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TEORÍA DE DELITO

1.- INTRODUCCIÓN.

1.1. Importancia de la teoría del delito.

Es necesario precisar la existencia de una división en el derecho penal: parte general y parte especial. La parte
especial se ocupa del estudio de los delitos y las penas o medidas de seguridad que se determinan para los
mismos; mientras que la parte general comprende la teoría de la ley, la teoría del delito, la teoría del
delincuente y, la teoría de las penas y medidas de seguridad.

Partiendo de esta definición, y de lo claro que se muestra el Estado mexicano como un Estado democrático de
derecho, desde el punto de vista material y formal. Enfocados en este último, encontramos que no existe una
limitante para la aplicación de la ley únicamente en un nivel constitucional, sino que aparte de aquélla, también
se tutelan y forman parte del ordenamiento jurídico que rige un país; los instrumentos internacionales, aquellos
que México suscribe y que por ende se insertan en el ordenamiento jurídico, y son tomados como ley suprema,
pero además, toda la legislación secundaria, los códigos, como son los penales, de procedimientos penales, leyes
de ejecución de sanciones o las leyes penales especiales, entre muchas otras.

Es aquí donde se inserta la teoría del delito en la legislación secundaria, en los códigos penales, así como en las
leyes penales especiales que contemplen catálogos de delitos. Hoy en día llamamos teoría jurídica del delito a la
ordenación de reglas y criterios de imputación en un sistema, ya que esta teoría agrupa ordenadamente las
categorías y conceptos sobre los que se basa la imputación de responsabilidad por la perpetración de un hecho
delictivo.

Diversos doctrinarios a lo largo de la historia, comenzaron a construir lo que entendemos y podemos conceptuar
como teoría del delito, siendo el país pionero Alemania, donde nos encontramos con unas ideas penales
dominantes por la filosofía positivista, en la que el delito se concebía como un ente jurídico relativo a un hecho
natural, que debe ser examinado con el método propio de las ciencias naturales.

Ahora bien, como parte trascendental se involucran doctrinarios alemanes como Carlos Binding, Ernesto Von
Beling y Von Liszt, que llegaron a definir al delito, según su visión y la temporalidad en la que se encontraban sus
aseveraciones. Carlos Binding realizó su aporte al derecho mediante su obra denominada Teoría de las normas,
destacando un ejemplo preciso: “…Lo que viola el ladrón no es la ley, sino el principio que prohíbe probar…”.
Esta teoría no sólo dio nacimiento a las modernas definiciones dogmáticas del delito, comenzando por la suya,
que dice que el delito es “la acción típica, antijurídica, culpable, sometible a una sanción penal adecuada y
suficientemente para las condiciones de la sanción penal…”; no obstante, no fue una de las concepciones más
adecuadas para diversos autores, y a consecuencia de ello se observaban diversas censuras a su noción. Von
Liszt en su texto La idea del fin en el derecho penal determinó que el eje del delito es la acción, y ésta se integra
por el movimiento corporal, la relación de causalidad y el resultado, este punto de vista lleva al propio Liszt a
considerar el mundo exterior, por lo que distingue tres categorías del delito: la tipicidad, la antijuricidad y la
culpabilidad.

Si bien los autores analizados en el párrafo que antecede se toman como los pioneros, corresponden
únicamente a una teoría de las diversas que hay y que analizan la teoría del delito, y lo que hoy conocemos
como elementos de esta misma teoría., Es así que el autor más cercano al México moderno es Claus Roxin con la
teoría del funcionalismo moderado en la que reconoce los elementos del delito propuestos por el finalismo
(tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad), pero con una orientación político-criminal, puesto que los presupuestos

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de la punibilidad deben estar orientados por los fines del derecho penal, por lo que estas categorías jurídicas no
son sino instrumentos de una valoración político-criminal. Es en este punto donde se encuentra cercana la
pureza de los elementos constitutivos de la teoría del delito.

Bajo este contexto, se alude que independientemente de que una conducta esté establecida como delito en una
norma penal, se requerirá de la teoría del delito para determinar, en el caso concreto, si tal conducta integra un
delito o no. Es por ello que la teoría del delito es el conjunto de lineamientos sistematizados que determinan la
integración o la desintegración de una conducta que es considerada como delito por la norma penal.

Así, la teoría del delito se convierte en uno de los instrumentos jurídicos más importantes para los operadores
del nuevo sistema de justicia penal, y aunque se encuentra contemplada a nivel normativo en la reforma de
justicia penal del 18 de junio de 2008, no está en operación. De ahí la enorme importancia de que los nuevos
operadores del sistema de justicia penal tengan conciencia sobre la necesidad de consolidar los conocimientos
que integran la misma, como son: la definición de delito, sus presupuestos, sus elementos positivos y negativos,
su clasificación, la tentativa y, la autoría y participación.

La esencia fundamental que radica en la dogmática penal se ha presentado en diversos posicionamientos sobre
la estructura del delito; sin embargo, la estructura que consideramos más eficaz para el estudio dogmático de
los casos penales, deriva de la teoría pentatómica de cinco elementos y de acuerdo con ésta, podemos definir al
delito como una conducta o hecho, típico, antijurídico, culpable y punible con su respectivo aspecto negativo.

Aspecto positivo Aspecto negativo

1. Conducta o hecho 1. Ausencia de conducta

2. Tipicidad 2. Atipicidad

3. Antijuridicidad 3. Causas de justificación

4. Culpabilidad 4. Inculpabilidad

5. Punibilidad 5. Excusas absolutorias


El cuadro anterior es una reproducción depurada de la concepción realizada por el maestro Luis Jiménez de
Asúa, que precisó al delito como “…un acto tópicamente antijurídico, culpable, sometido a veces a condiciones
objetivas de punibilidad, imputable a un hombre y sometido a una sanción penal…”.

La teoría lógico-matemática del derecho penal propuesta por Elpidio Ramírez y Olga Islas, considera a partir de
un claro enfoque finalista, la conveniencia de una distinción entre el delito y el tipo penal propiamente,
aclarando que el tipo se da en la ley penal, en tanto que el delito lo encontramos en el mundo material, es decir,
en la realidad. Por consecuencia, los presupuestos y elementos de uno y otro, aun cuando son coincidentes,
aluden a circunstancias relativamente distintas; esto es, al tipo, a la descripción contenida en algún
ordenamiento legal, y el delito, a las circunstancias de hecho al momento de la consumación del delito.

Ahora bien, en virtud de que los elementos integrantes del delito deben ser congruentes con los
correspondiente al tipo, siendo estos, el deber jurídico, el bien jurídico, el sujeto activo, el sujeto pasivo, el
objeto material, la voluntad dolosa o voluntad culposa, la actividad o inactividad, el resultado, las referencias de
tiempo, ocasión o lugar, la lesión o puesta en peligro del bien jurídico y la violación del deber jurídico. Elementos
a los cuales debe sumarse lo relativo a la punibilidad, que constituye conjuntamente con el tipo, a la ley penal,

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pues resultaría absurdo pretender tutelar un bien jurídico penal, sin plantear una determinada punibilidad en la
ley penal que contenga al tipo que lo recoja.

Siendo preciso entonces, afirmar que el abogado penalista en esta nueva era de la justicia penal, para tener una
comprensión completa de su actuar (ya sea como juez, ministerio público, asesor jurídico o defensor), debe de
conocer primeramente los conceptos fundamentales que estarán ligados con su actuar diario en el sistema de
procesamiento penal acusatorio, lo cual radica en los elementos que integran la teoría del delito.

De lo anterior se desprende la necesidad de mencionar los numerales 11 y 12 del Código Nacional de


Procedimientos Penales (DOF del 17 de julio de 2016), que hacen alusión a dos principios que imperan en el
proceso:

Artículo 11. Principio de igualdad entre las partes. Se garantiza a las partes, en condiciones de igualdad, el pleno
e irrestricto ejercicio de los derechos previstos en la Constitución, los Tratados y las leyes que de ellos emanen.

Artículo 12. Principio de juicio previo y debido proceso. Ninguna persona podrá ser condenada a una pena ni
sometida a una medida de seguridad, sino en virtud de resolución dictada por un Órgano jurisdiccional
previamente establecido, conforme a leyes expedidas con anterioridad al hecho, en un proceso sustanciado de
manera imparcial y con apego estricto a los derechos humanos previstos en la Constitución, los Tratados y las
leyes que de ellos emanen.

En efecto, dichos principios dan claridad a la importancia de los lineamientos del delito, siendo que para activar
o hacer efectivos los derechos que se encuentran latentes en los dispositivos aludidos, es necesario contar con
el conocimiento y puntualizar en su momento una acusación, defensa o resolución, ya sea el caso, en
consecuencia, el deber de realizar un estudio dogmático breve y preciso en los casos penales que les toque
intervenir, sobre todo si la argumentación jurídica ahora deberá de realizarse de forma oral en un proceso penal
en el que se deberán respetar los principios constitucionales y reproducidos en el ordenamiento legal
secundario de procedimientos penales, siendo el de inmediación, contradicción, publicidad, continuidad y
concentración.

Los operadores jurídicos antes de comenzar a realizar el estudio dogmático del delito deben de concentrarse,
primeramente, en los presupuestos del mismo, en donde posiblemente encontrarán una respuesta breve para
decidir sobre la estrategia respectiva de acuerdo al rol que desempeñen en el proceso penal acusatorio.

La teoría del caso no se ve únicamente desde el plano jurídico nacional, la perspectiva puede radicar en el
terreno de lo internacional, tal como lo podemos observar en el Estatuto de Roma (ECPI), en el que se articula la
responsabilidad internacional penal individual generada por la comisión de un hecho punible en su Parte III, en
sus artículos 22 y 33, titulada “De los principios generales de derecho penal”. Esta Parte está integrada por “una
serie de normas de nítido contenido penal material, cuyo alcance no se limita a la descripción de los crímenes de
competencia de la Corte, sino que se extiende a la determinación de los principios garantísticos delimitadores
del ejercicio del poder punitivo de la Corte, así como los presupuestos que fundamentan la responsabilidad de
los sujetos sometidos a su jurisdicción, sin olvidar, además, la relación de penas aplicables”. En consecuencia, el
ECPI contiene un verdadero Código Penal Internacional que contiene lo que en la actualidad se denomina la
parte general en donde se regulan el principio de legalidad de los delitos y de las penas, el error, las distintas
eximentes, etcétera, y la parte especial donde se tipifican los distintos delitos de competencia del Tribunal Penal
Internacional. Sin la parte general no podrían ser aplicados los distintos delitos por el Tribunal Penal

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Internacional. Evidentemente la aplicación de los criterios normativos de los elementos que integran la teoría
del delito es parte sustancial para formar parte de un proceso penal en esta Corte Internacional.

Partiendo de estas ideas, la Teoría del Delito permite realizar un análisis sobre la infracción de manera
escalonada y sistematizada que facilita tanto la interpretación de las normas penales como la correcta
fundamentación de las sentencias. Cuando un ciudadano puede conocer los lineamientos por dónde un
determinado Juez emitirá una decisión judicial, se dice que se está más cerca de alcanzar la seguridad jurídica, y
esto es precisamente lo que permite hacer la denominada Teoría del Delito.

Por un lado, la importancia de la teoría del delito radica en su función garantista, ya que se erige como una
barrera frente a la intervención violenta del poder penal, pues permite ofrecer criterios válidos a los jueces para
los supuestos que se presenten, y permite garantizar predictibilidad en las resoluciones que se emitan.

El derecho en la actualidad es argumentación, y como tal, la teoría del delito presenta las herramientas
necesarias para que pueda ser argumentado correctamente, por lo que la aplicación de dicha teoría sirve para la
práctica de los abogados, en un ejercicio que intenta fundamentar la prueba al momento de su presentación en
el juicio oral, y sus alegatos en la fase de clausura de los debates del juicio. Además, permite la elaboración
sistematizada de las denuncias y querellas de manera que los tipos penales queden correctamente identificados
y las conductas típicas puedan ser subsumibles con mayor facilidad de argumentación, lo que a todas luces
facilita la tarea probatoria.

1.2. Metodología en el estudio del derecho penal.

El Derecho Penal para el estudio de su contenido, tradicionalmente se ha dividido en dos partes, que coincide
también con la división de la mayor parte de Códigos Penales del mundo, una Parte General y una Parte
Especial; mientras que el método que utiliza es el Técnico Jurídico, el cual cuenta con tres fases para su correcta
aplicación.

CONTENIDO

Si bien es cierto, el Derecho Penal es la rama de Derecho Público, relativo a los delitos, a las penas y a las
medidas de seguridad con el único fin de conservar el orden social, por ende, se dice que es un conjunto de
normas y disposiciones jurídicas que regulan las conductas punibles que afectan a la sociedad, puesto que una
ley es creada con el fin de prevenir, es decir que, controla aquellos actos ilícitos bajo una pena considerada.

Dentro del estudio del Derecho Penal, se encuentran los elementos y la metodología que se utiliza en su
aplicación, es así que los elementos del Derecho Penal establecidos en la Escuela Clásica son:

El delito y,
La pena.
Mientras que para los Positivistas son los siguientes:

El delincuente,
El delito y,
La pena. Establecidos en ese orden.
Actualmente los elementos más aceptados, son los establecidos por los Positivistas, pero el estudio del
delincuente es puramente jurídico, evitando caer en exageraciones positivistas.

Dentro del Derecho penal existe un método de aplicación, el cual es conocido como Técnico Jurídico.

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Este método cuenta con tres fases de aplicación, para su correcto equilibrio, es así que tenemos la fase de La
Interpretación, la fase Dogmática y la fase Crítica.

1. La interpretación. – El científico recolecta datos para obtener el sentido de la norma jurídica positiva por la
captación del fin que persigue.

2. Dogmática. – Se elabora un sistema coordinado de principios extraídos del Ordenamiento Jurídico Positivo.

3. Crítica. – Es la proposición de reformas o también conocida como Crítica Jurídica y la incorporación de nuevas
instituciones como la Política Criminal.

De este modo, las dos primeras fases permiten conocer como es el Derecho Positivo, mientras que la última fase
permite determinar cómo debe ser.

El contenido es una concepción jurídica, la cual se refiere a que el Derecho Penal forma parte del derecho
positivo vigente, y se caracteriza por ser un conjunto de normas para la aplicación de las consecuencias jurídicas
que amenazan la infracción de aquellas.

La diferencia en sí, son las consecuencias jurídicas propias de esta rama del derecho, que son las penas
criminales y las medidas de seguridad.

Penas Criminales: privación de libertad, multas o privación de derechos determinados.

Medidas de Seguridad: destinadas a impedir la residencia.

Dentro del contenido, existe una forma sistemática que describe lo siguiente:

La Escuela Clásica impuso el sistema Bipartito: Parte General y Parte Especial, y se hace notar que lo que no está
en la Dogmática debe estudiarse en una introducción.

El Código penal se divide en una parte general que establece las pautas de aplicación del derecho penal, en
tanto que en la parte especial se determinan los delitos y las penas que se aplicaran en cada caso.

INTRODUCCION.
Concepto de Derecho penal.
Historia y Filosofía del Derecho Penal.
Legislación Penal Comparada.
Fuentes del Derecho Penal.
PARTE GENERAL

La Ley Penal.
El Delito.
El Delincuente.
PARTE ESPECIAL

Los delitos en particular.


Las faltas y las contravenciones.
CONCLUSIONES

El Derecho Penal, es un conjunto de disposiciones jurídicas que relacionan entre sí al delito, el delincuente y la
pena, con el fin de regular dicha conducta punible que prácticamente se encuentra afectando el orden social.

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Todos los actos ilícitos cometidos, causan desorden social, provocando inseguridad ciudadana, pero gracias al
Derecho Penal, estos actos son sancionados o castigados con una pena razonable a dicho acto.

Para una correcta aplicación del Derecho Penal, se necesita del método Técnico Jurídico, puesto que este
ayudará a establecer una pena adecuada al delito cometido por un autor específico denominado Delincuente.

El contenido del Derecho Penal, se estudia en tres facetas: Introducción, Parte General y Parte Especial, las
cuales detallan claramente el contenido de la materia.

La diferencia de los efectos jurídicos radica en la diferencia de penas, es decir existen penas criminales para
actos delictivos que alarme y pongan en riesgo el desorden social, así como también las medidas de seguridad,
aplicables para casos ilícitos leves.

1.3. Concepciones analítica y unitaria en el estudio del delito.

La doctrina para conocer la esencia del delito recurre a dos concepciones:

a) Biagio Petrocelli adopta la concepción analítica que estudia el delito descompuesto en sus propios elementos,
pero considerándolos en su conexión íntima al existir una vinculación indisoluble entre ellos, en razón de la
unidad del delito. El análisis no es la negación de la unidad, sino el medio para realizarla.

Cuello Calón sostiene que analizar los caracteres o aspectos del delito, no significa negar su unidad. El delito no
puede desintegrarse en elementos distintos, es un todo unitario que presenta diversos aspectos o facetas, cuyo
estudio es una exigencia de método que nos permite un más hondo conocimiento de su entidad.

Leopold Zimmerl adopta el método lógico formal del análisis. Ningún reparo dogmático impide proceder al
estudio por separado de los diversos elementos integrantes del delito, habida cuenta de que integran conceptos
distintos e independientes, ha de aceptarse sin reservas la posibilidad de la individualizada consideración de los
mismos. Lo cual no constituye sino la consecuencia de una elemental exigencia lógica. La característica peculiar
del método analítico reside, en la aprehensión del concepto total del delito partiendo de los elementos
singulares.

Tal concepto constituye, pues, como totalidad, el resultado de este modo de proceder. Para el método analítico,
la teoría del delito se construye igual que una pirámide: en su base se encuentra la acción y sobre este elemento
se asientan los restantes componentes del delito. Esta dirección es representativa de dos postulados
fundamentales: de una parte, que es posible y necesaria la aplicación del análisis a cada una de las
características constitutivas del delito; y de otra, que sólo a través del análisis de aquéllas es dado llegar a
determinar la existencia de éste. La esencia del delito se cifra, en definitiva, en el análisis orgánico de sus
diversos componentes.

b) Giuseppe Bettiol adopta la concepción totalizadora o unitaria que estima el delito como un bloque
monolítico, como una entidad inescindible en elementos diversos, que no se deja, para usar una expresión
vulgar, rebanar. Es decir, el delito es un todo orgánico, no fraccionable, su verdadera esencia, la realidad del
delito no está en cada uno de sus componentes ni tampoco en su suma, sino en el todo y en su intrínseca
unidad. Dice que la concepción unitaria del delito, surgió como reacción contra aquellas corrientes que en
nombre de un logicismo refinado habían terminado por dividir el delito en un número más o menos importante
de elementos, puestos todos en un mismo plano formal de investigación, con lo cual la consideración del delito
como un todo unitario se había ido perdiendo gradualmente. El delito terminó por quedar dividido en varios

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fragmentos, sin ningún vínculo de conexión entre sí y sobre la base de esta consideración se llegaba a una visión
parcial o del todo deshilvanada.

Guiseppe Bettiol manifiesta que la exasperación del método analítico considera el delito como una suma de
elementos dispersos y heterogéneos.

Como reacción contra este método analítico de trasfondo lógico formal, llamado también de la consideración
analítica o parcial, se ha desarrollado el método de la consideración unitaria por medio de la cual el delito se
presenta como una entidad que no permite se la escinda en elementos diversos, que, para usar una expresión
vulgar, no se deja cortar en tajadas.

El delito presenta aspectos, pero al examinar estos aspectos, como dice Maggiore, no se trata ya de un
compuesto respecto de sus componentes, o de una suma respecto de los sumandos. Ninguna de las
características del delito es un elemento si por tal se entiende una sección de aquél; cada una, en cambio, es un
aspecto; aspecto es todo el delito visto desde cierta perspectiva, así como todo el prisma se ofrece a la vista en
cada una de sus faces.

En Alemania en los años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial se insistió por varios penalistas, entre
quienes destacan Georg Dahm y Friedrich Schaffstein, en la llamada concepción unitaria del delito,
considerándolo como la rebelión de la voluntad individual contra la colectividad. Postula la síntesis en el plano
de la delimitación conceptual del delito. Las características del delito ofrecen, en esta nueva dirección
metodológica, una doble dimensión: de un lado, en su singular consideración, participan de la función
constitutiva; y, de otro, constatada la presencia del concepto unitario en virtud del cual asumen relevancia,
jurídico-penal, son únicamente facetas o aspectos del mismo.

El método unitario permite representar al delito como un círculo constituido por un punto central y una
circunferencia trazada en torno a este centro, de tal forma que cada uno de sus elementos singulares constituye
cualquier sector del mismo círculo.

Para esta orientación, la esencia del delito se cifra en una manifestación de la voluntad humana de tal modo
intolerable a las condiciones de vida social que es conminada por el ordenamiento jurídico con una sanción
penal.

El delito, en cuanto a manifestación de voluntad particular contraria al ordenamiento jurídico, constituye, en


definitiva, un algo total, un acontecimiento unitaria y orgánicamente configurado en la vida de la comunidad
social. Punto central del delito, considerado como un algo que no admite in se escisión substancial, es el autor y
su actuar: todo delito es, antes que nada, un determinado actuar del autor. Su esencia radica en el intento de
comprender las partes partiendo del todo, en lugar de comprender el todo partiendo de las partes.

Se critica a los seguidores de la concepción analítica lo que Mefistófeles en el Fausto de Goethe, dice: "disponen
de los elementos pero se les escapa el vínculo espiritual". La concepción unitaria del delito es particularmente
adecuada a las ideas totalitarias, para las cuales el delito, como voluntad individual rebelde a la voluntad
colectiva, es un acontecimiento unitario y orgánicamente homogéneo que no se deja aprehender en partes
singulares. El delito, objeto estructural, no podría ser captado en su verdadera esencia como una mera suma o
superposición de elementos, sino como una totalidad inescindible, que escapa al conocimiento analítico y sólo
sería accesible a lo que esta teoría llama la comprensión del objeto, que revelaría la esencia de éste.

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Francesco Carnelutti dice: “Entiéndase que cuando hablo de descomposición y de recomposición del delito,
aludo a una operación puramente lógica; la separación de cada uno de los elementos del delito es algo que
solamente ocurre en el campo del pensamiento.

Esto no quiere decir que los elementos no puedan existir separados in rerum natura; al contrario puede darse y
se da frecuentemente, por ejemplo, la forma del delito sin la voluntad o sin la causa, pero, cuando están
separados, no son en verdad el delito porque éste resulta de su combinación. Del mismo modo el oxígeno y el
hidrógeno existen también aislados, no sólo reunidos; pero si no están combinados juntos, de un cierto modo,
no forman el agua.

"Rechazados ambos métodos en su sentido unidimensional, es procedente, sin embargo, reconocer que ambos
son por completo imprescindibles en orden a la precisa determinación del concepto jurídico de delito; pues
estos dos métodos se complementan entre sí en términos tales que cada uno carece de sentido sin la
coordinación del otro. Constituye un lugar común el admitir que el análisis haya de ser puesto, inevitablemente,
al servicio de la síntesis, que su razón de ser se halla en función de ésta. Pero ha de tenerse en cuenta que ésta,
a su vez, es por completo inoperante desprovista del recurso técnico que aquél representa, si se le contempla
desde la perspectiva de una valoración técnica derivada de la singular consideración de los distintos elementos."

Podemos afirmar que en la contraposición entre el método de la consideración unitaria del delito y el de la
consideración analítica "han terminado siempre después de un acto preliminar de fe unitaria, por proceder a un
examen lógico-analítico de los diversos aspectos que el delito presenta. Han usado el mismo procedimiento de
los que han sostenido que la síntesis unitaria del delito debía producirse sólo luego de un examen analítico de
los diversos elementos de aquél.

TEORIA DEL ACTO SINALAGMATICO Y DERECHO PENAL DE AUTOR

La teoría de la acción sintomática, tiene sus antecedentes en la escuela positiva ya que algunos seguidores de
esta doctrina negaban al delito como entidad primordialmente jurídica, para ellos sólo valía según el grado de
peligrosidad del sujeto.

La doctrina sintomática mediante la crítica de los dogmas psicológico y político, buscan negar el fundamento de
existencia a la acción combatiendo el criterio realista. Explican que el concepto del delito no puede responder a
las exigencias de los modernos pueblos de cultura; primordialmente frente a la reincidencia y a los delincuentes

habituales.

