Professional Documents
Culture Documents
Tal como los controladores serie, los elementos que se pueden conectar son
los mismos, y la diferencia es que inyectan señales de corriente al sistema en
el punto de conexión. El manejo de potencia activa mediante estos elementos
está condicionado por los ángulos de desfase, del mismo modo que los
controladores serie. El diagrama equivalente es el siguiente:
Las cargas eléctricas generan y absorben energía reactiva. Dado que la carga
varía considerablemente de una hora a otra, la potencia reactiva resultante en
la red también varía. Como consecuencia se pueden producir variaciones
inaceptables de los niveles de tensión o incluso bajadas de tensión que pueden
llegar a convertirse en caídas totales.
El equipo desarrollado por ABB con el concepto STATCOM tiene la marca SVC
Light. Está basado en la tecnología de convertidor de fuente de tensión,
equipado con IGBT (Insulated Gate Bipolar Transistor). SVC Light no es
simplemente una marca, sino también un medio de clarificar la diferencia entre
otros suministradores de equipos STATCOM y ABB.
Control de la potencia reactiva para que varíe de una forma continua, con un
control simétrico de las tres fases.
En un futuro muy próximo se tendrán dispositivos FACTS en usos más amplios
cuando previamente se haya mejorado el funcionamiento de la red. El grado en
que es posible controlar la red reducirán las inversiones en las líneas físicas de
transmisión. Así mismo, se prevé que en un futuro muy cercano se tenga la
posibilidad de combinar los dispositivos FACTS con la información en tiempo
real y las tecnologías de la información, llevando así a estos dispositivos más
cerca de sus límites físicos.
Hay más de mil instalaciones FACTS en todo el mundo. Muchas de ellas han
estado en servicio durante décadas. El fin de la vida útil de los equipos no es la
única razón para aplicar mejoras. Otras razones a considerar son:
Cambios en el sistema eléctrico, como por ejemplo si la potencia de
cortocircuito ha cambiado o es necesario cambiarla, si surge la necesidad de
aumentar la capacidad de la línea, etc.
Para beneficiarse de las mejoras tecnológicas que se han producido desde
que se puso en servicio la instalación original. Un problema típico es la
dificultad de conseguir repuestos o la necesidad de mejorar el mantenimiento.
Mejorar la funcionalidad de la instalación, por ejemplo con nuevas funciones
de control o protección, comunicaciones remotas, diagnósticos, etc.
Requisitos medioambientales más severos, como por ejemplo: emisión de
ruidos, resistencia sísmica, estética, reducción de superficie en planta, etc.