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Herramientas para la formación Coordinación del Convenio SENA-Tropenbos

en contextos interculturales
Luis Carlos Roncancio B.
2. Autodiagnóstico: reflexionar
para conocer el territoio Equipo de trabajo Convenio SENA-Tropenbos

Autores María Clara van der Hammen

© María Clara van der Hammen Sandra Frieri

© Sandra Frieri María Patricia Navarrete

© Norma Constanza Zamora Norma Constanza Zamora

© María Patricia Navarrete Daniela Pinilla

Ilustraciones y fotografías Mauricio García

© Participantes del convenio Asesores Tropenbos Internacional Colombia


SENA-Tropenbosr
Hans Vellema
Convenio SENA-Tropenbos
Formación en gestión ambiental y Carlos A. Rodríguez
cadenas productivas
Coordinación proyecto editorial

Catalina Vargas Tovar

Corrección de estilo

Fredy Javier Ordóñez

Catalina Vargas Tovar

Diseño

Luis Felipe Jaúregui

Oscar Sanabria

Impresión

Nomos

Bogotá D.C., 2012

Citación sugerida

Van der Hammen, María Clara; Frieri, Sandra; Zamora,


Norma Constanza; Navarrete, María Patricia. Herramien-
tas para la formación en contextos interculturales. 2.
Autodiagnóstico: reflexionar para conocer el territorio.
Servicio Nacional de Aprendizaje, Tropenbos Internacio-
nal Colombia, NUFFIC-NPT. Bogotá, 2012.

ISBN 978-958-9365-24-3

2
Unidad 2

Autodiagnóstico
Reflexionar para conocer el territorio

3
Tabla de contenido
Presentación 7

Introducción 18

Primer momento: cómo nos encontramos

La historia del territorio 23

La cartografía social 27

Algunos ejemplos de mapas 30

Mapa de los espacios de uso 31

Mapas de oferta ambiental 34

Mapa de la presencia institucional 39

Diagrama de entradas y salidas 41

Los inventarios 46

El monte 47

Los ríos, los caños, las quebradas, las lagunas 49

La sementera, finca, chagra o conuco 51

El patio o huerto (alrededor de la casa) 54

La tienda 57

Los calendarios 59

El calendario ecológico 61

Los calendarios productivos 61

Los calendarios de actividades humanas 64


que participaron instructores y a veces los líderes de las comunidades. De

esta manera, se ofrecieron diplomados en herramientas de análisis del con-

texto regional de la Amazonia, de la Orinoquia y el Pacífico, desarrollados

en colaboración con la Universidad Nacional de Colombia, para ofrecer

una comprensión integral de la región en cuestión desde las dimensiones

histórica, ambiental, social, económica y política. También se organizó un

‘Diplomado en Agroecología’ con la Universidad Uniminuto, con el fin de

trabajar los sistemas productivos desde un enfoque integral y contribuir a

soluciones que propendan por la autonomía y la sostenibilidad. El ‘Diplo-

mado de Sistematización de Experiencias’, con la Fundación Capacitar - OEI,

brindó herramientas valiosas para fortalecer el proceso de sistematización de

las experiencias productivas apoyadas por el Convenio. Finalmente, con el

‘Diplomado en Emprendimientos en Territorios Colectivos’, desarrollado en

conjunto con la OEI y profesores del grupo de Estudios Ambientales y Rura-

les de la Pontificia Universidad Javeriana, se dieron elementos para el debate

sobre las particularidades de las economías locales y los enfoques pertinentes

para pensar y promover el emprendimiento en los contextos interculturales.

La diversidad como riqueza

Colombia cuenta con una amplia diversidad de culturas y lenguas que refle-

jan distintas cosmovisiones, formas de interactuar con el entorno natural

y múltiples maneras de entender la economía, es decir, formas de pensar y

organizar la producción, la distribución y el consumo, con el fin de generar

soluciones para suplir sus necesidades materiales básicas. Estas lógicas eco-

nómicas propias de los distintos grupos étnicos interactúan con la economía

de mercado y con las lógicas capitalistas, no solo en la actualidad, sino desde

que han tenido contacto. La relación entre ambas economías y lógicas ha

tenido momentos de imposición, de engaño y de dependencia que han dejado

profundas huellas, hasta el punto de influir en la manera como estos grupos

8
entienden el desarrollo y como buscan alternativas para sobrevivir en sus

territorios en tanto grupos culturalmente diferenciados.

El reconocimiento y la valoración de la diversidad cultural son relativamente

recientes. Durante la construcción de los Estados modernos —y Colombia no ha

sido la excepción—, se consideró que la diversidad cultural era un obstáculo para

la modernización y el desarrollo. Por este motivo, se hicieron muchos esfuerzos

por eliminar las diferencias, incluso aniquilando los grupos étnicos, despojándo-

los de sus territorios, prohibiéndoles el uso de la lengua y —mediante la educación

escolarizada— imponiéndoles valores considerados como «universales». De esta

manera, los modos de vida y de saberes diversos que los enriquecían se elimina-

ron, o se debilitaron, y así se perdieron acervos valiosos para la humanidad.

Ahora bien, a pesar de la enorme presión ejercida por el Estado, y por distintos

sectores de la población, una gran cantidad de grupos indígenas y afrodescen-

dientes lograron mantener su identidad cultural, salvaguardar sus lenguas y

defender sus formas propias de gobierno; también han logrado afirmar su

espiritualidad y desarrollar y conservar su propia organización social basada

en formas de parentesco y de organización de la producción, distribución y

consumo propias, en procesos de resistencia abierta y velada.

Por otra parte, la crisis ambiental causada por el modelo de desarrollo econó-

mico imperante lleva a mirar con nuevos ojos aquellos grupos humanos que

han desarrollado una relación menos depredadora con su entorno. Esta reva-

loración de las maneras de ser de los grupos étnicos, ha llevado al desarrollo

de políticas y leyes para proteger esta diversidad cultural. El fenómeno de la

globalización, asociado a procesos de homogenización cultural, también ha

contribuido al proceso de revaloración de las diferencias culturales. De modo

que, no solo las políticas ambientales, sino también las culturales buscan ase-

gurar que estas soluciones de vida puedan tener las condiciones propicias para

su buen desenvolvimiento. En consecuencia, las luchas de los grupos étnicos

9
por el reconocimiento de sus derechos fundamentales han venido adquiriendo

un mayor apoyo de diversos sectores.

