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Nuestro objetivo es dar cuenta del aspecto mesurado de la moral William James

interpretando un carta de juventud que le escribe a su hermano Henry James desde Dresden,
en la cual exalta la poesía moral de La Natividad de Correggio1 en contraposición a Víctor
Hugo. Dicho aspecto mesurado, estimamos, es un componente del aspecto heroico de la ética
jamesiana. Aunque su postura se distingue claramente de otras propias de su siglo (el “devà”
de Renán, el “héroe” de Carlyle o el “hombre representativo” de Emerson) sigue una
tradición bien definida que hace énfasis en las posibilidades que brindan a la historia los
individuos y actitudes excepcionales.2 El conjunto de reflexiones en torno a que constituye y
como se pueden incentivar las actitud excepcionales cristalizan en el concepto strenuous
mood3 y podemos encontrarlas en muchas de su obrar del periodo “práctico” de su reflexión.4
Este animo vigorosa está constituida, a nuestro entender, por distintas capas de significados
que atraviesan vida y obra del filósofo y cuya relación puede explicitarse poniendo en
contacto afirmaciones y comentarios dispersos en sus notas, cartas y ensayos. Puede darse
cuenta de esto desde su postura psicológica, en donde la atención selectiva juega un rol activo
en la conformación de los fenómenos y, ligada al esfuerzo, es motivo de lo heroico.5 Desde
su combate filosófico a toda forma de determinismo –ya sea positivista o neo-hegeliano– que
anula la posibilidad de la fuerza de voluntad y todo mundo moral posible.6 Desde las
posibilidades que brinda la experiencia religiosa que “sanando” y “redimiendo” reunifican al
sujeto y lo vigorizan.7 Desde su “voluntad de creer” que antes hipótesis inverificables

1
La Adoración de los Pastores o Natividad, comúnmente conocida como La Noche, fue pintada con óleo sobre
madera por Antonio Allegri da Correggio (1489-1534) entre 1522 y 1530. La obra fue comisionada por Alberto
Pratonieri para la decoración de una capilla lateral de la iglesia de San Prospero en Reggio Emilia. En 1640 el
cuadro entró en la colección de los duques de Módena, antes de ser vendido, juntos con otras 100 obras, al
elector de Sajonia Augusto II en 1745. La obra llegó a Dresden en 1746, donde se encuentra actualmente en la
Gemäldegalerie.
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Cfr. William James, “La Importancia de los individuos” en La voluntad de creer, Barcelona, Marbot, 2009.
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Richard Shusterman, en la primera parte de su artículo “Thought in the Strenuous Mood: Pragmatism as a
Philosophy of Feeling” New Literary History, Volume 43, Number 3, 2012 pp. 433-454, da cuenta con cierto
detalle del concepto Strenuous mood desde un punto de vista conceptual. Omite, sin embargo, un texto
fundamental de James para entender esta noción, a saber: The energies of Man. Esta omisión se puede salvar
leyendo el artículo de Patrick K. Dooley "The Strenuous Mood": William James' 'Energies in Men' and Jack
London's "The Sea-Wolf" American Literary Realism Vol. 34, No. 1, 2001, pp. 18-28, donde, a través del
concepto en cuestión, se pone en relación la novela de London y el artículo de James sobre la energía moral.
Como es sabido, Theodore Roosevelt tiene un ensayo titulado The Strenuous Life, para una comparación de
ambos modos de abordar el concepto, así como para un acercamiento al ámbito cultural de donde emerge,
se puede leer a Marcia Jean Speziale. “Oliver Wendell Holmes, Jr, Willima James, Theodore Roosevelt, and the
strenuous life”. Hein Online, 13 Conn. L. Rev. 663 1980-1981. Continuando el trabajo de Speziale,
encontramos a E. Paul Colella, “The Geography of Strenuousness: America In William James’s Narrative of
Moral Energy” Transactions of the Charles S. Peirce Society, Vol. 52, No. 1, 2016, en donde se da cuenta de
cómo James interviene en el debate sobre la energía moral, propio de la agenda cultural de la época, desde
un lugar propio, vinculado a su teoría psicológica y a las posibilidades espontáneas que le atribuye al sujeto
en cuanto tal.
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The feeling of effort (1880) The Principles of Psichology (1890), The Will to Believe and Other Essays in
Popular Philosophy (1897), The Varieties of Religious Experience (1902), Talks to Teachers on Psychology and
to Students on Some of Life's Ideals (1899), The energies of Man (1907) y su secuela The power of man (1908).
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prefiere el salto a la parálisis escéptica.8 Desde su combate al pensamiento decadentista
europeo9 o desde la influencia que tienen en su medio la teoría de la evolución con su
concepto de lucha por la vida y las investigaciones en termodinámica y su lenguaje
energética, etc.10 En todo caso, encontramos como lo dominante tanto en la personalidad de
James como en su ética, un tono serio y grave. El optimismo de su ética está constituido por
esta seriedad y esta actitud combatiente y tiene como trasfondo tanto el pesimismo y la
decadencia de fin de siglo, como su crisis mórbida y existencial. Entre 1867 y 1868 James
pasa nueve meses en Alemania donde comienzan sus problemas de salud que son vividos
como campo de experimentación moral11 y aunque postrado, no se deja ganar por el
pesimismo. Este tono moral beligerante pero complejo, es constitutivo en James.
Ramón del Castillo ha dado cuenta de la contradicción que se manifiesta en James
entre la ética individualista de la autoafirmación de sí y la ética de la solidaridad, entre el
héroe del Strenuous mood y el demócrata. La moral se nutre en este planteo de las energías
del yo interior, desde ese lugar oscuro aparece la posibilidad de hacer la diferencia, pero no
es del todo claro cómo integrar lo que de estas fuentes proviene, a las necesidades sociales.
“¿Cómo es posible tornar energías que se revelan a solas en fuerzas edificantes socialmente?
¿Cómo convertir la iluminación en ilustración, la chispa personal en alumbrado público?”12
Para James los efectos de la moral heroica son sociales, no sus fuentes. El individuo
excepcional hace de ejemplo que otros imitan, transformando poco a poco, con sus
iniciativas, las prácticas sociales. En la contraposición entre la actitud easy going
(acomodaticia) y el strenuous mood (animo vigoroso) encontramos lo que divide las aguas
entre una ética del cálculo racional, meramente naturalista y una ética del vigor, excepcional,
que más allá de toda conveniencia personal y más allá de todo dolor posible, busca realizar
el bien que ya ha atravesado al intelecto y a la voluntad. Frente a la razonable y adecuada
ética naturalista, queda revelado todo lo desmesurado de la ética del vigor y sus grandes
relieves, sin embargo, esta última, que puede ser entendida como un “brote tardo romántico
de origen protestante” 13tiene, también por lo menos, otro elemento que podría también
provenir del puritanismo, a saber, la mesura14. Como se relacionan en el individuo de James
la perspectiva de los grandes relieves y del vigor desmedido cuya fuentes psicológicas
obscuras no son del todo escrutables y su aspecto mesurado y cristalino que prefiere la
sanidad y la santidad del lago suizo15 a la decadencia latina, es una cuestión por verse.16 Lo
que sí parece claro es que el elemento mesurado de su ética vigorosa lo acompañó siempre
en sus cavilaciones y que el asunto es más complejo que una simple dicotomía ya que la
perspectiva protestante, ligada a una demanda infinita que desborda lo natural tiene en sí
misma una seria sobriedad que nos es conocida.

