, por ejemplo, junto a ias proposiciones "el inquilino
ra se int2_ntes anotarnos, pagar,
debe pagar lo convenido" y ','.e.Linquiliniuto_debe
Por último, pensar la norma es tener en la conciencia lo convenido", subsiste la proposición ' el inquilino debe , te_
el concept° normativo, pero sin prescindir de laaintuón cuando es el caso de una campou-
-orrna eia- uede agar
dei objeto representado, y por eso la u-todo, como es c a- sacion, transaccon, condonación, ejecudón, etc. Con esto
o
ser calificada de vercladera o falsa: --. no nos referimos a la relación de los ¡Meios en una propo-
ro, a coas tucion de • onna-en-aato_coneep_t_o_repa- mis- sición disyuntiva (A debe ser o B o C) (33 ), sino a la ca-
sentativo de la conducta, se produce por igual y de la lidad dei juicio en cuanto representa una realidad; y, en
-iiinliarsera-sieri~a o siendo creada, porque la nor- este sentido, en la Lógica dei ser, como la realidad está Gee'
rma se constituye cuando dia es un dato de la concicncia. -
1 ica-\\:2~
en la —ZC
Crear y pensar son la misma cosa en lo que concierne ai _aja., no cabe
ae °11
dei deber ser, que se dirige a una realidad que se está
concept° en si, es decir, a la norma. crcando constantemente, cabe que la reprcsentación se k-ta
Esta situación de que la norma ensada ede
&ta o lia- haga verdadera; aqui tiene cumplimiento "consta -activo la
La norma
I; los juieins exigencia de KANT a propósito de los juicios indefinidos,
indefinidosalié-v-erdadaa,
dadera o falsa la
es algo irnposible de comprender con la de que "Ia lógica trascendental considera también ai jui-
tótcrders-tir' porque ias tres cualidades (verdadero, falso
y hacerse verdadero) no caben en los juicios considerados en KANT, Critique de Ia raison pura. Paris, Alan, 1927, ps. 106
p. 110, esbata otra significación para
por su adida& pues como es sabido éstos sou únicamente 201. A. Peixona, en ais Lógica, 171i£1110 la comprometo ceando coneltrye
los Saloios indefinidos; paro neg dl
ativo 'soe suprime en modo signo la
positivos o ne ativos: a lo vadadero sólo uede op2Ligse. ativa dei juicio negativo, de modo q ue mediante cl arti-
a firmando que el predicado
oSin embargo es de referencianu negcaneco
peto no el hacerse vcrd ficio
to riscar° y artificial se titile la ilusida, de beber
escapado ai jui cio negativo. Ver tainbién Artuttá Lakaring,
de Vocabldeare de
o a 50,
que KANT afumó en la calidad de los juicios, la Ia phitosophir. Paris, Alceu, 1928, t. I, p. 422. yanción predicati-
recor ar q (s) El juicio disyuntivo y la distincidn entre dia
argentino establece que Ia major (1111, resulta coa lo último fundamental pnra la Ló-
(") Por ejemplo, si el Congreso vaicay jurídica,
proposicional
no nos internas por cl momento porque abusa sido de-
asada abade a su !sombra el apellido dei marido o si eatablece un nue- g de la norma pensada_
seamos fundamentar y distinguir la norma escada, de ta condeeeta, núm. 37, y
cvo ImPuesto, en ambos casos hay creatiOn de una norma legal. MU existe uel tema está tratada en nuestra Teoria
Aq de este trabajo.
por anticiPado la condoeis normada y aqui no, peru en ambos casos el
acto que constituye la norma está desconsolado de la intu ición quecomo
el concept', °fre- baremos larga alnsión más adelante eu el cap. vim
verificar
por est, data no puede
te la eúperiencia y —
verem. o I alm.
