Comentarios a la Ley Orgdnica de la Administracién
Publica Federal
Cuando entré en vigor la tltima Ley de Secre-
tarfas y Departamentos de Estado (10. de enero
de 1959), formulamos una serie de comenta-
rios a la misma, destacando, por ejemplo, que
Ja disposicién era totalmente congruente con
el entonces vigente articulo 90 de la Constitu-
cidn Politica de los Estados Unidos Mexicanos,
ya que en el propio ordenamiento se especifi-
caban las atribuciones de cada una de las de-
pendenciay de la administracién publica cen-
tralizada unica forma de organizacién admi
nistrativa en ese tiempo, juridicamente sistema-
tizada, y no como acontecia en la ley y el regla-
mento que abrogo, en que Ja primera, en forma
muy generalizada, consignaba las atribuciones
de las referidas dependencias, y el segundo las
desarrollaba te, dando opor-
tunidad para que dentro de ciertos margenes
el Ejecutivo Federal las manejara con cierta li-
beralidad.
En el anilisis se abordaron las disposiciones
genéricamente aplicables a todas las dependen-
HORACIO CASTELLANOS COUTINO
cias y las facultades més relevantes de cada una
de ellas; el cambio de denominacién de algu-
nas de las ya existentes, mas acorde con las nue-
vas atribuciones que se les asignaron; y la
creacién de nuevas secretarfas como fueron la
de Marina y, sobre todo, la de la Presidencia,
asi como el surgimiento del Departamento de
Turismo.
Este breve recordatorio lo consideramos
‘oportuno, porque creemos que esa ley marcé
un hito muy importante en el desarrollo de la
administracién pablica mexicana, pues ademds
de establecer un sistema més coordinado e in-
terrelacionado de las dependencias que la con-
formaban, el surgimiento de un mayor mimero
de éstas fue sintoma revelador de que la reali-
dad socio-econémica del pais requeria de una
participacién més activa del Estado, para que,
dentro de cauces democréticos, se lograran me-
jores metas en beneficio de la colectividad.
Durante su vigencia, la ley fue experim:
tando modificaciones y adiciones que, si bien
wREVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA
algunas de ellas fueron meramente formales 0
aclarativas, la mayoria trascendié en forma
‘muy significativa en las relaciones entre admi-
nistracién y administrados. Vale la pena men-
cionar algunas, como prueba de la evolucién
constante y continua de una administracién pi-
blica cada vez mejor organizada.
Por decreto del H. Congreso de la Unién en
vigor a partir del 1o. de enero de 1964, se re-
forma y adiciona el articulo 11 de la ley, de-
terminando que compete a la Secretaria de
Obras Publicas la construccién y conservacion
de los puentes federales, incluyendo los inter-
nacionales (fr. VI), y el otorgamiento de con-
cesiones 0 permisos para construir obras que
le corresponda ejecutar (fr. X). Con esas me-
didas, ademas de ampliarse el radio de accién
de la dependencia, se abre el de los particula-
res por la participacién que se les brinda en la
construccién de obras publicas.
El 12 de enero de 1972 se publican reformas
a los articulos 26 y 28, que entrarian en vigor
al dia siguiente. Reformas juridicamente muy
importante pues, con las del 26, se logra pre-
cisar que, aunque originalmente corresponde
toma de las decisiones administrativas a los.
titulares de las dependencias, éstos podran de-
legar cualesquiera de ellas, a excepcién de las
que por ley 0 conforme al reglamento interior
correspondiente, de acuerdo con las facultades
que les confieran, deban ser ejercidas preci-
samente por ellos. Originalmente el precepto
establecia que los titulares de las secretarias (se-
guramente en forma involuntaria se omitié a
los de los departamentos administrativos), po-
dian delegar facultades no discrecionales; lo que
permitia que quedara al arbitrio del propio
tular discernir cudles consideraba obligatorias
y/o discrecionales, en detrimento de la buena
marcha de os asuntos por la posible impug-
nacién de sus resoluciones ¢ incluso por la res-
ponsabilidad en que podia incurrir. La reforma
resolvié el problema, y el principio continia
vigente.
En cuanto al articulo 28, ademas de estatuir
que los reglamentos interiores de las secreta-
rias y departamentos de Estado serian expedi
dos por el Presidente de la Republica (disposi-
‘ién obvia, pues es el tinico constitucionalmente
facultado para expedir reglamentos de ejecu-
cién), autorizé a los titulares para expedir los
manuales de organizacién y procedimientos y
Jos dems instrumentos de apoyo administra-
tivo interno, necesarios para el mejor funcio-
namiento de sus dependencias. Medida esta
tiltima, que se tradujo en un avance muy con-
siderable en los aspectos de organizacién y
cionamiento de las diferentes unidades adminis-
trativas de las dependencias, asi como en su
‘mejor conocimiento por parte de los particulares.
