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República Bolivariana de Venezuela 1

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología


Universidad Bolivariana de Venezuela
Maestría en Ciencias para el Desarrollo Estratégico
Estado, Democracia y Políticas Sociales

Ensayo sobre El Estado

Gabriel Nicolás Rojas Partidas

Octubre 2017
Tenemos un concepto medular en nuestra unidad curricular del cual intentaremos 2

disertar un poco a ver cuánto se puede aportar en obsequio del acervo teórico de nuestra

comunidad de estudio ubvista. En este sentido, comenzaré por ofrecer algunas ideas

fundamentales sobre lo que es “Estado” según algunas corrientes históricas del pensamiento

enfocadas desde sus más notables representantes y así concluir con una definición que pueda

coadyuvar a la comprensión del tema para facilitar un poco el desarrollo didáctico de esta unidad

curricular: “Estado, democracia y políticas sociales”.

Teniendo en cuenta que tanto el antiguo Egipto con su organización política muy bien

definida, como Mesopotamia con una claridad jurídica rudimentaria, pero bien establecida en su

código de Hammurabi, se puede decir que los primeros intentos en tratar de sistematizar una

noción de Estado fue concebida en la Grecia antigua teniendo a Platón (427-347 a.C) como uno

de los primeros y más notables en esbozar e intentar de explicar el tema partiendo de su

concepción de lo que es “el Estado ideal”. En este orden de ideas, en su obra más famosa, “La

Republica”, insertada en sus “Diálogos”, reduce fundamentalmente al Estado como una

“aristocracia del intelecto”, García (2015), en el que deben prevalecer las virtudes del valor, la

prudencia, la templanza y la justicia; compuesto de tres clases fundamentales en las que la

estructura económica reposa en la clase de los comerciantes, la seguridad en los militares y el

gobierno a cargo de los Reyes y filósofos, Platón, (2008). Por otra parte, Aristóteles (384-322

a.C) lo ve como un instrumento político que sirve de medio para obtener felicidad, entendida

esta como el ideal moral del animal político, que es el ser humano, (Zoon politikon) en las polis

griegas organizadas como ciudades-estado de la época. Aristóteles le da dos sentidos al

significado de Estado, por una parte lo concibe como una organización dirigida a satisfacer

necesidades humanas, y, por la otra, como una entidad con fines políticos. Es interesante que
veamos que este filósofo ya intuía la necesidad de crear un sistema dirigido a alcanzar fines 3

políticos y que le daba como función primordial la búsqueda de la felicidad de sus ciudadanos,

Aristóteles (2005).

Ya en el renacimiento, época de transición para el paso de la edad media a la modernidad,

surge la figura de Nicolás Maquivelo (1469-1527 d.C), quien es el primer pensador que diserta

sobre el Estado como una estructura política de poder en los términos en que lo manejamos hoy

día, sin emitir un concepto explícito sobre el mismo; pero refiriéndolo indirectamente como

“acción política” en las interacciones de sus elementos estructurantes a lo largo de su obra, y de

cuya función primordial es la de garantizar la paz a sus súbditos en la satisfacción de sus

necesidades y de mantener el orden social, todo esto a través de un Estado fuerte y un príncipe

astuto, Maquiavelo (2015). Cabe mencionar la metáfora extraordinaria que del Estado hace

Thomas Hobbes (1588-1679 d.C) al compararla con el monstruo bíblico en la obra homónima a

este: “Leviatán” en la que justificaba, en su condición de teórico por antonomasia del

absolutismo político que históricamente nace al fragor de la aparición de los Estados nacionales

europeos, la necesidad de un Estado fuerte gobernado por un monarca absoluto definiéndolo

como: “…el estado es la persona que ha sido instituida para que use toda su fortaleza para

garantizar la defensa común y la paz general. El titular de ese poder es el soberano que ejerce el

poder soberano…” Hobbes (1992), necesario es aclarar que Hobbes, en su condición de

intelectual cortesano, promueve que la soberanía radica exclusivamente en el Rey, ya famosa es

la frase de Luis XIV de Francia “El Estado soy yo”.

En la ilustración, que sentaba las bases ideológicas fundamentales que van a dinamizar la

eventual “Revolución Francesa” ya hay una concepción clara del Estado, su estructura,
funciones y fines. En este sentido, se puede referir a la obra de Montesquieu “El espíritu de la 4

leyes” en la que propone y reafirma el principio de separación de poderes tradicionales del

Estado (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) de los que se derivan sus funciones fundamentales y

los órganos estructurantes que conforman su organización, Iglesias (2005). Rousseau

reflexionaba sobre la fuente de legitimidad que debe tener el Estado moderno y piensa que del

Estado natural de las cosas, integrado por individualidades, se pasa al Estado formal visto como

una comunidad política que se genera a través de un convenio (contrato social) que lo constituye

y del cual emergen sus leyes en busca de bienestar común. Cabe destacar que en sus ideas se

esboza la noción de “constituyente” como cuerpo colegiado de cuyo fin es fundar o refundar

Repúblicas, crear o transformar el Estado y redactar leyes, incluyendo la carta magna; En este

sentido, el gran “ilustre ilustrado” refería en su obra en su obra al Estado como un cuerpo moral

y colectivo compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, el cual recibe por este

mismo acto su unidad, su yo común, su vida y su voluntad, Rousseau (2000).

