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Se dice que dos puntos de una onda son coherentes cuando guardan una relación
de fase constante, es decir, cuando conocido el valor instantáneo del campo
eléctrico en uno de los puntos, es posible predecir el del otro
Se denomina luz coherente cuando está formada por ondas luminosas con fase
coherente y que por tanto conservan una relación de fase constante. Es decir,
cuando es conocido el valor instantáneo del campo eléctrico en uno de los puntos,
es posible predecir el del otro. Existen dos manifestaciones claramente
diferenciadas de coherencia: la coherencia temporal y la espacial.
A diferencia de la luz blanca, que está formada por muchos componentes, la luz
monocromática es aquella que está formada por componentes de un solo color. Es
decir, que tiene una sola longitud de onda, correspondiente a ese color.
El ejemplo más representativo de este tipo de luz son los diodos láser, puesto que
su longitud de onda varia sólo algunas milésimas de nanómetro. Cabe señalar que
la monocromaticidad pura no existe como tal, así que se trata, pues, de una
característica ideal.
En su experimento, Young empleó como fuente la luz solar que atravesaba una
rendija muy estrecha en una persiana S0. Este haz de luz incidía sobre una pantalla
opaca en la que había dos rendijas muy estrechas y cercanas entre sí (S1 y S2).
Veamos cómo se produce el patrón de interferencia sobre la pantalla:
Suponemos que las ondas que atraviesan las rendijas tienen una longitud de
onda λ y están separadas una distancia d. Al atravesar las rendijas S1 y S2, las
ondas se dispersan en todas direcciones. Las que llegan al centro de la pantalla
habrán recorrido la misma distancia, por lo que están en fase: la cresta de una onda
llega al mismo tiempo que le cresta de otra onda. Se forma entonces una
interferencia constructiva y las amplitudes de ambas ondas se suman. El resultado
de esta interferencia constructiva es un área brillante en el centro de la pantalla. La
interferencia constructiva también ocurrirá cuando las trayectorias de los dos rayos
difieran en una longitud de onda (o en cualquier número entero de longitudes de
onda, es decir, nλ, siendo nun número entero).
Las interferencias destructivas ocurrirán cuando un rayo recorre una distancia
adicional de media longitud de onda (o n + (1/2)λ siendo n un número entero). En
este caso las ondas estarían totalmente fuera de fase al llegar a la pantalla: la cresta
de una onda coincidiría con el valle de otra. Entonces, al sumar las amplitudes de
onda daría como resultado una amplitud cero. Se forma así una interferencia
destructiva y en la pantalla se ve una franja oscura. El patrón de interferencia que
se ve en la pantalla de visualización está formado, entonces, por una sucesión de
líneas brillantes y oscuras.
Las ondas que provienen de las dos rendijas no viajan distancias iguales para llegar
al mismo punto de la pantalla de visualización. Esta diferencia de trayectoria viene
dada por la expresión d sin(Θ) siendo Θ el ángulo que forman los haces de luz con
la pantalla. Ocurrirá una interferencia constructiva y una franja brillante aparecerá
en la pantalla cuando la diferencia de trayectoria sea igual a un número entero de
longitudes de onda:
d sin(Θ) = nλ, para n = 0, 1, 2, 3,…
Este valor es el orden de la franja de interferencia. El primer orden, n = 1, es la
primera franja a cada lado de la franja central. Las franjas brillantes son picos de
máxima intensidad de luz. La intensidad de las franjas brillantes es mayor en la
franja central (n = 0) y disminuye para órdenes de franja mayores. La manera en
que ocurre esta disminución viene determinada por la anchura de las dos rendijas.
Ocurrirá una interferencia destructiva y aparecerá una franja oscura en la pantalla
de visualización cuando la diferencia en trayectoria sea igual a (1/2)λ, (3/2)λ, etc.:
d sin(Θ) = (n + 1/2) λ, para n = 0, 1, 2, 3,…
En la siguiente imagen se muestra cómo se ve el patrón de interferencia del
experimento de Young en la pantalla de visualización:
INTERFERENCIA POR REFLEXION EN PELICULAS DELGADAS.
Las interferencias tienen lugar cuando la luz incidente en una lámina delgada es
reflejada por las superficies superior e inferior. Al llegar a la primera superficie de
separación parte de la luz se refleja (A) y parte se refracta. La parte que se refracta
llegará a la segunda superficie de separación donde, de nuevo, parte se refleja y
parte se refracta. La parte que se refleja vuelve a la primera superficie de separación
y se transmitirá al medio inicial (B). Si el espesor de la lámina es muy pequeño la
distancia entre A y B puede ser muy pequeña, del orden de la longitud de onda, así
que al final será como tener dos rendijas (experimento de Young), y esto dará lugar
a figuras de interferencia.
Parte de la luz se refleja en la superficie superior. Puesto que la luz se mueve más
lentamente en el agua que en el aire, existe un cambio de fase de 180º en esta
reflexión. parte de la luz entra en la película y es parcialmente reflejada por la
superficie interior agua-aire. Si la luz es casi perpendicular a la superficie, los dos
rayos reflejados pueden entrar en el ángulo de visión situado en el punto P de la
figura. La diferencia de caminos entre estos dos rayos es de 2t, siendo t el espesor
de la película. Esta diferencia de caminos produce una diferencia de fase de
(2t/l')360º, en donde l' es la longitud de onda de la luz en la película.
