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Reconocimiento del gasto, ingreso, costo y utilidad y el principio de


comparabilidad
Indice
1. Reconocimiento de los ingresos
2. Medición de los ingresos
3. Momento del reconocimiento del ingreso
4. Bases para el reconocimiento de los ingresos
5. Reconocimiento de gastos

1. Reconocimiento de los ingresos


Los puntos principales que preocupan en la contabilidad de los ingresos aparecen tratados a
continuación:
Es mucha la atención que gira en torno del momento del reconocimiento, ya que se ha demostrado que
el mismo tiene máximo interés en la practica. Esto ira seguido de una presentación y exposición del
reconocimiento de los ingresos.

Definición.
Los ingresos al igual que la utilidad, constituyen un concepto fluido, y a base del dinero podría
definírseles como la realización productiva del producto neto de una entidad, el ingreso se define como
la expresión monetaria de las mercancías de una entidad, el ingreso se debe definir como la expresión
monetaria de las mercancías creadas o de los servicios prestados, la definición que dice que los
ingresos son resultado de la venta de mercancías resulta indebidamente restringida.
Los ingresos también se han definido como aumento del activo neto, o como un aflujo de activo
resultante de la producción o entrega de mercancías o de las prestaciones de servicios.
La expresión “ realización productiva “ incluye lo que a menudo se denomina “ actividades no de
operación de la entidad “ los resultados de estas actividades ( intereses, dividendos, precios de
arrendamientos) quedan incluidos en la definición del ingreso.
Se ha definido el ingreso como excluyendo las ganancias dimanantes de la venta, el intercambio o la
conversión de elementos del activo distintos a las mercancías en existencias ( inventarios)
Lo que realmente se contabiliza es sola la ganancia en un supuesto que no se considere que el monto
bruto o precio de venta recibido sea el indicador de un logro de la entidad, tal como son los demás
elementos que se incluyen en el ingreso, según la opinión de la comisión de principios contables, son
partidas extraordinarias que deben aparecer en su monto de ingreso, ya neto de impuestos aplicables,
para que se llegue a una utilidad neta y por lo tanto son implícitamente elementos de los ingresos.

2. Medición de los ingresos


El mejor modo de medir los ingresos de una entidad es aplicando el valor intermedio de cambio de los
artículos o servicios que los han producido. En la practica corriente, el ingreso se contabiliza,
típicamente el precio al que se ha llegado en el convenio con el cliente, pero este precio mide el valor de
intercambio y el ingreso implicado, solamente cuando el efectivo se recibe de inmediato, e incluso en
ese ultimo caso quizás se necesite algún otro ajuste por bonificaciones y márgenes esperados.
En la práctica real, generalmente se hace caso omiso del descuento de promesas de pago de sumas
futuras debido a que:
I.Se plantea la pregunta acerca de cuál habrá de ser el tipo de interés que debe aplicarse.
II.Puesto que intervienen promesas a corto plazo, es probablemente que las cantidades carezcan de
importancia.
III.Incluso si el interés implícito tiene importancia sus efectos en la utilidad periódica es posible que no la
tenga, puesto que el proceso del descuento implica, en gran medida, una reclasificación de los
ingresos entre ingresos por venta de productos e ingresos por intereses, lo que quizás no sea una
información importante.

El ingreso se mide valorando el elemento activo que se recibe y el valor de un elemento del activo lo
constituyen sus ingresos netos esperados tras haberles hecho el descuento adecuado por intereses y
factores de probabilidad. Puestos que los descuentos de contado, bonificaciones y otras concesiones
disminuyen el aflujo esperado de efectivo, disminuyen también el valor del elemento del activo.
Cuando una cantidad funciona puramente como una agencia de cobros, tal como es el caso de los
costos adelantados por fletes o por impuestos pagados, los servicios así proporcionados no son los de
la entidad.
3. Momento del reconocimiento del ingreso
Dicho en otras palabras se les puede denominar: obtención y realización del mismo.

