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fuentes de energía y otros sectores industriales. La electricidad y el petróleo, cuyo empleo masivo se dio en el siglo XX.
Aparte de las industrias tradicionales (textil, carbón) que siguieron expandiéndose, los nuevos inventos propiciaron el
desarrollo de tres sectores: eléctrico, químico y siderúrgico. Además, supuso un rápido crecimiento de las ciudades, que
transformaron su fisonomía con nuevos barrios y zonas industriales a causa de la llegada masiva de emigrantes de las
zonas rurales. En el siglo XIX nació la sociedad de clases, muy diferente de la estamental. Las clases sociales se
diferenciaban en función del nivel económico y no eran grupos cerrados.
En lo social, el cambio se conoce con el nombre de movimiento obrero al conjunto de iniciativas llevadas a cabo por los
trabajadores a partir del siglo XIX con objeto de mejorar sus condiciones laborales y políticas:
- El anarquismo: es una corriente ideológica que surge en el siglo XIX y se extiende como influencia hasta
principios del siglo XX. La doctrina fue construida por Pierre Proudham, Michael Bakunin. El ideal dde anarquismo era:
eliminar a la propiedad privada, desarmar al Estado, ya que estaban en contra de todo autoridad, y reemplazarlo por un
gobierno en el que colaboraran todos los “individuos”. Este objetivo lo lograrían con una revolución general y espontánea,
de las clases populares, luego de que se les haga tomar consciencia de su papel. Su actuación tomo diferentes matices
entre los siglo XIX y XX en Europa, hubo distintas vertientes de anarquismo una más pacífica y otra más violente, que va
a llevar a que los estados respondan con políticas y juicios agresivos. Pues los anarquistas ortodoxos van a actuar
mediante la propaganda de hechos igual que implico que colocaran bombas en un principio a instituciones y
determinados personajes; Pero estos atentados pronto se expandieron hacia la gente común. Estos movimientos y
atentados anarquistas trastocaron a la sociedad europea que no vio con buenos ojos sus acciones, llegando a repudiarla.
En el artículo escrito por Bárbara T., ella nos explica que el anarquismo es un movimiento que rechaza a toda autoridad,
el sufragio y la propiedad privada. Además nos marca que el anarquismo va a ser una ideología que será más captada
en España, Rusia y en menor medida Francia. En Inglaterra fracaso. Otra cuestión que nos señala es que como
movimiento toma distintos matices, en una primera fase (1848-1910) se va a caracterizar la propaganda de los hechos
que va a ser mediante atentados y Magnicidios. En otra fase nos señala como el anarquismo se adapta a los nuevos
tiempos mediante el anarquismo sindical pese a la protesta de los anarquistas ortodoxos. Finalmente nos sugiere que
con el Magnicidio del presidente de los EE. UU. M. Kinley se llaga al declive del anarquismo perdiendo fuerza de
movilización e ideología.
Por último, existen diferencias entre el marxismo y anarquismo, ambos proceden del socialismo. El marxismo se proyecta
en países industrializados, en cambio el anarquismo en países con una estructura agraria. El marxismo buscaba la
dictadura del proletariado, mediante la revolución organizada, y el anarquismo buscaba cambiar a la sociedad mediante
la revolución general, violenta y espontánea. El marxismo busco formar partidos para llegar al poder, cuestión que no era
viable para los anarquistas ya que se decían ser independientes de cualquier partido o facción política.
LAS PENINSULAS MEDITERRANEAS: En la Europa mediterránea, las dos penínsulas occidentales presentan en su
transcurrir histórico dos modelos llenos de coincidencias: el desarrollo capitalista desigual amplifica los contrastes entre
el norte industrializado y el sur agrario, la lacra del latifundismo extiende su manto de miseria en el sur de ambos países,
los regímenes políticos ofrecen: dominio de las oligarquías, falseamiento del sufragio, caciquismo, clientelismo,
incapacidad renovadora, los mismos traumas sociales: marginación, analfabetismo, migración violentas, la frustración
exterior, arraigo del anarquismo.
