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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO

Unidad Regional Universitaria de Zonas Áridas


SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I

ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

PRESENTA
M.I. Azucelli Maythe Mauricio Pérez

PROFESOR
Dr. Aurelio Pedroza Sandoval

Chapingo-URUZA a 29 de Marzo de 2018

ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................... 1
2. ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA .................................................................................... 2
2.1. RESPONSABILIDAD DEL CIENTÍFICO EN EL USO DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA ............ 2
2.2. COMPROMISO DE LA CIENCIA CON LA REALIDAD SOCIAL .................................................. 3
2.2.1. LOS HÁBITOS QUE PUEDEN EVITAR LAS FALTAS DE ÉTICA ......................................... 3
2.3. MALA CONDUCTA CIENTÍFICA EN LA PUBLICACIÓN ........................................................... 3
2.3.1. FABRICACIÓN............................................................................................................... 4
2.3.2. FALSIFICACIÓN............................................................................................................. 4
2.3.3. PLAGIO......................................................................................................................... 4
2.4. OTROS TEMAS DE ÉTICA CIENTÍFICA .................................................................................. 6
2.4.1. AUTORÍA DE UN ARTÍCULO CIENTÍFICO ...................................................................... 6
2.4.2. CONFLICTO DE INTERESES ........................................................................................... 7
2.4.3. NORMAS ÉTICAS DE PUBLICACIÓN ............................................................................. 9
3. CONCLUSIÓN ............................................................................................................................. 10
4. LITERATURA CITADA .................................................................................................................. 10
1. INTRODUCCIÓN

El mundo enfrenta grandes desafíos, en su mayoría relacionados, directa o indirectamente,


con la ciencia. La comprensión de la ciencia como un asunto que no se encuentra libre de la
influencia del historial disciplinario, intereses, valores y puntos de vista de los científicos y
de las relaciones con otros actores de la sociedad, destaca la necesidad de la enseñanza de
la ética (UNESCO, 2004). El análisis de la relación entre ciencia y ética suele centrarse en
el uso de los conocimientos científicos, en su aplicación en los diversos ámbitos de la vida;
la ética y la ciencia tienen que ver cuando los conocimientos operan en la realidad y
generan consecuencias para las personas, el medio ambiente, el propio científico o el
mundo mismo (Núñes, 2006).

La ética es la investigación sistemática de cuestionamientos sobre lo correcto y lo


incorrecto, lo bueno y lo malo. Reflexiona sobre diferentes principios morales y los evalúa
de manera crítica. Los valores éticos son el principal factor en la cohesión social y, al
mismo tiempo, el agente de cambio y transformación más efectivo (UNESCO, 2004). La
preocupación por los problemas morales acerca de la ciencia no es nueva. Entre otros,
científicos con inclinaciones filosóficas y filósofos con inclinaciones científicas que se
ocuparon del tema, se puede mencionar a Lucrecio, Spinoza, Hume, Kant, Feuerbach,
Engels, Dewey y Schlick (Schulz & de la Armada, 2005).

Entorno al contexto que se ha desarrollado anteriormente, el objetivo del presente trabajo es


compilar información sobre la ética en investigación científica que permita identificar el rol
de la ética y sus limitaciones para la generación de conocimiento, esto mediante la
descripción y el análisis de algunos apartados de relevancia dentro del tema ética en la
investigación científica.

Antes de dar inicio al tema, a continuación se muestran algunas de las responsabilidades


que tiene un investigador según el premio Nobel (de medicina) Bernardo Houssay (1987;
Schulz & de la Armada, 2005):

1. “Tiene el deber de dedicarse a la ciencia para hallar nuevos conocimientos, hacerlos


adelantar y perfeccionarse.
2. Tiene el deber de dedicarse a la ciencia en su propio país, para elevar su nivel
intelectual y cultural y para lograr el bienestar, (y a través de) las tecnologías, la
riqueza y la cultura.
3. Contribuirá a formar investigadores o técnicos para que prosigan a su vez las tareas
de investigación.
4. Ese adelanto científico básico y aplicado deberá beneficiar a su institución, su
ciudad o provincia y a su país.
5. Ayudará al desarrollo científico de los países menos desarrollados.

