Balance económico sexenal
El presente documento pretende establecer un balance
sexenal de la economía mexicana para el periodo 1995-
2000 y de paso realizar algunas comparaciones con los
dos sexenios anteriores (1983-1988 y 1989-1994). Los
grandes temas que analizamos se refieren al Sector
Real, Público, Financiero y Externo, que es como se
clasifica a la economía cuando se requiere evaluar su
desempeño. En estos cuatro segmentos abarcamos las
principales variables macroeconómicas y evaluamos el
desempeño económico sexenal más reciente. Algunos
denominadores comunes a los pasados tres sexenios se
resumen en: gradual y creciente apertura de la economía
al resto del mundo; desregulación de la economía, vía la
desincorporación de empresas públicas; políticas
económicas similares en lo fundamental, de corte
“neoliberal”, entre otros.
Resumen
El sexenio que acaba de culminar arroja resultados
positivos a nivel macroeconómico, aunque con dos fases
marcadamente diferenciadas. Por un lado, 1995
representó un año de recesión sin precedentes, que se
acompañó por un retroceso en casi todas las variables
económicas, pero que al mismo tiempo significó una
puesta en orden de los principales desequilibrios que se
habían acumulado en los años previos y que
degeneraron en la crisis de diciembre de 1994. La
segunda fase, que va de 1996 a 2000, representó la de
recuperación y la consiguiente expansión económica,
que coincidió con un periodo de contención inflacionaria
y de estabilidad de los mercados financieros, aunque
con momentos de volatilidad derivada de factores
externos.
Por primera vez en 25 años, la mezcla de la política
económica (monetaria, fiscal, cambiaria, entre otras) dio
los resultados deseados, en algunos casos superando las
metas planteadas. También, por primera vez, parte del
periodo sexenal se dedicó a fortalecer los principales
fundamentos de la economía con miras a realizar una
transición sexenal ordenada. En el sexenio del
Presidente Ernesto Zedillo fue expreso el compromiso
con la estabilidad económica, a la cual concurrieron las
diferentes políticas.
La mantención del equilibrio fiscal, la prudencia de la
acción monetaria, la flexibilidad del tipo de cambio,
entre otros instrumentos, fueron los determinantes de un
buen desempeño de la macroeconomía sexenal, sin dejar
de mencionar que la influencia de las exportaciones,
derivadas del dinamismo de la economía
norteamericana, favorecieron a las cuentas externas, al
mercado de cambios, a las reservas internacionales,
principalmente.
SECTOR REAL
En el sexenio 1995-2000, el balance de la actividad
económica fue favorable, pese a la gran recesión
observada en 1995, cuando el producto retrocedió
6.2%. En promedio, la economía creció 3.4% anual en
el sexenio, superando al promedio de los principales
países emergentes de la región latinoamericana (2.7%).
Descontando la recesión de 1995, el crecimiento
promedio fue de 5.5% anual, lo que advierte sobre una
gran y rápida recuperación de la crisis.
CRECIMIENTO DEL PIB
(% promedio anual, 1995-2000)
5.5
5.0
4.5
4.0
3.5
3.0
2.5
2.0
1.5
1.0
0.5
0.0
La recesión de 1995 fue superada en menos de un año y
medio, que resulta un récord si se compara con la
recesión de 1982 y 1986, que fueron superadas en más
de tres años en ambos casos. Actualmente, el PIB real
reporta niveles superiores en 22% al de 1994, habiendo
sido el sector exportador un gran determinante en este
desempeño, más que el mercado interno. Efectivamente,
en el sexenio, las exportaciones de bienes y servicios
reportaron un crecimiento acumulado de 155% en
términos reales, frente a sólo 18% de la demanda
interna. Una política expresa de desarrollo orientado
hacia “afuera” mediante la firma de tratados
33
comerciales, especialmente el del TLCAN, dio
resultados extraordinarios, no sólo por el aporte de
divisas que de ello se deriva, sino también porque
favoreció la estabilidad de los mercados financieros,
apoyó la generación de empleos y evitó que la recesión
fuera más aguda y prolongada.
En 1995, las exportaciones crecieron 30%, la tasa más
elevada en muchos años. De no haber sido por este
factor, la recesión hubiera sido cercana a 9.0% y la
recuperación hubiera tardado más.