ITALIA: La evolución económica italiana tiene dos lecturas. Una, la renta nacional aumenta considerablemente entre
1900 y 1914. La otra traduce la lógica de este crecimiento: conforme se incrementa la renta nacional, se agudizan los
desequilibrios regionales. El apogeo industrial es notable en el norte del país, sobre todo en la Lombardía. Los progresos
infraestructurales que cimentan las bases del despegue económico. La carencia de carbón estimula la construcción de
las mayores centrales hidroeléctricas de Europa en los cursos de los ríos Tesino y Adda. El ritmo de los capitales
invertidos refleja los esfuerzos por asegurar este tipo de abastecimiento enérgico: la producción eléctrica. La producción
industrial presenta una evolución paralela. El desarrollo siderúrgico esta simbolizado por el aumento del número de
obreros, y del capital invertido.
En las otras ramas de la industria los resultados son satisfactorios. La industria algodonera, dependiente del exterior en
materias primas, genera excedentes destinados a la exportación. Las manufacturas de la seda milanesa compiten con
las de Lyon en los mercados internacionales. La metalurgia de transformación augura un brillante futuro. El despegue de
la empresa de automóviles de Fiat. El norte se industrializa porque el sur se empobrece. Los italianos son menos pobres
en 1914. Sin embargo, el valor de la producción agrícola solo crece en el mismo periodo de tiempo, es decir, el campo se
está empobreciendo. Como consecuencia, la emigración se dispara. Sobre este entramado económico se edifica un
sistema político que solo se asemeja en los aspectos formales a los regímenes parlamentarios de Francia e Inglaterra.
Hasta 1912 sigue vigente la ley de 1882, que excluye al 70% de la población, es un sufragio recortado al que solo tienen
acceso las capas medias y la burguesía. Sin embargo, la practica electoral esta falseada por todo género de
corrupciones caciquiles. En este ambiente, solo mantienen una línea ideológica los grupos católicos y el partido
socialista, dividido en parte provocada por las reformas sociales del gobierno de Giolliti.
La guerra con Turquía y la conquista de Libia, exaltando los sentimientos nacionalistas, siempre neutralizadores del
conflicto social, crea las condiciones para la defensa electoral. En 1912 el Parlamento aprueba la nueva ley electoral que
instaura el sufragio casi universal. Se concedía el derecho al voto a todos los varones mayores de veintiuno que supieran
leer y escribir y hubieran cumplido sus obligaciones militares y a todos los varones mayores de treinta años aunque
fueran analfabetos. El parlamento elegido en 1913 no camia sustancialmente la correlación de fuerzas, salvo en el
avance de los grupos católicos y de los socialistas. Estos últimos predomina el ala revolucionaria, uno cuyo exponente es
Benito Mussolini, encabezan la huelga general de 1914, en la que participan grupos republicanos y sindicalistas puros.
Ante la vacuidad parlamentaria, la calle se volvía a recobrar su protagonismo. En vísperas de la Primera Guerra Mundial,
la sociedad en neutralistas (católicos y la mayoría de los socialistas) e intervencionistas (nacionalistas, izquierda de
tradición garibaldina, liberales de derecha).
PORTUGAL: Los progresos de la revolución industrial son inapreciables. En 1910 solo se contabilizan pocos obreros
industriales para una población de millones. Hablar de fábrica resulta un eufemismo, se trata de establecimientos
artesanales que solo superan los cien obreros por planta en las manufacturas del tabaco. Ni siquiera puede hablarse de
una industrialización embrionaria que prepara la etapa de despegue, más bien cabe definirla como una actividad
artesanal dirigida a abastecer de artículos baratos y de mala calidad a un mercado interno abierto a la difícil competencia
de las manufacturas británicas. La industria localiza su actividad en la región de Oporto y el margen sur de la
desembocadura del rio Tajo. En 1910, la industria portuguesa solo utiliza caballos de vapor.