En el siglo XIX pensadores como John W. Burgess definía al Estado algo así como un segmento

particular de la humanidad considerado como un todo organizado, Burgess (2007). Ya en el siglo

XX Maritain lo definió como la parte de la estructura política cuya particular función es

mantener, la ley, promover la prosperidad común y el orden público y administrar los asuntos

públicos Maritain (2002). Esmein, citado por Pablo Briceño, en sus “Elementos de derecho

constitucional” planteaba al Estado como la personificación jurídica de la Nación, Briceño

(1939). Ya en nuestro siglo podemos compartir la próxima definición de Estado en la que se

configura el concepto tal cual se concibe en la mayoría de las instancias jurídicas y políticas que

tengan en sus competencias que tratar sobre el tema: “El Estado es una institución que concentra

el poder soberano de una comunidad política asentada sobre un territorio” (López, 2006, p.81).
Es de hacer notar que en las anteriores definiciones a lo largo de la historia configuran el 5

concepto de Estado atribuyéndole, implícita o explícitamente, sus elementos estructurantes:

Pueblo, Territorio, Gobierno; pero también sus funciones: Legislativa, Ejecutiva, Judicial y

Constituyente, de las cuales se derivan sus órganos o poderes; además, se hace común en casi

todas que el fin supremo de todo Estado ideal es el bienestar común. Esto me permite expresar

una definición de Estado y hacer unas breves reflexiones finales, a título de conclusión, sobre el

tema. En mi concepto Estado es: una estructura política y jurídica representativa de una nación

que se asienta en un territorio determinado, investido de soberanía, en el marco de un orden legal

y un sistema de justicia los cuales se da a sí mismo fundamentados en una convención

constituyente, que le dará legitimidad a su gobierno, a sus órganos e instituciones a los distintos

niveles de su organización y de cuyo poder originario reside en su pueblo. De esta definición se

puede extraer una serie de elementos dignos del análisis al cual le podemos dar una utilidad

académica, veamos:

En primer lugar expreso que es “una estructura política y jurídica”, es decir, que tiene un

cuerpo organizado sistemáticamente en el orden político y jurídico. Por otra parte, que representa

a una nación (ya prefiguro una diferencia entre Nación y Estado, que se puede disertar en otra

futura entrega), ante otros Estados del sistema mundo; que tiene un territorio de asentamiento, es

decir, un espacio geográfico en el cual hacen vida los habitantes del Estado con su identidad

cultural (la nación pueblo), además, tiene soberanía (Poder supremo y supra autoridad). Que está

inserto en un marco legal en procura de justicia y que emerge de algún acuerdo constituyente que

fundamenta y legitima a su gobierno y otras instituciones a distintos niveles (aquí se puede

inferir que existen otros niveles de Estado esto puede ser en virtud de su división política

territorial y del grado de autonomía que puedan tener sus entidades). Por último mi definición
plantea, en virtud de lo recabado en fuentes documentales a lo largo de los años, que el poder 6

supremo y soberano de un Estado tiene un depositario originario: El pueblo.

Para finalizar se puede resumir que el Estado tiene unos componentes que lo estructuran

que son: Pueblo, Territorio, Gobierno, Leyes, Órganos e Instituciones (según mi criterio).

Cumple con unas funciones fundamentales: Constituyente, Legislativa, Ejecutiva y Judicial; de

la cuales se derivan sus órganos o poderes básicos: Constituyente que está siempre latente y que

en cualquier momento se puede materializar como es el caso de una Asamblea Nacional

Constituyente. Legislativo, por órgano de un parlamento nacional. Judicial, por órgano de un

tribunal o corte suprema. Y Ejecutivo, por órgano de su gobierno o administración pública. Y

que, finalmente, posee el atributo de la soberanía como poder supremo investido de supra

autoridad que no admite un poder igual y mucho menos uno superior, que le da independencia y

autodeterminación y que el pueblo es el depositario original de la misma.


Lista de referencias 7

Aristóteles (2005). Política. Madrid, España: Editorial Istmo.

Briceño Celis, Pablo. (1939). Elementos de Derecho Constitucional y Constitución de la

República. Madrid, España: Editorial Élite.

Burgess, John W. (1902). Political Science,Constitutional Law, Comparative Law. California:

UCLA.

Hobbes, Thomas. Leviatán o la Materia, Forma y Poder de una República Eclesiástica y Civil.

Valencia, España: Universitat de Valencia.

Iglesias, Carmen. Razón y Sentimiento en el Siglo XVIII. Madrid, España: Real academia de la

Historia.

López Díaz, Elvira. (2006). Iniciación al Derecho. Madrid, España: Delta publicaciones.

Maquiavelo. (2015). El Príncipe. Suiza: FV Editions.

Maritain, Jacques. (2002). El Hombre y el Estado. Madrid, España: Ediciones Encuentro.

Platón (2008). La República. Madrid, España: Ediciones Akal.

Rousseau, Jean-Jacques. (2000). El Contrato Social. Quito, Ecuador: Libresa.

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