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IE Revista de Investigación Educativa de

la REDIECH
ISSN: 2007-4336
revista@rediech.org
Red de Investigadores Educativos
Chihuahua A. C.
México

MORÁN OVIEDO, PORFIRIO


PABLO LATAPÍ SARRE: estudioso, crítico e impulsor de la educación contemporánea
IE Revista de Investigación Educativa de la REDIECH, vol. 2, núm. 3, octubre, 2011, pp. 5
-27
Red de Investigadores Educativos Chihuahua A. C.
Chihuahua, México

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P L S: estudioso, crítico e
impulsor de la educación contemporánea

PORFIRIO MORÁN OVIEDO


Profesor investigador
Instituto de Investigaciones sobre la
Universidad y la Educación de la UNAM

ENSAYO
1. Introducción 5
la segunda mitad del siglo XX y principios del

D
e entrada quiero manifestar a los po- XXI.
sibles lectores de este texto, que quien Habría que decir que este texto se inscribe,
lo escribe en esta ocasión, es sólo un también, en el proyecto de investigación: “La
indagador, un recolector y compilador de in- evaluación de procesos y prácticas de forma-
formación vertida en libros, documentos, artí- ción en programas del posgrado universitario:
culos y ensayos, del autor que nos ocupa, a lo campos profesional y disciplinario”, que desa-
largo de sus muchos años en la brega educativa; rrollo en el Instituto de Investigaciones sobre la
pero además, asiduo lector, promotor entusias- Universidad y la Educación; el cual se vincula
ta y admirador de primera fila de la persona y –me parece– con el proyecto académico de la
la obra de Don Pablo Latapí, singular personaje Maestría en Docencia para la Educación Media
de la vida intelectual de nuestro país. Superior de la UNAM, espacio académico en
El presente ensayo tiene la pretensión de el que participo desde hace varios años como
ofrecer a profesores, investigadores, estudian- profesor y tutor en el proceso formativo de este
tes de pedagogía y a los interesados en temas posgrado, directamente en la materia de Prácti-
educativos en general, un selecto recuento de ca Docente I y II. Conviene señalar que en esta
la obra, trayectoria y pensamiento educativo y materia el tema docencia, su teoría, su práctica
filosófico de uno de los investigadores y educa- e implicaciones educativas y sociales, es su ob-
dores sin duda más destacados del México de jeto de estudio, discusión y reflexión.
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Pienso, así mismo, que el tema que se abor- incluyen dos breves textos que para el autor
da en el presente trabajo se justifica porque al- aludido y para el que esto escribe, constituyen
gunos de los aspectos sobresalientes de la obra su credo sobre la docencia, tópico emblemático
del Dr. Latapí se tratan recurrentemente en el de la Maestría en Docencia para la Educación
desarrollo de ambos cursos. Otra razón, igual- Media Superior, , así como ámbito aca-
mente válida, podría ser el impacto que produ- démico donde se gestó la idea de abordar dicho
cen sus escritos en los grupos de esta Maestría tema en los ensayos finales de los alumnos del
con los que me ha tocado trabajar y, desde lue- curso de Práctica Docente II, 2010.
go, por las sugerencias que han surgido de las
discusiones en clase.
2. Obra y trayectoria
Soy consciente que la producción educa-
tiva y filosófica de Don Pablo es inmensa, sus El doctor Pablo Latapí Sarre nació el 19 de
legados abarcan diversos ámbitos del espectro abril de 1927 en la ciudad de México. Realizó
educativo, por ello la intención en este escrito sus estudios tempranos en los Estados Unidos,
no es pretenciosa, sólo se decidió recoger frag- donde aprendió lenguas. Después ingresó a la
mentos, chispazos y atisbos relevantes de su Compañía de Jesús, para seguir los estudios de
ENSAYO

pensamiento crítico y reflexivo para compar- la orden, en donde estudió con profundidad las
tírselos a lectores potenciales que, por alguna humanidades, menciona que esos años fueron
razón, no hayan tenido todavía la oportunidad de mucha disciplina intelectual, muy impor-
6 tante para su formación filosófica. La Casa de
de acercarse a ellos. No obstante lo dicho, alber-
go la esperanza, casi la certeza, de que quienes Estudios Jesuíticos ubicada en Texas, Estados
tengan la oportunidad de leer este texto se vean Unidos, lo tuvo como alumno hasta culminar
imbuidos a pensar y realizar de otra manera su su Maestría en Filosofía.
tarea educativa, lo cual pudiera redundar en Fue doctor en filosofía con especialidad en
beneficio de sí mismos y de sus propios alum- Ciencias de la Educación por la Universidad de
nos. Hamburgo, Alemania; pionero de la investiga-
El documento se compone de los siguien- ción educativa multidisciplinaria. En 1963 fun-
tes apartados: a) una reseña selectiva de la obra dó el Centro de Estudios Educativos, A.C., ins-
teórica y la trayectoria académica del autor; b) titución señera en su tiempo de la investigación
un acercamiento a los planteamientos más sig- educativa en México. Fundó también la Revista
nificativos del Dr. Latapí sobre la naturaleza e Latinoamericana de Estudios Educativos. Du-
importancia de la investigación educativa, tal rante más de 40 años realizó una intensa labor
vez, uno de los rubros donde incursionó con de investigación, formación de investigadores
mayor fecundidad; c) un asomo a lo que me y publicación sobre cuestiones de educación e
pareció más destacable de su ideario educati- investigación educativa.
vo y filosófico, cuyo rasgo característico es la Terminado su doctorado regresó a México,
vehemencia y pasión que les imprime, lo que donde funda y trabaja en el Centro de Estudios
pudiera provocar en los lectores una rara mez- Educativos, institución que marcó el derrotero
cla de admiración e indignación, a la vez; d) se de su quehacer de investigador; fue el precur-
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

sor de la investigación educativa en México y La SEP por dentro. Las políticas de la Secretaría
uno de sus principales impulsores hasta el fi- de Educación Pública comentadas por cuatro
nal de su fructífera vida. Coordinó el Primer de sus Secretarios (1992-1994) (2004); Andante
Programa Nacional Indicativo de Investigación con brío. Memoria de mis interacciones con los
Educativa en 1977, y promovió la realización Secretarios de Educación (1963-2006) (2008);
del Primer Congreso Nacional de Investiga- Porque ya atardece. Algunos textos significati-
ción Educativa en 1981, celebrado en la ciudad vos (2008); Finale prestíssimo. Pensamientos,
de México. vivencias y testimonios (2009).
Impulsor, voz crítica y referencia obligada Entre los múltiples reconocimientos, des-
en el desarrollo y calidad de la educación en tacan además, la designación de Investigador
México, desde hace más de cuarenta años. Fue Nacional Emérito del Sistema Nacional de In-
maestro, investigador, escritor, ensayista y ase- vestigadores, Investigador del Centro de Estu-
sor de varios Secretarios de Educación Públi- dios sobre la Universidad, así mismo, del Insti-
ca. Formador de investigadores en educación. tuto de Investigaciones sobre la Universidad y
Profesor Honoris Causa de las Universidades la Educación de la UNAM. Fundador de Ob-
de Aguascalientes, Sonora, Colima, Autónoma servatorio Ciudadano de la Educación (2001);

ENSAYO
Metropolitana y el Centro de Investigaciones y Desde 1985 miembro del Sistema Nacional
Estudios Avanzados del IPN. Conocido y reco- de Investigadores; Investigador Emérito de la
nocido por su larga trayectoria como investi- UNAM desde 1996 y desde 2003 Investigador
7
gador de la educación, fue colaborador asiduo Nacional de Excelencia. Ganador del Premio
del Periódico Excélsior y de la Revista Semanal Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filo-
Proceso. Fue uno de los pioneros y más promi- sofía en 1996. Falleció en la ciudad de México
nentes impulsores y protagonistas de la investi- el 4 de agosto de 2009.
gación educativa en México. Cabe agregar que el Dr. Pablo Latapí, no
Además de un centenar de artículos en re- sólo dirige su quehacer de investigador al cam-
vistas especializadas y de amplísimas colabo- po educativo formal, también lo hace sobre la
raciones en periódicos y revistas nacionales, problemática indígena, sobre los derechos hu-
como se decía antes; entre sus obras destacan: manos, la vida pública, las prácticas sociales,
Educación nacional y opinión pública (1979); desarrollo social, formación de la ciudadanía y
Diagnóstico educativo nacional (1964); Mitos y la iglesia, entre otros.
verdades de la educación mexicana (1973); Co- Fue un prominente investigador que tam-
mentarios a la reforma educativa (1976); Políti- bién incursionó en el campo de la filosofía y
ca educativa y valores nacionales (1979); Temas la axiología; los problemas de la educación
de política educativa (1982); Justicia y cambio superior; la elaboración de planes institucio-
social (1982); El pensamiento educativo de nales y la promoción de proyectos rurales de
Jaime Torres Bodet: Una Antología (1993); La educación. No obstante la profundidad con que
investigación educativa en México (1994); Un abordaba los problemas de la educación, consi-
siglo de educación en México (1998); El debate deraba que le faltó contacto más directo con la
sobre los valores de la escuela mexicana (2004); educación indígena.
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Para él no sólo era un imperativo profesio- muerte se entrelazan en cada instante humano;
nal el tener un contacto mayor con la realidad, nuestro conocimiento es tentativo, al igual que
sino un imperativo valoral y ético; con esa con- nuestro deseo; ambos están abiertos a nuevas
gruencia que lo caracterizaba se fue en febrero realizaciones y en su finitud llevan su frustra-
de 1983, por seis años, a trabajar con las comu- ción. La belleza que nos es dado disfrutar es
nidades campesinas del estado de Querétaro; por definición finita; cada crepúsculo puede
esta experiencia, él reconoce que lo marcó pro- ser superado y no hay poema que no sea nuevo
fundamente, porque eran modos de actuar, for- al releerse. La vida es frágil, siempre aleatoria;
mas de concebir el tiempo y maneras de enten- magnífica pero fugaz y dispensable; la muerte
der las ocupaciones, costumbres muy distintas le es consustancial.
a las suyas, por eso en sus escritos pone énfasis Hoy estamos asistiendo no al fin de la histo-
en que los grandes problemas de la educación ria, sino a un nuevo principio, más vigoroso y
en México se deben enfrentar con una buena aventurado. Los seres humanos seguimos sien-
política educativa que se fundamente en un do especie inacabada, “animal no fijado” (Niet-
conocimiento cabal de la realidad. La política sche), embrión quizás de un ser futuro que lu-
educativa, reiteraba constantemente, tiene que cha por abrirse paso en cada una de nuestras
ENSAYO