Portugal es un país de base agraria. En 1911 el 8% de la población vive en comunidades rurales. La mitad de la
población urbana se concentra en Lisboa y Oporto. El sector agrario ofrece los rendimientos más bajos del Occidente
europeo. En el sur, domina el latifundio infrautilizado por terratenientes absentistas. En el norte prolifera el minifundismo,
incapaz de generar excedentes. La inmigración a las colonias o a Brasil es la solución para muchos campesinos
portugueses. La emigración se encarga de resolver las tensiones productividad por un incremento demográfico que la
subdesarrollada estructura económica no puede absorber. La práctica secular de librecambismo y la dependencia con
Inglaterra han frenado la industrialización en Portugal. Además el sector agrario es incapaz de alimentar el mercado
interno.
Este contexto tiene repercusión en el plano social. En 1910, el 70% de l los niños portugueses son analfabetos. El poder
político está en manos de una oligarquía relacionada con la posesión de la tierra, el negocio colonial o las actividades
especulativas, que recurre a las prácticas caciquiles y al clientelismo. Además la presencia masiva del clero católico y su
influencia determinante en el interior de la sociedad portuguesa. Con esta ambientación estalla la revolución republicana
de 1910. Es un movimiento a modernizar el país y a establecer un régimen parlamentario homologable al francés o al
inglés. La revolución de 1910 es un producto urbano que viene a dar respuesta a la excesiva oligarquización del régimen
monárquico y que en buena parte se articula en las corrientes de exaltación nacionalista de la apoca. La humillación
colonial sufrida en los años 90 actúa como catalizador de los acontecimientos. Acorto plazo, la política represiva de Joao
Franco, a partir 1906, que restringe las libertades públicas y aumenta las tendencias dictatoriales, sirve de elemento
detonante. En 1908 caía asesinado el rey Carlos I, en 1910 el levantamiento republicano acababa con la institución
monárquica.
La revolución de 1910 nació hipotecada. En primer lugar, porque las bases sociales republicanas quedaban reducidas a
los núcleos urbanos. En segundo lugar, porque el nuevo régimen aplazo las cuestiones sociales y el tema de la tierra. Se
trataba de un movimiento interclasista, en el que participa algún terrateniente y sectores financieros, incapaz de dar una
respuesta a los asuntos sociales planteados.
Los cambios más sustanciales se operaron en el plano político. La constitución de 1911 diseño un régimen parlamentario
con pleno reconocimiento de las libertades públicas, sin embargo, las Cortes constituyentes no establecieron el sufragio
universal masculino. Para los republicanos, la instauración del mismo solo hubiera consolidado el poder de los caciques
rurales, dado el analfabetismo existente. La renovación política se vio acompañada de un esfuerzo en el campo de la
enseñanza laica, es la concreción del viejo principio republicano: la escuela como difusora de la libertad. En los años
siguientes, la inestabilidad política marco el transcurrir de la joven república, entre las intentonas de golpe de Estado
monárquico y la insatisfacción popular ante la ausencia de transformaciones estructurales.
ESPAÑA: En 1914, la descomposición del sistema canovista parece irreversible. Cada vez se acentúa más el desfase
entre el país oficial y el país real, ante la incapacidad demostrada por el régimen de renovar el entramado político y social
que permita la integración en el mismo de las nuevas fuerzas que catapultadas por la crisis de 1868, irrumpen en la
sociedad española. Los sucesivos proyectos reformistas, desde el interior del sistema. El caciquismo institucionalizado,
los nacionalismos el movimiento obrero, la omnipresencia cuestión de las estructuras de propiedad de la tierra, el tema
de la iglesia o el de un ejército ahora ocupado en Marruecos. Los fracasos revisionistas del régimen desvelan, las
profundas divisiones en el bloque de poder a la hora de enfocar las reformas. En el plano de la economía asentimos a la
concreción del nuevo modelo de política económica de corte nacionalista perfilado a fiens de siglo XIX. Viraje dirigido a
superar las múltiples distorsiones provocadas por el anterior modelo dependiente del capital extranjero, sobre el que
actúa la crisis finisecular.
