Reporte de lectura

Taxonomía de Bloom

Se basa en la idea de que el aprendizaje puede clasificarse en seis niveles de

complejidad. El dominio de cada nivel depende de cuánto domina del alumno el

nivel o los niveles anteriores. Por ejemplo, en el nivel más alto de esta taxonomía el

estudiante tiene que disponer de la información necesaria, comprender esa

información, ser capaz de aplicarla, de analizarla, de sintetizarla y de evaluarla. La

taxonomía de Bloom es un intento de ordenar jerárquicamente los procesos

cognitivos.

Bloom propone que cualquier tarea favorece uno de los tres dominios psicológicos

principales, los cuales son el cognoscitivo, el afectivo y el psicomotor. El dominio

cognoscitivo se ocupa de nuestra capacidad de procesar y de utilizar la información

de una manera significativa. El dominio afectivo se refiere a las actitudes y a las

sensaciones que resultan el proceso de aprendizaje. El dominio psicomotor implica

habilidades motoras o físicas.

La taxonomía que Bloom desarrolló fue considerada necesaria para el aprendizaje,

pues fue diseñada para ayudar a profesores a clasificar objetivos y metas

educacionales. Tales objetivos de enseñanza deben ubicarse dentro de los ámbitos

cognoscitivo, afectivo y psicomotor.

La taxonomía de Bloom es la clasificación de los objetivos educativos más usada

y conocida en entornos educativos, pues al clasificar y ordenar el aprendizaje,

facilita la acción planificadora de los docentes.

 Los tres procesos psicológicos principales de esta taxonomía son:

COGNOSCITIVO:

Es el que se encarga de nuestra capacidad de procesar y utilizar la información de

una manera significativa. Aquí se encuentran los seis niveles de los procesos

mentales propuestos por Bloom:

Conocimiento: Se refiere a recordar hechos específicos. Por lo general, son temas

que se memorizan.

Compresión: La comprensión consiste en captar el sentido de una comunicación o

de un tema, tanto escrita u oral, o el entendimiento de lo que ocurrió en cualquier

hecho particular. Es saber qué se le está comunicando.

Aplicación: La aplicación es en donde el estudiante utiliza lo que ha aprendido en

situaciones nuevas para resolver problemas.

Análisis: El análisis implica que el estudiante realice la división de todo un tema en

partes y las distinga y clasifique. Desde ahí puede resolver preguntas, razonar sobre

el conocimiento adquirido y descubrir cada elemento de dicho tema.

Síntesis: Consiste en la producción de algo nuevo combinando ideas a partir de

otras. Aplica algún conocimiento anterior para producir algo original.

Evaluación: A partir de ciertos criterios preestablecidos, se dan las propias

opiniones personales para valorar algún trabajo.

PSICOMOTRIZ:

Aquí se usa con gran dominio una herramienta para realizar un trabajo, pues el

proceso psicomotriz valora la capacidad de manipular con los dedos, con las manos

u otra parte del cuerpo dicha herramienta.

Dentro de este campo se clasifican las destrezas. Estas son conductas que se

realizan con precisión, facilidad o poco esfuerzo. El dominio psicomotriz puede

variar en frecuencia, energía y duración. La frecuencia indica el promedio o cantidad

de veces que una persona ejecuta una conducta. La energía se refiere a la fuerza

o potencia que una persona necesita para ejecutar la destreza, y la duración es el

tiempo durante el cual se realiza la conducta.

Cuando hablamos de psicomotriz nos referimos también a crear un hábito al

momento de realizar con destreza una acción.

AFECTIVA:

Tiene mucho que ver con la motivación que un estudiante presta al momento de

realizar sus estudios, debido a que dicha motivación logra una repuesta positiva y

un proceso activo de aprendizaje, de modo que el estudiante crea una valoración

particular a esta materia.

Es cuando alguien presenta algún tipo de emoción a lo que estudia.

Ámbar Miguelina Báez

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