ver con el futuro de las nuevas generaciones. equivocaciones, violencias y desproporciona-


das ambiciones. Continuamos corriendo tras
8 nuestros sueños y experimentando los riesgos
3. Pablo Latapí y la Investigación
de nuestra libertad, que son formas de decir
Educativa en México, un esbozo
que, en medio de la perplejidad, seguimos te-
En este principio de siglo nos encontramos niendo esperanza.
en un momento de enorme plasticidad del
Entrando un poco más en materia, qui-
mundo y de enorme plasticidad de nuestra es-
siera sugerir algunas reflexiones sobre lo que
pecie. El mundo hoy nos parece como un pro-
pudiéramos llamar las fronteras de la especie,
yecto inacabado, extendido en el tiempo, una
explorando tres dimensiones que nos son con-
realidad dinámica y dispareja, mezcla de orden
sustanciales: el pensamiento, la belleza y la res-
y de caos, vertiginosamente abierta hacia el fu-
ponsabilidad ética, tratando de recoger en cada
turo. No cumple un designio sino lo busca, no
una de ellas algunas grandes preguntas para la
se ajusta a las leyes invariables, sino las crea y
investigación educativa.
recrea con una sabiduría que parece gozarse en
la indeterminación. a) El pensamiento, primera frontera del ser
humano. ¿Qué preguntas plantea a la inves-
En la vida humana esa indeterminación nos
tigación educativa la pasmosa evolución del
estremece. Cada mujer y cada hombre realizan
pensamiento? Las ciencias de la educación
sólo una de sus posibilidades; las demás que-
pretenden indagar la perfectibilidad humana;
dan para siempre disueltas en la nada. Todos
su objeto fundamental son los aprendizajes;
los días nacen y mueren en nosotros millones
su preocupación constante, el futuro de nues-
de células y, a la par, innumerables proyectos
tra especie inacabada. El punto de partida de
y anhelos que nunca serán realizados. Vida y
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toda indagación sobre educación tiene que ser guntas sin respuesta, desafíos al misterio, sen-
preguntas básicas de la antropología filosófica: timientos, pasiones, símbolos; por la forma el
¿Qué sabemos sobre lo que somos? ¿Qué sobre artista intenta expresar las vivencias humanas
lo que podemos ser? ¿Cuál es nuestra relación de lo dado: es la creación, en la medida en que
con el universo? nos es concebida.
Pasamos ahora, necesariamente, a las inte- La investigación educativa está en enorme
rrogantes sobre el conocimiento: ¿Qué impli- deuda con esta esfera y frontera del desarrollo
caciones tiene esta expansión del conocimien- humano. La escuela que hemos hecho se ha
to para la formación de los seres humanos? centrado en el cultivo de la razón, ignorando
¿Cómo desarrollar en los educandos la actitud potencialidades no estrictamente racionales
de asombro y la sensibilidad a la sorpresa, y lo- para percibir la realidad, intuirla, adivinarla,
grar que acepten de antemano los enigmas del recrearla y gozarla, que en la vida serían tan im-
mundo y los acertijos en los que estamos su- portantes o más que la razón. Las teorías sobre
mergidos? ¿En qué consiste la creatividad cog- la inteligencia múltiple hoy de moda, el “cono-
noscitiva y cómo podemos fomentarla? ¿Cuál cimiento lateral” radicado en el hemisferio de-
es la naturaleza de los procesos cognoscitivos recho del cerebro, no menos que los hallazgos

ENSAYO
y cómo se fomentan y evolucionan en el niño de psicólogos y psicoanalistas invitan a dar un
y el joven las estructuras mentales, y qué impli- lugar importante en la educación al desarrollo
caciones tiene todo ello para modificar radical- de estas potencialidades poco exploradas. 9
mente los métodos pedagógicos y la organiza- La escuela actual, con su disciplina y su
ción de los sistemas educativos? ideal de uniformidad, descalifica los actos li-
b) La belleza, la creatividad, segunda fronte- bres, teme lo inesperado, castiga la fantasía, as-
ra del ser humano. El siglo que termina mues- fixia la creatividad, inhibe el ingenio, el riego y
tra un despliegue impresionante de creatividad la aventura, el paso al abismo. Ha confinado a
artística: en arquitectura, en pintura y escultu- las artes en un pequeño espacio curricular; son
ra, en música y danza, en todas las artes ha sido complemento decorativo, no experiencia esen-
un siglo rico en la exploración de territorios cial de formación.
humanos desconocidos donde nos aproxima- Para alcanzar las metas cognoscitivas que
mos al espíritu que vive encadenado en nuestro prescribe el currículo, el maestro exige discipli-
interior. na, minusvalora la capacidad de invención -la
Todas las artes son intentos por reducir el suya y la del alumno-, se refugia en lo probado;
caos a la forma; en ellas se recurre a variados las calificaciones miden sólo conocimientos y
elementos -palabra, sonido, ritmo, líneas y co- “resolución de problemas”, nadie o casi nadie,
lor, materiales, expresión corporal- a través de evalúa la imaginación, el grado de libertad ni el
los cuales se expresa el deseo, la aspiración irre- gozo secreto del educando.
nunciable a esa plenitud inalcanzable a la que El resultado es que nuestras escuelas empo-
tiende nuestro ser inacabado. En la construc- brecen y reducen su empeño a lo unidimensio-
ción intervienen ideas del mundo, mitos, pre- nal. Terminada su educación, quizás hasta la
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universidad, aquellos pocos que hayan logrado tar la paz basada en la justicia, a respetarnos
preservar alguna semilla de inconformidad se universalmente, a ser solidarios y sensatos, y
enfrentarán al reto de desaprender la escuela y a asumir la responsabilidad del universo, en
recuperar su infancia. la medida en que nos compete. Hoy es claro,
como nunca antes, que ante los riesgos que nos
Por las artes deberíamos introducir a los ni-
acechan, sólo nuestra conciencia moral nos sal-
ños y jóvenes a los mundos que creamos más
vará, primordialmente, la conciencia vigilante
allá de la razón, llevarlos a relativizar el ideal de
de nuestros educadores.
una ciencia exacta y comprobable, a cuestio-
nar toda unidimensionalidad y a despertar sus Se han ensanchado los límites de nuestra
energías latentes de percepción y sensibilidad responsabilidad. La humanidad se encuentra
¡Cuántas preguntas surgen entonces para la in- perpleja, como aprendiz de brujo, ante sus pro-
vestigación educativa, para los investigadores y pios avances; no logra definir comportamien-
para los profesores! ¿Cómo compaginar creati- tos mínimamente responsables ante el uso de
vidad y disciplina, intuición y razón en la tarea la energía atómica, la conquista del espacio, las
de la escuela? ¿Cómo formar maestros a la vez amenazas a los recursos naturales y al medio
rigurosos en el manejo del conocimiento y ani- ambiente o las técnicas que manipulan peligro-
ENSAYO