Eugenio Raúl Zaffaroni dice que "desde que Liszt afirmara que no se pena el hecho sino al autor, hasta la
actualidad, se han desarrollado en la dogmática de Alemania e Italia principalmente, una serie de teorías que
pretenden negar valor a la relevancia jurídica de la conducta humana para concedérselo al autor, y que en los
diversos niveles de la construcción analítica cobran denominaciones distintas: en la conducta es la teoría del
acto sintomático, en el del tipo la del tipo de autor, en la culpabilidad la de culpabilidad del carácter y, en cuanto
a la antijuridicidad, se niegan por lo general a distinguirla de la culpabilidad. El Derecho Penal de Autor es hijo
legítimo del positivismo criminológico, de la escuela positiva italiana, del Derecho protector de los criminales de
Dorado Montero en España y de las teorías de Liszt en Alemania. El tipo de autor tiene la pretensión de
aprehender normativamente, no ya conductas sino personalidades, sosteniendo que a cada tipo normativo
corresponde un tipo de personalidad. Así, al robo la del ladrón, al homicidio la del homicida, a la estafa la del
estafador, etc.

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No es la conducta la que el tipo encierra, sino que encierra la personalidad del autor de esa conducta. Semejante
concepción no puede conducir más que a un feroz desastre para el ser humano: no se nos prohíben ciertas
conductas, sino nuestra personalidad. No debemos dejar de cometer ciertas conductas para que no se nos pene,
sino cambiar nuestra personalidad, pues para sus sostenedores la diferencia entre tipicidad e injusto es
imposible y la separación del injusto y culpabilidad irrealizable. El Derecho penetraría así hasta el fondo mismo
de cada individuo hasta abarcar su individualidad toda, como que abarcaría su personalidad y, por ende, su
completa elección existencial y el desenvolvimiento total de la misma.

1.4. Elementos y presupuesto del delito.

La palabra delito proviene del vocablo "delinquere" que significa apartarse del buen camino. Significa alejarse
del camino señalado por la ley.

Maggiore, señala que: "Delito es un hecho que ofende gravemente al orden ético y por esta razón no puede ser
tolerado por el Estado".

Moisés Vergara: "Delito es un hecho realizado por el hombre que hiere la existencia y el progreso de la sociedad,
y por ende, el Estado, por vía de la ley penal, impone una pena al ofensor, como el único ánimo de reestablecer
la estabilidad social quebrantada.

Noción sociológica del delito

El positivismo Lombrosiano, trató de demostrar que el delito es un fenómeno o un hecho natural, resultado
necesario de factores hereditarios, de causas físicas y fenómenos sociológicos.

Señala Garófalo, delito es "la violación a los sentimientos de piedad, y de probidad poseídos por una población
en la medida mínima que es indispensable para la adaptación del individuo a la sociedad."

Noción Jurídica o formal del delito.

Delito expresada en la ley penal. Es la definición que hace el legislador en el mismo ordenamiento jurídico
penal.(código penal Venezolano Art. 1 al 61)

El artículo 5 del Código Penal Sonorense lo define como el acto u omisión que sancionan las leyes penales.

"Acto típicamente antijurídico, culpable e imputable a una persona y castigado con una sanción penal."

Noción sustancial del delito

Esta noción de delito hace referencia a la composición del delito, a la sustancia o elementos que componen al
delito. La noción sustancial varía de un autor a otro, unos señalan dos, tres, hasta seis elementos del delito.

Así Edmundo Mezger señala que delito "es la acción típicamente antijurídica y culpable".

Cuello Calón, señala que el delito "es la acción humana antijurídica, típica, culpable y punible".

Jiménez de Asúa: "delito es el acto típicamente antijurídico, culpable, sometido a veces a condiciones objetivas
de penalidad, imputable a un hombre y sometido a una sanción penal.

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Elementos del delito

Elementos del delito Elementos positivos u objetos Elementos Negativos o Subjetivos

Sueño natural , artificial,


Acto Acción Ausencia de Acción
hipnosis, actos reflejos

Típicamente Tipicidad Atipicidad No adecuación al tipo legal

Legitima defensa estado de


necesidad ejercicio de un
Antijurídico Antijuricidad Causas de Justificación
derecho cumplimiento del
deber

Error de hecho esencial


Culpable Culpabilidad Inculpabilidad
caso fortuito

La minoridad penal
Imputable Imputabilidad Inimputabilidad
enfermedad mental

Pena Punibilidad Causas de impunidad

Sujetos y objetos del delito


Sujeto Activo: Persona física o natural, individuo, humano quien delinque o en otras palabras el que ejecuta el
hecho o realiza la acción.
En la comisión de los hechos delictuosos siempre interviene un sujeto que al hacer o no hacer algo legalmente
tipificado, da lugar a la relación jurídica material y posteriormente a la relación procesal.
El ser humano es el único autor o posible autor de delitos, sin embargo no siempre ha sido así, antiguamente,
entre los árabes y los hebreos, los animales y los difuntos fueron considerados sujetos autores de delitos.
Sujeto del delito es la persona que de manera activa realiza la conducta delictiva.
Existen autores que le denominan también: criminal, agente, delincuente, reo, inculpado, agresor, presunto
responsable, imputado, Inculpado, procesado, acusado, condenado, reo, etc.
La persona moral tiene imposibilidad para ser sujeto activo del delito. Únicamente una persona física puede ser
sujeto activo del delito.
Salvo que la ley no disponga lo contrario solo en determinados casos el sujeto activo debe tener ciertas
características.
Características del sujeto activo

Delito Característica exigidas del sujeto Activo

Tortura Tener la calidad de funcionario público

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Violencia intrafamiliar Tener una relación de parentesco con la víctima (ejes. Padre, adoptante, esposo, etc.)

Acoso sexual En ciertas legislaciones se exige que el activo sea superior jerárquico de la víctima

Incesto Debe haber relación de consanguinidad entre los activos

Adulterio Debe ser persona civilmente casada

Bigamia Debe ser persona civilmente casada

Abuso de autoridad Tener la calidad de funcionario público

Abandono de un servicio público Tener la calidad de funcionario público

Sujeto Pasivo: Titular del bien jurídico al que se le ocasiona daño o se lesiona como consecuencia de la comisión
del delito
Es la persona que sufre la afectación en sus bienes jurídicamente tutelados, a consecuencia del delito. Se le
conoce también como la víctima u ofendidos .El sujeto pasivo del delito se clasifica en sujeto pasivo del daño y
sujeto pasivo del delito
Sujeto Pasivo del daño, es la persona que resiente los efectos del delito. Ejemplo: los dependientes económicos
del muerto, sus acreedores, etc. Es la persona que resulta afectada a consecuencia del delito.
Sujeto pasivo del delito, es el titular del derecho violado, por ejemplo, el lesionado en un accidente de tránsito,
el dueño del auto chocado, el muerto, el dueño del bien robado, la mujer violada.
En general cualquier persona puede ser sujeto pasivo del delito, salvo que se disponga expresamente dentro de
los elementos del delito.
Características del sujeto pasivo

Delito Característica exigidas del sujeto pasivo

- Estupro - Mujer menor de 18 años

- Violencia intrafamiliar - Tener una relación de parentesco con su agresor: hijo, adoptado, esposo (a), etc.

- Acoso sexual - En ciertas legislaciones se exige una relación laboral o educativa con el sujeto activo

- Aborto - Producto de la concepción

- Adulterio - El cónyuge inocente

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Cabe destacar que en el mayor de los casos sujeto pasivo del daño y sujeto pasivo del delito recaen en una
misma persona, y esto se da principalmente en los delitos patrimoniales, en donde una persona es la que sufre
el deterioro, daño o el despojo de un bien del cual no es el legítimo dueño. Ejemplo. El caso de la persona que
siendo arrendador de una casa habitación, es despojada por otra persona, en este caso si bien es cierto sufre
una privación en el uso y disfrute de sus bienes por los que incluso pagó por adelantado, él no es el titular el
dueño de la cosa objeto del arrendamiento sino el arrendatario, quien consecuentemente resulta ser el sujeto
pasivo del delito.
Objeto material: esta representado por la persona o bien sobre el cual recae directamente la acción o el delito
Objetos del delito
Objeto material del delito, es la cosa, situación o persona sobre la que se realiza el delito.
Objetos del delito material

Homicidio Robo Violencia intrafamiliar Conspiración Injurias violación

Las instituciones del


La persona bien mueble Familia La persona La persona
Estado

Objeto jurídico: Es el bien jurídico afectado por el hecho punible también conocido como bien jurídico tutelado.
Es el valor fundamental del ser humano lesionado o puesto en peligro con la actividad delictiva.
Objeto jurídico del delito

Violencia
Homicidio Robo Conspiración Injurias violación
intrafamiliar

El normal funcionamiento La libertad sexual y


La integridad de la
Vida patrimonio de las instituciones del honor el desarrollopsicosexual
familia
Estado de las personas.

Sujetos y objetos del delito. Síntesis

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La Acción (Primer Elemento del Delito)
Acción.
Manifestación de voluntad de una conducta externa que puede ser positiva como negativa, humana, voluntaria
y que produce cambios en el mundo exterior.
La Acción es el elemento básico del delito, consistente en el comportamiento humano, manifestado mediante
una acción, hecho, acto o actividad decarácter voluntario, activo o negativo que produce un resultado.
Es la acción, hecho, acto o actividad. Material exterior, positivo o negativo producido por el
hombre, comportamiento humano voluntario, activo o negativo que produce un resultado.
La conducta puede manifestarse de dos formas: A través de una acción o de una omisión.
A través de una acción. Consiste en actuar o hacer, es un hecho positivo que implica que el agente lleva a cabo
uno o varios movimientos corporales y comete la infracción a la ley por sí mismo o por medio de instrumentos,
animales, mecanismos e incluso de personas.
La conducta se puede realizar por un acto o varios. Por ejemplo, para matar a una persona, el agente realiza las
siguientes conductas: comprar la sustancia letal, preparar la bebida, invitar a la víctima a su casa y darle de
beber el brebaje.
Elementos de la Acción:
1.- Voluntad. Es el querer por parte del sujeto activo de cometer el delito, es la intención.
2.- Actividad. Consiste en "hacer" o actuar. Es el movimiento corporal humano encaminado a producir el ilícito.
3.- Resultado.- Consecuencia de la conducta. El fin deseado por el agente.
4.- Nexo de causalidad.- Ligamiento que une la conducta con el resultado, el cual debe ser material. De tal
manera que el resultado no puede atribuirse a otra causa.
El nexo causal debe ser material, ya que si es moral, psicológico o espiritual será irrelevante para el derecho
penal. Debe ser el idóneo para producir el resultado típico.
A través de una omisión, consiste en realizar una conducta típica con abstención de actuar, esto es, no hacer o
dejar de hacer. Constituye la forma negativa del comportamiento.
Es la inactividad voluntaria cuando la norma penal impone el deber de ejecutar un hecho determinado. Si no se
tiene el deber de obrar no existe omisión ni delito alguno. La omisión presupone la existencia de una norma que
imponga la acción omitida.
Elementos de la Omisión:
1.- Voluntad. Consiste en querer no realizar la acción esperada y exigida. Esto es querer la inactividad voluntaria
o culposamente.
2.- Omisión. Consiste en "no hacer" o dejar de actuar.
3.- Resultado.- Consecuencia de la conducta.
4.- Nexo de causalidad.- Ligamiento que une la conducta con el resultado, el cual debe ser material. De tal
manera que el resultado no puede atribuirse a otra causa.
La omisión se clasifica en omisión simple o comisión por omisión.

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Omisión simple (omisión propia). Consiste en no hacer lo que se debe hacer, ya sea voluntaria o culposamente,
con lo cual se produce el delito, aunque no haya un resultado, se infringe una norma preceptiva.
Solo se traduce en una simple desobediencia a la ley, sin resultado concreto, pero con peligro de que se
produzca.
Ejemplos: Al que sin causa legítima se rehusare a prestar un servicio público a que la ley lo obligue (Delito de
desobediencia y resistencia de particulares.)
Al que con infracción de los deberes de su profesión deje de comunicar a las autoridades las noticias que tuviere
acerca de la comisión de algún delito.
Al que encuentre abandonada o perdida en cualquier sitio a una persona incapaz de cuidarse a si misma o
amenazada de un peligro cualquiera, y no diere auxilio inmediato a la autoridad u omitiere prestarle auxilio
necesario.
Comisión por omisión (omisión impropia). Es un no hacer voluntario, cuya abstención produce un resultado
material. Se infringe una norma preceptiva y otra prohibitiva. Se viola un precepto de acción, junto a una
prohibición de comisión.
Ejemplo: La madre que con el fin de procurar el aborto, deja de tomar el medicamento que indicó el médico
para proteger la vida del producto, de manera que causa la muerte de éste, por lo tanto comete el delito
de aborto.
La madre desnaturalizada que queriendo dar muerte a su hijo, omite el amamantarlo produciendo con ello su
muerte.
En los delitos de comisión por omisión se da una doble trasgresión: por una parte se viola una norma negativa
(que prohíbe un hacer); y por la otra, se vulnera una norma positiva (que manda hacer algo).
Relación de Causalidad
Condición necesaria de la responsabilidad penal ante un hecho realizado por un individuo en contra de otro o
sus bienes; causa efecto que produce un cambio en el mundo exterior y que por lo general se caracteriza por ser
un acto o acción negativa,
Relación de causalidad

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TEORIA DE LA ÚLTIMA CONDICION
Atribuye la materialización del hecho a la última persona que ejecuto el agravió final y que trae como
consecuencia el daño fulminante a la víctima.
TEORÍA DE LA CONDICIÓN MÁS EFICAZ
Enuncia esta teoría que dentro de los factores que inciden en la perpetración de un delito se le atribuirá mayor
culpa al individuo que identifique y aproveche la supremacía delictiva ante la víctima y de esta manera hace
eficaz su acción.
TEORÍA DE THYREN
Consiste en suprimir del hecho la acción, si suprimiendo esta el resultado desaparece se demuestra una relación
de causalidad entre el hecho antijurídico y la conducta del individuo. De lo contrario no existe delito.
TEORÍA DE CAUSALIDAD ADECUADA
"La causa de un resultado antijurídico es solamente la condición adecuada; la condición adecuada a ese
resultado antijurídico es solo la condición producida por ese resultado"
TEORÍA DE LA EQUIVALENCIA DE CONDICIONES
Esta teoría afirma que el resultado de un hecho es igual al comportamiento del individuo es decir si la persona
prepara un escenario, previo a ejecutar una acción es responsable de tal por tanto y por cuanto coloco
condiciones favorables para realizar el hecho antijurídico.
"Tal como actúes así eres, el resultado de tu conducta es le producto de tu propia voluntad"
Dr. Jorge Eliécer Mendoza R.
Ausencia de la Acción
Segundo
Elemento negativo de la Acción: Ausencia de Acción.
El aspectos negativo de la Acción, se presenta cuando no se produce ésta por la voluntad directa de la agente,
sino se generan a partir de circunstancias externas al sujeto. Son actos no voluntarios, por ejemplo, los
movimientos reflejos. Los actos que escapan a todo control del querer no pueden atribuirse a la voluntad y por
lo tanto, no pueden constituir delito.
La ausencia de la Acción se presenta por las siguientes causas:
 a. El Sueño Natural
 b. El Sonambulismo
 c. Las pesadillas
 d. Ebriedad onírica o Ebriedad del Sueño
 e. Sueño Artificial o Hipnosis
 f. Actos Reflejos, Automáticos o inconscientes
 g. Actos Violentos.
 h. Fuerza física superior exterior irresistible Vis absoluta

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 i. Fuerza mayor o Vis maior
 a. El Sueño Natural: Condición orgánica de estado de inconciencia es la suspensión de la vida para descansar
cesan los actos reflejos y cualquier actividad motriz del cuerpo.
 b. El Sonambulismo: Marchar Dormido; Actividad motriz del individuo, inconsciente estando dormido incluso
pudiere conversar lógicamente y ejecutar actos o acciones de las cuales al despertar no recordaría
 c. Las Pesadillas: Actividad del sub.-conciente con posibles actividades motrices, estudio profundo de
situaciones conflictivas apagadas a la realidad o por el contrario sugestión a extrema a intenso dolor o estrés.
 d. Ebriedad onírica o Ebriedad del Sueño: Condición extrema por cansancio en la que se produce la perdida
de reflejos y vencimiento de la voluntad por el sueño. Persistencia del soñar.
 e. Sueño Artificial o Hipnosis: El sueño natural inducido por otra persona.
 f. Actos Reflejos, Automáticos o inconscientes: Movimientos no voluntarios que obedecen a una reacción
producto de un estimulo o excitación.
 g. Actos Violentos: Producto de un violencia física, amenaza o coacción moral y sicológica, involuntario y no
genera culpa.
 h. Fuerza física exterior irresistible (VIS absoluta).- Por ella debe entenderse cierta violencia hecha al cuerpo
del agente, que da por resultado que éste ejecute irremediablemente, lo que no ha querido ejecutar. No hay
acción o conducta cuando se es violentado por una fuerza exterior que no se puede resistir. Supera la
voluntad del sujeto de tal modo de que es incapaz de autodeterminarse. Por ejemplo, el policía que es atado
para que no persiga al delincuente. La violencia física debe ser irresistible, que anule la libertad del agente y
quien, por consiguiente, no es causa moral del delito, ni siquiera su causa física, sino mero instrumento. De
acuerdo con la doctrina y la jurisprudencia, debe entenderse que el sujeto actuó en virtud de un fuerza física
exterior irresistible, cuando sobre el se ejerce directamente una fuerza superior a las propias, al cual se ve
sometido, por cuya circunstancia su acto es involuntario. Cuando un sujeto comete un delito por una fuerza
física e irresistible proveniente de otro sujeto, no hay voluntad en la realización y no se puede presentar el
elemento de conducta en virtud de no ser un acto voluntario. Es importante determinar que la fuerza debe
ser física, es decir material – no puede ser de naturaleza moral – porque es la única que puede obligar al
sujeto que recibe la fuerza física, no la puede dominar o resistir y es vencido por ella.
 i. Fuerza mayor (VIS mayor).- Esta causa de ausencia de conducta, deriva de la naturaleza. Se presenta una
conducta delictiva por causa de fuerza mayor, es decir, cuando el sujeto realiza una acción, en sentido amplio
(acción u omisión) coaccionado por una fuerza física irresistible proveniente de la naturaleza. En la fuerza
mayor como en la fuerza física exterior irresistible, no hay voluntad en el sujeto, la diferencia estriba en que
la vis absoluta, es una fuerza irresistible proveniente del hombre, mientras que la vis maior es una fuerza
proveniente de la naturaleza. Ejemplo: Quien propina a otro una simple bofetada y al retirar la víctima
violentamente la cabeza se pega contra el poste del tranvía y se fractura la base del cráneo, de cuya lesión
muere horas después, por lo tanto no podemos cargar en la cuenta del autor del hecho insignificante, la
muerte que resultó por se absolutamente imprevisible. Tanto la Fuerza física como la fuerza mayor eliminan
la conducta humana. Pero si el sujeto puede controlarlas o por lo menos retardarlas, ya no funcionan como
elementos negativos del delito.
La Antijuricidad
Tercer Elemento positivo del Delito.
La Antijuricidad: Relación de contradicción entre el acto de la vida real y las normas objetivas del derecho
positivo.

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En la legislación Venezolana podemos encontrar claramente definidos los actos que no son punibles (art. 65
C.P.)
No es punible:
 1. El que obra en cumplimiento del deber o ejercicio legitimo de un derecho.
 2. El que obra en virtud de obediencia legítima y debida.
 3. El que obra en defensa propia
 a. Agresión ilegitima
 b. Necesidad de medio empleado
 c. El que obra constreñido de necesidad
Teoría de la norma (Carlos Binding.)
Según esta teoría el delincuente no viola la ley penal si no por el contrario el adecua o conforma su conducta con
la ley penal por tanto su acción u omisión a esta lo que contraviene es la norma que se encuentra por encima de
la ley.
Teoría de la norma de Cultura
La contradicción de un acto de la vida real, las normas de cultura son órdenes y prohibiciones para exigir un
comportamiento de acuerdo a la idiosincrásica de la sociedad.
Caracteres de la Antijuricidad
Objetividad: para determinar si un acto es antijurídica o no debemos realizar juicios objetivos de comparación
con las normas objetivas del derecho positivo sin emitir opiniones o entrar en contradicciones.
Unidad: debe coexistir un solo criterio universal de la Antijuricidad sin sub.-dividirla de acuerdo a la rama del
derecho que se trate por tanto es el hecho ola acción que se valora en si.
Causas de Justificación de la Antijuricidad
Son todas aquellas circunstancias que excluyen o eximen el acto típico, inicialmente delictivo pero que por estas
se constituyen en justificaciones perfectas al derecho
Todo lo que justifique una conducta típica y antijurídica.
Legitima defensa
Reacción necesaria ante una agresión o acto de a ilegitimo no provocado actual e inminente; acto reflejo de
defensa voluntario conciente para protegerse o proteger.
Requisitos para la Legítima Defensa (Art. 65 numeral 3 C.P.)
 1. El que obra en defensa propia
 a. Agresión ilegitima
 b. Necesidad de medio empleado
 c. El que obra constreñido de necesidad
Cuarto
Causas de Justificación

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Estado de necesidad.
Es una causa de justificación derivada de una situación de peligro o necesidad que lleva a afectar los bienes
jurídicos ajenos.
El "estado de necesidad" es una frase compuesta de dos palabras latinas: status, que significa "situación" o
"estado" y necesitas, que se refiere al imperativo con que una causa produce cierto efecto. Conjugadas esas
palabras en el campo jurídico, tenemos que el "estado de necesidad" será entonces: "una situación que
engendra una causa, la cual a su vez producirá necesariamente un efecto, desde luego dañino, tiene como
necesidad atacar lasituación que engendra la causa".
El Estado de necesidad, consiste en obrar por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno,
respecto de un peligro real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el agente, lesionando otro bien
de menor o igual valor que el salvaguardado siempre que el peligro no sea evitable por otros medios y el agente
no tuviere el deber jurídico de afrontarlo.
Elementos del concepto.
 a. Peligro. Debe existir la amenaza (posibilidad segura) de una situación que pueda causar daño a alguno de
los bienes jurídicos de los cuales es titular de una persona. (Debe ser real, actual o inminente).
 b. El peligro no debe haberlo causado dolosamente el agente.
 c. El peligro debe existir sobre bienes jurídicos propios o ajenos
 d. Causar un daño. El agente obrará ante el peligro de tal forma, que causará una afectación o daño a un bien
jurídico para salvar otro (propio o ajeno). El daño carecerá de Antijuricidad.
 e. Que no exista otro medio practicable y menos perjudicial.
Casos especialmente tipificados.
 1. Aborto terapéutico. Llamado también aborto necesario, consiste en "no se aplicará sanción cuando de no
practicarse el aborto, la mujer embarazada corre peligro de muerte, a juicio del médico que la asista, oyendo
este el dictamen de otro médico, siempre que esto fuere posible y no sea peligrosa la demora".
 2. Robo de indigente. También conocido como robo de famélico. "no se castigará a quien, sin emplear
engaños ni medios violentos, se apodera una sola vez de los objetos estrictamente indispensables para
satisfacer sus necesidades personales o familiares del momento. Se trata del robo de cosas que pueda
satisfacer alguna necesidad apremiante, no sólo alimentos, sino también objetos que resulten indispensables
en un momento dado para salvar un bien jurídicamente tutelado, como medicamentos, agua, oxígeno, ropas
e incluso dinero.
Otros casos
El que invade el domicilio ajeno huyendo de un perro hidrófobo, y el piloto que posa su avión en un campo
sembrado, a causa de un desperfecto.
Ejercicio de un derecho
Ejercer un derecho es causar algún daño cuando se obra de forma legítima, siempre que exista necesidad
racional del medio empleado.
El daño se causa en virtud de ejercer un derecho derivado de una norma jurídica o de otra situación, como el
ejercicio de una profesión, de una relación familiar, etc.