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6. Debe instruirse, mejorarse, progresar y buscar una posición donde pueda trabajar
bien. Tiene deberes para con los suyos: discípulos, amigos y colegas. Debe
contribuir, aún con sacrificio, al adelanto de su propio país.
7. Debe estrechar las buenas relaciones con los que cultivan la ciencia, y en especial su
propia rama, en su país, las naciones hermanas y en todo el mundo. Esta estrecha
confraternidad sin reticencias entre los científicos, debe ser un modelo para
estrechar la confraternidad y la paz entre todos los hombres.”

2. ÉTICA EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

2.1. RESPONSABILIDAD DEL CIENTÍFICO EN EL USO DE LA CIENCIA Y LA


TECNOLOGÍA

A continuación se presenta parte del trabajo de Schulz & de la Armada (2005), titulado “La
ética en ciencia”:

Cuando la investigación científica proporciona unos poderes formidables, ciertamente


temibles, a naciones y líderes políticos falibles, aparecen muchos peligros: uno es que
muchos científicos implicados pueden perder la objetividad. Como siempre, el poder tiende
a corromper, y en esas circunstancias la institución del secreto es especialmente perniciosa
y los controles y equilibrios de una democracia adquieren un valor especial. La ciencia se
corrompe cuando se pone al servicio de la destrucción, del privilegio, de la opresión o del
dogma. Esto es posible porque hay científicos y principalmente dirigentes de instituciones
científicas que se corrompen (muchas veces inadvertidamente) colaborando en tareas que
repugnan a su propio código moral que rige a la búsqueda y difusión de la verdad. Los
motivos son generalmente económicos, ya sea personales, o para dotar a los institutos o
universidades que dirigen de personal y equipos.

La ciencia puesta al servicio de la destrucción, la opresión, el privilegio y el dogma puede


ser muy eficaz y hasta creadora en ciertos aspectos limitados. La única protección contra el
mal uso de la tecnología suele ser el debate más abierto y vigoroso, incluso con la
participación de los profanos en ciencias. Sin una discusión abierta con participación de
todos, sin temor a las represalias, no pueden surgir los problemas a la vista y a veces su
corrección es imposible. Si el tema es debatido en un círculo cerrado en secreto, personas
que pueden aportar valiosas opiniones nunca se enterará del tema.

Los resultados de la investigación pura son éticamente neutros, como lo demuestra el hecho
de que se pueden usar para hacer el bien o el mal. Pero ello no implica que el proceso
mismo de la investigación sea éticamente neutro. No lo es, puesto que tanto la selección de
los problemas que inicia una investigación, como la evaluación de los resultados pueden
estar sujetas a presiones extracientíficas, por ejemplo, comerciales, políticas o ideológicas.
Todas esas presiones ponen a prueba la valentía moral del investigador.

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2.2. COMPROMISO DE LA CIENCIA CON LA REALIDAD SOCIAL

Un tipo de objeción hecha a la ciencia, generalmente por grupos de izquierda (incluyendo


científicos) es su falta de compromiso con la realidad social. Se dice que entre sus éxitos no
figura la supresión de la injusticia y la irracionalidad. La clásica respuesta es que esos no
son problemas científicos: la ciencia da instrumentos neutros, y son las fuerzas políticas
quienes deben usarlos justicieramente. Si no la hacen, no es culpa de la ciencia. La opinión
de los partidarios de la “ciencia politizada” sostiene que esta respuesta es falsa: que la
ciencia actual no crea toda clase de instrumentos, sino sólo aquellos que el sistema le
estimula a crear (Schulz & de la Armada, 2005).

2.2.1. LOS HÁBITOS QUE PUEDEN EVITAR LAS FALTAS DE ÉTICA

Mario Bunge (1972; Schulz & de la Armada, 2005), da una serie de hábitos que debería
tener un buen científico como guía para evitar las faltas a la ética:

- Honestidad intelectual (o “culto” a la verdad), el aprecio por la objetividad y la


comprobabilidad, el desprecio por la falsedad y el autoengaño.
- La independencia de juicio, el hábito de convencerse por sí mismo con pruebas, y
de no someterse a la autoridad.
- Coraje intelectual (y aún físico en ocasiones): decisión para defender la verdad y
criticar el error cualquiera sea su fuente, y muy particularmente, cuando es un error
propio. La crítica y la autocrítica practicadas con coraje infunden.
- Amor a la libertad intelectual, y, por extensión, amor por las libertades individuales
y sociales que la posibilitan; concretamente, desprecio por la autoridad infundada
sea intelectual o política- y por todo poder injusto.
- Sentido de la justicia, que no es precisamente la servidumbre a la ley positiva que
nos imponen y que puede ser injusta sino la disposición a tomar en cuenta los
derechos y opiniones del prójimo.