mosos para adentrarse por los territorios que samente la vida humana en sus fuentes; perple-
bordean el desatino y la locura? ¿Cómo enseñar ja también ante las injusticias planetarias, fruto
10 a pensar sin sofocar la inventiva, entregar la tra- de un modelo de desarrollo impulsado por el
dición sin lastimar la mirada limpia con que el lucro en vez del bienestar compartido por to-
niño renueva el mundo al mirarlo por primera dos; perpleja ante el uso del poder en contra
vez? de la dignidad y de los derechos humanos. No
tenemos una ética universal a la altura de estos
c) La moral, la libertad, la responsabilidad.
retos ni sabemos cómo fundamentarla. Esta es
La tercera frontera de nuestra especie es la de
sin duda la frontera más arriesgada del futuro
la responsabilidad moral, frontera decisiva y
de la especie, del futuro de la humanidad.
principal porque en ella se dirime nuestra li-
bertad, atributo que es carga ominosa, enigma Los problemas éticos están en el corazón
y, al parecer, signo de un destino trascendente. de la educación; debieran estarlo también en
el corazón de nuestra investigación educativa
En el siglo que termina, el desempeño del
y nuestra práctica docente. Todo investigador
hombre en el orden moral ha sido espléndido
de la educación y todo profesor son, en alguna
y trágico a la vez: decisiones criminales e in-
medida, filósofos del hombre; no le son ajenas
humanas, han desatado guerras y violencias
las preguntas sobre los valores, su destino o el
planetarias y exterminado a millones de seres
ejercicio de su libertad.
humanos sin otro motivo que el ansia de domi-
nio o de riqueza, el desprecio al débil o el odio Junto a esta cuestión de la posibilidad y fun-
racial; y en el otro extremo ha habido avances damento de una ética universal a la altura del
que reaniman la confianza en que algún día futuro, surgen para la investigación educativa
aprenderemos como humanidad, a conquis- otras muchas interrogantes: ¿Cómo educar
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para una convivencia justa y armoniosa que vergen en esta capacidad inherente de crear y
sea el sustento de una paz permanente? ¿Cómo recrear continuamente “visiones desiderativas”
hacer que los educandos acepten y asimilen del mundo. Sin utopía no se explica ni el avan-
realmente la igualdad esencial de todos los se- ce del pensamiento científico, ni la historia de
res humanos y los respeten como sujetos de las ideas y de los mitos, ni el desarrollo de la
derechos humanos inviolables? Y, sin duda, la técnica; ella es el motor que ha impulsado las
pregunta crucial de la educación: ¿Cómo for- artes, la literatura y la arquitectura con todas
mar y/o forjar la libertad responsable? sus audacias, los descubrimientos geográficos,
la exploración del espacio, y, por supuesto, to-
Dos características deberá tener la ética del
das las religiones. El hombre sin deseo no sería
mundo que viene: concebirse planetariamente,
hombre; la educación sin utopía sería simple-
por arriba de fronteras nacionales y espacios
mente inconcebible.
geopolíticos, porque la humanidad es cada vez
más “una”, y estar a la altura de los avances de la
ciencia que sacuden cada vez más los referen- 4. Asomo a su ideario educativo y
tes tradicionalmente establecidos. Relacionar filosófico
estas graves cuestiones con la práctica educa-

ENSAYO
Don Pablo tuvo siempre una preocupación,
tiva y lograr que la escuela se transforme en el casi una obsesión por el tema de la educación,
sitio donde las nuevas generaciones aprendan a reiteradamente hablaba del sistema educativo
tomar decisiones de conciencia, justas y libres, mexicano y aseveraba que a pesar de su moder- 11
abre un inmenso horizonte a nuestra tarea de nización y avances innegables en los últimos
investigadores. tiempos, dicho sistema o aún tenía deficiencias.
He ahí nuestra especie en devenir, en mar- Su verdadera modernización, radica en ense-
cha sin tregua, persiguiendo su propia som- ñar a aprender, en enseñar a pensar. También
bra, encorvados sobre sus pequeñas, cotidia- señalaba que modernizar la Secretaría de Edu-
nas ocupaciones y preocupaciones, parecen cación Pública y las Secretarías de Educación
sonámbulos enajenados, que sólo en algunos de los Estados, no consistía en llenarlas de
momentos excepcionales levantan la frente y se computadoras; en agilizar su operación con
advierte en sus ojos el fulgor de su destino. modelos de eficiencia y calidad dudosas, y en
Para despertarlos es necesario sacudirlos, romper el entramado de rutinas que se resisten
hasta que tomen conciencia de que llevan den- a los cambios. Su modernización consiste en
tro la semilla del deseo, del deseo que brota la formarlas para pensar, pues son ministerios del
utopía. Pues la utopía nos acompaña en nuestro futuro cuya función fundamental es filosofar
azaroso devenir para recordarnos que somos sobre el ser humano.
especie inacabada en camino hacia un futuro Para mí son cuatro los rasgos de una buena
superior. La triple apertura que he comentado educación; cada uno de ellos es una abstrac-
–hacia el pensamiento que se supera así mismo, ción y por tanto fragmenta la realidad, porque
hacia la belleza que nos invita y seduce, hacia la en el plano de la experiencia humana los cuatro
plenitud de nuestra libertad responsable– con- rasgos son inseparables, están fundidos e inte-
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grados, son como esferas que se compenetran maneras de ser de la persona; expresa la asi-
en una unidad no euclidiana; así aparecen en la milación consciente de que la vida conlleva un
realidad de la persona, así también se confor- imperativo de autorrealización y una acepta-
maron a través de un largo proceso de madura- ción del esfuerzo como necesario, lo que suele
ción. De algún modo estos rasgos resumen mi traducirse en una disciplina en el uso del tiem-
manera de entender una educación deseable; po y frecuentemente en una capacidad para
no constituyen ni un ideario ni un credo peda- organizar las actividades propias y las de los
gógico, aunque si reflejan una manera de ver la demás. No implica necesariamente liderazgo,
vida y pueden ser vertientes de reflexión en la aunque éste no le es ajeno.
eterna búsqueda del para qué de la educación. Una buena educación debiera crear la con-
vicción de que la vida es para algo, oportunidad
* El carácter
más que destino, tarea más que azar. La buena
Lo primero que valoro en una buena edu- educación se propone que cada alumna y alum-
cación es el carácter. La palabra puede sonar no constituya en su interior un estado de alma
obsoleta y evocar resabios del voluntarismo profundo, se convierta en sujeto consciente,
pedagógico de hace un siglo o del ontologismo capaz de orientarse al correr de los años en la
ENSAYO

kantiano de hace dos o del ideal estoico de hace búsqueda del sentido de las cosas y del sentido
veinticuatro. Poco importa: su significado esen- de la vida. Así transformará la información en
cial permanece: para mí el resultado principal, conocimiento y el conocimiento en sabiduría;
12 el más apreciable de los esfuerzos educativos habrá aprendido a vivir.
de una persona es el carácter, entendido como
congruencia entre pensar y obrar, convicciones * La inteligencia
claras y firmes y un sentido de finalidad que Todos los sistemas educativos modernos
engloba y afecta todo esto que llamamos nues- han girado en torno al conocimiento, al grado
tra vida. de que se les reprocha cultivar unilateralmente
Carácter era para los griegos uno de los pri- la razón, sea la teórica o –ahora– la instrumen-
meros significados de la palabra ethos: la dispo- tal. Últimamente se pretende ahondar más su
sición moral de la persona, su temperamento y exagerado intelectualismo al orientarla a pre-
compostura, el conjunto de sus convicciones o parar para la sociedad del conocimiento. Perte-
de las virtudes y actitudes adquiridas; el ethos nece sin duda al concepto de un hombre edu-
de los estoicos era el núcleo profundo que con- cado el haber desarrollado su inteligencia, al
ducía la vida; posteriormente, por influencia menos en los niveles que le demanda la socie-
del pensamiento platónico y cristiano, adquirió dad de su tiempo. Y la inteligencia se desarrolla
el matiz de un comportamiento normado por por medio de y conjuntamente con el lenguaje:
la disposición espiritual del ser humano, y en pensamos porque hablamos y, en cierta forma,
el latín clásico, designaba la conducta sabia y como hablamos; logos era para los griegos a la
magnánima. vez pensamiento y palabra.
Carácter, por tanto, es una palabra-síntesis La inteligencia debe ser educada. En este
que comprende valores, principios, hábitos y sentido entiendo tres cosas por educar la inteli-
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gencia: haber adquirido los conocimientos ge- que puede ser transferida a otras operaciones
nerales necesarios para ubicarse en el mundo; mentales. Hoy, a estas capacidades formales se
segundo, haber adquirido las destrezas intelec- las está llamando “competencias”, y como tales
tuales fundamentales –las capacidades forma- están reconformando todos los currículos de
les de abstracción, raciocinio lógico, análisis, las instituciones educativas.
síntesis, relación, inducción, deducción– lo Tengo, además, la convicción de que en la
que resumimos en dos expresiones “aprender a asimilación de lo que llamamos formación
pensar” y “aprender a aprender”, ambas intrín- hay un momento inicial definitivo –puede ser
secamente relacionadas; y tercero, haber adqui- a partir de los once o doce años– cuando se
rido y saber manejar algunos conocimientos da un salto de conciencia, el descubrimiento
especializados, sobre todo los necesarios para de la metacognición, lo que algunos llaman el
desempeñar trabajos productivos. insight, la toma de conciencia refleja de lo que
Aquí quiero destacar dos cuestiones. En la significa conocer. Ahí empieza el diálogo con
llamada “cultura general” considero especial- uno mismo, del sujeto que conoce con el sujeto
mente importante la asimilación de un sentido que se da cuenta que conoce, y es ahí donde se
de la historia, una interpretación consciente del potencian las capacidades de la inteligencia y

