atravesaremos una serie de etapas en lo que se llama el ciclo vital. Éste comprende desde el nacimiento hasta la muerte, lo que implicará atravesar tanto crisis evolutivas como vitales. El ciclo vital familiar está inmerso en la cultura a la que pertenece la familia, por lo que no podemos decir que haya formas correctas o incorrectas de pasar por las diferentes etapas. El nivel sociocultural y creencias de cada familia, marcarán una diferencia en la forma de vivirlas. Pasar de una etapa a otra lleva implícito un cambio y a su vez, todo cambio puede considerarse una crisis. Ésta afecta no sólo a la persona que la está atravesando sino que también afecta al grupo familiar. Estas etapas son claramente definidas y es lo que llamamos crisis evolutivas.
Diferencia entre crisis evolutivas y crisis vitales:
Se refiere a distintos tipos de crisis que enfrentaremos a lo largo de nuestra vida y que se diferencian según éstas sean esperadas o no.
Las crisis evolutivas están definidas y por lo tanto son esperables.
Requieren un tiempo de adaptación frente a los cambios y forman parte del desarrollo normal necesitando mayor o menor esfuerzo según las capacidades o recursos de afrontamiento personales y familiares. Éstas son: Constitución de la pareja
Nacimiento y crianza
Hijos en edad escolar
Adolescencia
Madurez
Ancianidad
Las crisis vitales son producidas por acontecimientos inesperados y
repentinos como puede ser el fallecimiento prematuro de alguno de los progenitores, pérdida de empleo, etc. Estas son crisis que requieren un proceso de duelo.
Ambos tipos de crisis serán sobrellevadas y superadas con mayor o
menor facilidad dependiendo, como habíamos dicho, de las capacidades o recursos emocionales de las personas, y a la superación de crisis anteriores. Hay personas y/o familias con estructuras más rígidas a las que enfrentar nuevos desafíos les implican mayores esfuerzos.
Es siempre recomendable considerar los cambios que conllevan
las crisis de forma positiva, como una oportunidad de crecimiento y mejora.
Liliana M. Lund
Todas las personas a lo largo de nuestras vidas, atravesaremos una
serie de etapas en lo que se llama el ciclo vital. Éste comprende desde el nacimiento hasta la muerte, lo que implicará atravesar tanto crisis evolutivas como vitales. El ciclo vital familiar está inmerso en la cultura a la que pertenece la familia, por lo que no podemos decir que haya formas correctas o incorrectas de pasar por las diferentes etapas. El nivel sociocultural y creencias de cada familia, marcarán una diferencia en la forma de vivirlas. Pasar de una etapa a otra lleva implícito un cambio y a su vez, todo cambio puede considerarse una crisis. Ésta afecta no sólo a la persona que la está atravesando sino que también afecta al grupo familiar. Estas etapas son claramente definidas y es lo que llamamos crisis evolutivas.
Diferencia entre crisis evolutivas y crisis vitales:
Se refiere a distintos tipos de crisis que enfrentaremos a lo largo de nuestra vida y que se diferencian según éstas sean esperadas o no.
Las crisis evolutivas están definidas y por lo tanto son esperables.
Requieren un tiempo de adaptación frente a los cambios y forman parte del desarrollo normal necesitando mayor o menor esfuerzo según las capacidades o recursos de afrontamiento personales y familiares. Éstas son: Constitución de la pareja
Nacimiento y crianza
Hijos en edad escolar
Adolescencia
Madurez
Ancianidad
Las crisis vitales son producidas por acontecimientos inesperados y
repentinos como puede ser el fallecimiento prematuro de alguno de los progenitores, pérdida de empleo, etc. Estas son crisis que requieren un proceso de duelo.
Ambos tipos de crisis serán sobrellevadas y superadas con mayor o
menor facilidad dependiendo, como habíamos dicho, de las capacidades o recursos emocionales de las personas, y a la superación de crisis anteriores. Hay personas y/o familias con estructuras más rígidas a las que enfrentar nuevos desafíos les implican mayores esfuerzos. Es siempre recomendable considerar los cambios que conllevan las crisis de forma positiva, como una oportunidad de crecimiento y mejora.