Proceso de obtención.
Todas las actividades de una entidad se emprenden para que produzcan ingresos, aunque
corrientemente se les reconozca sólo en el momento de la venta del producto creado. Como resultado
de ello, ser da por sentado que el ingreso se ha logrado con el transcurso del tiempo, a medida que los
diversos factores de la producción se conjunta para que se cree un producto o se preste un servicio.
De igual modo cabe aceptar la idea de que le valor de cambio se crea a medida que un producto va
avanzando a lo largo de una línea de montaje de una empresa grande y complicada hasta que sale
materialmente terminado por el final de la línea.
Puede haber disponibles medidas satisfactorias del ingreso cuando una división un producto hecho por
la primera y la segunda de estas divisiones utilizan el producto para armar otro al que venderá a gente
ajena a la entidad.
Cuando se reconocen ingresos a medida que la producción va avanzando se sienta el supuesto, a
menos que existan pruebas en contrario de que todos los costos en los que se incurren producen
cantidades iguales de ingreso.
En entidades más pequeñas, con una sola división o una sola instalación fabril, típicamente el contador
se niega a reconocer ingreso alguno sino hasta que se ha determinado sustancialmente todas las
actividades necesarias para la producción.
Pero la actividad relacionada con estos ingresos queda eliminada en la preparación de los estados
financieros consolidados, si el producto no se ha vendido a terceros.

Realización:
La realización es, sin duda alguna, uno de los principios más importantes de la contabilidad. Por
desdicha no existe un consenso acerca de su significado exacto y del grado en que ha de aplicársela.
1) Carece de precisión analítica.
2) Porque el hincapié que hace en el acto de la venta está en conflicto con el postulado de la
continuidad de la actividad de la empresa.
3) Su aplicación quizás asigne ingresos a un ejercicio equivocado.

En dicha publicación, se sostiene que el significado de realización es:


“Un cambio en un elemento del activo o del pasivo que ha llegado a ser suficientemente definido y
objetivo para que justifique su reconocimiento en las cuentas “, todos estos cambios han de analizarse
por lo que respecta a su fuente y si guardan relación con el producto o la entidad, se les reconoce como
ingreso.
Sin embargo probablemente se obtuviese una imagen más exacta de la actividad económica si se
hiciera hincapié en elementos conmensurables del activo más bien que en el activo liquido.
El hecho de sostener que la realización implica participación en una transacción de mercado veda a
todos la contabilización de un valor de mercado, salvo a quienes toman parte en la transacción que lo
establece.
Así pues, desde el punto de vista del contador en ejercicio, la realización no es un principio universal, es
una orientación general, que exige determinadas excepciones.
Pero la constante negativa del contador en ejercicio a reconocer como ingresos al aumento definido y
objetivo del valor de títulos comercializables parece estar justificado solamente si la interpretación que
sé de a la palabra “ definido “ es que significa “ permanente “.
En definiciones recientes de la realización se ha eliminado de ellas la distinción entre ganar un ingreso y
su realización. En este caso la realización la determinan tres pruebas:
a) Pruebas comprobables de un aumento de valor.
b) Una transacción de mercado entre la unidad contable y alguien ajeno a ella.
c) La entregue de mercancías o la prestación de servicios.

Así pues, el adelanto de efectivo, al que anteriormente podía llamársele ingreso no devengado,
actualmente ha de llamarse ingreso no realizado. Pero la posición así sostenida quizás atraiga
algo de apoyo por parte de los usuarios de información financiera. Quienes la defienden instan el
reconocimiento de los cambios de valor basados en pruebas comprobables, y estos cambios se
contabilizan como ganancias que no quedan realizadas sino hasta que cobran realidad por medio de
una transacción de mercado.