En Colombia, esta situación ha implicado múltiples cambios en la Constitución

Política como lo son la afirmación del carácter pluriétnico y multicultural de

la nación, la oficialidad de las lenguas indígenas en su territorio, el reconoci-

miento de la propiedad colectiva de las comunidades sobre sus territorios y de

sus autoridades tradicionales como autoridades públicas y la obligatoriedad

de realizar una consulta previa con las comunidades (para la explotación de

los recursos en estos territorios o cualquier otra medida que pudiera afectar su

integridad y supervivencia física y cultural). Este marco constitucional se ve

reforzado por la firma de tratados internacionales como el Convenio 169 de

la Organización Internacional del Trabajo y el Convenio sobre la Diversidad

Biológica, los cuales reconocen y promueven la particularidad cultural de las

comunidades indígenas y afrodescendientes. Existe, entonces, una legislación

que cubre aspectos políticos, administrativos, ambientales, educativos y de la

salud que delimita espacios de participación particulares, como la circunscrip-

ción especial, la cual asegura el concurso de los grupos étnicos en el Congreso

de la República, o su presencia en juntas departamentales y municipales de

educación y de cultura, o su intervención en las juntas directivas de las Cor-

poraciones Autónomas Regionales (CAR).

Si bien sobre el papel Colombia cuenta con una de las legislaciones más

progresistas con respecto al reconocimiento de la diversidad cultural, en

la práctica ha sido difícil su implementación y consolidación. Por tanto, es

importante resaltar el esfuerzo del SENA para generar una acción diferencial

con estas comunidades que habitan los resguardos y territorios colectivos

colombianos.

10
Soluciones que se construyen

No es una tarea fácil para los pueblos indígenas y afrodescendientes encontrar

alternativas económicas viables para los territorios étnicos; tampoco lo es para

las instituciones estatales ni para las organizaciones no gubernamentales que

los apoyan. Esto se debe a que las lógicas propias de estos grupos no permiten

adoptar soluciones económicas que no se acoplen a su contexto. Es importante

resaltar que los territorios en cuestión se encuentran en una situación desfa-

vorable para competir en una economía de mercado, es decir, se trata de zonas

aisladas del resto del país y sin una infraestructura que le permita ubicar sus

productos en el mercado. Además, las frágiles condiciones de los suelos, la alta

pluviosidad y la gran biodiversidad exigen soluciones distintas a las desarrolla-

das para las regiones andinas o zonas templadas de Europa y Norteamérica. Un

factor que dificulta en gran medida los esfuerzos de desarrollo económico en

las últimas décadas es la presencia de actores armados ilegales que se enfrentan

entre ellos por el acceso a los recursos de estos territorios o por el aprovecha-

miento de su ubicación geográfica para el contrabando de armas y drogas.

Una característica de la mayoría de las comunidades negras e indígenas que

dependen directamente de los recursos naturales para hacerse a sus medios

de vida es que llevan a cabo múltiples actividades. Practican una horticultura

rotatoria en bosque primario y secundario con una gran variedad de culti-

vos, utilizan el bosque y las fuentes hídricas para la obtención de la mayor

parte de sus insumos alimentarios, medicinales, domésticos y artesanales, así

mismo, aprovechan la amplia gama de recursos en sus territorios, desarrollan

actividades extractivas y venden su mano de obra para generar ingresos que

les permiten obtener los bienes de mercado de los cuales dependen en mayor

o menor grado.

11
La gran variedad de actividades constituyen un todo complejo que responde a

calendarios ecológicos y culturales precisos que reflejan un conocimiento deta-

llado del medio y las reglas culturales para manejarlo; pero desde una «espíritu

de independencia» que investigadores como Gasché y Echeverri denominan un

«arte de vivir»1, según la cual se tiene dominio sobre muchos oficios y la posi-

bilidad de decidir qué hacer es fundamental a la luz de gusto por las actividades

y la libertad de escogerla. Este «espíritu de independencia» también implica, en

muchos casos, que no se acepta fácilmente una estructura autoritaria, que cada

unidad familiar desarrolla de manera independiente su «rebusque» y que las

decisiones colectivas requieren de mecanismos de consenso.

Esta situación significa también que, en el proceso de elaboración de pro-

puestas de formación y producción para estos contextos, se ha considerado

fundamental crear las condiciones para que las personas puedan decidir sobre

el modelo de desarrollo a seguir.

La concertación como base de toda acción

Una estrategia fundamental para el desarrollo del convenio SENA-Tropenbos

ha sido la concertación permanente con las autoridades de las comunidades y

con los dirigentes de las organizaciones étnicas-territoriales. Esta concertación

reconoce el marco legal y político de consulta de las acciones en los territorios

de los grupos étnicos, y ayuda a promover la legitimidad de las acciones y la

gobernanza en el territorio, lo que le da contenido a las funciones de adminis-

tración y gestión como autoridades públicas. La concertación y coordinación

de acciones no se limita a un acercamiento inicial, sino que está orientada a

forjar una relación colaborativa permanente. De esta manera, las autoridades

locales pueden hacer seguimiento a lo que ocurre en sus territorios, orientar las

1
Echeverri, Juan Álvaro y Jurgen Gasché (2004). “Hacia una sociología de las sociedades
bosquesinas”, en D. Ochoa y C. A. Guio (eds.). Control social y coordinación: un camino
hacia la sostenibilidad amazónica. Caso maderas del Trapecio Amazónico. Bogotá: Defen-
soría del Pueblo, Universidad Nacional de Colombia, Corpoamazonia, Unidad de Parques,
pp. 165-181.