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Ejemplo: el médico que amputa una pierna para que no avance la gangrena causa una mutilación (lesión), pero
su conducta a pesar de ser típica, no es antijurídica porque actúa en ejercicio de un derecho; a su vez, el
abogado y actuario que toman bienes muebles ajenos por virtud de una orden de embargo no cometen ilícito
alguno, porque también actúan en el ejercicio de un derecho.
En los deportes resulta frecuente que los deportistas infieran a otras determinadas lesiones y a veces,
el homicidio. Se presupone que el ejercicio del derecho implica una autorización oficial por parte del Estado; de
no existir ésta, el ilícito resultante puede entrar en el rubro de la responsabilidad penal.
Cumplimiento de un deber.
En el uso común, cumplir es ejecutar, llevar a efecto. Hacer uno aquello que debe o a que esta obligado. Deber
es aquello a que esta obligado el hombre por algún tipo de normas, particularmente jurídicas o religiosas.
También se entiende por deber, desempeñar el oficio o ministerio de que esta encargado.
Consiste en causar un daño obrando en forma legítima en cumplimiento de un deber jurídico, siempre que
exista necesidad racional del medio empleado. Al igual que el ejercicio de un derecho debe derivar del ejercicio
de ciertas profesiones.
La separación entre cumplimiento de un deber y ejercicio de un derecho es correcta, ya que en este sentido es
debido todo acto cuya omisión es sancionada, mientras que la segunda hipótesis se refiere a aquellos actos
permitidos pero no obligatorios.
Obediencia Jerárquica
El cumplimiento de una orden emanada de un superior jerárquico, dictada conforme a derecho, origina a favor
del subordinado la causa de justificación, que excluye la responsabilidad de quien obra en cumplimiento de un
deber o en el ejercicio de un derecho consignado en la ley.
Consiste en causar un daño en obediencia a un superior legítimo en el orden jerárquico, aun cuando su mandato
constituya un delito, si esta circunstancia no es notoria, ni se prueba que el acusado la conocía.
Por el contrario, si la orden es contraria a derecho, su cumplimiento por parte del inferior jerárquico en ningún
caso puede recibir la misma solución, aun cuando se trate de un mandato ''vinculatorio'' para el subordinado,
quien al obedecer actúa tan antijurídicamente como el superior que la dictó.
Se que excluye la responsabilidad de quien obedece a un superior legítimo en el orden jerárquico, aun cuando
su mandato constituya un delito, si esta circunstancia no es notoria ni se prueba que el acusado la conocía, no
puede ser entendida como causa de justificación como es sostenido por un sector de la doctrina.
La orden ilegal no deja de serlo porque se encargue su ejecución a un subordinado que la cumple en virtud de
un error pues la juridicidad del hecho no depende del conocimiento de quien actúa, sino de su adecuación al
orden jurídico.
El deber de obediencia no se deriva de la existencia de un mandato vinculante, puesto que el inferior aun en ese
caso no debe cumplirlo si la ilegalidad es notoria o está en conocimiento de tal circunstancia. La exclusión de
responsabilidad del subordinado es consecuencia de una ignorancia de la antijuridicidad de su comportamiento,
error que un mandato vinculatorio torna insuperable al impedirle inspeccionar la validez de la orden.
La inculpabilidad del inferior esta condicionada a la concurrencia de los siguientes requisitos:
 1. Existencia de una relación de dependencia jerárquica entre el superior que dictó la orden ilegal y el inferior
que la ejecutó.

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 2. El acto ordenado debe corresponder a los respectivos ámbitos de competencia de superior e inferior, pues
de lo contrario sería notoriamente ilegal, y el subordinado no podría ampararse en error.
 3. La orden debe estar revestida de todos los recaudados formales previstos en la ley.
 4. El cumplimiento del mandato debe ser consecuencia de un error del inferior que dadas las circunstancias
resulte insuperable.
Efectos que produce la obediencia jerárquica son los siguientes
 1. El superior es autor mediato pues ha realizado el acto antijurídico valiéndose de un instrumento.
Su dominio del hecho se apoya en el error del subordinado;
 2. En relación a la tentativa, debe entenderse que existe comienzo de ejecución desde que el superior
transmite la orden al subordinado pues desde ese momento desprende de su mano el hecho;
 3. El inferior no resulta culpable ya que, cumplidos los requisitos de la obediencia jerárquica, padece un error
de prohibición insuperable;
 4. Si el error hubiere sido vencible, como en el caso de no utilización de un poder de inspección a disposición
del subordinado, tal circunstancia puede ser considerada por el juez para atenuar la pena que corresponde al
inferior dentro de la escala prevista al delito cometido, por concurrir una circunstancia que disminuye
su culpabilidad;
 5. Dado que el hecho cometido es antijurídico, la eximente no beneficia necesariamente a eventuales
partícipes, cuya culpabilidad deberá ser analizada en forma independiente y personal, en función del
reproche que a cada uno de ellos pueda formularse, y
 6. Por la misma razón, la orden obedecida no genera deber de tolerancia hacia terceros, quienes en principio
pueden oponer legítima defensa frente al acto del subordinado.
Impedimento legitimo
Causar un daño, en contravención a lo dispuesto por la ley penal, de manera que se deje de hacer lo que se
manda, por un impedimento legítimo. Constituye propiamente una omisión, se trata de no ejecutar algo que
una ley ordena, pues otra norma superior a aquella lo impide.
Por ejemplo, no auxiliar al atropellado, sin quien lo atropelló lleva gravemente enferma a su madre.
Requisitos del estado de necesidad
 a. Peligro Grave e Inminente
 b. Requisito de Origen
 c. La Inevitabilidad del Peligro y Proporción
Quinto
La Imputabilidad
"Son las condiciones físicas y psíquicas exigidas por la ley para que una persona capaz de derecho penal pueda
ser estimada violadora del ordenamiento jurídica."
Jorge Eliécer Mendoza

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"Es el conjunto de condiciones físicas y psíquicas de madurez y de salud mental, legalmente necesarias para
que puedan ser puestos en la cuenta de una persona determinada, los actos típicamente antijurídicos que tal
persona ha cometido"
Hernando Grisanti Aveledo
"Es el conjunto de coincidencias de hecho y circunstancias de derecho en torno a un acto ilícito que hacen que
un individuo sea efectivamente señalado como sujeto activo del delito."
Marlon Sosa
Para ser culpable un sujeto, precisa que antes sea imputable; si en la culpabilidad intervienen el conocimiento y
la voluntad, se requiere la posibilidad de ejercer esas facultades. Para que el individuo conozca la ilicitud de su
acto y quiera realizarlo, debe tener la capacidad de entender y querer. La actitudintelectual y volitiva constituye
el presupuesto necesario de la culpabilidad.
Imputabilidad por lo tanto dentro del derecho penal es la capacidad de entender y querer.
Señala Fernando Castellanos Tena, que la imputabilidad son el conjunto de condiciones mínimas de salud y
desarrollo mentales en el autor, en el momento del acto típico penal, que lo capacitan para responder del
mismo.
Quitar: Imputabilidad (Florián). El conjunto de condiciones merced a las cuales un hecho puede ser atribuido a
un hombre como su causa; la aptitud del individuo para responder, frente a la ley penal, de un hecho
incriminado como delito.
Imputables son todos aquellos sujetos que por reunir las condiciones psíquicas de madurez y salud mental
que la ley reclama, se encuentran capacitados para entender y querer y responder así ante el Estado de sus
acciones contrarias al ordenamiento jurídico penal.
La imputabilidad es la posibilidad condicionada por la salud mental y por el desarrollo del autor, para obrar
según el justo conocimiento del deber existente. Es la capacidad de entender y querer en el campo del derecho
penal.
Será imputable, todo aquel que tenga desarrollada la mente y no padece ninguna anomalía psicológica
que le imposibilite para entender y querer. Son por lo tanto, las condiciones mínimas de salud y desarrollos
mentales en el autor.
La imputabilidad está determinada por un mínimo físico representado por la edad y otro psíquico,
consistente en la salud mental.
Cabe distinguir la imputabilidad de la responsabilidad. Responsabilidad es el deber jurídico en que se
encuentra el individuo imputable de dar cuenta a la sociedad por el hecho realizado. La imputabilidad es un estado
psicológico la responsabilidad un deber, la responsabilidad surge como consecuencia de la imputabilidad.
Acciones libera in causa
La imputabilidad debe existir en el momento de la ejecución del hecho; pero en ocasiones el sujeto, antes
de actuar, voluntaria o culposamente se coloca en situación de inimputable y en esas condiciones produce el
delito. A esas acciones se les llama libera in causa (libres en su causa pero determinadas en cuanto a su efecto).
Tal es el caso de quien decide cometer un homicidio y para darse ánimo bebe con exceso y ejecuta el delito en
estado de ebriedad. No se elimina la responsabilidad si realiza una conducta en un estado de inconsciencia
voluntariamente procurado.
La imputabilidad es soporte básico y esencialísimo de la culpabilidad, sin aquélla no existe ésta y sin
culpabilidad no puede configurarse el delito; luego la imputabilidad es indispensable para la conformación de la
figura delictiva.
La inimputabilidad constituye el aspecto negativo de la imputabilidad. Las causas de inimputabilidad son
todas aquellas capaces de anular o neutralizar, ya sea el desarrollo o la salud de la mente, en cuyo caso el sujeto

21
carece de la aptitud psicológica para la delictuosidad. Un sujeto es inimputable cuando su aptitud psíquica o su
capacidad para comprender la ilicitud de su actuar es inexistente por encontrarse gravemente alterada o
inmadura. El inimputable es penalmente irresponsable.
Principales causas de inimputabilidad
a. Minoría de edad
b. Enfermedades mentales
c. Estado mental transitorio
d. Sordomudez
1. Minoría de Edad. Los menores de 18 años son inimputables y, por lo mismo, cuando realizan
comportamientos típicos no se configuran los delitos respectivos. La ley fija como límite los 18
años, por considerar a los menores de esa edad una materia dúctil, susceptible de corrección. Con
la intención de prevenir reiteración de futuros actos criminales en el menor delincuente, existen
medidas de carácter tutelar.
Según las condiciones peculiares del menor y la gravedad del hecho, las medidas
aplicables a los menores serán apercibimiento o internamiento en la forma siguiente: reclusión a
domicilio, reclusión escolar, reclusión en un hogar, reclusión en establecimiento médico, en
establecimientos correccionales.
2. Enfermedades mentales. Las enfermedades mentales son procesos psicopatológicos agudos,
crónicos o permanentes, que producen alteraciones modificatorias de la personalidad psíquica
del enfermo, anulando su capacidad de entender y querer.
a. Idiotez e imbecilidad. Las cerebropatías (detención del desarrollo de las células
encefálicas, originadas por diversos traumatismos o enfermedades infecciosas como la
meningitis, etc. Originan alteraciones en el normal desarrollo físico mental que varía de
acuerdo con los centros nerviosos afectados.
Los locos, idiotas, imbéciles, o los que sufran cualquier otra debilidad, enfermedad
o anomalía mentales, y que hayan ejecutado hechos o incurrido en omisiones definidos
como delitos serán recluidos en manicomios o en departamentos especiales por todo el
tiempo necesario para su curación.
El imbécil o el idiota es plenamente inimputable, carece de inteligencia y, por ello,
de capacidad para entender y valorizar en su verdadero sentido y significación los actos
realizados.
Existe en los casos antes mencionados de ausencia absoluta de imputabilidad y por lo
tanto no se le aplica una pena sino una medida de seguridad y no penas.
3. Estado mental transitorio.- Es toda perturbación psíquica de temporalidad pasajera que suprime
las facultades volitivas e intelictivas del sujeto, solo afecta la imputabilidad, cuando la alteración
mental se traduce en un estado pleno de inconciencia. Hallarse el acusado, al cometer la
infracción, en un estado de inconsciencia de sus actos, determinado por el empleo accidental o
involuntario de sustancias tóxicas, embriagantes o estupefacientes.
Causas del estado mental transitorio
- Patológicas: empleo de sustancias embriagantes, tóxicas o enervantes.
- Fisiológicas: hipnotismo y sonambulismo
- Psíquicas: Emociones y arrebatos pasionales
1. Sustancias tóxicas, embriagantes o estupefacientes.- Cuando por el empleo de una sustancia tóxica
(yodoformo, ácido salicílico…), se produce una intoxicación que provoca un estado de inconsciencia
patológica, las acciones que en tal estado se ejecutan, no son propiamente del sujeto sino ajenas. Ahora
bien, si la intoxicación ha sido procurada por el sujeto mismo, voluntaria y deliberadamente se estará en
el caso de una acción liberae in causa.

22
2. Respecto de la embriaguez, solo habrá inimputabilidad, cuando sea plena y accidental, involuntaria. Por
el contrario la embriaguez voluntaria debe de ser considerada como índice de mayor temibilidad.
3. Toxinfecciones. Por el padecimiento de algunas enfermedades de tipo infeccioso o microbiano, a veces
sobreviven trastornos mentales, como el tifo, la tifoidea, la rabia o la poliomielitis. En estos casos el
enfermo puede llegar a la inconsciencia. Para determinar los efectos de dichos padecimientos el juzgador
debe tomar en cuenta a dictámenes médicos y psiquiátricos.
4. Sonambulismo- El estado de inconsciencia natural no provocado excluye el delito. Puede dar lugar a
delitos culposos cuando quien, sabedor de su anomalía no toma las medidas de prevención.
5. Sordomudez. A los sordomudos que contravengan los preceptos de una ley penal, se les recluirá en una
escuela o establecimiento especial para sordomudos por el tiempo que fuere adecuado para su educación
e instrucción.
La Imputabilidad Disminuida
Se le atribuye a la condición atenuante que toma en cuenta el estado mental de la persona para
determinar el grado de responsabilidad de la misma ante el hecho cometido sin eximirla totalmente.
Estado de Peligro
La probabilidad de que una persona cometa un delito, sea por primera vez o por que lo vuelva a cometer.
Peligrosidad predelictual (Ante Diluctum.): Lo constituye la probabilidad de que una persona que nunca
haya cometido un delito lo ejecute.
Peligrosidad Post Delictual (post delictum) La probabilidad de que se vuelva a cometer el delito o la acción
delictiva.

Tema 6

Causas de inimputabilidad
“Son todos aquellos motivos que impiden que se atribuya o que se pueda atribuir a una persona el acto
típicamente antijurídico que ella ha realizado.”
Hernando Grisanti Aveledo

“Los motivos que imposibilitan la atribuibilidad de un acto antijurídico a una persona determinada.”
Jorge Eliécer Mendoza

“Son todas aquellas circunstancias probatorias de hecho y derecho que se conjugan en tiempo y
espacio para exculpar a una persona por la autoría directa de un acto antijurídico.”
Marlon Sosa

La inimputabilidad constituye el aspecto negativo de la imputabilidad. Las causas de inimputabilidad son


todas aquellas capaces de anular o neutralizar, ya sea el desarrollo o la salud de la mente, en cuyo caso el sujeto
carece de la aptitud psicológica para la delictuosidad. Un sujeto es inimputable cuando su aptitud psíquica o su
capacidad para comprender la ilicitud de su actuar es inexistente por encontrarse gravemente alterada o
inmadura. El inimputable es penalmente irresponsable.
Principales causas de inimputabilidad:
a. Minoría de edad
b. Enfermedades mentales
c. Estado mental transitorio
d. Sordomudez
a. La Falta de Madurez o Desarrollo Mental.- Minoría de Edad. Los menores de 18 años son
inimputables. Por lo mismo, cuando realizan comportamientos típicos no se configuran los

23
delitos respectivos. La ley fija como límite los 18 años, por considerar a los menores de esa edad
una materia dúctil, susceptible de corrección. Con la intención de prevenir reiteración de futuros
actos criminales en el menor delincuente, existen medidas de carácter tutelar. Según las
condiciones peculiares del menor y la gravedad del hecho, las medidas aplicables a los menores
serán apercibimiento o internamiento en la forma siguiente: reclusión a domicilio, reclusión
escolar, reclusión en un hogar, reclusión en establecimiento médico, en establecimientos
correccionales.
b. La Falta de Salud Mental o Enfermedades mentales. Las enfermedades mentales son procesos
psicopatológicos agudos, crónicos o permanentes, que producen alteraciones modificatorias de
la personalidad psíquica del enfermo, anulando su capacidad de entender y querer.
1. Idiotez e imbecilidad. Las cerebropatías (detención del desarrollo de las células
encefálicas, originadas por diversos traumatismos o enfermedades infecciosas como
la meningitis, etc. Originan alteraciones en el normal desarrollo físico mental que varía
de acuerdo con los centros nerviosos afectados.
Los locos, idiotas, imbéciles, o los que sufran cualquier otra debilidad, enfermedad o
anomalía mentales, y que hayan ejecutado hechos o incurrido en omisiones definidos
como delitos serán recluidos en manicomios o en departamentos especiales por todo
el tiempo necesario para su curación.
El imbécil o el idiota es plenamente inimputable, carece de inteligencia y, por ello, de
capacidad para entender y valorizar en su verdadero sentido y significación los actos
realizados.
Existe en los casos antes mencionados de ausencia absoluta de imputabilidad y por lo
tanto no se le aplica una pena sino una medida de seguridad y no penas.
c. Estado mental transitorio.- Es toda perturbación psíquica de temporalidad pasajera que suprime
las facultades volitivas e intelectivas del sujeto, solo afecta la imputabilidad, cuando la alteración
mental se traduce en un estado pleno de inconciencia. Hallarse el acusado, al cometer la
infracción, en un estado de inconsciencia de sus actos, determinado por el empleo accidental o
involuntario de sustancias tóxicas, embriagantes o estupefacientes.
Causas del estado mental transitorio
- Patológicas: empleo de sustancias embriagantes, tóxicas o enervantes.
- Fisiológicas: hipnotismo y sonambulismo
- Psíquicas: Emociones y arrebatos pasionales
1.- Sustancias tóxicas, embriagantes o estupefacientes.- Cuando por el empleo de una sustancia tóxica
(yodoformo, ácido salicílico…), se produce una intoxicación que provoca un estado de inconsciencia patológica,
las acciones que en tal estado se ejecutan, no son propiamente del sujeto sino ajenas. Ahora bien, si la intoxicación
ha sido procurada por el sujeto mismo, voluntaria y deliberadamente se estará en el caso de una acción liberae in
causa.
2.- Respecto de la embriaguez, solo habrá inimputabilidad, cuando sea plena y accidental, involuntaria.
Por el contrario la embriaguez voluntaria debe de ser considerada como índice de mayor temibilidad.
- Toxiinfecciones. Por el padecimiento de algunas enfermedades de tipo infeccioso o microbiano, a veces
sobreviven trastornos mentales, como el tifo, la tifoidea, la rabia o la poliomielitis. En estos casos el enfermo
puede llegar a la inconsciencia. Para determinar los efectos de dichos padecimientos el juzgador debe tomar en
cuenta a dictámenes médicos y psiquiátricos.
3.- Sonambulismo- El estado de inconsciencia natural no provocado excluye el delito. Puede dar lugar a
delitos culposos cuando quien, sabedor de su anomalía no toma las medidas de prevención.
4).- Sordomudez. A los sordomudos que contravengan los preceptos de una ley penal, se les recluirá en
una escuela o establecimiento especial para sordomudos por el tiempo que fuere adecuado para su educación e
instrucción.

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Culpabilidad
Es el nexo intelectual y emocional que liga al sujeto con su acto , o también el conjunto de presupuestos
que fundamentan la reprochabilidad personal con la conducta antijurídica.
La culpabilidad es el elemento más complejo de todos, y sobre el cual versan dos corrientes jurídico
penales más importantes: la psicológica y la normativa.
Vela Treviño: La culpabilidad es el elemento subjetivo del delito y el eslabón que asocia lo material del
acontecimiento típico y antijurídico con la subjetividad del autor de la conducta.
Cuello Calón. Se considera culpable una conducta, cuando a causa de las relaciones psíquicas existentes
entre ella y su autor, debe serle jurídicamente reprochada.
Jiménez de Asúa. Conjunto de presupuestos que fundamentan la reprochabilidad personal de la conducta
antijurídica.
Celestino Porte Petit. Nexo intelectual y emocional que liga al sujeto con el resultado de su acto.

Castellanos Tena. Nexo intelectual y emocional que liga al sujeto con su acto.1
Miguel Ángel Cortés Ibarra. La culpabilidad constituye un estado psicológico en el cual se encuentra el
sujeto respecto a la realización externa de su comportamiento.
Teoría Psicológica de la culpabilidad.
Es el lazo de causalidad psíquica que une al sujeto con el hecho que realiza. Concibe a la culpabilidad
como la relación subjetiva que media entre el autor y el hecho. En consecuencia, supone el análisis de la situación
interna del sujeto, la culpabilidad reside en él, es la fuerza moral, subjetiva del delito.
Teoría Normativa.
La culpabilidad como un juicio de reproche. Es el juicio en el cual determinada conducta a causa de cierta
situación dada, es reprochable. Es una valoración fundada en la exigibilidad de la conducta ordenada por la ley.
Formas de la Culpabilidad
La culpabilidad reviste dos formas: dolo y culpa. Según el agente dirija su voluntad consciente a la
ejecución del hecho tipificado en la ley como delito, o cause igual resultado por medio de su negligencia o
imprudencia.

Dolo:
Dr. Jorge Eliécer Mendoza. Es la voluntad o la intención de cometer un acto a sabiendas que es punible
con el propósito de violar la ley penal.

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Dr. Alberto Arteaga Sánchez “lo constituye la expresión mas típica, mas completa y acabada de las formas
en que pueden presentarse el nexo psicológico entre el autor y su hecho.
Consiste en causar intencionalmente el resultado típico, con conocimiento y conciencia de la antijuricidad
de hecho. Se le conoce como delito intencional o doloso.
Elementos que conforman el dolo:
Ético o Intelectual Conciencia que se quebranta el deber………

Volitivo o emocional: Voluntad de realizar la conducta antijurídica.

Clases de dolo:
Dolo directo. Es aquel en el que el sujeto se representa el resultado penalmente tipificado y lo quiere. Hay
voluntariedad en la conducta y querer del resultado.(Decide privar de la vida a otro y lo mata).
Dolo indirecto. El agente se propone un fin y sabe que seguramente surgirán otros resultados delictivos.
(Para dar muerte a quien va a abordar un avión, coloca una bomba cerca del motor, con la certeza de que, además
de morir ese individuo, perderán la vida otras personas y se destruirá el aparato).
Dolo indeterminado. Intención genérica de delinquir, sin proponerse un resultado delictivo en especial
(Anarquista que lanza bombas).
Dolo Eventual.- Se desea un resultado delictivo, previéndose la posibilidad de que surjan otros no
queridos directamente. El agente se representa como posible un resultado delictuoso, y a pesar de tal
representación, no renuncia a la ejecución del hecho, aceptando sus consecuencias. (Incendio de una bodega,
conociéndose la posibilidad de que el velador muera o sufra lesiones).

Dolo de Consecuencias Necesarias. Se puede no desear el resultado , pero si lo que se quiere se une a
oto efecto que se representa como inexorable unido a su deseo, cuando realiza el primero tiene que aceptar las
otras consecuencias que entran en su interior
Dolo Genérico. Solo basta la intención de perpetrar un hecho punible por una persona y como
consecuencia se obtiene un solo efecto de conciencia, voluntad y resultado.
Dolo Específico. La especial intención o fin de particular que el individuo se propone en concreto, fin que
constituye el elemento especifico del delito. (Art. 270 código penal.)
Dolo Ímpetu. Es aquel que se da cuando el delito resulta de una acción repentina que se realiza de
inmediato o cuando el propósito criminal y la actuación están sincronizados de tal forma que no hay espacio de
tiempo entre ellos.
Dolo Daño. Consiste en la voluntad consiente de causar el daño en los bienes e intereses de las personas.
Dolo Peligro. Voluntad consiente de poner en peligro los bienes e intereses de las personas.