ENSAYO
pasado que permita entender mejor el presen- se descubre la maravilla y la riqueza de pensar.
te; el pasado, reconstruido significativamente, Ese momento es decisivo para una buena edu-
es una riqueza permanente de cada individuo cación, inherentemente, para una buena docen-
13
y cada sociedad. El otro asunto se refiere a la cia en el orden cognoscitivo. Por ello, Maestro
segunda vertiente mencionada en la educación que no sepa esto, currículo que no lo considere
de la inteligencia –el desarrollo de las destre- como asunto fundamental, pierden lo esencial
zas intelectuales fundamentales–; resumo estas en la educación de la inteligencia.
destrezas en el venerable concepto de forma-
ción de los ideales educativos clásicos, que si- * Los sentimientos
guen vivos, con otras vestimentas, en muchas No sabría yo trazar la línea divisoria entre
nuevas filosofías de la educación. inteligencia y sentimiento. Hoy están de moda
Esas capacidades formales –saber pensar y la “inteligencia emocional” y las “inteligencias
poder seguir aprendiendo, saber expresarse y múltiples”, pero a su manera los griegos se an-
tener la capacidad de comunicarse y de con- ticiparon con su término metis; esta palabra
vencer– pueden adquirirse a partir de las hu- designaba un conjunto de actitudes, sentimien-
manidades o de las ciencias y las matemáticas tos o juegos del espíritu que acompañan la ac-
o también de otros contenidos más aplicados. tividad de pensar. Alrededor de las funciones
Para adquirirlas, lo esencial no es el conte- fundamentales del raciocinio, la inducción o
nido sino el método, el enfoque, el procedi- la deducción, consideraban que intervenían la
miento que seguimos para aproximarnos al imaginación, la sagacidad, la exigencia de pre-
conocimiento; el contenido varía; del método cisión, el sentido de oportunidad o el valor para
depende que se adquiera la capacidad formal manejar el absurdo.
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Existe también –todos lo hemos comproba- y seguramente nos reserva sorpresas mayús-
do– una conducción afectiva del pensamiento, culas, como las que vagamente percibimos al
en virtud de la cual se abre una zona de “certe- penetrar en el mundo infinito de la música. Lo
za libre” pues nuestras disposiciones afectivas que vagamente llamamos “sentido humano”, la
–simpatías, antipatías, prejuicios o deseos– in- capacidad de vibrar con la desgracia ajena, de
fluyen en que atendamos más a unos argumen- indignarnos ante la injusticia o de desprender-
tos y nos desentendamos de otros. Pensamos nos de lo que tenemos para regalarlo a quien lo
también con el corazón, al grado que no acep- necesita, brota de una raíz oculta: que hayamos
tamos como verdaderas sino aquellas cosas que asimilado el sentimiento de nuestra propia vul-
previamente hemos amado. Mi madre, decía nerabilidad. Es esta vulnerabilidad compartida,
Facundo Cabral, nunca usó agenda, porque lo este sentido del límite de nuestra existencia que
que hacía se lo dictaba el corazón. Poco saben colinda con el límite de las demás existencias
los psicólogos de estas complicidades del senti- humanas, esta aceptación de un desamparo
miento que acompañan nuestras ideas; tomar radical, donde brota el encuentro con el “otro”
conciencia de ellas, en la medida en que nos es igualmente vulnerado -y donde se fundamenta,
posible, es indispensable para aprender a pen- por cierto, el sentido ético.
ENSAYO

sar, someternos a una reflexión autocrítica con- Cómo se integre el complejo universo de los
tinua y tener algunas garantías de objetividad. afectos en la persona, cómo se armonice con
Los sentimientos invaden los territorios de la los principios, convicciones y normas y cómo
14 inteligencia y una buena educación debiera in- de todo ello emerja una jerarquía de valores en
cluir la conciencia de este hecho. la que la primacía corresponda a la dignidad
La educación de los sentimientos va más de nuestra especie, me es desconocido. Pero sí
allá; a ella le corresponde un vasto dominio casi sé que debemos estar alertas a algunas desvia-
ignorado por nuestro racionalismo pedagógi- ciones de la educación actual que lo impiden.
co: el cultivo de la imaginación y la creatividad, Señalo tres: una es la sobrevaloración de lo
el desarrollo de la intuición, la modulación de económico, del tener sobre el ser, del consumo
la sensibilidad y, muy particularmente, la edu- irracional, que destruye el sentido de la gratui-
cación para la compasión. Una educación que dad y nos blinda al prójimo necesitado.
ignora la compasión será siempre terrible: pro- Otra es la competitividad a ultranza; siendo
ducirá gente insensible al dolor y por lo mismo la emulación una fuerza necesaria para el desa-
prepotente. rrollo del individuo y de la especie, las ideolo-
No tengo claro tampoco como se hermana gías empresariales proyectadas sobre la educa-
el mundo de los afectos con el de la belleza y ción quieren convertir la competitividad en la
los lenguajes simbólicos que nos abren a otros esencia de la persona y en el secreto del “éxito”,
mundos de la realidad humana y de la realidad aunque barran la solidaridad con los menos ca-
del mundo. Solo sé que la buena educación paces. La tercera desviación, emparentada con
debe incluir estos universos; la inteligencia las otras dos, es el culto a la “excelencia”, también
explora un delgado gajo de la esfera, y no el por proyección de las manías de “calidad total”
más interesante; el resto espera ser explorado que han invadido el mundo de los negocios.
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

Nadie duda –escribí alguna vez– que la au- libertad, con su inherente responsabilidad.
toestima sea el fundamento del desarrollo de la Educar para la libertad posible y para la liber-
persona y el sentido de logro su motor; pero las tad responsable es la finalidad ineludible de
personas avanzamos en nuestra maduración una buena educación; por ella nos instalamos
por desfiladeros riesgosos: madurar implica en el mundo ético, donde nos construimos a
apoyarnos en la autoafirmación pero evitando nosotros mismos y construimos con otros la
la autocomplacencia; la primera fundamenta sociedad.
la indispensable seguridad, la segunda separa Mucho se habla hoy de educar en los valo-
del prójimo, engríe e impide seguir crecien- res éticos, de las etapas de juicio moral en la
do. Madurar implica a veces competir sin por trayectoria del educando, de heteronomía a la
ello perder los lazos comunitarios; quien tenga autonomía moral, esclarecimiento de los pro-
alguna superioridad tiene que aprender a ha- pios valores y la formación de normas para dis-
cérsela perdonar. Si saberse bueno es peligroso, cernir el bien y el mal. Pero percibo una gran
sentirse llamado a la perfección es desquician- laguna en esta pedagogía: poco se atiende a la
te; y debe ser insoportable tratar a alguien que educación de las motivaciones, poco se con-
se cree excelente. sidera el vínculo entre los valores, como con-

ENSAYO
Hay, pues, desviaciones lamentables en al- ceptos y juicios, con el deseo, esa gran fuerza
gunas instituciones educativas de hoy que ter- oculta que pone en movimiento nuestra vida
giversan o subordinan a valores equivocados psíquica. Cómo unir norma y deseo, deber-ser 15
los sentimientos, que son esenciales en una y querer-ser, ideal y voluntad, me parece aún
buena educación. Con frecuencia constatamos una pregunta pendiente, inclusive para quienes
también que se ignoran los sentimientos en pretenden adentrarse en las marañas del sub-
el currículo y se llega al absurdo de producir consciente.
estudiantes que destacan por su inteligencia, La educación de la responsabilidad navega
pero son analfabetas en la educación de sus por el borde de estas preguntas, ¿qué soy, para
sentimientos. qué estoy en el mundo, soy libre?, cuyas res-
puestas se enciman unas sobre otras a lo largo
*La libertad
de la vida, pues cada respuesta descubre nue-
Los seres humanos no se agotan en lo que vas preguntas como matrushkas rusas. Llegar a
hemos categorizado como sus facultades: inte- creer en algo para darle sentido a la vida es para
ligencia, memoria, voluntad, imaginación, sen- mí no sólo posible sino necesario, tan necesario
timientos o, si se quiere, el carácter. Como de- como mantener vivo el asombro ante los mila-
cía antes, somos “especie inacabada”, embrión gros cotidianos de la vida o los esplendores de
quizás de un ser futuro que lucha por abrirse cada puesta de sol. Llegar a creer en algo sin
paso en cada una de nuestras equivocaciones, mentirse a sí mismo –y mejor en alguien con
violencias y desproporcionadas ambiciones. minúsculas o con mayúsculas– es para mí un
En esta hendidura, en esta posibilidad de fin necesario, como toda utopía, de una buena
superarnos, es donde se abre el espacio de la educación.
REVISTA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA DE LA REDIECH N. 3

Otros temas educativos, igualmente impor- Permítanme decirles que considero este
tantes: ideal de la excelencia una aberración. “Exce-
lente” es el superlativo de “bueno”; excelente
* Las Universidades es el que sobresale como único sobre todos los
Las universidades del país viven hoy tran- demás, en la práctica, el perfecto. En el ámbito
siciones difíciles. Las presiones demográficas y educativo, hablar de excelencia sería legítimo si
sociales, las exigencias políticas, las angustias significara un proceso gradual de mejoramien-
presupuestales, los cambios culturales y edu- to, pero es atroz si significa perfección. Educar
cativos y, sobre todo, los retos de la economía siempre ha significado crecimiento, desarro-
nacional e internacional, las abruman y las llo de capacidades, maduración, y una buena
enfrentan a decisiones nada fáciles. Se les exi- educación debiera dejar una disposición per-
ge calidad, se les obliga a modernizarse, a ser manente a seguirse superando; pero ninguna
eficientes, a preparar los cuadros que requiere filosofía educativa había tenido antes la iluso-
el mercado, a desarrollar una cultura empresa- ria pretensión de proponerse hacer hombres
rial, a innovar en sus métodos pedagógicos y perfectos.
en sus procesos de gestión, a evaluarse y acre- Yo creo que la excelencia no es virtud; pre-
ENSAYO

