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Puente Ortega, P. et al. (2016). Clasificación de tipos de material didáctico. Su papel en el
proceso de enseñanza‐ aprendizaje de ELE . Colección Innovación y Vanguardia Universitarias .
Madrid: McGraw-Hill/Interamericana de España.
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1 Introducción
Sobre el Concepto
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En su 23.ª edición, publicada en 2014.
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5. Instrumento. (Del lat. instrumentum).
1. m. Apoyo o sostén.
Y es que cambian los recursos, cambian los materiales, se adaptan a los nuevos
escenarios educativos, pero en realidad, muchas veces lo que cambia es el soporte
sobre el que se sostienen, pero el contenido sigue siendo el mismo (por ejemplo,
libro impreso y libro digital).
Las fotos que utilizábamos los profesores en papel impreso, dentro de unas
carpetas de plástico, eran un material muy útil para que los alumnos hablaran.
Ahora tenemos otros soportes que pueden ser fijos (proyectados en la pared a
través del ordenador) o móviles (tablet, teléfonos). Cambia el soporte, pero el
recurso sigue siendo el mismo: fotos.
En segundo lugar, hemos querido además consultar el Corpus de Referencia del
Español (CREA)4, formado por “un conjunto de textos de diversa procedencia,
almacenados en soporte Tecnológico, del que es posible extraer información para
estudiar las palabras, sus significados y sus contextos”.
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Ibídem.
4
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CREA) [en línea]. Corpus de
referencia del español actual. Recuperado de http://www.rae.es/recursos/banco-de-
datos/crea#sthash.Vox3MlV6.dpuf
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Ibídem. [12/08/2015]
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Consulta: material, en todos los medios, en CREA, en Educación
Resultado: 396 casos en 153 documentos
Consulta: recursos, en todos los medios, en CREA, en Educación
Resultado: 75 casos en 56 documentos
Consulta: medios, en todos los medios, en CREA, en Educación
Resultado: 623 casos en 231 documentos
Consulta: herramientas, en todos los medios, en CREA, en Educación
Consulta: instrumentos, en todos los medios, en CREA, en Educación
Resultado: 197 casos en 67 documentos
Consulta: soporte, en todos los medios, en CREA, en Educación
Resultado: 38 casos en 23 documentos
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Documentos de partida
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Traducción de la autora del documento original.
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aula. El término material se refiere a los contenidos nocionales, funcionales, etc. de
cada uno de los niveles de referencia.
Unos años después, es el propio Instituto Cervantes quien da algunas orientaciones
sobre el uso de medios materiales, en un documento dirigido a sus profesores: Las
competencias clave del profesorado de lenguas segundas y extranjeras (Instituto
Cervantes, 2012).
El docente debe saber “implicar a los alumnos en el control de su propio
aprendizaje”, para lo cual debe ser capaz de conseguir que el alumno gestione los
mejores medios disponibles para aprender:
Promover que el alumno gestione los recursos y medios disponibles para
aprender implica guiar al alumno para que utilice los recursos, los medios y las
oportunidades que tiene a su disposición para aprender tanto en el aula (p. ej.: sus
propios compañeros, el manual), como en el centro (p. ej.: actividades culturales,
biblioteca), en el entorno (p. ej.: centros culturales, hablantes de español, prensa)
o a través de medios tecnológicos (p. ej.: plataformas de aprendizaje, canales de
televisión, foros en Internet). El profesor le propone al alumno que reflexione
sobre qué recursos utiliza, el uso que les da y cómo podría usarlos para aprender
mejor. Además, el profesor le anima a usar nuevos recursos y a valorar en qué
medida le ayudan en su aprendizaje (2012:2).
2 Objetivos
Nuestro objetivo es plantear una perspectiva teórica sobre el papel que han
tenido los materiales didácticos en el desarrollo del proceso de enseñanza-
aprendizaje de lenguas, por una parte. Por otra, presentar una propuesta de
clasificación de tipos de materiales didácticos de ELE que puede orientar a los
profesores de español sobre la variedad de recursos de que puede disponer
en el aula.
3 Discusión
Los estudios centrados en los materiales didácticos de ELE no han recibido, por
parte de la comunidad investigadora, la atención que deberían y han sido
considerados como un tema menor en los foros académicos y en la práctica
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investigadora de cierto nivel (Ezéizar, 2009).
En otros ámbitos educativos, el papel de los materiales didácticos en el proceso de
enseñanza- aprendizaje, ha sido considerado y analizado desde diferentes
perspectivas a lo largo de los últimos años (Guerra 1991; Aguaded
1993;Almenara 1993; Cabero & Gisbert, 2005; Fernández 2004; Cacheiro-
González 2011).
Compartimos con Guerra (1991), la reflexión sobre los materiales didácticos y su
uso como “una excelente manera de someter la práctica al análisis sistemático”
(1991:194).
Igualmente, en la enseñanza del Inglés como segunda lengua (ESL), el estudio de
los materiales didácticos y su papel en el proceso de enseñanza aprendizaje tiene
una larga trayectoria (Halliday 1970; Richards & Rodgers 1986; Hutchinson 1993;
Littlewood 1994; Ellis 2003;; Richards & Rodgers 2014).