La culpa
CULPA
“Calidad Jurídica de la conducta que, por acción u omisión y sin dolo, causa un daño injusto en el orden
civil, penal, procesal; generando la consiguiente condición de repararlo”
Existe culpa cuando se obra sin la intención y sin la diligencia debida, causando un resultado dañoso,
previsible y penado por la ley.
Actúa culposamente quien infringe un deber de cuidado que personalmente le incumbe y cuyo
resultado puede prever. (Mezger).
Elementos de la Culpa:
- Actuar voluntario (positivo o negativo),
- Que la conducta sin la precaución exigida por el Estado,
- Los resultados han de ser previsibles e evitables y tipificarse penalmente

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- Relación de causalidad entre el hacer o no hacer y el resultado no querido.
Clases de Culpa:
- La culpa consciente con previsión o con representación
- La culpa inconsciente sin previsión o sin representación.
La culpa consciente, con previsión o con representación, existe cuando el agente ha previsto el
resultado típico como posible, pero no solamente no lo quiere, sino que abriga la esperanza de que no ocurrirá.
Hay voluntariedad de la conducta causal y representación de la posibilidad del resultado; éste no se quiere, se
tiene la esperanza de que no se produzca.
Por ejemplo, el conductor de un vehículo que desea llegar oportunamente a un lugar determinado y
conduce su coche a sabiendas de que los frenos funcionan defectuosamente; no obstante representarse
mentalmente la posibilidad de un atropellamiento impulsa velozmente la máquina, con la esperanza de que
ningún transeúnte se cruce en su camino.
La culpa inconsciente, sin representación, existe cuando no se prevé un resultado previsible. Existe
voluntariedad de la conducta causal, pero no hay representación del resultado de naturaleza previsible. Es una
conducta en donde no se previó lo previsible y evitable, y mediante ella se produce un delito. Puede imaginarse
el caso de quien limpia una pistola en presencia de otras personas, sin medir el alcance de su conducta, se produce
un disparo y resulta muerto o lesionado uno de sus acompañantes. El evento era indudable previsible, por resultar
peligroso el manejo de armas de fuego; sin embargo, el actuar del sujeto fue torpe al no prever la posibilidad de
un resultado que debió haber previsto.
Clasificación de la Culpa
- Culpa Mediata Cuando surge un nuevo hecho indirecto y mediato es decir entre la culpa del individuo y
su resultado inmediato y directo cuya consecuencia es el daño.
- Culpa Inmediata. Cuando se da la relación cierta y directa entre la culpa del individuo y el resultado de
esta
- Culpa Conciente. Cuando el agente se ha representado en el resultado antijurídico, previsible, como
posible pero no probable, sin embargo sigue realizando su conducta primaria confiando en su buena
suerte, pericia o destreza lo que impedirá la actualización de ese resultado antijurídico.
- Culpa Inconsciente. Cuando el agente no se representa en el resultado antijurídico que ha podido prever
y el resultado se actualiza.
- Culpa Grave. Cuando el hecho ha sido previsto por cualquier persona.
- Culpa Leve. Cuando el resultado puede ser prevenido por personas diligentes.
- Culpa Levísima. Cuando el resultado puede ser prevenido por una persona extraordinariamente
diligente.

Causas de Inculpabilidad
Las eximentes putativas.
Son las situaciones en las cuales el agente, por un error esencial de hecho insuperable cree fundadamente,
al realizar el hecho típico hallarse amparado en una justificante o ejecutar una conducta atípica.
Legítima defensa putativa. El agente cree obrar en legítima defensa por error esencial invencible.
Ejemplo, en una calle solitaria, alguien se acerca de manera sospechosa a otra persona y ésta, creyendo que va a
ser agredida, le da un golpe severo, después se sabe que el sujeto solo quería saber la hora. También el rechazo a
una supuesta agresión de quien jugando una broma, ataca con un puñal inofensivo.
Estado de necesidad putativo. El agente por error esencial de hecho invencible cree encontrarse en estado de
necesidad.
Obediencia Debida. Es causa de inculpabilidad en virtud de que el sujeto actúa bajo una circunstancia de error o
el presupuesto de obedecer una orden o deber inherente a sus funcione.

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1. El que obra en cumplimiento del deber o en ejercicio legítimo de un derecho…
2. El que obra en virtud de obediencia legítima y debida…
3. el que obra en defensa propia persona o derecho…
4. El que obra constreñido de necesidad…
Imputabilidad como requisito de la culpabilidad.
Para ser culpable un sujeto, precisa que antes sea imputable; si en la culpabilidad intervienen el
conocimiento y la voluntad, se requiere la posibilidad de ejercer esas facultades. Para que el individuo conozca la
ilicitud de su acto y quiera realizarlo, debe tener la capacidad de entender y querer. La actitud intelectual y volitiva
constituye el presupuesto necesario de la culpabilidad.
Imputabilidad por lo tanto dentro del derecho penal es la capacidad de entender y querer.
Señala Fernando Castellanos Tena, que la imputabilidad son el conjunto de condiciones mínimas de salud
y desarrollo mentales en el autor, en el momento del acto típico penal, que lo capacitan para responder del mismo.
Es por ello que la legislación venezolana le atribuye a esta condición la No exigibilidad de otra Conducta.

PRESUPUESTOS

I.- SUJETOS

Son las personas cuyos intereses se enfrentan con motivo de la acción delictiva. Pueden ser:

a) indeterminados o impropios: Cuando la ley no requiere una característica específica ("al que...") el sujeto
puede ser cualquier persona.

b) determinados o propios: Cuando solo pueden ser atribuidos a determinadas personas o cuando para ello se
requiere una calidad especial. (Servidores Públicos, determinada edad, la madre, el abogado, etc.)

SUJETO ACTIVO

Es la persona individual – Persona física - con capacidad penal que realiza la conducta típica.

Históricamente – en la edad media - se llegó a considerar como tales a todo lo que ocasionara un daño a la
sociedad (incluidos animales).

La capacidad civil es el estado en que se encuentra una persona que ha alcanzado la edad requerida por ley para
ejercitar a través de su voluntad los derechos subjetivos de los cuales es titular, relacionarse con terceros y ser
sujeto de obligaciones.

En cambio, capacidad Penal. Es la aptitud de una persona para responder por un hecho ilícito que se adquiere, a
partir de los 18 años, aunque las reformas al artículo 18 constitucional de Diciembre de 2006, establecen un
sistema de justicia para adolescentes que contempla facultades sancionadoras (a título de formas alternativas
de justicia) a partir de los 12 años cumplidos.

Persona Jurídico-colectiva

Por lo que ve a los delitos cometidos al amparo o abrigo de una PERSONA MORAL o COLECTIVA, - a quien se le
reconoce existencia jurídica y plenitud de derechos y obligaciones - existen diversas teorías:

a) TESIS DE LA IRRESPONSABILIDAD.- (Manzini – Pesina).-

Si por una ficción se les concede capacidad (aunque limitada a su fin) el sancionarlos sería como sancionar a una
persona o seres ficticios violando el principio de que "sólo los sujetos dotados con voluntad y conciencia pueden

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ser sujetos activos". Además la pena es individual. Si se sanciona a una persona colectiva se estaría sancionando
a su personalidad o sea el conjunto que componen esa persona jurídica: gerentes, directores, y socios; estos
últimos nada tienen que ver y hacer con el destino de la empresa.

Castellanos Tena: “Las personas jurídicas no pueden ser sujetos activos del delito por carecer de voluntad
propia, independiente de la de sus miembros, razón por la cual faltaría el elemento de conducta, básico para la
existencia del delito”.

b) TESIS DE LA RESPONSABILIDAD. (Franz von Lizst, Magiori).

Sostienen que si las personas colectivas son capaces de adquirir derechos y contraer obligaciones, también
deben responder por los delitos en que incurren como la estafa, el abuso de confianza, si bien no se les puede
aplicar sanciones privativas de libertad, son susceptibles de sufrir sanciones pecuniarias. Las penas corporales se
impondrán a sus directivos responsables.

c) POSTURAS INDIFERENTES.- Omiten pronunciarse al respecto por ignorar la problemática.

POSICION DE NUESTRO DERECHO POSITIVO

ART. 38 NUEVO CÓDIGO PENAL DE NAYARIT.- “Cuando algún miembro o representante de una persona jurídica,
con la excepción de las instituciones del Estado, cometa un delito con los medios que para tal objeto aquella le
proporcione, de modo que resulte cometido a nombre, bajo el amparo o en beneficio de la representación
societaria, el juez le impondrá a la persona moral, con audiencia del representante legal de la misma y previo
procedimiento correspondiente, las sanciones previstas en este código, sin perjuicio de la responsabilidad en
que hubieren incurrido las personas físicas por los delitos cometidos.”

ARTÍCULO 48 NCPN.- Las consecuencias legales accesorias aplicables a las personas jurídicas, son:

I. Suspensión;
II. Disolución;
III. Prohibición de realizar determinadas operaciones;
IV. Remoción, y
V. Intervención. 22
Artículo 49 fracción X NCPN. Las sanciones son: Disolución de personas Jurídicas;

Artículo 107 NCPN.- La disolución traerá como consecuencia la publicación de la sentencia y la cancelación de la
inscripción del acta constitutiva, en su caso, en el Registro Público respectivo.

ART. 423 ÚLTIMO PÁRRAFO CNPP.- En su caso el Órgano jurisdiccional podrá vincular a proceso a la persona
jurídica

SUJETO PASIVO

Es el titular del interés jurídico lesionado o puesto en peligro, pudiendo ser una persona individual o colectiva, y
no pueden serlo ni los muertos ni los animales, por no ser titulares de ningún interés.

LA PERSONA INDIVIDUAL COMO SUJETO PASIVO

Pueden ser sujetos pasivos en los siguientes casos:

1. El concebido en el DELITO DE ABORTO.

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2. Los “herederos” en la profanación de cadáveres, túmulos, sepulcros o féretros.

3. En el robo, en el plagio, en la calumnia, en las injurias, en la violación, etc., la persona individual es sujeto
pasivo. Su bien jurídico vulnerado en el robo es su derecho al patrimonio; en el plagio su libertad ; su honor en la
calumnia; su crédito en las injurias; y su pudor, libertad o seguridad sexual en la violación.

Personas Jurídico-colectivas

LAS SOCIEDADES COMO SUJETOS PASIVOS.

Pueden ser sujetos pasivos en los siguientes casos:

1. Tratándose de personas colectivas como las sociedades comerciales, los perjuicios son esencialmente de
carácter económico y contra su propiedad como ser en el robo, el fraude, abuso de confianza.

2. El Estado puede ser víctima contra su seguridad interna o externa o sus fondos y caudales.

3. La sociedad, delitos contra la salud, Falsedad en declaraciones, de Tránsito, etc.

4. También puede ser sujeto pasivo la sociedad cuando se va contra su fe pública con los delitos de falsificación
de moneda, falsificación de documentos de crédito público (CP, 186 - 205).

5. Puede ser víctima también de delito una colectividad de individuos no personificados jurídicamente. Ej., El
Juzgado Penal, civil, etc., que es una colectividad sin personalidad pues constituyen una colectividad dedicada a
la administración de justicia.

Los animales nunca son sujetos pasivos, son objetos materiales del delito, pero son protegidos por leyes para
evitar su extinción.

POSICION EN TORNO DEL TEMA DE NUESTRO DERECHO POSITIVO

Art. 225 CNPP.- Artículo 225. Querella u otro requisito equivalente

La querella es la expresión de la voluntad de la víctima u ofendido o de quien legalmente se encuentre facultado


para ello, mediante la cual manifiesta expresamente ante el Ministerio Público su pretensión de que se inicie la
investigación de uno o varios hechos que la ley señale como delitos y que requieran de este requisito de
procedibilidad para ser investigados y, en su caso, se ejerza la acción penal correspondiente.

La querella deberá contener, en lo conducente, los mismos requisitos que los previstos para la denuncia. El
Ministerio Público deberá cerciorarse que éstos se encuentren debidamente satisfechos para, en su caso,
proceder en los términos que prevé el presente Código. Tratándose de requisitos de procedibilidad
equivalentes, el Ministerio Público deberá realizar la misma verificación

Art. 429 frac. II CNPP.- El ejercicio de la acción penal por particular hará las veces de presentación de la querella
y deberá sustentarse en audiencia ante el Juez de control con los requisitos siguientes:

I. El nombre y el domicilio de la víctima u ofendido;

II. Si la víctima o el ofendido son una persona jurídica, se indicará su razón social y su domicilio, así como el de su
representante legal;

OBJETO MATERIAL

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Es la persona (física o jurídica) o cosa sobre la que recae la comisión del hecho ilícito.

Algunos tipos penales carecen de objeto material, por referirse a actividades (ej. Falsedad de declaraciones,
defraudación fiscal, etc.)

OBJETO JURIDICO

Es la norma, el derecho violado o el bien o interés jurídicamente protegido, objeto de la acción delictiva. Es
aquello que la norma tiende a tutelar o cuidar de posibles agresiones.

OBJETO FORMAL.-

Es el fin que persigue el establecimiento de un comportamiento como delito, que es la protección de los bienes
e intereses a través del "jus puniendi" Estatal.

CARACTERES DEL DELITO.

En todo delito se actualiza o existe:

1. Un sujeto activo, el que quebranta la norma penal positiva;

2. Un sujeto pasivo, el que resiente el daño ocasionado – victima, ofendidos -. Individual o abstracto.

3. Un objeto material, la cosa u objeto sobre la que recae la acción del sujeto : la cosa en el robo ;

4. Un objeto jurídico, el derecho violado : la seguridad nacional, la integridad física ;

5.- Un vinculo que enlace al autor con el hecho, y del que nace la responsabilidad.

PUESTA EN PELIGRO

Es la hipótesis jurídica mediante la cual se protege en la medida de lo posible el estado de seguridad del
gobernado, del estado o de la sociedad misma.

No requiere un resultado, sino la posibilidad de que éste pudiera darse a partir de la conducta previa desplegada
por el autor y prevista en la norma.- Por ejemplo.- Portación de arma prohibida, delito de tránsito, abandono de
persona, etc.

1.5. Teorías causalista y finalista en el estudio del delito.

Para estudiar el delito y sus elementos se han creado diversas corrientes entre las cuales destacan:

a) La teoría causalista considera el delito como un comportamiento humano dependiente de la voluntad que
produce una determinada consecuencia en el mundo exterior; trata a la conducta como factor causal del
resultado, sin tomar en cuenta la intención que llevo al sujeto a cometerla. Los causalistas explican la existencia
de la acción delictiva, cuando un sujeto tiene la voluntad de realizarla, sin tomar en cuenta necesariamente la
finalidad que se proponía al hacerlo, porque ésta no pertenece a la conducta. Se concibe a la acción como un
proceso causal natural y extrajurídico, libre de valor, como simple causación, sin tomar en cuenta la voluntad
rectora.

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b) La teoría finalista considera la acción en su propia esencia, como ejercicio de la actividad final. La finalidad
obedece a la capacidad del hombre de prever, dentro de ciertos límites, las consecuencias de su
comportamiento causal y de conducir el proceso según un plan a la meta perseguida mediante la utilización de
recursos. La acción es conducida, desde que el sujeto anticipadamente piensa su objetivo, eligiendo los medios
para lograrlo finalmente concluye su objetivo con la realización de la acción manifestada al mundo exterior.

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CONTENIDO DE LA TEORÍA DEL DELITO

El núcleo de la moderna dogmática está constituido por la teoría del delito. La teoría del delito abarca dos
grandes esferas, a saber: la teoría de las características generales del delito y la teoría de las especiales formas
de aparición del delito.

2.- LA CONDUCTA.

2.1. Los delitos de omisión.

2.2. Los delitos de comisión por omisión.

La comisión por omisión u omisión impropia

2.3. La conducta en la doctrina finalista.

Para el finalismo hay dos fases de la conducta; una externa y otra interna.

La interna se produce en el pensamiento del autor y consiste en;

a) proponerse el fin (v. gr. matar al enemigo);

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b) seleccionar los medios para su realización, proceso mental que se realiza a partir de la representación del fin
(el enemigo muerto; ¿cómo lograrlo? Con una bomba), y

c) consideración de los efectos concomitantes que se unen causalmente al fin (destrucción de la casa del
enemigo).

La 'segunda fase (externa) consiste en la puesta en marcha de los medios seleccionados conforme a la normal y
usual capacidad humana de previsión.

Este concepto de conducta, que denominarnos óntica, porque es el que se da en la realidad, es para el finalismo
el concepto que de la misma debe manejarse en derecho penal. Ello se debe a que el derecho regula conducta y
por eso, como cualquier técnica que quiere dominar algo, no puede desconocer la "naturaleza" de lo que
pretende regular. De alli que el legislador se encuentre vinculado necesariamente al concepto óntico de
conducta (esto es lo que WELZEL llama "estructuras lógico-objetivas").

Los causalistas, por su parte, no desconocen este concepto de conducta, pero dicen que en tanto que el
concepto óntico de conducta nadie lo discute como tal, hay un concepto jurídicopenal de conducta que difiere
de él (MEZGER y, entre nosotros, muy claramente, NúÑEZ). Para el concepto jurídicopenal de conducta le basta
con que la conducta sea voluntaria, pero prescindiendo del fin. La conducta es voluntaria para los causalistas
cuando hubo voluntad de encender la mecha de la bomba (sin que el nivel de la voluntad interese para qué; eso,
para el causalismo, es problema de culpabilidad); se ha dicho (BELING) que la conducta es voluntaria cuando hay
"inervación muscular". Habrá conducta, pues, cuando se hayan inervado voluntariamente los músculos para
encender la mecha y del encendido de la mecha haya resultado (por un vínculo causal) la muerte del enemigo.
La relacion sicológica entre el encendido de la mecha y el resultado muerte, será problema de la culpabilidad.

2.4. El resultado en el delito.

Definición y Carácteres de Resultado del Delito en Derecho Mexicano

Concepto de Resultado del Delito que proporciona el Diccionario Jurídico Mexicano (1994), de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación: (escrito por Alvaro Bunster ) Resultado, en derecho penal, es en términos generales el
efecto diferenciable de una conducta que la ley recoge en su descripción para prohibirla como delito.

Toda conducta humana comporta, en verdad, un defecto físico o material que aparece como último tramo
distinguible de una serie causal en cuyo extremo opuesto se halla la acción. No siempre, sin embargo, tiene en
cuenta la ley un resultado para erigir a la categoría de delito la acción que lo produce. Cuando esto ocurre –
como en el homicidio, donde el resultado es la muerte de un hombre, o en las lesiones, donde lo es la alteración
de la salud o una huella material en el cuerpo de la víctima, o en el fraude, donde lo es el perjuicio de otro -, este
elemento, el resultado, adquiere significación jurídica.

a) Una parte de la doctrina sostiene una concepción naturalista del resultado, entendiéndolo como una concreta
modificación del mundo exterior, como un efecto natural de la conducta, perceptible por los sentidos y con
existencia espacial y temporal. Esa concepción se retoca más tarde en diversas direcciones. Se dice que el efecto
natural puede darse en el mundo síquico de la víctima y aun en la del propio agente, como sería el que éste
llegare al conocimiento de algo (espionaje). Se agrega, de otro lado, que el efecto puede darse no sólo en el
plano natural sino también en el social. En todo caso, esta concepción prescinde, al caracterizar el resultado, de
la significación jurídico penal de éste. Esta significación es afán de una segunda parte de la doctrina que no
renuncia al carácter natural (o social) del resultado, pero que pone énfasis en que no todos los efectos

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modificatorios del mundo exterior que proceden de un movimiento corporal humano interesan al derecho
penal, con lo que se alude a la función delimitadora de los tipos delictivos. A este respecto, prevalece
modernamente la tendencia a situar sistemáticamente el resultado, no ya en la teoría de la acción, sino en la del
tipo.

b) Lo dicho conduce a distinguir claramente entre tipos de mera acción, o de mera conducta, y tipos de
resultado. En los primeros, basta la conducta del agente para colmar el tipo, independientemente de los efectos
que ella tenga. Se cuentan entre éstos los tipos en que el resultado físico va unido de tal manera a la conducta
consumativa que no puede separarse de ella, como es el caso de la violación, donde la mutación física
requerida, el acceso carnal, es lesiva del bien jurídico. En los segundos, para llenar el tipo se precisa, además de
la conducta, un resultado previsto por la ley, que es diferenciable de la conducta que lo produce. c) La anterior
clasificación no guarda relación con la que distingue entre delitos de daño o lesión y delitos de peligro, pues esta
última no se refiere a la estructura de los tipos sino al modo de afectar el bien jurídico de que se trata. El
resultado está, en principio, separado de la conducta en el espacio y en el tiempo. La exposición a peligro, en
cambio, aunque relacionada con el resultado como acontecimiento concreto, es una relación ideal entre acción
(con o sin resultado) y bien jurídico. Algunos creen ver, no obstante, un resultado en el peligro concreto previsto
en el tipo, como efecto de la acción. Pero aun así, sostienen otros que allí no se identifican resultado y peligro
concreto, ya que este último es una connotación posterior a la modificación del mundo exterior que representa
el peligro creado; es, en otros términos, una valoración jurídica.

El resultado, en los tipos de delito que lo requieren, tiene en principio la función de los demás elementos del
aspecto objetivo del tipo. Es, desde luego, uno de los contenidos del conocimiento – más bien de la previsión, en
este caso – necesario al dolo. Reviste el carácter de punto de referencia terminal del nexo causalidad envuelto
en todo tipo de delito de resultado, y su ausencia es un factor que ha de tenerse en cuenta en el
establecimiento de la tentativa. En cuanto a las infracciones culposas, el derecho punitivo mexicano las concibe,
como regla, en función del resultado. En la ley penal nacional, felizmente, es pequeño o ninguno el significado
que al resultado se concede en comparación con este respecto de otros países, respecto de los delitos
calificados por el resultado, aunque sí lo posee en lo que hace a los delitos determinados por el resultado.

2.5. Los delitos a distancia.

En los denominados delitos a distancia la acción se realiza en un determinado momento, mientras que
el resultado se produce con posterioridad y en un lugar diferente (ej.: carta injuriosa que se envía
desde una ciudad a otra, envío de un explosivo, disparo a través de la frontera). Ni para el tiempo ni
para el lugar del delito había una regulación expresa en el derogado CP, criterio que ya cambia en CP
vigente. Tres perspectivas han sido las propuestas para resolver los problemas planteados por
supuestos como los anteriormente citados: a) teoría de la actividad, b) teoría del resultado y c) teoría
de la ubicuidad, según que el punto de referencia elegido sea la conducta, el resultado o ambos al
mismo tiempo. A esto hay que añadir la teoría de la «valoración jurídica», que entiende que se ha de
aplicar uno u otro criterio según los fines perseguidos por las distintas instituciones en que el problema
se plantea.

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2.6. Teoría de la actividad.

Para explicar el lugar de comisión del delito, existen las siguientes teorías:

1) Teoría de la actividad : lugar en el que se realiza la conducta.

2) Teoría del resultado : lugar de producción del resultado.

3) Teoría de la ubicuidad : ambos (conducta y resultado) indistintamente. Seguida de forma


mayoritaria, para evitar la impunidad de ciertos supuestos (caso del paquete bomba remitido desde un
país a otro, por ejemplo, si en el primero rige la teoría del resultado y en el segundo la de la actividad).

2.7. Teoría del resultado.

La teoría de la imputación objetiva tal como la conocemos actualmente tiene como precedente la filosofía
idealista del derecho cuyo máximo exponente es Hegel. En efecto, el objetivo del concepto de acción propuesto
por Hegel y desarrollado por la escuela hegeliana del siglo XIX consistía en imputar al sujeto, de la multiplicidad
de cursos causales, sólo aquellos que podían ser considerados como su obra. En este orden de ideas, imputación
significaba, en opinión del criminalista hegeliano Berner: “cargar algo objetivo en la cuenta del sujeto“.

Posteriormente en 1870, y en una época marcada por el auge del naturalismo penal, la idea de imputación
personal por los hechos cometidos se trasladó a unsegundo plano, pues se impuso el dogma del principio causal.
En ese contexto, elanálisis tuvo como eje principal determinar si el autor había causado la lesión al bien jurídico
mediante una conducta corporal voluntaria en el sentido de la fórmula de la conditio sine-qua-non.

El concepto causal de la teoría de la equivalencia de condiciones por su alcance ilimitado y su ineficacia para
resolver algunos casos como la desviación del curso causal y la causalidad alternativa entre otros condujo a su
abandono a inicios del siglo XX. Así, a partir de entonces se reconoció que el concepto causal ilimitado debía ser
restringido al campo del tipo objetivo.
En este orden de ideas, un primer paso para solucionar el problema dogmático que planteaba la equivalencia de
condiciones fue la teoría de la condición adecuada, la cual sin embargo no dejaba de ser extensiva por la
dificultad de determinar cual era la condición relevante. En ese contexto, la teoría de la imputación objetiva
nace en 1970 cuando Roxin en el libro de Homenaje a Honig plantea su vinculación con el criterio de creación de
un riesgo jurídicamente relevante de una lesión típica del bien jurídico.

II.- PLANTEAMIENTO DE LAS POSTURAS DE ROXIN Y JAKOBS.