. .Azi
Cs-o— rA
vs.A 0,1(20\ 2
_
lógica". lado, quien hace lo mismo que el Juez dei derecho consue- matnticidad
De todo lo dicho resulta que una sentencia en un ré- tudinario respecto de la norma individualizada, pena quien,
girnen consuetudinario no solamente es la creación de una especto de la norma general, se limita a conocer nu con-
norma individualizada [porque dice, por ejemplo, que r
cepto general creado por el Legislador, peto no a conocer
- Fulano de 'Pai debe ser redirão por veinte afios una condueta general. La ley (que en sentido estricto es
sino que adernas es el acto de conocimiento de una cem- un concepto irnputativo creado por cl Legislador) no
I
i ducta general o constitución de una re resentación~ "obliga" a los súbditos sino a los ¡umes; esto suem a pa-
ria . Esta sentencia, respecto de su
(norma consuctu ma radoja, pero cl análisis no deja lugar a dudas sobre el punto;
norma n• rvidua , es conducta reflexiva y auto-consciente; y en esto tampow se trata de obligación de obediencia,
pero respecto de su norma general alude a una conducta sino de estructura imputativL. Vearnosi si yo comprador
directa y espontánea, de la que la sentencia es su represen- debo pagar el incei° no es porque ia ley (en sentido estádia
tación a posteriori. La posieión eminente en que encon- conceptual) lo mande, sino porque he recibido la cosa
tramos ai Juez en el derecho consuetudinario proviene solo vendida; mientras el prccio y la cosa vendida estén mu-
de este acto de conocimiento en que se constituye la norma tuamente imputados, cl pago debe ser; y esta imputación
1 conce tual de Ia conducta.
general en „tarto reP-1_9-9---
Itacã-1------P------- es mia realidad de la experiencia jurídica, es uri dato último
C --- No se trata de que el Juez reconoce una norma general de conducta como es la sensación de rojo en el orden fí-
f)41 preexistente en el sentido moral de que acata u obedece sico, es un troto de la realidad social que se nos °beca en
un mando; se trata de que reconoce u omportamie)to su realidad para ser pensado. Ocurre que a semcjante dato
general como -------
existente, en e sentido puramente cognos-, tambien lo llamamos ley en sentido traslaticio (dei con-
l_representárselo
-Ertive .c ue torna conocimientooncepto de adecuado. Es así cepto al objeto representado), annque entonces decimos,
l g_eneralida me Jante sentencia defini- eso si, que es una ley vivida y no letra moeria. Pero el co-
que, en el &raio consuetudinari , cada misma fuerza que IQ _ rrespondiente artículo dei Código, que como expresión y
retacWCi a como concepto es lo creado por el Legislador, sólo repre-
va, errei-ia-E-F6-Wir el derecho
-, le-
que se Bania i retacion
____ au77-aqiii
en r — ----
~_dor_ _reali- senta esa imputación real, acaso por anticipado pero siem-
el-
40 , pci
a conducta general, es decir, pre con prescindencia de la intuición correspondiente que
zan el acto representativo te lo verifica o lo puede verificar_ Yo_pomprador puedo no_
pagax_e.li_preio_y__e_ntonc-e-s clebe-sa-otra casa- 0-2-.._zinCión) --
) Sobre la norma individualizada como cresci& jurídica, ver Ca-
(na COSs10,
(99 La sentencia criminal y la teoria jurídica, cap. n, en "La Ler", tambien representada en el Código- Eu este pinto la con-
Buenos Aires, 20 y 21 de diciembre de 1940, t. 20, sec. doct., p. 157. cepción ingenua dice que la ley ya no me 'da la orden a_
(a) La expresión "interpretacidn autêntica" está acufiada en la
dOCUirla para sefialar una nueva ley que aclara el sentido de atra ley mi sino ai Juez;iestraM-neuna-~_laaticta en
precedente; se trata pues de nu acto legislativo que flane por contenido-
La ley que es motivo de la interpretación. En consecuencia Ia interpreta. ca-siis7 que por lo tanto se dirige a mi, pero que,
dias autêntica es un nuevo dato jurídico y no una teoria para aprchefl
der este dato.
ANÁLISIS DE LA VALORACESN JURÍDICA 115
Y CIENCIA. DEL DERECII0
114 VAL.ouscáN pradoicA. del concepto irnputativo constituido por otro. Y de aqui
acen todas las cuestiones tradicionales de Ia interpreta-
corno mando, se dirige a veres a mi y Otras ai Juezi Is ver- ri
dad es que toda esta centrifugación y dispersión de pio-- ción judicial de la ley que, por eso, no es ni puede ser in-
blemas sou para la ciencia una superfetación'lesenta
de pseudo
una terpretación autentica.