En el sexenio, el PIB percápita reportó un avance de
10.5% real acumulado y tanto en dólares nominales
como en términos reales observa niveles históricos.
destacables como la moratoria de la deuda externa rusa
y la secuela de la crisis asiática iniciada en julio de
1997. En el sexenio, la política antiinflacionaria del
Banco Central consistió básicamente en una posición
restrictiva de la política monetaria; pero, el éxito
logrado en el proceso de desinflación se atribuye en
medida importante a la apreciación nominal que observó
el tipo de cambio de 1998 en adelante. En el largo
plazo, se evidencia una correlación positiva entre la
inflación y el tipo de cambio. Este hecho resultó
determinante, dado que más de 50% de los componentes
del INPC se vinculan a los bienes comerciables (sujetos
a exportación e importación), además de que el
comercio exterior de México representa actualmente
60% del tamaño de la economía.

A nivel de la demanda interna, para el periodo 1995- Si en el periodo 1989-1994, el rápido proceso de
2000, el gasto en consumo acumuló un crecimiento de desinflación se logró con base en un ancla inflacionario,
16% real, inferior a del PIB (22%) y a la inversión como fue la predeterminación del tipo de cambio, en el
(28%), por lo cual la participación del consumo pasó de periodo 1995-2000, el descenso de la inflación se dio
82.9% del PIB en 1994 a 78.5% en 2000. Esta pérdida más bien en condiciones de mercado, sin un ancla
de participación del consumo se tradujo necesariamente específico, aunque indirectamente la política monetaria
en un repunte del ahorro interno, desde 14.7% del PIB fungió como tal.
hasta 20.9% entre ambos periodos, ascenso que ha sido
determinante en el sano financiamiento de la inversión. Los niveles actuales de inflación, si bien aún son
Es decir, en el año 2000, 87% de la inversión física superiores a los registrados en 1994, su tendencia a la
habría sido financiada por recursos internos, cuando en baja es estructuralmente más sólida que la de entonces.
1994 esta proporción era de sólo 67%. Precisamente, Hoy es más factible pensar en inflaciones de 3% para el
este desequilibrio Ahorro-inversión fue uno de los mediano plazo que hace seis años, dado que el entorno
determinantes de la crisis referida. económico que debe acompañar a un proceso
desinflacionario es radicalmente mejor, no sólo porque
PIB REAL INFLACION se han corregido los principales desequilibrios que
(%, promedio anual) dieron origen a la crisis de diciembre de 1994, sino
4.5 100.0 también porque el mismo Banco Central ha fijado metas
3.9
83.4
4.0
3.4
90.0 inflacionarias para el mediano plazo. En general, los
80.0
3.5 resultados inflacionarios han sido favorables; y, aunque
70.0
3.0
60.0
hoy en día los niveles superan en tres o cuatro veces al
2.5
50.0 de nuestros socios del TLC, en el plazo la convergencia
2.0
40.0 hacia el dos o tres por ciento es inminente.
1.5
30.0 21.8
1.0 15.6
20.0
0.5 0.3
10.0
No cabe duda que, en un entorno de crecimiento
0.0 0.0
económico y estabilidad de precios, como el que observa
MMH CSG EZPL MMH CSG EZPL México actualmente, el empleo y las remuneraciones
deben responder positivamente. Con independencia de la
forma de su medición (en América Latina, el desempleo
Como en la actividad económica, los resultados se mide bajo los mismos criterios de la OIT), el
inflacionarios han seguido la misma dirección, con un desempleo abierto se ubicó en 2.2% de la PEA en el año
gran deterioro en 1995 (52.0%), después de haber 2000, la tasa más baja desde 1985, cuando se inició el
registrado 7.1% en 1994. En adelante, la inflación cómputo de esta variable. Aunque el promedio sexenal
sostuvo una tendencia a la baja, interrumpida del desempleo (3.9%) superó al de la administración
momentáneamente en 1998, debido a factores externos anterior, el mismo se vio fuertemente influido por el

34
repunte del desempleo de 1995 (6.3%), a consecuencia
de la recesión señalada. Comparativamente, México
reporta la tasa de desempleo más baja de la región,
habiéndose mantenido en niveles similares a lo largo de
la década (similar desempeño se observó en Perú,
aunque en niveles de 8%), mientras que el resto de
América Latina prácticamente duplicó su desempleo en
la década pasada (Venezuela tiene un desempleo de
15%, Argentina de 16%, Colombia de 21%).