12
actividades, promover la participación en proyectos locales, aportar ideas para

los ajustes necesarios y, eventualmente, llegar a cofinanciar las acciones.

La interculturalidad: compartir saberes para tejer soluciones

La interculturalidad significa la interacción equitativa de diversas culturas y

la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por

medio del diálogo y con una actitud de respeto mutuo. El diálogo implica que

las partes tengan no solo la capacidad de expresar sus visiones, sino que estén

abiertas a otras formas de entender y aprender. Es tan importante transmitir

información como saber escuchar. El diálogo se mantiene vivo gracias a una

curiosidad y un interés genuinos en la visión y los saberes del otro, expresa-

dos a través del acto de preguntar. Este manual, en concordancia, presenta en

cada paso de su desarrollo preguntas que ayudan a propiciar situaciones de

diálogo provechosas.

En general los instructores del SENA tienen una sólida formación técnica y

disciplinar, pero para la acción en contextos interculturales es necesario que

reciban una capacitación adicional, con una visión interdisciplinaria, que incluya

aspectos sociales, políticos, económicos, culturales y ambientales que les per-

mita desarrollar una mirada integral sobre la realidad local.

Para la acción en contextos interculturales se ha utilizado un enfoque sociocons-

tructivista que implica, por parte del instructor que atiende la diversidad, una

comprensión de cómo aprenden los alumnos, lo cual supone a su vez una apre-

ciación y un conocimiento del contexto cultural en el que estos procesos ocurren.

En la práctica, el constructivismo social se aplica en el trabajo cooperativo e

implica un clima de confianza, de afecto y de empatía en el grupo, además

13
de una vinculación positiva con el conocimiento. Se buscan constantemente

oportunidades de interacción en situaciones significativas para los estudiantes.

De igual manera, el papel del formador se transforma para convertirse en facili-

tador, mediador, moderador y también en un participante más de los procesos.

Las herramientas aquí propuestas contribuyen a generar este ambiente de

confianza, de indagación y de reconocimiento porque invitan a establecer un

diálogo a partir de preguntas que se buscan resolver de manera colectiva.

Las herramientas para los contextos locales y sus adaptaciones

En este sentido, el presente manual recoge experiencias de diseño y aplicación

de metodologías para el análisis de los contextos regionales y locales, la carac-

terización y sistematización de casos de concertación para la implementación

de acciones como las UFPIs.

Muchas de las herramientas que se presentan son del acervo de las ciencias

sociales y, en particular, provienen de la investigación acción participativa;

de cada una de ellas se pueden encontrar miles de referencias. Para este caso

fueron abordadas, adaptadas o desarrolladas por el equipo asesor del conve-

nio SENA-Tropenbos compuesto por María Clara van der Hammen, Sandra

Frieri, Patricia Navarrete, Norma Zamora y Luis Carlos Roncancio. También

participaron en el diseño de los primeros cursos Marta Rosero y Jairán Sán-

chez y, posteriormente, los asesores Luis Guillermo Enao, Mauricio García y

Daniela Pinilla, quienes aplicaron algunas de estas herramientas en los cursos

que acompañaron en los distintos centros del SENA.

La metodología de Tropenbos Colombia de fomentar la investigación propia

y la toma de registros comunitarios2 ha sido un insumo importante en este

proceso; el diagrama de entrada y salida o la casita es de autoría de Patricia

Navarrete, asesora del convenio. Algunas herramientas, como el pentágono

2
Rodríguez, C. A. (2010). Monitoreos comunitarios para el manejo de los recursos naturales
en la Amazonia colombiana. Bogotá: Tropenbos Internacional Colombia.

14
de activos, fueron aplicadas a partir de los diplomados de ‘Emprendimientos

en territorios colectivos’, con la orientación de Elcy Corrales (profesora de

la Pontificia Universidad Javeriana), y el de ‘Sistematización de experiencias’,

por parte de María Victoria Rivera y Nicolás Bermúdez (de la Fundación

Capacitar), quienes aportaron las herramientas de árbol de preguntas, línea de

tiempo, mapa de contexto y mapa de actores.

Cómo usar este documento

En el contexto particular de la acción de los instructores del SENA en comu-

nidades negras e indígenas, estas herramientas funcionan como estrategia

pedagógica para la interacción con los pobladores locales. Mediante su apli-

cación se abren espacios para el fortalecimiento del diálogo entre los saberes

locales y técnicos y la generación de confianza para favorecer la participación

en la construcción de proyectos de formación y producción.

Estas herramientas permitieron desarrollar una Norma de competencia [ver

Norma de Competencia en el Glosario] que se propuso y se aprobó en el

marco del Convenio, en la cual se busca: «incluir la interculturalidad en los

procesos formativos según etnias y contexto territorial», lo cual permite

el reconocimiento de la particularidad del cada contexto para integrarla a

la formación y así asegurar su pertinencia. Existe una amplia variedad de

diseños curriculares que incluyen esta Norma de competencia y, por lo tanto,

suponen el reconocimiento, la caracterización y la promoción de la diversidad

de saberes y prácticas locales. El diseño de ‘Orientación para la formación

en contextos interculturales’ permite capacitar a los instructores en el uso de

estas herramientas.

El contenido del presente manual está dividido en cuatro unidades que van

guiando al instructor en su trabajo en contextos interculturales. Cada unidad

15
está organizada en tres momentos: el acercamiento inicial, la recolección

e integración de los conocimientos y visiones y el uso de las herramientas

directamente en el contexto de la formación para el trabajo. Para cada uno

de estos momentos se sugiere la elaboración de una ruta de trabajo, tal como

se aplicó en los distintos cursos de formación del Convenio, con el fin de

acompañar al instructor en la concreción de estas herramientas en su práctica

profesional.

Si bien se intenta hacer una descripción sencilla de las herramientas, ofre-

ciendo un paso a paso para su implementación, se recomienda generar los

espacios de intercambio de experiencias entre instructores tras la aplicación

de estas. Estos espacios fueron fundamentales durante el desarrollo del

convenio, puesto que permitieron despejar dudas, discutir las implicaciones

pedagógicas y proyectar los aprendizajes logrados.