El Juez, pues, debe sentenciar como dice la ley, porque
\‘ problemas. laig_I_____
1° manda _1,
nac 2 ..-Sinan-----
es el hecho de la ley, en tanto concepto formulado, lo
onducta cri su libertad, aun ue la re rcsente_por anhapa-
c °.es otro pro ema ajeno a nuestra cuestión el proceso que va a quedar imputado para representar o nommr, que
e motivación psicológica dei súbdito en cuya virtud se j TIliS1110,
su conducta en tanto Juez: dado cl hecho de
eserloJuez,
'r
paga el precio para que no ocurra lo que ache ser si no sc s
debe ser la sentencia conforme a ley. He aqui
otra conducta representada por una norma cuyo carácter
lo paga (41 ). mei-ido ai aderi ), siendo bastante re-
labial está so lógico puro no nos toca estudiar ( 43
El Juez, a su turno, tal- que la noción de uez es estructu
urídico y, por lo tanto, su conducta está ta-labial normada, cordar,
para adVertirlo,
tridico. Ahora ken, d
jes decir, representada conceptualmonte por anticipado. teni -a-del-oidenaSai}„
Sólo que los bechos imputados con cuya imputación va- deber del Juez de sentenciar de acuado a lo que dicc la
mos a representada, no sou el precio y la cosa vendida en ley, tampoco es un dcber de obediencia; asi considerado
nuestro ejemplo, sino los conceptos generales constituídos escapa a toda investigación cientifica; para la dencia, la
representar conducta dei Juez también está simplemcnte representada;
por el Legislador (las leyes); es decir, que para
la conducta del Juez hay que tener en cuenta el hecho de peto la intelectualización de esta cuestion es infinitamente
; ciertos conceptos generales formulados. El Juez, en efecto, sutil en la enorme trascendenciapie ticne para la teoria
tV)
, . I debe sentenciar siempre, pero debe sentenciar de acuado
))•
de la interpretación judicial.
); y si no sentencia o sentencia Si la norma constionda por cl Legislador es un concepto
a lo que dicen las leyes ( 42 cta de los súbditos, en Ta esen-
\\ 'ti de otra maneta, deb a otra cosa- ue tam mai esta re:' re tesentativo de la c
I \„I. . cia lógica de su ser concepto estkkuchfl sea verda-
m 44 ); de manera que
- Eli Juez dei derecho consuetudinario tarnbien debe sen-
I p-reSzert
dera- este es el sentido de lo lógico (
tenciar de acuado a las normas gerierales eonsuetudi1a- al decir la norma no constituida (la norma pura, que es
Lo% yv ser Juez debe ser la
rias, pero 1-Menti-as aqui es el. mismo quicn constituye la constituyente): dado el hecho de -
14 nonna representativa de la costumbre, según hemos visto,- sentencia conforme a ley, se vicne a decir en rigor: dado
Juez flateuslar debe saiterdarl--10-4111e_
de modo que no cabe la posibilidad de un desconocimien el Y la única numera de que sea verdad lo que
to dei concepto que ha constituído (y por eso su sentencia dice la ley;
siempre tiene cl valor de interpretación autentica); el Juez dice -la ley (puesto que ella es la representación de una
comprensión conducta dc los súbditos), es que los súbditos se compor-
dei derecho legislado tiene que conocer la ten como dice la ley. Por eso el Juez procede en forma de
deita pratica, p_ 311.
(.” cRoez,
(a) El Ti/0.1(a
aspecto lógico general de este deber, está tratado
la interpretar-ida
de
a tona°
jtulicial 3 ( u) Ver supra. anta 42-
Ordea jurídico y
EL substrato filosófico de los método .) Ver supro, cap. 5, nota 1.
en Cos310. Lu y/enitud dei COSMO. (0
la ley. cap. Is. Ver tatublUu
Santa Fe, 1940. p. 25.
interpretoliros.
tt,
,e
14,c1'
-
ANÁLIkIS DE LA VALORACIÓN J URIDICA 129
- CIENCLA DEL DERECIIÚ
VALORACIM JUPIDICA
Y
128 medi° alpina revolución, asi sea de carácter individua-
das a los casos por la valoración jurídica, de todo lo cual, Y puesto que toda revolución inelnye una
lizado ( 55 ).
y en particular de la estructuración de las sentencias en
VIII ( 53 ).
norma fundamental en sentido kelseniano (56), esto nos
tanto dcrecho, volveremos a hablar en el cap. ver que asi como la representación conceptual dei
El segundo problema limite a que aludimos más arriba,
haCC tifdoc c c.e.