Aunque desde 1997 las remuneraciones reales reportan
recuperaciones marginales, sexenio tras sexenio la
pérdida de capacidad adquisitiva ha sido permanente en
el caso del salario mínimo. En el sexenio de Miguel de
la Madrid, el salario mínimo acumuló una caída de 42%
real (31% en los manufactureros); en el de Salinas de
Gortari, el mínimo retrocedió 23% y el manufacturero
se incrementó 41% real y en el de Ernesto Zedillo, las
caídas fueron de 22% y 17%, en cada caso. En
resumen, de 1980 a la fecha, el salario mínimo acumuló
una contracción real de 70% y los manufactureros de
16%. La evidencia muestra que, sólo en los periodos en
que la inflación registra niveles reducidos, ha sido
posible una recuperación de los salarios. Por ello, la
búsqueda de un mayor poder adquisitivo pasa
necesariamente por lograr primero la estabilidad de
precios.
SECTOR PUBLICO
México no tiene finanzas públicas sanas. Lo que tiene
es equilibrio fiscal, que se ha traducido en el sexenio
anterior en un déficit fiscal de sólo 0.6% del PIB
promedio anual (el más bajo en varias décadas). La
problemática de las finanzas públicas se deriva de la
excesiva concentración de los ingresos petroleros dentro
del total de los ingresos públicos, situación que ha
generado una dependencia de los ingresos, haciéndola
crónica y estructural. Y aunque en la década anterior
esta dependencia ha sido menor que en los ochentas, su
influencia sigue siendo determinante, no sólo sobre las
finanzas públicas, sino también sobre gran parte de la
economía. La prueba está en 1998, cuando se tuvo que
ajustar tres veces el gasto público ante la caída de los
precios internacionales del petróleo.
También se evidencia una débil estructura tributaria. En
el sexenio anterior, los ingresos tributarios
representaron sólo 10.2% del PIB, más bajo que en los
dos sexenios anteriores. Esta proporción no se compara
contra la de Estados Unidos ni los países europeos,
siendo muy inferior inclusive al de la mayoría de los
países sudamericanos y al de algunos centroamericanos.
La inestabilidad y el magro crecimiento económico de
los últimos veinte años han derivado en una debilidad de
la recaudación impositiva, por lo cual, la corrección de
los desequilibrios fiscales de la década pasada tuvo que
ser realizado por medio de una notable contracción del
gasto público, más que en el ingreso. En el periodo
1983-1988, el gasto público representaba 38.8% del
PIB, habiendo descendido hasta 19.3% en el sexenio
1995-2000. En los ochenta, el gasto público en los
países de la OCDE representaba 37% del PIB; hoy
representa 39%. La reducción del gasto en México se
atribuye a la decisión de desincorporar las empresas
públicas, que pasaron de 1,155 en 1982 a menos de 250
en 1999, lo que tiene que ver con la percepción de que el
déficit fiscal es inflacionario.
DEFICIT FISCAL DEUDA PUBLICA
(% del PIB, promedio anual)
14.0 80.0
71.2
12.0
11.5 70.0
10.0
60.0
50.0
8.0 40.6
40.0
6.0 29.4
30.0
4.0
20.0
2.0 0.9 10.0
0.6
0.0 0.0
MMH CSG EZPL MMH CSG EZPL
En los dos últimos sexenios, el desendeudamiento
público fue un elemento clave en el logro del equilibrio
fiscal. En el año 2000, la deuda pública habría
representado 24% del PIB, casi un tercio del vigente en
el periodo 1983-1988, lo que significa un sustancial
ahorro de recursos por el pago de los servicios que
corresponden. A nivel internacional, México es de los
países con menor deuda pública, inclusive si a ésta se
añadieran los recursos del IPAB.
La ausencia de desequilibrios fiscales y las menores
presiones de la deuda pública representan para México
un punto de partida favorable para perseverar en este
tipo de políticas y destinar mayores recursos al gasto
social, como efectivamente ha estado ocurriendo en los
dos sexenios anteriores. Actualmente, 60% del gasto
programable se destinan al gasto social, el doble que en
el periodo 1983-1988, mismo que representa 9.2% del
PIB.
35
SECTOR FINANCIERO
En el sexenio pasado, como es normal, el
comportamiento de los mercados financieros siguió de
cerca la evolución de la inflación (correlación positiva
de las tasas de interés y el tipo de cambio con la
inflación). Excepto en 1995, como en otras variables de
la economía, las tasas de interés y el tipo de cambio
reportaron periodos prolongados de estabilidad,
favoreciendo con ello a la estabilidad y al crecimiento de
la economía.