Para algunos autores, los materiales didácticos están en el centro del proceso. Nos
parece ilustrativa esta metáfora de dos profesoras universitarias para definir su
papel cuando definen los materiales como “el agua en el que nos movemos”
(Garton & Graves, 2014). Para ellas, los materiales no son meros objetos para su
uso en el aprendizaje del inglés como segunda lengua (English Language Teaching,
en adelante E.L.T.), sino que tienen un papel fundamental y debemos darle un lugar
relevante desde el punto de vista pedagógico. Lo importante e analizar y desarrollar
los materiales in situ; en función de las relaciones que se establecen con los
profesores; en la oportunidad de usar, adaptar y crear materiales y en su desarrollo
potencial.
Ya en los años ochenta, Allwrigh (1981) integró los materiales didácticos como
parte de tres elementos fundamentales en el aula: profesores, alumnos y materiales.
Es la interacción entre todos lo que produce las oportunidades de aprender. Para
Zabala (1990) los materiales didácticos son un elemento básico de la planificación
y tienen un papel clave para la toma de decisiones.
La perspectiva cognitivista del aprendizaje introdujo una nueva concepción de los
materiales como los instrumentos o medios para motivar a los alumnos y sacar lo
mejor de ellos. Blázquez y Lucero (2002) incluyen en la definición de recursos la
experiencia de aprendizaje y las habilidades cognitivas:
Cualquier recurso que el profesor prevea emplear en el diseño o desarrollo del
curriculum para aproximar o facilitar los contenidos, mediar en las experiencias
de aprendizaje, provocar encuentros o situaciones, desarrollar habilidades
cognitivas, apoyar estrategias metodológicas o facilitar o enriquecer la
evaluación (2002: 186).
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En la misma línea, Martín Peris (1996), profesor e investigador en el campo de la
didáctica de lenguas extranjeras, define el término materiales didácticos como
facilitadores del proceso de enseñanza y aprendizaje en tanto en cuanto son una
herramienta que tienen a su disposición los profesores, pero en ningún caso lo
pueden sustituir.
En una metáfora muy extendida en la comunidad de profesores de ELE los
considera una caja de herramientas a nuestra disposición y como tales, nos sirven
para facilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje, no para limitar. Lo mismo se
puede decir sobre las herramientas 2.0: un blog, un wiki, un podcast nos facilitan el
trabajo si parten del constructivismo y promueven la colaboración y la autonomía.
Unos años más tarde es el mismo Martín Peris (2002) quien afirma que los
alumnos son más importantes que los profesores, que los materiales, que los
programas, los métodos o la evaluación. De hecho, todo está diseñado y pensado
según sus necesidades. Es responsabilidad del profesor controlar si todos los
elementos del proceso están funcionando, y adaptarse si no lo están.
Profesor y alumno son los protagonistas, y lo que sucede en el aula hay que vivirlo
como un acontecimiento, en el que el papel del profesor es dar las instrucciones
precisas a sus alumnos (Hutchinson, 1994).
El éxito en una clase de lenguas extranjeras depende, no tan solo de los materiales,
técnicas o análisis lingüísticos como de lo que sucede dentrodel aula y con los
integrantes de la clase.
Littlejohn (2012) afirma directamente que los materiales didácticos son propuestas
para la acción en la clase, cuyo uso debe ser interpretado por profesores y alumnos
dentro del aula.
De la misma manera, para el profesor Kumaradivelu (2012) lo que sucede en el
aula determina ampliamente en qué medida se crean y utilizan las oportunidades de
aprendizaje. Y va más allá con una propuesta dirigida a los profesores de idiomas,
en el sentido de aprovecharse de la oportunidad que brindan las nuevas tecnologías
para crear espacios compartidos que permitan elaborar materiales complementarios
de manera sistemática.
Es importante que los profesores sean capaces de identificar la información que
se genera periódicamente en Internet (periódicos online, revistas, blogs, twitters,
redes sociales, etc…) ya que todo ellos constituyen valiosos recursos en potencia,
que pueden ser explotados para el diseño de materiales de enseñanza. De ahí,
nuestra propuesta de un catálogo de páginas y recursos tecnológicos al alcance del
docente.
Richards y Rogers (2014) presentan algunas orientaciones que pueden ayudar a los
profesores de idiomas en la selección de un determinado recurso o material
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didáctico en clase. Para ello, plantean diferentes aspectos relativos al papel de los
materiales didácticos en clase de Lengua Extranjera, tales como:
El objetivo principal de los materiales (para presentar y practicar
contenidos, para facilitar la comunicación entre los alumnos, para animar a
los alumnos a practicar contenidos con la ayuda del profesor, etc.).
El formato (p.ej. libros de texto, audiovisual).
La relación entre los materiales y otro tipo de input.
La experiencia de los profesores
Por último, merece especial atención la propuesta de Maria Luisa Sevillano (2011)
que considera a los materiales como elemento transformador de los procesos de
aprendizaje que además debe ser positiva. Para la autora son “soportes en los que
se presentan los contenidos y que son capaces de suscitar algún tipo de
transformación de carácter positivo y optimizante en los procesos de enseñanza y
de aprendizaje” (2011: 465).