ditarse sobre bases sólidas; y se les propone la fiero, con el poeta, pensar que no importa llegar
“sociedad del conocimiento” como el paradig- primero, sino llegar todos, y a tiempo. El pro-
ma obligado del futuro: si el conocimiento es pósito de ser excelente conlleva la trampa de
16 -y lo será cada vez más- el eje vertebrador de una secreta arrogancia. Mejores sí podemos y
las economías globalizadas, corresponde a los debemos ser; perfectos no. Lo que una pedago-
sistemas educativos y sobre todo a las universi- gía sana debe procurar es incitarnos a desarro-
dades generar, proveer y distribuir ese conoci- llar nuestros talentos, preocupándonos porque
miento indispensable. sirvan a los demás. Querer ser perfecto desem-
Esta circunstancia me lleva a formular al- boca en el narcisismo y el egoísmo. Si somos
gunas preocupaciones críticas ante algunos mejores que otros –y todos lo somos en algún
equívocos que están provocando estos retos, aspecto– debemos hacernos perdonar nuestra
preocupaciones que surgen de mi manera per- superioridad, lo que lograremos si compar-
sonal de entender lo que es la educación y lo timos con los demás nuestra propia vulnera-
que es la universidad, digamos que se trata de bilidad y ponemos nuestras capacidades a su
una especie de filosofía educativa que he fra- servicio.
guado a lo largo de mi vida. Sobre este tema escribí alguna vez: La per-
Hoy se proclama como obligatorio para las fección no es humana. Somos esencialmente
universidades el ideal de la excelencia: la ins- vulnerables; nuestra contingencia acompaña
titución debe ser excelente, los programas de todos nuestros pasos y debiéramos sentirnos
formación y los profesores también; y los estu- siempre prescindibles. Somos ida y regreso en-
diantes deben aspirar también a ser excelentes tre anhelo y desilusión, mezcla de mal y bien,
y a demostrarlo. ensayo muchas veces fallido. Vivimos unos
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

cuantos instantes espléndidos para regresar a universidades de todo el mundo, también las
la comprobación reiterada de que el Bien ab- nuestras, están hoy presionadas por la exigen-
soluto nos queda grande. Por esto es buena la cia de calidad; el problema es que, al parecer,
historia y son buenos los clásicos: nos acercan nadie cuenta con una definición de calidad ple-
a la maravilla de nuestra imperfección consus- namente convincente. Se han identificado fac-
tancial. tores que indiscutiblemente influyen en lograr
Un ejemplo: A los 85 años Jorge Luis Borges una mejor educación, tanto en la infraestructu-
escribió: ra como en los programas y en los métodos de
Si pudiera vivir nuevamente mi vida/ enseñanza, y se aplican medidas para reforzar
en la próxima trataría de cometer más estos factores. A contrario, se conocen las ma-
errores/ No intentaría ser tan perfecto/ las prácticas que impiden la calidad. Algunos
me relajaría más, sería más tonto de lo identifican ésta con los resultados que obtienen
que he sido.../ Si pudiera volver a vivir los estudiantes en sus exámenes y juegan con
viajaría más liviano/ Si pudiera volver las estadísticas, e incluso se complacen en esta-
a vivir comenzaría a andar descalzo a blecer ordenamientos engañosos de alumnos,
principios de la primavera/ y seguiría
de instituciones o de programas.
así hasta concluir el otoño..., pero ya

ENSAYO
ven, tengo 85 años y sé que me estoy El hecho es que carecemos de una defini-
muriendo. ción clara de la calidad que perseguimos y que
La antinomia de ser mejor sin por ello se- debemos demostrar, y el debate sigue abierto y 17
pararnos de los otros, de ser fuertes sin por ello probablemente seguirá abierto. A mí me pre-
usar el poder para oprimir, de ser seguros sin ocupa, primero, que se confunda la calidad con
por ello ser arrogantes, seguirá siendo un reto el aprendizaje de conocimientos, lo que simpli-
educativo difícil, siempre irresuelto, como tan- fica el problema falsamente pues la educación
tos otros retos propios de nuestra condición no es sólo conocimiento. Me preocupa también
humana que nos obliga a caminar por desfila- que se establezcan comparaciones de escuelas
deros donde nos acechan precipicios por am- o instituciones que ignoran las diferencias en-
bos lados. No demos, por tanto, medallas de ex- tre contextos o las circunstancias de los estu-
celencia a nadie; esas medallas ocultan muchas diantes a veces abismalmente distintas. Y me
veces un corazón perverso. Formemos a nues- preocupa sobre todo que la calidad educativa
tros estudiantes en la realidad, invitémoslos a se confunda con el “éxito” en el mundo laboral,
desarrollar su autoestima y a ser mejores y a definido éste por referencia a los valores de un
madurar, pero asumiendo siempre su riesgosa sistema determinado.
condición humana, y a estrechar lazos solida- Es una perversión inculcar a los estudiantes
rios con todos, sobre todo con los más débiles. una filosofía del éxito en función de la cual de-
ben aspirar al puesto más alto, al mejor salario
* La calidad y a la posesión de más cosas; es una equivoca-
Lo anterior nos lleva directamente al tema ción pedagógica llevarlos a la competencia des-
más vasto de la calidad de la educación. Las piadada con sus compañeros porque deben ser
REVISTA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA DE LA REDIECH N. 3

“triunfadores”. Para que haya triunfadores –me transmitirme estándares que me invitaban a
pregunto– ¿No debe haber perdedores pisotea- superarme.
dos por el ganador? ¿No somos todos necesa- Progresivamente, de muchas maneras, en
riamente y muchas veces perdedores, que, al diversas áreas de mi desarrollo humano –en los
lado de otros perdedores, debemos compartir conocimientos, en las habilidades, en la forma-
con ellos nuestras comunes limitaciones? Crí- ción de mis valores– mis educadores me trans-
ticas semejantes habría que hacer al concepto mitieron estándares y, además, me incitaron a
de “líder” que pregonan los idearios de algunas compararme con esos estándares, a compren-
universidades, basado en la autocomplacencia, der que había algo más arriba, que yo podía dar
el egoísmo y un profundo menosprecio de los más, o sea, me ayudaron a formarme un hábito
demás. Una educación de calidad, en cambio, razonable de autoexigencia.
será la que nos estimule a ser mejores pero
también nos haga comprender que todos esta- Muchos años después vine a saber que ésta
mos necesitados de los demás, que somos “se- era precisamente la definición de calidad que
res-en-el-límite”, a veces triunfadores y a veces daba Ortega y Gasset: la capacidad de exigirnos
perdedores. más. Una educación de calidad es, por tanto,
ENSAYO

Seguramente la baja calidad educativa tiene para mí, la que forma un hábito razonable de
que ver con una multiplicidad de factores, y es- autoexigencia. Y digo “razonable” para no caer
toy de acuerdo en que, para efectos de macro- en un perfeccionismo enfermizo o en un nar-
18 planeación se la defina, como suele hacerse, por cisismo destructivo. La búsqueda de ser mejor
la concurrencia de los cuatro criterios tradicio- debe ser razonable, moderada por la solidari-
nales del desarrollo de un sistema educativo: dad con los demás, el espíritu de cooperación y
eficacia, eficiencia, relevancia y equidad. Esto el sentido común.
dicho y aceptado, quiero sugerir una concep- Tendríamos así una definición formal de la
ción de la calidad a la que regreso siempre que calidad educativa; “formal” porque los estánda-
reflexiono sobre el tema: hablando como edu- res de mejoramiento pueden aplicarse a asun-
cador, creo que la calidad arranca en el plano tos diversos, y las diferentes visiones del mun-
de lo micro, en la interacción personal y coti- do y apreciaciones valorales darán contenidos
diana del maestro con el alumno y en la actitud distintos a esta definición formal. Creo, por
que éste desarrolle ante el aprendizaje. tanto, que buscar una educación de calidad no
Muchas veces me he preguntado: ¿Qué fue es inventar cosas extravagantes (como llenar
lo que hubo en mi educación que yo conside- las aulas de equipos electrónicos o multiplicar
ro que la hizo, al menos en ciertos momentos, teleconferencias con Premios Nobel), sino sa-
buena o muy buena? ¿Qué hicieron mis educa- ber regresar a lo esencial. Ejemplo: un cuader-
dores -mis padres, maestros, hermanos mayo- no de composición de Español, corregido con
res y compañeros de clase- para que esa edu- lápiz rojo, en el que el profesor explica el por
cación fuese buena? Si tuviera yo que resumir qué de cada corrección, está transmitiendo “es-
en una frase mi respuesta, diría que mis edu- tándares de superación” y llevando al estudian-
cadores me aportaron calidad cuando lograron te a comprender que hay mejores maneras de
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

utilizar el lenguaje, que él puede escribir mejor; dos, que estén a la altura de hacerse cargo de sí
y lo motiva para exigirse más. mismos y de los demás.
Esta concepción de la calidad educativa des- * La sociedad del conocimiento
cansa en dos supuestos: que para poder trans-
mitir calidad es necesario reconocerla, y que Se propone hoy a las instituciones de en-
para poder reconocerla es necesario tenerla. señanza superior asumir el paradigma de la
No hay en esto círculos viciosos ni tautologías, sociedad del conocimiento para normar sus
sino el reconocimiento de que la educación transformaciones: ante la globalización inelu-
es en esencia un proceso de interacción entre dible, ellas deben esmerarse –dice el discurso
personas, y de que la calidad depende decisiva- ortodoxo– en proveer el conocimiento que re-
mente de la del educador. quieren los países para su desarrollo. Pero no
se especifica, por lo general, cuál es ese cono-
Los educadores abordamos el problema de cimiento; más bien se da por entendido que se
la calidad no desde teorías empresariales de trata sobre todo del conocimiento necesario
la “calidad total” ni desde la preocupación por para conquistar los mercados, o sea el conoci-
mejorar nuestra “oferta” comercial para triun- miento práctico, aplicado, el vinculado a la eco-