Traloracidn recho positivo incluye una norma meramente gnoscológ-
jurídica 2/ se vindula coa el precedente en entinto aclara de &guie (la norma fundamental), asi en todo régimen juridi o Skyt
revolució
saca autoridad el Juez para operar semejante "sus_pcnsión" positivo en cuanto conducta efectiva hay también una va-
-s- Mis arriba que
de los efectos indicados en una lef. Vinfo loración jurídica suprcma, la que no está, ni puede estar,..-- • ,
de ser Juez crébeer verdad lo que dice la en la constitución positiva porque esta sirnplemente a
-da-d-O—el Uai6 - —
ley; y que si el Juez procede de otra manem, debe ser otra epresenta en cuanto conduta, sino que está cn la viv n- ntyLit
r
cosa también representada en cl ordenamiento jurídico estimativa de quienes detentan cl poder supremo.
eia
(revocación de la sentencia o sanción contra el Juez segui este sentido, como valoración jurídica, es decir, como una
la vive,
los casos). En la hipótcsis de que tampoco sea esta otra jjficación que es realidad sólo porque aiguien
cosa que debe ser, entonccs dcbc ser una nueva_cosa;_y_ así la famosa frase atribuída a Luis cl Grande, L'Etat dat moi,.
sucesivamente e e ser Siemare eierta couducta de algún es exacta porque él era un funcionado supremo.
advierte, pára que sea
ano dei Estado_p5rque, como se- 1 conducta_ Es por todo esto que ai Derecho, como fenómeno hu-
S lo que debe ser como sanción, debc ser_5/91L mano real, interesa que hombres vau ai Parlamento, ai Go-
). Pero si la conducta
c a gun unmonario del Esta o ( 54 bierno o a los Tribunales Superiores, a pesar de que el
cs os suceswos uncionarios no es, en ningún caso, como cuerpo de leyes sea el mismo o a pesar de que provengan
debe ser, cl retroceso nos lleva pronto a un funcionado u de nu
misrno partido político; eitos integran la cxperiencia
&gano que es detentador supremo dei poder dei Estado. jurídica dc un modo eminente, la rnisma experiencia ju-
-En esta hipótesis ¡quê* ocurre si este tarnpoco se conduce rídica a la que la ciencia del Ducal° se dirige como a un
(/14/ como debe ser según el ordenarniento positivo? Aqui dcs- ori- objeto a conocer; esa experiencia variable, que asombró
,,embocamos en la teoria de la revolución corno fuente y decepciono a VON KIRCHMANN, y que en los funcionarios
lmrs-wi Derecho positivo; y es duro que la anterior pre- supremos la vemos en sus más activos focos de atm-
del
gunta, formulada de acucrdo a la concepción ingenua, so- tiencia;
ción ( na ). Sin duda las leyes estructuran esa
lo quiere decir para la ciencia que cl ordenatniento Md--
, total o parcialmente, la expe ( 53) Ver Cossto, EI concrpto puro
de rezo/nada, cap. III, para
dico positivo no representa I a s diversas espeeies de rerolueinnes y para el pronuneiamiento y la re-
i" nencia
• jurídica porque aquél es total o parcialmente falso. volnción administrativa como revoluciones individuales. Ver ambreta Co-
criminal y Ia teoria jurídica, tap. Ter_ cit., legar espe-
En casos como cl que ventamos considerando, hay de por saio, La se testem
cialmente citada en la nata 4G.
puro de revotucitin, niim_ 41 bis
supra, Palabrat (s6 ) CAULOS Coseu), El concepto
(") Sobre esta remisión, y la de la TIOta anterior, ver y apêndice ti.
() Para todo esto, y en particular para la existencia de varias va-
liminares. loradones jurídicas supremas dentro de na MiSITIO ordena)niento positi-
(") En esta correspondencia neresaria entre la sancidn y la condor
vo, en razóu de la distribución de supremas catupetencias inclidales. ver
ta positiva de un funcionaria, hemos -fundada principalmente el valor on. Última parte,
tológieo de la norma secundaria, en contra de lo que dice ICELSEN ai na-
la cunduite ja- amestro 'rabujo La ernlineta criminal y la teoria jurídica.
d'aprds l'analyre de y-cv. cit., donde, entre atras cosas, se pene de relieve céreo 115:13 mistas
perto. Ver cossio, La norrnaLirili
ridique, main 5.