La información recogida, en esta fase previa nos permitió tener una primera a
aproximación sobre los materiales didácticos que, a priori, son más utilizados en
clase para el desarrollo de la comprensión auditiva y la expresión oral.
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Del análisis de las entrevistas, comprobamos que hay una serie de materiales
concretos que se repite de manera sistemática en todos los encuestados por lo que
consideramos que teníamos que incluirlos necesariamente en nuestra clasificación
como son los videos, los fragmentos de películas, audios, programas de radio, fotos
e imágenes en diferentes soportes.
Como es de esperar, la producción de materiales didácticos para la enseñanza del
español ha aumentado en los últimos años por lo que no es posible incluirlos
todos.De ahí que consideremos necesario establecer una serie de criterios para la
selección de dichos materiales.
Con la aplicación de las nuevas tecnologías en el mundo de la educación, los
recursos y soportes se sobreponen y en la actualidad es posible ver material
audiovisual en soporte on line y recursos tradicionalmente audiovisuales como es
la televisión tradicional está dejando paso a las pantallas del ordenador.
Con todo ello seleccionamos veinticinco soportes y veinticinco recursos concretos
que agrupamos en tres grandes grupos.
4 Conclusiones
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conjugar estos y otros elementos para poder traspasar la barrera del choque
cultural en el que se encuentran los alumnos al estudiar español y que nos
permita a los profesores, activar la producción de las destrezas lingüísticas.
Coincidimos plenamente con Martín Peris (2002) cuando afirma que los
alumnos son más importantes que los profesores, que los materiales, que los
programas, los métodos o la evaluación. De hecho, todo está diseñado y
pensado según sus necesidades. Es responsabilidad del profesor controlar si
todos los elementos del proceso están funcionando, y adaptarse si no lo
están.
Nos quedamos con el concepto de materiales didácticos entendidos como
una oportunidad que forman parte de lo que sucede en el aula. El éxito en
una clase de lenguas extranjeras depende no tanto solo de los materiales,
técnicas o análisis lingüísticos como de lo que sucede dentro y entre los
integrantes de la clase (Stevick, 1996).
Igualmente, coincidimos con Littlejohn (2012) cuando afirma directamente
que los materiales didácticos son propuestas para la acción en la clase, cuyo
uso debe ser interpretado por profesores y alumnos dentro del aula.
El uso de los materiales didácticos en el aula tiene que ser, inexorablemente
acompañado, de una adecuada metodología que permita integrar
idóneamente todos los recursos.
El profesor de ELE, antes de seleccionar un material didáctico para utilizar
en clase puede pararse a reflexionar sobre qué tipo de material quiere
utilizar, cómo, con qué objetivo y especialmente pensado en qué es lo que
necesita ese alumnos concreto para falitarle su aprendizaje.
Además, en cualquier clase de idiomas, es fundamental tener en cuenta otros
factores como el nivel de lengua, la cultura de origen y los estilos de
aprendizaje.
Nos encontramos en una realidad cambiante, con multitud de opciones para elegir
en la era postcomunicativa o ecléctica cuya pedagogía debe ser construida por los
profesores en activo a través de su propio conocimiento personal y profesional. Los
profesores junto con sus alumnos son quienes tienen que decidir qué quieren que
suceda en clase, a qué ritmo y con qué recursos (Kumaradivelu , 2012).
El éxito de la enseñanza aprendizaje en el aula, en definitiva, depende en gran
medida de maximizar las oportunidades de aprendizaje. Y esas oportunidades
pueden ser creadas y aprovechadas tanto por docentes como por aprendientes.
Hablamos de una manera de trabajar ante la clase adoptando lo que más se adapte a
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las necesidades de unos alumnos concretos, en un lugar concreto, con multitud de
posibilidades al alcance del profesor. Las nuevas tecnologías están ahí para crear
espacios compartidos que permitan elaborar materiales complementarios de manera
sistemática.
Que podamos llevarlo a la práctica solo depende de los recursos de que
dispongamos en las aulas y de las destrezas y competencias de los propios docentes
para activar lo que sucede en el aula.
5 Referencias
Allwright R. (1981). What do we want teaching materials for?. Elt Journal (United
States), 36(1), 5-18.
Ellis, R. (2003). Task-based language learning and teaching. Oxford, U.K: Oxford
University Press.
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Guerra S. (1991). ¿Cómo evaluar a los materiales?. Cuadernos de Pedagogía, 194,
29-31.
Halliday, M. A. K. (1970). A course in spoken English: Intonation. Oxford: O.U.P.
Littlejohn A., & Mehta, S. R. (2012). Language Studies: Stretching the Boundaries.
Newcastle upon Tyne: Cambridge Scholars Pub.
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REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus
diacrónico del español. <http://www.rae.es> [12/08/2015]
Richards, J. & Rodgers, T. (2014). Approaches and methods in language teaching:
A description and analysis (3ª edición). Cambridge: Cambridge University
Press.
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