2.3. MALA CONDUCTA CIENTÍFICA EN LA PUBLICACIÓN

Desde la segunda mitad del siglo XX, y en especial a partir de la década de los 80, se viene
hablando en forma creciente de una “ética de la investigación científica”. Se emplea esta
denominación para referirse al conjunto de principios morales específicos que regulan la
actividad de la investigación científica. La ética de la investigación científica, entonces, es
una rama de la ética especial, que versa sobre el modo como los principios comunes de la
moralidad de los actos humanos se especifican en un ámbito determinado de la vida del
hombre, en este caso, el de la investigación científica y el trabajo académico. La noción de
“ética de la investigación científica” ha avanzado de la mano de la noción de “mala
conducta científica” o “mala conducta en la investigación” (Miranda, 2013).

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La mala conducta en la investigación científica consiste en la “fabricación, falsificación o
plagio al proponer, realizar o revisar investigación, o al reportar resultados de una
investigación” (ORI, 2018). A continuación se presenta de una manera más amplia los
términos fabricación, falsificación y plagio.

2.3.1. FABRICACIÓN

En palabras de Salinas (2005), la fabricación consiste en reportar parte o la totalidad de los


datos u observaciones inventadas, no basadas en métodos presentados en el informe de
investigación o presentar los resultados totalmente imaginarios basados en observaciones
ficticias.
La fabricación es el maquillaje de datos o resultados y el registro o reporte de ellos (ORI,
2018). En la fabricación de datos, el sujeto no cuenta con los datos verdaderos, mientras
que en la falsificación se cuenta con datos verdaderos pero se los altera para que se ajusten
a los resultados de la investigación o a las hipótesis de trabajo que se han propuesto al
inicio de un proyecto, tanto en la fabricación de datos como en la falsificación de datos se
presentan datos falsos como si fueran verdaderos (Miranda, 2013).

2.3.2. FALSIFICACIÓN

La falsificación es la manipulación de materiales, equipamientos o procesos de


investigación, o la alteración u omisión de datos o resultados, de tal modo que la
investigación no esté exactamente representada en el registro de investigación (Miranda,
2013). Salinas (2005) describe a la falsificación como la alteración intencional de datos o la
presentación de observaciones de forma que se altere el resultado final incluyendo
selección y exclusión de datos. En otras palabras, es proporcionar datos o métodos falsos
dentro de un estudio.

2.3.3. PLAGIO

El plagio es la apropiación de las ideas, procesos, resultados o palabras de otra persona sin
dar el correspondiente crédito” (ORI, 2018).

Qué no es necesario para que se constituya un plagio (Miranda, 2013):


- En primer lugar, no es necesario, para que se cometa plagio, que la obra plagiada
esté publicada. El plagio puede recaer sobre obras publicadas o sobre obras inéditas.
- En segundo lugar, para que se cometa plagio no es necesario, tampoco, que la obra
del plagiario esté publicada.
- En tercer lugar, para que se cometa plagio no es necesario que la conducta en
cuestión esté castigada en el orden de la ley civil o penal.

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- En cuarto lugar, no es necesario, para que se cometa plagio, que el plagiario
transcriba textualmente la obra ajena. También se puede cometer plagio resumiendo
o parafraseando las ideas de otro.
- En quinto lugar, para que se cometa plagio no es necesario que el autor de la obra
plagiada esté completamente excluido de las notas o de la bibliografía.
- Finalmente, para que se cometa plagio no es necesario que el plagiario actúe sin el
consentimiento del plagiado. Cabe también el plagio “consentido”.
Algunas formas especiales de plagio (Miranda, 2013):

- Pagar por la confección de las tesis o memorias de grado.