ANÁL15IS DE LA VALORACIÓN 31.1RIDICA 131
130 VALORACIÓN JURIDICA Y CIENClk DEL DERECHO
práctica en el sentido filosófico de esta palabra. Eu efeeto,
el Derecho no es la mera estructura. Pero
pero no más; y tanto si el Legislador escoge géneros muy amplios como
de esto tcndremos que hablar largamente en su oportunidad. si escoge géneros muy estrechos, lo que puede quedar en
Marnos clicho que jaque es la valoración jurídica. Por ejemplo, si -Ia ley cas-
La esptci- .Volvicndo a nuestro tema actual, ha- tigara el homicídio simple con reclusión de un mes a 25
ficam» de la ley puede determinar la calidad de su representación afios (amplitud del género), es obvio que el Juez, pio-
te ity mos
isaloracidn coo un grado mayor o menor de especificación; y había - cediendo con legalidad, no realizaria el orden, la segundad,
jurídica
visto que, dentro de esta calidad asi determinada, quedaba la justicia, etc., representados en esta norma, si siempre
siempre indeterminada la cantidad lógica.___Lla_P_L__
L -lede
condenara a un mes a los homicidas. A la inversa, si la ley
cnal-
dali- vertebrado mamífero, canino, o terrim_uero castigara el homicidio - simple con reclusión fruiu de 25
quiera sea la calidad elegida, dentro de ella queda siempre afias, es obvio también que con ello, dentro de las circuns-
indetenninada la especie que elcgirá la sentencia, por ejern- tancias de cada caso, no se realizarían siempre hien aque_
plo, un terrier de este u otro color, de esta u otra habilidad, lias mismos sentidos de orden, seguridad, justicia, etc.; la
etc., que darán un matiz de rclevancia diversa a cada sen- libertad lícita dcl Juez, estando circunscripta a referir o
tencia. DO la ley a los casos, seria, ai decidir, una valoración
hasta dónde puede 'levar la ley esta especifica-
Pero, 2- dica grucsa comparada con el modo de valorar que tiene
ción y de qué medios se vale para especificar? el hombre civilizado. Así, pucs, la guia que tiene cl Legisla-
El proceso de especificación posible no tiene limites; dor respecto dei grado de especificación que vaya a haccr,
es indefinido; siempre caben dentro de un género varias son las circunstancias verosímiles de los casos como con-
se
especics, las que entre si sou calidades diferentes; y si dicionantes de la existencia de una valoración jurídica de
constiluye en género a una de estas especies, dentro de la que él participa Unicamente en el momento de sanción
dia de nuevo siempre caben cspecies. Mientras la ley sea la ley, pero que, igual o diferente, acompafiará a la
lógicamcnte general (es decir mientras tome ai concept° lcy en el ponenir mientras la ley sea una realidad.
escogiclo en toda su extensión), cl Juez está con el mismo La ley curnple esta tarea de especificación por medita de
problema de tornar una ti otra de las especies comprendi- las detenninaciones contingentes que ella contiene impu-
das, porque la sentencia es una norma individualizada v tadas; así está la valoración jurídica representada en la ley
la ley no; por eso no sou material y propiamente leves, porque con eso dla representa una conclucta. Segón que
sino actos administrativos, las Ilarnadas leyes formales come, la mayoría de edad se adquiera a los 22 afios o a la muerte
el presupucsto, la concesión de honores a un duclachmo
dei pater família, la ley será este o aquel ardeu, esta o aque-
votada por el Parlamento, etc. lla justicia. También segón se refiera a todos los timbres
Para nuestro objeto la euestión de saber hasta qué pitu- o solo a los libres; y también segán que "mayor de edad"
to ha de ir la especificación legal, es una cucstión que ;,c signifique el goce y ejercicio de estos o aquellos derechos.
vincula coo la valoración y por lo tanto es una cuesti°° La ley siempre cs una valoración_ de conducta y esto no
ler juridicamente puede tenor diversa realización en on mismo país,
puede dejar de sedo de nin ina maneta. Pero dial valo-
aquela causa.
132 VALORACIÓN JIIRIDICA Y CIENCTA DEI. ~EGITO
ración cs, es decir con que perfila ella la calidad específica
que representa, depende de sus determinaciones contin-
gentes y de ias determinaciones contingentes de todo el
ordenarniento jurídico, porque estas determinaciones son,
precisamente, nada más que la conaeción de un orden,
de una justicia, etc.