Escapa a los límites de este trabajo realizar un análisis exhaustivo de todas las categorías y criterios planteados
por ambos autores, es por ello que nos limitaremos a señalar brevemente las características principales de las
propuestas de Roxin y Jakobs para luego determinar en base a dichas categorías cuales son los problemas
dogmáticos y aportes de ambas posturas.
II.1 Postulados de Claus Roxin.
Roxin, a quien se considera el máximo representante de una perspectiva de la imputación objetiva vinculada al
“principio de riesgo”, sintetiza la teoría de la imputación objetiva, del siguiente modo, “un resultado causado
por el sujeto que actúa, sólo debe ser imputado al causante como su obra y sólo cumple el tipo objetivo cuando
el comportamiento del autor haya creado un riesgo no permitido para el objeto de acción (1) cuando el riesgo se
haya realizado en el resultado concreto (2) y cuando el resultado se encuentre dentro del alcance del tipo”.

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Se trata a juicio de Roxin, de que la imputación del tipo objetivo presupone la realización de un peligro,
comprendido dentro del alcance del tipo penal , creado por el autor y no encubierto por el riesgo permitido.
Este autor pretendió con la teoría de la imputación objetiva, restringir de modo “objetivo” el concepto
ilimitadamente “objetivista”. A Roxin le importó, ante todo, confrontar, a través de una perspectiva objetiva de
la imputación, la incorporación del dolo al tipo del ilícito. El escribió que la “tarea de la dogmática” consiste en la
introducción de criterios de imputación generales y objetivos determinados normativamente Según la teoría de
la imputación objetiva, la delimitación debe sujetarse a si el resultado ocasionado ha sido alcanzado por la
realización de un peligro creado por el autor y no abarcado por el riesgo permitido.

Roxin al comienzo de su exposición sobre la imputación objetiva, escribió que debe “aclararse como tiene que
obtenerse la relación entre el sujeto del delito y el resultado para que el resultado pueda imputarse a un sujeto
del delito determinado como su acción”.
Este autor señala que, hay que “comprobar que el resultado es la obra del autor”.

Por su parte, la teoría de la imputación objetiva se comprende con más precisión si ella es aplicada a una
característica de la acción, a saber, el ser peligrosa con relación al resultado. En este sentido, si la causación del
resultado concreto depende del azar y está fuera del dominio del autor, entonces no existirá desde un
principio, una acción dirigida a causar el resultado. Por los demás, el punto de vista del dominio del suceso
causal no es extraño a la dogmática jurídico penal.
Por lo expuesto, Roxin propuso una serie de criterios normativos, cuyo denominador común está en el “principio
de riesgo”, según el cual, partiendo del resultado, el tema estaba en determinar si la conducta del autor creó o
no un riesgo jurídicamente relevante de lesión típica de un bien jurídico en relación con dicho resultado.

Los criterios propuestos por Roxin para determinar el juicio de imputación objetiva del resultado son los
siguientes: a) la disminución del riesgo; b) la creación de un riesgo jurídicamente relevante; c) el incremento del
riesgo permitido y d) la esfera de protección de la norma.
a. La “disminución del riesgo”.- Criterio mediante el cual puede negarse la imputación objetiva en los casos de
desviación de un resultado grave, que haya llevado a producir uno leve.
b. La creación de un riesgo jurídico-penalmente relevante o no permitido (o creación de un riesgo prohibido).-
Según este criterio se procede negar la imputación objetiva cuando la acción no ha creado el riesgo
relevante de una lesión al bien jurídico.
c. Aumento del riesgo permitido.- En estos casos procede negar la imputación objetiva cuando la conducta del
autor no ha significado una elevación del riesgo permitido porque el resultado se hubiera producido
igualmente aunque el autor hubiera actuado con la diligencia debida.
d. Esfera de protección o ámbito de aplicación de la norma.- Este criterio permite solucionar aquellos casos en
los que, aunque el autor ha creado o incrementado un riesgo que origina un resultado lesivo, éste no debe ser
imputado al no haberse producido dentro del ámbito de protección de la norma, es decir si el resultado no era
aquel que la norma quería evitar.
II.2 Postulados Normativistas de Gunther Jakobs
Para Jakobs la teoría de la imputación objetiva cumple un papel fundamental que permite determinar los
ámbitos de responsabilidad dentro de la teoría del delito, así faculta constatar cuando una conducta tiene
carácter (objetivamente) delictivo.
La teoría de la imputación objetiva se divide para Jakobs en dos niveles: La calificación del comportamiento
como típico (imputación objetiva del comportamiento); y, La constatación –en el ámbito de los delitos de
resultado- de que el resultado producido queda explicado precisamente por el comportamiento
objetivamente imputable (imputación objetiva del resultado).

39
En el primer nivel de la imputación objetiva, la imputación de comportamientos, Jakobs propone cuatro
instituciones dogmáticas a través de las cuales ha de establecerse el juicio de tipicidad:
a) El riesgo permitido: Parte de una definición claramente normativa del “riesgo”, desligada de probabilidades
estadísticas de lesión. El riesgo permitido se define como el estado normal de interacción, es decir, como el
vigente status quo de libertades de actuación, desvinculado de la ponderación de intereses que dio lugar a su
establecimiento, hasta el punto que en muchos casos se trata de un mecanismo de constitución de una
determinada configuración social por aceptación histórica; dicho de otro modo, se refiere más a la identidad de
la sociedad que a procesos expresos de ponderación.
b) Principio de confianza: Determina cuándo existe, con ocasión del desarrollo de una actividad generadora de
un cierto riesgo (permitido), la obligación de tener en cuenta los fallos de otros sujetos que también interviene
en dicha actividad (de modo que si no se procediera así, el riesgo dejaría de ser permitido), y cuándo se puede
confiar lícitamente en la responsabilidad de esos otros sujetos.
c) Prohibición de regreso: Con ella pretende Jakobs enmarcar de forma sistemática la teoría de la participación
dentro de la imputación objetiva. La prohibición de regreso satisface la necesidad de limitar el ámbito de la
participación punible, tanto para comportamiento imprudentes como dolosos, con base a criterios objetivo-
normativos. De ese modo, la prohibición de regreso se presenta en cierto modo como el reverso de la
participación punible.
d) Actuación a riesgo propio de la víctima o competencia de la víctima: Mediante esta institución Jakobs
propone tener en cuenta la intervención de la víctima en el suceso. En este punto, la teoría de la imputación
objetiva implica la introducción de elementos valorativos que determinan cuáles son los límites de la libertad de
actuación, implica, en este sentido, el establecimiento de esferas de responsabilidad.

III.- PROBLEMÁTICA A PARTIR DE AMBAS CONCEPCIONES


Uno de los problemas principales que plantea la teoría de la imputación objetiva, según los postulados de Roxin,
está dada por la presencia de elementos subjetivos en el tipo objetivo. Así, la crítica a la teoría de la imputación
objetiva se basa en la premisa de que los tipos objetivos y subjetivos deben ser estrictamente diferenciados y
que para esta diferenciación existen criterios unívocos.
En esta línea de pensamiento, un sector de la doctrina siguiendo criterios dogmáticos plantea que, cuando el
autor ha realizado determinadas circunstancias fundamentadoras de riesgo con conocimiento y
conscientemente, es posible afirmar que ha creado un riesgo no permitido y realizado el tipo objetivo de un
homicidio, lesión, etc. Partiendo de esa premisa es completamente legítimo sostener que también determinados
factores subjetivos resulten significativos para la imputación objetiva.
Si la imputación al tipo objetivo depende de factores subjetivos, y el dolo solo tiene por objeto sucesos
semejantes, que son imputables al tipo objetivo, entonces él debería forzosamente extenderse a los
“conocimientos especiales”.
Roxin para hacer frente a estas críticas sostiene que la teoría de la imputación objetiva y su dependencia de
factores subjetivos desemboca en la problemática de la autoreferencia del dolo. Para Roxin el dolo sólo se
refiere a elementos del tipo, por tanto exigir a un sujeto conocimientos especiales, es una exigencia externa a
los elementos del tipo y que traería consigo la ampliación de la punibilidad, situación que sólo se puede evitar a
través de una teoría de la imputación objetiva.
Por lo demás, el juicio sobre la novedad dogmática de contenidos de la conciencia relevantes para la imputación
que no son ningún elemento del tipo, es resuelto por Roxin de la siguiente manera: “lo que es presupuesto
necesario de un elemento del tipo debe también a su vez pertenecer al tipo”.
Roxin para salvar el tema de la intención frente al resultado improbable sostiene que:”pues es indiscutible que
el autor subjetivamente quería precisamente aquello que objetivamente ha causado”. Una punibilidad seria
únicamente excluida a través de la negación de la imputación objetiva. “solo porque no juzgamos ya en el
plano objetivo, una causación de muerte puramente accidental como matar a otro en sentido jurídico, un dolo
referido a ella no es dolo de homicidio”.

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La opinión todavía dominante cree que existen acciones que, a pesar del idéntico contenido de la
representación deben ser adjudicadas en una zona, conforme diferenciaciones en los planos volitivos o
emocionales.
Roxin abre al curso causal concreto, un camino de regreso al dolo, a saber “la realización del plan”. Ella debe ser
la regla de valoración en la “imputación al dolo frente a desviaciones causales” para la imputación al tipo
subjetivo. Pero un curso causal solo puede ser generalmente registrado y definido como “desviación” cuando se
lo compara con otro curso, del cual aquel se desvía.
Un segundo problema estaría en relación a los tipos imprudentes, pues en estos delitos el conocimiento especial
constituye sólo una categoría provisoria, ya que la dogmática dominante todavía no ha encontrado una casa
propia para lo subjetivo en la imprudencia “objetiva”, o sea en la violación al deber de cuidado.
Es importante señalar en este punto que la teoría de la imputación objetiva persigue un importante deseo
sistemático, al esforzarse por reducir nuevamente a una estructura uniforme a los conceptos separados por la
corriente de ilícito doloso e imprudente. Con esto se le deben agradecer esenciales reconocimientos
y profundizaciones dogmáticas.
La problemática en torno a la postura de Jakobs radica en relación al principio de confianza. Y por ello cada vez,
ocupa un lugar mas preeminente como objeto de discusión doctrinal, pues la figura del principio de confianza
esta estrechamente relacionada con la configuración de la sociedad como una sociedad con constantes
contactos altamente anónimos y en la que impera el reparto de trabajo y funciones. El principio de confianza,
pues, esta estrechamente relacionado con la delimitación de ámbitos de organización y responsabilidad.
En el campo de la dogmática del delito imprudente este principio tiene una función muy concreta: delimitar el
alcance de la norma de cuidado determinando los límites del deber de cuidado, atención o diligencia con
respecto a la actuación de terceras personas.
El problema planteado desde al doctrina es en relación a que una institución de esta naturaleza sólo operaría en
una sociedad estructurada y altamente organizada como las sociedades europeas. Ciertamente cuando Jakobs
plantea el cumplimiento de la norma, su estabilización y el principio de confianza está pensando en que todas
las sociedades se rigen por cánones como la sociedad alemana de la cual es parte. Sin embargo, en una sociedad
como la nuestra estas consideraciones dogmáticas posibilitarían cierto grado de impunidad.

IV.- APORTES A LA TEORÍA DEL DELITO Y CONSECUENCIAS DOGMÁTICAS DEL DESARROLLO DE LA TEORÍA DE
LA IMPUTACIÓN OBJETIVA.
Respecto a la legitimidad de la Imputación Objetiva como categoría complementaria del Tipo Objetivo.

Uno de los principales aportes y consecuencias dogmáticas derivadas de la teoría de la imputación objetiva, es
que se ocupa de problemas centrales de la estructura general del delito. En efecto, la teoría de la imputación
objetiva logra un tipo objetivo unitario para los delitos dolosos de resultado y los delitos culposos. Si se añade
que según la opinión dominante la previsibilidad individual no representa sino una cuestión de la culpabilidad
del delito imprudente, resulta entonces nuevamente que, según la teoría de la imputación objetiva, el tipo del
delito culposo es, en su totalidad, idéntico al tipo objetivo del delito doloso de resultado.
Por otro lado, los ejemplos principales que han sido tratados por la imputación objetiva como delitos
imprudentes implican una relación de contrariedad al deber exigido y que debe existir entre la acción
descuidada y el resultado y los casos del llamado fin de protección de la norma. En esta línea argumentativa, la
acción prohibida se agota, en el delito imprudente, en el comportamiento voluntario considerado contrario al
cuidado, por ejemplo: Si alguien conduce su coche con exceso de velocidad y arrolla fatalmente a un peatón
que se cruzaba en forma contraria a las leyes del trafico y esto de todos modos hubiera ocurrido aun a la
velocidad permitida, entonces el resultado no es producto de la contrariedad al cuidado en la forma de conducir
y con ello, falta uno de los presupuestos específicos del delito imprudente de resultado.
Imputación Objetiva en los delitos imprudentes.

41
Sobre el comportamiento ilícito en los delitos imprudentes la imputación objetiva dio lugar a que en la
fundamentación del ilícito tampoco se pudiera permanecer en la mera causación (en el sentido de la teoría de la
equivalencia) del resultado. Así, como elementos determinantes, que constituyen el ilícito del delito imprudente
fueron descubiertos y elaborados con mayor detalle la violación al cuidado y la relación de antijuricidad.

La teoría de la imputación objetiva ha cambiado el nombre de estos elementos y en vez de ellos habla de
“creación de un peligro jurídicamente relevante o sea, prohibido” y de “realización de este peligro en el
resultado típico”. De este modo su tracionera procedencia de la dogmática de la imprudencia es
terminológicamente encubierta, ello facilita el sugerir su relevancia práctica para el delito doloso.

La teoría de la imputación objetiva aspira a eliminar esta desigualdad, e imputar al delito doloso también aquello
que es apto para el delito imprudente. El anhelo de la asimilación de los tipos objetivos se basa esencialmente
en dos motivos. Por un lado, como ya se mencionó se trata de una cierta necesidad de armonía para la
unificación de las estructuras dogmáticas. Por otro, el enriquecimiento del tipo objetivo en el delito imprudente
parece demostrar que existe, algo como un “ilícito objetivo”, que en relación al tipo objetivo (tradicional) del
delito doloso, es caracterizado a través de elementos complementarios. Esto fue, y es, motivo de la teoría de la
imputación objetiva para retocar también el tipo objetivo del delito doloso en su contenido.

“Autopuesta en peligro por responsabilidad propia”


La autopuesta en peligro constituye un límite de la “imputación objetiva”. Así, “quien únicamente ocasiona,
posibilita o favorece el acto de la deseada y efectuada autopuesta en peligro por propia responsabilidad (dolosa
o imprudente), participa en un acontecimiento que no es típico, ni por eso mismo, un suceso punible”.
La posibilidad de que un “superior conocimiento de los hechos” conduzca a la realización del tipo (imprudente)
constituye, en rigor, la figura de la autoría mediata a través de la utilización de la “victima sin dolo” como
herramienta.
Principio de Confianza
Uno de los principales aportes de la teoría de la imputación objetiva propuesta por Jakobs radica en el principio
de confianza. Así, los ciudadanos confían en la vigencia de las normas o de forma más personalizada, en que los
otros respetaran las normas, lo cual es un principio básico de nuestro ordenamiento jurídico. Y como principio
general del derecho puede presentar una importante utilidad como criterio normativo de imputación dentro el
marco de la teoría jurídica del delito.
El papel que el principio de confianza puede tener como criterio de imputación, radica principalmente en que
constituye un límite normativo de la responsabilidad penal. Especialmente como criterio normativo de
imputación que delimita el alcance de los tipos penales, poniendo un especial énfasis en aquellos mas
necesitados de configuración doctrinal o jurisprudencial: los delitos puros de resultado (homicidio, lesiones,
daños, etc).
No se trata de hacer referencia al principio de confianza desde la perspectiva de las potenciales victimas del
delito, sino desde la perspectiva de aquellas personas que pueden dañar o poner en peligro bienes jurídicos si
entran en contacto con personas que incumplen las normas. Evidentemente las consecuencias dogmáticas del
principio de confianza que se de una confianza en la vigencia de la norma o, en todo caso-desde una perspectiva
mas personal- en que los otros respetaran las normas.
Desde esta perspectiva el principio de confianza ha tenido una función dogmática más evidente y consolidada.
El principio de confianza, como principio general, se puede tener en cuenta como criterio interpretativo dentro
de la teoría jurídica del delito cuando se trata de desvalorar jurídico-penalmente conductas interrelacionadas,
entrelazadas o cuya peligrosidad depende del comportamiento de terceras personas. La ubicación de este
principio será adecuada donde se analice la infracción del deber de cuidado al tratarse de un criterio de
determinación de dicha infracción. Así, si esta solo se tiene en cuenta en el juicio de culpabilidad, el principio de
confianza será un elemento de la culpabilidad.

42
.
De otro lado, si la infracción del deber de cuidado se tiene en cuenta ya como un elemento de la tipicidad, el
principio de confianza será un elemento del tipicidad. A su vez, para los que consideren que el deber objetivo de
cuidado es un elemento del tipo objetivo el principio de confianza habrá de tenerse en cuenta en este ámbito
doctrinal, mientras que los que consideren que la infracción del deber (en el delito doloso o en el delito
imprudente) es un elemento de imputación personal que ha de analizarse en el ámbito de la tipicidad con
posterioridad a la constatación del tipo objetivo ubicaremos en este ultimo lugar el principio de confianza. En
definitiva, la ubicación dogmática del principio de confianza como criterio de determinación del deber de
cuidado depende de la construcción dogmática de la imprudencia que mantenga cada autor.
El principio de confianza en el sentido tradicional otorgado por la doctrina tiene una mayor relevancia en el
delito imprudente y por ello consideramos que este es el papel dogmático más importante de dicho principio.
Sin embargo, la teoría de la imputación objetiva, como teoría normativa o teleológico-valorativa del tipo,
permite tener en cuenta como criterios interpretativos principios como el de autorresponsabilidad, el de
delimitación de ámbitos de decisión y responsabilidad o el de confianza.
Como ha señalado recientemente Jakobs, un hecho doloso conforme a la norma de cuidado seria una
contradictio in adiecto. Jakobs cuando afirma que “si la norma no se reconoce como efectiva frente a los
comportamientos” se aminora su valor como criterio rector de la conducta, se defrauda (aunque solo sea caso
por caso) la confianza de los ciudadanos en el reconocimiento de la norma.
Es importante señalar que el principio de confianza ha cumplido un rol importante no sólo en el seno de la
dogmática de la imprudencia, sino también en la importancia que pueden tener en el marco del creciente
proceso de normativización de la tipicidad principios como el de confianza y el de autorresponsabilidad. La
teoría de la imputación objetiva, no añade un elemento de análisis dentro de la estructura del delito, aunque
ofrezca nuevos criterios dogmáticos sino una nueva forma o perspectiva de análisis de la tipicidad con la
que no se tienen en cuenta criterios de imputación naturalisticos, sino fundamentalmente normativos.
En consecuencia, el principio de confianza opera dogmáticamente como un limite de la norma de conducta(o si
se prefiere, de la conducta típica o de la imputación del comportamiento).

2.8. Teoría del conjunto o de la ubicación.

La primera, si bien no ha podido ser definitivamente zanjada, ha sido corregida a través de la Teoría de la
Ubicuidad. De acuerdo con esta Teoría, el delito debe reputarse cometido tanto donde se produce el resultado
como allí donde se ha ejecutado la acción. Si bien está contemplada en el Código Penal como una excepción al
Principio de Territorialidad (artículo 1ro. Inciso 1ro. Del Código Penal), ha sido recogida por la Jurisprudencia de
la Corte Suprema como un criterio corrector para definir la competencia interna de los tribunales judiciales, con
un alcance mayor, e instrumental a la eficiencia del servicio de justicia: la garantía de defensa y la facilitación de
los medios de prueba.

2.9. La causalidad en el delito.

Las diversas teorías causales, que únicamente pueden ser aplicadas a los delitos en los cuales se produce un
resultado material, tratan de definir qué comportamiento ha causado la producción de tal resultado. El
problema causal no ha podido ser resuelto por ninguna de las teorías de la causalidad, ya que las mismas
normalmente han ido más allá de los estrictos límites que imponía la causalidad.

Así, han surgido las teorías de la imputación objetiva, con el objetivo de aclarar el referido problema causal.

Las teorías de la causalidad, las cuales pueden ser clasificadas en:

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- Teorías individualizadoras: son las propias del siglo XIX y principios del XX, cuya principal característica es la
diferencia que establece entre los conceptos de causa y condición, ya que los defensores de tal teoría estiman
que la producción del resultado surge de la combinación de varias condiciones de entre las cuales únicamente
una de ellas es auténtica causa del resultado. Así, para esta tesis, toda causa es una condición, pero no toda
condición es una causa. Algunas de las teorías más destacadas dentro del grupo de las teorías individualizadoras
son: la teoría de la condición preponderante, la teoría de la condición más eficaz, la teoría de la condición
decisiva y la teoría de la condición última.

- Teorías generalizadoras: los defensores de esta teoría consideran que no existe diferencia entre los conceptos
de condición y causa, ya que no hacen una comparación individual de las diferentes condiciones estableciendo
una jerarquía entre ellas. Dentro de las teorías más destacadas dentro del grupo de las teorías individualizadoras
están: la teoría de la equivalencia de las condiciones, la teoría de la adecuación o de la causalidad adecuada y la
teoría de la relevancia.

Hagamos ahora referencia a la imputación objetiva: dicho concepto de "imputación objetiva" nació en 1927, por
obra de un civilista hegeliano, Larenz, y ya en 1930 Honig lo propuso para el Derecho penal.

Para poder explicar el significado del principio de imputación objetiva, es necesario tener en cuenta que la teoría
que lo desarrolla surgió fundamentalmente por el hecho de que, únicamente mediante la teoría de la causalidad
no es posible encontrar un criterio que permita atribuir de forma segura a un sujeto determinado la producción
de un cierto hecho; así por ejemplo, el precepto legal que protege la vida frente a posibles ataques dolos o
imprudentes, ha de realizarse teniendo en cuenta unos determinados objetivos, como el establecimiento de una
primera delimitación de los comportamientos a enjuiciar y la elección del comportamiento que se ha
desarrollado precisamente en el sentido que la norma jurídica quería impedir.

La teoría de la imputación objetiva parte de la distinción entre causalidad e imputación del resultado, al igual
que hacía la teoría de la relevancia. No obstante, tal teoría introduce una novedad, y es que la misma
proporciona los criterios de determinación de dicha imputación, los cuales no son compartidos de forma
unánime por todos los defensores de esta teoría, pero permiten operar con cierta seguridad, por estar
prefijados.

Así, los criterios fundamentales de determinación de la imputación objetiva son los siguientes:

- incremento del riesgo: en relación con este criterio se ha dicho que cuando un resultado es causado por el
agente, el mismo únicamente se puede imputar el tipo objetivo si la conducta del autor ha dado lugar a un
peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido y ese peligro también se ha realizado en el
resultado concreto.

- fin de protección de la norma: en virtud de este criterio, si el resultado se presenta como la creación de un
peligro por parte del autor, normalmente, dicho resultado podrá ser imputado a su autor, cumpliéndose el tipo
objetivo. Sin embargo, la imputación puede desaparecer de forma excepcional si el alcance del tipo no abarca la
evitación de tales peligros y sus repercusiones.

En todos los casos, para poder imputar objetivamente un resultado a una acción, tal acción y el curso causal han
de ser adecuados, lo que requiere que, ex ante, sea objetivamente previsible que con tal acción se pueda
producir el resultado de la forma en la que concretamente se produjo.

2.10. Teoría de la equivalencia.

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La teoría de la equivalencia de condiciones se empieza a conocer en Alemania a partir de 1843, con Stuart Mill.
Años más tarde la teoría es desarrollada por Von Buri en 1873.

Von Buri entendió que no solamente la suma de una diversidad de elementos es causa de un fenómeno, sino
que además cada una de esas fuerzas individualmente consideradas a su vez causa un resultado.

De acuerdo con esta teoría, es causa de un resultado toda condición negativa o positiva que intervienen en la
producción de un resultado, todas pueden considerarse como causa del mismo, siendo imposible diferencias
entre causas y condiciones. El procedimiento para averiguar cuando se está en presencia de una causa es la
conditio sine qua non, la cual establece que si se suprime mentalmente determinada condición y el resultado
desaparece, dicha condición es causa del mismo1.