El acontecimiento critico:
Debido a que el ingreso es producto de actividades conjuntadas “Cuando deberá considerarse que se
ha ganado o devengado un ingreso”
El concepto de acontecimiento crucial cabe ilustrarlo con una venta de contado de una suscripción por
tres años a una revista. El ingreso se reparte uniformemente entre los tres ejercicios durante los cuales
se entregara la revista, atribuyendo así todo el ingreso a un solo factor: la actividad de redacción y
edición.
La cantidad que haya de reconocerse varia según el grado de confianza en la estimación de los costos
futuros. En estado de certidumbre, todo el ingreso quedará reconocido en el momento de la venta y se
establecerá una partida del pasivo por los costos esperados. Es mucho el trabajo que aún queda por
hacer respecto a establecer guías de operación para la asignación de ingresos a períodos.
Sí, en una venta a crédito, se espera que el cobro habrá de ser rutinario, cabe considerar que la función
de cobro no devenga ingreso alguno. Pero si ha de dedicarse una cantidad considerable de tiempo y
esfuerzo para lograr un cobro muy inseguro, deberá atribuírseles algún ingreso a la función de
cobranzas.
La comisión de la “American Accounting Associatión” encargada del estudio de la realización ha
sugerido tres pruebas respecto a la misma:
 Un cambio conmensurable de un elemento del activo.
 Una transacción de mercado que afecta a la entidad contable y
 La terminación de un acontecimiento critico.

La idea de un acontecimiento critico aparta la atención de lo rutinario llevándolo a lo pertinente.

4. Bases para el reconocimiento de los ingresos


Base de la venta.
Por lo general el ingreso se contabiliza en el momento de la venta. Debido a que no este totalmente
enterado de las ramificaciones que tienen el traspaso legal del titulo de propiedad.
En muchos casos, el titulo queda realmente traspasado con la entrega, son muchas razones que apoyan
el reconocimiento del ingreso:
1) La entrega del material de las mercancías es un acontecimiento discernible de inmediato.
2) Con el traspaso del titulo, el riesgo de perdida por disminución del precio o por destrucción
queda a cargo del comprador.
3) El ingreso es conmensurable.
4) El proceso de devengar el ingreso queda sustancialmente terminado, la venta es a menudo el
acontecimiento crucial.
5) El ingreso se ha realizado, incluso en el sentido limitado de recepción de un activo liquido,
puesto que, por lo general, se recibe efectivo, o el derecho a recibirlo.
6) Puesto que la producción quedó ya terminada, por lo general pueden determinarse los gastos
de venta, así pues cabe determinar la utilidad.

Base de cobro en efectivo.


Reconocer el ingreso cuando se cobra en efectivo es, en general, lo adecuado sólo cuando la recepción
del efectivo va acompañada de la entrega del producto o de la prestación del servicio. A pesar de la
teoría del acontecimiento critico, el reconocimiento del ingreso cuando se recibe efectivo, pero antes de
la entrega del producto o de la prestación del servicio, esta generalmente rechazado en la practica.
Por consiguiente la base del efectivo para la contabilidad está sancionada por su comodidad,
objetividad, y conservadurismo, mas bien que por su teoría.
Cuando el cobro final de ingresos está circundado por una incertidumbre extrema, deberá
contabilizársele siguiendo el enfoque del costo de recuperación. Esta forma de contabilización
será la adecuada respecto a efectivo recibido por el fiduciario de la empresa que emite obligaciones,
algunas de las cuales se adquieren, como una inversión de especulación, con un descuento apreciable
sobre su valor nominal más la acumulación de intereses impagados correspondientes a muchos años.

Base de la producción – Producción en proceso.


Reconocer el ingreso incurrentemente en el inicio de la actividad que lo crea constituye, algo que se
acerca mucho a lo ideal teórico. Este ideal es el que busca en la contabilización de muchos ingresos por
servicios, tales como intereses y arrendamiento.
Generalmente, el servicio se lleva a cabo en las condiciones de un contrato o convenio previo.
Contabilizar el ingreso sobre una base de porcentaje de determinación, cuando se trata de contratos a
largo plazo, tiende a relacionar el reconocimiento con la producción.
Ingresos y utilidad se reconocen, proporcionalmente, a la terminación, y generalmente se les mide
poniendo en relación los costos incurridos con el total de los costos esperados, a pesar de estas
dificultades y fallas, el enfoque a base del porcentaje de terminación probablemente de una descripción
de la actividad económica mejor que la puede dar su alternativa, el proceso de producción lo constituye
el crecimiento natural o el añejamiento de un curso. En el caso en que hay disponibles
valores de mercado para productos en fases intermedias de crecimiento, estos valores pueden ser
considerablemente más bajos que los que la entidad espera para el producto cuando el mismo haya
madurado, menos los costos en que se incurrirá para llevar el producto a su madurez pero si se permite
que la acreción afecte la utilidad neta en la industria agrícola, en la que el aumento natural del ganado
poseído se hace figura en el inventario en el precio neto de mercado.
Estos aumentos se restan, como parte del inventario, para determinar así el costo del producto vendido,
y de este modo afectan indirectamente la utilidad neta contabilizada.