La primera unidad, La caracterización de la comunidad, es un ejercicio que

lleva a que el instructor desarrolle una mirada y un conocimiento integral del

espacio y de las personas con los que interactúa. Esto le permite a cualquier

actor de la región adecuar sus acciones a la particularidad de este espacio.

El autodiagnóstico del territorio es un ejercicio en el que el instructor facilita

la reflexión de la comunidad sobre su situación y la generación de ideas de

acción pertinentes para desarrollar localmente; esto permite formular pro-

puestas desde la definición de necesidades y los intereses de las personas que

tendrán que sacarlos adelante.

En la tercera unidad, La formulación participativa e implementación de

proyectos, se ofrecen maneras para ayudar al desarrollo de iniciativas de

emprendimiento que estas dos acciones sean realizadas por las comunidades,

como lo son los proyectos de vida propios. Las herramientas incluidas están

orientadas para que la toma de decisiones y la responsabilidad sean asumidas

por el grupo de participantes.

16
Finalmente, la unidad de Sistematización de experiencias busca generar una

reflexión y extraer las lecciones de las acciones desarrolladas. Esta tarea, a la

que pocas veces se le dedica tiempo y esfuerzo, es la que permite avanzar y

aprender de los errores y aciertos.

Los ejemplos que se utilizan a lo largo del texto son resultado de la aplicación

de estas herramientas por parte de los instructores del SENA de los centros de

Quibdó, Buenaventura, Guapi, Tumaco, Yopal, Mitú y Leticia.

Aunque la presente publicación se formula, en buena medida, para el con-

texto de acción del SENA, la intención es que su uso sea más amplio y genere

debates entre los diversos actores de estas regiones, pues los desafíos de la

acción y atención intercultural del SENA —que sirven de ejemplo y directriz

para otras iniciativas institucionales y gubernamentales en Colombia— con-

tribuyen a la consolidación de acciones que permiten el fortalecimiento de la

diversidad cultural del país.

17
comparar y ver los avances logrados en las condiciones productivas y en el

bienestar de las comunidades; para esto se debe asegurar de que los materiales

que se generan queden en la comunidad y en el archivo del SENA.

Las herramientas del autodiagnóstico se desarrollan a partir de imágenes

y gráficas que facilitan la participación, sobre todo en aquellos contextos

escasamente alfabetizados. En este proceso, se emplean diversas aplicacio-

nes que nos permiten recoger y analizar información asociada a diferentes

aspectos de la vida de una comunidad como son el territorio, la agricultura,

la alimentación, la salud, la educación, la comunicación, la economía familiar,

las relaciones que se tienen con otras comunidades y las relaciones con las

instituciones, entre otros.

De esta manera, se obtiene información valiosa de las comunidades desde

su propia visión, lo que sirve para reflexionar con ellas sobre su realidad y

así identificar necesidades y potencialidades que sirvan para tomar decisiones

con respecto a temas de interés general, como el uso y manejo del territorio.

Es importante buscar el aval, el apoyo y la participación de las autoridades de

la comunidad, pues de este modo el ejercicio no solo será de utilidad para el

contexto inmediato, asociada a la presencia del instructor en la comunidad,

sino que adquiere una proyección más amplia.

Para el desarrollo de estas herramientas se recomienda mantener el diario que

se había iniciado para elaborar la caracterización de la comunidad. Durante

la realización del autodiagnostico, se recogerá información muy variada que

ayudará a generar nuevas reflexiones y nuevas preguntas que permitirán pro-

fundizar en la comprensión del lugar. Las demás herramientas, presentadas en

la unidad anterior, como la observación, las entrevistas, la revisión de fuentes

escritas, las historias de vida, serán de gran ayuda para comprender mejor lo

que ocurre durante la aplicación del autodiagnóstico.

20
Luego de que todo el grupo escuche esta historia de vida, puede registrar

las transformaciones en un cuadro con un antes y un ahora, señalando el

área adonde se presentaron estos cambios como, por ejemplo, en el sistema

de pesca, o en la educación de los jóvenes, o en la forma de intercambio.

Para reflexionar sobre los cambios y permanencias se pueden usar preguntas

como: ¿las transformaciones son positivas o negativas?, ¿qué elementos que

perdidos quisiéramos retomar y adecuar al contexto actual?, ¿está a nuestro

alcance revertir estos cambios? Es importante que, tras la aplicación de las

herramientas, se lleguen a algunas conclusiones participativamente.

Otra manera de entrar a analizar en grupo las raíces históricas es centrarse

en un problema particular: la contaminación del agua, la pérdida de especies

importantes para la caza, la pesca o la explotación maderera, la incidencia

de alguna enfermedad o la falta de control social sobre la explotación de los

recursos. Cualquier problema sentido por la comunidad tiene orígenes que se

pueden rastrear en la historia.

Una vez que el grupo está de acuerdo sobre cuál es el problema que se quiere

analizar, se deben buscar aquellos acontecimientos que condujeron a la

situación actual en esa materia. A estos momentos se les adjudica un título o

nombre, además de algunos datos como la fecha o los actores que estuvieron

involucrados. Para cada acontecimiento, se elabora una tarjeta; luego se reúnen

estas tarjetas y se ordenan en orden cronológico. Las mismas preguntas orien-

tadoras pueden servir para generar una reflexión sobre esta línea de tiempo de

transformaciones.

24
Se pueden realizar todo tipo de mapas: ecológicos, de los espacios de uso, de

los sitios sagrados, de dominio de las distintas familias o clanes, de conflictos,

de presencia institucional, entre muchos otros. Estos se pueden elaborar para

dar cuenta de la situación en el pasado, en el presento o en el futuro.

La cartografía debe responder a un propósito relacionado con las necesidades

expresadas por el grupo, y esto supone una concertación previa que defina

el propósito o énfasis del mapa. En este sentido, es importante aclarar si se

trata de un diagnóstico, de la profundización en algún aspecto, de la búsqueda

de potencialidades y oportunidades, de la identificación de conflictos o la

planeación de trabajos, entre otros.