Todos los objetos posibles, scan ellos ideales, naturales
moi-atui', uales, pueden coneunir para determinar la valo- APÊNDICE
J urídica e
o it
espir función, vau como soste-
interpret a- 511
cid+.o i
d la racónj urídica. Estos, eu esta
nidos por la valoración jurídica que les da el. sentido que
accidentahnente cumplen; por eso la valoración jurídica
uega de modo fundamental eu la interpretar de la
jley. La valoración se intercala entre la interpretación de
la ley y las detcrminaciones contingentes de la misma,
porque la interpretación busca cl sentido jurídico de estas
determinaciones, es decir, su sentido para la conclucta.
Puede baberse acido que los métodos interpretativos aspi-
rar' a apresar directamente el significado real de tales de-
terminaciones; pero no es así; la interpretación que se cum-
pie con cualquier método, prcsupone algo a lo que lo?
métodos eu sentido estricto, y eu su función generalmente
admitida, no se dirigem presupone la valoración jurídica. A-SA_ ink}Illreg-42
Y más todavia, es or la valoración uridica tueporla claro
Ic que
1
i- que
sca ser in tcr.retada
su texto
cada vez
y por terminante que sca su contenidoj pues, r"\
eu efecto, no se trata de saber, por ejemplo, qué significa
"22 anos", sino de saber qué significa juridicamente "22
afios", y cs claro que la mera comprensión de este signi-
ficado astronómico, nada nos dice de por si sobre el papel
que juega eu el mundo dei Derecho.
Asi resulta la interpretación de la ley uri problema
constante e ineludible eu cada caso judicial y, por eso mis-
rno, uno de los problemas más apasionantes de la ciencia
dei Derecho.
I1ANS KELSEN
(t)
EL JURISTA DE LA ÉPOCA CONTEMTORANEA
=
I IANS KELSE/I 141
140 APÉNDICE
neutralmente cse Orden o esa Justicia, es decir, en deonot
hecho está expedito esc earnino —que es el (mico camino— ccrlos tales cofio som como normas positivas, -sin ef
para aquel contacto neutral. rnarlos con un plus o uri minus ideal de naturaleza ardo-
Sin embargo, véase aflora cómo cl jurista jamas ha lógica. Las valoraciones positivas de Orden, Justicia, etc.,
estado en contacto cora las normas positivas en actitucl sou uri deber ser, pero a este deber ser no se lo toma tal
neutral. Guando él se ha pregnntado qué es lo que a una como es en una norma positiva si la propia norma viene
norma la hace ser norma y qué funda en ésta dicha ca- entendida como cierto Orden o deita Justicia: el Orden
lidad, invariablemente lia invocado uri valor; es decir un Justicia multados por la norma quedar]. indudablemente
contenido que se le ofrecía como debiendo ser en mérito .deformados por cl Orden o Justicia presupuestos en la nor-
de su intrínseco y pr.opio valer. Fuese este valor cl Poder, rua como su norrnatividad.
como Calielea y Trasimaco sostuvieron en la AnLigücda& Mi como la lógica dei ser nos da conceptos neutros
fuese la Justicia como SÓCRATES eusefiaba a Critón, es respecto de las existencias que investigan las cieneias co-
lo cierto que desde entonecs hasta hoy, han sido la -jus- rrespondientes, por cnya razón esos conceptos pueden re-
ticia o la Solidaridad o la Cooperación o la Paz o el Poder presentar cientificamente aquellas aistencias, cualesquiera
la Seguridad o cl Ordena las cosas que se han invocado sean, tal como resultan de la investigación, asi bmbién
para expresar o conccptuar la normatividad de Ias normas KirtsvN reclama una lógica del deber ser cuyos conceptos
jurídicas. Por una o por varias o por todas estas cosas es que scan neutros real:ceio del deber ser axiológico (Orden,
una nonna jurídica normaba la conclucta, a estar a las Justicia, etc.) que aparece como contenido de Ias normas
jurídicas positivas. Y si es_ claro que la en enoito
doctrinás de los juristas.