Base de producción – Producción terminada


El reconocimientos del ingreso cuando termina la producción está sancionado, en la practica, respecto a
ciertos metales precios, tales como el oro y la plata, que pueden venderse pronta y fácilmente, sin
costos apreciables de comercialización, pero un precio fijo garantizado por el gobierno.
Respecto a los otros metales, y productos agrícolas, los requisitos son parecidos, pero ampliados:
I.Un precio estable de mercado
II.Ausencia de costos apreciables de comercialización
III.Ínter cambiabilidad de unidades
IV.Dificultad para la obtención de costos reales aproximados.

5. Reconocimiento de gastos
Definición.
Gasto es la corriente de recursos o potenciales de servicios que se consumen en la obtención del
producto neto de la entidad: sus ingresos.
El gasto de define como expiración de elementos del activo en la que se han incurrido voluntariamente
para producir ingresos.
Las pérdidas son expiraciones involuntarias de elementos del activo que no guardan relación con la
producción de ingresos.

Definición del activo.


Básicamente el Activo lo constituye beneficios futuros; para que sean de beneficios futuros estos
potenciales de servicios no han de haber expirados, han de tener un valor positivo y tiene que ir a dar a
una entidad específica que tiene un derecho exigible de tal naturaleza que puede excluir a terceros de
que lo reciban o utilicen.
Los atributos esenciales y pertinentes del activo son la existencia de un potencial de servicio y del
derecho a recibirlo.

Inclusiones en los gastos.


Conceptualmente, las perdidas pueden distinguirse de los gastos y, por lo tanto, debe de excluírselas de
toda determinación de la utilidad neta de las operaciones. Pero, debido que afectan el bienestar de una
entidad, son adecuadamente deducibles de los ingresos para llegar a la utilidad periódica neta.
Debido a que la utilidad neta permanece inalterada, en la práctica corriente no se establece diferencia
entre los gastos y las modificaciones de los ingresos.
Debido a que los intereses es mas una recompensa al uso del capital que una causa de ingreso, en la
teoría de la entidad cabe establecer un poderoso argumento a favor de la definición del interés como
una distribución de la utilidad mas bien como una determinante de la misma. Proceder a restar los
intereses de los ingresos cual si fuera un gasto es, al parecer, adecuado solamente dentro de la teoría
patrimonial. También sostiene que los impuestos sobre la renta no son un gasto, sino distribuciones de
la utilidad y se hace notar específicamente que no se les devenga en años con pérdida.
El costo neto de conseguir capital con la emisión de acciones o títulos se determina, generalmente
comparándolo con el producto así recibido, siguiendo la misma línea de razonamiento ¿Deberían
considerarse como gastos de los costos en que se incurren al preparar o expedir cheques periódicos por
dividendos? De no ser así ¿qué son?
Puesto que estos costos son necesarios para las operaciones de la empresa, debemos dar por supuesta
una relación indirecta de los mismos con los ingresos., y estos costos han de tratarse como gastos.
Todas las restas necesarias para llegar a la utilidad neta para los accionistas son gastos y, aunque
quizás sea teóricamente deficiente, este enfoque encierra las ventajas prácticas de que gira en torno de
un residuo importante.
Y aunque el estado de pérdidas y ganancias que el contador prepara, presenta los gasto clasificados y
generalmente enumerados en el orden de: costo de mercancías vendidas, gastos de venta, gastos
administrativos e impuestos, todos los gastos son homogéneos en cuanto se le resta de los ingresos. No
hay prioridades en el orden de recuperación.