ENSAYO
far en la competencia, sino desde perspectivas nomía, el que produce innovaciones rentables y
existenciales más profundas; queremos trans- asegura el éxito en la competencia.
mitir a los jóvenes experiencias personales a
través de las cuales adquirimos nuestra propia Permítaseme también cuestionar esta glo- 19
visión de lo que es una vida de calidad, y nos riosa bandera de la “sociedad del conocimien-
esforzamos por que el estudiante llegue a ser to” que se hace ondear como ideal obligatorio
él mismo, un poco mejor cada día, inculcándo- de toda institución de educación superior, no
le un hábito razonable de autoexigencia que lo porque no sea un ideal válido sino porque es
acompañe siempre. incompleto y equívoco. El conocimiento que
Al fin de cuentas, los educadores sólo trans- requieren las sociedades no es sólo el vinculado
mitimos lo que somos, lo que hemos vivido: a la economía; son otros muchos tipos de co-
algo de sabiduría y algunas virtudes venerables nocimiento. Las universidades no existen sólo
que no pasan de moda: un poco de compasión para crear y promover el conocimiento econó-
y solidaridad; respeto, veracidad, sensibilidad a micamente útil sino todas las de conocer que
lo bello, lealtad a la justicia, capacidad de in- requiere una sociedad. Por esto sostenemos que
dignación y a veces de perdón; y algunos es- ellas son el hogar legítimo de la filosofía y las
tímulos para que nuestros alumnos descubran humanidades, de la historia, del teatro, la poe-
su libertad posible y la construyan individual sía y la música; defendemos también el profun-
y colectivamente. Es poco; pero si las y los jó- do sentido humano de las ciencias naturales; y
venes recogen estas enseñanzas y si además se afirmamos el valor de lo inútil y de lo gratuito
toman a sí mismos con sentido del humor, po- como parte de la misión de la Universidad.
drán cumplir decorosamente con el cometido Por esto también creemos en lo valioso de
de convertirse en hombres y mujeres cultiva- la convivencia de los diferentes en las comu-
REVISTA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA DE LA REDIECH N. 3

nidades universitarias, tan propia de nuestras do obras del espíritu y de la creatividad huma-
universidades públicas. Por tanto, decimos “sí” na a la categoría de simples mercancías.
a la sociedad del conocimiento que incluya la La dimensión mercantil se extiende ya a
universalidad de los saberes humanos, y adver- todos los dominios de la vida; todos los días
timos contra la trampa de convertir a las uni- surgen nuevas mercancías sutiles, ingeniosas,
versidades en fábricas de inventos prácticos; muchas imaginarias y casi todas prescindibles;
ellas son creaciones del homo sapiens, no las ya no son cosas ni servicios; son satisfactores
reduzcamos a talleres del homo faber. de caprichos, inventos de la publicidad, imáge-
¿Hay que vincularse con las demandas de nes virtuales que halagan la vanidad o explotan
la economía? Por supuesto. ¿Hay que formar los miedos o los remordimientos. Todo se vale
profesionistas competitivos ante los retos de para vender porque toda venta hace avanzar al
la globalización? Totalmente de acuerdo. ¿Hay capital, aunque sea a costa del sentido común
que desarrollar investigación aplicada, vincula- y de nuestra dignidad; y los seres humanos va-
da a los requerimientos de las empresas? Na- mos cayendo, sin darnos cuenta, en redes invi-
die lo duda, con tal de definir sus condiciones. sibles de dependencia que disminuyen nuestra
Pero al enfrentar estas demandas, no hay que libertad. La cultura de la mercancía va modifi-
ENSAYO

olvidar que la Universidad es algo más: no es cando nuestros valores, la conciencia de lo que
un apéndice de la empresa, sino una institución somos y aun la memoria de lo que fuimos, así
20 responsable de generar, proteger y difundir to- como los límites de lo que definimos como po-
dos los tipos de conocimiento que requiere el sible y deseable. Hemos perdido aquel antiguo
país, también los aparentemente improducti- sentido de lo trágico que nos había legado Gre-
vos. Y quiero decir algo más en relación con cia, con sus mitos, dioses y pasiones. Y ya no
este tema: la Universidad actual debiera ser un sabemos disfrutar de las puestas de sol porque
baluarte contra el devastador proceso de co- son, todavía, gratuitas.
mercialización total al que está llevando la en- Al homo mercantilis no le interesan las pre-
tronización del mercado. guntas de la Esfinge; no ahonda sus enigmas ni
En esta etapa extrema del capitalismo, la se tortura con sus perplejidades; ya no entiende
globalización está llevando a la mercantiliza- que su plenitud humana requiere, a veces, apos-
ción del mundo. Hoy se consideran mercancías tar a una incertidumbre o saltar al ámbito de
muchos bienes primarios que condicionan la la generosidad, ámbito que por definición está
existencia; se vende el agua que nos es indis- fuera del mercado y es condenado por él. Ante
pensable y viene del cielo, se la industrializa, esta era de la mercancía total, ante este intento
exporta y anuncia; pronto seguirán el aire y el mundial de convertirnos a todos en mercade-
sol. La salud hace mucho que se comercia en un res, la Universidad, creo, tiene una misión: no
mercado altamente tecnificado. Hoy se venden dejarse llevar acríticamente por el juego de las
los conocimientos tradicionales, patentados complicidades del mercado –en las carreras
por laboratorios trasnacionales que se los apro- que abre, en las investigaciones que emprende
pian sin dar crédito a su origen; y se habla con o en los servicios que presta– sino alertar con-
todo rigor de “industrias culturales”, reducien- tra los abusos de este proceso: las rapacidades
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

que están acabando con la naturaleza y con el una educación que excluya la compasión, que
planeta y amenazan la maravilla de la vida, las renuncie a la búsqueda de significados o que
perversiones psicológicas de la publicidad, el cierre las puertas a las posibilidades de la tras-
poder incontrolado de la televisión, y –lo que cendencia.
está en el fondo de todo esto– el afán de lucro Las universidades que nacieron antes de la
por arriba de todo. La Universidad debe pro- Ilustración y el Racionalismo y sobrevivirán
mover el rescate de nuestra humanidad dismi- cuando las influencias de esas épocas den lugar
nuida. Debatamos, por tanto, estas cuestiones a otras, debieran mantenerse abiertas a otras
al definir las responsabilidades de la Universi- formas de conocimiento y a los misterios del
dad contemporánea. hombre inexplicado. Sería lamentable que en-
tendiesen las “sociedades del conocimiento”
* La razón como confinadas al conocimiento de la sola
Se dice que las universidades son los tem- razón y olvidasen en su labor educativa los ám-
plos de la razón. Es verdad, porque en ellas se bitos poco explorados pero esenciales del desa-
enseña a pensar y se hace ciencia, se discuten rrollo humano que rebasan lo racional.
epistemologías y se destruyen prejuicios irra- Esto nos lleva también a considerar crítica-

ENSAYO
cionales. Sus profesiones y sus investigaciones mente el concepto de ciencia que prevalece en la
descansan en el conocimiento, en el conoci- Universidad contemporánea, concepto exitoso
miento racional; y el respeto a las reglas de éste por los avances vertiginosos de las ciencias y de
es lo que les da su legitimidad. Me pregunto si
21
sus aplicaciones tecnológicas, pero peligroso si
no hay, también aquí, un equívoco o una con- se absolutiza como el único conocimiento váli-
tradicción con la pretensión de la Universidad do. Debe hacerse ciencia siguiendo sus reglas y
de educar, porque la educación va más allá del métodos, pero sin olvidar que la verdad cientí-
conocimiento racional. La educación, para mí, fica, siempre provisoria, no rebasa la validez de
ni empieza ni termina en los territorios de la sus métodos. Es importante tomar conciencia
razón. de lo que sabemos pero también de lo que no
Abraza otras formas de desarrollo de nues- sabemos, y pedir a las filosofías de la ciencia
tro espíritu; las que hoy empiezan a vislum- que nos precisen el alcance y el significado de
brar las teorías de las inteligencias múltiples ésta, a partir de la dialéctica entre lo que sabe-
y de la inteligencia emocional. Lo mejor de la mos y lo que ignoramos. Es mala la ciencia que
educación que yo recibí –y creo haber recibido destruye el asombro, esa actitud presente en
una educación intelectualmente exigente– fue los grandes científicos que suelen ser modes-
precisamente lo no-racional, la apertura a di- tos, alejados de la autosuficiencia, habituados a
mensiones humanas que considero esenciales: dudar y a admirar, callar y contemplar. Enten-
el mundo simbólico y artístico, el ámbito de lo dida así, la ciencia se hace eco de esta sentencia
dionisíaco, el orden de la ética que fundamenta de un rabí jasídico que refiere Martín Buber:
la dignidad de nuestra especie, y el de las vir- “Oíd, oíd, oíd: el mundo está lleno de grandes
tudes humanas fundamentales, sobre todo el misterios y de luces formidables que el hombre
respeto a los demás y a la vida. Me horroriza intenta ocultar con su mano diminuta.”
REVISTA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA DE LA REDIECH N. 3