Es cicrto que cl iicuerdo no reina citando se trata de método dei conocimiento, ha de ser adecuada ai objeto
determinar en qué consiste el valor fundante, por ejemplo que se investiga, resulta necesario concluir que, siendo cl
en qué consiste la Justicia. Pero si esto fuera una investiga- Dereclio positivo nu deber ser de conducta, la lógica dei
ción axiológica ulterior (sin dada indispensablc), por ser ser es inadecuada como lógica jurídica. Por cl contrario,
precisamente ulterior no comprometeria la neutralidacl será adecuacla Unicamente una metodologia cuyos concep-
cientifica dei investigador en el pinto de partida. Lo que tos sean a su vez un deber ser lógico, no un deixa ser ato-
la teoria kelseniana hace ver es que cl jurista ha negado a lógico; es decir no un deber ser que deba ser por su in-
este punto con su nentralidad ya comprometida; es decir trínseco valor, sino un deber ser que exprese como relación
que la neutralidad cientifica se ha perdido antes, se la ha la desnuda y neutra relación de lo que debe ser.
perdido en el momento en que la norrnatividad ha que- Aluna bica, si estos eonceptos soa las normas jurídicas
dado planteada como una valoración, cualquiera fuere cl positivas, como se rcconoce universalmente por los deu-
valor que se tenga en euenta. Paes es claro que dei hecho tificos que tratan con el Dereeho positivo y no con otra
evidentísimo de que las normas jurídicas mientan valora- Cosa, la norma viene a expresarse en un juicio cuya có-
ciones de Orden, Justicia, etc., no se inficre que a ellas las pula es cl verbo deber ser vno el verbo ser: dado A, como
conozcamos por medio de ese Orden o csa Justicia. Por antecedente, debe ser 13, como consecuente. Y con esto
cl contrario, el problema del jurista consiste en conocer
HANS KELSEN 143
142 APÉNDICE
de la esvaí paliem afins-tarso que su ser era mi valer perenne
la normatividad dc la norma no radica en ningsin presu- -iírmo a licelios, un valer que era, asi, tambiép Sei.
puesto axiológico; consiste 5in-1plus-
sente en la relación ) "J"
Sociologismo y jusnaturalismo, ambos vicies metodológicos
imputativa que expresa la cópula deliu ser. Cuando se
ih ny propios de la jurisprudcncia, que sólo la pureza me-
pregunta qué es lo que a una norma la lince ser norma, - 1:Mica podia refutar en su raiz.
no hay que invocar o presuponcr un valor pucs su calidad Fácil cs comprender que una revisión tan bonda de
le viene de ser una imputación de un eonsecuente a na Ia ciencia dei Derecho baliria de tener rcpereusiones in-
antecedente y nada más. mediatas e innumcrables en los problemas particulares de
De esta manem KELSEN ha llevado el problema de la la misma. A la nucva luz se hah &suelto como pseudo-
normatividad, en forma perfecta y completa, ai domínio problemas cuestiones que han dividido y dividen a los ju-
de la Lógica. KELSEN ha dado ai jurista el instrumento de ristas porque desde cl ángulo tradicional no tienen solución.
su pensar lógico desde que le revela que la norma es ins- Mi, es un pseudo-problema la noción de lo anu-jurídico
trumento lógico dei pensar jurídico. Coa esto se colocan entendida como negación de lo jurídico y colocada fuera
a cubierto los fundamentos de una ciencia positiva del del Derecho; soa también pseudo-problemas la distinción
Derecho, rigurosa y auténtica. Desde este ángulo es posi- entre derecho objetivo y subjetivo y la oposición jurídica
ble salvar la neutralidad que el científico lia de tener res- entre individuo y comunidad; lo sou también las distin-
pecto de su dato y que el jurista perdia desde el comienzo ciones entre derecho público y privado, entre Estado y
porque hacia consistir la normatividad en el mismo valor Derecho, entre derecho positivo y derecho natural, para
que, con otro grado, se le ofrecía normado en el dato. Re- no citar sino los grandes tópicos en que se Patentiza aquella
cién ahora, coa la narina como mera imputación neutra situación de crisis de la ciencia dei Derecho, antes aludida,
—neutra por ser imputación lógico-conceptual y nada donde todo parece cuestión de opinión y donde el pensa-
más— el jurista está en condiciones de pensar el deber ser
s-Mento jurídico se ri-mestra ajen° a esa estructura dei saber
dei contenido estimativo normado tal como es en la reali- acumulativo, propia dei saber cientifico. Con rigor inapta-
dacl, sin aditamentos que lo desfi tguren en pio o en contra. - cable y cosi limpieza de cirujano, KELSEN muestra &imo to-
Y se adviertc también aluna que aquella posición inicial, das aludias falsas °posiciones y distincione.s son productos
con la cual el jurista perdia su neutralidad frente a las nor- ideológicos, no visión neutral dei fenómeno jurídico, por-
mas positivas, era mi error necesario inientras carcciera dd que se gencran en las valoraciones presupuestas con que
instrumento conceptual adecuado; la neutralidad cienti- ha ido cl jurista a aprebender el contenido estimativo de
fica dei jurista tenha que quedar comprometida cada vez las normas positivas, desfigurando los datos con su propio
que concibicra el deber ser axiológico de una norma po- instrumento conceptual en la forma arriba expuesta.