Medición de los gastos.


Idealmente la medición de los gastos deberá expresarse a base de valor que para el dueño tiene los
potenciales de servicios, consumidos en la producción de ingresos. Esto se infiere naturalmente, de las
ideas de que la base conceptualmente superior de la valorización de los elementos del activo es el valor
que estos elementos tiene para su dueño, y que los gastos son elementos expirados del activo. Por lo
general, la idea es que el valor para el dueño es le valor actual de los cobros futuros netos en efectivos
que se esperan de aquel elemento del activo. Debidos a su subjetividad, las mediciones de los gastos se
exponen en gran medida, a base de algún concepto de costo o valor corriente.

Costo o valor corriente.


Hemos de hacer notar que el costo de la sustitución se sostiene sobre la base de que el valor que un
elemento del activo tiene para su dueño no puede ser superior al costo de sustituirlo. Presumiblemente,
si el valor actual de un elemento del activo es mayor que el costo de adquirirlo, se adquirirá otros
elementos mas del activo, siempre que sean suficientemente divisibles en pequeños incrementos, hasta
que de los dos montos sean iguales.
Se considera que la base de valorización de los elementos del activo es el precios corriente de venta de
los mismos, menos los costos que se desprenden de el, si los hay, debido a que: 1) representa el valor
que el elemento del activo tiene para su dueño, en el sentido de que le permite hacerse de mercancías y
servicios; 2) puede ser el costo de oportunidad del elemento del activo, representando así el sacrificio
económico real en que se incurre cuando el elemento del activo se consume en la producción de
ingresos, siempre que no haya asequibles otros usos mas valiosos y 3) representa el valor mínimo del
elemento del activo para su dueño. Por regla general, se rechaza el uso de los valores de mercado,
debido a que estos valores no existen respecto a muchos elementos del activo, ya que el punto de vista
de la liquidación, implícitos en su uso, choca con el concepto de empresa en marcha.
Pero, a veces, hay partidas de inventarios y otros elementos del activo a los que se retiran de servicios y
que, en espera de su venta, se le evalúa a su valor neto realizable.
Un elemento del activo puede tener, naturalmente, para su dueño, un valor inferior a su costo de
sustitución pero superior al valor neto realizable. Esto seria cierto respecto a elementos del activo a los
que los cambios tecnológicos han vuelto anticuados. Estos elementos del activo pueden utilizarse en la
producción de mercancías que puedan venderse con beneficios mientras que, de por si, quizá no tenga
valor alguno o valor negativo, es decir, que los costos de eliminarlos quizá sean superiores al precio de
venta. Así pues, no existe al parecer, ninguna medida sustitutiva única que, en todo momento y en todas
condiciones, constituya la aproximación al valor actual tal como se le determina descontando futuros
cobros netos esperados en efectivo.
El contador rechaza, por lo general, el costo de la sustitución como base para la medición de elementos
del activo y los gastos. Pero hay excepciones, Reconocidas, en especial cuando las mediciones sobre
base corrientes es por demás probable que discrepen sustancialmente de las mediciones
contabilizadas.

Costos.
Aunque la practica común para la medición de los gastos, a base del costo histórico, esta a menudo
justificada por la objetividad, puede existir algún fundamento teórico de la misma. Pero por lo
general, el apoyo dado al costo histórico no obedece a que pueda dar un valor aproximado. El fin
primordial de la contabilidad es de que dé cuenta a los accionistas de la actitud para la administración
propia de la dirección de la S.A.
Y un informe debidamente redactado del modo de administración presenta la inversión de los
accionistas tal como este comprometida o incluida en recurso y sigue el curso de estos compromisos e
inclusiones mientras fluyen por la entidad hasta llegar a terceros. A si pues se insta al contador a que se
ocupe de la inversión, o de los costos representados por los recursos, mas bien que de su valor.
Pero el concepto del costo esta tan profundamente arraigado en la contabilidad que, incluso elementos
del activo adquiridos como donativos se dice que tiene un costo igual a su valor medio de mercado en el
momento que se le recibió.