- Autoplagio. Se suelen considerar bajo el rótulo de autoplagio, principalmente, las
tres prácticas siguientes: (i) publicar el mismo trabajo en lugares distintos con
títulos diferentes (produce competencia desleal); (ii) usar, en una nueva obra,
material ya publicado; y (iii), para el de los estudiantes, presentar, para que sea
evaluado en un curso, un trabajo que se ha presentado previamente para cumplir con
los requisitos de otro curso.
Medidas contra el plagio (Miranda, 2013):
- Poner los medios para que, quienes hacen investigación científica, adquieran la
conciencia de que también en este ámbito hay reglas morales específicas que deben
seguirse.
- Medidas para detectar el plagio como lo es el uso de los softwares de detección de
plagio.
- Dar una correspondiente sanción disciplinaria al plagiario.
Algunos consejos para una “buena conducta científica” (Miranda, 2013):
- Dar crédito a los autores por sus obras.
- Dominar adecuadamente los sistemas de citación y de elaboración de notas.
- Estar al día sobre la propia disciplina: conocer a los principales autores y la
discusión relevante.
- Conocer la ley sobre propiedad intelectual que rige en el país.
- Cuando se envía a publicación una obra substancialmente idéntica a otra que ha
publicado previamente, hay que expresa esta circunstancia.
- Identificar claramente en el listado de publicaciones, las reimpresiones o nuevas
versiones de una publicación previa, para para evitar que una publicación en
duplicado cuente como si fueran dos trabajos diversos.
- No dejar sin sanción el plagio que descubra.

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En años recientes se han puesto en marcha varias plataformas que permiten detectar la
similitud de escritos en Internet. Algunos de ellos son (Baiget, 2010):

- TurnITin: http://turnitin.com/
- Compilatio: https://www.compilatio.net/
- CopyScape: http://www.copyscape.com/
- FairShare: https://fairshare.attributor.com/
- Approbo: http://approbo.citilab.eu/
- CrossCheck: sistema más importante en el campo científico para detectar plagios y
publicaciones duplicadas, puesto en marcha por CrossRef, la empresa que gestiona
los DOIs (digital object identifiers), con la cooperación de todas las grandes
editoriales científicas como Elsevier, mediante un software de la empresa
iThenticate se puede saber en un instante el porcentaje de originalidad que tiene un
manuscrito.

2.4. OTROS TEMAS DE ÉTICA CIENTÍFICA

La ética en la ciencia es un tema amplio, para continuar con este tema se hablará de la
autoría de un artículo científico, conflicto de intereses y normas éticas de publicación.

2.4.1. AUTORÍA DE UN ARTÍCULO CIENTÍFICO

En un trabajo académico se presume siempre que lo que el autor presenta es un desarrollo


propio y original. Esta presunción solo se desvirtúa mediante la cita o la referencia de la
fuente de la que se extrajeron las ideas o datos. Por lo mismo, si falta la cita respectiva, se
presume que el autor presenta su exposición como si fuera propia y original. De ahí, pues,
que, en ausencia de la cita de las fuentes, nadie pueda excusarse de la imputación de plagio
mediante el alegato de que no señaló expresamente que las ideas contenidas en el trabajo
fueran propias (Miranda, 2013).

Según Beisiegel (2010; Avanzas 2011) la autoría de un artículo científico es uno de los
valores más importantes en la ciencia; sin embargo, la definición de quien debe ser autor de
un artículo varía considerablemente entre las diferentes disciplinas, así como entre los
mismos científicos.

El Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (International Committee of


Medical Journal Editors [ICMJE]) establece los siguientes criterios de autoría de un artículo
científico (ICMJE, 2009):

1. Las contribuciones sustanciales a la concepción y el diseño, adquisición de datos, o


su análisis e interpretación.
2. La redacción del artıculo o la revisión crítica del contenido intelectual.
3. La aprobación final de la versión que se ha publicado.

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 Autores fantasma
Un problema de frecuencia creciente en nuestro entorno en cuanto a la autoría de los
artículos científicos es el de los denominados autores fantasmas. Algunas compañías
utilizan las publicaciones científicas como una herramienta de marketing. Contratan a
personal especıfico especializado para escribir los artículos e intentan que dichos artículos
los firmen investigadores de prestigio que habitualmente no han hecho ninguna
contribución sustancial al artıculo (denominados autores invitados o guest authors) ni
declaran los conflictos de intereses que pueden tener con las compensaciones económicas
que reciben de las compañías. En estos casos, las personas que han contribuido
sustancialmente al manuscrito no figuran entre sus autores, lo que se ha llamado autoría
fantasma o ghostwritting (Avanzas et al., 2011).

Una encuesta publicada por Gøtzsche et al. en 2007 comparó los autores de 44 protocolos
de investigación promovidos por la industria farmacéutica con los autores de los artículos
publicados con los resultados de dichas investigaciones y encontró pruebas de autoría
fantasma en 33 estudios (75%). Estas prácticas son éticamente cuestionables porque
generan problemas de credibilidad y de derechos de autor (Avanzas et al., 2011).