La teoría de la equivalencia de condiciones, trabaja en la mayoría de los casos con la fórmula de que debe
considerarse causa toda condición de un resultado que no puede ser suprimida mentalmente, sin que
desaparezca el resultado concreto; es decir que es válida como causa toda conditio sine qua non, toda condición
sin la cual no se habría producido el resultado. Así p.ej, si un automovilista que conduce bebido no puede
dominar su vehículo o invade el otro lado de la calzada, donde se produce un choque con otro coche que venía
de frente, el haber consumido alcohol es causal respecto de ese accidente; pero si lo suprime mentalmente, el
conductor del coche hubiera continuado por el lado correcto de la calzada y no hubiera tenido lugar el
accidente. Y según esa misma fórmula, son también causa los fabricantes de ambos coches y además otras
personas que hayan motivado a la conducción de ambos, así como un cúmulo de ulteriores circunstancias que
hayan influido en el suceso. Por consiguiente no se realiza ninguna selección entre las innumerables condiciones
de cualquier resultado, sino por el contrario se consideran equivalentes (o sea, de igual valor) todas las
condiciones y a ese juicio de equivalencia le debe su nombre a la teoría de la equivalencia.

Esta teoría parte del criterio de que todo resultado es determinado y verificado por un conjunto de
antecedentes causales. En otras palabras, la causa será el conjunto de antecedentes y condiciones necesarias y
suficientes para producir el resultado, pero según Von Buri, causa podría ser cada una de las condiciones, con tal
que ella se presente como condición, sin la cual el resultado no se hubiera producido pues cada uno de los
antecedentes o condiciones del resultado tienen igual valor. De ahí el nombre de teoría de la equivalencia.

A esta teoría se le denomina teoría la conditio sine que non, entendida del latín "condición esencial" o como
"condición indispensable", la fórmula conditio sine que non es un mecanismo para atribuir a un factor la
categoría causa. La conditio sine que non implica que un acontecimiento es causa de un resultado, cuando no
pueda ser suprimido mentalmente, sin que el mencionado resultado desaparezca.

Por ejemplo en el supuesto de que ocurra un asalto a un banco, si se suprime mentalmente la incursión de los
delincuentes a mano armada y la sustracción que realizan del dinero, desaparece el resultado del
desapoderamiento que configura el delito de robo. Ya no se tomaría, ni remotamente en cuenta, la causación
del resultado por parte del gerente que abrió el banco esa mañana.

La teoría de la equivalencia de condiciones dice que todas las condiciones producidas de la naturaleza o de la
acción humana, son equivalentes y por tanto causas del resultado.

En el Derecho Penal lo que interesa es si el resultado fue causado por una acción humana. Esta pregunta se
responde aplicando la fórmula mágica, según la doctrina tradicional, de la conditio sine qua non, llamada
también supresión mental hipotética. Esta fórmula servirá para establecer el nexo empírico de causalidad y ellas
es un proceso lógico, que consiste en eliminar, mediante un proceso de abstracción, la acción del autor y

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observar si se mantiene del resultado. Un resultado es causado por una acción, cuando la acción no puede
suprimirse mentalmente, sin que el resultado desaparezca2.

Finalmente para la teoría de la conditio sine qua non denominada de Von Buri, penalista alemán que por
primera vez la enunció en el campo del Derecho, debe considerarse causa toda condición particular del
resultado, es decir, todo antecedente sin que el resultado no se habría verificado. Por ello, a fin de que se dé la
relación de causalidad es suficiente que el hombre haya realizado una condición cualquiera del resultado, basta,
en otros términos, que haya actuado un antecedente indispensable para la producción del resultado.

2.11. Teoría de la condición más eficaz.

Una causa podría ser la condición más eficaz o la última condición que antecede al resultado o la más
preponderante, o la que se considere decisiva atendiendo su esencia y manifestación.

Determinación la Relación Causal. Teorías

Si hay relación, se sigue el supuesto criminal hasta la responsabilidad penal. Si no hay relación se suspende el
seguimiento del supuesto porque no hay acción. Por ejemplo hay relación cuando alguien dispara y mata o
cuando alguien arroja un animal feroz a otro, en ambos se comete delito de homicidio

¿Cómo se determina la Relación Causal?

Respondieron las siguientes teorías:

 Teoría de la equivalencia

o Teoría de las condiciones

o Teoría de la causacion adecuada.

 Teoría de la causa típica

o Teoría de la causa necesaria,

o Teoría de la causa más eficaz,

o Teoría de la causa más eficiente.

 Teoría de la relevancia

 Teoría de la imputación objetiva

Teoría de la equivalencia o de la “conditio sine qua non”(vonBury).

Hay un conjunto de causas y condiciones. El Derecho Penal tiene que fundar la imputabilidad y por ende la
responsabilidad criminal en una sola causa o condición.

Para el Derecho Penal, la causalidad se constituye como una relación que debe existir entre una acción u
omisión y un resultado delictivo, elaborándose distintas teorías acerca de esta relación de causalidad, tales
como la Teoría de la Equivalencia o de la condictio sine qua non que exige una relación plena entre causas y
resultado, la Teoría de la condición más eficaz, o la denominada Teoría de la causalidad adecuada que
considera como causa de un resultado aquella actividad normalmente adecuada que para producirlo, en este
sentido se ha pronunciado el gran penalista Eugenio Cuello Calón.

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No obstante, esta exigencia de relación entre causa y efecto, se complica, puesto que pueden ser muy
numerosos los factores que pueden influir de forma causal en la producción de un determinado resultado, esta
influencia puede ser tanto directa como indirecta, existiendo igualmente factores intermedios que den lugar a
una pluralidad de resultados. Para la doctrina del Derecho Penal, la relación causal se ha considerado siempre
como un componente de la acción y el primer elemento del delito, si bien, la más moderna doctrina que
sostiene un concepto estricto de acción que considera la causalidad no como un elemento del delito sino como
un elemento exigido por el tipo en aquellos delitos denominados de resultado.

Esta teoría dice: si un sujeto ha puesto una de las condiciones o causas para un resultado antijurídico es
responsable criminalmente no solo de esa causa sino del conjunto de causas.

De ahí el nombre de “equivalencia”. Por ejemplo: si alguien hiere a otro, pero no mortalmente y es llevado en
una ambulancia a un hospital, pero este durante su trayectoria vuelca y el herido perece. El autor de la herida es
homicida porque sino le hubiese herido no hubiera sido llevado en la ambulancia.

El autor es responsable del conjunto de causas y condiciones que llevaron a tomar la ambulancia.

Teoría de la causa adecuada (von Kries).

Elige del conjunto de condiciones una adecuada para causar el resultado de acuerdo a lo que se considera
corriente y normal en la vida. Por ejemplo: si alguien golpea a otro en la nariz, es normal que sangre, pero si
luego muere por desangramiento, el golpe no es causa, por lo tanto el autor es irresponsable penalmente.

¿Quién debe determinar cuál es la causa adecuada para que se produzca un resultado? La doctrina dice que se
debe determinar teniendo en cuenta los conocimientos del hombre medio y de modo particular del autor.

La Teoría de La Equivalencia amplía la responsabilidad, la Teoría de la Condición Adecuada favorece la


irresponsabilidad, aunque también favorece a descartar otras causas.

3.- LA CONDUCTA Y LA TIPICIDAD.

3.1. Ausencia de conducta.


Es el elemento negativo de la conducta, abarca la ausencia de acción o de omisión de la misma, en la
realización de un acto ilícito.
3.2. Causa que excluyen la acción o conducta.

 Vis absoluta o fuerza física superior irresistible: se entiende que el sujeto actúo en virtud de una
fuerza física exterior irresistible. Cuando sobre el se ejerce directamente una fuerza superior a las
propias a la cual se ve sometido, por cuya circunstancia su acto es voluntario. Fuerza física exterior
irresistible es la violencia hecha al cuerpo del agente, da por resultado que éste ejecute
inmediatamente lo que no ha querido hacer.
 Vis mayor o fuerza mayor: Cuando el sujeto realiza una acción u omisión, coaccionado por una
fuerza física irresistible proveniente de la naturaleza. No hay voluntad del sujeto.
 Movimientos reflejos: Son actos corporales involuntarios, no funcionan como factores negativos d
la conducta, si se pueden controlar o retardar o cuando el sujeto haya previsto el resultado.
 El sueño: es el descanso regular y periódico de los órganos sensoriales y del movimiento,
acompañado de relajación de músculos y disminución de varias funciones orgánicas y nerviosas.
En éste caso, tampoco se daría la voluntad del sujeto por estar dormido, no tiene dominio de sí
mismo.

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 El hipnotismo: es un procedimiento para producir el llamado sueño magnético, pueden
presentarse los siguientes casos:

* Que se hipnotice al sujeto sin su consentimiento y realice una conducta o hechos tipificados por la ley, o
* Que se hipnotice al sujeto con su consentimiento con fines delictuosos.
* Que se hipnotice al sujeto con su consentimiento sin fines delictuosos por parte de éste.

 El sonambulismo: Es el estado psíquico inconsciente mediante el cual la persona que padece


sueño anormal tiene cierta aptitud para levantarse, andar, hablar y ejecutar otras cosas, sin que al
despertar recuerda algo de lo que hizo.

3.3. La vis absoluta (fuerza física).

 Fuerza física exterior irresistible (VIS absoluta).- Por ella debe entenderse cierta violencia hecha al cuerpo
del agente, que da por resultado que éste ejecute irremediablemente, lo que no ha querido ejecutar. No hay
acción o conducta cuando se es violentado por una fuerza exterior que no se puede resistir. Supera la
voluntad del sujeto de tal modo de que es incapaz de autodeterminarse. Por ejemplo, el policía que es atado
para que no persiga al delincuente. La violencia física debe ser irresistible, que anule la libertad del agente y
quien, por consiguiente, no es causa moral del delito, ni siquiera su causa física, sino mero instrumento. De
acuerdo con la doctrina y la jurisprudencia, debe entenderse que el sujeto actuó en virtud de un fuerza física
exterior irresistible, cuando sobre el se ejerce directamente una fuerza superior a las propias, al cual se ve
sometido, por cuya circunstancia su acto es involuntario. Cuando un sujeto comete un delito por una fuerza
física e irresistible proveniente de otro sujeto, no hay voluntad en la realización y no se puede presentar el
elemento de conducta en virtud de no ser un acto voluntario. Es importante determinar que la fuerza debe
ser física, es decir material – no puede ser de naturaleza moral – porque es la única que puede obligar al
sujeto que recibe la fuerza física, no la puede dominar o resistir y es vencido por ella.
3.4. Vis maior (fuerza mayor).

 . Fuerza mayor (VIS mayor).- Esta causa de ausencia de conducta, deriva de la naturaleza. Se presenta una
conducta delictiva por causa de fuerza mayor, es decir, cuando el sujeto realiza una acción, en sentido amplio
(acción u omisión) coaccionado por una fuerza física irresistible proveniente de la naturaleza. En la fuerza
mayor como en la fuerza física exterior irresistible, no hay voluntad en el sujeto, la diferencia estriba en que
la vis absoluta, es una fuerza irresistible proveniente del hombre, mientras que la vis maior es una fuerza
proveniente de la naturaleza. Ejemplo: Quien propina a otro una simple bofetada y al retirar la víctima
violentamente la cabeza se pega contra el poste del tranvía y se fractura la base del cráneo, de cuya lesión
muere horas después, por lo tanto no podemos cargar en la cuenta del autor del hecho insignificante, la
muerte que resultó por se absolutamente imprevisible. Tanto la Fuerza física como la fuerza mayor eliminan
la conducta humana. Pero si el sujeto puede controlarlas o por lo menos retardarlas, ya no funcionan como
elementos negativos del delito.
3.5. Problemática del caso fortuito o la fuerza mayor.

CASO FORTUITO, NATURALEZA DEL. Conforme al derecho penal cuando los resultados dañosos del propio acto
voluntario, no solamente no fueron previstos, sino que eran imprevisibles, el hecho no es imputable. Esta es la
hipótesis del caso fortuito; pero la imposibilidad de prever las consecuencias de nuestros actos, sólo existe
cuando en su ejecución hemos puesto todo el cuidado que suelen poner las personas diligentes en el ejercicio
de su actividad, para evitar la violación de derechos ajenos. Ahora bien, conforme a la fracción X del artículo 15
del Código Penal Federal, se establece entre otras, como causa excluyente de incriminación, la relativa al caso

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fortuito, que define en los siguientes términos: causar el daño por mero accidente, sin intención ni imprudencia
alguna, ejecutando un hecho lícito con todas las precauciones debidas. Los requisitos necesarios para que exista
dicha eximente son: a) que el acto ejecutado sea lícito, b) que se haya ejecutado con la diligencia debida, esto
es, empleando las precauciones racionales que no omiten las personas prudentes y previsoras y que a pesar de
ello, resulte el mal por mero accidente material, no imputable ni a dolo ni a culpa. Amparo directo 2527/55. Por
acuerdo de la Primera Sala, de fecha 8 de junio de 1953, no se menciona el nombre del promovente. 3 de
noviembre de 1955. Unanimidad de cuatro votos. La publicación no menciona el nombre del ponente

3.6. La tipicidad.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación, define a la tipicidad como “un elemento objetivo del delito, que se
integra mediante la función de comprobación de que el hecho imputado (conducta y resultado) se adecúa al
presupuesto normativo y descriptivo (tipo), la sentencia impugnada, al aceptar que en autos se comprobó el
cuerpo del delito previsto en un precepto, está realizando la función de comprobar que el hecho imputado
encaja, en forma perfecta, dentro de la hipótesis recogida por el tipo.”

Por su parte, nuestros Tribunales Colegiados de Circuito, han considerado que la tipicidad es “la constatación
plena del encuadramiento exacto entre los componentes de una hipótesis delictiva descrita en la ley y un hecho
concreto acontecido y probado en el mundo fáctico.”

Por su parte Juan Ortiz, señala que la tipicidad fue “propuesta en 1906 por Ernst von Beling, la tipicidad es el
encuadramiento en el tipo penal de toda conducta que conlleva una acción u omisión ajustada a los
presupuestos detalladamente establecidos como delito o falta en un cuerpo legal; es decir, para que una
conducta sea típica, debe constar de manera específica y pormenorizada como delito o falta en un código.”

3.7. Elementos del tipo.

1. Subjetivos: El elemento subjetivo general es la culpabilidad. A veces se añade la exigencia del dolo, en otros
se excluye el dolo eventual, en otras se exige el conocimiento de ciertas circunstancias, como en los delitos
contra el estado civil, que para que se configure la conducta tipificada en el artículo 134, los cónyuges deben
conocer que poseen el impedimento que causa la nulidad absoluta del matrimonio, o la exigencia de ciertos
vínculos de parentesco, o de lazos de protección, o cuando se valora la capacidad y estabilidad psíquica de quien
comete el delito, por ejemplo, en el caso de homicidio cometido en estado de emoción violenta, etcétera.
2. Objetivos: Se refiere a todas las acciones percibidas por los sentidos que configuran la conducta delictiva
punible.
3. Normativos: Es la referencia a otras disposiciones del orden jurídico que complementan los elementos
objetivos, y dan significado a algunas expresiones usadas en el tipo penal, por ejemplo “cosa mueble ajena”
requerida para configurar el delito de hurto.
La tipificación del delito de hurto. Es un apoderamiento ilegítimo, es una cosa mueble y es evidentemente ajena.

 CUÁLES SON LOS ELEMENTOS OBJETIVOS DEL TIPO DE LA TIPICIDAD?


Los elementos objetivos del tipo son aquellos cuya comprensión no dependerá del contexto de una norma.

Encontramos como elementos objetivos delo tipo a los sujetos, su calidad, conducta, bien jurídico tutelado,
objeto material, las circunstancias, los medios comisivos, el nexo causal y el resultado.

 ¿QUIÉNES SON LOS SUJETOS EN LA TIPICIDAD?

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Los sujetos en la tipicidad son aquellos que intervienen dentro de la tipicidad, mismos que se describen a
continuación:

A).- SUJETO ACTIVO: Es el autor o cómplice de un hecho delictivo.


B).- SUJETO PASIVO: Es la víctima del delito, quien a su vez es el titular del bien jurídico quebrantado por el
sujeto activo.
 ¿QUÉ ES LA CALIDAD DE LOS SUJETOS?
Como bien te podrás imaginar, cada uno de los sujetos en la tipicidad (activos y pasivos), tiene características
que los hacen diferentes, mismas que describiremos a continuación:

A).- CALIDAD PERSONAL DEL SUJETO ACTIVO: Es la que permite distinguir o clasificar los delitos en: especiales
propios o impropios y los cometidos por cualquier persona.
B).- CALIDAD PERSONAL DEL SUJETO PASIVO: Es la que se exige para considerar que un sujeto es pasivo, es
decir, el ser una víctima.
 ¿QUÉ ES LA CONDUCTA?
El Diccionario de la Real Academia Española, define a la conducta como la “f. Manera con que los hombres se
comportan en su vida y acciones.”
(http://dle.rae.es/?id=AChkdr3)
Ahora bien, en el caso de los elementos objetivos del tipo, encontramos que la conducta es uno de ellos, misma
que a su vez se integra por diferentes conceptos, como lo son: la acción, omisión simple y comisión por omisión.

A).- ACCIÓN: Son los movimientos corporales voluntarios de una persona con capacidad de voluntad propia,
mismos que pueden ser dolosos o culposos.
B).- OMISIÓN SIMPLE: Es lo contrario a la acción, es decir, a la falta de movimientos corporales de un individuo
con capacidad de voluntad propia. Pueden ser dolosos o culposos.
Los elementos de los que se conforma la omisión simple son: la inactividad ,el deber jurídico de actuar, el dolo o
culpa según sea el caso y el resultado típico formal.

C).- COMISIÓN POR OMISIÓN: Es la falta de movimientos corporales de manera voluntaria, a la que se atribuye
un resultado típico material, pueden ser dolosos o culposos.
A su vez, la comisión por omisión se integra de los siguientes elementos: la inactividad del autor, el deber
jurídico del actor, la calidad de garante del autor, el dolo o colpa según sea sel caso del autor y el resultado
típico material.

 ¿QUÉ ES UN BIEN JURÍDICO TUTELADO?


Lo podemos definir como el valor o interés que protege al derecho (penal). A su vez, este bien jurídico tutelado
puede ser personal o supra personal. Es personal cuando el titular del bien es una persona específica, y es supra
personal, cuando existe más de un titular del bien jurídico.

 ¿QUÉ ES EL OBJETO MATERIAL?


Es la copa o persona sobre la que cae una conducta típica.

 ¿QUÉ SON LAS CIRCUNSTANCIAS?


El artículo 410 del Código Nacional Penal, señala que “la gravedad de la conducta típica y antijurídica estará
determinada por … las circunstancias de tiempo, modo, lugar u ocasión del hecho …”
(Código Nacional de Procedimientos Penales. Artículo 410)
 ¿QUÉ SON LOS MEDIOS COMISIVOS?

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Los medios comisivos son aquellos a través de los cuales se ejecuta el tipo: violencia moral, violencia física u
otros.

 ¿QUÉ ES EL NEXO CAUSAL?


La Suprema Corte de Justicia de la Nación considera al nexo causal como “el conjunto de condiciones positivas
o negativas concurrentes en la producción de un resultado; y siendo las condiciones equivalentes, es decir, de
igual valor dentro del proceso causal, cada una de ellas adquiere la categoría de causa, puesto que si se suprime
mentalmente una condición, el resultado no se produce.”
(262463. . Primera Sala. Sexta Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen XXVI, Segunda Parte, Pág.
134.)
Por su parte, nuestros Tribunales Colegiados de Circuito, la definen como “toda acción que causa un resultado
es la que al suprimirla éste desaparece y, por otro, que las concausas que se actualizan antes, durante y después
de la conducta desplegada por el agente, excluyen el nexo causal entre la acción y el resultado, cuando por sí
mismas lo producen.”
(174416. VIII.5o.2 P. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Tomo XXIV, Agosto de 2006, Pág. 2275)
 ¿QUÉ ES EL RESULTADO?
El resultado es la lesión o una puesta en peligro del bien jurídico protegido. Este resultado puede ser formal o
material. Le llamamos formal cuando se despliega una conducta, y le llamamos material, cuando la lesión o
puesta en peligro se corrobora con el nexo causal.

 ¿QUÉ ES LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DEL RESULTADO?


Es la atribución del resultado de una conducta a un autor, cuando se comprueba que éste creó un riesgo no
permitido, decretó ese riesgo en un resultado y en consecuencia, produjo un resultado que la norma protege.

 ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS SUBJETIVOS DEL TIPO?


Son el dolo y la culpa.

Juan Ortiz señala que el dolo es la “voluntad de realizar el comportamiento típico, con el conocimiento de los
elementos objetivos del tipo y la comprensión normal del sentido de los normativos. Puede ser: a) directo: tiene
como seguro el resultado típico. B) eventual: tiene como probable la realización del resultado típico, querido y
aceptado por el autor en caso de producirse.”
Asimismo, señala que la culpa es el “quebrantamiento de un deber objetivo de cuidado. Puede ser consciente o
no.”

 ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS SUBJETIVOS ESPECÍFICOS EXIGIDOS POR EL TIPO?


Son los que se observan cuando el sujeto activo, aun conociendo un antecedente de la situación, decide llevar a
cabo el delito. Se caracterizan en enunciados como: con el ánimo de … ; a sabiendas de … ; con el propósito de
…; con el objeto de …

 ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS NORMATIVOS DEL TIPO?


Son los de comprensión o entendimiento dependiente del contexto de una norma.

A).- ERROR DE TIPO: El autor de manera dolosa afecta algún elemento objetivo del tipo penal. Puede ser
vencible o invencible. Es vencible cuando se excluye el dolo, pero se deja subsistente la punibilidad por el delito
culposo respectivo.

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B).- CONSENTIMIENTO O CONFORMIDAD DE LA VÍCTIMA: Recae sobre los bienes jurídicos disponibles, excluye
la tipicidad del comportamiento. Sin embargo, existe un consentimiento de la víctima, para la existencia del tipo
penal respectivo como es el caso de las lesiones.
Ahora bien, el consentimiento puede ser expreso, tácito o presunto.

3.8. Clasificación de los elementos del tipo.

1) Elementos normativos. Son aquellos que requieren valoración por parte del intérprete que ha de aplicar la
ley. Un ejemplo es en la valoración de “cosas muebles ajenas”, el Juez debe de determinar qué se entiende por
ajenidad

2) Elementos subjetivos. Son las cualidades internas, intelectuales o intangibles que exige el tipo penal al sujeto
activo. Un ejemplo puede ser el dolo, la culpa o la voluntabilidad y la imputabilidad

3) Elementos objetivos. La parte objetiva del tipo abarca el aspecto externo de la conducta. Se entienden como
aquellos que proceden del mundo externo perceptible por los sentidos, es decir, deben de ser tangibles,
externos y materiales. Los elementos objetivos concuerdan con lo que se estudia como el “cuerpo del delito”.
Un ejemplo es el individuo en el homicidio, o la cosa mueble en el robo.

4) Elementos descriptivos. Están formados por procesos que suceden en el mundo real, u objetos que se
encuentran en el mundo real. Un ejemplo de elementos de objetos que se encuentran en el mundo real, que
pueden ser comprendidos con los sentidos es matar, dañar la salud, un local cerrado, etc

3.9. Clasificación de los elementos del tipo penal.

a)Básicos. Son los tipos fundamentales, los que describen de manera independiente una conducta humana, y se
aplican sin sujeción a ningún otro. Un ejemplo es el robo y el homicidio simple.

b) Especiales. Son los que contienen elementos nuevos o que modifican los requisitos de los elementos básicos,
por eso se aplican con independencia de éste.

c) Subordinados o complementados. No pueden aplicarse de manera independiente, porque señalan


circunstancias que califican la conducta básica o especial. Un ejemplo es el homicidio agravado.

d) Compuestos. Son aquellos que describen una pluralidad de conductas, cada una de las cuales podría
conformar un tipo distinto.

e) Autónomos. Son los que describen un comportamiento al cual puede adecuarse la conducta del actor. Por
ejemplo el secuestro y el robo.

f) En Blanco. Son aquellos cuya conducta no está descrita, sino que el legislador la remite a otro ordenamiento
jurídico.

g) De daño o de puesta en peligro. Los tipos de daño requieren que el bien jurídico sea destruido o lesionado.
Los Tipos de puesta en peligro solo toman en consideración la posición de riesgo en la cual se coloca el bien
jurídico.

h) Abiertos. Su descripción es sólo comprensible a partir del complemento que se realice con otro texto legal. Un
ejemplo es el contenido en el artículo 171 del Código Penal Federal. i) Cerrados. Son aquellos que resultan

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suficientes en todos y cada uno de sus elementos por sí mismos, por ejemplo el establecido en el artículo 302
del Código Penal Federal.