La estabilidad del mercado cambiario fue superior a la
prevista, lo cual derivó en ocasiones en una apreciación
nominal del peso, que a su vez devino en una fortaleza
más que deseada del peso; es decir, después que en el
sexenio 1989-1994 el peso se encontrara sobrevaluado
en un promedio de 7.1% (con base 1977 del sector
privado), en el periodo 1995-2000, en promedio, el peso
se mantuvo en su nivel de equilibrio. Sin embargo, esto
refleja el efecto compensación de una fuerte
subvaluación en 1995, como consecuencia de la
devaluación de casi 100% en los días finales de 1994, y
la posterior sobrevaluación observada en el periodo
1997-2000. En el año 2000, el nivel de sobrevaluación
había acumulado 17.2%, factor que ha sido
determinante en la evolución favorable de la inflación.
Pese a que la sobrevaluación es similar al de 1994,
previo a la devaluación, esta vez está descartada una
crisis, dado que el régimen cambiario es diferente al de
entonces. El actual régimen de flotación significa, sino
una grarantía, al menos un mecanismo efectivo de
control del desequilibrio externo; es decir, si por efecto
de la sobrevaluación la cuenta corriente se deteriorara
rápidamente, el tipo de cambio tendería hacia una
depreciación más acelerada, lo que permitiría
posteriormente que el deterioro de la cuenta corriente se
detenga.
Desde marzo de 1995, las tasas de interés han reportado
una tendencia a la baja, interrumpida temporalmente en
el último trimestre de 1998, a consecuencia de la crisis
internacional. El año pasado, los cetes a 28 días
promediaron 15.3%, con un rendimiento real de 6.5%.
En la actividad financiera, la captación bancaria se
mantuvo estancada a lo largo del sexenio, reportando el
año pasado un ligero rezago con relación a 1994. En el
sexenio 1989-1994, la captación bancaria se multiplicó
por seis y en el último sexenio retrocedió 6%,
36
representando actualmente 24.5% del PIB. El
estancamiento de la captación se ha dado a pesar de la
notable recuperación de la actividad económica y
específicamente del ingreso disponible de la población.
En los años recientes, especialmente, se ha observado
un descenso de los recursos captados por la banca, los
que han sido trasladados hacia otros instrumentos de
ahorro no bancarios, tales como el mercado de dinero
(valores gubernamentales). Esta situación se atribuye a
los mayores rendimientos ofrecidos en estos últimos.
El crédito bancario al sector privado observó en el
último sexenio un deterioro sin precedentes.
Tradicionalmente se había observado una correlación
positiva entre el crédito y la actividad económica,
condición que se ha roto completamente a lo largo del
sexenio. Otras variables cualitativas, de difícil
cuantificación, han determinado la tendencia negativa
del crédito.
En los pasados seis años, el crédito total al sector
privado presentó una caída acumulada de 36% real,
retrocediendo hasta sus niveles reales de 1992 y por lo
cual se convierte en la variable más rezagada de la
economía. Ni siquiera el descenso en las tasas de
interés, ni la mejoría en la cartera vencida de los bancos,
ni los avances en el saneamiento de los bancos, ni la
expansión de la economía, etc, han inducido una
recuperación del crédito en el sexenio que acaba de
culminar.
La condición del crédito es aún más crítica si del total
descontamos los apoyos gubernamentales otorgados vía
las reestructuras en Udis y las cesiones de cartera al
Fobaproa, con lo cual se determina el crédito directo (a
empresas y familias). Este segmento crediticio reportó
una contracción acumulada de 70% real en el sexenio,
de lo cual se deduce que su recuperación total tendrá
que demandar varios años. En 1994, ambos créditos
representaban 35% del PIB (en ausencia de apoyos),
proporción histórica que, sin embargo, se contrajo en el
año 2000 hasta 19% en el crédito total y a sólo 10% en
el crédito directo.
De lo anterior se deduce que la expansión económica de
los años recientes se dio en ausencia de crédito
bancario, por lo cual el financiamiento de las empresas
se dio principalmente a través de los proveedores,
siendo mayor este recurso en las pequeñas y medianas
empresas y siendo quienes relegaron a un segundo lugar
a los bancos como fuente crediticia.
SECTOR EXTERNO elementos fundamentales de la estabilidad cambiaria y
del buen desempeño de la economía.