La elaboración colectiva de los mapas requiere una organización y una pre-

paración cuidadosa y clara de las preguntas que orientarán el trabajo grupal.

Teniendo en cuenta que suscitar buenas respuestas y reflexiones es el resul-

tado de una buena pregunta, el número y el planteamiento de las preguntas

debe ajustarse a los datos mínimos que deberá contener cada mapa, al tiempo

disponible para su elaboración y a las características del grupo de personas

que lo va a realizar.

A través de cortas intervenciones, quienes animan y acompañan la actividad

propician el análisis, la reflexión y la creación colectiva de símbolos para repre-

sentar la realidad en los mapas. La importancia del orientador radica más en

la preparación del taller que en su desarrollo. De esta manera, quien orienta la

elaboración del mapa deberá permitir que la comunidad proponga las formas

propias de representación de aquello que conocen sobre su territorio.

La cantidad de gente agrupada en torno a un mapa dependerá, en gran medida,

de la dinámica del grupo y de su propio contexto. Si bien hay quienes reco-

miendan grupos de máximo diez personas, la cantidad de gente podrá ser

mayor si la dinámica de la actividad así lo requiere.

29
Mapas de oferta ambiental

Conocer la oferta ambiental, o el estado de los recursos, resulta de vital

importancia porque el territorio y sus recursos son la base de la economía de

las comunidades. Para entender los cambios en la oferta, es importante tener

presente que la población puede haber aumentado o disminuido en el tiempo.

El patrón de asentamiento puede haber cambiado; es muy común que las

comunidades negras e indígenas hayan pasado de una forma de asentamiento

dispersa a un nucleamiento en pequeños poblados para poder acceder a los

servicios públicos. Los sistemas productivos pueden haber sufrido cambios

y, a su vez, es posible que el entorno se haya modificado por el uso intensivo

del suelo, por la introducción de nuevas especies, por los procesos de regene-

ración y por los auges de ciertos productos, entre otros.

Por eso proponemos profundizar en los grandes cambios en la oferta de

recursos naturales a partir del uso y manejo que las comunidades han hecho

de los mismos en distintas épocas. El objetivo de este conjunto de mapas es

identificar los cambios en la oferta de los recursos naturales a lo largo del

tiempo, según el uso que se les ha dado, y los distintos auges económicos

ocurridos en el territorio como el de la extracción de madera, tagua, caucho y

oro, la pesca comercial y el turismo, entre otros. Este, por tanto, será un mapa

que nos permitirá profundizar en la temática ambiental desde una perspectiva

histórica. Las preguntas que nos podemos plantear antes de iniciar este mapa

son las siguientes:

34
Inventario forestal Comunidad de Veneral del Carmen del río
Yurumanguí, Buenaventura

Montaña

Chaquiro Machare Chanul Diridé

Milpesillo Algarobo Trapichero Laurel

Chacarra Carpintero Canelón Chachajo

Costillo Zaragoza Silvador Cargadero

Mono de escoba Corozo Peinemono Carrá

Anime Tangare Otobo Cabecita

Jícara Ratón Torcaza Panchana

Milpesos Pantano Naidí Carbonero

Guagua Tatabro Gurre Perico

Tortuga Ardilla Zorro Oso

Perdíz Pava Chitagua Torcaza

Paletón Guatín Loro Gasela

Guacamayo Panchana Garza Gallina de monte

Mono Mico Paujil Iguana

Yaya Cusumbí Pilín Guaco

Paujil Zanca de pava Perreira Sol

Luna Guayacán Popa Jigua

Mare Matajosé Mario Zoroga

Candelilla Oso hormiguero Ginde Sande

Peinemono Jiguanegro Garrapata Sangre gallina

Cedro Laurel Machare

48
REGISTRO DE ESPECIES SEMBRADAS EN CHAGRA

FAMILIAS : < M N
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300 m2 3 años Monte B 150 m2 12 und 30 und 40 und 9 und 8 und 30 und 5 und 6 und 6 und 10 und
Alejandro 400 m2 2 años Biche 200 m2 6 und 6 und 50 und 8 und 8 und 6 und
Correa 240 m2 1 año Jecho 120 m2 5 und 5 und 10 und 20 und 7 und
1 Hect 1 mes Biche 1/2 Hect 14 und 5 und 1800 und
Nelson Rastrojo
10 und 100 und 10 und 14 und 3 und
1 Hect 8 mes 800 m2 400 m2 20 und 20 und 10 und 20 und
Giraldo biche

Julio Rastrojo
4 und 30 und 3 und 2 und 3 und
150 m2 8 mes jecho 100 m2 4 und
Gutierrez

Rastrojo
Vanegas 400 m2 6 mes 200 m2 200 m2 5 und 15 und 3 und 30 und 12 und 4 und 45 m2 18 und 5 und 6 und 8 und 30 und 20 und 10 und
jecho

Fausto 40 und 5 und 10 und 20 und


100 m2 2 mes Rastrojo 600 m2 400 m2 30 und
Prada
Laura
200 m2 1 año Rastrojo 150 m2 150 m2 15 und 20 und 15 und 50 und 5 und 50 und 16 und 10 und
Lopez
Valencia 1 Hect 2 años Jecho 300 m2 300 m2 10 und 20 und 3 und 6 und
1/2 Hect 1 año Biche 1/2 m2 4 und 6 und 10 und
Uribe 300 m2 7 mes 100 m2 3 und 15 und 7 und
Jecho 200 m2
Oliveira 1/2 Hect 1 mes Jecho 400 m2 15 und 30 und 10 und
Jaramillo Rastrojo
3 und
1 Hect 1 año 1/2 Hect 6 und 21 und 6 und 20 und 4 und 50 und 12 und 15 und 16 und 30 und 5 und
Uribe biche

1/2 Hect 1 año Biche 250 m2 200 und 2 und 6 und 5 und 12 und 3 und 2 und 1 und
Jaime 100 m2 1/2 año Biche 100 m2 6 und 1 und
Gutierrez 40 m2 8 mes Jecho 30 m2 100 m2 4 und 1 und 60 m2
60 m2 1 mes Biche 20 m2 2 und

Registro elaborado por los habitantes de la comunidad Ceima Cachivera,Vaupés

El patio o huerto (alrededor de la casa)

Este espacio es de vital importancia para la seguridad alimentaria, ya que es

allí donde se siembran las plantas medicinales, frutales, alimenticias, forraje-

ras y maderables; además, es el espacio donde se crían los animales.