2.4.2. CONFLICTO DE INTERESES

A continuación se presenta parte del trabajo de Avanzas et al. (2011), titulado


“Consideraciones éticas de la publicación de artículos científicos”:

Sin duda, uno de los aspectos más controvertidos que hay que tener en cuenta en cualquier
artículo científico es la existencia de potenciales conflictos de intereses que los autores del
manuscrito pueden tener con el mensaje o las conclusiones que se publican. Se trata de un
problema en el que no existe un «límite ético» preciso y en el que se trata de buscar un
equilibrio entre el rigor científico, exento de manipulaciones con fines personales o
empresariales, y la posibilidad de que la industria y las instituciones tengan la capacidad de
desarrollar nuevos productos, equipos y tecnologías y sus resultados estén a la vista de la
comunidad científica. Es decir, se trata de que el lector de un artículo pueda entender de
forma precisa la relación existente entre el autor del trabajo, los resultados de este y la
compañía o entidad que directa o indirectamente se ve afectada por ellos.

Actualmente, la mayoría de las publicaciones científicas exigen la declaración de


potenciales conflictos de intereses. Es importante recordar en este punto que esta
declaración es obligatoria y que la responsabilidad de hacerlo no es labor de los equipos
editoriales, sino que lo es del autor del trabajo. Es más, los autores deben considerar la
declaración de conflicto de intereses como una auténtica protección a su producción
científica: una vez declarados, es menos probable que nadie pueda cuestionar la validez de
un trabajo, ya que declarar un potencial conflicto de intereses no supone hacer una
declaración de «culpabilidad» ni de manipulación de los resultados.

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Una cuestión fundamental que todo autor se plantea a la hora de declarar los conflictos de
intereses es ¿hasta dónde debo declarar? Se trata de un problema en el que, por una parte,
se debe respetar el derecho del lector a estar informado y, por otra, el derecho a la intimidad
del autor. Actualmente, hay muchas revistas científicas que exigen que se complete un
formulario para declarar los conflictos de intereses. El problema surge cuando un autor
debe rellenar un tipo de formulario para cada revista, lo que pone de manifiesto la
imprecisión de los límites de la declaración. Por otra parte, como consecuencia de las
diferencias en las leyes de cada país, existe una gran dificultad en adoptar universalmente
un único documento con los conflictos de intereses, ya que actividades que son
perfectamente legítimas en unos países pueden suponer un conflicto de intereses en otros.

En resumen, podemos decir que el autor es el único responsable de su declaración de


potenciales conflictos de intereses y que debe interpretarla como una defensa de su trabajo
y de su propia integridad profesional. Finalmente, queremos destacar que los conflictos de
intereses no solo los deben declarar los autores, sino también los revisores y los propios
editores de las revistas.

El Comité de ética para publicaciones (COPE*, 2006) da la siguiente explicación del


surgimiento de los conflictos de intereses en las publicaciones, así también, sugiere algunas
acciones para evitar dichos conflictos:

Los conflictos de interés surgen cuando los autores, revisores o editores tienen intereses no
totalmente explícitos y que pueden influenciar su juicio sobre lo que se publica. Que han
descrito como aquellos que, una vez revelados, harían que un lector razonable sintiera que
se le ha engañado o mentido. Dentro de los intereses “financieros” pueden encontrarse el
empleo, el financiamiento para la investigación, la participación en acciones o propiedad de
la empresa, el pago por ponencias o viajes, las consultorías y el apoyo de la empresa para el
personal.

Acciones que pueden remediar los conflictos de intereses:

- Cuando sea pertinente, los investigadores, autores y revisores deben informar a los
editores sobre estos intereses.
- Los editores deben a su vez dar a conocer a sus lectores cualquier conflicto de
interés relevante.
- Los editores deben considerar también dar a conocer a los lectores sus propios
conflictos de interés y los de sus equipos, consejos editoriales, gerentes y
propietarios.
- En ocasiones los conflictos de interés pueden ser tan extremos que no sea posible
publicar, o que algunas personas tengan que ser excluidos de las decisiones al
respecto de la publicación.

* Committee on Publication Ethics

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2.4.3. NORMAS ÉTICAS DE PUBLICACIÓN

Las revistas científicas existen para ayudar a los investigadores a comunicar información
novedosa sobre la cual puedan apoyarse para progresar. Por eso no se puede permitir que el
sistema sea cuestionado por la aparición de conductas inapropiadas (Avanzas et al., 2011).