sitiva con la lógica dei ser porque en este trance quedaban
sólo dos caminos ai pensamiento: o la estimativa positiva
perdia su calidad de deber ser y se bacia un ser, mi fac-
tum, una cosa rendida a la lógica que se le imponta; o la
estimativa positiva se transvasaba a una valoración ideal
IANS KELSEN 145
APANDICE
144 dades primitivas a las que ex-prcsamente cilifica de pre-
LII estatales. ho que él dice es que coando la comnnidad ju-
rídica adriniere cierta centralizáción, como resultado dei
Una doctrina tan magna como la Teoria pura dei De- proceso de la división dei trabajo social. entonces la co-
recho no podia menos que ser diversamente interpretada. rminidad jurídica cs un Estado, de modo que Estado y
La novedad de sus puntos de vista y su amplitud sistemá- Percebo centralizado son la rnisma cosa porque están
tica habrían de causar el natural desconcierto en su árn- constituídos totalmente por los mismos elementos. Lo que
bito de repercusion; y hasta tanto no se adquiriera cierta KELSEN combate no es la distinción entre formas jurídicas
familiaridad con dia y sus .ideas 110 entraran a verificarse pre-estatales y estatales (que no difieren cn escuda y si sólo
en el contacto con los haps y en el manejo prác:tico que en el grado de centralización), sino la distinción tradicio-
le imprimieran los investigadores, era natural que surgieran nal entre Estado y Derecho como dos ordeumnientos he-
aqui y allá, para esto o para aquello, interpretaciones frag- terogéneos de existencia independientc y diferente esencia.
mentarias y divergentes antes de conseguir una interpreta- Y en esto hace ver la intromisión de una ideologia desti-
ción integral- El becho no ha de sorprender a nadie por- nada a justificar moralmente ai Estado en cuanto éste se
que es una historia que constantemente se repite en la someteria ai Derecho y entonces adquiriria la calidad de
historia dei pensamiento. ordenamiento justo.
A este respeeto nos parece útil distinguir entre las in- Los errores en la interpretación (lei pensamiento jurí-
terpretaciones dei pensamiento jurídico y las interpreta- dico de KELSEN, por mudur que interesen a los especialis-
cioncs dei pensamiento filosófico de la Teoria pura dei tas, es claro que no interesan en general tomo los errores
Derecho. Eu las primeras, fragmentarias o no, si se comete en la interpretacion de su pensamiento filosófico porque
error, es mi error de falsedad sobre lo que enseria esa teo- esto último afecta a la auto-conciencia de la cultura de nues-
ria. En cambio, mi las segundas, fragmentarias o no, si se tra época; conciencia cultural que unicamente una absurda
comete error, es un error de falsificación de lo que es esa estrechcz de miras podria valuar sin reconocer eu el De-
teoria. Naturalmente que en uno u otro caso puede haber recho una dimensión humana de primem magnitud, acaso
interpretaciones verdaderas, ya respecto de fragmentos o un mencster subalterno cle técnica social cobijado en ofi-
poreiones, ya respecto dei conjunto. cinas burocráticas. Basta pensar que cri nuestros dias se
Así, por ejemplo, se comete un error en la interpreta- registra una de las crisis dei valor jurídico más grandes de
ción dei pensamiento jurídico de KELSEN cuando, para la historia y que nadie está espiritualmente indiferente
combatir la iclentificación entre Estado y Derecho que él ante dia.
hace, se invoca las organizaciones jurídicas primitivas (da- Eu este sentido las desinterpretacioncs filosóficas del
l-ICS, tribus, etc.), como organizaciones pre-estatales, argu- pensamiento kelseniano han sido numerosas y, a veces,
mentando con ello que si cl Derecho existia sin Estado, pintorcscas. Pintoresca, por cjemplo, la dei profesor de
Estado y Derecho no pueden ser lo mismo porque enton- Historia dei Derecho, de Viena, huNs-r SCHWEsID, que es-
ces hubieran existido conjuntamente. Feto KFLSEN no cribe "para demostrar con argumentos históricos", la in-
deseonoce el carácter jurídico pre-estatal dc estas comuni-
rr-e-
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