Como es sabido, este es un lugar que manejan las mujeres, quienes crían los

animales y siembran las plantas: por esto resulta importante que durante el

inventario nos acompañen las mujeres y los niños. Aun cuando se trata de

áreas relativamente pequeñas, pueden llegar a ser fundamentales para la segu-

ridad alimentaria y la salud, pues en ellos se encuentran las plantas medicinales

y las que van a servir para aliñar las comidas. Además, en estos espacios se

introducen las nuevas especies de plantas mientras se aprende a manejarlas;

también funcionan como un banco de semillas.

54
El calendario ecológico

El calendario ecológico se puede elaborar con la comunidad teniendo en

cuenta su propia manera de comprender el paso del tiempo así como la

denominación que tienen para las distintas épocas del año. Se puede elabo-

rar utilizando una matriz o siguiendo el modelo de una rueda que enfatiza

la circularidad de los ritmos en la naturaleza. Podemos encontrar en muchas

comunidades locales un amplio conocimiento astronómico que guía este

calendario propio, en el que los solsticios y equinoccios, la aparición de

ciertas constelaciones y las fases de la luna constituyen momentos especia-

les. Así mismo, las épocas de lluvia y de sequía, las crecientes de los ríos,

la reproducción de animales y peces hacen muchas veces parte del calen-

dario local.Es importante, entonces, indagar sobre el inicio del año, según

la comunidad, y las épocas que ellos reconocen y nombran. El calendario

ecológico está estrechamente relacionado con el calendario de la salud, es

decir, que localmente se reconocen épocas de enfermedad y de salud, que a

su vez están relacionadas con el calendario ritual.

Los calendarios productivos

Las actividades productivas están ancladas sobre este calendario ecológico,

pues dependen de las variaciones climatológicas y la oferta ambiental asociada

a las mismas. La reconstrucción de calendarios productivos con la comunidad

puede ofrecer información valiosa acerca de las épocas de siembra, cosecha,

pesca, cacería y recolección. La verdadera importancia del ejercicio radica en

darse cuenta de cómo está la oferta de comida en cada comunidad; es decir,

conocer las épocas de abundancia o escasez y buscar soluciones para la épocas

críticas; por ejemplo, si en alguna época se presenta una escasez de proteínas

por falta de animales de cacería, se podría pensar en soluciones como la cría

de animales domésticos criollos con alimentación local.

61
Recuerde que el formato se puede diseñar con las mismas familias que lo van a

registrar de tal manera que lo puedan manejar fácilmente, para lo cual resulta

útil discutir el propósito de estos registros con ellos.

Una discusión sobre los resultados puede girar alrededor de la seguridad ali-

mentaria, que es la situación cuando todas las personas tienen siempre acceso

físico, social y económico a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para

cubrir sus necesidades nutricionales y sus preferencias culturales de modo

que tengan una vida sana y activa. Se puede, por lo tanto, reflexionar sobre

la calidad de los alimentos, los costos y las tendencias en el consumo, los

calendarios productivos, la calidad de los alimentos, el estado de la nutrición

en las comunidades, entre otros aspectos.

Otra reflexión importante puede hacerse a partir de la soberanía alimentaria,

es decir, sobre la dependencia de productos externos, el derecho de definir

una política alimentaria y, en suma, la autonomía en la producción de la

comida. Si se quiere, se le puede asignar un valor a los productos producidos

por la misma familia y para comparar ese valor con los gastos en productos

externos y que ahorrarían si produjeran lo que consumen. De esta manera,

se puede enfocar el trabajo de la mano de las comunidades en la búsqueda de

alternativas para mejorar la producción de alimentos propios. Por otro lado,

se pueden observar las tendencias en los alimentos más consumidos por las

familias y pensar en la producción de excedentes para minicadenas producti-

vas locales y regionales.

67
Aunque la vocación fundamental de los sistemas productivos tradicionales

es el autoabastecimiento alimentario, estos sistemas también han producido

excedentes que sirven para el intercambio, el trueque y los mercados, con

lo cual se satisfacen otras necesidades de la familia o se adquieren insumos

requeridos para el mismo funcionamiento del sistema productivo.

No obstante lo anotado, los sistemas productivos tradicionales agrícolas

presentan cambios cuando los territorios no ofrecen posibilidades para rotar

las tierras y dejarlas recuperar y debido a la introducción de otros modelos

agrícolas que no se corresponden con los ecosistemas y que buscan maximi-

zar la producción. Este fenómeno ha ocasionado el empobrecimiento de los

suelos, la aparición de plagas y enfermedades en los cultivos y el agotamiento

de los recursos naturales, entre otros.

De otro lado, para los ecosistemas, cuya característica fundamental es la alta

diversidad biológica y cultural, pero a la vez su fragilidad por la pobreza de

los suelos y la alta humedad, existe poca oferta de tecnologías sostenibles y

apropiadas, lo que amerita aun más recopilar el conocimiento de estos siste-

mas productivos antes de que desaparezcan.

Es por esto que, antes de incorporar proyectos productivos en una comuni-

dad, se deben conocer sus propios sistemas de producción, de tal manera que

no se irrumpa con prácticas o insumos que lleven al desequilibrio de estos

sistemas, sino que por el contrario los fortalezcan.