LOS FELICES AÑOS 20: Este periodo de la historia se los denomina veinte o prósperos veinte, evoca bienestar
económico, conservadurismo político, conflictos sociales y efervescencia intelectual. Pero a la vez surgen
contradicciones de la profunda quiebra de los valores sociales, ideológicos y religiosos. Por ejemplo, en Suiza, el
nacimiento de un movimiento artístico-literario, el dadaísmo, sintetizaba el más grotesco desengaño experimentado por el
intelectual europeo hacia el orden de valores encarnados en la cultura occidental. Otra corriente artística, perdida la
confianza en los mecanismos conscientes de la conducta humana, propugnaba el superrealismo, la escritura automática,
el reino de lo onírico como evasión desde la que ridiculizar un mundo de ideas y creencias capaz de justificar y aun de
glorificar, hechos tan monstruosos como una guerra de cuatro años.
Frente al orden de preguerra, basado en legitimidades dinásticas, la Europa de posguerra perdían sus tronos y con ello
se hundían una serie de familias de la vieja nobleza. Con ellos se había eclipsado toda una clase de: la aristocracia rural,
la nobleza de sangre soporte de la antigua realeza.
Un cambio social registrado para dar pasó a una sociedad más igualitaria en la que el ex combatiente, el hombre salido
de la gleba o del taller, reclamaban una igualdad de derechos, ganados entre el fuego y la sangre de las trincheras. Ex
combatientes y mutilados creaban una nueva clase social que significaba el ascenso del hombre común a la vida pública.
La mujer movilizada para las industrias de guerra, había marcado un hito decisivo en el proceso de su emancipación. El
servicio doméstico inicio su decadencia como clase leal que vinculaba su destino al de sus amos. La idea de que la mujer
odia tener una vida que no estuviera condicionada por su destino biológico de esposa y madre se abrió camino,
contemplando su progresiva ocupación de puestos de trabajo en oficinas, talleres y factorías, en gran parte favorecida
por el vacío masculino ocasionado por el holocausto de toda una generación inmolada en los campos de batalla. El
acceso de la mujer a cargos públicos, su participación mediante el derecho al voto en las luchas políticas, se producirían
por la creciente incorporación a los programas de los partidos más avanzados de las ideas sobre la igualdad de
derechos. La relación hombre-mujer se hizo directo, carnal, favorecida por la progresiva independencia adquirida por el
sexo femenino. La idea de la libertad de amar se consideró un nuevo derecho que se explicaba en la nueva sociedad
soviética como un avance revolucionario. Ganaba terreno en los Estados Unidos como país joven y menos lastrado por
convencionalismos tradicionales. Surgió así un nuevo tipo de mujer, deportiva, emancipadora, dueña de si misma y
dispuesta a vivir su vida.
La sociedad occidental dio un gran paso a la desprivatización de lo sexual, empujada por el clima reinante en los países
derrotados como Alemania y Austria, en los que la disposición del Antiguo Régimen y el desplome de unos valores
castrenses y machistas dieron a la mujer una nueva conciencia de su propia libertad. La moda femenina, la mujer libero
su cintura, redujo la largura de su falda hasta exhibir las pantorrillas y se cortó el pelo. Coco Chanel fue la sacerdotisa de
la nueva moda que presentaba a la mujer emancipada de seculares tiranías vestimentarias de corsetería.
-Las consecuencias de la guerra repercutían duramente sobre Europa a la que la paz firmada en Versalles pretendía
establecer una nueva ordenación territorial. El tratado impuesto por los aliados había dejado fuera de sus deliberaciones,
además de Rusia, a los países vecinos, Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía.
Los británicos buscaban seguridad en los mares y liquidación de las colonias alemanas; los franceses que habían
padecido el peso de la guerra y sufrido muchas bajas, querían la devolución de Alsacia y Lorena y la ocupación
permanente de la orilla izquierda del Rin, a fin de garantizarse un glacis de seguridad que les protegiera de futuras
agresiones. En la práctica, su pretensión se redujo a la desmilitarización de Renania, pues los ingleses, fieles a su
política tradicional, quisieron impedir el predominio excesivo de una potencia continental.