Sobre esto escribí alguna vez: Saber que no como lo he dicho antes, de una filosofía de la
se sabe conlleva perplejidades que rebasan el educación que fui construyendo –sin querer
plano de la razón y conducen a otras dimen- y queriendo– a lo largo de muchos años y en
siones de la conciencia: el verdadero científico la que creo. No pretendo que quienes las lean
se sorprende de que, siendo el hombre parte de estén de acuerdo con ellas; sólo he intentado
la naturaleza, pueda pensar la totalidad de esa ofrecer algo de mi experiencia personal a quie-
naturaleza; de que estando destinado a morir, nes como yo nos dedicamos a la noble y com-
pueda imaginarse trascender; y de que estando pleja tarea de educar. Los educadores procla-
sumido en el mal, pueda aspirar a una reconci- mamos que no ha llegado el fin de la historia;
liación definitiva. El asombro es una apertura que ésta está siempre reiniciándose; que sí hay
de nuestro espíritu hacia formas no-racionales otras alternativas y que nos toca crearlas. Por
de conocimiento, un puente salvador entre la esto continuaremos corriendo tras nuestras
pequeña verdad científica y verdades quizá ab- utopías y experimentando los riesgos de nues-
solutas a las que hoy sólo aspiramos. tra precaria libertad, que son formas de decir
que seguimos teniendo esperanza.
Las universidades debieran profundizar en
la naturaleza del conocimiento científico y sus
ENSAYO

limitaciones: al conocimiento científico que 5. Su ideal pedagógico, su credo


busca explicaciones, hay que añadir el “conoci- sobre la docencia
22 miento cultural” que busca significados. El pri-
Una buena educación y por extensión, una
mero es –podríamos decir– “computacional”,
buena docencia, debiera crear la convicción
asume que la actividad fundamental de nuestra
de que la vida es para algo, oportunidad más
mente es procurar información, y que ésta es
que destino, tarea más que azar. La buena edu-
finita, unívoca, codificable, precisa y sujeta a
cación, la buena enseñanza se proponen que
comprobación.
cada alumna y alumno construyan en su inte-
El segundo, el cultural, acepta que nuestra rior un estado de alma profundo, se conviertan
mente no existiría si no fuese por la cultura, y en sujetos conscientes, capaces de orientarse al
que por tanto lo que conocemos está dado por correr de los años en la búsqueda del sentido
relaciones de significado, las cuales dependen de las cosas y del sentido de la vida. Así trans-
de los símbolos creados por cada comunidad formarán la información en conocimiento y el
cultural, empezando por el lenguaje. Por esto la conocimiento en sabiduría; habrán aprendido
mente humana tiene una Naturaleza diferente a vivir.
de la de la computadora más perfecta; puede
En todo proceso de enseñar y aprender, lo
descubrir y descifrar significados diferentes de
esencial no es el contenido sino el método, el
un mismo hecho. Su función distintiva es com-
enfoque, el procedimiento que seguimos para
prender, más allá de la función del conocimien-
aproximarnos al conocimiento; el contenido
to científico que es explicar.
varía; del método depende que se adquiera la
Al expresar estas preocupaciones las mez- capacidad formal que puede ser transferida a
clo con valoraciones personales que provienen, otras operaciones mentales. Es más, otros edu-
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

cadores sostienen que la educación no debiera lado oscuro son también los escasos recursos
prometer como meta la felicidad, en la buena con que cuentas para realizar tu tarea y la poca
docencia, la felicidad está en el método. atención que les mereces a las autoridades. Fue-
ra del libro de texto y el gis, casi no cuentas con
Como lo anunciaba al iniciar este texto, en nada; estás librado a tu imaginación.
este quinto apartado se abordará lo que a título Hay, además, corrupción en el medio magis-
personal voy llamar el credo pedagógico o idea- terial; reglas del juego poco edificantes que tie-
rio docente del Dr. Latapí. Para ello he seleccio- nes que aceptar; a veces manipulación, abusos
nado dos de sus escritos que con mayor claridad y un doble lenguaje que molesta. Hay también
y belleza expresan el sentido y la importancia de –aunque no es privativo de tu profesión– riva-
la Docencia, ellos son los siguientes: lidades, murmuraciones, envidias y zancadillas
a) Carta a un maestro. En este texto me de algunos compañeros. Entre todo esto hay
propuse –dice Don Pablo– contraponer los as- que caminar, como equilibrista sobre la cuerda
pectos negativos y positivos de la profesión de floja.
maestro. Sigue siendo un texto que se utiliza Júntale a todo lo anterior la pobreza de los
en las Escuelas Normales y Universidades para alumnos que les dificulta tanto aprender; la

ENSAYO
discusión. Con frecuencia algún maestro me testarudez, indisciplina y rebeldía de algunos
confiesa que le sirvió para recuperar su moti- muchachos en el aula; la ignorancia, a veces, de
vación por el magisterio. los padres de familia que no saben estimular- 23
Creo que ser maestro tiene, como la Luna su los ni corregirlos, y la maledicencia, que nunca
cara luminosa y su cara oscura. En la vida casi falta, en la comunidad. Para ganarte la atención
todo es así; no hay nada tan malo que no tenga de los chicos tienes que competir con la “tele”,
algo de bueno y al revés. Lo que importa es ser los videos y los cantantes de moda, en batallas
consciente de todo, luces y sombras, para que que están perdidas de antemano; y, como colo-
nada nos tome desprevenidos y sobre aviso no fón, se te culpa no sólo de que los alumnos no
haya engaño. No abogo por una actitud estoica aprendan, sino de todos los males del sistema
ante las ambivalencias de la vida ni mucho me- educativo. Decididamente, el lado oscuro es
nos por la resignación; más bien por una acti- más bien negro, de tantas dificultades y proble-
tud realista que relativice lo negativo y valore mas que tiene la profesión.
sin fantasías lo positivo; creo que por ahí va eso ¿Qué pondremos en el lado luminoso? Yo
que suele llamarse madurez. fui maestro por varios años (un tiempo quizá
demasiado corto para tanto como ahora hablo
El lado oscuro de la luna lo conoces bien. Es
sobre la educación) y recuerdo siempre tres co-
el bajo sueldo y, más a fondo, lo que ese sueldo
sas que me parecen hermosas y hoy añoro.
significa: el poco reconocimiento social hacia
el maestro. Esto duele; lo percibes todos los La primera es la experiencia de “ver apren-
días y te acompaña como mala sombra; a veces der”; suena curioso decirlo así pero no hallo
alguien te ve de arriba abajo; mucha gente no otra manera. Aunque daba clases en una secun-
valora ni lo que estudiaste ni lo que haces. El daria, por una circunstancia excepcional me
REVISTA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA DE LA REDIECH N. 3

tocó en unas vacaciones enseñar a leer a varios senso los “criterios de evaluación” (compañe-
niños; en otra época posterior enseñé también rismo, creatividad, eficiencia, compromiso, ya
a leer a un grupo de campesinos adultos (uno no recuerdo, eran como diez) y después de los
de ellos, don José, de 76 años por cierto). festejos el grupo evaluó a cada alumno a la luz
de esos criterios. Hoy, muchos años después,
El momento en que las letras se convierten
cuando me encuentro a algunos de aquellos
en palabras y éstas en pensamientos es como
muchachos, me dicen: Maestro, esa experiencia
un chispazo que estremece al niño y al adulto
fue para mí definitiva; ahí empecé a conocerme
por igual; en ese momento el niño sonríe y su
de veras; fue un momento estupendo.
sonrisa es expresión de triunfo, gozo de des-
cubrimiento y juego ganado; en el adulto es Ser maestro o maestra es ser invitado, en
emoción que le desconcierta, comprobación ciertos momentos privilegiados, a entrar al
de que “no era tan difícil” y extraña sensación alma de un chico o una chica y ayudarle a en-
de descubrir que el pensamiento está escondi- contrarse, a afirmar paulatinamente su carácter,
do en los garabatos del papel. Yo simplemente a descubrir sus emociones, quizás a superar sus
lloré cuando don José me dijo esa tarde: “Ya sé temores y angustias. Y para muchos alumnos el
leer; ya soy gente de razón”, soltando un orgullo maestro o la maestra son los únicos apoyos con
ENSAYO

reprimido por setenta años. que cuenta.


Ver aprender, presenciarlo, más como testigo El tercer recuerdo de esos años, que hoy
24 que como actor, es la satisfacción fundamental evoco con nostalgia, es que el contacto coti-
de quien enseña. Lo malo está en que a veces nos diano con los alumnos me mantenía joven. Tus
concentramos tanto en enseñar, que acabamos alumnos te obligan a estar enterado de cuanto
contemplando cómo enseñamos en vez de dis- pasa; te bombardean con preguntas; te ponen
frutar el milagro continuo de los que aprenden. en órbita; de todo tienes que saber; acaban en-
Ver aprender es ver crecer y madurar a los niños señándote más que tú a ellos. Esto es bonito: ser
o jóvenes, comprobar que adquieren capacida- maestro es seguir creciendo.
des que no tenían, que hablan mejor, que juzgan Evoco hoy estos recuerdos que son, para mí,
por sí mismo y que van saliendo adelante. algunos atisbos del lado luminoso de la Luna.
Mi segundo recuerdo se liga a la forma- Otros maestros, tú mismo, añadirás más luces
ción del carácter de mis alumnos adolescentes. con el lenguaje insustituible de tu experiencia
Siempre considero esto tan importante o más vivida.
que el que aprendieran conocimientos. Una Si en el balance final las luces son más pode-
vez el grupo de tercero de secundaria debía or- rosas que las sombras, no lo sé. Es cosa de vo-
ganizar una serie de festejos y el director me cación, de inclinación interior, de proyecto de
encargó coordinar las actividades. Propuse a la vida. O quizá de amor. Y digo la palabra amor
clase que tomáramos esa experiencia como una sin ruborizarme porque creo que la profesión
ocasión para que cada uno conociese mejor sus de maestro se emparenta con la paternidad y
cualidades y sus defectos y la manera como los ésta o es amor o no es nada. Todo hijo causa
demás los percibían. Establecimos por con- muchos problemas, desde los biberones y pa-
PABLO LATAPÍ SARRE: ESTUDIOSO, CRÍTICO E IMPULSOR DE LA EDUCACIÓN CONTEMPORÁNEA