La ética, como principio o pauta de la conducta vinculada al aspecto moral de las


investigaciones, parece preocupar a los editores de las revistas científicas que se encuentran
en la necesidad de dar un impulso a las mismas si pretenden tener una proyección en las
bases de datos y en las redes de medición de la calidad y el impacto nacional e
internacional, de forma que, los autores busquen publicar en ellas (Begoña et al., 2016).

Una publicación redundante ocurre cuando dos o más documentos, sin referencias cruzadas
completas, comparten los mismos datos, hipótesis, puntos de discusión o conclusión
(COPE, 2006).
Para evitar una publicación redundante son necesarias las siguientes acciones (COPE,
2006):
- Un estudio publicado no debe repetirse, a menos que requiera una confirmación
ulterior.
- La publicación previa de un resumen como parte de las actas de una reunión o
congreso no impide que un estudio pueda presentarse posteriormente para su
publicación. Sin embargo, este hecho debe manifestarse explícitamente al momento
de remitir el manuscrito.
- Es aceptable volver a publicar un documento en otro idioma, siempre y cuando se
exprese explícitamente su fuete original al momento de remitir el manuscrito para
su publicación.
- Al momento de presentar un manuscrito para su publicación, los autores deben dar a
conocer los pormenores de cualquier documento relacionado, incluso en un idioma
distinto, así como los de documentos similares en proceso de publicación.

Algunos organismos, asociaciones y revistas que han publicado documentos para publicar,
que incluyen normas, recomendaciones, buenas prácticas, pautas éticas, etc., son (Baiget,
2010):
• International Committee of Medical Journal Editors (ICMJE).
• World Association of Medical Editors (WAME).
• Office of Research Integrity (ORI).
• American Psychological Association (APA).
• Council of Science Editors (CSE).
• PLoS ONE Editorial.

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3. CONCLUSIÓN

La ética es determinante en la producción de conocimiento científico, por tal razón es


necesario ser conscientes de los principios éticos que rigen la conducta del investigador. La
ética científica ha tomado importancia en los últimos años, es un campo amplio que
requiere de escrutinio y, más aun, de difusión.

4. LITERATURA CITADA

Avanzas, P., Bayes-Genis, A., Pérez de Isla, L., Sanchis, J., & Heras, M. (2011).
Consideraciones éticas de la publicación de artículos científicos. Revista Española
de Cardiología, 64(05), 427-429.
Baiget, T. (2010). Ética en revistas científicas. Ibersid: revista de sistemas de información y
documentación, 4, 59-65.
Begoña, G. San M., Tur-Viñes, V., & Fonseca-Mora, M. C. (2016). Principios éticos de los
editores en las revistas científicas españolas de Comunicación, Educación y
Psicología. Ibersid: revista de sistemas de información y documentación, 10(2), 53-
60.
Beisiegel, U. (2010). Research integrity and publication ethics. Atherosclerosis, 212(2),
383-385.
Comité de ética para publicaciones (COPE). (2006). Directrices para buenas prácticas en
publicaciones. Populations Council/FRONTERAS y OMS/ HRP.
Gøtzsche, P. C., Hróbjartsson, A., Johansen, H. K., Haahr, M. T., Altman, D. G., & Chan,
A. W. (2007). Ghost authorship in industry-initiated randomised trials. PLoS
medicine, 4(1), e19.
Houssay B. (1987). Misión y responsabilidad del investigador científico, Conferencia
pronunciada en el acto de clausura de la reunión conjunta de las Comisiones
Asesoras y Regionales del CONICET el 9 de abril de 1960. CONICET.
Miranda Montecinos, A. (2013). Plagio y ética de la investigación científica. Revista
chilena de derecho, 40(2), 711-726.
Núñez-Bustillos, J. C. (2006). Ciencia y ética, entre el por qué y el para qué. Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente.
Office of Research Integrity of the U.S. (2018). Department of Health and Human Services
(s. f.): “Definition of Research Misconduct”. Disponible en:
http://ori.hhs.gov/misconduct/defi nition_misconduct.shtml [fecha de consulta: 29
de marzo de 2018].
Salinas, P. J. (2004). Fraude científico en el ambiente universitario. MedULA, 13(1-4), 42-
47.
Schulz, P. C., & de la Armada, E. D. O. (2005). La ética en ciencia. Revista Iberoamericana
de polímeros, 6(2), 120-156.
UNESCO. (2004). Boletín internacional de la UNESCO de Educación Científica,
Tecnológica y Ambiental. Vol. XXIX, Nº 3-4.

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