-Los italianos, mermados en sus aspiraciones territoriales en Dalmacia a costa de una Serbia fortalecida y convertida en
Yugoslavia, a pesar de estar en el banco de los vencedores se sintieron decepcionados y esta decepción sería larga en
consecuencia. Rumania, Yugoslavia y Grecia salieron mejoradas en detrimento de Austria-Hungría, Rusia y Turquía. El
resultado fue una paz insatisfactoria que para los alemanes, tomo el sentido de un diktat. Económicamente, quedaba a
merced de sus vencedores y pese a ver su territorio reducido y mermada su población, permanecía como la única gran
nación de Europa central, rodeada de pequeños Estados: unos, como Austria, capitidisminuidos y germánicos al cien por
cien, y otros en los que la presencia de minorías germánicas, como en Alta Silesia, en Memel o la tierra de los Sudetes,
podría provocar su reinvindicacion.
Pero donde el mapa de Europa había sufrido un terremoto geográfico era con la liquidación del Imperio de Austria-
Hungría. La doble monarquía danubiana se había fragmentado en Austria, Hungría y Checoslovaquia, habiéndose
segregado, además regiones, como Bosnia, Croacia y Eslovenia, que se integraron en la Yugoslavia nacida en Versalles,
como heredera del reino de Serbia. La pretensión de dejar zanjados problemas relativos a territorios como Tracia,
Macedonia, Besarabia, Rutenia y Bokovina no logro sus propósitos.
La cadena de tratados establecidos con los vencidos: Saint Germain, con Austria, Trianon, con Hungría, Bulgaria y
Turquía, no impidió que en la desmembración austro-hungara, tan solo las dos naciones que daban su nombre a la doble
monarquía mantuvieran una homogeneidad nacional: Austria, germánica y Hungría, magiar. Pero algo venía a complicar
el acoplamiento territorial: el nacionalismo.
CRISIS ECONOMICA: La situación económica de los países europeos esquilmados por los gastos de la guerra era muy
grave. La moneda se había despreciado en relación con su valor de anteguerra. La subida de los precios fue un
fenómeno lógico traído por la coyuntura bélica y la escasez de muchos productos. La guerra había costado a Francia el
30% de su riqueza nacional; a Alemania 22%; Italia 26%. Un proceso inflacionista azotaba a casi todas las naciones. La
pérdida de la primacía económica del Viejo Continente constituía un daño irreparable y su dependencia de los Estados
Unidos era total, porque al término de la contienda Europa debía a Norteamérica; Alemania debía a Francia e Inglaterra y
los países vencedores estaban endeudados con los Estados Unidos. El ciclo se cerraba con los empréstitos que la
nación americana había debido otorgar a Alemania para atender a su economía.
Las grandes huelgas de 1919 en Italia, de 1920 en Francia y de 1926 en Inglaterra revelaron un fenómeno traído por la
conflagración: el incremento en el número de afiliaciones a los sindicatos obreros, el reconocimiento al valor de la acción
colectiva y al espíritu de clase. Censura, crisis de libertades y propaganda serían las armas que esgrimirían los
dictadores surgidos en la década de 1920, amparados en la inseguridad de los sistemas parlamentarios y en la presión
de las fuerzas conservadoras, para las que el fantasma del comunismo era justificación de todas las nostalgias. Mussolini
en Italia ; Primo de Rivera en España; Horthy en Humgria; Salazar en Portugal.
Serían los representantes de estas tendencias abocadas al poder personal, en las que recaerían los monarcas
balcánicos como Alejandro de Yugoslavia. Solo Mussolini desembocaría en una doctrina antidemocrática y totalitaria.
