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Santiago 1:2-11
INTRODUCCIÓN
Hace ya algún tiempo, en el que al ver una película con la familia, me encontré
con la pregunta: Cuando estás a solas, a eso le eres fiel, me quedé pensando
seriamente sobre el impacto que tendría en mi vida si esta frase la convirtieran
la en pregunta, en un mundo tan cambiante, con valores tan diversos, con
ideales tan variados, a que le somos fieles/leales?, A la presión de la sociedad,
los amigos, el trabajo, a mis gustos, o tal vez a mis metas personales?
De manera natural nos vemos tentados a decir que nuestra fe está puesta en
Dios, y que nuestra fidelidad/lealtad es hacia el y todo lo que suene a espiritual,
y a lo mejor algunos se encuentran en verdad ahí, pero para aquellos que
batallamos todos los días con la vida, es necesario darnos cuenta de que para
servir a Dios, necesitamos a Dios, después sería necesario pasar a una revisión
seria, sin prejuicios, del almacén en nuestro corazón.
Hoy iniciamos un recorrido muy enriquecedor por la carta de Santiago, y su
muy particular punto de vista sobre lo que Jesucristo enseño, mientras estuvo
entre ellos, aprendiendo a recapitular cada momento importante vivido al lado
del Mesías, para tomar en serio la vida cristiana (no solo ser serios en la vida),
dirigiendo nuestros corazones conforme al propósito de Dios.
Será en la vida misma, donde nos daremos cuenta de a que le estamos siendo
fieles, y si eso de alguna manera pudiera estar teniendo consecuencias en
nuestra vida eterna, y por supuesto en nuestra relación con el Todopoderoso;
sin lugar a dudas que la pregunta en cuestión A QUE LE SOMOS FIELES?, no
puede ser respondido por nadie más que por uno mismo.
CONCLUSIÓN