La diferencia de fase entre estos dos rayos es de 180º más la debida a la diferencia
de caminos. Se produce interferencia destructiva cuando la diferencia de caminos
es cero o un número entero de longitudes de onda l'. Se produce interferencia
constructiva si la diferencia de caminos es un número impar de semi longitudes de
onda. Podemos expresar estas condiciones de forma matemática. Cuando existe
un cambio de fase de 180º debido a la reflexión, las condiciones para la interferencia
son
Cuando una película delgada de agua sobre una superficie de vidrio, el rayo que se
refleja en la superficie inferior agua-vidrio sufre también un cambio de fase de 180º
debido a que el índice de refracción del vidrio es mayor que el del agua. Así pues
los dos rayos indicados en la figura siguiente sufren un cambio de 180º después de
la reflexión. La diferencia entre estos rayos se debe entonces solamente a la
diferencia de caminos y viene dada por d = (2t/l’) 360º. Cuando existen dos cambios
de fase de 180º en reflexiones las condiciones para la interferencia son
A finales del siglo XIX se sabía que la luz era una onda electromagnética que se
propagaba a velocidad c (c= 300.000 km/s). Esto, sin embargo, tenía un matiz que
traía de cabeza a todo el mundo, hasta ese momento todas las ondas conocidas
necesitaban un medio por el que propagarse. Por lo que había que pensar que en
el espacio debería existir algo, un medio que permitiera que la luz se propagase, al
igual que con las ondas mecánicas aquí en la tierra; en ese momento, a ese medio
se le denominó éter, del cual no sabíamos en principio absolutamente nada, ni de
qué estaba “formado”. Entonces Michelson-Morley se preguntaron, que si existiese
de verdad dicho éter, deberíamos ser capaces de observarle de alguna forma, por
lo que propusieron un experimento para medir dicho éter. Este experimento dio
inicio al desarrollo de la interferometría, técnica de que hace uso de la interferencia
entre las ondas.
Patrón de interferencias.
El principio físico utilizado es la interferencia, la cual nos dice que, si dos ondas de
luz coinciden en fase, se amplifican, mientras que, si su fase es opuesta, se
cancelan, existiendo también cualquier combinación intermedia. Dicha técnica
permite mediante medición del grado de cancelación o amplificación de dos haces
de láser, realizar mediciones de superficies menores a la longitud de onda.
En el año 1887, Michelson-Morley realizan uno de los experimentos más famosos
de la historia de la física, en el cual ambos investigadores intentaron medir la
velocidad de la Tierra en el supuesto éter luminífero, en dicho experimento se
encontró que la velocidad de la luz en el vacío era constante, e independiente del
observador, estas conclusiones los llevo al fracaso experimental, pero irónicamente,
tras toda esta preparación, el experimento, aunque fue fallido, también fue exitoso.
En vez de mostrar las propiedades del éter, no se produjo ninguna alteración de
velocidad de la luz y, por tanto, ninguno de los efectos que el "viento del éter" tenía
que producir. El aparato se comportó como si no hubiese "viento del éter". Este
asombroso resultado no podía ser explicado por la teoría de las ondas vigente en la
época. Aunque se propusieron muchas explicaciones, una de ellas, como que la
Tierra arrastraba de alguna forma al propio éter, ninguna resultó ser correctas, Ernst
Mach fue uno de los primeros físicos en considerar que el resultado del experimento
era correcto y sugirió una nueva teoría.
El experimento consistía en que cada año, la Tierra completa un giro alrededor del
Sol, viajando a una velocidad de 30 km/s (o lo que es lo mismo, a unos 100.000
km/h). A fines del Siglo XIX se creía que la dirección del “viento del éter” con
respecto a la posición del Sistema Solar debía variar cuando la Tierra se desplazase
en una u otra dirección, tal como un bote recibe un empuje diferente por parte del
agua de un río dependiendo de si avanza a favor, en contra o transversalmente a
su corriente.
Michelson y Morley supusieron que la Tierra era el bote y que el río era el éter. Para
tener éxito, el experimento debería llevarse a cabo en varios momentos del año. De
esta forma, la luz, al llegar a la Tierra con diferentes posiciones con respecto al éter,
lo haría con diferentes velocidades. El problema era que la velocidad de la luz es de
300.000 km/s, y la de la Tierra “solo” 30 km/s, por lo que la diferencia de velocidades
a medir era muy pequeña. Sin embargo, Michelson, que estaba muy entrenado en
la medición de la velocidad de la luz, ideó una manera de medir esta mínima
diferencia. Este experimento consistía en el siguiente arreglo:
Esquema del aparato de Interferometría.
(1)
Donde es la intensidad total de la luz incidente, r y t
Siendo θ el ángulo que forma con la normal a las láminas el rayo que incide sobre
ellas. Así la intensidad en cada punto depende de la distancia d de separación entre
placas y del ángulo θ.
Esto hace que la figura interferencial tenga simetría cilíndrica respecto del eje del
sistema, produciéndose una serie de anillos concéntricos. De acuerdo con (1) se
tendrá un máximo de intensidad (más exactamente, un máximo principal de
(3)