La guerra de 1914 represento al ascenso de los Estados Unidos y su entrada en el concierto de los países rectores. En
su papel de proveedores de Europa fueron los grandes beneficiarios del comercio con los países de la Entente. Su
industria se sitúo en cabeza en cuanto a sus cifras de producción y sus capitales se extendieron por América Latina. Sus
exportaciones se hicieron presentes en Extremo Oriente, África e incluso en los dominios británicos. Su marina mercante
experimento una crecida. El centro del poder económico mundial pasó en 1920 de la City de Londres al Wall Street. Este
crecimiento se vio potenciado por las ventajas inherentes a todo país joven, carencia de prejuicios a la hora de innovar,
audacia y sentido de la inversión hacia sectores con porvenir, apertura a la investigación y dinamismo en la explotación
de nuevos sistemas de producción, de distribución y de venta.
En el Extremo Oriente, otro país se emparentaba con los Estados Unidos en el rango de los beneficiarios de la guerra: el
Japón. La ausencia de competidores europeos permitió el desarrollo de la industria y el comercio japoneses. Su
producción de acero, hierro y algodón llegaron a triplicarse. Sus mercados llegaron a extenderse a la Indias Holandesas,
por el sureste asiático y el continente hindú. Su marina mercante doblo la cifra y los textiles y productos manufacturados
se lanzaron a una competición que no vacilo en llegar al dumping. La presencia de Japón en la década de 1920 seria
creciente. Con su elevada demografía, su potencial industria y la denodada laboriosidad de sus súbditos, el Imperio del
sol Naciente estaba preparándose para saltar de su estrecho territorio insular a una conquista que se orientó hacia los
mercados ultramarinos.
LAS SOCIEDAD DE NACIONES: Un organismo destinado a promover la cooperación de las obligaciones entre los
Estados y exigir garantías contra la guerra. El acuerdo entre las potencias vencedoras permitió en 1920 se inaugurara a
crear la armonía internacional y a conjurar por medio de negociaciones y arbitrajes cualquier conflicto entre las naciones.
Los órganos de la Sociedad de Naciones serian la Asamblea, el Consejo y el Secretariado. Los buenos propósitos que
guiaban a la Sociedad de Naciones se vieron frustrados porque la entidad supranacional se encontró atada a la defensa
de los tratados resultantes de la guerra mundial. Además, la retirada de los Estados Unidos después de haber sido los
promotores de la idea, fue un duro golpe a la representatividad. La negativa del Senado de los Estados Unidos a ratificar
el Tratado de Versalles no dejo más salida que el abandono del puesto que como miembro fundador correspondía a
Norteamérica. El esfuerzo bélico de los países beligerantes, desde el punto de vista tecnológico y productivo, trajo
consigo un gran desarrollo industrial. Sectores que antes de la guerra de 1914 estaban en sus comienzos se vieron
potenciados: fue el caso de la fabricación de los motores de explosión de combustión interna. Otros, se habían
empezado a insinuar, experimentaron un gran crecimiento como las industrias eléctricas y las destinadas al uso de la
electricidad para fines domésticos. La guerra, con sus exigencias de producción de proyectiles, de cañones, armas,
había permitido el perfeccionamiento de las técnicas de organización científica del trabajo y favorecido el fenómeno de la
standardización. Esto junto con la normalización permitieron fijar la definición de productividad como la relación entre la
producción obtenida y las cantidades de cada factor utilizados para conseguirla.
Las nuevas ideas sobre la economía productiva, la sustitución progresiva del hombre por la máquina, facilitaran en este
periodo la gran concentración industrial y el gigantismo factorías, inútiles para competir, y se perderá todo rastro
artesanal.
PROGRESOS TECNOLOGICOS:
-Navegación: Con la posguerra iba a inaugurarse una nueva etapa: la navegación aérea. Se pasará a la navegación con
orientaciones astronómicas. El pilotaje precisará de la ayuda del navegante, hábil en el manejo de los instrumentos
goniomentricos con los que se determina la posición de la aeronave. La década de 1920 a 1930 quedo como el periodo
estelar de la aeronáutica. El acortamiento de distancias trajo un nuevo concepto del tiempo, haciendo del avión el medio
de transporte ideal para el hombre de negocios. El correo aéreo revoluciono los servicios postales, acortando la
transmisión de la correspondencia.