ñales, pasando por los médicos, hasta los inevi- Nos intriga si somos honestos, la propia his-
tables desencuentros de la adolescencia; pero toria personal. Por qué optamos por continui-
ningún padre ni ninguna madre pone en duda dades o rupturas o qué obscuro impulso nos
que en cada hijo las luces superan a las sombras. hizo decidir sobre prioridades y valores. Vemos
hacia atrás y nos sorprende haber escogido ca-
Si tienes vocación de maestra o maestro,
minos cuyos destinos ignorábamos y cómo, al
concluyo, creo que tú también opinarás, sin
final de cada jornada, sepultamos para siempre
grandilocuencias ni idealizaciones, que la Luna
las preguntas que quedaron sin respuesta sobre
es, decididamente, luminosa y bella.
los caminos que nunca recorrimos. Si hemos
b) Primer día de clases. Este segundo texto investigado la educación, sería razonable que
–señala el autor– es para mi significativo por- supiéramos, siquiera en el caso propio, algo so-
que en él contrapongo la rigidez de la prácti- bre cuestiones tan fundamentales.
ca educativa convencional y la libertad gozosa No lo sabemos. Mucho menos podemos
que debiera ser connatural a la educación. Es decir algo válido para otros en nombre de una
una invitación a los maestros para profundizar cuestionable ciencia de la educación que no es-
en la naturaleza del aprendizaje y recuperar la tablece regularidades ni leyes infalibles y nos

ENSAYO
fuerza de su vocación. deja inermes ante el misterio siempre nuevo de
Dice así: Todo inicio de clases me causa la vida. Somos hombres de libros y teorías, más
desazón. No soy maestro de primaria ni de se- que de gente. El automóvil nos ha acostumbra-
cundaria y no tendré que enfrentarme con un do a salirnos de las tragedias ajenas, y el telé- 25
grupo el lunes próximo, pero llevo treinta años fono a hablar con voces sin rostro. Debatimos
tratando de comprender la educación y estu- teorías psicológicas que abstraen de las pregun-
diando como mejorarla y, ante un nuevo curso, tas terriblemente importantes de cada niño y
tengo que confesar que no sé qué es educar ni de las angustias de cada muchacho que sufre su
que pueden esperar legítimamente las escuelas adolescencia. Así, prescribimos programas de
ni, mucho menos, los alumnos. estudio y lanzamos a alumnos y profesores al
juego discutible de las notas y los certificados.
Los investigadores de la educación tenemos
ciertas obsesiones que se ahondan en vísperas Lo esencial está en otro lado. Es descubrirse
de un nuevo curso. Nos preocupa lo poco que a sí mismo, profundizar incertidumbres y vis-
sabemos sobre el comportamiento humano y lumbrar la propia trayectoria; es construir una
las condiciones de su funcionamiento. No sabe- moral personal, siempre riesgosa, y crear, día a
mos, y supuestamente debiéramos saberlo, qué día, la propia libertad. Educar no es seguir un
hace mejores a los hombres, en qué estamos programa de asignaturas y perder el tiempo en
irremediablemente condicionados o cuáles son memorizar dinastías, sino amar el conocimien-
los márgenes de nuestra libertad. Ignoramos to y descubrir en él retos personales; inventar
qué alcance tiene la intervención del educador, maneras propias de aprender y hacernos due-
entre la maraña de dotaciones hereditarias, con- ños de la propia reflexión. Es introducirnos al
textos culturales, costumbres familiares, rasgos asombro, acercarnos a la posibilidad de lo ab-
de carácter o simples caprichos del momento. soluto y, a la vez, tratar de comprender la per-
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versidad humana. Es leer, leer mucho, perderse Epílogo


en la música y la poesía, contestar las respuestas
Reflexionando sobre lo que se viene dicien-
con nuevas preguntas, y así madurar, en aper-
do hasta ahora, me sorprende que teniendo el
tura a los demás y en capacidad creciente de
desarrollo humano tantas y tan bellas dimen-
bondad. Ante estas bellas tareas, el curso esco-
siones, sólo evaluemos a nuestros estudiantes
lar, con su aparato de programas y reglamentos,
por algunos conocimientos que han aprendido
parece casi un atentado. Si todo está ya estable-
en el limitado ámbito de lo intelectivo y que
cido ¿le queda una oportunidad a la educación,
apenas nos asomemos a la adquisición de al-
un resquicio a la creatividad en la docencia?
gunas habilidades o competencias. Sobrevalo-
Hace falta que la inmensa operación buro- rando tozudamente el ritual de las preguntas y
crática que da escuela a más de 25 millones de las respuestas, mitificando al examen, aunque
niños y jóvenes esté reglamentada; nadie obje- en los hechos, éste no sea más que un instru-
ta que haya un mínimo de normas que eviten mento seudo pedagógico que intenta provocar
el caos. Pero las normas debieran propiciar la la memoria, pero termina provocando ansie-
aventura educativa y no inhibirla; debieran te- dad, angustia, rechazo y frustración. Lo prin-
ner un fundamento que, en muchos casos, las cipal queda fuera; parece que no interesa, y lo
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supuestas ciencias educativas no se atreverían principal era y es precisamente la calidad, la


a avalar. Por su naturaleza misma, la educa- subjetividad, la afectividad del alumno, la cual
26 ción requeriría un inmenso espacio de libertad, sólo se puede expresar intrínsecamente a través
donde se encontraran la inquietud de los alum- de una docencia comprometida con los edu-
nos con la indagación creativa de los maestros. candos entendidos como sujetos de su propio
Afortunadamente, muchas de las cosas que aprendizaje.
pueden ocurrir no dependen ni de las normas Hay que admitir, que los sistemas y procedi-
inventadas por los hombres ni de sus decisio- mientos de evaluación que aplicamos –no sólo
nes. Sale el sol todos los días y gira la tierra en México sino en casi todo el mundo– apare-
mientras dormimos y cada niño nacido trae su cen como terriblemente rudimentarios cuando
propia esperanza. Tampoco la educación, en lo profundizamos, como lo hemos intentado ha-
esencial, depende de la escuela; la vida tiene su cer hasta ahora, en lo que es la calidad humana
propia e indomable energía. y cómo se construye mediante una educación
Es posible que en este año escolar, mientras de calidad.
giran los engranes de normas, exámenes y pro- Me atrevo a afirmar que, no obstante su
gramas, y mientras los funcionarios preservan subjetividad, que no subjetivismo, sigue sien-
con sus ritos los valores de la patria, algún chi- do mejor evaluar a un estudiante recurriendo
quillo inquieto tenga la suerte de toparse con al antiguo método de pedirle que redacte un
un maestro inspirador. Por darle a la vida esta ensayo, que reseñe un artículo o un libro, co-
oportunidad, bien vale la pena iniciar un nuevo mente algún material audiovisual, que impro-
curso. vise una conferencia, que reporte una práctica,
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que elabore un trabajo etc., siempre y cuando el los otros y, por tanto, a construir una sociedad
maestro que evalúa posea él mismo la calidad más justa y democrática, esa es la esencia de
de que se trata, pues para reconocer la calidad toda buena educación.
es indispensable que el profesor o el evaluador,
la tengan.
Bibliografía
Habría que tener presente que a los estu-
Latapí Sarre, Pablo (1997). Las fronteras del hombre y la investigación
diantes, la evaluación o reflexión del proceso educativa. Conferencia Inaugural del 1V Congreso Nacio-
que están siguiendo para aprender, les permi- nal de Investigación Educativa, Mérida, Yucatán, México.
te descubrir sus propias formas de aprender, Latapí Sarre, Pablo (2007). Conferencia magistral al recibir el Docto-
rado Honoris Causa de la Universidad Autónoma Metropo-
además de conformar sus propias estrategias litana de México, México, 20 de febrero de 2007.
para mejorar sus prácticas. Lo más importan- Latapí Sarre, Pablo (2008). Porque ya atardece. Algunos textos signi-
ficativos. Edición Privada, México.
te es que puedan transferir este aprendizaje a
Latapí Sarre, Pablo (2008). Una buena educación. Reflexiones sobre
su vida cotidiana. En este sentido la evaluación la calidad. Conferencia magistral al recibir el Doctorado
conlleva un proceso formativo, que implica ha- Honoris Causa de la Universidad de Colima. México, agos-
to de 2008.
cer conciencia de lo que se hace y de cómo se
Latapí Sarre, Pablo (2009). Finale prestíssimo. Pensamientos, viven-
hace, por medio de la reflexión de la acción, lo

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cias y testimonios. Fondo de Cultura Económica, México.
que equivale a aprender cómo se aprende. Sosa Ramos, Anastasio (2004). Semblanza del Doctor Pablo Latapí
Sarre, en: Alberto Saladino García. El pensamiento latino-
En suma, la docencia creativa y la buena americano del siglo XX ante la condición humana. Versión
educación es aprender a ser juntos, a ser con digital iniciada en junio de 2004, a cargo de José Luis Gó-
mez-Martínez.
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