Los cambios estructurales iniciados en el sexenio de
Miguel de la Madrid se fortalecieron y consolidaron en Finalmente, la deuda externa, que en los años ochenta
los siguientes dos sexenios. Acaecida la crisis representaba una permanente fuente de presiones para la
devaluatoria de diciembre de 1994, el sector externo economía, en los años noventa dejó de ser tal. Con
prácticamente evitó que la recesión fuera más intensa, excepción de 1995, cuando la deuda externa aumentó
además de que permitió una salida más rápida de la cerca de 20 mil millones de dólares, en el periodo 1995-
misma y en tiempo récord. Variables del sector externo, 2000, en general, la política gubernamental ha sido en
tales como las exportaciones, deuda externa, reservas torno a un compromiso de desendeudamiento externo.
internacionales, inversión extranjera, etc, concurrieron En cambio, el sector privado ha acudido al
en medida diferente a amortiguar los efectos de la crisis. financiamiento externo, inducido por la “sequía”
En dos décadas, los del sector externo fueron los crediticia en el mercado interno (en el sexenio, el crédito
cambios estructurales de mayor relevancia en la bancario directo se contrajo 70% real). Entre 1994 y el
economía mexicana. año 2000, la deuda externa total se incrementó en sólo
21,000 md, observando un descenso de cinco puntos del
Por un lado, las exportaciones, que habían crecido 5.1% PIB en todo el periodo.
y 14.6% promedio anual en los dos sexenios previos,
respectivamente, en el periodo 1995-2000 reportaron un APERTURA COMERCIAL DEUDA EXTERNA TOTAL
crecimiento de 22.5% anual, finalizando el año 2000 en (% del PIB, promedio anual)
casi 168 mil millones de dólares y con tasas sólo 70.0 70.0
62.0
comparables al de los países asiáticos de décadas 60.0 56.7 60.0
pasadas. La pérdida de importancia de las exportaciones 50.0 50.0
petroleras se dio paralelamente a una mayor 37.6
40.0 40.0 34.9
participación de las manufactureras, siendo México, 27.7
30.8
30.0 30.0
entre los principales países emergentes de la región, el
mayor exportador de valor agregado (87% de sus 20.0 20.0

exportaciones totales), seguido de Brasil (79%), 10.0 10.0

Argentina (67%) y Chile (67%). 0.0 0.0
MMH CSG EZPL MMH CSG EZPL
En el sexenio 1995-2000, México se convierte en el país
Nota: Apertura comercial = Exportaciones + Importaciones
con mayor apertura comercial de la región (60.1% del
PIB en el año 2000), superando a Chile, que hasta 1994
CONCLUSIONES
había mantenido la supremacía de la región en este
concepto, gracias a dos décadas de ímpetu exportador.
La macroeconomía del sexenio pasado fue positiva,
aunque incompleta. Se estabilizó la economía, se
La inversión extranjera directa (IED) jugó un papel
recuperó el crecimiento económico, pero en especial, se
preponderante durante la administración del Presidente
logró una transición sexenal en orden y sin riesgos de
Ernesto Zedillo. Lejos de contraerse a consecuencia de
crisis. Sin embargo, debe admitirse que parte importante
la crisis de 1995, en total ingresaron 65,500 md en ese
de los buenos resultados macroeconómicos se atribuyen
sexenio, frente a 30,325 md en el sexenio de Salinas de
a los efectos benéficos de la expansión económica
Gortari y 13,632 md en el de Miguel de la Madrid. La
norteamericana, sin dejar de mencionarse también que,
flexibilización de la Ley de Inversión Extranjera del
internamente, las políticas aplicadas fueron
Presidente Salinas se reflejó en mayores montos de IED,
responsables y prudentes, especialmente la monetaria,
superando su monto global sexenal al déficit de la
fiscal y cambiaria. En general, un manejo responsable
cuenta corriente, situación que no se observaba al
de la economía (solidez en sus fundamentos) le da a la
menos en dos décadas. El flujo creciente de IED revela
nueva administración del Presidente Vicente Fox un
la confianza de los inversionistas extranjeros en el largo
mayor margen de acción para perseverar en la
plazo de la economía mexicana; y, junto a la notable
estabilidad, pero también para iniciar la fase de
recuperación de las reservas internacionales, fueron dos
desarrollo económico.