- AUTOMOVIL: La nivelación social que resulto de la guerra mundial hizo cierta la anticipación de Ford en su idea de
construir un automóvil para todos. En la posguerra, con el perfeccionamiento experimentado en la serialización de
piezas, en la racionalización de los procesos y en el montaje en cadena, la construcción de automóviles y camiones se
sitúo como una de las industrias más en expandir su mercado mundial. En los vehículos ligeros porque el automóvil se
puso al alcance de grandes masas de individuos; en los pesados, porque se produjo la sustitución de la tracción de
sangre por la tracción mecánica. La difusión del automóvil basada en la construcción de modelos sencillos, de fácil
manejo y bajo coste fue el propósito que se forjaron Citroen en Francia, Austin en Inglaterra y Fiat en Italia. Hacia 1926
las marcas constructoras que eran gigantes de tan floreciente industria, aceleraron su competencia lanzando nuevos
modelos con una periodización que deshizo la estabilidad del mercado. Se había llegado a tales niveles de producción y
a una competitividad tan alta, que era forzoso imponer la moda del coche bienal o trienal, la renovación casi continua, en
explotación de la vanidad de tener siempre el último modelo. Lo que se había considerado como un bien duradero, se
transformó en un bien expuesto a una rápida obsolescencia por la oferta de mejores y más perfeccionados modelos.
- Las grandes industrias eléctricas se afirmaron como uno de los valores más sólidos y con más seguro porvenir.
La construcción de presas y el aprovechamiento de los saltos de agua, hizo posible un gran aumento en la disponibilidad
de generadores. Esto permitió la transmisión de la corriente de alta tensión a largas distancias y amplio la distribución de
fluido eléctrico a los más remotos confines. Las viejas luces a gas se fueron sustituyendo por un alumbrado eléctrico. La
soldadura autógena paso a eléctrica. La electromecánica adquirió desarrollo como proceso de fabricación. En aquel
entonces, era ya posible disponer de ventilador, tostador, batidora, aspirador, estufa y plancha eléctrica. En 1925 surgió
la máquina de lavar, en 1926 el secador, en 1927 el frigorífico. Ninguno de estos elementos sería posible sin el uso de la
corriente eléctrica.
-La radio: La emisión de sonido de onda dio un paso de gigante hacia la construcción de radiorrecepción. Las primeras
emisoras actuaron como el establecimiento de una programación musical e informativa. El nuevo medio de comunicación
era un vehículo excepcional para acrecentar el nivel de información de los seres humanos, para incrementar su cultura
musical y para distraer unas horas que antes de la aparición del receptor se recordaban silenciosas. El uso de la
radiofusión con fines publicitarios representaría la invasión de los hogares por un poderoso condicionante. La mente
humana, se vería acosada y perseguida por mensajes repetidos. La aparición de la publicidad radial, a través de la
palabra hablada, la permitía llegar hasta el mundo de los analfabetos. En 1928, se perfecciono el altavoz, lo que facilito la
escucha colectiva y la concentración de grandes masas de individuos dispuestos a oír.
-La vida gracias a los utensilios que facilitaban las labores caseras, se hacía más cómoda, orientándose a la sustitución
del servicio doméstico, que en los países desarrollados, iba quedando como privilegio de las clases medias altas para
arriba.
La vida era más confortable que nunca y el sistema capitalista parecía haber superado los embates de la guerra y la
peligrosa vecindad del socialismo soviético. La expansión de los negocios, apoyados en la preponderante posición de
los Estados Unidos y en sus índices de crecimiento, daba lugar a un periodo eufórico al que se llamó PROSPERIDAD.
Un fomentado afán inversor, estimulado por el dinero fácil, empujaba a grandes cantidades de personas al espejismo del
juego bolsistico, azar en el que habían entrado las facilidades dadas en el mercado de valores para la adquirió de
acciones en cómodos plazos, lo que llamo compras con margen. La Bolsa de Nueva York en 1928 y los primeros meses
de 1929, era una fábrica de hacer dinero.