El diagrama es una herramienta de trabajo para entender mejor cómo fun-

cionan los sistemas productivos y, luego de trabajarlo y analizarlo con las

comunidades, puede servir para proponer conjuntamente innovaciones que

complementen, mejoren y conserven la producción tradicional.

74
territorios más amplios y cuenta con representantes en formas de organiza-

ción de mayor envergadura; en este caso, pueden tener un representante en el

consejo comunitario de un territorio colectivo mayor o un representante en

la organización étnico-territorial del resguardo amplio.

En muchas comunidades o veredas tienen presencia instituciones gubernamen-

tales y organizaciones no gubernamentales (secretarías de salud y educación,

programas de la Presidencia de la República, el Instituto Colombiano de

Bienestar Familiar, organizaciones de derechos humanos, de desarrollo soste-

nible o ambientales) a través de una persona de enlace o empleado, como los

docentes de la escuela, los promotores de salud, las madres comunitarias o el

coordinador de algún proyecto.

Para visualizar y discutir las diferentes funciones que desempeñan las ins-

tituciones, organizaciones, grupos y personas en una comunidad o vereda,

y para poder entender cómo estos actores se relacionan entre sí y analizar

a los que participan en cada uno de estos espacios, se puede construir, de

manera colectiva, un diagrama que represente estos grupos y sus relaciones.

Mapa de relaciones Festival


de las comunidades de los cuentos
>

del Resguardo Caño Festival


Mochuelo Palma de Coco Vigi
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(6 miembros) Mochuelo > Consejo de


autoridades

Festival del > La Comite Comite


Yaraque Esmeralda salud educación

El
Calvario
San
José

Colegio

80
Luego es necesario hacer una lista de las organizaciones, instituciones, grupos y

personas que son importantes o trabajan con ella; en el desarrollo de esta tarea,

no se deben olvidar a los pequeños grupos informales (el comité de salud de la

comunidad, el grupo de usuarios del agua, etcétera), los grupos locales que están

trabajando en cuestiones ambientales (el agua, los pastizales, las tierras), cues-

tiones económicas (el ahorro, el crédito, la agricultura, la ganadería), sociales

(la salud, la alfabetización, la religión, la educación, el deporte) y políticas (las

asociaciones de agricultores, los grupos de mujeres, el consejo comunitario, el

cabildo, entre otros).

Se recomienda emplear trozos de cartulina previamente cortados en distintos

tamaños y colores para hacer del mapa de relaciones un ejercicio más diná-

mico. De esta manera, se pueden colocar los actores en distintas posiciones

hasta dar con una definitiva que represente el tipo de relación tal y como se

percibe (tenga en cuenta que siempre es posible elaborar distintas versiones

del mapa).

Una vez elaborada la lista de actores, se identifican unas categorías que expresen

el carácter de relación entre los distintos actores: tensa, solidaria, conflictiva,

distante y cercana, entre otras. Para indicar cómo son las relaciones entre los

actores, se pueden utilizar distintos tipos de flechas y colores; también se pueden

situar en el mapa los actores, identificados con recortes de distintos tamaños y en

diversas posiciones y sentidos para representar las relaciones.

La elaboración de estas convenciones además tendrán el propósito de facilitar la

lectura del mapa. Es decir, el mapa debe ser claro y las categorías empleadas se

deben poder distinguir de tal manera que se interprete fácilmente. Por ejemplo:

una gran distancia entre círculos muestra poco o ningún contacto o cooperación;

los círculos que están muy cercanos muestran cierto contacto; los círculos que

se tocan indican cierta cooperación; los círculos que se sobreponen indican una

cooperación estrecha.

82
Glosario
Actor social Autodiagnóstico
Por actor social se entiende una per- El autodiagnóstico resulta de un
sona, un grupo o una institución que proceso participativo en el que
interviene de distintas maneras en los se emplean diversas herramientas
procesos organizativos, políticos, que permiten recoger y analizar
culturales, sociales y de desarrollo información asociada a distintos
que se están desarrollando en una aspectos del territorio y de la vida
comunidad. Las formas de interve- de una comunidad, como es la agri-
nir pueden ser variadas tales como cultura, la alimentación, la salud,
la participación activa, la postura la educación, la comunicación, las
neutra, a favor y en contra, entre relaciones que se tienen con otras
otros. Existen actores directos que comunidades y con las institucio-
están involucrados directamente con nes, entre otros aspectos.
la experiencia y actores indirectos
que, aunque no han formado parte
del proceso, ejercen una influencia Autoridad tradicional
sobre el mismo. Las autoridades tradicionales son
los miembros de una comunidad
indígena que ejercen, dentro de la
Atención a la diversidad en el aula estructura propia de la respectiva
El concepto de diversidad en el aula cultura, un poder de organización,
hace referencia a procesos dinámicos gobierno, gestión o control social.
de construcción del conocimiento
que surgen con la interacción de per-
sonas de distintas creencias, valores, Caracterización
experiencias, intereses y estilos cog- Caracterizar un lugar (comunidad,
nitivos y de aprendizaje, entre otros zona o región) es presentarlo o
aspectos. La atención a la diversidad describirlo con sus rasgos par-
en el aula se enmarca dentro de ticulares de manera que resulte
procesos de enseñanza-aprendizaje inconfundible; en otras palabras,
diversificados y flexibles. De esta al caracterizar un lugar, buscamos
manera, atender la diversidad en los encontrar sus particularidades y
procesos de formación profesional reconocer el conjunto de propieda-
implica comprender a los estudiantes des que lo hace único.
en su contexto educativo, y respetar
las diferencias y particularidades, de
tal forma que los profesores, desde Capital financiero
las prácticas pedagógicas, incorpo-
ren los aspectos cognitivos, sociales, Hace referencia a los recursos
culturales y afectivos propios a sus financieros que las poblaciones
alumnos como ocasiones para mejo- utilizan para lograr sus objetivos en
rar su labor. materia de medios de vida.