3.10. Ausencia de tipicidad.

TIPICIDAD Y AUSENCIA DEL TIPO. Dentro de la teoría del delito, una cuestión es la ausencia de tipicidad o
atipicidad (aspecto negativo del delito) y otra diversa la falta de tipo (inexistencia del presupuesto general del
delito), pues la primera supone una conducta que no llega a ser típica por la falta de alguno o algunos de los
elementos descriptivos del tipo, ya con referencia a calidades en los sujetos, de referencia temporales o
especiales, de elementos subjetivos, etc., mientras la segunda presupone la ausencia total de descripción del
hecho en la ley.

Amparo directo 4794/53. Guillermo Jiménez Munguía. 21 de abril de 1959. Unanimidad de cinco votos. Ponente:
Luis Chico Goerne. Secretario: Francisco H. Pavón Vasconcelos.

4.- ANTIJURICIDAD.

Antijuridicidad. Es el acto voluntario típico que contraviene el presupuesto de la norma penal, lesionando o
poniendo en peligro bienes e intereses tutelados por el Derecho. La antijuridicidad es un juicio impersonal objetivo
sobre la contradicción existente entre el hecho y el ordenamiento jurídico.

La condición o presupuesto de la antijuridicidad es el tipo penal. El tipo penal es el elemento descriptivo del delito,
la antijuridicidad es el elemento valorativo.

4.1. Distinción entre antijuricidad e injusto.

Los conceptos sistemáticos penales de la "antijuridicidad" y del "injusto" se distinguen, principalmente, en que
el primero: significa la contradicción con el Derecho en cuanto que la concreta conducta humana suponga un
comportamiento contrario a las normas jurídicas, si no concurre una causa de licitud que excluya la
antijuridicidad. Por tanto, no toda conducta típica, esto es, que pueda subsumirse en el tenor de un tipo penal,
es además antijurídica, pues debe comprobarse que no concurre causa de licitud y por injusto se entiende la
propia acción típica y antijurídica, esto es, el objeto de valoración de la antijuridicidad junto con su predicado de
valor. Por lo que en el concepto del injusto se reúnen las tres categorías delictivas: acción, tipicidad y
antijuridicidad.
Como se dijo, una conducta atípica no podía dar lugar a una antijuridicidad penal, aunque ello no significaba la
licitud del hecho porque podía quedar subsistente todavía la posible licitud general. Por el contrario, la exclusión
de la antijuridicidad general significa, de acuerdo con el principio de la unidad del ordenamiento jurídico, que la
acción se encuentra autorizada por el Derecho y por ello no es posible deducir ninguna consecuencia jurídica en
contra de su autor, no sólo penal sino también civil. CARRANCÁ y TRUJILLO, considera que la antijuridicidad
penal se distingue de la civil en su resultado y en su fin. Antijuridicidad formal y material.
La distinción entre antijuridicidad formal y material se promueve por FRANZVONLISZT, quien afirma que
"materialmente" antijurídica es la acción como conducta socialmente dañosa, la lesión o puesta en peligro de un
bien jurídico sólo es materialmente antijurídica cuando es contraria, a los fines del ordenamiento jurídico
regulador de la convivencia. De este modo, puede decirse que una acción es formalmente antijurídica cuando
contraviene una prohibición o un mandato legal; y es materialmente antijurídica cuando representa una lesión
de bienes jurídicos. De acuerdo con la teoría, la importancia práctica de la antijuridicidad material se manifiesta,
al menos, en tres campos:

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a) Permite realizar graduaciones del injusto, a diferencia de la antijuridicidad formal que no permite distinciones
cualitativas: se infringe o no la norma. Así, es más grave un robo de cincuenta mil pesos que de mil pesos. La
gravedad del injusto material en cuanto determina una mayor gravedad del hecho (artículo 386 del Código Penal
Federal) incide en la medida de la pena;
b) El injusto material sirve de criterio de interpretación del tipo. Así, aunque una conducta pueda subsumirse en
el tenor literal del tipo, no es antijurídica en los casos de acciones socialmente adecuadas, y:
c) También desempeña un papel relevante en la ponderación de intereses, esto es, en la fundamentación de las
causas de licitud, y brinda la posibilidad de la construcción de causas de licitud supralegales, siempre dentro de
los límites de los valores de la Constitución.
Una acción es formalmente antijurídica en la medida en que contraviene una prohibición o mandato legal; y es
materialmente antijurídica en la medida en que en ella se plasma una lesión de bienes jurídicos socialmente
nociva y que no se puede combatir suficientemente con medios extrapenales.
Los conceptos de lesión y de peligro. La lesión del bien jurídico es un concepto normativo. Por ende, no sólo
debe entenderse la destrucción o daño de un objeto material, sino también las ofensas inferidas a bienes
jurídicos de tipo ideal que no tienen un sustrato material. Así, la destrucción de la vida o de una cosa ajena en
los delitos de homicidio y de daños; la ofensa al honor en el delito de calumnia, previsto este último, en el
artículo 356 del Código Penal Federal. Normalmente, la forma consumada de los tipos delictivos contiene una
lesión del bien jurídico protegido en dicho tipo. Junto a la lesión, en el Derecho Penal se castiga también la
puesta en peligro de bienes jurídicos.
La antijuridicidad presenta una clara naturaleza objetiva, que resulta del contraste de la acción humana con el
ordenamiento jurídico, siendo indiferente que el autor resulte culpable o no. Por ello cabe la defensa legítima,
no sólo contra el agresor culpable, sino contra el enajenado y el menor de edad.
La antijuridicidad consiste pues en la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico.

La antijuridicidad es un juicio de desaprobación del hecho en cuanto ofensivo para un bien jurídicamente
protegido. El contenido material de la antijuridicidad no se agota, sin embargo, en la lesión o puesta en peligro
de un bien jurídico. No toda lesión o puesta en peligro de un bien jurídico (desvalor de resultado) es antijurídica,
sino sólo aquella que se deriva de una acción desaprobada por el ordenamiento jurídico (desvalor de acción).

4.2. La antijuricidad una o múltiple.

En tal virtud, la antijuridicidad representa un concepto unitario, válido para la totalidad del orden jurídico,
mientras que lo injusto es una noción múltiple. Por esto, se puede afirmar que no existe una antijuridicidad
específicamente penal, pero sí un injusto que lo es.

4.3. Teorías objetiva y subjetiva de la antijurídica.

Tradicionalmente la doctrina ha venido distinguiendo entre antijuridicidad objetiva y antijuridicidad subjetiva.


Aquella implica que el juicio de antijuridicidad debe efectuarse de manera objetiva, con absoluta independencia
de consideraciones subjetivas referidas al sujeto, éste, por el contrario, implica que toda consideración sobre la
antijuridicidad no puede efectuarse sin prescindir de elementos subjetivos referidos al sujeto.
Modernamente la distinción ha perdido vigencia e importancia. La antijuridicidad (es decir, la contradicción
existente entre la realización del tipo y la norma jurídica) es un juicio objetivo, ya que en la comprobación de

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esta realidad es menester una simple comprobación de "objetiva" de la contradicción de la conducta típica con
la norma jurídico-penal.

4.4. Antijuricidad formal y material.


LISZT elaboró la distinción entre antijuridicidad formal y antijuridicidad material.
Aquella aludía a una contradicción existente entre la acción y el ordenamiento jurídico; ésta, por el contrario, se
refería a la acción que suponía un peligro o una ofensa para determinado bien jurídico.
Atinadamente advierte RODRÍGUEZ MOURULLO que "Antijuridicidad formal y antijuridicidad material no
son sino dos conceptos de un mismo fenómeno"
Esto es así, toda vez que la acción (que llamamos "comportamiento") realiza por el sujeto no sólo desconoce
(es contraria) el contenido del tipo penal (hacer lo prohibido o no hacer lo ordenado), sino que al mismo tiempo
pone en peligro de lesión, o lesiona, un determinado bien jurídico tutelado por el ordenamiento jurídico-penal.

4.5. Elementos subjetivos de la antijuridicidad.

Los elementos subjetivos, de la antijuricidad, referidos a actitudes psíquicas de la persona respecto a su acción,
son integrantes de la antijuricidad. En general las leyes exigen además del aspecto objetivo uno subjetivo de la
antijuricidad dependiente del conocimiento de la acción que realiza el sujeto. La conducta delictiva, cuando es
dolosa, persigue una finalidad. En muchos casos el derecha esta predeterminado por la actitud interna de la
persona que es lo subjetivo. Fija su valoración en la posición psíquica o en los propósitos o deseos en lo que
relaciona la descripción objetiva de una actitud o modo de ser del agente, de suerte que la acción antijurídica
requiere hallarse integrada por estos elementos subjetivos de la antijuricidad. De este modo tenemos que en
estos supuestos la estimación jurídico penal penetra hasta la interioridad de la persona sirviendo de apoyo la
simple conducta externa realizada. La teoría de los elementos subjetivos de la antijuricidad señala algunos
delitos como elementos subjetivos:

1. Delitos de intención como el caso del rapto propio (Código Penal, Art. 313), cuando habla de fines lascivos y
otros, que exigen una determinada intención.

2. Los delitos de tendencia, a los que corresponde una conducta como realización de una tendencia subjetiva,
corno el caso de fraude de seguro (Código Penal, Art. 338), cuando dice, el que con el fin de cobrar para. si o
para otros o el secuestro del Articulo 334 “El que con el fin de obtener rescate u otra ventaja para si o para
tercero.........”.

3. Los delitos de expresión en que la acción aparece como expresión de un proceso anímico del agente.

Mezger dice q de los elementos subjetivos de los injusto lo siguiente: “Las referencias anímicas subjetivas del
infractor respecto a lo injusto cometido por él, el saber que infringe el ordenamiento jurídico y el conocimiento
de los fundamentos fácticos de dicha infracción, la intención de actuar contra el Derecho, son solo de
importancia en lo que concierne a la imputabilidad por lo menos normalmente. Pero seria erróneo querer
afirmar este principio sin excepción alguna y referir en consecuencia todo lo objetivo al injusto y todo lo
subjetivo a la culpabilidad, concibiendo el primero solo subjetivamente y solo subjetivamente a la segunda”.

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EL CONCEPTO OBJETIVO DE LA ANTIJURICIDAD

El juicio referente a la conducta surge una vez que se tiene el efecto de la acción, esta situación contraria al
derecho, da el carácter objetivo de la antijuricidad y ello es lo decisivo para la punibilidad.

En materia penal una conducta esta prohibida o de acuerdo con la ley, no se admite una zona intermedia, o sea
un actuar indiferente. Cuando el carácter injusto del acto se halla excluido, falta la antijuricidad.

Es necesario aclarar que no existe diferencia real entre la antijuricidad e injusto y causas de justificación por
otra, se los emplea, sobre todo los dos primeros, como sinónimos. El proceso fáctico y el estado creado por 61
es un injusto o antijurídico.

En resumidas cuentas, el aspecto de la antijuricidad es cuando la acción contradice las normas objetivos del
derecho, puesto que este existe, para garantizar una conviven externa ordenada y pacifica, por ello es; que las
normas del Derecho aparecen como normas objetivas de valoración, como juicios sobre determinados
acontecimientos.

4.6. Distinción entre ilicitud civil y penal.


ILÍCITO CIVIL E ILÍCITO PENAL.- Aunque normalmente se habla de ilícito civil e ilícito penal, lo cierto es que la
antijuridicidad de un hecho se precisa cuando, a través de un juicio de apreciación objetiva, se concluye
teniéndolo como contrario a las normas o lesivo a los bienes tutelados por el derecho; de ahí que se afirme que
el campo de la antijuridicidad es solo uno y que es impropio hablar de ilicitud civil e ilicitud penal, ya que un acto
traerá consecuencias de uno u otro orden según la consecuencia que la ley asocie al mandato de obrar o de
abstenerse. En el caso concreto, el quejoso estima que como los daños fueron causados en un muro cuya
propiedad es común, por tener carácter de medianero, contra la pretensión de la ofendida de que el mismo es
de su exclusiva propiedad, tendría que resolverse previamente la cuestión civil para después proceder
penalmente por el delito de daño en propiedad ajena y que, por otra parte, la supuesta ofendida tiene derecho
a una acción civil de pago de daños y perjuicios, pero es el caso que tal argumentación, en principio fundada,
resulta inaplicable al caso porque, aun en el supuesto de que la pared sea medianera y por lo tanto exista
respecto de ella una copropiedad, el procesado realizó actos que causaron daños en la misma sin el
consentimiento o aviso previo a su copropietaria, integrándose por ello los elementos del delito de que se le
acusa.
Amparo directo 469/59.-Luis Martínez Velasco.-7 de julio de 1959.-Cinco votos.-Ponente: Juan José González
Bustamante.-Secretario: Francisco H. Pavón V. Informe de 1959, Sexta Época, página 42, Primera Sala

5.- CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.

5.1. Las causa de justificación (sistema rígido o extensivo).

5.2. El consentimiento del ofendido como causa de justificación.

El aspecto negativo de la antijuridicidad lo constituyen las causas de justificación, que son las razones o las
circunstancias que el Legislador considero para anular la antijuridicidad de la conducta típica realizada, al
estimarla licita, jurídica o justificable.

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En principio, la Ley penal castiga a todo aquel que la contraria (antijuridicidad), pero excepcionalmente la Ley
establece casos en que justifica la conducta típica (causas de justificación) con lo cual desaparece la
antijuridicidad, por existir una causa de justificación o licitud.

De manera genérica, CPEM las maneja como causas de exclusión de delito, como se observa en el artículo 15, que
mezcla distintas circunstancias, entre ellas la justificación; a su vez, la doctrina las separa y distingue, También
suelen denominárseles eximentes o causas de licitud.

NATURALEZA

La naturaleza de las causas de justificación es eminentemente objetiva, pues derivan de la conducta y no de algún
elemento interno.

EXIMENTES SUPRALEGALES

Es falso creer que existan justificantes derivadas de otra fuente distinta a la ley, cuando se sabe que en el derecho
penal la única fuente de derecho es precisamente la ley.

FUNDAMENTACION DE LAS CAUSAS DE JUSTIFICACION

Los criterios que fundamentan las causas de justificación son el consentimiento y el interés preponderante.

*Consentimiento; “el consentimiento del lesionado no excluye el injusto en todos los hechos punibles. El
consentimiento debe ser serio y voluntario y corresponder a la verdadera voluntad del que consiste.”

Para que el consentimiento sea eficaz se requiere que el titular objeto de la acción y el objeto de protección
sean una misma persona. También puede darse el consentimiento presunto (enfermo)

*Interés preponderante; Surge cuando existen dos bienes jurídicos y no se pueden salvar ambos, por lo cual se
tiene que sacrificar uno para salvar el otro. Se justifica privar de la vida a otro para salvar la propia, por ejemplo.

CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN EN PARTICULAR

La legislación penal mexicana contempla las siguientes:

1.-Legitima defensa; es un comportamiento nato, basado en el instinto de sobrevivencia, que se manifiesta al


repeler una agresión.

Requisitos;

La legítima defensa, según la doctrina, requiere de cumplir ciertos requisitos para su existencia, los cuales son;

a) repeler una agresión real, actual o inminente y sin derecho


b) necesidad de defensa de bienes ,jurídicos propios o ajenos
c) existencia de una necesidad racional, la defensa empleada y el ataque
d) y ausencia de provocación.

2.-Estado de necesidad; al igual que en legítima defensa, se basa en el instinto de supervivencia, “ya sea para
evitar un mal propio o ajeno” se “lesiona un bien jurídico de otra persona o infringe un deber”, es decir consiste
en una situación de peligro que amenaza determinados bienes jurídicos a raíz de un peligro no causado por el

57
agente, y en atención a un comportamiento lesivos a bienes jurídicos perteneciente a un tercero que pudo haber
creado con esa situación peligrosa.

Diferencia entre legítima defensa y estado de necesidad, radica en que la primera, el ordenamiento jurídico otorga
la potestad de defenderse de un peligro eminente frente a su agresor lo cual otorga a diversos autores a otorgarle
el carácter de un estado de necesidad privilegiado; en cambio en el estado de necesidad ,se permite lesionar o
transgredir los intereses de otra persona que no ha realizado ninguna agresión ,siempre y cuando el interés
protegido tenga mayor relevancia que el daño que se pretende ocasionar al otro individuo. La primera como una
reacción y la segunda como una acción.

3.-ejercicio de un derecho; Consiste en causar algún daño cuando se obra de forma legítima, siempre que exista
necesidad racional del medio empleado.

En esta eximente, el daño se causa en virtud de ejercer un derecho derivado de una norma jurídica o de otra
situación, como el ejercicio de una profesión, de una relación familiar etc.

4.-Cumplimiento de un deber; en el caso de los bienes que resultan lesionados o puestos en peligro cuando se
cumple un deber, resulta indiscutible que estos no pueden dar lugar a la antijuridicidad pues el agente adecua
su comportamiento en el sentido ordenado por la norma, sin embargo, el problema aflora cuando el agente
realiza algo contrario al dictado de la norma jurídica que apego al cumplimiento de un deber que debe y puede
observar.

Para determinar los casos en que una persona actúa en cumplimiento de un deber, es necesario remitirnos a la
norma jurídica rectora de dicho acto, así actuar un policía, un médico, un militar, un servidor público, u otro es
necesario revisar la legislación jurídica que los rige a fin de establecer si su comportamiento se adecua o no a
derecho.

5.-Consentimiento del titular del bien jurídico; Se encuentra en el art.15, fracc.III que establece lo siguiente;

Art.15.el delito se excluye cuando;

Fracción III.-Las causas permisivas, como:

Se actué con el consentimiento del titular del bien jurídico afectado, siempre que se llenen los siguientes
requisitos;

a) Que se trate de un delito perseguible por querella,


b) Que el titular del bien tenga capacidad de disponer libremente del mismo
c) Que el consentimiento sea expreso o tácito y sin que medie algún vicio de la voluntad

5.2. EL CONSENTIMIENTO DEL OFENDIDO COMO CAUSA DE JUSTIFICACION.

Se define como la posibilidad de sacrificar un bien jurídico sin que exista la posibilidad de fincar un reproche
en contra del autor, pero derivadas de aspectos como;

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1.-Que el bien jurídico sea disponible

2.-Que el titular del bien jurídico tenga la capacidad jurídica para disponer libremente del mismo, y

3.-Que el consentimiento sea expreso o tácito y sin que medie algún vicio; o bien, que el hecho se realice en
circunstancias tales que permitan fundadamente presumir que, de haberse consultado al titular, este hubiese
otorgado el mismo.

CONSENTIMIENTO DEL OFENDIDO. Es sabido que el consentimiento del titular del bien jurídico lesionado a
virtud del proceso delictivo, siendo anterior o coetáneo a la acción, destruye la antijuridicidad o el tipo; es decir,
si el pasivo de una conducta delictiva presta su consentimiento para que se realice ésta, no resulta afectado el
bien jurídico que se tutela, siempre que el consentimiento recaiga sobre bienes jurídicos disponibles. El
consentimiento destruye el tipo, esto es, impide que éste se integre, cuando en la descripción legal se consagra
como elemento constitutivo del delito la ausencia del consentimiento por parte del titular. Ejemplo de esto
último es el robo, y de lo primero el daño en propiedad ajena, en el cual se tutela el patrimonio de las personas,
que es un bien jurídico disponible. En el caso, estando demostrado el consentimiento para que la destrucción de
unos cuartos se llevara al cabo, no puede sostenerse que la conducta realizada por los quejosos sea antijurídica;
no hay delito sin antijuridicidad y no puede imponerse pena cuando la conducta realizada no es antijurídica.

Amparo penal directo 4699/52. Scolari Llaguno Humberto y coagraviado. 22 de noviembre de 1954. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Rafael Matos Escobedo. La publicación no menciona el nombre del ponente

5.3. El problema de la eutanasia.

Hablar de la muerte resulta difícil, pues la mayoría de nosotros nos rehusamos a creer que algún día todo se
acabará. La soberbia de los seres humanos es extrema, a tal grado que nos ha hecho creer que todo es infinito:
el agua, el aire, los alimentos, el petróleo, el fuego, la tierra, el tiempo, nuestros seres queridos, la pareja, los
hijos, nuestras posesiones, en fin… la vida.

La raíz etimológica de la palabra eutanasia proviene del griego eu (bueno) y thanatos (muerte), por lo que en su
conjunto significa buena muerte. Sin embargo, la complejidad del término deriva del prefijo eu, pues su
significado es muy ambiguo, ya que lo que es bueno para una persona, no lo es para la otra, en consecuencia,
¿cómo podemos referirnos a una buena muerte?, es decir, ¿qué significa una buena muerte? Una buena muerte
será lo que para cada individuo de acuerdo con sus particulares experiencias de vida signifique, pudiendo
circunscribirse a un suicidio asistido, a un homicidio piadoso, a una muerte sin dolor, a dejarse morir (suspender
alimentos, seguimiento medico o medicina paliativa) o soportar los dolores hasta que se haga la voluntad de
Dios, etc.
El mexicano Cipriano Sotelo Salgado, indica que la eutanasia es la terminación deliberada de la vida de un
paciente en orden a prevenir posteriores sufrimientos. Es decir, se entiende como acción u omisión que por su
naturaleza o en la intención causa la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor; añade que la conducta
eutanásica, está compuesta por diversos actos de un tercero, que realiza por motivos piadosos, para acabar con
el sufrimiento de personas que están desprovistas de valor vital, por encontrarse en estado vegetativo o por
sufrir una enfermedad dolorosa y terminal. Y que para que se justifique como homicidio piadoso, debe ser el
propio paciente el que reclame la muerte; el padecimiento deber ser mortal y de los que no perdonan en breve
plazo, y, que la única intención del que mate sea abreviar el sufrimiento.

59
Por su parte, el jurista Francisco González de la Vega, señala que la eutanasia se reserva a aquéllos criminales
caritativos en que una persona, ante los incesantes requerimientos de otra, víctima de incurable mal, la priva de
la vida piadosamente para hacer cesar sus estériles sufrimientos.

Esta definición le da al sujeto activo la calidad de criminal y al igual que la definición anterior, se refiere a cuando
es el propio enfermo terminal el que pide a otro le auxilie a poner fin a su vida, sin considerar a los enfermos
mentales o a los que se encuentran en estado vegetativo, los cuales no pueden manifestar su voluntad, por lo
que en razón de ellos es que se pensó en los testamentos vitales, para que cuando se encuentren en pleno uso
de sus capacidades, indiquen que hacer con su persona cuando se encuentren incapacitados para decidir por
ellos mismos, los cuales veremos posteriormente.

En el ámbito religioso, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe manifestó el 5 de mayo de 1980, que la
eutanasia es una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la intención, causa la muerte, con el fin de
eliminar el dolor; 6 se trata de una definición corta y sencilla, que considero comprende los elementos básicos
que se requieren para dicho concepto.

Finalmente, nos referiremos a la clasificación que hace Antonio Beristaín de la eutanasia: se habla de eutanasia
activa o pasiva, según se provoque la muerte al sujeto por una acción o una omisión; se le denomina eutanasia
directa, cuando sobreviene la muerte, e indirecta, cuando se busca mitigar el dolor físico, con el conocimiento
de que el abuso de drogas como parte del tratamiento puede acortar la vida del paciente; para algunos autores
a esta última no puede llamarse propiamente eutanasia, pues lo que cuenta, desde el punto de vista ético, es la
intención de matar, lo que jurídicamente se llama dolo.
Se clasifica en voluntaria e involuntaria, según se solicite por quien desea la muerte o por otra persona;
perinatal, agónica, psíquica o social, la que se aplica a los recién nacidos con males congénitos, o a enfermos
terminales, con lesiones cerebrales irreversibles, a ancianos u otras personas consideradas socialmente
improductivas y prescindibles.

Como pudimos anticipar, derivado de la subjetividad de lo que significa para cada individuo una buena muerte,
las definiciones están en función de diversos puntos de vista teológicos, religiosos, morales, éticos, legales,
filosóficos, científicos, etc.; sin embargo, nuestro objetivo, como ya lo mencionamos, es revisar la parte legal,
por lo que definiré como eutanasia:

La acción u omisión que tiene como finalidad terminar con la vida de una persona que padece una enfermedad
terminal o incurable, determinada así por el médico o los médicos del conocimiento, que produce al enfermo
dolores insoportables, que lo hacen pensar que la única alternativa para poner fin a su sufrimiento, es la muerte,
la cual al producirse traerá consecuencias de hecho y de derecho, de acuerdo con la legislación de cada Estado.