Momento Del Reconocimiento De Los Gastos


¿En que momento deberá encargarse a gastos las mediciones monetarias de los potenciales de
servicios consumidos en la producción de ingresos?
En esencia la idea del hermanamiento exige que los ingresos, y los gastos en los que se ha incurrido
para producirlos, reciban en las cuentas un reconocimiento periódico concurrente. Solamente si el
esfuerzo (gasto) esta debidamente relacionado con el logro (ingreso) será cuando la diferencia (utilidad)
tendrá algún significado como índice de la eficacia en el uso de los recursos. Así pues el principio del
hermanamiento es un reconocimiento de la relación de causa efecto que existe entre gasto e ingreso.
Los potenciales de servicios consumidos en la producción de ingresos habrán de tratarse cuando se les
emplee como gastos. P ero el reconocimiento del ingreso se pospone debido a que se sigue el principio
de la realización. Y por cuanto ha que hermanar el gasto y el ingreso, de ello se infiere que la idea de la
realización regula también, al menos hasta cierto punto, el momento para el reconocimiento del gasto
dicho de modo más amplio, el reconocimiento del gasto esta teóricamente en función del reconocimiento
del ingreso.
Pero por desdicha, falta una correlación positiva claramente discernible entre gasto e ingreso. Aunque
son necesarios para las operaciones de una empresa muchos gastos no guardan sencillamente una
relación discernible con los ingresos. Como resultado de ello, se han empleado como guía burlas, para
el reconocimiento de gastos las ideas menos exactas de costos del producto y costos del ejercicio.

Costo del producto.


Determinados factores de la producción son esenciales para la producción de mercancías cuando se les
mide a base del costo, estos potenciales de servicios reciben la denominación del “costo del producto”
una vez se ha determinado que un costo lo es del producto, se le pone en relación con una mercancía
especifica y se le da por gastado cuando se reconoce el ingresos procedente de la venta de la
mercancía.

Costos Directos Ajenos Al Producto


De ves en cuando pueden haber costos específicamente relacionados con determinados ingresos pero
no con las mercancías vendidas. El mejor ejemplo lo tenemos en las comisiones de los agentes
vendedores. Este costo quizás no se cague en el ejercicio en el que se incurrió en el, sino hasta
comenzado el ejercicio posterior.
De igual modo cabe establecer una relación bastante estrecha entre los costos en que se incurre para
promover un producto nuevo y los ingresos que son resultado de la venta de dicho producto. Estos
costos no deberán cargarse a gastos sino hasta que se reconozcan los ingresos por la venta de los
productos.
En determinados casos se incurren en costos directamente relacionados con ingresos específicos
después del ejercicio en que se hizo la venta, o “costos posteriores”, tal como se les llama. Son
ejemplos de ellos los costos del cumplimiento de una garantía y los de cobranza respecto a las
garantías el ingreso queda típicamente, reconocido en el momento de la venta.
El procedimiento alternativo consiste en aplazar el reconocimiento de una parte del ingreso hasta que
sea incurrido en los costos de cumplimientos de la garantía, asignando así algo del ingreso al ejercicio
en el que se le devengan por medio del cumplimiento de la garantía. Los costos de cobranza en el que
se esperan habrán de incurrirse, cabe también asignarlos como gastos del ejercicio en el que se hizo la
venta, con la alternativa de aplazar el reconocimiento del ingreso hasta que se ha cobrado el efectivo si
se espera que los costos habrán de ser apreciables y si el cobro es por demás inseguro.