Con motivo de que los territorios federales
de Baja California Sur y de Quintana Roo, a
partir del 8 de octubre de 1974 se erigieron en
estados de la Federacién, el 23 de diciembre de
1974 se publicaron reformas a diferentes orde-
namientos legislativos, incluyendo la ley que
‘nos ocupa, en sus articulos 2o.., fracciones IX,
XI, XII y XXV; 7o., fracciones XVI y XVII;
13, fraccién ITI; y 14, fracciones II y XIX. En
todas ellas se suprimié la referencia a los terri-
torios federales respecto de la competencia de
las secretarias de Gobernacién, del Patrimonio
Nacional, de Educacién Publica y de Salubri-
dad y Asistencia; excepto en la fraccién XXV
del 2o., en la que se consign6 el establecimien-
to en el Distrito Federal de un Consejo Tute-
lar para menores infractores de mas de seis
afios, e instituciones auxiliares, y la posibilidad
de establecerlos en los estados mediante acuer-
do con sus gobiernos. Mandato con el que se
logté erradicar la aplicacién de medidas repre-
sivas que, mas que atender a la reincorpora-cién a la sociedad de los menores infractores,
los hacian més proclives a la delincuencia.
EL 31 de diciembre de 1974 se publicaron,
para entrar en vigor al dia siguiente, reformas
de especial significaci6n a los articulos 1o., 17
y 18, pues con ellas no solamente cambiaron
de nombre los departamentos de Asuntos Agra-
rios y Colonizacién, y de Turismo, que se con-
virtieron en la Secretaria de la Reforma Agraria
ylla Secretaria de Turismo, respectivamente, si-
no que las facultades de la primera se adecua-
ron al nuevo Cédigo de la Reforma Agraria, por
ejemplo en materia de dotacién de una zona
urbana ejidal a'los nuevos centros de poblacién
agricola en lugar del simple fundo legal; de or-
ganizacién a los ejidos y comunidades para
promover su produccién agricola, ganadera y
forestal, y no como se seflalaba de organizar
solamente la produccién, etc. Y a la Secreta-
ria de Turismo se le atribuyeron facultades para
formular la programacién de la actividad tu-
ristica nacional, y organizar, coordinar, vi
lar y fomentar su desarrollo; asi como para
promover coordinadamente con las entidades
de la Federacién las zonas de desarrollo turis-
tico nacional, formulando la declaratoria co-
rrespondiente.
En este ordenamiento, como ya se apunt6,
se crea la Secretaria de la Presidencia con la
que se van afianzando los primeros pasos que
la administracién publica habia dado con las.
dos primeras leyes para el control, por parte
del Gobierno Federal, de los organismos des-
centralizados y empresas de participacién es-
tatal, para lograr una mejor coordinacién en
el empleo de los recursos humanos y materia-
Tes de las dependencias del Ejecutivo y de las
entidades paraestatales. Para darse una idea de
a importancia de esta nueva Secretaria, baste
sefialar algunas de sus facultades: recabar los
datos para elaborar el plan general del gasto
‘TRIBUNA,
piilico e inversiones del Poder Ejecutivo y los
programas especiales que fije el Presidente de
a Reptiblica; planear obras, sistemas y apro-
vechamiento de los mismos, y, proyectar el fo-
mento y desarrollo de las regiones y localidades
que le sefiale el Presidente de la Repiiblica, para
el mayor provecho general; plancar y vigilar la
inversion piblica y la de los organismos des-
centralizados y empresas de participacién es-
tatal, etcétera.
También vale la pena comentar parte del
contenido de esas leyes para el control de los
‘organismos descentralizados y empresas de par-
ticipacién estatal porque, de alguna manera,
con las atribuciones de la Secretaria de la Pre-
sidencia, constituyen el punto de partida de las
medidas y dispositivos sobre planeaci6n y pro-
‘gramaci6n que se empezaron a implantar a par-
tir de la administracién publica anterior.
En la primera de dichas leyes, que entré en
vigor el 10. de enero de 1948, se estatuyé la su-
pervisién financiera y el control administrati-
vo del Ejecutivo Federal sobre las entidades
paraestatales, a excepci6n de las instituciones
docentes y culturales. A la Secretaria de Ha-
cienda y Crédito Piblico se le faculté para es-
tablecer discrecionalmente uno o mds procedi-
mientos para solicitar informes financieros; revi-
sar, Vetar o reformar presupuestos y programas
anuales de operacién ¢ inversiones; practicar
toda clase de auditorias; calificar las erogacio-
nes previamente a su pago; promover innova-
iones en su organizacién y funcionamiento;
fincar las responsabilidades que resulten en el
manejo y operacién de los bienes de dichas en-
tidades, etcétera.
‘También faculta a dicha Secretaria para que,
previa consulta con otras dependencias que
puedan tener ingerencia en esos organismos y