101
Capital físico Constructivismo
Comprende la infraestructura Es una corriente de la pedagogía
básica (adecuaciones del entorno que se basa en una concepción
físico) y los bienes de producción constructivista del conocimiento.
(herramientas y equipos) necesarios Considera al alumno como posee-
para respaldar a los medios de vida. dor de conocimientos previos que
son la base para la construcción de
nuevos saberes. Por lo tanto desde
Capital humano esta óptica es importante considerar
Representa las aptitudes, los cono- el contexto y los saberes locales del
cimientos, las capacidades laborales alumno para acompañar su proceso
y buena salud de las poblaciones de formación y desarrollo de nuevos
que en conjunción permiten enta- saberes.
blar distintas estrategias y alcanzar
sus objetivos en materia de medios
de vida.
Diario de campo
El diario de campo es un instru-
mento utilizado por investigadores
Capital natural para registrar hechos susceptibles
Es el término utilizado para refe- de ser interpretados en la sistemati-
rirse a los recursos naturales de las zación de experiencias y análisis de
que se derivan los flujos de recur- resultados.
sos y servicios útiles en materia de
medios de vida.
Didáctica
Es la parte de la pedagogía que se
Capital social ocupa de las técnicas y métodos de
Se refiere a los recursos sociales en enseñanza. Existen enfoques didác-
que se apoyan los pueblos para la ticos distintos como el tradicional,
búsqueda de sus objetivos en mate- que pone su énfasis en el contenido,
ria de medios de vida. el tecnológico, que pone su énfasis
en los objetivos, y el espontaneísta
que pone su énfasis en los estudian-
Competencia laboral tes.

Es la capacidad real que tiene una


persona para aplicar conocimientos, Espacio de uso
habilidades y destrezas, valores y
comportamientos en el desempeño Son los lugares del territorio en donde
laboral y en diferentes contextos. las comunidades obtienen diferentes
recursos para su supervivencia pro-
venientes del monte, de los ríos y
espacios cultivados, entre otros.

102
Evaluación Norma de competencia laboral
La evaluación tiene como propósito
Son estándares reconocidos por el
determinar el grado en el que se han
sector productivo que describen
cumplido los objetivos propuestos
los resultados que un trabajador
por un proyecto, posibilitando así
debe lograr con su desempeño, los
la toma de decisiones y la adopción
contextos de sus tareas, los cono-
de medidas para llegar a las metas
cimientos que debe aplicar y las
presupuestadas.
evidencias que debe presentar para
demostrar su competencia.

Hito
Los hitos, en el desarrollo de una Planeación
experiencia, son acontecimien-
Es la necesidad de ordenar las activi-
tos del contexto y de la práctica
dades humanas con el propósito de
identificados en el proceso de siste-
lograr lo que propone un proyecto
matización. Para establecer un hito
para mejorar situaciones que inciden
se deben hacer visibles los momen-
en el bienestar de personas, grupos y
tos coyunturales y trascendentales
comunidades.
de la experiencia. Esto implica iden-
tificar las situaciones en las que se
presentaron retrocesos, avances, Proyecto
tensiones; en situaciones que pro-
bablemente cambiaron el rumbo de Es un conjunto de acciones planea-
los acontecimientos o que llevaron das, que se inician y terminan en un
a tomar decisiones importantes. lapso de tiempo, con el propósito de
generar un cambio determinado, con
unos grupos humanos determinados,
Interculturalidad en un lugar específico y con unos
recursos apropiados para su desarro-
La interculturalidad se entiende
llo. Generalmente, se enmarcan en
como la coexistencia y la interacción
un plan o un programa más amplio,
equitativa de diversas culturas y la
por lo que no constituye ni un punto
posibilidad de generar expresiones
de partida ni un fin en sí mismo.
culturales compartidas a través del
diálogo y el respeto mutuo.
Resguardo indígena
Lección aprendida Institución legal y sociopolítica de
carácter especial, conformada por
Las lecciones aprendidas se identi-
una comunidad o parcialidad indí-
fican a través del análisis crítico en
gena, que con un título de propiedad
torno a los distintos aspectos que
comunitaria, posee su territorio y se
configuran una experiencia (aunque
rige para el manejo de éste y de su
no refiere a una situación específica
vida interna, por una organización
sino a una generalización producto
ajustada al fuero indígena o a sus
de la reflexión y el análisis).
pautas y tradiciones culturales.

103
Seguridad alimentaria Soberanía alimentaria
Es la situación en la que las perso- El derecho de las comunidades de
nas tienen en todo momento acceso producir su comida en su propio
físico, social y económico a alimen- territorio en formas que refuerzan
tos suficientes, seguros y nutritivos los valores culturales y protegen el
para cubrir sus necesidades ali- medio ambiente. Se centra en qué
menticias según las preferencias comida se produce, dónde y cómo
culturales para una vida sana y se produce y a qué escala.
activa.

Territorio
Sistema productivo tradicional Se asume el territorio como un
El sistema es entendido como un espacio compartido de vida que
arreglo de unidades o componentes garantiza la convivencia y ofrece
que forman un todo, de tal manera los recursos necesarios para la per-
que si alteramos alguno de sus manencia de sus habitantes en su
componentes se afecta el todo el seno.
sistema. Los sistemas productivos
tradicionales son un complejo con-
junto de conocimientos y prácticas Territorios indígenas
de recolección, producción, trans- Son las áreas habitadas en forma
formación y distribución de bienes regular y permanente por una
o productos. comunidad, parcialidad o grupo
indígena y aquellas que, aunque
no se encuentren poseídas en esa
Sistematización forma, constituyen el ámbito tra-
La sistematización plantea la recons- dicional de sus actividades sociales,
trucción y recuperación de experiencias económicas y culturales.
con el propósito de interpretar, de
manera crítica, los hechos ocurridos
en un proyecto y así obtener de ellas
aprendizajes y lecciones que nos
permitan mejorar las prácticas. La
sistematización nos plantea la posibi-
lidad de aprender de nuestras acciones
para transformarlas y compartirlas. La
interpretación de las acciones supone
una mirada a aquello que ocurrió en la
experiencia y que explica cómo y por
qué sucedieron.

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