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Cfr. Paul J. Croce A MANNERED MEMORY AND TEACHABLE MOMENT: WILLIAM JAMES AND THE FRENCH
CORRESPONDENT IN THE VARIETIES. William James Studies 2009, Vol. 4, pp. 36-69.
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En otro trabajo hemos mostrado que la actitud enérgica que apuesta al trabajo y el cumplimiento de
objetivos exteriores, a la deriva gnóstica, tiene algo de la ascética calvinista del trabajo.
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All is not Vanity: William James versus Ernest Renan
A su vez William James tuvo conciencia experiencial e intelectual de la descomposición. En
septiembre del mismo año de nuestra carta sobre el cuadro le dice a su padre que fantasea
con suicidarse. Piensa en “la daga, la pistola y el frasco de veneno.”17 No es clara la fecha
de su crisis mórbida relatada en su libro sobre las religiones, pero se estima que fue para esta
época de violenta crisis.18 El párrafo en el que relata su crisis bajo la identidad de un señor
francés es demasiado famoso como para ser citado una vez más aquí. Es suficiente que
digamos que una de Las variedades de la experiencia religiosa es la de este supuesto señor
francés que después de haber presenciado una aparición sobrenatural de un “gato egipcio” o
“momia peruana” 19sufre un estado de terror y desamparo del cual solo se puede recuperar
recitando pasajes de la Biblia. Sabemos por el mismo que la experiencia del señor francés es
la suya propia disfrazada, estos dibujos son de su pulso.

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Esta experiencia lo volvió sensible a todo desviamiento. Gran parte de su libro sobre las
religiones trata de mentalidades mórbidas y tal como lo dijo un alumno lo mejor de sus clases
del periodo de 1890 (ver bien) fue “…sus comentarios a Lombroso y Nordau y la teoría de
los tipos humanos mórbidos y degenerados. Pensaba que no existía una línea precisa que se
pueda trazar entre las mentes sanas y enfermas, que todos tenemos un poco de las dos.” 21
Esta falta de límites se da porque James comprende, con ojo visionario, el valor de las
investigaciones sobre lo que hoy a grandes rasgos se entiende como lo inconsciente. “Creo
seriamente que el problema general de lo subliminal, como lo plantea Myers, promete ser
uno de los grandes problemas, posiblemente incluso el mayor problema de la psicología.”22
Sin embargo, anqué vivió y exploró intelectualmente lo informe, esto no lo puso del lado del
decadentismo o del pesimismo. Por el contrario, enfrento el pesimismo con vigor, pero más
aún el cinismo y el bajo fondo de la cultura Fin de siècle con su constante vanitas vanitatum,
omnia vanitas.23 En algún sentido, se salvaguardó empuñando cierta soberanía sobre la

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Feinstein M. Howard, La formación de William James, Argentina: Paidós, 1984, p. 251 y siguientes. En la
cuarta figura encontramos la inscripción sobre la figura abatida “Aquí estamos yo y mi pena sentados.”
Según Feinstein, se trata de una referencia al Rey Juan de Shakespeare (III, i, 73) un tema popular de los
ilustradores de ese periodo.

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I seriously believe that the general problem of the subliminal, as Myers propounds it, promises to be one
of the great problems, possibly even the greatest problem, of psychology
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descomposición, que generó la posibilidad del optimismo que lo caracteriza y que a muchos
les resulta naif. Esta dimensión cristalina sobre la mescla y el desborde es una de las fuerzas
que constituyen la personalidad y la moral de James.

Marco general del concepto strenuous mood: Primera parte de Sobre grandes relieves y
mesura.
Componentes en tensión en el concepto strenuous mood: Segunda parte de Sobre grandes
relieves y mesura.
El aspecto mesurado del concepto: La alegría y la solemnidad, la inocencia y la
profundidad, Origen, interpretaciones y prejuicios y Víctor Hugo, el desmesurado.
Conclusión

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