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 MACROECONOMIA SEXENAL
MIGUEL DE LA MADRID CARLOS SALINAS DE G. ERNESTO ZEDILLO
(1983-1988) (1989-1994) (1995-2000)
Promedio Ultimo Promedio Ultimo Promedio Ultimo
Sexenal Año Sexenal Año Sexenal Año
SECTOR REAL
Inflación (%) 83.4 51.7 15.6 7.1 21.8 9.0
PIB (%) 0.3 1.3 3.9 4.4 3.4 7.1
PIB (millones de dólares) 160,670 183,191 331,317 420,788 416,288 576,380
PIB Percápita (dólares) 2,158 2,344 3,906 4,714 4,367 5,833
PIB Percápita (pesos reales de 1993) 13.73 13.34 14.26 14.71 14.85 16.24
Desempleo (% de la PEA) n.d. n.d. 3.0 3.7 3.9 2.2
Salario Mínimo/1 162.3 130.5 106.9 100.0 80.3 77.6
Salario Manufacturero/1 73.8 71.1 86.0 100.0 81.1 82.7
Inversión (% del PIB) 19.2 22.6 22.6 21.7 23.4 23.9
Ahorro Interno (% del PIB) 20.7 21.3 17.6 14.7 21.4 20.9
Demanda Interna (% del PIB) n.d. n.d. 97.7 105.1 99.1 101.7
Demanda Externa (% del PIB) n.d. n.d. 14.2 17.2 29.5 35.9

SECTOR PUBLICO
Balance Público (% del PIB) -11.5 -10.2 -0.9 0.2 -0.6 -0.9
Ingresos 30.7 27.7 23.6 23.2 20.3 20.9
Egresos 38.8 36.4 23.0 23.0 19.3 21.7
Ingresos Tributarios (% del PIB) 10.5 10.8 11.2 11.3 10.2 11.1
Ingr. Petroleros (% de ingr. presupuestarios) 44.1 34.0 29.9 28.1 34.9 34.1
Gasto Social (% del Gasto programable) 30.5 32.3 45.0 51.7 55.7 59.0
Deuda Pública Total (% del PIB) 71.2 67.4 40.6 31.4 29.4 24.3
Interna 29.4 29.0 17.8 13.1 7.8 9.6
Externa 41.8 47.3 22.8 18.3 21.6 14.7

SECTOR FINANCIERO
Cetes a 28 días (% anual) 69.6 68.6 23.9 14.1 26.9 15.3
Tasa Real (%) 5.5 8.9 9.8 6.8 6.8 6.6
Tipo de Cambio (promedio) 0.8 2.27 2.98 3.38 8.35 9.46
Sobre(sub)val. del Tipo de Cambio/2 -19.7 -13.9 7.1 16.6 -0.8 16.5
Captación Bancaria (% del PIB) 18.1 15.3 23.5 30.1 28.0 24.5
Indice Real (1994=100) 45.0 37.8 72.0 100.0 97.2 94.4
Crédito al S. Privado (% del PIB) 8.4 7.5 22.0 34.6 27.2 18.9
Indice Real (1994=100) 18.1 16.1 59.3 100.0 81.3 63.6

SECTOR EXTERNO
Exportaciones (md) 27,017 30,805 46,376 60,883 117,967 166,959
Petroleras (como % del total) 42.6 21.8 18.4 12.2 9.4 10.1
Manufactureras (como % del total) 49.4 70.6 75.6 82.8 86.7 87.0
Importaciones (md) 17,276 26,712 55,612 79,346 119,064 174,859
Balanza Comercial (md) 9,742 4,093 -9,237 -18,463 -1,138 -7,900
Apertura Comercial (% del PIB) 27.7 31.4 30.8 33.3 56.7 59.9
Balanza en Cuenta Corriente (md) 2,413 -2,376 -17,761 -29,663 -9,812 -18,318
(Como % del PIB) 1.5 -1.3 -5.4 -7.0 -2.4 -3.2
Inversión Extranjera Directa (md) 2,272 2,880 5,054 10,973 10,925 12,981
Reservas Internacionales (md) 6,956 5,886 13,694 6,152 25,801 33,555
(# de meses de importación) 4.9 2.5 3.0 0.9 2.6 2.2
Deuda Externa Total (md) 99,690 101,132 115,585 136,495 156,600 158,500
(Como % del PIB) 62.0 55.2 34.9 32.4 37.6 27.5
1/ Indice real 1994=100 /2 En %, con año base 1977 Fuente: INEGI, SHCP, BANXICO

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