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Un meteorito de 1922 o un mamífero del Pleistoceno: El Museo Nacional de

Brasil expone las piezas rescatadas del incendio


Publicado: 25 mar 2019 13:27 GMT | Última actualización: 25 mar
2019 13:37 GMT
Hace casi seis meses las llamas devoraron la colección histórica que esta institución
albergaba en Río de Janeiro.

Cráneos de especies del Pleistoceno brasileño en la exposición del Centro Cultural Banco do Brasil, Río de
Janeiro.
Luna Gámez

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El 2 de septiembre de 2018 las llamas consumieron la institución científica más antigua
de Brasil. Un incendio arrasó con el edificio central del Museo Nacional, situado en Río
de Janeiro. Cinco meses después, la Comisión de Rescate formada por trabajadores de
la institución, profesores y voluntarios consiguió reunir en un tiempo récord una
centena de objetos rescatados de las cenizas.
Un total de 180 objetos conforman hoy la exposición 'Museo Nacional Vive -
Arqueología del Rescate', que fue inaugurada el 27 de febrero en el Centro Cultural
Banco do Brasil de Río de Janeiro y mantendrá las puertas abiertas hasta el 29 de abril.
Del total de piezas expuestas unas 70 están en perfecto estado, ya que estaban fuera del
edificio en el momento del incendio. No obstante, las llamas afectaron al groso de las
colecciones de antropología, botánica, entomología, geología y paleontología, así como
vertebrados e invertebrados. De entre ellas, 103 piezas fueron rescatadas de las cenizas,
como un meteorito de casi dos toneladas, bautizado como Santa Luzia y caído del
espacio en 1922, o algunos huesos de Macrauquenias, mamífero ya extinguido que
solo existió en América del Sur durante el Pleistoceno y que fueron los primeros fósiles
del Museo.

El meteorito frente a un cartel de la exposición que se celebra en Río de Janeiro. / Luna Gámez

"Las colecciones del Museo Nacional representan el patrimonio cultural y científico


brasileño, y también mundial. Estamos recuperando mucho material pero la colección
documental de Memoria y Archivos se perdió entera, estaba formada por documentos y
cartas relacionadas con la historia de Brasil. Otra colección casi completamente arrasada
ha sido la de Entomología (estudio científico de los insectos)", explica en entrevista para
RT Luciana Carvalho, profesora e investigadora del Museo Nacional en el área de
Geología y Paleontología.
Restos de la colección de insectos recuperada del incendio en la exposición del Centro Cultural Banco do Brasil, Río de
Janeiro. / Luna Gámez

El Museo Nacional estaba situado en el antiguo palacio imperial de Don Pedro II,
segundo emperador de Brasil en el siglo IX. El edificio de estilo barroco, construido por
un traficante de personas esclavizadas en torno al año 1800, se ubica en un majestuoso
parque de la zona norte de Río de Janeiro y, actualmente, está reconocido como
patrimonio histórico nacional. La institución fue incorporada a la universidad en 1946,
motivo por el que albergaba los centros de estudios de pos graduación de antropología
y de arqueología de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Las llamas se tragaron una
gran parte de los registros académicos así como una de las bibliotecas de antropología
más relevantes de toda América Latina, la biblioteca Francisca Keller, en homenaje a la
antropóloga chilena.
El Museo Nacional poseía la colección de arqueología más importante de Brasil y de
toda América Latina, con vestigios únicos de la prehistoria brasileña. Era también una
referencia científica en el área de antropología y contaba con registros escritos y
sonoros de la diversidad lingüística indígena que fueron casi integralmente destruidos.
Muchos de ellos documentaban la existencia de lenguas hoy extinguidas. En la también
extensa colección de etnología se perdieron los objetos más delicados de los pueblos
ancestrales hechos con plumas o madera, aunque muchas de las cerámicas resistieron.

Objetos utilizados por los pueblos ancestrales en la exposición del Centro Cultural Banco do Brasil, Río de Janeiro. / Luna
Gámez

"La exposición Arqueología del Rescate fue producida tan rápido como percibimos que
podríamos recuperar muchas colecciones. También fue una forma de transparencia con
la sociedad brasileña y las instituciones que nos están apoyando (desde el incendio)",
afirma Carvalho. Esta bióloga especializada en paleozoología explica cómo la Comisión
de Rescate ha estado trabajando incesantemente durante este tiempo en búsquedas y
excavaciones entre los escombros para rescatar las colecciones científicas.

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