Costos Del Ejercicio


Cuando el costo de buscar ingresos no es posible relacionarlo con ningún ingreso específico se le llama
costo del ejercicio. Los costos del ejercicio se dan por gastados en el ejercicio en el que se incurrió en
ellos. Típicamente se les encuentra solamente en las funciones de ventas y administración de la entidad
de negocio, salvo cuando se emplea la determinación directa de los costos.
Paton y Littleton sostienen que, en circunstancias ideales todos los costos estarían ligados a productos y
se les daría por gastados en el momento del reconocimiento del ingreso dimanante de su venta.
La realización del ideal de Paton y Littleton exigiría que todos los costos pasaran por una cuenta de
inventario y que se le reconociese como el único gasto de la entidad: costo de las mercancías vendidas.
Sin embargo el concepto del costo del ejercicio parecerá un expediente debido solamente a que el
reconocimiento del ingreso esta gobernado por otro expediente: la realización. En los casos en que los
ingresos quedan reconocidos cuando se le crea (en el sentido de valor añadido o plusvalía), todos los
costos relacionados con su producción son costos del ejercicio, así pues el intento del contador por
disminuir las incertidumbres en la medición del ingreso confiado para ello en la realización, tiene como
una de sus consecuencias naturales un momento de la incertidumbre que rodea la medición del gasto
del ejercicio.
Sin embargo, ningún costo pose un atributo a el inherente que exija que se le cargue a gastos,
inmediatamente y todas las veces en que se incurren en el. No se puede dar por supuesto que sean
cauda del ingreso corriente puesto que no hay tal ingreso corriente ni se ha hecho intento alguno por
obtenerlo. Por lo tanto estos costos hay que relacionarlos con ingresos futuros.
Perdidas.
No debe hacerse intento alguno por el hermanar perdidas con ingresos específicos puesto que por
definición, son potenciales expirados de servicios, deberá cargarse contra los ingresos del ejercicio en
que aquellos perdieron su “capacidad de discernible para producir ingresos”.
La distinción entre pérdida y costo del ejercicio no es un asunto fácil y a menudo es cuestión de juicios.
La dificultad en trazar esta distinción sirve de base para que tanto los gastos como las pérdidas se
carguen a los ingresos corrientes dejando ver, naturalmente, tan claro como sea posible dicha distinción.
Por otra parte determinadas expiraciones del potencial del servicio pueden ser correcciones echas a
gastos del ejercicio anteriores; si tal es el caso, se le debe cargar directamente a ganancias retenidas,
cuando sean pertinentes.

Resumen
Aunque se les ha definido de diferentes maneras, los gastos son, básicamente, expiraciones de
elementos del activo en las que se han incurridos voluntariamente en el intento para la producción de
ingresos, mientras que las pérdidas son expiraciones involuntarias que no guardan relación alguna con
la producción de ingresos. Aunque conceptualmente, cabe la distinción entre pérdidas, modificaciones
del ingreso y distribuciones de utilidades (intereses) no se establece en la practica, distinción alguna
entre ellas y los gastos.
Idealmente, los gastos deberían medirse a base del valor que los elementos consumidos del activo
tienen para el dueño. Hay algo de base teórica para la afirmación de que este valor puede ser igual al
costo histórico en el momento en que se adquiere tal elemento del activo pero típicamente los gastos se
miden en costos históricos y se les justifica a base su objetivad e idoneidad, como base para dar cuenta
de la eficacia de la administración.
Si la utilidad ha de ser índice de la eficacia, los gastos (esfuerzos) y los ingresos (logros) tienen que
quedar reconocidos coincidentemente. El principio de la realización aplaza el reconocimiento de los
ingresos y el principio del hermanamiento reclama que el reconocimiento de los gastos se demore hasta
que se reconozca el ingreso debido a que menudo no se llega a discernir una correlación positiva entre
gastos e ingresos se emplean las ideas de costos del producto y costo del ejercicio para que se facilite
el reconocimiento de los gastos. Los costos del producto van ligados al producto y se les carga a gastos
cuando se venden los productos. Los costos del ejercicio se cargan a gastos cuando se incurren en
ellos. Las pérdidas se reconocen dentro del periodo en que se incurrió en ella.

Trabajo enviado por:


Alfredo Esteban Alcántara
fredy_est13@yahoo.com.mx

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