Ortotanasia
Este término data de 1950, deriva de la raíz griega orthos que significa lo recto y thánatos, muerte, es decir,
muerte correcta, la cual supone una actuación más humana de quienes atienden enfermos terminales, sin
embargo, otra vez nos encontramos ante la subjetividad del concepto, pues lo que es correcto para una
persona, no lo es para otra.

60
Cipriano Sotelo señala que consiste en dejar de realizar los actos que le permitirán a una persona vivir, o bien el
suspender los medios de los cuales depende la vida ajena, la eutanasia pasiva, también conocida como
eutanasia por omisión, generalmente es cometida en personas que no prestan su consentimiento por estar
privadas de la conciencia universalmente, se considera inmoral y antijurídica este tipo de eutanasia.

Para Miguel Sánchez y López Romero, se trata de la muerte justa, a su debido tiempo, en su momento, sin
prolongaciones de la vida ni retrasos de la muerte.10 Esta definición la considero acertada, pues para algunos
autores la ortotanasia se diferencia de la eutanasia activa o pasiva, porque aquella no acelera la muerte, ni por
acción ni por omisión. Se cree que este término toma en cuenta de manera importante el proceso de
humanización de la muerte, los cuidados paliativos y no alarga la vida de manera innecesaria, es decir, no
incurre en alargamientos abusivos con la aplicación de medios desproporcionados que solamente producen
sufrimientos adicionales.

Tanto la ortotanasia, como la distanasia, surgieron para distinguirse de la eutanasia. En la primera, observamos
que se trata de acciones u omisiones que causan la muerte, pero no tienen la intención de matar, p.e.: cuando a
un paciente se le administran dosis adecuadas de fármacos para mitigar el dolor, en algunos casos la
consecuencia es acortarle el tiempo de vida, o cuando el mismo paciente renuncia a terapias que retrasan de
manera forzosa la muerte, aun a costa del sufrimiento del paciente.

Distanasia
También del griego dis que significa mal y thánatos, que como ya se dijo se trata de muerte, es decir, una mala
muerte; se piensa que esta definición es contraria a la de eutanasia, toda vez que: Consiste en retrasar lo más
que se pueda el advenimiento de la muerte y por todos los medios posibles aunque no haya esperanza alguna
de curación y aun cuando ello signifique añadir más sufrimientos al moribundo, y que, obviamente, no evitarán
la muerte, sino sólo la aplazarán en condiciones lamentables para el enfermo. Esto es lo que se ha llamado
también encarnizamiento terapéutico. Otra definición nos es obsequiada por Miguel Sánchez y A. López
Romero, que indican que es lo contrario a la eutanasia, pues se trata de la prolongación inútil de una vida
agonizante, con la intención de alejar en todo lo posible el momento de la muerte, a través de los medios
técnicos al alcance, aunque no exista esperanza de curación.

Suicidio Asistido
Miguel Sánchez y López Romero, indican que se trata de la acción de una persona, que sufre una enfermedad
irreversible, para acabar con su vida, y que cuenta con la ayuda de alguien más que le proporciona los
conocimientos y los medios para hacerlo. Cuando la persona que ayuda es el médico, hablamos de suicidio
médicamente asistido; sin embargo, como se verá en la parte de Derecho Comparado, no son únicamente los
médicos los que pueden asistir la muerte de una persona.

Por su parte, Antonio Berinstain comenta que tal vez la mayoría de los tratadistas, admiten que en
determinadas circunstancias pueden darse motivos suficientes, para un suicidio oblativo, es decir, cuando se
entrega la vida en favor de familiares o amigos, y en tal caso, se tiene que analizar cada supuesto antes de emitir
el juicio aprobatorio o condenatorio.15 Al suicidio asistido también se le ha denominado como ayuda al suicido,
autoeutanasia o muerte asistida, pues en realidad se trata de un suicidio solicitado por el propio enfermo
terminal, que al no poder ejecutarlo por sí mismo solicita que alguien le asista, en base a estas consideraciones,

61
para algunos autores no se trata propiamente de una forma de eutanasia y para otros, se trata de un supuesto
derecho al suicidio.

Tanto la eutanasia como el suicidio asistido implican forzosamente una acción que se lleva a cabo de manera
directa y voluntaria, cuya finalidad es acabar definitivamente con el sufrimiento de un enfermo terminal, a
través de un acto que pone fin a su vida biológica.

Cuidados Paliativos
En este apartado, nos toca revisar el concepto de cuidados paliativos, por la implicación trascendental que
tienen sobre el tema que analizamos, pues como podemos ver de las definiciones anteriores, unos adecuados
cuidados paliativos pueden hacer que las personas con enfermedades terminales, desistan de la intención de
morir cuando se le apoya con la disminución del dolor, la atención adecuada, la paciencia y el amor que todo
ello requiere.

La Organización Mundial de la Salud, ha señalado que los cuidados paliativos son los cuidados apropiados para el
paciente con una enfermedad avanzada y progresiva donde el control del dolor y otros síntomas, así como los
aspectos psicosociales y espirituales cobran la mayor importancia. El objetivo de los cuidados paliativos es lograr
la mejor calidad de vida posible para el paciente y su familia. La Medicina paliativa afirma la vida y considera el
morir como un proceso normal. Los cuidados paliativos no adelantan ni retrasan la muerte, sino que constituyen
un verdadero sistema de apoyo y soporte para el paciente y su familia.

En países como el nuestro en donde el sistema de seguridad social es de mala calidad, obviamente los cuidados
paliativos en la práctica son casi inexistentes, debido a lo sobrepoblado de estas instituciones. Es un contenido al
que no se le ha dado la importancia que reviste, tan es así que en la actualidad en nuestro país no contamos con
ninguna norma oficial (NOM) sobre cuidados paliativos (se encuentra en proyecto) y la incorporación del Título
Octavo Bis De los Cuidados Paliativos a los Enfermos en Situación Terminal, de la Ley General Salud, se publicó
en el D.O.F. el 5 de enero del presente año, pretendiendo regular este vasto tema en tan sólo trece artículos,
resultando insuficientes; sin embargo, no se puede seguir postergando su cumplimiento, pues como podemos
ver existen normas internacionales que obligan a su observancia por la importancia que representan.
La Ley General de Salud se refiere a ellos, como el cuidado activo y total de aquellas enfermedades que no
responden a tratamiento curativo. El control del dolor, y de otros síntomas, así como la atención de aspectos
psicológicos, sociales y espirituales. Tienen por objeto
I.Salvaguardar la dignidad de los enfermos en situación terminal, para garantizar una vida de calidad a través de
los cuidados y atenciones médicas, necesarios para ello;
II.Garantizar una muerte natural en condiciones dignas a los enfermos en situación terminal;
III.Establecer y garantizar los derechos del enfermo en situación terminal en relación con su tratamiento;
IV.Dar a conocer los límites entre el tratamiento curativo y el paliativo;
V.Determinar los medios ordinarios y extraordinarios en los tratamientos; y
VI.Establecer los límites entre la defensa de la vida del enfermo en situación terminal y la obstinación
terapéutica.
Por otro lado, los enfermos terminales tienen derecho a: recibir atención médica integral; ingresar a las
instituciones de salud cuando así lo requieran; dejar la institución de salud en que esté hospitalizado; recibir un
trato digno y profesional procurando preservar su calidad de vida; recibir información clara, oportuna y
suficiente sobre las condiciones y efectos de su enfermedad y los tipos de tratamientos por los cuales puede

62
optar; dar su consentimiento informado por escrito para la aplicación o no de tratamientos, medicamentos y
cuidados paliativos; solicitar al médico que le administre medicamentos que mitiguen el dolor; renunciar,
abandonar o negarse a recibir o continuar el tratamiento que considere extraordinario; optar por recibir los
cuidados paliativos en un domicilio particular; designar a algún familiar, representante legal o a una persona de
su confianza, para que cuando esté impedido a expresar su voluntad, lo haga en su representación; recibir los
servicios espirituales, cuando lo solicite él o persona de su confianza, así como los demás que señalen las leyes
(artículo 166 Bis 3). Finalmente comentaremos, que la obligación por parte del Estado de otorgar cuidados
paliativos, surge en el momento en el que se diagnostica el estado terminal de su enfermedad

IV. La Eutanasia dentro del Código Penal Federal


La eutanasia en nuestro país está penalizada, el Código Penal Federal considera como delito el suicidio asistido y
aunque se considera como homicidio piadoso, se persigue de oficio y la pena es menor a la que se establece
para el homicidio simple intencional (12 a 24 años),25 pues la ayuda que se presta al enfermo terminal no se
hace de manera dolosa, sino con la intención de aliviar su sufrimiento y a petición del propio enfermo; sin
embargo, cuando se trata de un menor o enfermo mental la pena se agrava y se le da el tratamiento de
homicidio calificado (30 a 70 años)

Artículo 312.- El que prestare auxilio o indujere a otro para que se suicide, será castigado con la pena de uno a
cinco años de prisión; si se lo prestare hasta el punto de ejecutar él mismo la muerte, la prisión será de cuatro a
doce años.

Artículo 313.- Si el occiso o suicida fuere menor de edad o padeciere alguna de las formas de enajenación
mental, se aplicarán al homicida o instigador las sanciones señaladas al homicidio calificado o a las lesiones
calificadas.

63
El tipo penal se clasifica en simple, porque el único bien jurídico tutelado es la vida; en base al sujeto activo, en
especial y monosubjetivo; en relación al sujeto pasivo, en personal y monosubjetivo; en relación al hecho, se
trata de una acción dolosa, unisubsistente, plurisubsistente, instantáneo, de resultado material, sin modalidades
y de formulación libre.

Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal y su Reglamento.

64
5.4. Lesiones resultantes de tratamientos medico quirúrgicos.

5.5. Lesiones causadas en los deportes.


Cada vez que en el ámbito de la elite deportiva se produce un serio perjuicio para uno de los practicantes, que
puede oscilar desde la más o menos prolongada inhabilitación temporal, pasando por el abandono definitivo de
su práctica, hasta llegar a la irreparable pérdida de la vida, se produce la polémica de si el tercero causante del
perjuicio resulta únicamente acreedor de una sanción.

JUSTIFICACIÓN DE LAS LESIONES CAUSADAS EN LOS DEPORTES:

Teniendo en cuenta que en ningún caso dicho tipo de lesiones han rebasado desde el punto de vista punitivo el
ámbito meramente deportivo, y ello en base -tal como indica el profesor Muñoz Conde en su Derecho Penal
Parte especial- a la adecuación social como causa de exclusión de la tipicidad, siempre y cuando la conducta
lesiva se haya atenido a las normas reglamentarias deportivas. No debemos olvidar una conciencia social ínsita

65
en el aficionado-espectador y que trasciende al deportista de que la aceptación al riesgo de la lesión es algo que
entra dentro del ámbito de disponibilidad sobre- la respectiva ¡integridad física

5.6. Lesiones inferidas en ejercicio del derecho de corregir.

PATRIA POTESTAD Y DERECHO DE CORREGIR. Conforme al Código Penal de 1929, las lesiones inferidas por el
padre o tutor a su hijo o pupilo, cuando tales lesiones son resultado del ejercicio del derecho de corregir, no son
punibles; pero este derecho, que es admitido por la ley penal, está limitado, y debe entenderse que la misma ley
prohibe que se castigue a los menores con crueldad e innecesariamente; en consecuencia, si el Juez llega a
probar que en el ejercicio de la patria potestad, el que la tiene, se ha excedido en el castigo, o ha empleado una
crueldad innecesaria, puede aplicarle el castigo procedente, sin que esté obligado a tener en cuenta, de una
manera forzosa, la exculpante de que antes se ha hablado.
Amparo penal directo 4621/30. Jiménez Monroy Enrique. 21 de abril de 1932. Unanimidad de cinco votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente. Quinta Epoca: Tomo XXXIV, página 3074. Indice Alfabético.
Amparo directo 4620/30. Alemán Sánchez Lauro. 21 de abril de 1932. Unanimidad de cinco votos. La publicación
no menciona el nombre del ponente.

Conforme al artículo 251 del Código Penal del Estado, para que las lesiones dejen de ser punibles es
indispensable que quien las infiera ejerza la patria potestad o la tutela; que sean causadas en ejercicio del
derecho de corregir; que sean leves, es decir, que no pongan en peligro la vida y tarden en sanar menos de
quince días y fundamentalmente, que el autor no abuse de su derecho corrigiendo con crueldad o con
innecesaria frecuencia.
Los niños en México y Latinoamérica están desprotegidos de la violencia, pero no solo de la delincuencia sino
principalmente de la que ocurre dentro de sus casas. En México, únicamente Ciudad de México, Zacatecas y
Chiapas prohíben específicamente el castigo corporal en sus leyes, mientras que Guanajuato y Chiapas lo
prohíben en sus códigos penales. En tanto, los códigos penales de 14 entidades contemplan excusas para
lesionar a los descendientes: ya sea porque el agresor estaba invadido de una “emoción violenta”, porque no lo
hizo con dolo, o porque ejerció su “derecho a corregirlo”.
México firmó en 1990 la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, comprometiéndose a
alinear sus leyes y reglamentos con dicho documento, sin embargo, lo incumple tanto a nivel federal como en
casi todos los estados. Hasta la fecha solo hay tres leyes estatales que prohíben el castigo corporal a los
menores de edad. Por un lado, la Ley general de los Derechos de los Niños obliga a “abstenerse de cualquier
atentado contra su integridad física”, mientras los códigos son aún más laxos: 11 de ellos excusan las lesiones
cometidas por un familiar a otro en línea directa, siempre que no tengan el propósito de lastimar (dolo); que el
agresor no esté bajo el efecto del alcohol o drogas, y que no huya después de la agresión.
Otros ocho códigos penales consideran el “estado de emoción violenta” como una atenuante de las penas por
lesionar a un familiar en primer grado, donde se considera que el agresor perdió su capacidad reflexiva y de
contención cuando lesionó a la víctima, lo que reduce su castigo a la mitad o en dos terceras partes; mientras
que otros dos códigos contemplan el “derecho a corregir” de los padres, justificando literalmente los golpes
para conseguir este fin.
Una base de datos elaborada por el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes
(Sipinna), y verificada por Animal Político, da cuenta de estas legislaciones que incluso coinciden en algunas
entidades.
Sin intención y sobrio

66
El artículo 321 bis del Código Penal Federal dicta que no se procederá contra quien culposamente (por
imprudencia) ocasione lesiones u homicidio en agravio de un ascendiente (padres) o descendiente consanguíneo
en línea directa (hijos); además de hermano, cónyuge, concubino, adoptante o adoptado, “salvo que el autor se
encuentre bajo el efecto de bebidas embriagantes, de estupefacientes o psicotrópicos, sin que medie
prescripción médica, o bien que no auxiliare a la víctima”.
Párrafos casi idénticos figuran en los códigos de Baja California Sur, Chiapas, Morelos, Chihuahua, Nuevo León,
Tlaxcala, Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Ciudad de México.
Sin razonamiento, voluntad ni control
El artículo 142 del Código Penal de Baja California Sur indica que se reducirá hasta la mitad el castigo a quien “en
estado de emoción violenta cometa el delito de homicidio o de lesiones”, y explica que existe emoción violenta
cuando “en virtud de las circunstancias que desencadenaron el delito, se atenúa en forma considerable y
transitoria” la capacidad del agresor para comprender lo que hizo y actuar en consecuencia. Es el mismo caso de
Guerrero, Tabasco, el Estado de México y Coahuila.
Por su parte Michoacán, Campeche y Ciudad de México reducen dos terceras partesde la pena a quienes
cometan lesiones u homicidio “en estado de emoción violenta”, definida por el Código penal de Campeche
como “una reacción motora, circulatoria y secretoria hacia un sentimiento de gran intensidad, el cual produce
una perturbación psicológica transitoria que se manifiesta a través de formas violentas de expresión, falta de
razonamiento, de discernimiento y de voluntad”.
El Código penal de la capital, finalmente, define esta emoción como “cuando el sujeto activo del delito vive una
intensa conmoción del ánimo que provoca un desorden del comportamiento, la pérdida del dominio de su
capacidad reflexiva y la disminución de sus frenos inhibitorios”.
“Derecho de corregir”
Si bien dichas reglas aplican a cualquier familiar de los mencionados, los niños son más vulnerables a las lesiones
y tienen menor capacidad de defenderse de sus parientes adultos, particularmente cuando existe la creencia de
que lastimar a un niño es “necesario” para educarlo, señalaron los expertos asistentes a la Reunión
Interamericana sobre Castigo Corporal contra niñas, niños y adolescentes, celebrada en Ciudad de México la
semana pasada.
Esta creencia está institucionalizada en los Códigos Penales de los estados de Hidalgo y Sonora, donde las
lesiones forman parte del “derecho de corrección” y por lo tanto, no causan penalidad.
“No son punibles los golpes inferidos en ejercicio del derecho de corregir, siempre y cuando no sean una forma
habitual o reiterada de ejercer este derecho y no causen cualquiera de las lesiones previstas en el Artículo 140
de este Código”, es decir, que causen daños a la salud, refiere el artículo 142 del Código de Hidalgo.
El de Sonora, por su parte, indica en su artículo 248 que las lesiones inferidas por quienes ejerzan la patria
potestad o la tutela a los menores bajo su guarda “en ejercicio del derecho de corregir, no serán punibles si se
tratare de las comprendidas en la fracción I del artículo 243”, es decir que no pongan en peligro la vida “y,
además, el autor no abusare de ese derecho, corrigiendo con crueldad o con innecesaria frecuencia”.
Prohibición, solo en tres leyes y dos códigos penales
Respecto a los Códigos Civiles de los estados, Guanajuato y Chiapas prohíben expresamente el castigo corporal,
como exige la Convención de la ONU. A nivel de leyes locales, Chiapas, Ciudad de México y Zacatecas prohíben el
castigo corporal, aunque Ciudad de México y Zacatecas no han armonizado sus códigos penales con sus leyes. El
resto solo dicta que los padres y tutores deben evitar las conductas violentas, igual que la ley federal que obliga

67
a “abstenerse de cualquier atentado contra su integridad física, psicológica o actos que menoscaben su
desarrollo integral”.
“Es una cuestión realmente normalizada”, lamentó el secretario ejecutivo del Sipinna, Ricardo Bucio. En el
marco de la Reunión Interamericana, el funcionario explicó a Animal Político que la ley general dejó un espacio
de posibilidad al no prohibir explícitamente el castigo corporal en los términos del Fondo de Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF), reflejando con ello la cultura social tanto de los legisladores que lo aprobaron como de
la sociedad que no lo asumió como un problema.
“La ley dice que los padres deben abstenerse de ejercer violencia, pero esto es como decir que se prohíbe el
homicidio y que las personas deben abstenerse en lo posible de asesinar a alguien más. Es lo mismo, da la
posibilidad y queda sujeto a la interpretación legal o judicial en caso de que un juez diga que abstenerse no es
una prohibición completa”, puntualizó Bucio Mújica.
Destaca el caso de Puebla, donde existe la prohibición incluso a nivel constitucional, que dicta en su artículo 26:
“Queda prohibido el castigo corporal y cualquier acto u omisión que atente contra su integridad física o
psicológica”, en referencia a los niños.
La protección a la infancia también está prevista en la Carta Magna, cuyo artículo cuarto reza: “En todas las
decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez,
garantizando de manera plena sus derechos (…). Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y
evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez”.
Por lo cual, las leyes, códigos civiles y penales que no han sido armonizados con este principio contravienen no
sólo la Convención de los Derechos del Niño sino la propia Constitución Mexicana. “Lo que es evidente es que la
violencia hacia los niños no va de acuerdo a su interés superior”, advirtió Bucio Mújica.
En 2015 la ONU entregó a México una recomendación en la que le expresó su preocupación por la
implementación de la Convención a nivel federal, estatal y municipal. “Diversas leyes federales relacionadas con
los derechos de niñas, niños y adolescentes aún no han sido armonizadas con ésta y muchas entidades
federativas todavía no han adoptado la legislación sobre niñas, niños y adolescentes en los términos
requeridos”, advierte la recomendación.
De acuerdo con el titular de Sipinna, recién en diciembre pasado los mandatarios de la Conferencia Nacional de
Gobernadores (CONAGO) se comprometieron a enviar a los congresos estatales iniciativas para prohibir
totalmente el castigo corporal en todas las entidades, compromiso que deberá cumplirse antes de que termine
este año. Esta semana el Senado aprobó un proyecto de decreto para prohibir los castigos corporales y, de ser
aprobada por la Cámara de Diputados, facilitaría esta tarea de los gobernadores, según Bucio Mújica.
“Es verdad que para los países de estructura federal el trabajo de cambio exige una inversión más amplia que en
los que no tienen esa estructura descentralizada, pero eso no exenta al estado de su responsabilidad de
garantizar esa conformidad plena”, señaló a este respecto la Representante Especial del secretario general de la
ONU sobre violencia contra los niños, Marta Santos Pais.
La Convención, por encima de todo
Pese a estas inconsistencias legales, los niños y niñas mexicanos y de todo el mundo (excepto Estados
Unidos) están protegidos por la Convención de los Derechos del Niño desde el momento en que sus países la
firmaron (1990), y pueden recurrir a ella para exigir sus derechos aunque la ley de su estado indique otra cosa,
resalta Nora Schulman, representante del Comité Argentino de Seguimiento a la Convención.

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“Los países tienden a firmar todo tratado para no quedar mal, pero cuando se firma un tratado internacional
tiene validez en el territorio donde se firmó, hay que aferrarse y exigir su cumplimiento”, dijo la activista a este
medio. No obstante, advirtió que no se puede recurrir a un mecanismo que se desconoce, por lo que es
necesario dar a conocer este recurso en todos los ámbitos que rodean al niño para que médicos, abogados,
trabajadores sociales, ministerios públicos sepan que existe una ley supranacional que debe cumplirse por
encima de las leyes nacionales.
Coincide en este punto Santos Pais, quien argumentó que una ley específica puede ayudar a orientar la
capacitación de trabajadores sociales, maestros, procuradores, jueces y profesionales de la salud, cuyo rol en
este tema es fundamental.
“Cuando viene un niño para la vacuna, cuando la madre va a sus exámenes periódicos, que pueda recibir
orientaciones de buen trato, que se invite al padre para beneficiarlo del aprendizaje; cuando eso pasa desde días
antes del nacimiento hay un cambio decisivo en las conductas y en la persistencia de la violencia”, dijo la
funcionaria a Animal Político.
En este sentido, el titular de SIPINNA aseguró que el Sistema está por implementar una serie de medidas para
promover un cambio cultural desde los medios masivos y los sectores educativo y de salud, a fin de que durante
los primeros tres años del niño la familia reciba instrucción y herramientas orientadas a una crianza positiva.
“Tenemos que invertir en prevención, en nuestras mentalidades”, apuntó Santos Pais y subrayó que la respuesta
a la violencia contra los niños no debe ser la criminalización de los miembros de la familia, ya que esto puede
provocar que el niño se sienta culpable por haberse quejado de su padre o su madre, lo que lo revictimiza. “Lo
que queremos es promover acciones de parentalidad positiva, de apoyo social a las familias para que tengan el
tiempo, las habilidades, los conocimientos para crear el mejor entorno para sus niños”.
Latinoamérica, la región más violenta para los niños
En el marco del Día del Niño y del recientemente celebrado Día de la lucha contra el maltrato infantil (25 de
abril), representantes de varios países de la región se reunieron para discutir sobre la eliminación total del
castigo corporal en todos los niveles, pues este método sigue siendo considerado dentro de la cultura latina
como necesario para la educación.
En la reunión concluyeron que América Latina es la región más violenta para niñas, niños y adolescentes, donde
ocurre hasta 40% de los homicidios de menores de 18 años a nivel mundial, principalmente en Brasil, México,
Venezuela y Colombia.
“El castigo corporal es un fenómeno generalizado en la región con impacto directo en dimensiones como el
físico, médico, psicológico y emocional, que afecta a 176 millones de niñas, niños y adolescentes, quienes a su
vez lo replican en su cotidianidad”, reza el documento final de la Reunión Internacional.

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